Revista Signum 43

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SIG Revista

Año 3, Núm.43

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cióN PolíticA & CulturA

Lorenzo Córdova E l e c c i o n e s 2 0 1 8



SIG Año 3, Núm.43

Narrativa de la corrupción en el debate presidencial Por: Dunia Ludlow ¿Debate o espectáculo? Por: Gabriela Seoane

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cióN PolíticA & CulturA

La disyuntiva del INE Por: Sergio Uzeta Lo que nos ofrecen AMLO, ANAYA Y MEADE Por: Alfonso Gómez

Participar sin fines de lucro Por: Ileana Hidalgo


CONTENIDO

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34 48 50 52 54 58 62 66 68

Narrativa de la corrupción en el debate presidencial Por: Dunia Ludlow

Entrevista con: Lorenzo Córdova

Debates 2018: Acercar propuestas al electorado Por: Yuri Beltrán

Discapacidad psicosocial: hacia una plena voluntad de decidir Por: Fidel Pérez

Comunicación y códigos culturales Por: Ricardo Homs

Postpolítica: del porno al punk digital Por: Alejandro Arroyo

Nuestro español no discrimina Por: Cuauhtémoc Miranda

Participar sin fines de lucro Por: Ileana Hidalgo

La disyuntiva del INE Por: Sergio Uzeta

El futuro del Derecho Procesal Electoral Por: Moisés Vergara

Lo que nos ofrecen AMLO, ANAYA Y MEADE Por: Alfonso Gómez

“¿Elecciones confiables y seguras el 1º de julio?” Por: Carlos González

¿Debate o espectáculo? Por: Gabriela Seoane

Sobre el Manual de Resistencia de López Obrador Por: Fernando Dworak

El derecho al libre desarrollo de la personalidad Por: Armando Hernández

Desinformación autoimpuesta Por: Eduardo Higuera

Sobre las encuestas Por: Diego García

La mecánica de la naranja Por: Manuel Grapain

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Grandes Personajes de la Historia Política Por: Rodrigo Díaz

DERECHOS DE AUTOR Y DERECHOS CONEXOS, año 3, No. 43 , 2018. Revista Signum Comunicación Política & Cultura, es una publicación mensual editada por M&D High Strategy Group, calle retorno 21 de Genaro García No. 12-301 Col. Jardín Balbuena, Delegación Venustiano Carranza, CP, 15900 Tel. (55) 55522465 y cuya página electrónica es: www.revista-signum.com Editor responsable: Claudia A Martínez Díaz direccion@revista-signum.com Reserva de Derechos al Uso Exclusivo No. 042015041712141100203, ISSN 1405-8499 ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor, responsable de la última actualización de este número de Informática INDAUTOR, Ing. Juan José Pérez Chávez, calle Puebla, 143, Col. Roma, Delegación Cuauhtémoc, CP 06700, fecha de la última modificación: 30 de diciembre de 2017. Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor responsable ni de la publicación. Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación, sin previa autorización de M&D High Strategy Group. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS.

DIRECTORA GENERAL Claudia Martínez Díaz

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DIRECTORA DE COMUNICACIÓN Y ESTRATEGIA Mónica Martínez Díaz dircom@revista-signum.com

COLABORADORES (en orden alfabético) Alejandro Arroyo Alfonso Gómez Armando Hernández Carlos González Cuauhtémoc Miranda Claudia Guzmán Dunia Ludlow David Ross Diego García Eduardo Higuera Elvin Torres Fernando Dworak Fidel Pérez Gabriela Seoane Ileana Hidalgo Manuel Grapain Moisés Vergara Paola Félix-Díaz Ricardo Homs Rodrigo Díaz Sergio Uzeta Yuri Beltrán

CONSEJO EDITORIAL (Por pares ciegos) DISEÑO EDITORIAL M&D High Strategy Group FOTOGRAFÍA Y PUBLICIDAD

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CARTA EDITORIAL

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stamos muy cercanos a las elecciones más grandes de la historia de México que, sin duda, contribuirán a la democracia y marcarán un antes y un después en los ciudadanos; por esa razón, la entrevista de este número es con Lorenzo Córdova, Consejero Presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), cuya gran responsabilidad es organizar y llevar a buen término estas elecciones. En esta entrevista Córdova nos habla de los retos que supone llevar a cabo esta elección, así como de los mecanismos que utilizará el INE para dar certeza al proceso electoral; también nos comenta acerca de las campañas negras, del nuevo formato de debate y de lo que podemos esperar el 1° de julio. Una entrevista que nos permitirá tener una visión más clara de lo que implica una elección de esta magnitud. En ese mismo tenor, nuestros colaboradores nos hablan de cómo uno de los temas centrales de las campañas es construir una narrativa que proporcione a los electores razones para acudir a las urnas y votar por un candidato determinado, en este proceso los debates tienen un papel relevante, pues contrastan propuestas, personalidades y sacan a los candidatos de la comodidad del spot y de los discursos frente a sus leales seguidores. En este sentido habrá que comprender que los debates políticos, aunque deberían permitir el contraste directo entre las políticas, objetivos, costos y viabilidad, considerando que pueden ser la principal fuente de información para algunos públicos, a veces se convierten en simples espectáculos. Las ideas también generan polémica en los nuevos medios digitales, donde lamentablemente algunos mensajes transmitidos a través de las redes sociales se enfocan en insultar o agredir a los personajes contrarios al candidato de su preferencia, por lo que deberemos ser muy cuidadosos para no enrarecer más el ambiente político nacional. En ese mismo contexto, se reflexiona acerca de las encuestas y de cómo en la mayoría de los casos, la gente tiende casi de inmediato a tacharlas de parciales si los resultados no favorecen a su candidato. Por otra parte, y como un aspecto innovador, se analiza la posibilidad de aplicar las tecnologías de información y comunicación al Derecho Procesal Electoral. Este número en particular le ofrece temas electorales de coyuntura y una entrevista de primer nivel, estamos seguros que le serán de mucha utilidad para formarse un panorama general del momento histórico por el que estamos transitando. Como siempre agradecemos su lectura y esperamos con gusto sus comentarios en @SignumComPol El consejo editorial


Narrativa de la corrupción en el debate presidencial Por: Dunia Ludlow*

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no de los temas centrales de las campañas es construir una narrativa que proporcione a los electores razones para acudir a las urnas y votar por un candidato determinado. En este proceso, los debates tienen un papel relevante, pues contrastan propuestas y personalidades y sacan a los candidatos de la comodidad del spot y de los discursos frente a sus leales seguidores.

*Dunia Ludlow es Diputada Local VII Legislatura ALDF del Grupo Parlamentario del PRI. Estudió la Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública en la Universidad Iberoamericana, donde se graduó con Mención a la Excelencia Académica. Es Maestra en Gobierno y Administración Pública por la Universidad Complutense de Madrid, España, así como en Economía y Gobierno por la Universidad Anáhuac del Norte. Ha estudiado dos Diplomados, uno en Opinión Pública y Comunicación Política por la Universidad Nacional Autónoma de México y el otro en Diseño y Planificación de Campañas Electorales, impartido por la Fundación Ortega y Gasset de Madrid, España. Actualmente es la Presidenta de la Comisión de Vivienda de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal. @DuniaLudlow

En ese sentido el debate del 22 de abril cumplió las expectativas. Sobre todo, en la primera parte del mismo, se percibió a un López Obrador acorralado por sus oponentes. Acusado —casi sin defenderse— del manejo nepotista de su partido, de sus contradictorias alianzas políticas, de sus deficientes declaraciones patrimoniales y, entre otras cosas, de la desarticulación y escaso desarrollo de sus propuestas. Barrer escaleras o su someter su mandato a plebiscito, como métodos de combate a la corrupción y rendición de cuentas, palidecen frente a la impunidad y los incentivos existentes para violar la ley. Era previsible —como ocurre en todos los debates— que en su carácter de puntero Andrés Manuel sería el centro de los ataques. No se preparó para ello; si hace doce años se negó a asistir al primer debate, hoy desdeñó la importancia estratégica de los debates. Habrá qué ver si el electorado le pasa factura por esa falta de previsión. En el caso de Ricardo Anaya se puede destacar su decisión de atacar sin reservas a sus contrincantes, principalmente a López Obrador y a José Antonio Meade. Sin embargo, frente a las acusaciones de corrupción que recibió, solamente arguyó el supuesto manejo faccioso de las instituciones. De hecho, uno de los momentos estelares de Meade fue mostrar que las acusaciones que existen en contra del ex-


En la mesa del debate —con buen efecto, pero tal vez escasamente desarrollado— quedó el tema de la compra irregular de una nave industrial y su utilización para el lavado de dinero, que a su vez se relaciona con la falta de correspondencia entre sus ingresos y el nivel de vida de Ricardo Anaya. Una de las paradojas de este debate es el hecho de que uno de los temas más importantes por el cual el electorado busca un cambio es para combatir la corrupción; sin embargo, el debate mostró que los principales candidatos de la oposición tienen comportamientos inconsistentes en este tema. López Obrador espera que su ejemplo irradie casi mágicamente al resto de su eventual gobierno; Ricardo Anaya tiene consigo un negocio muy lucrativo y fraudulento. En contraste el candidato del PRI no recibió ninguna acusación directa o personal. Se le cuestionó sobre la honestidad del presidente Peña Nieto y sobre la corrupción de algunos de sus correligionarios, pero una de las na-

rrativas de esta campaña es que no tiene ningún acto de corrupción que se le pueda achacar, que mantiene un nivel de vida acorde con sus ingresos y que, frente al fenómeno sistémico de la corrupción, tiene propuestas institucionales que no dependen de la voluntad o el ejemplo esplendoroso de una sola persona. En el debate José Antonio Meade explicó que una de sus propuestas es incorporar a la Secretaría de Hacienda, al Sistema de Administración Tributaria y al Instituto Nacional Electoral en el Sistema Nacional Anticorrupción. Con ello se podría contrastar de manera efectiva las declaraciones patrimoniales y vigilar de manera más estrecha los recursos de que disponen los partidos. Aquí se encuentra uno de los temas centrales de la campaña. En medio de la vorágine de temas, voces y acontecimientos mediáticos, hay que destacar la honestidad del candidato del PRI; el dudoso comportamiento de Anaya; y el voluntarismo de López Obrador, a todas luces insuficiente para vigilar las dimensiones del presupuesto federal y la complejidad de sus decisiones.

COMUNICACIÓN POLÍTICA

gobernador de Quintana Roo, hoy preso, son las mismas que pesan sobre el candidato del Frente, quien hoy ostenta una candidatura presidencial.


Debates 2018: Acercar propuestas al electorado Por: Yuri Beltrán*

L *Yuri Beltrán es Maestro en Gobierno y Asuntos Públicos por la FLACSO y licenciado en Economía por la UNAM. Cuenta con una Especialización en Justicia Electoral por el TEPJF. Fue asesor de la Presidencia y de Ponencia en la Sala Superior del TEPJF. En el IFE asesoró a la Secretaría Ejecutiva y a la Coordinación del Voto de los Mexicanos Residentes en el Extranjero. Ha dado decenas de conferencias en temas electorales. Ha publicado en Nexos, Voz y Voto, Este País, El Universal y CNN en español. Es miembro de la Sociedad Mexicana de Estudios Electorales. Actualmente es Consejero Electoral del Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM). @yuribeltranm

os debates entre las candidaturas son un espacio ideal de conocimiento, pues permiten el contraste directo entre las políticas, sus objetivos, costos y viabilidad. A pesar de esa importancia, el mundo no ha encontrado un modelo único de debate. Los formatos se adaptan generalmente a los sistemas electorales y de partidos de cada país o entidad subnacional. A más de medio siglo de debates televisados en el mundo, es posible detectar algunos puntos en qué fijarse a la hora de analizarlos. En efecto, este tipo de eventos han presentado grandes transformaciones, pasando por el encuentro entre Stephen Douglas y Abraham Lincoln en 1858; la primera transmisión de un debate presidencial en televisión en 1960 y la sintonización del encuentro entre H. Clinton y D. Trump en 2016 que superó el nivel de audiencia de algunos Super Bowl. En México, la transición democrática (o cuando menos su vertiente electoral) vino aparejada también de debates entre los contendientes a la Presidencia de la República. Posteriormente, ese ejercicio se extendió a las diferentes entidades federativas. Si uno sigue la evolución de los debates en el mundo, podrá advertir cómo los formatos se fueron haciendo menos rígidos y más orientado a captar grandes audiencias, de conformidad con los cánones televisivos. A este respecto, cabe señalar que los cambios recientes en los hábitos de consumo televisivo deben


tener impactos necesariamente en la manera en que se piensan los debates. Es equivocado pensar que – como en los años noventa – los ciudadanos ven estos encuentros a través de un televisor familiar. Una primera pista la arroja el 13° Estudio sobre los Hábitos de los Usuarios de Internet en México 2017, el cual describe que los usuarios de aquélla red pasan más de ocho horas diarias conectados, en promedio. Por eso no es de extrañar que, cada vez con mayor frecuencia, la gente vea televisión a través de internet. Algunos lo hacen en la propia televisión, pero otros lo hacen en computadoras, tabletas o teléfonos. Hay quienes siguen los encuentros en vivo, pero muchos prefieren descargarlos en el momento en más les conviene. El debate chilango, por citar un ejemplo, tuvo un número importante de descargas y visualizaciones en YouTube al día siguiente de su transmisión. Las redes sociales permiten, además, que la ciudadanía genere

reacciones inmediatas a los temas que los candidatos van proponiendo en los debates, lo que a su vez enriquece las discusiones y las hace más plurales. El #DebateChilango y #DebateINE fueron temas frecuentes (trending topics) por muchas horas en Twitter. Un seguimiento a esas discusiones permitiría mapear el impacto que las distintas propuestas tuvieron en el electorado. Pero a decir verdad, la flexibilidad de los debates no sólo está determinada por factores técnicos en la televisión, tales como la facultad de los contendientes para moverse a lo largo del salón. Un factor central es la cantidad de candidatos. En los países bipartidistas, el hecho de que sean sólo dos quienes participan, permite que los temas básicos de cada propuesta sean detallados y confrontados a detalle. Quizá por eso, algunos países multipartidistas optaron por invitar a debatir únicamente a los candidatos punteros . En la primera vuelta francesa se hicieron debates para cinco y once contendientes.

ELECCIONES

Hay que considerar que los debates pueden ser la principal fuente de información para algunos públicos.


La norma mexicana, como la de casi todas las naciones, exige que todos los contendientes registrados sean invitados. ¿Quién no recuerda los debates de la asamblea constituyente entre 10 y 14 participantes por mesa? Si bien deben ser varios los candidatos convocados, ello no tiene por qué generar que los debates sean aburridos o faltos de contraste. Hay buenas prácticas que pueden propiciar dinamismo, a pesar de que el número de aspirantes sea amplio. Una de ellas sugiere que los debates abarquen temas precisos. Cuando el tema es demasiado amplio o abstracto, los candidatos se ven orillados a hacer sus planteamientos con generalidades que dejan insatisfecho al auditorio. Por el contrario, cuando los temas son precisos, existe mayor probabilidad de que la problemática <<issues>> asociada a cada tema a discusión sea abordada en forma más detallada.

Quizás por esa razón, los institutos electorales Nacional, de la Ciudad de México y de Jalisco, optaron por hacer tres debates, cada uno con varios temas. Asimismo, puede dar dinamismo el hecho de que los candidatos deban responder a interrogantes sobre los temas en cuestión, más allá de sus planteamientos iniciales sobre el tema. Son memorables las preguntas que los moderadores hicieron en los debates recientes Clinton-Trump. Por eso es de destacar que las comisiones de debates del INE e IECM hayan cambiado el modelo anterior, permitiendo ahora a los moderadores formular preguntas a los aspirantes. Se trata de un cambio importante respecto del modelo anterior. Hay que considerar que los debates pueden ser la principal fuente de información para algunos públicos. Ese puede ser el caso de algunos migrantes, en virtud de que las campañas es-


tán prohibidas en el extranjero o de personas con discapacidad que encuentren limitaciones en los formatos en los que la prensa arroja la información con las propuestas de los candidatos. Por eso es de subrayar el impulso que los debates de abril dieron a su difusión en el extranjero. En el encuentro a la Jefatura de Gobierno, por ejemplo, la transmisión fue vista en más de 50 países, destacando evidentemente el caso de Estados Unidos. Tampoco puede pasar desapercibida la traducción en Lenguaje de Señas Mexicana. Ello garantiza que grupos que normalmente se sienten alejados de la política, se involucren más y – a la postre – tengan mayores posibilidades de participar en las elecciones y, en general, en los asuntos públicos. Para que un debate cumpla el objetivo de contribuir en generar un voto informado se requiere administrar un sin número de tareas que propicie encuentros con formatos accesibles que permiten al electorado contrastar las propuestas y contribuya a que se dé una interacción solida entre las/os candidatas/os y el electorado, aspectos que sin duda se vieron reflejados en los dos primeros eventos, donde el internet jugó un papel esencial. No obstante, tras su realización

se tiene el desafío de efectuar un análisis crítico del impacto y proponer mejoraras para futuros ejercicios, considerando todas las posibilidades para su realización y el contexto en el que se desarrollarán, lo que sin duda evidencia que no existe una receta exacta ante la infinidad de opciones. Tanto el INE como el IECM en los siguientes ejercidos permitirán una participación más amplia de la ciudadanía y mantendrán espacios para la réplica aspectos esenciales que en conjunción son una optimización respecto a los ejercicios realizado en años anteriores. Asimismo, será interesante ver el desarrollo de los encuentros que se realizará en otras entidades como Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Tabasco Puebla y Veracruz, los cuales sin duda serán una parte fundamental para la definición del sufragio en sus respectivas entidades.

REFERENCIAS 1.

2.

Primer #DebateChilango. Informe estadístico de redes sociales. Unidad Técnica de Comunicación Social y Difusión Instituto electoral de la Ciudad de México, 2018 13° Estudio sobre los Hábitos de los Usuarios de Internet en México 2017. Asociación de Internet. Disponible en: https://tinyurl.com/yb4yfaag


Comunicación y códigos culturales Por: Ricardo Homs*

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ay una declaración del presidente Peña Nieto en la cual terminó diciendo que el tema de la corrupción en México es un tema cultural, y esto implica, como todo tema cultural, el ámbito de la comunicación.

