Revista Signum 69

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SIGNUM Revista

Año 6, Núm.69

ComunicacióN PolíticA & CulturA

MARIO RIORDA comunicación en acción



SIGNUM Revista

Año 6, Núm.69

ComunicacióN PolíticA & CulturA

Los cuatro pecados capitales de nuestros no-líderes

COVID-19 La realidad desde el frente de batalla

COVID-19 y la comunicación política

El nuevo mapa político

AMLO pierde fuerza y adeptos

El México de la pandemia

Antonio Sola

Carlos Gil

Sergio Uzeta

Diego García

Alfonso Gómez

Nada nuevo Eduardo Higuera

Enrique Paz


CONTENIDO

6 8 10 12 14 16 18 20 22

Los cuatro pecados capitales de nuestros no-líderes Antonio Sola

Violencia política de género a debate legislativo Martha Mercado

Elecciones y legitimidad democrática Armando Hernández

COVID-19 y la comunicación política Diego García

AMLO pierde fuerza y adeptos Alfonso Gómez

Apelando al bien común Gabriela Seoane

El nuevo mapa político Sergio Uzeta

Reprobados en materia cibernética Cuauhtémoc Miranda

ENTREVISTA CON: MARIO RIORDA

32 34 36 40 42 44 46 48 50

COVID-19 La realidad desde el frente de batalla Carlos Gil

El México de la pandemia Enrique Paz

Nada nuevo Eduardo Higuera

Despertar a una nueva normalidad Arlene Ramírez

Inclusión: Personas privadas de su libertad Gema Morales

El proceso electoral 2020-2021 en México Moisés Vergara

Interés superior del menor y colisión de principios Ileana Hidalgo

El arte de robar el tiempo Manuel Grapain Grandes Personajes de la Historia POlítica Rodrigo Díaz

DIRECTORA GENERAL Claudia Martínez Díaz direccion@revista-signum.com DIRECTORA DE COMUNICACIÓN Y ESTRATEGIA Mónica Martínez Díaz dircom@revista-signum.com COLABORADORES (en orden alfabético)

Alfonso Gómez Arlene Ramírez Armando Hernández Antonio Sola Carlos Gil Cuauhtémoc Miranda Diego García Eduardo Higuera Enrique Paz Gabriela Seoane Gema Morales Guillermo Miranda Helio Pareja Ignacio Gómez Ileana Hidalgo Manuel Grapain Martha Mercado Moisés Vergara Ricardo Homs Rodrigo Díaz Sergio Uzeta Yuri Beltrán

DISEÑO EDITORIAL M&D High Strategy Group FOTOGRAFÍA Manuel Grapain Guillermo Miranda SUSCRIPCIONES Y DISTRIBUCIÓN relacionespublicas@ revista-signum.com VENTAS DE ESPACIOS Y PUBLICIDAD

DERECHOS DE AUTOR Y DERECHOS CONEXOS, año 6, No. 69, 2020. Revista Signum Comunicación Política & Cultura, es una publicación mensual editada por M&D High Strategy Group, calle retorno 21 de Genaro García Col. Jardín Balbuena, Delegación Venustiano Carranza, CP, 15900 Tel. (55) 55522465 y cuya página electrónica es: www.revista-signum.com Editor responsable: Claudia A Martínez Díaz direccion@ revista-signum.com Reserva de Derechos al Uso Exclusivo No. 042015041712141100203, ISSN 1405-8499 ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor, responsable de la última actualización de este número de Informática INDAUTOR, Ing. Juan José Pérez Chávez, calle Puebla, 143, Col. Roma, Delegación Cuauhtémoc, CP 06700, fecha de la última modificación: 30 de diciembre de 2017. Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor responsable ni de la publicación. Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación, sin previa autorización de M&D High Strategy Group. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS.

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En México, la pandemia ha traído consecuencias lamentables en cuanto a vidas humanas, incluyendo aquellas de quienes luchan en primera línea contra este virus, muchas veces sin los recursos adecuados para enfrentarlo. Las cifras y estrategias del sector salud y del gobierno continúan siendo polémicas a tal grado, que al menos siete gobernadores se han rehusado a seguir las estrategias federales en materia de salud y han decidido instaurar las propias a fin de cuidar y beneficiar a su población. La economía sigue su descenso y en medio de todo esto, el presidente López Obrador ha lanzado “La Nueva Política Económica en los Tiempos del Coronavirus” una serie de postulados que sostiene el discurso presidencial. En otro orden de ideas, en esta edición tuvimos la oportunidad de entrevistar a Mario Riorda, consultor en estrategia y comunicación para gobiernos y partidos en América Latina, especializado en gestión de crisis, y quien ha participado en más de 120 procesos electorales y asesorado a 80 gobiernos en todos los niveles. Sin duda, una entrevista que no puede perderse. Otros temas que abordamos en esta publicación son: el próximo proceso electoral en México que podría cambiar el mapa político de nuestro país, los retos de la educación virtual ante la falta de cobertura de redes, la violencia política de género, y la inclusión en personas privadas de la libertad. También podrá encontrar nuestras secciones de cinematografía y grandes personajes de la historia política. Lo invitamos a que nos lea y nos envíe sus comentarios, los cuales son siempre muy importantes para nosotros. El Consejo Editorial

CARTA EDITORIAL

E

n el sexto mes de este turbulento 2020 seguimos en medio de una pandemia que ha transformado la vida a nivel mundial. En ese sentido, la abundancia de fake news no se han hecho esperar y el uso excesivo de las redes sociales para este fin ha impactado de manera significativa en la población generando un sentimiento de incertidumbre colectiva, haciendo evidente la necesidad de liderazgos efectivos que asuman la responsabilidad de velar por el bien de sus ciudadanos.


Los cuatro pecados capitales de nuestros no-líderes Antonio Sola*

E

n las situaciones de crisis y de gran estrés, las cualidades y los defectos de las personas se potencian, tanto lo bueno como lo malo, pero lo malo tiene la capacidad de ir poniendo zancadillas en la resolución del conflicto. Esta pandemia, que lleva instalada oficialmente en Occidente desde principios de marzo, supone una prueba de fuego para nuestros gobernantes, una prueba en la que cada vez está más claro quién sí y quién no la va a superar. Si revisamos las actuaciones de los mandatarios que no están gestionando bien la crisis, es posible definir un listado de los cuatro pecados capitales que han cometido en el ejercicio del poder Estos graves errores son imperdonables, puesto que suponen pérdida de vidas. Como sociedad, debemos reflexionar sobre ello para avanzar en la construcción de este nuevo mundo que ha llegado sin llamar a la puerta y, por

supuesto, en su momento, los responsables han de dar la cara. El primero de los pecados capitales es no habernos dicho la verdad. Como gobernantes, tienen el derecho y el deber de administrarla, pero no pueden mentir. Pueden dosificarla para evitar que se incrementen las situaciones de riesgo para los ciudadanos, es decir, supone la adaptación a la realidad de lo escrito en las leyes. Eso es también política, pero no la mentira. El segundo de los pecados capitales ha sido subestimar a los ciudadanos y a la crisis. Nos han tratado como tontos. Se han olvidado de que los ciudadanos no somos eso. Somos muchas cosas, entre otras, los que los hemos puesto en el lugar en el que están y los que los podemos quitar de ahí. Es a nosotros ante quien responden, no a sus intereses, muchas veces espurios. Aletargar las decisiones es el tercero de los graves errores que están cometiendo. En situaciones


tan críticas como esta, no resulta fácil el proceso de toma de decisiones, pero eludirlo o posponerlo no son nunca una alternativa, ya que acrecientan las complicaciones. Si algo caracteriza a los líderes es su determinación, saber ponerse al frente de los problemas para atajarlos y solucionarlos en aras del bien común. En este caso, las dilaciones y el hecho de no gestionar los recursos en tiempo y forma se traducen en más fallecidos, personas con nombre y apellidos, con familias, con sueños e ilusiones, a las que han robado años de vida. El cuarto de los pecados capitales que es característico de los mandatarios que peor están gestionando la crisis ha sido la búsqueda de rentabilidad política. Desde el punto de vista estratégico, comunicativo, pero, sobre todo, humano, es una desvergüenza. Estamos ante un tema mayor para toda la humanidad y para todo el mundo, en el que no caben este tipo de liderazgos de miras tan cortas.

En su lugar, cada vez estoy más convencido, requerimos un liderazgo resiliente, aquel con visión que plantea próximos pasos. Solo este será capaz de sacarnos hacia delante con su entusiasmo y energía. Este es el que unifica una serie de competencias que ayudan a los demás a adaptarse o a recuperarse de la adversidad. Es el catalizador que inspira a las personas a alcanzar metas que no podrían haber logrado por sí solas. Es hacia este perfil al que juntos debemos avanzar. En esta pandemia, estamos viendo triunfar los liderazgos de las personas de la calle que aportan mucho más sentido común, energía, carácter y agilidad que muchos mandatarios. Da igual si hablamos de construir respiradores, coser mascarillas, preparar comidas para los hospitales u otro sinfín de ejemplos. Las personas están dando una lección a los gobernantes, en la que están pidiendo a gritos líderes resilientes, al frente de gobiernos solidarios, altruistas y cooperativos.

POLÍTICA

Comunicación

*Antonio Sola, es reconocido en el mundo de la consultoría política como “Creador de Presidentes”, Antonio Sola es hoy uno de los estrategas políticos más destacados y reconocidos a nivel mundial, especialmente, en Iberoamérica. Con 46 años de edad, Sola ha sido estratega principal en importantes campañas presidenciales ganadoras como las de Juan Manuel Santos (Colombia), Mariano Rajoy (España), Felipe Calderón (México), Otto Pérez Molina (Guatemala), Michel Martelly y Jovenel Moïse (Haití), entre otras. Cuenta en su haber con más de 450 campañas electorales, de todo rango de poder, en más de 25 países en Europa, América y África. @AntonioSola_


Violencia política de género a debate legislativo Martha Mercado*

E

n 1955 las mujeres en México pudieron tener su primer incidencia y acercamiento con la vida democrática del Estado mexicano al tener la oportunidad de hacer uso de sus derechos políticos para poder sufragar libremente en una elección federal con motivo de los comicios para integrar la XLIII Legislatura del Congreso de la Unión. Por otro lado, fue hasta 1974 cuando la Cámara de Diputados aprobó la reforma al artículo 4° constitucional con la que constitucionalmente se estableció una garantía de igualdad ante la ley del varón y la mujer, tanto en su estatus de derechos como obligaciones. Hoy, 46 años después de esa reforma, podemos vislumbrar cada vez más la cristalización del esfuerzo legislativo en principios básicos de equidad e igualdad sustantiva, participación, no discriminación y acceso pleno de oportunidades en un terreno de igualdad. El 13 de marzo pasado, el Poder Legislativo federal colocó otro grano de arena más en el andamiaje legislativo destinado a prevenir, sancionar, erradicar y tipificar la violencia política. Las reformas tienen gran impacto, tanto cuantitativo como cualitativo. En primer término, se reformaron ocho leyes en diversas porciones normativas,

a saber: Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral, Ley General de Partidos Políticos, Ley General en Materia de Delitos Electorales, Ley Orgánica de la Fiscalía General de la República, Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación y la Ley General de Responsabilidades Administrativas. El número de legislaciones modificadas alude a un verdadero cambio sustancial y no cosmético del cambio normativo. De esta manera, se consolidan aspectos vitales para el impulso de modificaciones legales en la búsqueda de la garantía de oportunidades. Sobresalen las adiciones a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia en la que se hace una definición de “violencia política contra las mujeres en razón de género”, concibiendo a esta como “toda acción u omisión, incluida la tolerancia, basada en elementos de género y ejercida dentro de la esfera pública o privada, que tenga por objeto o resultado limitar, anular o menoscabar el ejercicio efectivo de los derechos políticos y electorales de una o varias mujeres, el acceso al pleno ejercicio de las atribuciones inherentes a su cargo,


labor o actividad, el libre desarrollo de la función pública, la toma de decisiones, la libertad de organización, así como el acceso y ejercicio a las prerrogativas, tratándose de precandidaturas, candidaturas, funciones o cargos públicos del mismo tipo”. Destacan, de igual manera, las atribuciones correspondientes al Instituto Nacional Electoral (INE) y a los Organismos Públicos Locales Electorales en la promoción de la cultura de la no violencia y la incorporación de la perspectiva de género sobre la difusión de noticias en períodos electorales. Se contemplan también medidas cautelares en casos de violencia política de género y la tipificación de sanciones administrativas, dándole la potestad al INE de ordenar que el infractor causante de violencia política en razón de género, ofrezca una disculpa pública protegiendo y ampliando todavía más la protección en la esfera jurídica de las mujeres en favor del ejercicio pleno de sus derechos y libertades. Se hace posible en las modificaciones a estos ordenamientos jurídicos el combate a la desproporción y al trato diferenciado, para dar paso al monitoreo constante de libertades. Se pretende así derrumbar la obstaculización a las

demandas históricas en razón de género para dar paso a una ola reformadora en favor de la mujer, haciendo posible que su participación no solo sea segura, sino efectiva en el servicio público y en la responsabilidad que se requiere para una mejor toma de decisiones. El paquete de modificaciones legislativo, si bien realiza un notable esfuerzo, es aún, en comparación, solo una pequeña parte de un complejo y arduo proceso permanente que todavía está lejos de finalizar. Sin embargo, por largo que sea el recorrido hacia un país libre de violencia política de género, son bienvenidos todos los pequeños pasos en la dirección correcta. Antonio Machado célebremente escribió: “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”. Esta serie de reformas comienzan el andar de un camino estructural complejo. No obstante, empezar un camino, no significa necesariamente terminar de recorrerlo. Es necesario redoblar esfuerzos. De lo contrario, los cambios en la ley en sí se convertirán en gestos huecos, evocando la retórica y teniendo poco impacto en la realidad.

