12
THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY
DOMINGO, 1 DE JUNIO DE 2014
ARTE Y DISEÑO
Obra sobre Ana Frank redescubre otras facetas POR DOREEN CARVAJAL
AMSTERDAM — La historia de Ana Frank ha sido interpretada en el escenario en diversas formas. Ahora llega la simplemente titulada Anne, que presenta un retrato complejo de una adolescente: a veces impetuosa, mimada y solitaria, quien tiene resentimientos contra su madre, se burla de los adultos y disfruta su emergente sexualidad. La nueva obra, en un suntuoso y nuevo teatro junto al viejo puerto maderero de Amsterdam, es mon-
Una niña, mimada y solitaria, que se oculta de los nazis. tada casi 70 años después de su muerte en un campo de concentración, y es parte de una andanada de esfuerzos por parte de Anne Frank Fonds, la fundación de caridad suiza creada en 1963 por su padre, Otto, para moldear su imagen. Como sus derechos sobre los diarios de Ana Frank se vencerán en muchos países en el 2016, la fundación comisionó lo que confía será una producción permanente que podrá viajar a otros países. Rara vez ha sido contada la historia de Ana sin que cause controversia, y esta obra no es la excepción. La fundación suiza, con sede en
Basilea, está trabada en una feroz rivalidad con la organización Anne Frank House, que opera un museo en el anexo secreto de esta ciudad, donde Ana se escondió con su familia judía. Los dos organismos están enfrentados respecto a material de archivo, el papel de la caridad y la preservación del legado de Anne. “¿Quién es dueño de Ana Frank?”, preguntó David Barnouw, historiador y autor holandés. En Basilea dicen, “nosotros somos el verdadero dueño”, y la obra y otras actividades comerciales “tienen que ver con mantener el poder y el legado de Ana Frank”. Antes de que se estrenara la obra, Ronald Leopold, director del museo, dijo con desdén que “Ana Frank no debería ser una agradable salida nocturna” y desaprobó del montaje comercial, con boletos con precios de hasta 75 euros, y sus cómodas amenidades. El museo reconoció algunos aspectos positivos después del debut de la obra, al señalar que le hacía “más justicia a la historia de Ana Frank” porque termina con su muerte en el campo de concentración Bergen-Belsen, a diferencia de la obra original de 1955 sobre ella, en la que la adolescente declara que “la gente es realmente buena en el fondo”. No obstante, se quejaron de que la nueva puesta excluyera a tres amigos que jugaron un papel vital en proteger a los ocho moradores del anexo secreto, y que son tema de una actual exhibición en el museo. La fundación, que ganó una
Rosa da Silva como Ana Frank en Anne, una nueva obra que inicia con su muerte, a diferencia de versiones anteriores.
KURT VAN DER ELST
batalla legal el verano pasado para obligar al museo a regresar miles de documentos históricos y cartas a préstamo, defendió su enfoque. “Tenemos un problema”, señaló Yves Kugelmann, miembro del consejo de la fundación. “Tenemos archivos y somos el heredero universal. Y representamos un libro, que es muy famoso. Así que podemos descansar sobre esos laureles y no hacer nada, o podemos cumplir el deseo de Otto Frank y contar la historia y utilizar los ingresos para fines de caridad”. La fundación, dirigida por el primo hermano de Ana Frank, Buddy Elias, de 89 años, tiene otros proyectos entre manos: dibujos animados, una película alemana, un docudrama y la apertura en el 2016 del Centro Familiar Anne Frank en el Museo Judío, en Frankfurt. La obra se basa en los diarios
completos de Anne, que fueron publicados por su padre en 1947 en Holanda, aunque éste eliminó en ese entonces los pasajes sobre su naciente sexualidad. La pieza, escrita en holandés por Jessica Durlacher y Leon de Winter, explora la vida de los miembros de la familia antes de que se ocultaran y el sueño de Ana de viajar a París. También aborda el periodo en que fueron descubiertos por las autoridades alemanas y las repercusiones, terminando en una escena surreal con la voz de Ana apagándose y un monólogo de su padre, Otto, describiendo el destino de los moradores. La fundación jugó un papel clave en moldear la nueva obra al elegir a los dramaturgos y al productor, Robin de Levita, un veterano de Broadway. Con su compañía, De Levita construyó el nuevo Teatro
Amsterdam en ocho meses. Para el verano, los visitantes usarán tabletas electrónicas que proporcionarán subtítulos o traducción instantánea del original en holandés a más de siete idiomas. De Levita dijo que su intención era crear un “teatro de inmersión”, con el uso de enormes pantallas de 180 grados que muestran cortos noticiosos de Hitler escupiendo odio contra los judíos y la elegante letra manuscrita de Anne mientras los histriones actúan. La caracterización de Ana, por parte de Rosa da Silva, es más auténtica que las versiones anteriores, en opinión de su primo, Elias, quien es actor. “Fue realmente conmovedor ver a Anne como la recuerdo con su vivacidad y alegría”, afirmó.
