Año 5 - Número 35 Abril 2019 Obra de tapa: Mauro Sebastián González
Contacto: Tel.: 299 5221255 Correo electrónico: maurojam@gmail.com Facebook: Mauro Sebastián González Dirección General: Iván Moyano Consejo de redacción: Iván Moyano Mauricio Aramayo Redactores: Pablo Montanaro Rubén Boggi Sergio Sarachu Hilda López Fernando Barraza Mariana Lesa Brown Mauricio Bertuzzi Dario Morán Mauricio Aramayo Aimara Villega Ilustraciones: Nicolás Mendoza Fotografia: Pabla Arias Coqui Rachid Oscar Medina Corrección editorial: Myriam Ortíz Diseño gráfico: Iván Moyano
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Colaboran en este número: Carlos Duarte, Romina Olivero, Omar Maraury, Andrea Pinza, Centro Patagónico de Estudios Latinoamericanos, Silvia Mellado, Juan González.
Agradecimientos:
Grupo Neuquén del Ayer, Neuquén en el Tiempo, y a todos los colaboradores, suscriptores y auspiciantes que apuestan en nuestro proyecto.
ARS Editorial mail: ars.editorial@gmail.com Hecho en Neuquén DNDA N° en trámite Impreso en: ArS Diseño gráfico editorial Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproducción total o parcial ARS editorial y S!gnos arte y cultura no son responsables por las opiniones vertidas por los colaboradores, entrevistados, las notas firmadas y el contenido de los mensajes publicitarios.
Editorial
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on la presentación de este #35 de S!gnos arte y cultura comenzamos nuestro quinto año consecutivo de trabajo. Quienes hacemos esta publicación estamos orgullosos del camino recorrido y conscientes del camino a recorrer, damos lo mejor de nosotros en este aporte a la vida cultural de la región. Sumamos nuestra plataforma digital gratuita con todas las publicaciones que hemos realizado desde nuestros comienzos en el 2015, manteniendo nuestra edición impresa y poder, de esta manera, llegar a públicos diferentes. Arte en tiempos de crisis propone un recorrido sobre diferentes manifestaciones artísticas atravesadas por momentos sociales y económicos adversos, dejando ver los cambios, adaptaciones o resultados que se experimentan para poder seguir existiendo. El arte y la cultura son, sin duda, una herramienta utilizada por las diferentes fuerzas políticas para sumar seguidores, las que dedican cada vez menos presupuesto e intentan obtener el mayor rédito político llevando al mundo artístico a un nivel de precarización y supervivencia priorizando cantidad en lugar de calidad, disminuyendo la posibilidad de perfeccionamiento y crecimiento artístico. Las nuevas relaciones que se pueden dar entre economía y cultura durante el actual periodo de crisis son un campo interesante de investigación que, más allá de las consecuencias inmediatas y más previsibles como recortes de presupuestos públicos dedicados a cultura o cierre de infraestructuras públicas, todavía tienen que mostrar sus desenlaces más profundos. El arte y la cultura no son elementos que deban funcionar bajo las reglas de la economía o la política sino que se los debe estimular ya que son el camino hacia la evolución y crecimiento de toda la sociedad.
En esta edición Literatura y crisis, distintas maneras de contar lo que nos pasa, por Fernando Barraza
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Isidro por Nicolás Mendoza
Ópera de bajo presupuesto, un concepto acorde a nuestros tiempos, por Mauricio Aramayo
La Orquesta Sinfónica Nacional en crisis, por Mauricio Aramayo
Toda fundación es partida: escritura y errancia por Carlos Duarte
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¿Cuanto vale el arte de narrar?, por Hilda López
El cuadro elegido... por Darío Morán
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La foto elegida... por Omar Maraury
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Recomendamos leer... por Mauricio de Sagastizabal
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Noticias, un poco más y un poco menos.
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Pag. 20 Crear para no llorar, por Andrea Pinza
Más crisis, menos música en vivo en la región, por Mariana Lesa Brown
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El Oso: la novela policial de Bariloche, por Mariana Espinosa
Nota de Archivo...
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LITERATURA y CRISIS
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Referencias página anterior
1 - Rafo Grin - Músico. 2 - Jorge Michelotti - artista plástico. 3 - Silvia Battistuzzi - artista plástico. 4 - Juan Benigar ”El cacique blanco”. Fue considerado un indígena croata defensor de los originarios argentinos. 5 - Almacén en la esquina de las actual calle San Martín y Avenida Argentina propiedad de Pedro Linares y Ángel Pérez Novella
i bien el cine y la ficción televisiva han sido canales de transmisión bastante fieles de las realidades sociales en los más recientes tiempos de crisis, la literatura es la disciplina artístico cultural que más experiencia acumulada tiene en estas lides, ganándole por goleada a cualquier otro rubro, tanto en antigüedad como en profundidad de análisis. Se puede arrancar de bien atrás, de la antigüedad inclusive, se pueden revisar algunos textos de Aristófanes, como “Lisístrata (La Huelga de las Mujeres)”, un texto que aún hoy es mundialmente reconocido como pacifista, pero que si se lo revisa sólo un poco se le descubren pasajes de críticas sociales a las imperiales políticas panhelénicas del gobierno ateniense; o se puede ir hasta el siglo XVI para ver como Quevedo prendía fuego a su sociedad en escritos satíricos como el “Discurso de todos los diablos”. O venirse más acá en el tiempo, y descubrir lo que enfureció en el siglo XVIII al llamado Antiguo Régimen francés, a la Asamblea Revolucionaria, al Consulado y al Primer Imperio francés no fue que el Marqués de Sade describa herejías sexuales a troche y moche, sino que les cuente las costillas a sus gobiernos en textos como el “Diálogo entre un sacerdote y un moribundo”; de hecho por escribir “cosas así” se comió una prisión de como 20 años. Más aquí en el tiempo, tenemos miles de ejemplos más. Los escritos son tantos y tan buenos que se puede hacer la elección hasta con los ojos cerrados. Se los puede buscar en un random total, ya sea desde perspectivas, como la del género (Virginia Woolf); o a través de geografías, viajar por ejemplo hasta Japón (Yukio Mishima); adentrarse en la rugosidad del desierto del norte mexicano (Juan Rulfo); tomarse un tren hasta los helados inviernos rusos (Fiodor Dostoievski) o bucear en la Londres del comienzo de la pluriculturalidad obligada por el espejismo de un primer y un tercer mundo (Hanif Kureishi). Cualquier vía trazada por un lector universal que quiera unir alguna crisis socio-política con una buena literatura descriptiva de esa realidad es amplísima, casi inagotable.