ELECTORAL

*Martha Mercado es Magistrada Electoral del Tribunal Electoral de la Ciudad de México. Licenciada en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México, con el grado de Especialidad en Derecho Electoral por la misma casa de estudios, con mención honorifica en ambos casos. Se desempeñó como Secretaria de Estudio y Cuenta en la Sala Regional Especializada, así como en la Sala Regional Ciudad de México. Fungió como asesora en la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y fue Directora del Instituto de Formación y Capacitación del Tribunal Electoral de la Ciudad de México. @MarthaMercadoRm


Elecciones y legitimidad democrática Armando Hernández*

U

no de los presupuestos esenciales para el funcionamiento del Estado democrático (el modelo más “acabado” de organización social que conocemos hoy en día) es la legitimidad de sus autoridades. Esta legitimidad abarca, de acuerdo con la “Teoría del Rombo” de Miguel Covián Andrade (2000), tanto al origen como al ejercicio y a los fines del poder público. En el moderno Estado democrático de derecho, la fuente primaria de legitimidad es la voluntad popular; es decir, la manifestación expresa del sujeto colectivo, titular o detentador de la “soberanía nacional” (Art. 39 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos). A diferencia de los jueces, que en nuestro sistema constitucional carecen de esa legitimidad democrática que otorga el voto popular, los integrantes de los poderes políticos de elección popular (Ejecutivo y Legislativo) tanto federales como de las entidades federativas (y en el caso de los municipios, los ayuntamientos, órganos colegiados que realizan funciones ejecutivas y carecen de facultades legislativas) o “representantes populares”, sí cuentan con esa importante fuente que legiti-

ma su actuación y las decisiones que toman en el ejercicio del “poder” o función pública que les ha sido encomendada. Por esa razón el voto popular es tan importante en el modelo de democracia representativa diseñado para nuestro país, como se anuncia en el texto del artículo 40 constitucional. (Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República representativa, democrática…). La construcción de un sistema electoral sólido, que logre dotar de legitimidad democrática a los funcionarios de elección popular, es indispensable en un país como el nuestro que durante décadas ha vivido un sistema de absoluta desconfianza entre los actores que intervienen en su construcción y operación: autoridades electorales, partidos políticos, candidatos y ciudadanos. En el diseño de este sistema electoral, ha sido necesario construir cada vez más figuras que disminuyan los elevados niveles de desconfianza social, afortunadamente cada vez con mejores resultados (a pesar de que la desconfianza no haya podido aún ser erradicada). En los diversos momentos y etapas relacionados con el proceso electoral


legitimador del poder público, y depositario de la voluntad popular democrática, encontramos cada vez más reglas para mejorar las condiciones y resultados del proceso mismo de elección de representantes populares. Podemos decir que el posible “fraude” a la voluntad popular puede suceder: a) Antes del inicio del proceso electoral (por eso se sancionan los actos anticipados de campaña y la promoción personalizada). b) Durante el proceso electoral (por eso se procura que haya condiciones de equidad en la contienda electoral). c) Y ahora sabemos, gracias a la sentencia emitida por la SCJN en el caso de la actual gubernatura del estado de Baja California, que también puede ocurrir después del proceso electoral (con actos que produzcan un efecto corruptor en la voluntad de los electores). Cualquiera de estos casos podría afectar la legitimidad de los representantes populares, que es un fundamento esencial para el funcionamiento del sistema democrático. Es por ello, que debe reconocerse la “potencia” jurídica del “principio de-

mocrático” como eje rector fundamental de toda consideración que tomen las autoridades que interpretan, aplican u operan con normas jurídicas de derecho electoral. “Nada puede rebasar a la voluntad popular,” sería el enunciado que podría expresar el contenido esencial de este principio. Si el derecho a votar (voto activo, artículo 35 fracción I de la Constitución mexicana) es el derecho humano, derecho político electoral por excelencia que el sistema electoral debe preservar y cuyo ejercicio debe optimizar; el alcance de este derecho debe entenderse hasta el punto que debe estar garantizado, por el Estado y todas sus autoridades, el respeto a la voluntad popular expresada de manera libre en las urnas, mediante elecciones libres y auténticas (artículo 41 constitucional). Flor de loto: Todo acto, norma, decisión, resolución o sentencia que pretenda alterar, modificar o transgredir la voluntad del electorado, antes, durante o después de un proceso electoral, debe ser eliminado. Y deben existir los mecanismos legales expeditos y adecuados para asegurarnos de ello.

POLÍTICA

DEMO C R A C I A &

*Armando Hernández Estudió en la Universidad Nacional Autónoma de México; es Licenciado, Maestro y Doctor en Derecho, con Especialidad en Derecho Constitucional, Derechos Humanos y Derecho Administrativo; ha ocupado diversos cargos en el Instituto Electoral del Distrito Federal y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Ha sido catedrático, instructor, conferencista y miembro de diferentes asociaciones vinculadas a la materia de Derecho, Derechos Humanos y Procesos Parlamentarios, también ha publicado artículos en DDHH. Ha sido y Magistrado del TEDF. Actualmente es profesor de la Facultad de Derecho de la UNAM, así como de varias universidades del país, @DrArmandoHdz


COVID-19 y la comunicación política Diego García*

N

o hubo gobierno en el mundo, partido o actor político, ni académico o investigador que pudiera prever, o por lo menos nadie nos avisó sobre el alcance tan generalizado, tan global, tan fuerte, tan veloz y tan letal como ha sido la pandemia provocada por el coronavirus. Esta enfermedad COVID-19 ya ha cobrado miles de vidas en tan solo unos meses, prácticamente en todos los países del mundo más las que suman diariamente. En un momento en el que las economías están más globalizadas que nunca, estamos pues ante una situación de crisis mundial sin precedentes. Sin lugar a dudas, el primer semestre de este 2020 está marcando un antes y un después en nuestras sociedades. En situaciones como la actual, la política, aunque no les guste a muchos, juega un papel fundamental. Por un lado, para gestionar de manera adecuada un escenario tan dramático, en el que las decisiones rápidas y acertadas son esenciales para proteger a toda la población, ya sea en lo sanitario o en lo económico. Y, por otro lado, para comunicar y explicar clara y honestamente a la población lo que está pasando, las decisiones que se están tomando. Estas cuestiones implican saber hacerse cargo del estado emocional de los ciudadanos. Una de las principales herramientas de los políticos para desempeñar exitosamente esa tarea son los discursos. Los discursos de los presidentes, así como de sus portavoces, son vistos y escuchados por millones de personas ansiosas por recibir nueva información y pendientes de conocer los escenarios a los que se enfrentan. Hacer

buenos discursos en esta situación significa respetar a la ciudadanía, lo cual se consigue cuando estos son bien preparados y trabajados previamente por el político, sin absurdas y peligrosas improvisaciones. El mayor deseo de cualquier político que tome su profesión en serio, debiera ser y proyectarse como un ejemplo, ya sea en la gestión pública o en la comunicación política. Así pues, para cumplir tal deseo es muy recomendable utilizar las técnicas de la “narrativa transmedia”, descritas en 2003 por Henry Jenkins, profesor estadounidense. Fundamentalmente se trata de lograr que nuestros mensajes alcancen al mayor número posible de personas, a través de diversos medios y plataformas de comunicación, con el objetivo de garantizar que la información llegue adecuadamente. Así, cualquier logógrafo profesional deberá considerar la capacidad de sus discursos para colocar contenidos no solo en medios tradicionales como prensa, radio y televisión, hoy en día también en redes sociales, aplicaciones móviles, audios, podcasts, códigos QR, vídeos o cualquier formato accesible desde las tabletas y los teléfonos móviles. En 2020 abordar un discurso político en una situación de crisis como la derivada de la pandemia global del coronavirus implica saber conjugar “expansión” (la facilidad que le damos a los ciudadanos para recibir y difundir los mensajes) y “profundidad” (la solidez, el rigor y la seriedad de la información que trasladamos a la población). Y la piedra angular de esa construcción no es otra más que el discurso político.


No hace falta que los discursos sean muy extensos. No hace falta que sean muy sofisticados. No hace falta que sean extraordinarios. Solo hace falta que estén escritos por profesionales que sepan que dichos discursos son la base de la información política. Utilizar una media de 2,300 palabras en los discursos equivale a menos de 15 minutos de duración. No se necesita más. Hacerlo bien requiere tener claros estos cinco principios: Primero, contar con expertos en redacción de discursos políticos. Deben ser palabras claras y contundentes, pulidas por asesores profesionales. Es absurdo que un candidato o un líder pretenda dedicar días y días a escribir encerrado en su despacho. Nadie quiere que los políticos inviertan cientos de horas en redactar sus propios discursos, mejor que se pongan a proponer soluciones, gobernar, gestionar, resolver problemas y explicar la toma de decisiones. Las ideas y los argumentos de los discursos son responsabilidad del político. La forma en la que se estructuran y cómo se plantean sobre un papel deben ser tareas del asesor. Segundo, el discurso no puede estar compuesto solo de retórica vacía por muy hermosa que esta sea. Un discurso debe ser oratoria llena de política, de propuestas para hacer políticas públicas o de soluciones. Un discurso no es ornamentación, es el principio de la acción. Tercero, los discursos políticos son ejercicios del habla y, por lo tanto, están escritos para ser escuchados. Frases cortas, conectores bien marcados entre idea e idea y precisión en el uso del lenguaje, sencillo y bien contextuali-

zado para el momento que se esté viviendo, tanto desde el punto de vista racional como del emocional. Cuarto, un discurso debe estar correctamente escenificado ante el público presente y ante el público que nos ve a través de los medios de comunicación; y por supuesto, conviene declamarlo con el apoyo de un teleprompter, para lograr una escenificación tranquila y segura del discurso. Y quinto: un discurso que aspire a convertirse en narrativa transmedia debe haber sido escrito tanto para los presentes como para los espectadores de días futuros, porque los buenos discursos se escriben tanto para quienes los van a escuchar de cuerpo presente como para los medios de comunicación, que alojarán en sus portales nuestra intervención para que sea vista en cualquier momento y lugar por cualquier persona con acceso a Internet. Por eso es tan importante la duración y definir muy bien nuestros mensajes. En directo suelen ser vistos o escuchados por cientos o miles de personas. A través de los medios de comunicación nos ven y nos escuchan millones. El objetivo debe ser construir el relato político, así como persuadir y demostrar al ciudadano que se están haciendo bien las cosas. En definitiva, cualquier buen discurso político, y muy especialmente en un contexto de crisis como el generado por la pandemia del coronavirus, debe tener un gran trabajo intelectual detrás, pues finalmente, su misión es demostrar el liderazgo que existe.

ELECCIONES

*Diego García es Licenciado en Administración y Maestro en Administración Electoral; tiene más de 20 años de experiencia en la Administración Pública y actualmente labora en el Instituto Electoral del Estado de México como secretario particular del Consejero Presidente. Es autor de diversos artículos sobre comunicación política, elecciones y participación ciudadana @dgv1968


AMLO pierde fuerza y adeptos Afonso Gómez*

H

oy más que nunca el país debe poner por encima el realismo económico y dejar de lado el entretenido espectáculo en que hemos estado enfocados desde el mes de julio de 2018. Desde ese año hasta los dos primeros meses de este 2020, en muchos hogares del país se había vivido con pesadumbre la llegada de la Cuarta Transformación, principalmente por los despidos en los sectores público y privado. Esas personas, con su enojo a cuestas, fueron exhibidas como trofeo de una era corrupta, dispendiosa y, claro está, “neoliberal”. Con el paso de los meses, los espacios de los empleados corridos se fueron ocupando por “gente nueva” que recibió “otro” sueldo, aunque al final quedaron con los mismos niveles de antes, porque si algo hace la diferencia de este gobierno con sus antecesores es su enorme opacidad y una “habilidad” única para acomodar los hechos a su conveniencia. Pero el desempleo no fue el único daño que trajeron consigo las nuevas tribus (literal) de adeptos de este gobierno. También se detuvo el motor de la inversión pública y con ello todo el sistema de proveeduría a las oficinas públicas y la construcción de infraestructura en el país. Hasta el mes de febrero de este año había fuertes críticas en contra de este gobierno por el crecimiento negativo en la actividad económica. Hubo escenarios optimistas como el de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público que planteaban un Producto Interno Bruto para el presente año por encima del 1.5 por ciento, y en cambio existían otros que calculaban niveles negativos con diferente profundidad, los más pesimistas lo llevaban hasta menos 4 por ciento. En medio de esto tenemos, desde el 1 de diciembre de 2018 y hasta la fecha, al presidente López

Obrador dirigiendo la orquesta de los acontecimientos nacionales y centrando la atención de todos los actores en asuntos que no contribuyen a construir una Nación. Sí, digámoslo con todas sus letras. El presidente de la República no es para nada un mexicano que trabaje para crear riqueza nacional. ¿Acaso la rifa del No Avión (que nos ha ocupado el tiempo desde antes de que tomara posesión hasta nuestros días) nos ha hecho mejores mexicanos? ¿Ha construido más empleos? ¿Ha generado riqueza? ¿Ha convertido a México en un atractivo para el visitante extranjero? No. Nada de eso, y en cambio se han invertido energías de todo tipo para darle cauce a una entelequia que solamente él promueve. Y así podríamos seguirnos con la entrega de las contribuciones fiscales de todos los mexicanos a los estudiantes, a las madres solteras, a las viudas, a las divorciadas, a las mujeres víctimas de violencia, a los desaparecidos (sus deudos), a los campesinos que seguirán cultivando drogas, a los drogadictos que seguirán consumiéndolas, etc., etc. Pero con la nueva realidad de la pandemia que hoy vivimos, México cambiará y esto ocupará nuestra atención porque nada volverá a ser igual. Parafraseando al propio presidente, la pandemia del COVID-19 “nos vino como anillo al dedo”. Sí, pero para darnos cuenta de nuestra cruda y terrible realidad a la que nos enfrentamos, no él y la clase política que lo acompaña, sino el obrero que labora en la fábrica; el chofer del taxi y del UBER; la jefa de familia que trabaja como secretaria, organiza las actividades de la casa y además tiene que cubrir los gastos del colegio donde estudia su hija; la mujer que alquila sus servicios de limpieza en una casa particular; la


madre soltera contratada en la maquiladora y que sale corriendo todas las tardes antes de que cierren la guardería donde dejó a su pequeña desde la mañana. Ese México es el que merece nuestra atención y debería ser el objeto de trabajo de todos los días de este gobierno. Porque si durante la pandemia, según cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social, se han perdido 543 mil empleos (hasta abril), no imaginamos cuántos cientos de miles más se sumarán en los próximos meses, con o sin COVID-19. La economía realmente está en riesgo y no habrá dinero que alcance porque para empezar se reducirá la recaudación fiscal, por el cierre de empresas, por la inactividad económica y por una baja en el consumo. El presidente López Obrador podrá seguir utilizando las conferencias mañaneras para lucir sus estampitas que lo defienden contra los corruptos y los neoliberales, pero eso no ayudará en nada a reabrir a las empresas que cierran por incosteabilidad. Las arengas presidenciales contra los conservadores y su propaganda no influirán para que el chofer del taxi y del Uber tengan clientes para transportar. Tiene que cambiar toda la planeación nacional o lo que verá el presidente en unos meses no será su nivel de popularidad por los suelos, sino la cara de tantos y tantas mexicanas que se la parten todos los días y que de buenas a primeras verán en riesgo sus empleos. Líneas arriba mencionamos que ya traíamos una tendencia a la baja en la actividad económica, ahora el desplome de la producción y los servicios son una realidad que se ve como el cielo gris que antecede a la tormenta. A esto sumemos la epidemia del COVID-19, que, así como ya cobró vidas, seguirá haciéndolo por el devastador contagio de su peligrosidad.

Este fenómeno será otro detonante del descontento social por la inacción de un gobierno que, primero minimizó el peligro y después ya no supo qué hacer o más bien “dio palos de ciego” para contener la pandemia. En uno de esos intentos desesperados por salvar el pellejo, el presidente nos recetó una más de sus elocuentes frases que, por fortuna no puede borrar porque la historia la escriben también los que viven en la derrota, y después de tanto decir que “sacará a los militares de las calles”, ahora decretó su presencia en tareas de seguridad pública. Si ya traíamos a la economía sobre nuestras espaldas y al COVID-19 diezmando nuestras energías, la delincuencia y la inseguridad estaban ahí esperando su pase de lista para recordarnos que la Cuarta Transformación no había hecho nada para contenerlas. Bueno, es más, las consentía, pues tal parece que les decía: con ustedes no es la bronca. Lo concluyente de todo esto es que México está ante una versión de “neojinetes del apocalipsis”. En la economía se puede volver a crecer echando abajo los caprichos presidenciales y reorganizando el gasto. En la salud se puede vencer a la pandemia con trabajo de laboratorio, transparencia en la información y poniendo orden a la organización social. Y en la seguridad pública aplicando un Estado de derecho “de verdad”, sin más que eso, aunque suene a broma. Pero el ingrediente principal de todo esto es contar con un líder y dudamos que esté sentado ahora en Palacio Nacional.

