Revista
SIGNUM Año 3, Núm.26
ComunicacióN PolíticA & CulturA
Esthela Damián
Coordinadora Estatal del Partido Movimiento Ciudadano en CDMX
Edición Especial La elección de Trump
muy pronto...
Revista
SIGNUM Año 3, Núm.26
El tsunami Trump y el futuro de los medios Por: Sergio Uzeta
Los monstruos de diciembre Por: Paola Félix Díaz
Trump y la legitimidad Por: Elvin Torres
ComunicacióN PolíticA & CulturA
La transformación de las campañas electorales
Por: Dunia Ludlow
Trump y sus actitudes Por: Gabriela Seoane
Trump, del discurso en campaña a la acción de gobierno Por: Alfredo Salazar
CONTENIDO
6 8 12 14 16 18 20 22
La nueva generación de líderes políticos Por: Ricardo Homs
El tsunami Trump y el futuro de los medios Por: Sergio Uzeta
El derecho humano al agua potable
Por: Armando Hernández
La transformación de las campañas electorales Por: Dunia Ludlow
24 34 36 38 40 42 46 Entrevista: Esthela Damián
Trump, del discurso en campaña a la acción de gobierno Por: Alfredo Salazar
Los secretos del retrato emocional: un recurso estratégico Por: Jorge Limón
Trump y el mundo del espectáculo Por: Cuauhtémoc Miranda
Los monstruos de diciembre
El candidato
Derechos humanos en la era digital
La crisis de la comunicación
Por: Paola Félix Díaz
Por: Ileana Hidalgo
Trump y sus actitudes Por: Gabriela Seoane
Por: Manuel Grapain
Por: Eduardo Higuera
Grandes Personajes de la Historia Política Por: Rodrigo Díaz
Trump y la legitimidad Por: Elvin Torres
Oficinas: Genaro García ret. 21 #12-301, Jardín Balbuena, México D.F., CP. 15900 Signum Comunicación Política en internet: www.signumcomunicacionpolitica.com Correo electrónico: direccion@revistasignum.mx No se responde por materiales no solicitados. Revista Signum Comunicación Política y Cultura es una publicación digital mensual Con RESERVA DE DERECHO DE USO EXCLUSIVO DE CONTENIDO Y TÍTULO 04-2015-041712141100203 y CON CONSTANCIA DE RECEPCIÓN DE AVISO DE USO C201402111734383732 Título y Certificado de licitud de contenido registrado en el Instituto Nacional del Derecho de Autor. El contenido del material presentado es responsabilidad de los autores y no refleja necesariamente la postura o estilo editorial de esta publicación. Algunas imágenes usadas en este número tienen licencia CC, el resto están protegidas por el derecho de autor, Se prohíbe la reproducción total o parcial por cualquier medio del material contenido en esta publicación. Todos los derechos reservados 2016.
DIRECTORA GENERAL Claudia Martínez Díaz
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COLABORADORES (en orden alfabético) Alfonso Gómez Alfredo Salazar Armando Hernández Cuauhtémoc Miranda Dunia Ludlow Eduardo Higuera Elvin Torres Gabriela Seoane Ileana Hidalgo Jorge Limón Manuel Grapain Paola Félix Díaz Ricardo Homs Rodrigo Díaz Sergio Uzeta Yuri Beltrán
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CARTA EDITORIAL
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l 2016 termina y nos deja un panorama sumamente complicado, no solamente a nivel nacional sino internacional; desde los problemas económicos y sociales como violencia, corrupción y falta de equidad, hasta la elección de Donald Trump para la presidencia de Estados Unidos; hechos que indudablemente han influido fuertemente en el estado de ánimo de la sociedad mexicana. El tema del nuevo presidente de Estados Unidos se ha tornado fundamental dentro de nuestro país, dadas las repercusiones económicas y sociales que implicarían sus promesas de campaña, si estas se llegaran a cumplir al pie de la letra, lo cual ciertamente no depende únicamente de su voluntad. A partir de lo anterior, en esta edición nuestros colaboradores abordan la figura de Trump y las elecciones del país vecino, desde sus múltiples puntos de vista, pues la controversia que marcó dicha elección, cuestiona no solo el papel de las casas encuestadoras, sino el de los analistas y los medios de comunicación. Por otra parte, entrevistamos a Esthela Damián, coordinadora del Partido Movimiento Ciudadano en la capital del país, quien nos habla de las aportaciones de su partido en la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México, y nos comparte también, con profunda sinceridad, sus intereses como política y los retos que debe asumir una mujer en este ámbito. Si bien el cierre de año pareciera augurar un futuro gris e incierto, puede señalar también la oportunidad de tomar otros caminos, de abrir nuevas puertas y cambiar la perspectiva. La unidad y solidaridad que tengamos como mexicanos, puede convertirse en el pilar que nos guíe para construir nuevos puentes y lograr condiciones más favorables para la ciudadanía, pero es indispensable pasar del discurso semántico al semiótico, es decir de las palabras a los hechos. El nuevo año debe invitar a la reflexión, como bien señala nuestra colaboradora Paola Félix Díaz: “más vale que este 2017 repensemos el camino a seguir, le apostemos a la unidad, a la ética, a la ley, a la verdad y a la justicia. Ojalá que recobremos el sentido de identidad nacional” y juntos, sociedad y gobierno, construyamos la nueva realidad que queremos vivir. Finalmente, deseamos que este número sea de su agrado, agradecemos su interés por nuestra revista, y esperamos que el 2017 esté lleno de éxito y prosperidad para usted, amable lector.
El consejo editorial
La nueva generación de líderes políticos Por: Ricardo Homs*
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i nos preguntáramos qué características debiera tener un líder en México, lo primero que tendríamos que decir es que debe responder a las expectativas de la gente, de sus seguidores y de la sociedad; debe representar sus valores, convertirse en quien brinda protección y representa sus intereses, en quien encarna incluso su propia identidad; de ahí que se considere que el líder en su acepción más simple, sea un guía que además representa, de modo aspiracional, lo que la gente quisiera ser. De esa manera, las personas se ven reflejadas en él y lo convierten en su ídolo. Como señalé en mi artículo pasado, la descripción del amor idolátrico de Erich Fromm, es el mismo fenómeno que se da respecto al líder, precisamente porque la gente se ve reflejada en él por sus atributos; si estos son reales, su figura se fortalece y la relación se vuelve sólida, si no lo son, su figura se cae y desmorona. Cuando existen auténticos líderes, estos son incuestionables moralmente, por eso la relación entre ellos y su comunidad es sólida y para siempre, dicha relación resiste que intenten desacreditarlo. En ese sentido, estamos hablando de credibilidad; por ejemplo, volviendo a la analogía con el amor idolátrico, cuando alguien insidioso viene a hablarle a una persona enamorada sobre su pareja, ¿qué sucede?, dicha persona termina peleado con quien vino a insidiar, porque si lo que está diciendo no corresponde a la forma de ser de la persona de la que habla, pues no se cree. Sucede lo mismo con los grandes líderes, cuando la gente seguía a Martin Luther King, su credibilidad era absoluta, las personas eran capaces de
dar la vida por él, si iban a atacarlo se ponían en medio para defenderlo, igual cuando hablamos de Mahatma Gandhi o Mandela, esos grandes líderes míticos que ya son una leyenda aunque no sepamos, a ciencia cierta, que había detrás en su vida cotidiana. Debe recordarse que antes lo que generaba la fortaleza del liderazgo tradicional era la distancia que existía entre el líder y sus seguidores, así como la imposibilidad de conocerlo a fondo; hoy las nuevas tecnologías han cambiado esto; entre las redes sociales y los dispositivos que son capaces de fotografiar, grabar audio, video, o hasta hackear redes, se ha debilitado a los líderes tradicionales. Hoy lo que necesitamos es formar una nueva generación de líderes que primero entiendan esta dinámica social contemporánea, ya que pueden ser expertos en el manejo de tecnología, pero no en el de la psicología social y las necesidades humanas. Esto es lo que sucedió finalmente con los medios que consideraban que Donald Trump no llegaría a la presidencia, la falta de comprensión de las necesidades humanas, aunadas al desconocimiento de la psicología social y el contexto, llevaron a las conclusiones desacertadas que ya todos conocemos. Los nuevos líderes deben primero estar conscientes de que tienen un gran capital que se puede desgastar en cualquier momento con errores; que el hecho de no tener un pasado comprometido ni compromisos cuestionables, es un gran activo que los debe proyectar con credibilidad hacia el futuro, por lo que siempre deberán cuidar su conducta para que su reputación jamás termine siendo puesta en duda; en el momen-
*Ricardo Homs, es experto en liderazgo social, estrategias competitivas de negocios, marketing político y posicionamiento. Dirige la empresa Ries & Ries México, empresa de consultoría en marketing y desarrollo estratégico de competitividad para marcas que forman parte de la corporación global fundada por Al Ries en Atlanta. Es Vicepresidente de la Academia Mexicana de la Comunicación, autor y conferencista. Ha publicado más de 23 libros con las editoriales más importantes y con temas relacionados con el liderazgo, el marketing y la comunicación. Forma parte del Editorial Board del Journal of Political Marketing, editado en Nueva York por The Haworth Press. @homsricardo
to en que un líder es incuestionable, se vuelve poderoso. Por eso a la pregunta de ¿Quién es el hombre más poderoso del mundo?, la respuesta sería: aquel que ya ejerciendo poder no pueda ser desacreditado y por lo tanto, tenga una credibilidad absoluta. La tecnología hoy está construyendo además otros escenarios, antiguamente para llegar a tener un liderazgo se requería que hubiese una institución o un fenómeno masivo de respaldo en las calles, con gente que se veía y que tenía la capacidad de poner en jaque al sistema; hoy desde las redes sociales, se pueden construir liderazgos de opinión individuales con más fuerza incluso que la de un hombre público, cuya reputación y credibilidad no estén bien sustentadas. Las oportunidades existen y ese es el reto de la gente de hoy, principalmente de los Millennials, quienes deben decidir si siguen utilizando las redes sociales de modo frívolo para despertar admiración, hacerse famosos y darse simplemente a conocer; o realmentepara consolidar una causa importante, porque hay que decirlo, una causa es lo que le da razón de existir y sentido al liderazgo. Así que hay que formar a los Minnellials y darles este mensaje de responsabilidad social para que entiendan, repito, que su reputación es el capital político y social más grande que tienen, y que pueden construir una reputación transparente, capaz de salir airosa de cualquier investigación, de cualquier duda. También deben tener muy claro que el liderazgo así como el poder y la autoridad, en su esencia, constituyen un servicio a la comunidad y no son atributos para disfrutarse solamente en su beneficio.
En ese contexto, hoy las redes sociales cambiaron el escenario de forma radical y exigen una transparencia absoluta; ahí es donde el líder del presente o del futuro inmediato, debe ser alguien con una actitud de servicio y de protección a los demás, con la habilidad y firmeza para tomar las decisiones que los otros no quieren tomar porque no desean asumir la responsabilidad sobre ellas. Si no logramos transmitir esto, no vamos a salir adelante, ya que no habrá auténticos líderes, sino líderes de papel absolutamente vulnerables. Lo anterior es sumamente riesgoso, pues cuando no existe el liderazgo, que es la forma democrática de interrelacionarse con la sociedad a través de un poder legitimado, el otro camino es el del autoritarismo, y este podría venir incluso desde la misma delincuencia organizada que ha estado cooptando, en este entorno de corrupción, a gente que ejerce poder público, como hemos visto ya en diferentes casos. Es por ello fundamental asumir el reto que representa estimular la formación de líderes moralmente incuestionables, que guíen su conducta y trabajen a través de valores, nuestro país realmente lo requiere.
