UNIVERSIDAD PONTIFICIA DE MÉXICO Diplomado de Ser y Quéhacer del Tanatólogo
Módulo 3 Practica de Técnicas y Herramientas Tanatológicas EL IMPACTO DEL NIDO VACIO EN LA MADRE Alumna : Petra Silva Aguilar Asesor: Lic. Enna María Treviño Villareal 15 de Mayo del 2016.
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INTRODUCCION La siguiente investigación aborda el impacto del llamado Síndrome del Nido Vacío en la vida de las Madres esta etapa corresponde con la independización y por tanto, partida de los hijos del hogar donde fueron criados, para formar su propia vida, su propio hogar. Este Síndrome afecta principalmente a la mujer, cuando siente que el hogar está solo, que ha perdido su papel protagónico familiarmente hablando. Existe un sentimiento de pérdida, Soledad, Tristeza, Angustia, Depresión. Incluso, pueden resultar más afectadas por el síndrome si se dedicaron íntegramente a cubrir ese rol; amas de casa que no laboraron fuera del hogar. El síndrome de nido vacío se asocia con un tono relacionado con el hecho de que los padres se quedan “solos y desocupados”. Sin embargo, puede y debe ser una etapa fructífera si los cónyuges construyen un proyecto en pareja y personal y “llenar” el nido vacío. Ante el “nido vacío” los padres siguen siendo padres aunque con cambios cualitativos en ese rol por lo que requieren plantearse nuevos problemas y situaciones, ya que cambian las relaciones entre las generaciones. Los roles que desempeñen ahora los padres serán de apoyo, ya que la toma de decisiones y responsabilidades competen a los hijos e hijas, como nuevas cabezas de familia. Los ahora abuelos pueden apoyar en el cuidado de los nietos y llegar a acuerdos que les permitan seguir desarrollándose en actividades para las cuales antes no disponían de tiempo.
La presente investigación incluye: Los síntomas del Síndrome de Nido Vacío, Prevención, Estrategias de afrontamiento. Se trabajaron cinco sesiones aplicando las siguientes Técnicas Tanatológicas: Respiración, Entrevista, Silla Vacía, Carta Terapéutica, Manejo asertivo del enojo, Fantasía Guiada con la finalidad de trabajar los sentimientos generados por el duelo por nido vacío.
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La investigación concluye que ante el vacío físico y emocional que causa la separación de los hijos, la madre tiene que buscar algún nuevo eje para reestructurar y organizar su vida y asumir su maternidad desde un ángulo diferente.
OBJETIVO GENERAL Conocer los efectos, procesos y estrategias Tanatológicas a utilizar con una persona en proceso de duelo ante la experiencia de nido vacío.
OBJETIVOS ESPECIFICOS 1. Conocer las características del Síndrome de Nido Vacío 2. Identificar los sentimientos que se presentan en los padres ante la ausencia de los hijos. 3. Analizar los factores que influyen en el Síndrome de Nido Vacío 4 .Conocer cuáles son las estrategias para afrontar el Duelo por Nido Vacío 5. Aplicar las herramientas Tanatológicas en caso de duelo por Nido Vacío.
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MARCO TEÓRICO 1.
ANTECEDENTES
La expresión “Síndrome del nido vacío” fue acuñada en la década de los setenta por Rose Oliver y hace referencia al sentimiento de soledad y abandono que experimentaba la mujer que se dedicó con exclusividad a la crianza de los hijos y a ser ama de casa.
1.1 Definición
El síndrome de nido vacío hace referencia a la complejidad de emociones y sentimientos negativos que se pueden dar en los padres cuando los hijos se marchan del hogar.
Los hijos se apartan de casa en pos del desarrollo personal, la madurez sexual, la independencia económica y el fortalecimiento de la personalidad.
