Revista
SIGNUM Año 6, Núm.76
ComunicacióN PolíticA & CulturA
Leonardo Curzio
Av. Gómez Morín s/n, Antiguos Talleres del Ferrocarril Del 10 de diciembre 2019 al 31 de enero 2021 HORARIO: De Miércoles a Domingo de 12 a 18 h ENTRADA GENERAL: $10
Revista
SIGNUM Año 6, Núm.76
ComunicacióN PolíticA & CulturA
Leonardo Curzio 2021: Retos y Desafíos Sergio Uzeta La televisión pública agoniza Gabriela Seoane Hubo brotes, hay rebrotes, pero falta mejor comunicación Mario Riorda Nuevas conductas comunicativas en la era de las redes sociales Ricardo Homs Comunicación política; sus orígenes en la arena romana Diego García
CONTENIDO
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Hubo brotes, hay rebrotes, pero falta mejor comunicación Mario Riorda
La televisión pública agoniza Gabriela Seoane
2021: Retos y Desafíos Sergio Uzeta
Verdades contra mentiras Alfonso Gómez
Nuevas conductas comunicativas en la era de las redes sociales Ricardo Homs
Unidad e inclusión Armando Hernández
D3CON: hacia la
nueva democracia con respeto al pasado y presente, pero sin miedo al futuro
Antonio Sola
Diccionarios inútiles Cuauhtémoc Miranda
El comercio en la vía pública Moisés Vergara
Rendición de cuentas vs. Protección de datos personales Ileana Hidalgo
Desglobalización, la era del postcapitalismo Arlene Ramírez
2021: un año complejo y desafiante Enrique Paz
El inicio de la contienda electoral Carlos Ezeta
La ética no es partidista Eduardo Higuera Comunicación política; sus orígenes en la arena romana Diego García
México militarizado Carlos Gil
Raúl campos Helio Pareja
Entrevista con: Leonardo Curzio
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Grandes Personajes de la Historia Política Rodrigo Díaz
DERECHOS DE AUTOR Y DERECHOS CONEXOS, año 6, No. 76 , 2020. Revista Signum Comunicación Política & Cultura, es una publicación mensual editada por M&D High Strategy Group, calle retorno 21 de Genaro García Col. Jardín Balbuena, Delegación Venustiano Carranza, CP, 15900 Tel. (55) 55522465 y cuya página electrónica es: www.revista-signum.com Editor responsable: Claudia A Martínez Díaz direccion@ revista-signum.com Reserva de Derechos al Uso Exclusivo No. 042015041712141100203, ISSN 1405-8499 ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor, responsable de la última actualización de este número de Informática INDAUTOR, Ing. Juan José Pérez Chávez, calle Puebla, 143, Col. Roma, Delegación Cuauhtémoc, CP 06700, fecha de la última modificación: 30 de diciembre de 2017. Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor responsable ni de la publicación. Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación, sin previa autorización de M&D High Strategy Group. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS.
DIRECTORA GENERAL Claudia Martínez Díaz direccion@revista-signum.com DIRECTORA DE COMUNICACIÓN Y ESTRATEGIA Mónica Martínez Díaz dircom@revista-signum.com COLABORADORES (en orden alfabético) Alfonso Gómez Arlene Ramírez Armando Hernández Antonio Sola Carlos Ezeta Carlos Gil Cuauhtémoc Miranda Diego García Eduardo Higuera Enrique Paz Gabriela Seoane Gema Morales Guillermo Miranda Helio Pareja Ileana Hidalgo Manuel Grapain Martha Mercado Mario Riorda Moisés Vergara Ricardo Homs Rodrigo Díaz Sergio Uzeta Yuri Beltrán
DISEÑO EDITORIAL M&D High Strategy Group FOTOGRAFÍA Manuel Grapain Guillermo Miranda SUSCRIPCIONES Y DISTRIBUCIÓN relacionespublicas@ revista-signum.com VENTAS DE ESPACIOS Y PUBLICIDAD direccion@revista-signum.com Teléfono: 4423620003
Dentro de las buenas noticias, de acuerdo con la OMS, en diciembre del 2020 existían ya más de 200 vacunas candidatas que se están desarrollando para atacar el virus de COVID-19. Dentro de estas, más de 50 ya se están probando en humanos y entre los seis países de América Latina que están participando se encuentra México. Acerca de la pandemia un elemento fundamental a destacar es el manejo de la comunicación, sobre el cual escribe Mario Riorda, uno de los más reconocidos consultores y estrategas en comunicación política, a quien nos enorgullece dar la bienvenida en esta edición. En esta publicación también reflexionamos acerca de la era de las redes sociales, cuyo uso se ha incrementado a partir de la emergencia sanitaria y han surgido nuevas conductas comunicativas, se ha perdido la cultura de la conversación. Hoy la comunicación interpersonal se ha vuelto funcional, pues consiste en un simple intercambio de información para alcanzar un objetivo común. Se incluyen también artículos sobre la televisión pública, y los orígenes de la comunicación política en la era romana. Por otra parte, esta vez tuvimos la oportunidad de entrevistar al Dr. Leonardo Curzio, profesor, investigador y periodista con una amplia trayectoria en medios de comunicación, quien nos platica, entre otros temas, acerca de su último libro, “El presidente”, escrito junto con Aníbal Gutiérrez. Indudablemente el inicio de la contienda electoral en México, así como la ética de los partidos políticos y la definición ciudadana que puede llevarnos a mejorar nuestra democracia son tópicos que no pueden faltar. En el aspecto cultural podrá encontrar el análisis de la obra de Raúl Campos, y la sección de “Grandes personajes de la historia política” que se enfoca en la vicepresidenta electa de los Estados Unidos, Kamala Harris. Estos son algunos de los temas que usted podrá encontrar en esta edición. Aprovechamos para desearle que este 2021 traiga lo mejor para usted, y agradecemos su lectura y comentarios para este nuevo año. Gracias por seguir acompañándonos, nos leemos en febrero.
El Consejo Editorial
CARTA EDITORIAL
E
l año nuevo llega con innumerables desafíos y cambios en muchos ámbitos como el económico, el de salud, el social, la educación, y por supuesto, el desarrollo tecnológico; a esto se suman las elecciones más grandes que se realizarán en nuestro país, y a nivel internacional tomará posesión un nuevo presidente en los Estados Unidos de América.
Hubo brotes, hay rebrotes, pero falta mejor comunicación Mario Riorda*
E
ste escrito es de cosas elementales, casi como usar cubrebocas o mantener una sana distancia. Trilladas. Básicas. Pero igual que esas recomendaciones, poco atendidas.
Y lo mismo para la gestión del riesgo. Tres peores errores que se deben evitar: Uno, no comunicarlo tempranamente. Dos, subestimarlo. Tres, mentir.
duce toda una estrategia al fracaso. La información y la comunicación durante las situaciones críticas requieren ser gestionadas, planificadas. No son espontáneas y juegan un papel clave. Su adecuada gestión ayuda a tomar decisiones aser¬tivas, fortalece las relaciones entre las agencias o áreas, crea cono¬cimientos o conciencia sobre un tema, un problema o una solución, refuerza conocimientos o actitudes ya existentes, incrementa la de-manda o el apoyo para un tema o situación específica, desmiente mi¬tos o percepciones erróneas y facilita la movilización de recursos.
Desatender a estos consejos quita chances a la salud pública. Una buena estrategia de comunicación no reemplaza una mala estrategia política integral. Forma parte de ella, de su exteriorización. Sin embargo, una mala comunicación generalmente con-
Un grupo de expertos, como Peter Lunn, Cameron Belton y otros, en su escrito “Using Behavioural Science to Help Fight the Coronavirus”, sostienen que se cuenta con condiciones importantes para comunicar adecuada¬mente cuando existe un «triángulo
Por eso van tres cosas peores que ninguna una crisis debe considerar en su gestión: Uno, negarla. Dos, clausurarla indebidamente. Tres, mentir.
de confianza» interno dentro de las instituciones y agencias de salud que interrelaciona a expertos técnicos, comunicadores y tomadores de decisiones. En un vértice, el personal téc¬nico debe comprender la necesidad de comunicaciones claras y sin jerga. En otro, los comunicadores deben comprender la necesidad de precisión científica y médica, así como colocar el conocimiento científico en un contexto político. Y un tercer vértice, los tomadores de decisiones deben aceptar la necesidad de informar a las personas para que los comunicado-res proporcionen respuestas a una audiencia hambrienta de información. Y simultáneamente, un «triángulo de confianza» externo aporta efi¬cacia en la interacción de los funcionarios gubernamentales, expertos y medios de comunicación. Se presupone —idealmente— que se cuenta con la exis-
tencia de la confianza mucho antes de un brote. La confianza se construye mejor en «tiempo de paz» que durante las condiciones agitadas de un brote epidemiológico. Sin ella, es poco probable que las comunicaciones sean convincentes o capaces de persuadir al público para que adopte comportamientos deseables. Por ello, la OMS sostiene tres principios a considerar siempre como guías de la acción: «Transparencia»: quienes comunican deben decir, de manera clara y temprana, lo que saben, lo que no saben y lo que están haciendo. Es esencial no ocultar información relevante. «Responsabilidad»: quienes comunican deben demostrar que ellos y sus funcionarios son responsables de lo que se hace, dice y promete. «Escucha»: los comunicadores deben mostrar una clara conciencia de las preocupaciones del público. En la práctica, esto significa monitorear los medios de comunicación y utili-
DEMOCRACIA
@marioriorda www.facebook.com/marioriorda www.marioriorda.com
ELECCIONES &
*Mario Riorda es presidente de ALICE (Asociación Latinoamericana de Investigadores en Campañas Electorales). También es Director de la Maestría en Comunicación Política en la Universidad Austral. Ha escrito más de16 libros sobre comunicación política, entre los más recientes se encuentran: “Cualquiera tiene un plan hasta que te pegan en la cara. Aprender de las crisis” Paidós) y “Comunicación Gubernamental más 360 que nunca” (La Crujía). Especializado en gestión de crisis; ha participado en más de 120 procesos electorales y ha asesorado a 80 gobiernos en todos los niveles.
zar otros métodos para mensurar y com¬prender con diversos abordajes a las opiniones públicas cambiantes sobre los riesgos que plantea un brote y la efectividad de su gestión. Se debe ser claro sobre el grado de incertidumbre. Cobra especial importancia para la credibilidad de parte del poder que gestiona una crisis. Esto incluye el encuadre positivo y negativo (por ejemplo, 2% de mortalidad versus 98 por ciento de supervivencia). Si el riesgo es probabilidad, la probabilidad no es certeza. Por ende, toda comunicación debe hacerse por rangos estimados. Los “rangos prudentes son prudentes” y un gesto de honestidad también. El documento llamado Outbreak Communication: Best practices for communicating with the public during an outbreak, alerta que en los países con una tradición demo¬crática y la prensa goza de plena libertad, la falta de información confiable y el secretismo hacen pagar un alto precio en la legitimidad de los gobernantes. La desconfianza promueve mecanismos reactivos y la población desarrolla el apren-
dizaje de leer los mensajes en sus antí¬podas a partir de las experiencias vividas. El problema es de mayor gravedad cuando la mayor responsabilidad del manejo negativo de la crisis compete al líder quien transfiere su responsabilidad a otros, es decir, no asume su error de ma¬nera individual o al menos no centralmente. En su intento de repartir las consecuencias de su yerro, su cálculo ya no es perder aquí, sino con quién más pierde. Socializar la derrota pone en manifiesto una manera de hacer mucho más digerible y llevadera la incertidumbre. El documento denominado «Covid-19. Orientaciones para comunicar sobre la enfermedad por el coronavirus 2019», es una guía para líderes donde es¬tablece las «Metas de comunicación generales para un brote de la COVID-19». De allí destacan: • Infundir y mantener la confianza del público en el sistema de salud pública para responder eficazmente a la situación y gestionarla. • Mantener al público plena-
mente informado —explicar lo que se sabe y lo que no— de modo que el público entienda cuál es su nivel personal de riesgo.
Mantener la coordinación de la transmisión de mensajes entre los funcionarios del gobierno nacional y las autoridades locales.
• Mantener la credibilidad y la confianza del público en las autori¬dades proporcionando información correcta y con base científi¬ca, pero reconociendo las incertidumbres, con honestidad, cono¬cimiento y compromiso.
Jamás hay que olvidar que la verdad es un bien público. Este criterio implica un juicio orienta¬dor para ser lo suficientemente cauto y que, en el avance de la gestión del riesgo y de la crisis, haya buenas probabilidades para decir «la situación no es tan mala como temíamos», en lugar de «la situación es peor de lo que pensábamos». Nada se dice aquí de los sesgos cognitivos de la sociedad, de las actuaciones de los medios y las oposiciones. Igual, no invalidan lo escrito. Al contrario, lo refuerza.
• Evitar las especulaciones y las conjeturas. Disipar los rumores, la información incorrecta y las suposiciones erróneas cuanto antes. • Responder rápidamente a las inquietudes específicas y a las ne-cesidades de información del público, el personal de salud y la comunidad de salud pública. • Emplear un enfoque de comunicación gubernamental unificado y coherente, estratégico, coordinado y operativo. • Permanecer conectado con el hospital local y los departamentos de salud locales.
2021: Retos y Desafíos Sergio Uzeta*
E
ste nuevo año 2021 despierta toda una gama de sentimientos encontrados en todos nosotros. Año de esperanza, tras el fatídico 2020 marcado por la pandemia del COVID-19 pero, al mismo tiempo, año de desafíos por las secuelas de la crisis sanitaria en todo el mundo. Para quienes tenemos el privilegio de iniciar un nuevo año, este representa una oportunidad renovada para seguir adelante y tomar en nuestras manos nuestro destino común. El mundo será testigo de cambios e innovaciones en todos los ámbitos, desde el político, económico y tecnológico, pasando por el de la salud y el desarrollo humano, y el replanteamiento de los esquemas de educación y trabajo tradicionales. Para empezar, en este mes de enero, Joe Biden se convertirá en el nuevo presidente de los Estados Unidos, tras un proceso marcado por la incertidumbre que sembró el saliente jefe de la Casa Blanca, Donald Trump, cuyo futuro es ahora más incierto que nunca. El cambio de mando en la Unión Americana tendrá repercusiones en
todo el planeta y marcará un nuevo inicio para las relaciones internacionales y los equilibrios económicos y de poder. El gobierno mexicano también tendrá el reto de cambiar sus parámetros en la relación con el nuevo gobierno de Joe Biden. Esperemos que el presidente Andrés Manuel López Obrador deje atrás su obsesión por Donald Trump y sea capaz de visualizar una relación más abierta y productiva con el nuevo comandante en jefe de Estados Unidos. Para el mundo, el 2021 será el año de la vacuna contra el COVID-19 y el inicio del camino hacia la contención de la terrible pandemia que ha dejado muerte y secuelas destructivas en todos los rincones del planeta. La vacunación ya comenzó en diciembre, y ahora el año nuevo representa un reto formidable para que la humanidad termine de consolidar nuevas vacunas y mejores tratamientos contra el SARS-CoV-2. En ese sentido, México enfrenta un reto formidable. El gobierno del presidente López Obrador tiene la oportunidad de reivindicarse ante una población cansada y diezmada
por este flagelo. Para ello, tendrá que dejar de pretender convertirse en el salvador de la patria al centralizar todo el proceso de vacunación.
las instancias necesarias para que el Congreso de la Unión apruebe o impulse las reformas y leyes del gobierno de la llamada Cuarta Transformación.
Debe entender que se trata de un esfuerzo colectivo que requiere del apoyo de todos, sin importar condición política, económica o social. Es una cruzada nacional por la salud, y no por el voto que, por cierto, en este 2021 estará muy disputado en nuestro país.
Todo indica que las elecciones de mitad de año serán un parteaguas para el país. Del triunfo o el fracaso de Morena y sus aliados, dependerá, en el corto y mediano plazos, a suerte del presidente y su gobierno. De ahí que las acciones de su administración seguirán marcadas por la coyuntura político-electoral de este 2021.
