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culturas

N° 08 Suplemento de

artes y letras

TRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 26 de diciembre de 2004

Perelétegui

CHARO RUANO

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Acaban de publicar nuevo libro y las hemos reunido para hablar sobre cómo escriben y sienten la literatura

En torno a la poesía Mª ÁNGELES PÉREZ LÓPEZ 3 PLÁCIDO / ¡QUÉ BELLO ES VIVIR! Enfrentamos dos universos lejanos pero unidos por su carácter de cine navideño.

8 PL*XI*GLS La editorial Astiberri publica la última obra de Jali, autor de un cómic de apariencia áspera y con una lírica gótica


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TRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 26 de diciembre de 2004

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n este número reunimos a dos poetas con la excusa de la publicación de sus nuevos libros y con la intención de hablar de poesía y l i t e rat u ra. Mª Ángeles Pérez López (La au sente) y Charo Ruano (Sobre el cansancio) se expresan de manera diferente pero encuentran elementos comunes en su manera de co n cebir la escritura y también en su labor divulgat i va, que ejercen en la Unive rs id ad de Salamanca y en distintos medios de comunicación –entre ellos este suplemento– ,

respectivamente. Las dos se esfuerzan en dotar a sus poemas de la palabra justa, despoj ada de todo lo demás, ante una superabundancia de palabras y signos que nos rodean pero que muchas ve ces no comunican. Defienden la palabra y son conscientes de su uso, de que es la materia prima de su trabajo, pero a la vez re co n o cen su peso, «una doble espada que te salva pero que también te hiere», según Charo Ruano. Coinciden también en que la pasión por la literat u ra se co n t agia y sólo

Recortes 1 LA CRÍTICA CRITICA Hace un par de semanas se habló aquí del ‘caso Echevarría’, el crítico literario de ‘El País’ ‘congelado’ por poner a caldo un libro de Bernardo Artxaga publicado por una editorial del grupo. Echevarría se desquita en una entrevista en ‘Periodista Digital’: «La dirección de El País hace ya demasiado tiempo, demasiado, que está en manos de algunas personas que no merecen ese puesto y que salvo excepciones, son las responsables más directas de la trivialización y la manipulación del periódico». Un grupo de escritores, entre los que se encuentran Mario Vargas Llosa, Sánchez Ferlosio o Juan Marsé, encabezan una carta, firmada por 74 personas, en la que manifiestan su «preocupación por la posibilidad del futuro ejercicio libre de la crítica en las páginas de ‘El País’». Un suplemento cultural parece inocuo, pero no lo es.

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INTERNET Y LA INDUSTRIA CULTURAL Hay otras lecturas interesantes sobre el asunto. Íñigo Sáenz de Ugarte, periodista de Tele5, enfoca el caso hacia el poder de la prensa tradicional frente a internet: «Va a ser verdad que Internet ha puesto fin al dominio absoluto que los medios de comunicación han tenido siempre sobre la libertad de expresión. Estoy hablando de la capacidad de comunicar información a un alto número de personas y, por tanto, de influir en el debate político y social. El caso Echevarría ha demostrado que los periódicos ya no pueden enterrar debajo de sus alfombras algunos de los problemas que hasta ahora solían ocultar a sus lectores». Bob, autor de ‘Lector ileso’, matiza una idea del propio Echevarría, que afirma que la industria cultural está sustituyendo a la cultura propiamente dicha: «Qué manía con la Cultura. La Cultura no da dinero. Ni tiene propietarios. Ni nombres. La Cultura nos pertenece a todos, aunque cada día a menos. Los libros no son Cultura. El cine no es Cultura. Los museos no son Cultura. El teatro no es Cultura. Cultura es lo que hacemos con ello. Los libros, el cine, los museos, el teatro, los Cds, la Modern Tate y el Museo Thyssen, son Industria Cultural.

así se trasmite. También en este número una revisión a dos clásicos del cine navideño, aparentemente co n t rapuestos y que ofre cen una visión de las sociedades en que fueron cre adas: el optimismo individualista de ¡Qué be llo es vivir! y la mordaz crítica a la hipocresía social que cada navidad sienta un pobre a su mesa de P l á c i d o. Adivinen cuál de ellas caerá estos días en su cadena de televisión favorita. Reseñamos también la obra de Jali, uno de los más interesantes autores de cómic.

Antonio Marcos Bienes de consumo digestibles». Quizá esté bien abrir un debate, siendo conscientes de que necesitamos a la industria cultural para que la cultura siga viva: saber qué tipo de cultura produce esta industria y ejercer una crítica sobre ella.

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PRODUCTORES E INTERMEDIARIOS CULTURALES Ignacio Escolar es periodista y también músico. Esta segunda condición le convierte en socio de la SGAE, como a todo el mundo. Desde su sitio en internet (Escolar.net) lleva tiempo oponiéndose al modelo de gestión de los derechos de autor que monopoliza una de las empresas más rentables de este país. «Mientras las grandes discográficas (los socios de AFYVE) no pagan derechos de autor más que por disco vendido, la Sociedad General de Autores y Editores no permite que ningún grupo o sello independiente fabrique en España Cds sin que antes paguen la factura por los derechos de toda la tirada. Da igual que luego no los vendan o que los autores en cuestión no sean socios de esta entidad de gestión. Tienes que pagar a la SGAE por adelantado para que haga de intermediario entre tú y tú mismo y después te devuelven el dinero... menos la correspondiente comisión. Que yo sepa, ninguna fábrica duplica el máster si no se presenta antes la factura de la SGAE». Es decir, nadie que quiera grabar un disco en un sito que no sea la tostadora de su ordenador se libra de pagar, por lo que imposibilita o al menos se dificulta gravemente la autoedición. No parece algo que favorezca demasiado a la cultura, ¿verdad?