En ese momento, una reacción posible es sentir que ya se cumplió la misión de darles educación, crianza, casa, comida y mucho más, los padres ya maduros o quizá ancianos, pueden tener más tiempo para ellos o darse algún gusto postergado. Pero el sentimiento puede ser más complejo, cuando la crianza de los hijos es el único proyecto vital de la mujer o el hombre y cuando hay dificultades en el acompañamiento, en la evolución de los hijos, la ida del hogar irrumpe sorpresivamente, como un acto de abandono. (Peña, 2011)
Si no se fortalecieron los lazos en el tiempo en el que estuvieron los hijos se pueden generar muchos problemas, llegando a la insatisfacción marital; ya que ésta aumenta cuando la pareja se casa y disminuye altamente cuando los hijos nacen. Los padres, en especial la madre dedica tiempo completo a los hijos dejando por un lado la relación conyugal. Esto afecta más adelante.
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Adaptarse a esta nueva etapa es muy difícil para la pareja, lo mejor es retomar la relación, darse y dedicarse tiempo. Aceptar que hay una pérdida, un luto, y empezar los dos de nuevo. Quizá sea hora de descubrir o redefinir a los esposos, es importante que la pareja busque ayuda profesional para poder superar esta etapa difícil de la vida. Ahora bien, si el matrimonio se cuidó, se fortalecieron los lazos de comunicación, sexualidad, tiempo libre, y planificación adecuada con los hijos esto no sucederá, será una etapa de disfrutar, y realizar actividades que pondrán en manifiesto la funcionalidad o disfuncionalidad de la pareja. Devin (2011), a firma que es una sensación general de soledad que los padres u otros tutores pueden sentir cuando uno o más de sus hijos abandonan el hogar. Al igual que Peña (2011), este autor coincide en que dicho Síndrome es más común en las mujeres, aunque también puede manifestarse en ambos sexos. El matrimonio de un hijo o hija puede provocar sentimientos parecidos, ya que el papel e influencia de los padres a menudo se vuelve menos importante que el del cónyuge. Un lazo paternal o maternal entre los padres y su hijo puede empeorar esta condición. El papel de un padre cuando el hijo aún vive con ellos es más inmediato y cercano que el que es posible cuando viven en diferentes hogares, particularmente si la distancia física entre ambos significa una mayor dificultar para visitarse. El síndrome del nido vacío se ha vuelto más importante en los tiempos modernos a medida que las familias extendidas son menos comunes que en las generaciones pasadas y las personas de la tercera edad empiezan a vivir solos.
Cuando los hijos son pequeños, se les enseña a atarse los cordones de los zapatos, tender sus camas y eventualmente a conducir y a lavar su propia ropa. Los padres pasan tiempo enseñando a sus hijos, con la esperanza de que sean jóvenes o adultos independientes y productivos. ¿No era ese el objetivo? Sin embargo, algunos padres tienen sentimientos encontrados cuando los hijos comienzan a aventurarse por su cuenta.
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Los sentimientos de la madre pueden incluir la sensación de ya no ser necesaria, se encuentra a sí misma buscando qué hacer con el tiempo libre que antes era usado en ser chofer, asistir a las funciones de la escuela, ser anfitriona de fiestas de pijamas y cosas por el estilo. Ambos padres podrían estar luchando con los sentimientos por la pérdida de autoridad. Además, los cónyuges podrían descubrir que tienen poco de que hablar, dado que sus hijos habían sido el foco de la conversación por muchos años. Pero este fue el momento de la vida para el cual se les crió.
Lardiés (2007), aborda un problema que afecta especialmente a esos padres para los que el motivo fundamental de su existencia ha sido que sus hijos progresen como personas y trabajen un futuro. Se está hablando del síndrome del nido vacío, el abismo de ausencias que se abre ante algunos padres (fundamentalmente, las madres) cuando los hijos abandonan el hogar en busca de la independencia y de forjarse la propia vida, normalmente creado a su vez una nueva familia lejos de la presencia de los padres, a veces demasiado absorbente y posesiva.
Esta marcha es ley de vida, los padres e hijos, saben que alguna vez ocurrirá, pero ello no quita que algunas madres necesiten recurrir a psicólogos para afrontar con alguna posibilidad de éxito la crisis emocional que las invade: El motivo esencial de su vida, los hijos. Sus inacabables problemas y el alejamiento del hogar familiar al que dejan huérfano de vivencias e interés.