En este año que apenas inicia, el mapa político de México cambiará de colores partidistas con base en dos referencias: el respaldo o el castigo a la administración que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador. Con 21,368 cargos y 15 gubernaturas en disputa, la complejidad electoral de 2021 mostrará qué apoyo retuvo AMLO en la primera mitad de su mandato o, por el contrario, cuánto espacio recuperará la oposición, ya que los comicios de junio próximo renovarán la Cámara de Diputados y serán electos 500 legisladores. Así, esta elección federal será clave, pues la cámara baja es una de
Como mencionábamos líneas arriba, el presidente tiene la gran oportunidad de enderezar el camino y generar una corriente de apoyo de distintos sectores hacia su proyecto de gobierno, a partir de reconocer que hay errores y que aún es tiempo de abrir la puerta a la conciliación y el trabajo conjunto. En contra de ello, están sus fobias y obsesiones, mismas que pueden tirar por la borda los planes de transformación que planteó al asumir la presidencia del país. En ese sentido, el mejor aliado o el peor enemigo de López Obrador, es él mismo.
POLÍTICA
Comunicación
*Sergio Uzeta es comunicador y periodista, y en la actualidad se desempeña como consultor independiente, especializado en el manejo de plataformas tecnológicas de comunicación y el desarrollo de talleres en manejo de medios, manejo de crisis y construcción de identidad pública. Ha sido director de Noticieros y Programas Informativos de Canal Once, conductor en Radio Fórmula y Radio Independiente de México; fue el director fundador del Canal Judicial de Televisión y también el primer director de Notimex, en su etapa de Agencia de Noticias del Estado Mexicano. En el servicio público también se desempeñó como gerente corporativo de Comunicación Social de Pemex y trabajó en la Unidad de la Crónica Presidencial durante las administraciones de Miguel de la Madrid y Carlos Salinas de Gortari. Es egresado de la licenciatura de Comunicación en la Universidad Iberoamericana, lugar donde también ha dado clases y diversos talleres. @UZETASUM
Nuevas conductas comunicativas en la era de las redes sociales Ricardo Homs*
P
oco se habla de cómo hemos cambiado nuestras conductas con respecto a los nuevos modelos de comunicación que surgen a partir de la proliferación de redes sociales, las cuales nos ofrecen la oportunidad de convertirnos en protagonistas del acontecer cotidiano. Es evidente que antes aceptábamos la premisa de que podríamos pasar nuestra vida siendo anónimos. Sin embargo, ahora el foro que nos ofrecen las plataformas de redes sociales nos permite convertirnos en generadores de contenidos, propiciando una nueva conducta que podríamos describir por un lado como exhibicionismo, y por otro, en lo opuesto, como una actitud voyerista, o sea, un interés morboso por conocer la vida privada de los demás. A partir de lo anterior, están surgiendo nuevas formas de interrelación. Defendemos nuestro derecho a expresarnos, pero es evidente nuestro desinterés por escuchar lo que pretenden manifestar los demás. Todos queremos influir, pero no estamos dispuestos a asimilar lo que nos aportan quienes nos rodean. Esta es una conducta cuyas consecuencias definitivamente vamos a conocer dentro de una o dos generaciones más adelante.
Esa oportunidad que surge a partir de las redes sociales implica también la saturación del ecosistema informativo con información que muchas veces no es ni siquiera relevante, pues está orientada a satisfacer el afán exhibicionista del cual hemos hecho referencia. Por otro lado, la abrumadora cantidad de información que se genera puede llegar a ser contradictoria y de este modo provocar en la sociedad, primeramente, una actitud desconfiada respecto a la veracidad del contenido que recibimos. Por consiguiente, experimentamos un contexto de confusión y desconfianza. Nuestra obsesión por dominar la conversación estimula un comportamiento autoritario que pretende imponer nuestras ideas personales por encima de las de los demás. Se ha perdido la cultura de la conversación. Hoy la comunicación interpersonal se ha vuelto funcional, consistiendo en un simple intercambio de información para alcanzar un objetivo común. El placer de charlar por el gusto de hacerlo se ha perdido, principalmente como un ejercicio exploratorio que de inicio no tiene un fin previsible. En contraste ahora todos somos proactivos en el ámbito de la comunicación,
www.ricardohoms.com FB: @Ricardo.Homs1 LI: Ricardo Homs TW: @homsricardo
pero siempre desde el rol de protagonistas, o también, escudriñando la vida ajena. Sin embargo, hoy los riesgos son más graves de lo que podemos identificar. Todos somos vigilados, incluso en nuestra vida privada sin que lo sepamos. Cada búsqueda que hacemos en la Web, cada consulta, cada compra electrónica, el tipo de noticias que leemos y los videos que abrimos, dejan una huella de nuestros intereses, gustos y preferencias, así como de nuestras ideas, valores, estilo de vida e incluso de nuestro poder adquisitivo. Toda esa información cuando es procesada electrónicamente, igual que la de otros millones de personas, arrojan un perfil psicológico, emocional, educativo, académico, profesional y adquisitivo. Esto conlleva el grave riesgo de que gente que se dedica al comercio de datos sigan la huella de nuestra conducta en la Web a fin de descubrir mucho de nuestra identidad y de nuestra personalidad, para que esto sirva de guía para estrategias comerciales de empresas de comercio electrónico e incluso para generar controles políticos y gubernamentales que aún no están claros.
Este exceso de exhibicionismo termina poniendo a cada uno de nosotros en posición vulnerable frente a grandes intereses que aparentemente nos ayudan y nos sirven, pero también nos vigilan continuamente. No es descabellado pensar que nuestra identidad e información confidencial, sobre todo la que describe nuestra vida privada, estén hoy cotizadas en el mercado como un producto en venta. Por ello cuando estamos buscando a través de la Web y del comercio electrónico algún producto, las ofertas nos llegan de modo inmediato. En ese sentido, hoy también percibimos un nuevo fenómeno: ya no hay que salir a buscar información, pues ésta nos llega a través de las diversas plataformas electrónicas, incluyendo el correo, que ahora se ha convertido en una plataforma tradicional. Por tanto, se vuelve fundamental una mayor concientización de riesgos y la necesidad de guardar toda nuestra intimidad con una mayor responsabilidad para evitar convertirnos en víctimas de fraudes o de acoso, tanto comercial, político, o incluso delictivo.
Comunicación
*Ricardo Homs, es presidente de la Academia Mexicana de la Comunicación AC. (www.amdc.org.mx), autor y conferencista. Ha publicado más de 23 libros con las editoriales más importantes. Es editorialista del periódico El Universal y participa en noticieros de ADN40. Es experto en liderazgo social, marketing político y posicionamiento. Fundó la empresa de consultoría Ries & Ries México, la cual forma parte de la corporación global fundada por Al Ries en Atlanta.
D3CON:
hacia la nueva democracia con respeto al pasado y presente, pero sin miedo al futuro Antonio Sola*
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l siglo XXI, ese siglo que el cine dibujaba como el de los inventos más rocambolescos, el de la ciencia ficción y la tecnología, es ya presente y, si bien la vida real no se parece a muchas de esas películas, es cierto que la tecnología está llegando rauda a cambiar el modo que tenemos de ver, entender y relacionarnos con las cosas y con las personas. Tecnología y política. Tecnología y religión. Tecnología y economía. En todas estas ecuaciones, es la primera variable la que entra como un huracán para revolucionarlo todo. Nuestra vida no revolucionó a la tecnología. Sucede a la inversa, la tecnología viene a cambiar de nuevo la forma en la que vivimos y hacemos política. Hace mucho que nos acostumbramos a no tener que ir al banco a realizar una transferencia. Tampoco hace falta ir a la Iglesia para hablar con Dios. Existen apps que te permiten hacerlo desde el teléfono móvil. El cura ya no tiene el mismo rol de intermediario. Para conocer la noticia del día, no necesitas escuchar a la periodista más famosa, sino leer el post de tu vecina a la que, además, le concedes mucha más credibilidad. Si está sucediendo así en estos tres tipos de intermediaciones, la financiera, la religiosa y la periodística, ámbitos que eran considerados como poderes omnipresentes y totales en nuestro mundo… Si esto está pasando, ¿por qué creemos que la intermediación de concejales, alcaldes, senadores, gobernadores, diputados o presidentes va
a seguir siendo igual en los próximos años? La tecnología es uno de los principales constructores de este mundo en el que ya estamos y, por tanto, debemos, por responsabilidad y sentido del deber, modificar la manera que tenemos de liderarlo en los distintos ámbitos en los que nos desarrollamos cada uno. De lo contrario, seremos atropellados por el cambio. Y este cambio aplica también a la intermediación de la política. Es justo ahora el momento de empezar a construir ese liderazgo que sustituya a los que están al frente de estas democracias extenuadas que hoy nos gobiernan y que se quedaron totalmente raquíticas para el presente mañana que es ya hoy. El futuro se nos quedó grande y la democracia estrecha. Por eso, es hora de edificar con paz, serenidad y pensamiento estratégico, esa nueva democracia sobre los pilares de lo que somos y de lo que fuimos, pero, sobre todo, de lo que queremos ser. Es por nuestros hijos y, también por nosotros. Evitemos que nos digan aquello de habiendo podido hacer tanto, hicimos tan poco. Debemos atrevernos a dar pasos adelante, ser valientes y crear nuevos modelos que nos alberguen a todos. Es el momento de replantearnos lo que pensamos sobre nosotros mismos, la religión, la economía, la sociedad y la política. Es el momento de fijar unas nuevas reglas de juego, un nuevo vocabulario y ¿por qué no? una nueva democracia centrada en las personas, que se caracterice por su capilaridad y horizontalidad. No podemos dejarle a esta clase de políticos nuestro devenir, es responsabili-
dad de todos. Así que el llamado es para todos. Necesitamos cambiar la óptica para poner foco en un lugar diferente y entender que esta nueva intermediación requiere un tipo de líder distinto y un formato evolucionado, donde el ciudadano se sienta abrazado y cobijado, escuchado y atendido y, para que entienda, que su gobierno está hecho a medida para él, un gobierno personalizado que se sustente, sobre todo, en los valores asociados a lo femenino, a saber, la empatía, la capacidad del abrazo, la inteligencia emocional y la bondad moral. En este entendimiento, la nueva política que hoy se está forjando no necesita pueblo sino público. Hay que saber que ya no apelamos a la masa popular sino a la masa cerebral. Ni siquiera se trata de la inteligencia individual, sino de la colectiva. Por eso y para llevarla a buen puerto, se requiere que esos líderes sean personas capaces de crecer en la inspiración mirando dentro de sí mismas para construir un mundo mejor. Esta tarea no es, desde luego, una tarea del corto plazo, pero sí es una tarea para iniciar ya, porque como decía la Madre Teresa de Calcuta: “a veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota”. La pregunta es si estamos preparados para asumir la responsabilidad de ser líderes de esta transición para permitir que otros lleguen al poder y construir el futuro presente. Porque el momento histórico que hoy nos toca vivir es de una democracia ago-
tada, donde se ha de producir el cambio y, por tanto, lo que tenemos y tendremos, ahora sí, en el corto plazo, son gobiernos salientes de pura transición. Es un momento apasionante, lleno de retos. Hoy más que nunca urgen gobiernos cooperativos, solidarios, altruistas, que trabajen bajo la mirada compasiva, entendida no desde el concepto religioso, sino desde la empatía de gobernar poniéndose en el lugar de las otras personas y, desde esa posición de encuentro con el otro, construir lo que ellas necesitan. Para trabajar en esta línea, en la Fundación Liderar con Sentido Común, estamos organizando D3CON, el primer congreso de Democracia Digital Directa, que celebraremos en febrero de 2021 y que tiene como misión analizar y asentar las bases sobre las que se debe construir esta nueva democracia de y por los ciudadanos, de y por las personas. Un encuentro donde la Humanítica, esa hija de la buena voluntad y el sentido común tenga cobijo y donde mentes brillantes de los ámbitos político, tecnológico y social nos ayudarán a discernir lo que está pasando y cómo podemos construir un futuro mejor donde los gobiernos no sean un problema para las personas, sino una honorable herramienta que les ayude a estar más cerca de la felicidad. ¿Te apuntas? Síguenos en redes para acceder a las últimas novedades. Instagram y Facebook: @liderarconsentidocomun Twitter: @F_SentidoComun
POLÍTICA
@AntonioSola_
Comunicación
*Antonio Sola, es reconocido en el mundo de la consultoría política como “Creador de Presidentes”, Antonio Sola es hoy uno de los estrategas políticos más destacados y reconocidos a nivel mundial, especialmente, en Iberoamérica. Con 46 años de edad, Sola ha sido estratega principal en importantes campañas presidenciales ganadoras como las de Juan Manuel Santos (Colombia), Mariano Rajoy (España), Felipe Calderón (México), Otto Pérez Molina (Guatemala), Michel Martelly y Jovenel Moïse (Haití), entre otras. Cuenta en su haber con más de 450 campañas electorales, de todo rango de poder, en más de 25 países en Europa, América y África.
El comercio en la vía pública Moisés Vergara*
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l comercio en la vía pública es una manifestación cultural muy arraigada en nuestro país y en la Ciudad de México, donde originalmente existieron los tianquiztli que se ubicaban en la Gran Tenochtitlan. En dichos tianguis o mercadillos se intercambiaban diversas mercancías para satisfacer las necesidades de la población y más tarde se convirtieron en mercados como el Parían o la Plaza el Volador. Actualmente, el comercio popular se ubica en diversas partes de la metrópoli y es una fuente de ingresos para cientos de familias que ven en dicha actividad, su principal fuente de ingresos; sin embargo, también es cierto que para algunos sectores de la sociedad ha representado una molestia, por lo cual, el reto de las autoridades siempre ha sido el conciliar los derechos de unos y otros. A lo largo del tiempo han existido diversos luchadores sociales que, sin importar las consecuencias políticas, enarbolaron la lucha histórica de velar por los intereses de los comerciantes en la vía pública como el finado Ignacio Contreras Ocampo, quien fue relevado por su hijo, Ignacio Contreras Flores, mejor conocido como “Don
Nacho Contreras”, quien aún en plena madurez, es referente en el liderazgo del comercio popular en la Ciudad de México, tras cinco décadas de lucha social. Contreras Flores es fundador y presidente de la Federación Ricardo Flores Magón y del Movimiento Gremial Unificado (MOGUN). En sus orígenes, el MOGUN tuvo como virtud el aglutinar a casi la totalidad de las dirigencias del comercio en la vía púbica, cuando Oscar Espinosa Villarreal era jefe del Departamento del Distrito Federal; actualmente conserva una gran cantidad de estas dirigencias que lo convierten en una poderosa organización gremial. Don Nacho, el político, fungió como diputado federal en la LVI Legislatura y fue el primer priísta en hacer una huelga de hambre en el zócalo de la capital del país, para denunciar actos de corrupción de las autoridades en la otrora Delegación Cuauhtémoc. Más tarde abandonó las filas del PRI y, desde entonces, ha cultivado un perfil estrictamente ciudadano como activista social. El capital político del MOGUN es muy grande, no solo por el número de agremiados, sino por la calidad moral de su dirigente, el cual ha mostrado una gran congruencia en la defensa de las
personas trabajadoras de la vía pública, quienes sufren día a día de una estigmatización por parte de un sector de la sociedad y de algunas autoridades que, con actitud poco empática, cuestionan su actividad comercial. Hoy, desde la trinchera del MOGUN, del Centro de Monitoreo Popular de la Constitución de la Ciudad de México (CEMOP) y del mega bloque de dirigentes del comercio, Don Nacho, el líder recorre las calles, los tianguis, los bazares, las concentraciones, y todas las zonas de trabajo para apoyar a sus agremiados y alzar la voz ante las autoridades del gobierno capitalino en busca del reconocimiento y certeza jurídica a su actividad comercial. Coincido con Don Nacho el conciliador, hoy más que nunca es necesario reconocer la realidad social y, mediante la vía del diálogo y la concertación entre comerciantes, vecinos y autoridades, construir una ruta para la eventual aprobación de una ley del comercio en el espacio público que represente a todas las organizaciones, con reglas claras sobre sus derechos y obligaciones, y en la cual se sientan verdaderamente incluidos. Para quienes ejercen el comercio popular, subsistir es doblemente difícil, pues para nadie es ajeno que son el eslabón más débil de la cadena y el más
estigmatizado por las propias autoridades, los comerciantes formales y las organizaciones vecinales, siendo además un grupo que ha sido marginado por las políticas públicas durante muchos años y, sin embargo, son una realidad que debe ser atendida pues no se trata de cifras, ni estadísticas, sino de seres humanos que están expuestos a abusos, extorsiones y malos tratos que se recrudecieron durante la actual pandemia. El coronavirus llegó para quedarse y dejó en evidencia la gran desigualdad que existe en la sociedad, donde unos pocos reciben ingresos fijos y han podido resguardarse en casa, y otros muchos como los comerciantes en el espacio público, tienen que salir a las calles a sudar la frente y arriesgar la vida para llevar el sustento diario a sus familias, lo cual me recuerda una frase que alguna vez dijo una señora, que corría con su bolsita de naranjas al ser perseguida por los granaderos, cuando le pregunté que por qué se arriesgaba a ser golpeada por la policía y, con la frente en alto y voz firme, me respondió: “Ni modo que le diga a mis hijos que hoy no van a comer porque su mamá tuvo miedo”, lo cual reitera que en la calle se vende de todo, menos la dignidad.