La guerra de las mujeres (Lisistrata) de Miguel Narros
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Por Fernando Barraza
DISTINTAS MANERAS DE CONTAR LO QUE NOS PASA
Calles de la Habana - Pintura, 80x120 cm ©2018 por Manuel Alejandro Moreno Pupo
Aquí en Argentina, por ejemplo, la tradición literaria que narra las sucesivas crisis está muy bien definida. Aún con grises medio patronales, uno puede echar mano a la gauchesca y encontrar como para hacer puchero, o venirse más acá y leer las épocas y sus sucesivas crisis en textos de Roberto Arlt, de Elías Castelnuovo, de Sara Gallardo, de los más contemporáneos Washington Cucurto, Samanta Shchewblin, Salvador Benesdra o Gabriela Cabezón Cámara. Las crisis socio-políticas siempre han sido grandes disparadores para lxs escritorxs. Es más, no cabe la menor duda de que, con todo lo que está pasando actualmente en nuestro país, nacerán por estos días cientos de escritos que ficcionen estos días de rapi, uber, tormen-
tas de marketing, deuda, hambre y FMI. Nos vamos a la isla Pero tras esta introducción voy a invitarles a reflexionar sobre una camada particular de escritorxs que se diferencian del resto de lxs escritorxs del planeta porque viven en uno de los sitios que, por sus características particulares, es único e irrepetible: la isla de Cuba. Podés estar más o menos de acuerdo con el socialismo cubano, aquí no vamos a discutir eso (es una hermosa discusión, pero no la demos aquí), pero no podés negar que las características socio-políticas del sistema cubano son únicas. No queda en pie ninguna nación en el planeta que viva el socialismo como Cuba lo vive. Eso convierte a esta isla y a esta camada de escritorxs que voy a mencionarte en sujetos únicos. Estxs escrtorxs son personas que han
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decidido quedarse en su patria (reconociendo constitutivamente que es única y muy diferente al resto de las naciones) pero han tomado por las astas el toro de sus opiniones individuales y las han escrito, intentado mostrar las tensiones, las crisis, las injusticias y las carencias que ellxs ven se están acometiendo en su patria. Esta actitud los convierte en cronistas de crisis muy especiales pero muy especiales porque, por lo general, una crisis se describe desde la literatura, en cualquier otra parte del planeta, como una sensación individual del autor que pasará a narrar algo genérico, algo que todxs padecen por motivos coyunturales, como verdaderas víctimas de un engaño político estructural al que hay que desterrar y que -sin que medien mayores detalles sobre el contexto- es un algo que se puede describir directamente y todxs lxs lectorxs entenderán de inmediato, sin mayor explicación paratextual. En Cuba el proceso pareciera inverso, lxs escritorxs que han escrito las sucesivas crisis socio-económicas que el pueblo cubano fue campeando desde la Perestroika hasta hoy, fueron construidas exactamente al revés: primero se cita el contexto, el proceso histórico que lleva al pueblo hasta ese punto, con todas sus Foto: gentileza tensiones, sin esquivarle el bulto a nada y recién después de que ese contexto esté expresado -después de que lxs lectorxs ya sepamos que piensa el autor sobre los acontecimientos que han traído a los personajes de la ficción hasta la crisis- recién ahí, sí, sí, se narran los acontecimientos de crisis. Y por lo general (habrá excepciones, es imposible leer TODA la nueva escritura cubana) esas narraciones de crisis no son de hacer leyes ni reglas de generalización, no existe una voz omnisciente que diga “estos años, que son los que el pueblo cubano vivió una carestía que… blablabla”. No, no; más bien lxs escritorxs cubanos se expresan a través de relatos personales y cotidianos que los personajes de sus poemas, cuentos y novelas enfrentan desde sus propias subjetividades humanas. Si esos testimonios ficcionados luego disparan críticas sociales, pues es algo que deberá agregárselo el lector, en el texto subyace y late esa posibilidad, pero casi nunca está escrito explícitamente. Este grupo de escritorxs que traemos hasta aquí tiene entre 65 y 35 años, todxs viven en la isla, nigunx se ha ido. Es un grupo que cuenta con estrellas globales, como Leonardo Padura, o figuras menos conocidas internacionalmente como Marilyn Bobes o Rogelio Riverón. Y cada cual retrata diferentes periodos de crisis en sus propios estilos, con las características estéticas de su franja etárea, pero conservando una común subjetividad rabiosa para contar algo que sucede en sus sociedades, más allá de sus propias individualidades. Comencemos por Padura, que en su novela más famosa, “El hombre que amaba a los perros” cuenta, entre tanta historia coral, las peripecias de hambruna que su personaje Iván padece en La Habana durante la carestía de la época del Glasnot, detallando en más de una oportunidad su esquelética figura en bici, rumbo a la playa, pedaleando casi con fuerza esotérica, con el estómago completamente vacío a cuenta de la crisis. Sin embargo, la lectura social crítica de cómo debería cambiar un sistema que ha llegado hasta el punto de tener problemas para que sus habitantes coman cada día como deben comer, no se lo tira por la cabeza a Iván, sino que se lo deja a personajes extranjeros (no a los cubanos) y la respuesta la pone en la boca de Kotov (un ruso), quien medio mamado en un bar de Moscú le dice a Ramón Mercader, o Jacques Mornard (un español) que tras la muerte de Stalin, la solución sería “fundar” un nuevo socialismo, sin totalitarismos ni mentiras, y le expresa esta idea con una metáfora capitalista y pueril: sugiere abrir “un nuevo negocio” al
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Distribuidor oficial en la Patagonia
Foto: gentileza tiras ni ocultamientos. Padulado del viejo, pero sin menra entiende las falencias del socialismo, es crítico (muy), pero no destroza a su sociedad y su sistema, porque ha elegido quedarse a vivir en ella. Menos conocida, pero igual de crítica, es su coetánea Marilyn Bobes, periodista, poeta, crítica y narradora cubana que ha contado los años de crisis con mucho detalle y hasta llegó a introducir con claridad en sus cuentos el complejo fenómeno de la “gentrificación” (busquen detalles sobre este proceso que, en resumidas cuentas, tiene que ver con la revaluación capitalista que se hace de una ciudad o una zona cuando se la rescata empresarialmente desde lo inmobiliario, en La Habana la gentrificación está que explota). En su cuento “A quien pueda interesar”, la Bobes narra que en los último años “(…) en Cuba hay nuevas clases y nuevos barrios privilegiados. Se produce un fenómeno que, así me dijo, se llama la gentrificación. Él siempre se ha creído un sociólogo. Antes me interesaba explicarle todo lo que creía o no creía de lo que pasa en Cuba. Pero ya no. Ahora ya no. Ahora trato de vivir como mi perra, una vida sencilla y feliz, sin enredarme en las discusiones sobre cosas que, en ocasiones, ni yo misma entiendo” El párrafo es conciso y trae a la luz la tensión que parte del pueblo cubano vivió en el momento que transitó por una de las crisis económicas más grandes de su historia, esa de la que hoy todavía están saliendo. El cuento –perdón por el spoiler- le cuenta las costillas a aquel período de carestía en la mirada de una mujer que asiste al reparto hereditario de una casa que perteneció a su tía, una mujer de la generación de la revolución que (detalle no menor) se fue del mundo vistiéndose de gala, maquillándose como para ir a una fiesta y con una sonrisa en el rostro. Más allá de las peripecias angustiantes en medio de esa crisis de dinero y valores detalladas en el cuento, la sobrina culmina el cuento todo con este párrafo, prestá atención: “Esos jodidos muebles, la única compañía que me queda y que, como dijo José Alberto, se irán también cuando se venda la casa. Porque fue José Alberto quien los compró. Con su maldito dinero”. Como verás, por más que Bobes no deja detalle por contar, el foco conclusivo está puesto más en el egoísmo propio del sálvese quien pueda que en las falencias del socialismo. Podríamos seguir dando ejemplos, Rogelio Riverón cuenta en su hermosa y sensual novela “Llena eres de gracia” los detalles de todas los escollos que tuvo que saltar para que en años de carestía no le partieran las madres las mafias de re-venta de comida, las que re-vendían pollo, las que re-vendían frutos de mar. Eso en lo anecdótico. En lo profundo Riverón analiza muchos de los avances ideológicos, estilísticos y de valores morales que lxs escritorxs cubanxs de su generación exigían frente a las prohibiciones impuestas por el gobierno. Todo desde dentro, sin abandonar la isla pero sin tener que callarse nada. El final, no voy a spoilear nada en concreto, es similar al cuento de Bobe en tanto hay una solución a la crisis, y está DENTRO de la isla, y no fuera. Eso es clave. Ahmel Echevarría es más joven, tiene 34, y su escritura es más “mestiza” que la de los escritores anteriores, que tienen la edad de sus padres. En el comienzo de su novela “Insomnio (the fight club)” un personaje que se llama como él y una mujer apodada Moonlight “salen” de la isla flotando en el barco de su propia casa, un poco de neo-neo-neo realismo mágico que dispara una aventura crítica sobre el irse de la isla o quedarse. Una verdadera e inquietante belleza. Rafael de Águila tiene un cuento conmovedor hasta el tuétano, se llama “Alas de mariposa” y cuenta la
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historia de un escritor cubano de cincuenta años (¿él mismo?) que viaja a Buenos Aires y es “convencido” de pasar a “consumir” sexo con una prostituta dominicana en uno de los burdeles de Capital Federal, de esos que están a un golpe de vista de todo el mundo pero nadie ve y, finalmente (perdón, seguimos con los spoilers) la chica y él urden un plan para ayudar a un “homeless” cubano que vive en una esquina de Buenos Aires. La metáfora es clara, el cuento es moralmente directo, a pesar de su complejidad y profundidad no tiene pliegues. Hay respuestas para las crisis, todas deben ser analizadas, todas parten desde el punto de vista de quien ve desde dentro y sin desentenderse de las razones. Son escritos de personas que vivieron un sistema que por un lado les permitió una educación y una salud pública destacadas en el mundo entero y por el otro vivió tensiones de prohibiciones que se analizan detalladamente en sus obras. Quizás esta resaltada “participación activa” de lxs escritorxs cubanos en sus textos sobre cirisis sea un punto clave para terminar esta nota de manera abrupta, de golpe y retirarse con lo que Arlt denominaba “cross a la mandíbula del lector”: ¿puede ser que para escribir una crisis bien se necesite un claro posicionamiento del autor-a, más allá de lo profusamente que se describan los sucesos? La respuesta argentina se dará en unos pocos años, cuando nuestrxs escritorxs empiecen a contarnos que vieron durante estos días de hambre y neoliberalismo. Foto: gentileza
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Foto: gentileza
El cuadro elegido...