El tsunami Trump y el futuro de los medios Por: Sergio Uzeta*
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espués del terremoto del 8 de noviembre de 2016, registrado en Estados Unidos, la calma no regresará al resto del planeta. Donald Trump, el magnate inmobiliario que decidió apostar por la presidencia de su país, ocupará la Oficina Oval de la Casa Blanca. Tras la sacudida, el mundo se prepara para el tsunami que viene, cuyas consecuencias son impredecibles. Por desgracia, México será uno de los primeros en sentir sus efectos tras aquella larga noche que tiró por tierra cualquier pronóstico y abrió el paso a una nueva era de incertidumbre global. Muchas son las preguntas y pocas las certezas. Revisemos que pasó con las encuestas y los medios de comunicación para poder perfilar alguna prospectiva de lo que viene con la era Trump. Este binomio (encuestas y medios) es, sin duda, uno de los grandes perdedores de la elección presidencial estadounidense. Comencemos con las encuestas. Para Cliff Young, presidente de relaciones públicas en Estados Unidos de la firma IPSOS, socio encuestador de Reuters, el problema reside en los modelos usados para predecir a los llamados votantes probables. “Casi todos los modelos erraron en el cálculo de la distribución de la participación entre los diferentes grupos demográficos”, dice Young, quien tam-
bién hace ver que la participación fue más baja de lo esperado, lo que suele favorecer a los candidatos republicanos. Este año, comenta Young, “votantes blancos con niveles más bajos de educación acudieron en cantidades relativamente mayores que los votantes más jóvenes, con mayor educación y que las minorías”. Así, señala el experto, “la explicación del error de este año en las encuestas son los niveles de participación”. Lo cierto es que el sistema de votación indirecto que se utiliza en Estados Unidos será un punto a revisar en los meses por venir, ya que el Colegio Electoral reduce la influencia de los grandes estados al distribuir un número desproporcionado de votos a estados más pequeños. Dakota del Norte, por ejemplo, tiene cerca del 0.25% de la población estadounidense, pero cuenta con el doble de esta proporción en el Colegio Electoral. En el otro extremo está California que tiene al 12% de la población pero solo un 10% de los votos del Colegio Electoral ¿Paradójico no? Por su parte, Javier Restrepo, director de la Unidad de Estudios de Opinión de IPSOS en Colombia, dijo a la cadena CNN que “las encuestas no estaban diseñadas para captar las emociones”. Los sentimientos jugaron un papel importante en la elección presidencial en la Unión Americana.
*Sergio Uzeta es comunicador y periodista, y en la actualidad se desempeña como consultor independiente, especializado en el manejo de plataformas tecnológicas de comunicación y el desarrollo de talleres en manejo de medios, manejo de crisis y construcción de identidad pública. Ha sido director de Noticieros y Programas Informativos de Canal Once, conductor en Radio Fórmula y Radio Independiente de México; fue el director fundador del Canal Judicial de Televisión y también el primer director de Notimex, en su etapa de Agencia de Noticias del Estado Mexicano. En el servicio público también se desempeñó como gerente corporativo de Comunicación Social de Pemex y trabajó en la Unidad de la Crónica Presidencial durante las administraciones de Miguel de la Madrid y Carlos Salinas de Gortari. Es egresado de la licenciatura de Comunicación en la Universidad Iberoamericana, lugar donde también ha dado clases y diversos talleres. @UZETASUM
La mayoría de especialistas señala que el voto se decidió, en su mayoría, por el grado de resentimiento hacia las élites políticas, económicas y culturales, donde el discurso de Trump hizo eco entre millones de adeptos. “Los encuestadores han perdido mucha credibilidad”, dice Jonathan Barnett, integrante del Comité Nacional Republicano de Arkansas. “La manera en que hacen las encuestas ya no sirve”, le confió Barnett al sitio web Político. Las firmas encuestadoras no incluyen la noción del “voto oculto” de quienes querían votar por el republicano, pero no lo decían por sentir algún tipo de vergüenza o para evitar algún problema. Por su parte, “los medios de comunicación pasaron por alto lo que estaba sucediendo a su alrededor”, escribió el columnista de The New York Times, Jim Rutenberg, quien enfatiza que no lograron “capturar la ira hirviente de una gran parte del electorado estadounidense que se siente dejada atrás por una re-
cuperación económica selectiva, traicionada por los acuerdos comerciales que ven como amenazas a sus puestos de trabajo y no respetados por el establishment de Washington, Wall Street y los principales medios de comunicación”. “El periodismo ha sido incapaz de captar el nivel del humor anti-establishment que está volteando al mundo boca abajo”, concluye Rutenberg. Es evidente que los medios de comunicación no soportan el hecho de haberse equivocado, tanto durante su cobertura de las campañas, como el día de la elección. Pero lo más grave es que no lo reconocen, y pagarán las consecuencias por esa actitud de soberbia. Para diversos analistas no ha habido sorpresa, sino que desde hace tiempo la información electoral tiene más propaganda que información. Y esto no solo ocurre en Estados Unidos. José Luis Roig, periodista español, asegura que en España también existe un predominio de la propaganda sobre la infor-
mación objetiva que no responde a la realidad y provoca un distanciamiento cada vez mayor entre los medios y los ciudadanos. En tono autocrítico, Roig destaca que “además de analizar los movimientos futuros del nuevo presidente de Estados Unidos, urge analizar el futuro de los medios”, y concluye que “el periodismo y la comunicación han perdido su función social y su conexión con la realidad”. La victoria de Donald Trump manda un claro mensaje a los medios de comunicación, que deberían hacer un profundo examen de conciencia, para ver si realmente están cumpliendo su función o se están extralimitando. Un grave fenómeno quedó al descubierto en la cobertura electoral en Estados Unidos: ¿los medios y los periodistas cumplieron con describir la realidad, informar a los ciudadanos, orientarlos y encauzarlos en la dirección correcta o siguieron la pauta que les dictan los grupos de poder que son los que establecen lo que está bien visto pensar, decir o hacer?
Concluyo esta colaboración con algunos datos para el análisis. El proceso electoral estadounidense demostró que buena parte del país quiere aferrarse al antiguo Estados Unidos, más conservador, más homogéneo, y donde la religión y las armas están presentes en cada hogar. Hoy ese país no se reconoce en la televisión, no se reconoce en sus élites y no se reconoce en Washington. Según el Pew Research Center, apenas 13% de los republicanos tiene confianza en el gobierno y solo 14%, de acuerdo a Gallup, confía en los medios de comunicación. Ahora, ese país que gobernará Donald Trump se siente más acorralado, más abandonado y más pobre que nunca. Un reciente estudio, publicado en la revista The Atlantic, reveló que, en 2014, por primera vez en la historia, los “blancos cristianos” pasaron a ser menos de la mitad de la población estadounidense, y ellos, desde el campo, desde los ranchos, desde su trinchera cotidiana, han decidido el futuro político inmediato de la Unión Americana.
El derecho humano al agua potable Por: Armando Hernández*
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l agua es un elemento importante para la vida humana, el medio ambiente y la economía de cualquier país, sobre todo porque permite generar empleos en la mayor parte de los los sectores de la economía. Sin ella, el ser humano no podría vivir. El suministro de agua contaminada, insuficiente y de baja calidad, tiene consecuencias negativas en el sector agroalimentario, limita la producción agrícola, ocasiona enfermedades a la salud, así como pérdidas en el empleo. El crecimiento urbano en las grandes ciudades, como la Ciudad de México, se ha convertido en un generador de constantes demandas en el suministro de agua potable. Sin embargo, la escasez de la misma, puede limitar el crecimiento y desarrollo económico de la capital de la República. Invertir en la infraestructura y en los servicios que están relacionados con el agua, permitirá mejorar las condiciones económicas de los capitalinos, el mantenimiento y creación de empleos, así como mejorar los sistemas de producción.
El derecho al agua y al saneamiento, es un derecho humano reconocido por la Asamblea General de las Naciones Unidas, a través de su resolución 64/292 adoptada el 28 de julio de 2010, que debe ser tomado en cuenta por los hacedores de políticas públicas y tomadores de decisiones, ya que se debe ver como un derecho integral para la consecución de otros derechos, como son: el derecho a una alimentación sana, a la salud, a una vivienda digna, etc. Según el artículo 4°, párrafo sexto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, toda persona tiene derecho al acceso, disposición y saneamiento de agua para consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible. El acceso al agua debe ser de forma continua y el suministro a los ciudadanos debe ser el adecuado para la vida y salud de cada ser humano. La escasez de agua es un tema que debe ser incorporado en la agenda de riesgos de seguridad nacional de cualquier país del mundo, pues el consumo del vital líquido impacta en temas como el cambio
*Armando Hernández Estudió en la Universidad Nacional Autónoma de México; es Licenciado, Maestro y Doctor en Derecho, con Especialidad en Derecho Constitucional, Derechos Humanos y Derecho Administrativo; ha ocupado diversos cargos en el Instituto Electoral del Distrito Federal y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Ha sido catedrático, instructor, conferencista y miembro de diferentes asociaciones vinculadas a la materia de Derecho, Derechos Humanos y Procesos Parlamentarios, también ha publicado artículos en DDHH. Actualmente es profesor de la Facultad de Derecho de la UNAM así como de varias universidades del país, y Magistrado Presidente del TEDF. @DrArmandoHdz
climático, el crecimiento demográfico y la disponibilidad de alimentos. Lo anterior se logra, no solo con recursos tecnológicos y económicos, sino también se requiere fuerza de trabajo y voluntad política de quienes nos gobiernan, para que adopten las medidas necesarias a fin de respetar, proteger y garantizar el derecho humano al agua. Necesitamos contar no solo con medidas que estén plasmadas en papel, requerimos de acciones conjuntas para que la escasez de agua dulce, potable, disminuya en lugar de aumentar a diario. Los servicios de agua y saneamiento deben ser asequibles para todas las personas, nadie deberá verse privado del acceso al agua potable por no poder pagar. Actualmente, el volumen de agua demandado es superior al volumen suministra-
do. Esto ocasiona al Estado problemas distributivos: ¿a quién sí, y a quién no dotarle de agua?, o ¿cómo hacer llegar la mayor cantidad de agua, al mayor número de gente? Los servicios de saneamiento deben ser físicamente accesibles y estar al alcance de todos los sectores de la población, tomando en cuenta las necesidades de los niños, las personas con discapacidad, etc. Asimismo, es necesario prestar atención a las personas y grupos vulnerables de la población mexicana. Contar con un buen abastecimiento de agua potable y saneamiento en nuestra Ciudad, es indispensable para alcanzar la justicia social. Flor de loto: El agua podría ser en el futuro, causa de movimientos sociales importantes.
