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El retorno del
QUE ´ SE ´ YO ´
Luis García Montero
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En voz baja, casi susurrada, una charla con el poeta ‘granaíno’ y director del Instituto Cervantes debería ser obligada. La mejor cura para el descrédito, la violencia y la estupidez
Texto ANA PÉREZ Fotografía PABLO SARABIA
´Creo que en convertirse en poeta, como en todo, existe el azar y la vida te va conformando. Mi padre tenía la costumbre de leernos en alto sus poemas preferidos de una antología de Las mejores poesías de la Lengua Castellana. Tuve la suerte de encontrar en casa las obras completas de Federico García Lorca. Ese tomo en Aguilar encuadernado en piel, con papel biblia, que era una manera de invitarte a un mundo sagrado donde las cosas no eran exactamente lo que aparentaban. Y después tuve la suerte de encontrarme con algunos profesores, como uno que bajó un día un tocadiscos para ponernos a un jovencísimo cantautor que había hecho un disco con poemas de Antonio Machado [Dedicado a Antonio Machado, de Serrat]. Y eso hizo que muy poquito después, con el dinero de un cumpleaños, fuera a una tienda a comprarme mi primer libro de poemas, el de Antonio Machado y mi primer disco, el de Serrat. Esos azares te van formando hasta que llega un momento en el que la mejor manera de relacionarte contigo mismo y con el mundo es a través de la poesía. Y uno empieza a sentirse poeta.
´Nuestra única diferencia es que yo soy a ella. Cuando ella terminaba una novela, me escritores compartes muchas cosas. Hemos de Granada y del Real Madrid y ella era del la dejaba a mí. Hemos sido nuestros primeros tenido la suerte de compartir valores literarios. Atleti. Yo, cuando acababa un poema, se lo dejaba lectores y como es normal en una pareja de La poesía que yo buscaba era la que utilizase personalmente el mundo de la realidad, del lenguaje de la gente… Y creo que eso encajó muy bien con el mundo literario de Almudena, con su recuperación de Galdós. Un realismo de significación y profundidad literaria. A partir de ahí, en mi poesía, el amor necesitaba un punto de referencia importante. Yo, desde que en los 80 empecé a hablar de otra sentimentalidad, defendía que la historia no solo pasa por las grandes fechas y acontecimientos políticos; pasa por los corazones, por la manera de decir “soy yo”, “estoy enamorado”, “soy hombre” o “soy mujer”,
“te quiero”... El haber compartido la vida con Almudena me ha dado esa veta amorosa que me ha servido para reflexionar sobre la poesía.
´Una de mis precauciones es no convertirme en un viejo cascarrabias. Porque hay mucha gente que está dispuesta a pensar que los jóvenes son tontos porque no tienen los valores que uno tiene. Bueno, es que quien nació en los años 50 en España no tiene nada que ver con quien ha nacido en el siglo XXI. Tienen otros valores y habitan otra realidad. Otra de las preocupaciones que tengo es no fiarme mucho de los jóvenes que se creen que lo están inventando todo: el periodismo, la poesía, la política. Oiga, la experiencia humana es larga, la memoria es importante, así que vamos a intentar establecer un diálogo y aprender los unos de los otros. Y son precauciones importantes cuando la vida pasa y te golpea, porque a veces pierde sentido, todo pierde importancia y te puedes acabar convirtiendo en un descreído o un cínico. Y frente a eso, tener precauciones es importante y hay que luchar contra el sentimiento de que el mundo es ajeno y que no tiene nada que ofrecerte, porque entonces renuncias a cualquier tipo de compromiso.
´Se está viviendo un muy buen momento de la confluencia entre su gusto por la poesía y el mundo público. Uno tiene un sentimiento, una nostalgia, un poesía española. Hay jóvenes poetas que escriben muy bien y eso se debe a que hay una en el que viven. La poesía siempre ha intentado elaborar la intimidad para exhibirla en dolor y lo cuenta. Y la intimidad pasa a lo público. Fíjate que eso en el mundo de las redes sociales es muy actual y hay esa comunicación entre la intimidad y lo público.
´Una democracia necesita del crédito institucional. Las instituciones son muy importantes porque cuando se deshacen no nace la libertad, sino la ley del más fuerte. Porque hay una idea de la libertad que se parece mucho a la ley del más fuerte, a la del que quiere tener las manos libres para hacer lo que le da la gana. Y, en este sentido, la libertad es un marco bien dibujado para que la gente pueda convivir, según su propia conciencia, en fraternidad y en igualdad. El griterío para lo que sirve es para degradar las instituciones. A un corrupto lo que más le interesa es que haya griterío para que parezca que todos somos corruptos. Y esa idea del todos somos iguales desprestigia la política, las instituciones, y favorece las manos libres del que quiere hacer lo que le da la gana, en beneficio propio.
´Me gustaría que la posmodernidad nos dejara tranquilos. El pensamiento crítico fue muy necesario en un momento donde tomamos conciencia de que la modernidad no estaba cumpliendo sus promesas, de que había conceptos que estaban muy dogmatizados, de que se hablaba en nombre de la libertad y no había tanta libertad. De que había ideas preconcebidas que lo único que servían era para justificar el machismo, el colonialismo, el empobrecimiento de las mayorías. Pero ahora tenemos que ver qué hacemos con el pensamiento crítico, porque puede servir para tomar conciencia, denunciar y arreglar las cosas o puede derivar en que todo dé igual y que haya que deconstruirlo todo.
CHUS CASARRUBIOS PRODUCCIÓN GUILLERMO JIMÉNEZ ASISTENTE DE FOTOGRAFÍA