LEYES & POLÍTICA
*Moisés Vergara, es Licenciado, Maestro y Doctor en Derecho y Especialista en Derecho Electoral. Ha sido profesor universitario y cuenta con artículos y ensayos publicados. Entre otros cargos públicos fue asesor y secretario particular en la Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión; Secretario Técnico Jurídico, Secretario de Consejo Distrital, Asesor de la Secretaría Ejecutiva y Asesor de Consejero Electoral en el Instituto Electoral del Distrito Federal. En el Tribunal Electoral de la Ciudad de México, se desempeñó como Secretario Auxiliar, Secretario de Estudio y Cuenta, Coordinador de Ponencia de dos Magistrados Presidentes, Secretario Administrativo, Secretario General, titular de la Unidad de Estadística y Jurisprudencia y Contralor Interno del Tribunal Electoral capitalino. Actualmente es analista, consultor y asesor jurídico.
Desglobalización, la era del postcapitalismo Arlene Ramírez*
S
abemos que los ciclos económicos son medidos principalmente en niveles de actividad económica de determinados períodos, normalmente de meses o años. No es muy complicado saber la fase del ciclo económico en que estamos, pero sí lo es saber cuándo va a terminar una fase y comenzar la siguiente. La crisis económica que está viviendo el mundo entero no es una crisis más, como las que se han enfrentado en el pasado pues desvela el fin del capitalismo. Desde una perspectiva global, el resultado de la emergencia sanitaria actual representa una amenaza para la estabilidad económica, social y política del mundo. La parálisis económica atribuida a la pandemia se percibe por el creciente desempleo, el aumento de la pobreza, la baja en el consumo y la inestabilidad del poder adquisitivo.
Pero en el cuadro geopolítico de hoy, hay factores determinantes a considerar, como lo son las fuerzas del capital financiero globalizado que impulsan el posicionamiento de una cripto-moneda. Y aunque este proyecto implica el desplazamiento del dólar y consecuentemente el fin del orden financiero establecido en Bretton Woods (1944), los factores políticos en un año electoral para los Estados Unidos ponen en la mesa aspectos fundamentales e intereses comerciales enfatizados por la idea de que, a pesar de las apariencias de guerra comercial con China, los socios por excelencia de Estados Unidos en tiempos de Trump son Rusia y China, y por ende, se fortalece el proyecto que defiende el orden multipolar en el mundo. La profundidad que ha alcanzado la crisis financiera global desde 2008, es manifestación del conflicto y enfrentamiento estructural entre las distintas fracciones del capital financiero transnacional,
el continental-multinacional y el global-trasnacional, y paraliza la economía real, la de todos los días. Si de algo no hay duda es que el impacto económico que ha dejado a su paso el COVID-19 lo hemos sentido todos. El tiempo de respuesta de cada gobierno, los recursos y las medidas tomadas para enfrentar las consecuencias económicas y financieras de esta histórica pandemia han sido fundamentales y determinantes para el manejo de las disparidades sociales y económicas. La desglobalización y la diversificación comercial marcan el inicio de una nueva fase, la postcapitalista; que se ha consolidado con la crisis del COVID-19, así como nació la economía capitalista después de la Gran Depresión de 1929. El desempleo de los más jóvenes está en sus niveles más altos a nivel global, incluso en Europa, donde a causa de la pandemia, en
España y Grecia oscila en el 40%, por su parte en Portugal e Italia está alrededor del 30%. Mientras que en Países Bajos y Alemania está en torno al 10%. Cuando falta solo un mes para la fecha en la que la UE y el Reino Unido deban cerrar las negociaciones por el Brexit y tres meses para la salida efectiva, el Gobierno británico ha decidido impulsar una ley que contradice el acuerdo de salida firmado con la UE, rompiendo la confianza en la negociación y agregando especulación a los mercados ya de por sí vulnerados. A seis meses de que la OMS declarara la pandemia de Coronavirus, con casi treinta millones de contagiados y un millón de fallecidos, pero también veinte millones curados, el mundo espera que las vacunas no solo detengan los contagios, sino que detengan la catástrofe económica que ya se ha iniciado.
POLÍTICA
@ArleneRU
Comunicación
*Arlene Ramírez es Licenciada en Relaciones Internacionales por el Tec de Monterrey Campus Estado de México, con Mención Honorífica (1998), Maestra en Diplomacia con especialidad en Terrorismo por la Universidad de Norwich (2010) donde también realizó estudios de Doctorado en Relaciones Internacionales.
La ética no es partidista Eduardo Higuera*
V
ivimos tiempos en que muchas personas de la arena política se encuentran dispuestas a olvidar la ética con tal de levantarse con “la victoria”. Lo anterior sin importar si esto significa aplicar una táctica de tierra quemada para destruir a cualquier persona, institución o grupo en su camino con tal de subirse a lo más alto del podio al final de la contienda. Ganar no es lo más importante, es la única opción parece su mantra. El proceso electoral en el que nos encontramos profundiza esta actitud. Imaginando que todo se vale, con tal de que las papeletas llenas de votos favorezcan sus ideas y convicciones, los esbirros de uno y otro bando se lanzan alegres, destructivos, atrabiliarios e inconscientes de las consecuencias a las redes sociales y los espacios “informativos”. Consecuencias que afectan a todos al final, pero que solo son daños colaterales. Esta falta de sensibilidad, de la ausencia de voluntad o capacidad para aceptar errores o de crear enemigos imaginarios y decir las más grandes mentiras “por la causa” no es más que el abandono voluntario de la ética como estrategia político electoral. Quiero recalcar que ningún bando se salva. Ni el grupo gobernante, ni sus opositores. Todos han demostrado que la victoria pírrica es lo suyo, desechando el bienestar de la mayoría a la que dicen representar.
Para comprobar esto solo se necesita echar un vistazo a las redes sociales, particularmente a Twitter. Por cada John Ackerman hay un Javier Solórzano, en contraposición de FRENAAA vemos los Comités de Defensa de la #4T y un sistema de chivatos organizado desde el poder federal y podemos continuar hasta ad infinitum. Se acusa a medios de comunicación tradicionales de pasquines inmundos, al tiempo que se fomenta y apoya medios de consigna como El Soberano y Regeneración que no cumplen su función de vigilancia del poder sino que son meros medios de propaganda. Por un lado, se dicen 37 mil afirmaciones no verdaderas, o al menos no comprobables, desde el púlpito mañanero y por el otro se hacen circular memorandos falsos y documentos alterados para “comprobar” que el gobierno está conspirando en contra de la democracia. Tirios y troyanos no parecen tener límites y este fenómeno se ve desde los más altos cargos, como es la Presidencia de la República hasta los más anónimos militantes, como los que fungen como bots humanos en redes sociales. Ejemplos recientes de la falta de ética lo encontramos en Twitter nuevamente. Igual nos topamos con un Hernán Gómez Bruera que hace “chistes” acusando al INE de querer impedir la vacunación contra el COVID por razones electorales, fomentando el clima antinstitucional y la incertidumbre de las elecciones, que encontramos al frente anti-AMLO asegurando que la guardia nacional es un instrumento del
Divorciado de la ética, el liderazgo se reduce a la gestión y la política a una mera técnica. James MacGregor Burns marxismo internacional con “documentos oficiales” total mete apócrifos. Por cada Dinamarca, se busca una Suiza peñista, con tal de no ceder el terreno en el combate y cada acción burda o exagerada contiene en sí misma una reacción igual desde el otro lado de la vereda. Pareciera que no hay opción, que la arena política solo se llena más y más de excremento y que no se puede detener el proceso de degradación que envuelve a nuestro sistema político. Nuestro país pudo mutar de uno en el cual los derechos político-electorales (derechos humanos, por cierto) eran de papel bajo una dictablanda partidista, hasta una democracia electoral real que en su afán de responder a todas las demandas sociales se volvió abigarrada, institucionalizada, judicializada y con alternancia en todos los niveles de gobierno, pero democracia, al fin y al cabo. Esto es lo que se pone en riesgo cada vez que algún actor político decide romper con la ética y hacer acusaciones falsas, denostar al contrincante o mentir con descaro con tal de lastimar al otro bando. Pensar que el fin justifica los medios no es un pensamiento democrático. Pareciera que no hay opción, que la arena política se llena más y más de excremento
y que no se puede detener el proceso de degradación que envuelve a nuestro sistema político. No obstante, la verdad es que se pueden hacer muchas cosas para disminuir, y a la larga revertir, este proceso de decadencia. Para lograrlo los ciudadanos debemos dejar detrás nuestra zona de confort y mover las cosas, pero se requiere esfuerzo y una ética ciudadana fuerte. Principalmente debemos investigar quiénes son los candidatos, cuáles son las propuestas que presentan y, si acaso buscan reelegirse, su desempeño en el puesto o por cuales leyes votó. También hay que ejercer la autocrítica con ética. Debemos ver hasta donde es realista lo que creemos y hasta donde nos hemos comprado la propaganda -muchas veces inverosímil- de aquellos que apoyamos. Recordemos que la ética no es monopolio de los partidos, o de los políticos. La ética es el recurso más importante, el tamiz más poderoso con el que contamos los ciudadanos que aspiramos a incidir en el círculo rojo para impulsar un mejor país. Ejercer la ética es la única forma de ejercer un voto útil real. Así que, ¿nos aventamos, amig@s?
POLÍTICA
@HigueraB
Comunicación
*Eduardo Higuera es un profesional con 20 años de experiencia en el campo de la comunicación, colaborando en medios informativos, comunicación social institucional, producción de medios, posicionamiento y manejo de relaciones públicas.
Comunicación política:
sus orígenes en la arena romana Diego García*
L
os líderes políticos, independientemente de la época, el lugar o la ideología, son conscientes de la necesidad de cortejar a los votantes en busca de popularidad. Hoy la comunicación está ligada a la tecnología, los teléfonos, los megáfonos, las radios, la televisión, el cine, Internet y por supuesto, las redes sociales. Lo que lleva a la pregunta de cómo, en la antigüedad, los candidatos y los políticos hacían propaganda de sí mismos sin estas herramientas. La respuesta para los romanos se encontraba en la arena. Los romanos reconocieron la importancia de la comunicación, lo que está atestiguado por el énfasis puesto en hablar en público en la educación de los jóvenes nobles, en algunos espacios bastaba con la elocuencia, pero solo llegaba a un número limitado de simpatizantes, mientras que en la arena se requería de una voz fuerte, pero sin elocuencia, esta podría ser apagada por los abucheos de una turba contratada. Se dice que Cicerón no tenía una voz fuerte, y sin embargo, eligió la arena como espacio preferido para sus discursos, pero esto requería habilidad especializada, trabajo duro y talento, pues como entretenimiento tenía poco valor. Los políticos inteligentes encontraron en los espectáculos públicos un gran medio. El origen y desarrollo de los gladiadores sirvió para la explotación política de estos juegos, primero, para ganarse al público, el ludi meridiani, un extraño interludio del mediodía, en el que ciertos criminales fueron asesinados por animales, gladiadores o entre sí, a fin de cuentas los espectáculos de gladiadores tuvieron su origen en la República y fueron muy populares, por lo tanto, se hicieron frecuentes y se utilizaron para los fines políticos más básicos, a saber, los votos para una elección.
El origen de los juegos romanos se encuentra en las fiestas religiosas que se ofrecen para obtener el apoyo divino, tras la procesión y el sacrificio de animales, la última parte consistía en juegos en honor a la deidad. Durante la República el Estado se involucró en la presentación de espectáculos religiosos con la Ludi Magni o Romaní y a partir del 366 a.C., los ediles curules organizaban estos juegos anualmente como parte del calendario religioso ordinario, durante finales del siglo III y principios del II a.C., se hicieron varias adiciones al calendario ritual, como el Ludi Plebeii (para Júpiter), el Ludi Apollinares (para Apolo), el Ludi Megalentes (para la Gran Madre) y el Ludi Floreales (para Flora). Estos juegos ordinarios o ludi en honor a los dioses, estaban controlados por los ediles curules, que a menudo completaban el presupuesto con fondos privados. La investigación moderna sobre los juegos romanos se ocupa principalmente de su forma y significado durante el imperio. Esto puede ser el resultado del hecho de que los autores romanos que escribieron sobre el tema de los juegos de arena como: Siculus, Martial, Statius, Suetonius y Tertulian, escribieron durante el período imperial temprano. Cabe señalar que los juegos de gladiadores eran privados y, por lo tanto, quedaban fuera del control del Estado, durante la República el papel de los juegos de gladiadores se encontró en el sector privado, aunque con la vida pública como objetivo, lo que lleva a la hipótesis de que estos juegos tuvieron un papel esencial en la política republicana ya que los aspirantes a políticos los utilizaron como un medio para comunicarse con un
@dgv1968
ELECCIONES
*Diego García es Licenciado en Administración y Maestro en Administración Electoral; tiene más de 20 años de experiencia en la Administración Pública y actualmente labora en el Instituto Electoral del Estado de México como secretario particular del Consejero Presidente. Es autor de diversos artículos sobre comunicación política, elecciones y participación ciudadana
público más amplio, en otras palabras, los votantes.
tusconsultum sobre el reparto de asientos para los juegos de gladiadores.
En 206 a. C. Escipión Africano presentó juegos de gladiadores en Cartagena en memoria de su padre y su tío, que habían muerto en España en la guerra contra los cartagineses cinco años antes. Aunque sin duda el propósito era honrar su memoria, se rompió el vínculo con el funeral y se dio el primer paso de la secularización de estos juegos, su popularidad y especialmente su carácter privado, fueron determinantes para constituir el instrumento más importante de propaganda y publicidad electoral.
Durante la República romana los espectáculos de gladiadores fueron el principal instrumento de comunicación política, aunque la creencia de Cicerón en los juegos de gladiadores como vehículo para el diálogo democrático parece extrema a primera vista, el patrocinio de munera permitió a los políticos romper las barreras de la política del Senado y llegar hasta las masas; dado que los juegos de gladiadores podían ser un factor decisivo en las elecciones, jugaron un papel importante en la validez del voto del pueblo romano.