*Ricardo Homs, es experto en liderazgo social, estrategias competitivas de negocios, marketing político y posicionamiento. Dirige la empresa Ries & Ries México, empresa de consultoría en marketing y desarrollo estratégico de competitividad para marcas que forman parte de la corporación global fundada por Al Ries en Atlanta. Es Vicepresidente de la Academia Mexicana de la Comunicación, autor y conferencista. Ha publicado más de 23 libros con las editoriales más importantes y con temas relacionados con el liderazgo, el marketing y la comunicación. Forma parte del Editorial Board del Journal of Political Marketing, editado en Nueva York por The Haworth Press. @homsricardo

El tema de la corrupción responde a un aspecto muy humano, y como tal, tiene que ver con las ambiciones personales que han estado presentes desde que el hombre existe en la tierra, lo que ha cambiado es el modo de enfocar dicho tema. Se puede decir que cuando alguien tiene poder, siempre busca beneficiarse si tiene la oportunidad de sacar provecho personal, la única forma de que no lo haga se relaciona directamente con sus principios y valores. Sin embargo, la ambición y el instinto de posesión hacen siempre que la genta trate de aprovechar las circunstancias. En la antigüedad quien tenía el poder siempre vivía apartado de la sociedad, en un ámbito semejante al Olimpo, donde no había forma de que el pueblo identificase el nivel de vida, los lujos, pertenencias y otros excesos de quien gobernaba, por eso los reyes mantenían ese poder y todavía tenían cercanía y credibilidad ante la gente. Actualmente lo que ha cambiado es que las redes sociales han puesto en evidencia y transparentado todo, han bajado del Olimpo a los gobernantes y a toda la gente poderosa y la han convertido en cotidiana; así que desde ese momento empezamos a ver cómo viven y qué tienen. Toda esta revolución tecnológica nos ha permitido ampliar nuestra visión al conocer también lo que ha sucedido en otras culturas, pues si bien el tema de la corrupción es humano porque apela al instinto de posesión, la forma en que lo han afrontado otras naciones siempre ha sido a través de


la creación de instituciones que estén por encima de la gente y de los gobernantes; instituciones fuertes, independientes, que tienen la capacidad de juzgar, y eso es parte de lo que nos debiese haber traído la democracia, sin embargo existe efectivamente el tema cultural, y ahí hay una falacia al pensar que solamente con la educación -vista esta como un proceso que se sustenta definitivamente en la comunicación y en el manejo de la información con el objetivo de cambiar y de formar actitudes y valoresse puede erradicar la corrupción. Aunque lo anterior es válido no es la única respuesta, porque al igual que sucede en la salud cuando tenemos una emergencia, lo primero que hay que hacer es un manejo inmediato de crisis para poder estabilizar al paciente, y después de salir de ella es cuando el tratamiento ya preventivo nos ayuda a darle continuidad. En ese sentido, tenemos que entender que apuntar solamente a las actitudes generadas a través de la educación es totalmente inviable como una solución al problema de la corrupción, puesto que no se puede estar teorizando en el aula respecto a ese tema hablando de valores en los libros, mientras en el contexto co-

tidiano hay un rompimiento cuando los ejemplos son todo lo opuesto. El grave problema en la sociedad mexicana es precisamente ese que nos ha llevado a la generación de una doble moral, en la cual por un lado hablamos de valores y por otro actuamos manifestando incluso la aceptación de una incongruencia, recordemos, ya tocando el tema de la comunicación, la teoría de la disonancia cognitiva de Leon Festinger, que nos habla, independientemente de la cultura en la que hayamos nacido, de la búsqueda de la congruencia entre lo que pensamos y lo que hacemos, sin embargo cuando las circunstancias nos impiden ser congruentes, terminamos optando por aceptar nuestro nivel de incongruencia, y eso es lo que ha sucedido hoy con la sociedad mexicana. Vivimos en la incongruencia total de hablar en los foros sobre ética y ser totalmente amorales en el manejo de las acciones cotidianas, lo vemos en las propuestas de algunos candidatos que por una parte critican a la delincuencia y por otra aceptan negociar lo que es innegociable, porque no se puede negociar la aplicación de la justicia, la ley es la ley, y debe

COMUNICACIÓN POLÍTICA

El simple hecho de dictar frases o generar paradigmas que hablen de valores, no produce cambios sustantivos.


estar por encima de todo. Esto nos habla del grave conflicto en que se encuentra nuestra sociedad. La educación definitivamente es un proceso de muy largo plazo, para que sea realmente efectiva puede llevar varias generaciones y requiere que el contexto se transforme a través de las acciones que lleven a la aplicación de la ley, para ello tenemos que buscar que existan responsabilidades legales y jurídicas para los funcionarios, de tal manera que incluso cuando no apliquen la ley se les pueda castigar, pues no aplicarla es convertirse en copartícipe y corresponsable del delito. Solamente cuando tengamos controlada esta parte de la realidad circundante con un programa agresivo desde las instituciones, podremos lograrlo. Aquí quisiera referirme a un proyecto muy interesante y culturizador, cuyo autor es Miguel Sabido, quien tiene una gran trayectoria en el ámbito de la comunicación y la cultura. Él creó una metodología llamada Entertainment-Education (educación utilizando herramientas del entretenimiento) para atacar problemas sociales, esto lo hizo a través de telenovelas que fueron transmitidas en Televisa en los años de los presidentes Echeverría, López Portillo y quizá hasta Miguel de la Madrid. Con algunas de esas telenovelas logró abatir los índices de natalidad generando impactos inconscientes en la población; en esa época, con las telenovelas históricas, fomentó

también un nacionalismo sustentado en los valores de la mexicanidad. Este es un claro ejemplo de que deben existir herramientas de comunicación al servicio de un gran proyecto educativo, lo cual debiéramos exigir. Sin embargo, no vamos a poder educar a las nuevas generaciones cuando no hemos sido capaces de poner a la sociedad en una etapa de terapia intensiva castigando al máximo el delito, como han hecho en Singapur. A partir de controlar la corrupción a través de la aplicación de las leyes, que no eximen a nadie, entonces podremos enfocarnos en este proceso lento que es el cambio de actitudes de las nuevas generaciones, el cual nos servirá para trabajar en el inconsciente colectivo la aceptación de que la mejor forma de construir un país y una sociedad justa es a través de la aplicación de la ética y la generación de un ámbito moral, además de lograr que la legalidad sea el objetivo natural de toda la sociedad. En ese sentido, lo que tendremos que hacer primero es educar a los maestros para que ellos sean los depositarios y garantes de una cultura de valores morales de la sociedad; que sean los tutores de los niños y adolescentes en esta nueva formación mental; donde con su ejemplo guíen la conducta de sus estudiantes y podamos romper entonces con esta trampa de doble moral en la que se encuentra la sociedad mexicana. Aunado a eso, es también fundamental que exista congruencia entre


el decir y hacer de aquellos que están alrededor de los niños, es decir su propia familia, amigos e incluso gobernantes, quienes deben encarnar los más altos valores sociales y políticos. De esa manera, todo el contexto educativo que se genere propiciará el terreno fértil para que podamos condicionar a las nuevas generaciones a la necesidad de respetar las estructuras sociales y las leyes como una forma de darnos certeza en todo lo que hacemos y proteger a nuestros niños. Lo anterior implica también entender que nuestro proyecto educativo debe cambiar su sistema meramente informativo, que ni siquiera responde al contexto actual, porque los libros ya en muchas ocasiones resultan obsoletos frente a las nuevas plataformas tecnológicas en donde la información está en la red, y puede ser localizada en segundos por un niño, simplemente teniendo acceso y conectividad a los nuevos buscadores. Así que la Reforma Educativa debe llevarse hasta las profundidades que sean necesarias y definitivamente no modificarse otra vez con una visión simplemente pragmática, de la cual siguen hablando algunos candidatos a la presidencia. No es con el pragmatismo, sino con los valores, como vamos a resolver los problemas de la sociedad mexicana. Retomando la declaración presidencial del principio, cabe señalar que cuando la corrupción se ve únicamente como un problema cultural, le quita responsabilidad a quienes go-

biernan y esta es transferida entonces a la sociedad para que resuelva el problema a través de la educación y en el futuro. Si bien es cierto que el contexto y los códigos culturales insertados en el inconsciente colectivo determinan también la conducta, en la circunstancia actual no podemos seguir echándole la culpa a la sociedad de algo que primeramente pertenece al ámbito del Estado mexicano que es el responsable de la educación, la sociedad no va a autoeducarse, es el Estado con sus proyectos y programas educativos, el que debe establecer las condiciones para que la sociedad acceda a los mejores niveles educativos. Por otra parte, el simple hecho de dictar frases o generar paradigmas que hablen de valores, no produce cambios sustantivos, bien se dice que “las palabras convencen, pero el ejemplo arrasa”, y aquí caemos en la dicotomía que existe entre la comunicación semántica y la semiótica. De nada sirve que de modo semántico construyamos discursos que hablen de legalidad o de valores, cuando el mensaje semiótico que llega a través del ejemplo y de las acciones va en sentido contrario; lo único que provoca este choque es perder totalmente la credibilidad, además de que pone a la sociedad en el punto que está hoy, en un punto de confusión.


Nuestro español no discrimina Por: Cuauhtémoc Miranda*

E *Cuauhtémoc Miranda es autor del libro Crónicas Hertzianas, historia de la radio en México editado por Interwriters. Estudió la carrera de Ciencias de la Comunicación en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, además realizó una maestría en Filosofía y Crítica de la Cultura por la Universidad Intercontinental. Desde 1992 ha sido productor y conductor para diversos grupos radiofónicos, entre los que destacan Televisa-radio, Radio Fórmula y Grupo Imagen. Es catedrático del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores Monterrey campus Ciudad de México. @cumiranda

n los últimos años han proliferado una serie de seudopolíticos y grupos defensores de la igualdad de género, estos han querido empecinarse en buscar la equidad poniendo el femenino a todos los mensajes que emiten, de ahí que veamos términos muy sonados como: mexicanos y mexicanas, diputados y diputadas, maestros y maestras, candidatos y candidatas; esto ha logrado en cada momento una saturación en los textos y en los mismos discursos. Esa moda o estilo de comunicar ¿En verdad ayuda a una equidad entre hombres y mujeres? Nuestra bella lengua española es muy clara, no necesita de esos enredos y mucho menos del engolado mensaje, nuestro idioma, que dicho sea de paso es de los más ricos lexicalmente hablando y uno de los más utilizados a nivel mundial, tiene muy claro sus significados dentro de una estructura gramatical bien elaborada. El mismo académico José María Marino menciona, el lenguaje en sí no es sexista, sino los hablantes. Lo que no podemos hacer en la academia es borrar un término porque tenga connotaciones sexistas, pero sí hay que intentar que la gente tenga otra mentalidad.1 Las palabras bien utilizadas para comunicarse son exactas, no requieren de precisiones que lejos de ayudar, saturan y pueden confundir más al receptor de la idea, lo trascendente es tener el modo correcto para no caer, entonces sí, en términos limitantes y segregacionistas. En el vasto español además se debe comprender que se tiene algo llamado nombres epicenos, de un único género (masculino o femenino) y una única concordancia, estos pueden referirse a individuos de uno u otro sexo.


COMUNICACIÓN Muchos de ellos son de género gramatical femenino, por más que puedan referirse a hombres y mujeres, por ejemplo: una persona, una criatura, una víctima. Otro caso es el de los nombres de animales: lince, gorila, cocodrilo.2 A todo esto, ¿alguna vez escuchó mencionar, “gorilo” o “jóvenas”? En otro ejemplo muy regional, en España a la computadora se le dice ordenador, en un lado es muy macho y en otro muy femenino; si nos empecinamos en esto, tendremos que decirle a la Real Academia Española (RAE) que ubique las acepciones para lograr la tan buscada igualdad. Una de las mejores lingüistas, filólogas e investigadoras mexicanas de origen español, Concepción Company, subraya que “el masculino en la gramática española es indiferente al género, mientras que el femenino es el que discrimina, no hay una correlación entre los lenguajes que no tienen género y la igualdad entre hombres y mujeres”.3 Si se expresa, “todos tenemos derechos” se incluye a los dos géneros, pero si decimos “todas tenemos derechos” ahí sí, hacemos a un lado a uno de los grupos.

Debemos de tener cuidado con el lenguaje si queremos ser incluyentes, no caer en el amontonamiento de palabras que no ofrecen igualdad. Abonando a esto, el reconocido periodista y académico chileno Abraham Santibáñez, asegura que la insistencia en diferenciar sin necesidad entre los y las, bordea en algunas oportunidades el ridículo.4 Dejemos a un lado esos intentos de inclusión. Se debe tomar en cuenta todo lo anterior porque en esta temporada y en medio de la “spotiza” de los suspirantes a un puesto de elección popular, escucharemos cualquier cantidad de discursos que pretenden incluir a “ellas y ellos” en el escenario político, esa no es la fórmula, comencemos respetando el idioma, que mucho nos hace aprender, y después construyamos la anhelada igualdad en otras latitudes como lo es la vida cotidiana. REFERENCIAS 1. http://amp.eluniversal.com.mx/amp/note/amp/eluniversal/1179893?__twitter_impression=true 2.https://elpais.com/elpais/2018/02/10/opinion/1518289605_377728.amp.html?id_externo_rsoc=TW_CC&__twitter_impression=true 3. http://amp.eluniversal.com.mx/amp/note/amp/eluniversal/1080912?__twitter_impression=true 4. http://amp.eluniversal.com.mx/amp/note/amp/eluniversal/1070914?__twitter_impression=true


La disyuntiva del INE Por: Sergio Uzeta*

L *Sergio Uzeta es comunicador y periodista, y en la actualidad se desempeña como consultor independiente, especializado en el manejo de plataformas tecnológicas de comunicación y el desarrollo de talleres en manejo de medios, manejo de crisis y construcción de identidad pública. Ha sido director de Noticieros y Programas Informativos de Canal Once, conductor en Radio Fórmula y Radio Independiente de México; fue el director fundador del Canal Judicial de Televisión y también el primer director de Notimex, en su etapa de Agencia de Noticias del Estado Mexicano. En el servicio público también se desempeñó como gerente corporativo de Comunicación Social de Pemex y trabajó en la Unidad de la Crónica Presidencial durante las administraciones de Miguel de la Madrid y Carlos Salinas de Gortari. Es egresado de la licenciatura de Comunicación en la Universidad Iberoamericana, lugar donde también ha dado clases y diversos talleres. @UZETASUM

a reforma constitucional en materia política-electoral aprobada por el Congreso de la Unión, así como por la mayoría de las legislaturas de los estados, publicada el 10 de febrero de 2014 en el Diario Oficial de la Federación, rediseñó nuestro régimen electoral. Su objetivo principal fue homologar los estándares con los que se organizan los procesos electorales federales y locales y, así, garantizar altos niveles de calidad en nuestra democracia electoral. El aspecto más sobresaliente de la reforma fue la transformación del Instituto Federal Electoral (IFE) en una autoridad de carácter nacional: el Instituto Nacional Electoral (INE). Como todos sabemos, el INE es el organismo público autónomo encargado de organizar las elecciones federales, es decir, la elección del presidente de la República, diputados y senadores que integran el Congreso de la Unión, así como organizar, en coordinación con los organismos electorales de las entidades federativas, las elecciones locales en los estados de la República y la Ciudad de México. El INE desempeña dos tareas que son muy difíciles de conciliar. Por una parte, organiza las elecciones, lo que conlleva la participación directa de los partidos políticos y sus candidatos y, por la otra, tiene el deber de interpretar, reglamentar y hacer valer la ley. Esto quiere decir que también actúa como órgano jurisdiccional imponiendo sanciones y resolviendo controversias que afectan por igual a los mismos partidos y candidatos, así como a autoridades y medios de comunicación. “El INE es garantía de certeza jurídica e imparcialidad, pero también enfrenta la explicable postura de muchos actores, no solo partidos y candidatos, interesados en influir en las determinaciones de autoridad y, por ende, motivados a que el INE no cuente con la fuerza, el prestigio y la autoridad moral necesaria a su cometido. Lamentablemente, son muchos los que participan de este muy calculado juego de conceder y golpear al INE a partir del interés propio”, escribió Liébano Sáenz, conocedor de la política y sus motivaciones. (Artículo “Tiempos del INE”, de Liébano Sáenz, aparecido en Milenio diario el sábado 14 de abril de 2018).


Por eso será fundamental qué, quienes integran al INE, dejen a un lado los egos y el protagonismo y se concentren en dar buenas cuentas a los mexicanos. Una parte fundamental para reforzar la credibilidad de este proceso será la divulgación de los resultados la misma noche de la jornada del 1 de julio. Desde 1994, cada vez que hay comicios presidenciales en México, la autoridad electoral informa a la ciudadanía el nombre del ganador horas después del cierre de las casillas. El tiempo resulta muy corto para contabilizar todos los sufragios, así que el INE utiliza un método estadístico conocido como Conteo Rápido para estimar los resultados de la votación a partir de una muestra representativa de casillas. Para el proceso electoral de este 2018, el órgano electoral tiene el reto de llevar a buen puerto no solo el Conteo Rápido de la elección presidencial, sino también los ejercicios que determinarán a los vencedores en la contienda por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, así como las gubernaturas de Chiapas, Guanajuato,

Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán. Frente a esta labor titánica, el INE conformó un Comité Técnico Asesor de los Conteos Rápidos para los Procesos Electorales Federal y Locales 2017-2018 (COTECORA) integrado por expertos que se encargarán de diseñar el marco muestral de los ejercicios estadísticos, monitorear el trabajo de campo, supervisar el sistema que recopile la información, realizar las estimaciones electorales e informar los resultados al presidente del Consejo General del INE. Con ello, se busca dar certeza a la información que se adelante la noche del 1 de julio, con la participación de un grupo de nueve matemáticos de las universidades más importantes del país, la mayoría con experiencia en elecciones. Como vemos, la responsabilidad del INE es doble: lograr una elección ordenada y con resultados convincentes, no solo para los actores y jugadores políticos, sino para el resto de la sociedad. En estos momentos de tanta crispación política, lo más importante para el árbitro electoral es dejar atrás los dimes y diretes con los actores políticos, para centrarse en la responsabilidad mayor de que, tras la jornada electoral del próximo 1º de julio, la sociedad mexicana quede satisfecha con el resultado de la contienda. Más allá del interés particular de cada fuerza o coalición y sus candidatos, está el interés del país, por lo que el INE deberá llevar a buen puerto esta inédita elección.

COMUNICACIÓN POLÍTICA

El consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, ha dicho en varias ocasiones que las precariedades y debilidades de la democracia mexicana son corresponsabilidad de la sociedad, partidos, gobierno e institu ciones, y no le falta razón. Pero cuando las tendencias y los resultados no son favorables a ciertos partidos y candidatos, la corresponsabilidad se olvida y los ataques a la autoridad electoral crecen, se multiplican y son retomados con amplitud por los medios de comunicación.


Lo que nos ofrecen AMLO, ANAYA Y MEADE Por: Alfonso Gómez*

A *Alfonso Gómez Herrera lleva ejerciendo el periodismo desde hace 35 años. Fue reportero en los periódicos: Diario de México y El Sol de México. Reportero, investigador y conductor en Canal 13 de Televisión, posteriormente Imevisión (Canal 13 y Canal 7 TV). Trabajó durante 17 años en Grupo Monitor de Radio Red donde se desempeñó como Jefe de Redacción, de Noticieros Metropolitanos, Gerente de Información, Director de Información, Director de Internet y Director de Operaciones. Gerente de las emisoras XEFAJ 1560 AM XENET 1320 AM. En el sector público ha ocupado las Subdirecciones de Información de la PROFECO, y las Direcciones de Información en las secretarías de Gobernación y Economía. Actualmente se desempeña como Subdirector de información del GPPAN en la Cámara de Diputados. Es egresado de la carrera de Periodismo y Comunicación Colectiva de la UNAM, FES Aragón y actualmente cursa la Maestría en Periodismo Político en la Escuela de Periodismo, Carlos Septién García.

l transcurrir el primer tercio de las campañas electorales, podemos aventurarnos a afirmar que los candidatos presidenciales todavía no han impactado el ánimo de los votantes.

