culturas
N° 30 Suplemento de
artes y letras
TRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 29 de mayo de 2005
Ladoire
BROTO 4 El poeta Antonio Colinas analiza la obra del
pintor que se expone en la galería Adora Calvo
El hombre de los colores
3 MARJANE SATRAPI
6 NUEVA CHANSON
La autora de Persépolis ha vuelto a crear una joya del cómic con Pollo con ciruelas, una trama compleja bajo la aparente ingenuidad.
El Festival Primavera Sound ha reunido en Barcelona a los renovadores de la música francesa, un abanico entre la tradición y la vanguardia.
N°30
2 culturas
TRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 29 de mayo de 2005
a misma semana en la que se ha anunciado la celebración de una nueva feria de arte en lSalamanca –es inexplicable que Arcale durara tanto tiempo–, la galería Adora Calvo celebra su primer aniversario con una exposición de José Manuel Broto basada en obras de nueva creación. Su pintura es desconocida en Salamanca, porque nunca antes había expuesto aquí. La apuesta de Adora Calvo es arriesgada, como la de todos los galeristas que trabajan en la ciudad con el arte con-
temporáneo. El anunciado cierre de Rayapunto, que tomó el relevo de la tristemente desaparecida Varron, certifica que es difícil sobrevivir en este negocio. La presencia de un artista como Broto, consagrado por los museos y colecciones y en un tiempo ‘el más internacional de nuestros artistas’, parece un signo de que se puede seguir intentando. Antonio Colinas ha escrito sobre su obra en un texto que reproducimos hoy y también hemos conversado con el artista, un hombre que lle-
Recortes 1 VA DE LISTAS La revista ‘Time’, ésa en cuya portada es necesario figurar para ser famoso famoso, ha publicado una lista con las mejores películas de todos los tiempos, según el criterio de sus críticos. Las listas son así, ya sean de películas o de selecciones de fúbol, cada uno tiene una. En España se ha difundido mucho que Hable con ella, de Pedro Almodóvar, ha sido nombrada la mejor de la presente década. Titulares como «Almodóvar entra en la lista de los grandes junto a Orson Welles» hablan más de nuestras ansias por creernos importantes que de otra cosa. Sobre todo porque algunos seguirán siendo más grandes que otros y porque esta década va todavía por la mitad y quizá mañana se estrene una película que impresione más a los críticos del ‘Time’. Más interesante resulta una lista que no ha llamado tanto la atención. Los mismos críticos que han establecido el canon han revelado lo que ellos han llamado «placeres culpables». ¿Qué les gusta a estos muchachos y no se habían atrevido a reconocerlo? Algo pasa con Mary, Anatomía de un asesinato y El increíble hombre menguante, por ejemplo. Esta gente se siente culpable por cualquier cosa.
gó al arte con unos fuertes componentes teóricos y que ahora busca una dimensión íntima en su obra, llegar y estimular al espectador a través del color. Repasamos también lo más emergente de la música francesa, desde la renovada chanson a la electrónica más descarada y activista. Un nuevo cómic cien por cien recomendable y una sección de libros en la que destaca la obra de Francisco Espinosa en la que desenmascara los métodos pretendidamente científicos de Pío Moa.
Antonio Marcos modernos. Por ejemplo, unos cuantos de Tom Waits, para escuchar mientras se decide a tocar en España de una santa vez.
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ÉPOCA DE FESTIVALES Si Vázquez Montalbán dijo que España era en realidad una confederación de Denominaciones de Origen, cuando llega el verano habría que cambiar el símil gastronómico por el festivalero. Los hay de todos los tipos, y los más famosos establecen señas de identidad. Así en general, a los que van a Benicassim no se les ha perdido nada en el Festimad y es posible que ni unos ni otros acudan al Sónar. Y hay quien se echa las manos a la cabeza porque Nick Cave vaya a Benicassim. Lo que los iguala es que los conciertos se ven y escuchan fatal, se duerme poco, cuestan una pasta y dicen que se liga. Uno de los más atractivos entre los no musicales parece el Obuxo, Festival de Cine Extraño y de Terror, que se celebrará a finales de agosto en Javierrelatre, en la provincia de Huesca, en un intento por crear cultura en espacios alejados de las grandes ciudades. Organizan un ‘rallye’ audiovisual en el que puede participar cualquiera que tenga un corto y lo único confirmado de su programación es la asistencia de Nacho Vigalondo.
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EL PATITO FEO DE LA MÚSICA «El dj como tal es algo sobrevalorado. No es más que un tío que pone discos, y lo único que tiene que tener es cierta habilidad con los platos, una buena colección de discos y buen gusto para mezclar. Ahora mismo hay miles de disc-jockeys desconocidos que son tan buenos (y me atrevo a decir más) como los cabezas de cartel del Sónar». Lo escribe Kiwi Juice en un artículo esclarecedor sobre la música electrónica en la estimulante revista digital Espacio 3 (espacio3.com). Su tesis es que, repasando la lista de mejores discos del año en este género, se llega a la conclusión de que la mayor parte de los medios musicales no tienen ni idea de lo que están hablando. Si usted prefiere –también– otro tipo de música y tiene una conexión decente, no deje de vistitar Bootleg Browser, un sitio legal con conciertos de gran cantidad de artistas, clásicos (contemporáneos, se entiende) y
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LA VIDA, SEGÚN VIGALONDO Recordarán a este hombre por un premio que no le dieron. Su último corto, 7:35 de la mañana, estaba nominado a un Oscar y en ése momento saltó a la fama. Afortunadamente. «Dirigir cine es abrir un mueble bar y, en el mejor de los casos, que esté repleto, y en el mejor del mejor de los casos, poder disponer de cualquier botella para hacer cualquier combinación. Digamos que tu función es preparar un cóctel, en el mejor de los casos, un cóctel que nunca se haya preparado antes. La mala noticia es que te tiene que salir bien a la primera, porque, por alguna inexplicable razón, hay dos millones de euros en juego. Así que tienes que invertir la cantidad de intuición y técnica necesarias para que el resultado sea exactamente el imaginado». Su ‘blog’ (añádanle el puntocom a su nombre) es tan divertido como sus películas.