Avisos sobre material literario causarían inquietud o trauma POR JENNIFER MEDINA
SANTA BÁRBARA, California — ¿Acaso los estudiantes que están a punto de leer El Gran Gatsby deberían ser advertidos sobre “una variedad de escenas que hacen referencia a violencia sangrienta, abusiva y misógina” como propuso un estudiante en la Universidad Rutgers de Nueva Jersey? ¿Acaso cualquier libro que aborde el racismo —como Las Aventuras de Huckleberry Finn o Things Fall Apart (Todo Se Desmorona)— tendría que ser precedido por un aviso de precaución? Universidades por todo Estados Unidos han estado lidiando con peticiones estudiantiles de alertas de que el material que están a punto de leer o ver en un aula podría perturbarlos o, como afirman algunos estudiantes, causar síntomas de trastorno por estrés postraumático en víctimas de violación o en veteranos de guerra. Tales advertencias han sido formalmente solicitadas por la sociedad de alumnos de la Universidad de California, en Santa Bárbara (UCSB), y ha habido peticiones similares de estudiantes en otros planteles universitarios. El debate ha enfurecido a muchos académicos, que dicen que se debe confiar en que los profesores usan el sentido común y que ser
Estudiantes de la Universidad de California, en Santa Bárbara, han pedido alertas en material que podría despertar recuerdos de traumas. MONICA ALMEIDA/THE NEW YORK TIMES
provocadores es parte de su encomienda. Las advertencias, dicen, sugieren cierta fragilidad mental que la educación superior tiene como fin desafiar, no aceptar. “Cualquier clase de norma general es hostil a la libertad académica”, dijo Lisa Hajjar, catedrática de sociología en la UCSB, quien con frecuencia utiliza descripciones gráficas de tortura en sus cursos sobre guerra. “Cualquier estudiante puede solicitar que se le dé algún tipo de cabida a su sensibilidad individual, pero decir que necesitamos algún tipo de enfoque ‘unitalla’ es totalmente equivoca-
do. La suposición allí de que los estudiantes no deben ser obligados a lidiar con algo que los incomoda es absurda o incluso peligrosa”. Bailey Loverin, una estudiante de segundo año en Santa Bárbara, dijo que la idea de tener advertencias en todo el campus le surgió en febrero luego de que un profesor proyectó una película gráfica de una violación. Explicó que ella había sido víctima de abuso sexual, y que aunque no se había sentido amenazada por el filme, se había acercado al profesor para sugerirle que los estudiantes deberían ser advertidos.
“No estamos hablando sobre alguien que voltea la cara de algo que no desea ver”, dijo Loverin. “La gente de repente siente una amenaza muy real a su seguridad, aunque sea percibida. Están atrapados en un salón de clases de donde no pueden salir, o si de hecho tratan de salir repentinamente, el hecho va a ser muy público”. La crítica más vociferante se ha enfocado en advertencias para materiales que tienen un lugar establecido en los planes de estudio. Entre las sugerencias para libros que se beneficiarían de las advertencias están El Mercader de Venecia de Shakespeare (contiene antisemitismo) y La Señora Dalloway de Virginia Woolf (aborda el suicidio). En el Oberlin College, en Ohio, circuló una guía en borrador que habría pedido a los maestros que colocaran advertencias en sus planes de estudios sobre cualquier cosa que pudiera “perturbar el aprendizaje de un estudiante” y “causar trauma”. Varios profesores se quejaron y el borrador fue retirado del sitio en internet del campus. Un grupo especial de docentes y estudiantes realizará una revisión más concienzuda de ello. Meredith Raimondo, subdirectora de la Facultad de Artes y Cien-
cias, dijo que la finalidad de la guía era proporcionar sugerencias, no imponer condiciones a los maestros. “Me opongo rotundamente al argumento de que ‘los chicos hoy necesitan no ser tan delicados’”, afirmó. “Eso no logra ver en lo absoluto la realidad que estamos enfrentando. Tenemos estudiantes que llegan con serios problemas, y necesitamos abordar eso con respeto y seriedad”. Pero Marc Blecher, profesor en
Críticos citan el valor de debatir temas perturbantes. Oberlin, dijo que tal política tendría un efecto escalofriante. “Si fuera un profesor de menor nivel que estuviera analizando esto mientras armo mi plan de estudios, estaría aterrorizado”, dijo Blecher. “Cualquier estudiante que se sintiera provocado por algo que sucedió en clase podría presentar una queja mediante los diversos procedimientos y consejos judiciales y crearía un proceso muy tortuoso para cualquiera”.