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ilvia Battistuzzi exhibe su interior y su energía cuando plasma sus Gemas en la tela; su Patagonia y su niñez más recóndita se vuelven sus pilares, potentes y sensibles para cualquier artista. La sencillez de sus elementos y sus recursos reviste su obra de una potencia libre de toda frivolidad. Con su abstracción, Silvia cuadra perfectamente en el lenguaje contemporáneo, que es, paradójicamente, la expresión más antigua. No se repite y se pinta a ella misma desde su pasado y su presente sabiendo que de esta manera expresa su futuro y su riqueza. Es la misma y, a su vez, siempre distinta, como la luna patagónica y el río que la cobijó.
En Silvia no queda resquicio de figuración, aunque algunos hagan el sano ejercicio de encontrar algo “real” en su obra. Por más que muchos cierren los ojos como un puño, la pintura abstracta es espiritual. Es más que un objeto, un retrato o un paisaje; una emoción, la sensación de un recuerdo, es lo que la figura no alcanza a mostrar. Contemporánea y primitiva a la vez, Silvia seguirá siendo distinta e igual que siempre, invitándonos a observar lo invisible, a sentir la lluvia en la piel cuando hay sol, y a ver el sol cuando es de noche.
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Dario Morán
Opera de bajo presupuesto un concepto acorde a nuestros tiempos
Escena de la opera Aida
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uando pensamos en ópera, es inevitable pensar en los espectáculos de gran envergadura, con grandes teatros, cantantes famosos, vestuarios, escenografías más realistas que un set de filmación, pues la tradición así lo ha instaurado en el pensamiento colectivo, en argentina las puestas de las casas de ópera más importantes fueron y serán por tradición, recursos e inversiones, el Teatro Colón y el Teatro Argentino de la Plata, presentando así cada año sus temporadas de Ópera, además de otros ciclos pertenecientes a sus cuerpos estables (orquesta, ballet, coros, etc) y otras actividades con artistas no residentes. Es inevitable pensar en una Aída con la infaltable pirámide en el escenario, o con la escena final de Tosca en la terraza del castillo de Sant’Angelo con la cúpula de la iglesia de San Pedro de fondo... hace varios años ya, hay una competencia de Régisseur (director de escena en una ópera) por innovar trayendo las temáticas operísticas a nuestros tiempos dándole un giro en lo que respecta a escenografía vestuario maquillaje y caracterización de los personajes, cosa que es muy interesante de ver, el papel de Régisseur, explora en lo más profundo de su creatividad y con esto da un aire refrescante a aquellas funciones de gala que vienen acompañadas de la palabra ópera. Recordemos que para montar este género en el escenario, es necesario un ejército de personas especialistas en sus áreas, entre éstas podemos citar: una sala con escenario y foso orquestal, director musical, director de escena, pianistas acompañantes que ensayan con solistas y coros en etapa de preparación, coro, solistas protagónicos, orquesta, apuntadores (que se ubican entre telones para marcar y dar pies de letra a los cantantes que además de cantar actúan), vestuaristas, maquilladores, peinadores, inclusive zapateros, escenógrafos, iluminadores, el técnico de subtitulado, efectos especiales, entre otros. En Neuquén, el año pasado aconteció un suceso en lo que a ópera se refiere; un concepto nuevo que lleva con mucho compromiso a la ópera donde parece que no se puede, Ópera de bajo presupuesto, así es, con el mismo hilo conductor del cine de bajo presupuesto, arte acorde a nuestros tiempos y a una ciudad que por
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Por Mauricio Aramayo
ejemplo no cuenta con un teatro que pueda contener físicamente a todas las especialidades que se necesitan para sostener una temporada de ópera. El periodista y director de escena Boris Laures, es el responsable de hacer posible una ópera donde al parecer no hay recursos edilicios, técnicos, entre otros, pero si hay, ganas y recurso artístico, acompañado de la Orquesta Sinfónica de Neuquén y su director titular Andrés Tolcachir, están sosteniendo firmemente esta propuesta; el título que dió inició a esta quijotada fue Tosca de G. Puccini en 2018, se anuncian para la temporada 2019 Il Trovatore de G. Verdi y el Holandés Herrante de R. Wagner. Foto: Hernán Pendini
En conversación con Boris, sobre el ciclo de ópera que se prensentará en Neuquén en la temporada 2019 nos cuenta sobre su visión de este género en la actualidad; “entrando prácticamente en la tercer década del siglo XXI tenemos que evitar las escenas demasiado largas, crear cambios bruscos y sobre todo abordar temática que sea de interés. La opulencia en los vestuarios y escenografías nos llevan a otras épocas donde los escenarios eran muy grandes y los personajes prácticamente no se movían, hoy en día la ópera tiene un paralelismo estético con el teatro y el cine” y, agrega que llevó esta propuesta por diferentes ciudades en el país como Salta, Corrientes, Rosario, Tucumán, Bahía Blanca, Usuahia, y fuera del país en Montevideo, Lima, Saõ Paulo, Porto Alegre y Florianopolis. Con respecto a su forma de trabajo nos dice “confío mucho en lo que cada artista, director y técnico tiene, es una manera de multiplicar el resultado que le va a llevar al público. Los directores trabajamos con algo que no se ve, que es la intuición, es una voz interna que te dice: ahora si, ahora no, y nos ayuda a tomar decisiones. Es muy importante no casarse con las ideas originales y desarrollarlas pensando en el público a quien va destinada la obra. Con respecto a los títulos de esta temporada, nos adelantó que Il Trovatore de G. Verdi (que se presentará el 6 y 7 de julio en el teatro Español de Neuquén) presentará una estética en blanco y negro donde los personajes se encuentran transfigurados, con una trama medieval. En el caso del Holandés Herrante de R. Wagner (que se presentará el 1 y 3 de noviembre en el mismo teatro), se aprovechará la pantalla del cine para proyectar imagenes del mar y buques fantasmales que ambientan esta ópera. En este segundo caso todo los artistas que intervienen serán argentinos con excepción del tenor.
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Por Hilda López
¿Cuánto vale el arte de narrar?
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a actividad artística en todas sus expresiones, implica siempre un esfuerzo económico. Un escenario, una tela, caballetes, carpeta, vestuario, maquillaje, luces y sonido, traslados, pasajes, hoteles, instrumentos, obras, capacitaciones y mil cosas más hacen la ruta de un resultado artístico. La actividad basada en la palabra, que se vincula con la imagen a través de ella, que rescata historias fantásticas y reales, que alienta la sorpresa, que reivindica la comunicación directa, tiene particularidades que explican parte del fenómeno que se está dando en distintos puntos del país y en la región. Esa actividad es la de los narradores, la de los cuenta cuentos, los artífices de un espacio que desde los ancestros desarrollan nuevas experiencias solitarias y grupales. En la historia de la humanidad, se inscribe esta manera de comunicar, de trasladar sentimientos, fábulas, historias de vida. Los pregoneros, los bufones, los juglares, los ancianos de todas las razas activaron esta manera de contar las cosas, de informar, de entretener, de seducir a niños y grandes, de acortar las distancias, de promover los encuentros. Es, podemos decir, una “raza” que avanzó y sigue abriendo caminos. Ellos no necesitan una producción que les imponga una inversión económica importante, aunque si necesitan de ella para funcionar y crecer. Talleres, ferias de libros, escuelas, convocatorias de encuentros a lo largo y ancho del mapa, imponen un gasto que no todos y siempre pueden afrontar. La particularidad de esta expresión está basada en la palabra, en la forma de su uso, en la transferencia de ese lenguaje para treparse a la atención del escucha. Nada más comprometido, porque es el desnudo de una expresión, es el cara a cara, es el cuerpo a cuerpo, es la voz, el timbre, el tiempo, la emoción. Allí no cuentan los otros aspectos de una producción artística. Hablar de la economía en este espacio, es también poner lo que corresponde a una función social necesaria y tener en cuenta este aspecto es darle el lugar que le corresponde por historia y proyección. Cuando participamos de una convocatoria de los grupos de narradores y cuenta cuentos existentes en la región, deberíamos pensar en el alimento de esta expresión: el precio de los libros que leen y consultan, los talleres de capacitación a los que concurren y todo aquello que hacen con lo que sacan de su bolsillo para que nosotros disfrutemos y la rueda siga girando. Una de las modalidades de uno de los grupos a los que he concurrido, es la de dejar un sobre en cada mesa de los escuchas para poner en el mismo unos pesos, los que se puedan, pero poner. Es una forma de reconocimiento y valorización Cuentacuentos sobre banco - Van Gogh que el público hace de lo visto y escuchado. Es un compromiso mayor que el pago de una entrada ya que el valor de la misma es el que le dan los propios hacedores. El otro es un reconocimiento. Ese es el desafío: aprender a valorar en serio lo que llega a nuestros oídos, alcanza a nuestros sentidos y nos hace pasar un momento que está cargado de belleza que, en definitiva, es la comunión que propone el arte.