César rompió la tradición y organizó un espectáculo de gladiadores y un banquete público en memoria de su hija Julia. César explotó los juegos funerarios como un medio para ganar votos y simpatizantes, lo que parece haber sido un dinero bien gastado, ya que puso a la gente de tan buen humor que todos estaban buscando nuevos honores para él. Lucio Licinio Murena (cónsul 62 a. C.) había quedado en desventaja por no haber hecho juegos durante su campaña por la pretoría, cuando Murena compensó esta omisión patrocinando juegos extremadamente lujosos durante su pretoría, le resultó muy beneficioso para su campaña por el consulado. No es de extrañar que en un clima político en el que estaba prohibido llamar la atención con una toga blanqueada, la fastuosa presentación de los juegos fúnebres por parte de los candidatos políticos no escaparía a la atención del legislador. El acceso a los juegos dependía de los patrocinadores, que podrían así manipular la “opinión pública”, entonces a propuesta de Cicerón, se emitió un sena-
La motivación para presentar juegos con fines electorales fue republicana y desapareció con el advenimiento del imperio cuando los magistrados ya no eran elegidos por el pueblo sino nombrados por el emperador, entonces el propósito y el significado de los espectáculos públicos se centraron en el emperador, los espectáculos se alargaron, fueron modernizados por la adición de ludi para las fiestas antiguas, se construyó un anfiteatro permanente en Roma y se reglamentó el acceso a los espectáculos. En el 22 a.C., a los pretores se les encargó la organización de la munera, el número de combatientes fue limitado, se concedió financiamiento público y se impuso un límite a las aportaciones privadas, así, el uso político de los juegos se convirtió en dominio exclusivo del emperador, la utilización de la sesión de medio día de juegos de gladiadores para la ejecución de criminales fue una moda pasajera introducida durante el primer principado y desapareció durante el imperio cuando los criminales con potencial de lucha fueron sentenciados a escuelas de gladiadores y el resto arrojado a las bestias en lugar de a los espectadores.
Leonardo Curzio
E
s Licenciado y Maestro en Sociología política por la Universidad de Provenza y Doctor en Historia por la Universidad de Valencia, España. Su desempeño profesional abarca tres campos: el periodismo, la cátedra y la investigación científica. En el ámbito científico y académico es investigador titular B de la UNAM e investigador nacional del SNI. Es autor de 10 libros, coautor de 40 más y ha escrito diversos artículos científicos. Su título más reciente es El Presidente. Las filias y fobias que definirán el futuro del país (2020). Actualmente es conductor del noticiario “Así amanece” en ADN 40, y de “Leonardo Curzio en Fórmula”, así como del programa “Incursionando” en el Canal del Congreso. Es miembro del Consejo Consultivo y articulista del El Universal. Es comentarista del programa de Canal Once, Primer Plano. Ha sido galardonado por el presidente de Italia con el “Premio Italia nel Mondo 2007” y la Revista Líderes Mexicanos reconoció su trayectoria y lo colocó entre los 300 líderes más influyentes de México.
RS. ¿Cómo y cuándo comenzó su interés en el ámbito de la comunicación? LC. Fue una cuestión de rebote, siempre lo digo y lo sigo diciendo: soy profesor, yo en mis formas migratorias cuando me dicen qué hace usted, siempre respondo soy profesor universitario e investigador, y como profesor me dediqué cada vez más a buscar opiniones sobre temas políticos. En la época en que yo empecé en los medios de comunicación el país se iba abriendo poquito a poco a la opinión más plural, en consecuencia, desde mediados de los 90 incursioné en los medios, y también poco a poco tuve esta transformación para convertirme ya en periodista. A partir del año 2000 conduzco noticieros en la radio y una buena parte de mi trabajo es esencialmente mediático. RS. Usted tiene una amplia trayectoria en los medios, ¿cuál es el medio que más llama su atención? LC. El que más me gusta es la radio, porque como espacio es el más humano y directo, el más creíble, todas las encuestas lo dicen; porque al igual que ahora estoy con ustedes, la radio te permite claramente identificar si uno está siendo sincero, además de que la información es inmediata. En la televisión todo está más empaquetado, más producido; y en prensa escrita todo está infinitamente mejor redactado, bien pensado, calculado, y está hecho para durar porque los artículos de la prensa se leen y se releen, circulan y se comentan. Lo que está comentándose en la radio tiene una inmediatez, la gente lo ve así, por lo tanto a mí, como espacio, como medio de comunicación, la radio me ha resultado; yo digo que la radio es la reina, por supuesto me siento muy cómodo en televisión, donde participo como conductor y como comentarista político, y obviamente valoro mi artículo semanal
en El Universal que para mí es motivo de reflexión y de trabajo continuo, pero si tuviese que elegir algo, la radio es el espacio donde me siento más cómodo. RS. Dentro de esa misma trayectoria, ¿Cuál ha sido el mayor reto al que se ha enfrentado? LC. Yo creo que el gran reto que hemos tenido los periodistas de mi generación es la gran revolución digital, porque nos ha exigido en muy pocos años cambiar la forma en que trabajamos, ya que antes preparabas espacios informativos para una perspectiva temporal definida. Cuando empecé a trabajar en televisión todo funcionaba para tener el noticiero de Javier Alatorre a las 10 de la noche, ahora la información está fluyendo todo el tiempo y hay que estarse preparando. Yo he hecho noticieros de radio en la mañana y en la noche, actualmente tengo el nocturno, y efectivamente ya no tienes claro qué se va a preparar a lo largo de todo el día para el noticiero, generalmente lo que haces es ir reaccionando a lo que está ocurriendo en el momento, porque la información no para, eso es un reto colosal. El segundo desafío es la relación con las audiencias, hubo un tiempo en el cual teníamos líneas de teléfono para que el auditorio nos llamara y nos diera su opinión, hoy eso es prehistoria pura, después escribíamos correos electrónicos, pero a estas alturas, ¿quién escribe un correo electrónico? Hubo un tiempo en el cual era muy importante la idea de ¿Cómo hago yo conductor para tener un contacto más directo con la audiencia?, ahora la digitalización y las redes sociales han simplificado todo eso, tanto, que los defensores de la audiencia han salido ya sobrando, esa fue una figura que duró muy poco tiempo en los medios mexicanos porque finalmente la gente tiene mil maneras de hacer oír su voz, y si no
la oyes tú se oye en los espacios de las redes sociales, en consecuencia esa es la gran transformación y el gran desafío que he tenido en mi carrera en esos dos ámbitos, tanto la forma en cómo se hace y se organiza el trabajo, como en relación con las audiencias. RS. ¿Podría compartirnos una anécdota que haya impactado su vida profesional? LC. La anécdota que me gusta contar es que tengo muchos años en la radio y lo que es absolutamente desesperante es que cuando estás entrevistando a un presidente o a la secretaria de Gobernación, la llamada se cae y te das cuenta de que incluso los presidentes son objeto de todo este tipo de imperfecciones técnicas. En una ocasión estaba entrevistando a Vicente Fox y se me cayó la llamada tres veces, y era bastante desesperante porque había que recuperarla “¿Qué me decías?” “A ver presidente retomamos el asunto”, y anecdóticamente siempre recuerdo que en las imperfecciones celulares los presidentes son exactamente iguales al común de los mortales. RS. ¿Cuál es su opinión sobre el periodismo y la libertad de expresión en México? LC. Actualmente creo que el periodismo sufre un desafío enorme que es el que ya te comentaba sobre la revolución digital, la cual ha planteado una reorganización de la forma en que trabajamos, antes trabajábamos para tener un noticiero a tal hora y condensar ahí toda la información, ahora esta fluye todo el tiempo, por tanto, el noticiero tiene otra lógica. La gente, cuando enciende la tele a las 10:00 de la noche y hay un señor que dice “Esta noche en Hechos” o “bienvenidos al programa”, ya sabe lo que ocurrió; en consecuencia la organización del trabajo es otra y también el material periodístico que tenemos.
Antes esperabas que un periodista acreditado escribiera una columna y tú lo pudieras leer al día siguiente; te pongo un ejemplo: si hoy el presidente dijo “quiero que la señora Delfina Gómez sea la secretaria de Educación”, tú esperarías con buena lógica al día de mañana a que los expertos Marcos Fernández o cualquier otro como David Calderón opinaran sobre si es un nombramiento adecuado, esperarías que los que conocen del movimiento sindical también se pronunciaran al respecto, y al día siguiente leer un artículo reposado. Hoy, ¿por qué te guías?, por el tuit, lo primero que haces es preguntar si Marco ya opinó o dijo algo; la mayor parte de los periodistas profesionales ahora lo que hacen es tener que posicionarse para dar la información o para opinar sobre ella en el momento, por lo tanto, te fijas más en el tuit de López Dóriga, de Javier Solórzano, o de cualquiera de los grandes periodistas de este país, antes que esperar su artículo o decir “me voy a esperar a su programa radio para ver qué dice”.
no puedes decir “oiga, mi programa es hasta las 6:00 de la tarde, déjeme pensarlo, recopilar información y le digo”, ese creo que es un enorme desafío que está empobreciendo mucho la conversación pública.
La gran revolución digital lo que ha cambiado en este tipo de trabajo es también -déjame usar esta expresiónque tú no te comes ya un trozo de carne informativa sino una cosa absolutamente fileteada, llegas y ya tienes un montón de trocitos de información, de opinión, fragmentos, posturas, que van condicionando y orientando la conversación pública sin demasiada elaboración; este cambio para mí es crucial y hay que entender, por consiguiente, que la conversación pública actual está cada vez más atomizada y es cada vez más superficial, porque ya te fijas en una postura: “me parece muy bien el nombramiento de Delfina, o me parece fatal”, pero ¿Por qué te parece fatal o muy bien? Entonces la conversación pierde mucha profundidad, y buena parte del esfuerzo periodístico es tener este sentido de oportunidad en las redes sociales que no siempre va de la mano de la profundidad o de la capacidad. Ante cualquier noticia, por ejemplo, el asesinato del exgobernador de Jalisco, tienes que opinar algo y decir algo porque la inmediatez te lo exige,
RS. Para usted ¿qué características debe tener un buen periodista? LC. Yo creo que un periodista actualmente debe tener un talento enorme, un gran temple y una enorme capacidad de discriminar qué es importante y qué no lo es en términos de reacción inmediata. Un buen periodista debe tener el temple de saber lo que es importante, porque nos mueve mucho esta idea de ser los primeros en dar la nota o fijar una postura que encamine, por las razones que sea, la conversación en un sentido o en otro, pero también es importantísimo recordar y contextualizar. Por ejemplo, en el caso de Delfina, habría que decir, “recuerde que ella fue la candidata de Morena…”; en ese sentido, debe tenerse la capacidad de recurrir a un archivo que en muchos casos es mental; cabe señalar que los archivos también se han devaluado, porque antes admirábamos a quienes los guardaban, hoy en Internet tienes todo, lo único que hay que hacer es encontrar la información en un buscador apropiado. Así que podríamos decir que hay tres elementos fundamentales a considerar, primero el temple, decir “a ver el vértigo no me debe acabar”, después la capacidad de contextualizar, es decir qué le agrego yo a una información que ya es del dominio público, y la tercera es quiénes son los interlocutores o actores que deben hablar de este tema. Creo que la gran aportación de los periodistas profesionales en estos tiempos es precisamente ir definiendo interlocutores que puedan aportar una visión más allá de la inmediatez, y definir en este sentido redes de conversación, puntos
de conversación en la vida pública, lo cual es algo fundamental que hace un periodista. RS. Recientemente se publicó el libro “El presidente: las filias y fobias que definirán el futuro del país”, escrito por usted y Aníbal Gutiérrez, desde esa perspectiva ¿Cómo definiría al presidente López Obrador? LC. Al presidente lo defino como un gigante político, un hombre colosal desde el punto de vista de lo que son las habilidades políticas, y un enano administrativo; es decir, es un hombre que está muy preocupado por la gran política, en incidir en el estado de ánimo de la gente, que es una cosa muy favorable, pero es un hombre absolutamente desentendido de la operación del Estado. En la realidad constitucional mexicana el presidente es jefe Estado y jefe de Gobierno, si no tuviéramos un jefe de Gobierno él se ocuparía de esas minucias, pero como no ocurre esto, pues tenemos un presidente desentendido de la gestión de la pandemia o los temas educativos, al que le preguntan “Oiga el programa de permanencia en México sigue o no sigue” y el presidente tampoco está demasiado enterado, él está metido, en teoría, en los temas de seguridad, ya hemos visto que de los más delicados, -lo relato en el libro- no parece muy enterado, se les fue el hijo del Chapo Guzmán ese mismo día y él había despachado con su gabinete, entonces uno se pregunta ¿Y qué le informarán al presidente en el gabinete? Si hubiese que definir al presidente se podría decir que es un gigante político y un hombre que se desentiende mucho de las actividades cotidianas del ejercicio del Gobierno desde el punto de vista administrativo. Escribimos un capítulo del libro sobre el tema de la comunicación, un análisis muy completo de la mañanera desde nuestro punto de vista, y lo que hace-
mos ahí es dejar claro que la mañanera es un ejercicio innovador, pero no replicado por ningún otro gobierno, pues tampoco les debe parecer tan útil que un presidente invierta dos o tres horas de su día en estar discutiendo temas tan variados como el béisbol de los Estados Unidos hasta el Tren Maya, y la verdad es que tú dices, “¿Oiga, y no tendrán otra cosa que hacer los presidentes que tienen generalmente su día dividido en ventanas de 15 minutos?”. Lo que sostenemos en el libro es que el presidente utiliza la comunicación como un ejercicio de gobierno, por eso es el gigante político, pero la administración no la atiende. Su día tipo es, de 6:00 a 7:00 despacha con la reunión de seguridad, de 7:00 a 9:30, promedio, atiende a los medios, y supongo que a las 9:30 desayuna. Se tomará una pausa como cualquier otra persona para leer periódicos y que le den los datos de lo que está pasando en el país en otros ámbitos que no sea la seguridad, un par de llamadas con Joe Biden o con quien le toque hablar ese día y ya está a las 3:00 de la tarde. El presidente a las 6:00 o 7:00 de la tarde en general se recoge, por lo tanto, uno supone que se dedica a actividades familiares, y uno se pregunta ¿A qué horas despacha con los gabinetes o tiene diálogos con el INEGI o con diferentes sectores?, no lo sé. Ves a un presidente ya muy ordenado en sus formas de proceder y el centro de su día, la actividad más importante, es la comunicación mañanera, en la cual combina información general de su gobierno con dosis de pedagogía o propaganda política, como ustedes lo quieran ver, y un enorme despliegue de confrontaciones con actores que le parecen enemigos o adversarios políticos. La usa para comunicar, para adoctrinar y para pelearse, yo digo que es como su spa cotidiano, donde va y se da su masaje de bronca, se pelea con adversarios y sale revitalizado.