Este síndrome se presentará con mayor intesidad en aquellos individuos que no aprendieron a disfrutar de la vida, a ser felices por sí mismos, a prestarse atención, a divertirse, a buscarse un tiempo de ocio y a llenarlo satisfactoriamente con intereses aunque vanos, pero propios. Madres que se creían suficientemente realizadas en su trabajo hogareño, en la gestión de la familia, en atender a su marido, en educar a los hijos, en asesorarles y animarles en todo momento y muy especialmente, en ayudarles sin contraprestación alguna en los momentos críticos.
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El desarrollo de una familia atraviesa por distintas fases o ciclos evolutivos, porque la familia, al igual que cualquier ser vivo es dinámica y cambiante. Una etapa significativa y muchas veces crucial para los padres es precisamente la emancipación de los hijos (o nido vacío, como venimos estudiando). Se constituye un nuevo momento en la vida familiar en el que los padres viven un sentimiento de extrañeza, vacío y soledad, que genera expresiones como “la casa está vacía”, “hay mucho silencio”, o la más usual, “falta algo”. Eso que falta, por supuesto, son los hijos. Han despegado, han delimitado el nuevo territorio, han levantado el vuelo. En esta etapa de nido vació, la familia se reduce y los padres vuelven a quedarse solos, como hace ya muchos años, pero envueltos en una relación diferente, ha pasado el tiempo y son muchas las experiencias vividas.
Rocha (2008), afirma que la familia no es algo inerte, y que además cumple con ocho etapas evolutivas: 1. Constitución de la pareja 2. Nacimiento y crianza de los hijos 3. Hijos en la edad escolar 4. Etapa de la adolescencia 5. Salida de los hijos del hogar 6. Edad madura 7. Ancianidad 8. Viudez.
Cada una de ellas nos llevarán a construir lazos más fuertes y amorosos. Una de esas etapas cobra una cierta singularidad, es la que acontece cuando los hijos se emancipan y deben abandonan el hogar.
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1.1.1 Síntomas que genera el Nido Vacío
No es fácil vivir la experiencia de un hijo que parte. En la ausencia, se generan sentimientos de pérdida (principalmente), extrañeza, nostalgia, soledad. Si bien es una crisis personal, que puede provocar fatiga, problemas sexuales, ansiedad, desinterés por las actividades cotidianas, este síndrome se origina, generalmente, en padres que hicieron de la familia el centro de la vida, y le resta dedicación, durante esos años, a la pareja o a los propios proyectos.
Cuando intentamos comprender muchas formas que adopta la pérdida y el impacto que tiene sobre los supervivientes, nos encontramos rápidamente con las limitaciones de los modelos convencionales sobre el duelo y la pérdida.
Como seres humanos que luchamos por satisfacer demandas aparentemente inhumanas, nos encontramos con mucha frecuencia caricariturizados por la descripción manifiestamente sencilla del duelo que encontramos en las teorías tradicionales de etapas de adaptación a la pérdida. Dichas teorías no sólo proporcionan una descripción completamente anónima de unos sintomas y reacciones emocionales supuestamente universales, sino que también parecen ignorar en el progenitor particularidades de lucha y origen en la vida única de cada individuo. (Neimeyer, 2015)
Melgosa (2010), reconoce los siguientes síntomas como los más probables de presentarse en uno de los padres: a. Malestar o cansancio: La tristeza que deja la partida de los hijos se puede manifestar (en los padres) como una depresión transitoria, desinterés, desgano, cansancio. Pero es una síntoma normal que deja la partida de los hijos.
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c. Sensación de vacío: Presentan una sensación de vacío emocional, falta de afecto, y vacío físico en los ambientes de la casa, llámese dormitorio, comedor. Sin hábitos cotidianos e hijos interactuando en ellos. d. Desorientación en cuanto a las metas de la familia: La meta de sacar adelante a los hijos a terminado, y disponen de más tiempo. No saben cómo organizar este tiempo estando solos nuevamente.
1.1.2 Las Madres
Montejano (2008), comenta que una vez que los hijos abandonan el hogar para comenzar a vivir de forma independiente, los cuidadores, sobre todo las madres, sienten un profundo vacío. El hecho de que un hijo deje el hogar familiar para formar una nueva familia o para comenzar una vida separada del núcleo familiar, sume a los padres en una gran angustia.