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Dr. Ramón y Brown - Neuquén
Novedad... El lugar sin nombre – Arturo Pacheco Ediciones con doblezeta ontaba el viejo Don Juan que en El lugar sin nombre recordaban la leyenda de aquellos inmigrantes que llegaron a esas montañas que nadie conocía. Y como toda narración popular, oral, los hechos fueron adornados con elementos fantásticos, fabulescos; después de todo, era la historia de una comunidad al fin del mundo. Con tradiciones, mitos y augurios se supo
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cómo comenzó la epopeya de esa gente, y lo que ocurrió después, de acuerdo con lo anunciado por las escrituras. Pueblos elegidos para salvarse, o condenados para desaparecer. El libro es la crónica de lo que pasó y lo que pasará en esta comarca andina que decidió nominarse negándose a sí misma.
Por Mauricio de Sagastizabal La tercera orilla. Estudios sobre poéticas migrantes – AA. VV Educo El libro reúne un conjunto de ponencias de un equipo de investigación de la Facultad de Humanidades que dan cuenta de un proceso de escrituras literarias producidas en un contexto de desplazamientos del territorio de origen (Latinoamérica) al lugar de acogida (generalmente Europa), entre los últimos años del siglo XX y esta década y media del nuevo milenio. Los escritores abordados no son exiliados políticos, sino protagonistas de un éxodo cultural. Andrés Neuman, Rodrigo Hasbún, Alejandro Zambra, Lucía Puenzo, Patricio Pron, Valeria Correa Fiz, Clara Obligado y Florencia del Campo (las dos últimas, viajeras de paso por Neuquén) son analizados en los trabajos, lo que permite afirmar que entre ellos hay un cierto “aire tribal”, que actúa como sostén de una poética colectiva de esta literatura en tránsito: el viaje como desplazamiento desterritorializante, el borramiento de fronteras geográficas y genéricas, el nomadismo cultural, la experiencia migrante, el estado de extranjería, vínculos familiares traumáticos y análogos a un sentimiento apátrida, la escritura en continuo proceso. Un viaje que va desde el territorio de origen al territorio de llegada, en el que el autor migrante es siempre un extranjero y desde esa condición funda un nuevo territorio. Ese nuevo espacio es el de la textualidad: una tercera orilla delineada por las producciones escritas.
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Recomendamos leer...
Librería Abrí Mundos
Furia de invierno – Perla Suez Edhasa Novela negra con acentos oníricos, “Furia de invierno” es un libro impecable. Luque huye a Paraguay. Como todos deja un voraz pasado atrás; lleno de persistentes fantasmas. Tiene un primo que puede ser un buen puerto de llegada pero recala en Ciudad del Este porque le han dicho que hay mucho trabajo y que puede prosperar. Allí conoce una mujer, presume de haber encontrado su espacio. Sin embargo, a veces las presunciones son más optimistas que la realidad. A partir del enigmático y oscuro Luque, con una prosa seca y una trama exacta, Perla Suez urdió una ficción absorbente, cuya lectura no da respiro. Hasta la página final, con su inesperada y contundente vuelta de tuerca. Kentukis – Samantha Schweblin Penguin Random House literatura Multipremiada y multitraducida, este relato es perturbador. Sólo la menciono porque su última novela “Pájaros en la boca” probablemente sea la ganadora del Man Booker Prize de este año.
Santa Fé 679 Neuquén
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La Orquesta Sinfónica Nacional Argentina en crisis
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ías antes del inicio de la temporada 2019, en las redes sociales y medios oficiales de OSN empezó a circular un comunicado donde se citaban los puntos más importantes del reclamo: Falta de actualización de salario, falta de presupuesto, meses sin cobro en músicos contratados, deudas a directores y solistas desde el 2018, la migración de músicos talentosos y jóvenes como consecuencia del bajo salario, la degradación del Ministerio de Cultura a Secretaría con todas sus consecuencias, la no respuesta a los reclamos de parte del actual secretario de cultura Pablo Avelluto. La orquesta “emblema nacional” creada en 1948, siempre dependió del ente nacional de cultura, su primer sede fue en el teatro Colón, y en el año 1955 durante el golpe de estado, como consecuencia de la persecución a artistas, la orquesta, fue desplazada súbitamente del teatro. El último director artístico estable que tuvo fue el Mtro. Pedro Ignacio Calderón, quien al jubilarse en 2015 pasó a ser el último director estable de la OSN. El 24 de mayo de 2015 se declaró al Centro Cultural Kirchner como nueva sede de la OSN, según palabras de su 1er. Concertino el Mtro. Luis Roggero, “desde 1948, después del hito de la fundación de OSN, no pasó nada importante, la nueva sede en el CCK marca un renacer de la orquesta, una refundación artística”. A partir de 2016 bajo la presidencia de Mauricio Macri, la orquesta empezó a sufrir una serie de recortes no sólo, presupuestarios, si no también edilicios y en 2017 aparecieron los primeros casos de músicos a los que no les pagaban sus salarios, luego directores y solistas, todas las giras internacionales fueron suspendidas al igual que los concursos. El director chileno Mtro. Francisco Retting, tuvo que suspender el concierto a raíz de que no sólo le debían dinero de una temporada pasada, también fue sometido a malos tratos y falta de consideraciones, a través de un sentido y afectuoso comunicado hacia la orquesta, dejando muy en claro que el maltrato fue de parte del Ministerio de Cultura. Esta situación está cada vez peor, ya que los músicos declaran que no hay ninguna seguridad de terminar el 2019 con los ciclos de conciertos. A continuación se transcribe un serie de notas y/o comunicados que visibilizan la grave situación no sólo de la OSN, sino también de otras áreas de la cultura en la órbita de la Secretaría de Cultura de la Nación. Comunicado de los trabajadores antes del concierto inaugural temporada 2019. “Estimado público: Es un enorme placer que nos acompañen en esta noche tan especial dando inicio a la Temporada 2019, en la que interpretaremos una de las obras más importantes del repertorio sinfónico de todos los tiempos: La Sinfonía No. 6 de Gustav Mahler. Sin embargo, en esta noche no todo es alegría. Lamentablemente seguimos con graves problemas que perjudican a nuestra labor artística y a vuestra participación como público. La Orquesta Sinfónica Nacional está en crisis. Seguimos siendo una de las orquestas sinfónicas con el salario más bajo del país. Incluso, en algunos casos, por debajo de la línea de pobreza. Gracias a nuestros reclamos, junto a otros artistas y trabajadores de la cultura, bajo el lema, “Salvemos la Cultura”, el Congreso de la Nación asignó en el Presupuesto Nacional 2019 una partida extra con un incremento de $500 millones para la Secretaría de Cultura de la
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Por Mauricio Aramayo