No nos referimos con esta afirmación a los integrantes del llamado círculo rojo, es decir, aquellos que por propio interés han seguido el proceso electoral de postulación, inclusive desde el año pasado. Esto porque el círculo rojo, por definición, está plenamente identificado con los temas políticos y sigue con atención las declaraciones de los aspirantes a suceder a Enrique Peña Nieto en la Presidencia de la República. Tampoco estamos hablando de los electores que son “invitados” -por no decir acarreados- a los mítines de campaña de Ricardo Anaya, Andrés Manuel López Obrador y José Antonio Meade porque, a fuerza de su convocatoria, seguramente ya habrán definido la opción por la que votarán el 1 de julio. Categóricamente podemos asegurar que, sin haber existido un acercamiento formal y real de los candidatos a la Presidencia de la República con el grueso de la población, y solamente teniendo como herramienta de definitividad la enorme variedad de encuestas, no estamos en condiciones de asegurar que ya tenemos perfilado al ganador de las elecciones. Si fuera por la demoscopía, el asunto ya estaría concluido y, por lo tanto, si esta fuera la tendencia, podríamos estar de acuerdo con quienes se aventuran a asegurar que la decisión ya está tomada y la cuestión es, como dice el dicho, “coser y cantar”. La pregunta entonces es: ¿el electorado ya tiene decidido el nombre de su candidato?


Por ejemplo, el 9 de abril, el conductor Ciro Gómez Leyva, en la emisión de su noticiario radiofónico, se atrevió a asegurar que el ganador del 1 de julio es AMLO porque, según él, la distancia que tiene con relación al segundo y tercer lugar ya es inalcanzable. Y no es el único personaje que ha hecho tal aseveración, lo hemos escuchado de otros importantes “comunicadores” que, fundados en su percepción, dicen que va a ganar Meade, otros dicen que ganará Anaya y en fin, siendo justos, no hay quien le otorgue posibilidad a Margarita Zavala Gómez del Campo o al mismo Jaime Rodríguez Calderón. En el pasado, cuando carecíamos de la herramienta de las encuestas, el indicador era el poder de convocatoria del candidato en los encuentros con las masas. Quienes cubrieron informativamente estos eventos, recordarán las extenuantes giras en donde en una jornada había hasta cinco eventos, al día, siendo el último a las ocho o nueve de la noche. Había contacto del personaje central en diferentes encuentros, ya sea en mítines, verbenas, recorriendo a pie

las calles y terminando envuelto por las multitudes. Fueron otros tiempos, en donde la idiosincrasia del mexicano era ilimitada hasta que se agotó por el desengaño y la frustración de las promesas incumplidas. Por lo tanto, cada vez será más difícil que los candidatos a la Presidencia de la República logren conectar con el ciudadano porque no está interesado en la política, se siente utilizado por el gobierno y no quiere sufrir más engaños. El elegido será el que le reditúe económicamente alguna ganancia al votante, ya sea en ese momento o vislumbre la obtención potencial de algún beneficio cuando el ganador de la elección llegue al poder. Tenga la seguridad que este ciudadano de carne y hueso no ha sido ni encuestado, ni ha sido entrevistado por los expertos que hacen sus brillantes análisis de las campañas y los candidatos. Por eso es que, hasta ahora, no hay una fórmula segura que haya cautivado el corazón de los potenciales votantes. Lo único cierto que puede llegar a acercar al candidato con los electores son los planteamientos expresados de manera sencilla y sin reco-

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Nos resistimos a pensar que ya y que, por lo tanto, hay un ganador. Quienes aseguran lo contrario, creemos solamente lo hacen por mera percepción.


vecos. Aquellos que van directamente al entorno del ciudadano y de esto han hecho muy poco los candidatos hasta ahora. Al menos esto es lo que se puede recoger de los primeros diez días de la campaña de los tres principales candidatos, tomando como referencia sus páginas de Internet. José Antonio Meade1 • 09/04/2018 Mensaje de José Antonio Meade durante su encuentro con mujeres. • 09/04/2018 Mensaje de José Antonio Meade durante la 101 Asamblea General de Socios de American Chamber. • 08/04/2018 Mensaje de José Antonio Meade durante el evento Pacto por el Campo. • 07/04/2018 Mensaje de José Antonio Meade durante el evento Compromisos por el Estado de México. • 07/04/2018 Mensaje de José Antonio Meade durante su encuentro con la ciudadanía de Tecámac. • 06/04/2018 Mensaje de José Antonio Meade durante el evento Compromisos por Querétaro. • 05/04/2018 Presentación del Informe de Congruencia Patrimonial 7 de 7 de José Antonio Meade. • 03/04/2018 Mensaje de José Antonio Meade durante el lanzamiento del Programa Avanzar Contigo. • 02/04/2018 Mensaje de José Antonio Meade durante el evento Compromisos por Sonora y conectados con Meade. • 01/04/2018 Mensaje de José Antonio Meade durante su encuentro con jóvenes. • 01/04/2018 Mensaje de José Antonio Meade en el marco de su arranque de campaña.

Ricardo Anaya Cortés2 • 10/04/2018 Con porras y carteles reciben a Ricardo Anaya y Alejandra Barrales en Tlaxcoaque. • 10/04/2018 A 12 días ha quedado claro que Ricardo Anaya y el Frente son la opción. • 09/04/2018 Implementará Ricardo Anaya programa “Mil días” a favor de la niñez. • 09/04/2018 Presenta Ricardo Anaya las primeras 8 acciones para cambiar la realidad de violencia contra las mujeres. • 08/04/2018 Faltan 85 días para lograr la gran transformación de paz, progreso y prosperidad. • 08/04/2018 En Puebla, garantiza Ricardo Anaya apoyo al campo, atención médica, educación y empleos de calidad. • 07/04/2018 Los candidatos de Morena son la gente de Mario Marín, advierte Ricardo Anaya en Puebla. • 07/04/2018 Yo si entiendo los problemas de las comunidades de la sierra. • 06/04/2018 En Veracruz, el cambio ya empezó y en los próximos 6 años lo vamos a consolidar. • 05/04/2018 Firma Ricardo Anaya Agenda de la Infancia y la Adolescencia 2019-2024 de la UNICEF. • 04/04/2018 El reto es cumplir y lo vamos a hacer, afirma Ricardo Anaya en Totatiche. • 04/04/2018 Todo un éxito encuentro de Ricardo Anaya con la comunidad universitaria del ITESO en Jalisco. • 03/04/2018 Brindará Ricardo Anaya seguridad a las familias de Tamaulipas. • 03/04/2018 Tras abandono del Gobierno Federal, asume Ricardo Anaya compromiso de seguridad con Tamaulipas. • 03/04/2018 Propone Ricardo Anaya régimen de pesos y contrapesos


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para combatir los peores lastres. 02/04/2018 Yo sí confío en la sociedad civil: Ricardo Anaya. 02/04/2018 Presenta Ricardo Anaya los cinco ejes de su plan para transformar a México. 01/04/2018 Nuestra candidatura será la de las propuestas por México: Ricardo Anaya. 30/03/2018 De la mano de jóvenes innovadores comienza Ricardo Anaya el camino hacia la Presidencia de la República.

Andrés Manuel López Obrador3 • 10/04/2018 Firma AMLO acuerdo para que comience una etapa nueva en el rescate del campo. • 08/04/2018 Ya se están desviando recursos para adquirir migajas, comprar miles de votos en la Ciudad de México y en el país, alerta AMLO. • 08/04/2018 Da AMLO voto de confianza al ofrecimiento del INE sobre que no habrá fraude electoral, ni si caerá el sistema el 1 de julio. • 07/04/2018 Ni juntos los otros candidatos a la Presidencia de México nos alcanzan: AMLO. • 06/04/2018 Pide López Obrador a Trump que no maltrate a los mexicanos “queremos respeto mutuo”. • 05/04/2018 Apoya AMLO lo dicho por Peña sobre la militarización de la frontera porque por encima de diferencias la patria es primero. • 05/04/2018 Niega AMLO que haya razón lo que dice Trump que hay una gran amenaza en la frontera sur de EU. • 04/04/2018 Deja claro AMLO que “no aceptaremos la construcción del muro con nuestra frontera”, ni su militarización. • 04/04/2018 Anuncia AMLO que buscará la reconciliación entre trabajadores y empresarios mineros. • 04/04/2018 Carta de AMLO a inversionistas, publicada en El Financiero. • 03/04/2018 Anuncia AMLO que si

Trump militariza la frontera, habría una cadena humana de mexicanos por la paz. De acuerdo con los testimonios escritos y gráficos de los sitios oficiales, podemos concluir que: 1.- Las campañas siguen la tónica marcada desde el año 2000, con eventos multitudinarios, sin intercambio de ideas entre los aspirantes y los electores. 2.- No hay tiempo para la reflexión y/o la exposición de las temáticas enfocadas para convencer localmente a los ciudadanos. 3.- El ciudadano sigue siendo el gobernado que no se logra desprender de su actitud sumisa frente al que será su presidente. 4.-La clase política que rodea a cada uno de los candidatos es la misma de siempre, la que ha disfrutado de los beneficios del gobierno. Perdiendo o ganando ellos seguirán viviendo del presupuesto público. 5.- Los tres candidatos hablan de un cambio, pero ninguno enfoca su estrategia para que el bienestar llegue mediante los conocimientos adquiridos por una mejor educación, al contrario, la dádiva y el dinero regalado del erario público es la llave maestra para convencer a un electorado cada vez más ignorante. ¡Que gane la ignorancia ante la razón!

REFERENCIAS

1. https://meade18.com/?gclid=Cj0KCQjw5LbWBRDCARIsALAbcOczhfOzh9lkKrCXgUbSd_H2B4hGQZAVhumlIRvENp8tnpe_y--YCvAaAsF8EALw_wcB#propuestas 2. https://ricardoanaya.com.mx/sala-de-prensa/page/4 3. https://lopezobrador.org.mx/secciones/transcripciones/


¿Debate o espectáculo? Por: Gabriela Seoane*

D *Gabriela Seoane es licenciada en periodismo y comunicación por la UNAM FES Acatlán y Maestra en educación también por la UNAM. Se ha desempeñado como guionista, redactora y reportera de radio y televisión. Ofrece capacitación para entrenamiento en medios y es profesora de cátedra del ITESM CCM en el Departamento de Español, Literatura y Arte de la preparatoria. @Gabseomx

esde el arranque de las campañas presidenciales en México, dos herramientas parecen ser las prioridades en materia de opinión pública: las encuestas y los debates.

En la mayoría de los medios de comunicación se da cuenta detallada de los resultados de las encuestas, aun de aquellas que evidentemente carecen de rigor metodológico, aunque todas al final contribuyen para hacer propaganda. Pero ahora también, independientemente de los tres debates establecidos por el Instituto Nacional Electoral (INE), en programas de televisión (abierta o por cable), radio y hasta foros especiales por Internet, se organizan mesas de debate entre representantes de los candidatos a la presidencia de México ¿Le sirven a la ciudadanía estos debates? El debate implica una controversia, es decir, una “discusión de opiniones contrapuestas entre dos o más personas” (RAE). La ciudadanía esperaría que en este intercambio de ideas se presenten argumentos sólidos y, sobre todo, que haya propuestas concretas no solo respondiendo al qué, sino al cómo aterrizarlas. ¿Es esto lo que hemos escuchado y/o visto en los debates realizados hasta ahora? En todos los medios de comunicación la dinámica es idéntica y consiste en invitar a un representante


COMUNICACIÓN de cada candidato. A manera de “sparrings”, los portavoces llegan preparados para recibir los “golpes” de sus contrincantes y para devolver de manera certera cada uno de ellos. Así, lo que se presenta es una serie de descalificaciones y hasta insultos que convierten al debate en un verdadero “show”, todo un circo. De manera muy similar a lo que ocurre en los reality shows (espectáculos de realidad), los participantes se esfuerzan por denostar al contrincante y descalificar sus propuestas, incluso hay risas, gestos y burlas para reforzar la descalificación. Cabe señalar que el público, a través de las redes sociales, también forma parte de este espectáculo y en una gran mayoría aprovecha la difusión de los mensajes que se hacen a través de Twitter, principalmente, para insultar o agredir a los personajes contrarios al candidato de su preferencia.

En medio de esto, los pocos mensajes que se envían solicitando que los participantes en el debate se concentren en explicar las propuestas de los candidatos, prácticamente pasan desapercibidos. Los contendientes tampoco se preparan para hacer una exposición clara de los proyectos de los candidatos y el cómo se llevarán a cabo. De antemano saben que van a participar en un foro en el cual la contraposición no es de ideas, sino de posiciones basadas en filias y/o fobias, e incluso se considera ganador a quien dé más “golpes” y pueda eludir con mayor efectividad los del contrincante. A los medios de comunicación tampoco parece importarles mucho el contenido, porque el que un grupo de personas levante la voz o lance acusaciones con sonrisas socarronas, eleva el rating (nivel de audiencia). Algunos moderadores fomentan los ataques complaci-


dos. El debate, convertido en espectáculo, vende. Al final del debate, lo que se queda, son las frases efectistas y no las propuestas. Para los medios de comunicación es importante señalar un ganador, sumándose a la propaganda electoral, más que al análisis de las propuestas, influenciando la opinión de los electores de acuerdo con sus propios intereses. Es una fórmula que le resulta efectiva comercialmente a muchos medios de comunicación, pero que no aporta mucho a la ciudadanía que votará el próximo primero de julio y mucho menos a la democracia. Por ello, el que en el debate tampoco se presenten propuestas y sí acusaciones y denostaciones, no es edificante. De hecho, se habló mucho de la necesidad de cambiar el formato para lograr un debate más dinámico, pero pese a la insistencia no se abordó lo principal: presentación de argumentos sólidos y explicación clara de cómo aterrizar las propuestas. Esto último sería lo que le podría permitir a la ciudadanía advertir la viabilidad o no de lo que ofrecen los candidatos. Así, hasta ahora, en los debates tanto de los candidatos como

de sus representantes, se han escuchado acusaciones reiteradas de corrupción y descalificaciones de todo tipo. También se han presentado propuestas para resolver algunos problemas como el bajo nivel de la educación, la inseguridad, el desempleo, política y gobierno e inclusive la renegociación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá. Pero, al menos hasta ahora, no se da una descripción detallada de cómo se piensa implementar estos cambios. Tristemente, a una buena parte de la ciudadanía tampoco parece importarle que le expliquen detalladamente las propuestas. Por eso los candidatos y sus equipos se siguen enfocando más en crear mensajes impactantes que conmuevan a quienes los ven, para lograr lo que desgraciadamente ya ha ocurrido no solamente en México, sino en el mundo: un voto emocional más que razonado. De continuar la tendencia, tendremos que resignarnos a que en vez de contraposición de ideas seguiremos teniendo simples espectáculos.



El derecho al libre desarrollo de la personalidad Por: Armando Hernández*

D *Armando Hernández Estudió en la Universidad Nacional Autónoma de México; es Licenciado, Maestro y Doctor en Derecho, con Especialidad en Derecho Constitucional, Derechos Humanos y Derecho Administrativo; ha ocupado diversos cargos en el Instituto Electoral del Distrito Federal y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Ha sido catedrático, instructor, conferencista y miembro de diferentes asociaciones vinculadas a la materia de Derecho, Derechos Humanos y Procesos Parlamentarios, también ha publicado artículos en DDHH. Actualmente es profesor de la Facultad de Derecho de la UNAM así como de varias universidades del país, y Magistrado Presidente del TEDF. @DrArmandoHdz

efinir los Derechos Humanos es una tarea complicada, más si se trata de definir a un derecho que involucra a su vez el ejercicio de otras libertades. Este es el caso del derecho al libre desarrollo de la personalidad, cuya materialización consiste en la capacidad de tomar decisiones sobre la propia vida y la posibilidad de llevarlas a cabo en el sentido que mejor le plazca. A pesar de lo complicada o enredada que parece esta labor, se describe lo que el derecho al libre desarrollo de la personalidad significa con base en algunos ordenamientos jurídicos. La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece en su artículo 19, parte final del párrafo segundo, que los jueces podrán imponer prisión preventiva, cuando se trate de delitos considerados graves por la ley, por atentar contra el libre desarrollo de la personalidad. Esta es la única mención que la Constitución hace de este derecho, pero no señala sus características, por lo que es importante analizarlo desde otro punto de vista. Sin embargo, resulta claro que la existencia de delitos contra el libre desarrollo de la personalidad —como la trata de personas— da una idea de la importancia que este derecho tiene. El libre desarrollo de la personalidad tiene como principales características ser un derecho indivi-


dual, es decir que este conjunto de libertades solo puede ser ejercido por las personas en singular, no por colectivos. Otra característica del libre desarrollo de la personalidad es que tiene estrechos puntos de conexión con otros derechos. Ello se debe a que para el fortalecimiento y desenvolvimiento de varias áreas de la personalidad es importante tomar decisiones libres en campos distintos como el familiar, educativo, laboral, y, entre otras cosas, tener acceso a un medio ambiente sano. Por otro lado, el derecho al libre desarrollo de la personalidad es una especie de derecho “integral” ya que, además de estar vinculado con otros derechos, a su vez incluye un sinfín de atributos que, independientemente de que estén o no reconocidos, son importantes para que la persona se desarrolle. Por ejemplo, algunos derechos tienen un carácter privado para los in-

dividuos y que difícilmente podrían ser parte de nuestra Constitución, algún tratado o alguna ley, no obstante, las personas tenemos derecho a tomar decisiones a partir de nuestra educación familiar, principios, valores u otras directrices que no son jurídicas. Con base en las tres características señaladas —el carácter individual, la conexión con otros derechos y su sentido integrador— es posible concluir que el derecho al libre desarrollo de la personalidad es el derecho a autodeterminar, desenvolver, dirigir y planear la vida de acuerdo con nuestros deseos, expectativas y preferencias. Así pues, aunque resulte complicado decir específicamente qué es el libre desarrollo de la personalidad, podemos notar que día a día ejercemos este importante derecho por medio de las decisiones que tomamos.

POLÍTICA

Flor de loto: Todo aquello que me aleja del ejercicio pleno de mi libertad me impide descubrir y desarrollar mi verdadero ser; es decir, lo que no me deja hacer lo que quiero, no me deja ser lo que soy.


Sobre las encuestas Por: Diego García *

A

estas alturas del proceso electoral seguro todos hemos visto los resultados de más de una encuesta sobre las preferencias electorales para la próxima elección de presidente de la República este1de julio.