La transformación de las campañas electorales Por: Dunia Ludlow Deloya*
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l triunfo de Donald Trump corrobora, como otros procesos políticos, cambios fundamentales en la dinámica y los fenómenos de formación de la opinión pública y, por lo tanto, en la forma y prioridades que deberán otorgarse a las campañas electorales. Estas transformaciones las podemos agrupar en tres grandes rubros. Los medios masivos tradicionales tienen cada vez más dificultades para representar a la opinión pública. Los espacios de opinión y noticiosos de Estados Unidos se llenaron de comentarios desfavorables en contra del ahora candidato triunfador. Al finalizar cada debate, el veredicto casi unánime de la llamada “comentocracia” era que el republicano había sido exhibido como incapaz e ignorante de los grandes asuntos públicos, lo cual supuestamente le estaba restando posibilidades a su triunfo. Ocurrió todo lo contrario. Nunca tan clara como ahora la diferencia entre la opinión publicada y la opinión pública. Mientras los medios apuntaban hacia una dirección y cuestionaban al candidato; el lenguaje disruptivo, de cuarto año de primaria y por lo tanto atendible y entendible por las grandes mayorías, iban creando consensos en torno suyo. Las encuestas no están captando el dinamismo fino de la opinión pública. Esta afirmación la hago a partir de dos consideraciones:
primero, estos instrumentos siguen siendo de gran utilidad y hasta imprescindibles para tener un diagnóstico del contexto de opinión en el cual nos encontramos parados. A pesar de todo, las encuestas siempre mostraron un electorado dividido y a candidatos con escasos márgenes de ventaja. Y segunda consideración: es posible pensar que la opinión pública es hoy más que nunca, volátil y veleidosa. Ya desde hace varias décadas se ha identificado la importancia que tiene, para el resultado de las elecciones, el voto de los indecisos; es decir, de aquel sector del electorado que no tiene una clara identificación partidaria y que define el sentido de su sufragio al calor de las campañas o en función de temas coyunturales. También podríamos pensar que existe la disponibilidad tecnológica y un clima de opinión proclive para que, en el corto plazo, esas opiniones cambien masiva y radicalmente. Dicho clima se explica en el siguiente rubro. Los valores tradicionales de la democracia están muy cuestionados y están perdiendo asideros institucionales. Uno de esos valores es la discusión pública y racional de los asuntos públicos. En lugar de eso tenemos, como la de Trump, campañas llenas de mentiras, manipulaciones y llamados al odio y la discriminación. En lugar de promover la paz, tenemos el resultado del referéndum en Colombia; en lugar
*Mtra. Dunia Ludlow Deloya es Diputada Local VII Legislatura ALDF del Grupo Parlamentario del PRI. Estudió la Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública en la Universidad Iberoamericana, donde se graduó con Mención a la Excelencia Académica. Es Maestra en Gobierno y Administración Pública por la Universidad Complutense de Madrid, España, así como en Economía y Gobierno por la Universidad Anáhuac del Norte. Ha estudiado dos Diplomados, uno en Opinión Pública y Comunicación Política por la Universidad Nacional Autónoma de México y el otro en Diseño y Planificación de Campañas Electorales, impartido por la Fundación Ortega y Gasset de Madrid, España. Actualmente es la Presidenta de la Comisión de Vivienda de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal. @DuniaLudlow
de la integración de las economías, tenemos el triunfo del Brexit en Inglaterra. Todos ellos resultados no previstos por las encuestas. En un mundo global y que aspiramos a que sea informado, se alude y triunfa el voto irracional. Aquel que coincide con los prejuicios y la visión maniquea del mundo, donde lo diferente y lo externo es peligroso. Todo ello explica la composición del electorado que dio el triunfo a los republicanos. Trump no ganó el voto mayoritario, pero obtuvo 62% en las zonas rurales; 58% de los blancos; 51% entre quienes cuentan con educación secundaria o inferior y ganó entre las personas con mayores ingresos económicos y con más de 40 años. ¿Cómo tendrán que ser las próximas campañas en este contexto?, ¿cómo alcanzar buenos resultados en esto que Isabel Turrent ha llamado una revolución antiintelectual? Sin duda alguna se trata de un reto muy complejo, para lo cual se deben utilizar todos los recursos disponibles. A reserva de profundizar el tema en otra ocasión, podemos mencionar algunos elementos imprescindibles. En primer lugar es necesario que desde las instituciones y los partidos políticos, se valore y se potencialice el uso de las redes socia-
les como canales privilegiados para la comunicación. Segundo, lo anterior no significa que debamos olvidar o delegar a los medios tradicionales. Por el contrario, los medios masivos deben servir para apuntalar la formación de los valores de la cultura democrática. Diseñar y aplicar estrategias de manera consistente en el largo plazo, que vayan creando vacunas o antídotos ante las ofertas electorales simplistas o francamente irracionales. Y tercero, es necesario replantear las estrategias territoriales. Hay que recuperar la capacidad de escuchar y atender las necesidades e inquietudes de la gente directamente en sus calles y colonias; y a partir de esta materia prima construir consensos de contacto más cercano, casi personal con los liderazgos locales, inyectarles un sentido democrático. Hay que sacar provecho de las posibilidades de interacción que permiten las redes sociales, y al mismo tiempo tener una presencia intensa. Debemos evitar tener una elección como la ocurrida en Estados Unidos; esto implica dar una nueva utilidad a las redes, medios tradicionales y la presencia territorial. Se trata de rescatar el carácter deliberativo de nuestra democracia.
Los monstruos de diciembre Por: Paola Félix-Díaz*
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ientras tecleo en la computadora para irle dando forma a este artículo, me vienen a la mente cuatro acontecimientos que revelan la realidad que vivimos y los cuales por sí mismos nos señalan la ruta de escape. Me refiero a las órdenes de aprehensión contra dos exgobernadores; al proceso electoral del vecino país del norte; a la aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación; y a la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer. Las órdenes de aprehensión contra los exgobernadores de Veracruz y Sonora, dejan en claro que la corrupción no es privativa de un partido político o de una entidad, sino que este cáncer ha penetrado y carcomido las entrañas del sistema político, del sistema jurídico y de la sociedad. Por ello, todos los días y desde cada espacio, debemos combatir frontalmente la corrupción. Debemos apostarle a la transparencia, a los gobiernos abiertos, a la rendición de cuentas y al escrutinio ciudadano; así como a fortalecer los órganos federales y locales de fiscalización y transparencia; en suma, hay que darle vida al nuevo Sistema Nacional Anticorrupción y continuar perfeccionado la norma jurídica. Los escándalos, acusaciones, desvíos, enriquecimiento ilícito, la apropiación de terrenos y bienes del patrimonio público, in-
cluidos los bienes del patrimonio nacional como el agua, la flora y fauna, constituyen delitos graves que deben ser castigados con toda la fuerza de la ley porque atentan contra el patrimonio de todos los mexicanos, lastiman a la sociedad, vulneran la confianza en las autoridades, quebrantan la certeza, la civilidad y el orden; y sobre todo, porque constituyen una cadena de despojos que frenan el desarrollo del país y le quitan oportunidades a millones de familias mexicanas. Así, en este entorno de corrupción, opacidad, descrédito y desencanto, el triunfo de Donald Trump en la elección presidencial de Estados Unidos, cayó verdaderamente como un balde de agua fría. Los resultados electorales nos hundieron en la peor incertidumbre, sobre todo, después de los actos inaceptables y hostiles contra nuestro país –como bien los calificó Jorge Castañeda-. El alza del dólar, la amenaza de establecer una política antimigratoria, así como la latente deportación masiva, se levantan como grandes monstruos ante un país que teme ser devorado. Un país que tiene una macroeconomía sólida, un ritmo de crecimiento aceptable pero también una injusta distribución del ingreso, de lo cual dan cuenta la pobreza, la depreciación del salario, la desocupación, los precios de la canasta básica y la desigualdad. Un país de millones de jóvenes que no
*Paola Félix-Díaz es egresada de la carrera de Derecho por la Universidad Anáhuac, ha sido directora del Movimiento Universitario Contra la Esclavitud 1 a 1, autora de diversas publicaciones en revistas en materia de Historia de México y Derecho, coordinadora administrativa en la Fundación para Revertir el Calentamiento Global y colaboradora en la Fundación Food for Children. Es Diputada Federal en la LXIII Legislatura, secretaria de las comisiones de la Defensa Nacional y Grupos Vulnerables, e integrante de la comisión del Distrito Federal. Fundadora y activista de diversas organizaciones civiles nacionales e internacionales contra la trata de personas. @LaraPaola1
estudian y no trabajan, de un país que tiene el primer lugar en obesidad infantil y en embarazo de adolescentes. Un país donde la suma de sus pobres constituye una clara mayoría, rebasa por mucho a la clase media, y por ende a la cúpula privilegiada. En otras palabras, el triunfo de Trump no es que solo nos disguste, sino que nos horroriza porque toma forma de espejo y nos refleja lo que realmente somos y en lo que nos hemos convertido. Somos una nación que no ha podido, en lo que va del siglo, lograr acuerdos bilaterales en materia migratoria y económica favorables a nosotros; una nación que pasa la noche en el mismo lecho que la corrupción; una nación que recorta el gasto y deja de crecer en las épocas de crisis. El recorte al gasto significa recortar la inversión y el desarrollo, significa gastar menos en educación, salud, infraestructura y telecomunicaciones; significa recortar la esperanza, el crecimiento y las posibilidades para dar cauce a la desesperanza. Recortamos porque pensamos que en cada barril de petróleo va nuestro futuro y por-
que somos incapaces de ver que la planta productiva nacional, esa que de verdad genera riqueza y estabilidad, está abandonada. La ganadería, la agricultura, la pesca y la acuacultura han sido devastadas y por ello, estamos destinados a convertirnos según la FAO, en el primer importador de granos y alimentos. Además, el día internacional de la violencia contra las mujeres, me recuerda también que somos un país violento y discriminatorio por razones de género y por muchas otras, en donde la igualdad es un postulado político y un principio legal, pero no una verdad cotidiana. Cerramos el año asustados por los monstruos del exterior, porque existen y porque nos recuerdan los nuestros. Tan grandes los monstruos de afuera como los de adentro. Más vale que este 2017 repensemos el camino a seguir, le apostemos a la unidad, a la ética, a la ley, a la verdad y a la justicia. Ojalá que recobremos el sentido de identidad nacional si es que no queremos ser devorados.
Derechos humanos en la era digital Por: Ileana Hidalgo*
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a información y las tecnologías informáticas han revolucionado al mundo, han cambiado la forma como entendemos e interactuamos con los demás, la forma como nos relacionamos, como aprendemos y pensamos. El Internet de alta velocidad, los teléfonos inteligentes y los demás dispositivos electrónicos han estimulado la libertad de expresión, facilitando sin duda el debate global y fomentado también la participación democrática y activa de los pueblos, pero a pesar de estos incuestionables beneficios, la sociedad de la información también plantea retos importantes. Las tecnologías digitales han aumentado la capacidad de vigilancia tanto del gobierno como de la industria, nuestros correos electrónicos, los mensajes de texto, las videollamadas, las entradas en blogs o en redes sociales, son buscados celosamente por empresas y agencias estatales porque dan una idea de quiénes somos y con quiénes nos relacionamos, pueden revelar la información más personal y privada que tenemos, pueden ayudar a deducir nuestras acciones pasadas y a predecir las futuras, pueden, en otras palabras, facilitar la invasión de nuestra privacidad y reducir nuestras libertades fundamentales.
Esto nos lleva a reflexionar sobre cómo proteger la privacidad en esta era que ahora llamamos digital, sobre cómo preservar nuestra vida privada sin afectar innecesariamente las acciones del gobierno ni el desarrollo de la industria, nos acerca a la necesidad de analizar los fenómenos de esta sociedad actual a la luz de los derechos humanos. Conscientes de que el derecho a la privacidad, a la intimidad y a la protección de datos personales, son un importante pilar para la consolidación de un estado democrático de derecho. Todo lo anterior implica el tratamiento de datos personales y la exposición de cierta privacidad de las personas, por ello es importante protegerlas como derecho humano, con instituciones fuertes y con una cultura adecuada para prevenir actos contrarios a la dignidad. Si bien es cierto que las instituciones hacen un gran esfuerzo, es muy importante reconocer la necesidad de avanzar hacia una cultura cívica en torno al uso de información y de las tecnologías, ya que a pesar de que se puede tener un marco jurídico inmejorable y un sistema de justicia impecable, se debe abonar en la prevención y en el uso adecuado de la información de los usuarios de Internet,
*Ileana Hidalgo es Licenciada y Maestra en Derecho, con especialidad en Derechos Humanos por la Universidad Castilla la Mancha, en España. Dentro del IEDF ha sido Directora de Organizaciones de Representación Ciudadana y Presidenta del Comité Derechos Humanos “Nuestros Amigos A.C.” También ha sido investigadora en el Instituto de Investigaciones Legislativas del Senado de la República “Belisario Domínguez”. Es conferencista a nivel nacional e internacional y también docente en varias universidades del país.
de las empresas y de los proveedores, y por supuesto de los servidores públicos.
cias de los distintos niveles de gobierno para una mejor protección de datos.
Cabe señalar que el Estado mexicano ya ha firmado varios instrumentos internacionales, donde reconoce el derecho a la privacidad: tenemos la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, la Convención Iberoamericana sobre Derechos Humanos, así como la Convención sobre Derechos del Niño. En nuestro marco constitucional lo tenemos consagrado en dos artículos: el artículo 6º y también en el 16.
Lo que quiero destacar finalmente, es que es una responsabilidad, tanto de las autoridades públicas, como de las empresas y también de los usuarios, el conocer el ejercicio de nuestros derechos y prácticas como también las políticas de privacidad; y cuando exista una interpretación sobre colisión de derechos en materia de protección de datos y privacidad con otro tipo de derechos, como puede ser la libertad de expresión, las autoridades son responsables de hacer una ponderación al respecto. Recordemos que los derechos no son absolutos, tienen límites y están previstos en la propia Constitución y en las propias Leyes. Entonces, es una responsabilidad de todos atender, en los respectivos ámbitos de competencia, el quehacer para mayor protección de estos derechos.