RS. ¿A qué se podría atribuir que a pesar de todos los frentes que ha abierto el presidente con diferentes sectores de la sociedad, siga siendo tan poderoso? LC. Yo creo que sigue conservando la confianza de la gente porque se comunica todos los días con ellos, esta parte de la pedagogía política es un lenguaje, un discurso presidencial permanentemente exculpatorio. El presidente tiene todavía un crédito importante en que lo que ocurre en el país no es atribuible a él, desde los muertos por la pandemia hasta la inseguridad pública, sigue teniendo crédito, la gente sigue efectivamente dándole esa opción, y yo creo que eso es un gran mérito político, por eso decía que es un gigante; un hombre que consigue después de dos años seguir diciendo que las cosas no marchan bien porque es culpa de sus antecesores, pues digamos que hay que tener capacidad para poder lograr algo así. Creo, por lo tanto, que el presidente tiene todavía una enorme credibilidad como personaje, como individuo; la gente sigue confiando en él, lo sigue viendo muy cercano y honrado; le parece que sus propósitos justicieros son dignos de ser apoyados, así como su lucha contra la corrupción y, por supuesto, su tema de la austeridad; eso me lleva a concluir que es un presidente en el que la gente confía. Si preguntáramos hoy, ¿a usted le gustaría tener otro presidente en este momento?, te dicen “este es el correcto”. Si se ven las encuestas, la gente aprueba el presidente, pero no su gobierno. Cuando les preguntas ¿cómo ve la economía o cómo ve la seguridad?, las cosas cambian de perspectiva; incluso en el manejo de la pandemia tienes como 15 puntos de diferencia entre el porcentaje de personas que aprueban al presidente y los que aprueban la gestión de la pandemia; así que sigue sien-
do un presidente creíble, cercano, un presidente omnipresente que ha conseguido captar el corazón de la gente. RS. ¿Qué escenarios podríamos tener al final del sexenio de López Obrador? LC. El presidente ha querido que su administración sea una a la altura del arte, es decir, un capítulo de la historia y que los libros digan: “México era uno antes de López Obrador y otro después”, eso supondría que su administración debería ser un éxito rotundo, así como todo aquello que nos prometió; sin embargo, pongo nada más dos ejemplos, el primero es que el presidente dijo que íbamos a crecer al 4% o 6%, y que por lo tanto íbamos a generar suficiente riqueza sin crear nuevos impuestos, lo cual nos iba a permitir levantar a un montón de sectores de la situación en la que vivían. Lo segundo que señaló fue que iba a pacificar el país. Sin embargo, no estamos no solamente creciendo al 4% o al 6% sino decreciendo al 9%, y es muy probable que la administración de López Obrador termine en los mismos niveles en los que estábamos en el 2018; así que no ha sucedido ni una cosa ni otra, y la pacificación del país tampoco ha llegado; yo no sé si la vaya a lograr, pero tiene en su haber 60 mil homicidios y las organizaciones criminales siguen manifestando una enorme capacidad de fuego, han atentado contra García Harfuch y recientemente mataron a un exgobernador de Jalisco; por lo tanto, los dos grandes elementos para evaluar que la gestión iba a ser un éxito: crecimiento económico y pacificación, se ven cada vez más lejos, ya lleva un tercio y el reloj no para de avanzar. Después podríamos preguntarnos si esta administración va a ser un fracaso colosal estilo López Portillo o Echeverría y si va a terminar con una grave crisis, pero tenemos elementos para
pensar que no, ¿por qué?, porque tienes un presidente que en los momentos más difíciles ha optado por mantener estabilidad en las finanzas públicas; por mantener la economía abierta y negoció el TMEC. Cada vez que las cosas se complican mucho vuelve a llamar a los empresarios y lo hace bien, estos no querían aprobar la ley del outsourcing, decidieron que era una barbaridad y lo pararon. En ese sentido, vemos un presidente que tiene una enorme capacidad de cautela y que se alimenta de su lectura histórica; es un hombre que ha leído mucho historia, particularmente historia de México, y sabe que los presidentes que acaban con crisis sexenales ganan un lugar en las páginas de la historia, pero por las malas razones, además de que la mayor parte de los presidentes en México han terminado, -los que tienen crisis económica- en una falta de valoración de las reformas que por otro lado pudieron haber hecho bien, López Portillo y Echeverría e incluso de la Madrid, entran en la categoría, Salinas iba muy bien y devaluó al final. El presidente tiene clarísimo eso, que el juicio de la historia va a depender de lo que quede. Si nos atenemos a la propaganda oficial como la que tenemos ahora, México está de maravilla, pero también lo decía Salinas y lo decía Fox, pero la historia se mide por el legado y eso lo tiene claro el presidente, por eso lo está cuidando y la idea de un desastre sabe que es “kriptonita” para él, por lo tanto, va a trabajar y a hacer todo lo que pueda para evitarse un desastre. Nuestra hipótesis central es que va a ser un sexenio digamos inercial, va a ser un gobierno como cualquier otro y las grandes magnitudes o la gran realidad que vive México en impunidad, en distribución del ingreso, en calidad de la infraestructura, de los servicios públicos o en la educación, va a ser muy parecido a lo que hemos tenido hasta
ahora. Parte de nuestra reflexión es ver al Gobierno de la Ciudad de México, que para todo efecto práctico lleva 23 años siendo gobernado por la izquierda, una izquierda que ha tenido una inspiración obradorista muy fuerte: Claudia Sheinbaum, en su momento Miguel Ángel Mancera salió del grupo de Marcelo Ebrard, y que ellos se peleen después, no quiere decir que no sean de la misma familia ideológica. Marcelo Ebrard sale también del árbol de López Obrador, por lo tanto, se tendría desde el 2000, quitando el gobierno de Cuauhtémoc Cárdenas, al 2020, el mismo gobierno, la misma familia política gobernando este país. Las recetas de la austeridad o de los programas sociales en la capital las conocemos muy bien y sabemos que tienen muchos efectos benéficos, pero no transforman un país. Si se imaginan cómo era la Ciudad de México en el año 2000 y cómo es ahora en el año 2020, te van a decir “ha cambiado mucho”, pero yo sigo viendo una ciudad llena de gente pobre, llena de gente que no tiene agua, con servi-
cios educativos que no han avanzado. Nadie menciona a la Universidad de la Ciudad de México por las grandes aportaciones que hace a la ciencia, más bien es de una medianía terrible. Entonces tienes una ciudad justiciera que habla de muchos derechos y todo lo demás, pero 20 años después es lo mismo. Nosotros nos imaginamos que México va a ser igual; sin embargo, si tienes un presidente muy querido la gente seguirá diciendo que por única vez hubo un gobierno que se preocupó por ellos, que les retribuyó dinero, igual que aquí sigue habiendo en la capital un montón de personas de la tercera edad que dicen “el primero que me dio una pensión fue el presidente”, no el erario público sino López Obrador, la gente le agradece eso y lo recuerda con gratitud. Este es un gobierno inercial, un poquito a la baja, tal vez un poquito peor que en el 2018, y los grandes factores de mejora del país que podrían ser una revolución en el ámbito educativo o una revolución en el ámbito económico, no los vamos a ver.
RS. ¿Cómo ve la relación futura entre nuestro país y Estados Unidos? LC. Yo diría en términos generales que la relación entre México y Estados Unidos tiene un espacio muy amplio para la colaboración; los gobiernos de Biden y López Obrador no creo que simpaticen demasiado, este último estaba más a gusto con Trump, apostó por él, participó en su campaña, pero finalmente perdió. Lo cierto es que ambos países tienen un amplio espacio para colaborar en dos ámbitos que son de interés mutuo; en primer lugar está el tema biosanitario, ya que está claro que no podemos salvarnos el uno sin el otro; no puedes decir yo vacuno y garantizó que no haya coronavirus de este lado de la frontera y del otro no. Los virus no respetan fronteras, por lo tanto, o conseguimos que América del Norte en su totalidad sea una zona donde el tema sanitario se controla o no estaremos del todo salvados, las interacciones son enormes. Lo segundo es la recuperación económica, puesto que está en el interés de los dos países empezar a mover las economías. Estados Unidos ya aprobó un segundo paquete de 900 mil millones de dólares, se dice fácil, pero es una cantidad de dinero impresionante; los dos gobiernos tendrán un interés muy particular en que la economía de ambos se reactive, así que existe un camino muy amplio para la cooperación que va a llevar a que los diferendos, así sean en cuestiones sustantivas como el tema del manejo de la seguridad o en el migratorio, no ocupen el primer plano; el primer plano lo va a ocupar un ánimo de cooperación para salir adelante de esta gravísima crisis sanitaria y económica que tenemos.
RS. ¿Cuál es su punto de vista sobre las próximas elecciones del 2021 en nuestro país? LC. Todavía inciertas, yo creo que lo que sí se va definiendo son las candidaturas a los gobiernos locales y lo que vemos es que Morena se está convirtiendo en un partido predominante más que hegemónico. Es un partido que tiene muchas más posibilidades de ganar en el arranque, Morena hoy pesa tanto como en su momento pesó el PRI. Lo que tienes es una reproducción de las formas de hacer políticas tradicionales, en Morena buena parte de las candidaturas ha quedado en manos de los superdelegados, lo cual habla de que repartir programas sociales sí tiene un beneficio electoral porque en teoría ganaron encuestas, pero tienes una reproducción de esa clase política. Por otra parte, veo en la disputa por el Congreso un tema muy interesante en dos líneas: para el presidente se convierte en una cuestión plebiscitaria, el problema va a ser si apoyas o no apoyas al gobierno de López Obrador, porque él va a estar presente de alguna manera en la elección de los diputados; y está también la necesidad argumentada por sectores de la sociedad civil y de la oposición, de que hay que poner un límite efectivo al gobierno de López Obrador, un contrapeso que hasta este momento con un partido mayoritario no ha tenido. El Congreso no ha sido un factor de contrapeso en esta legislatura, ha hecho literalmente lo que el presidente ha querido y no ha servido siquiera para abrir espacios de discusión, o si se abren lo hacen con consecuencias, el ejemplo más claro son los fideicomisos, el Congreso estableció un parlamento abierto para discutir el tema de los fideicomisos y el presidente les dijo “a ver a mí no me dan mi chupón” hacen lo que yo digo, por lo cual mucha gente dice que con un Congreso mayoritario
ya va a ser lo que Palacio Nacional diga, y más allá de nombres y apellidos, hay que preguntarse si es conveniente que el presidente tenga tanto poder, por lo tanto, regreso al tema plebiscitario en un sentido y en otro, ya que el presidente dirá “necesito apoyo para continuar con mi cuarta transformación” , y por otro lado, muchos sectores dirán “hay que equilibrar el poder del presidente”, pero más que equilibrar hay que contrapesar el poder del presidente para enriquecer las discusiones nacionales. RS. Si pudiera entrevistar a Leonardo Curzio qué le preguntaría y qué le contestaría. LC. Le preguntaría, ¿por qué no dan más espacio a ensayistas y literatos en tus programas y entrevistas a tantos políticos que tienden a decirte cuestiones absolutamente estereotipadas y previsibles?, y respondería: porque los ensayistas y los literatos son muy relevantes para ayudarnos a pensar con mayor profundidad lo que viene, pero no siempre tienen espacio en la conversación cotidiana que te va exigiendo no hablar de lo importante sino de lo inmediato. RS. Por nuestra parte es todo, a usted, ¿qué le gustaría agregar? LC. A ustedes mi gratitud, por supuesto que tengan mucho éxito y que tengamos un mejor año este 2021.
Las imágenes utilizadas en esta entrevista y en la portada, son cortesía de Leonardo Curzio y solamente son aplicadas con fines ilustrativos.
La televisión pública agoniza Gabriela Seoane*
L
a televisión pública mexicana vivió días aciagos durante el 2020, debido a declaraciones o acciones de algunos de sus integrantes como John Ackerman, Estefanía Veloz, Gibran Ramírez y en su momento Hernán Gómez, ellos han manifestado abiertamente su apoyo a Morena y la llamada 4T, lo cual no representaría problema; lo que se les cuestiona es que utilicen un medio público para criticar y en muchas ocasiones denostar a quienes no comulgan con la actual administración. Estos acontecimientos han puesto sobre la mesa la discusión acerca del papel de los medios de comunicación públicos: ¿deben ser propagandistas oficiales o difusores de contenidos sociales, educativos y culturales. De acuerdo con la investigadora de la UNAM, Florence Toussaint, la televisión pública es aquella que independientemente de sus contenidos, surge de la necesidad de prestar un servicio universal que atienda a todos los habitantes; el presupuesto de la televisión pública lo asigna el gobierno, pero esta supeditación económica no debería traducirse en que los contenidos puedan ser elegidos y/o censurados por el gobierno en turno, sin embargo, la realidad ha sido otra. Como señala Toussaint, en estricto sentido toda la televisión mexicana es pública, ya que de acuerdo con la Ley Federal de Radio y Televisión el espacio aéreo por donde transitan las ondas electromagnéticas le pertenece a la nación, debido a esto, los particulares deben solicitarle al Estado una concesión para poder operar el canal de televisión. También se otorgaron permisos a instituciones que quieran ofrecer contenido cultural y/o educativo, pero los permisionarios no pueden vender su espacio. Actualmente, la televisión pública está compuesta por los canales 11, 14, 22, IngenioTV, TV UNAM, Canal del Congreso y Canal Judicial. Cabe se-
ñalar que en 2014 se creó el Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano, organismo independiente de la Secretaría de Gobernación que hasta entonces había regulado a los medios públicos, pero ¿esta acción le garantiza mayor independencia del gobierno a los medios públicos?, aunque esa era la idea, la respuesta es no, porque su presupuesto sigue dependiendo del gobierno en turno. Pese a que cada gobierno niega tener injerencia en los contenidos de la televisión estatal, esto no sucede, de hecho, la falta de independencia económica también afecta a la televisión privada, a la que, como se ha mencionado en otras ocasiones, se le presiona mediante la amenaza de no renovar las concesiones o bien suspender la publicidad gubernamental que forma parte importante de la economía de las empresas. Cabe señalar que, en los intentos por fortalecer y mejorar a la televisión pública, no se ha planteado la posibilidad de buscar que puedan tener sus propios recursos.
Los casos europeos
En países europeos como Alemania e Inglaterra se cobra una cuota o canon a los televidentes para financiar a la televisión pública. En Alemania, este dinero lo administra una organización externa y existe un consejo formado por representantes de los diferentes sectores de la sociedad, el cual no cambia de acuerdo con el gobierno en turno. En Inglaterra, el consejo de administración es nombrado por el gobierno, pero este no tiene injerencia en los contenidos o la administración de la televisora. Cabe señalar que la BBC de Londres es mundialmente conocida por sus contenidos de calidad, por lo que se le pone como ejemplo de televisión pública, además, esta televisora pública exporta programas, lo cual además de prestigio, le permite obtener más recursos económicos.
@Gabseomx
En México parece difícil que las personas acepten pagar una cuota mensual por ver canales públicos, sobre todo si no existe una garantía de contenidos de calidad, así como una correcta administración de los recursos,por otra parte, hasta ahora los gobiernos no han mostrado interés por hacer una verdadera televisión pública, libre de propaganda y enfocada en el interés social y no en el político. A lo largo de la historia de la televisión pública mexicana, a pesar de los bajos presupuestos que se le asignan, se han hecho programas de gran calidad como: Sábados con Saldaña, Conversando con Cristina Pacheco, Aquí nos tocó vivir, Bizbirije, DeporTV, En mangas de camisa, La dichosa palabra. Algunos de ellos se han mantenido, pese a los cambios de administración, pero la infraestructura de las televisoras y sus presupuestos siguen siendo raquíticos. Mención aparte merecen los noticieros, que actualmente han perdido la credibilidad que alguna vez lograron, debido a que ocultan información y solo reproducen el mensaje oficial, lo mismo sucede con programas y conductores como los que se mencionan al principio de este texto, que ponen sus preferencias políticas e ideológicas por encima de lo que debe prevalecer en un canal de televisión estatal: el interés general. La mayoría de los nuevos programas dejan mucho que desear, ya que están hechos por personas que no tienen experiencia en planear, escribir y realizar programas de televisión, a eso hay que agregarle el exceso de protagonismo y fanatismo político por parte de quienes los conducen; tampoco se advierte que haya una dirección adecuada, que pueda evitar el “descarrilamiento” de las emisiones, en perjuicio del mismo canal que es el que pierde credibilidad y audiencia. Una muestra significativa de lo que ocurre en los canales de televisión pública es la elección
Comunicación
*Gabriela Seoane es licenciada en periodismo y comunicación por la UNAM FES Acatlán y Maestra en educación también por la UNAM. Se ha desempeñado como guionista, redactora y reportera de radio y televisión. Ofrece capacitación para entrenamiento en medios y ha sido profesora del ITESM CCM en el Departamento de Español, Literatura y Arte de la preparatoria.
de sus directores, que en muchas ocasiones son políticos a los que se les da el cargo como un premio, el cual evidentemente no quieren perder transmitiendo contenidos que incomoden al presidente de la república u otros miembros del gobierno. Si bien, los mexicanos no pagamos de manera directa una cuota para acceder a la televisión pública, sí lo hacemos de manera indirecta a través de nuestros impuestos, los cuales, por cierto, también pagan los 450 millones de pesos que el gobierno le va a dar a las televisoras privadas por transmitir las clases con motivo de la pandemia. Los canales de televisión pública deberían enfocarse en ofrecer programas que informen, eduquen, entretengan y no en hacer propaganda en favor del gobierno en turno. Para este 2021 habrá un aumento muy pequeño en el presupuesto para la televisión pública; independientemente de esto que es importante, se debería hacer una revisión de contenidos de la televisión pública que representa poco más del 30% de la televisión mexicana, de igual manera sería mejor elegir como directores de los medios de comunicación públicos a expertos en la materia y no a políticos, que no tienen idea de lo que es, en este caso, hacer televisión, y por supuesto, ponen por delante el interés del gobierno que les dio el puesto, y por ende, el propio.