*Diego García Vélez es Licenciado en Administración y Maestro en administración electoral; tiene más de 20 años de experiencia en la Administración Pública y actualmente labora en el Instituto Electoral del Estado de México como secretario particular del Consejero Presidente. Es autor de diversos artículos sobre comunicación política, elecciones y participación ciudadana @dgv1968

En la mayoría de los casos, la gente tiende casi de inmediato a tacharlas de parciales o vendidas si los resultados no favorecen a su candidato, o por el contrario, “esta sí es la buena” dicen cuando lo dan como ganador. Es necesario tener en cuenta que calificar una encuesta como buena o mala, dependiendo únicamente de si coincide con los dogmas particulares de quien la califica, solo es demostrar que se tiene una visión estrecha, subjetiva y sesgada. Para contrarrestar lo anterior, es imprescindible primero saber que las encuestas electorales son una herramienta de investigación que permite la recolección de datos, los cuales pueden ser opiniones y actitudes de un grupo de personas a través de un cuestionario aplicado, a fin de cuentas, a un grupo reducido de una población. El secreto de las encuestas es que gracias a ellas podemos convertir datos cualitativos en datos cuantitativos, para finalmente transformarlos en decisiones que impacten en la percepción de las


ELECCIONES personas respecto a un candidato, partido o elemento relacionado con la política y elecciones. Debido a su gran popularidad, las encuestas se usan frecuentemente durante los procesos electorales para conocer la tendencia que existe entre los candidatos a un puesto de elección popular. Hay quienes aseguran que las encuestas electorales no entregan datos válidos argumentando que lo que dicen unos pocos no es lo que prefiere la mayoría y el tamaño de la muestra siempre se convierte en un punto de conflicto. Lo cierto en las encuestas electorales es que se podría obtener una muestra perfecta si todos los que participan en el proceso electoral (electores) tuvieran la misma posibilidad de ser encuestados. La atracción de este tipo de encuestas es que para muchos tienen la capacidad de prede-

cir el resultado de una elección. También sirven de guía a periodistas, analistas y a los mismos ciudadanos para conocer sobre la campaña y elecciones en general, así como sobre el impacto de las propuestas de los candidatos y su plan de trabajo. Todos estos datos son importantes porque apuntan hacia dónde van las preferencias de los votantes e incluso pueden influir en cambiar sus decisiones. Una encuesta electoral puede centrarse en las preferencias de las personas, su participación en las elecciones, sus opiniones sobre los candidatos, las opiniones de las campañas e incluso preguntas sobre la identificación de partidos políticos, el comportamiento del voto en elecciones anteriores o las reacciones de los votantes en ciertos eventos políticos. En elecciones, las encuestas son más visibles, y más hoy en día con las diferentes redes sociales, ya que al publicarse, ciertos


resultados despiertan un temor en los candidatos y su círculo de influencia, quienes si no tienen una asesoría tecnopolítica, es muy seguro que crearán una “empresa fantasma” para publicar en redes sociales y declararse ganadores, de esta manera podemos señalar a los primeros mitómanos de la política; si así empieza un político… dónde terminará. El margen de error en las encuestas electorales también se da, en su mayoría, por el error en el muestreo, que es la imprecisión estadística calculada debido a una muestra aleatoria en lugar de toda la población. Por lo regular el nivel de confianza es de un 95%. Estos son algunos de los errores más susceptibles de las encuestas electorales: Error de cobertura: cuando no se puede contactar a personas de ciertas áreas de una población. También se puede dar, por ejemplo, cuando no se encuentra a una persona en su domicilio. Error de medición: sucede cuando no se cubre lo que se pretende medir, ya sea por fallas en el instrumento, en las preguntas u opciones de respuesta que se ofrecen; al dise-

ño de la encuesta, o en caso de ser una entrevista cara a cara, a problemas del entrevistador por no formular bien la pregunta. Error por falta de respuesta: cuando no se puede entrevistar a los encuestados o no quieren hacerlo ocasionando con ello un sesgo. Lo ideal es calcular la tasa de respuesta para evitar caer en este problema. Las encuestas son una forma importante de conocer las tendencias de una elección antes de contar los votos, y para que esta tenga una mayor aceptación, hay que incluir a todos los partidos y candidatos que están en la contienda. Debe recordarse también que la información recabada puede perder impacto si se presentan los resultados mucho tiempo después de hacer la encuesta. Este tipo de proyectos por lo regular se realizan en un periodo corto de tiempo. Es importante que las encuestas electorales tengan continuidad. Hay que recordar que los periodos de campaña son largos, por lo que diversas encuestas a lo largo de este periodo marcarán las tendencias y patrones de los encuestados


y conoceremos más a fondo todo el panorama político. Y después de todo esto… ¿sirven de algo las encuestas? Sí sirven, si se les utiliza objetivamente y estas ayudan a alcanzar un nivel de conocimiento técnico para poder trabajar sobre los resultados que arroja la opinión pública, a través de las necesidades y el sentir de la gente; de tal manera que sea posible definir estrategias y tácticas adecuadas, y tener efectividad en las metas propuestas, sea en campañas electorales o en gobierno. No sirven cuando se cree que con una encuesta se ganarán las elecciones por estar adelante o se va a perder por estar atrás, o que por publicar un dato en nuestras redes sociales vamos a convencer a la gente de que somos los ganadores. Por último, no olvidemos que las encuestas son una fotografía desde algún ángulo y de ese momento en particular, siempre y cuando estén bien realizadas, con una muestra confiable y márgenes de error adecuados; en caso contrario es mejor no hablar, sería algo similar a echar volados

con uno mismo, es como decir “Águila gano, Sol pierdes” y sentirse ganador en cada volado; aun cuando las encuestas estén bien realizadas, no son una bola de cristal para ver el futuro tal y como varios medios de comunicación lo afirman en muchas ocasiones, lo cual seguramente hacen para ganar popularidad e impulsar el amarillismo que los lleve a incrementar su audiencia, a lo cual por supuesto se suman los equipos de campaña de quien aparezca como posible ganador. Considero que como ciudadanos no nos debemos dejar llevar por lo que diga una u otra encuesta, las encuestas no son o no deberían de ser para los ciudadanos, nuestra labor para informarnos es ver los contenidos, leer las plataformas electorales de cada candidato o partido, dejemos que sean los expertos o quienes se dicen serlo, quienes las usen para sus estudios y propósitos y no como ha venido sucediendo, que los políticos y los medios de comunicación las utilicen para su conveniencia o impulsar a sus compadres.


Lorenzo Córdova E l e c c i o n e s 2 0 1 8

E

s licenciado en Derecho por la UNAM y doctor de investigación en Teoría Política por la Universidad de Turín, Italia. Investigador Titular B del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM (con licencia), es reconocido con el PRIDE D, y es miembro del Sistema Nacional de Investigadores, nivel III. Ha sido Secretario Técnico del grupo de trabajo que procesó en el Senado de la República la Reforma Política durante 2010; de diciembre de 2011 a abril de 2014 fue designado por la Cámara de Diputados como Consejero Electoral del IFE y desde abril de 2014 fue designado por dicho órgano como Consejero Presidente del Consejo General del INE. En esta entrevista Lorenzo Córdova nos habla de la magnitud de las próximas elecciones, de los retos del INE frente a ellas, y enfatiza que el mejor blindaje para la elección es lograr convencer a los ciudadanos de que si votan libremente, no hay ningún poder que pueda imponerse.



RS. Como todos sabemos, las elecciones del 2018 van a ser las más vigiladas de la historia reciente de nuestro país, ¿qué elementos se conjugan para que esto sea así y cuáles son los principales desafíos que va a enfrentar la autoridad electoral? LC. Que vayamos a la elección más grande de la historia responde al hecho de que tenemos el padrón electoral y consecuentemente el listado nominal más grande hasta ahora, el número de votantes potenciales es de 89.4 millones de ciudadanas y ciudadanos, esto quiere decir 10 millones más que la última elección presidencial. Desde el punto de vista logístico, justamente el número de electores detona que vayamos a tener el número de casillas más alto en la historia, 157 mil, es decir; 14 mil casillas más que hace 6 años. Por otra parte, el número de elecciones concurrentes que se va a tener junto con las elecciones federales también es inédito: elecciones en 30 estados para elegir algún tipo de autoridad local, salvo Baja California y Nayarit que tendrán solo elecciones federales, en el resto del país va a haber alguna elección local en disputa. A partir de esto, necesitamos 1.4 millones de funcionarios de casilla porque en los 30 estados donde hay elecciones concurrentes opera la figura de la casilla única que supone un número mayor de integrantes. Además, por el hecho de que el número de cargos en disputa, en consecuencia de la concurrencia a la que hacía referencia, es también la más alta, estarán en disputa 3,406 cargos de elección popular tomando a las alcaldías como un único

cargo, si se desdobla el voto por el alcalde que tiene efectos para integrar el cabildo, síndico, regidores, etc., el número de cargos que se designarán a partir del voto ciudadano emitido el próximo 1° de julio se eleva a 18,311. Nunca antes había ocurrido esto, por esa razón estamos ante una elección inédita en términos de su dimensión, pero también por el hecho de que si se toma en cuenta el número de observadores electorales, visitantes extranjeros y de potenciales representantes de partidos políticos ante la casilla, el 1° de julio es posible que haya alrededor de 7 millones de ciudadanas y ciudadanos involucrados directamente en la elección; no como votantes sino como ciudadanos con distintos roles, en donde entran los que acabo de mencionar y otros como funcionarios de casilla, funcionarios del Instituto Nacional Electoral o de los órganos electorales, quienes estarán, digámoslo así, operando la elección desde distintas trincheras. Todo esto la vuelve la elección más vigilada de la historia en todos los ámbitos, en términos de las actuaciones de las autoridades electorales, de la confección del padrón electoral, de la organización electoral y por supuesto, el día de la propia jornada electoral. RS. ¿Cuáles son en consecuencia los principales desafíos del Instituto Nacional Electoral? LC. Bajo la premisa de que hay muchas autoridades electorales involucradas a nivel local y a nivel federal, así como en el ámbito administrativo y en el jurisdiccional, por lo que respecta al INE yo creo que el principal desafío es logístico, porque si bien llevamos 28 años haciendo elecciones, primero como IFE ahora como INE, también es cierto que nunca habíamos enfrentado un desafío logístico y operativo tan grande como el que tenemos. Vinculado con el anterior, debemos lo-


grar convocar a una enorme movilización ciudadana. En México decir que las elecciones las hacen los ciudadanos no es un eufemismo, el INE organiza la elección, son los ciudadanos los que tienen que apropiarse de la misma, y en tiempos de descontento y desconfianza democrática no es sencillo, afortunadamente ya ha terminado la primera etapa de capacitación, y cerca de 2 millones 800 mil ciudadanos de los 11.8 millones que visitamos en sus domicilios, no solo aceptaron ser funcionarios de casilla sino que además son aptos y ya tuvieron una primera capacitación, esto quiere decir que prácticamente estamos en una lógica de 2 a 1 de los ciudadanos que requerimos para que la elección se realice. Hoy podemos ver que la ciudadanía está, diciéndolo coloquialmente: “jalando con el INE”, sumándose al esfuerzo del propio Instituto y apropiándose de la elección. Aunque todavía falta mucho, prácticamente dos meses para que las elecciones se lleven a cabo, los principales desafíos del INE son, como mencioné, el logístico y cuidar dichas elecciones en su rol de arbitraje electoral. Las campañas van a ser cada día más intensas y ríspidas y pues la dimensión arbitral probablemente sea la más exigida de parte del Instituto Nacional Electoral. RS. Con la aplicación que utilizó el INE para la plataforma de apoyo a los candidatos independientes se generaron muchas opiniones encontradas, ¿qué mecanismos propondrá el Instituto para otorgar mayor certeza de apoyo para estos candidatos independientes? LC. La aplicación que se utilizó por primera vez en este proceso de captura de apoyos para los candidatos independientes es un mecanismo que llegó para quedarse, sin duda puede mejorarse y hay muchas lecciones aprendidas de este proceso, pero reitero, es un meca-

nismo que llegó para quedarse y no solamente por lo que hace a las candidaturas independientes sino también para los otros instrumentos de participación ciudadana, pienso por ejemplo en consultas populares o iniciativas ciudadanas, en fin; se trata de un mecanismo que por un lado atiende la preocupación de preservar la integridad y la privacidad de los datos personales de las y los ciudadanos que decidan participar en algún mecanismo de “democracia directa” o de esta nueva generación de mecanismos de participación ciudadana, y que por otro lado indica certeza. Lo que hemos visto es que en este proceso hubo quien decidió no jugar limpio, para decirlo sin medias tintas. Se decía “es que la aplicación no funciona porque permite fotografiar latas de cerveza o una pared o cualquier cosa”, bueno, la aplicación está hecha para ser utilizada de manera honesta, no es un problema de la aplicación si se usa de manera deshonesta o fraudulenta. Los lineamientos que operaron en este proceso de captura de apoyos para los candidatos independientes lo dicen con todas las letras: se tiene que fotografiar una credencial para votar original y por supuesto válida, real; si alguien utilizó la aplicación para fotografiar, como alguien señaló, unas latas de cerveza, pues ese es problema de un mal uso de la aplicación, no es un problema de la aplicación en sí. La aplicación no fue hecha para evitar las trampas, sino para validar y certificar en tiempo real que los nombres que se capturaban estaban en el listado nomi-


nal, cuando nosotros detectamos que había un uso tramposo, fraudulento de la aplicación, íbamos a una verificación ulterior que es lo que nos permitió detectar un enorme número de apoyos capturados, no de credenciales reales físicamente existentes, sino de fotocopias o bien de simulaciones, en donde se hacían pasar por credenciales cartoncillos, maquetas donde se cargaban datos reales por un lado y por otro lado credenciales falsas que no eran credenciales para votar. Yo creo que todo esto nos deja una experiencia para futuros procesos, pero bajo una premisa: lo que ocurrió en este capítulo, que por cierto terminó ya por bloquearse al registro de candidaturas, pero siguen abiertas líneas de investigación tanto por la vía penal como por la vía administrativa para identificar eventuales conductas ilícitas, que además pueden suponer muy probablemente el uso indebido de datos personales, lo cual debe de tener una consecuencia legal. Cuando toda esta historia se termine, creo que va a ser muy pertinente hacer un “corte de caja” de todo lo que funcionó bien, incluyendo la aplicación que es mejorable, pero funcionó para su objetivo, y por otro lado, pues de todas las reglas que para futuros ejercicios tendrán que ajustarse. Lo que hemos decidido es que la aplicación será sometida a una auditoría informática que nos permitirá constatar en primer lugar la integridad del sistema que fue utilizado; en segundo lugar, la integridad de los expedientes electrónicos que se formaban para cada apoyo capturado, ya sea con datos o con imágenes, etc., y en tercer lugar, si en este proceso hubo una manipulación de esos expedientes como algunos de los candidatos, sin

ninguna prueba al respecto, sostuvieron. Creo que esto es importante para cerrar este capítulo y tener, insisto, todos los elementos para futuros ejercicios; agregaría además una última cosa, tan la aplicación llegó para quedarse, que ya un grupo de organizaciones de la sociedad civil, COPARMEX, Mexicanos contra la Corrupción, México Evalúa, el Instituto Mexicano para la Competitividad, y Causa Común, entre otras, solicitaron al INE mediante un convenio, el uso de la aplicación para poder capturar apoyos que respalden una iniciativa ciudadana para reformar el Art. 102 y la ley correspondiente para la Fiscalía General de la República, esa es la mejor prueba de confianza que existe en una aplicación que llegó para quedarse. RS. ¿Qué nos hace falta para que haya equidad en las campañas y en las redes sociales?, ¿regula el INE la propaganda de los partidos en la Web? LC. Respecto a la primera, yo creo que existen ya cierta reglas que garantizan condiciones de equidad, por supuesto estas reglas no fueron pensadas, al menos de origen, para un mundo que cada vez más está transitando hacia el ámbito digital; la irrupción de las redes como mecanismos poderosísimos de comunicación, evidentemente plantea desafíos que hoy la autoridad electoral está enfrentando y que en un futuro tendrán también que analizarse, espero, de manera sensata y objetiva, de cara a la siguiente reforma electoral; aquí las prisas no son buenas consejeras, sobre todo porque el ámbito de la red es sumamente complejo y hay una discusión abierta sobre si es posible regular sus contenidos y si es pertinente hacerlo, pero no le corres-


ponde al INE tomar definiciones, aunque estamos ya inmersos en una contienda en donde las redes están teniendo, con todo el elemento disruptivo que supone, un lugar privilegiado. La legislación tendrá que revisarse a partir de lo que hoy tenemos y de lo que esta nueva realidad nos impone como desafío, pero por lo pronto yo creo que el Instituto Nacional Electoral ha optado por una ruta, desde mi punto de vista, sensata y atendible; es decir, nosotros nos metemos en el ámbito de las redes solamente hasta donde tengamos elementos de absoluta certeza. Regulamos la propaganda y verificamos su licitud solamente en aquellos sitios o páginas que son claramente vinculables con algún partido político o con alguna candidatura, me refiero a las páginas oficiales de los candidatos y de los partidos políticos, así como de medios de comunicación y demás. En el ámbito de la red y en torno a la publicidad en general, hemos estado partiendo de una premisa: ser tan liberales como sea posible en el contexto de la discusión pública, pero tan inflexibles y rígidos como sea necesario en el ámbito del dinero en la propaganda, es decir, nosotros dejamos que fluya la discusión en las redes, pero cuando detrás de esas discusiones hay mensajes promocionales pagados, rastreamos el origen del dinero, porque una cosa es que prive la libertad de expresión y otra cosa bien distinta es el dinero que está claramente regulado en la legislación electoral. Sin lugar a dudas, hay que mantener abierta la reflexión sobre el mundo de las redes, ya que el ámbito digital evoluciona todos los días, y pretender regularlo todo me parece que es una pretensión, incluso autoritaria, que difícilmente deba acompañarse en un contexto democrático, pero sin obviar que el mundo de las redes puede llegar a ser incluso disruptivo con la democracia.