El primer largo de Nacho Vigalondo se espera para el próximo año. Dos clásicos entre la lista de ‘placeres culpables’ de la revista ‘Time’
CÓMIC
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culturas 3
MARJANE SATRAPI
Compleja ingenuidad Marjane Satrapi triunfó con Persépolis en los más prestigiosos salones internacionales del cómic. Con su nueva obra afianza un estilo que destaca por su esencialidad gráfica y una concreción de la realidad a través de la metáfora. Se puede sobrevivir al éxito y mantener las señas de identidad que ayudaron a conseguirlo? Marjane Satrapi demuestra que sí y, en una doble cabriola narrativa sin red, mejora sus precedentes. Norma Editorial ha publicado en España Pollo con ciruelas, la última obra de la creadora de Persépolis (lo más parecido a un best-seller que, en términos comicográficos, podemos encontrar en nuestra pequeña Europa). Esta joven autora, que rozó la gloria editorial con el relato autobiográfico de su niñez en Irán y posterior autoexilio a Francia (Persépolis, entre otras muchas menciones, obtuvo el prestigioso Premio Harvey a la mejor obra extranjera; además Satrapi fue considerada la autora revelación del año 2001 y obtuvo el premio al mejor guión en el año 2002 en el Salón de Angoulême), parece ahora con Pollo con ciruelas haber encontrado su particular vía de banda ancha hacia el estrellato; por de pronto, ya ha recibido el premio al mejor álbum en el último Salón de Angoulême (la meca de los premios europeos del cómic) y, sin duda, no será la última mención que recibirá con esta peculiar joya del cómic que ha modelado.
¿
Satrapi se supera Pollo con ciruelas conserva intactas casi todas las virtudes que definen a su autora: la esencialidad gráfica basada en el esquematismo y la combinación de áreas planas en blanco y negro, la concreción simbólica de lo real a través de metáforas iconográficas o la oportuna ruptura temporal con fines informativos por medio de ‘flash-backs’ y digresiones
Traspasa el hecho anecdótico y consigue transformar un cuento en un fragmento de vida
Mejor álbum en el último Salón de Angoulême, esta joya del cómic seguirá cosechando premios
narrativas. Precisamente, es en el terreno de la organización del material narrativo, donde residen los fundamentos que, en nuestra opinión, convierten a Pollo con ciruelas en una obra superior a sus precedentes y, más allá de cualquier comparación, en una narración gráfica sobresaliente.
No por conocida, deja de sorprendernos la estructura discursiva que maneja Satrapi. El referente más popular de este modelo de organización cronológica es, sin duda, Crónica de una muerte anunciada , de Gabriel García Márquez. Pollo con ciruelas, como aquél, desvela rápidamente su final; la primera parte de libro nos adelanta esquemáticamente un suceso trágico: los acontecimientos inmediatos que movieron a Nasser Ali Kahn (músico iraní abuelo de la autora) a dejarse morir. A partir de ese instante, una vez configurado el armazón argumental en apenas dieciséis páginas (que concluyen en la tremenda escena del entierro), Satrapi comienza a desmenuzar uno a uno los días que transcurrieron entre el momento en que Nasser Ali Kahn toma su decisión fatal y el señalado día del deceso (escenificado de nuevo al final del libro por la misma instantánea emblemática del entierro). De este mo-
do, cada uno de esos ocho días de agonía autoinducida, funciona como límite de organización narrativa, y los sucesos y anécdotas que encierran, como capítulos esenciales de una vida, la de la historia de Nasser Ali Kahn. Una historia que, en manos de Satrapi, crece y se enriquece a cada página con el pulso de la materia viva. Como un árbol que cada vez esconde más anillos en su tronco, Pollo con ciruelas recubre el hecho anecdótico (la semilla inicial que se esboza en sus primeras dieciséis páginas), con todas esas capas narrativas, detalles y datos biográficos, que consiguen transformar a un cuento en un fragmento de vida; y es que, igual que la existencia no suele permitir lecturas en línea recta, en las historias de Satrapi las cosas casi nunca son tan sencillas como parece desprenderse de la bella ingenuidad que transmiten sus imágenes. Rubén Varillas
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El Espacio. Acrílico sobre tela, 2005
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Las Alas. Acrílico sobre tela, 2005
El Centro
Broto: Más allá todavía Antonio Colinas o hace todavía mucho que José Manuel Broto nos ponía de relieve, en un bello y luminoso texto, uno de los aspectos más radicales de la creación: el de vencer con la vida del arte a la muerte. (Dar «respuesta de vida», decía concretamente él, a la «monstruosa muerte obligada»). Estamos, una vez más, ante la señal de aquel rilkeano comienzo de lo terrible que es lo bello, pero expresado en nuestro siglo. Y, sin embargo, las obras últimas de Broto apuntan poderosamente en dirección a la vida, manifestada jubilosamente en sus últimos cuadros por medio del fulgurante estallido del color. O de los colores, porque siempre en este pintor es más cabal y certero hablar de colores que de color. Y porque en su pintura los colores sin distinción son uno de sus grandes hallazgos. Sí, en los colores se basan los hallazgos y los riesgos de la pintura de Broto y ello lo apreciamos muy bien en sus obras últimas. Colores, en estos últimos cuadros, significan, sin más, logros, maduración, culminación. Éste es el resultado de aquellos cuadros que entrevimos, por vez primera, hace mucho, en Madrid, o en las salas de los museos de Ibiza o de Cuenca. Parecía entonces que el pintor sólo quería que comprendiéramos un ‘pequeño fragmento’ de su realidad
El poeta Antonio Colinas se adentra en este texto en la obra que José Manuel Broto (Zaragoza, 1949) ha preparado para su exposición en la galería salmantina Adora Calvo, que cumple con esta muestra un año de actividad. Siempre fiel al lenguaje pictórico, Broto explota en esta serie el poder estético del color.
