ESPECIAL
VIOLENCIA por razón de GÉNERO EL HACER Y EL QUÉ HACER · Por la Maestra Jhazibe Valencia De Los Santos*
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dentificarla será siempre el primer paso para salir de ella; puede escucharse sencillo pero si no la tenemos identificada, tendremos que realizar acciones que nos permita visibilizarla. Hay tantas formas en que se manifiesta, que termina por ser un monstruo callado e invasivo, normalizado la mayoría de las veces. Finalmente, la violencia machista es un fenómeno que venimos arrastrando social, religiosa y culturalmente, hablando desde siempre. El llamado círculo de la violencia, es una dinámica perniciosa que pone en jaque nuestra libertad y por ende nuestra felicidad en un momento, al no poner límites a nuestra pareja estamos envueltas en discusiones sin fin, el control es innegable hacia nuestro tiempo, dinero y espacios, los celos se hacen presentes, vienen los estallamientos de violencia y de nuevo las promesas y reconciliaciones… ¿Nos suena conocido? Pues bien, lo peor de esto es que regresa y se repite cada vez con mayor frecuencia, en tiempos más cortos y en condiciones más violentas. Supongamos que llega el momento de quiebre, en donde tomamos conciencia de que ya no más, cruzamos la línea que nos aterraba, hemos tomado la decisión de que así ya no queremos seguir viviendo…muy bien ¿Y ahora qué sigue? Sigue el trazar nuestra ruta, que es lo que queremos, que pensamos es lo mejor y cómo podemos alcanzarlo; en ocasiones, es necesario asistencia psicológica profesional para que nos ayude a identificarla, acudamos entonces a una profesional de la salud para que terapéuticamente nos auxilie en este sentido, puede ser consulta privada o bien, acudiendo a otros servicios psicológicos que ofrecen los centros de salud, clínicas y hospitales, instancias especializadas en trabajo con mujeres y organizaciones de la sociedad civil, entre otras. A la par, tenemos que apoyarnos en asesoramientos y acompañamientos jurídicos; el empoderamiento emocional es importante, pero también lo es, el conocer acerca de nuestros derechos, ya sea en materia penal o civil familiar; recordemos que la violencia en contra de las mujeres, niñas y adolescentes es una violación a sus Derechos Humanos, que tiene que ver con muchos aspectos.
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MARZO 2020