Las redes son mecanismos de comunicación que ayudan a generar interacciones horizontales entre las personas, y son tan poderosos, que permitieron en el pasado inclusive la caída de regímenes autoritarios como todos los países del norte de África, en la así llamada “Primavera Árabe”, pero también es cierto que ninguno de los países de la “Primavera Árabe” se ha convertido en una democracia, es decir, si bien las redes son un poderoso mecanismo de comunicación, no generan en automático democracia; es más, me atrevo a decir, que ni siquiera son así, sin más en automático, compatibles con la lógica misma de los sistemas democráticos. Es un hecho que a partir de los aspectos antes comentados, las redes sí representan un nuevo desafío, una frontera con la que hay que lidiar en el funcionamiento de los sistemas democráticos, y hacerlo con mucho cuidado, porque pasarnos un poquito en esta materia puede significar literalmente que entremos en una lógica de censura que no es propia de los sistemas democráticos sino más bien de los sistemas autoritarios. RS. Respecto a las campañas negras, ¿cuál es su opinión?, ¿existe alguna regulación por parte del INE al respecto? LC. Las campañas llamadas “negras” o de desprestigio, son parte de una cotidianidad democrática, prácticamente en todos los regímenes democráticos existen campañas de descrédito del contrario y también hay que asumirlas como parte de la normalidad democrática ¿Son deseables? Creo que no, yo creo que una contienda electoral debería estar más centrada en los diagnósticos de los problemas nacionales y en planteamientos para resolverlos, que en una mera denostación del contrario, pero ese es el mundo del deber ser, en la realidad la cosa es distinta. Cuando una democracia es solamente


una descalificación del contrario, acaba propiciándose y estimulándose la lógica del descontento, del descrédito, de la crisis de confianza de los propios sistemas democráticos, sin embargo, eso le toca medirlo a los candidatos y a los partidos políticos, allá afuera hay gente preocupada y descontenta con los resultados que han tenido los gobiernos democráticos y eso significa tratar de atender esa preocupación reivindicando y dignificando a la política, pero esa es mi opinión, no necesariamente la de los equipos de campaña, ni mucho menos de los expertos en la comunicación política, que no necesariamente están preocupados por mejorar la calidad de la democracia sino que están centrados en ganar elecciones así, de la manera más pragmática y concreta posible. Cabe señalar también que existen regulaciones para la propaganda electoral establecidas en la Constitución y el límite concretamente se centra en la prohibición de la calumnia como contenido de dicha propaganda. Al respecto, la calumnia está ya claramente definida por las interpretaciones jurisdiccionales y administrativas, los criterios en este sentido la describen como “la imputación directa a alguien de la comisión de algún ilícito sin tener ningún elemento de prueba en ese sentido”. Salvo esa frontera, nosotros hemos planteado -como decía antes- toda una política muy liberal, bajo la premisa de que la democracia requiere campañas tan críticas y tan intensas como sea necesario y ojalá tan propositivas como sea posible, pero insisto, bajo esta limitación nosotros estamos en una lógica, digámoslo así “particularmente liberal”, salvo cuando estamos hablando de dinero donde la propia legislación marca una pauta de inflexibilidad y de no permisividad por parte de la autoridad electoral. RS. El cambio en el formato del debate fue muy exitoso, y eso nos hace ver que

es posible modificar y darle fluidez a la comunicación política ¿Qué podemos hacer para que el modelo de comunicación en esta propaganda de partidos y candidatos también se modifique de alguna manera? LC. Para modificar el modelo se tiene que modificar la Constitución, nosotros tenemos un modelo que creo que en esencia tiene que mantenerse, tiene sus grandes verticales, como por ejemplo la prohibición de comprar publicidad en radio y televisión, y el uso de los tiempos del Estado para que la política pueda fluir a través de estos dos medios (radio y televisión) de cara a la ciudadanía. No es un modelo original, desde hace muchas décadas ha sido ensayado en las democracias europeas, de hecho, de allá se importó. Respecto al generoso tiempo que se pone a disposición de los partidos políticos, desde el arranque de las precampañas, la totalidad de los 48 minutos que dispone el Estado, que son tiempos públicos destinados a la contienda electoral y administrados por el Instituto Nacional Electoral, creo que si bien el echar mano de estos tiempos es positivo, la modalidad de uso no necesariamente es la mejor, pues apostar por el spot de hasta 30 segundos, como lo establece la propia Constitución, acaba provocando una sobresaturación del espectro radioeléctrico y además en una modalidad que lejos de favorecer la dimensión programática discursiva en la discusión pública durante las campañas, lo que hace es favorecer una dinámica mucho más cercana a la mercadotecnia, pues en 30 segundos difícilmente vas a poder exponer la sustancia de un proyecto político o el contenido de una plataforma electoral. Creo que en el futuro sería mucho más conveniente explorar medidas que sin eliminar la existencia de spots, que tiene también un sentido y una lógica durante las campañas electorales, pudie-


ran reducir el tiempo dedicado a estos para permitir espacios de mucho mayor reflexión, en donde puedan ya no solamente promocionarse candidatos, marcas o partidos, sino más bien profundizar en las propuestas; insisto, que haya spots está bien, pero que haya tantos, lejos de fortalecer a la oferta política y al debate público, me parece que lo simplifica. Creo que sería muy pertinente en el futuro utilizar el tiempo de manera más concentrada en programas de debate, no solo entre los candidatos -que es pertinente que ocurra durante las campañas- sino también considerar, como se ha procurado hacer y promovido desde el INE, el debate en universidades de las plataformas electorales, es decir, un debate más de sustancia, menos emocional y mucho más racional, pero eso implica un cambio constitucional. RS: ¿Es posible blindar al 100% un proceso electoral tan grande y complejo? ¿Qué mecanismos garantizará el INE para legitimar los resultados electorales ante la desconfianza que existe al respecto? LC. Coincido en que tenemos un enorme desafío para blindar el proceso electoral en términos de la confianza que debe de tener en todo. Esa perspectiva implica una multiplicidad de actividades que van desde cumplir todos esos procesos que durante más de cinco lustros se han venido construyendo precisamente para blindar y garantizar la autenticidad y la libertad del voto. La propia ley establece una serie de procedimientos, de actuaciones de la autoridad electoral encadenadas entre sí, cuya consolidación permite pasar de uno de estos eslabones al siguiente y así

sucesivamente, y en consecuencia blindar al proceso electoral en términos de su integridad, de su construcción o de las bases sobre las que la elección se sienta; es decir, tener un padrón electoral íntegro, confiable, actualizado, es una condición para que el voto se respete y pueda ejercerse realmente; los mecanismos de seguridad en el material electoral, papel seguridad, la producción e impresión de las boletas, así como la distribución de las mismas; la tinta indeleble que es la mejor garantía para evitar que alguien pueda votar dos veces; los listados nominales que se imprimen, se mandan y entregan a los representantes de los partidos para que las casillas puedan vigilar que quien vota es quien tiene derecho a votar y que quien ya votó no vuelva a hacerlo; los mecanismos de difusión preliminar de los resultados, que buscan inyectar certeza y transparencia entendida como generación de información oportuna en los momentos delicados, que van desde el cierre de la casilla y hasta que tres días después comienzan los cómputos legales de los votos, salvo en algunos casos como en la Ciudad de México, donde comienzan la misma noche de la elección. El modelo en el resto del país es que hasta el miércoles siguiente a la elección comienzan los cómputos legales. Todos estos procesos y mecanismos están pensados desde la legislación como una manera de blindar el proceso electoral y de generar a la ciudadanía confianza de que su voto puede emitirse de manera libre y que será bien contado. En ese sentido, estamos a menos de dos meses de la elección y nadie sabe todavía quiénes van a recibir y contar los


votos, sabemos que son nuestros vecinos, pero no sabemos quiénes son y esto es para evitar que existan presiones indebidas de parte de partidos o de otros actores que incidan indebidamente en su actuación, la cual tiene que estar regida bajo los principios de imparcialidad y de objetividad. En otros países se sabe con muchísima antelación quiénes realizarán esa tarea, por ejemplo, en Inglaterra quienes cuentan los votos en las casillas son funcionarios públicos comisionados para que ese día sean funcionarios de casilla, y lo son una y otra vez, así que cuando ya los entrenaste tienes un valor agregado. En México nadie sabe quién es y una vez que lo designas, capacitas y cumple su función, no necesariamente será sorteado y volverá a ser funcionario de casilla. Todos estos son mecanismos que no son improvisados, son el producto de una segmentación de decisiones que, a lo largo de prácticamente tres décadas, han apostado a crear esas bases de blindaje electoral en términos de la certeza, claro que parte del blindaje es darlo a conocer, porque no necesariamente la gente allá afuera sabe que existen todos estos procesos, los cuales han sido construidos y pensados para garantizar la integridad del voto, es decir que el voto pueda emitirse en libertad y que sea contado eficientemente. Sin embargo, es evidente que hay muchos riesgos allá afuera frente a la libertad del voto, como por ejemplo la compra y la coacción, el clientelismo, el uso indebido de programas sociales, pero yo creo que la mejor garantía, -sin claudicar a lo que como autoridad electoral nos toca hacer en el sentido de vigilar que ello no ocurra

y sancionar los casos en los que los actos indebidos se constaten- el mejor blindaje para la elección son las ciudadanas y los ciudadanos, es decir, es lograr convencer a los ciudadanos de que si votan libremente no hay ningún poder político, ningún interés privado o de parte, que pueda imponerse, y la mejor prueba de ello es que los últimos tres años hemos tenido el índice de alternancia más alto en la historia del país, nunca había habido un cambio tan acelerado. No estoy diciendo que seamos más democráticos por ese hecho, lo que nos hace democráticos es que existan las condiciones para que, si así lo deciden los electores, haya alternancia. Insisto, el hecho de que haya habido una alternancia tan intensa en los últimos tres años, demuestra que en México el voto sirve, y la mejor garantía para blindar una elección es que los ciudadanos vayan confiados a votar por quien quieran, sabiendo que su voto efectivamente será contado y es la clave para decidir quiénes nos van a gobernar en el futuro inmediato. RS. ¿Qué podemos esperar para la noche del 1 de julio, una vez que se cierren las casillas electorales en todo el país? LC. Lo que hay que esperar es que la autoridad electoral saldrá hacia las once de la noche -el INE en el ámbito de la elección presidencial y los órganos electorales de los nueve estados en donde se renueva la gubernatura- a dar los resultados del así llamado conteo rápido. A partir de las ocho de la noche estarán fluyendo paulatinamente los resultados preliminares en el sistema llamado Programa de Resultados Electorales Prelimi-


nares (PREP) que está pensado para ello. La noche de la elección, es un momento muy delicado de la vida política del país, cuando cierran las casillas, en donde los vacíos de información siempre van a ser llenados por alguien, y creo que es pertinente que sean llenados por la autoridad electoral con datos oficiales que, si bien no son definitivos, porque los datos legales comenzarán en los cómputos que se realizarán tres días después, de cualquier manera es información emitida por la autoridad electoral. Por eso era tan importante para nosotros el poder tener un conteo rápido -a pesar de las complejidades que nos trae consigo la figura de la casilla única, en donde no se van a contar solamente las tres elecciones federales sino algunas de las locales- y no salir a las cuatro o cinco de la mañana a dar la información porque entonces generaríamos un ambiente de incertidumbre y especulación que no le conviene a nadie. Luego de una serie de decisiones que fueron impugnadas ante el Tribunal Electoral, se logró construir una solución muy pertinente que le permite al Instituto Nacional Electoral, tener la información necesaria para poder alimentar este mecanismo, el conteo rápido, y poder salir a dar los resultados estimamos hacia las 11 de la noche, y que los órganos electorales de los estados de las elecciones en donde hay gobernador o jefe de gobierno, puedan a esa hora o eventualmente antes, si es posible, salir a dar los resultados. Es importante considerar que damos resultados como autoridades electorales, no damos ganadores, los ganadores los van a determinar los órganos electorales jurisdiccionales, el Tribunal Electoral es el que va a definir quién ganó la Presidencia de la República, y eso ocurrirá en los meses o semanas posteriores a la elección. En ese sentido es importante que la gente sepa que la noche de la elección va

a haber resultados, y que esos resultados del conteo rápido son tendencias de votación, déjame explicar, el conteo rápido es una muestra muy grande de resultados de casillas que nos permiten arrojar tendencias de cómo están los números en la elección presidencial, cuando hablo de una muestra muy grande me refiero a una muestra entre 7 mil y 9 mil casillas de las 157 mil que se instalarán en el país. Ningún medio de comunicación, empresa encuestadora o partido político, posee la capacidad para tener una muestra tan grande como la que va a tener el INE y consecuentemente tampoco cuentan con un ejercicio de conteo rápido tan preciso como el del INE. El conteo rápido lo que nos va a arrojar son rangos de votación, es decir, que el candidato A a la presidencia obtuvo entre tanto y tanto de porcentaje de votos, el candidato B, entre tanto y tanto, el C entre tanto y tanto, y así sucesivamente. Esos resultados se van a dar sean cuáles sean, sea que los rangos no se crucen, sea que los rangos del candidato A no tengan un grado de intersección con el rango del candidato B y por lo tanto pueda presumirse que ese candidato va aventajado claramente para poder ser el próximo presidente de la República, aunque falte todavía mucho por hacer: cómputos legales, impugnaciones, calificación por parte del Tribunal, etc. Sea que los rangos se crucen como nos ocurrió en el año 2006, invariablemente el Instituto Nacional Electoral dará a conocer los resultados, y si en la misma noche de la elección, al tener cruces de los rangos de votación, resulta imposible presumir que alguien en ese momento claramente aventaja en la contienda presidencial, también lo vamos a dar a conocer y explicaremos que hay que esperar con calma a que fluyan los resultados del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP). Los resultados del PREP no son tendencias


de votación, ese es un censo, es decir; este programa da a conocer todos los resultados de todas las actas de todas las casillas, tal como las va recibiendo la autoridad electoral, y en consecuencia no hay una estimación preliminar de los resultados sino que esos resultados se van agregando poco a poco conforme llega la información al PREP; en el caso de que el conteo rápido no permita definir a esas alturas una clara tendencia en favor de alguno de los partidos políticos o de alguno de los candidatos, habrá que esperar pacientemente a que el PREP a lo largo de 24 horas vaya arrojando la información, bajo la premisa de que son resultados preliminares, los resultados legales ocurrirán a partir del miércoles siguiente a la elección. En suma, creo que lo que hay que esperar la noche de la elección es mucha información por parte de la autoridad electoral, lo que hagan los candidatos esa ya es otra historia, es muy probable, como ha venido ocurriendo, que los candidatos se autoproclamen ganadores, en México no existe una cultura de la aceptabilidad de la derrota, lo cual vuelve mucho más complejas y tensas las horas posteriores al cierre de las casillas, y si eso ocurre lamentablemente, pues que ocurra también un flujo de información muy amplio, muy conspicuo y muy prolífico por parte de la autoridad electoral para que los electores puedan tener la tranquilidad respecto de los números en esas horas delicadas para la vida democrática. RS. ¿Cómo visualiza el Consejero Presidente del INE, el amanecer del 2 de julio en México? LC. Mira, yo lo he dicho de esta manera, el 2 de julio los mercados van a abrir; las bolsas de valores van a abrir; los sitios de trabajo van a abrir, las y los mexicanos nos dirigiremos a ellos; las amas de casa realizarán su rutina; las escuelas estarán cerradas ya que estaremos de vacacio-

nes, pero la vida sigue y los problemas del país que hoy tenemos van a seguir ahí el 2 de julio, por eso es importantísimo que el 1° de julio sea un momento -que lo va a ser- de una enorme intensidad en la vida política, pero que sea visto como parte de un proceso. El 1° de julio es un momento importante de la historia del país, pero la historia no se acaba ahí. El 2 de julio la historia sigue y es probable que en los días siguientes se constate lo que se ha venido constatando los últimos 20 años: que la pluralidad política de la sociedad mexicana se va a reflejar en las urnas y se va a reflejar en consecuencia en la integración de los órganos de representación política. Es posible que quien gane la Presidencia de la República no cuente con una mayoría en el Congreso y por lo tanto, tengan que construirse esas mayorías como ocurre en todo sistema democrático, creo que es importante para poder despertarnos el 2 de julio en paz, porque de eso se trata una democracia; la democracia no significa ausencia de controversias, no significa ausencia de tensiones, no significa ausencia de conflictos; significa que esas controversias, esas tensiones, esos conflictos se encaucen por vías institucionales y la vía institucional privilegiada para la democracia, son las elecciones y creo que eso es lo importante. El 1° de julio vamos a definir cómo se integrarán los órganos de representación política y probablemente el rumbo del país en el próximo sexenio, pero la pluralidad va a seguir ahí; tenemos que procesar esa pluralidad y esa diversidad ideológica y política en paz, yo diría algo adicional: en democracia nadie gana todo y nadie pierde todo, y quien gane y quien pierde no lo hace de una vez y para siempre. Por eso creo que de aquí al 1° de julio es importante que todos asumamos con responsabilidad nuestro rol para que el 2 de julio podamos seguir


viviendo en paz. ¿Cómo visualizo el 2 de julio? Como el día en que México amanece después de una elección importante, pero el día después es el día previo al que sigue, es decir; la vida sigue, la democracia seguirá, la pluralidad política seguirá ahí, no se habrá borrado por un brochazo; por supuesto la elección redefinirá los equilibrios políticos, pero la pluralidad va a seguir ahí. Creo que es importante que con responsabilidad le apostemos no al 1° de julio sino también al día después, y eso pasa por lo que le toca a la autoridad electoral, pero también por lo que les toca a los gobiernos, los partidos políticos, y sobre todo por lo que les toca a los candidatos, a los medios de comunicación y también a las organizaciones de la sociedad civil. Todos estamos en el mismo barco y no hay modo de que le vaya bien a alguien si le va mal al otro. En las elecciones habrá quien tendrá más votos, quien ocupará los cargos de elección popular, sí, es cierto, pero el que está enfrente no puede nunca ser visto como un enemigo porque después es muy probable que se le necesite para lo que sigue. El día siguiente lo veo como un día en el que las y los mexicanos habremos, y espero con satisfacción, transitado un momento delicado de la vida política del país, pero que es parte, reitero, de una secuencia histórica; creo que el día después, los mexicanos nos podremos levantar diciendo que hemos cumplido con nuestro compromiso con la democracia y eso significa con la convivencia en pluralidad y de manera pacífica. RS. ¿Cómo se siente Lorenzo Córdova como persona al estar al frente de las elecciones más complejas en este país?

LC. Me siento muy satisfecho, llevo 24 años dedicándome a las cuestiones electorales, sea en la academia o en la función electoral propiamente dicha. Esta es mi tercera etapa o cuarta, como se quiera ver, en el Instituto Federal Electoral antes, Nacional ahora. Fui asesor de Consejero Ciudadano, asesor del Consejero Presidente, fui Consejero Electoral y ahora soy Consejero Presidente, así que estar cumpliendo con esta responsabilidad es una enorme satisfacción profesional y por otro lado es un enorme privilegio; lo he dicho y lo sostengo, el Instituto Nacional Electoral, es una de las mejores instituciones del Estado mexicano que nos ha costado muchísimo construir y consolidar, que hemos vapuleado y sobrecargado de manera muy importante, sobre todo en la última década; no hay ningún órgano electoral en el mundo que haga lo que hace el INE, y no hay ningún órgano que tenga el reconocimiento internacional que este tiene. Dentro del país no ocurre lo mismo, en México el INE padece el descrédito y la desconfianza que las y los mexicanos tenemos hacia las instituciones públicas, no es de las instituciones menos valoradas, pero en términos de confianza pública, estamos después de las universidades, de las fuerzas armadas y tal vez, en ocasiones, de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Estamos como una de las instituciones públicas más acreditadas, sobre todo si se le compara con el Congreso, con los partidos, con los gobiernos, etc., sin embargo, creo que no hay ninguna institución pública que requiera tanto de la confianza para poder cumplir con su trabajo como el INE, déjame decirlo de esta manera: para que haya confianza en las elecciones y sus re-



sultados, tiene inevitablemente que haber confianza en el órgano que las organiza, y de ello depende al final la legitimidad democrática de los gobiernos y de los órganos elegidos, por eso necesitamos, como ninguna otra institución, de la confianza pública. A pesar de esta crisis de confianza en las instituciones que aqueja también al Instituto Nacional Electoral, yo diría que es una de las Instituciones más sólidas, más asentadas y más eficaces del Estado mexicano y eso a mí me da muchísima tranquilidad. Lo demás pues es arbitrar una elección compleja, sin duda intensa, en un momento muy delicado de la vida nacional, pero es una enorme satisfacción y la enfrento con confianza en lo personal, porque aquí estoy coordinando los trabajos de un colegiado bien integrado, el Consejo General, muy compacto; creo que llegamos en una muy buena situación como colegiado a este enorme desafío que es esta elección y sobre todo, reposamos en una estructura profesional y en una ciudadanía que está apropiándose de la elección, las cifras ahí están, el número de ciudadanos que han aceptado ser funcionarios de casilla; hoy las casillas no están en riesgo, la capacidad de nuestros capacitadores que están trabajando en el campo y que están entrando a todas las rancherías a todos los caseríos a cumplir con su función. También vamos a la elección más compleja de la historia con el mejor padrón electoral de nuestra historia, el dato de cobertura del padrón electoral alcanzará, lo vamos a avalar en unas semanas más, el 99.8%, cosa que no ha ocurrido nunca en la historia y que no ocurre en

ningún lado en el mundo. Los padrones electorales de las elecciones estadounidenses de 2016, las presidenciales, tenían un promedio de cobertura del 70%. Tenemos un grado de actualización del padrón electoral también altísimo, es decir, la elección va y va bien, y eso genera mucha confianza y nos permite tener bases sólidas para cumplir la parte más delicada de esta función que es el arbitraje. Vamos a dos meses de campaña muy intensos, en donde será muy importante la actuación del INE conduciendo y encauzando esa natural función de las campañas electorales y procurando que nadie se brinque las reglas que están ahí, y que no las puso el INE; las reglas son producto de consensos a lo largo de la historia. En conclusión, es un trabajo complicado, pero la verdad voy confiado como persona y como funcionario encargado de esta responsabilidad. RS. Por nuestra parte es todo, a usted ¿Qué más le gustaría agregar? LC. Simple y sencillamente decir que lo que viene, lo que debe venir es que las y los ciudadanos se crean que está en sus manos el derecho y el poder de decidir quiénes nos van a gobernar en el futuro inmediato. Las condiciones están dadas para que todas y todos nos creamos ese derecho, ese poder, y vayamos a votar a las urnas de manera libre y decidida. Esperamos una participación copiosa, estas elecciones están listas para que se vote en libertad, creo que eso es lo fundamental de ir sembrando, de ir convenciendo en los meses por venir.


