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Adrián Alcalá

Es Licenciado en Derecho y Maestro en Amparo. Ha sido conferencista, panelista y articulista en temas de derecho de acceso a la información y protección de datos personales.

Se desempeña como catedrático en la Universidad Nacional Autónoma de México. Asimismo ha sido docente en materia de transparenciay acceso a la información en diversos diplomados, programas y talleres, así como expositor y conferencista en eventos tanto nacionales como internacionales desde el año 2009.

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En 2011, fue nombrado Consejero Propietario del Instituto de Transparencia y Acceso a la Información Pública del estado de Baja California; siendo el primer consejero presidente, posteriormente fue electo coordinador de la Asamblea Regional Norte de la entonces Conferencia Mexicana para el Acceso a la Información Pública.

De 2014 a 2020 fue designado como secretario de Acceso a la Información y actualmente es comisionado del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI).

Simultáneamente es miembro externo del Seminario Permanente de Gobierno Abierto de la Universidad Autónoma de Tlaxcala.

RS. ¿Cuándo y por qué surgió el INAI?

AA. El INAI como un órgano autónomo surge en el año 2002, a través de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública gubernamental e inicia funciones y operaciones como IFAI, un órgano colegiado, imparcial, independiente, con autonomía presupuestaria, pero que dependía de la administración pública federal, era un organismo descentralizado que tenía competencia sobre los sujetos obligados que pertenecen a la administración pública federal descentralizada y al sector paraestatal, así como respecto de los otros sujetos obligados que eran pocos órganos autónomos en aquel entonces.

Los poderes Judicial y Legislativo tenían, según la propia ley, órganos que revisaran y fungieran como garante. Posteriormente, vino la implementación con una generación de leyes entre el año 2002 y el 2014. Cabe señalar que si bien es cierto que ya todas las entidades federativas contábamos con leyes que regulaban el acceso a la información incipientemente, porque se veía la protección de datos personales como la frontera con el acceso a la información, no se le veía como un derecho autónomo.

En el 2007 se reformó el artículo sexto constitucional y se estableció con mucha claridad en cuanto a órganos, que tendrían que ser órganos u organismos que garantizarán el derecho, pero que únicamente se dedicaran y sus labores fueran de garantía de promoción y difusión de la transparencia, y el acceso a la información pública y a la protección de datos personales como una limitante.

Entonces empezaron a surgir órganos ya constitucionalmente autónomos, hay que decirlo con total claridad: la autonomía constitucional de órganos garantes surgió antes en las entidades federativas, aparecen órganos autónomos como en el caso de Nuevo León y Baja California.

A pesar de que existían ya bases y principios de la ley que regularía el derecho de acceso a la información, pues en el 2007 se dijo deberían de existir órganos u organismos especializados en la materia, lo cierto es que los constituyentes de cada entidad federativa tienen libertad configurativa y por eso las legislaturas de algunos estados dijeron que no fuera un órgano descentralizado, sino que tuviera competencia sobre todos los poderes, sobre todo los entes públicos de la entidad federativa, y no había otra forma más que hacerlo órgano constitucionalmente autónomo. Así, a pesar de los marcos normativos que pretendían regular, siguió existiendo heterogeneidad. Con la reforma constitucional del 2014 se reformó el artículo sexto de la Constitución, y entre otras cuestiones se contempló que la federación contara con un órgano constitucionalmente autónomo con garantía y con competencia en materia de acceso y de protección de datos personales.

Ya en el 2011 se había reconocido el derecho a la protección de datos personales como un derecho autónomo, independiente y fundamental, de ahí surgió la necesidad de contar con un órgano colegiado autónomo, especializado e imparcial con personalidad jurídica y patrimonio propio, con plena autonomía técnica de gestión, capaz de decidir sobre su presupuesto, determinar su organización interna, que sería responsable precisamente de garantizar que se cumpliera con los derechos de acceso a la información y protección de datos personales en términos de lo que establece la ley. La autonomía del entonces IFAI como órgano federal, no fue una concesión del Estado, sino una aspiración y reclamo de la sociedad por la enorme desconfianza hacia las actividades que realizaba el Estado y en general la burocracia federal, estas eran parte del reclamo de las personas para acceder a documentos de la administración pública, así es como nació el ahora INAI; por eso cuando existen declaraciones de que “no sirven para nada, mejor que sus funciones las haga alguien que ya está establecido y nos ahorramos…” yo creo que la ecuación está mal, porque no nos ahorramos, sencillamente pudiéramos caer en un ánimo de parcialidad, -si le damos atribuciones a la Secretaría de la Función Pública- porque repito: este movimiento surgió de la desconfianza hacia las instituciones públicas.

