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Retroalimentación tradicional y retroalimentación sostenible Retroalimentación entre compañeros o peer feedback Autorretroalimentación o autoevaluación
Tiburcio Moreno Olivos
En cambio, la retroalimentación sostenible consiste en procesos y actividades dialógicas que pueden apoyar e informar al estudiante sobre la tarea actual, al tiempo que desarrollan la capacidad de autorregular su desempeño en actividades futuras. También se puede entender como “la habilidad para mejorar la calidad del trabajo de los estudiantes independientemente del profesor” (Carless 2015, 126).
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◊ Retroalimentación entre compañeros o peer feedback
El feedback de los compañeros, o la revisión entre pares, involucra a los estudiantes en la elaboración de valoraciones sobre el trabajo de otro. Los educandos aprenden mucho durante el proceso de examinar y valorar las tareas de sus compañeros, al identificar las fortalezas, debilidades y áreas de mejora, y al sensibilizarse sobre lo que supone un buen rendimiento y las diferencias entre su trabajo y el de otros. Por otro lado, el feedback entre compañeros suele estar disponible de forma más inmediata y en mayor cantidad en comparación con la aportación del maestro, de quien –aunque tenga más autoridad– su feedback tarda más tiempo en llegar (Carless 2016).
◊ Autorretroalimentación o autoevaluación
Aquí recuperamos la definición de Boud, quien sostiene que la autorretroalimentación es “la participación de los estudiantes en la identificación de estándares y criterios para aplicar a su trabajo y emitir juicios sobre la medida en que han cumplido estos criterios y estándares” (1991, 4).
◊ Feedforward
Es el proceso que sugiere utilizar la retroalimentación para la mejora del desempeño o del aprendizaje en ocasiones futuras: que cada persona se cuestione a dónde va, cómo está yendo y hacia dónde debe ir para que el feedback se convierta en feedforward (Cano 2016). Consiste en aumentar el valor de la retroalimenta-
Fundamentos de retroalimentación
ción del estudiante enfocando los comentarios no solo en el pasado y el presente, sino también en el futuro: lo que ellos podrían aspirar a hacer, o a hacerlo de manera diferente, en la siguiente tarea o evaluación, si han de seguir haciéndolo bien o mejor (Hounsell 2008). Así, el feedforward pone el acento en la información sobre el proceso de aprendizaje realizado, tanto como en las acciones y estrategias que se deberían realizar en tareas futuras.
Los dos elementos principales para guiar a los estudiantes en la producción del trabajo requerido son: (a) las especificaciones de la tarea de evaluación y, (b) la información sobre cómo se evaluará el trabajo. No debe hacerse ninguna suposición sobre cómo se comunica la información: los modos pueden incluir instrucciones escritas, presentaciones orales o asistidas por tecnología y discusiones cara a cara. Todas estas comunicaciones están orientadas hacia el futuro y, utilizando la terminología de Bjorkman (1972), constituyen el feedforward. En este punto, es necesaria una advertencia: la legitimidad de proporcionar a los estudiantes un aviso anticipado de los criterios y estándares de evaluación (como una rúbrica o en algún otro formato) es territorio en disputa (Sadler 2010).
El feedforward se considera como alimentación prospectiva. Es decir, como aquella información útil para el futuro inmediato y mediato, tanto académico como laboral. Supone que los comentarios de compañeros y profesores deben tener implicaciones para la tarea actual y para actividades que puedan realizarse en el futuro, en vez de buscar únicamente una justificación de una valoración. Padilla y Gil señalan que “mientras que el feedback engloba comentarios sobre la labor realizada, el feedforward incluye información que pretende ayudar al estudiante a que en el futuro haga mejor tareas similares” (2008, 471). En vez de observar los errores para corregirlos, lo que intenta es anticiparse a ellos para que no ocurran. En este sentido, la evaluación se convierte en la herramienta más importante para desarrollar competencias (Ion, Silva y Cano 2013).