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LA FIEBRE DEL MP3 Teniendo este negocio en las manos, es fácil de entender la persecución de lo que llaman ‘piratería’. Mientras, el regalo de las navidades es el reproductor de mp3. El ‘ipod’ de Apple lleva ventaja en el mercado: no sólo causan furor el aparato en sí y la posibilidad de llevar toda tu discoteca en el bolsillo, sino sus campañas publicitarias. La tecnología parece ir de nuevo por delante de las estructuras que impiden el uso público de la cultura.

El Cartoon Art Museum, en San Francisco, es el único museo de Estados Unidos dedicado a conservar y difundir la historia del cómic. Desde 1987 han organizado más de noventa exposiciones y veinte publicaciones. A la izquierda, página de Chris Ware en la exposición ‘Selections from McSweeney's #13’. (Leído en ‘Noelio’) La estética publicitaria del ‘ipod’, con sus siluetas negras sobre colores planos, se está convirtiendo en una plaga. iPod My Photo es una empresa que se dedica a adaptar el estilo a cualquier fotografía, y parece que se están forrando. ¿El reproductor de mp3 acabará con la vida del CD como el compacto terminó con la cassete? Project C-90 cuenta con una galería exhaustiva de cintas para disfrute de arqueólogos tecnológicos y de románticos.


CINE

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Fotogramas de ¡Qué bello es vivir! y Plácido. A la derecha, cartel de Plácido

Navidades en blanco y negro ¡Qué bello es vivir! y Plácido, dos versiones de la Navidad en el cine. Mientras Frank Capra aprovecha un cuento navideño para exaltar una filosofía individualista, Luis García Berlanga y Rafael Azcona proclaman la hipocresía de la sociedad franquista y la falsedad de estas fechas. ❯ Miguel Á. Refoyo

mpre g n ados por una gl o b a l iz ación norteamericana que impone iconos y prescribe conductas y directrices en cualquier campo, en los últimos años se ha puesto de moda acudir como representación fílmica navideña a la gran película de Frank Capra ¡Qué bello es vivir!, cinta que los norteamericanos (y más de medio mundo) revisita anualmente para asistir a un recorrido por la vida de un buen hombre, altruista sin límites, llamado George Bailey. Si bien es cierto que Ca p ra dio al cine las más preciosas y amables pro c l amaciones de buenos pro p ó s i t o s , con tra b ajos de una hondura y emoción que, más allá de cualquier crítica sobre su posible repleción edulcorante, representan cine irre p e t i b l e, también lo es la necesidad de reivindicar la película española navideña más importante de todos los tiempos, esa obra maestra del cine ‘azconiano’ como es Plácido, admirable celuloide que, con el paso de los años, está empezando a enco n t rar su importancia en un zócalo genérico navideño donde las producciones americanas pare cen quere r decir que esto de la Navidad es cosa de yanquis. ¡Qué bello es vivir! acopia en su metraje unos va l o res humanos y espirituales donde la amistad, el amor, la generosidad y la solidaridad empapan un cine de corte fant á s t i co, fabulesco y moral. La situación de Estados Unidos durante la época hace pensar que el mensaje subvertido de la historia de los Bailey era una excusa para lanzar

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una crítica al ‘New Deal’ de Roosevelt, ya que tras el aparente simplismo con que está contada esta tierna historia, podemos apreciar la oscuridad fantástica de un Capra que transcribe sus verdaderas intenciones bajo el más puro cuento de Dickens para hablar entre líneas de una filosofía individualista, de un hombre cuya generosidad ha convertido su vida individual en un fracaso. Por su parte, Luis García Berlanga, apoyado en un pro d i g i o s o guión de Rafael Azcona, apuesta por una historia adherida a la realidad de una etapa donde la hipocresía es el arma caritativa que dife rencia los estratos sociales del m o m e n t o. Berl a n ga purga aq u í cualquier atisbo de trasfondo amable, conciliador, que había caracter i z ado su cine hasta el momento para dedicarse, desde esta joya de n u e s t ro cine, a re c rear (en palab ras de Román Gubern) «un sainete con cianuro». En Plácido no hay espacio para la bondad, ni para camuflar los buenos sentimientos en una oda a la misericordia navi-

deña. Todo es una pro c l a m ación de la fa l s e d ad de estas fechas. La re p re s i va sociedad clasista de la época está reflejada en un entorno cotidiano y localista, que tuvo por título ‘Siente un pobre en su mesa’. Una campaña real que sirve para abrir los ojos a un microcosmos social que obliga a los ricos a tener un acto de buena fe con los más desfavo recidos. El ejercicio de caridad, a diferencia de en ¡Qué bello es vivir! está fo r z ad o, como ac t o exigido de cara a la galería, un vendaval de apariencia que arrastra al pobre Plácido, un pobre hombre al que utilizan con su recién adquirido motocarro que paga no sin esfuerzo letra a letra. En ambas películas está muy arraigada una ambivalencia capciosa. Capra defendía unas ideas y aportaba sus argumentos para d e m o s t rar sus tesis políticas y Berlanga ofreció en su mejor etapa una hábil manera de camuflarse con ficticios sainetes co s t u mbristas en los que se podía apreciar una subversiva crítica a la sociedad del momento. Ambos