En estas situaciones los padres se dan cuenta de que ya no son tan necesarios en la vida de los hijos, en muchas ocasiones sobre todo en el caso de las madres, las cuales muchas han centrado el eje de sus vidas en el cuidado y atención de sus hijos, se sienten que aquello que daba significado a su existencia ya no está
Todos los Padres son susceptibles a este síndrome pero existen algunos factores que pueden crear una predisposición al mismo, estos son:
Un matrimonio inestable o insatisfactorio
Una autoestima basada principalmente en la identidad como padre y en éxito de esta función.
Tener dificultad para aceptar el cambio general
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Ser padres de tiempo completo (Madres o padres que se quedan en casa).
Asili (2004) hace mención de algo muy importante a tomar en cuenta en este punto, que es la menopausia. […] La menopausia es el cese permanente de las menstruaciones como consecuencia de la pérdida de función ovárica. En ella, los ovarios dejan de ovular mientras las hormonas hipofisiarias aumentan su presencia en la sangre
y
disminuye
la
producción
de
estrógenos,
andróginos
y
progestágenos. De la misma manera que la pubertad el inicio de la actividad ovárica origina cambios morfológicos, fisiológicos y anímicos en la mujer, la nueva situación hormonal va a dar lugar a importantes cambios que pueden traducirse en las sintomatologías: crecimiento de vello en la cara, incontinencia urinaria, trastornos intestinales, osteoporosis, nerviosismo, ansiedad, depresión, irritabilidad, cambios de carácter, insomnio, perdida de la libido, entre otras. […] (Roldán, 2004)
El síndrome de nido vacío se experimenta entonces, en la dificultad que sentimos las mujeres cuando los hijos dejan el hogar, ya que se puede llegar a encontrar poco significado a su vida; cuando disfruta de otra ocupación además de ser madre, puede disminuir la experiencia del síndrome del nido vacío, puede redirigir su energía a otros objetivos y ocupaciones a medida que sus responsabilidades materiales van disminuyendo.
1.1.3 Prevención
Esta nueva situación supone para ellos un reto, ya que han vivido muchos años al servicio de los demás y ahora deben invertir su tiempo en sí mismos, por lo que deben desarrollar nuevas destrezas y conductas que les ayuden a superarla.
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Algunos de los consejos recomendables para mantener el matrimonio unido o satisfecho, son los siguientes:
a. Sentar prioridades para la pareja, ya sea dando a la familia y trabajo lo que les corresponde, los cónyuges deben tener sus ocasiones fijas especiales para estar juntos y realizar tareas en común, esto debe de mantenerse en la lista de prioridades.
b. Considerar el principio de igualdad como meta, ¿qué quiere decir esto? Que ambos cónyuges deben considerarse importantes en la relación, ambos deben sentir que cuentan con el control suficiente.
c. Mantener equilibrio entre crecimiento personal y el de pareja, no se debe permitir en absoluto el individualismo que cuida de cada cual, sin considerar la unidad del matrimonio. Cabe recalcar que también deben existir limites de modo que no se pierda la intimidad individual.
d. Llevar acabo una sexualidad de calidad.
e. Tratar con otras parejas, ahora se cuenta con un poco más de tiempo y libertad, esto permite profundizar la amistad con parejas que al igual que ellos trabajan para mantener un matrimonio óptimo.
f. Estimular la convivencia a través de nuevas actividades en la compañía de ambos y principalmente;
g. Prevenir la infidelidad. (Melgosa, 2006)
Es fundamental que los padres hablen y se comuniquen como están viviendo esta situación que expresen su dolor e inquietudes, ya que esto les hará unirse más y buscar soluciones conjuntas. A la par, es beneficioso dedicar más tiempo a la Página 11
pareja, compartir actividades, reforzar la relación en el plano amoroso. Es importante retomar aficiones abandonadas o descubrir nuevas actividades en las que invertir nuestro tiempo, favoreciendo las citas con los amigos, viajes, etc.
Para revivir esos momentos en pareja es necesario mantener la espontaneidad en el amor, disfrutar al máximo de su intimidad y buscar intereses en común. Realicen actividades recreativas en pareja como tomar clases de baile, las cuales además de ejercitarlos y favorecer su buena salud propiciará un contacto físico y emocional capaz de mejorar sus canales de comunicación.
También organizar caminatas al aire libre, frecuenten los teatros, conciertos, galerías de arte. De vez en cuando compartan con amigos y planifiquen viajes familiares para mantener los lazos fraternales. Para mantener la individualidad, que conserven los proyectos personales. Para ello, es conveniente que cada uno esté involucrado en actividades de su agrado, las cuales pueden ir desde cursos especializados de cocina, fotografía, electrónica o deportes hasta actividades externas.
Si descuidan la construcción de los espacios de desarrollo personal tendrán un sentimiento de soledad, percepción súbita del paso de los años y la obligatoriedad de recuperar un papel de pareja que no se haya trabajado durante muchos años. “Mejor examinen la relación y anímense a aceptar el cambio”.
1.1.3.1 La Jubilación
En muchas ocasiones esta situación coincide con otro gran acontecimiento vital que es la jubilación, con lo que el tiempo libre se multiplica, por lo que quizás llega el momento de plantearse aprender aquellas cosas que siempre fueron de interés pero que por falta de tiempo nunca pudieron hacerse, por ejemplo, clases de informática, pintura, canto, baile… esto ayuda a estructurar el tiempo entorno a una Página 12
actividad con la que se ha adquirido un compromiso y permite seguir manteniendo un buen nivel tanto físico como mental. Y lo más importante de todo es darse cuenta que aunque ya no nos dediquemos al cuidado de los hijos, seguimos siendo muy importantes para ellos y que aunque igual y no necesitan en el día a día, seguirán requiriendo de nuestra experiencia y enseñanzas para seguir su camino en la vida.
Salmon (2009) dice que mucha gente piensa que cuando los hijos se independizan, luego de haber sido ramas, para convertirse en árboles del propio jardín, los padres se quedan solos, deprimidos, añorando épocas que no volverán y resignándose a vivir una vejez triste de la cual la muerte será su liberación. Nada más alejado de la verdad. La independencia de los hijos es para lo cual los padres trabajaron toda su vida; toda la preparación, cuidados, ejemplos, sacrificios, tuvieron como objetivo criar a un hijo/a responsable, maduro, sano capaz de enfrentarse al mundo con altas probabilidades de ganar, si no tuvo éxito al comienzo, motivarlo a intentarlo de nuevo. Un hijo autónomo es el sueño de todo padre, porque es su realización final.
Ahora, los padres no es que se jubilan de ser padres, estarán allí toda su vida. Ayudan a los hijos a encontrar su ubicación complementando la educación de los nietos, dándoles una mano cuando lo elija la ocasión tampoco es que los hijos al dejar la casa paterna se olvidarán de sus padres, el vínculo ente ellos no tiene por qué debilitarse. Se trata más bien de una evolución de los papeles: de la misma forma que los padres se preocupaban de la vida y actos del hijo cuando adolescente, ahora él se preocupará por ellos (aunque sin los castigos). Llevada con inteligencia y amor, la vida luego de la “emancipación” de los hijos puede ser muy gratificante para todos. Solo imagínese poder hacer todo lo que no pudo mientras los criaba. Se dice que esta etapa del matrimonio constituye la segunda mitad del mismo, pero no tiene por qué ser la más difícil. Están como empezaron, solos (técnicamente, porque los hijos nunca se van del todo), pero con toda la experiencia de haber formado una familia, de haberle enseñado con ejemplos a enfrentar adversidades y superarlas, haber madurado con poco o mucho esfuerzo Página 13
y sobre todo, sintiendo la satisfacción del haber cumplido. La conclusión es que para llegar bien y poder vivir con felicidad esta segunda mitad del matrimonio deben ganar el derecho durante la primera mitad.
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de
Las parejas conyugales pueden utilizar como herramienta a las estrategias de afrontamiento para enfrentar dicho síndrome y enfrentar los distintos estresores que pueda causar.
Las que se mencionan a continuación pueden ser de mucha ayuda :
Asumir que el nido vació significa ausencia de los hijos en la vida cotidiana,
pero también plenitud de espacio propio y exclusivo de los padres.
Ya no vendrán más hijos, pero la creatividad y empuje de una pareja
revitalizada puede generar frutos de otra naturaleza de igual o mayor satisfacción.
Si hay dolor, hay que vivir con naturalidad la etapa de duelo con sus
diferentes sentimientos: Negación, Ira, Tristeza, Aceptación y Perdón.
Expresar con su Consejero los sentimientos de dolor, de soledad, y de miedo
ante la nueva etapa.
Retomar aficiones arrinconadas o postergadas, o encontrar nuevos
pasatiempos.
Lágrimas: La ausencia de los hijos en casa no debe ser un motivo de tristeza
y depresión para las madres, al contrario es una oportunidad de disfrutar su tiempo. (Carrizo, 2012)
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INFORME DE LA PRÁCTICA
CASO: DUELO POR NIDO VACIO PACIENTE: C EDAD: 54 AÑOS PRIMERA SESION ENCUADRE La paciente, Madre de dos hijas de 31 y 28 años recientemente casadas, presenta los siguientes síntomas: Malestar o cansancio sin razón aparente, sensación de vacío, desorientación en cuanto a las metas y objetivos de familia, así como crisis en su relación familiar y signos de depresión, que coinciden con el síndrome de Nido vacío. Se realiza encuadre, explicando la importancia de respetar las reglas de la consejería. Se aplica técnica de respiración con el objetivo de poder hacer frente a las dificultades, calmar la mente y permitir que el pensamiento sea más claro y eficaz. La relajación puede facilitar el restablecimiento de la claridad de pensamiento, debido a que la paciente ha estado con mucha ansiedad en el trabajo y la vida familiar. Manifestado en indiferencia conyugal por parte de su marido. Se emplea Técnica de la Entrevista previa al diagnóstico con la finalidad que de explicación de su problema; con muy buenos resultados, dado que la paciente expresó todos sus sentimientos a raíz de la partida de sus hijas. Algo muy importante, se logró hacer empatía, sentimiento de confianza; se remarcó la confidencialidad paciente/ consejero e importancia en ambas partes.
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SEGUNDA SESION La sesión anterior se le dejaron actividades a realizar en su vida diaria, en las cuales cumplió un 80%; los aspectos positivos de estas se vio reflejado en su vida familiar. Aunado al nido vacío, es indispensable mencionar que la paciente está pasando por la etapa conocida como climaterio está llevando tratamiento médico. Se aplica Técnica de Silla Vacía, con intención de posibilitar que el paciente enfrente sus conflictos, bien sea de ahora o del pasado. A nivel emocional, la técnica de la silla vacía brinda al paciente una forma de identificar y aceptar sus emociones (facilitar la expresión de sentimientos escondidos) así como también identificar en el cambio de silla, posibles razones y emociones de la otra persona, empatizando e integrando las emociones sin culpa. A quien colocó físicamente en la Silla fue a su hija menor con la cual ha tenido menos comunicación. Con muy buenos resultados ya que expresó sus sentimientos. Al final de técnica, la paciente se sintió más tranquila, con más paz y deseos de continuar con sus proyectos.
TERCERA SESION Se aplica Técnica de la Carta Terapéutica: Una de las ventajas es que permite expandir la intervención más allá del espacio y el tiempo de la sesión en sí. La carta que escribió fue de amor, y a la vez se despide de muchos sentimientos. La paciente decidió entregarle la Carta a su hija menor principalmente expresando su gran amor, y a la vez le pide perdón por no haber tenido más acercamiento con ella, el principal resultado es que logró canalizar sus emociones, se liberó de cargas que no le corresponden emocionalmente más estable.