REFERENCIAS 1. Toussaint, F. (2009). Historia y políticas de televisión pública en México. Revista mexicana de ciencias políticas y sociales. Recuperado de: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-19182009000200006 2. Expansión Política (2020). El gobierno pagará a televisoras privadas 450mdp para transmitir clases. Recuperado de: 3.https://politica.expansion.mx/mexico/2020/08/04/el-gobierno-pagara-a-televisoras-privadas-450-mdp-por-transmitir-clases 4.S/N. (2015). Las cuatro televisoras europeas más fuertes a las que podría imitar TVE. Recuperado de: https://vertele.eldiario.es/verteletv/actualidad/televisiones-publicas-fuertes-Europa-TVE_0_1692130785.html
Verdades contra mentiras Afonso Gómez*
U
n dicho muy conocido en México señala que una mentira repetida cotidianamente se convierte en verdad, sin embargo, cuando mentir se vuelve costumbre es muy dañino y entones resulta difícil distinguir entre la verdad y la falsedad. ¿Qué hacer cuando un Jefe de Familia miente? ¿Qué hacer cuando el directivo de una empresa falsifica? ¿Qué hacer cuando el Jefe de Gobierno engaña? La mentira y el mentiroso son heridas oprobiosas difíciles de borrar, pero cuando el engaño tiene asidero en la política sus consecuencias son estructurales y deviene en el abandono de las promesas que alguna vez conquistaron voluntades. Actualmente en México nos confrontamos entre la verdad y la mentira como parte del entramado construido por un régimen que busca quedarse para siempre o al menos eso es lo que dicen quienes hoy están en la cima del poder. Sus expectativas, planes y programas arrasan fácilmente con lo que se ha realizado anteriormente, echando por tierra todo vestigio del sexenio pasado como lemas, colores emblemáticos, papelería, símbolos, fachadas de edificios públicos y toda una serie de signos distintivos de una era.
quiera que hayan hecho sus antecesores, con la diferencia de que López Obrador está apoyado más notoriamente en la mentira y la hipocresía. Y no es que aquellos estén exentos de falsedades, lo lastimoso es que al primer mandatario de hoy le importa más la apariencia, pero en el fondo es igual que todos los demás. Un botón de muestra de esto que llamamos drama, ocurrió en los primeros días del pasado mes de diciembre cuando una mujer en Baja California, como muchas que se han atrevido a desafiar al frente del convoy presidencial para reclamar el abasto de medicamentos a los enfermos de cáncer, recibió empujones, pisotones y jaloneos. En la refriega, esta mujer soltó una tremenda bofetada al integrante de la “ayudantía” presidencial que no es otra cosa que uno de los guardias presidenciales región IV de la cuarta transformación. El incidente no pasó desapercibido. Al día siguiente, cuando le preguntaron al presidente sobre el suceso, su respuesta fue contundente: “El conservadurismo tiene ese problema, es casi sinónimo de autoritarismo. El conservador es así, muy violento, ojalá y se vayan moderando”.1
Así, el hombre del poder va enfilado hacia ese afán egocentrista de dejar marcada su huella en la historia.
Después de escuchar tan elocuente explicación, nos quedamos con ese vacío que hay entre la verdad y la mentira, entre el presidente que abraza al pueblo y el presidente que lo detesta. Una dualidad que reditúa porque, así como reparte “abrazos” también propina “madrazos”.
Sepultar a la era política anterior se ha convertido en una costumbre en nuestro país, porque como decía Cosío Villegas, el drama histórico de México tiene, ante todo, un origen político y en el presente, la manera en que se relaciona el presidente con la gente es diferente a cual-
Desde su espacio de confort de la mañaneras, todos los días el presidente machaca juguetonamente con el sentimiento de que él está del lado del débil, del desvalido, el humillado, pero en los hechos no se atreve a verlo a los ojos y resolver sus peticiones.
Por eso las encuestas lo mantienen arriba, por una comunicación sesgada en donde la mentira se convierte en verdad y los hechos simplemente se pierden en aras de dar paso a la luminosidad del déspota. El mensaje que se deja al alcance del “pueblo sabio” es la victimización. Esta es la única explicación que encuentro para responder a la alta popularidad del presidente de México (dice que es de 71%). Ante los reflectores mediáticos, él abusa constantemente de la mención a los desposeídos, como una salida de primera mano en cada vez que quiere huir de situaciones incómodas, como cuando se le pregunta sobre los evidentes hechos de corrupción en su círculo cercano. Y como instrucción de un manual hecho para salir de momentos difíciles nos receta que es un hombre acostumbrado a vivir “en la justa medianía”, sin aspirar a riquezas materiales. Que trae en la cartera 200 pesos y no necesita de guardias presidenciales sino “ayudantes”, pero detrás de todo esto se esconde la mentira convertida en verdad y no hay quien se atreva a indagar sobre su pasado y su presente pecuniario. Mentir es el verdadero juego de hoy, porque de esa manera gastamos las energías nacionales en creer en lo que dice el presidente, sin enfocarnos en los hechos, en los actos de gobierno en los avances que deberíamos tener como Nación. El país vive un atraso, ciertamente por la pandemia, pero en todas las apariciones no vemos a un Jefe de Estado que guíe el esfuerzo nacional en pos de ser mejores, más bien estamos empeñados en ir al pasado para construir el futuro, sin mejorar el presente. Cuando un país como México en donde el pasado es oprobioso y solamente unos cuantos
son dignos de formar parte de la historia, sabemos que estamos mal y por eso los libros de texto adoctrinan a nuestros niños para devaluar lo construido hace unos años. ¿De verdad queremos seguir en ese camino? En dos años de este gobierno se han dejado de construir autopistas, no se destina dinero para hacer infraestructura en telecomunicaciones, se dice que los servicios de salud de antes eran malos y hoy la gente hace filas en las funerarias por la cantidad de muertos, hay menos fondos para investigar en ciencia y mejorar la tecnología. Estudiar y pensar en un futuro promisorio no es lo de hoy porque vamos construyendo nuestra propia ruina. Eso es lo que están construyendo el presidente López Obrador, los Senadores de la República y los diputados federales de Morena. Y no solamente ellos, también les ayudan a cumplir ese propósito sus sucursales políticas del Partido del Trabajo y el Partido Verde Ecologista de México. Sin dejar de lado las recientes adquisiciones de los partidos Redes Sociales Progresistas, Partido Encuentro Social y Fuerza Social por México, que les regaló el Tribunal Federal Electoral del Poder Judicial de la Federación. A pesar de todo en contra, iniciamos este año 2021 con la verdadera esperanza de darle un giro a lo hecho por este gobierno. Vienen tiempos de definición ciudadana, serán los momentos de la movilización que construye, no que destruye. Ya veremos de qué estamos hechos los mexicanos del siglo XXI: de verdades o de mentiras.
REFERENCIAS 1.https://goo.su/3d7X
POLÍTICA
Comunicación
*Alfonso Gómez lleva ejerciendo el periodismo desde hace 35 años. Fue reportero en los periódicos: Diario de México y El Sol de México. Reportero, investigador y conductor en Canal 13 de Televisión, posteriormente Imevisión (Canal 13 y Canal 7 TV). Trabajó durante 17 años en Grupo Monitor de Radio Red donde se desempeñó como Jefe de Redacción, de Noticieros Metropolitanos, Gerente de Información, Director de Información, Director de Internet y Director de Operaciones. Gerente de las emisoras XEFAJ 1560 AM XENET 1320 AM. En el sector público ha ocupado las Subdirecciones de Información de la PROFECO, y las Direcciones de Información en las secretarías de Gobernación y Economía. Actualmente se desempeña como Subdirector de información del GPPAN en la Cámara de Diputados. Es egresado de la carrera de Periodismo y Comunicación Colectiva de la UNAM, FES Aragón y actualmente cursa la Maestría en Periodismo Político en la Escuela de Periodismo Carlos Septién García.
Unidad e inclusión Armando Hernández*
N
o existen en el mundo dos personas que sean “iguales” entre sí. No lo son ni siquiera los llamados gemelos “idénticos.” Tampoco podría alegarse una identidad ontológica entre los seres humanos. De ser así, lo único que nos hace “iguales” es pertenecer a la misma especie biológica: el homo sapiens sapiens, y compartir por supuesto su naturaleza, esencia y características. Pero eso no es un gran descubrimiento, sino más bien una obviedad. La humanidad, y particularmente la cultura occidental, se ha esforzado a lo largo de siglos, por intentar explicar y justificar la igualdad entre los seres humanos. Un ejercicio de tal magnitud fue de suma utilidad e importancia para acabar con las Monarquías absolutistas europeas, a finales del Siglo XVIII, pero ya no resulta tan conveniente en el mundo global contemporáneo. Hoy en día, el discurso de la igualdad se tambalea frente al reconocimiento del “derecho a la diferencia.” La tolerancia, el respeto a la otredad, a la calidad de los otros, sean estos como sean, o, mejor dicho, como decidan ser.
Una de las principales causas de la violencia que nos rodea en pequeñas y grandes escalas por todas partes, es la absurda creencia de que se pueden y se deben controlar las ideas, pensamientos y formas de actuar de aquellos que se comportan “diferente,” es decir, fuera de los parámetros de actuación generalmente aceptados por una comunidad. Pero si las conductas diferentes no existieran, la humanidad simplemente no habría evolucionado. Nos hace falta agradecer más e incorporar un mayor reconocimiento individual y colectivo al valor de la diversidad y su carácter enriquecedor. Discriminar es separar o hacer distinción respecto de aquello que es diferente, sin darnos cuenta de que, en estricto sentido, todo es diferente. La igualdad es un término de referencia matemático, que no se presenta en la realidad social. La discriminación negativa es sin duda una forma de violencia. Y como tal, lo único que genera es precisamente más violencia. Pero, aunque somos diferentes, los seres humanos somos “animales
gregarios” (zoon politikon) y, por lo tanto, nos vemos obligados a “pertenecer.” A formar parte de grupos sociales. Apartarse de la manada o aislarse, significa morir socialmente. El instinto gregario; la necesidad de agruparnos con otros para obtener beneficios comunes es parte de la naturaleza humana, como lo es también en todas las demás especies animales. Aristóteles planteaba como idea de justicia social o distributiva “tratar igual a los iguales, y en forma desigual a los desiguales.” (¿Pues no que éramos todos iguales?). Esa noción de justicia social justifica la existencia de los modernos “derechos sociales,” que, a partir del reconocimiento de las desigualdades sociales reales, atribuyen derechos a grupos sociales específicos que se encuentran en desventaja en el manejo de sus relaciones sociales (como, por ejemplo, los derechos de los trabajadores). No obstante, esta idea parte de la falsa premisa de que los “desiguales” son iguales entre sí. En realidad, un trabajador no es igual a otro. Ni una persona indígena lo es respecto al resto de quienes pertenecen a ese mismo grupo. La necesidad de cohesión, por otro
lado, nos hace trabajar en torno a un concepto fundamental dentro de los grupos sociales: la unidad. Los sentimientos de unidad nos permiten mantener un importante nivel de coordinación con otros seres, distintos a nosotros, para alcanzar fines de beneficio común. Es la unidad de los distintos, y no la falsa idea de igualdad, la que nos permite avanzar en diversas formas de organización. Y es la inclusión el valor que la complementa. La unidad no es excluyente. Si bien existen valores comunes de cohesión e identidad al interior de los grupos sociales, y en la sociedad en su conjunto, el reconocimiento a la diversidad implica la aceptación e inclusión de todo lo diverso de la sociedad. “Aceptación” es un regalo provisional que podemos ofrecernos a nosotros mismos y a los demás, mientras nuestro presupuesto emocional no nos alcanza aún para ofrecer simplemente amor incondicional al prójimo. Flor de Loto: Vivir en armonía es vivir en unidad con inclusión.
POLÍTICA
@DrArmandoHdz
DEMO C R A C I A &
*Armando Hernández Estudió en la Universidad Nacional Autónoma de México; es Licenciado, Maestro y Doctor en Derecho, con Especialidad en Derecho Constitucional, Derechos Humanos y Derecho Administrativo; ha ocupado diversos cargos en el Instituto Electoral del Distrito Federal y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Ha sido catedrático, instructor, conferencista y miembro de diferentes asociaciones vinculadas a la materia de Derecho, Derechos Humanos y Procesos Parlamentarios, también ha publicado artículos en DDHH. Ha sido y Magistrado del TEDF. Actualmente es profesor de la Facultad de Derecho de la UNAM, así como de varias universidades del país.
Diccionarios inútiles Cuauhtémoc Miranda*
A
hora que se ha puesto de moda hacer manuales, guías éticas y hasta diccionarios, sería importante reflexionar qué transcendencia pueden tener este tipo de documentos para la vida del mexicano, por citar un ejemplo, miles de personas conducen un auto en la Ciudad de México, cuántas de estas han leído el Reglamento de Tránsito, al parecer muy pocas y la prueba salta a la vista, pues solo con observar cómo conduce la “ciudadanía” en esta megalópolis nos damos cuenta del desconocimiento de las reglas. Pueden venir cientos de recomendaciones, y no servirán de nada, simplemente porque a la gente no le interesa, o peor aún, porque cada uno le otorga el significado que más le conviene.
ces es como resiliencia, eso también. ¿Qué cosa es la resiliencia? Lo pongo para que la gente porque está de moda, otra que no se usaba y ahora se usa mucho, empatía”.1 Según el Diccionario de la Real Academia Española, resilencia es la capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación diversa, la otra palabra citada es, empatía, sentimiento de identificación con algo o alguien, capacidad de identificarse con alguien o compartir sus sentimientos. Aquí lo complicado sería ponerlas en práctica, con estas ocurrencias los políticos reflejan que no tienen ni la menor idea del significado y menos de su aplicación, estas palabras ya existen, no se necesita de otro diccionario para explicarlas.
Vayamos al juego de las palabras, en una nueva ocurrencia, el Ejecutivo Federal expresó que va a realizar un diccionario con palabras que ha escuchado en el escenario político nacional e internacional; para abrir polémica expresó de forma textual: “Estoy haciendo un diccionario de las palabras del periodo neoliberal y del periodo postneoliberal. El otro día que tuvimos una reunión con los jefes de Estado del G20 me llamó la atención una palabra que se usaba mucho, pero la repitieron varias ve-
Sigamos jugando con las palabras, uno de los escritores más brillantes de esta época es el premio Miguel de Cervantes 2017, Sergio Ramírez, en una participación reciente manifestó lo siguiente sobre el populismo, “siempre tiende al autoritarismo.2 No hay populismos democráticos, a mí no me ha probado ningún gobierno que haya un populismo democrático, transparente; son contradictorios los términos, los populismos siempre tienden al autoritarismo.” Sería de gran utilidad que esta pa-
@cumiranda
labra, que en México está muy de moda, la agregue al diccionario que piensa elaborar el señor presidente. Según la RAE, populismo es tendencia política que pretende atraerse a las clases populares.3 Para abonar a la aplicación de esta palabra el premio Cervantes agregó, “el populismo es la concentración del poder en una sola mano, la adulación que el poder trae, el servilismo, los mecanismos oscuros que los dictadores utilizan para mantenerse en el poder”. En nuestro país valdría la pena preguntarles a los gobernantes ¿tendrán claro el significado? Entrar en el juego de significados y significantes podría resultar un cuento de nunca acabar, se podrán tener constituciones, manuales o guías, la realidad es que, en la práctica, cada persona tendrá el significado que más le convenga, y sobre todo, la aplicará como le venga en gana. La misma investigadora y lingüista Concepción Company Company, ha explicado que el español es muy preciso en sus conceptos y es nuestra obligación conocerlo porque es nuestra lengua. Aquí el problema medular, es que cada individuo quiere ubicar los diversos significados en la postura política o sentimental que más le deje dividendos. La desprestigiada clase política, lejos de ayudar
a una buena aplicación, confunde a la población y provoca falsas percepciones que a fuerza de repetirse se convierten en conceptos “reales”. Se podrá tener la ocurrencia de crear un nuevo diccionario, códigos éticos, manuales, recetas, polifonías, definiciones, y demás juegos del lenguaje que se puedan inventar, mientras no tengamos clara la base, siempre se estará divagando, entre que si el presidente argumenta que es nueva la palabra, y así tiene que ser para todos, o querer intentar explicar la polisemia de nuestro idioma, es mejor dejar esto en manos de verdaderos expertos, para que ellos construyan las acepciones correctas que se usan en el cotidiano y no querer explicar palabras a nuestra conveniencia. Sirva este espacio para desearles a todos los que hacen posible este esfuerzo de comunicación y a nuestros queridos lectores, un gran 2021, lleno de mucha salud y grandes proyectos.