Nación. A pesar de esto, el secretario Pablo Avelluto todavía no informó cómo va a ser asignado ese dinero, ni cuánto le corresponderá a nuestra orquesta, poniendo en riesgo, entre otras cosas, la continuidad de la programación y estos conciertos. Las demoras de meses, y años, en el pago a los músicos contratados, a los solistas y a los directores, es intolerable. Lamentablemente, por la actual situación económica que atraviesa la Orquesta, muchos integrantes de nuestro organismo se están yendo en busca de mejores horizontes, como son los recientes casos de nuestros solistas de violonchelo, guía de segundos violines y solista de trombón, entre varios otros queridos colegas. Le pedimos al Secretario de Cultura, Pablo Avelluto, que solucione YA los enormes problemas de la OSN, y les pedimos a ustedes, nuestro querido público, que no dejen de acompañarnos, como siempre lo hacen, y les agradecemos el enorme apoyo que nos brindan en cada uno de nuestros conciertos. Esperamos que disfruten del concierto de esta noche”. Secciónciudad.com El músico Marcelo Massun detalla el “vaciamiento artístico” que sufre la orquesta. Cancelan presentaciones y adeudan sueldos desde hace casi un año. Marta Argerich les dio su apoyo. Luego de la protesta, todas las giras nacionales e internacionales se suspendieron, también sin explicación oficial, al igual que los concursos. “Esto confirma que quieren invisibilizar nuestra protesta; no quieren que le contemos al público lo que estamos viviendo”, denunció el violoncellista y delegado sindical de la orquesta Marcelo Massun. Varias personalidades de la cultura no tardaron en respaldar la crítica situación. La primera en reaccionar fue la célebre pianista argentina Marta Argerich, quién manifestó en una carta su preocupación: “Es lamentable que un organismo sinfónico como éste, que es embajador de la cultura de toda la Nación, sufra vicisitudes tales que dañen su funcionamiento”. Otra figura importante en denunciar y solidarizarse con los artistas y el público fue Mariano Chiacchiarin, director argentino radicado en la ciudad alemana de Colonia, que tituló su carta: “Un insulto a los artistas y a su público: cuando compromiso y entrega nada valen”. “Esta carta no tiene fines políticos. Es la obligación de denunciar la grave situación de destrato hacia la Orquesta Sinfónica Nacional Argentina, a los artistas que con ella colaboran y desde ya a su público”, advierte allí. “Mi compromiso con la orquesta es total, mi solidaridad con sus músicos absoluta.” Estracto: Daniel Filmus para INFOBAE Presupuesto 2019, ¡evitemos el culturicidio! (...)Veamos algunos ejemplos en los que se observa que el Gobierno no solo desconoce los altos niveles inflacionarios del presente y próximo año para calcular la adecuación presupuestaria, sino que pretende bajar la inversión en cifras absolutas: se reduce un 88% el sostenimiento económico a la Orquesta Sinfónica Nacional, un 79% a las Orquestas Infantiles y Juveniles, un 67% a la Banda Sinfónica de Ciegos, más del 70% a las actividades de la Compañía Nacional de Danza Contemporánea, al Ballet Folklórico Nacional y al Coro Polifónico Nacional. En el caso de los museos, prácticamente caen los recursos para todos en valores constantes. Algunos casos emblemáticos: se recortan los recursos destinados al Museo Nacional de Bellas Artes en un 53%; a la Casa de la Independencia, en un 43%; al del Cabildo, en un 38%; al del Palacio San José, en un 58% y también en un 18% al acéfalo Museo de Malvinas. ¿Cómo podrán sostenerse estos enormes testimonios de nuestra historia y de nuestra expresión artística? Esta terrible situación por la que atraviesa nuestra querida OSN, es una muestra de la caída y el abandono que sufre la educación y cultura en estos tiempos, ¿cuánto tardaremos en cicatrizar estas heridas profundas? ¿podremos mirar al futuro con esperanza de crecimiento?
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Toda fundación es partida: escritura y errancia
E
l escenograma pautado por los protocolos de las reseñas que da inicio al “contacto” con la obra de cualquier escritor recorre un lugar común en una serie de datos que postergan y desplazan una voz y un cuerpo. Ceremonial de las biografías instucionalizadas que enlazan fechas, lugares, que acumulan textos escritos, premios recibidos y muchos etcéteras. La vida deviene puro cálculo y acumulación, sin espesores y texturas, cuando las experiencias de escribir y leer circulan por otras intensidades y agenciamientos. ¿Cómo acercarse o trazar un retrato de vida con justicia?; pregunta nietcheana que señala un interrogante ético para pensar los modos de acompañar las voces que nos invitan a tomar la palabra. Frente a los momentos enaltecedores que construyen figuras heroicas, tal vez, se podría construir un decir diferente cuyo protagonismo estuviera mirando con cierto candor las gestualidades cotidianas; es decir, las potencias de vida, de palabras, que esclarecen y nuevamente nos colocan en la sombra tan necesaria para seguir pensando. Gestos mínimos que intentan dar con un imposible: el encuentro. Entonces, se trataría ya no conocer o reconocer a alguien al modo de los relatos monumentales. Por eso, también en esta toma de palabras, quisiera escribir que todo intento de presentar, acercar, mostrar hace trizas la experiencia de lectura y tiende inevitablemente al fracaso porque Raúl está en sus textos y es ahí donde hay que buscarlo. Hay un libro -1986- que Raúl comienza a escribir alrededor de los 21 años, (Mariaísmo) en donde recupera las palabras del poeta inglés Whitman: “Esto que tenés en las manos no es un libro. Quien da vuelta sus páginas toca a un hombre”. Por eso, para empezar este viaje errático de la mano de Raúl intentaré darle forma a algunas gestualidades para conversar con algunas imágenes o textos. ¿Cómo llego a Raúl o cómo Raúl me encuentra? Es a partir de la materialización de una escena de lectura -a lo Astier-. Recuerdo que en mi casa no había libros, era el lugar de la carencia, y el encuentro con la literatura fue por afuera de los límites que se nos impone para ese encuentro: la escuela o la familia. Generalmente, se espera que uno lea por tradición familiar o mandato escolar porque una de sus premisas es propiciar la lectura. Mi encuentro con la literatura fue a partir de un libro robado; y en ese desvío o ilegalidad aparece Raúl. En una entrevista en el “Almacén literario”, Raúl cuenta cómo se encuentra con la literatura y arma su textoteca; un encuentro que irrumpe e interrumpe el mundo del trabajo (desborde de gratuidad en un espacio atravesado por el flujo de la mercancía). En esa experiencia nos asomamos a la niñez de Raúl: trabaja desde muy joven en una papelera, en un galpón, en Comodoro Rivadavia, clasificando y prensando cartón. En ese espacio comienza su iniciación literaria, rodeado de ese papel desechado, descartado. Allí se encuentra con un libro -porque la gente vendía los libros como papel-, un libro de mitología griega, un libro sin tapas, casi un resto. También, en la entrevista aparece la biblioteca del barrio o el canje de revistas como otros modos de acceso a la lectura. Son experiencias que dan forma a las dificultades y desvíos del acceso a la cultura y que nos dicen que hay momentos en la vida en donde la literatura aparece en los instantes y espacios menos esperados. Esa entrevista da forma a una apasionante historia de cruces de fronteras: Raúl nos cuenta el encuentro con el rock, su viaje a Brasil, un retorno complicado, un hogar que se vuelve difuso por ilocalizable, su militancia política y la libertad para armar un recorrido rebelde por la literatura. De hecho a Raúl se lo apodó “el poeta errante” porque –sospecho- ha hecho de la errancia una condición de posibilidad para pensar una vida. Me quiero detener en otra escena y es su relación con los textos –y con la oscuridad de los textos, con el silencio necesario de la literatura-. A los 14 o 15 años va a la biblioteca, lee La peste de Camus y mucho no entiende. Si bien ese encuentro podría haber sido un desencuentro porque hay algo que se escapa por lo ilegible, el misterio de lo inasible, la espuma del lenguaje funciona un gancho, porque también de la poesía recuerda la seducción del ritmo, no tanto por el contenido. Aparecía el desalojo como forma de la extrañeza
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Por Carlos Duarte
El héroe del líquido y Las estaciones de la sed de Raúl Mansilla
Foto: Pabla Arias
vinculada al goce. Ese extrañamiento que también sintió Paul Válery y que lo impulsó a escribir, una movilidad del deseo en la experiencia de lo vaporoso, de lo indecible desde nuestra articulación lengua-mundo. Podríamos pensar que son experiencias que van a contrapelo con alguna obsesión escolar: la que manda a dar con el sentido único, la que dice lo que hay que leer primero para leer después. Frente a los lenguajes que se vuelven instrumento de comunicación, transparentes y que replican la dinámica del mercado en donde todo se consume, la poesía batalla por recuperar el silencio o la sombra -parece que nos dice Raúl-. Decía que a Raúl se lo conoce como “poeta errante”; y la errancia es la condición necesaria del viaje tanto en El héroe del líquido como en Las estaciones de la sed – poemarios a los que volvemos después de 30 años de sus primeras publicaciones-. Como un dictamen cuyos sentidos acompañan estos textos “toda fundación es partida” declara unos versos de Raúl; y, tal vez, sea la condición de posibilidad para pensar una poética. Si armáramos un recorrido errante y leyéramos primero Las estaciones como itinerario errático, El héroe del líquido pareciera estar punteado por el detenimiento, pero que se vuelve ilusorio porque irrumpe el temblor y lo coloca por fuera de lo estático. El viaje se vuelve bastante particular en estos poemarios. Generalmente, al viaje lo asociamos a la mirada. Pero, la tapa insiste en otros tipos de desplazamientos: nos muestra un rostro sin ojos: un andar que corta con lo exterior porque indudablemente hay paisajes y pasajes que, por afectivos y encarnados, necesitan de otros itinerarios para merodear la verdad del sujeto en donde lo indescifrable de un linaje o de algunas vidas
