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Rica: lo siento mucho
Rica:
lo siento mucho Mariana H.
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sus empleados de un gimnasio. Es chico pero tiene todo lo que para fines de este texto. Se llama «Lo siento mucho» y necesitamos. Y, sí, también aquí ponen la peor música del mun- es de un dueto llamado Río Roma en colaboración con do. Como somos muy pocos, quien llega primero puede poner Thalía. Un aullido melodramático de principio a fin. su música y yo nunca llego antes de las 10:00 am. La letra es un muy desafortunado intento de acercarse
Pero ni veinte años de música de al tema del feminicidio: el coro comienza con un «Lo siento mucho, pero mucho», así de contundente. Como gimnasio me hubieran preparado para punchline el coro termina diciendo «se te acaba de morir lo que vendría: la música de «Rica». Se tu pendeja» (uy, qué groseros) y no solo eso, al final de la canción, Thalía, ya deschongándose, espeta un «pendejo». llama Ricardo, pero le gusta que le di- Vean el video, no tiene desperdicio, cada segundo es más gan Rica; es reportero de espectáculos horrible que el otro. Hace dos días, en el área de maquillaje, epicentro informay le encanta, le encanta, Gloria Trevi, tivo de cualquier canal de televisión, me contaron que Rica Mónica Naranjo, OV7 y algunas otras fue despedido de la empresa. Tal vez ahora pueda escuchar mi playlist de principio a fin. Si no es así, después de la seleccosas que no logro identificar: «Él lo ción a la que nos acostumbró, hasta el reggaetón será bienvetiene todo pero no eres tú», «Sé un ex nido: «Hawái de vacaciones», a huevo. Así que, Rica, gracias por ayudarme a reforzar mi teoría de que el gimnasio es el lugar en de verdad y trátame mal» y así. donde se escucha la música más horrible del mundo, y por lo de Él las canta todas con una pasión desbordada. Pone la tu chamba pues, lo siento mucho… pero mucho. • música a tal volumen que a veces me es imposible escuchar a mi entrenador. Un día me harté y osé bajar el volumen considerablemente y Rica se encabronó. Me retiró el habla, por suerte. Pero esa afrenta tuvo represalias.
Una mañana llegué más temprano para poner yo mi playlist cuidadosamente seleccionada para acompañar mi rutina. Empezaba con «Man on the Moon», de R.E.M. para calentar en la caminadora, después «Sit Down», de James, «London Calling» para empezar pesas, «The Passenger», de Iggy Pop, para lagartijas, «Bizzare Love Triangle», de New Order para la recta final, y para relajar y estirar los músculos los 9:13 minutos de «Watermelon in Easter Hay», de Frank Zappa. Era perfecta. Pero llegó Rica. Justo cuando Joe Strummer estaba cantando la frase «I live by the river!», volteó a ver la bocina, se llevó el dedo índice y pulgar a la nariz y caminó con ese mismo ademán hasta su teléfono y arremetió quitando mi música y poniendo una canción que es quizá la más horrible que yo haya escuchado jamás… así que decidí aprovecharla