Del anterior marco constitucional se desprenden leyes reglamentarias que regulan procedimientos para hacer valer los derechos de acceso, rectificación, de cancelación y oposición, medidas de tutela y seguridad de los sujetos regulados. Igualmente, en el sector público, existe normatividad para regular las competen-
Trump y sus actitudes Por: Gabriela Seoane*
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Puede una sola persona influir en el ánimo de las demás? ¿Pueden las acciones de una sola persona provocar cambios a nivel mundial? ¿Puede la actitud de una persona repercutir en las de otras? ¿Puede el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, contribuir a mejorar o empeorar el clima social de su país y del mundo? De acuerdo con Rokeach, (citado por Cantero Vigüer y Domínguez, 2015), una actitud es una organización de creencias irracionales, relativamente duradera, que desencadena una determinada acción con respecto a un objeto o situación. Estas actitudes, señalan los especialistas en su estudio, pueden ser respuestas pasivas, cuando el individuo prefiere permanecer indiferente ante las situaciones que se le presentan; agresivas, que frecuentemente se derivan en violencia; y prosociales en el momento que buscan soluciones para resolver el conflicto. En los últimos días hemos visto a través de las redes sociales y otros medios de comunicación, escenas de agravios entre diferentes personas que viven en Estados Unidos. El triunfo de Donald Trump y su discurso han detonado el espíritu racista de muchos norteamericanos que, al parecer, estaba guardado. Imágenes de personas gritándole a los latinos e incluso provocando peleas; mensajes en los
que se festeja el regreso de “los blancos”, e incluso insultos a la primera dama, Michelle Obama, son algunas muestras de estas actitudes agresivas. Además de esto, son constantes los comentarios en torno a la victoria de Donald Trump en los que se plantea un panorama nada halagüeño tanto en lo económico, como en lo social y político. Se menciona el temor a una guerra propiciada por el carácter iracundo del presidente electo del país más poderoso del mundo. La población escucha y mira azorada lo que ocurre en Estados Unidos y, en el caso de México, además de la caída del peso que inició el mismo día de las elecciones en el vecino país del norte, se habla sobre la inminente deportación de tres millones de connacionales, así como la ruptura del Tratado de Libre Comercio y los efectos negativos en nuestra economía. Aunque estas dos últimas cuestiones ya las ha confirmado Trump en entrevistas, muchos otros comentarios son especulaciones, pero todos con tintes negativos, que han hecho que el 2017 se vea con preocupación e incluso con miedo por parte de los mexicanos y de millones de personas en el mundo. De acuerdo con la Dra. María Teresa Esquivias psicóloga y pedagoga de la UNAM, la actitud agresiva es un reflejo de la inconformidad que tiene una persona con su entorno social1. Al parecer, hay miles de personas en Estados Unidos que tienen esta inconformidad, la cual ya mostraron en las urnas al vo-
*Gabriela Seoane es licenciada en periodismo y comunicación por la UNAM FES Acatlán y Maestra en educación también por la UNAM. Se ha desempeñado como guionista, redactora y reportera de radio y televisión. Ofrece capacitación para entrenamiento en medios y es profesora de cátedra del ITESM CCM en el Departamento de Español, Literatura y Arte de la preparatoria. @Gabseomx
tar en contra de los demócratas, esto no fue suficiente, y ahora la canalizan en agresiones contra otros a quienes culpan de la situación por la que atraviesan. En los debates y otros actos de campaña tanto de Trump como de Clinton, pudimos darnos cuenta que nuestro vecino del norte enfrenta problemas similares a los de México. El desempleo, la creciente pobreza, la falta de oportunidades y de recursos para estudiar, trabajar e incluso recibir atención médica. Son dilemas que no han encontrado respuesta satisfactoria para los ciudadanos estadunidenses. Problemas que, aunados a actitudes racistas, se han ido incubando en muchos hogares. Situaciones que generan rencor y un deseo de desquitarse con alguien. La Dra. Esquivias, señala que el entorno influye en la actitud y muchas veces esta puede ser modificada de manera positiva, pero también negativa. También explica que la actitud de una persona puede “permear” en las de quienes le rodean. En el caso de Estados Unidos, se trata de una serie de actitudes que se fueron gestando a lo largo de los años, pero siguen aumentando al ser validadas por los ataques y las agresiones verbales de ciudadanos estadounidenses en contra de otras personas a las que no con-
sideran iguales a ellos, e incluso a las que culpan de su mala situación. La cuestión es saber si Donald Trump (quien parece no darse cuenta de lo peligroso de la situación), sigue alentando estas actitudes y conductas, y las continúa realizando él mismo, o comienza a actuar con mesura e inteligencia. Hasta el momento las acciones y declaraciones de Donald Trump no reflejan un cambio en su discurso y, por el contrario, minimiza los incidentes e incluso los justifica. Es un hecho que esta actitud desmesurada y agresiva de Trump ya permeó entre sus seguidores. Estamos viendo cómo una sola persona influye no solo en el ánimo sino en la conducta de millones de personas, el problema es que, al tratarse del próximo líder del país más poderosos del mundo, sus acciones también tendrán repercusiones a nivel mundial. REFERENCIAS 1. Estrada Corona, A (01/07/2012). La actitud del individuo y su interacción con la sociedad. Entrevista con la Dra. María Teresa Esquivias Serrano. Revista Digital Universitaria. Recuperado de http:// www.revista.unam.mx/vol.13/num7/art75/ 2. Cantero López, María José, Vigüer Seguí, Paz, & Domínguez Barragán, Rocío. (2015). Attitudes of Young People in Front of Offense Situations in Family Context: its Relation to Gender, Religious Belief and the Family Social Climate. Universitas Psychologica, 14(3), 10911106. https://dx.doi.org/10.11144/Javeriana.upsy14-3.ajsa
Trump y la legitimidad de los resultados electorales Por: Elvin Torres*
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ablar del triunfo de Donald Trump hace unos meses era inimaginable, falló todo el entramado político, de comunicación y estadístico del sistema norteamericano; incluso alrededor de los diferentes países, existía una opinión homogénea que daba la ventaja a la candidata demócrata Hillary Clinton. El día de las elecciones los medios de comunicación CNC, el New York Times y el Washington Post, a priori se decantaban por un triunfo para la candidata del partido en turno en el gobierno; la gran pregunta que nos hacíamos quienes vivimos de cerca este proceso electoral era ¿Qué pasó con el sistema electoral norteamericano que permitió un triunfo inesperado del candidato republicano?, las preguntas sobraban y las respuestas quedaban cortas, acaso estamos frente a una nueva forma de hacer política. Este triunfo del republicano, es complejo dilucidarlo de manera aventurada, es todo un tema para hacer una tesis doctoral de medición de variables del sistema político, la cultura política, el colegio electoral y el sistema electoral vigente en el país vecino. No quiero llevarlos a este mundo complejo de la cientificidad, pero sí hacer
varios comentarios respecto a un tema que conozco a modo y que tiene que ver con lo sistemas electorales. No existe un sistema electoral puro u óptimo, solo existen técnicas y métodos con cierto grado de legitimidad que son aceptados en diferentes épocas y momentos, en lo concerniente al norteamericano, valdría que se analizara si su actual sistema electoral sigue cumpliendo con las expectativas de la sociedad, ya que si bien el triunfo de Donald Trump se dio en el colegio electoral, no lo fue en términos de votos emitidos por los ciudadanos norteamericanos en las urnas, lo cual ha provocado que ese triunfo se le cuestione, aunque las reglas electorales se respeten. Esto tiene que ver con un tema de legitimidad y la legitimidad es la aceptación de algo por parte de los demás, es decir, que no exista la mínima duda de un triunfo contundente para cualquiera de los candidatos a participar. El proceso electoral que se acaba de celebrar en el país vecino me recuerda la elección presidencial del 2006 en México, donde los diversos candidatos se tildaban de que había éxito o fraude electoral, fue muy cerrada la elección, cuestionada y un duro golpe a la auto-
*Elvin Torres Bulnes, Doctor en Filosofía con Acentuación en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Nuevo León, Maestría en Gobernabilidad y Gestión Pública, Instituto Ortega y Gasset, Madrid, España. Ha sido catedrático de maestría en la Facultad de Derecho y Criminología y Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma de Nuevo León; asesor jurídico en el Congreso de Nuevo León; Director de Concertación Social, Desarrollo Social y Director de Empleo y Desarrollo Empresarial del municipio de Monterrey, Nuevo León. Actualmente catedrático de la UVM y consultor legal. @Elvin_TB
nomía del Instituto Federal Electoral. Con estos antecedentes, se dio una reflexión por parte de actores políticos, legisladores, partidos, gobierno y sociedad civil para reformar la ley electoral, lo que permitió lograr precisamente la legitimidad en los resultados electorales a la que nos referíamos antes. En la historia de las elecciones norteamericanas, nunca se había dado un proceso tan competitivo, lo cual no está mal, pues alienta la participación; lo que no se puede seguir permitiendo es un pueblo dividido en el que se cuestionen los resultados electorales y exista subrepresentación, es decir, que con la suma de todos los votos emitidos en las urnas no se logre un triunfo electoral. Todos estos antecedentes representan un gran reto, cada país muestra una radiografía con características particulares de los sistemas electorales vigentes, sin embargo, el sistema electoral
norteamericano requiere de un cambio de fondo que esté a la altura de las exigencias sociales, donde no se ponga en duda el resultado electoral y sobre todo, que el hartazgo político no se convierta en una fuente para el populismo social. Se han especulado muchas cosas, sobre el triunfo de Trump, habría que esperar los primeros meses de su gobierno para una eventual evaluación, no siempre las promesas de campañas son los pilares o acciones con las que se ondean su mandato. La gran reflexión es que cuando hay cansancio, desesperación y hartazgo social, el dinamismo político tienen que cambiar; el gobierno y legisladores deben establecer las bases sobre las que fluctúan los sistemas electorales, para que no se ponga en duda la legitimidad de los resultados de las elecciones.
Esthela Damián E
sthela Damián es Coordinadora Estatal de Movimiento Ciudadano en la Ciudad de México, y diputada Constituyente también en la capital del país. Es licenciada en derecho, egresada de la Universidad Autónoma de Guerrero. Ha sido diputada local en la IV y VI legislatura; en la primera defendió la despenalización al aborto, y en la segunda fue presidenta de la Comisión de Presupuesto. Actualmente, como diputada del Constituyente, es secretaria de la Comisión de Buen Gobierno e integrante de la Comisión Carta de Derechos. Pero más allá de ser una política experimentada y de tener un verdadero compromiso político con la comunidad, Esthela Damián es una mujer auténtica e inteligente, clara en ideas y fiel a sus convicciones. Madre de tres hijos y luchadora constante, ha apostado a la legalidad y el bien común.