POLÍTICA

Comunicación

*Alfonso Gómez lleva ejerciendo el periodismo desde hace 35 años. Fue reportero en los periódicos: Diario de México y El Sol de México. Reportero, investigador y conductor en Canal 13 de Televisión, posteriormente Imevisión (Canal 13 y Canal 7 TV). Trabajó durante 17 años en Grupo Monitor de Radio Red donde se desempeñó como Jefe de Redacción, de Noticieros Metropolitanos, Gerente de Información, Director de Información, Director de Internet y Director de Operaciones. Gerente de las emisoras XEFAJ 1560 AM XENET 1320 AM. En el sector público ha ocupado las Subdirecciones de Información de la PROFECO, y las Direcciones de Información en las secretarías de Gobernación y Economía. Actualmente se desempeña como Subdirector de información del GPPAN en la Cámara de Diputados. Es egresado de la carrera de Periodismo y Comunicación Colectiva de la UNAM, FES Aragón y actualmente cursa la Maestría en Periodismo Político en la Escuela de Periodismo Carlos Septién García.


Apelando al bien común Gabriela Seoane*

C

on frecuencia se dice que en las situaciones de crisis es cuando se conoce el carácter de las personas y México ha vivido en constante crisis económica, pero también política y social, cuando menos desde el último tercio del siglo pasado. Sin ir más lejos, al hacer una revisión de las últimas cinco décadas, es posible recordar el “halconazo” y la “guerra sucia” para frenar a movimientos de oposición a cargo de Luis Echeverría; la nacionalización de la banca y la terrible devaluación del peso con José López Portillo, quien dejó al país sumido en una grave crisis económica; Miguel de la Madrid, intentó paliar el momento que se vivía mediante una serie de medidas de austeridad, pero tuvo la mala fortuna del sismo de 1985; durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari ocurrieron el surgimiento del zapatismo, los asesinatos de Colosio y Ruiz Massieu; con Vicente Fox atestiguamos sus errores en política exterior y el enriquecimiento “inexplicable” de personas cercanas a él y a su esposa; después con Felipe Calderón el aumento escandaloso de la violencia y los asesinatos por parte de grupos criminales; y finalmente llegamos a Enrique Peña Nieto y los descarados saqueos a las arcas públicas e incontables casos de corrupción y la lacerante pobreza de millones de mexicanos. Durante estos sexenios, una de las maneras que ha empleado el mexicano para salir adelante ha sido el “humor”. En cada sexenio surgieron caricaturas y chistes mediante las cuales las personas desahogaban su enojo y frustración, eran una especie de catarsis ciudadana. Esta podía llegar a ser más peligrosa en las pláticas de sobremesa, cuando

las personas no coincidían en sus puntos de vista y los ánimos se encendían. De ahí que en muchas familias privó la prudencia y la convocatoria: “En la mesa nada de política, religión, ni futbol”. En el actual sexenio esto se ha desbordado. Múltiples amistades y hasta familias se han fracturado cuando se toca el tema político. Pareciera que nadie quiere escuchar y todos creen tener la razón. Lo peor es que la mayor parte de las veces prevalecen los señalamientos emocionales y no hay argumentos. Ante la pandemia del COVID-19, el asunto no ha sido diferente, porque el extremismo ha hecho pensar a algunos que es un asunto político, más que una emergencia de salud. Cabe señalar que esto no es privativo de México, ya que en otros países también se ha privilegiado la política sobre la salud y un ejemplo es Estados Unidos, donde pese a los consejos de los expertos, seguidores de Donald Trump y él mismo, se pronuncian por regresar a las actividades antes de lo recomendado. En México desde antes de las elecciones del 2018 el clima era de confrontación. Cuando Andrés Manuel López Obrador asumió la presidencia se esperaba que hiciera un llamado a la unidad. Nada más lejano. Hasta la fecha todas las mañanas sigue haciendo campaña y atiza el fuego contra los que llama: fifís, corruptos, neoliberales, conservadores, etc. Desde entonces, los intercambios en redes sociales, pláticas familiares o entre amigos nuevamente se han polarizado: una parte piensa que la crisis por el COVID 19 está perfectamente bien manejada y hasta consideran a Hugo López Gatell como un héroe y


@Gabseomx

otros muestran su desacuerdo sobre las cifras o acciones que da a conocer el gobierno. El problema es que en medio de esto están las redes sociales y miles de personas que sin ser bots (de este tema hablaremos próximamente) comienzan a dar retuit o bien mandar por WhatsApp o a publicar en Facebook, Instagram u otra red social, datos o información falsa. Así, tenemos múltiples mensajes, sin fecha ni firma, con recomendaciones para protegerse del virus, videos en los que se ven “testimonios” de personas que dicen que el virus es un invento o bien que fue creado por tal o cual país para “dominar al mundo”, y hasta recomendaciones de medicamentos para combatirlo. Obvio, hay quienes no verifican y difunden esto porque lo creen cierto. Por otra parte, la guerra ideológica también contamina la información, porque basta que alguien, ya sea científico o periodista, cuestione las cifras oficiales, para que inmediatamente se convierta en blanco de ataques en las redes sociales, donde los acusan hasta de tener nexos con el mismo Satán. Lo más triste es que ante los testimonios de médicos y enfermeras, quienes han denunciado la falta de material y apoyo para su labor, también se desate el linchamiento público e incluso se pone en duda su ética y honestidad. Lo cierto es que esta circulación de información falsa no va a dejar de ocurrir. Los linchamientos por redes sociales tampoco, pero lo más grave es la falta de información oficial seria, sin descalificaciones y producto de una buena organización. Un ejemplo de esto es que se dio a conocer el plan para

regresar a la actividad cuando el país se encontraba en los días con más altos índices de contagio y mortandad. Buena parte del público consideró que entonces ya se podía salir, porque dieron una fecha muy próxima: 17 de mayo, aunque después se modificó al 1 de junio. Por otra parte, cabe señalar que hay una gran diferencia entre lo que se informa en las conferencias de las 7 de la noche y lo que se dice en las “mañaneras”, entonces ¿A quién creerle? Esto suponiendo que la gente realmente ve estas transmisiones, porque hay miles de mexicanos que se siguen orientando por lo que les dice la vecina, el vecino o el amigo. Cabe señalar que muchos gobernadores han decidido no atender a las fechas oficiales y actuar de acuerdo con lo que está pasando en sus estados. Ellos se han encargado de dar a conocer esto para no crear confusión con lo que ocurre en estados vecinos o en la Ciudad de México. Ante este grave problema de salud que afecta a todo el mundo, en muchas naciones se han tomado medidas drásticas pero efectivas. También se puede aprender de los errores, algunos países han regresado a la actividad con el consecuente rebrote del contagio. Es fundamental que tanto el gobierno como la ciudadanía actúen con responsabilidad pensando en el bien común a riesgo de agudizar el momento y perpetuar otra vez la crisis, esa en la que hemos estado en los últimos 50 años.

Comunicación

*Gabriela Seoane es licenciada en periodismo y comunicación por la UNAM FES Acatlán y Maestra en educación también por la UNAM. Se ha desempeñado como guionista, redactora y reportera de radio y televisión. Ofrece capacitación para entrenamiento en medios y ha sido profesora del ITESM CCM en el Departamento de Español, Literatura y Arte de la preparatoria.


El nuevo mapa político Sergio Uzeta*

C

uando México logre superar la emergencia sanitaria provocada por el coronavirus COVID-19, la distribución del poder político será otra. Y es que la forma en la que los gobiernos de los estados manejaron la crisis ha propiciado una reconfiguración real en la toma de decisiones políticas. En los hechos, varios de los gobiernos estatales le han arrebatado el protagonismo y la agenda al presidente Andrés Manuel López Obrador, al propiciar un nuevo estatus en la relación entre el gobierno central y los de los estados. Esta es una de las características de la llamada “nueva normalidad” en el terreno de la política. El mes pasado, tras la presentación de la estrategia de reapertura de las distintas áreas de la vida económica por parte del gobierno federal, diversos gobernadores advirtieron que ellos serían quienes determinarán la ruta del regreso formal a las actividades en sus respectivos estados.

Argumentaron que no querían arriesgar la salud de la gente y que resultaba precipitado hablar de regreso a una “nueva normalidad” cuando en diversas regiones del país se vivía el peor momento de contagios del COVID-19. Ante esta “rebelión” de los gobernadores, el presidente López Obrador optó por hacerse a un lado sabiendo que las dudas sobre el manejo de la crisis por parte de su gobierno abrieron espacio a la desconfianza y dudas sobre el manejo de las cifras de muertes y contagios. Entonces dijo que el plan era de aplicación voluntaria y que no se iba a pelear asegurando que “no vamos a dividirnos, no vamos a apostar a la separación”. López Obrador ha insistido en que trabaja de manera coordinada con los gobernadores de las 32 entidades federativas, pero los hechos desmienten su afirmación, ya que diversos mandatarios estatales se quejan, un día sí, y el otro también, de la falta de comunica-


ción y el maltrato que han recibido de las autoridades federales. Como no había ocurrido en tiempos recientes, los gobernadores han hecho valer su autonomía y también la popularidad que han ganado con su gente por su actuar frente a la crisis sanitaria. Destacan en particular los estados de Jalisco y Nuevo León, pero también otros como Chihuahua, Sonora y Tamaulipas, que desde el principio marcaron su propia línea de acción local frente al gobierno central. A ellos se han venido sumando los gobiernos de Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro, Yucatán y Baja California Sur, entre otros. El tema educativo también motivó que 25 gobiernos estatales rechazaran regresar a clases presenciales a partir del 1º de junio, al considerar que no estaban dadas las condiciones para arriesgar la salud de alumnos y maestros. El pacto federal está más vivo que nunca, y los gobiernos estatales y

municipales han demostrado que juegan un papel muy relevante a la hora de tomar decisiones. En los hechos, y obligado por las circunstancias, el presidente ha cedido autoridad a los mandatarios locales y, con el argumento de que “no queremos pelear”, ha permitido que las entidades federativas definan sus acciones, aunque a veces choquen con las directrices de la federación. La crisis sanitaria del COVID-19 nos ha demostrado que, ahora más que nunca, México es un país que se mueve y vive de acuerdo con la situación particular de cada región y que resulta ya muy difícil que el gobierno federal pueda imponer sus decisiones. Esto que ocurre en la relación entre el gobierno federal y los estatales está marcando el inicio de una nueva época en el quehacer político nacional que seguramente traerá consecuencias en las decisivas elecciones del próximo año 2021 y un nuevo mapa político en el país.

POLÍTICA

Comunicación

*Sergio Uzeta es comunicador y periodista, y en la actualidad se desempeña como consultor independiente, especializado en el manejo de plataformas tecnológicas de comunicación y el desarrollo de talleres en manejo de medios, manejo de crisis y construcción de identidad pública. Ha sido director de Noticieros y Programas Informativos de Canal Once, conductor en Radio Fórmula y Radio Independiente de México; fue el director fundador del Canal Judicial de Televisión y también el primer director de Notimex, en su etapa de Agencia de Noticias del Estado Mexicano. En el servicio público también se desempeñó como gerente corporativo de Comunicación Social de Pemex y trabajó en la Unidad de la Crónica Presidencial durante las administraciones de Miguel de la Madrid y Carlos Salinas de Gortari. Es egresado de la licenciatura de Comunicación en la Universidad Iberoamericana, lugar donde también ha dado clases y diversos talleres. @UZETASUM


Reprobados en materia cibernética Cuauhtémoc Miranda*

E

n este año de crisis mundial provocado por la pandemia, millones de alumnos se vieron en la necesidad de continuar con su vida académica, pero esta vez, en línea. México no se quiso quedar atrás, y de la noche a la mañana decidió adoptar esa forma de impartir clases en los niveles de primaria, secundaria y hasta preparatoria, cuando la realidad es que nuestro país no tiene la cobertura para migrar a este tipo de sistema educativo, ni tampoco se tienen la infraestructura y planes de estudio acordes para esta innovadora forma de tomar clases. Para aspirar a una implementación tecnológica educativa de grandes dimensiones lo primero que se requiere es de una cobertura de Internet a gran escala, es decir, que la mayoría del territorio cuente con conectividad a la red de redes. Para tener un panorama en México, en lo que respecta a servicios de telecomunicaciones y a Internet, solo el 88% de la población tiene conexión a una red móvil, además el 30% de quienes no pueden conectarse a Internet no pueden hacerlo porque no tienen recursos y solo 2% no pueden usarlo porque no tienen cobertura.1 Si no se cuenta con la herramienta, cómo quieren aplicar un sistema de enseñanza cuando la cobertura no es total, y lo más importan-

te, cuánto tiempo llevaría ampliar esta capacidad electrónica. Aunado a la cobertura se tiene que tomar en cuenta la velocidad de la red, en un ranking de los 100 países en cuanto a rapidez de su red, en Latinoamérica el que está mejor ubicado es Panamá, que ocupa el puesto 72 a nivel mundial, tiene una velocidad promedio de 7.05 Mbps y requiere de 1 hora 36 minutos y 54 segundos para hacer la descarga. Luego aparecen Puerto Rico (1.39.15), Uruguay (1.50.15), Cuba (1.57.08), México (1.59.58), Chile (2.24.07) y República Dominicana (2.34.49). Son los únicos que ingresan entre los primeros 100.2 ¿Qué tan importante será tener una buena velocidad para el uso de Internet?, este apartado lo dejó a su valoración. Si bien los fierros nos ayudan mucho para tener una educación a distancia o en línea, también se tienen que tomar en cuenta los planes de estudio, cada asignatura está diseñada para una clase de tipo presencial, donde el profesor se instala frente a un grupo y va llevando los tópicos acordes al grado y a la complejidad del tema, quizá al momento de la sesión puede encontrar situaciones que hay que solventar y así sacar adelante la clase, nunca perdiendo de vista que la clase es presencial; ¿qué sucede con


una clase en línea?, desde luego las cosas cambian. Se deben implementar otras dinámicas, ejercicios, tareas, dosificación de los temas, formas de calificar, entre muchas otras variables que al momento de llevar las clases a distancia resultan de gran peso para la enseñanza de la materia. Un estudio realizado por la Fundación Santillana, dejó claro que países como Finlandia, Singapur y Corea del Sur, se han convertido en líderes en materia educativa; esto lo han logrado por los aprendizajes de sus alumnos, por la calificación de sus docentes, por el uso educativo de las TIC (Tecnologías de Información y Comunicación) y por la contribución al desarrollo y a la innovación que la educación, como política prioritaria, tiene en cada uno de ellos. 3 En comparación a nuestro país, aquí la cobertura de Internet no es total, hay profesores que no cuentan con una computadora u ordenador y que decir de los alumnos, un número considerable no tiene acceso ni a un televisor, menos tendrá conectividad a un dispositivo móvil electrónico; ¿cómo pretender impartir clases con esas variables? Las universidades privadas apenas lograron con la contratación de diversas plataformas, mantener las clases vía virtual, qué se

podría esperar de un colegio público. Durante estos meses de encierro, las aplicaciones más descargadas fueron, en primer lugar, la plataforma Zoom.us y en segundo, Google Classroom. La solución no era bajar estas aplicaciones, la situación toral es conocer a fondo las bondades de estos instrumentos, no solo es revisar el tutorial de YouTube, es generar toda una infraestructura académica acorde al grado educativo. Asesorar a profesores y alumnos de cómo se impartirá la clase, generar las actividades y los ejercicios adecuados al nivel educativo, no solo con decirlo se aplicará, para todo esto se requiere tiempo y gran capacidad técnica. Nuevamente tenemos la gran oportunidad de comenzar a estrechar la brecha entre un sistema educativo y las nuevas tecnologías. El valernos de los avances técnicos para llegar a más alumnos con una educación de calidad y bien sustentada, será siempre el objetivo en mente, pero si los pretextos y las malas reformas no ayudan a mejorar todos los rubros que se requieren, seguiremos en el rezago cibernético-educativo. REFERENCIAS

1.https://www.eleconomista.com.mx/tecnologia/En-Mexico-hace-falta-mas-acceso-a-internet-que-cobertura-IFT-20190513-0057. html 2.https://www.infobae.com/america/tecno/2018/07/10/el-rankingde-los-paises-con-mayor-velocidad-de-conexion-a-internet/ 3.https://fundacionsantillana.com/tic-y-educacion-la-experiencia-de-los-mejores/

Comunicación

*Cuauhtémoc Miranda es autor del libro Crónicas Hertzianas, historia de la radio en México editado por Interwriters. Estudió la carrera de Ciencias de la Comunicación en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, además realizó una maestría en Filosofía y Crítica de la Cultura por la Universidad Intercontinental. Desde 1992 ha sido productor y conductor para diversos grupos radiofónicos, entre los que destacan Televisa-radio, Radio Fórmula y Grupo Imagen. Es catedrático del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey campus Ciudad de México. @cumiranda



MARIO RIORDA comunicación en acción

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s presidente de ALICE (Asociación Latinoamericana de Investigadores en Campañas Electorales). También se desarrolla como activista de la comunicación política y consultor en estrategia y comunicación para gobiernos y partidos en América Latina, especializado en gestión de crisis; ha participado en más de 120 procesos electorales y asesorado a 80 gobiernos en todos los niveles. Es director de la Maestría en Comunicación Política, de la Escuela de Posgrados en Comunicación, de la Universidad Austral. Fue decano en la Facultad de Ciencia Política y RRII de la Universidad Católica de Córdoba. Es profesor de posgrado en numerosas universidades de América Latina, España y EE. UU., así como consultor del BID y director del estudio “Gobernauta: el perfil de los gobernantes latinoamericanos en las redes sociales”. Ha escrito 16 libros sobre comunicación política, como autor o editor, y es analista regular en los principales medios de comunicacion de la región. También es conductor y coproductor de la serie documental “En el nombre del pueblo”. En esta entrevista Mario Riorda nos habla de su experencia y su visión de la comunicación política.