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es la condición de una mirada atenta a la oscuridad vital: porque lo vital del pensamiento tal vez tenga que ver con visitar lo profundo, y habitar con hundirse en la profundidad. Tapa que entra en tensión con “Videos”: en donde la pantalla, el diario capturan vidas planas, sin intensidades, anestesiando el amor. La experiencia de lo sensible está por fuera de esas grandes superficies que expropian cuerpos, y la experiencia –insiste “Videos”- está en lo más adentro de las pieles. Sabemos que la historia de un héroe encierra la historia de un viaje que lo devuelve otro, que lo forma como “héroe”. Generalmente, en esos relatos de iniciación se dejaba la casa familiar, no sin dolor, para llevar a cabo una empresa épica, abarrotada de pruebas y hazañas que convertían al joven en un iniciado a algunos misterios de la vida. Una vez que conseguía lo buscado emprendía el camino de regreso siendo otro porque la experiencia del camino delimitaba un antes y un después: el retorno no como lo mismo, sino en términos de diferencias, y la casa –como morada encarnada- con matices nuevos. Recordemos que la palabra iniciático significa “entrar o ir hacia dentro”, señalando que hay aventuras que se vuelven pura interioridad cuyo repliegue se detiene a mirar el espesor de la primera persona en relación a esos otros que dejan huella. El poemario de Raúl es un viaje que podríamos pensar a la subjetividad, a la primera persona, al quién soy; y tal vez, la solidez del yo y del cuerpo sea apariencia pura porque el derrame en el texto salpica como algo vital: ese cuerpo líquido libera los flujos del deseo por fuera del control, un cuerpo sediento que se vuelve desobediencia. En El héroe del líquido, la memoria también es cuerpo en derrame, lo no contenido, lo que rebalsa volviéndose excedente inasible, ingobernable, avanzando como una ola para emprender la retirada. Las fotos, en Fragmento del caos, también se nos resisten, tienen límites, tienen marco, tienen poses, ponen en juego lo que tal vez nunca se entienda, y por fuera de los límites dentados “podría estar la liviana reflexión de un hombre”. Percibir/percibirse –como sinónimo de conocer- consisten en padecer un cierto influjo y un cierto movimiento: el cuerpo como acontecimiento donde todo “fluye” y “confluye”; “materia indócil” sometida necesariamente a tipos de movimientos: derrames, caídas, choques, rechazos, mezclas. La memoria, como caos coherente, pone a prueba los encuentros, penetraciones, forcejeos, destrucciones, descomposiciones, restituciones como si todo pasara en el golpe, en este golpe de grafos.
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La foto elegida...
Fotografia: Omar Maraury
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Por Mariana Lesa Brown
Más crisis, menos música en vivo en la región Menos contrataciones, dificultades para comprar insumos e instrumentos, falta de actualización en el caché y menor consumo en los bares, algunos de los problemas que afectan a los músicos profesionales de la región.
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ZeZé Nou Foto: gentileza
on un dólar y una inflación que no paran de crecer y que se traduce en el aumento de los índices de pobreza en el país, desde Revista Signos nos preguntamos cómo afecta esto a los músicos regionales que trabajan como músicos profesionales. Muchos de estos músicos obtienen sus ingresos de tocar en los bares, casinos, eventos privados y de las contrataciones que se realizan desde las dependencias de gobiernos provinciales y municipales. Si el músico vive casi en un 100% de tocar en vivo, hay períodos en los que hay mucho trabajo y otros en los que hay menos o casi nada. Otros músicos también viven de dar clases o tienen alguna actividad extra, por lo cual van compensando los períodos de baja en las presentaciones en vivo. Gran parte de los inconvenientes que tienen los músicos, están relacionados directamente con la crisis económica, cómo lo explica Zezé Nou, guitarrista de Fernández Oro “con respecto a mi trabajo bajó muchísimo, puesto que los bares lo primero que cortan es la banda. Estuve tocando en algún bar donde en vez de hacer tres noches, jueves, viernes y sábado de shows, ahora, sólo es un día” explica. “Con respecto al caché, en mi caso tuve que bajar el precio porque si no, no me contratan, cubriendo yo
los gastos de combustible apenas y un mínimo para cada músico… nos vemos bastante afectados. También noto que muchas veces en los lugares donde tocamos, si bien siempre hay gente, se ve una sola bebida para cinco y veo que hay poco consumo” agrega. Para el guitarrista neuquino Rafo Grin, la cantidad de shows depende del momento. “Entre marzo y abril
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Javy CarrascoFoto: gentileza
Quito Riffo Foto: gentileza
del 2018 fue un momento muy difícil, con una crisis que nunca había vivido, pase de hacer 8 o 10 shows, a hacer uno o dos. Después se empezó a acomodar la cosa, se reactivó en mayo y hasta febrero de este año la verdad es que tuve mucho trabajo, o sea que es relativo. Por otro lado, a la hora de negociar con los dueños de los bares o casinos, cada vez es más difícil acomodar el salario a la inflación que está teniendo este país” enfatizó. Por su parte, Javier Carrasco guitarrista de música popular de Neuquén, admite que la crisis le afecta como en todos los ámbitos. “Han mermado un poco los espacios habituales, por ejemplo las peñas que se organizan muy poco y es muy cara su producción, también aumentaron los alquileres y el sonido. Se organizan cuando hay apoyo económico municipal o provincial” opinó. Asimismo, Carrasco asegura que “los lugares que frecuentamos no han aumentado su caché, tuve que reducir la banda porque no quieren pagar más. Igualmente me la rebusco mucho, busco otros lugares, otros eventos. Hemos optado por no cobrar entrada y que el espectáculo sea al sobre o a la gorra, y nos va mejor que cobrar una entrada, aunque hemos achicado la banda” se lamentó. Por último, Quito Riffo músico de Las Lajas,
coincide en que la cantidad de shows “ha bajado en un 90% ; antes teníamos una temporada alta desde diciembre a mayo, teníamos 60 o 70 shows. Incluso, las tocadas más under en cafés o centros culturales bajaron, ni siquiera las hacen. Lo primero que se recortó es en la parte artística” dijo. De esta forma, repitiendo la experiencia de otros músicos, para paliar la situación Riffo contó que han adoptado diferentes modalidades “ depende de la cantidad de gente que llega es nuestro ingreso, si no viene gente no cobramos. El combustible está tan caro, que uno no se puede mover mucho” agregó. Sin embargo, desde su proyecto musical han aumentado el costo de los shows, “pero tenemos menos. También recortamos la cantidad de músicos, tuvimos que tomar esas nuevas medidas con respecto a la inflación y también dejamos el transporte a cargo del que organiza”. El aumento del dólar y la inflación, también afecta los costos de los instrumentos e insumos que se han disparado por las nubes “se hace muy difícil comprar cuerdas profesionales, que cuestan entre $1000 y $1600, cuidamos mucho más las buenas cuerdas y tocamos con otras calidades. Los instrumentos están imposibles de comprar, no se puede”, finalizó el músico de Las Lajas.
