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ED. 26 CUARTO AÑO EDITADA EN IQUIQUE ABR - MAY 2021 ISSN 2452-4670
EN ESTA EDICIÓN: CIENTÍFICOS APUESTAN POR ERRADICAR LAS TRUCHAS DEL CHUNGARÁ 07-08-09 CONSTRUIR CON ADOBE PARA UNA ARQUITECTURA SOSTENIBLE 18-19 LIBRO RESCATA A LOS HOMBRES QUE DIERON VIDA A LA PESCA INDUSTRIAL 23-24-25-26
Urgente: flora del borde costero de TARAPACÁ EN ESTADO CRÍTICO Un libro que acaba de editar la botánica Raquel Pinto da cuenta de las casi 150 especies de flora costera Tarapacá. Están descritas al detalle y gracias a su lectura es posible advertir que, de no hacer algo a la brevedad, muchas de ellas se perderán para siempre. la foto es del año 2002. 03-04-05-06
de
Fotografía: Arturo Kirberg.
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ED. 26 CUARTO AÑO EDITADA EN IQUIQUE ABR - MAY 2021
Director y Representante Legal: Reinaldo Berríos González. - Periodistas: Eduardo Cisternas, Andrea Suárez, Mariela Muñoz. - Gerente Comercial: Víctor Vial. - Fotografías: Franco Miranda, Marcelo Santana, Fernando Olivares. - Colaboradores: Raquel Pinto, Claudio Quezada, Paulina Bahamonde, Valentina Ortega, Paulo Lanas, Aníbal Valenzuela, Claudio Aguirre Munizaga. - Foto Portada: Arturo Kirberg. Arte y Diseño: Camila Berríos Cárcamo. - Imprenta: Valente, Santiago, que sólo actúa como impresor.
Fotografía: Gentileza de Corfo Tarapacá
SENDERO TURÍSTICO EN CAMIÑA Mientras la pandemia nos impide salir a disfrutar de las bellezas de nuestra región, hay quienes no descansan en seguir trabajando para cuando sea la hora. Es así que Corfo, junto al municipio y la consultora Take Off habilitaron el sendero y mirador “Condoriri”, denominación por el avistamiento de cóndores en el lugar. Ya vamos a ir; falta poco. PROTAGONISTAS INSITU Paulina Bahamonde: BioPinto: Bachiller en 03 Raquel Ciencias de la Universidad 07 químico en la Universidad de Católica de Chile. Biólogo Marino de la UNAP. Especialista en ecosistemas de niebla costeros y la Familia Cactácea. Ha escrito varios libros de difusión sobre estos temas.
Concepción, con un postgrado en University of New Brusnwick, (CANADA). Estudia el uso de los peces como herramienta para evaluar la salud de los ecosistemas.
Magíster y Doctor en Antropología Social, Universidad Católica del Norte. Publicaciones sobre pesca industrial y transformaciones sociales en Tarapacá. Paulo César Lanas Castillo: Iquiqueño, Licenciado en Historia, Master en Historia del Mundo Hispánico por la Universidad Jaume I, España. Sus intereses están ligados a la historia regional y andina.
Valentina Ortega Mercado: Periodista de la Universidad Católica del Norte (UCN) con un Diplomado en Periodismo de Investigación de la Universidad de Chile. Hoy trabaja en la Fundación Tremendas en el área de Medio Ambiente.
Luis Fernando Guerrero: Arquitecto, Máster Quezada Romegialli: 07 Claudio Ingeniero ambiental y doctor 18 en Restauración y Doctor en Conservación.
Aguirre Munizaga: Profesor de 23 Claudio Historia y Geografía, Universidad de Tarapacá.
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en ciencias mención ecología y biología evolutiva. Profesor asociado en la Universidad de Playa Ancha, donde lidera el Laboratorio de Limnoecología.
Rodrigo Ramos Bañados: Escritor y periodista. Autor de Alto Hospicio, Pop, Namazu, Pinochet Boy y el libro de crónicas Tropitambo, entre otros. Actualmente es becario del Fondo del Libro de Tarapaca con la novela “El Fondeado”.
Universidad Autónoma Metropolitana Xochimilco. Investiga sobre sistemas constructivos tradicionales y edificación sostenible con tierra.. Valenzuela: Sociólogo 20 Aníbal y estudiante de Magíster en
Patrimonio Intangible de la Universidad Arturo Prat. Ex dirigente de la Junta Vecinal Caupolicán y uno de los fundadores del Centro Social y Cultural Caminos.
Revista Tarapacá Insitu es una publicación bimestral, de carácter independiente y está destinada a destacar la ciencia, la innovación, la cultura y el patrimonio de la región de Tarapacá. Inscripción y depósito legal número 031/2021 en la Biblioteca Nacional de Santiago de Chile. Inscripción Propiedad Intelectual N°A-298497. Tarapacá Insitu se distribuye por la vía de suscripciones y en forma gratuita en diversos puntos de la región de Tarapacá. Si Usted tiene sugerencias, observaciones y planteamientos de temas a tratar, escríbanos al correo: dirinsitu@gmail.com. Contacto Comercial +56 9 58734143
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Cristaria. Hierba perenne, Alto Loa, 2019
Nuevo libro revela que hay especies al borde de la extinción
Gran parte de la Flora Costera de TARAPACÁ EN ESTADO CRÍTICO Todavía hay quienes creen que en el desierto no hay nada. Un vistazo así, al pasar, a este libro que acaba de editar la botánica Raquel Pinto, es el mejor mentís para ellos. Casi 150 especies de flora costera de Tarapacá, descritas al detalle, dan cuenta de la rica biodiversidad que tenemos a unos cuantos metros de nuestra comodidad. Las fotografías, además, nos permiten vislumbrar que -con una buena política de conservación- podríamos enorgullecernos de algo único: las flores del desierto más árido del mundo. por: Reinaldo Berríos González fotos: Raquel Pinto, Arturo Kirberg
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os estamos quedando sin flora costera en Tarapacá. Así de grave. Tras la lectura del fascinante mundo descrito en el libro que acaba de editar la bióloga y botánica Raquel Pinto Bahamonde, no hay un asomo de duda. Muchas de las plantas que por
años (quizá miles o millones de años) han estado presentes en nuestro territorio tienen los días contados, o lo que es peor aún, ya desaparecieron. Esto, ante la mirada indolente de todos (o casi todos) los habitantes de nuestra región. El libro “FLORA COSTERA DE TARAPACÁ”, coescrito
con el doctor en botánica de la Universidad de Florida, Nicolás García, describe una por una las casi 150 especies que habitan o habitaban nuestra zona costera, desde Punta Camarones por el norte hasta la desembocadura del río Loa por el sur. Muchas de las plantas descritas están “en
peligro crítico de extinción” o, derechamente, extintas. Más de veinte años lleva Raquel Pinto recorriendo el territorio y uno podría decir, después de leer el libro y, sin exagerar, que cada una de las plantas que existen han sido observadas y fotografiadas por ella. Nueve mapas y 672
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Perityle emoryi. Punta Gruesa 2019, bajo atrapaniebla.