RS. Cuáles son las principales propuestas que tiene su partido para los ciudadanos? ED. Esta Constitución ha sido muy provechosa para Movimiento Ciudadano porque hemos podido registrar más de treinta y cinco iniciativas. Somos tres diputados los que integramos esta bancada con diferentes perspectivas, y si no me falla la memoria, en las ocho comisiones llevamos iniciativas que están relacionadas con las principales necesidades de la gente y con todos aquellos problemas que en estos momentos tienen a esta ciudad congestionada, al ser una megalópolis, en donde lo que sucede aquí muchas ocasiones tiene que ver con lo que está pasando al interior del país. Los diputados de Movimiento Ciudadano hemos estado preocupados y ocupados en los principales problemas que le aquejan al capitalino, nuestras iniciativas están fundamentalmente encaminadas a buscar una capital más habitable, más segura, con más opciones de empleo, más tolerante y con mejor movilidad. RS. ¿Qué iniciativas o propuestas de Movimiento Ciudadano considera las más importantes? ED. Sería una omisión de parte de tu servidora decirte solamente tres o cuatro, yo te diría que más bien son ejes temáticos los que nos marcamos como prioritarios. Traemos iniciativas en materia de acceso a Internet gratis, iniciativas que corresponden a una ciudad más segura, de combate a la corrupción y para la mejora en todos los modelos
de participación ciudadana; lo importante también es que a las iniciativas que suscribimos en tribuna, les vamos dando puntual seguimiento para ver cuál es su cauce y final en la votación del pleno del Constituyente. RS. ¿Cuáles son los objetivos prioritarios de Movimiento Ciudadano para esta capital? ED. Nosotros somos justo un movimiento ciudadano que, como lo dice su nombre, estamos muy receptivos a todo aquello que aqueja a la comunidad. Nosotros sembramos nuestro trabajo completamente convencidos de que tenemos que buscar, encontrar y fortalecer los liderazgos, y aquel del que te hablo es un vecino que se encuentra en muchas de las múltiples colonias que tiene la capital. En ese sentido te puedo decir que a un año de haber llegado a la dirigencia de Movimiento Ciudadano, sí hemos hecho un esfuerzo muy importante por mantener el contacto, el vínculo, la comunicación y el fortalecimiento del liderazgo vecinal que existe en toda la capital, porque a nosotros esto es lo que nos nutre políticamente, lo que tú escuchas en la calle, lo que sabes que al vecino le duele, lo tiene inconforme, impaciente o fastidiado, entonces esta es la parte en la que nosotros queremos ser justamente el vehículo que traslade no solamente la queja, sino también una propuesta de solución a aquello que nos está doliendo. RS. ¿Qué vías de comunicación utilizan ustedes para la participación ciudadana? ED. Fíjate que aquí a mí me enseñaron algo
muy importante que yo no tenía en el anterior instituto político (PRD) del que vengo: las redes sociales, las cuales utilizamos con mucha frecuencia para dar a conocer los programas, las campañas, y todo lo que estamos haciendo alrededor de los temas; pero también está el trabajo de casa en casa que es insustituible; ese trabajo de esquina por esquina, que no puede sustituirse por una computadora o una red social, pues es el trato directo y humano el que te enriquece para poder elaborar un trabajo con perspectiva, una agenda con contenido y un reclamo verídico ante las instituciones que correspondan, porque lo obtuviste de aquellos que efectivamente viven, transitan y son incomodados por las diferentes circunstancias que tenemos. RS. ¿Cuáles considera que son actualmente los principales retos de su partido en la Ciudad de México? ED. Movimiento Ciudadano quiere ser el instrumento democrático que utilicen preferentemente los ciudadanos en las urnas, en la Asamblea Legislativa, en la Cámara de Diputados, además de ser un partido identificado por estar abierto a la sociedad plural, no por afiliar masivamente a las personas. Nosotros abrimos las puertas a todos esos liderazgos ciudadanos para participar en elecciones, mismas a las que podemos ir hasta con el 100% de ellos y cero militantes, porque estos ciudadanos son líderes empoderados cuyas banderas son las de la gente, a ellos les decimos que este Movimiento es su Movimiento, esta alternativa es la que les puede generar
resonancia, pero sobre todo, el trabajo y la solución que están buscando como líderes, vecinos, estudiantes o adultos mayores. Tenemos las puertas abiertas para todos y estamos trabajando en las calles, caminando por las colonias, por escuelas, recorriendo nuestra ciudad bajo una perspectiva y objetivos perfectamente bien delimitados, que justamente la Constitución nos permitió revisar dentro de un marco temático y absolutamente territorial. RS. Esta participación de personas de la sociedad civil sin que militen necesariamente en Movimiento Ciudadano, ¿los hace diferentes a los demás partidos políticos? ED. Movimiento Ciudadano es un ejemplo claro de la absoluta tolerancia, de la recepción abierta a los liderazgos fortalecidos; te pongo como ejemplo a Enrique Alfaro, uno de los líderes más importantes que hoy es alcalde de Guadalajara y como ustedes saben, no es militante de Movimiento Ciudadano, él es un ciudadano que llegó a nuestro partido porque con esto se ahorró las firmas a las que estaba obligado para poder participar como independiente, pero Movimiento Ciudadano no le ha impuesto una agenda, ni un gabinete o candidatos; por el contrario, Alfaro se ha convertido en un imán en toda esa región para que muchos más líderes puedan fijarse en Movimiento Ciudadano como un vehículo que efectivamente puede lograr el cambio porque está enarbolando la causa de la gente, porque es la gente, el líder que transforma, a quien estamos buscando para que venga y dé
las batallas con nosotros de manera formal e institucional.
chas de las cosas que en política a nivel nacional ocurren.
RS. Usted forma parte de la Asamblea Constituyente, ¿cuáles considera que han sido los principales avances y el principal reto al que se están enfrentando para elaborar la Constitución de la Ciudad de México? ED. En cuanto a los avances, logramos un reglamento, una mesa directiva, así como echar a andar el debate en las comisiones, no puedo hablar de nada más porque no hemos logrado
RS. Dentro de la misma Asamblea Constituyente usted participa en la “Comisión de buen gobierno y combate a la corrupción” ¿Cuáles han sido las iniciativas más destacadas respecto a este tema? ED. En cuanto al combate a la corrupción presenté una iniciativa bastante completa que atraviesa alcaldías y abarca temas de sanciones a servidores públicos, es decir, toda la parte de fiscalización. Esta iniciativa propone, entre otras cosas, que la Constitución enuncie una ley local de coordinación fiscal en donde se consagren los principios básicos para la asignación de los recursos que se dan a las alcaldías. Es importante tomar en cuenta a las alcaldías con una expectativa de fortalecimiento, que si bien no es un esquema municipal, si tiene que ser visto como una obligación del Constituyente para que estas entidades queden lo más robustas posible, sin generar desequilibrios dentro de la propia entrega de los recursos económicos. Por lo anterior, en esta ley local de coordinación fiscal nosotros estamos planteándonos por lo menos cuatro fondos obligatorios: un fondo que corresponde a la asignación de recursos de cuando menos el 1% del presupuesto a las ocho delegaciones rurales; el 1% para movilidad sustentable con el medio ambiente, fundamentalmente enfocado a fortalecer la inversión en los temas relacionados con los ciclistas en las delegaciones; también estamos proponiendo un fondo para el buen gobierno, para que aquellas delegaciones que estén dando los mejores resultados puedan tener mayores recursos económicos; y otro fondo para combatir la pobreza. En ese sentido, la perspectiva que yo he tenido en las áreas técnicas de presupuesto y fiscalización, es que este asunto se tiene que dar en el mejor de los ánimos; es decir, tú debes tener documentos y legislación se-
otra cosa, no tenemos ningún otro insumo o resultado que corresponda al Constituyente excepto los que te acabo de dar. El reto es tener una Constitución de la Ciudad de México que tenga una vida útil de cuando menos cien años, que efectivamente te hable de una sociedad progresista, de una capital que engloba diferentes visiones, que es pluricultural, que es absolutamente tolerante y que es el epicentro, nos guste o no, de mu-
cundaria donde se te permita el debate y la deliberación, pero sobre todo un análisis muy técnico y muy equitativo de los recursos con los que cuenta la Ciudad de México. Nosotros vamos a defender en la mesa este esquema, pues creemos que nuestra propuesta no está reñida con el sistema anticorrupción y por eso msmo puede tener éxito. También estamos endureciendo algunas sanciones para los servidores públicos, pero estamos buscando sobre todo, la alineación a este sistema anticorrupción, que como ya habíamos comentado, es lo último que aprobó el legislativo federal y que estamos obligados a respetar. En materia de derechos humanos, en la Comisión llamada “Carta de Derechos”, presenté varias iniciativas, una de ellas es el tema de la descriminalización en el tema del cannabis y estoy proponiendo su uso recreativo, este es obviamente un asunto que puede generar ámpula en aquellos que no conocen a profundidad el tema o en aquellos que piensan que se corren muchos riesgos sociales si este asunto se da. RS. Precisamente respecto a ese tema y tomando en cuenta la seguridad social, ¿qué implicaría legalizar el cannabis como uso recreativo? ED. Mira el tema que tiene que ver con el cannabis es un tema que primero debiéramos reconocer nos fue impuesto, si no me equivoco en la historia de México data de los años veinte, en esa época no estaba penalizada la siembra ni su consumo. Fue realmente una política gringa la que vino prácticamente a obligarnos a imponer esto como un delito en todas sus posibilidades: siembra, consumo, traslado, portación y demás. Sin embargo, hoy te encuentras con una Ley General de Salud que establece que tú puedes portar y consumir el cannabis por una cantidad “x” de gramos, pero lo que yo pregunto es: ¿en dónde te dice la ley o dónde establece esta norma que la adquieras? No hay ninguna parte de la Ley General de Salud que establez-
ca un espacio en la Secretaría de Salud o en un “club cannábico”; así que no establece métodos para ejercer tu derecho a utilizarlo, ya sea para fines médicos o recreativos, que se encuentra consagrado en esa ley secundaria. Por eso mismo, yo he venido declarando que estamos ante una ley hipócrita, porque al final del día te permite, pero no te da la solución de dónde vas a ir a conseguir la sustancia y en concordancia con este tema, lo que ha venido desencadenando el prohibicionismo es la criminalización de los jóvenes en México.
A nosotros se nos venden campañas antinarcos, campañas contra el crimen organizado, pero ¿sabes a quiénes detienen? Detienen a consumidores, de esa manera, hoy lo que tú tienes en la cárcel son jóvenes pobres que no tuvieron para pagar un buen abogado y que podían tener a lo mejor cinco o diez gramos más de lo que estaba permitido y por esa razón los encerraron, sin ser narcotraficantes ni estar en el esquema de la delincuencia orga-
nizada, sino por tener y portar un poco más de lo permitido. Desgraciadamente, incluso a veces, la corrupción de nuestras propias autoridades les siembra las cantidades adicionales y entonces mujeres, jóvenes y todos aquellos que son consumidores, hoy se encuentran en la escuela del crimen organizado que es un reclusorio, esto es lo que a mí me parece que tenemos que observar y analizar cuidadosamente en México. Adicionalmente, ese mismo tema abre otro debate con relación a los Estados Unidos en donde ya hay, si no me falla la memoria, veinticinco estados que aprobaron el uso del cannabis para fines medicinales y ocho más incluso para el uso recreativo, entonces solamente quedan me parece quince estados de ese país, todavía con esta asignatura pendiente. Lo que yo pregunto entonces es: ¿en dónde está parado México?, pues está parado en el prohibicionismo que nos impusieron; en la criminalización de jóvenes que hoy las estadísticas demuestran, está en una parálisis absoluta en la prevención de las adicciones. Respecto a lo anterior basta preguntarse en qué escuela existe una política pública exitosa que prevenga eficientemente las drogas, porque te podría demostrar, en términos presupuestales, que no tienen ni recursos económicos presupuestados a nivel federal con relación a este tema, pero más grave es que tampoco haya una política de reducción de riesgos y daños enfocados al tema del cannabis. Hace poco la mamá de un chico que sufre de epilepsia nos platicó su experiencia y comentó que de cincuenta casos, cuarenta y ocho
son efectivos para una sustancia que solo genera el cannabis, y que su familia tiene que recurrir a la delincuencia organizada para conseguir este producto porque en México no hay condiciones ni mercado lícito para obtenerlo, y yo pregunto nuevamente, ¿dónde está la regulación de la norma?, ¿dónde se encuentra el legislador que quiere seguir omitiendo este tema? Es por eso que nosotros, dos diputados de Movimiento Ciudadano y tres ciudadanos, estamos proponiendo iniciativas para la regulación del cannabis, ciertamente no es la misma iniciativa hay que aclararlo, pero vamos en el mismo sentido, ya que desde mi punto de vista, la sentencia que emite la Suprema Corte de Justicia nos permite ser más audaces en la capital del país. Ahora bien, déjame comentarte con muchísima franqueza, que todos los temas en los que tu servidora se involucra, están bajo el primer escrutinio que es el que tú tienes como madre y es el de tus hijos. Yo tengo tres hijos, mi hija mayor tiene diecisiete años y te voy a confesar algo que para mí es muy personal; en alguna reunión familiar en donde estábamos los dos niños y mi adolescente, ella me comentó de pronto que ya sabía que yo estaba involucrada en el tema de la regularización del cannabis, le dije sí así es, y me dijo: “entonces tú no tienes problema con que yo consuma drogas porque estás a favor de ese tema”, y cuando te lo preguntan así, enfrente de tus otros dos hijos, por supuesto que meditas tu respuesta porque sabes que te puedes equivocar. Procuré reponerme de inmediato de la impresión y le dije: “mira mi vida yo en este momento quisiera decirte que no voy yo a tener