RS ¿Quién es Mario Riorda, en lo personal y en lo profesional? MR. Critico mucho cuando las personas hablan en tercera persona de sí mismas, especialmente en la política. En parte es un descontrol desmedido del ego. Por eso lo correcto es decir quién soy. Y soy alguien que me gusta pelearme contra los mitos y los dogmas. Y esa pelea tiene que ver con investigar y teorizar para desmitificar ciertas afirmaciones que se expresan como norma, solo porque las dice alguien que tenga la audacia de subir un poco la voz. Ello también me define como activista de la comunicación política porque se trata de dar batalla para profesionalizar la mirada de este campo de estudio, y eso significa salir de la mirada naif, peligrosa y reduccionista que ubica a la comunicación como cosa de gurúes o como manipulación.

Córdoba porque quería ir al cierre de una campaña presidencial. Y me fascinó. Con el tiempo me percaté que eran esos fenómenos los que me estimulaban y no mi proyección política. En primer año de la facultad, había fundando una consultora con la que daba trabajo a mis compañeros de curso, pero siempre tenía el dilema de cómo compatibilizar mi militancia con la consultoría, hasta que en mi etapa de posgrado me decanté claramente por la consultoría y simultáneamente por la vida académica. No concebía en mi cabeza poder ser consultor sin estudiar todo el día para darle sustento al trabajo profesional. Mi interés por la comunicación política crecía al ritmo que crecía (y sigue creciendo) mi biblioteca. Y sigue siendo tan intenso como antes y la biblioteca ya no cabe en mi casa…

RS ¿Cómo inició su interés por la comunicación política? MR. De chico quise ser político. Empecé a estudiar ciencia política con el objeto de ser intendente del pueblo en el que vivía, Hernando, una localidad de 10000 habitantes en Argentina. Pero ya en las aulas me di cuenta que lo que me atraía en verdad, era incidir, pensar estrategias, descifrar la opinión pública, poder entender las emociones. Siendo estudiante de secundaria, con 17 años, el director del colegio me autorizó a viajar a

RS ¿Qué es la comunicación política y cuál es su principal función? MR. Es el intento de control de la agenda pública. Es la manifestación visible de la política. Es la política expresada tal como la vemos y palpamos. Es tensión. Es puja. Es dinamismo entre sectores donde se mezcla junto a episodios transitorios de cooperación. La función es abrir espacio a nuevos temas. Esa función de apertura se hace simultáneamente entre sectores que quieren que se abran nuevos temas y entre sectores que


quieren clausurar cualquier nuevo tema. Por ello, es algo indisociable de la política, ergo, hablar de comunicación política, de uno u otro modo, es resignificar parcialmente el objeto de lo político dándole una condición de visibilidad, siempre presente de modo consciente o inconsciente, aportado desde la comunicación. RS ¿Qué similitudes y diferencias hay entre la comunicación de riesgo y la de crisis? MR. Hay superposición muchas veces y los une la incertidumbre, pero ni el riesgo es necesariamente la antesala de una crisis (aunque sí podría resultar que lo sea), ni una gradación previa de aquella. El riesgo trabaja en la incertidumbre buscando mitigarla con cambios de conductas, focalizándose en las alarmas para la ciudadanía y decidiendo desde el peligro. Su foco es la vulnerabilidad. Con la gestión del riesgo se evitan peligros induciendo a cambios, para evitar un futuro peor. Aun sabiendo que hay escenarios inmodificables, el riesgo prepara y aporta capacidades para que ese futuro peor -o el presente- encuentre un poco menos vulnerables a los afectados. La crisis, también se da en situaciones de incertidumbre, pero su dinámica son las respuestas. Con la gestión de las crisis se intenta salir del peligro y se intenta normalizar un estado de excepción. Hay

una idea de mando y control en todo acto, donde debiera primar el diseño de escenarios futuros -como previsión- y con planificación de tiempos probables. En las crisis se actúa hacia el futuro, para procurar modelarlo con respuestas mitigadoras, con certidumbre, porque el presente fue -o está siendo- malo. Riesgo y crisis conviven muchas veces (no siempre), pero va de nuevo: ¡no son lo mismo! De hecho, el riesgo se sustenta en el motor persuasivo del miedo que es lo que modifica un hábito, conducta o comportamiento. RS ¿Cómo ha cambiado la comunicación política con los nuevos medios digitales?


sino que se está transformando hacia su costado más radical: los prejuicios con una incorreción política que no tiene la sanción moral de antes. RS ¿Qué opina de los mandatarios que han trasladado su oficina física a una oficina digital a través de sus redes sociales? MR. Es obvio que eso sucediese. Es ni más ni menos que el proceso de convergencia. El problema es cuando solo es eso… cuando todo es digital…

MR. Mucho. Más personalización y sobreabundancia mediática han transformado la política en una gran aldea de tribus donde el diálogo es la excepción y la conflictividad es la norma. La comunicación política se ha tornado más adversativa que nunca y la vemos expuesta en millones de vidrieras de acuerdo a donde consumimos información. Y ese cambio se dio con una comunicación más popular, menos sofisticada, más centrada en hechos y personas antes que en ideas o abstracciones. Sin embargo, el pensamiento ideológico, aún bajo premisas más simples -y hasta rudimentarias diría- no solamente no ha desaparecido,

RS ¿Cómo opera la comunicación política en la credibilidad? MR. De variados modos. Toda decisión política tiene un doble componente, tanto racional como emocional, pero si hubiese colisión entre uno u otro, de acuerdo a investigaciones de neuropolítica, la emotividad prima. Ello implica que la comunicación política en ciertas decisiones puede hacer nublar el raciocinio, implica además que lo verosímil vale pues, tanto como lo verdadero. Esto es horrible. Si lo que parece verdad (aunque no lo sea) es efectivo, el dilema no está puesto tanto en la capacidad persuasiva como en los límites éticos. El elemento ético debe sopesar en las decisiones. Por otro lado, todo lo malo que resulta lo tribal para llegar al consenso, en parte, tiene una función positiva que es servir de límites o encapsulamientos de posturas más radicales y no verda-


deras de grupos que evitan que se expandan a otros grupos o tribus. RS ¿Cómo se debe entender la opinión pública? MR. Como un estado circunstancial. Antes, con menos medios, la opinión pública tenía una agenda más acotada. Hoy, con la multiplicidad mediática y la explosión tribal -sociológicamente hablando-, la opinión pública es en realidad muchas opiniones públicas sobre múltiples agendas en simultáneo. RS ¿Actualmente cómo se desarrolla el branding gubernamental? MR. Ufff, sobrecargado de sesgos o desvíos. En la faz gubernamental sigue muy presente la necesidad de darle un norte o rumbo político a las gestiones y llegar a constituir “mitos de gobierno”, más allá de que no todos lo logran. Muchos gobiernos, como estilo, son casos; únicamente son una prolongación cortoplacista, espectacular, publicitaria de la propia campaña electoral que los vio ganar. Sin embargo, un gobierno es una institución crisis propensa que puede caer en crisis en cualquier lugar. Por eso solidificar un rumbo, es legitimar un gobierno. Y para ello depende de la solidez y robustez, entre otras cosas, de un relato que sea coherente con las políticas públicas implementadas. Y a su vez, que en términos de sesgos evite muchos elementos que, en exceso, dañan, especialmente en contextos

críticos: como el exceso de personalización cuando esta se deglute toda la institucionalidad; el exceso de la comunicación estigmatizante y radicalizada que daña; así como el exceso de voluntarismo autoritario, entre otros. A su vez, otro gran desafío gubernamental es que la mayor parte de actos comunicativos sean servicios. Sin embargo, baste ver las redes sociales que no son usadas para gobernar con servicios, sino para publicitar acciones o como agenda gubernamental en gerundio: haciendo, visitando, inaugurando, recorriendo, conversando… RS ¿Cómo se gestiona el disenso gubernamental? MR. El disenso es un conflicto, y si es prolongado, una situación conflictiva. Muchas veces el disenso es deliberado y por ende no solo no daña, sino que forma parte constitutiva de la identidad de quien lo gestiona. Entonces, nunca hay premura ni urgencia por salir de él, a lo sumo por evitar que se amplíe. El problema, es que las crisis también forman parte de una versión más extrema y compleja del disenso que implica que se pone en juego todo el sistema de valores y la institucionalidad que sostiene a alguien. Entonces ahí radica el principal dilema de la profesionalización de la comunicación política, saber cuándo hay crisis y saber cómo actuar en ellas ¿Qué sucede como promedio? Qué hay ex-


pertos gestores del conflicto, pero pésimos gestores de las crisis. El conflicto es rutina, la crisis es pura excepcionalidad que daña, mata o rompe. RS ¿Cuáles considera que son las principales diferencias entre las campañas políticas de América Latina y el sistema anglosajón? MR. Ya ninguna. A lo sumo los propios sistemas electorales, sus regulaciones y de dónde viene el financiamiento. RS ¿Qué cualidades debiera tener actualmente un líder político? MR. Lo que el contexto amerite. Es tan diverso el menú de liderazgos actuales que no hay patrón o menú de cualidades a la carta. Eso era en los noventa con la homogeneización que el marketing político había impuesto. Hoy la cuestión del liderazgo es brutalmente posmoderna: no hay estilo único, ni un “no” estilo que de antemano esté rechazado. RS ¿Cómo ve el panorama político en México? MR. En plena transición de no sé hacia dónde. México siempre llega tarde a fenómenos que se ven en la región. Si hubo un país donde el rompimiento de partidos llegó a ser drástico, eso es México. La crisis pondrá en jaque la continuidad de la 4T, tal como fue diseñada. El personalismo es extremo. Y se percibe un descenso en la consi-

deración del actual liderazgo nacional, que no encuentra todavía cauces alternativos de representación, más allá de las realidades estatales. Además, el narcotráfico siempre pone a México como una verdadera olla a presión social como no se ve en ningún otro país en la región hoy y me animo a decir, del mundo. RS ¿Cuál considera que ha sido el mayor reto en su trayectoria profesional? MR. Mi mayor reto profesional no es directo, sino indirecto. A lo largo de la vida, sea como consultor o como académico nos suelen rotular o etiquetar con distintos adjetivos cargados de pompa, grandilocuentes, que afectan al ego. Pero de todos, hay uno que me emociona todavía, que es el de “maestro de maestros”. Mi reto profesional es educar, formar, investigar para que otros puedan decidir, teorizar para que se profesionalice la política. Todos podemos ganar campañas, varios asesoramos a gobiernos con alta valoración, algunos pasamos pruebas complejísimas en la gestión de crisis. Sin embargo, lo que se hace poco es teorizar e investigar a partir de ello. Por eso mi mayor reto no lo pasé todavía, que es dejar un legado atado al ensanchamiento teórico de la comunicación de gobierno y ahora de las crisis y el riesgo. Ese reto no acabará nunca, pero también es un reto contagiar a


gente que lo quiera continuar. En estos tiempos de crisis y por la cantidad de videoconferencias que he dado, creo haber estimulado a no menos de 100 tesistas que van a investigar estas temáticas en sus tesis de grado y posgrado. Eso es satisfacción al 100%. Felicidad pura. RS ¿Podría compartirnos alguna anécdota que haya impactado su trayectoria profesional? MR. Una chiquita que me marcó para siempre. Mi primera campaña electoral que asesoré fue cuando era estudiante todavía, en una localidad turística de 6000 habitantes. Ahí me di cuenta de que, tras haber ganado, lejos de confiarme o vanagloriarme de lo que creía saber, sentí la necesidad de aprender muchísimo más, pero no por inconformismo, sino porque la complejidad de los fenómenos sociales requieren muchas miradas y jamás el reduccionismo de una única persona. Sentí que haber sido parte de ese triunfo era la cosa más efímera que podría haber realizado. Y desde ahí me salí de la tentación de generar doctrina, que viene a ser el saber acumulado por mí como si eso fuese un dogma. Es preocupante que ese sea en gran parte el modo de transmisión del saber en la industria de la comunicación política, donde las experiencias personales se transforman en dogmas no probados ni sustentados empírica-

mente. Eso, más que preocupante, es terrible, y así están montadas muchas ofertas de formación en la comunicación política. Es muchísimo lo que valoro la experiencia y hay que hacerla parte del proceso formativo. Pero confundir la experiencia con la teoría y suplantarla pedagógicamente es algo absolutamente irresponsable y falaz. Quizás desde ese día sentí la obligación de empezar a investigar más, estudiar más y, hasta donde pueda y me salga, de construir teoría. RS ¿Nos podría platicar de su serie documental “En el nombre del pueblo” que ganó el premio TAL a la “Mejor Producción con Pers-


pectiva Latinoamericana”? MR. La serie documental “En el nombre del pueblo” es un capricho con el que recorrimos 10 países en dos años, con 80 entrevistas a académicos, periodistas y expertos de todo el continente se analizan las grandes transformaciones sociales y culturales de América Latina en el Siglo XXI. Más de 300 entrevistas a personas anónimas del pueblo para demostrar que la comunicación política tiene una base esencial que es la sociedad en donde actúa. En esencia quisimos ir a la búsqueda del alma de la comunicación política y no quedarnos solamente en un rescate estético de la política, que es importante, pero no es todo. Recorrimos más de 65.000 km y tuvimos más de 400 horas de rodaje desde las favelas brasileñas a Tepito, en México; desde San Telmo, en Argentina, a Las Condes, en Chile; en las alturas de La Paz, en Bolivia, y de Quito. la serie documental se convirtió en algo así como una clase abierta, una clase televisada de comunicación política y cultura latina. RS. Si pudiera preguntarle algo a Mario Riorda, ¿qué le preguntaría y qué le contestaría? MR. No me gusta hablar en tercera persona… pero me preguntaría si tengo alguna obsesión hoy y la verdad es que sí, y tiene que ver con que la política entienda su fragilidad, su vulnerabilidad. Por eso tal obsesión implica pujar, incidir, para que los gobiernos se miren introspectivamente y produzcan refor-

mas institucionales propias que les permitan tener más capacidades y más habilidades para enfrentar situaciones donde haya que gestionar el riesgo y la crisis. La experiencia internacional dice que la política aprende poco tras las crisis. Que más se diferencia del pasado de modo abrupto y cierra capítulos. Por eso mi obsesión es dejar este capítulo de esta crisis mundial abierto, estudiarlo y que haya más capacidades a futuro. RS ¿Qué sigue para Mario Riorda? MR. Sigue un libro sobre comunicación de crisis desde una mirada multidisciplinar que estoy terminando en estos días y que se llamará “Cualquiera tiene un plan hasta que te pegan en la cara” y tras él, montar un consorcio universitario que investigue la comunicación de crisis de la pandemia y las crisis de confrontación previas que se dieron en varios países de la región. Sigue un libro teórico, muy denso que permita discernir los elementos que separan y diferencian a la comunicación de crisis en la política de la del sector privado. Sigue un programa de TV que habrá que ver cómo recupera la normalidad la industria de la producción y tras ello evaluar los tiempos en que pueda empezar a producirse. Siguen muchas clases de posgrado y asesorías a gobiernos. Y seguramente, en algún tiempo, quedarme sin ningún cargo de gestión ni representación gremial en ningún lado, como para tomar distancia y ensayar sobre el para qué hacemos comunicación política…