hermosas fotografías permiten hacerse una idea cabal de lo que tenemos (o teníamos) en nuestra región. El libro muestra la diversidad de plantas vasculares presentes en la costa de Tarapacá, tanto en los ecosistemas de niebla, como en las desembocaduras de ríos, con un total de 147 especies. Se incluyen también las especies presentes en los ecosistemas de niebla de la región de Arica y Parinacota. PROTEGER Aunque en algunos casos puede parecer que estamos llegando tarde, ella insiste en la “necesidad de que estos sitios estén protegidos” y que es “urgente realizar acciones contra la pérdida de biodiversidad por el cambio climático y el saqueo por parte
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“Muchas de las plantas descritas están en peligro crítico de extinción o, derechamente, extintas”. de comerciantes”. Una parte no menor de esta debacle ambiental es por culpa de los “traficantes de cactáceas”, que comercian las plantas en todo el mundo, partiendo de nuestro país. (Ver Tarapacá Insitu, edición 8, “Cactáceas en peligro”). Una forma de paliar e incluso revertir esta situación es “propagando esta flora para tenerla en áreas verdes de Iquique y Alto Hospicio, lo que otorgaría un carácter único a estas comunas”, en lugar de seguir utilizando especies introducidas. “Estas especies, las endémicas, además de ser especies adaptadas a esta zona con suelos salinos
y estrés hídrico, podrían ser rescatadas de su eventual desaparición con un programa diseñado por el Gobierno Regional”. “Existe la necesidad imperiosa de destinar fondos regionales para desarrollar el conocimiento de la flora de Tarapacá y el estado de conservación de sus poblaciones, que permita elaborar un libro rojo, con datos actuales del estado de sus poblaciones”, señala la especialista. “Urge la creación de áreas protegidas y la implementación de medidas y acciones que reduzcan la pérdida de biodiversidad. La Estrategia para la Conservación de la Biodiversidad,
desarrollada por CONAMA en nuestra región, en el 2008, consideró -inexplicablemente- a los ecosistemas de niebla costeros como sitios de segunda prioridad”, dice. TRABAJO MINUCIOSO “A la fecha -señala Raquel- en los ecosistemas de niebla se han registrado 54 especies en Arica y 124 en Tarapacá, considerando varias que aún falta por identificar; algunas de ellas corresponden a nuevos registros para la zona y otras a especies nuevas para la ciencia”. La identificación de la gran mayoría de las especies se ha realizado, agrega, “en base a caracteres morfológicos. Frente a futuros análisis moleculares y estudios taxonómicos más detallados, algunas de estas
Olsynium scirpoideum, Patache, octubre 2015
“Una forma de paliar e incluso revertir esta situación es propagando esta flora para tenerla en áreas verdes de Iquique y Alto Hospicio, lo que otorgaría un carácter único a estas comunas”. especies van a estar sujetas a posibles modificaciones en su determinación”. Para cada una de las especies se incluye el tipo de crecimiento, el patrón de
distribución, la distribución geográfica, el estado de conservación y los sitios donde han sido registradas. “Esta información -indica-, la hemos obtenido de colectas
y registros fotográficos a lo largo de más de 20 años de estudio en la zona. Se utilizó la base de datos de colectas que fueron realizadas durante el evento de El Niño de 1997,
cuyo material fue depositado en el Herbario del Museo Nacional de Historia Natural de Santiago”. La costa de Tarapacá, señala, está catalogada “como un desierto absoluto, como una zona desprovista de vegetación” y muchas de las empresas que realizan sus proyectos en este territorio así lo señalan en sus informes de impacto ambiental. “Sin embargo, aquí se desarrollan verdaderas islas vegetadas separadas entre sí, por 20 a 80 kilómetros de desierto. La vegetación presenta tres ecosistemas diferentes, dos de ellos dependientes de la humedad de la neblina costera: ecosistemas de niebla, ricos en especies con una alta diversidad en el acantilado costero y los tillandsiales al interior. El otro ecosistema corresponde a las desembocaduras de Tiliviche y Río Loa”. “Las plantas vasculares que se desarrollan en esta
Alstroemeria, Chipana, noviembre 2002
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Cistanthe. Hierba perenne, Chipana 2002
zona están adaptadas a estas condiciones de extrema aridez, donde la gran mayoría de las especies son de hojas suculentas con tallos, hojas y flores provistas de tricomas o pequeños pelitos que retienen el agua de la niebla en forma de gotas. Las semillas de estas plantas están dotadas de largos periodos de latencia, lo que permite que se forme un banco de semillas permanente, donde no todas las semillas germinan frente a cualquier pulso de lluvia”. Con este libro, señala la investigadora, “pretendemos incentivar el interés por el conocimiento y protección
de estos remanentes de la biodiversidad de nuestra región y, por otro lado, sensibilizar sobre lo que estamos perdiendo ante nuestros ojos con el avanzado deterioro ambiental de los ecosistemas de niebla costeros del norte de Chile. Por último, queremos difundir el conocimiento de la nomenclatura botánica vigente y que, a través de las fotografías, permita una fácil
identificación de las especies”. El libro, que fue posible gracias a un FONDART REGIONAL del Fondo Nacional Para el Desarrollo de las Culturas y las Artes, se puede adquirir tomando contacto con Raquel Pinto en Iquique floratacama@gmail.com, +569 8450 3948 o en Santiago con Manuela Kirberg manuelakirberg@gmail.com, +569 6676 4036 o Nicolás García ngarcia@uchile.cl
Argylia radiata. Hierba perenne, Puta Gruesa, 2019
Alta retrogresión de ecosistemas costeros La situación actual de los ecosistemas de niebla del acantilado costero, señala Raquel Pinto, es muy precaria. “Quedan muy pocos ejemplares vivos de especies perennes geófitas, arbustivas y cactáceas, estando restringidas a los altos del acantilado rocoso, no existiendo regeneración de estas poblaciones en condiciones naturales. A pesar de que las semillas de algunas de estas especies logran germinar durante un evento lluvioso intenso, no llegan a formar plantas adultas, dado que los
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años subsiguientes son de extrema sequía. De Iquique al norte casi todos los ecosistemas están extintos”. Todos los ecosistemas de niebla costeros que se presentan en el libro y que aún mantienen vestigios de vida “deberían ser considerados En Peligro y estar bajo Áreas Protegidas”. “Entre los factores ambientales que han incidido en esta pérdida de vegetación -agrega-, la principal amenaza ha sido la degradación producto del cambio climático, por
la disminución de la capa de niebla, los prolongados períodos de sequía y la pérdida de suelo por eventos aluvionales. Entre los factores provocados por el hombre, está la extracción de leña en el pasado, como combustible en poblados costeros y probablemente también en la antigua minería, en la Mina Huantajaya en Hospicio y la Mina Paiquina en Chipana”. “En la actualidad, la presencia de roedores ha producido la destrucción de poblaciones enteras
del cactus Eriosyce y de bulbosas, por la falta del predador tope que controle sus poblaciones. Entre las intervenciones antrópicas y amenazas futuras está el gran número de concesiones mineras, prácticamente a todo lo largo de la región, junto al desarrollo de nuevas instalaciones de ductos, torres de alta tensión, telefonía, caminos, etc. De aquí la importancia de proteger estos ecosistemas para que el desarrollo económico, cuando diseñe sus trazados, considere no intervenir estos sitios”.
En el ecosistema del lago Chungará, el karachi y el bagrecito se enfrentan a la amenaza de la depredación de las truchas arcoíris.
Proyecto de una Iniciativa Científica Milenio quiere remediar el mal causado
CIENTÍFICOS TRABAJAN EN ERRADICAR las truchas invasoras del lago Chungará Parecía una buena idea: en un país con poca variedad de peces de agua dulce, introducir algunos salmónidos lo haría más Pero las especies invasoras provocaron todo tipo de daños y ahora, bien entrado el siglo XXI, hay un grupo de científicos que quiere retrotraer la situación a fojas cero. De eso se trata esta historia y sus protagonistas son los investigadores de “Invasal”.
atractivo, no sólo para quienes disfrutan de la pesca, sino también para las comunidades que tendrían otro recurso a mano.
por: Reinaldo Berríos González
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na trucha frita del lago Chungará, acompañada de un risotto de quínoa, parece un excelente panorama para cualquier turista. Pero no todo lo que brilla es oro. Esta especie -introducida en los años noventa para transformarse en una buena alternativa de proteínas para los habitantes del Altiplano ariqueño y para el turismoestá en la mira de un grupo de científicos desde hace varios
fotos: Claudio Quezada años, quienes pretenden erradicarla de ese lugar. Y es que, con el correr del tiempo, las truchas comenzaron a depredar todo lo que hallaron a su paso y, principalmente, a los dos únicos peces endémicos de la zona: el bagrecito, Trichomycterus chungaraensis y el Karachi, Orestias chungarensis. Ambos
se encuentran en peligro de extinción. Una situación similar ocurre en muchos lagos del país y, por esta razón, nos dice el doctor Claudio Quezada Romegialli, surge el “Núcleo Milenio de Salmónidos Invasores”, INVASAL, que tiene por objeto identificar y cuantificar los impactos de
“En el lago Chungará en particular, a mediados de los años noventa se introdujo la trucha arcoíris”
la presencia de las especies invasoras de salmones y truchas sobre los ecosistemas nativos y la sociedad. INVASAL, agrega, busca conocer cuáles son los cuerpos de agua del país colonizados por salmónidos y con qué especies de peces nativos, entre ellas puyes, bagres y pejerreyes, se encuentran conviviendo. INVASAL parte del supuesto de que, a través de la pesca artesanal y recreativa, los salmónidos invasores en Chile:
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trucha arcoíris, trucha café (o trucha fario) y el salmón Chinook son un recurso fundamental para la economía de muchas familias, como -por ejemplo- lo es la actividad forestal. Sin embargo, la importancia económica de estas actividades para el desarrollo del país puede ser tan reconocida como la necesidad de velar por la conservación de nuestro patrimonio natural mediante la conservación de nuestros peces y bosque nativo respectivamente. TRUCHA EN CHILE “A principios del siglo XX -señala Claudio Quezada, ingeniero ambiental y ecólogo-, algunos norteamericanos y europeos que habían llegado a vivir a Chile, ante la escasez de peces comerciales y para la pesca de recreación, decidieron introducir peces de este tipo: salmónidos”. La iniciativa incluso estuvo respaldada por los gobiernos de la época. “En el lago Chungará en particular, a mediados de los años noventa se introdujo la trucha arcoíris; en este caso se hizo sin mala intención. La idea era tener truchas en el lago para la pesca y el consumo humano”. El lago Chungará, agrega Quezada; “es una cuenca cerrada, pequeñita,
endorreica; es decir, donde toda el agua que cae, se queda en el lago. Es equivalente a como si fuera una isla”. Los salmónidos corresponden al hemisferio norte, agrega la doctora en biología ambiental, Paulina Bahamonde, también miembro del proyecto. “Existía muy poca valoración de la ictiofauna chilena; nuestros peces no tienen nada que ver con el resto del continente y son mucho más cercanos a los que hay en Australia y Nueva Zelanda, por ejemplo. Los peces chilenos tienden a ser sumamente primitivos y de tamaño pequeño. Por esta razón no son tan atractivos como peces de consumo. Estamos hablando de los ríos y lagos de Chile; otra cosa muy distinta es el mar, donde tenemos uno de los océanos más ricos y nutritivos del planeta”. En el ecosistema constituido por el lago Chungará, el río Chungará y sus fragmentados bofedales, la especie endémica Orestias chungarensis, conocida comúnmente como karachi se enfrenta a la amenaza de la depredación de las truchas arcoíris, salmónido invasor. Como se trata de una cuenca cerrada, agrega Paulina, “tenemos la oportunidad de
“A principios del siglo XX -señala Claudio Quezada-, se introdujeron los salmónidos”.