Discapacidad psicosocial: hacia una plena voluntad de decidir Por: Fidel Pérez de León*

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urante siglos, las personas con alguna discapacidad psicosocial padecieron los estragos de la estigmatización en comunidad. Esto los volvió presa adecuada, fueron víctimas, perseguidos, señalados o excluidos. El rechazo es la consecuencia por la ignorancia de la colectividad.

* Fidel Pérez De León es Director General del Instituto de las Personas con Discapacidad de la Ciudad de México (INDISCAPACIDAD CDMX). Ingeniero Agrónomo con Diplomado en Mercadotecnia Política por el ITAM. Recibió el Premio al Mérito de Servidor Público que otorga la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables de la LXII Legislatura de la H. Cámara de Diputados. Su trabajo le ha valido el reconocimiento de diversas asociaciones civiles. Ha participado como ponente en foros, congresos, encuentros, ferias y jornadas de inclusión, nacionales e internacionales. Ha desempeñado diversos cargos en la Administración Pública Federal, Estatal y Local, y es una persona con discapacidad física. Luchador incansable por la igualdad de oportunidades e inclusión de las personas con discapacidad. “La discapacidad no es contagiosa, la discriminación, sí” @fideldiscapacid

Gracias a la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, por primera vez un ente jurídico reconoció a estas personas como poseedoras de una discapacidad y no como “enfermos mentales”. Me centraré en las personas con una discapacidad psicosocial, acorde al concepto manejado por los especialistas en el informe de Documenta, Proceso penal y discapacidad psicosocial, según el cual son “aquellos individuos que en algún momento de su vida enfrentan un problema relacionado con su salud mental”, que puede ser transitorio (depresión, ansiedad, etc.) o trastornos severos (como la esquizofrenia). En dicho informe se engloban estas condiciones bajo el nombre de discapacidad psicosocial y no como discapacidad mental, ya que este término reconoce las limitaciones o deficiencias tanto a nivel individual como las restricciones y barreras del entorno social; enfoque adoptado de la Clasificación Internacional de Funcionalidad, la Salud y la Discapacidad, CIF (OMS,2001). La opinión en consenso de los expertos en la materia que colaboraron con la edición 2010 de la revista Dfensor (Número 11, año VIII, nov. 2010), publicada por la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, dedicada a la discapacidad psicosocial en México, nos permite afirmar que es una discapacidad “invisible”, por ello olvidada y desatendida. De ahí que los estados firmantes de la Convención carguen con la responsabilidad de crear mecanismos que apoyen a las personas con discapacidad para que sean libres de tomar decisiones con autonomía. Aunque algunos crean que las personas con una discapacidad psicosocial más severa, quizá no podrán hacerlo. Sin embargo, la capacidad de decisión y que las personas con discapacidad (PcD) puedan ejercer este derecho, hasta en cuestiones jurídicas, se estipula en el artículo 12 de la Convención en su numeral segundo, donde señala: “Los Estados Partes reconocerán que las personas con discapacidad


De la edición de noviembre de la revista Dfensor en 2010, a la publicación en 2016 del Informe que cité anteriormente, la situación no ha cambiado. Esto porque aún existe en la redacción de los códigos penales mexicanos el término de inimputabilidad, tanto en el artículo 15 numeral VII del Código Federal, como en el artículo 29 numeral II del Código Penal del Distrito Federal, el cual niega la capacidad de decidir de la PcD psicosocial, ambos bajo la misma redacción: el agente no tenga la capacidad de comprender el carácter ilícito de aquél o de conducirse de acuerdo con esa comprensión, en virtud de padecer [sic.] trastorno mental o desarrollo intelectual retardado. De acuerdo al texto editado por Documenta, la inimputabilidad es una figura histórica mediante la cual, “el Estado ha legitimado la marginalidad y la exclusión social”, esto perpetúa los prejuicios y estigmas “que limitan y violentan los derechos de las personas con discapacidad psicosocial que enfrentan un proceso penal”. En “La discapacidad psicosocial y la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad”, se nos muestra un cuadro de lucha, donde se narra que mientras duró el proceso de negociaciones de la Convención, las PcD psicosocial “desafiaron de manera contundente los prejuicios sobre su capacidad y su autonomía individual, frente al Pleno de la Asamblea General”.

La importancia del artículo 12 de la Convención, radica en el cambio de un modelo tutelar a un modelo de apoyo, es decir, que se permite se brinden los medios necesarios a la persona con discapacidad para que pueda ejercer “su autonomía y todos sus derechos”, sin depender de la figura del tutor. En este sentido, aparece un área de oportunidad y un reto, dotar de contenidos el de la de los ajustes razonables en materia de acceso a la justicia para las personas con discapacidad psicosocial, enunciado en el artículo 2 de la Convención sobre los Derechos de las personas con Discapacidad. Debemos preguntarnos qué tanto se vulneran los derechos de las PcD por el pecado de la omisión, y de la falta de reestructuración en nuestros textos legales, los cuales mantienen términos muchas veces ofensivos o conceptos que contradicen los acuerdos internacionales donde nuestro Estado es firmante. Hemos logrado avances significativos, pero nuestra labor no termina hasta darle luz a todos aquellos que hasta el día de hoy siguen siendo invisibles.

REFERENCIAS 1. 2. 3. 4.

5.

Código Penal Federal, artículo 15, numeral VII. Diario Oficial de la Federación, 14 de agosto de 1931. Texto vigente 09 de marzo de 2018. Código Penal para el Distrito Federal, artículo 29, numeral II. Gaceta Oficial del Distrito Federal, 16 de julio de 2002. “Discapacidad Psicosocial: ‘invisible en México’”, Dfensor, Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, México, noviembre, 2010. “La discapacidad mental o psicosocial y la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad”, Dfensor, Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, México, noviembre, 2010. Proceso penal y discapacidad psicosocial, col. “Hacia una justicia incluyente”, Documenta, México, 2016.

COMUNICACIÓN E INCLUSIÓN

tienen capacidad jurídica en igualdad de condiciones con las demás en todos los aspectos de la vida”.


Postpolítica: del porno al punk digital Por: Alejandro Arroyo*

P *Alejandro Arroyo Politólogo por la UNAM, conjunta experiencia en Gobierno, Poder Legislativo y Sector Privado. En el ámbito gubernamental ha sido asesor y enlace legislativo en la Secretaría de la Reforma Agraria y en el staff jurídico de la Presidencia de la República. Fue Director de Comunicación Social del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de Familia (DIF). En la Cámara de Diputados fungió como Secretario de Enlace Legislativo y con Órganos de Gobierno del Grupo Parlamentario del Partido Nueva Alianza en la LXII Legislatura. Colaboró durante casi una década en la Firma de Cabildeo, Comunicación y Relaciones Estratégicas Fitch y Asociados, desde donde asesoró y acompañó a diversas asociaciones, empresas y corporativos nacionales y multinacionales en su relación con el Gobierno y el Congreso. Fue también profesor en la FCPyS-UNAM y en la Universidad Iberoamericana.@ ElAletsArroyo

ara todos aquellos que nacieron a finales de la década de los ochenta y principios de los noventa del siglo pasado es importante decirles que hubo un tiempo en que el ejercicio del poder y el oficio político eran seductores. ¿Qué significa esto? Que ambos estaban investidos de un intenso halo de secrecía que les dotaba de una autoridad basada, sí en un dominio aplastante del universo real, pero cargado de símbolos, signos y rituales cuya composición era indudablemente persuasiva. Aunque ciertamente artificiales –como toda seducción– y necesariamente contrapuestos al orden de lo natural, el poder y su alter ego, lo político, normaron una moral –que hoy sabemos era doble– que por centurias produjo y reprodujo un sistema en el que su apariencia afrodisiaca controló al ser humano bajo un cariz homogeneizante. Todavía no sabemos si es buena o mala noticia, pero desde hace algunas décadas ya no ocurre de esa manera. La política dejó de ser el alter ego del poder. La defunción de la política como espacio homogeneizador y unificador dio paso a la post-política. Si bien mantiene su dominio sobre el universo real –al menos conserva el monopolio legítimo de la violencia– la política quedó entrampada en una banalización tal que toda práctica de seducción y autoridad desapareció. Una explicación de esta alteridad puede encontrarse en el tránsito de la propaganda a la comunicación. Si antes la política propagaba, hoy la post-política comunica, hace común el mundo, se comparte. Y en ese compartir, lo político dejó de tener una estética moralizadora y moralizante para pasar a una construcción frenética de lo morboso. La desorbitante expansión de los mass media transformó la seducción de lo político en pornografía. Hoy estamos en presencia de una exacerbación del detalle anatómico de lo político cuyo imperio se funda en el exceso de realidad. Siguiéndolo desde la perspectiva de Jean Baudrillard (De la seducción, 1989), en el porno todo es demasiado cercano, demasiado real: es la hiperrealidad de la cosa. La dimensión pornográfica de lo político es precisamente que se hace un close-up a lo que antes permanecía como secreto. Y no es que haya desaparecido como ilusión. En el porno la ilusión no tiene fin. Lo que hace criminal al porno es que cancela el deseo y el envite lúdico por la posesión. En la porno política ya todo está ahí, a la mano y para todos. Hoy ya no es la política de las ideologías que se sustentaba precisamente en ideales que tomaban las calles; ahora son banalidades que circulan en las redes digitales. Y la política reveló su verdadero secreto: el secreto es que no hay secreto.


Cierto es que siempre serán más que bienvenidas las estructuras bajo las cuales se sostiene el ánimo por transparentar hasta la vida personal, con Facebook e Instagram como los nuevos álbumes biográficos. Cierto, mejor ver a tener los ojos tapados o, peor aún, a que nos los tapen. Sin embargo parece respirarse un aroma en el ambiente en el que el exceso de transparencia en la política no ha tenido un efecto tranquilizador sino por el contrario, ha producido una especie de paranoia en la que el usuario –ya no el ser humano– hace digital su indignación hacia lo político y se torna, incluso, violento. Esta viralización de la violencia digital merece algo de atención. La indignación que se exhibe vía los dispositivos en minutos logran sumar millones de expresiones de una naturaleza profusamente furiosa que solo muestran que la política parece haber perdido su razón original. Si anteriormente la política era incluso hasta un espacio de doble moral, con el incesante activismo digital y su carácter punk, profundamente transgre-

sor como hoy se experimenta, ya ni siquiera podemos hablar de inmoralidad. Es sencillamente amoral; no hay un deber ser ni un principio de autoridad –cualquier que este sea– que las contenga. ¿La política se volcó contra sí misma a causa de las redes digitales? ¿Le vino mal la apertura y la democratización u horizontalización de la conversación pública? Tal vez, pero hoy el juego es irreversible. La única manera de que la política regrese al estado de autoridad que llegó a tener es mediante un regreso a su propia dignificación. Quizás ya no seduzca como antaño lo hacía, pero al menos puede ser posible reducir los amplios márgenes de violencia digital que en ese campo se observan. Y más aún en los presentes tiempos electorales. Recientemente mi colega y compañero en esta Revista, Fernando Dworak, publicó, parafraseando a Voltaire, que en las actuales campañas presidenciales nos toca elegir entre un criminal y un fanático. Algo hemos hecho mal como sociedad para reducir nuestras opciones a esa dicotomía. La aspiración platónica del rey filósofo parece que tuvo ya su acta de defunción. Si una de las consecuencias de la postpolítica es optar entre criminales o fanáticos, prefiero por mil vidas elegir el llevar a mi hijo a jugar al parque y enseñarle las bondades que trae consigo compartir con sus amigos un simple balón de fútbol. Parafraseo a Nietzsche, es más digno ver la seriedad con las que los niños juegan. La política ha perdido su seriedad porque abandonó su capacidad dignificadora. Bien orientados, tal vez los niños de hoy sean quienes en el futuro le devuelvan a la política precisamente eso, su dignidad.

COMUNICACIÓN POLÍTICA

Si la postpolítica es el paso siguiente, no necesariamente evolutivo, a aquella manera que tuvo lo político de erigirse como autoridad bajo la cual el secreto y el ritual mediaban el orden de las cosas, entonces ella se ha encargado de evidenciar que todo aquello no fue más que un artificio. Así, la postpolítica desvela el secreto e impone la transparencia de las cosas haciéndolas accesibles a todos a través de cualquier pantalla. Por eso hoy podemos ver a través de un scroll infinito –¡y a veces hasta en tiempo real!– incluso cómo increpan en un avión comercial a un expresidente de la República.


Participar sin fines de lucro Por: Ileana Hidalgo*

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os movimientos sociales surgen casi de manera natural cuando se dan las condiciones necesarias para llevar a cabo el cambio social, es decir cuando la sociedad –aunque no siempre los gobiernos-, está lista para cambiar alguno, todos o muchos de sus códigos de conducta o valores, ya sean los bien vistos o los que estén mal valorados.

*Ileana Hidalgo es Licenciada y Maestra en Derecho, con especialidad en Derechos Humanos por la Universidad Castilla la Mancha, en España. Dentro del IEDF ha sido Directora de Organizaciones de Representación Ciudadana y Presidenta del Comité Derechos Humanos “Nuestros Amigos A.C.” También ha sido investigadora en el Instituto de Investigaciones Legislativas del Senado de la República “Belisario Domínguez”. Es conferencista a nivel nacional e internacional y también docente en varias universidades del país. @IleanaHidalgoR

En México, hoy es claro que muchas cosas están cambiando en nuestro código social, cada vez somos más los que estamos dispuestos a señalar lo que como sociedad no aprobamos, sin embargo nos falta organización, argumentos suficientes y fuerza para elevar nuestra voz y que sea escuchada y así eliminar muchos de los atropellos que ocurren a los derechos humanos de los ciudadanos. ¿Por qué nos falta organización?, ¿quién tiene los argumentos?, ¿cómo reunir la fuerza necesaria? son las preguntas clave para facilitar el reconocimiento de toda la sociedad hacia nuevos códigos y valores sanos para la misma. Respecto de la organización, luego de un bien estructurado esfuerzo de los poderes fácticos nos hemos acostumbrado a apretar los dientes, a vociferar en la mesa a la hora de comer o a comentar con los amigos aquellas cosas impuestas por otros actores públicos, las decisiones que nos afectan, nos perjudican, nos obligan a ceder en nuestras aspiraciones y que nos llevan a cambiar el rumbo de lo que queremos ser y hacer. Los argumentos en principio los tenemos nosotros, luego si buscamos bien, veremos que algunas personas


estarán en condiciones de brindar opiniones técnicas, jurídicas, políticas, tomas de postura, etc. En una ciudad como la nuestra donde existe un aceptable índice educativo, no suele ser complicado reunir información que sustente nuestra postura. Sin embargo, ¿cómo hacer para reunir la fuerza necesaria para defender las causas sociales, los derechos humanos de todas y todos, los principios y nuevos valores de nuestra sociedad? ese es el talón de Aquiles, padecimiento no solo mexicano sino global. Y es que no estamos acostumbrados a participar sin fines de lucro. Participamos solo cuando algo nos beneficia directa y personalmente; nos falta ser aún más solidarios, no participamos porque somos parte de la sociedad, casi siempre lo hacemos porque algo nos va a afectar o nos está afectando, legitimamos muchas veces a actores políticos que luego no recuerdan quienes somos, cómo vivimos, qué necesitamos ni que les pedimos; pero nos cuesta reconocer el liderazgo de otro ciudadano o ciudadana que quiera encaminar un esfuerzo colectivo.

La sociedad mexicana requiere empoderar a sus integrantes y dejar de actuar bajo el esquema del coloquial ejemplo de la “olla de cangrejos, donde si alguno va de salida entre todos le devolvemos al fondo” la invitación es justo en sentido contrario. Construyamos, organicemos, busquemos los argumentos que a veces nos faltan para defender los intereses de nuestra sociedad, reunamos la fuerza, seamos responsables, mejor aún seamos corresponsables, enseñemos a nuestros niños y niñas hábitos solidarios, acostumbrémonos como sociedad a participar sin ánimo de lucro, recordemos que la movilización social es hoy día, uno de los espacios que nos quedan para impulsar los cambios que merecemos. Propóngase por favor, acompañar una causa -la que usted guste-, que sin ser su batalla pueda beneficiar a algún grupo de la sociedad y note la diferencia, participar sirve. Y sirve más si esa participación es sana, es decir sin ánimo de lucro.

POLÍTICA

Construyamos, organicemos, busquemos los argumentos que a veces nos faltan para defender los intereses de nuestra sociedad.


El futuro del Derecho Procesal Electoral Por: Moisés Vergara*

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nnovar siempre implica grandes retos, pero quizá el atreverse a plasmar las propuestas sobre la mesa, sea el paso más difícil de cualquier emprendimiento.