n
En los colores se basan los hallazgos y los riesgos de la pintura de Broto y ello lo apreciamos muy bien en sus obras últimas. Colores, en estos últimos cuadros, significan, sin más, logros, maduración, culminación
artística, pero sabemos que, ya entonces, se enfrentaba a planteamientos ambiciosos, a una aspiración ¿cósmica?, ¿absoluta? El proceso natural del artista es abrir caminos nuevos en los trillados caminos de siempre. La pintura de Broto buscaba desesperadamente (¡y, a la vez, tan armónicamente!) esa novedad por la vía de la pureza del color, del riesgo del trazo, de una sucesión de signos muy suyos. El artista emprende un viaje del que ni él mismo sabe cuál va a ser su fin. ¿Cuál es el viaje de Broto? Seguramente el suyo es un viaje hacia la luz. Pero ¿de qué luz se trata? No estamos hablando sólo de una luz física –la que el color revela con su gama de sutile-
zas y de misterios–, sino de una luz que implica conocimiento. Quizá, mejor que hablar de la luz que es color en su pintura, –o del color que es luz–, habría que hablar de luces, de viajes con metas que, a su vez, se ahondan y se irisan siempre, con metas que nos ofrecen mensajes múltiples. Y es que treinta años después de iniciado su viaje, Broto –esta exposición en Salamanca es la prueba de ello– ha llegado a donde ni él mismo esperaba llegar, pues ha dado con la infinitud del trazo, ha logrado abismar los colores, ha sajado la luz y ha brotado luz nueva. En esa meta que es esta exposición, Broto nos ha vuelto a revelar que su pintura no tiene me-
dida o dimensión, que está en la órbita de lo celeste, de lo constelado. Nos parece que el suyo es un mensaje de firmamentos, máxime en esta última muestra, más etérea aún, más sutil y delicada, más cristalina y frágil, pero a la vez tan enraizada en los significados. Hoy estos cuadros últimos tocan ya horizontes de infinitud, nos hablan de lo sublime-nuevo, que es aquello a lo que todo artista verdadero se ve abocado. ¿Qué fue del pasado laberinto de las «horas severas», de las aguas oscuras o negras de aquellas ‘fuentes’ de entonces, qué de las páginas cerradas de los libros herméticos, sin tema, qué de los símbolos (Toledo, Sefarad)? Aquellas sombrías señales pri-
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culturas 5 «Me gustaría que mi obra fuera luminosa» ARTE
vez más por el camino de las sensaciones. Las teorías son buenas cuando sirven para algo, y aún así, lo bueno es que se noten poco. Y si se enuncia una, que sea interesante, que se pueda leer, que no esté en esa especie de lenguaje intrincado. En el momento del Grupo Trama había mucha más ideología, un planteamiento material de la política. Éramos marxistas y pensábamos que el mundo podía mejorar. Fue una utopía juvenil, que está bien, pero ahora doy la razón a quien decía que un pesimista es un optimista bien informado. Ese texto sobre mi obra reciente es deliberadamente oscuro porque la creación es así, juego con esa idea del secreto. No puede haber un modo de empleo para el arte, de esa manera no habría artistas.
u obra está en museos tan relevantes como el Metropolitan de Nueva York o el Reina Sofía, además de formar parte de prestigiosas colecciones públicas y privadas. Premio Nacional de Artes Plásticas en 1995, Premio Arco de la Crítica en 1997 y Premio Goya de Grabado en 2003, José Manuel Broto pertenece a una generación de artistas que comenzaron su carrera con fuertes posicionamientos teóricos y políticos y que han evolucionado siguiendo su estilo personal. Habla reposadamente –«creo que me hice pintor para no tener que hablar mucho», dice– y se muestra tan nervioso ante la inauguración de una muestra como cuando empezó.
s
En los últimos años se ha decantado por una pintura basada, sobre todo, en la fuerza de los colores y de las sensaciones... Sí, y cada vez con más intensidad. Es una perogrullada, pero es cierto que la pintura es fundamentalmente color. Lo que hago es enfatizar eso y ponerlo en función del modo en que yo trabajo más cómodo. La abstracción es la manera de conseguir una densidad que tendría mucha relación con la música. La música es totalmente abstracta y ofrece un mensaje más sereno. Por ejemplo, Ligeti hace una música oceánica, densa, que se expande. Yo querría hacer algo parecido. No pretendo contar una historia, sino crear una obra que estimule.
o. Acrílico sobre tela, 2005
De izquierda a derecha, El aire (2005), El vino (2005) y Sin título (2004)
meras han acabado estallando en claridades de colores no vistos, en atmósferas disueltas, en resonancias (que vemos, pero que no oímos) como de Debussy o de Ligeti, en esos valores finísimos de serenidad, frescura, pureza, transparencia, armonía. Ahora trazos y colores parecen deshacerse o flotar, son brumas o veladuras. Hoy, más que ayer, los cuadros de Broto son atmosféricos. Y sabemos muy bien de qué pruebas ha surgido esas atmósferas. ¿Lo sabemos? A veces logramos entreverlo, porque también en ese último y luminoso texto suyo nos habla de un lugar y de un día y de un mes: Atocha, 11 de marzo. ¿Comprendemos ahora mejor por qué repentinamente todos los colores
más hermosos se han tornado en un único cuadro construido con grises, todo él gris? También hoy comprendemos mejor esos trazos que parecían asaltar el color. ¿Acaso porque el color (y sus silencios), le están ganando la batalla al trazo, porque el color los humedece de humanidad, con una ternura como de lágrima? Los cuadros que Broto ha traído a Salamanca son, sí, esa melodía que no oímos, pero que gira y que deshace la mismísima luz, que ofrece su mensaje aún más transparente. Broto ha fijado ahora esa realidad nueva a través de símbolos que parecen flotar. Los símbolos de los que sólo él sabe el secreto final y que a nosotros nos iluminan y nos salvan.
Además del color, hay otro aspecto en la pintura que es más complicado apreciar o definir. La luz. ¿Podría definirnosla? No, creo que es imposible de definir. Lo que sí sé es que me gustaría que mis cuadros fueran luminosos, no sólo en el sentido de la claridad, sino también en el de la sensación, de la atracción y el deslumbramiento. Si lo consigo, me parece maravilloso. Fue cofundador del Grupo Trama, un colectivo que reivindicó, entre otras cosas, la práctica de la pintura. ¿Sigue siendo necesario hoy ese posicionamiento? Cuando se es más joven, se es más combativo y también más dogmático. Teníamos un barullo teórico que con el paso de los años se ha ido clarificando. No reivindico nada porque creo que no es necesario, la prueba es que la pintura sigue estando ahí, con sus vaivenes.
José Manuel Broto / Ladoire
Las teorías son buenas cuando sirven para algo, y aún así, lo bueno es que se noten poco. No puede haber un modo de empleo para el arte, de esa manera no habría artistas Es un patrimonio histórico y cultural, algo arcaico que nos ha llegado. Conocemos qué pintaban los hombres de hace miles de años, pero no cómo hablaban o qué decían. Siempre me he sentido muy relacionado con la pintura. Hubo una corriente que colocaba a la pintura como algo que tenía que desaparecer para que apareciera otra cosa, con una concepción lineal de la Historia del arte. Afortunadamente, esa línea se ha olvidado porque era un presupuesto que no tenía ni realidad ni utilidad, ni siquiera teórica. Ahora lo que hay es un barullo, un eclecticismo tremendo y cada uno establece su discurso como puede. En algún momento se clarificarán las cosas, es una cuestión de tiempo. En el texto que escribió para su última exposición en Madrid da la impresión de que, habiendo conocido ese sustrato teórico, su obra va cada
¿Cómo se enfrenta un artista de éxito, reconocido y con una posición consolidada, al momento de crear de nuevo? Te puedo asegurar que lo que has hecho antes no sirve para nada. Yo me presento ante una nueva exposición con la misma inquietud que cuando tenía veinte años, es algo que hablaba recientemente con Tàpies. Cómo va a funcionar, qué tal va a quedar lo que yo he hecho. Esto es lo que te hace trabajar, avanzar. Me desasosiega y me desestabiliza, pero me da un sentido de la realidad, saber que, exagerando, te estás jugando la vida todos los días. Reside en París desde hace muchos años, ¿por qué tomó esa decisión? Cuando no estás en tu lugar tienes una distancia, una concepción de lo que ocurre más desapasionada. Me conviene esa sensación de extranjería. Viajar, salir del lugar de uno, está bien, ya lo decía Nietzsche. Con la construcción de tantos nuevos museos institucionales, ¿cree que la política puede desactivar por absorción el potencial crítico del arte? La política siempre lo ha hecho. Esto puede tener un lado positivo, porque mientras hagan esto no hacen otras cosas... Creo que lo hacen porque están obligados y porque tienen que hacerlo, pero sin convicción, no porque realmente tengan interés, y siempre está instrumentalizado, es algo con lo que tienes que vivir. Siempre ha sido así. Antonio Marcos
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Un nuevo aire para la chanson El Festival Primavera Sound ha reunido a los artistas más interesantes de la música francesa, que se mueven entre la vanguardia y la renovación de la canción tradicional. Repasamos sus principales nombres l Primavera Sound de Barcelona, un festival que mantiene su apuesta por el descubrimiento de nuevos talentos y por las propuestas más arriesgadas, decidió este año dedicar la programación de un escenario al emergente panorama musical francés. Durante todo un día, los asistentes a este evento tuvieron la oportunidad única de disfrutar con los sonidos que llegan desde el país vecino, que desde hace unos años vive un auténtico resurgimiento en el ámbito musical. Esta iniciativa contó con el apoyo de Green Ufos, el sello ubicado en Sevilla al que se debe la revelación de gran parte de estos talentosos artistas que componen un movimiento, no reconocido, cuyo nexo de unión lo forman la falta de ataduras estilísticas y el compromiso con la creatividad. Por el escenario barcelonés pasaron algunos de los renovadores de la chanson como Bertrand Betsch y Daniel Darc, acompañados por las voces femeninas más llamativas del momento como son Françoiz Breut, Hélèna Noguera, Coralie Clément o la veterana y extravagante Brigitte Fontaine. La muestra de grupos más cercanos al rock, aunque repleto de interesantes matices, corrió a cargo de Dominique A, Experience, The Married Monk y Don Nino, representante de la ‘americana’ hecha en Francia. Y la noche culminó con los sonidos más avanzados de M83, Oslø Telescopic y Vitalic, que confirmaron el auge de la electrónica gala. Estos artistas forman parte de una escena musical en constante ebullición que ha convertido a Francia en un referente en panorama europeo y que supera todos los tópicos relacionados con un supuesto apego por la tradición. Sin embargo, hay músicos que orientan su creación hacia la recuperación de los sonidos clásicos, adaptándolos a los nuevos parámetros, como es el caso de Benjamín Biolay, el ‘crooner’ maldito y sofisticado; Bertrand Betsch, que combina la chanson con el jazz y el rock alternativo, Autour de Lucie, con una perspectiva más pop, o el propio Yann Tiersen, que ha puesto su granito de arena tanto en sus ‘afrancesa-
e
Arriba, Miss Kittin (izquierda), Françoiz Breut y Dominique A. Abajo, Air (izquierda) y Benjamin Biolay
das’ bandas sonoras –Amelie, por ejemplo- como en sus discos más cercanos al rock. Por otra parte, destaca la irrupción de nuevas ‘divas’ musicales, una figura que es legado del trabajo de mujeres como François Hardy o Jane Birkin; musas totales, que combinan música, cine y mucho glamour. Herederas directas de ellas son Carla Bruni, Vanessa Paradis, desde el punto de vista más comercial; la joven Coraline Clement, hermana de Benjamin Biolay, o Julie Delpy, notable actriz que se destapó el pasado año con un trabajo de raíces folk, algunas de cuyas cancio-
Destaca la irrupción de nuevas ‘divas’ musicales, una figura que es legado del trabajo de mujeres como François Hardy o Jane Birkin; musas totales, que combinan música, cine y mucho glamour
nes sirvieron para poner fondo musical a un París inolvidable en el filme ‘Antes del atardecer’. Sin duda, la electrónica fue el género que primero se dio a conocer fuera de Francia, consiguiendo un gran reconocimiento internacional. Los ritmos house de Daft Punk y la revisión del jazz desde los parámetros de la electrónica propuesta por Ludovic Navarre al frente de Saint Germain, fueron los primeros en asaltar las listas de éxitos; sin embargo, Laurent Garnier llevaba ya una década pinchando en los clubes más prestigiosos del mundo y cobrando por sus sesio-
nes como si de una estrella de rock se tratara. Paralelamente, surgieron otros nombres como Kid Loco, Dimitri from Paris, Stephane Poumpugnac, residente de Hotel Costes; Ivan Smagghe, en la parcela electrónica más pura, y otros como Nouvelle Vague o Gotan Project, encargados de revisar el punk y el tango, respectivamente, desde la óptica de las máquinas. En definitiva, unas propuestas para todos los gustos, que prometen seguir dando sorpresas a todos aquellos que disfruten con el nuevo aire francés. Fernando Bernal
MÚSICA
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Françoiz Breut
Air «Somos un grupo muy
Su voz se hizo popular
poco usual». Así se
en la canción ‘Le
presentan Nicolas
twenty-two bar’, junto
Godin y Jean-Benoit
a su ex pareja
Dunckel, o lo que es lo
Dominique A.
mismo, Air. Y son
Después, llegaría su
extraños por muchos
álbum de debut
motivos. Alcanzaron el
homónimo, una
éxito con su primer trabajo largo Moon Safari, una
colección de poemas de amor y desesperanza,
combinación de electrónica ambiental y pop clásico
que vagaban entre la tradición francesa, guiños a
con voces angelicales. Fracasaron de forma
cantautoras americanas como Cat Power y
absoluta con su segundo disco 10,000 Hz Legend y
coqueteos con la experimentación. Su dulzura y
han mantenido su irregularidad con Talkie Walkie
sensibilidad se han prolongado en Vingt a trente
(2004). Sin embargo, han tenido también tiempo
mille jours y en Une saison voleé, de 2005, que
para firmar la magistral banda sonora de Las
componen una discografía intensa –colaborando
vírgenes suicidas y para colaborar con uno de los
activamente con el propio Dominique A o Yann
mejores momentos de la música de Lost in
Tiersen– que ella compagina con su verdadera
translation, ambas de su amiga Sofia Coppola.
profesión: el dibujo y la pintura. Sin duda, la más inquietante de las cantantes francesas de esta generación.
Benjamin Biolay A l’origine es el título
Miss Kittin
de su disco de 2005,
La enfermera Kittin se
el tercer LP en
sitúa tras los platos,
solitario de este
agita la sala, grita,
‘crooner’, elegante y
recita y mezcla ritmos
lleno de glamour que
de electro, rock o
el año pasado nos
metal sin ningún tipo
regaló un disco a dúo
de prejuicios. No
con su compañera
muestra respeto por
sentimental, la actriz Chiara Mastroianni. Home
culturas 7
Banda sonora para un filme agridulce
FREE ASSOCIATION Código 46. BSO Commotion Records, 2004
n un futuro próximo el mundo globalizado y ‘feliz’ sólo es accesible mediante pases especiales (papers), permisos esenciales para viajar o acceder a medios de vida dignos. En este caso es un ente llamado ‘la esfinge’ y no el empresariado el que decide quién es digno de recibir esos ‘papers’. Fuera de las metrópolis ‘hightech’ y confortables, sólo hay inmensos desiertos donde abundan ciudades enterradas en arena, y los ‘sin papeles’ resisten al olvido y la explotación. Una película de
e
la música de club para incorporar relatos con posos de jazz, hipnóticos y atractivos. Ha pasado al primer plano con bandas sonoras en películas de éxito como Ocean’s Eleven, de Steven Soderbergh. Holmes explica: «Tuve la influencia de mis nueve hermanos mayores, el punk de los Clash, Pistols, Ramones… Luego comencé a pinchar en bares y clubes de Belfast y empezaron a interesarme progresivamente el jazz, el soul, el funk y otras músicas más abstractas. La explosión de ‘acid house’ sucedió justo cuando me había comprado una caja de ritmos y un secuenciador de segunda mano. Como no era músico, me pareció la mejor manera de experimentar y ver lo que se podía hacer. Ha sido una progresión natural. Si no tuviera el ‘background’ y el instinto que te da ser Dj, no podría haber hecho nada». La banda sonora de Código 46, de apuntes electrónicos y minimalistas, forma un puente cálido y extraño entre las distantes imá-
los géneros, elude las
fue uno de los momentos musicales más
etiquetas y es una auténtica provocadora. Esta
relevantes del año y volvió a encumbrar a Biolay
francesa, residente en Suiza, tiene todos los
como heredero de Serge Gainsbourg, tanto en lo
elementos para ser la estrella ‘underground’ del
musical como por las veces que aparece en la
momento. Comenzó su carrera junto a The
crónica social gala. Cuida su imagen hasta el
Hacker, juntos firmaron el éxito ‘Frank Sinatra’, y
extremo, pero lejos de ser un produzco de
luego vendrían sus sesiones en festivales y clubs
marketing es un artista personal con una voz
que culminaron en I com, editado ya en solitario
llena de encanto, que él sabe explotar a la
el pasado año. Miss Kittin, o Caroline Hervé, no
perfección, y una gran variedad de registros en
representa a la electrónica gala de mayor éxito,
sus composiciones. Éste es un raro ejemplo en
pero sí su cara más transgresora.
el que el éxito comercial no está reñido con la independencia creativa.
Experience
Dominique A
La apuesta de
Su espíritu y
Experience es por el
personalidad remiten
rock y la
a la bohemia
experimentación, con
francesa. Es como
claras afinidades
una postal de la Torre
hacia grupos como
Eiffel, es decir, lo más
Primal Scream o
representativo
Spiritualized, y su
musicalmente
actitud es
hablando de esta
revolucionaria y contestataria contra el sistema.
‘nueva ola’. Sin embargo, en cada disco muta de
El origen del grupo se encuentra en Diabologum,
piel, de rockero atormentado, hermanado con
cuando se separó esta interesante banda –con la
Jeff Buckley, a bluesman ‘afrancesado’, sin
que colaboró activamente Manta Ray– Michel
olvidar guiños a otros malditos como Boris Vian.
Cloup decidió iniciar este proyecto que ya tiene
Un lado de su obra está en la chanson y el otro
dos discos en el mercado, el último es
en el rock independiente. Tout sera comme avant
Hémisphère Gauche (2004). La música de
(2004) es su último trabajo y lo ha defendido
Experience retuerce los cánones tradicionales
solo, con su guitarra, frente a todo tipo de
a través de la distorsión, el uso constante de
públicos. Un acto de valentía que compone un
samplers y un acercamiento al hip-hop. Todo ello
eslabón más dentro de la discografía que mejor
unido les otorga una intensidad y fuerza inusual,
sintetiza la nueva forma de entender la música
aunque no apta para todos los públicos.
en Francia.
pasión desorientada, de virus de empatía y del olvido. Música, amor y compromiso político de nuevo en un trabajo de Michael Winterbottom. 9 Songs (2004), In this World (2002), 24 Hour Party People (2002), El Perdón (2000), With or Without you (1999), Wonderland (1999), I want You (1998), Welcome Sarajevo (1997) entre otras. La música es un elemento dominante en todas sus películas en mayor o menor medida. Sus gustos suenan, aparecen o son simples guiños. En Código 46 asoma en un karaoke marginal Mick Jones, de los Clash. La banda sonora de Código 46 la firma el irlandés David Holmes con su banda de estudio Free Association. David Holmes igual que Winterbottom creció con el punk para evolucionar hacia soul-jazz, abstract, mod rock, Northern soul y dance. Dj, compositor y músico en la línea del Howie B. y del oscurecido Barry Adamson (Soul morder) ha encontrado su evasiva en
genes de espacios ausentes y los personajes en su búsqueda malograda. De ánimos confusos este futuro cercano se muestra en los paisajes creados por Holmes. Exótica en el ‘Shangai’ atravesado de laberintos en pausa. Imágenes de una memoria turbia susurrada y recopilada en álbumes digitales se aparecen en ‘mother’ y ‘family’. Quebradiza, romántica y dolorosa hasta su último tema ‘Code 46’. Atractiva propuesta sonora para una película agridulce. ‘The warning sign’, señal de alarma, canción de Coldplay que no aparece en la banda sonora y sí en la película dice: «caí de nuevo en tus brazos», amores vedados por el Código 46. ‘La esfinge’ mitológica custodiaba Tebas, para permitir la entrada en la ciudad y evitar ser devorado imponía acertijos imposibles. Empadronamientos, empresarios y contratos. ‘Papers’. José Helguera
8 culturas LIBROS NOVEDADES
Primer reflejo del deseo femenino PIERRE LOUŸS Diálogos de cortesanas. Manual de urbanidad para jovencitas Traducción: Elena Fernández Valdemar, 2005 192 pp. / 10,90 euros
Si, en poemarios como Canciones de Bilitis, Pierre Louÿs describía la realidad erótica de la Belle Époque, en obras como Diálogos de cortesanas y Manual de urbanidad para jovencitas apartó los velos de la hipocresía y del falso pudor que impedía a la literatura acercarse a la vida sexual, a la realidad de lo que ocurría en un París donde uno de los puntos de encuentro de la aristocracia y la alta sociedad eran, además de los salones y los ‘foyers’ de los teatros y la Ópera, los prostíbulos. Pero la mayor aportación de estos dos títulos es el descubrimiento del deseo erótico femenino, hasta entonces mera comparsa del masculino, cuando no sometido a éste: por vez primera mujeres y muchachas adolescentes tienen voz para expresar sin tapujos, con desvergüenza incluso, sus propios y exclusivos deseos. Pierre Louÿs, heredero de la literatura libertina del siglo XVIII, pinta en rápidas escenas el erotismo en su momento más álgido, sin arredrarse ante los términos del lenguaje del amor que, aunque empleados por todos, nunca figuran en los diccionarios.
Un mito de la joven América DARIN STRAUSS El auténtico McCoy Seix Barral, 2005 368 pp. / 21 euros
El siglo XIX toca a su fin en una América tan difícil como fantásticamente ingenua. La increíble historia de Virgil Selby, alias ‘Kid’ McCoy, lo convirtió en leyenda ante los ojos del mundo, en el espejo de una época formidable y en el símbolo preciso de los valores de aquella joven América. McCoy fue un hombre de mil caras y muchas facetas; fue campeón de boxeo, ladrón de joyas, charlatán, político, timador, un gran manipulador y un mujeriego compulsivo. Uno de esos personajes que supieron triunfar en una sociedad en pleno desarrollo. Pero tuvo que pagar un enorme precio por convertirse a conciencia en un mito viviente y alcanzar la inmortalidad.
TRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 29 de mayo de 2005
La Historia puesta de rodillas uando en el año 2000 llega al Congreso la mayoría absoluta, el Gobierno arrincona su proyecto centrista y toma otra senda. Comienza entonces una época que en lo que atañe a propaganda podríamos resumir en la genial frase del ex ministro Zaplana: «Nunca he mentido», inspirada en la del no menos brillante Goebbels: «Si repetimos hasta la saciedad una mentira, acabará siendo verdad». Dentro de esta segunda legislatura se emprende, entre otras cosas, la reivindicación del franquismo e incluso del nazismo, con algún homenaje a la División Azul. De la primera se encargan periodistas como Pío Moa, al que se dedica fundamentalmente este libro. Tal vez lo mejor que se puede hacer con Pío Moa y con César Vidal sea ignorarlos. Sin embargo, los libros de ambos se han estado vendiendo muy bien, pues además de la extrema derecha los leen también algunas personas normales, a las cuales convendría advertir de que no todo lo publicado responde estrictamente a la verdad. Espinosa se plantea: «¿Quién debe ocuparse de este hombre (por Pío Moa), los historiadores, los psiquiatras o los jueces? ¿Cómo se puede responder en serio a semejante sarta de improperios y estupideces? ¿Qué valor tienen para el conocimiento histórico las opiniones de Moa? (...) Aparte de la vía médica, también cabe otra posibilidad: que se aplique al fin en nuestro país la legislación europea que permitió pararle los pies a un sujeto como David Irving por sus mentiras sobre el holocausto. Es una pena que no existan unas leyes que permitan a la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Badajoz querellarse contra este individuo por negar y justificar la matanza». Como nos muestra Espinosa, para apoyar sus tesis Moa tiene suficiente con algunos artículos de la prensa franquista, a la que otorga el valor de verdades demostradas. Los autores en los que se apoya son Ricardo de la Cierva, McNeill-Moss y otros semejantes.
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FRANCISCO ESPINOSA MAESTRE El fenómeno revisionista Libros del Oeste, 2005 105 pp. / 10 euros
«Moa tiene un serio problema de personalidad –nos dice Espinosa–: quiere que se le trate como historiador, pero sabe en su fuero interno que no lo es (y lo que es peor, sospecha que muchos también lo sabemos). De ahí que haya tenido que inventarse un método propio. Dicho método, verdadera revolución en el mundo de la Historia, tiene las siguientes características: exime a los investigadores de la tediosa tarea de ponerse al día sobre el tema que se desea tratar; libera al historiador de los archivos, limitando la búsqueda, si acaso, a los más cercanos a casa; sitúa en la mesa camilla el centro de operaciones del investigador; ofrece libertad absoluta para elegir nuestras fuentes e incluso la posibilidad de prescindir de ellas a capricho o no citarlas; acaba con la absurda distinción entre fuentes primarias y secundarias; nos libra de la caduca costumbre de contrastar nuestras hipótesis con las de otros historiadores; acaba con la enojosa fugura del especialista e implanta el principio de que la Historia está al alcance de cualquiera, incluso del que no la estudia..». El extremeño Francisco Espinosa Maestre es autor de varios libros sobre la derrota de la República ante el franquismo en el suroeste de España, como La guerra civil en Huelva (1996), La justicia de Queipo (2000), y La columna de la muerte (2003). Es además coautor de Sevilla, 1936. Sublevación fascista y represión (1990) y Morir, matar, sobrevivir (2002). Libro indignado, El fenómeno revisionista o los fantasmas de la derecha española no siempre logra plenamente el objetivo de aplastar con su ironía a los defensores de la masacre franquista, precisamente porque la indignación no se lleva bien con la ironía. En cualquier caso, éste era un libro necesario. Y Francisco Espinosa lo presentará en Salamanca el próximo día 2 de junio. Garcimuñoz
La vida extraña ay un episodio de una novela de Paul Auster en el que un padre y un hijo recorren kilómetros y kilómetros de carretera en un coche, y mientras tanto conW. H. HUDSON versan sobre distinLa tierra purpúrea tos temas. Cuenta el El Acantilado, 2005 narrador, que es el 327 pp. / 18 euros hijo, que cuando tocan el asunto de la literatura uno de ellos dice Don Quijote y el otro Tom Jones. Posiblemente, si en el asiento de atrás hubiera viajado otro miembro de la familia, al llegar su turno hubiera sugerido Huckleberry Finn o Richard Lamb, que es el nombre del protagonista de esta hermosa novela enraizada en la tradición de las anteriores, en la estructura itinerante, en un itinerario a través del que se produce el descubrimiento, el aprendizaje. Los episodios se suceden linealmente, limpiamente, estableciéndose puentes entre uno y otro recurriendo, cuando es necesario, a la reaparición de alguno de los personajes que ha cobrado unas dimensiones distintas. Al igual que Don Quijote o que Tom Jones, Richard Lamb se ve en la tesitura de abandonar su
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proyecto de hogar, en su caso para buscar fortuna en un lugar lejano al que le recomiendan ir, una estancia en unas llanuras tan inmensas que cada episodio sucederá fuera del alcance visual de donde ocurrió el anterior sólo gracias a la distancia. Casi todos sus avatares sobrevendrán, al igual que le había acontecido a Ulises, durante el viaje de regreso a Montevideo, donde le espera su esposa. Y al igual que el griego, tendrá que solventar episodios de injurias, guerras, tentaciones y pasión carnal. La particularidad de esta obra, narrada en primera persona por un inglés que vivió en Uruguay, y por tanto igual de desubicado que el autor quien mira a su entorno no sin extrañeza, es que se trata del encuentro con una vida insólita. Como escenario del relato está una naturaleza a la que sin duda aman tanto el narrador –que supuestamente es botánico– como el autor –que era ornitólogo–, transmitiéndose la idea de que lo más semejante a felicidad que puede encontrar el hombre es la alegría de vivir al aire libre, y que este aire libre posee la particularidad de ser vastísimo. Y luego están esos personajes, la idea de incrustar un inglés entre gauchos, unos tipos caracterizados por una idiosincrasia en la que la picaresca, la hospitalidad o la nobleza se rigen por leyes bastante peculiares. De ahí el resultado de episodios tan magníficos como la caza del
zorro al estilo británico durante su estancia en la colonia inglesa, las luchas fortuitas a cuchillo, las mujeres parlanchinas (de hecho, tal vez sean las mujeres los personajes más admirables, trazados en dos brochazos, dentro del fabuloso dibujo de personajes que desfila por el libro), o las secuencias de relatos orales magníficamente culminadas por la incredulidad de los gauchos frente al relato verídico que él trata de exponer en cierta ocasión. Narrada con un estilo fácil, personal y que rinde homenaje a la oralidad, muy bien traducido por Miguel Temprano, La tierra purpúrea propone un viaje a un mundo distinto, sorprendentemente humano y extranjero, en que la libertad equivale a pasear a caballo y cada parada en una estancia muestra riesgos de atadura. A través de canallas y generosos, de revolucionarios y mujeres enamoradas, Hudson nos habla sobre las más importantes facetas del ser humano, las que atañen a la educación sentimental y que, desde la visión de un inglés, fueron configurando las particularidades de una tierra sobre la que debe escribir porque escribir, es decir, pensar y recordar, es el efecto positivo que el hombre sabio puede destilar de la melancolía que fluye por su entendimiento. Ricardo Martínez Llorca