COVID-19 La realidad desde el frente de batalla Carlos Gil*

A

lo largo de la historia universal, las guerras han definido gran parte del orden mundial. De ellas, héroes, villanos y víctimas alimentan las crónicas del pasado que nos permiten darle sentido al presente para afrontar el futuro. Desde finales de 2019, la humanidad enfrenta la peor crisis vivida desde la Segunda Guerra Mundial. La llegada sorpresiva de una amenaza biológica silenciosa, invisible, desconocida y letal ha puesto de manifiesto la precariedad y vulnerabilidad de los sistemas de salud en el mundo. Ninguno estaba listo para afrontar la batalla. A diferencia de las guerras manchadas por la brutalidad de las armas, en esta destaca el protagonismo de mujeres y hombres valientes comprometidos con la causa de salvar miles de vidas arriesgando las suyas y las de sus familias. Desde el frente de batalla las y los médicos, especialistas, laboratoristas, enfermeros, camilleros y personal de intendencia experimentan largas jornadas de entrega, sobreesfuerzo y lucha para ganarle la guerra a este virus mortal que exige soledad. Sin embargo, en México la realidad que enfrenta el personal de salud es de un total abandono y maltrato social e institucional. Dando sentido a los testimonios de una verdad latente, desde el sector público se percibe una indiferencia imperiosa producto de la incompetencia e incapacidad de las autoridades responsables por implementar acciones puntuales que garanticen los recursos necesarios para brindar una atención digna y oportuna a la sociedad. Han demostrado no estar a la altura de las circunstancias. Completamente alejado del discurso triunfalista enmarcado por la simulación y la demagogia, los responsables del sector salud no han sido capaces de proporcionar el equipo de protección personal adecuado y los elementos de seguridad necesarios para dar atención

a pacientes de COVID sin poner en riesgo las vidas de sus trabajadores. En otras palabras, la falta de apoyo, acción tardía y la indiferencia a las distintas formas de manifestaciones del gremio para exigir sus demandas y expresar sus inconformidades, obligan al personal de salud a invertir recursos propios para adquirir los insumos necesarios que les garanticen una seguridad que es obligación del Estado. Dicha inacción, ha coadyuvado en el incremento de brotes de contagios en el personal a nivel nacional. Su indiferencia ha cobrado la vida de más de 110 trabajadores de la salud y más de 8 mil 550 casos confirmados acumulados durante los meses de atención a la pandemia. Apostaron por la desinformación y la falsedad sin darse cuenta de que ello será el estigma de sus acciones a lo largo de la historia. Por si fuera poco, la evidente desorganización interinstitucional y la falta de liderazgo en el Instituto Mexicano del Seguro Social y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, deja ver el deficiente manejo de la crisis sanitaria a través de la ausencia de protocolos de atención, falta de personal, capacitación, aplicación de pruebas y un notorio desamparo legal violentando los derechos de sus trabajadores. Si no fuera por el cobijo de la iniciativa privada por medio de donaciones de diversos insumos, el personal de salud estaría más a su suerte. A ello se suman las desafortunadas declaraciones y cuestionamientos de un presidente que con un alto grado de insensibilidad no termina por valorar la entrega y sacrificio de nuestros médicos mexicanos. Esos médicos que, como muchos otros profesionales, luchan incansablemente para brindar una mejor calidad de vida a sus familias. Un gremio de gente honesta y trabajadora, comprometida con su vocación que solo ha encontrado en las palabras del


primer mandatario indignación, desconsuelo y desmoralización. Por si fuera poco, estamos enfrentando como sociedad la peor de las pandemias: la ignorancia. Esa misma ignorancia y la ausencia de valores sociales se traducen en actos de discriminación, acoso y violencia hacia el personal de la salud. A ellos, quienes han sido desalojados de sus viviendas, a quienes han prohibido hacer uso del transporte público o incluso han arrojado cualquier cantidad de sustancias tóxicas por el temor al contagio, orillándolos a quitarse el uniforme que con tanta dignidad portan para evitar ser objeto de cualquier tipo de agresión ¿En qué estamos fallando como sociedad?, ¿dónde está el espíritu solidario que nos caracteriza como pueblo? Luego entonces, resulta amarga la realidad que enfrenta el personal de salud en los tiempos de pandemia. Mexicanas y mexicanos de carne y hueso que sienten, que son presa del miedo de no volver a abrazar a sus familias, que les invade la impotencia cuando pierden una vida, la angustia en el día a día o enojo por las injusticias que se cometen en su contra. Quienes llevan en sus rostros las marcas de esta guerra. Marcas de dolor imborrables en la memoria de todas y todos ellos que hacen su trabajo de la mejor manera posible con los recursos disponibles comprometidos a dar el máximo esfuerzo con cada paciente, a pesar del peligro constante al que se enfrentan y en quienes hemos depositado la esperanza de regresar a una “nueva normalidad”, a comenzar de nuevo. Profesionales de la salud cuya única exigencia es la solidaridad y corresponsabilidad de una sociedad civil más organizada que acate las normas de prevención para mitigar la saturación en los centros hospitalarios públicos y privados, con el fin de disminuir la exposición y la propagación de contagios. El llamado es a

respetarlos y respaldarlos en lo absoluto. A ser empáticos. Nos necesitamos todos. A todas las y los trabajadores de la salud, nuestro reconocimiento por su tenacidad. Por los que ya no están y por los que vendrán. Por demostrar incansablemente que donde hay amor por la medicina, hay amor por la humanidad. A la Dra. Leticia Flores, al Dr. Carlos Morales y a sus colegas mi sincera gratitud, no solo por la confianza y valentía de compartir la realidad que viven desde el frente de batalla, sino también por ser ejemplo de lucha, pasión, respeto y amor al prójimo. A Jorge Cano por plasmar en sus fotos la realidad de esta guerra. Su juramento hipocrático, su ética, su profesionalismo, compromiso y vocación de servicio no les permite considerarse héroes ni ahogarse en un mar de aplausos, pero ¿De qué otra forma llamar a quienes arriesgan su vida y la de sus seres queridos para salvar la de los demás?

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*Carlos Gil es economista egresado del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey. En 2006 cursó el posgrado en Economía, Derecho y Políticas Públicas con especialidad en Análisis Económico del Derecho en la Universidad Complutense de Madrid y el Instituto de Investigación Ortega y Gasset. En 2008 obtuvo el grado de Maestro en Administración Pública por la Universidad de Salamanca de España. Cuenta con diversos diplomados y cursos de especialización en materia de seguridad pública, en Mando Policial, así como en Alta Dirección. Sus áreas de especialidad son gerencia policial, economía de la seguridad pública, y proximidad e inteligencia social. Fue condecorado con la mención honorífica por su destacado liderazgo en las acciones de rescate durante los sismos de septiembre de 2017 y con la condecoración al mérito social por la autoría, diseño e implementación del Programa de Jubilación de Elementos Caninos de la Policía Federal, orientado a reconocer y dignificar la labor y la vida animal. @CGilPartearroyo


El México de la pandemia Enrique Paz*

D

urante el tiempo del confinamiento mundial se han publicado centenares de artículos, estudios y diagnósticos sobre el impacto del COVID-19 en todas las actividades conocidas por la humanidad, desde la convivencia en las zonas de esparcimiento y actividades productivas hasta las relaciones sociales con nuestro círculo más íntimo o los procesos productivos y de aprendizaje. Organismos mundiales publican sus proyecciones mostrando un horizonte incierto y, en muchos casos, obscuro y desolador. Desempleo, aumento de la pobreza, quiebra de empresas y decesos se repiten de manera constante en todas las proyecciones. Esto se suma a la zozobra que invade a la comunidad científica y médica para contrarrestar los contagios y muertes que provoca el virus. A pesar de los llamados de alerta, los confinamientos obligatorios y las cifras cada vez más aceleradas de contagios y muertes, los comportamientos individuales y colectivos siguen las mismas pautas en la mayoría de los países fuertemente afectados por la propagación de este coronavirus. El levantamiento de las restricciones a la movilidad y la reactivación de la economía en países de Europa, Asia y algunos estados de la Unión Americana, muestra la poca responsabilidad de las personas a seguir las indicaciones de las autoridades sanitarias y no respetar los protocolos de distanciamiento social. En bares, terrazas, restaurantes y en tiendas departamentales la gente actúa como si nada hubiese pasado. México no es la excepción. Por el contrario, es un caso sintomático de que las “lecciones” del COVID-19 siguen sin alterar el comportamiento de las personas y nuestros gobiernos. El México de la pandemia sigue

siendo el mismo México que antes de la irrupción del nuevo virus, y no hay alguna evidencia observable de que esto vaya a cambiar en la etapa posterior. El México de la pandemia es aquel de la sociedad fracturada, egoísta, solidaria a la conveniencia, violenta y atada a sus creencias y rituales. Las desigualdades sociales, económicas, regionales y laborales se manifiestan de manera cruda y directa. El confinamiento evidenció lo que las estadísticas muestran cada año: la sociedad mexicana vive realidades dispares entre aquellos que tienen los medios para sobrevivir un encierro y cuidar su salud, frente a millones que prefieren arriesgar su vida con tal de obtener un ingreso que le permita sobrevivir. Entre aquellos trabajadores que pueden hacer sus labores en casa usando las tecnologías de la información y los otros que materialmente les resulta imposible no asistir a su fábrica o empresa. Estudiantes que pueden tomar clases virtuales en entornos aceptables para el proceso de aprendizaje y aquellos donde el único aprendizaje es sobrevivir a la pandemia y la carestía día con día. Debemos reconocer que la sociedad mexicana del confinamiento tiene un rostro egoísta, poco solidario y violento, por más adorno sentimental que deseamos ponerle a nuestra realidad social. En una pandemia como la actual que apela a la solidaridad de quedarse en casa para no ser portadores de contagio, la gente optó por seguir con sus actividades. Dejando de lado a las personas que por necesidad tuvieron que salir a trabajar, se tiene registro de muchas otras, familias enteras, que eligieron salir a las playas, festejar


el día de la madre, continuar con las reuniones y fiestas familiares; jóvenes convocando a fiestas con el propósito de provocar un “contagio de rebaño”. Una sociedad donde impera el “valemadrismo” y egoísmo. Una sociedad poco o nada solidaria en la que personas empresarias obligaron a sus trabajadores a seguir laborando a riesgo de su propia salud o que terminaron despidiéndolos sin ninguna indemnización económica. Gente que dejó de pagar a las trabajadoras del hogar, sin ningún apoyo de seguridad social. Una sociedad violenta, particularmente con mujeres y niñas. Es mentira que en la mayoría de las familias mexicanas reine la paz y el amor. La violencia intrafamiliar hacia las mujeres es real, y las cifras oficiales así lo muestran. Cada vez aumentan los llamados de auxilio de mujeres violentadas en sus hogares, aunque se diga que el 90 por ciento de esas llamadas sean falsas. En el México de la pandemia los gobiernos siguen tomando decisiones con criterios político-electorales. A nivel federal, el gobierno de la República mantiene su ruta de gobernar basado en la visión ideológica de López Obrador; más con la intuición que con evidencias técnicas; en ocurrencias que cuando son cuestionadas por la prensa despiertan la ira del titular del ejecutivo. La gestión de la pandemia en nada ha cambiado, ni cambiará la dirección política del gobierno federal. Quienes aún albergan esperanzas de un cambio de ruta se quedarán esperando. En el México de la pandemia, vamos hacia la construcción de una República de la Pobreza. La pobreza no en términos de clase, ni en un sentido peyorativo o clasista. Una Re-

pública de la Pobreza de expectativas, oportunidades y pensamiento. El escrito publicado por López Obrador, “La Nueva Política Económica en los tiempos del coronavirus”, confirma su visión no solo de la economía sino del país. Nadie puede cuestionar la urgente necesidad de atender a los más necesitados, los desposeídos a los que él se refiere, pero su receta es una gran falacia económica y política. Dar dinero de manera directa a través de sus programas sociales resuelve un problema inmediato, pero resulta insuficiente para que esos mismos sectores superen la situación de pobreza que viven. Y es insuficiente porque los pilares de su “política económica” no generan riqueza, que es el principal problema de este país. Desde esta visión, las clases medias compuestas, en su mayoría, por profesionistas, emprendedores, dueños de micro, pequeñas y medianas empresas tiene solo dos alternativas: aceptar las dádivas del gobierno o esperar que las grandes empresas o los potentados de este país, que a decir de López Obrador se beneficiarán del T-MEC, los suban al tren de la abundancia. El peor escenario de estas clases medias será asumir la visión “espiritual” de Obrador de abandonar sus “ambiciones” materialistas y “conformarse” con la pobreza franciscana. Así, el México de la pandemia es el mismo al anterior del COVID-19. En algunos casos se han exacerbado aspectos poco positivos para lo que viene más adelante. Hay esfuerzos individuales tanto en la sociedad como a nivel político para revertir el estado actual de descomposición que se percibe. Pero son eso, esfuerzos individuales con poco impacto y nula incidencia colectiva. Ojalá me equivoque.

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*Enrique Paz es politólogo y Maestro en Estudios Políticos y Sociales por la UNAM. Experto en asuntos legislativos, proceso electoral y partidos políticos. Consultor político y asesor en la Secretaría de Educación de la Ciudad de México. Fue coordinador de asesores del Grupo Parlamentario Nueva Alianza en la Cámara de Diputados en la LXII Legislatura. Consejero Electoral Distrital del entonces Instituto Federal Electoral (hoy INE) en los procesos electorales de 2000, 2003 y 2006. Participó como consultor político en campañas electorales de presidentes municipales y diputados federales. Ha sido profesor en los diplomados impartidos por el Instituto Ortega y Gasset en México en materia Educativa y Transparencia y Acceso a la Información. @jepp_79


Nada nuevo Eduardo Higuera*

A

l momento de escribir nos encontramos en medio de una nueva polémica generada desde el Ejecutivo Federal, tras lanzar, durante un fin de semana, el documento La Nueva Política Económica en los Tiempos del Coronavirus.

