6 minute read

Mercados públicos, espacios de historia y desarrollo económico y social

Mariana Moguel*

Espacios de historia, convivencia social y desarrollo económico, los mercados públicos son sitios de grandes capítulos de la vida de la Ciudad de México.

Advertisement

Un mercado es un lugar, donde ocurre una diversidad de comerciantes y consumidores en libre competencia, cuya oferta y demanda se refieran principalmente a artículos de primera necesidad. Pero también son lugares que albergan grandes tesoros de la gastronomía local.

Quién no ha visitado un mercado público en busca de un rico almuerzo de fin de semana? Estos lugares albergan aromas y sabores, así como todo tipo de historias personales y familiares. Son el sitio de abasto de alimentos a diario, y donde se ofrecen distintas alternativas de alimentos preparados de manera tradicional o casera, con una característica muy importante, precios bajos y accesibles.

La historia de este tipo de espacios públicos se remonta literalmente a la época prehispánica de esta ciudad del centro de la República Mexicana. Donde los antiguos mexicas, acudían a intercambiar sus mercancías. En esa época predominaba una de las primeras formas de la economía de la humanidad, el llamado trueque.

Cabe destacar que este tipo de espacios no es exclusivo de México o de Me- soamérica, también se conocen como parte de su historia en medio Oriente y Europa.

Una de las características de los mercados públicos, es su ubicación en cada colonia o barrio siempre está uno cerca, cuentan con locales que ofrecen una gran variedad de mercancías, en especial alimentos carnes, verduras y frutas.

Aunque también existen los grandes centros de abasto popular, como el tradicional mercado de la Merced y el mercado de Jamaica.

El mercado de la Merced se encuentra en el centro histórico de la Ciudad de México, en la zona oriente, dentro del barrio del mismo nombre, es considerado tradicionalmente, como el mayor mercado minorista de alimentos tradicionales en toda la ciudad. Este gran mercado ha sido sinónimo de actividad comercial desde principios del período de la Colonia, cuando llegaron comerciantes de otras partes de la Nueva España. En una época, casi todo el barrio estaba lleno de puestos de mercado y en la década de 1860 se decidió construir un mercado permanente en los terrenos del antiguo Convento de la Merced.

Por su parte Jamaica es un mercado que se caracteriza por la venta de flores y hortalizas, está ubicado al sureste del Centro Histórico de la Ciudad de México, es conocido entre los capitalinos, sobre todo, por su enorme oferta de flores, donde los comerciantes ofrecen desde una flor suelta, ramos y hasta grandes paquetes de todo tipo de flores, también se conoce por sus arreglos de flores de todos colores y tamaños.

*Mariana Moguel es licenciada en Ciencias de la Comunicación. Ha desempeñado cargos públicos como jefa de Departamento de Políticas de Género, subdirectora de Participación Ciudadana en la Delegación Miguel Hidalgo. Además, entre 2013 y 2014, formó parte de la Secretaría de Gobernación como coordinadora de Proyectos Especiales de la Oficialía Mayor. Es fundadora del movimiento “Las Insurgentes”, que tiene como objetivo apoyar principalmente a las mujeres de la Ciudad de México y también en diversos estados del pais.

Muchas personas y familias se dedican a vender sus productos o de ser intermediarios en sus locales dentro de los mercados públicos, desafortunadamente estos espacios se encuentran en decadencia, en parte por la falta de políticas públicas para fomento del desarrollo económico dentro de la Ciudad, a través de zonas de comercio, y también de una disminución de la capacidad económica local.

Resulta muy sobresaliente observar que la Constitución Política de la Ciudad de México, considera en su artículo 18 a los mercados públicos como Patrimonio Cultural e Histórico de Nuestra Ciudad.

Sin duda una gran visión del Congreso Constituyente de la Ciudad de México, que en el año 2017 entregó la Carta Magna de la Ciudad de México y que incluyo en el texto a este tipo de figuras públicas, que son parte del pasado, del presente y del futuro de la Capital.

Basta con repasar algunos datos oficiales, ya que al cierre del 2022 existen 336 mercados públicos, con más de 73000 locales, distribuidos en las16 Alcaldías de la Ciudad de México, en don - de se ofertan diversos productos de la canasta básica, siendo estos centros emblemáticos de la economía popular.

Actualmente, en estos espacios se generan aproximadamente 280 mil fuentes de empleo, siendo parte de una de las redes más importante de abastecimiento para los habitantes de la Ciudad de México.