RS. ¿Qué significa para usted ser comisionado del INAI?

AA. Es una gran satisfacción, pero también una alta responsabilidad, la más alta que he tenido como mexicano, es la máxima curul en materia de transparencia y de protección de datos personales en el país, pero además es un tema de gran trascendencia porque resolvemos casos de millones de mexicanas y mexicanos que están pidiendo conocer algo de los organismos públicos.

Cuando me impusieron el bando me dijeron: ahora vas a adquirir una responsabilidad de Estado, y hoy la sociedad mexicana está conociendo que esta alta responsabilidad la estamos haciendo valer, más que nunca, de una manera convencida, férrea, y vamos a dar la lucha hasta donde tope, ¿por qué? Porque estar sentado aquí no es una cuestión personal, es una cuestión de millones de mexicanas y mexicanos que hemos luchado o han luchado porque exista un órgano garante.

Nosotros somos pasajeros, pero la institución que está aquí, el INAI, es de todas las mexicanas y los mexicanos, y es que cada firma que ponemos lleva un análisis previo, lleva un debate de ideas con nuestros equipos y con los colegas comisionados. Somos comisionados de tiempo completo, los 365 días del año y las 24 horas del día.

RS. ¿Qué ha implicado que no se hayan nombrado todavía los comisionados que faltan?

AA. Los nuevos nombramientos son necesarios para el INAI, pero seguimos trabajando todos los días, difundiendo, promoviendo, capacitando, divulgando, socializando el ejercicio de ambos derechos, es decir, seguimos con nuestro mandato.

El INAI no es de siete personas o ahorita de cuatro, es de toda la comunidad, mujeres y hombres extraordinarios que laboran en esta institución, que creen en ella y que también conocen del potencial que tiene para transformar la vida de las personas.

No hemos podido resolver muchas quejas, muchos derechos que han sido violentados no por el INAI, no por quienes integramos el pleno, han sido violentados por quienes no han designado a las comisionadas y los comisionados. Por eso es que fuimos en defensa ante la corte y les dijimos “oye la falta de nombramiento de comisionado o comi- sionada afecta nuestra autonomía, nuestra independencia, nuestra imparcialidad y por lo tanto están en falta y se están vulnerando derechos fundamentales de muchas personas”.

Eso es lo que implica la falta de comisionados del INAI, pero seguiremos trabajando y, sobre todo, alzando la voz y pidiendo también que se respete nuestra autonomía. Y únicamente para precisar y ser muy enfático, en el INAI no vamos a parar, no bajamos el telón, no nos fuimos a nuestras casas.

RS. ¿Cuál es el procedimiento que debe seguir un ciudadano para interponer una queja o solicitar información?

AA. El procedimiento es muy sencillo y ágil, este derecho, a diferencia de otros, no necesita la contratación de una persona experta en la materia, uno mismo puede hacer su solicitud de información y defender su derecho, incluso de manera anónima. Puede hacerse ante la unidad de transparencia del sujeto obligado y hacer la solicitud de información; otra forma es a través de la plataforma nacional de transparencia, hay que registrarse en dicha plataforma, señalar un domicilio o medio para recibir notificaciones, o la modalidad en la que uno quiere que se lo entregue la información, pueden ser a lo mejor copias simples, a través de la propia plataforma, un video o un audio, incluso también se puede pedir que la información se entregue en determinada lengua indígena. Esto es importante porque hay que aplicar todas las medidas que sean necesarias e indispensables para dar accesibilidad a todas las personas. Además, se debe acompañar los documentos con lo que acredite la identidad, que puede ser una identificación con validez oficial como la credencial para votar, el pasaporte, la cédula profesional o cualquier otro documento que lo identifique como tal.

El medio más común actualmente para que las personas ejerzan los derechos es la plataforma nacional de transparencia, porque se puede hacer a cualquier hora y día los 365 días del año.