Como de costumbre, el debate se ha banalizado y se centra en los errores risibles que evidencian falta de dominio del tema. Me refiero a la polémica alrededor del Coeficiente de Gini y su inclusión dentro del autodenominado ensayo presidencial. Es necesario que la revisión del documento sea amplia, buscando el fondo del mensaje, de eso trata en forma sucinta este artículo, de revisar si la realidad y los datos sostienen los dichos. En este punto quiero advertir al lector que, contrario al título del texto al que nos referimos, no hay nada nuevo en los comunicados del ejecutivo, pero eso no disminuye la necesidad de analizarlo y comprobar su tozuda inmovilidad discursiva. Lo primero que llama la atención es que en las 30 páginas que lo conforman no se encuentra casi ninguna referencia documental o bibliográfica para sustentar sus dichos. Así se continúa el estilo de anteriores comunicados, en que el discurso es profundamente autorreferencial y autocomplaciente, al rechazar la incorporación de nuevos planteamientos. Empecemos la revisión de diversas afirmaciones: Sobre el origen de la pandemia, el presidente Obrador afirma: Como es evidente, el COVID-19 no es la causa principal de la recesión económica global. La pandemia solo vino a precipitar, en medio de un tremendo agotamiento, el derrumbe del modelo neoliberal en el mundo.1

Con esta frase se abre el documento. Si creemos en los estudios de la OCDE2 podemos ver que antes de la pandemia la situación era tendiente a la estabilización a nivel casi mundial. Al mismo tiempo, si vemos hacia el único ejemplo moderno de una emergencia sanitaria parecida, la gripe española de hace cien años, podemos ver que, de acuerdo con lo publicado por El Economista de España3, “nuestra evidencia implica que las pandemias son altamente perjudiciales para la actividad económica. Sin embargo, las medidas oportunas pueden mitigar la gravedad de la pandemia y pueden reducir la gravedad de la recesión económica“. Así pues, está en duda esta frase que más parece saltar a conclusiones basadas en una posición ideológica que utilizar datos y estudios formales. Acerca de la generación de bienestar para los más pobres. Sostengo que el principal beneficio que estamos dando, con respeto y responsabilidad, a este sector de la población, es el construir la paz y la tranquilidad en México. Sin duda, afirmar algo así es un tema espinoso para la presente administración, ya que pasó de hablar en 2019 de una disminución de la violencia en 6 meses4 a decretar que las fuerzas armadas se queden en las calles por la escalada inédita de violencia5, tal y como hicieron los neoliberales que critica.6 Más adelante se analiza este tema con mayor detalle. Sobre generación de empleos. Se están creando dos millones de empleos en la industria de la construcción edificando viviendas. De acuerdo con lo reportado en medios, la CMIC afirmó7 que la “nueva normalidad” anunciada será una bocanada de aire fresco, pero el sentido de la frase establece que la acción de la creación de empleos ya está en marcha. Algo que la misma declaración


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*Eduardo Higuera es un profesional con 20 años de experiencia en el campo de la comunicación, colaborando en medios informativos, comunicación social institucional, producción de medios, posicionamiento y manejo de relaciones públicas. @HigueraB

de la dirigencia de la CMIC contradice al afirmar que, al menos 350 mil empleos se han perdido en este sector durante el periodo de la emergencia sanitaria. Además de esto, la cifra se sobrepone con otra afirmación del presidente, en la que también se menciona una generación de dos millones de empleos como un objetivo aparte del sector de la construcción. Con esto no sabemos si se propone generar 4 millones de empleos o sobrepone la misma cifra en dos apartados diferentes, generando una inconsistencia, un error en la redacción y nada más. En cuanto a la seguridad, se afirma: Nuestro modelo no solo significa bienestar para la paz y la tranquilidad de todos los mexicanos también ofrece al 30 por ciento de la población con mejores condiciones económicas la posibilidad de hacer negocios, obtener ganancias lícitas y progresar sin trabas o ataduras. De acuerdo con un análisis conjunto del Centro de Análisis Económico del Tec de Monterrey y el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC) esta crisis costará entre 600 mil y 900 mil empleos.8 Esto se suma a los cálculos dados a conocer desde 2019 en los cuales se muestra que el número de personas que ganan tres salarios mínimos o más tendió a reducirse desde mayo del año pasado. En otras palabras, se ha erosionado el sector de la clase media y alta, pese a lo dicho en las conferencias mañaneras, en este ensayo, y del incremento histórico del salario mínimo que su gobierno realizó.En este rubro, el CONEVAL explica que “La falta de políticas públicas que atiendan a la población con ingreso medio puede aumentar la población en pobreza por ingreso y la crisis puede cambiar la configuración de los ingresos de la población”.10

Sobre la corrupción y su manejo en diferentes momentos. Los tecnócratas nunca consideraron la variable de la corrupción, utilizando su propio término, como un obstáculo para el funcionamiento del modelo neoliberal. Esta materia nunca se impartió en las universidades donde se formaron quienes, al paso del tiempo, llegaron a ocupar las secretarías o ministerios de Hacienda o Economía en la mayor parte de los países del mundo. Debido a la falta de tiempo para realizar una revisión a fondo del currículo de diversas escuelas de educación superior de nuestro país para este artículo, se llevó a cabo una búsqueda en Google considerando las instituciones de educación superior nacionales. Los resultados muestran que el combate contra la corrupción es tema recurrente en diplomados y posgrados. Entre las escuelas que tiene estos programas y materias podemos mencionar a la Universidad Iberoamericana, el Tec de Monterrey, la UNAM, la Universidad Anáhuac y la UP. En algunos casos, esta oferta académica tiene años de existencia. Cabe señalar que también hay posgrados en el combate a la corrupción, como el ofrecido por la UIA. A esto se suma la contradicción discursiva que significa que durante el primer año de gobierno obradorista se alcanzó un 78.49% de adjudicaciones directas. Una práctica gubernamental que tiende a fomentar la opacidad, el capitalismo de amigos y la corrupción. Esta cifra supera, de acuerdo con el estudio comparativo realizado por MCCI1, a cualquier otro gobierno entre 2010 y 2019, además de incumplir las promesas de campaña en las cuales se comprometió a cancelarlas al ser un factor que fomenta la corrupción. Sin minimizar la conciencia social y la solidaridad exhibidas por todos los sectores de la sociedad en esta crisis (COVID-19), es claro


que millones de beneficiarios de esos programas han podido permanecer en sus viviendas porque disponen de un ingreso que les permite solventar al menos las necesidades más acuciantes. Quizá esta sea una de las frases más cercanas a un escenario realista de todo el documento, al considerar el posible efecto de sus políticas públicas y programas sociales durante la pandemia, ya que dichos apoyos alcanzan un total de 2.7 billones de pesos en 2020. Sin embargo, además de que no existen todavía estudios o indicadores que permitan comprobar esta afirmación presidencial, el CONEVAL afirma que a pesar de este gasto la crisis generada por el coronavirus “podría incrementar entre 7.2 y 7.9 puntos porcentuales, teniendo un incremento de la pobreza extrema por ingresos entre 6.1 y 10.7 millones de personas para 2020, mientras que para la pobreza laboral se estima un aumento de 37.3 a 45.8% en los primeros dos trimestres del 2020”.12 Sobre trabajo desplegado en el tema de la inseguridad. Todos los días desde las 6 de la mañana de lunes a viernes realizamos en Palacio Nacional reuniones del gabinete integrado por las secretarías de Gobernación, Defensa, Marina y Seguridad, para recibir reportes del país sobre esta materia y tomar decisiones que permitan enfrentar los distintos delitos que se cometen: homicidios, feminicidios, secuestros, asaltos, robos y otros agravios, así como violaciones a los derechos humanos. Pero lo más efectivo es precisamente lo que hacemos en el tema de atender las demandas de los más pobres y marginados, en el entendido que la paz es fruto de la justicia. De igual forma que en el punto anterior, no se encontraron pruebas de que las acciones mencionadas del gobierno actual, como despertarse a las 6:00 a.m. cada día para tener un briefing en materia de bienestar social y económico, hayan repercutido en favor de un proceso de pacificación. Por el contrario, 2019 se erigió como el año más violento desde el inicio de la fallida guerra contra el narcotráfico iniciada por el panista Felipe Calderón, hace dos sexenios. De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, el año pasado se registró un promedio de 96 asesinatos por día, acumulando un total de 35,588 fallecidos por este motivo en 12 meses.13

En cuanto a 2020, las cifras generadas por este organismo oficial del Estado mexicano durante el primer trimestre muestran un total de 8,829 asesinatos14, con lo cual se perfila un año muy semejante a 2019 pese a una disminución en los números de enero y febrero Esto parece contradecir que se ha logrado una tendencia en favor de la disminución de la violencia. Como botones de muestra podemos mencionar hechos como los 105 asesinatos ocurridos en un solo día (19 de abril)15, récord que solo duró un día, ya que el 20 de abril se registraron 114 asesinatos en el territorio nacional para lograr el triste título16 del día más violento de 2020 hasta esa fecha. A esto se suma la incertidumbre que genera la forma en que el ejecutivo aborda la violencia. Un ejemplo de esto es la polémica que estalló cuando afirmó que 90% de las llamadas de auxilio por violencia de género durante la cuarentena eran falsas.17 Con respecto a la lucha anticorrupción. Es imprescindible no permitir la corrupción al interior del gobierno para poder contar con autoridad moral y política. Esta declaración se antoja más como una expresión de deseo que una descripción de una política de gobierno. En este tema se puede ver una cierta concordancia con su renuncia pública a perseguir a la corrupción del pasado, excepto en casos que representan una ganancia política como Lozoya y Robles. Esto podría explicar su indiferencia o plena defensa de casos como los de Manuel y Manuel León Bartlett con sus posesiones y negocios cuestionables, así como los señalamientos en contra de la exvelocista Ana Gabriela Guevara por sus acciones al frente de la CONADE; los conflictos de interés por la venta de carbón a las plantas generadoras de la CFE por parte del senador morenista Armando Guadiana Tijerina; la adjudicación de contratos millonarios al ex superdelegado Carlos Lomelí tras señalamientos por irregularidades; el 78% de adjudicaciones directas ya mencionadas del primer año de gobierno; los lazos de Morena y Yeidckol Polevnsky con el eterno colaborador del director de le CFE, quien les vendió la que fuera la casa de campaña presidencial según reveló Latin.us, posible posesión irregular; la adjudicación directa de un contrato por 969 millones de pesos por parte de la SEP a empresas de Salinas Pliego (patrón por muchos año del secretario), por mencionar algunos de los más renombrados en medios.


Sobre la eficiencia en megaproyectos se explica: La mejor demostración de las ventajas de esta estrategia se advierte con claridad en el comparativo de costos, calidad y tiempo, en la construcción que realizan los ingenieros militares del aeropuerto civil de Santa Lucía, General Felipe Ángeles, en comparación con el fallido proyecto del aeropuerto de Texcoco. En esta ocasión, el presidente ha obviado algunas consideraciones sobre el tema Texcoco/Santa Lucía. Si bien es cierto que en principio el aeropuerto emblemático de su gestión es mucho más barato, principalmente por el encarecimiento sospechoso de costos del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) durante el sexenio peñista, el ahorro no es tan espectacular, ya que no se toma en cuenta el pago de compensaciones y multas por cancelación de contratos , los gastos ya erogados en Texcoco, ni otros gastos.19 Esto arroja que la diferencia en el costo de cancelación del NAIM vs. el nuevo aeropuerto de Santa Lucía se reduce considerablemente de 100 mmdp a menos de la mitad. Esto sin tomar en cuenta el costo humano de las comunidades desplazadas por el nuevo proyecto, los aumentos en el costo del dólar o por la pandemia. Es decir, no se cancela el postulado presidencial del ahorro, pero matiza su alcance. Sobre el combate al huachicol: La estrategia de combate a la corrupción nos puede significar ahorros por unos 100 mil millones de pesos adicionales a lo ya alcanzado, siempre y cuando no bajemos la guardia en el combate al robo de combustible o huachicol. Aunque no queda del todo clara la conexión que el presidente hace entre corrupción como concepto general y el huachicol se debe revisar la veracidad de los resultados de la lucha contra el último. De acuerdo con cifras del primer trimestre de 2020 dadas a conocer por PEMEX20, el huachicoleo está muy lejos de haber sido vencido o desaparecer como lo aseguró el presidente tras la crisis de desabasto que se generó en 2019 debido a la “guerra” en su contra. De acuerdo con la paraestatal, solo en el primer trimestre de este año se registraron 2 mil 646 perforaciones ilegales en los ductos. En algunos casos como el gas LP se incrementó el

número de tomas clandestinas 122%, con respecto al mismo periodo del año pasado. De esta forma, el mismo PEMEX pone en duda el planteamiento de ahorros por 100 mmdp que se mencionan. Sin ser exhaustiva esta revisión, los ejemplos aquí analizados sirven para comprobar lo postulado al inicio de este artículo. Una vez más, aunque el título del ensayo presidencial habla de una nueva política económica, en realidad atestiguamos el relanzamiento de los postulados icónicos que sostiene el discurso presidencial y que sirvió como plataforma para su elección, a pesar de que la realidad muestre datos, otros datos, muy diferentes. Nada nuevo, al final.

