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5.2.1 Requisitos para mejorar la calidad gráfica
marca país Argentina | Capítulo 05
litud de su anclaje con su referente - el país - y de la jerarquía institucional de su género, su lenguaje gráfico» (Chaves, 2018: p.33). Por otro lado, al pensar la marca país como signo que identifica a un país lo vinculamos inmediatamente con el concepto de símbolo nacional, entendiendo como tal a los elementos u objetos materiales que por convención o asociación, se consideran representativos y/o pertenecientes a un país. Los símbolos patrios son elementos básicos de representación de la identidad nacional siendo una forma de narrar la historia, cultura e idiosincrasia de un pueblo. La marca país a su vez, al ser pensada y creada como un signo más ágil que los símbolos nacionales, debe poder pensarse para marcar como un sello o para conformar un sistema de identidad nacional.
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Norberto Chaves (2018) afirma que la marca país está condicionada por una serie de requisitos que debe cumplir para mejorar su calidad gráfica. Debe poseer individualidad, la marca país representa un único país y no debe prestarse a posibles confusiones con marcas de otros países. Debe poseer pertinencia tipológica y estilística, es decir, su tratamiento formal debe garantizar jerarquía de sello de autenticidad, por su función legitimadora. A su vez, debe tener capacidad emblemática, es decir, ser pensada a partir de la propia identidad del país, teniendo en cuenta el mundo simbólico que forma parte del imaginario social de la ciudadanía del país al que se quiere representar. La marca país debe ser asumida espontáneamente por el público nacional permitiendo esto una proyección en el exterior eficaz «la comunidad nacional, asumiendo dicho signo como propio, lo proyectará sobre el público exterior como legítimo identificador local» (Chaves, 2018:p.37), y debe garantizar su relación inmediata con conceptos o imágenes preexistentes ya asumidos como propios por la sociedad (colores, iconos, simbología gráfica, siglas, el nombre del país, etc). Por otro lado, debe cumplir con la calidad cultural, ya que en el proceso de su creación se debe tener en cuenta el universo marcario en el cual se inscribirá logrando ser el símbolo de mayor jerarquía institucional y es por ello que debe cumplir con una alta calidad formal «que le asigne el carácter de pieza gráfica culturalmente valiosa, su diseño deberá inscribirlo en un lenguaje gráfico socialmente valorado y respetar rigurosamente las reglas armónicas de dicho lenguaje» (Chaves, 2018: p.39). Asimismo, la marca país debe poseer alta versatilidad, es decir, debe tener la capacidad de adaptarse a todo tipo de registro comunicacional, tanto contextual como de soporte, así como contemplar su larga vigencia sin confundirse con campañas efímeras, siendo pensada y diseñada a largo plazo con un signo estilísticamente duradero que posibilite su trascendencia, para ello, por último, es fundamental contar con el respaldo de los gobiernos de turno. Finalmente, es fundamental entre los requisitos de la construcción del signo visual poseer altos rendimientos técnicos, ya que debe poder apreciarse en todo tipo de tamaños (legibilidad), debe reconocerse en todo tipo de circunstancias de visualización, debe resistir todo tipo de técnicas de reproducción y a su vez, debe garantizar pregnancia, solidez, síntesis formal y cromática, unívocos, pero por sobre todo debe poseer fácil reconocimiento y relación con la identidad del país. ¿Todo esto debe ser capaz de lograr una marca?
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