problemas con el tema de las drogas, yo ya tengo la edad suficiente como para haberme accidentado con ellas, si tú decides consumir alguna, la que va a tener problemas eres tú; yo he procurado darte una educación que te permita la solvencia emocional y la seguridad de que no las necesitas, pero si en tu vida esa fuera una opción para ti, tu mamá está trabajando para que no vayas a dar a la cárcel por esa decisión”. Como madre, en un ejercicio personal absolutamente íntimo, debo decir que yo no estoy buscando que se siembren matitas y se vayan a repartir a las secundarias o prepas; al contrario, mi lógica es evitar que los muchachos, los niños, todos, tengan interacción con este mercado negro y con el narcotráfico, pero no lo estamos logrando porque queremos cerrar los ojos a lo evidente, ¡abramos los ojos!, regulemos el tema, generemos condiciones y que sea la capital del país la que pone el ejemplo en este aspecto. RS. Ante el panorama complicado que se avecina con el próximo presidente de Estados Unidos, en su opinión ¿Qué tipo de liderazgo requiere México? ED. A mí me parece que estamos viendo temas absolutamente inéditos, en donde la defensa de nuestro país y de nuestra gente, debe estar por encima de todo. Nosotros debemos ser ejemplo en el respeto a los derechos humanos, porque pareciera que solamente exportamos migrantes, pero también llegan a México y en esta parte, somos bastante omisos, habría que ir a la frontera sur para ver cómo tratamos a los migrantes. Debemos poner el ejemplo con ellos de cómo
queremos que traten a nuestros compatriotas. Por otra parte, yo diría que la relación con Estados Unidos, gobierne quien gobierne, debe ser respetuosa, de dignidad, de defensa a nuestro territorio y derechos humanos. Nuestro gobierno debe ser, por supuesto, un gobierno congruente, abierto, plural, sin miedo al diálogo o a las negociaciones y con una visión clara y absolutamente acorde con lo que la gente de nuestro país pide. RS. Usted tiene una amplia trayectoria política ¿Es difícil como mujer participar en este ámbito?, ¿cuál ha sido en ese sentido el mayor reto que ha enfrentado? ED. Hay otra iniciativa que para mí fue fundamental y que busca que la violencia política quede consagrada como un delito en la Constitución de la Ciudad de México. Yo empecé en la política desde los trece años, tengo treinta y un años en el ejercicio político y justo fue cuando salí del anterior instituto y llegué a Movimiento Ciudadano, cuando me percaté de que lo que yo había padecido se llamaba violencia política, ese es uno de los mayores retos que he enfrentado: visiones misóginas acerca del trabajo que desarrollamos las activistas en el trabajo cotidiano, simple y sencillamente se te agrede por tu condición de mujer en un espacio que se considera exclusivo para hombres. Así que entonces el reto ha sido vencer las inercias que corresponden a esas visiones no solamente misóginas, sino totalmente discriminatorias hacia la una mujer que participa en la actividad política. Desgraciadamente, a veces esas actitudes no
corresponden exclusivamente a los hombres, yo me he encontrado con mujeres en la política que a través de los años, han pasado por lo que yo denomino una masculinización, que consiste en hacer o armar tu agenda como hombre, donde renuncias a tu vida personal, a tu vida de pareja o a tu derecho a ser madre, por dedicarte a ser política y entonces de repente esto tiene un costo tan alto, que también estas mujeres, en muchas ocasiones, violentan a aquellas que vienen incursionando en la política porque se les considera competidoras que pueden quitarles los espacios que han ganado con el transcurso del tiempo. En ese sentido, tenemos que estar muy atentas para identificar si yo como mujer no estoy obstaculizando la participación de otras, o si hay hombres que en este ejercicio están impidiendo el desarrollo y el crecimiento de activistas, de mujeres y hombres que provengan de donde provengan, estamos obligados a respetar. RS. ¿Estará listo México para una presidenta? ED. Estoy absolutamente convencida de que sí, además creo que la virtud que tenemos las mujeres es que, a lo mejor se escucha mal que lo diga yo, pero somos más trabajadoras, comprometidas y honestas. Me parece que el ejercicio, que muchas tenemos en nuestra formación, nos lleva a eso, no sé si hay algún estudio o estadística, pero casi estoy segura de que somos las que sacamos las mejores notas y llegamos primero al trabajo, nuestra condición siempre es de mayor entrega, entonces por supuesto que una mujer podría estar al frente de la presidencia. RS. ¿En dónde se ve Esthela Damián dentro de cinco años? ED. En cinco años vamos a estar en el 2021, seguramente trabajando para mi país, trabajando para mi sociedad, a mí nunca me
gusta futurizar porque me parece que es un ejercicio que no sirve mucho; la política no es, se va haciendo. Yo creo mucho en el trabajo, en que tienes que concentrarte en la meta que tienes el día de hoy, y si haces bien tu chamba, por lo general lo demás llega por añadidura, porque tu trabajo te permitió lanzarte a otras plataformas, porque otros te vieron y te buscaron, porque te involucraste en otros retos. Tengo también muchas ganas de aprender inglés, de hacer una maestría, pero estoy esperando que mis hijos crezcan; también hay temas personales que desarrollar, puesto que logré mi certificación como auditora gubernamental. Además tengo muchas ganas de seguir formándome en la academia y ser maestra de secundaria, creo que es un buen reto trabajar con estos jóvenes. Para mí es muy importante saber en qué etapa de su formación puedes lograr transmitirles el amor por tu país, por forjar cosas diferentes, porque se construyan y construyan una sociedad mejor, y cuando recuerdo la historia de mi vida, me parece que es la secundaria donde podrías llegar a aportarles, entonces en algún momento, me veo dando clases. RS. Por nuestra parte es todo, ¿a usted que le gustaría agregar? ED. Primero que nada agradecerles infinitamente el espacio que me han brindado para llegar a muchas personas a nivel nacional e internacional, decirles que Esthela Damián llegó a la política buscando la respuesta a quién va a cambiar este lugar; cómo podemos dejar de tener tanta pobreza y lograr mejores condiciones de vida; cómo tener mayor igualdad; en dónde trabajar por la justicia. Eso es lo que me trajo a este espacio, en realidad la respuesta a estas preguntas es la actividad política. La gente decide qué políticos valen la pena, yo busco que me den el beneficio de la duda.
Trump, del discurso en campaña a la acción de gobierno
S
Por: Alfredo Salazar*
in distinción de partido, edad, país o cultura, ¡todos los políticos en campaña mienten!, todos vociferan, prometen, sentencian, agreden, algunos proponen… pero sobre todo, mienten. La campaña del ahora presidente electo de los Estados Unidos de Norteamérica, el republicano Donald Trump, no es la excepción. El mundo entero se conmocionó con las declaraciones de odio del candidato, por todos lados hubo muestras de afecto y solidaridad con los ofendidos, y también hubo apoyos y aprobación del discurso agresivo y fundamentalista de Trump. Lo dije en un principio de la campaña y lo reitero ahora, la campaña de Donald Trump fue una campaña de manual perfectamentente instrumentada. Ni los estrategas, ni los jefes de campaña, ni el propio Partido Republicano en Estados Unidos, inventaron el hilo negro, no hubo innovación, no hubo genialidad, no hubo magia. Lo que hubo en la campaña fue teoría pura con pragmatismo operacional, así fue, una campaña de polarización, con un discurso de polarización que tenía por objeto (porque así lo dice la teoría) dividir al electorado, polarizar el espectro electoral. Mientras esta campaña tenía lugar y todos nos sorprendíamos con las cada vez más fuertes declaraciones de Donald Trump, ellos lograban su cometido: sacudir, llamar la atención, medir los apoyos, hacer visibles los rechazos, proyectar al candidato, insertarlo en medios masivos de comunicación, introducirlo a las conversaciones y charlas cotidianas; y no solo lo hicieron con su electorado, lo hicieron en todo el mundo. Lo magistral de esa campaña no fue la idea, sino la ejecución; el discurso aunque agresivo, fue con-
sistente en todas sus facetas; de hecho, cada vez era más consistente y entre más rechazo obtenía, más consistente lo hacían. No vale mucho escribir ahora la cantidad de ideas xenófobas, misóginas, racistas, etc., que se expusieron en esa campaña, todos las conocemos (muestra de la efectividad de la misma). El discurso se movió básicamente en dos emociones: el temor y la ira; el temor de perder más de lo que ese votante tenía perdido, y la ira contra los culpables de ello… sin embargo, este artículo no pretende elogiar a Trump ni sus ideas, sino exponer mi hipótesis inicial, todos los políticos en campaña mienten y lo digo esta vez con beneplácito y para no abonar más al terror. Los políticos jamás cumplen todo lo que dicen en campaña, la diferencia en esta campaña es que los dichos fueron negativos, comúnmente lo que vemos son promesas de bienestar en donde todos se llevan una parte buena del discurso, al final solo una pequeña parte es cumplida. Los candidatos adoptan el tema que consideran más apropiado para su campaña y así tenemos el presidente del empleo, el presidente de las minorías, el presidente de los pobres, o hasta el famoso ¡ It’s the economy stupid ! El tema solo es importante para llegar al cargo, una vez ahí se deben atender todos los tópicos gubernamentales por prioridades. En este escenario Trump no es la excepción, de las injurias que vociferó en campaña, cumplirá un bajo porcentaje, ablandará paulatinamente el discurso y maximizará sus mejores acciones.
Comienza ya su próxima campaña para ganar la reelección en 2020, y sabe que al final será eva-
*Alfredo Salazar es Consultor político y gubernamental en temas de comunicación 2.0, ha desarrollado estrategias digitales de alto impacto y es analista de escenarios para aplicación de tecnología en gobierno y política. Ha colaborado desde hace 20 años en organizaciones políticas y gubernamentales. Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación, Maestro en Administración de la Comunicación y Maestro en Social Media y Community Manager. Tiene un Diplomado en Comunicación y Marketing Político, Análisis Político Estratégico, Filosofía, Desarrollo Web, Automatización y PbR. entre otros. @ASOMX
luado por sus resultados y no por sus promesas radicales cumplidas. Las amenazas fueron usadas únicamente como un vehículo no como un fin, este último es el mensaje de esa campaña que nadie repite: Make America Great Again (hacer América grande otra vez). Aún si cumpliera todas sus promesas de campaña, eso no haría que Estados Unidos vuelva a ser grande otra vez. Hay que tener en cuenta que el discurso de Trump se dirigió a los vulnerables, a todas aquellas personas económicamente perdedoras o amenazadas con perder ya sea su empleo, su salario, su capacidad de compra, su casa, o el propio bienestar de su familia. Estas personas necesitaban un culpable de esta vulnerabilidad y ese culpable fue el otro, el diferente, de ahí el éxito de Trump en campaña. Sin embargo, Trump ya no está en campaña, cumplir sus promesas en realidad desestabilizaría los mercados bursátiles del mundo, sucedería un efecto boomerang; todo el odio expuesto en campaña contra “los otros”, se volvería hacia los votantes de Trump por ser los culpables de la inestabilidad mundial; en ese momento los vulnerables, temerosos e iracundos votantes de Trump serían el enemigo, el culpable, y pasarían a ser “los otros”. La comunicación de gobierno es una comunicación real, de resultados tangibles para la ciudadanía, de mejoras visibles en la vida de las personas, de números económicos fríos, de valor de la moneda, de capacidad de adquisición, ahí es el punto
en donde se quiebra el discurso de campaña, ya no sirve de nada vociferar porque eso no se convierte en resultados. La opinión pública pronto comienza a pasar de lo emocional a lo racional, en ese momento lo que hay que exponer son los resultados, y si los resultados no existen, hay que poner atención; llegado ese punto, el discurso de campaña muere y la comunicación de gobierno surge para convencer a la opinión pública de los buenos resultados de la gestión. Entonces, ¿qué va a pasar con las propuestas de Donald Trump? Va a cumplir una parte pequeña de ellas, va a maximizar ese pequeño cumplimiento y después va a pasar a la acción gubernamental de la mejor forma que considere, al final de todo será evaluado por sus resultados y no por sus dichos. Donald Trump no será juzgado bajo la lupa de hacer a “los otros más pequeños” sino por “hacer América grande otra vez” y lo que sea que signifique, eso se logra con acción de gobierno y no con discurso de campaña. Hoy Donald Trump sabe algo, hay un gran número de estadounidenses que se sienten vulnerables, decepcionados, temerosos, iracundos; su reto es devolverles la tranquilidad y la confianza, y eso no lo va a lograr aun cumpliendo todas sus promesas de campaña, lo sabe y tendrá que pasar de la mentira incendiaria de campaña, a la realidad gubernamental.