REFERENCIAS

1. Todas los textos en cursivas se obtuvieron del documento oficial, difundido por la cuenta oficial del presidente en Tuiter https://presidente.gob.mx/wp-content/uploads/2020/05/LA-NUEVA-POLI%CC%81TICA-ECONO%CC%81MICA-EN-LOS-TIEMPOS-DEL-CORONAVIRUS-15-MAYO-2020.pdf 2. http://www.oecd.org/perspectivas-economicas/marzo-2020/ 3. https://www.eleconomista.es/economia/noticias/10466267/04/20/ La-gripe-espanola-de-1918-o-por-que-actuar-rapido-es-vital-parala-economia-y-la-salud.html 4.https://www.milenio.com/politica/amlo-en-6-meses-disminuira-inseguridad 5.https://cnnespanol.cnn.com/2020/05/12/andres-manuel-lopez-obrador-ordena-que-los-militares-vuelvan-a-las-calles-para-combatir-la-creciente-violencia/ 6. https://www.jornada.com.mx/2008/01/25/index.php?section=politica&article=003n1pol 7.https://www.forbes.com.mx/negocios-normalidad-construccion-tiempo-coronavirus/ 8.https://factorcapitalhumano.com/mundo-del-trabajo/crisis-del-coronavirus-podria-costarle-600000-empleos-formales-a-mexico/2020/03/ 9. https://www.ejecentral.com.mx/4t-golpe-a-la-clase-media/ 10. https://www.coneval.org.mx/Evaluacion/IEPSM/Paginas/Politica_ Social_COVID-19.aspx 11.https://contralacorrupcion.mx/adjudicaciones-directas-de-ayer-y-hoy/ 12. https://www.coneval.org.mx/Evaluacion/IEPSM/Paginas/Politica_ Social_COVID-19.aspx 13. https://www.animalpolitico.com/2020/01/homicidios-2019-violencia-asesinatos-record/ 14.https://politica.expansion.mx/mexico/2020/04/20/marzo-registra-3-078-asesinatos-y-rompe-racha-de-descenso-de-este-delito 15.https://www.elfinanciero.com.mx/nacional/19-de-abril-el-diacon-mas-homicidios-dolosos-en-lo-que-va-de-2020 16.https://news.culturacolectiva.com/mexico/este-lunes-el-dia-masviolento-del-ano-20-abril/ 17. https://elpais.com/sociedad/2020-05-15/lopez-obrador-indignaal-feminismo-al-tachar-de-falsas-el-90-de-las-llamadas-de-auxilio-delas-mujeres.html 18. https://www.eluniversal.com.mx/cartera/gobierno-ya-pago-105mil-mdp-para-cancelar-naim 18. https://cuestione.com/detalle/mexico/cancelar-aeropuerto-entexcoco-salio-caro-es-casi-es-igual-a-su-costo-de-construccion 19.https://politica.expansion.mx/mexico/2018/10/31/millones-multasy-empleos-cual-es-el-verdadero-costo-de-cancelar-el-naim 20.https://www.eluniversal.com.mx/cartera/ni-coronavirus-pone-un-freno-al-huachicoleo https://energyandcommerce.com.mx/ huachicoleo-no-respeta-cuarentena-2646-tomas-clandestinas/


Despertar a una nueva normalidad Arlene Ramírez*

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in duda alguna, el mundo es otro desde el inicio de la pandemia. El COVID-19 ha enseñado lo mejor y lo peor de las instituciones, de los gobiernos y de las personas. A pesar de lo dinámico que ha sido el siglo XXI, hoy existe un impacto diferente, un sentimiento de incertidumbre colectiva que muestra vacíos profundos de liderazgo y estabilidad. Los incontables cambios de señal, los desatinos de un Gabinete que no ha sido capaz de fortalecer al presidente y que, por el contrario, se ha encargado de decir para luego desdecir, han puesto a México en la peor, sí la peor, crisis de su historia reciente. Nadie dijo que la transición sería fácil, pero en general los mexicanos estábamos dispuestos a asumir el reto, y digo “los mexicanos” sin importar que hubiéramos votado o no por el proyecto de López Obrador, el reto de continuar con los aciertos (porque ciertamente, los había) y empezar la redirección en los te-

mas necesarios. El problema es que a lo largo del presente sexenio el país no ha logrado emprender un proyecto de nación, un proyecto incluyente donde estén representadas todas las voces, todos los intereses y todos los grupos. Hoy no hay la certeza de que las decisiones tomadas sean decisiones que apunten al verdadero bienestar (el que llega a partir del crecimiento, no de las dádivas ni de las prácticas clientelares). A partir del 1 de diciembre de 2018, hemos aprendido a vernos en el servidor público que pierde su aguinaldo injustamente, en la madre jefa de familia angustiada por la desaparición de las estancias infantiles, en los policías federales que alzan la voz ante una incomprensible transición hacia la Guardia Nacional, en los enfermos sin medicamento en los hospitales por recortes presupuestales, en las familias de los secuestrados, los asesinados y los asaltados, en los periodistas perseguidos o descalificados, en los médicos y las enfermeras sin equipo para atender la emergecia


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Comunicación

*Arlene Ramírez es Licenciada en Relaciones Internacionales por el Tec de Monterrey Campus Estado de México, con Mención Honorífica (1998), Maestra en Diplomacia con especialidad en Terrorismo por la Universidad de Norwich (2010) donde también realizó estudios de Doctorado en Relaciones Internacionales. @ArleneRU

Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí. Augusto Monterroso

sanitaria, y en los millones de mexicanos que hoy están sin trabajo. La prometida 4T, nos ha llevado a enfrentarnos con el lado más oscuro de la mafia del poder, esa que está incrustada en el sistema político mexicano y que, sin importar color o partido, mueve sus tentáculos para saquear, mentir, abusar y delinquir desde la trinchera del poder. Esa que, aunque nos digan que ya se acabó con la corrupción, nos sigue demostrando que la corrupción es sistémica y apartidista. Hemos aprendido tanto el valor de las instituciones que pensábamos no existían, como también que en algún momento del pasado estuvimos mejor, no porque nos hayan robado o mentido menos, sino porque otros presidentes no arremetieron contra los mexicanos ni buscaron su fortaleza en la división y la polarización.

Más allá de las expectativas económicas de las calificadoras y del grisáceo panorama que se vislumbra ante la crisis global postpandemia, nos debe de preocupar la estrategia a través de la cual se pretende vender al mexicano la idea de “una nueva normalidad” que a todas luces es la antítesis de la “normalidad”. La “nueva normalidad” es el México militarizado, el de la escasa inversión extranjera, el de los empresarios que solos tendrán que asumir el golpe de la crisis para subsistir, el de la violencia inagotable y el de los miles de contagiados y muertos porque al inicio les dijeron que abrazarse en plena pandemia estaba bien. Y ante ese escenario los mexicanos tenemos que entender que México, solo nos necesita a nosotros.


Inclusión: Personas privadas de su libertad Gema Morales*

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n México, como en todo el mundo, existen voces, personas y grupos que por muchos años han sido invisibilizados, que a partir de diversos esfuerzos e impulsos hoy son considerados dentro de la normatividad y que requieren de nuestra atención, así como ser reconocidos sus derechos y socialmente aceptados. Uno de estos grupos es el de las personas privadas de su libertad, y principalmente me referiré a personas que han sido puestas en prisión por haber cometido algún delito ¿Qué pasa con los derechos de estas personas? ¿Qué pasa cuando salen de prisión?

En materia electoral, hace un tiempo escribí sobre este tema, y es que hay un aspecto relevante a considerar. En México, a las personas en prisión les eran suspendidos sus derechos político electorales, con independencia de si habían sido ya juzgadas o si aún se encontraban en proceso; por lo tanto, no contaban con posibilidad de votar. Fue en 2019 que la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación determinó que las personas en prisión que no han recibido sentencia tienen derecho a votar. En algunos otros países, como República Dominicana y Colombia, ya se lleva a cabo desde antes y únicamente les es suspendido el derecho a votar si ya recibieron una condena, pero, si aún están en proceso y a la espera de una sentencia, pueden votar ¿Cómo ejercen su derecho al voto si se encuentran presos? Bueno, las autoridades elec-

torales asignan casillas de votación dentro de la prisión, con una lista nominal de quiénes sí pueden acudir a votar y ejercer su derecho al sufragio de manera ordenada y en turno. Sin embargo, el impacto y los efectos que significan adaptarse nuevamente a una forma de vida en el ámbito social una vez que son puestas en libertad, pueden ser de grandes dimensiones; y es que en ocasiones se enfrentan a discriminación, rechazo, descalificaciones y falta de oportunidades. Recientemente fui invitada a participar en un panel por parte de mi colega, el consejero Mauricio Huesca del Instituto Electoral de la Ciudad de México, donde conversamos sobre este tema como parte de la serie “Inclusive” que dicho instituto publicó. Al leer el tomo 6 “Personas privadas de su libertad”, me encontré con un texto que invita a ser leído, que enriquece desde el inicio y hasta el final, y que nos dejará diferentes reflexiones que como sociedad debemos considerar. Aquí les comparto algunos puntos que el referido texto aborda. En primera instancia destacar que este grupo vulnerable de personas privadas de su libertad no había sido considerado como tal hasta 2011, en la reforma al artículo 18 de nuestra carta magna, refiriendo que “el sistema penitenciario debe organizarse sobre la base del respeto a los derechos humanos”. Asimismo, la Ley Nacional de Ejecución Penal atiende a que las personas privadas de su


libertad deben recibir un trato digno del personal penitenciario; recibir asistencia médica preventiva y de tratamiento para el cuidado de la salud; recibir alimentación nutritiva, suficiente y de calidad; ser informada de sus derechos y deberes; recibir un suministro suficiente, salubre, aceptable y permanente de agua; recibir un suministro de artículos de aseo diario necesarios; acceder al régimen de visitas así como el derecho a que se garantice su integridad moral, física, sexual y psicológica; entre otros. El texto refiere también que la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México ha emitido 78 recomendaciones principalmente con violaciones a los derechos humanos en materia de violencia y tortura dentro de las prisiones. Y si bien contamos con una normatividad que atiende incluso a convenciones y tratados internacionales, es preciso comprender que requiere un trabajo integral entre instituciones, gobierno y sociedad. Es difícil pensar en el reconocimiento a los derechos humanos de las personas privadas de su libertad si “la pena” es vista como un “castigo”; si no son respetadas las condiciones ya mencionadas que garanticen un trato digno dentro de prisión, pero que también permita y promueva su reinserción a la sociedad; entender a la delincuencia como un problema social. Si no contamos con un efectivo proceso de reinserción social caemos en un ciclo de reincidencia cuando no se brindan las condiciones para vivir de manera digna y plena a quienes salen de prisión.

El mencionado tomo 6 inicia con experiencias que comparten, de viva voz, jóvenes adolescentes que en carne propia han vivido esta situación. Palabras como “atención”, “empoderamiento”, “valorar la libertad” y “aprendizaje” son solo algunas que mencionan, y que nos invitan a pensar y a sensibilizarnos, a recordar que son personas con sueños por cumplir, en muchos casos con una familia que les está esperando, algunos/as con hijos/as que criar y que tuvieron a muy temprana edad. También, nos debe llevar a reflexionar, ¿qué nos hace falta como sociedad?, ¿cómo podemos contribuir a prevenir que esto suceda?, y si ya ha sucedido, ¿cómo ser parte de la solución y no un obstáculo más que deban sortear? Resulta preponderante, para una democracia que se considere plena e incluyente, generar espacios de diálogo, deliberación y participación ciudadana que brinden un sentido de pertenencia a cualquier integrante de una sociedad. En una democracia debemos trabajar en conjunto para formar ciudadanía que ofrezca y encuentre alternativas como el deporte, educación, trabajo y actividades integrales, donde los derechos de todas las personas sean respetados. Los retos ahí están, les invito a que demos un primer paso acercándonos a conocer más y una opción se encuentra disponible en la serie “Inclusive”, con diversos tomos que abonan a visibilizar a grupos históricamente minoritarios y vulnerables. Seamos parte de la solución, y no del problema.

ELECCIONES

*Gema Morales es Consejera Electoral del Instituto Electoral del Estado de Querétaro, preside las Comisiones de Educación Cívica y Participación Ciudadana y de Asuntos Internacionales. Es Maestra en Gestión Pública Aplicada y Licenciada en Mercadotecnia por el Tec de Monterrey. Ha colaborado como Especialista en Educación Cívica en misiones de observación electoral con la OEA. Ha sido observadora de diferentes elecciones y mecanismos de democracia directa nacionales e internacionales. Es coordinadora de los libros Mecanismos de Participación Ciudadana: Una Experiencia Global; Educación Cívica: Una Experiencia Global; Voto Nulo en México: Análisis desde lo Local y ha colaborado en diversos artículos para revistas y libros. Es Secretaria de Vinculación de AMCEE y forma parte de Red de Politólogas. @gemamoralesmar


El proceso electoral 2020-2021 en México Moisés Vergara*

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e acuerdo con la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (LGIPE), el proceso electoral es el conjunto de actos ordenados por la Constitución y dicha ley, realizados por las autoridades electorales, los partidos políticos, así como los ciudadanos, que tiene por objeto la renovación periódica de los integrantes de los Poderes Legislativo y Ejecutivo, tanto federal como de las entidades federativas, los integrantes de los ayuntamientos en los estados de la República y los jefes delegacionales en la Ciudad de México. En términos de la LGIPE, las etapas del proceso electoral federal son cuatro: a)Preparación de la elección: se inicia con la primera sesión que el Consejo General del INE celebre durante la primera semana de septiembre del año previo en que deban realizarse las elecciones federales ordinarias y concluye al iniciarse la jornada electoral; b)Jornada electoral: se inicia a las 8:00 horas del primer do-

mingo de junio y concluye con la clausura de casilla; c)Resultados y declaraciones de validez de las elecciones: se inicia con la remisión de la documentación y expedientes electorales a los consejos distritales y concluye con los cómputos y declaraciones que realicen los consejos, o las resoluciones que, en su caso, emita en última instancia el Tribunal Electoral; y d)Dictamen y declaraciones de validez de la elección y de presidente electo de los Estados Unidos Mexicanos: se inicia al resolverse el último de los medios de impugnación que se hubiesen interpuesto en contra de esta elección o cuando se tenga constancia de que no se presentó ninguno y concluye al aprobar la Sala Superior del Tribunal Electoral, el dictamen que contenga el cómputo final y las declaraciones de validez de la elección y de presidente electo. El proceso electoral 2020-2021 es considerado como el más grande de la historia de México, porque se renovará en su totalidad


la Cámara de Diputados federal y habrá elecciones legislativas locales y municipales en las 32 entidades federativas, en las cuales se elegirán también 15 gubernaturas. En total se elegirán alrededor de 3500 cargos y se contará con un padrón electoral aproximado de 96 millones de personas. Aunado a lo complicado que resulta organizar los procesos electorales, debemos sumarle las secuelas de la crisis de salud, política, económica, social y laboral que trajo consigo la pandemia del COVID-19 que, sin duda, impactarán en los resultados electorales, muy probablemente obrando en contra del partido mayoritario. Dicha enfermedad orilló a las autoridades electorales a posponer los comicios en los estados de Coahuila e Hidalgo, cuya jornada electoral sería el 7 de junio de 2020, por lo cual, el Consejo General del INE, por unanimidad de sus once consejeras y consejeros, determinó ejercer la facultad de atracción y suspender temporalmente el desarrollo de ambos procesos electorales locales.

Visto este panorama y la dificultad que representa organizar procesos electorales en tiempos de pandemia, orilló a algunos congresos estatales a reformar sus leyes electorales para fijar el mes de enero como punto de arranque de sus respectivos procesos y, en el caso del proceso electoral federal, algunos legisladores en diversos foros reflexionaron sobre la conveniencia de reformar la LGIPE en los mismos términos, sin que a la fecha se haya presentado iniciativa alguna al respecto. Como puede apreciarse, el proceso electoral 2020-2021 en México será histórico, no solo por su tamaño, complejidad y entorno, sino porque a pesar de la adversidad, estamos seguros de que, como siempre, será organizado con éxito porque contamos con autoridades electorales profesionales, imparciales e independientes, al mando de un ejército de mexicanas y mexicanos, dispuestos a ponerse la camiseta por el futuro de nuestro país. Ojalá y los partidos políticos estén a la altura de las circunstancias.

LEYES & POLÍTICA

*Moisés Vergara, es Licenciado, Maestro y Doctor en Derecho y Especialista en Derecho Electoral, cuenta con estudios de especialización en derechos fundamentales en la Universidad Carlos III de Madrid, España y con diversos diplomados en trasparencia, derecho electoral, argumentación e interpretación jurídica. Ha sido profesor universitario y cuenta con artículos y ensayos publicados. Entre otros cargos públicos fue asesor y secretario particular en la Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión; Secretario Técnico Jurídico, Secretario de Consejo Distrital, Asesor de la Secretaría Ejecutiva y Asesor de Consejero Electoral en el Instituto Electoral del Distrito Federal. En el Tribunal Electoral del Distrito Federal, hoy de la Ciudad de México, se desempeñó como Secretario Auxiliar, Secretario de Estudio y Cuenta, Coordinador de Ponencia de dos Magistrados Presidentes, Secretario Administrativo, Secretario General, titular de la Unidad de Estadística y Jurisprudencia y Contralor Interno del Tribunal Electoral capitalino. Actualmente es analista, consultor y asesor jurídico.