realizadores confluyen en el prototipo de obras inofensivas y amables, pero en el fondo suponen sendos ejercicios de funambulista para hablar de otros problemas sociales más importantes. Antihéroes anónimos En esa co m b i n ación de intereses es donde se ensamblan las personalidades de George Bailey y Plácido, dos personalidades parejas que sirven de beneficio para la comunidad que les rodea, ya que ambos re p resentan a antihéroes anónimos e historias de progresión de sacrificio en pos de los demás. A pesar de ello, ¡Qué bello es vivir! se antoja como una ilusión alegórica, utópica, irreal, exce s i vamente mora l i z ada para un ‘ h a p pyend’ que en P l á c i d o co nsiste en irse a casa con la familia a comer lo que bien se pueda. Si Capra sofistica su pueblo, su doble juego de pasado y presente altern at i vo en el que el co n formismo natural de la comunidad, tampoco varía mucho en la vida de un George Bailey que hubiera nacido en

Bedford Falls o en el siniestro Po ttersville, Berlanga borda un tono coral de la narración donde no fa lta la ironía, la mala hostia, la presencia de la muerte y su pre ferencia por las clases medias. La abismal dife rencia entre ambas visiones de la Nav i d adestá en que mientras ¡Qué bello es vivir! u t i l iza la festividad como entorno de co m p rensión y ex p i ación de los erro res, Plácido la delimita, con su rechazo a lo fantástico y ornamental, a una re a l i d adfiel y rigurosa co n f i n ada a la incomunicabilidad at e r radora del español medio de los 60. Un aspecto que co ncuerda con la segunda parte de la cinta de Capra, convertida en una a p a ratosa pesadilla de corte expresionista y de impacto humano. C o m p o s t u ra que, en manos de Berlanga no puede por menos que convertirse en una comedia negra llena de cínico sarcasmo. Dos películas que nada tienen que ver entre sí, pero que mere cen un vis i o n ado en estas fechas como comprobación de todas las aristas posibles del período navideño.


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Mª ÁNGELES PÉREZ LÓPEZ

«Vivimos un tiempo de inflación verbal» ❯ Antonio Marcos

Ch. Ruano: Hay algo que salta a primera vista en tu libro y son los comienzos de los poemas, con ve rsos absolutamente pro d i g i osos. «Me declaro la ausente», «El niño mira al cielo y se detiene»... Es algo muy contundente. So m o s muy castellanas en nuestra fo rma de ex p resión, un deseo de buscar la palabra precisa, rotunda. M.Á.P. López: ¿Defines eso como castellano? Ch. Ruano: Buscamos la palabra despojada de todo lo demás y creo que ésa es una condición muy de los poetas de Castilla. En mi último libro, la palabra está desnuda. También admiro mucho la manera en que co n o ces toda la poesía latinoamericana, incluso a ve ces utilizas términos que son nuestros pero que aquí hemos dejado de usar. M.Á.P. López: Dudaba si emplear comillas para resaltar ver-

e conomía expresiva extraord i n aria, austera. Tus poemas son más cortos, usas el ve rso de cinco sílabas, pero tenemos un ritmo determinado y buscamos que no haya ningún elemento superfluo. Y es muy importante, porque estamos en un tiempo de inflac i ó n verbal. Ch. Ruano: Hay tantas imágenes, tantas palabras, tantos discursos que de repente necesitas lo esencial. Me agobia la verborrea. M.Á.P. López: Se pro d u ce la paradoja de la incomunicación en la era de la comunicación. Estamos rodeados, envueltos en palab ras, pero muchas ve ces no comunican nada auténtico. La poesía se nos revela tan necesaria porque es el espacio donde las palabras huecas no tienen cabida, ningún poeta se las va a permitir ni tampoco ningún lector. Hay que ser muy consciente del peso de las palabras. Ch. Ruano: Hay que quedar-

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El poeta ofrece siempre un buen testimonio de su tiempo porque sobre su piel se depositan las capas que van dejando los

sos que son préstamos dire c t o s de otros poetas, como en el caso de Vallejo o Ramos Sucre. Pe ro quizá tendríamos la necesidad de poner todas las palabras en cursiva por la cantidad de deudas que una tiene con las palabras de otros. En tu libro consigues que sólo una palabra defina todo el poema, que gravite alrededor de ella. Eso muestra una conciencia muy precisa de la lengua, con una

se con la esencia, ahora se grita muchísimo en todas partes, en la prensa, en la radio, la televisión... Culturas: Y se da una exhibición de la intimidad. En la poesía también se pro d u ce una comunic ación de lo íntimo, pero co n otros códigos... Ch. Ruano: Yo me acojo a lo que dijo To r rente Ballester: «Todo lo que está en la poesía estuvo antes en la realidad, nada de lo