rescatar el ecosistema como era antes de la introducción de la especie invasora”. De hecho, los científicos de INVASAL, además de estudiar el fenómeno, están desarrollando un plan de erradicación de la población de trucha, en línea con los esfuerzos de conservación promovidos por el Comité Regional de Mitigación del Impacto de truchas en el lago Chungará, presidido por la Dirección Zonal de la Subsecretaria Nacional de Pesca para las regiones XV, I y II. “Erradicar una especie es muy difícil, una tarea titánica, porque hay que controlar hasta el último individuo”, agrega Quezada. “O bien, atacar ciertos eslabones de la
población súper sensibles: o a las hembras, o a los juveniles, pero erradicarla es súper difícil y costoso. Entonces, lo que estamos intentando hacer es evaluar qué tan complejo, qué tan difícil sería la erradicación. Y realizar el monitoreo de esta situación”. Paulina Bahamonde agrega que todavía no tienen certeza de cómo lo van a hacer; de hecho, reconoce que no hay o no sabe de experiencias similares en otros países. “Hay un investigador de la Universidad de Antofagasta que trabaja con isótopos y gracias a esa técnica se ha determinado que las truchas del lago y las del río están bien separadas; son distintas, Eso
na trófica, su concentración aumenta cientos o miles de veces. Por ejemplo, el atún, que es un pez que está en el tope de la cadena trófica, tiene concentraciones elevadísimas de mercurio; entonces no se recomienda comerlo, por ejemplo, a una mujer embarazada”.
Dada la historia del volcán Chungará, por sus erupciones, lo más probable es que se hayan contaminado absolutamente las aguas del lago. Y las truchas que allí existen estén con altas concentraciones de dichos metales. Y, de hecho, los individuos que hemos analizado, tienen concentraciones de metales que están por sobre las normas que recomienda la OMS para su consumo”.
Problema: Truchas del lago con altas concentraciones de metales pesados Uno de los problemas que trae aparejado el consumo de estas truchas del lago Chungará, señala Paulina, es que tienen altas concentraciones de metales pesados. “Hay que tener cuidado de consumirlas, porque la trucha -como es un depredador voraz- tiende a acumular compuestos que pueden llegar a ser tóxicos, tanto para ellas mismas como para los seres humanos. Como se sabe, el norte de Chile
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es muy conocido por sus altas concentraciones de metales”. “Por ejemplo, el cobre, en concentraciones bajas es inocuo; pero si se consume mucho es tóxico. Y hay otros elementos que se sabe que son muy tóxicos, como el arsénico o el mercurio. Y el mercurio en particular se biomagnifica, eso quiere decir que en la medida que uno va escalando en la cade-
Entonces, agrega Paulina, “debemos evaluar estas truchas, si es que se utilizan como un bien de consumo.
“Es un gran desafío erradicar a las truchas del Chungará”, dice la doctora Bahamonde.
nos permitiría discriminar las artes de pesca a utilizar; en el lago es mucho más conveniente poner redes agalleras, que son las que todo el mundo conoce. Y en el río se puede usar pesca eléctrica”, agrega Paulina. “Es un gran desafío y esperamos lograrlo, a pesar de todos los inconvenientes que hemos encontrado por las características del lugar, como el frío, la altura, la falta de oxígeno; vamos a ver qué pasa”. LAS RAZONES La pregunta obvia que surge
ante esta iniciativa es por qué razón es importante erradicar la trucha arcoíris del lago Chungará. Responde Claudio Quezada: “En nuestro país resulta que reconocemos muy poco nuestra identidad cultural; quiénes somos. De partida si le preguntamos a una persona común y corriente cuántas especies de peces tenemos, lo más probable es que nadie tenga una respuesta ni siquiera cercana. Y es muy probable que respondan que las especies introducidas, como las truchas, son el patrimonio. Entonces aquí, de
lo que se trata es de relevar la importancia de esta identidad cultural. Y eso implica reconocer que tenemos especies nativas, que son endémicas, que han estado aquí en los últimos miles o cientos de miles, o millones de años, incluso. Y el problema es que estas especies introducidas las eliminan”. “Desde un punto de vista ecológico -añade- también es importante saber que cualquier desequilibrio, o cualquier alteración ecológica generada por el ser humano,
puede tener algún efecto en el ecosistema; puede tener efecto en las especies nativas, en la cantidad de materia orgánica, en los flujos de energía. Y eso tenemos que reconocerlo y, si es posible, evitarlo. Entonces tenemos una serie de razones por las cuales es importante hacerlo. Y básicamente el mundo es finito; hay una analogía que me gusta mucho: si todos tuviéramos el estándar de vida que tiene un canadiense promedio, necesitamos más o menos siete planetas tierra. Y apenas tenemos una”.
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Petar Ostojic y su Podcast “Revolución Circular”
Valorizando temas y experiencias en la Economía Circular Asegura que el interés empresarial por dar a conocer iniciativas en esta materia, ha crecido y se ha potenciado Cuando al ingeniero iquiqueño y actual director ejecutivo del Centro de Innovación y Economía Circular, CIEC, Petar Ostojic, le ofrecieron desde el medio digital de ciencia y tecnología TXSPlus.com generar su propio Podcast, accedió de inmediato. Ya tenía esta idea en su mente, pues sería el espacio perfecto para dar a conocer opiniones y conocimientos, entrevistas con proyecciones e iniciativas relacionadas a la Economía Circular sin restricción de tiempo ni espacio, comunicacionalmente hablando. “Esto nos permitiría profundizar, no dejar ideas en el aire, conversar, saber sobre los temas y sacar todo el valor que yo creía que podía obtener de un entrevistado. Al llegar la pandemia, me ofrecen esta idea a la cual digo de inmediato que sí”, explica Petar Ostojic quien ya se encuentra en la segunda temporada de su programa llamado “Revolución Circular”, con más de 35 capítulos al aire. Asegura que ha sido una experiencia “maravillosa”, la cual le ha permitido confirmar como emprendedor, que el crecimiento comienza fuera de la propia zona de confort pues “hacer un Podcast era salir de mi zona absolutamente”; explica que enfrentar una cámara, un micrófono, hacer las preguntas, contactar a los invitados, ser su propio coordinador y productor ha enriquecido sus conocimientos en este sentido técnico, además de generar redes de gran importancia.
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Petar Ostojic, creador y conductor de “Revolución Circular”
“Para mí el objetivo del Podcast es mostrar que hay grandes empresas y compañías no solo promoviendo la Economía Circular, sino que desarrollándola y siempre ligadas a la cuarta revolución industrial. El programa de llama Revolución Circular, porque es una conexión entre esta cuarta revolución industrial y la Economía Circular; debo decir que es sorprendente que hay muchas empresas interesadas en participar, pasó de algo muy amateur a empresas como Anglo American, Dow, Natura, Patagonia, Schneider Electric, Michelin, Mercado Libre, MIT, Enel, Agrosuper, Arauco, Resiter, Algramo, Comberplast, Food for the Future, Odd Industries, Schneider Electric entre otras”, aseguró recalcando que en la actualidad es la tecnología la herramienta que abre todas las posibilidades para conectarse con el mundo, proyectar iniciativas, darse a conocer, educarse y generar redes. El programa es grabado y estrenado por txsplus.com cada día lunes a las 10.30 de la mañana, todas las semanas, donde recibe cientos de visualizaciones por vez; además, Petar Ostojic, genera miles de interacciones por capítulo en su canal de YouTube, Spotify, Apple Podcast y Google Podcast además de las distintas redes sociales.
Tarapacá será capital de encuentro para CIUDADES CIRCULARES Seminario que se realizará desde Iquique, reunirá a importantes representantes de la Economía Circular. “Queremos que este sea un seminario que ponga a Tarapacá en el centro de la conversación mundial sobre Economía Circular”, señala Andreé Henríquez, director de este encuentro internacional.