Interés superior del menor y colisión de principios Ileana Hidalgo*

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n la actualidad es común encontrar en la práctica judicial diversos casos en los que se observa una posible colisión entre principios normativos. Estos casos deben ser resueltos con una metodología científica que hoy en día es materia de estudio de la Argumentación Jurídica, y que cada vez más se aplica en la función de los operadores judiciales. Por otro lado, las reformas constitucionales en materia de Derechos Humanos y Amparo de 2011, constituyeron un importante cambio de paradigma en nuestro país, ya que tenían como fin priorizar la búsqueda de justicia en la protección de los derechos humanos, por encima de la estricta aplicación de la ley. Se pretende que la labor de las instancias jurisdiccionales (Juzgados de Distrito, Tribunales de Circuito y la Suprama Corte) sea de carácter garantista, es decir, que optimice la aplicación de principios tratando de mejorar el ejercicio de los derechos humanos, para tutelar el orden jurídico y social. Ahora bien, el estudio de las decisiones judiciales en materia de protección jurisdiccional de los derechos humanos, siempre nos permite observar la dificultad que presenta para los juzgadores la solución de casos, sobre todo de los llamados por las teorías de la argumentación jurídica “difíciles” y “trágicos,” y dentro de estos últimos, la solución del problema conocido como “colisión de principios constitucionales”. Así, la sentencia emitida en el amparo en revisión 1049/2017, por parte de la SCJN, resulta un ejercicio paradigmático que armoniza la colisión de principios constitucionales (en este caso, normas cuyo contenido son derechos humanos) con el principio del in-

terés superior del menor, que también tiene rango constitucional. En dicho juicio, la Corte decidió no amparar ni proteger a la madre de una menor de edad pertenciente a una minoría indígena (Rarámuris) y que a la vez pertenecían a la creencia religiosa de los “Testigos de Jehová”, ya que derivado del diagnóstico de Leucemia Linfoblástica a su menor hija, la madre se negaba a permitir como parte del tratamiento médico, el suministro de transfusiones sanguíneas, por lo cual se le otorgó al Estado la tutela de la menor, con la finalidad de autorizar que recibiera el tratamiento que se considera cuenta con una capacidad científicamente comprobada para proteger la vida en estos casos. Es importante aclarar que en casos como el que se ha descrito, los padres no pretenden poner en riesgo la vida de sus hijos, sino prevenir que resulten violados los preceptos de su fe, en ejercicio de su libertad religiosa. Consecuentemente, es evidente que no merecen ser excluidos del proceso médico o de la toma de decisiones que conciernen a sus hijos. Tener que decidir entre normas-principio de rango constitucional con la misma importancia jerárquica como son: el derecho a la salud (art. 4 párrafo cuarto); el derecho a libertad religiosa (art. 24); y el interés superior del menor (art. 4 párrafo noveno), no es nada sencillo (por eso este caso entra en la categoría de “trágico”) sobre todo cuando este tipo de derechos colisionan entre sí. En estos casos, debe elegirse, de entre los principios en colisión, el que mayor protección otorgue en una proporción factible para evitar el menoscabo del derecho que se vulneraría.


Como ya se señaló, el interés superior del menor es un principio de derechos humanos de fuente internacional (Convención de los Derechos de los Niños), que se armonizó en nuestra carta magna en diciembre de 2011. Al igual que todos los principios constitucionales se ubica al mismo nivel jerárquico, sin embargo, al ser un derecho que protege a la niñez, los juzgadores lo han establecido como un parámetro central generalizado, es decir, cuando este principio jurídico colisiona con cualquier otro, de forma casi autómatica, el ejercicio judicial jerarquiza el “interés superior del menor” por encima de cualquier otro principio. Al respecto, la referida sentencia del juicio de amparo en revisión 1049/2017 no es la excepción, ya que antepone el principio del interés superior de la niñez por encima de los otros principios en colisión, estableciendo que los médicos, las instituciones de salud, las autoridades estatales y los progenitores deben privilegiar la mayor satisfacción de los derechos de los niños, y que las autoridades involucradas también deben procurar la unidad y estabilidad familiar, tratando de incorporar a los padres en las decisiones médicas. Así, los padres en todo momento tienen derecho a recibir información acerca del estado de salud de sus hijos, así como en cuanto a los tratamientos y medicamentos que se le aplican al menor de edad. En el caso práctico que nos ocupa, hay preguntas que quedan en el aire, es decir, ¿realmente el interés superior de la niñez inclina la balanza hacia la protección del derecho a la salud por encima del derecho a la libertad religiosa?, ¿es posible que el juzgador haya ponderado bajo su escala de valores una jerarquización de los dere-

chos que no necesariamente corresponden con los valores del menor o sus padres?, ¿la transfusión sanguínea era fundamental para salvaguardar la vida del niño? Es importante que, en casos como este, las autoridades implicadas reconozcan la situación de vulnerabilidad en la que pueden ubicarse los Testigos de Jehová, tanto por pertenecer a una minoría religiosa, como por profesar una creencia contraria al paradigma médico: las transfusiones sanguíneas. Por lo tanto, las autoridades involucradas deben velar porque estas personas no sean estigmatizadas como malos padres o que sean relegadas a tomar un papel secundario en la recuperación del menor. En ese orden de ideas, las instancias públicas no deben actuar sobre la base de que los padres desean colocar deliberadamente en riesgo a su hija o hijo, o que pretenden lesionar sus derechos. Por último, es importante resaltar que los padres tienen derecho a conocer, comprender y postular un tratamiento alternativo al indicado en ejercicio de su derecho al consentimiento informado, mismo que deberá ser considerado cuidadosamente, con objeto de determinar si cuenta con una eficacia similar o comparable a la del tratamiento idóneo, de no existir un procedimiento alternativo similar o de eficacia comparable al tratamiento indicado por la lex artis médica, y los padres insisten en su objeción, el Estado podrá asumir la tutela del niño con la finalidad de autorizar que el menor reciba aquel tratamiento que cuenta con una capacidad científicamente comprobada para salvar su vida.

DERECHOS HUMANOS

POLÍTICA &

*Ileana Hidalgo es Licenciada, Maestra y Doctora en Derecho, con especialidad en Derechos Humanos por la Universidad Castilla la Mancha, en España y maestria en Argumentación Juridica por las universidades de Alicante, España y Palermo Italia. Es Directora de Auditoría Interna en el INAI, dentro del IEDF ha sido Directora de Organizaciones de Representación Ciudadana y Presidenta del Comité Derechos Humanos “Nuestros Amigos A.C.” También ha sido investigadora en el Instituto de Investigaciones Legislativas del Senado de la República “Belisario Domínguez”. Es conferencista a nivel nacional e internacional y también docente en varias universidades del país. Actualmente es Titular de la Unidad de Transparencia del Senado de la República. @IleanaHidalgoR


El arte de robar el tiempo Manuel Grapain*

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laky y su mejor amigo Marko; la noche de juerga termina, es una más de tantas en esa primavera que se vive en Yugoslavia, las bombas nazis no dejan de caer, pero la guerra es buen negocio para la nueva élite que hace la vida de construir armamento y robar el tiempo a la gente desde el espacio del poder que los seguidores del dictador Tito están ganando (Underground: había una vez un país, Francia-República Federal de Yugoslavia-Alemania-Hungría, 1995). Justo cuando Belgrado es totalmente devastada, el gran dragón está por ser derrotado; el zoológico de la ciudad es lo más tranquilo esa mañana, Bata alimenta a las bestias agradecidas con su amor, los tigres le acarician, los monos le abrazan, Soni el chimpancé en especial, pues su mutua compañía es la de padre e hijo; las manos de Soni comienzan a temblar, se hacen rígidas sobre la piel de Bata quien siente la vibración de motores y máquinas que surcan el cielo; son aviones y bombas que caen como racimos; en el zoológico lo único que queda en pie es el terror.

Blaky y su mejor amigo Marko vuelven al teatro como cada noche celebrando el estado de la guerra sintiendo que pronto ganarán; el lugar donde se hacen los sueños materia, es su centro de operaciones, el cual es una lámpara donde el filamento que la ilumina se llama Natalija, actriz principal del recinto; ella acerca sus oídos a los labios de Franz, oficial alemán, después sus labios a los oídos de Blaky, quien recibe gustoso la información y las joyas que Franz le regala casi cada noche. Blaky y su mejor amigo Marko, jugando al hacedor de estrellas, deciden tirar los dados y cortarle las alas a Franz, ambos viven con la imagen de Natalija cabalgando desnuda, abrazados en la cabalgata; matan a Franz. El refugio es un sótano a diez metros bajo tierra, toda una comunidad se esconde con ellos y montan una fábrica de armas, con las joyas de Franz se financia parte de la resistencia, el acusado del asesinato Blaky no puede salir a la superficie, su mejor amigo Marko, quien se encargará de difundir la idea de su heroica muerte, disfruta desde arriba, desde el refugio de la farsa, de la manipulación, de la dosificación


CINE & CULTURA

Sección fija

*Manuel Grapain, es director, guionista y fotógrafo cinematográfico, así como actor, egresado de la Escuela de Arte Teatral (INBA) como Lic. En Arte Dramático. Maestro en Mercadotecnia por la Universidad de la Comunicación, donde también es profesor en la carrera de Cinematografía. Forma parte de la Comisión de Evaluación del EFICINE PRODUCCIÓN que otorga el estímulo fiscal por la cláusula 189 de la Secretaría de Hacienda. @mr_manugz

Una guerra no es una, hasta que un hermano mata a otro hermano

Emir Kusturica

de la esperanza, desde la libertad, desde el placer que la compañía de Natalija le da. La vida no puede tomarse tan en serio cuando es una farsa lo que se vive; el abuelo de Marko desde el bunker se encarga todos los días, durante veinte años, de robarle minutos al día, de hacer los días un poquito más largos cada vez, cuando han pasado diez años para ellos, para Blaky solo son 7, que Marko capitaliza económica y políticamente, escalando altos puestos en la burocracia de la nueva república, de sus nuevas influencias, y del poder que traficar armas da. El refugio es la casa del abuelo de Marko justo sobre el bunker; Natalija y Marko bailan a go-go; Yugoslavia prospera bajo el manto comunista; les cubre con vino francés y drogas del oeste, lisérgicas, sonoras, caderas en vaivén y mirada de Brigitte Bardot; un par de rockstars emanados de la revolución comunista celebran la fortuna, el destino, el momento; el vino y las

drogas se van, quedan la conciencia y la culpa que Natalija soporta menos y menos; en el desvelo y la ansiedad deciden volar el bunker, tomarlo todo y salir del país. Tito murió, las prerrogativas se acaban, hay que abrir nuevos mercados aprovechando las nuevas guerras, de aquella Yugoslavia no estaba quedando nada, ya era solo un puñado de personas unidas a la fuerza que terminaron por cortarse las alas a sí mismas. Aquel desastre balcánico siempre estuvo acompasado por música de gitanos, los caminos de Blaky y su mejor amigo Marko se bifurcaron, se cruzaron, más muros cayeron porque ideales nunca hubo; pero el negocio no se acaba para Marko, ahora vende fusiles justo en una guerra que Blaky dirige, pero del otro lado del río, desde el otro bando, desde la furia de haber perdido a un hijo que sigue buscando en la cara de cualquier soldado, un hijo que al salir del subterráneo prefirió aventarse al lago y morir.


Rodrigo Díaz*

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am Nath Kovind es abogado y presidente de India. De extracción humilde, logró sobresalir de un ambiente hostil pues tenía que desplazarse 8 km para ir a la escuela…a pie. Nacido con la condición de Dalit1, nadie hubiera pensado que llegaría a ser el primer mandatario de su país. Estudió en el Dayanand Anglo Vaidik Mahavidyalaya (D.A-V) College de la Universidad de Kanpur, de donde egresó con un diploma de Comercio y Derecho. Empezó a ejercer su carrera alrededor de 1971: en medio del gobierno de Indira Gandhi, se incorporó al Alto Tribunal del distrito capitalino y al Tribunal Supremo de India en donde se enfocó en defender a los más desprotegidos de la sociedad.

En 1977 incursionó en la política al convertirse en asesor del Primer Ministro Morarji Desai, a partir de esta experiencia, decidió afiliarse al Partido Popular Indio (Bharatiya Janata Party, BJP), un partido nacionalista opuesto a la dinastía Nehru-Gandhi. Inmerso ya en la política, en 1990 fue candidato del partido a miembro del Parlamento por Uttar Pradesh, pero no ganó; sin embargo, en 1994 fue elegido como miembro del Rajya Sabha2 por Uttar Pradesh3 cargo que ejerció durante dos periodos consecutivos y donde formó parte de los comités para el Bienestar del Petróleo y Gas Natural, Justicia Social


Ram Nath Kovind presidente de la India

y Empoderamiento, Legislación y Justicia. En 2002 representó a su país en el período de sesiones de la Asamblea General de la ONU.

Kovind continuó en la política manejando un bajo perfil, pero siempre enfocado en los grupos más vulnerables. En 2010 estuvo en el ojo del huracán cuando declaró que el Islam y el Cristianismo eran “ajenos a la nación” en una clara respuesta a la Comisión Ranganath Misra que había recomendado que se reservara el 15% de empleos en el gobierno para las minorías religiosas y lingüísticas. En 2015, Pranab Mukherjee, presidente de la India en ese momento, lo eligió para gobernar el estado de Bihar, vecino de Uttar Pradesh, sin embargo, esta asignación no fue vista con buenos ojos por el ministro principal del estado, Nitish Kumar; a pesar de ello, a los pocos meses Ram Nath Kovind sorprendió a propios y extraños al desempeñarse de manera extraordinaria en su puesto. Fue quizá ese hecho, el que lo catapultó para que El 19 de junio de 2017, en su cuarto año de gobierno nacional, el Bharatiya Janata Party (BJP) anunciara su candidatura a la presidencia por la Alianza Democrática Nacional (NDA), la coalición de centro-derecha comandada por el BJP.

Kovind obtuvo un triunfo arrollador con el 65.65% de votos, mientras que su rival Meira Kumar la candidata presidencial de la oposición, solamente obtendría el 34.35% de los votos, convirtiendo a Ram Nath Kovind en el 14° presidente de la India y el 2° proveniente del Dalit. Desde entonces y hasta ahora, el presidente y su primer ministro, quien también es su compañero de partido, Narendra Modi, han hecho un excelente equipo, juntos se han abocado a luchar contra la pobreza, combatir la discriminación e introducir un sistema de cuotas que permitirá a los parias estudiar en las escuelas y universidades públicas. Ram Nath Kovind se casó en 1974 y tiene dos hijos, es un hombre tranquilo que prefiere dedicarse a trabajar y estar alejado de los reflectores y sobre todo de las controversias, aunque de vez en cuando, genera algunas.

REFERENCIAS

1. Los dalit o ‘intocables’ son los miembros más pobres y discriminados de la sociedad india. ... Viven en condiciones de pobreza extrema y sufren una gran desigualdad económica y discriminación social. Especialmente grave es la situación que sufre la población infantil. 2. Consejo de los Estados es la cámara alta del Parlamento de la India 3. Uttar Pradesh es un estado en el norte de la India.

Sección f i j a

CULTURA

HISTORIA &

*Rodrígo Díaz es Licenciado en Derecho por la Universidad La Salle. Ha trabajado en el Tribunal Electoral de la Ciudad de México, en la Ponencia de la Magistrada Martha Leticia Mercado Ramírez. Actualmente se desempeña como Profesional Jurídico en la Dirección Ejecutiva del Registro Federal de Electores del Instituto Nacional Electoral, en la Secretaría Técnica Normativa, en la Subdirección de Procedimientos en Materia Registral. @Rodr_DMA



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