RS. ¿En qué consiste la política nacional de datos abiertos y cómo va su construcción?

AA. Esta pregunta es bien interesante, los datos abiertos son el insumo de cualquier información que se produce; es un recurso estratégico y con valor que contribuye para generar conocimiento público útil. Actualmente estamos en construcción de la política nacional de datos abiertos, nosotros ya teníamos una deuda con el Estado mexicano porque hay muchos países en la región que cuentan con políticas de datos abiertos, la estamos construyendo, escuchando a las y los mexicanos. El objetivo que nos hemos planteado para esta futura política es establecer condiciones mínimas básicas necesarias para el desarrollo de esta agenda e incrementar el aprovechamiento por parte de la sociedad, empresarios y empresas e instituciones públicas. Podemos incidir en situaciones individuales o colectivas y lo que pretendemos lograr es materializar estos beneficios directos e indirectos para las personas y la sociedad civil en general. mx, este grupo impulsor está conformado por el INAI como coordinador, por la Comisión de Gobierno Abierto del Sistema Nacional de Transparencia, el COLMEX, el Archivo General de la Nación, la Secretaría de la Función Pública y por el Comité de Participación Ciudadana. Con todos ellos estamos impulsando este proyecto y trabajando precisamente en esta política pública de datos abiertos, para la cual esperamos tener próximamente el borrador definitivo.

Para lograr eso, lo que hemos hecho nosotros es que desde el año 2022 construimos un grupo, hicimos un llamado a instituciones de reconocido prestigio y también a la sociedad civil en general para que puedan precisamente hacer uso de los datos y nos puedan ayudar a opinar y, sobre todo, a construir esta política de datos abiertos en el territorio nacional, a esta estrategia la denominamos “Abramos México” para precisamente abrir México a todo el público, pero además para que nos ayuden también a difundir la información. Hemos celebrado más de 14 reuniones técnicas, ya tenemos un borrador y lo llevamos a la Conferencia Nacional de Datos Abiertos.

Hoy disponemos de una versión del documento, y cualquier persona u organización puede consultarla y opinar al respecto ingresando al sitio www.abramosmexico.org.

RS. Finalmente, si le preguntaran quién es Adrián Alcalá en lo personal y en lo profesional, ¿qué diría?

AA. Soy un padre de 3 hijas, hijo de familia; soy una persona comprometida con sus seres queridos, con sus amistades, con su equipo; una persona que escucha, que le gusta construir a partir del diálogo y los comentarios nutridos de todas las personas, no me gusta tomar una decisión sin escuchar a los beneficiarios. Soy originario de Mexicali, Baja California, y me he formado en la Ciudad de México en los últimos nueve años.

Soy profesionista, amo mi trabajo, no le debo nada a nadie más que a Dios y a mis padres y, por supuesto, a todo el equipo que me ha acompañado en su momento, pues para llegar al cargo que ocupo como comisionado, me debo también a mi familia, a mis padres y a mis hijas que son mi motor.

Creo en este país y sé que puede ser transformado con voluntad, con decisiones, pero, sobre todo, con trabajo. Soy amigo de mis amigos, creo que soy una persona leal.

En el ámbito profesional soy comisionado, abogado de profesión, actualmente estudiando un doctorado en Derecho. Tengo la visión y la convicción de que podemos, desde cualquier trinchera, aportar y transformar este país. Soy un comisionado que ejerce su voto de una manera responsable y prudente; analizo los casos sin importar quien esté del otro lado, y por eso soy un convencido del Estado de derecho. Creo en las instituciones públicas, en la visión, la importancia y la trascendencia que tiene una figura presidencial, así como un gobernador o gobernadora, igualmente en alcaldes y diputados, en la labor que realizan. También creo en los jueces como hombres de derecho. Creo en el diálogo, pero en el diálogo como persona y como profesionista, pienso que debemos unir las visiones para avanzar. No creo y soy ajeno a las polarizaciones, no me gustan los conflictos, prefiero avanzar con diálogo para transformar y sobre todo hablar de unión.

Para mí no hay imposibles, quizá podrá haber momentos de cansancio, pero después, cuando veo el reto, así como la alta responsabilidad que tengo enfrente, automáticamente recobro las pilas para seguir trabajando y seguir tratando de transformar dándole voz a las personas en este país.

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