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retroalimentación a los estudiantes
Tiburcio Moreno Olivos
Información sobre el suministro actual de retroalimentación a los estudiantes
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En pleno siglo XXI, ya no es plausible describir la enseñanza universitaria como un “rito secreto” que se lleva a cabo “a puerta cerrada”. Hoy en día, los programas educativos son públicos, la enseñanza en equipo y la observación de pares son prácticas comunes, y la calificación o nota del desempeño de los estudiantes se somete a varios niveles de escrutinio. Pero la retroalimentación de los alumnos sobre sus tareas y evaluaciones a menudo es mucho menos visible y, comúnmente, no se supervisa. Este proceso es visto como una transacción esencialmente privada entre el estudiante y el profesor en cuestión.
En consecuencia, podemos carecer de un conocimiento compartido de dónde, cuándo y cómo se da retroalimentación a los educandos en un curso o programa determinado. Este vacío tampoco se cubre con el conocimiento derivado de la investigación, ya que los estudios empíricos de retroalimentación han sido, generalmente, a pequeña escala, y se han centrado en las percepciones de los estudiantes y los profesores en un curso particular, en lugar de enfocarse en la sustancia de la retroalimentación (Hounsell 2003 y 2007). Y la poca evidencia que tenemos del volumen y el contenido de los comentarios de retroalimentación en un curso (Ivanic et al. 2000) apunta a una amplia variabilidad.
Por lo tanto, cualquier intento de revalorar la retroalimentación debe comenzar por conocer lo que se sabe y no se sabe acerca del suministro actual, ya sea en un curso particular o a lo largo de un programa educativo. Para la investigación de la retroalimentación se han empleado, básicamente, cuestionarios. Y dado que éstos continúan desempeñando un papel central en el seguimiento de los cursos, en primer lugar habría que revisar lo que los cuestionarios anteriores han dicho sobre la orientación y la retroalimentación. En segundo lugar, revisar la idoneidad de las preguntas que se plantean a los estudiantes en los cuestionarios de evaluación de los cursos. Es fundamental elaborar una amplia gama de pregun-
La retroalimentación ideal puesta en práctica
tas sobre la retroalimentación, ya que los niveles de satisfacción en diferentes aspectos pueden disminuir y aumentar, al igual que los niveles de satisfacción de un año escolar a otro.
También sería valioso revisar qué preguntas se hacen sobre los antecedentes y las aspiraciones de los estudiantes, las cuales pueden influir en sus percepciones de orientación y retroalimentación (Hounsell et al. 2007). En los cursos de primer año, por ejemplo, puede ser importante determinar si los alumnos con ciertos tipos de requisitos de ingreso, o aquellos cuyo primer idioma no es el español (por ejemplo, hablantes de una lengua indígena), responden de manera similar o diferente que sus compañeros. Igualmente, en el primer año o después, es probable que las aspiraciones influyan en las percepciones de la retroalimentación: un estudiante que toma una materia como optativa o externa y busca pasarla cómodamente bien puede valorar la retroalimentación de forma muy diferente de un alumno que necesita obtener una calificación alta para conseguir o mantener una beca.
No obstante, si se quiere lograr una excelente retroalimentación, los cuestionarios convencionales no son la mejor herramienta para obtener información de “grano fino” que se necesita sobre ella. Por lo tanto, se sugiere combinar los cuestionarios con otros medios más abiertos como el uso de correo electrónico, un panel de discusión web, grupos focales o discusiones tutoriales. Se puede solicitar a los estudiantes que mencionen el ejemplo de retroalimentación más útil que hayan tenido durante el último semestre o año académico, y digan cómo y por qué fue tan útil. Además de proporcionar información sobre los tipos de retroalimentación que los alumnos valoran más, este ejercicio también puede servir para identificar buenas prácticas y compartirlas más ampliamente con la comunidad escolar. Así, con el paso del tiempo, se pude ir construyendo un portafolio con las nominaciones de los estudiantes (idealmente, acompañadas de ejemplares de comentarios de retroalimentación de los tutores), lo cual sería