que está en la poesía estuvo así en la realidad». Es un discurso íntimo que co r responde a un momento de cierta mad u rez, en el que tienes que asumir algunas pérdidas, en el que has tenido dolores, amores, desamor... pero el f i l t ro de la poesía, la co r re cción, la técnica del verso, lo convierten en otra cosa. M.Á.P. López: Hay un equilibrio complejo entre la creación de una voz, la figura a través de la que se habla, la dimensión real, el tiempo y el lugar, en el que se ancla. Es una intimidad que se ofrece en la medida en que se siente solidaria, que puede ser compartida, que también fo r m a parte de los otros. Hay experiencias en estos poemas que tienen que ver con una mirada humana que es atemporal. Ch. Ruano: Hay que salirse f u e ra para co n t a r, tomar co nciencia de algo y gritárselo a los demás, de alguna manera te co nviertes en la voz de otros. Siempre que cuentes desde dentro, el poema no te va a salir bien. Lo otro es el diario, las páginas que escribieron nuestras abuelas, que no pudieron ir más allá porque no las dejaron. M.Á.P. López: Se entra dentro de una tradición, se le da forma de libro. Es algo tuyo, pero a la vez es ajeno. Ch. Ruano: El libro reclama un espac i o. Un libro en un caj ó n

La ausente y S o b re el cansancio son los dos nuevos libros de M poéticas con una trayectoria más sólida de nuestro entorno. En concebir la escritura, el significado de la poesía frente al exc

Voz femenina y el discu

Mª ÁNGELES PÉREZ LÓPEZ La ausente Diputación Provincial de Cáceres. Colección abeZetario, 2004 75 pp.

❯ Ambas coinciden al hablar de la existencia de la literatura femenina. «Hay literatura, punto». Charo Ruano sostiene que «por supuesto que hay una literatura de mujeres, porque hacemos las cosas de una determinada manera, pero eso no puede utilizarse en términos cualitativos. Creo que hay miedo por parte de algunos hombres escritores, porque es pastel para repartir es pequeño». Mª Ángeles Pérez López afirma que «igual que Vallejo escribía como peruano y exiliado, se escribe como mujer, con unas determinadas experiencias vitales, sensoriales y corporales». Ambas ponen como ejemplo el reciente discurso de Pilar Manjón, portavoz de las víctimas del atentando del 11-M, ante la comisión de investigación parlamentaria. “«Con su aparente fragilidad, habló como mujer, como madre, y los parlamentarios se quedaron


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CHARO RUANO

«La palabra es una espada que hiere y salva»

Fotografía: Perelétegui

ª Ángeles Pérez López y Charo Ruano, dos de las voces esta conversación hablan sobre sus obras, su forma de eso de palabras y de la divulgación de la literatura.

curso de Pilar Manjón

mudos, acostumbrados como están a no callarse nunca», explica Ruano. «Sorprendió por ser un discurso contundente y delicado, que nace de la cabeza pero también del cuerpo, con una mezcla de emociones, inteligencia, sensaciones... y eso es irrebatible», dice Pérez López. La ausente es su última publicación en una trayectoria con títulos como Tratado sobre la geografía del desastre (México, 1997), La sola materia (Alicante, 1998) y Carnalidad del frío (Badajoz, 2000) y la ‘plaquette’ El Ángel de la ira (Zamora, 1999). Charo Ruano ha publicado Hicimos de la noche un largo poema (1984), Luna tras luna (1989), La cálida quietud de la tristeza (1991), La frontera (1993), Los rostros de la huida (1996) y Frente al azar de otros amores (2000). Próximamente, Amarú reeditará su libro para niños Catalina lina luna (1993).

CHARO RUANO Sobre el cansancio Amarú Ediciones. Colección Mar Adentro, 2004 78 pp.

es un peso muerto espantoso, tira hacia abajo de ti. Cultura s: Vosotras nunca habéis tenido problemas para publicar... Ch. Ruano: En poesía no importa donde publiques. El lector buscará el libro, es optimista, sigue pidiendo, mirando, re co m e ndando a los demás. Me gustaría que el público adolescente entrara en la poesía, tenemos que co nquistarle. M.Á.P. López: Las pequeñas editoriales, fundaciones... editan auténticas joyas, arriesgan más. El lector de poesía es fiel, no se preocupa por la novedad o el éxito, sino que se fía más del criterio de otros lectores. Cultura s: Compartís además, una tarea didáctica, divulgat i va , María Ángeles como profesora en Filología y Charo con su programa en Te l evisión Salamanca y su labor crítica. M.Á.P. López: Escribir ayuda a hace rl o, se comparten cosas con el autor que se está analizando, no se ve como algo ajeno. Existe un cierto riesgo de perder objetividad, pero creo que lo importante es co n t agiar el entusiasmo. Ch. Ruano: La única manera de trasmitir la literat u ra es co ntagiar. Yo podría pasar incluso sin escribir, pero jamás sin leer. No h ay nada mejor para mí. Hay quien me dice que siempre hablo bien de los libros: ¿para qué voy

a hablar de los que no me gustan habiendo tantos buenos? M.Á.P. López: Intento decirles a mis alumnos algo que no puedan escuchar en otro sitio. Y esto también está en la poesía. Es el espacio donde se dice lo que no se puede decir en ninguna otra parte, y esto es necesario. La novela, por ejemplo, no tiene esto. Ch. Ruano: Cualquier novelista moriría por escribir un poema perfecto. M.Á.P. López: A mí tampoco me hubiera importado escribir la última novela de Laura Restre p o, Delirio, es magnífica... Ch. Ruano: Recuerdo haber leído a Lo rca cuando era pequeña. No sabía qué significaba aquel l o, pero me sonaba... Fue un deslumbramiento absoluto. Empecé a escribir con doce años, pero me daba una vergüenza horrorosa. M.Á.P. López: Además, la poesía es hecho verbal, el poema no lo puedes parafrasear ni re s umir, es palabra sobre palabra. Yo