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ransformación digital para las Ciudades Circulares, Iquique 2021, se denomina el seminario que tendrá a la región como protagonista durante los días 26 y 27 de mayo próximo. La actividad reunirá a expositores de categoría internacional, así como nacional, en torno a la investigación, experiencias, programas y proyectos relacionados con la Economía Circular y las nuevas tecnologías en esta materia. La iniciativa cuenta con apoyo de Corfo, Gobierno Regional y el Consejo Regional de Tarapacá; es coorganizado por CIEC, ENEL, Business Finland, Asociación de Industriales de Iquique, Universidad Arturo Prat, Observatorio de Innovación de la Universidad de Chile, Universidad Santo Tomas, Celare y País Circular. Andreé Henríquez, director de este encuentro internacional, explicó que lo que se busca es contribuir al impulso de la Economía Circular y transformar a la Región de Tarapacá y la ciudad de Iquique, como un referente en este ámbito a nivel internacional, gracias al apoyo de las entidades que se han comprometido con su organización. “Queremos que este sea un seminario que ponga a Tarapacá en el centro de la conversación mundial sobre Economía Circular. Por eso hemos invitado a expertos y expertas reconocidos desde Finlandia, Francia, España, la India, Brasil, Colombia, Perú y, por supuesto de Chile, así que es un seminario que va a tener un alto nivel y esperamos que todos y todas las personas de la región, como también del país, puedan conectarse a este evento digital”. Además, adelantó que “este seminario es parte de una agenda de actividades 2021
donde tendremos la posibilidad de dialogar sobre desarrollo sostenible, economía circular y desarrollo regional”. Marcos Gómez, gerente de la Asociación de Industriales de Iquique y parte del equipo organizador del evento, explicó que “este seminario viene a recoger las expectativas regionales que tenemos en materia de economía circular y la oportunidad que tiene la industria de circular sus procesos. Somos una región que, a través de su potencial minero, logístico y con zona franca, debe ir enfocando un modelo restaurativo con la economía circular como marco estratégico, donde la principal aspiración sea la garantía de futuro”. Agregó también que “esta actividad es una señal potente del camino y protagonismo que está tomando Tarapacá y las experiencias internacionales nos desafiarán a avanzar aún más”. Para ser parte de este evento y conocer la agenda de presentaciones y exposiciones, se puede acceder a las inscripciones en la web https://www.tarapacacircular.cl/ e ingresar los datos que se incluyen en el formulario de participación.
A la izquierda, Marcos Gómez, gerente AII. A la derecha, Andreé Henríquez, director Seminario.
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El cementerio indígena “Muru muru” o académicamente llamado “Pica 8” está ubicado en lo alto, en un lugar silencioso del pueblo de Matilla.
CEMENTERIOS INDÍGENAS olvidados y librados a su suerte en nuestra región Motivada por la desprotección de los cementerios indígenas y hallazgos antropológicos de nuestra región y por la escasa Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) al respecto, la periodista Valentina Ortega Mercado escribió este texto que forma parte de un trabajo de investigación que realizó recientemente respecto de la minería en la Pampa del Tamarugal. información que tiene el
por: Valentina Ortega (*)
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diferencia de los cementerios en las ciudades, algunos lugares donde descansan indígenas y sus antepasados son terrenos sin flores de plástico, fotos ni lápidas. Espacios que a simple vista parecen no estar ocupados son saqueados por huaqueros (saqueadores de tumbas) y utilizados para construir caminos de proyectos mineros o de construcción, como fue el caso del ocultamiento de 80 momias precolombinas por la
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Constructora San Felipe S.A. cerca del pueblo indígena de Pachica, ubicado en la comuna de Huara. La constructora que desarrollaba una reposición de rutas en el marco de un servicio de viabilidad del Ministerio de Obras Públicas (MOP) en 2006, también realizó la mantención y mejoramiento de caminos a conocidas compañías mineras como Doña Inés Collahuasi, Teck Quebrada Blanca y BHP Billiton. Ese año, pero en la región de Arica y Parinacota, el
licenciado en Arqueología, Rolando Ajata también denunció la destrucción de petroglifos por maquinaria pesada que removió las rocas para despejar un camino vehicular. En la carta enviada por Ajata y que está registrada en un acta del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) relata que los petroglifos fueron bañados en alquitrán generando un daño permanente. “Una minera o cualquier empresa ya sea hidroeléctrica, constructora de edificios, debe realizar un
estudio de impacto ambiental en términos de arqueología, de agua, vegetación, animales. Un estudio completo donde contrata primero a los arqueólogos y arqueólogas para que vayan a evaluar el área (…) y si aparece algo, se detiene inmediatamente la obra y por eso es molestoso para ellos. Les detienes la obra, y pierden mucho dinero por día”, comenta la doctorada en Ciencias Arqueológicas, Francisca Santana. Actualmente esa situación ha mejorado, las empresas
Restos de telares y mazorcas de maíz, del cementerio “Pica 8”, analizados por la investigadora Francisca Santana.
dan a conocer los vestigios arqueológicos “encontrados” en sus operaciones con mayor transparencia en los medios de comunicación y algunas presentan reportes anuales. Por ejemplo, Teck Quebrada Blanca informó de cuatro fosas con restos humanos, ropa y sandalias en perfecto estado que datan de entre los años 1.100 a 400 antes de Cristo, en el marco del proyecto “Quebrada Blanca Fase 2”, en 2020. BASE DE DATOS Ante la consulta para este reportaje de un registro neto de hallazgos arqueológicos en proyectos mineros de cuatro regiones del norte del país, el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) respondió que no cuenta con un registro, sino que con “una base de datos parcial actualmente en etapa de elaboración y validación por el área de Arqueología del CMN”. Tampoco existe un registro de los lugares de residencia de esos hallazgos arqueológicos. “El Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) no cuenta con la información solicitada en los términos por usted planteados, pues, a la fecha, no ha sido elaborado un registro de instituciones depositarias de hallazgos
arqueológicos, tanto de las regiones objeto de su consulta como del resto del territorio nacional,” señala en otra respuesta a la consulta efectuada a través del Portal de Transparencia. Por mientras, el CMN tiene disponible “actas” en su página web donde existe un registro tipo lista con una muy breve descripción de los acontecimientos que suceden mensualmente. El cementerio indígena “Muru muru” o académicamente llamado “Pica 8” es uno de esos sitios descritos antes, sin ramos de flores ni letreros advirtiendo su gran valor patrimonial. Está ubicado en lo alto, en un lugar silencioso del pueblo de Matilla, en la co-
muna de Pica, donde el doctor en Ciencias Antropológicas y Premio Nacional de Historia en 2002, Lautaro Núñez excavó y estudió el lugar durante cinco años en la década de los sesenta. Obtuvo textiles, utensilios, restos humanos en 254 tumbas. Parte de esa colección está en el Departamento de Antropología de la Universidad de Chile. “Pica-Tarapacá que era del oasis, es una identidad de ahí. No vienen de ningún lado, son piqueños (…) no hay que pensar en Pica como ‘eran quechuas o eran aymaras’, porque eso es más histórico, hay que pensar en el pasado, en el momento cuando ellos eran una identidad cultural independiente”, explica sobre
el origen de los habitantes, Francisca Santana, quien investigó la dieta y movilidad de los habitantes; esta incluía maíz y alimentos marinos. Francisca también fue elegida por la revista National Geographic para la realización de una investigación sobre la agricultura precolombina de la Primera Región de Tarapacá en 2020. El Cementerio Muru Muru que aún conserva restos en la superficie según cuenta Francisca Santana, por poco se transformó en un proyecto inmobiliario de parcelas de agrado en 2016. El lugar ancestral fue dañado por la construcción de un cercado perteneciente a un “proyecto habitacional”, según destaca un acta de CMN en 2019.
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Roqueríos intermareales cubiertos por mantos del chorito (Perumytilus purpuratus)
Estudio fue publicado en Science of the Total Environment
Investigación aborda efectos de los ESTRESORES ambientales en Choritos El estudio evaluó los cambios que experimenta el chorito (Perumytilus purpuratus) bajo los efectos simultáneos de la acidificación y el calentamiento del océano, junto con la presencia de depredadores.