Moisés Vergara Trejo es Doctor en Derecho y Especialista en Derecho Electoral, grados que obtuvo con mención honorífica en las Facultades de Derecho de la Barra Nacional de Abogados y de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), respectivamente. Asimismo, es Licenciado y Maestro en Derecho por la Facultad de Derecho de la UNAM y cuenta con estudios de especialización en derechos fundamentales en la Universidad Carlos III de Madrid, España y con diversos diplomados en derecho electoral, argumentación e interpretación jurídica. Fue distinguido con un Doctorado Honoris Causa por el Instituto Mexicano de Líderes de Excelencia y es miembro de la Barra Nacional de Abogados, A.C. y de la Sociedad Mexicana de Estudios Electorales, A.C. Ha sido profesor universitario y ha ejercido de manera libre la profesión de abogado; entre otros cargos públicos fue asesor y secretario particular en la Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión; Secretario Técnico Jurídico, Secretario de Consejo Distrital, Asesor de la Secretaría Ejecutiva y Asesor de Consejero Electoral en el Instituto Electoral del Distrito Federal. En el Tribunal Electoral del Distrito Federal, se desempeñó como Secretario Auxiliar, Secretario de Estudio y Cuenta, Coordinador de Ponencia de dos Magistrados Presidentes, y Secretario Administrativo. Actualmente es Secretario General del Tribunal Electoral de la Ciudad de México @moshivergara

Sin temor alguno, podemos decir que la impartición de justicia en nuestro país ha sido señalada por propios y extraños como ortodoxa, por decir lo menos. La llegada de las tecnologías de la información y la comunicación, nos invita a reflexionar sobre su punto de inflexión con la justicia y, en consecuencia, con los órganos que se dedican a impartirla; en este rubro, se encuentran los procesos jurisdiccionales en línea. En el caso de México, aun cuando es posible litigar en línea en tribunales administrativos y de amparo, ninguna de las legislaciones procesales del país contempla la posibilidad en materia electoral, por lo que es necesario poner el tema a discusión con miras a llamar la atención de los legisladores. En días recientes tuve el honor de recibir el grado de Doctor en Derecho con la tesis: El Juicio en Línea en Materia Electoral. Una propuesta para la Ciudad de México, en la cual reflexioné sobre la necesidad de aprobar una reforma legal para implementar el juicio en línea en la capital del país y, posteriormente, en toda la nación, pues desde mi punto de vista, las condiciones técnicas están da-


das y únicamente falta el marco normativo. Para normar de manera adecuada la tramitación y sustanciación de los juicios, se deberá prever que los medios de impugnación que se tramiten mediante el sistema se sujetarán, en lo conducente, al Reglamento y a las Reglas de Operación que apruebe el Pleno del Tribunal Electoral de la Ciudad de México, en las cuales deberá preverse lo relacionado con el uso de la firma electrónica avanzada, la conformación del expediente electrónico, las autorizaciones para el envío de promociones y recepción de notificaciones, así como las disposiciones que resulten necesarias para la operación del juicio en línea. Los registros electrónicos generados y publicados en el sistema, harán prueba plena. Los demás registros electrónicos, archivos magnéticos, archivos electrónicos y cualesquiera otros elementos proporcionados por la ciencia, cuando contengan fir-

ma electrónica avanzada o sello digital, harán prueba plena, salvo prueba en contrario. En el caso de los medios de prueba que no contengan firma electrónica avanzada o sello digital, para su valoración deberá estimarse primordialmente la fiabilidad del método en que haya sido generada, comunicada, recibida o archivada y, en su caso, si es posible atribuir a las personas obligadas el contenido de la información relativa y ser accesible para su ulterior consulta; de no darse tales requisitos, solo constituirán indicios que deberán ser adminiculados con otro tipo de pruebas, quedando al prudente arbitrio de la magistratura instructora, quien deberá motivar debidamente la valoración que haga de dicha prueba. En cualquier otro caso, su valor probatorio quedará al arbitrio jurisdiccional. Cabe señalar que un gran sector del foro y de la doctrina, insiste en descalificar las bondades de los juicios en línea, al aportar

ELECCIONES

Urge un cambio en las leyes, pero urge más un cambio en la mentalidad de nuestros legisladores.


el ingrediente que ha dado pie a innumerables reformas electorales: la desconfianza. Muchos han dicho que es “un virtual fracaso”; sin embargo, cada vez es más sencillo operar los sistemas y auditarlos, y cada vez más los jóvenes litigantes están normalizando el uso de la tecnología. Sin duda, falta mucho camino por andar, pero ya es hora de que empecemos. Urge un cambio en las leyes, pero urge más un cambio en la mentalidad de nuestros legisladores para comprender que estamos inmersos en la sociedad de la información y del conocimiento, y que el futuro de los procesos electorales y de los litigios en esta materia, estará basado en instrumentos electrónicos, lo cual sin duda, cambiará diametralmente la manera en que actualmente se desahogan y valoran los medios de prueba, pues será distinto analizar causales de nulidad de la votación recibida en casilla, utilizando urnas electrónicas, donde inclusive, se necesitará acudir a un peritaje del código fuente. Asimismo, cobrará especial importancia el expediente electrónico y la valoración de los documentos digitales.

En ese sentido, como dijo Julio Téllez, “ignoro que nos depara el futuro, pero lo que sí me queda claro es que no debemos asumir posiciones confortables de “tecnodependencia” o fatalistas de no poder hacer nada; debemos seguir intentando trascender con el ánimo de lograrlo, y si no, al menos no pasar inadvertidos o ignominiosos en nuestro de por sí efímero paso por este mundo.” 1 Finalmente, aun y cuando existen autores que hacen prospectiva y afirman que “los efectos de la informática sobre el funcionamiento de la sociedad serán decisivos y pueden ser temibles”,2 nosotros concluimos que, como dijo Alvin Toffler, “los analfabetas del siglo XXI, no serán aquellos que no sepan leer y escribir (…) sino aquellos que no puedan aprender, desaprender y reaprender.” No le tengamos miedo al futuro, este ya nos alcanzó y debemos adaptarnos a él.

REFERENCIAS 1. 2.

TÉLLEZ Valdés, Julio, Derecho Informático, Mc Graw Hill, México, 2009, p. 310. SIMÓN Y MINC, Alain, La informatización de la sociedad, Fondo de Cultura Económica, México, 1992, p. 95.


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TECDMX a la vanguardia en la impartición de justicia del país

Al rendir el Informe Anual de Actividades al frente de este Tribunal, el Dr. Hernández Cruz sostuvo que: “Todo este trabajo posiciona al Tribunal Electoral de la Ciudad de México a la vanguardia en la impartición de justicia electoral del país, el respeto a los derechos humanos, la transparencia y la rendición de cuentas; hecho que debe ser motivo de orgullo para quienes integramos esta institución”. En Sesión Solemne, ante el Pleno integrado por las Magistradas Alejandra Chávez Camarena y Martha Leticia Mercado Ramírez; y por los Magistrados Gustavo Anzaldo Hernández y Juan Carlos Sánchez León; el Dr. Armando Hernández hizo un recuento de las acciones que se realizan en este órgano jurisdiccional, entre las que destacó la impartición de justicia, que es uno de los pilares fundamentales del Estado Constitucional de Derecho.

“El Tribunal es una institución en constante mejora, preocupada por utilizar de manera eficiente los recursos del Estado y que cumple con su objetivo de brindar certeza, legalidad, independencia, imparcialidad, objetividad y transparencia sobre el ejercicio de sus actividades”, recalcó. Sostuvo que el reto para este año 2018 es el Proceso Electoral Local, ya en marcha, pues

se elegirá a la persona Titular de la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, así como diputaciones de Poder Legislativo de la Ciudad y, por primera ocasión, a Alcaldesas y Alcaldes, así como Concejales de las demarcaciones territoriales. Subrayó también que el TECDMX es el primer tribunal del país que recibió la Certificación de la Norma Mexicana NMX-R-025-SCFI-2015 en Igualdad Laboral y No Discriminación Nivel Oro, con lo que garantiza la igualdad de condiciones entre hombres y mujeres que laboran en este órgano jurisdiccional; y el respeto a los derechos humanos, género y protección a grupos en situación de vulnerabilidad. Durante dicho ejercicio de rendición de cuentas, informó que se emitió el Protocolo Para Atender la Violencia Política contra las Mujeres en el ámbito de competencia del TECDMX, con el objetivo de orientar y establecer vías procesales y parámetros de actuación generales ante denuncias que se presenten por situaciones que podrían violar los derechos políticoelectorales.

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“¿Elecciones confiables y seguras el 1º de julio?” Por: Carlos González*

¿ *Carlos González, es Economista, especialista en temas electorales y de participación ciudadana, ha desempeñado cargos de alta responsabilidad en las tres instituciones electorales federales mexicanas (IFE, FEPADE y TEPJF) y en organismos internacionales (PNUD, FNUD y OEA) Ha sido Director Ejecutivo de Capacitación Electoral y Educación Cívica del IFE y presidente de las Comisiones de Participación Ciudadana y Educación Cívica y Capacitación del IECM, donde ha sido Consejero Electoral. @CarlosCE_IEDF

Por qué habrá elecciones confiables y seguras el 1º de julio? Esa es la pregunta con la que el Instituto Nacional Electoral (INE) está convocando a los conversatorios que, al amparo de la Estrategia Nacional de Cultura Cívica (ENCIVICA), realiza en todo el país para acompañar al proceso electoral con lo más importante: la deliberación ciudadana en torno a las elecciones y la configuración libre, secreta y razonada del voto. A contestar esa pregunta, se dedican las líneas que siguen.1 Pero antes de ello, debe advertirse un evidente matiz: nada nos garantiza la confiabilidad ni la seguridad de las elecciones del 1º de julio del 2018. Por severo que parezca: ello es así, lo sabemos bien. Y es así a pesar de la honorabilidad y probada capacidad de la inmensa mayoría de las autoridades electorales, particularmente de las administrativas del INE y las instituciones electorales locales. Ni qué decir de que ello es así a pesar del impresionante esfuerzo que 45 mil personas supervisoras y capacitadoras electorales están realizando en todo el país para convencer a un millón y medio de vecinos para hacerse cargo de las casillas. A pesar de ello o quizá precisamente por ello, aquí van algunos argumentos a favor de, al menos, la confiabilidad de las elecciones, porque la verdad es que el tema de su seguridad es una cuerda separada cuya dinámica escapa al mundo propiamente


electoral y a las posibilidades y espacio de esta reflexión. ¿Por qué habrá elecciones confiables el 1º de julio? Pues porque llevamos 30 años luchando por ellas y ya lo hemos logrado. Aunque a veces los contextos de corrupción, las distintas dinámicas de lo local y lo nacional, así como algunas decisiones desconcertantes, hagan pensar a algunas personas lo contrario. Tendremos elecciones confiables porque para eso hemos luchado con éxito. Nada nos fue dado. Todo lo conquistamos. Palmo a palmo. Por eso vamos a tener elecciones confiables. Han sido treinta años de lucha que iniciaron aquella aciaga noche del miércoles 9 de julio de 1988, cuando el sistema de transmisión de resultados de esa polémica elección presidencial “se calló” (del verbo conjugado callarse) y los números dejaron

de transmitirse mientras un candidato ganaba para reanudarse cuando ya era otro candidato el que lo hacía, como final y oficialmente ocurrió. Esa noche, el sistema de transmisión de resultados “se calló” y, con ello, el sistema electoral “se cayó” (del verbo conjugado caerse). A partir de entonces vino un proceso de cambio del régimen político que, en el ámbito electoral, implicó una verdadera revolución: se comenzaron a transformar radicalmente las leyes, las instituciones y los valores de la cultura política que sustentaban un principio de legitimidad no democrática, sino claramente clientelar, corporativa y paternalista… que aún campea majaderamente entre nosotros. Todo ese proceso ha girado sobre un eje central: la desconfianza. Como el proceso de cambio se originó por la desconfianza que obviamente suscitó la “caí-


da” del sistema, la superación de ese trance histórico se orientó hacia la construcción de su venturosa antítesis: la confianza. Desde entonces la transición democrática mexicana corrió fundamentalmente por el riel de las elecciones. Ello fue su principal fuerza y debilidad. Fuerza porque le dio estabilidad y realidad en un hecho incuestionable: este país cambió de ser uno gobernado por un solo partido en todas partes, a ser uno gobernado por distintas opciones en las diferentes regiones y los ámbitos federal, local y municipal. Esa fue su fuerza. Su debilidad fue también precisamente esa: la transición corrió casi exclusivamente por el riel electoral y se descuidaron otros que ahora se pretende recuperar, como la construcción de un eficiente sistema de contrapesos, así como de transparencia, rendición de cuentas y combate a la corrupción. El hecho es que la desconfianza y la búsqueda de la confianza electoral en la transición hicieron de las elecciones un verdadero trabuco. Desde entonces hemos invertido en ellas cientos de miles de millones de pesos y le hemos construido un ordenamiento jurídico tan abigarrado

que es ya una obra de arte monumental del barroco e incluso del churrigueresco mexicano, por no hablar del impresionante y pesado cúmulo de “candados” que lograron evitar el fraude dentro de las instituciones electorales… pero no las trampas ni los delitos fuera de ellas. En el colmo del paroxismo y como tres buenos ejemplos (de muchos posibles) de los mecanismos que, dentro del sistema electoral (no fuera de él, se insiste aquí), garantizan la confiabilidad de las elecciones, podemos citar tres que aducen a que en México: • Para votar, nos identificamos con un pasaporte, pues la credencial para votar con fotografía tiene más recursos de seguridad que muchos pasaportes en el mundo, mientras que en otros países solo se requiere cualquier identificación con fotografía. • Para garantizar que nadie haga trampa, nos quemamos. No es broma: nos quemamos. Eso es lo que hace el líquido indeleble: quema. Es un compuesto químico que quema (ligeramente, pero quema) la piel y por ello no se borra como si fue-


ra una tinta. ¿Habrá algún otro lugar en el mundo donde quemen a las personas para evitar que se vayan a votar a otra casilla? • Para votar, usamos billetes. ¡Sí: billetes! Porque eso son nuestras boletas: billetes impresos en papel seguridad, con sellos de agua impresos con tintas de seguridad, tramas invisibles solo revelables con luz ultravioleta, listones insertos, impresiones de micro textos que parecen líneas y folios únicos y consecutivos, además de indicar el municipio donde deben usarse (cosa que, por cierto, le falta a nuestros billetes), entre otros. ¡Ni Rico Mac Pato tiene esas boletas! Se insiste: estos tres excesos son solamente una muestra de los muchos que conforman los “candados” que hacen imposible el fraude dentro del circuito electoral. Las elecciones son confiables porque los dispositivos institucionales y procedimentales así lo garantizan. Ese no es el problema. El problema es la simulación, la corrupción y la manipulación que campea en torno a la organización electoral. Para decirlo en una nuez: el problema de la

credibilidad de la elección ya no está en cómo se cuentan los votos una vez que se sacan de la urna, sino en cómo llegan esos votos a la urna, muchas veces condicionados o francamente coaccionados o enajenados. Hoy los “mapaches” de antaño ya no son los funcionarios electorales que hacían fraude, sino los “operadores políticos” que cometen delitos. Por todo ello, es dable complementar la respuesta a la pregunta del INE señalando que las elecciones confiables y seguras por las que nos interroga en realidad solo serán factibles en un contexto sin trampas y con participación ciudadana, o sea: de alta calidad de la democracia y de intensidad de la ciudadanía. Hay que seguir luchando para conseguirlo, solamente así no nos tardaremos otros 30 años.

REFERENCIAS

1. Al momento de escribir estas líneas y con el propósito de responder a semejante interrogante, el suscrito ha atendido o está por atender la invitación de colegas del INE y las autoridades electorales locales de Michoacán, Oaxaca, Coahuila y Tabasco, así como de Guerrero, Baja California Sur y la Ciudad de México, para participar en las sesiones estatales de los referidos conversatorios. En todas esas plazas y con el agradecimiento por la consideración e invitación, ha procurado y procurará transmitir las ideas que se comparten aquí.


Sobre el Manual de Resistencia de López Obrador Por: Fernando Dworak*

A *Fernando Dworak Analista y consultor político. Licenciado en Ciencia Política por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y Maestro en Estudios Legislativos por la Universidad de Hull, en Reino Unido. Entre sus libros se encuentra El Legislador a examen. El debate sobre la reelección legislativa en México (Fondo de Cultura Económica, 2003) del cual es coordinador y coautor, así como Caminando hacia el futuro. La experiencia de la movilidad en la Ciudad de México, coescrito con Laura Ballesteros (M2050, 2016). Es coordinador del Diplomado en Planeación y Operación Legislativa en el ITAM. Colabora en los portales Político.Mx e Indicador Político y en la Primera Emisión con Luis Cárdenas, por MVS. Profesor de asignatura en el ITAM y la Universidad Iberoamericana, también ha impartido cátedra en diversas instituciones académicas del país. Página electrónica: @FernandoDworak

unque se comenzó a usar con fines políticos a partir de la Revolución Francesa, la propaganda tiene un origen y una finalidad religiosos: difundir la fe y contestar a quienes buscan cuestionarla. Sin embargo, la razón no tiene mucha cabida cuando se habla de creencias. Al contrario, una democracia requiere contraste y discusión, sabiendo que no hay tal cosa como una verdad. ¿Dónde está la diferencia entre ambas actitudes? Fundamentalmente en la calidad de la argumentación y la disposición que se tiene ante el contraste. Esto es especialmente importante en la discusión pública, que se basa fundamentalmente en consignas y percepciones antes que en datos duros o técnicos. Hace unos días Tatiana Clouthier, coordinadora de campaña de Andrés Manuel López Obrador, difundió en redes el Manual de resistencia abre más los ojos (http://www.abremaslosojos.mx/resistencia/), cuyo objetivo es contrarrestar la “guerra sucia” contra el tabasqueño, ya sea en redes sociales, en la calle o frente a frente ¿De qué trata? La primera parte habla sobre cómo discutir en redes sociales y da algunos consejos como ir a la raíz del problema, las noticias falsas viven y mueren en


ninguno de los otros candidatos ha podido hacer algo similar para sus plataformas.

redes, si ellos atacan ellos verifican y buscan la fuente de la nota. Como se espera de un texto de esta categoría, se busca generar un sentimiento a quien lo lee de estar en el bando correcto con frases que lo reafirman en sus creencias: “una ofensa puede esconder un miedo o una inseguridad” o asumir que todo debate es un ataque.

La última parte ofrece argumentos para responder a algunas críticas que se le han hecho a López Obrador. Como se espera de una pieza de propaganda, hay aspectos emotivos y medias verdades que soportan poco una argumentación seria. Veamos algunos ejemplos, citando en itálicas el texto del manual.

La segunda parte ofrece recomendaciones para protestar en las calles sin afectar los derechos de los demás: evitar protestar solo y buscar lugares concurridos, dialogar pacíficamente y con argumentos sólidos, transmitir mensajes que contengan datos relevantes, utilizar el humor y la creatividad para llamar la atención o decir que el protestante goza de su derecho a la libertad de expresión. Las tácticas no son distintas a las que se realizaron durante la “resistencia civil pacífica” de 2006.

-”Nuestro patrimonio peligra por el populismo de Andrés Manuel”. Respuesta: “Cuando gobernó la Ciudad de México creó programas sociales sin aumentar impuestos ni endeudar a la ciudad. Los últimos tres presidentes han duplicado la deuda pública de sus antecesores y no han apoyado a la gente ni han construido infraestructura”. El Distrito Federal no tenía la capacidad de contraer deuda pública sin la autorización de la Cámara de Diputados y un líder que se presente de izquierda al-

COMUNICACIÓN POLÍTICA

Preguntémonos seriamente por qué


zaría impuestos. Hablamos de contextos y atribuciones distintas a las que tendría de llegar a la Presidencia, por lo que la argumentación es falaz. -”El régimen venezolano financia la campaña de AMLO”. Respuesta: “Cuéntame más y platícame de dónde sacaste esa información. Sería gravísimo que eso fuera cierto y yo mismo dejaría de votar por Morena si estuviera convencido”. Toda evidencia a favor o en contra de esta acusación es inexistente. Sin embargo, repetidas veces desde el gobierno de López Obrador ha habido guiños hacia el régimen de Caracas y de regreso. Si bien cada partido puede creer e impulsar lo que le venga en gana, la ambigüedad entre sus miembros y el instituto

político es lo que no genera confianza. -”Andrés Manuel era un porro y un fósil de la UNAM. Por eso se tardó tanto en terminar su carrera”. Respuesta: “Andrés Manuel suspendió sus estudios para unirse a la campaña al senado de su mentor y amigo: el poeta Carlos Pellicer. Luego, con tan solo 24 años, fue director del Instituto Indigenista de Tabasco y trabajó para mejorar la vida de los Chontales”. Dejemos a un lado el hecho de que una campaña dura no más 6 meses y el tabasqueño estuvo más de 10 años cursando una carrera. Uno de los vicios a superar en la política es el patrimonialismo al asignar cargos, por lo que sería conveniente conocer contextos.