puedo vo l ver y vo l ve r. Lo rca en una época, Cernuda en otra, Pe ssoa, Fonollosa, los sonetos de amor de Shake s p e a re, Va l e n t e, Gamoneda, un poeta totalmente despojado... M.Á.P. López: Es maravilloso cómo te puede acompañar un vers o, una palabra servirte de cómplice. Quizá es imposible hacer literatura hoy sin la conciencia del material co n c reto con que se tra b aja, que es la palabra. Hay a l go co n t rad i c t o r i o, por un lad o la boca es el animal de la cara, por o t ro es necesaria. La palabra no te salva de tus pérdidas, pero la necesitas. Quien escribe sabe qué está haciendo en relación a las palabras. Ch. Ruano: Eso es un conocimiento progre s i voque te va dando y también te va pesando. Te salva y te hiere. Es como una doble espada que siempre está ahí. Quisieras leerlo todo, verlo todo, pero también volver a descubrir poemas o autores que ya conoces.

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La única manera de trasmitir la literatura es contagiar. Yo podría pasar incluso sin escribir, pero jamás sin leer. Nunca hablo de los libros empecé algo más tard e. Descubrí a Alberti en un momento en que estaba desubicada, obligada a estudiar ciencias en el instituto. Después fui escribiendo y leyendo a poetas como Vallejo –el problema con Vallejo es hasta qué punto él ya explica mucho de lo que eres–, Valente, Gil de Biedma, San Juan... Ch. Ruano: Cernuda y Gil de Biedma son los poetas a los que

M.Á.P. López: ‘La ausente’ es una figura que escucha lo que dejan los demás. Hacemos nuestro lo de alre d e d o r, con una sensación de fagocitarlo todo, incluso a las personas que están próximas a nosotros. El poeta ofrece siempre un buen testimonio de su tiempo porque sobre su piel se depositan las capas que van dejando los demás, y al final se queda con lo esencial.


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NOVEDADES

El sueño de Monturiol MATTHEW STEWART El sueño de Monturiol Taurus, 2004 416 pp.

❯ En la cautivad o ra Barcelona de mediados del siglo XIX, el revolucionario socialista utópico e ingeniero autodidacta Narcís Monturiol sueña con crear un aparato capaz de nave gar bajo el agua. Tras muchos avat a res, su sueño se hace re a l i d ad al inventar el primer submarino plenamente operativo del mundo. Matthew Stewart nos cuenta cómo Monturiol, a pesar de care cer de fo r m ac i ó n científica, logró crear en 1859 un prototipo capaz de sumerg i rse a dieciocho metro s . Sin embargo, sus tentativas de que el gobierno financiara su invento naufragaron porque «no tenía ninguna utilidad práctica». No por ello desistió de su sueño y Monturiol pidió ayuda a artistas, poetas y músicos de Barcelona para movilizar a la ciudadanía y conseguir financiación. Cinco años después, botó el ‘Ic t í n e o’, el primer submarino auténtico, el más avanzado de su época con un sistema exclusivo para eliminar el dióxido de carbono y reponer el oxígeno en el interior de la cabina. Pero El sueño de Monturiol es mucho más que la historia del primer submarino. Es también la fascinante historia de las utopías socialistas, de los cambios sociales del s i glo XIX, y de la revolución urb a n í s t i c a que vivió Barcelona tras derribar las antiguas murallas de la ciudad. Con una magistral combinación de erudición y brío literario, Mat t h ew Stewart re co n s t r u yeel sueño de un genio casi olvidado que propugnó un encuentro entre la ciencia, el compromiso social y la cultura.

La gran obra de la gastronomía VARIOS AUTORES Larousse Gastronomique en Español Larousse, 2004 1232 pp. / 100 euros

❯ Referencia única en materia de cocina y ga s t ronomía, las 1.232 páginas del Larous se Gastronomique en Español presentan 3.000 re cetas, más de 400 firmadas por los más prestigiosos chefs de la cocina internacional (Alain Ducasse, Alain Dutournier, Pierre Hermé, Jacques Le Dive l l e c, Joël Robuchon, entre otros) y española ( Ferrán Adrià, Andoni Luis Adúriz, Hilario Arbelaitz, Sergi Arola, Juan Mari Arzak, Martín Berasategui, Joaquín Koerper, Toño Pérez, Paquita y Lolita Rexach, Joan Roca, Carme Ruscalleda, Santi Santamaría, Gerh a rd Schwaiger, Pe d ro Subitjana y Benjamín Urdiaín), con un jugoso prólogo de Santi Santamaría.