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En el mundo real las especies no están aisladas, por el contrario, deben interactuar con otras especies. Al estudiarlas en conjunto, podemos investigar de mejor manera como éstas responderán a los efectos de estresores asociados al cambio climático”, destaca el doctor Patricio Manríquez, investigador del Centro Científico CEAZA, quien lideró estudio que abordó de manera simultánea, los efectos de la acidificación y el calentamiento del océano, junto con
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texto y fotos: CEAZA (*) la presencia de depredadores sobre un molusco marino. El estudio publicado en Science of the Total Environment, incluyó a tres especies de invertebrados que cohabitan en la zona intermareal rocosa de la costa de Chile, referida a la franja de roqueríos que queda cubierta durante las mareas altas y expuesta al aire durante las mareas bajas. Se trata del mitílido chorito (Perumytilus purpuratus), el cangrejo de los mantos (Acanthocyclus hassleri) y el gasterópodo loco
(Concholepas concholepas). El doctor Patricio Manríquez, también encargado del Laboratorio de Ecología y Conducta de la Ontogenia Temprana, es enfático al destacar la importancia ecológica de estas especies. “Son muy valiosas porque forman el hábitat de muchos otros organismos marinos. En el caso del chorito, se trata de un bio-ingeniero, ya que sus agrupaciones o mantos generan micro–ambientes donde viven más de 100 especies de invertebrados como
el cangrejo de los mantos, que construye galerías dentro de la que se desplazan otros invertebrados móviles. En este ambiente también vive el loco, exclusivo de la costa de Perú y Chile, marisco que da el sustento principalmente a los pescadores artesanales”. CADENA TRÓFICA “Estas tres especies cohabitan y además están íntimamente relacionadas en la cadena trófica. El cangrejo posee una gran pinza que le permite triturar los caparazones de los
“Un depredador puede afectar a sus presas directamente consumiéndolas, o sin consumirlas, pero liberando al ambiente señales químicas que las presas perciben”. locos y choritos que consume, y el loco posee un pie muscular adecuado para abrir las valvas de los choritos que consume”, detalla el doctor Manríquez. Luego de ser recolectados desde su ambiente natural en el norte de Chile, los organismos fueron llevados al laboratorio para ser mantenidos en condiciones controladas y contrastantes que simulan la temperatura y pH del mar actuales y futuras, de acuerdo a proyecciones de acidificación y calentamiento del océano. Asimismo, los ejemplares de choritos (Perumytilus purpuratus), especie objetivo de este estudio, fueron sometidos a la presencia y ausencia de sus depredadores. El doctor Manríquez explica que “un depredador puede afectar a sus presas directamente consumiéndolas, o sin consumirlas, pero liberando al ambiente señales químicas que las presas perciben. Esto les permite a los choritos ‘olfatear’ el ambiente y desplegar conductas o estrategias para evitar ser consumidos”. “Para el caso de los choritos, estos deben interactuar y responder a la presencia de sus depredadores destinando energía y desplegando conductas, por ejemplo agregarse, o adoptando morfologías, que podrían ser tamaños más grandes que les permitan escapar o disminuir la eficiencia de sus depredadores”, agrega el científico. La investigación logró demostrar que ninguno de
Mantos de choritos (Perumytilus purpuratus) sobre una plataforma intermareal.
Cangrejo de los mantos (Acanthocyclus hassleri) asomado desde una apertura en el manto conformado por miles de choritos y desplegando su gran pinza trituradora.
los tres estresores afectaron significativamente la sobrevivencia de los choritos. El doctor Manríquez indica que de acuerdo a los resultados obtenidos, en un escenario de cambio climático, “las respuestas a los dos estresores asociados al cambio climático son complejas y que dependiendo del rasgo investigado los efectos pueden ser positivos, negativos o neutros. Además, estos efectos
pueden estar modulados por la presencia de sus depredadores. Considerando que los estresores asociados al cambio climático afectan además a los depredadores de los choritos, el cómo responderán los choritos a los tres estresores es aún más complejo”. Cabe destacar que en la investigación, financiada por el proyecto FONDECYT 1181609, también participaron María Elisa Jara (CEAZA –
LECOT), Claudio González (CEAZA – LECOT), Mylene Seguel (CEAZA – LECOT), Paolo Domenici (CNR – IBF); Sue-Ann Watson (Museum of Tropical Queensland y James Cook University), Cristóbal Anguita (UCh), Cristian Duarte (UNAB-CIMARQ) y Katherina Brokordt (FIGEMA – CEAZA) (*) Artículo publicado en la página web del CEAZA, Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas.
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Museo Corbeta Esmeralda: 10 años entregando una experiencia inolvidable en Tarapacá Emplazado en pleno Paseo Lynch de Iquique, esta obra única en su tipo en el país fue donada por Collahuasi a la comunidad regional con motivo del Bicentenario de Chile. La nave a escala real pone en valor la historia del Combate Naval de Iquique y se ha convertido en un importante polo turístico para Tarapacá, con más de 700 mil visitas a la fecha.
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róximo a conmemorar una década de apertura al público, el Museo Corbeta Esmeralda es un icónico lugar turístico y patrimonial de la región de Tarapacá, que concita interés por ser una reproducción a escala real de una de las embarcaciones más importantes en la historia nacional. El proyecto fue un aporte de todos los trabajadores del Compañía Minera Doña Inés de Collahuasi, a la capital regional para la conmemoración del Bicentenario de Chile, y releva el sentido de orgullo y admiración que la comunidad siente por la vida y obra del Capitán Arturo Prat y su tripulación. Desde su inauguración el 20 de mayo de 2011, el recinto ha sido visitado por 706.699 personas de
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distintas zonas del país y el extranjero, motivados por vivir la experiencia y conocer en detalle relatos de uno de los episodios históricos más importantes de Chile: el Combate Naval de Iquique. A través de un tour guiado, los visitantes recorren trece escenas museográficas que recrean fidedignamente las condiciones de la embarcación en horas previas al combate naval. “Estos diez años han superado con creces las expectativas que dieron vida a este lugar, construido y puesto en marcha a partir de un trabajo mancomunado entre la Corporación Patrimonio Marítimo de Chile y Collahuasi, junto al aporte de la Armada. En solo una década, nos hemos posicionado como el principal museo de Iquique y
Desde su inauguración el 20 de mayo de 2011, el recinto ha sido visitado por 706.699 personas de distintas zonas del país y el extranjero, motivados por vivir la experiencia y conocer en detalle relatos de uno de los episodios históricos más importantes de Chile. el quinto de referencia a nivel nacional, con más de 16 reconocimientos nacionales e internacionales”, sostuvo el director del museo, Miguel Riquelme. Para esta obra se formó un equipo experto en las áreas ingeniería y construcción naval, maniobras y museología a través de un trabajo coordinado entre Collahuasi, la Corporación Patrimonio Marítimo de Chile, Armada de Chile, Gobierno Regional y el municipio de Iquique. La construcción de la corbeta estuvo a cargo de Astilleros Marco Chilena, empresa que tomó como referencia registros históricos, libros y fotografías de época, que permitieron diseñar este espacio con altos estándares internacionales. “Nos enorgullece como Compañía haber entregado a la región una obra que releva un episodio tan importante de nuestra historia nacional y local, a través de una muestra de clase mundial y que en
estos diez años se ha posicionado como un polo de desarrollo local, aportando al posicionamiento que Tarapacá e Iquique poseen como destino turístico de excelencia”, comentó Gaetano Manniello, Gerente de Relacionamiento del Entorno de Collahuasi. En 2019, el Museo Corbeta Esmeralda fue sometido a trabajos de recuperación, mejoramiento y ampliación, que fueron ejecutados por la Corporación Patrimonio Marítimo de Chile, a través de la Ley de Donaciones con Fines Culturales y con aportes de Collahuasi. Gracias a este proyecto, el recinto luce hoy completamente renovado para continuar difundiendo y perpetuando la historia de una forma lúdica y atractiva para sus visitantes.
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Sistemas constructivos tradicionales para una ARQUITECTURA SOSTENIBLE En diciembre pasado, la Fundación Altiplano organizó un festival de arquitectura único en su tipo, donde participaron profeLa Arquitectura y la Construcción, señalan sus organizadores, conectan con las necesidades más profundas de personas y comunidades. Pueden integrar personas, comunidades y territorios. Pueden dar respuestas responsables al desafío global de lograr un desarrollo más justo y sostenible. El siguiente artículo es sólo uno de los muchos que trae la tercera edición de la revista “Sarañani”. Un gran aporte. sionales de todo el mundo.
por: Luis Fernando Guerrero (*)
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no de los factores más importantes de la construcción en tierra tiene que ver con la experiencia milenaria. En Caral, Perú, construcciones que datan del 2520 a.C nos demuestran la viabilidad de construir con tierra y la capacidad de permanencia, aún después de 4000 años. Es un tipo de arquitectura que combina de forma adecuada diferentes técnicas, a diferencia de lo que pasa en muchos de nuestros países
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con lo que se conoce como arquitectura sustentable. Los temas de sustentabilidad son muy críticos, porque se basan en la prefabricación y tienen formas de evaluar, de medir con parámetros e indicadores que solamente cumplen las personas y las empresas que se dedican justamente a la redacción de las normas. En cambio, la arquitectura de tierra es sostenible, no sólo sustentable, porque puede permanecer mucho tiempo a partir de la combinación
de técnicas apropiadas, con materiales apropiados y compatibles y, sobre todo, gracias a la gente que la produce. Lo que hace sostenible a la construcción en tierra es precisamente su vinculación con las comunidades. Estas obras se han mantenido por milenios, a pesar de que algunas de ellas no cuentan con mucho mantenimiento, porque las sociedades de la antigüedad sabían cómo construirlas.