REFERENCIAS 1. 2. 3.
https://www.milenio.com/politica/amlo-propone-crear-un-diccionario-neoliberal https://www.eluniversal.com.mx/cultura/los-populismos-siempre-tienden-al-autoritarismo https://dle.rae.es/populismo%20?m=form
Comunicación
*Cuauhtémoc Miranda es autor del libro Crónicas Hertzianas, historia de la radio en México editado por Interwriters. Estudió la carrera de Ciencias de la Comunicación en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, además realizó una maestría en Filosofía y Crítica de la Cultura por la Universidad Intercontinental. Desde 1992 ha sido productor y conductor para diversos grupos radiofónicos, entre los que destacan Televisa-radio, Radio Fórmula y Grupo Imagen. Es catedrático del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey campus Ciudad de México.
Rendición de cuentas vs. Protección de datos personales Ileana Hidalgo*
L
a protección de datos personales es un derecho humano reconocido en el segundo párrafo del artículo 16 constitucional, así como en la Ley General de Protección de Datos Personales en Posesión de Sujetos Obligados, justamente para garantizar que la persona tenga una protección contra su posible vulnerabilidad frente a actos que lo hagan identificable; salvaguardando su seguridad personal y evitando que se exponga a discriminación por su forma de ser, pensar, sentir o vivir; situación que se contrapone con los actuales lineamientos expedidos por el Sistema Nacional Anticorrupción, en los cuales, en aras de la rendición de cuentas, se exige hacer públicas las declaraciones patrimoniales de todos los funcionarios públicos. Si bien la rendición de cuentas es un ejercicio que se le atribuye a la autoridad, a través de la información que nos pro-
porcionan respecto del ejercicio de sus atribuciones, y constituye un elemento esencial del estado democrático de derecho, también es cierto que esta importante figura no puede ir más allá de los derechos individuales de seguridad jurídica de las personas. A través de la rendición de cuentas se potencializa la función social de control de legitimidad del ejercicio del poder, y a ello ayuda también la incansable labor de los periodistas, quienes difunden ante la opinión pública los actos y decisiones que las autoridades y servidores públicos toman en aras de la transparencia y rendición de cuentas. Hoy en día, podemos ver cómo ha evolucionado el acceso a la información pública y la inmersión que tiene en la sociedad. Un ejemplo muy claro es a través del ejercicio periodístico visible en distintos medios de comunicación como sucede
cuando vemos “a través de una solicitud de acceso a la información pública.” Nosotros como ciudadanos podemos ser constantes observadores de su actuar diario a través de la rendición de cuentas. Por otro lado, la protección de datos personales es un ejercicio del actuar del ciudadano que tiene algún interés respecto a información que únicamente le concierne a él, es decir, a través de los derechos ARCO, que implican el acceso, rectificación, cancelación u oposición de sus datos personales, sin duda una materia novedosa, pero con amplios horizontes de explotación. La vigente Ley General de Responsabilidades Administrativas contemplaba un periodo para que se expidieran nuevos formatos de declaraciones patrimoniales, en los cuales los servidores públicos ya no da-
ban su consentimiento para dar a conocer su declaración patrimonial, y el nuevo formato sería cuidadoso respecto de los datos personales que se pudieran proporcionar. No obstante, el nuevo formato no contempla dicha situación, si bien es un ejercicio de rendición de cuentas, lo cierto es que este no puede sobreponerse por encima del derecho humano constitucional de protección de datos personales de los servidores públicos. Sería importante que los encargados de emitir estos nuevos formatos identifiquen con claridad la delgada línea entre la protección de los datos personales y el acceso a la información pública. Se debe hacer un ejercicio de ponderación de derechos. El acceso a la información pública siempre se verá limitado cuando de datos personales se trate.
DERECHOS HUMANOS
POLÍTICA &
*Ileana Hidalgo es Licenciada, Maestra y Doctora en Derecho, con especialidad en Derechos Humanos por la Universidad Castilla la Mancha, en España y maestria en Argumentación Juridica por las universidades de Alicante, España y Palermo Italia. Es Directora de Auditoría Interna en el INAI, dentro del IEDF ha sido Directora de Organizaciones de Representación Ciudadana y Presidenta del Comité Derechos Humanos “Nuestros Amigos A.C.” También ha sido investigadora en el Instituto de Investigaciones Legislativas del Senado de la República “Belisario Domínguez”. Es conferencista a nivel nacional e internacional y también docente en varias universidades del país. Actualmente es Titular de la Unidad de Transparencia del Senado de la República. @IleanaHidalgoR
2021: un año complejo y desafiante Enrique Paz*
A
diferencia de otras épocas, en las cuales la llegada de un año nuevo despertaba esperanzas e ilusiones entre la gente, los acontecimientos de las últimas semanas del año 2020 dejan largos trazos de incertidumbre de lo que nos depara en el 2021. La agudización de contagios y muertes causados por Covid-19, el cierre de actividades comerciales y la evolución de la cepa del virus anunciada recientemente, pueden poner en jaque los planes de recuperación que el mundo y nuestro país nos habíamos propuesto para este año que recién inicia. En México, el 2020 fue un año atroz que trajo consigo enfermedad, encierro, muerte y crisis económica. El optimismo gubernamental derivó en negligencia, que deberemos enfrentar con dolor y azoro en varias pistas que nos lleven al camino prometido de la esperanza y el bienestar, no obstante, debemos prepararnos para enfrentar un año 2021 complejo y con varios desafíos como país y sociedad. La primer complejidad que seguimos sin resolver es la gestión de la pandemia y la poca confianza que genera el esquema de vacunación propuesto por el gobierno federal. En cuanto a la gestión de la pandemia, la evidencia es el rotundo fracaso de esta administración para decrecer los niveles de contagio y letalidad. Entre la primera y segunda ola de contagios quedó demostrada su ineptitud en fortalecer la infraestructura hospitalaria, en cuanto al número de camas y equipos disponibles, así como en la atención al personal médico, de enfermería, laboratoristas y personal de apoyo en los hospitales. La llamada primera línea no ha dejado de
manifestar sus inconformidades por la falta de equipamiento, la falta de pagos y hasta la atención médica que ha llevado a la perdida de vidas del personal de salud. Por su parte, el esquema de vacunación propuesto por la autoridad genera desconfianza en cuanto a su efectividad y oportunidad, no hay certeza de que la infraestructura y logística, tal como ha sido planteada; cumpla en tiempo las metas de vacunación a la población, incluso, las suspicacias surgen desde la propia disponibilidad de los lotes de vacunas comprometidas por los laboratorios al gobierno mexicano. La desconfianza no es una suposición cuando se observa el desastre causado por esta administración en cuanto a la distribución de medicamentos oncológicos. El segundo proceso complejo y desafiante para el 2021 será la gestión de la crisis económica, compleja no solo por su dimensión global y la afectación a prácticamente todos los sectores económicos, sino porque las recetas usadas con anterioridad parecen no tener parangón con nuestra situación actual; el aislamiento y confinamiento aplicado en la mayoría de los países ha provocado el cierre de millones de empresas, con la consabida perdida de empleos y de ingresos para una gran parte de la sociedad. En este punto el desafío para nuestro país es seguir apostando por el modelo actual basado en dos aspectos: a) incrementar el gasto social, a través de transferencias directas en efectivo a las personas y b) la inversión pública en proyectos de dudosa viabilidad económica y financiera como el rescate de PEMEX y la infraestructura energética (Refinería Dos Bocas), ferroviaria (Tren Maya y
Tren Transístmico) y aeroportuaria (Aeropuerto Felipe Ángeles). En este modelo no se vislumbra un plan de apoyo emergente a la planta productiva nacional, salvo pequeños apoyos que pueden mantener la sobrevivencia de algunas unidades económicas, pero no a las empresas y sectores que son motores de la economía y el empleo (turismo, sector restaurantero, construcción, entretenimiento, entre otros). Sin un plan de subsidios e incentivos fiscales, la probabilidad de que se ahonde la crisis económica es muy alta, con los efectos directos en el aumento de la pobreza y desigualdad en este país. Finalmente, un asunto de la mayor complejidad y desafíos que se nos presentan este año 2021 es el proceso electoral. Las expectativas y pasiones que despiertan los procesos electorales en México son ambivalentes: pocas expectativas para una ciudadanía desconfiada y, hasta cierto punto, decepcionada de los partidos políticos y sus candidatos; y altas expectativas para los partidos políticos que pretenden refrendar o conquistar la voluntad de los electores para continuar o cambiar el rumbo del país. Las pasiones que despiertan las campañas electorales, particularmente en el territorio –a nivel de tierra como dicen los expertos electorales- puede variar dependiendo del tipo de elección o en la zona en la que se lleva a cabo el proceso. Lo cierto es que la incertidumbre, temor y molestia que ha generado la gestión de la crisis sanitaria y económica, México se enfila a uno de sus procesos electorales más desafiantes y complejos de la historia, desafiante en cuanto a la organización de elec-
ciones concurrentes (federales y locales) que convoca a cientos de miles de candidatas y candidatos de todas las fuerzas políticas, complejos debido a las limitantes que deberán enfrentar autoridades, partidos , candidatos y electores en un escenario de restricciones sanitarias, riesgos de contagio y, en ciertos caso, nuevos confinamientos. No pinta nada bien el panorama en estas circunstancias; en el centro de la disputa estará sin duda la evaluación que se haga respecto a la gestión de la pandemia y la crisis económica, un terreno peligroso y con consecuencias funestas, si desde el gobierno federal y la oposición partidista subordinan el bienestar general a su estrategia electoral. Por un lado, desde el gobierno federal y sus aliados manteniendo un discurso basado en el voluntarismo del López Obrador que desdeña las opiniones externas tachándolas de golpistas y conservadoras. Esta narrativa puede degenerar en acciones que obstaculicen las soluciones a la crisis de la pandemia, la económica y la electoral, por el lado opositor, sus ímpetus por demostrar el desastre de la presidencia de la República puede llevar a generar mayor desconfianza de la ciudadanía en el proceso electoral o, en el peor de los casos, situaciones de agitación social que impida un buen procesamiento del esquema de vacunación o el apoyo económico de sectores vulnerables. Así, el año 2021 presenta una mayor complejidad de lo que pudimos esperar del año 2020 y sus desafíos, de no ser atendidos con eficacia y sensibilidad política, pueden aumentar los riesgos de una agitación social durante y posterior a las elecciones federales.
POLÍTICA
@jepp_79
Comunicación
*Enrique Paz es politólogo y Maestro en Estudios Políticos y Sociales por la UNAM. Experto en asuntos legislativos, proceso electoral y partidos políticos. Consultor político y asesor en la Secretaría de Educación de la Ciudad de México. Fue coordinador de asesores del Grupo Parlamentario Nueva Alianza en la Cámara de Diputados en la LXII Legislatura. Consejero Electoral Distrital del entonces Instituto Federal Electoral (hoy INE) en los procesos electorales de 2000, 2003 y 2006. Participó como consultor político en campañas electorales de presidentes municipales y diputados federales. Ha sido profesor en los diplomados impartidos por el Instituto Ortega y Gasset en México en materia Educativa y Transparencia y Acceso a la Información.
El inicio de la contienda electoral Carlos Ezeta*
U
na de las prácticas recurrentes que acontece con el inicio de todo proceso electoral es el posicionamiento que buscan los principales actores políticos (personas candidatas, partidos políticos o toda persona física o moral que directa o indirectamente esté involucrada en dicho proceso), de cara a las elecciones en las que se renovarán los poderes legislativo y ejecutivo; sin embargo, en la búsqueda de ese posicionamiento, los referidos actores políticos, en algunas ocasiones pueden cometer actos que transgreden las reglas que rigen la contienda electoral, por lo que no es casualidad que durante el desarrollo de los procesos electorales se presenten diversas quejas con el objeto de inhibir y sancionar este tipo de conductas. El Proceso Electoral Federal 2020-2021 que inició formalmente el 7 de septiembre de 2020 no es la excepción. En efecto, el 30 de noviembre pasado en la conferencia matutina celebrada durante una gira en el estado de Baja California, el presidente Andrés Manuel López Obrador realizó una serie de manifestaciones con las que básicamente criticó la alianza que el Partido Revolucionario Institucional, el Partido Acción Nacional y el Partido de la Revolución Democrática pretenden llevar a cabo para competir en contra del Partido Morena, por lo que hizo hincapié en la importancia de los próximos comicios. Inconformes con lo anterior, el Partido Acción Nacional y el Partido de la Revolución Democrática interpusieron una queja ante el Instituto Nacional Electoral, al considerar que las manifestaciones en cuestión incitan a la ciudadanía a votar a favor del
Partido Morena, lo que vulnera los principios de imparcialidad y neutralidad en la contienda electoral, además de constituir promoción personalizada y uso indebido de recursos públicos; todo ello, en contravención a lo establecido en el artículo 134 de la Constitución federal. Cabe señalar que, en materia electoral, la presentación de tales quejas da origen a los denominados Procedimientos Especiales Sancionadores, cuya naturaleza es biinstancial, ya que por una parte, el Instituto Nacional Electoral es el encargado (entre otras cuestiones) de investigar los hechos materia de denuncia y, por otra, una vez efectuado el trámite respectivo, el expediente del procedimiento es remitido a la Sala Regional Especializada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, quien se encarga de emitir la resolución que corresponda. El procedimiento iniciado en contra del presidente de la República se encuentra actualmente en trámite en el Instituto Nacional Electoral, pero, para lo que a este artículo interesa, es importante señalar que entre las facultades con las que cuenta la autoridad administrativa electoral dentro de dicho trámite, se encuentra la posibilidad de dictar medidas cautelares. En términos sencillos, estas medidas se emiten antes de la resolución del asunto con la finalidad de evitar que las presuntas conductas infractoras continúen realizándose; esto es, para prevenir la posible afectación a los principios rectores en la materia electoral, como aquellos cuya vulneración alegan los partidos denunciantes a raíz de las declaraciones del presidente.
@LicEzetaMacias
En ejercicio de la facultad aludida, el Instituto Nacional Electoral ordenó al titular del Poder Ejecutivo que se abstuviera de efectuar expresiones y declaraciones de índole electoral, así como de utilizar los espacios de comunicación oficial y aprovechar las funciones inherentes a su cargo para esos mismos efectos, lo anterior, tomando en cuenta que están en curso el proceso electoral federal y los procesos electorales locales. Determinación que, sin lugar a dudas, implicó una confrontación directa entre quien funge como árbitro de las elecciones y Andrés Manuel López Obrador y respecto de la cual, independientemente del inicio formal del proceso electoral federal 2020-2021, es dable concluir que marca el comienzo real (en los hechos) de la contienda electoral, puesto que constituye una de las primeras decisiones recaídas a aquellas conductas que buscan el posicionamiento de los principales actores políticos de México. Aunque la historia no concluye aquí. Con motivo de la determinación asumida por el Instituto Nacional Electoral y no sin antes declarar ante los medios de comunicación que tal determinación atentaba contra su derecho a la libertad de expresión, el presidente de la República acudió ante la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que es la autoridad competente para conocer los casos relacionados con la emisión de medidas cautelares y quien el 14 de diciembre de 2020 por mayoría de cinco votos, resolvió revocar las medidas cautelares decretadas por el INE, debido a que aquellas, en atención a diversos precedentes sostenidos por
la propia Sala, no pueden dictarse sobre actos futuros de realización incierta. En otras palabras, no es factible asegurar que el mandatario federal efectuará otras expresiones con un contenido similar al de las manifestaciones denunciadas, aunado a que estas últimas aún continúan en análisis por parte del Instituto Nacional Electoral para determinar si son o no ilícitas. No obstante, la Sala Superior vinculó a las personas titulares de los poderes ejecutivos federal, estatal y municipal a fin de que se apeguen a los principios constitucionales que rigen los procesos electorales, entre ellos, los contenidos en el citado artículo 134 constitucional. Pero, si no es posible asegurar que el presidente de la República realizará manifestaciones de índole electoral, ¿por qué vincularlo a que respete los principios constitucionales cuya vulneración aún no se ha resuelto? ¿Cuál es la diferencia entre dejar subsistentes las medidas cautelares y vincularlo a que respete los referidos principios? Más allá de la respuesta a estas interrogantes, la decisión de la Sala Superior se ajusta a los precedentes que sobre medidas cautelares se han emitido y al mismo tiempo, evita la confrontación directa con quien ostenta el cargo político más importante del país. De cualquier forma, lo único cierto es el inicio de la contienda electoral.