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Jiménez Lozano arriesga su i n t e rpretación del mundo actual y no duda en denunciar situaciones inadmisibles

Desangelada alegoría del mundo moderno o hay duda de que José Jiménez Lozano es uno de los más eximios representantes del humanismo cristiano, entendido como una actitud vital y cultural alejada de cualquier co ndición rancia o trasnochada. Dueño de una vasta cultura, integrada por sólidas referencias a todas las artes, la obra de Jiménez Lozano desprende siempre un sorprendente aroma intelectual. Nada importa el género en el que el escritor se manifieste: desde una colaboración periodística a un libro de ensayo (pasando por re l atos, poesía o novelas), el aroma cultural está siempre pre s e n t e en sus páginas. Como lo está el paisaje castellano, un símbolo excelso más que un escenario convencional. Como toda obra apoyada en un sustrato universal, la de Jiménez Lozano mantiene una coherencia invariable, que se va enriqueciendo con cada una de las nuevas aportaciones. En ninguna de ellas falta la conexión entre el pensar más clásico, como es el de la Biblia, y la situación del mundo moderno, contemplado en Carta de Tesa con intensa desesperanza. Carta de Tesa continúa la estela argumental de La boda de Ángela (l993). Han muerto los padres de la familia Lizcano-Soldati, pero su presencia espiritual tiene en ocasiones una fuerza superior a la física. Los derro t e ros humanos de los miembros de la familia sirven de referencia argumental. Como sirve también de esencia humana Luzdivina, la vieja sirvienta, conocedora de todas las vidas y celosa guardadora de todos los recuerdos. Símbolo de los hidalgos castellanos, la criada lleva sobre sí buena parte del peso de la trama. La novela narra un suceso dramático, pero de mínima rentabilidad literaria en apariencia: el narrador cuenta en una larga carta a Tesa, médico en América Latina, la agresión sufrida por su amiga María, profesora en un instituto. Unos alumnos la han golpeado de forma brutal con una piedra. El dra m á t i cosuceso le sirve a Jiménez Lo z ano para pergeñar una alegoría desolada de los jóvenes actuales, nuevos bárbaros, a los que apoya y defiende un amplio sector social que ha perdido el norte del sentido de la moral. Los personajes de La boda de Ángela pasan a ser símbolo de nuevos sufrimientos. Su trayectoria personal enriquece la novela, especialmente

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JOSÉ JIMÉNEZ LOZANO Carta de Tesa Seix Barral, 2004 216 pp. / 15 euros

con la marcha a América de Tesa, monja en la novela anterior. Su labor en tierras americanas le permite al novelista enriquecer la narración con la visión americana, en la que no faltan parecidas situaciones de tristeza y desencanto. Fiel a su pasión por el paisaje castellano, el autor recrea una vez más espacios que tienen valores claramente metafóricos, escenarios psicológicos que le permiten visiones ‘azorinianas’ de gran belleza. Jugando con los versos de Constantino Kavafis, Jiménez Lozano se acerca al mundo de las ‘tribus urbanas’, nueva forma de barbarie. Incluso, da un paso más, aprovechando el término del ‘cornezuelo’ como denominación de las nuevas drogas. El cornezuelo, hongo parásito del centeno, que tuvo gran desarrollo en el cereal de Castilla en los años de la posguerra. El hongo (al que la tradición popular le atribuía efectos alucinógenos, pero también medicinales) es el símbolo del que se sirve el novelista para aludir a estos nuevos bárbaros. A pesar de la rabiosa actualidad que presenta el suceso narrad o, el presente mantiene una intensa relación con el pasado. De una forma sutilísima, Jiménez Lozano actualiza los recuerdos de la familia Lezcano y, sobre todo, las opiniones de los padres. La madre, recuerdo de casta hidalga y culta, adorada por los hijos en el pasado, toma nueva vida, lo que le permite al novelista hace r más plástico el contraste entre una cultura humanista que desaparece y una nueva forma de vida incomprensible. La brillantez de Carta de Tesa no debe, sin embargo hacer creer a cualquier lector que se halla ante una novela de trama apasionante en la línea convencional. Jiménez Lo z a n o arriesga su interpre t ación del mundo actual y no duda en denunciar situaciones inadmisibles. Por ello, la lectura debe hacerse aceptando este leng u aje simbólico, de clara alegoría y re ferencias cargadas de presagios. El final de la obra, con la descripción de la última barbaridad, es la co n f i rmación de todos los temores. El pasado ha sido mancillado de forma brutal en el presente. Qu eda por tanto un futuro cargado de oscuros pre s agios. De negros nubarrones que enturbiarán el cielo castellano, tan azul en otros fragmentos de la obra de Jiménez Lozano. Nicolás Miñambres


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LIBROS

culturas❮❮ 7 NOVEDADES

La evolución del fútbol JOHN CARLIN Los ángeles blancos. El Real Madrid y el nuevo fútbol Seix Barral, 2004 448 pp. / 17 euros