LA TIERRA La construcción con tierra ha permitido que la gente aprenda durante el propio proceso constructivo, a diferencia lo que pasa con otras tecnologías industrializadas que se quieren vender como alternativas sostenibles o sustentables, pues la realidad es que por la tecnología que utilizan y la dependencia que se genera, no son adecuadas para la realidad de nuestro continente. Por otra parte, el tema de la contaminación se ha vuelto
problemático por los niveles de CO2 en la atmósfera. Sabemos el impacto que tiene la construcción con el uso del cemento, el concreto y el acero en comparación con las emisiones de materiales y sistemas constructivos de origen ancestral. Si tomamos en cuenta los megajoules (MJ) de energía embebida en estos materiales, existe una diferencia abismal entre los materiales industriales y la tierra para hacer adobes, la paja, la grava y la arena, que tienen parámetros muy bajos de generación de CO2 y de energía requerida para transformarlos en material constructivo. Los elementos que son fundamentales para la construcción en tierra y que en algún momento estuvieron vivos, como las maderas o la paja, ayudan a resistir esfuerzos estructurales
a la flexión que la tierra por sí sola no absorbe, y además tienen la capacidad a lo largo de su vida útil de estar en equilibrio con las emisiones de CO2. Otra parte que también nos interesa es la relación higrotérmica de los materiales. Ha sido muy documentado el hecho de que la tierra permite tener espacios confortables desde el punto de vista térmico, algo que tiene que ver con la cuestión de la transmitancia y la resistencia de los materiales al paso del frío y del calor, pero también es muy relevante el papel que juega la tierra como sustancia que retiene la humedad en ciertos momentos y que a lo largo del día y de las estaciones del año tiene un comportamiento que estabiliza el medio ambiente. Es una forma de aire acondicionado que se genera simplemente
Foto: Franco Miranda
Materiales que protegen del exceso de humedad Algunas de las cualidades que tiene esta relación entre la tierra, la madera y la paja, es que se protegen del exceso de humedad. La tierra regula la cantidad de humedad en la madera o la paja y evita que se pudran. Por eso la quincha o bahareque son técnicas que han mostrado su eficacia en muchas latitudes y que incluso
pueden ser actualizadas, como está sucediendo ya desde hace varios años a partir del uso de los paneles prefabricados, llegando a tener normas muy bien fundamentadas y probadas en las cuales no sólo funcionan en los componentes verticales, sino también pisos y techos.
por el uso de revoques y de revestimientos de tierra. EL AGUA Otro tema que también ha sido crucial es el manejo del agua. Se suele olvidar que para construir con materiales convencionales, como la cal y el cemento, se utiliza una gran cantidad de agua para su fabricación y, una vez que entran en el proceso constructivo, ya no se puede reutilizar. Aunque las construcciones en tierra también utilizan agua para su construcción, pues es la única manera de transformar a las arcillas y de darles una forma distinta, el consumo de esa agua al final se evapora y se va limpio al medio ambiente. Incluso cuando se utiliza agua sucia en la construcción, no pasa nada porque la materia orgánica que podía tener el agua en estas condiciones al final queda integrada a los componentes constructivos. Finalmente, una cuestión que interesa mucho es la posibilidad de reciclar la tierra en diferentes técnicas y que incluso se puede integrar por completo en el entorno natural y paisaje una vez que termina su vida útil. De este modo, no se está generando basura ni residuos que afecten al medio ambiente. Pero a pesar de estas condiciones favorables desde la perspectiva de la sostenibilidad, la tierra tiene sus requerimientos o controles de calidad que se han transmitido
de generación en generación y que desafortunadamente no siempre se registraron de manera escrita. Por más libros que se tengan y por más videos o tutoriales en internet a los que se tenga acceso, nada sustituye a la práctica de la construcción en tierra para darse cuenta de cómo funciona, qué cualidades tiene y sobre todo para entender a los sistemas constructivos como algo completo. No es sólo un muro de tierra, no es sólo un techo con ciertas características, sino que hay consideraciones de diseño que son fundamentales para evitar que el sistema falle. El primer aspecto que nos interesa es reconocer que la tierra siempre ha sido un material utilizado masivamente. Los muros siempre tienen pocos huecos y esto es lo que da estabilidad a los sistemas. En las esquinas hay que cuidar mucho que no se hagan modificaciones al comportamiento estructural y convencional de estos materiales, agregándoles refuerzos, algo muy común en México. Este artículo in extenso puede ser revisado en la revista “Sarañani”, fundacionaltiplano.cl/revista (*) Luis Fernando Guerrero, Arquitecto, Máster en Restauración y Doctor en Conservación. Investigó sobre sistemas constructivos tradicionales y edificación sostenible con tierra.
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Convento San Francisco de Iquique, padres franciscanos belgas, 1945
PRESENCIA FRANCISCANA EN LAS POBLACIONES DE IQUIQUE (1957-1971) El legado franciscano se mantiene hasta nuestros días en Iquique. Son muchos los/as pobladores/as que nunca olvidaron a estos hombres venidos de tan lejos y que vistiendo el hábito de San Francisco hicieron presencia en estas áridas tierras, ayudándolos a construir sus casas y también la de Dios, incentivando la organización, celebrando sus matrimonios y bautizos, y haciéndose parte en todas sus luchas por alcanzar una vida mejor. por: Aníbal Valenzuela Sepúlveda (*)
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n noviembre de 18981, llegaron a Iquique los religiosos franciscanos descalzos de Lima, invitados por el Vicario Apostólico de Tarapacá de la época Monseñor Guillermo Juan Carter, Vicario Apostólico de Tarapacá para realizar una misión. Uno de los frutos de esta misión fue que el 8 de enero de 1899 en el Templo del Sagrado Corazón de Jesús (Don Bosco), se procede a la fundación de la Venerable Orden Tercera (VOT)2. Como la Iglesia salesiana se hizo estrecha para contener a la
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gran concurrencia de personas que iban a escuchar a los misioneros, los hermanos terciarios se dan a la tarea de buscar un lugar para construir un templo y un convento con el compromiso que estos fueran atendidos por los padres franciscanos. El 2 de abril de 1899 el hermano terciario Agustín Orriols oficializa el ofrecimiento de donar los terrenos ubicados en calle Almirante Latorre con calle 21 de Mayo. El 7 de mayo se organiza una “comisión de fabrica” y se procede a bendecir y colocar
la primera piedra3. El año 1904 y después de cinco años de trabajo se inaugura el templo, el cual fue dedicado a San Antonio de Padua y el convento dedicado a San Francisco de Asís. Sin embargo, no será hasta el 24 de noviembre 1908 que se establecerán de manera permanente los padres franciscanos provenientes de la Provincia San José de Bélgica. De aquí en adelante desplegarán una importante labor en la administración de los sacramentos, la asistencia a los enfermos en el Hospital de Beneficencia y las misiones
en varios pueblos del interior y oficinas salitreras. BANDERAS NEGRAS El año 1957, comienza a escribirse un nuevo capítulo en la historia de Iquique y de los padres franciscanos. Ese año se vive la crisis de las banderas negras, se cierran algunas salitreras y la ciudad recibe a cientos de familias que bajan de la pampa en busca de una nueva vida. Esta situación, más el encarecimiento del alquiler y la nula política habitacional, dará origen a la entrega de terrenos por parte de la
Padre Leonardo Braeken con la comunidad cristiana de Caupolicán, 1967
Municipalidad y a la posterior “toma de terrenos”. Desde el 14 de junio de ese año un gran contingente de familias ocupó los arenales ubicados al sur oriente de la ciudad, específicamente entre las calles José Joaquín Pérez y Libertad. El diario El Tarapacá del 17 de junio de 1957 recoge así este acontecimiento: “240 familias invadieron sitios para construir una población”, catalogándola como la “más grande población callampa que se levantará en la ciudad”. De esta manera nace la población Caupolicán. Estas noticias llegaron rápidamente al convento franciscano y es el P. Bertuin Van Asten (holandés) el que se da a la tarea de recorrer las calles de la nueva población y visitar a las familias, dándose cuenta inmediatamente de la precariedad en la que estas viven. Se inicia así la primera misión urbana en las nuevas
poblaciones marginales de Iquique. Durante los años 1957 y 1959 el P. Bertuin consigue el frontis de la casa de doña Isaura Pérez para realizar las primeras celebraciones litúrgicas. COMUNIDAD El 20 de noviembre de 1960 a través de la elección de una directiva se formaliza la comunidad cristiana de Caupolicán4, integrada por laicos y laicas, en su mayoría llegados de la pampa. Uno de los primeros objetivos de la comunidad fue habilitar la primera capilla (templo), la que fue bendecida un año después por Mons. Pedro Aguilera N., en presencia del intendente Esteban Sacco P. y un gran grupo de pobladores. Desde el año 1957 los padres franciscanos estarán presentes en todas poblaciones que van surgiendo en la parte suroriente de la ciudad: Caupolicán, O´Higgins,
Nueva Victoria, Villa Soria, Aeropuerto, entre otras. En el caso de la población Nueva Victoria fue el padre Hugo Van Pottelberghe quien desde el año 1965 ayudó a formar la comunidad cristiana y a conseguir un terreno para levantar su primera capilla. Él se destacó por ser un gran articulador del voluntariado, los pobladores lo recuerdan llegando con grupos de jóvenes a colaborar en la construcción de sus “ranchitos”. También contribuyó a la formación de la “Unión Cristiana”, una red de comunidades cristianas de base de varios barrios populares del sector (Braeken, 2018). Durante toda la década de los años 60 y comienzo de los 70, los padres franciscanos irán desarrollando una labor misionera integral, compatibilizando los ámbitos sacramentales (celebración de misas, bautizos, etc.) con
el solidario. Se despliegan por las poblaciones para celebrar misas de campaña en las fechas del calendario litúrgico más importantes: Semana Santa, Navidad, fiestas de la Virgen, entre otras; y organizan los grupos de “ayuda fraterna”, dividiendo el territorio parroquial en 20 sectores, haciendo llegar a las familias de cada sector la mercadería enviada por Caritas Chile5. En este tiempo se desarrolla en Roma el Concilio Ecuménico Vaticano II (19591965), y sus aires renovadores se hacen sentir en Iquique. Son los padres franciscanos y padres oblatos quienes fueron a la vanguardia de los cambios: nuevos modos de evangelizar (es el pastor quien va en busca de sus ovejas), nuevos métodos catequéticos (preparación para el bautismo en las casas), un mayor protagonismo del laicado (consejos pastorales
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y comunidades cristianas de base), etc. En las Crónicas del Convento San Francisco, encontramos un interesante resumen de la presencia y labor de los padres franciscanos en las poblaciones y a cuantas familias alcanzaba este servicio (1971): • La parroquia-sede (San Francisco) con alrededor de 2.100 familias que son las mejores atendidas • Sector Caupolicán: la Capilla se inauguró al comenzar el Mes de María (diciembre 1970), tiene misa dominical y reuniones de formación. Son unas 845 familias. • Sector Nueva Victoria: tiene buenos dirigentes… tiene su misa dominical el sábado en la noche. Abarca 5 poblaciones, a saber, Nueva Victoria, Simpson, Baquedano, Endesa y Carampangue, formando unas 800 familias. • Sector Población O´Higgins: tiene poca atención religiosa. Últimamente coopera con nosotros un padre Oblato, Roberto Quevillón, en este sector. Suma unas 900 familias. • Sector Villa Soria:
Padres Franciscanos participando en la celebración del 50º aniversario de la comunidad Cristo Rey de la población Caupolicán, 2010.