Los secretos del retrato emocional: un recurso estratégico Por: Jorge Limón*
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s bien sabido que en cuestiones de política, la imagen es un recurso, que bien manejado, puede no solo llevar a un candidato al poder, sino que lo ayudará a ejercerlo. Esta herramienta debe ser utilizada de manera estratégica, ya que está relacionada con el hecho de que los seres humanos nos sentimos atraídos por cosas que pocas veces podemos explicar y que poco tienen que ver con la estética. La diferencia entre belleza y hermosura es que la primera es física; tiene contorno y medida y se puede ver a simple vista. En cambio, la hermosura es una emoción que nos cautiva y nos envuelve con el hechizo del entusiasmo; tiene que ver con aspectos internos de la persona como la inteligencia, la gracia, la simpatía y la personalidad; que en conjunto es lo que provoca reacciones en otros. Un retrato emocional de David Ross Studio tiene como misión provocar que el electorado incline su decisión mo-
vido por las emociones, que tenga la imperiosa necesidad de votar por tal o cual candidato, aunque en realidad no tenga muy claro por qué. Inspirados en los conceptos de la filosofía japonesa del Wabi-sabi, que es la capacidad de ver la belleza en lo imperfecto y exaltar los valores de lo incompleto, lo impermanente y lo inacabado, y el Ma que nos habla de la pausa y el vacío, pero no como la falta de contenido sino como un instante de respiración consciente que nos permite llenarnos de energía y llegar a un estado contemplativo en el cual es posible apreciar la expansión del espacio y el tiempo, llegamos a conseguir que las fotografías hablen, comuniquen, seduzcan y fascinen. El secreto del retrato emocional radica precisamente en lo que no vemos con los ojos sino con el corazón. David Ross se ha dedicado por más de cincuenta años a perfeccionar una técnica que logra transmitir en sus retratos la belleza que provoca. Ha con-
*Jorge Antonio Limón, fotógrafo nacido en la Ciudad de México a principios de los años setenta, tuvo la suerte de encontrar su vocación a muy temprana edad, por casualidad, conoció al famoso fotógrafo de personalidades, el Ingeniero David Ross, que desde entonces se convirtió en su mentor y guía. A los 21 años, una de sus principales obras titulada “Miedo”, ya se había expuesto en más de 25 recintos en México y Estados Unidos, incluyendo el Museo Mural Diego Rivera, considerado por el Instituto Nacional de Bellas Artes como el escaparate más importante para la fotografía de nuestro país. Sus conocimientos en Negocios, Administración, Mercadotecnia, Ventas, Programación Neurolingüística, Teología y Marketing digital, conforman su personalidad de líder empresario. Después de un lapso volvió a su gran pasión: La fotografía, y lo hizo a lado de su gran maestro de la juventud. Hoy en día, Jorge Limón y David Ross forman una mancuerna insuperable manejando la empresa de fotografía de personalidades más importante del mundo. Con más de 30 años de experiencia en el universo de la fotografía, actualmente, Jorge dirige David Ross Studio en México y Estados Unidos. @jorgelimon1
seguido transformar el destino de incontables campañas políticas en México, Estados Unidos, Canadá, Europa, Centro y Sudamérica. Mediante técnicas de respiración y acupresión, logra la relajación del rostro y del cuerpo produciendo un elixir de neurotransmisores como oxitocina, dopamina, melatonina, endorfinas, feniletilamina, epinefrina y adrenalina, que al recorrer el cuerpo llevan al retratado a un total contacto con sus emociones y logran proyectar, con las expresiones del rostro, mensajes que actúan directamente en el cerebro del espectador. Hemos escuchado muchas veces que una imagen dice más que mil palabras, en David Ross Studio estamos convencidos de que una imagen persuade más que mil discursos, y por eso, nos dedi-
camos a retratar el alma, a construir expresiones y a exaltar la humanidad. El Retrato emocional es una forma de crear una imagen política óptima que transmita confianza, certidumbre y credibilidad a la ciudadanía, partiendo de estímulos que son percibidos de manera positiva y permiten al actor político definir y orientar la percepción del electorado, así como distinguirse y posicionarse respecto a sus competidores. En conclusión, la imagen en política es el resultado de una valoración pocas veces racional y casi siempre emocional; el éxito depende de la transmisión de estímulos congruentes y elocuentes que lleven al elector a votar a nuestro favor.
Trump y el mundo del espectáculo Por: Cuauhtémoc Miranda*
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na vez pasadas las elecciones de la nación más poderosa e influyente del planeta, son varias las incógnitas que pueden saltar a la vista y que en algunos casos podrían poner a temblar no solo a los norteamericanos y demás migrantes de ese país, sino a todo el mundo por sus ideas discriminatorias y radicales; lo que sí es una realidad es que el llamado show business se ha trasformado radicalmente con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. La movilidad de esta contienda deja muchos perfiles para análisis, uno de los primeros es que la mayoría de la gente estuvo sentada frente al televisor, con botana en mano, siguiendo minuto a minuto el desarrollo del proceso electoral y eso no solo en el país vecino del norte, sino en todo el orbe. Dentro de este escenario han sido clave las famosas encuestas; instrumentos utilizados para predecir cual bola mágica, el posible resultado; dichas encuestas, que además cuestan millones de dólares, daban una ligera ventaja a la señora Clinton, pero los números fueron otros y aunque obtuvo la mayoría de
*Cuauhtémoc Miranda es autor del libro Crónicas Hertzianas, historia de la radio en México editado por Interwriters. Estudió la carrera de Ciencias de la Comunicación en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, además realizó una maestría en Filosofía y Crítica de la Cultura por la Universidad Intercontinental. Desde 1992 ha sido productor y conductor para diversos grupos radiofónicos, entre los que destacan Televisa-radio, Radio Fórmula y Grupo Imagen. Es catedrático del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores Monterrey campus Ciudad de México. @cumiranda cuauhtemocm@gimm.com.mx
votos, estos no fueron suficientes para lograr los colegios electorales necesarios y obtener así la oficina oval, de ahí la debacle de la demócrata. Entonces, ¿seguirán siendo confiables las encuestas?, ¿valdrá la pena contratar estos servicios para revisar las tendencias? Otro perfil del magnate es el mundo del espectáculo, el señor Trump ha aparecido desde 1989 en diversas series de televisión, entre las que destacan: “La niñera” “El príncipe del rap” al lado del famoso actor Willy Smith, y también lo ha hecho en películas como “Mi pobre angelito 2” y “Una pandilla de pillos”, incluso se subió al cuadrilátero de una fun-
ción de lucha libre de la WWE, en donde al momento de aparecer en el escenario, volaron billetes de diferentes denominaciones para todo el público asistente. Estas apariciones, aunadas a su fortuna, lo mantuvieron siempre en el candelero del mundo mediático, carta que supo jugar para llegar hasta donde llegó, la presidencia de los Estados Unidos. Dados los resultados, sin lugar a dudas la nueva figura del ejecutivo en la Unión Americana, tendrá una exposición fuera de serie, incluso más que el mismo Barack Obama, y eso marcará el rumbo de lo que será el nuevo sueño americano.
El Candidato Por: Manuel Grapain*
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l Candidato (EUA, 1972). Interior, noche; casa de campaña del partido demócrata; silencio, caras largas, palabras de ánimo; su candidato acaba de perder la elección. Para algunos esto de la campaña política es como un billete más en las carreras de caballos, si se gana ¡Qué bueno! Si se pierde, se rompe, se tira, y se saca del bolsillo un nuevo billete; un nuevo viaje a la oportunidad de vivir por una temporada, más o menos bien o en una posición de privilegio por el resto de la vida. Esa es la apuesta del estratega de campaña con cerebro de aventurero, que sabe ganar y perder, pero no sabe cómo gobernar; sin embargo ya trae en la mira a su próximo candidato. Los candidatos juegan elecciones; los políticos las ganan. Esta película me hace reflexionar sobre la memoria. Michael Ritchie director, hace 44 años nos hizo un comentario cinematográfico (olvidado ya) acerca de cómo se fabrican los políticos en Estados Unidos, él y Robert Redford desarrollaron una estrategia de producción perfilada, por la escasez de recursos, hacia el cine documental. Para Redford (Bill McKay), esta fue una oportunidad de oro al posicionarse como un actor de carácter, manejando la complejidad de un personaje inmaduro, ambicioso, inteligente, orgulloso; oportuno para la escena
política, que dibuja en el discurso un buen gobierno; que evoluciona de ser un actor sin forma ni fondo en una campaña tambaleante, a ser un actor capaz de hacer consciente su texto y no identificarse con él, ya que en el fondo, no ha dejado de ser aquel joven abogado que de gobernar no sabe nada. Los cazafortunas políticos o directores de campaña, le proponen a Bill, postularse para senador; le hablan de “imagocracia”, le hablan de crear un personaje que refresque la escena con la convicción de perder la elección pero ganar la posición; “habrá que dar la cara en tiempo y forma” le dicen, aunque esa cara solo sea una forma vana; le hacen saber que la gente necesita calidez; que cada saludo, cada palabra, cada golpe, cada banquete, cada frustración, cada coctel mezcla de admiración e ironía, cada conflicto entre la persona y el personaje, incluso cada sacrificio, es un voto. Es este un guion minimalista donde lo que no se dice también es esencial, es pausado, los personajes prefieren esperar, que tomar decisiones fuera de momento o lugar; son prudentes al prospectar resultados, pero ambiciosos cuando se dan cuenta de su potencial de ganar. El guion describe un debate corto pero contundente; un enfrentamiento no solo entre discursos, sino entre generaciones opuestas. El candidato opositor a Bill McKay nos ofrece una gran lectura de lo que
*Manuel Grapain, es Director, Guionista, Fotógrafo Cinematográfico, así como actor, egresado de la Escuela de Arte Teatral (INBA) como Lic. En Arte Dramático. Actualmente cursa la Maestría en Mercadotecnia en la Universidad de la Comunicación, donde también es profesor en la carrera de Cinematografía. Forma parte de la Comisión de Evaluación del EFICINE PRODUCCIÓN que otorga el estímulo fiscal por la cláusula 189 de la Secretaría de Hacienda. manu_grapain@me.com
es ser republicano en un debate, sobrio y sin mucho desparpajo sentencia: “el que no está conmigo es mi enemigo”, pierde los estribos fácilmente y ahí el que se enoja pierde. A partir de ese momento, la figura de McKay sube como la espuma; su discurso se reproduce cientos de veces y cada vez mejor, se sube a la ola del impulso ganador e incluso logra sortear la carencia de fondo de ese mismo discurso; cree que le va a alcanzar la inercia para llegar, pero faltando un mes para las elecciones, las burbujas de la espuma habían reventado y estaban a punto de empatarle en las encuestas. Era hora de hacer uso del plan B, utilizar las influencias de su padre, un exgobernador y político de la vieja guardia, con quien McKay tiene una relación fría, distante, pero cordial, donde la competencia ha sido siempre la base del aprendizaje. Una reunión con él supone el movimiento de una gran masa a su favor; Bill le visita y sella su destino. La fotografía utiliza el multiformato de manera interesante; alternar diferentes tex-
turas con el mismo discurso dramático, siempre es una solución afortunada para privilegiar los puntos de vista diversos, los diferentes enfoques que puede presentar la realidad; el director propone durante toda la cinta, filmar el documental del documental. Así llega el día de las elecciones; en las calles bulliciosas el ambiente está mezclado de propaganda y discursos minimalistas; de grandes letreros atemorizantes y mensajes cortos colgando de los picaportes, de eventos sociales escandalosos, triunfalistas y trabajo de voluntarios tocando de casa en casa; cada facción instalada en su rush sutil antes del estallido final, antes de ser proclamados vencedores en la carrera por el poder. Bill McKay está atónito mientras escucha las palabras de su padre que le avisan de su triunfo aplastante; una sensación de vacío recorre su cuerpo, es la anagnórisis de la vanidad, ahora tiene puestas las alas de la victoria, pero no sabe cómo volar.