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CUARTA SESION El enojo es lo superficial de una situación más profunda. La finalidad es comunicar nuestras ideas y sentimientos o defender nuestros derechos y puntos de vista. No tienen la intención de herir o perjudicar. Se actúa desde la autoconfianza, se aprende a decir NO sin molestia, ni vergüenza. Refleja el enojo que tiene con ella misma, y lo canaliza a su hija menor. Se explica que el enojo le hace ver afuera lo que hay dentro de ella. La paciente menciona que muchas veces no ha exteriorizado su sentir para no afectar a sus hijas. Se puntualizó que aparentemente no hace daño con palabras, ni genera ninguna tensión externa pero la desventaja es que
la frustración acumulada
pudiera generarle alguna enfermedad. Se aplica el manejo asertivo del enojo utilizando papel. El resultado es que se despide de ese sentimiento que no le aporta ningún beneficio para su vida. Por otra parte le dio un resignificado al enojo, ahora es encauzarlo a ver lo positivo que tiene, no es saludable que se encuentre siempre preocupada y triste. Como resultado analiza que ha sido una buena madre al formar bien a sus hijas, ahora es tiempo de dedicarse más a reconquistar el amor de su pareja. Se sugiere a paciente que cuando tenga otro enojo, deje de ver a sus hijas y se vea ella misma, identificando expectativas o necesidades. QUINTA SESION Mediante la técnica de fantasía Guiada tiene un reencuentro imaginario con sus hijas les agradece los momentos felices que han disfrutado juntas. A la vez les pide perdón por sus actitudes negativas hacia ellas, y se perdona ella misma porque a pesar de que había educado a sus hijas para que fueran independientes a la hora de la verdad cuando ellas se marcharon ella se sentía no solo triste y sola sino incluso enojada con ella misma, en ese mismo ejercicio las abraza y las deja ir, visualiza como una esfera de energía de amor las envuelve. Página 17
Como resultado la paciente asume que ha cumplido muy bien su rol de madre, sus hijas utilizarán sus propias alas, sus herramientas y capacidades personales. Afronta de manera positiva la partida ahora dispone de más tiempo para llevar a cabo actividades que tal vez nunca había hecho, la posibilidad de realizar nuevas amistades, retomar la vida de pareja y disfrutar más de estar juntos. Ahora comparte abiertamente los sentimientos con sus hijas y pareja, eso ayuda a reforzar los lazos, dejando atrás los sentimientos de vacío y soledad.
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CONCLUSION La etapa del nido Vacío afecta más a las madres, porque en ellas recae el cuidado de los hijos.
Las Técnicas Tanatológicas aplicadas en las sesiones ayudaron a : - Aceptar que los hijos son entidades independientes que únicamente hacen una parte del camino pero que la otra parte es responsabilidad de ellos. - Transitar esta partida desde emociones nuevas para crear nuevas realidades, dejando atrás creencias y juicios sin fundamentar, distinguiendo que son esos los que limitan a crear algo nuevo y deseado.
La relación con los hijos no se pierde si no que se transforma, antes era la
relación Padre-Adulto con un niño, ahora es la relación de un Padre- Hijo Adulto. Se ve como una oportunidad para enriquecerla.
Se asume el compromiso que convertirse en Madre y consejero de su hijo
adulto es una tarea vital y debe aprender a tomarla con una renovada responsabilidad cada día.
Con relación a la planificación de la vida posterior a la partida de sus hijos se dan una serie de ventajas que pueden beneficiar la relación de pareja así como para realizar otros proyectos personales.
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REFERENCIAS
Asili, N. (2004). Vida plena en la Vejez. México. Editorial Pax. Carrizo, N. (2012). Síndrome de Nido Vacío. Buenos Aires, Argentina. Lea. Delvin, W. y. (2011). Sindrome de Nido Vacio. Mia, diario la Estrella de Panama . Lardiés, G. (2007). Vida Emocional: Mi Hijo se va de casa (Depresión, Síndrome del nido
vacío)
Recuperado
en:
http://www.vidaemocional.com/index.php?var=07070401 Melgosa, H. y Melgosa, D. (2006). Una relación Estable para Toda la Vida. España. Editorial Safeliz. Neiymeyer, R. (2015). Aprender de la pérdida. México. Editorial Planeta. N.D.
(2010). Salud emancipación de los hijos, " Sindrome del nido Vacio".
Recuperado en: http://revista.consumer.es/web/es/20101101/pdf/salud.pdf Sulvarán, S. (2012). 10 Hábitos para la Salud del Adulto Mayor. México. Roldán Ara, A. (2005). El Libro de la Salud Natural para la Mujer. México. Editorial Edaf, S.A.
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