está en construcción una casa-capilla. La atención pastoral es prácticamente nula. Abarca 700 familias y sigue extendiéndose como prolongación del sector O´Higgins. • Sector Playa Brava: este sector, el más apartado de la parroquia (pero más cerca de la gruta de Lourdes de Cavancha) tiene buenas posibilidades de convertirse en parroquia en el futuro. Viven unas 2.000 familias en casas mejor acomodadas. En este año se dio inicio a las Comisiones para iniciar pronto la Construcción del templo y casa parroquial.
La fundación depende todavía de la Parroquia San Antonio. • Así se llega a un total de más o menos 7.350 familias en la parroquia. Con un promedio de 5 personas por familia estaríamos hablando de alrededor de unas 36.750 personas (Braeken, 2018). Con todo, el legado franciscano se mantiene hasta nuestros días, son muchos los/ as pobladores/as que nunca olvidaron a estos hombres venidos de tan lejos y que vistiendo el hábito de San Francisco hicieron presencia en estas áridas tierras,
Jóvenes voluntarios, organizados por el padre Hugo Van Pottelberghe, colaborando en la construcción de las casas en población Nueva Victoria. Diario La Estrella de Iquique, 7 enero 1967, Pág. Nº 3
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ayudándolos a construir sus casas y también la de Dios, incentivando la organización, celebrando sus matrimonios y bautizos, y haciéndose parte en todas sus luchas por alcanzar una vida mejor.
(*) Sociólogo Referencias 1. Fray Juan Rovegno, ofm. “Misiones Franciscanas a fines del Siglo XIX y comienzo del Siglo XX en Tarapacá Chile”, Santiago, 2020 2. San Francisco de Asís (1182-1226) fundó tres órdenes religiosas: Orden de Frailes Menores (religiosos y sacerdotes), Hermanas Contemplativas (Clarisas) y Orden Franciscana Seglar (integrada por laico/as y conocida en los inicios con el nombre de Venerable Orden Tercera-VOT). Los hermanos/as de esta última Orden son conocidos también como “terciarios”. 3. Certificado Vicariato Apostólico de Tarapacá, 29 de agosto de 1911. 4. Desde el año 1967, Comunidad Cristo Rey. 5. Desde el año 1957 comienza a funcionar en todo Chile.
El libro “De la pampa al Mar” aborda el proceso de industrialización y posterior ciclo de la pesca industrial en el puerto de Iquique entre los años 1930 - 1980.
“De la Pampa al Mar” relata historias de una época gloriosa
DE LA PAMPA AL MAR 1930-1980: Un proceso histórico en la memoria tarapaqueña Un nuevo libro arroja luces sobre el proceso de industrialización y posterior ciclo de la pesca industrial en el puerto de Iquique entre los años 1930 – 1980. “De la pampa al Mar” se llama la obra financiada por el Ministerio de las Culturas, las artes y el Patrimonio, que fue lanzada recientemente y que aborda el período en que la industria comienza a hacerse gravitante en la economía local. Los autores, profesores de la Universidad de Tarapacá, nos presentan aquí sus motivaciones. por: Claudio Aguirre Munizaga
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orrían los últimos años de la década de 1930. El Estado de Chile entonces ya intervenía en la economía e iniciaba un plan de industrialización para paliar los efectos de la debacle capitalista. Las noticias de la prensa local iquiqueña destacaban la alta migración de personas hacia otras regiones del Chile central y sureño, vía marítima o en ferrocarril. Eran poblaciones de pampinos que buscaban huir de la crisis mundial y del cierre inminente de varias
salitreras. Quienes no tenían esa opción, solo se trasladarían hacia ciudades nortinas como Iquique, Arica, Antofagasta o Tocopilla. En ellas tenían alguna red de apoyo familiar. Llegar a dichas urbes era un nuevo inicio, ahora con el mar como aliado. “La historia de nuestra región está llena de procesos que involucran periodos de crisis y bonanza. Tras un crecimiento abrupto demográfico producto de la industria salitrera, la ciudad de Iquique se había convertido en un
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Paulo Lanas Castillo (*)
puerto de renombre mundial. Sin embargo, desde 1940 en adelante, la ciudad comenzaría una nueva etapa de re configuración que desembocaría en un nuevo crecimiento gracias a la instalación de industrias procesadoras de recursos marinos, más conocidas como pesqueras. Barrios clásicos como el Colorado, Cavancha, El Matadero, San Carlos, El Morro y la zona centro de Iquique, en un comienzo absorberían y darían cabida a las familias pampinas y de pueblos andinos que lle-
garían a la ciudad en busca de mejores oportunidades. Eran años de pobreza, de calles sin pavimentar y de vida entorno a los vecinos. La solidaridad resultó fundamental para que nacieran las llamadas “banderas negras”. En paralelo más y más gente se sumaba a labores relacionadas a la pesca y el mar. Así recordaban el Iquique de aquella época futuros motoristas: “(…) Iquique era un puerto militar solamente, había El regimiento
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“Toda una ciudad, toda la región se volcó a los barcos y a las pesqueras. Nació así la industria pesquera en esta parte del Pacífico”.
Dolores, El Granaderos, El batallón, El Carampangue. No había trabajo casi. No se usaba bandera chilena, solo bandera negra. La única fuente de trabajo formal que había fuera de las fuerzas armadas era el ferrocarril, pero ahí se entraba por cuña o pituto como le dicen. El que era bueno para la pelota, el que era bueno para el basquetball, el compadre, esos entraban, no había más”. (V.R Motorista, 2019). A pesar de lo difícil, Iquique y su mar eran fuente de trabajo y sustento de muchas familias. Así lo relata un piqueño que migró al puerto a comienzos de la década de 1950, cuando las pesqueras ya eran una realidad: “Lo único que había para trabajar era la mar, era la única oportunidad. En botes, en la caleta, en el
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puerto. Toda la gente joven quería trabajar. Limpiábamos botes, ayudante en el puerto. Los que tienen recursos nunca emigran, pero nosotros nos vimos en la necesidad porque no teníamos buena situación. Las salitreras estaban parando y mi familia era grande, así que optamos por bajar al puerto” (S.V. Motorista, 2019). Por tanto, no es hasta el momento de la crisis económica del capitalismo de 1929 y el declive de la industria salitrera en la región de Tarapacá, que se propiciaron cambios en las políticas económicas de la época en Chile, las cuales fueron dirigidas a generar nuevos proyectos productivos bajo el concepto del desarrollo hacia adentro, comúnmente conocido como un proceso de sustitución de importaciones (ISI). En este contexto de depresión y aumento creciente
de la cesantía de miles de trabajadores salitreros, los recursos marinos fueron catalogados como prioritarios para la nueva lógica económica de la época. Es en este contexto en que se inserta la obra “De la pampa al mar”, la cual intenta describir desde sus propios actores el proceso de inserción de una sociedad, antes minera y agrícola, en el mar iquiqueño.