REFERENCIAS 1.1. https://www.te.gob.mx/estrados/
ELECCIONES
*Carlos Ezeta es Licenciado en Derecho por la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México; con estudios de Especialización en Derecho Civil y estudios de Maestría en Derecho Electoral por la Escuela Judicial Electoral del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Cuenta con diversos cursos y diplomados, entre ellos, Diplomado en Análisis Político Estratégico por el Centro de Investigación y Docencia Económicas. Actualmente se desempeña como Secretario Auxiliar en el Tribunal Electoral de la Ciudad de México, en el que en 2019 obtuvo la incorporación a la lista de personas habilitadas para el cargo de Secretario de Estudio y Cuenta de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
México militarizado Carlos Gil*
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esponsables de garantizar la seguridad nacional del país a través de la defensa de la integridad territorial, de la independencia y soberanía de la nación, así como de múltiples tareas de labor social, nuestras fuerzas armadas son las instituciones de seguridad mejor evaluadas por la sociedad con mayor percepción de efectividad y eficiencia en el desempeño de sus funciones. De acuerdo con información del INEGI, a septiembre de 2020, tanto la Marina como el Ejército obtuvieron el 85.9% y 83.6% de percepción de eficiencia en tareas de prevención y combate a la delincuencia, respectivamente, sustentando la aceptación y confianza que la sociedad ha depositado en ellas. Sin embargo, si bien es cierto que dichas instituciones son la columna vertebral de la presente administración para la consecución de objetivos en materia de seguridad pública, los resultados obtenidos a la fecha han dado claras muestras de ineficiencia e incapacidad para resolver los graves problemas de inseguridad que se viven en el país. Lo anterior, de acuerdo con información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Ante la falsa promesa de regresar al Ejército a los cuarteles durante los primeros seis meses del actual gobierno, las fuerzas armadas han sido víctimas de su lealtad, buena reputación, capacidades y profesionalismo, lo que ha derivado en la asigna-
ción de funciones inéditas que van más allá de la seguridad pública cayendo, incluso, en lo irracional. De las más de 24 funciones asignadas a la fecha, destaca la formación de la Guardia Nacional bajo mando militar, combate al sargazo, múltiples proyectos de infraestructura como la construcción del aeropuerto de Santa Lucía, el sistema ferroviario para el Tren Maya, además de 1,600 sucursales del Banco del Bienestar, cuarteles de la Guardia Nacional, termoeléctricas, la administración y vigilancia de puertos mercantiles y aduanas marítimas por parte de la Marina, hasta la distribución y aplicación de vacunas de COVID-19. A todas ellas, se suman las recientes responsabilidades otorgadas por el ejecutivo para la administración tanto de algunos tramos del Tren Maya como de los aeropuertos de Tulum, Chetumal, Palenque y Santa Lucía. Es evidente que la centralización de poderes y funciones en las fuerzas militares obedece a la lógica de compensación por el desgaste histórico en las tareas de seguridad, sin embargo, las improvisaciones tanto en lo político como en lo económico podrían resultar devastadoras para el actual gobierno. En principio, porque el presidente ha depositado en ellos total confianza y libertad para el diseño y ejecución de políticas públicas ajenas a su naturaleza, lo cual podría resultar en graves afectaciones a la imagen y percepción tanto del gobierno como de sus instituciones.
Asimismo, quedan en duda las capacidades institucionales y técnicas tanto del resto del Gabinete como de sus funcionarios para atender y resolver los problemas estructurales del país, además de reafirmar las diferencias y discordancias persistentes entre el sector privado y el presidente, traduciéndose en un panorama desolador y devastador para las expectativas económicas del país. Bajo una óptica meramente técnica, la decisión de segregar al sector privado de las actividades productivas vinculadas con el desarrollo económico por considerar que la intervención militar no estima utilidad económica y por ende, genera una reducción de costos y tiempos de ejecución, desincentiva tanto la atracción de inversiones como la generación de nuevos empleos, impactando negativamente en algunos sectores productivos como el de la construcción, además de evidenciar la falta de planeación, ineficiencia e inequidad presupuestal en la asignación de recursos públicos de forma discrecional para la consecución de las múltiples tareas asignadas. Como si el problema de la inseguridad estuviera resuelto, resulta contradictorio que por una parte se priorice la atención al fenómeno delictivo y por otra, se desvíen recursos humanos, materiales y financieros para atender las nuevas instrucciones del ejecutivo. Bastaría con evidenciar cuántos de los 321,482 elementos que forman parte del
Ejército, Marina, Fuerza Aérea y Guardia Nacional, son asignados a la ejecución de tareas ajenas a la seguridad pública para cuestionar tanto la “naturaleza o razón de ser”, como el protagonismo exacerbado de las fuerzas armadas en la vida pública nacional. En conclusión, sin caer en fatalismos ni en hipótesis dictatoriales, las fuerzas armadas están siendo expuestas a un desgaste innecesario al ser consideradas la única solución a todos los males que aquejan al país. Hacerlo solo evidencia la ausencia de creatividad y capacidad por parte del gobierno federal. Abusar de su histórica aceptación y confianza social podría pasar factura, tanto por el riesgo de opacidad en el manejo de recursos públicos y procesos de licitaciones como por la falta de capacidades técnicas y de gestión. Nuestras fuerzas armadas no merecen ser cuestionadas por nada, ni por nadie. Por ello, si no quieren generar una desconfianza colectiva ni afectar la imagen institucional, al menos deberían tener presente la sabiduría de viejos refranes populares como aquel que dice: “zapatero a tu zapato”; de lo contrario, está decisión podrá ser uno de los más graves errores en la historia de la llamada cuarta transformación.
POLÍTICA
Comunicación
*Carlos Gil es economista egresado del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey. En 2006 cursó el posgrado en Economía, Derecho y Políticas Públicas con especialidad en Análisis Económico del Derecho en la Universidad Complutense de Madrid y el Instituto de Investigación Ortega y Gasset. En 2008 obtuvo el grado de Maestro en Administración Pública por la Universidad de Salamanca de España. Cuenta con diversos diplomados y cursos de especialización en materia de seguridad pública, en Mando Policial, así como en Alta Dirección. Sus áreas de especialidad son gerencia policial, economía de la seguridad pública, y proximidad e inteligencia social. Fue condecorado con la mención honorífica por su destacado liderazgo en las acciones de rescate durante los sismos de septiembre de 2017 y con la condecoración al mérito social por la autoría, diseño e implementación del Programa de Jubilación de Elementos Caninos de la Policía Federal, orientado a reconocer y dignificar la labor y la vida animal. @CGilPartearroyo
Raúl Campos Helio Pareja*
L
a humanidad constantemente se enfrenta al reto de innovar para continuar su desarrollo, de crear algo inédito para progresar. Así, aunque vivimos en el filo de la historia, los creadores utilizan todos los medios para inventar algo único. Ante este hito permanente, hay quienes optan por partir de cero y crear nuevas rutas, abandonando todo punto de partida para redescubrir el mundo, mientras que otros revisan el pasado en busca de elementos que les permitan reconstruir el presente y perdurar en el futuro. Bajo esta última premisa, Raúl Campos ha encontrado en las técnicas clásicas la fórmula para expresarse en un entorno artístico cada vez más contemporáneo, en el que la innovación se balancea en una delgada línea entre la provocación y la creatividad. En su obra, la composición y técnica hacen eco al trabajo de grandes maestros como Caravaggio, Rembrandt, Vermeer, Rubbens o Velázquez; los materiales y el soporte respetan principios básicos de la historia de la pintura, donde el tratamiento del lino, la prepa-
ración del soporte y el paso del tiempo son constantes al momento de crear su universo plástico. Su trabajo resguarda una clara admiración por el mensaje del arte, haciendo que en sus obras la figuración exprese más que momentos, sus piezas cuentan con una intención filosófica y fragmentos de sus pensamientos e ideas. Para Raúl Campos el paso del tiempo tiene un valor muy importante, por eso lo hace tan evidente sobre sus piezas, yuxtaponiendo capas de óleo para generar texturas que posteriormente maltrata, priorizando los ocres y obscuros al momento de crear sus escenas. Así, sus personajes trascienden la paradoja evidente para convertirse en un comentario del artista, no solo se trata de un hombre con un libro en la mano y una venda en los ojos, sino que se refiere a una reflexión sobre el conocimiento y su relación con el ser humano, al poder de las ideas que sientan las bases de la sociedad y sin embargo, la obra está abierta a la interpretación personal, al significado que el espectador pueda tener con base en su cosmovisión, pero el diálogo ya está ahí y ha establecido una relación entre el creador y el observador.
@Helio_hpa
“C onstruyendo sobre los hombros de gigantes” Raúl Campos es un talentoso artista que a temprana edad ha comenzado su camino en la plástica nacional e internacional, inició como estudiante del pintor mexicano Román Miranda para después dirigirse a Florencia, donde estudiaría tres años en The Angel Academy of Art para en 2017 ingresar a la escuela de Odd Nerdrum en Noruega, donde perfecciono su técnica de la mano de quien es considerado el mayor representante del movimiento Kitsch. Desde hace poco más de un año regresó a México para mostrar su trabajo en nuestro país, para crear un nombre propio en la historia de la plástica nacional. En su trayectoria su obra ha sido objeto de cinco exposiciones individuales y parte de más de una docena de exposiciones colectivas en México y el extranjero, especialmente en Noruega, Bélgica, Italia y Estados Unidos, además de ser parte de colecciones privadas como la Borghese Collection, Colección Milenio y el patrimonio del Palacio Nacional en Ciudad de México. Raúl Campos forma parte de los artistas que colaboran en Nuun Galería de Arte, espacio dedicado a la promoción, exhibición y venta de obras de arte de
creadores contemporáneos mexicanos; te invitamos a conocer más de nuestra propuesta artística en la Ciudad de Querétaro o en el Centro Histórico de la Ciudad de Oaxaca.
Sección fija
C U L T U R A
*Helio Pareja, Socio Fundador y Director de Nuun Galería de Arte Querétaro, espacio especializado en la promoción, exhibición y venta de arte contemporáneo mexicano. Desde joven se adentró en la escena plástica oaxaqueña, donde asistió al maestro Amador Montes y desarrollo su pasión por el Arte. Ha sido colaborador en más de una treintena de publicaciones, centrando su discurso en el coleccionismo y la importancia del Arte en la historia de la humanidad.
Rodrigo Díaz*
K
amala Harris es doctora en Derecho por la Universidad de California y ha sido dos veces Fiscal de Distrito, primero en San Francisco y posteriormente fiscal general de California. En 2016 se convirtió en senadora de los Estados Unidos de América, fue la primera afroamericana en conseguir un escaño. Dentro del senado estuvo asignada a el Comité de Inteligencia, al de Presupuesto, al Comité de Medio Ambiente y Obras públicas, al de Seguridad Nacional y Asuntos Gubernamentales. Sus propuestas giraron en torno a reformas de inmigración y justicia penal, aumentos del salario mínimo y protección de los derechos reproductivos de las mujeres. En el 2019 anunció su intención de contender para la presidencia de su país, desde el principio fue vista como una de las principales candidatas, y ya en campaña, paradójicamente, durante un debate primario, tuvo un polémico intercambio con Joe Biden por su oposición a los autobuses escolares en las décadas de 1970 y 1980, entre otros temas relacionados con el racismo; sin embargo, ante las dificultades de que su campaña despegara, en diciembre decidió retirarse de la competencia, pero el objetivo central estaba logrado: Kamala estaba ya en la mente de los norteamericanos y en cualquier canal de televisión, amén de las redes sociales, lo que aprovechó para convertirse en una destacada defensora de la reforma de la justicia social, luego de la muerte de George Floyd, un afroamericano que había estado bajo custodia policial, esto provocó que los demócratas pidieron a su candidato Biden que seleccionara a una mujer afroamericana como compañera de fórmula.1
Apenas en agosto del año pasado Joe Biden eligió a Harris, quien figuraría como la primera mujer de color en ocupar la vicepresidencia de ese país. Pero está visto que Kamala Harris no solo ha sido elegida para mediar la equidad en el gobierno de Biden, pues a lo largo de su vida profesional se ha hecho acreedora a una gran cantidad de premios y reconocimientos, entre los que destacan: • Top 100 Lawyers in California • Most Distinguished Alumni, Howard University • 100 Most Influential Black Americans • “Woman of Power”, Defensora del Año de la Liga Nacional Urbana • 2004, San Francisco Child Abuse Prevention Council Además, ha escrito varios libros: Smart on a Crime (2009), Las verdades que sostenemos (2020) y Los superhéroes están en todas partes (2020). El 7 de noviembre de 2020, Kamala D. Harris se convirtió en la primera mujer afroamericana, la primera indio-estadounidense, la primera persona de ascendencia asiático-estadounidense y la primera graduada de una HBCU2 en convertirse en vicepresidenta electa de los Estados Unidos de América. En su discurso de aceptación, y después de que en redes sociales el aún presidente Donal Trump la llamara “asquerosa”, Harris citó a su madre en una frase que quedaría como sello de su trabajo: “Puedes ser la primera en hacer muchas cosas, pero ase-
gúrate de no ser la última”. En aquel escenario al aire libre dijo “Cuando mi madre vino aquí desde la India a los 19 años, tal vez no se imaginaba este momento, pero ella creía profundamente en un Estados Unidos donde un momento como este es posible. Entonces, estoy pensando en ella y en las generaciones de mujeres: las mujeres negras. Mujeres asiáticas, blancas, latinas y nativas americanas a lo largo de la historia de nuestra nación que han allanado el camino para este momento esta noche. Mujeres que lucharon y se sacrificaron tanto por la igualdad, la libertad y la justicia para todos, incluidas las mujeres negras, que con demasiada frecuencia se pasan por alto, pero que con tanta frecuencia demuestran que son la columna vertebral de nuestra democracia ... primera mujer en esta oficina, no seré la última. Porque cada niña que mira esta noche ve que este es un país de posibilidades”3 Su postura es clara y ella misma la define así: “Sueña con ambición, lidera con convicción y mírate a ti mismo de una manera que otros quizás no te vean, simplemente porque nunca te han visto antes”.
REFERENCIAS 1. https://www.britannica.com/biography/Kamala-Harris 2. Historically black colleges and universities 3.https://www.womenshistory.org/education-resources/biographies/ kamala-harris
Sección f i j a
CULTURA
@Rodr_DM
HISTORIA &
*Rodrígo Díaz es Licenciado en Derecho por la Universidad La Salle. Ha trabajado en el Tribunal Electoral de la Ciudad de México, en la Ponencia de la Magistrada Martha Leticia Mercado Ramírez. Actualmente se desempeña como Profesional Jurídico en la Secretaría Técnica Normativa de la Dirección Ejecutiva del Registro Federal de Electores del Instituto Nacional Electoral.