RENÉ MAGRITTE: Los Amantes, 1928

Veinte mil años de amor ajo este título que puede parecer sospechoso, Dominique Simonnet (jefe de redacción de ‘L’ Express’ y coautor de La historia más bella del mundo y de La historia más bella del hombre) interroga a nueve intelectuales (unos son historiadores, otros novelistas) sobre el amor, el sexo y el matrimonio en la época de la que cada uno es especialista. Jean Courtin (‘El chamán del fin del mundo’) se centra en la prehistoria. «Nunca he logrado comprender –nos dice– por qué los últimos cazadores-recolectores, hombres del mesolítico que vivían en un clima templado y co ntaban con recursos abundantes, abandonaron la caza y la pesca y se dedicaron a desbrozar los bosques, a cavar el suelo, a exponerse a todos los azares de las cosechas». Fuera cual fuera el motivo, «el neolítico inauguró el principio de las obligaciones femeninas. Y es probable que los sentimientos y la sexualidad (...) se hayan normalizado en estos tiempos y que entonces nacieran y se desarrollaran el rapto, la violación y la esclavitud». Paul Veyne (‘La sociedad romana. Cómo se escribe la historia’) disecciona el matrimonio y las relaciones con esclavos en esa sociedad de corte militar que era la antigua Roma, y el sorprendente cambio a una moral puritana que precedió al cristianismo y tuvo lugar poco antes del año 200. Jacques Le Goff (‘Pour un autre Moye n Âge’) nos habla del amor en la Edad Media, época de múltiples contradicciones al respecto. San Pablo anuncia la condena a la sexualidad: «Dios ha condenado el pecado de la carne, pues el deseo de carne es la muerte». Esto, nos dice Le Goff, «es la gran novedad: ¡la carne es pecado! Y más todavía: el pecado original es un acto de la carne». La cosa no mejora después tanto como a veces se cree, nos asegura Jacques Solé (‘El amor en occidente en la edad moderna, Être Femme en 1500’). A pesar de eso, los campesinos de la Edad Moderna inventan el matrimonio por amor. Y, como los españoles del siglo XXI, se casan muy tarde debido a las dificultades eco n ómicas. El libertinaje aristocrático del XVIII es la excepción a la norma de toda esta época, y se interrumpe bruscamente con la Revo l u c i ó n Fra n cesa, de la cual trata Mona Ozouf (‘Les Mots de Femmes’), para dejar claro ante todo

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VARIOS AUTORES La historia más bella del amor Traducción: Óscar Luis Molina S. Anagrama, 2004 170 pp. / 14 euros

que no consistió precisamente en una revolución sexual. Alain Corbin (‘Territorio del vacío’) es interrogado sobre el siglo XIX, en el que los campesinos siguen comportándose de forma más libre que las clases altas. El Romanticismo contempla dos tipos de mujer, el ángel y el demonio. Pero todo empezará a cambiar a partir de 1860: se inicia la primera revolución sexual. A n n e-Marie Sohn (‘Du premier baiser à l’alcôve, Femmes dans la vie privée, XIX-XX siècle’) nos habla de la liberación sexual que tiene lugar a lo largo de un siglo, entre 1860 y 1960, y Pascal Bruckner (‘El nuevo desorden amoroso’) describe la revolución que estalla al final de ese periodo. A Alice Ferney (‘La conversación amorosa’) le toca lo más difícil, pues «pertenecer a una época es ser incapaz de comprender su sentido», en palabras de Hesse citadas por ella. Pero lo que parece claro es que hoy las tres esferas de que trata el libro (matrimonio, amor, sexualid ad) lo tienen más fácil que nunca para disociarse, y sin embargo «nunca hemos deseado más reunirlas: un amor duradero donde se cultive el placer es el ideal de nuestros tiempos». La historia más bella del amor , discre t amente traducida, es un libro de divulgación que no oculta su afán por resultar lo más ameno pos i b l e. El fo r m ato entrevista pare ce en parte real y en parte ficticio: las preguntas de Simonnet cumplen más la función de epígrafes que de auténticas preguntas. Lo mejor del libro son los capítulos que van desde el mundo romano hasta 1960, es decir, la parte central. Sobra, en mi opinión, esa moralina feminista un tanto pedestre, así como utilizar la palabra terrorista para definir la actitud sexual de las comunas hippies, algo en lo que se incurre más de una vez. La moralina, sea del tipo que sea, está de más cuando hablamos de Historia, dado que ésta es importante por permitirnos ver el presente a la luz que nos proporciona el co n o c imiento del pasado, para lo cual no necesitamos proyectar sobre éste nuestros prejuicios. Pe ro, en conclusión, éste es un libro agradable y fácil de leer, y el tema es tan interesante que apuesto a que el lector juzgará que su lectura valía la pena. Garcimuñoz ❮

❯ El Real Madrid y los ‘ga l á c t i cos’ han abierto sus puertas a John Carlin. Este apasionante libro reúne por primera vez ent revistas exc l u s i vas e info r m ación de prim e ra mano y hasta ahora desconocida sobre el fichaje de Beckham y su evolución en el club; sobre Figo, Zidane, Roberto Carlos, Ronaldo o Raúl; sobre las características del equipo re n ovado por Florentino Pérez. Ningún equipo desprende más glamour, ha ganado tantas competiciones o posee una co l e cción de supere s t rellas mayor que el Real Madrid. La fusión de ambos potenciales, de ambas figuras, cautiva cada día a millones de personas y ha cambiado el rostro del deporte más seguido del mundo, marcando para siempre un antes y un después, el horizonte del nuevo fútbol. Los án geles blancos. El Real Madrid y el nuevo fútbol plantea la tra n s fo r m ación del deporte cre ado hace 150 años por los británicos en la gran religión global que trasciende cuestiones de raza, de fe, de política, de condición social, de sexo o de edad. El fútbol es un fenómeno de masas capaz de conmocionar cualquier sociedad, de Colombia a Japón, de Ruanda a Vietnam. El autor, John Carlin, es un gran conocedor de este deporte, periodista deportivo y colaborador habitual del diario ‘El País’.