-”El proyecto de Morena está anclado en el pasado”. Respuesta: “Invertir en infraestructura y ayudar a los más necesitados son ideas TAN básicas que parecería que vienen del pasado. Ese es el debate de todas las democracias del mundo. Los candidatos que venden futuro sin partir del presente, son vendedores de humo”. Nadie cuestiona los objetivos, sino las formas: ¿intervención del Estado? ¿Promoción a la libre empresa? ¿Transparencia en contratos? ¿Políticas asistencialistas? En este punto la emotividad se busca imponer sobre la sustancia. -”Andrés Manuel quiere perdonar a los narcos”. Respuesta: “Andrés Manuel presentará una Ley de Amnistía para pacificar al país y para favorecer a quienes han sido obligados a trabajar para la delincuencia organizada por pobreza o amenazas”. Ignoremos por un momento que ni siquiera los defensores de López Obrador saben exactamente qué significa la amnistía: si fuera una ini-

ciativa, ¿por qué no se debate en torno a la misma? -”Andrés Manuel es como Chávez y convertirá a México en Venezuela”. Respuesta: “Las dictaduras son militares y Andrés no lo es. Simplemente no hay condiciones políticas ni constitucionales para que pudiera reelegirse. Su gabinete es prueba de ello: todos son expertos en sus ramos y no forman parte de la élite del partido. Los dictadores no se comportan así”. Lamentablemente tanto el ataque como la respuesta son simplistas. Chávez no se convirtió en dictador de la noche a la mañana: eso fue resultado de un proceso de deterioro de las instituciones, tanto por abandono como por reformas hechas para concentrar el poder en torno a su figura. Dicho lo anterior, apreciemos la obra y preguntémonos seriamente por qué ninguno de los otros candidatos ha podido hacer algo similar para sus plataformas.


Desinformación autoimpuesta Por: Eduardo Higuera*

E

n estos tiempos de la postverdad, tormentas informativas incontrolables, supuesto fin de las ideologías y verdades alternativas construidas desde la óptica de cada medio de comunicación, los ciudadanos podemos caer en la trampa de autoimponernos un aislamiento informativo, como una forma de erigir un bastión seguro entre nosotros y el cúmulo de informaciones abrumadoras que son el pan de cada día en el siglo XXI.

* Eduardo Higuera es un profesional con 20 años de experiencia en el campo de la comunicación, colaborando en medios informativos, comunicación social instituc ional, producción de medios, posicionamiento y manejo de relaciones públicas. @HigueraB

Por supuesto que, por la coyuntura actual, a los mexicanos se nos vienen a la mente las campañas electorales, la avalancha de spots y los mensajes que, desde cada ángulo informativo al que intentemos mirar, se abalanza sobre nuestro espacio y tiempo personal. Sin embargo, este fenómeno no es exclusivo de las épocas electorales, y se ha transformado en uno de los padecimientos más peligrosos de nuestra era, precisamente por ser una elección constante en un gran número de sociedades. Este fenómeno es especialmente marcado, y preocupante por la gran importancia de los social media, entre los nativos digitales y los habitantes permanentes de las redes sociales. Ya desde 2006, durante el Congreso de la Cibersociedad de aquel entonces, postulé el concepto de la ciber muchedumbre, una réplica del comportamiento irracional y agresivo que los grupos de personas desarrollan cuando se encuentran dentro de una muchedumbre (grupo numeroso de personas que invita a la actuación irracional e impune) que le asegura un cierto grado de anonimato antes sus acciones. Evidentemente, este tipo de comportamientos se potencia cuando nos encontramos delante de un teclado y una pantalla. Nuestros más bajos instintos sociales surgen ante el pensamiento de que “nadie nos ve”. Ejemplos de este tipo de comportamientos surgen día con día, a veces aparentemente justificados, como la indignación que causó la condena irrisoria del depredador sexual del kínder Matatena en CDMX, y otros simplemente explotan de forma irracionalmente violenta, como ocurrió con el hashtag #YoNunca que


Enrique Múgica Herzog

buscaba ser una campaña paralela a #MeToo y terminó siendo bajado de la red por los cuestionamientos ferozmente virulentos a los que se vio sometido por parte de activistas que se constituyeron en una ciber muchedumbre agresiva e insultante, de España y Argentina principalmente. Sin embrago, lo que importa aquí, más allá del ataque al derecho humano a la libertad de expresión que esto implica, es el efecto de aislamiento que estas actitudes imponen al usuario que cae en ellas. No sabemos, ni queremos saber, de algo que no sea lo que nos gusta exactamente, por siempre y en todo momento. El proceso de construcción de una democracia transita forzosamente por el disenso y la polémica. Finalmente la idea de la democracia es construir acuerdos a partir de la confrontación de las ideas y propuestas de cada parte, hasta lograr una especie de consenso. Este proceso es, al mismo tiempo, la mayor fortaleza y la más profunda debilidad de una democracia. Si funciona de forma correcta, asegura que todas las voces sean escuchadas y ponderadas, pero si su funcionamiento es imperfecto, se corre el gran riesgo de caer en un enfrentamiento permanente donde los argumentos no sean considerados y la razón se transforme en un coro vociferante que se imponga por volumen de los gritos y consignas.

Cuando esto sucede, la parte más preocupante es el descenso voluntario de las personas del pedestal de ciudadano racional, hacia el estadio de sujeto perteneciente a la muchedumbre digital: irracional y agresivo, pero sobre todo, sin voluntad para dialogar y confrontar ideas con el otro. La desinformación, la alter verdad, las fake news, las cámaras de eco y la postverdad son el resultado de este proceso, hijos de la incapacidad auto impuesta de debatir y confrontar que hemos desarrollado, desaprovechamos la oportunidad que la tecnología nos ha dado. Y quizá pudiera parecer que es un ejercicio filosófico que no tiene ningún contacto con la vida real…si no fuera porque es algo que podemos atestiguar día con día, mientras se desarrollan las campañas electorales de 2018. La participación ciudadana debe romper esta tendencia, no solo a través del voto en las urnas sino a través de una actitud digna de los oradores del ágora, digna de ciudadanos. Debemos reflexionar y pensar nuestras ideas y opciones políticas, debemos cuestionar tanto nuestras convicciones como las de nuestros adversarios para entender qué nos motiva, y sobre todo, debemos romper las cadenas de la desinformación que nos hemos auto impuesto.

COMUNICACIÓN POLÍTICA

La democracia no es el silencio, es la claridad con que se exponen los problemas y la existencia de medios para resolverlos.


La mecánica de la naranja Por: Manuel Grapain*

L

a naranja mecánica (Inglaterra, 1971). Cuando la maldad nos pega de rebote, el ridículo, la locura y el vicio, son parte de nuestro día a día. Esos son precisamente los ingredientes de esta obra máxima.

*Manuel Grapain, es Director, Guionista y Fotógrafo Cinematográfico, así como actor, egresado de la Escuela de Arte Teatral (INBA) como Lic. En Arte Dramático. Maestro en Mercadotecnia por la Universidad de la Comunicación, donde también es profesor en la carrera de Cinematografía. Forma parte de la Comisión de Evaluación del EFICINE PRODUCCIÓN que otorga el estímulo fiscal por la cláusula 189 de la Secretaría de Hacienda. @mr_manugz

Un grupo de amigos enfriados por la incertidumbre social, buscan el calor a costa de la velocidad y muchas otras formas de violencia; el mundo ha cambiado, los valores de control también; las drogas están en transición al igual que la concepción del ser humano. Alex y su banda están resueltos a liberar las toxinas que los eleven a otro plano de realidad, para ello hacen falta víctimas sobre las cuales reventar vértebras a golpes, tubazos, puñetazos, patadas; sentir como se hunde el hueso sobre la carne, sobre otros huesos, sobre los ojos que después de esta carnicería serán lo último que vean. Pero no es suficiente dejar a este viejo como un trapo sobre el suelo, bajo un puente, lodoso, frío. Un escritor es atacado en su casa, refugio burgués para su familia que no puede asimilar a cuenta de qué son el blanco de este grupo; la adrenalina sigue cuesta arriba; una anciana cuyos gatos no hacen nada por ella, es asesinada entre gritos, chillidos, maullidos, risotadas y cantos bajo una lluvia de estertores. La policía hace su trabajo, condenan a Alex a prisión; será parte de un experimento en evolución. Lo


CULTURA someten a un tratamiento llamado LUDOVICO que busca las respuestas a este tipo de comportamiento; es un lavado cerebral que busca generar una reacción de asco hacia el sexo y la violencia; conforme avanza el tratamiento le permiten seguirlo en libertad; Alex, en su versión de hombre nuevo, regresa a casa para descubrir que sus padres habían perdido la fe en él y lo cambiaron por un hijo sustituto; el experimento es un éxito parcial, la otra cara de la moneda está desatendida, las víctimas han sido preñadas con el hambre de venganza, en ellos nada está resuelto. La vida le cobra la factura y deberá pagar soportando las vejaciones, golpes internos, externos y en el ánimo que lo orillan a buscar el escape, lo fácil según él es el suicidio, sin embargo falla, así que el tratamiento se detiene para lograr su recuperación física; LUDOVICO entonces es un esfuerzo vano, será mejor poner esa fuerza destructiva al servicio del Estado.

Stanley Kubrick, director que enfoca sus esfuerzos en plasmar su visión sociopolítica del mundo en sus películas, toma la novela de Anthony Burgess y la adapta para escribir este guion perturbador y profético que trasciende las barreras espacio temporales del lugar donde se ubica la historia en particular, para convertirse en una advertencia a nivel global. La producción está diseñada para que imaginemos el futuro, pero basada en símbolos del establishment occidental; nos está diciendo en aquel tiempo a lo que hemos llegado ya; es esta una juventud insatisfecha que toma el control de la economía ilegal; al no poder construir termina por destruir viviendo este espejismo de funcionalidad, ya que al pasar el tiempo y la fuerza, la gravedad termina por alienarlos, convirtiéndoles en una maquinaria perfecta que responde a estímulos ficticios como si fueran verdaderos; basta que se les oprima un botón para que vivan otra historia paralela.


A

l concluir el gobierno del presidente López Mateos, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ganó las elecciones nuevamente y Gustavo Díaz Ordaz se convirtió en el nuevo gobernante del país. Su sexenio sería recordado por represivo y autoritario.

*Rodrígo R. Díaz Martínez es estudiante de Derecho en la Universidad La Salle y actualmente se desempeña como asistente de Dirección de la Revista Signum, C,P & C. @Rodr_DM

Gustavo Díaz Ordaz Bolaños nació el 12 de marzo de 1911 en Puebla, en dicho estado, se recibió como abogado, y a partir de ahí, iniciaría su carrera en el sector público del país, donde destacaría la Magistratura del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Puebla; su desempeño recibiría la atención e interés del entonces gobernador de Puebla, Manuel Ávila Camacho. En 1952, durante el gobierno de Adolfo Ruiz Cortines, fue nombrado director jurídico de la Secretaría de Gobernación y poco después, en 1958, López Mateos lo asignó como secretario de dicha dependencia, esto serviría para que en 1964 fuera elegido candidato a la presidencia por el PRI. El 1 de diciembre de 1964, Gustavo Díaz Ordaz asumió la Presidencia de México con el país bajo una economía estable; sin embargo, los jóvenes no se encontraban de acuerdo con las ideologías económicas y sociales de esa época, por lo que el gobierno se centró entonces en una política autoritaria. Los conflictos no tardaron en aparecer, el primero no fue protagonizado por los estudiantes o por los trabajadores como en sexenios pasados, sino por los médicos del ISSSTE, ya que los residentes e internos trabajaban bajo condiciones económicas y laborales de explotación. El movimiento fue reprimido en su totalidad, y aunque posteriormente Díaz Or-


Gustavo Díaz Ordaz Estabilidad económica y gobierno represor

daz cumpliría de manera mínima algunas demandas, también daría muestras de que su gobierno no cedería a presiones, así que utilizó a los sindicatos filiales del sistema para acusar de comunistas a los médicos huelguistas. El problema concluyó cuando se usó la fuerza pública para desalojar y arrestar a los médicos que tenían tomado un hospital. La represión de los médicos no terminó con las protestas de otros sectores, al contrario, se generó un descontento en el campo y surgieron movimientos guerrilleros en Guerrero y Sonora. La respuesta del gobierno federal fue imponer el estado de sitio. Aunado a lo anterior, el movimiento más importante de la época fue el de los estudiantes, ya que estos fueron reprimidos haciendo uso excesivo de la violencia, y dejando de lado cualquier posibilidad de diálogo. El conflicto estudiantil se dio entre julio y octubre de 1968 como resultado de la represión policiaca de que fueron objeto, el 22 de julio, los

alumnos de las escuelas vocacionales 2 y 5 del Instituto Politécnico Nacional (IPN), seguida por la protesta estudiantil contra la represión y contra la ocupación de esas escuelas por los granaderos. La agresión de los policías con bombas lacrimógenas tuvo como pretexto sofocar un enfrentamiento callejero entre los estudiantes de esas vocacionales y los de la preparatoria “Isaac Ochoterena” incorporada a la UNAM.1 El 26 de julio del mismo año, hubo otro acto represor por parte del gobierno en dos marchas distintas, una efectuada por jóvenes pertenecientes a la Federación Nacional de Estudiantes Técnicos y la otra por la conmemoración de la Revolución Cubana. Al llegar al Hemiciclo a Juárez en La Alameda,


la policía interceptó ambas marchas y las reprimió en su totalidad, a pesar de que habían sido autorizadas por el gobierno del entonces Distrito Federal. El argumento fue que el Partido Comunista, a través de los jóvenes que conmemoraban el aniversario de la Revolución Cubana, había causado el desastre, cuando la policía fue quien lo inició. Al día siguiente, estudiantes tomaron la preparatoria 1, 2 y 3 de la UNAM en señal de protesta, la respuesta del gobierno fue la intervención de los granaderos y la lucha abierta entre estos y los estudiantes. En la madrugada del siguiente día, el ejército se presentó para ocupar los planteles ya mencionados; entonces la preparatoria 5 se adhirió al movimiento estudiantil. El conflicto se agravaba y la represión se acrecentaba conforme los días pasaban; el gobierno quería dar fin al problema ya que los Juegos Olímpicos se acercaban. Como resultado de todos los acontecimientos, los estudiantes entregaron un pliego petitorio el 4 de agosto de 1968, en el cual se pedía lo siguiente: libertad de presos políticos, destitución del jefe de la policía y del jefe de cuerpo de granaderos, extinción del cuerpo de granaderos, derogación del artículo 145 y 145 Bis del Código Penal Federal, instrumento jurídico de la agresión, indemnización a la familia de los muertos y deslindamiento de responsabilidades por

parte de las autoridades.2 El movimiento había adquirido una gran fuerza, ya que no solo los estudiantes radicales lo conformaban, sino los pertenecientes al Partido Comunista y profesores. Siguiendo con las marchas, el 27 de agosto se organizó una de 400 mil personas, mismas que se instauraron en la Plaza de la Constitución, en la que el tono de los manifestantes subió, ya que lanzaron consignas en contra del entonces presidente. Como respuesta, el 28 de agosto los manifestantes fueron reprimidos y desalojados en su totalidad. Díaz Ordaz tenía la idea de que los manifestantes querían impedir la realización de los Juegos Olímpicos, así como instaurar el comunismo en México, por esto, el 1 de septiembre, los huelguistas públicamente hicieron saber al país que ellos no buscaban tales cosas y que estarían abiertos al diálogo con el gobierno para que se cumpliera el pliego petitorio. Sin embargo, Díaz Ordaz en su discurso dijo que no había presos políticos ni demandas por cumplir, y que se usaría la fuerza pública siempre que fuera “estrictamente” necesaria, dando a entender que el gobierno federal no cedería. Los siguientes días fueron decisivos, el 13 de septiembre hubo una marcha en silencio reiterando el compromiso del diálogo, pero el día18 el ejército tomó la UNAM,


arrestaron a varias personas y provocaron que el movimiento se dividiera; quedando así dos grupos, el primero que seguía con la idea del diálogo, y el segundo, que lucharía contra la fuerza armada el día 23, dejando un saldo de varios muertos y detenidos. El 2 de octubre se convocó a otra marcha que tenía como punto de partida la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, y de llegada el Casco de Santo Tomás; sin embargo, el ejército no permitía la salida de los manifestantes, por lo que se quedaron ahí. La primera muestra de violencia se suscitó cuando un helicóptero que sobrevolaba la zona, lanzó una bengala verde y posteriormente una roja, con esto iniciaron disparos, los manifestantes creyeron que eran de salva, pero eran de verdad, en ese momento inició la represión más grande de nuestra historia. Los presentes, así como los residentes de los edificios de Tlatelolco, empezaron a correr y a esconderse ante la vista del ejército disparando y de otros sujetos (policías vestidos de civiles, con guante blanco en mano derecha y ametralladoras), golpeando y matando estudiantes. El fuego duró una hora, dejando una multitud de muertos, detenidos y desaparecidos; al final, el ejército seguía patrullando la zona. Así concluyó uno de los acontecimientos más violentos en México, dando fin al movimiento estudiantil.

Durante el sexenio de Díaz Ordaz se destacaron, entre otras acciones, la firma del Tratado de Tlatelolco, en el que 21 países se comprometían a no fabricar, poseer y utilizar armas nucleares en América Latina, y se dio la última etapa del modelo económico del Desarrollo Estabilizador, lo cual trajo un crecimiento, a partir de la política proteccionista, que se tradujo en una buena posición del país, sin afectación inflacionaria por los cambios de índole económico. Díaz Ordaz terminó su mandato el 30 de noviembre de 1970 y después fue embajador de México en España, pero renunció por las severas críticas recibidas a raíz de la matanza de Tlatelolco. Cabe señalar que él asumió en su totalidad la responsabilidad y consecuencias de dichas acciones. Falleció el 15 de julio de 1979, y siempre será recordado por ese terrible hecho que marcó a su gobierno represivo, aunque paradójicamente, la economía del país se mantuvo estable.

REFERENCIAS 1. 2.

Zermeño, S., México, una democracia utópica, el movimiento estudiantil del 68, Siglo XXI Editores, México, 1978. Ibid.


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En el marco de la Cumbre Internacional de Comunicación Social y Comportamiento sobre Entertainment-Education convocada por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAIDS), la Universidad Johns Hopkins y la BBC de Londres, celebrado en Bali (Indonesia) el pasado abril, Miguel Sabido fue reconocido como el “Padre del Entertainment-Education”. En el mismo evento, la Asociación Civil Population Communication International, con sede en la Plaza de las Naciones Unidas en Nueva York, le entregó el premio por sus novelas y un reconocimiento por toda una vida dedicada a brindar labor social mediante la televisión con el galardón “Population Media Communication”.

Con información de: www.20minutos.com.mx

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