La propia Constitución Local, establece que las autoridades promoverán y fomentarán la economía social y la distribución de alimentos básicos a través de los sistemas de abasto tradicionales como son los mercados públicos.

A quienes vivimos en la Ciudad de México, lo que corresponde a las autoridades, es generar políticas públicas para la reactivación económica a través de estos espacios públicos, promoviendo la inversión pública en la rehabilitación y mantenimiento de sus instalaciones, y a la ciudadanía nos corresponde fomentar la buena costumbre de utilizar los mercados como nuestra fuente de abasto directo.

Generaciones van y generaciones vendrán, pero la esencia de los mercados públicos seguirá siendo la misma, abasto popular, tradiciones, desarrollo económico y desarrollo social.

Preservemos nuestros mercados públicos.

Los gobiernos de coalición han sido una forma de gobierno cada vez más común en todo el mundo. En estos gobiernos, dos o más partidos políticos unen fuerzas para formar un gobierno estable y efectivo. En México, el sistema político ha sido históricamente dominado por un partido político, lo que ha hecho que la idea de un gobierno de coalición sea relativamente nueva. En este ensayo, se explorará cómo puede establecerse un gobierno de coalición en México, analizando los beneficios y desafíos que este tipo de gobierno podría presentar.

Uno de los mayores beneficios de un gobierno de coalición es que puede aumentar la estabilidad política. Al unir dos o más partidos políticos, se puede lograr una mayoría más amplia en el congreso, lo que significa que el gobierno puede aprobar le- yes y políticas con mayor facilidad. Además, un gobierno de coalición también puede ser más representativo de la diversidad política del país, lo que puede aumentar la confianza del público en el gobierno.

Otro beneficio de un gobierno de coalición es que puede fomentar la colaboración entre las diferentes partes políticas. En lugar de estar en constante oposición, los partidos políticos pueden trabajar juntos para lograr objetivos compartidos. Esto puede llevar a una mayor estabilidad política y a una mejor toma de decisiones.

Sin embargo, también hay desafíos significativos asociados con un gobierno de coalición. Uno de los mayores desafíos es la necesidad de compromiso y negociación constante. Los diferentes partidos políticos tendrán diferentes agendas y

*Ileana Hidalgo es Licenciada, Maestra y Doctora en Derecho, con especialidad en Derechos Humanos por la Universidad Castilla la Mancha, en España y maestría en Argumentación Jurídica por las universidades de Alicante, España y Palermo Italia. Es directora de Auditoría Interna en el INAI, dentro del IEDF, ha sido directora de Organizaciones de Representación Ciudadana y presidenta del Comité Derechos Humanos “Nuestros Amigos A.C.”

También ha sido investigadora en el Instituto de Investigaciones Legislativas del Senado de la República “Belisario Domínguez”. Es conferencista a nivel nacional e internacional, y también docente en varias universidades del país. Actualmente es secretaria de Acceso a la Información del INAI.

@IleanaHidalgoR objetivos, lo que puede llevar a conflictos y desacuerdos. Para un gobierno de coalición para tener éxito, los líderes políticos deben estar dispuestos a comprometerse y negociar constantemente.

Otro desafío de un gobierno de coalición es la necesidad de establecer una estructura de gobierno clara y efectiva. Con varios partidos políticos involucrados, puede ser difícil establecer una jerarquía clara y definir los roles y responsabilidades de cada partido. Si no se establece una estructura clara, puede haber confusión y desorden en el gobierno.

Para establecer un gobierno de coalición en México, se debe comenzar por identificar a los partidos políticos que estarían dispuestos a trabajar juntos. Esto implicaría la formación de una coalición de partidos políticos que comparten objetivos y va- lores comunes. Una vez formada la coalición, se debe trabajar para establecer una estructura de gobierno clara y efectiva que defina los roles y responsabilidades de cada partido.

Además, se debe trabajar en la construcción de una plataforma política compartida que refleje los objetivos y valores de la coalición. Esto permitiría que los diferentes partidos políticos trabajen juntos en la implementación de políticas y leyes que sean importantes para todos los miembros de la coalición.

En conclusión, establecer un gobierno de coalición en nuestro país, podría constituir un modelo novedoso, que permita llegar a acuerdos que faciliten la toma de decisiones de interés general, y eviten la parálisis en el Poder Legislativo.

This article is from: