Los periodistas ambientales: entre la pasión, el deber y el riesgo.
5 años de SEA
Nuestro equipo comparte algunas reflexiones en la ocasión de la celebración del aniversario de nuestra revista | pg. 6
El marco verde
Inauguramos nueva columna junto a Inés Manzano y su artículo "Olas y rompientes" | pg. 24
Inversión de impacto Startups de impacto: el papel del financiamiento en la innovación para resolver problemas sociales y ambientales | pg. 32
EMaría Victoria Pereira Flores Directora de SEA
Junio de 2024
l tiempo es algo que me cuesta definir, porque de a ratos se me hace algo efímero, de a ratos un invento de los seres humanos para organizarnos, y de a otros ratos, un recordatorio importantísimo para hacernos aprovechar los instantes dentro de nuestra propia finitud en las dimensiones que entendemos y conocemos. Y hace un tiempo, mínimo y gigante, estaba en la mesa del comedor de casa con Carlota, mi hija mayor, contándole que quería generar “algo” con mucha impronta personal, recogiendo todas las experiencias del camino de la comunicación (regaladas por otros y vividas por mí), cuando me sugirió que naciera SUSTENTABILIDAD EN ACCIONES: “Mamá, allí está el nombre y la acción de lo que tú querés comenzar en esta etapa”. E inmediatamente me mostró con las letras que daban lugar a las palabras que todo lo que yo le decía se abrazaba allí.
Formar el equipo no fue de un día para otro, pero sí fue cuando una cosa llevó a la otra sincronizadamente… a veces algún columnista se va y otro comienza, y como la vida misma, con mucho agradecimiento y mucha esperanza, todo va girando. Y pasaron ya cinco años, y una locura de cosas en el medio con todo lo que las circunstancias generan en un emprendimiento con mucha Alma.
Bastaría con una mera palabra para englobarlo todo: GRACIAS, al equipo fantástico que es SEA, con Lu, Pili, Guido, Popi; a los columnistas de lujo que tenemos y hemos tenido; a quienes narran sus historias; a los que la reciben y reparten gentilmente por todo el interior; a los cadetes que la llevan por Montevideo; a Agencia Central que la lleva a cada Departamento; a Gráfica Mosca que está siempre mucho más allá de una empresa con un cliente; a los Fondos de Incentivo Cultural que son un instrumento fantástico de gran ayuda; a cada sponsor; a cada donante para que sea gratuita; a cada lector que nos lee y más aún, a los que nos mandan mensajes esperanzadores. A mis hijas que me dan siempre ideas; a mis padres que siempre me proporcionan críticas constructivas; y a mi querida Lalá que marcó mi vida al no parar de repetirme desde que tengo uso de razón: “MV, el mundo es de los audaces.”
Y como salimos en esta edición #30 rindiendo homenaje en nuestra nota de tapa a un grupo de personas que colaboran arduamente por la información en este abanico tan extenso que es la sustentabilidad, ¡gracias periodistas ambientales!
Columnistas
JUAN CARLOS GAMBAROTTA
Guardaparque, escritor, artista plástico y aventurero.
LUIS CASTELLI
Abogado especialista en Derecho Ambiental. Director de la Fundación Naturaleza para el Futuro.
MARIANELA GONZÁLEZ
Consultora en desarrollo de negocios, business coach.
ANABELA ALDAZ
Abogada. Especialista en ambiente y en empoderamiento económico de las mujeres.
FIONA KAREN WILTON
Optimista. Madre. Coordinadora de Tierras y Aguas Sagradas, The Gaia Foundation.
URIEL SOKOLOWICZ
Cineasta Documentalista, buzo científico y explorador del Mar.
RODRIGO CASTELLS DAVEREDE
Ingeniero Agrónomo y Teólogo. Buscador del Espíritu de Dios que gesta y habita la diversidad.
ANDRÉS CIKATO
Licenciado en Relaciones Internacionales. Co Fundador y presidente de El Palomar.
INÉS MANZANO
Abogada especializada en Ambiente e Inversiones. CEO de Grupo Manzano.
MATÍAS KELLY
Emprendedor social. Scout. Director de Asociación Civil Sumatoria para una Nueva Economía.
ELOISA PONCE DE LEÓN
Abogada. Coordinadora del movimiento Fashion Revolution Uruguay.
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IMPRESIÓN
Gráfica Mosca.
Depósito legal: N° 376.361
DISTRIBUCIÓN
DAC - Agencia Central
Integramos el Registro Nacional de Proyectos de Fomento Artístico Cultural
sumario
ANIVERSARIO
5 años SEA · 6
ACTUALIDAD
Calentamiento global: ¿ciencia o creencia? · 8
Uruguay se debe a sí mismo ser ejemplo ambiental · 10
Hoja: un laboratorio de experiencias · 14
MIRADAS DE EQUIDAD
Equidad para la sostenibilidad · 16
INCLUSIÓN
Los puentes de la inclusión · 20
EMPRENDEDORES
Basilisa: primera editorial uruguaya para niños con dislexia · 22
EL MARCO VERDE
Olas y rompientes · 24
NOTA DE TAPA
Trabajar al límite · 26
INVERSIÓN DE IMPACTO
Startups de impacto · 32
ORGANIZACIONES
De pequeño invernadero a caso de estudio · 34
ÁREAS PROTEGIDAS
El ritmo ancestral de la naturaleza · 38
RELATOS DE LA AMAZONÍA
Nación Magüta, Sabiduría ancestral para la Sostenibilidad · 40 CINE
Nuestro mundo lleno de vida · 42
TIERRAS SAGRADAS
El derecho a decir NO · 44
CONSUMO RESPONSABLE
¿Existe la prenda más sustentable? · 46
EXPLORAR CONCIENCIA
El último pueblo alguero · 48
5 años de SEA
Lucía Tornero, editora de SEA
Me resulta difícil creer que hayamos transitado ya 5 años desde la primera publicación de SEA. Aún recuerdo el título de la nota de tapa: Subjetivos de Desarrollo Sostenible, y me parece lejano y cercano a la vez, por tener tan nítida en mi memoria la imagen. Este aniversario marca un hito significativo en nuestro viaje y nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre nuestros logros. Encaramos esta publicación con muchísima ilusión pero, por supuesto, con los temores y desafíos naturales que emergen cuando se emprende un proyecto nuevo. Naturalmente, fuimos sorteando dificultades y atravesando momentos que hicieron que nos cuestionáramos cómo seguir adelante, pero hoy podemos decir con certeza que nos hemos convertido en una voz poderosa en la cruzada por lograr un cambio cultural en cuanto a cómo entendemos y miramos a la sustentabilidad. Y eso es porque somos una herramienta que canaliza muchas voces que trabajan incansablemente para lograr un planeta más sano, más diverso y más justo. No puedo dejar de agradecer a cada uno de nuestros queridos columnistas, porque como el nombre lo indica, son la columna vertebral
de esta revista. Sin ellos, su compromiso, su experiencia y profesionalismo, esta publicación no sería posible. Gracias también a nuestras colaboradoras especiales, Popi y Vero, por escribir con tanto amor cada nota que encargamos. Al gran equipo de SEA que apoya con muchísima paciencia y flexibilidad; a nuestros lectores que nos eligen cada vez y, por supuesto, gracias a Vic, nuestra directora. Gracias por la confianza y por convocarme para este proyecto que amplía mi mirada en cada número que edito; que me conecta con seres increíbles y que me regala pedacitos de un mundo que ojalá todos queramos proteger cada vez más. Porque, en definitiva, para eso hacemos lo que hacemos. ¡Felices 5 años SEA!
Pilar de Uribelarrea, diseñadora gráfica de SEA
5 años, media década. Mirando hacia atrás pienso dónde me encontraba cuando empezamos y donde estoy ahora y parece que fue ayer que hablaba con Victoria para darle cuerpo a esta revista.
Tener la oportunidad de diseñar SEA es uno de esos trabajos que a uno le dan felicidad, no todos tienen la suerte de hacer lo que les
EN ESTE ANIVERSARIO TAN SIGNIFICATIVO PARA NUESTRA REVISTA, EL EQUIPO QUE LA HACE POSIBLE DEJA ALGUNOS MENSAJES PARA CELEBRAR EL CAMINO RECORRIDO.
gusta y sobre temas que realmente les interesen. La sustentabilidad atraviesa mi vida desde hace ya casi una década y creo que no es casual que SEA llegara también a ella. Pensar, vivir y transmitir sustentabilidad es una de las metas en mi vida, junto con las demás personas que hacen esta revista. Pasan los años y la meta no flanquea. Es una meta que nos compete a todos como individuos y como sociedad. Y poder poner mi grano de arena en este mundo para hacer llegar estas ideas es para mi un honor. ¡Felices 5 años para SEA y para todo el equipo que la hace posible!
María Sofía Muratore, colaboradora especial
Escribo para SEA prácticamente desde que comenzó. Y se podría decir que soy la redactora detrás de las notas de tapa. En todo este tiempo colaborando con esta revista tan linda, descubrí que las palabras no pueden ser utilizadas sólo para fundar pensamientos, sino que deben ser materializadas en acciones, en proyectos concretos. En estos 5 años, aprendí escribiendo en cada nota, como todo lector que tuvo el agrado de leernos. Vi que nuestra misión de mundo y
cambio sistémico y cultural no se queda en el papel, sino que se activa día tras día. Dicen que se necesita tirar una piedra al mar para generar ondulaciones: nosotros narramos historias para continuar, comenzar o regenerar otras. ¡Felices 5 años SEA! Ojalá podamos seguir muchos más años tirando piedritas al mar.
Guido
Iacobacci, IT de SEA
Soy la persona “técnica” del equipo SEA. Me dedico a actualizar la página web, alimentándola de las notas que se publican en la versión impresa. En ese trabajo, no puedo evitar detenerme en esos artículos que atrapan mi atención. Historias de personas, de organizaciones y proyectos que en toda la región buscan incansablemente generar una transformación. Nosotros las reunimos y les damos una plataforma más para que puedan llegar a difundirse más allá de las fronteras de un país.
Y por eso quiero dar las gracias a esta publicación: Gracias por inspirar cambios positivos y promover prácticas sostenibles con dedicación y esfuerzo que nos impulsa a todos hacia un futuro más verde. Nos deseo muchos años más de éxito y conciencia ecológica. ¡Felicitaciones a Sustentabilidad en Acciones por cinco años de compromiso con el medio ambiente!
Calentamiento global: ¿ciencia o creencia?
Por Luis Castelli y Santiago Kovadloff
Muchas veces, a lo largo de los siglos, el poder político y la razón han demostrado no ser conciliables. La ciencia tiene sus mártires como los tiene la fe y, si bien hoy ya no se recurre a la hoguera para acallar a sus devotos, como ocurrió con Giordano Bruno, o a la humillación impuesta a Galileo Galilei, el acoso a los científicos sigue vigente. El ser humano no deja de estar frente a una encrucijada donde el absurdo y la razonabilidad se disputan el porvenir de la civilización. La insensatez ha penetrado profundamente en la política, impulsando el descrédito de la ciencia en uno de los temas más apremiantes de nuestro tiempo: el cambio climático.
Toda vez que la política, asociada a intereses económicos, entiende que de la ciencia provienen propuestas que comprometen su hegemonía, no duda en desoírla… cuando no en descalificarla. Es lo que ocurre en nuestros días cuando los científicos advierten acerca de los riesgos derivados del calentamiento global. El poder político, muchas corporaciones y algunos sectores de la sociedad subestiman sus diagnósticos por considerarlos inverosímiles o dándoles la espalda como si solo se tratara de afirmaciones tremendistas.
Carl Sagan en su libro "El mundo y sus demonios” no lo duda: "Hemos diseñado una civilización global basada en la ciencia y la tecnología, y al mismo tiempo hemos arreglado las cosas de tal manera que casi nadie entiende la ciencia y la tecnología. Esta es una receta para el desastre."
Por motivos puramente ideológicos, lo que se cree prevalece sobre lo que se sabe. Se trata de una tendencia que no solo retrasa la toma de medidas para mitigar los efectos del cambio climático sino que pone en riesgo, además, el bienestar de las generaciones presentes y futuras.
Veintiocho cumbres climáticas, como las realizadas hasta el momento, bastan para demostrar que no pasa de ser una expresión de deseo la idea de alcanzar una propuesta operativa para mitigar los daños que sufre la Tierra. Las complejas negociaciones que involucran a casi doscientos países han diluido la urgencia del problema, si bien los científicos han advertido que los objetivos actuales no resultan suficientes para evitar los peores escenarios. Es cierto que se ha arribado a compromisos de importancia, como el Acuerdo de París, pero muchos no son legalmente vinculantes. Ello permite a las naciones prometer iniciativas sin necesidad de cumplirlas. Los intereses económicos y políticos nacionales entran a menudo en conflicto con las necesidades globales de acción climática. Y no son pocos los países que privilegian el crecimiento a corto plazo sobre la sostenibilidad.
Esta disociación pone de manifiesto un concepto alienado del desarrollo. Escindir y privilegiar lo actual sobre lo venidero, el hoy sobre el mañana, equivale a renunciar a la comprensión de su interdependencia en el tiempo. Procediendo de este modo no solo se ignoran los riesgos que corre el planeta como hogar del hombre sino, además, las posibilidades de atenuarlos. No se trata de creer o no en el cambio climático: la reducción de la contaminación y la promoción de entornos más saludables mejoran la calidad de vida y propician un impacto positivo en la productividad, tanto como la reducción de los costos de salud. No obstante las pruebas abrumadoras que demuestran la existencia del calentamiento global y sus efectos catastróficos, una parte significativa de la clase política y de la sociedad ha decidido ignorar o desacreditar esos hallazgos. Mientras las manifestaciones del cambio climático se
acumulan en forma de migraciones, incendios devastadores, inundaciones, huracanes cada vez más destructivos y un aumento sostenido de las temperaturas globales, la respuesta de muchos gobiernos es el silencio, la desinformación o, peor aún, acciones en sentido contrario.
La pérdida de confianza en el conocimiento nos lleva a un escenario donde el relativismo y el cinismo erosionan los fundamentos de nuestra convivencia y promueven una crisis social, espiritual y cultural de dimensiones dramáticas. Se trata de una cancelación del valor de lo científico donde el saber racional deja de ser un paradigma de referencia y pierde significación frente al poder. Ya no es una herramienta para la toma de decisiones: estorba o no resulta conveniente.
La comunidad científica ha proporcionado evidencia clara y contundente sobre la realidad del cambio climático y sus causas antropogénicas con datos y modelos irrefutables. Pese a ello, enfrenta la negación obstinada de políticos y líderes que, al igual que sus remotos predecesores eclesiásticos, ven en la verdad una amenaza a su predominio y a sus intereses. Se malentiende el progreso
cuando se cree que se lo alcanza dándole la espalda al cuidado de la Tierra.
La subestimación de la ciencia empobrece nuestra capacidad para comprender la magnitud de los problemas y las posibles soluciones que ellos requieren. Esto resulta particularmente trágico en lo que hace al cambio climático. Es cierto que la ciencia no es perfecta, pero es una concepción del saber que, perfeccionándose incesantemente, nos ayuda a comprender el mundo con más hondura y menos prejuicios. Lo que resulta extremadamente peligroso es vivir en una época donde el auge de las opiniones, potenciado por el uso de las redes sociales, desplaza el conocimiento.
El combate contra la irracionalidad no debe darse en el terreno exclusivo de la política sino en el ámbito de nuestras convicciones más profundas. Solo la ética podrá devolver a la ciencia el reconocimiento que merece. Ella es la brújula requerida para la conservación del planeta. Sería penoso que por cuestiones ideológicas o consideraciones superfluas se confundieran los requerimientos ambientales que el mundo desarrollado abraza con un estorbo al progreso y se perdiera, nuevamente, una gran oportunidad.
Uruguay se debe a sí mismo ser ejemplo ambiental
Conversaciones entre Pablo Ruiz Hiebra, Coordinador referente de Naciones Unidas en Uruguay, y Ma. Victoria Pereira, Directora de SEA.
Uruguay está siendo “una perla” dentro del continente para diversos temas. Aun así, para el tamaño y las características que tiene, debería de serlo aún más. Ser más exigente con el uso de algunos de sus recursos naturales tampoco estaría de más, pues posee circunstancias amigables. Comparémoslo, por ejemplo, con Bangladesh, país que tiene menos territorio (148.460 km2) pero que es habitado por 169 millones de personas, algo bastante más complicado a la hora de gestionarlo. Uruguay, con menos de 3 millones y medio de habitantes, dispone de 176.215 km2. El país debería de ser muy respetuoso con el ambiente, porque tiene mucho para repartir entre sus habitantes, y eso le permitiría poder aislar zonas de territorio para que, por ejemplo, no se contamine el agua; procurando generar políticas pensando en el largo plazo. Sería esencial pensar cómo se quiere ver el país de aquí a diez o quince años, y en mérito a ello planificar, es decir, no seguir haciendo lo mismo.
En tal sentido, durante la crisis hídrica de 2023, Naciones Unidas le propuso al país hacer un GACH (grupo asesor de científicos honorarios), pues tanto la calidad como la cantidad deben de ser temas a resolver en tal sentido. ¿Y quién mejor que un grupo científico de expertos para promover ideas? Por otro lado, al no tener el país un canon, tampoco se tiene un control tan afinado de cómo está utilizándose el agua y cuál es realmente el margen de disponibilidad que pueda tener. Realmente hace falta ponerle mucha “cabeza” e invertir en capacidad de gestión para que luego la gestión sea eficaz. Lo que sucedió en 2023 con la crisis hídrica, más allá de la sequía, puso en evidencia de que había no sólo un déficit de agua sino también un problema de gestión en temas de calidad de agua y contaminación, un problema que no debería de haber en un país tan pequeño como Uruguay, y que no debería de tenerlo pensando en el largo plazo. Afortunadamente hay mucha agua pero independientemente de ello, hay que gestionarla bien. Por eso es necesario pensar en el largo plazo, en mucho más que en un ciclo de gobierno, sino en la gestión del agua en grande.
Para conversar sobre el tema, nos reunimos con el Coordinador Residente de las Naciones Unidas en Uruguay, Pablo Ruiz Hiebra, quien nos hizo ciertas preguntas disparadoras en relación al try off entre la economía y el medio ambiente:
¿Hasta dónde poder crecer sin comprometer a las generaciones futuras? ¿Hasta dónde poder contaminar para producir sin afectar la calidad de la vida de la gente?
¿Hasta qué punto estamos con las fuentes de agua en un momento en el cual ya no hemos superado el límite, y por ello, el límite de producción está empezando a afectar la calidad de la vida de la gente?
¿Hasta qué punto el crecimiento económico se maximiza minimizando los derechos (o algunos derechos) de las personas?
Y entendemos que ese es el tipo de preguntas, y correspondientes respuestas, que los gobiernos deben/deberían de estar observando en miras de la sustentabilidad.
Y Pablo responde: “Evidentemente es un equilibrio difícil porque a veces tampoco se tienen modelos claros de cómo hay que darles respuesta a esas preguntas. Por eso el tema del GACH es traer la ciencia a la temática”. Los problemas de agua tienen que ver con muchos gobiernos, y las soluciones del agua tienen que ver con muchos gobiernos. Debemos ver cómo mirarlo de manera integral, hacia adelante, y no sólo como uso humano sino como recurso, y sobre la base de que lo que está sucediendo va a pasar más y más con el cambio climático. El cuándo no lo sabemos, pero sí sabemos que este tipo de fenómenos extremos volverá a ocurrir con mayor frecuencia, y por ello, como país tenemos que pensar en cómo prepararnos, porque además también afecta a varios sectores. Son estrategias que no se pueden posponer, sino que hay que empezar a pensarlas y actuar en relación.
Sería muy acertado generar un GACH sobre el agua para asegurar que el mejor conocimiento científico en un país con recursos tan importantes, y con un nivel de presión de la población relativamente manejable, busque soluciones que aseguren un tema como la calidad del agua a largo plazo. Recordemos que Uruguay tiene agua, a
diferencia de otros países con estrés hídrico; el asunto aquí es cómo gestionarla. “Un GACH sabe dónde está la información, y dónde no está y hay que ir a buscarla. Es un debate científico. Hay muchas preguntas que un científico debe de poder responder. Y el vínculo entre la ciencia y la política pública es muy importante. De hecho si hemos aprendido algo en la pandemia del Covid es que científicamente deberíamos de estar en condiciones de aplicarlo, y eso mismo es lo que nos diferencia de otros seres que habitan la tierra”. La lógica de la pandemia aplicada en Uruguay sería útil para otras esferas de la vida.
Pablo, cierra concluyendo: “Uruguay tiene condiciones para un manejo ambiental óptimo, porque no hay una presión de población fuerte como en otros países. Hay una cantidad de circunstancias que hacen que Uruguay sea favorable. El Ministerio de Ambiente es un rol que debe ir profundizándolo, fortaleciendo la agenda de sustentabilidad en la agenda de otros ministerios. En Uruguay, hay una oportunidad para que el sector privado se implique más y sea un referente. Lo mismo en ciencia y tecnología: hay muy buena gente, muy buenos investigadores; por eso hay que invertir y pensar estratégicamente”.
Hoja: un laboratorio de experiencias
Por Dahiana Valverde
SE TRATA DE UN ESPACIO QUE
APELA A CONECTAR CON LAS PERSONAS DESDE UN ABANICO DE SENTIDOS Y EL CUIDADO DEL AMBIENTE COMO PREMISA.
Hoja es conexión. Es cruzar y conectar a través de un espacio multicultural que combina interdisciplinas, como la gastronomía, el arte y la sustentabilidad. Un lugar de aprendizaje y expresión que nos permite apelar a la creatividad, experimentar y saciar la curiosidad.
En Hoja buscamos que las personas que lleguen se vayan aún más expandidas, ya sea a través de una experiencia sensorial de sabores y aromas, una charla cercana, un taller, un encuentro, una obra de arte.
De miércoles a sábados, abrimos las puertas en formato restaurante, donde proponemos un menú en tres pasos cocinado por Thomas (cocinero y cofundador de Hoja), con productos frescos, orgánicos y en su mayoría locales. Los otros días, los dejamos libres para talleres, encuentros o simplemente cerramos las puertas para expandirnos afuera.
El origen
Hoja es un proyecto que surge desde la necesidad de crear, el hambre de descubrir y las ganas de conectar con América Latina. Soy Dahiana Valverde, nací en Montevideo y me crié hasta mis 17 años en un pueblo llamado Rincón de la Bolsa en el departamento de San José. A mis 18 años me mudé a Montevideo para hacer la carrera de ingeniería civil en la UdelaR, a los 20 años conseguí mi primer trabajo, y desde ahí no paré. En el año 2018, renuncié a mi trabajo de ingeniera, llené la mitad de mi mochila de ropa y la otra mitad de yerba y aterricé en Francia. En 14 horas de vuelo, pasé de ser profesional a analfabeta, no hablaba, no entendía, no escribía francés.
Las ganas de aprender y descubrir me llevaron a conocer otra profesión como la gastronomía, y en un viaje de un año por Nueva Zelanda, pude conectar con la naturaleza desde un lugar muy profundo. Desde entonces decidí que todo lo que emprendiera tendría que ser, desde mi humilde lugar, para honrar y cuidar al medio ambiente.
Le di una rosca de tuerca a mi formación, me post-gradué en construcciones bioclimáticas en Francia, y en paralelo, con Thomas, mi pareja, abrimos un restaurante con la filosofía slow food en Albi, encantadora ciudad del sur del hexágono.
A finales del año pasado, tomamos la decisión de venir a América Latina, por un año al menos, y con ello surge Hoja, en Uruguay. Y es eso, todo eso que ya relaté más arriba, y que para nosotros, es aún más. A mi me gusta decir que Hoja es un laboratorio donde nuestros seres se permiten experimentar y transformar.
El porvenir
Hoja surge desde el movimiento y hoy va hacia otro movimiento. Así que hace unos días, tomamos la decisión de poner la llave en venta. Estamos en búsqueda de quien quiera continuar escribiendo su historia acá. Y nosotros prontos ya para el próximo paso…
Equidad para la sostenibilidad
Por Anabela Aldaz
EN EL QUINTO ANIVERSARIO DE SEA, ABORDAMOS EL EMPODERAMIENTO ECONÓMICO DE LAS MUJERES COMO UN FACTOR CRUCIAL A LA HORA DE IMPULSAR EL DESARROLLO SOSTENIBLE.
La sostenibilidad no solo se refiere a la protección del medio ambiente, sino también a la creación de sociedades equitativas y resilientes. Un componente crucial para lograr este objetivo es el empoderamiento económico de las mujeres, que tiene un impacto significativo tanto en el desarrollo sostenible como en la igualdad de género.
El empoderamiento económico de las mujeres implica su plena participación en el mercado laboral, el acceso a recursos financieros y la capacidad de tomar decisiones económicas. Sin embargo, en muchas partes del mundo, las mujeres enfrentan barreras significativas, como la discriminación de género, la falta de acceso a la educación y la responsabilidad desproporcionada de las tareas domésticas y de cuidado.
Impacto en la Sostenibilidad
El empoderamiento económico de las mujeres tiene múltiples beneficios para la sostenibilidad. Primero, mejora la economía. Diversos estudios han demostrado que cuando las mujeres participan en la economía, hay un aumento en el crecimiento económico y la productividad. Las mujeres tienden a reinvertir hasta un 90% de sus ingresos en sus familias y comunidades, lo que conduce a mejores resultados en educación, salud y bienestar general. Además, las mujeres en roles de liderazgo empresarial y comunitario tienden a tomar decisiones más inclusivas y sostenibles. Promueven prácticas empresariales responsables, como la adopción de tecnologías limpias y la implementación de políticas
ambientales. Este enfoque no solo reduce el impacto ambiental, sino que también fomenta un desarrollo más equitativo. La educación y la capacitación también son fundamentales para el empoderamiento económico de las mujeres. Programas de educación que se centran en habilidades técnicas y empresariales pueden abrir nuevas oportunidades para las mujeres, permitiéndoles acceder a empleos mejor remunerados y a posiciones de liderazgo. Además, la educación financiera es crucial para que las mujeres gestionen sus ingresos y ahorros de manera efectiva, contribuyendo a su independencia económica. El acceso a recursos financieros es otra área clave. Las mujeres a menudo enfrentan obstáculos para obtener préstamos y financiamiento debido a la falta de garantías o a la discriminación de género. Iniciativas como microcréditos y fondos de inversión específicos para mujeres pueden ayudar a superar estas barreras. Estas iniciativas no solo permiten a las mujeres iniciar y expandir sus negocios, sino que también crean empleo y fomentan el crecimiento económico local.
Políticas de Apoyo
Los gobiernos y las organizaciones internacionales tienen un papel crucial en el apoyo al empoderamiento económico de las mujeres. Políticas que promuevan la igualdad de género en el lugar de trabajo, como la igualdad salarial y la licencia parental, son esenciales. Además, los programas que fomentan la participación de las mujeres en sectores dominados por hombres, como la tecnología y la ingeniería, pueden ayudar a equilibrar las disparidades de género.
El empoderamiento económico de las mujeres no es solo una cuestión de justicia social, sino también una estrategia vital para la sostenibilidad. Invertir en mujeres no sólo mejora sus vidas y las de sus familias, sino que también impulsa el desarrollo económico y promueve prácticas más sostenibles. Es fundamental que continuemos trabajando para eliminar las barreras que enfrentan las mujeres y crear un entorno en el que puedan prosperar. Solo así podremos construir un futuro sostenible y equitativo para todos.
Los puentes de la inclusión
Por Andrés Cikato
UNA METÁFORA PARA HABLAR DE CÓMO LA DIVERSIDAD ES PARTE DE LA CONDICIÓN HUMANA, AUNQUE MUCHAS VECES NOS CUESTE ABRAZARLA Y, DE ALGUNA MANERA, ATRAVESARLA.
Un puente es un pasaje que nos transporta de una orilla hacia otra. Supone, esencialmente, un tránsito desde un lugar conocido hacia uno inexplorado. Atravesar un puente es entonces exploración y vínculo con algo novedoso, su camino nos entrega otra realidad, más completa, más compleja, su recorrido nos aleja de lo nuestro y nos inmersa en lo ajeno. Andando los puentes de la inclusión, se nos revela inexorablemente la diversidad humana en su total expresión, sin manías ni desconfianzas. Una realidad diferente a la tradicional, a la del pasado, a veces poca amistosa al principio, pero ineludible, puesto que el puente une realidades. Del mismo modo, las crea, construye nuevas visiones, claraboyas que se abren y dejan entrar energías frescas que inquietan al principio, pero nos abanican dejando salir pasados incompletos, descartando reflexiones dañinas, arrancando con nuestro pasado basura, que no suma, que empantana. Caminar de un lado al otro del puente de la inclusión reconoce el comprendernos como seres humanos completos, serios, fraternos, fundamentalmente disruptivos e
instintivamente inclusivos. Nos reinventa, nos reconstruye e intima a observar con un enfoque diverso, noble, más amable, con una contemplación que no vive del pasado, con vistas renovadoras y percepción más activa. ¿Qué nos permite descubrir el puente?: Que la diversidad es un hecho, es orgánica, originaria, necesaria. Que la multiplicidad en su sentido amplio es una condición de la naturaleza; la diversidad es la regla, no la excepción. Trasladándonos por el puente descubrimos que nuestro pasado es fragmentario y nos detiene, nos inmoviliza y nos condiciona negativamente. Traspasándolo, se nos revela la riqueza en lo diferente, permitiéndonos encontrar un escenario donde la inclusión se cristaliza; existe natural, por sí sola.
Los puentes de la inclusión son ineludibles y su caminar está en manos de cada persona. Animándonos a cruzarlo, avanzamos paso a paso para descubrir en lo desconocido una nueva orilla, sin miedos ni prejuicios: un entorno donde floreceremos como mejores humanos.
¡Felices cinco años a Revista SEA, que se animó a cruzar el puente!
Basilisa: primera editorial uruguaya para niños con dislexia
Por Marianela González
MERCEDES LAFOURCADE, PSICOPEDAGOGA CLÍNICA Y EDUCADORA, FUNDÓ Y DIRIGE BASILISA, LA PRIMERA EDITORIAL URUGUAYA ESPECIALIZADA EN LIBROS Y RECURSOS EDUCATIVOS PARA NIÑOS CON DISLEXIA, CREANDO UN PUENTE ENTRE SU AMOR POR LOS LIBROS Y LAS NECESIDADES DE SUS HIJOS.
“No puedo ser la única madre que busca un libro que su hijo pueda leer fácilmente en la escuela”. Como madre de dos hijos con dislexia- una condición que dificulta la lectura fluida-, Mercedes enfrentó la frustración de no encontrar libros adecuados para que sus hijos pudieran disfrutar de leer sin sentirse limitados, tanto en su casa como en la escuela. Es así que en 2018 decidió producir libros atractivos y accesibles para niños curiosos y exigentes, con dificultades lectoras. Estos libros tienen ciertas particularidades, por ejemplo: en ellos prevalecen las palabras cortas y frecuentes, los enunciados directos, una estructura temporal directa, imágenes de calidad.
Desde el inicio, Mercedes realizó todo el proceso: escritura, creación y publicación. Sin experiencia previa en el ámbito editorial ni como emprendedora, la impulsó su gran empatía y determinación. “Lo hice todo con el corazón”. Creó una cuenta en instagram y empezó a vender su primer libro, Milo y Manú, que recibió una respuesta muy positiva de parte de madres y maestras, demostrando una demanda real por este tipo de libros y motivándola a seguir.
Expansión e innovación
Además de la distribución en librerías de Uruguay, Argentina, y Miami, Mercedes realizó una investigación junto a la Universidad de la República y desarrolló una plataforma digital interactiva llamada LISA. Esta herramienta permite a los niños practicar la lectura con textos adaptados y actividades personalizadas, ofreciendo también recursos para psicopedagogas y maestras. Su
metodología y trabajo innovador llamó la atención de instituciones internacionales, como la Universidad de Turku en Finlandia que la contactó para una colaboración como asesora para desarrollar su programa con escolares de ese país.
“Como emprendedora, a veces me siento agotada y pienso en rendirme, pero aprendí que lo más importante es creer en lo que uno hace y enfocarse en crear un buen producto, sin apurar procesos. Si existe una demanda real, llegará a su debido tiempo”, confiesa.
Confiar en la intuición
“En agosto de 2023, me diagnosticaron un cáncer de mama agresivo, lo cual inicialmente atribuí al estrés y volumen de trabajo, pero continué desarrollando LISA y escribiendo historias porque me daba mucha felicidad. A pesar de los prejuicios de quienes me decían que debía abandonar mi proyecto, decidí seguir mi intuición y mi pasión. El seguir trabajando contribuyó a mi recuperación y curación”, cuenta.
La visión y el trabajo de Mercedes abren nuevos caminos en la educación inclusiva, alineándose con la necesidad global de promover una educación de calidad y accesible para todos.
Más información en basilisa.org
Olas y rompientes
Por Inés Manzano
En 1999, un Club Deportivo en Ecuador pidió la concesión de playa y bahía. En ese entonces, se le aprobó realizar un espigón; pero nunca se completó el mismo, faltando 118 metros. El estudio presentado de batimetría -es la cartografía del fondo marino-, decía que las especies, la pesca, las corrientes, olas y sus rompientes serían afectadas de no hacerse lo aprobado. El resultado fue de un lado el asolvamiento de la arena, y al otro lado, la pérdida de extensiones de playa. Casas se caían al agua, afectadas por la rápida acción del mar.
En Perú, en La Herradura y Cabo Blanco, dos de las mejores olas de ese país fueron defendidas por surfistas y amantes de la naturaleza. En el caso de La Herradura, un alcalde dinamitó el acantilado y el borde costero sin ningún estudio ambiental ni planificación. El resultado afectó la ola y una de las playas más bellas de Lima, desapareciendo la arena de la playa. En Cabo Blanco, un muelle para la pesca artesanal cortó la trayectoria de la ola y casi desaparece. Y así tenemos ejemplos en Chile, Argentina, Brasil, Uruguay y otros lugares.
¿Por qué las olas son importantes? Primero desde el punto de vista ecológico, oxigenan el agua; ayudan a la formación de distintos ecosistemas costeros; esparcen larvas de
animales marinos; generan corrientes; ayudan a la pesca artesanal -mayor oleaje más peces- y de moluscos; transportan materiales costeros hasta dejarlos sedimentados en las zonas más protegidas; generan energía; indispensables para el surf y turismo; y, su factor más reconocido, el recreativo.
Si una obra, actividad o infraestructura altera el fondo marino, impactará la onda de energía que es la ola, sus rompientes y las orillas; éstas deberían ser consideradas a nivel mundial como ecosistemas frágiles marino costeros. De ahí la importancia de protegerlas a través de una adecuada ley: Perú la tiene; Chile, Panamá y Ecuador en proceso. Cada una tiene características especiales, como crear zonas de protección, hacer santuarios de olas, o crear un registro nacional de protección. Asimismo, los municipios costeros deberán respetar la naturaleza a través de la correcta ordenación y extensión de permisos. La Armada, Ministerios de Ambiente, Turismo, Pesca y Riesgos serán estratégicos para proteger en cada país, así como colectivos, por ejemplo, Hazlo por las Olas y Mareas vivas
Para ser líderes en proteger ecosistemas marinos costeros en la región debemos entender que podemos construir sin destruir; así como observar, aprender y amar la naturaleza.
Trabajar al límite
Por Lucía Tornero
SIN INFORMACIÓN FIABLE SOBRE LA CRISIS PLANETARIA, ¿CÓMO
HAREMOS PARA SUPERARLA? LOS PERIODISTAS AMBIENTALES: ENTRE LA PASIÓN, EL DEBER Y EL RIESGO. EXPERIENCIAS Y PERSPECTIVAS DE REPORTEROS EN AMÉRICA LATINA.
Muchos periodistas estarán de acuerdo en que dicha profesión no es solo un trabajo, es un estilo de vida, una forma de ser. “Soy periodista” en lugar de “trabajo de periodista”, porque es un oficio que no da descanso. Se es periodista 24/7…las historias nos rodean, están por doquier. Y cuando se trata de periodismo ambiental, las crecientes amenazas planetarias y sus causas han convertido a la profesión en una disciplina crucial que no deja de enfrentar graves riesgos, tan o más graves que los peligros sobre los cuales reporta. En mayo de este año se publicó un informe de UNESCO que reveló que “el 70% de los periodistas ambientales han sido agredidos por su trabajo”. La publicación advierte del aumento de la violencia y la intimidación contra los periodistas que informan sobre el ambiente y, especialmente, el cambio climático. “Al menos 749 periodistas o medios de comunicación que informaban sobre cuestiones ambientales han sufrido agresiones en los últimos 15 años”, señala.
El informe denuncia desde asesinatos, agresiones físicas, detenciones y arrestos, acoso en línea o acciones legales en el período 2009-2023. También se subraya que se trata de un problema global, ya que esas agresiones sucedieron en 89 países de todas las regiones del mundo.
Olga Guerrero no es ajena a este tipo de prácticas violentas, ya que las ha padecido en carne propia. Periodista colombiana especializada en ecología y ambiente, investigadora sobre biodiversidad, cambio climático y conflictos socioambientales, es autora de la Agenda Ambiental de Boyacá y este año fundó la revista digital redprensaverde.org.
“Una de las experiencias más fuertes ocurrió cuando fui retenida por paramilitares en un lugar recóndito. Sobreviví y me quedó la lección como periodista para toda la vida (sobre todo en Colombia): hay que conocer muy bien la geografía, la hidrografía y la situación sociopolítica de las regiones donde se reportea, no puedes salir a trabajar sin
Hernán Sorhuet Periodista ambiental uruguayo. Columnista diario EL PAIS de Montevideo
medir los peligros. Hubo tortura psicológica, agresiones, un disparo y seguimientos posteriores. Fue muy fuerte, solo se podía callar porque si contaba lo ocurrido mi familia estaba amenazada. Hay muchas historias sobre esto que me ayudaron a formar sobre lo que es ser reportera en uno de los países más maravillosos y biodiversos del planeta, pero a la vez con mucha violencia”.
En aquel país, como en muchos otros de América Latina y también del resto del mundo, uno de los mayores riesgos para los periodistas ambientales tiene que ver con la violencia que puedan ejercer grupos armados en zonas marginales al control del Estado. “Las mafias que han ido ocupando territorios y ejercen control: los deforestadores, los traficantes de fauna (mar y continente), el narcotráfico. Otro riesgo es no poder reportear bien una historia porque no encuentras fuentes que quieran contar la verdad por miedo”, agrega.
La experiencia de Hernán Sorhuet, periodista y educador ambiental de Uruguay, por fortuna ha sido muy diferente. Considera que no ha sido expuesto a riesgos significativos,
pero sí a presiones indirectas. Sin embargo, sabe con claridad los peligros que enfrentan muchos de sus colegas y explica los motivos: “Porque los temas ambientales, sin excepción, involucran o afectan intereses económicos, políticos, sociales. A veces de muy bajo impacto, pero otras, tan alto que el riesgo de vida es real. Descendiendo un nivel, hay que recordar que el periodista que cumple su labor a conciencia, siempre molestará o irritará a personas, a determinados colectivos o intereses. Es inevitable”, desarrolla el también profesor de Ciencias Biológicas, quien dice que por el año 1981, cuando egresó, lo ambiental era un tema “raro”, sólo vinculado a catástrofes como derrames petroleros, accidentes de plantas nucleares o químicas, deforestación de la amazonía, debilitamiento de la capa de ozono, etc. Sin embargo ya había un determinado número de personas (se incluye) que consideraban que lo ambiental era todo; no dejaba nada fuera. “Hasta el día de hoy me sigue sorprendiendo que El País de Uruguay me haya dado esta enorme oportunidad y que la mantenga hasta el presente”, dice. Su colega, Gonzalo Sobral, coincide en que la situación en Uruguay es distinta a otras zonas, donde quienes cubren los temas ambientales ponen en riesgo su vida muchas
Periodista argentina de larga trayectoria. Presidenta de Periodistas por el Planeta.
veces para hacerlo. “Aquí no pasa más de alguna negativa a dar entrevistas o alguna salida destemplada posterior a haber publicado algo de alguno de los involucrados que no te quiso dar esta entrevista, diciendo que eso es falso, que no lo convocaste para hacerlo o demás”, explica este profesional que ha trabajado con Radio El Espectador de Montevideo, además de haber tenido un programa sobre temas ambientales llamado “El Ambiente en el Medio” en NSTV de Montevideo. “En Argentina, por suerte, los riesgos físicos para los periodistas ambientales no suceden”, señala por su lado Laura Rocha, Presidenta de Periodistas por el Planeta. “Pero sí claramente te sentís presionada, como por lo menos yo me sentí cuando escribo más que nada sobre industrias extractivas, es decir, minería o industria petrolera, o alguna de las actividades que perjudican a comunidades”.
Los riesgos ocultos
Existen otros factores “menos visibles” que también pueden afectar con gran impacto la labor periodística en el campo ambiental. Por un lado, la formación profesional. “Los temas ambientales cada vez se vuelven más complejos, y si uno no se forma y desarrolla una mirada crítica, posiblemente lo que termina haciendo es repetir lo que dicen las
partes involucradas, pero no con una capacidad importante de discernimiento de lo que allí sucede”, considera Gonzalo.
Olga coincide y aconseja a los futuros periodistas: “Les diría que se formen cada día en el mundo de la ecología y el ambiente. Toca ser autodidactas porque no hay mucha formación en estos asuntos. Lean, estudien los temas a partir de mapas y comparen en campo. Ahora todo es más fácil, antes nos tocaba con libros y enciclopedias y lo poco que se publicaba en las universidades entendiendo el lenguaje técnico”.
El otro riesgo del periodista ambiental es quizás uno de los más dolorosos para un profesional: la censura. Los periodistas pueden enfrentar censura directa de sus gobiernos, de las corporaciones a las que investigan e incluso de los propios medios para los que trabajan. En algunos casos, los gobiernos imponen restricciones a la información, limitando el acceso a datos críticos sobre el ambiente. Esta falta de transparencia dificulta el trabajo de los periodistas y su capacidad para informar al público sobre temas ambientales urgentes. Laura no ha sufrido censura directamente. Sin embargo, no le permitieron publicar una nota tal cual ella quería que saliera. “No la firmé”, dice contundente. “Esa es mi solución. Para mí una de las cosas más importantes que tiene el periodista es su nombre y creo que no prestarse a los cambios con los que uno no está de acuerdo, es una manera de defendernos”, agrega y reflexiona sobre el actual contexto político de su país. “No tiene que ver solamente con una ley (por la ley base), sino con el concepto que tiene del periodismo esta nueva gestión que nos ve como ensobrados a cualquier periodista que pueda presentar una duda o una pregunta o algo que al poder no le guste. Entonces lamentablemente tiene que ver con la visión desde la gestión pública, desde esta administración”, suma.
“Cualquier tema en el cual esté involucrado el periodismo y pueda estar molestando a algún grupo que detente cierto poder o tenga ganas de que eso no se comunique, siempre hay riesgos asociados. Y el mayor riesgo es que el periodista frente a eso se asuste y
Olga Guerrero
Periodista colombiana. especializada en ecología, recursos naturales y educación ambiental. Fundadora de Red Prensa Verde.
lo que esté entregando no es todo lo disponible, sino aquello que crea que no genere problemas. Entonces ahí estamos haciendo un mal trabajo respecto al público, hacia el que nos debemos, para el cual trabajamos”, sostiene Gonzalo introduciendo otra de las formas que adopta la censura: la autoimpuesta, que puede volverse común cuando los periodistas temen por su seguridad o enfrentan presiones legales y económicas, resultando en coberturas limitadas o sesgadas, lo que a su vez afecta la conciencia pública y la capacidad de los ciudadanos para tomar decisiones informadas.
Una necesidad: la protección
¿Existen mecanismos a los que pueden apelar los periodistas ambientales para protegerse? En el caso colombiano, según Olga, se debería volver a tener “la figura del periodismo como profesión de ‘alto riesgo’, para quienes hacen coberturas ambientales en zonas de conflicto”. Esto para que haya medidas legales y de protección en caso de amenazas o riesgos en la seguridad de los reporteros. De por sí, la tarea periodística coloca a sus profesionales en una situación de fragilidad. “Porque los intereses que se ´tocan´ a diario se negocian y resuelven de diferentes
maneras”, indica Hernán. “No creo que falte una legislación especial para los periodistas ambientales, ni siquiera que sea necesaria. En todo caso, ingresando en el terreno político de este país, aspiro a que en el corto plazo se logre una mayor concientización del sector político y de los grandes tomadores de decisiones, del valor y la importancia que tiene implantar un modelo de desarrollo sustentable, es decir, el balance entre el crecimiento económico, la protección ambiental y la equidad social, para que la cobertura y las opiniones habituales del periodista ambiental estén en sintonía con ellos en los temas de fondo. Desde luego no digo coincidencia en todo”, considera, enfatizando la aspiración de concretar una ciudadanía ambiental generalizada.
Laura en cambio hace referencia al acuerdo de Escazú: “Además de que es un acuerdo latinoamericano, es el primero de su tipo y funciona para el acceso a la información pública ambiental y también para los defensores ambientales que tienen un rol central. Me parece que nosotros tenemos muchas leyes que nos protegen, pero bueno, no necesariamente el poder judicial es el poder más independiente de todos en nuestro país”, en relación a Argentina.
El futuro del periodismo ambiental ¿Deberíamos hacer la distinción entre periodismo y periodismo ambiental? Hernán sostiene enfáticamente que no. “Creemos que el apellido ´ambiental´ debería desaparecer pronto por ser redundante. Los
desafíos ambientales locales e internacionales son tan grandes que necesitan de un sector periodístico bien preparado para satisfacer las necesidades de la sociedad. La explosión de las redes nos inunda con un tsunami de ´información´ en cualquiera de los temas. Pero, en esa ensalada informativa puede resultar muy difícil distinguir lo falso de lo verdadero, lo confiable de lo otro. Ahí es donde el periodista ambiental, bien formado e informado, cumple un papel insustituible. Cómo nunca antes el valor superior es la confianza”, afirma.
“En general creo que todos los periodistas estamos en una situación compleja. En Argentina, en América Latina y en el mundo, el periodismo en general también está cambiando y por supuesto para los periodistas ambientales también”, reflexiona Laura. Olga, con una resiliencia tal vez motivada por la pasión y el amor a la profesión, siempre buscó salir adelante”. Hace un llamado a futuros periodistas a no desfallecer. “Ahora más que nunca el planeta los necesita trabajando. La gente vulnerable requiere a reporteros en los territorios olvidados. Lo que ocurre en la Amazonia, los océanos, los demás ecosistemas impactados por el narcotráfico, la deforestación, la minería, el tráfico de fauna, el hambre, la corrupción en los entes ambientales, debe ser cubierto”, insiste. “Que el periodismo sea para servir a la gente y a la conservación de los ecosistemas. Que sueñen las historias, que trabajen en su realización y cuando las hagan, vuelen alto buscando más historias”.
Los pueblos indígenas no contactados son los más vulnerables del planeta.
Sabemos muy poco de ellos. Pero sí sabemos que hay más de 150 en todo el mundo.
Y sabemos que poblaciones enteras están siendo exterminadas por la violencia genocida que ejercen los foráneos que les arrebatan sus tierras y sus recursos, y por enfermedades como la gripe y el sarampión contra las cuales no tienen inmunidad.
Necesitamos tu apoyo para ayudarnos a combatir una de las crisis humanitarias más urgentes y trágicas de nuestro tiempo. www.survival.es
STARTUPS DE IMPACTO
Por Matías Kelly e Ignacio Hyland*
EL PAPEL DEL FINANCIAMIENTO EN LA INNOVACIÓN, AL SERVICIO DE RESOLVER PROBLEMAS SOCIALES Y AMBIENTALES.
La evolución de la tecnología, la aceleración de métodos y herramientas y la proliferación de incubadoras, aceleradoras, y fondos de inversión, ha dado lugar a un nuevo segmento para la innovación social y ambiental, ése que pone en el centro la integración del impacto en los proyectos de negocio.
Son proyectos que desde su nacimiento buscan resolver problemas sociales o ambientales, y la mejor manera de hacerlo y de financiarse es haciéndolo de manera medible, replicable y escalable, lo que les posibilita acceder a diferentes fuentes de financiamiento, una de las cuales es el capital privado, donde hay un segmento cada vez más consciente y permeable a poner su dinero al servicio del bien común, sin que ello implique resignar negocio y ganancias.
Resolver estos problemas a través del capital privado de manera rentable y escalable encierra un inmenso potencial de transformación, y los venture capital de impacto, proporcionan el marco necesario para identificar, generar, estructurar, medir, evaluar y acompañar soluciones innovadoras para abordar los desafíos sociales y ambientales a través de nuevas empresas de impacto. “Aprovechando de éste modo la fuerza del mercado, podemos transformar las necesidades sociales y ambientales en oportunidades rentables.”
La innovación Social y Ambiental hoy pasa por las Startups: A diferencia de los fondos VC tradicionales, centrados únicamente en el crecimiento del
negocio, los fondos VC de impacto priorizan la creación de impacto en adición al negocio. Aquí la tecnología juega un doble papel. La disrupción tecnológica sirve como catalizador no sólo para la expansión empresarial sino también para mejorar la capacidad de generar cambios sociales y ambientales significativos. Un ejemplo de ello es lo que está realizando The Future Co, una startup que está determinada a terminar con la pobreza multidimensional, WaterPlan, destinada a reducir el riesgo hídrico a nivel global, o Nilus, que desarrolla tecnología para reducir los costos de vida de personas de bajos ingresos a través de la desintermediación, el rescate de alimentos en riesgo de desperdicio y la organización de grupos de compra comunitaria. Para seguir creando soluciones sociales y ambientales escalables, identificamos 3 niveles de acción necesarios cuando hablamos de startups de impacto:
Generar una visión compartida: Promover las inversiones de impacto como un medio eficaz para canalizar los flujos de capital hacia soluciones innovadoras que generen tanto beneficios financieros como un impacto social y ambiental positivo y cuantificable.
Con un propósito colectivo: El conocimiento colectivo, el análisis colaborativo y profundo de los diferentes verticales de impacto y su landscape competitivo, la rápida comunicación de innovación de valor, permiten impulsar el emprendimiento maximizando el impacto positivo mientras genera importantes retornos financieros, acotados a través de la estructuración de las diferentes etapas de inversión.
El impacto como adicionalidad al negocio: En este contexto, donde la necesidad de soluciones es apremiante, abundan las ideas innovadoras para abordar los desafíos sociales, económicos y ambientales, emergen los venture capital de impacto como articuladores en un mundo que exige un enfoque más sostenible y socialmente consciente para el desarrollo económico y empresarial, con un nuevo paradigma de inversión, donde vemos la inversión como una fuerza transformadora capaz de impulsar un cambio positivo a gran escala.
El desafío es mayor, claramente, que el de las inversiones privadas tradicionales, pero son muchos más los aliados resolutivos, la determinación colectiva, y la posibilidad de encontrar socios, inversores, y colaboradores que invierten no sólo dinero sino su valor más preciado, su tiempo, que viene acompañado de sus skills y capacidades: su inteligencia, su network, y su experiencia al servicio de algo superior. En un mundo incierto, y muchas veces sin sentido, encontrar un faro que acerque e ilumine a quienes estamos dispuestos a unir fuerzas para resolver éste tipo de problemas, nos llena de satisfacción a aquellos que difícilmente podamos encontrarla sin un propósito.
* los autores forman parte de Sumatoria, y esta organización, junto a Xeibo Ventures, lanzaron un Fondo de VC de Impacto llamado Beta Impacto (www.betaimpacto.vc).
DE PEQUEÑO INVERNADERO A CASO DE ESTUDIO
Por Sebastián Figuerón
VERDEAGUA LLEVA ADELANTE LA MAYOR PRODUCCIÓN DE VEGETALES HIDROPÓNICOS DEL PAÍS Y LO HACEN DE MANERA EFICIENTE, CONSCIENTE Y SUSTENTABLE, PROCESANDO LA PROPIA MATERIA PRIMA, ASEGURANDO LA TRAZABILIDAD DESDE LA SIEMBRA DE LA SEMILLA HASTA EL PRODUCTO TERMINADO.
Verdeagua es una empresa agroindustrial uruguaya que mediante el sistema de hidroponia se dedica a la producción, acondicionamiento de vegetales de hoja. Hoy produce y procesa la mayor cantidad de vegetales hidropónicos del país, abastece a centros logísticos, cadenas de food service e hipermercados mediante una distribución autogestionada para garantizar la excelencia de sus procesos y cumplir con la normativa para este tipo de productos.
La organización pasó de ser un “pequeño invernadero de madera ubicado en un predio familiar a fines del año 2000, a un establecimiento de producción de alta tecnología que abarca más de 30.000 metros cuadrados de operación.
Se encuentra actualmente en expansión, adoptando e instalando uno de los sistemas más sofisticados de producción existente en el planeta para generar la mayor producción de vegetales alcanzable con el menor impacto posible, optimizando los recursos al máximo e implementando un sistema de generación de empleo calificado.
Verdeagua tiene una clara vocación por garantizar la calidad del producto en cada etapa del proceso productivo, por ello produce sus lechugas bajo la norma Global GAP y procesa dicha materia prima en una moderna planta industrial ubicada dentro de su mismo predio que cuenta con certificación BRCGS Full, ambas certificaciones son el resultante de rigurosos procesos que abalan hoy estándares de calidad a nivel de primer mundo.
Como empresa B certificada, Verdeagua también se ocupa por brindar oportunidades de trabajo y formación a personas de su comunidad, mayoritariamente personas con barreras crónicas al empleo provenientes del cinturón rural de Montevideo y localidades cercanas. Cuenta con un equipo técnico multidisciplinario de más de 20 integrantes en el área profesional agronómica, la ingeniería alimentaria y química, quienes además de la producción y el proceso, forman parte del staff de Calidad que controla y regula la inocuidad de los productos, instalaciones y proceso mismo por medio de la intervención de un laboratorio de análisis microbiológico situado dentro de la propia planta industrial.
Esto, sumado a una apuesta por la innovación, la gestión sostenible del agua, la renovación de energía y la propuesta de residuos cero, le permitió a Verdeagua ser galardonada con el Premio Nacional de Innovación y el Premio Nacional de ambiente Sostenible, así como también es permanentemente premiada por las partes interesadas que ocupan un espacio para dar un reconocimiento a sus socios comerciales.
En el corto y mediano plazo, la organización planea seguir consolidando su liderazgo en el mercado hortícola ampliando su capacidad productiva un 50% este año, a la vez que busca expandir su oferta de productos promediando el año entrante. Hasta ahora, Verdeagua fue capaz de afrontar los desafíos de crecimiento de manera autónoma y luego consolidó su desarrollo con la incorporación de socios que aportaron capital, valor y conocimiento, transformándose estos mismos en colaboradores más que en accionistas, ello resultó tan inusual y peculiar que se destacó como caso de estudio en la Universidad de Harvard, caso que se utiliza hoy día en diversas carreras universitarias, de maestría y post grado en Uruguay así como fuera de frontera. Sin embargo, el crecimiento acelerado de la empresa y los intereses de la dirección demandan formular una estrategia de crecimiento que se enfoque en diversas propuestas ampliadas, a fin de poder satisfacer la gran demanda del mercado que exige cada vez más profesionalismo, trazabilidad, sustentabilidad, inocuidad, frescura calidad, seguridad alimentaria y abastecimiento permanente.
El viento
Octavio Paz
Cantan las hojas, bailan las peras en el peral; gira la rosa, rosa del viento, no del rosal. Nubes y nubes flotan dormidas, algas del aire; todo el espacio gira con ellas, fuerza de nadie.
Todo es espacio; vibra la vara de la amapola y una desnuda vuela en el viento lomo de ola.
Nada soy yo, cuerpo que flota, luz, oleaje; todo es del viento y el viento es aire siempre de viaje.
EL RITMO ANCESTRAL DE LA NATURALEZA
Texto y fotos por Juan Carlos Gambarotta
EL PARQUE NACIONAL JOZANI-CHWAKA BAY, EN LA ISLA DE ZANZÍBAR, ES UN ESPACIO PROTEGIDO DE UNOS 50 KILÓMETROS CUADRADOS EN EL PAÍS AFRICANO DE TANZANIA. ES EL ÚNICO EN ESA REGIÓN INSULAR Y ES UN SITIO CARGADO DE HISTORIA, ZONAS PARADISÍACAS Y ESPECIES QUE LLEVAN LA BANDERA DE LA CONSERVACIÓN.
¡Zanzíbar! Durante demasiado tiempo, su nombre musical representó al mayor puerto de tráfico de esclavos del Este de África. Más adelante, llegó a constituir uno de los mayores sitios de producción de especias del mundo. En la historia del Archipiélago de Zanzíbar, situado frente a la costa de Tanzania, se mezclan la inconmensurable crueldad de la esclavitud, los aromas del clavo de olor, canela y cardamomo, el turquesa de sus aguas y la enceguecedora blancura de sus arenas de coral.
Durante cientos de años, la combinación de los vientos alisios y monzones permitió la navegación a vela entre Zanzíbar y Arabia e incluso la India, lo que benefició el comercio, terminando por generar la fascinante cultura Swahili que amalgama etnias y lenguas de esos puntos tan distantes. El cultivo de las especias produjo la deforestación del bosque nativo en la mayor parte de las islas, la mayor de 86 km de largo y solamente existe un relicto que actualmente está protegido dentro del Parque Nacional Jozani-Chwaka bay.
El bosque Jozani se encuentra a 35 km hacia el sur del puerto e histórica ciudad de piedra, y abarca unas 2.500 hectáreas. En el parque nacional hay diversos tipos de vegetación: bosque nativo, bosque nativo con cultivo abandonado de especias, matorral y sobre la costa manglar. Entre las especies vegetales que se encuentran en él destacan la caoba roja, el sicomoro, la palma aceitera, la rafia y diversidad de helechos.
La fauna del parque nacional incluye el mono azul, especie común en África, hubo una subespecie propia de leopardo de muy pequeñas y abundantes manchitas, la cual se considera extinta desde hace años, el pequeño antílope Aders duiker (Cephalophus adersi) de llamativo pelaje rojizo, blanco y gris endémico de Zanzíbar y decenas de especies de aves.
Caminando por un trillo noté un movimiento en las frondas de grandes helechos, y al detenerme, por un instante pude ver a uno de los animales más raros de la región. Apareció fugazmente un ser de pelaje naranja, pardo y negro, parecido a una rata grande,
pero con trompa: la rara musaraña elefante Zanj (Rhynchocyon petersi adersi).
Pero sin lugar a dudas, la estrella del área protegida es el colobo rojo de Zanzíbar (Piliocolobus kirkii), endémico de la isla, que es uno de los monos de pelaje más colorido de África. A diferencia de muchas especies amenazadas, es muy fácil de ver. Forma grupos y contrario a lo que es normal en los monos, éstos no se acercan a la gente para mendigar o robar fruta o caramelos. La razón es que no están adaptados a digerir azúcar, debido a que su dieta se compone básicamente de hojas y flores. Me llamó la atención que ignoraran por completo a las pocas personas que andábamos por allí. Actualmente el turismo contribuye mucho a la economía de Zanzíbar. Lamentablemente, hay hoteles ocupando extensas franjas de la costa, pero al parecer, últimamente ha aumentado el interés de los turistas por visitar el bosque Jozani. Esperemos que esto no redunde en una presión más para ese tan preciado relicto, sino que sea un incentivo para restaurar otros bosques y así devolver terreno a sus especies endémicas.
Nación SabiduríaMagüta,ancestral para la Sostenibilidad
Por Rodrigo Castells Daverede
En artículos anteriores, hemos compartido miradas sobre la educación, la cultura y la espiritualidad de esta parte del corazón de la Amazonía. Reflexiones que nacen de compartir el camino cotidiano con los hermanos y hermanas de la Nación Magüta o Tikuna. Realidades que están íntimamente relacionadas con uno de los aspectos centrales que dan consistencia a la identidad de nuestros pueblos o naciones originarias, los Relatos de Origen o mitos fundacionales.
La Nación Magüta es la principal etnia que habita los territorios de la Triple Frontera de Colombia, Brasil y Perú, Pueblo numeroso que conserva viva su lengua, sus Relatos de Origen, sus celebraciones rituales y sus usos y costumbres. Desafiados por una
cultura occidental avasallante, resisten y buscan organizarse para lograr cuidar, poner en valor y compartir con la comunidad humana la riqueza de su cosmovisión. No es posible en un breve articulo hacer referencia pormenorizada a los Relatos de Origen de la Nación o Pueblo Magüta (Tikuna). Pero si podemos nombrar algunos aspectos generales que nos permitan visualizar cómo estos relatos invitan a transitar caminos de mayor sostenibilidad. Asimismo, en otras oportunidades hemos nombrado al pasar que se podría decir que la Nación Magüta tienen como referencia central el “cuidar y hacer crecer la vida en todas las manifestaciones del territorio en el que habitan”. Esta afirmación la
construimos desde la escucha de los mayores y sabedores en sus consejos y relatos de los orígenes, y la observación y compartir cotidiano de sus usos y costumbres. Algunas referencias muy breves a los relatos de origen y sus personajes donde se esboza esta motivación central del Pueblo Magüta-Tikuna (que comulga con el Sumaj Kausai andino – Buen Vivir). El “padre” de los Magüta es N´Gutapa. Tenía una esposa que no le daba hijos y se rabió con su esposa por esta situación. Luego de una serie de incidentes, es el mismo N´Gutapa que tendrá que “engendrar” de sus rodillas a sus propios hijos, sintiendo en su propio cuerpo el dolor y desafío que implica el proceso de gestación, nacimiento y crianza. En lo relatado se visualiza claramente que la posibilidad de dar vida y la sabiduría para sostenerla y hacerla crecer es vital para la sostenibilidad. La sostenibilidad de la vida tiene que ver con la posibilidad de reconocer y sentir los dolores que sufren todos los seres en el proceso de sostener la coexistencia como comunidad de seres vivos interdependientes. Para los Magüta, la mujer y su ciclo menstrual es el eje mismo de la vida y su sostenibilidad. La celebración ritual principal en
la vida del pueblo es la Fiesta de la pubertad Pelazón o Moca Nova. En esta celebración ritual, los Magüta actualizan la memoria de su origen, los mandatos o consejos de los primeros tikuna, conjuran las quebradas para que haya abundancia de pescado, conjuran los distintos elementos que se utilizan en la fiesta ritual para que haya abundancia de cosecha en las chagras y abundancia de cacería en la selva. También convocan o invitan a la fiesta a todos los seres que habitan su entorno, los animales, la selva, los espíritus, las personas en encantadas. En el espacio de la Casa Grande o Maloca, se congrega toda la vida, mortal e inmortal, para hacer fiesta recordando cómo se originó la vida y cuáles son los aprendizajes histórico-ancestrales fundamentales para sostenerla. Los relatos de origen con sus personajes y en cada una de sus acciones señalan los caminos a recorrer para la sostenibilidad de la vida del Pueblo. La niña que pasa a ser mujer en su primer ciclo menstrual es garantía y ocasión para celebrar la sostenibilidad y perpetuidad del ciclo vital. La vida de todos los seres mortales y espirituales de sus territorios acontece entrelazada en el hoy de la historia, viva, reconocida y celebrada.
Nuestro mundo lleno de vida
Dirección:
James Shelton
Duración: 50 minutos
Año: 2024
País: Reino Unido
Género: Documental
Una serie documental familiar sobre ciencia y naturaleza que nos presenta el complejo tapiz de criaturas y ecosistemas que sostienen la existencia de la Tierra y que están bajo grave amenaza debido a la actividad humana. Narrada por Cate Blanchett en la versión original, esta docuserie explora la inteligencia, el ingenio y el carácter simbiótico de la vida en la Tierra.
Recomiendan
El derecho a decir NO
Por Fiona Wilton
EN SUDÁFRICA, UNA COMUNIDAD INDÍGENA SE ORGANIZA PARA
DEFENDER LA CONSERVACIÓN DE LAS TIERRAS Y AGUAS, NECESARIAS PARA PRESERVAR SU CULTURA Y VIDA.
El mar, las playas de arena blanca y las tierras fértiles de la Costa Salvaje (Wild Coast) de Sudáfrica han florecido junto con la gente indígena Mpdondo durante generaciones. Aquí pescan y cultivan en equilibrio con la naturaleza. Y aquí, han defendido sus tierras y aguas de la colonización, el apartheid, la minería de titanio y más recientemente, de las pruebas sísmicas para la exploración de petróleo y gas.
Amadiba, el hogar de aproximadamente 3.000 familias en Mpondoland (también conocido como Pondoland), es el territorio tradicional del pueblo Mpondo, ubicado dentro de la región de la Costa Salvaje.
Durante más de una década, dos valientes defensores de la Tierra han dedicado sus vidas a proteger sus tierras y sus aguas. Nonhle Mbuthuma es cofundadora y portavoz de un movimiento social comunitario que se formó para luchar contra una propuesta de mina de titanio a lo largo de la costa de Amadiba. Sinegugu Zukulu trabaja con una ONG que promueve la sostenibilidad ambiental y económica para comunidades indígenas a través del ecoturismo. Crecieron comprendiendo que la vida natural está entrelazada con sus vidas, y que ser activistas pondría sus propias vidas en peligro de violencia física, intimidación y posible muerte.
La construcción de la mina de titanio se detuvo, pero poco después vino la amenaza a sus aguas. En 2021, los medios avisaron sobre pruebas sísmicas frente a la Costa Salvaje para buscar reservas de petróleo y gas bajo el lecho marino. El área marina protegida de Pondoland, de unos 1.380 km2, linda con una de las costas más bellas y accidentadas de Sudáfrica. Es inusualmente rica en biodiversidad marina, un santuario importante para ballenas jorobadas y ballenas francas australes migratorias que paren en alta mar, y muchas especies de peces endémicos.
“Estas aguas son preciosas. Tenemos cooperativas que practican la pesca ecológica, utilizando cañas en lugar de redes que arrasan con todo. Pero el océano también es un lugar sagrado. Según nuestras tradiciones, nuestros antepasados residen en el océano. Según la Constitución de nuestro país, tenemos derecho a practicar nuestra cultura, y eso exige proteger nuestras aguas”, señala Nohnle Mbuthuma.
Las pruebas sísmicas incluyen la detonación del fondo marino con pistolas de aire sónico de alta potencia. Las explosiones se pueden escuchar a millas de distancia y dañan directamente el zooplancton, los huevos y larvas de peces y, especialmente, los mamíferos marinos, que pueden sufrir pérdida de audición y comunicación interrumpida, tener dificultades para localizar presas y pueden verse obligados a alejarse de los hábitats de alimentación y apareamiento. Organizando a su comunidad, Nonhle y Sinegugu lograron detener las pruebas sísmicas
y afirmar los derechos de la comunidad local para proteger su entorno marino. El Tribunal Supremo de Sudáfrica dictaminó que, al conceder permiso para realizar prospecciones sísmicas, el gobierno no había tenido en cuenta los posibles perjuicios para los medios de subsistencia de los pescadores locales, el impacto en los derechos culturales y espirituales de los Mpondo y la contribución de la explotación de gas y petróleo al cambio climático.
"Cuando se trata de desarrollo, no puedes pensar sólo en el ahora. Hay que pensar en el mañana", concluye. Nonhle Mbuthuma y Sinegugu Zukulu han sido galardonados con el prestigioso Premio Goldman por defender los derechos culturales y espirituales de las comunidades indígenas sudafricanas, y los derechos de las personas locales para resistir el 'desarrollo' perjudicial. En su lugar, están promoviendo sus propias alternativas, basadas en ricas relaciones recíprocas con el ecosistema.
Más información en goldmanprize.org
Nonhle y su comunidad de Xolobeni participaron en la campaña We Feed The World de Gaia (wefeedtheworld. org/), fotografiada por Lindeka Qampi, que celebró a los pequeños agricultores. Nos solidarizamos con la lucha de los Mpondo para proteger sus tierras y sus aguas.
¿EXISTE LA PRENDA MÁS SUSTENTABLE?
Por Eloisa Ponce de León
UNA REFLEXIÓN SOBRE LA EVOLUCIÓN DE LA MODA EN LOS ÚLTIMOS AÑOS, UN RUBRO EN EL QUE TAMBIÉN SE REFLEJAN LOS DISTINTOS MATICES DEL CONSUMO EN GENERAL. CAMBIOS POSITIVOS, NEGATIVOS Y OTROS QUE AÚN ES MUY PRONTO PARA SABER.
Se cumplen cinco años de esta revista y me pareció interesante repasar cómo han cambiado algunos aspectos de “la moda” en este tiempo. Son muy pocos años, pero muy intensos. Por ejemplo, ya no solo tenemos moda rápida, sino que también apareció la moda ultra rápida. Mientras empezábamos a alarmarnos sobre los efectos de esta forma acelerada de producir, nos demostraron que podían hacerlo mucho más rápido. Y esa velocidad extrema de producción se refleja también en el consumo: cada vez es más fácil comprar por diversos medios y las empresas prometen entrega (casi) inmediata, sin importar el lugar donde nos encontremos. Otro cambio muy significativo que se ha dado en este lustro es el crecimiento de la oferta de prendas de segunda mano, sea en locales, ferias o en redes sociales por particulares. Hasta hace muy poco tiempo, las personas tenían una percepción muy distinta sobre la ropa de segunda mano: la veían como poco higiénica, cargada de la energía de otras personas, etc. Mayormente, quienes compraban ropa usada eran aquellos que buscaban prendas vintage, “joyitas” que ya no se veían en las tiendas. Hoy, la mayoría de las personas han comprado alguna vez ropa de segunda mano y la oferta suele ser prendas de fast fashion pero a menor precio.
Y este fenómeno no se detiene, ya que según estudios, la segunda mano crecerá mucho más que la moda rápida en los próximos años; lo que puede parecer muy positivo, pero no necesariamente.
Tal ha sido el cambio, que la propia Órsola de Castro (co-fundadora de Fashion Revolution), compartió un reel en su cuenta de Instagram manifestando que ya no cree en su famosísima y muy citada frase “La prenda más sustentable es la que ya existe en tu armario”. Por los cambios en la industria, la forma de producir y la pérdida de la esencia de la segunda mano (entre otros), esa frase ya no es exactamente correcta y por eso decidió expresarlo.
Pero creo que lo más impresionante de estos cinco años fue enterarnos que en un desierto había toneladas de ropa abandonada que se quema y entierra (en Atacama, Chile) y que los residuos textiles no solo son un problema allí sino también en la costa de África y otros lugares del mundo.
¿Cómo será la realidad en cinco años? Por lo pronto, algunos países han comenzando el camino para regular ciertos aspectos como el greenwashing, la moda rápida, la responsabilidad extendida del productor respecto a la ropa, entre otros.
Todavía estamos a tiempo de hacer algo... ¿sabremos aprovecharlo?
El último pueblo alguero
por Uriel Sokolowicz Porta
¿SABÍAS QUE EN LA PATAGONIA ATLÁNTICA EXISTE UN PUEBLO
DEDICADO A LA ACTIVIDAD ALGUERA? DESCUBRÍ PARTE DE LA HISTORIA DEL PUEBLO DE CAMARONES, LOS ORÍGENES DE ESTA
ACTIVIDAD, EL TRABAJO ARTESANAL DEL ALGUERO Y LA IMPORTANCIA DE LOS BOSQUES SUMERGIDOS EN LOS ECOSISTEMAS MARINOS
Actualmente, el único pueblo dedicado a la actividad alguera se encuentra en la localidad de Camarones, en la provincia del Chubut, Patagonia Atlántica, Argentina. Desde la década de 1950, la recolección artesanal de algas se convirtió en una de las actividades económicas más importantes de la zona, dando trabajo a numerosas familias. El primer pueblo alguero, que antecede a Camarones, se originó unos kilómetros más al sur, en la franja costera denominada Bahía Bustamante. Allí nació el primer establecimiento dedicado a la recolección de algas marinas. En este pueblo, fundado por Lorenzo Soriano, inmigrante español, vivieron más de 400 algueros con sus familias. Actualmente quienes lo visitan pueden recorrer las estructuras del pasado que funcionaban como escuela, iglesia, policía, proveeduría, galpones y las casas de sus antiguos pobladores. En el año 2017, con el cierre de esta empresa dedicada a la comercialización de algas, la actividad dejó de ser el sustento de muchas familias de la región. Sin embargo, dos años más tarde, en el pueblo de Camarones, se crea la
cooperativa CRAPPMAR, fundada por recolectores de algas y pobladores locales; quienes trabajan en la recolección, el acopio y el procesamiento artesanal para su posterior comercialización.
¿Qué son las algas y qué papel juegan?
Las algas son organismos acuáticos esenciales para los ecosistemas marinos, ya que proporcionan alimento, refugio y sustrato a una gran variedad de especies. Existen en una gran diversidad, desde pequeñas células, hasta enormes organismos que forman tupidos bosques sumergidos de hasta 30 metros de altura. Varias especies de peces e invertebrados colocan sus huevos en este refugio costero natural y habitan en el laberinto que componen los bosques de macroalgas. Este grupo de organismos, las algas, juega un rol vital en el ciclo del carbono y el oxígeno, ayudando a mitigar los efectos del cambio climático. A su vez, son un recurso natural renovable con múltiples aplicaciones. Se utilizan para producir alimentos, fertilizantes, biocombustibles y productos farmacéuticos.
Es sabido que la explotación de macroalgas presenta un interés creciente a escala mundial. Estudios recientes señalan que la explotación ha crecido exponencialmente desde la década del 50 hasta la actualidad. Esto se debe al auge de su utilización dentro de la industria farmacéutica, cosmética y alimenticia. La pregunta que muchos ambientalistas y científicos intentan responder es si la marcada reducción de bosques de macroalgas a nivel global se debe a la utilización y explotación de este recurso y/o responde a efectos del cambio climático. Lo cierto es que la disminución de la biomasa de bosques sumergidos tiene similares efectos y consecuencias negativas que la deforestación terrestre en cualquier rincón del planeta.
Los Algueros, la Ciencia y la Conservación
En las costas patagónicas algunas de las especies actualmente explotadas y con gran valor de comercialización son las macroalgas Undaria (Undaria pinnatifida), el Cachiyuyo (Macrosystis pyrifera) y el Luche (Pyropia columbina). La modalidad de cosecha varía según la especie: la Undaria y el Cachiyuyo crecen en ambientes submareales, que al ser abatidas por el viento y el oleaje se desprenden quedando depositadas en la costa o detrás de la rompiente. Por ello su modo de recolección es por arribazón, es decir recolectando los individuos que deja la marea en
las orillas. Otras especies como el Luche, la cual crece en los intermareales, se cosecha arrancando sus talos durante la bajamar. Es importante remarcar que la actividad alguera en la localidad de Camarones se realiza de manera artesanal y principalmente por arribazón, convirtiéndola en una actividad sustentable. Quienes llevan adelante esta tarea se han convertido en los principales guardianes de este recurso, trabajando en conjunto con científicos y vinculando proyectos de investigación en relación directa a la recolección artesanal de algas. Esta actividad cuenta con una larga tradición, generando un efecto positivo tanto económico como social en la comunidad, ya que numerosas familias se dedican a la recolección de algas como medio de vida. En este sentido, la comunidad de algueros ha mantenido un vínculo intrínseco con el mar desde sus orígenes. El mar no solo representa para ellos una fuente de recursos, sino que cumple funciones simbólicas e identitarias. Hoy, “ser alguero”, implica apropiarse de valores, tradiciones y saberes, que conforman una herencia única transferida generación tras generación. Ellas y ellos conforman el último pueblo alguero de la Patagonia Atlántica.
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