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Noticias La incómoda lucidez de Tetsuya Ishida, en el Museo Reina Sofía El museo madrileño presenta la primera gran exposición antológica dedicada fuera de Japón a este artista, que reflejó los devastadores efectos de las grandes crisis económicas Quizá su nombre no le diga (todavía) nada, pero las pinturas de Tetsuya Ishida (Yaizu, Shizuoka, 1973 - Tokio, 2005) necesitan pocos preámbulos. Algunas son como una mueca burlona con guiños kafkianos. Otras, como un puñetazo en la boca del estómago. La prometedora trayectoria de este japonés se vio irreversiblemente truncada a sus 32 años por un posible suicidio. Década y media después de su muerte, el Museo Reina Sofía presenta la primera gran antológica dedicada a este artista fuera de Japón. Durante los
Cochinilla durmiendo, 1995.TETSUYA ISHIDA
escasos diez años de su trayectoria, Ishida produce un formidable corpus de trabajo centrado en la incomunicación y alienación en un mundo dominado por fuerzas incontrolables. La imaginería recurrente del escolar/oficinista le sirve para realizar una crítica acerada de los sistemas educativos y laborales regidos por los imperativos de productividad y competitividad. La metamorfosis del cuerpo humano fusionado con ciertas especies de insectos, dispositivos tecnológicos o medios de transporte; las situaciones claustrofóbicas en las que el cuerpo se halla físicamente atrapado en agujeros y construcciones, o forma parte de una cadena de montaje como si de un engranaje más se tratara; la búsqueda de la identidad ligada a la necesidad primaria del retorno a la niñez y al componente escatológico reprimido; el lustro perdido de los parques de atracciones y la tristeza que invade los terrenos baldíos funcionan como telón de fondo para la apatía de una sociedad que ha sucumbido a la maquinaria de la producción y del consumo infinitos. S!gnos - 26 - arte y cultura
Un poco más Un año más para el ciclo “Arte en vivo” que se realiza en el hall del Cine Teatro Español de la ciudad de Neuquén. Comenzando su cuarto año consecutivo el ciclo se ha convertido en un clásico del centro neuquino. Innumerable cantidad de artistas han pasado y dejado su arte en este espacio informal que nos acerca al circuito cultural de la región. Está prevista la presentación del dúo formado por Mauricio Aramayo (violín) y Jonathan Vera (piano) el próximo jueves 25 de abril a las 20hs.
Un poco menos
Presentación del libro Juan Benigar, voz sutíl de la tierra La Biblioteca Popular 9 de Julio, de San Martin de los Andes, presentó el libro “Juan Benigar, Voz sutil de la tierra” de las autoras y autores Mónica Matè, Raul Mansilla, Daniel Bagnat y Ana María de Mena. Editada por Ediciones De La Grieta y por la Biblioteca Popular Juan Benigar de Aluminé, el libro cuenta con el auspicio de la Universidad Nacional del Comahue, la Subsecretaria de Cultura de la Provincia del Neuquén y la Honorable Legislatura del Neuquén. Anteriormente se habian realizado las presentaciones correspondientes en la ciudad de Aluminé y Neuquén. participaron la embajadora de la República de Eslovenia, Sra. Jadranka Sturm Kocjan, el nieto y la nieta Eduardo y Orfillia Benigar y Élida e Iván Benigar, bisnieta y bisnieto.
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El pasado 27 de febrero falleció, a sus 85 años de edad, el reconocido artista Jorge Michelotti. El maestro fue escultor y profesor de dibujo recibido en la Escuela de Bellas Artes “Prilidiano Pueyrredón” de la Capital Federal. Diversas obras escultóricas de su autoría se encuentran en avenidas de la Ciudad de Neuquén, la más emblemática, la que realizó en homenaje al escritor Rodolfo Walsh, y que fué inaugurada en abril de 1997, busto ubicado en la plazoleta de Periodistas Neuquinos y avda. Argentina. Parte de su obra también la componen las generaciones de estudiantes y artistas independientes que acompañó y también impulsó. Una frase para recordar es cuando repetía “la técnica es dominio” y estimulaba a los y las estudiantes a reforzar su práctica. Después de ser director de la Escuela Superior de Bellas Artes promovió la creación de asociaciones artísticas como ANAP (Asociación Neuquina de Artistas Plásticos) y La Conrado. Su compromiso lo llevó a ser parte de los y las artistas que formaron “Artistas por Zanon”.
Crear para no llorar
T
omar un lápiz y, acto seguido, escribir. Sostener el pincel y dar el primer trazo sobre el lienzo. Subir al escenario y ser otro. El arte, en sus muchas expresiones, demanda al ser humano cultivar una sensibilidad especial para poder transformar su realidad en algo bello. El artista vive en profundidad sus percepciones y es capaz de contrastar incesantes sentimientos profundos de tristeza con una felicidad inexplicable. El sentir mucho puede ser una tortura, pero también una bendición. La crisis de Venezuela ha ido borrando la felicidad de su gente. En 2010, la encuestadora Gallup publicó un estudio que afirmaba que el país entonces gobernado por Hugo Chávez Antonio Berni - Desocupados 1934 era el quinto más feliz del mundo. Ya en 2015, pasó a la casilla 23, mientras que en 2016 el Informe de Felicidad Mundial de las Naciones Unidas ubicó a Venezuela en el puesto 44 de la lista, de entre 157. Se impone, entonces, la tristeza, el desánimo y hasta la depresión. Desde el año 2014, psiquiatras aseguran el aumento de trastornos depresivos a raíz de la incidencia en la violencia, la inseguridad, la falta de comida de medicinas, entre otros problemas del acontecer nacional. Ya en 2016, está confirmado: cada vez son más los venezolanos que se sumen en la tristeza o depresión. El drama se impone a la comedia, y los artistas venezolanos no escapan a la máscara y la mueca. Sin embargo, el propio arte se convierte en herramienta para navegar por la tormenta y no renunciar a un oficio, una vocación, una vida. “O sea, sencillamente, para decirlo a calzón quitao’, yo llego gateando económicamente a fin de mes. El presupuesto no me alcanza para sobrevivir”, confiesa el reconocido escritor Armando Rojas Guardia. Con 67 años en pleno, el poeta dicta cinco talleres literarios a la semana, pero esto no le alcanza para cubrir sus gastos ordinarios. “Creo que eso lo dice todo”, se lamenta. El autor de Mapa del desalojo (2014), vive en un pequeño apartamento con muy pocos muebles y decoraciones, y porta una camisa desgastada por los años, al igual que los pantalones que lleva. No se permite muchos lujos, mas la falta de capital la compensa con la riqueza del alma. “Nosotros tenemos, como escritores, que asumir con el mismo talante espiritual y creador este momento de profunda decadencia nacional”, sentencia. Rojas Guardia compara la situación actual venezolana con la vivida en otros tiempos, y recuerda la España del siglo XVII que transitó los peores momentos de su historia y fue cuando surgió el Siglo de Oro español; la Rusia de fines del siglo XIX que tuvo a su Chejov; y a los poetas estadounidenses de mitad del siglo XX que desenmascararon las heridas de la época, luego de la Gran Depresión norteamericana y con las secuelas de las sucesivas guerras. Por eso, arguye, el ánimo se mantiene como fuente para la creación. “Uno asume la vocación artística con el talante que lo hicieron los españoles del barroco, los rusos, o los poetas beat. Uno encara la realidad nacional como un estímulo a la propia vida intelectual”, explica el escritor. El artista está acostumbrado a producir por encima de los obstáculos tanto materiales como anímicos. Así opina el director de teatro Fernando Azpúrua, quien, con 26 años apenas, con la energía clásica de quien es joven y con el ánimo implacable del artista que realmente ama lo que hace, considera que la crisis del país no es un impedimento absoluto. “La crisis es un incentivo. Realmente te da muchas más ganas de trabajar y de crear ante las adversidades”, afirma el director. Claro que es difícil, admite el ganador del Premio Isaac Chocrón 2014. Las dificultades técnicas y mone
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Por Andrea Pinza
tarias para llevar a cabo una proyección teatral suelen ser un punto de quiebre para muchos, haciéndolos olvidar sus aspiraciones artísticas. Pero Azpúrua encontró la manera de sobrellevar las complicaciones. “La idea es confrontar la crisis a través del arte. Un país sin arte es un país triste, es un país sin alma. El arte permite que el país viva, es nuestro aporte”. La crisis como musa “El arte feliz no existe. El arte viene de la crisis”, afirma la poeta Érika Ordosgoitti, quien se dedica al arte visual. Asegura que el problema actual del país puede enriquecer y empobrecer al mismo tiempo, porque es difícil obtener los materiales para producir artísticamente, pero las trabas purifican lo poco que resulta: “Solo los artistas arraigados generamos arte en estas condiciones”. Algo similar expresa el artista plástico Luis Romero, para quien su oficio lo convierte en “un sobreviviente nato. El arte y el ser artistas siempre suenan muy románticos, pero detrás de las obras y sus creadores hay una gran épica o una lucha, un camino que solo el artista Artista plástico venezolano Luis Romero puede y debe trazarse, casi siempre en soledad, por ello para el artista una crisis no es más que un campo para sembrar”. Amilanar no está en la paleta. La resistencia sí. “El arte es lo que da ánimo. Es cobrar el sentido de la existencia misma a través de mil y un maneras de expresión”, afirmó Ordosgoitti. Armando Rojas también lo explica: “Hay momentos en los que me digo: ‘No, Armando, tienes que preservarte psíquicamente porque sino la situación termina devorándote y aplastándote’. Lo hago tratando de recordar, de tener presente, lo que me llevó inicialmente a ser escritor”. Lo importante siempre es volver, explica. “Yo trato de recordar permanentemente ese momento a los 15 años, cuando decidí que quería ser un poeta y un escritor, y retrotraerme al momento en que, deslumbrado por la belleza de un texto literario, yo quise que en mi vida hubiera ánimo para aportarle al mundo más gracia y más belleza a través de la palabra”. Sin embargo, la desazón nacional tampoco debe ser vista como agua al cántaro de la depresión que, según el cliché, ataca a escritores y creadores. Se recuerdan los casos de Van Gogh, de León Tolstói o Ernest Hemingway. Alguno asomará a Charles Bukowski y recordará una ristra de nombres de “poetas malditos”, mientras que otro puede apelar a palabras del compositor ruso Pyotr Ilyich Tchaikovsky, conocido por sus episodios nostálgicos además de sus potentes sinfonías y oberturas, cuando dijo que “hay muchas espinas, pero las rosas están allí también”. Pero la psicóloga y fundadora de Psiquearte, Cristal Palacios, afirma que “el artista transmite la fuerza emotiva de su alma a través de la obra. Es terapéutico en ese sentido”. Indica que la idea de que los artistas son más propensos a los trastornos depresivos no es real. “Yo creo que eso es una distorsión histórica. Es muy atractiva esta idea del artista atormentado, una imagen arquetípica del artista que sufre. Pero también hay muchos artistas sanos. Hemos embellecido de la combinación del artista que sufre y que su arte es una expresión de su sufrimiento, cuando no es del todo así”.