La crisis de la comunicación Por: Eduardo Higuera*
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esde el martes 8 de noviembre hasta hoy, el mundo parece estar atravesando un proceso de duelo transitando casi todas las etapas que lo caracterizan: negación, ira y depresión rampantes, acompañadas de muy poca aceptación del hecho de que, al menos cuatro años, la frase “presidente Donald Trump” nos acompañará a diario. Por supuesto que esto ha significado que se cimbre a nivel tectónico una gran parte de los supuestos sobre los que ha funcionado la democracia electoral de Estados Unidos, lo cual parece poner en riesgo a todo el planeta, de acuerdo con las visiones más alarmistas. Sin embargo, propongo dar un paso atrás y ver el hecho desde el punto de vista de la comunicación. Para empezar debemos aceptar que la “sorpresiva” elección de Trump no es una novedad completa en vista de lo que ha venido ocurriendo en el segundo semestre de este año. Si nos detenemos a reflexionar con cuidado, podemos ver que hubo muchos avisos y ensayos de este evento, dentro
y fuera de Estados Unidos. En junio por ejemplo, los votantes británicos decidieron dar el sí al Brexit a pesar de lo que parecía indicar una pléyade de encuestas y los medios de comunicación. Con este resultado, el trabajo coordinado de décadas entre países europeos queda en entredicho, contrariando la lógica y arriesgando además la poca estabilidad que Europa ha mostrado en los últimos 40 años. En cuanto a nuestro propio subcontinente, Latinoamérica, también tuvimos nuestra sorpresa de 2016. Como recordarán el referéndum que daría fin al proceso de paz en Colombia resultó, para sorpresa de muchos intelectuales y analistas, un voto en contra que significaba que el conflicto armado no culminaría este año. Pero para los mexicanos el principal punto de sorpresa y temor se dio, ya sabemos, con la elección presidencial de Estados Unidos. En este caso se unieron el personaje adecuado y las condiciones precisas de un electorado harto, lo que llevó a una carrera presidencial estadouniden-
*Eduardo Higuera es un profesional con 20 años de experiencia en el campo de la comunicación, colaborando en medios informativos, comunicación social institucional, producción de medios, posicionamiento y manejo de relaciones públicas. eduardohiguerabonfil@gmail.com @HigueraB
se que poseía dos condiciones particulares: por un lado, sin importar quién venciera y viéndolo objetivamente, ambos candidatos eran malos e impopulares en términos electorales; por otra parte, también sin importar quién venciera, sería una lección histórica por las características intrínsecas de ambos candidatos: un novato en las elecciones, contra la primer aspirante femenina a la presidencia de EU con posibilidades reales. Debo decir que, como estudioso interesado en la comunicación política, me siento feliz de que el triunfador fuera Trump, y el Brexit prevaleciera. Esto debido a que hay muy pocas ocasiones en que las reglas se deben reescribir tan profundamente como ahora tenemos que hacerlo. En pocas palabras, todos estos resultados nos obligan a salirnos de nuestra
zona de comodidad, mirar todo de nuevo con ojos de niños que descubren el mundo y, como ellos, tratar de entenderlo sin preconcepciones. Quizá por eso, a nivel profesional, me he encontrado con que no he tenido un verdadero proceso de luto, sino más bien una gran emoción y expectación. Donde muchos ven una profunda crisis en los sistemas políticos representativos y un desengaño profundo ante el desconocimiento que aparentemente tenemos analistas y medios sobre lo que realmente ocurre, yo creo firmemente que ha llegado el momento de replantear nuestro conocimiento y herramientas, es decir, qué podemos mejorar. Es cierto que cada uno de los casos mencionados, en especial el de Trump, tiene un potencial negativo enorme, pero debemos actuar con la cabeza fría
y hacer un análisis real de lo que nos ha fallado en la institución de la comunicación política.
instituciones monolito que no aportan elementos para que conozcamos la realidad.
La evidencia estaba ahí y no quisimos, o pudimos verla. Michael Moore, el documentalista americano, famoso por Bowling for Columbine, nos señaló nuestro error desde junio. El voto colombiano del NO fue anticipado por algunos analistas de derecha que veían amenazados los intereses de las clases sociales urbanas de aquel país. El Brexit nunca estuvo claro en su resultado, a pesar del apoyo del primer ministro británico, y aún así pareció que la decisión del país históricamente menos adepto a la Unión Europea, nos agarró los dedos con la puerta a todos.
Estas instituciones, lo digo en sentido figurado pues en realidad son construcciones subjetivas de grupos o personas, inician con la creencia de que tenemos forzosamente la razón; una posición que solamente reduce la capacidad de analistas y hace nuestros pensamientos parciales, ya que veo la realidad encaminada hacia donde yo quiero que vaya, sea o no verdad.
Me tocó escuchar por radio a Roy Campos decir que la mala percepción de la elección presidencial de nuestro vecino norteño era culpa de un nuevo grupo de profesionales que no seguían reglas estrictas, como las de las encuestadoras, para hacer sus vaticinios, los “pronosticadores”. Fue decepcionante darme cuenta que incluso la gente más inteligente se puede aferrar a sus verdades y apuntar a cualquier lugar con tal de no sentir ninguna responsabilidad ante la “realidad” que contribuyen a construir. A mí me parece que, citando a un clásico mexicano, debemos mandar al diablo a las instituciones que impiden un análisis de la comunicación social y política. La gran utilidad que puede tener esta disciplina, y aquellos que nos dedicamos a ella, se minimiza con la construcción de conceptos que funcionan como
Y es que pensamos, ¿quién puede decir NO a terminar con el conflicto guerrillero más largo?, ¿cómo va ser posible que no entiendan los británicos que salir de la Unión Europea es mucho peor que cualquier escenario de permanencia?, ¿por qué fue elegido Trump? Y resulta que ni los votantes por el NO en Colombia, ni los del Brexit, ni los de Trump, son todos ignorantes o inconscientes. Un gran porcentaje de estos son personas promedio que no se sienten representadas; que no han recibido ningún mensaje positivo del gobierno y sus partidos sobre cambios; que se encuentran perdidos en la jungla mediática y expuestos a los mensajes efectistas, o que simplemente buscan sacudir al sistema para ver si algo mejora. Desde mi punto de vista, son dos las “instituciones” que es necesario dinamitar hasta los cimientos: la arrogancia institucionalizada y la descalificación institucionalizada de los otros, que se desprende precisamente de la primera.
Respecto a la arrogancia institucionalizada, debemos recordar que muchos de nuestros analistas e intelectuales, provienen de una larga tradición de desprecio ejercido desde el pensamiento occidental, lo que los lleva a pensar que sus argumentos racionales no pueden ser refutados, ni por la realidad misma. Fomentar esta lógica solamente llevaría a renunciar ejercer nuestra más importante característica como seres humanos: la capacidad intelectual de cuestionar el entorno para eventualmente, comprenderlo y transformarlo. En relación a la descalificación institucionalizada de los otros, como ya apunté, podemos estar 100% en contra de Trump, de sus posicionamientos y actitudes, pero por mucho que nos molesten, son posturas legítimas que evidentemente tocaron la consciencia y preocupación de un amplio sector de la población de Estados Unidos. Nuestra respuesta ha sido, como lo hizo la excandidata Clinton, descalificarlos como “deplorables”, “fascistas”, “ignorantes” y más; si no piensan como yo, no son humanos, muy Foucault, en definitiva. Todo esto se debe a nuestra costumbre de centrarnos en nosotros mientras la realidad ocurre a nuestro alrededor y se multiplica enormemente al ser comunicada por medio de la “cámara de eco”
en la que se han trasformado los medios y las redes sociales. El efecto final es que no vemos al mundo como niños sorprendidos, sino como personas con la percepción alterada, al observar un mundo inexistente a través de un sueño de opio, lo que nos lleva también a reproducir en nuestra burbuja de redes sociales lo que creemos, no lo que en realidad ocurre. El duelo que el mundo ha vivido es un duelo al que directamente hemos contribuido los medios, las redes sociales y la falta de debate democrático abierto y amplio. Hemos usado herramientas como las encuestas y focus groups de forma equivocada, cerrando los oídos a los reclamos o pensamientos diferentes a lo que se considera políticamente correcto, lo que ha generado que ni siquiera podamos debatirlos. Las lecciones que este dinámico y tormentoso 2016 nos deja son claras: de continuar así, no se puede pensar que la cultura de la democracia pueda prevalecer, así que renovémonos profundamente y fomentemos el debate, esto es esencial para los analistas de comunicación y en último término, para nuestras aspiraciones democráticas, ¿no cree usted?
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José Mariano Salas y Pedro María Anaya
n 1846 la transición de presidentes interinos continuaba, ese año México tuvo cuatro presidentes: Mariano Paredes y Arillaga1, Nicolás Bravo2, Mariano Salas y Valentín Gómez Farías3. Una vez que Paredes terminó su período, tocaría el turno a José Mariano Salas, quien ocuparía la silla presidencial en dos ocasiones, una en 1846 y otra en 1859. José Mariano Salas nació el 11 de mayo de 1797 en la Ciudad de México. En 1813 decidió integrarse a las filas del Ejército Realista, donde luchó contra los insurgentes durante la Batalla de Independencia. En el primer imperio de México, brindó su apoyo al emperador Agustín Iturbide y este lo nombró capitán. Salas fue un militar importante, pues se mantuvo luchando la mayor parte de su vida; de ese modo, logró ser respetado y reconocido por su valor en las batallas. Para 1846, una vez que Nicolás Bravo dejó la presidencia (ya que había sido encargado como interino mientras Mariano Paredes y Arillaga salía a Guadalajara), Salas se encargó de presidir al país del 6 de agosto al 23 de diciembre de ese año. Como podrá apreciarse, su gobierno fue muy breve; esto aunado a las luchas de poder
que seguían y no permitían tener estabilidad en el país, provocó que no hubiera cambios significativos en México. Al ocupar el cargo, Salas, cuyo objetivo era beneficiar al país, buscó recursos para la guerra, ya que el conflicto con Estados Unidos comenzaba y se requería que el ejército mexicano luchara firmemente y no de manera precaria. Además pretendía que el país se desarrollara culturalmente, así que propuso la creación de institutos de historia y de idiomas, aparte de una biblioteca nacional; sin embargo nada funcionó, ya que la atención de todo el país estaba enfocada en el conflicto armado contra los Estados Unidos. Una de las acciones más importantes que llevó a cabo fue el restablecimiento de la Constitución de 1824. Convocó a elecciones buscando que Santa Anna volviera a gobernar el país, sin embargo no fue así, ya que este se encontraba luchando en el norte. En su lugar quedó Valentín Gómez Farías. En 1847, Salas se unió a la guerra y fue hecho prisionero, pero una vez terminada esta, fue puesto en libertad y nombrado gobernador de Querétaro. Tiempo después ocuparía la presidencia nuevamente del 21 de enero al 2 de febrero de 1859,
*Rodrígo R. Díaz Martínez es estudiante de Derecho en la Universidad La Salle y actualmente se desempeña como asistente de Dirección de la Revista Signum, C,P & C. @Historia_politica
sin embargo esto solo fue para que el país no se quedara sin presidente, puesto que se esperaba la llegada de Miguel Miramón. Para 1863, formaba parte de la Regencia que gobernaría al país mientras arribaba Maximiliano para establecer el segundo imperio de México. El 24 de diciembre de 1867, José Mariano Salas murió en la Ciudad de México. Una vez transcurridos los gobiernos de Valentín Gómez Farías (1846-1847), y una de las tantas presidencias de Antonio López de Santa Anna (1847)1, tocaría el turno a Pedro María Anaya. Pedro María Bernardino Anaya Álvarez nació el 20 de mayo de 1795 en Huichapan, Hidalgo. Como todo personaje de esta época, se alistó en el ejército y fue parte de la Batalla de Independencia, adhiriéndose al Plan de Iguala, mismo que proclamaba precisamente la independencia del país. Cuando José Joaquín de Herrera llegó a la presidencia, le fue asignado el puesto de Secretario de Guerra y Marina. El 2 de abril de 1847, Anaya sería nombrado presidente interino, ya que Santa Anna iría a Veracruz a combatir. Una vez asumido el poder, Anaya buscó recursos para la guerra contra Estados Unidos; otra vez un presidente se veía en la necesidad de hacerlo, ya que se requerían no solo armas y municiones, sino más hombres para la lucha. Su mandato terminaría el 20 de mayo del mismo año, pues Santa Ana regresaría tras su derrota en la Batalla de Cerro Gordo en Veracruz.
A Anaya se le encomendaría la Batalla de Churubusco en el Convento del mismo nombre, por la cual es muy recordado, ya que luchó sin descanso y no se rindió ante las adversidades que sufrió durante el desarrollo del conflicto, tales como quedarse sin armas y sufrir bajas importantes de hombres. En ese contexto, él siguió luchando de tal manera, que su arma y la de sus hombres eran los puños, y cuando el general Twiggs, quien comandaba las tropas estadounidenses, le preguntó dónde estaban sus armas y municiones para luchar, él contestó con su famosa frase: ¡Sí hubiera parque, no estaría usted aquí!. A pesar de todo, fracasó y fue encarcelado por los estadounidenses; una vez que el conflicto terminó, fue puesto en libertad. Anaya volvería a ser presidente de México del 13 de noviembre de 1847 al 8 de enero de 1848. Precisamente en ese año, ocuparía también el Ministerio de Guerra; en 1849 sería Gobernador del Departamento de México, actualmente Estado de México, después Secretario de Guerra y por último en 1853, Director de Correos. Finalmente, Pedro María Anaya murió en la Ciudad de México el 21 de marzo de 1854.
REFERENCIAS 1. Revista Signum Comunicación Política #25. 2. Revista Signum Comunicación Política #22. 3. Revista Signum Comunicación Política #19. 4. Revista Signum Comunicación Política #20.