La otra obra de Mankell HENNING MANKELL Viaje al fin del mundo Siruela, 2004 16,9 euros

❯ Viaje al fin del mundo es la cuarta y última entrega de la historia de Joel. El prot agonista acaba de cumplir 15 años, ha terminado el colegio y decide buscar su futuro. Para ello, abandonará el pequeño pueblo de Suecia donde vive con su pad re y en el que nunca ocurre nada interesante. Su padre había prometido llevarle a una ciudad más grande, con puerto, donde el hijo podría buscar empleo en un barco, como hizo él cuando era joven. Pero de Estocolmo llega una carta. En ella se desvela el lugar donde vive la mad re de Joel, que lo abandonó siendo un bebé. Es éste también un poderoso motivo para hacer las maletas y dar un gran salto hacia la edad adulta y encontrar nuevas experiencias. Henning Mankell es un autor superventas gracias a su serie negra, una colección de n ovelas pro t agonizadas por el detective Kurt Wallander. Ahora podemos acercarnos al resto de su obra.


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TRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 26 de diciembre de 2004

Jali. Un marciano de paseo por el más allá La editorial Astiberri acaba de publicar Pl*xi*gls, el último trabajo de Jali, un autor que plasma la soledad, el abandono y los miedos interiores con un espíritu ensoñador que le acerca a Poe o Tim Burt o n . ❯ Rubén Varillas

n el último Salón In t e r n acional del Cómic de Barcelona, Jali (José Ángel Labari), aga z a p ado tras el stand de Doble Dosis, adelantaba a quien quisiera escucharle, el título y algunos datos dosificados de su próximo proyecto comicográfico. Ahora, con Pl*xi*gls en las librerías, se nos revela con claridad una evidencia que ya se tra n s l ucía en algunos de sus excelentes trabajos anteriores (como en los prácticamente desconocidos El niño miope o A Berta le asusta la t o r m e n t a): Jali es una anomalía dentro del panorama editorial español. Bienvenida sea. Sus influencias artísticas discurren ajenas al mercado nacional de las narraciones gráficas. Encontramos naturalezas semejantes (por una extraña afinidad hacia el mundo de lo espectra l ) , en dibujantes como Javier Olivares o el argentino Álex Fi t o, sin embargo, las re ferencias más ev identes en Jali no pertenecen al mundo del cómic. Como el mismo autor ha reconocido, sus historias beben de fuentes muy dive rs a s , las que manan de las ilustrac i ones de Albert Go rey, del cine de Tim Burton (especialmente de Pesadilla antes de Navidad) o de la literat u ra fantástica de Edgar Allan Poe. El espíritu ensoñador de Jali re co ge estas influencias artísticas puntuales y las combina con su percepción alterada de lo cotidiano y con elementos tomados tanto de la literatura gótica del siglo XIX como de la cuentística popular, para crear un unive rso propio de fantasmas amables, espectros piadosos y ro m á n t i cos deshere d ados. Todo ello perfilado por unos lápices a

e

Portada y viñetas de Pl*xi*gls, de Jali (José Ángel Labari)

medio camino entre la ilustración litográfica y el dibujo infantil. Un estilo que con su apariencia áspera, casi de boceto entintado, y con su peculiar técnica de re l l eno a partir de un entra m ado espeso, se ajusta perfectamente al aire gótico de sus narraciones. Jali, en todo caso, no es un autor moderno, según la ace p c i ó n d e n o t at i va del término. Sus comics son fábulas que parecen pertenecer a un tiempo indefini-

do. En Pl*xi*gls,apare cen pers on ajes, objetos y escenarios de la era tecnológica (ciudades inhóspitas, cohetes que se estrellan en la luna, hombre s - t e l evisor y niños-yogur), sin embargo, su utiliz ación cumple un fin accesorio dentro del conjunto general. Los temas de Jali re s p i ran de una lírica universal, la de la soledad, el abandono y los miedos interiores. Desde este punto de vista, Pl*xi*gls podría leerse desde una

doble clave: como un cuento fant á s t i co, una ‘pesadilla amable’ con una moraleja incierta, o como el poema alegórico de nuestras dudas existenciales. Soluciones visuales Esta autoconciencia simbólica (el pro t agonista es un hombre-f r igorífico) y el tono argumental propio de la ensoñación fantástica que es Pl*xi*gls, están, desde luego, en la base de las ingeniosas so-

luciones técnicas de Jali en su búsqueda narrat i va. Como si de un cuento de hadas se trat a ra, en sus páginas cualquier elemento es susceptible de adquirir vida propia, incluidos los propios recursos técnicos: así, las onomatopeyas se convierten en personajes sonoros, los márgenes de las viñetas se abren para dejar que las estrellas llenen la noche y los globos de diálogo se co nvierten en visiones del subconsciente. En la célebre entrevista que le hizo Truffaut en El cine según H i t c h c o c k, el mae s t ro británico co n fesaba: «Cuando se cuenta una historia en el cine, sólo se debería recurrir al diálogo cuando es imposible hacerlo de otra forma». Jali parece hacer suya esta máxima en su co n cepción esencial de la narración gráfica: la solución visual imaginativa es siempre el camino a seguir. Desde luego, una postura co h e rente para alguien que ha creado una iconografía en viñetas tan personal como la de este joven autor. Vi ñ etas, ese material del que están hechas las pesadillas de plexiglás.


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