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Literatura patagónica... Di Tata Roitberg, Emilio. (2007) El Oso: la novela policial de Bariloche, Ed. Letras de la Patagonia, Bariloche, 2011, cuarta edición, 80 pp. Prof. Mariana Espinosa en colaboración para el Centro Patagónico de Estudios Latinoamericanos (FAHU – UNCO)
¿Qué se esconde tras la montaña – turismo? Emilio Di tata Roitberg (Buenos Aires, 1969; residente en Patagonia desde 1986) da vida a una zona recóndita de la ciudad, el Alto, en El Oso: la novela policial de Bariloche --reeditada por Edhasa, Buenos Aires, en 2013 con el título El Oso. Una novela policial en la Patagonia- obra inicial de la trilogía que completan El Oso 2 en Villa La angostura (Letras de la Patagonia, Bariloche, 2010) y El Oso y la Gringa (Letras de la Patagonia, Bariloche, 2018). Por medio de una prosa sencilla, este thriller se presenta como una historia “basada en un hecho real”, relatada por un narrador en tercera persona. Su extensión se corresponde con una nouvelle de ochenta páginas que desarrollan de manera contundente la trama con elementos del policial negro. La parte final del libro contiene un glosario de argentinismos, americanismos y slang con el significado de palabras propias del país, del habla de la calle o del mundo delictivo que utilizan los personajes y que se conjugan con discursos periodísticos y religiosos. Andrés Wladimir Quirós: “el Oso”, protagonista de la novela, regresa a su hogar en la Zona Alta de Bariloche, luego de cumplir una condena de dos años en una cárcel de General Roca por un robo e intento de homicidio cometido a los dieciocho años en complicidad con Juan Ángel Villar (alias Juancito o el Zapatero). El Oso pretende una nueva vida, pero este objetivo se ve perturbado por la aparición de pandillas; “Los tigres” lo presionan para entregar a su amigo quien lo hostiga para que se reinserte en el mundo del delito. La encrucijada lo mantiene en vilo: reorientar su vida o regresar al crimen. Un enigma lo atormenta: Andrés debe descubrir al asesino de uno de los personajes. En el año 2018, el Ministerio de Educación y Derechos Humanos de Río Negro, mediante el área de Cultura de la Dirección de Educación Física y Artística y la Universidad Nacional de Río Negro a través de su sello editorial, concretaron la edición digital de la Guía de consulta para docentes de lengua y literatura “Por qué trabajar literatura producida en Río Negro en educación secundaria”, en la que se incluye la experiencia de trabajo en el aula de El Oso. Una novela policial en la Patagonia (Edhasa, Buenos Aires, 2013). Esto oficializa la incorporación de la obra de Di Tata Roitberg en el grupo de lecturas escolares que merecen ser enseñadas para incentivar el conocimiento e interés de la cultura regional, de su realidad social y contribuir al reconocimiento y construcción de la identidad de todas las regiones de la provincia. De modo provocador, gran parte de la acción se sitúa en un Bariloche no apto para la mirada turística, oculto y contrario a la postal que los viajeros suelen llevarse. Las ruinas, el abandono, la desidia estatal se conjugan con los misterios y enigmas que envuelven a los personajes de la novela en la cual muchos demuestran ser algo que no son. El delito, las drogas, las hipocresías, las falsas esperanzas y una sociedad que no otorga segundas oportunidades se contradicen con las ganas de empezar de nuevo, con el afán de un amor y los sueños de un joven que quiere cambiar. Estos elementos hacen del libro una producción de contrastes entre un mundo marginal y otro acomodado. Bariloche o Vuriloche es el punto de partida del camino que, con complicidad de los lectores, el Oso recorre en las obras de la saga: lugares de una Patagonia contradictoria, tierra prometida pero a veces cruel y mortal.
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ARCHIVO UNO DE LOS PRIMEROS COMERCIOS, Y DE LOS MÁS EMBLEMATICOS
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n 1915 Pedro Linares y Ángel Pérez Novella abrieron el almacén en la esquina de las actual calle San Martín y Avenida Argentina. En este local se comercializaban distintos rubros: tienda, zapatería, bazar, etc. Ángel Pérez Novella había llegado a Neuquén en 1906 y trabajó en primer lugar en el almacén La Nacional de Manuel Linares ubicado en la actual Avenida Olascoaga y Sarmiento. Allí conoció a Pedro Lina-
golosinas, zapatería y tienda. Era lo que hoy es un “hiper” pero de principios de siglo XX. Se podía encontrar además lencería, lanas inglesas, mercería, vinos espumantes, sidra, champagne, de todo!!!. Como no había heladera, en un gran sótano se ponía todo lo que requería ambiente fresco. El edificio de la ochava resistió el paso del tiempo, el paisaje cambio, la vista entre la estación del ferrocarril y el almacén se fue
res, se asociaron y abrieron el comercio de Avenida Argentina esquina San Martin. El almacén era muy grande, ocupaba un cuarto de manzana. El viajero que llegaba a Neuquén y salía de la estación lo podía ver a la distancia, entre el paisaje semi desértico, al noreste de la estación. Tenía un corralón inmenso con un carro y caballos. Además de almacén, tenía fiambrería y
haciendo cada vez más difícil por el verde y el incómodo tránsito en algunas horas. Construcciones antiguas dieron paso a altos edificios y un estilo más ayornado de la ciudad. La forma de lo que fuera el local se conservó oculta entre los carteles de los nuevos locales que hay en el lugar, pero si miras bien aún nos cuenta historias de un tiempo guardado en el corazón de muchos abuelos, niños por entonces, imágenes de juguetes y golosinas en su mentes, recuerdos que dibujan sonrisas nostálgicas en sus rostros.
Gentileza: Juan González
neuquén del ayer
neuquén en el tiempo
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Patagonia 3015 vértigo de aire pesado silba furioso despeinando la lana entumecida vuelan los pocos grillos que quedaron vivos del tiempo del sol una oveja gira su cabeza 360 grados (la deben estar reiniciando) Romina Olivero
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Paco Urondo
Biografía de un POETA ARMADO
de Pablo Montanaro
Un libro que nos sumerge en la apasionante vida del escritor , periodista, poeta y militante político
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