EL MAR Y LA SOCIEDAD En las investigaciones históricas y antropológicas locales no se ha abordado el estudio de los espacios costeros ni marítimos, principalmente en el proceso de industrialización de la pesca. Los estudios locales han estado apuntando sistemáticamente a espacios como el altiplano o los Andes, depresión intermedia o pampa porque, a nuestro entender,
ambos espacios han sido producidos históricamente como espacios esenciales, lugares míticos de la impronta cultural del norte grande. Lo anterior nos plantea la necesidad de comprender otras expresiones culturales vinculadas a lugares costeros y a los procesos productivos de la pesca, entendiendo la vida sociocultural de los sujetos allí involucrados a partir de sus expresiones materiales (barcos, redes, tecnologías, artes, etc.), de sus saberes y su transmisión, y de las representaciones a través de las cuales se ven a sí mismos y a los grupos con los que interactúan. La pesca ya sea artesanal o industrial, no se puede solamente identificar como una mera forma de producción, si no que supone una forma de vida, formas de habitar un espacio que se expresan en festividades, creencias, alimentación, es decir, todas las esferas que
integran una cultura y que actúan como verdaderos marcadores identitarios. El desarrollo del capitalismo industrial en las costas chilenas se produjo tardíamente en comparación a otras latitudes del globo1. Incidió en este proceso la poca importancia económica industrial que se le daba a las especies pelágicas en la economía nacional, la cual según Harm (1930) estaba dirigida hacia la agricultura y la minería, no existiendo la voluntad de generar nuevos espacios productivos que pudieran ser beneficiosos en momentos de crisis, puesto que se le había asignado poca importancia económica a las pesquerías nacionales como nodos de desarrollo, pues la política chilena del pasado utilizó el modelo primario exportador y sus procesos de acumulación de capital que estaban centrados en la industria minera y la
Mujeres rederas en el sector de El Colorado.
agricultura (Furtado, 1967) El libro De la pampa al Mar, obra financiada por el Ministerio de las Culturas, las artes y el Patrimonio, aborda el proceso de industrialización y posterior ciclo de la pesca industrial en el puerto de Iquique entre los años
1930 - 1980, período en que la industria comienza a hacerse gravitante en la economía local, teniendo su mayor apogeo entre 1970 y la primera etapa de la década de los 80, declinando a principios de la década de los 90. En este sentido, la industria pesquera
La memoria como factor relevante en el patrimonio marítimo El patrimonio está vinculado íntimamente con la memoria y la identidad, también sirve para reinventar lo “perdido” en el tránsito de la sociedad rural o marítima a la urbana, de la local a la global. Iquique vivió una fuerte globalización durante el periodo salitrero, sin embargo, una vez en la crisis, la comunidad iquiqueña y tarapaqueña tuvo que reinventarse. En ese tránsito, es donde nace el vínculo con el mar y también su identidad, la cual hoy puede ser abordada desde una interpretación patrimonial. Allí lo que está en permanente tensión es la memoria, que intenta ser defendida para establecer los límites de lo propio y de lo que se desea conservar. Es posible que, en esa tensión, se pierda parte de la soberanía de los
sujetos sobre su entorno con el que interactúan o interactuaron. Toda sociedad ha pretendido, de alguna forma, conservar su memoria, de la cual el patrimonio es parte indisociable. Es la memoria asociada a grupos sociales, como es el caso de los tripulantes pesqueros, las personas que trabajaron en el interior de las pesqueras u otros, la que se comparte, y se encuentra contextualizada y dialécticamente vinculada al pasado y al presente. Será por esta razón que hoy en día, en el sector de los antiguos Barrios El Colorado, El Morro y Cavancha, por ejemplo, se busca dejar en claro los límites de su propia memoria en el territorio. El avasallador avance de la “modernidad” de las últimas décadas y las nulas aperturas hacia política elaboradas
a partir de la participación del territorio (incluyendo a las personas), han franqueado el recuerdo y la memoria de aquellos iquiqueños/ as que vivieron la crisis y el posterior esplendor de la industria pesquera. En Tarapacá se hace necesario volver al mar, pero con pertinencia. Así lo intentan por ejemplo hoy los colorainos, quienes han iniciado un proceso de recuperación de memoria y del espacio donde vivieron y siguen viviendo parte de ellos. Este ejercicio va en la misma línea de recoger la memoria marina, porque muchos de los que hoy quieren volver a la playa El Colorado, traen consigo conocimientos adquiridos décadas atrás en la práctica pesquera. El patrimonio así, se vuelve
no solo recuerdos, sino que también acción política y social que trata de recuperar la soberanía de los espacios cotidianos, muchos de ellos aparentemente olvidados. Se quiere re fundar un nuevo vínculo marino, donde deben estar presente las historias de quienes vivieron e interactuaron con éste desde una embarcación, desde la confección de una red pesquera, o desde un lance. Allí reside el patrimonio marítimo de Iquique. La playa y el mar no solo invitan al turismo y la recreación (como ha sucedido en parte en Cavancha), sino también a la memoria y a la organización política y social a partir de sus habitantes antiguos, actuales y futuros. ¿Por qué no pensar en un museo pesquero en playa El Colorado?
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tendría un papel importante en la construcción económica de la región post industria salitrera. Sobre este contexto histórico, la investigación del texto in comento apunta a analizar las memorias colectivas e imaginarios sociales sobre esta nueva etapa económica de la región, a partir de sus actores principales, los pescadores industriales del puerto de Iquique (conocidos como “tripulantes”), tomando en cuenta el conjunto de prácticas, laborales y culturales, de clase y género. Éstas conforman un imaginario colectivo de diferenciación, instituido desde la base de su especificidad laboral, la que va a estar supeditada por la transformación de la tecnología de extracción y del mercado (auge económico), generando nuevos cambios sociales entre los tripulantes y sus prácticas culturales. Lo anterior es analizado desde la óptica de la antropología marítima, desde una mirada holística, lo que lleva a profundizar en el análisis de la explotación de los recursos, las formas de apropiación, el proceso productivo y las relaciones socioculturales. Es decir, la organización, la pesca como sistema cultural y los procesos cognitivos y simbólicos de los grupos marítimos. Ahora bien, es necesario dejar en claro que estos grupos conforman una variedad de relaciones sociales no sólo basadas en sus espacios de trabajos. Hay que tomar en cuenta que la interacción social también se da en ámbitos diferentes, ya que dentro de la ciudad-puerto, la pesca no es la única actividad económica, por lo tanto, no podemos ver a estos grupos como sujetos homogéneos en sus prácticas
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Iquique vivió una fuerte globalización durante el período salitrero, sin embargo, una vez en la crisis, la comunidad iquiqueña y tarapaqueña tuvo que reinventarse.
cotidianas. Eso sí, ellos conforman un grupo distinto reconocido por los otros, no tanto por su trabajo como tal, sino por la imagen que generan dentro de la ciudad, como tipos exitosos, con dinero, vistos desde la óptica del imaginario social imperante en los 60, 70 y 80 y esa es la memoria colectiva de ellos y de los otros, una memoria que va a estar resignificada en los 90, producto del declive de la industria. Creemos que el estudio de las poblaciones costeras y específicamente del ciclo pesquero industrial, desde un enfoque histórico y antropológico, nos permite entender mejor los procesos a través de los cuales esta industria se ha erigido y, en esos términos, comprender las formas de trabajo y sus relaciones socioculturales asociadas, a partir de las prácticas y discursos de los propios actores que las han conformado. Si bien existieron en el pasado iniciativas industrializadoras como las
descritas por Albert (1913), que muestran cómo a partir de la Ley de Pesca de 1906 se dio paso a la organización de empresas nacionales dedicadas a la explotación pesquera, tales iniciativas fracasaron, ya que según este autor existía en la época una escasa tecnología y falta de conocimiento científico y técnico para su explotación industrial. Pasarían un par de décadas hasta que la industria relacionada a los recursos marinos tendría fuerza, un poco más de conocimiento y capitales para desarrollarse en nuestras costas. Toda una ciudad, toda la región se volcó a los barcos y a las pesqueras. Nació así la industria pesquera en esta parte del Pacífico.
(*) Claudio Aguirre Munizaga, Doctor en Antropología y Paulo César Lanas Castillo, Mg. en Historia del Mundo Hispánico.
Referencias 1. En ese sentido, según Breton (1988), las actividades marinas, relacionadas tanto con la explotación de las espacies haliéuticas como la navegación que permitía el transporte de mercancías, eran una de las bases del desarrollo de muchas sociedades y en algunas de éstas tenían un papel indispensable en su transformación capitalista.
Dice que el surf es casi una experiencia sobrenatural
Una iquiqueña perdida entre las OLAS Y LA SELVA TROPICAL DE HAWAII Una periodista iquiqueña se enamoró del Surf, hace más de veinte años, tras escribir una crónica sobre este deporte en las arenas de Cavancha. Se fue a Hawaii a la siga de sus sueños y allí se quedó para hacer familia, pero -sobre todo-, seguir su instinto de sirena nortina. Ha recorrido el mundo arriba de las olas y sus recuerdos siempre la trasladan a su Iquique de ensueño. Elizabeth Parra está lejos de su ciudad natal, pero siempre cerca del mar.
E
sta entrevista demoró un tiempo en ser contestada. La urgencia no es tema para Elizabeth Parra. Ella vive en un pueblo pequeño en una de las islas del archipiélago de Hawaii. No es la isla principal, sino que la más silenciosa. Hay un solo restorán, por ejemplo. La señal de internet es esquiva. Es quizás el lugar adecuado para el momento en la vida de esta iquiqueña que hace alrededor de 20 años cambió el periodismo por el surf.
por: Rodrigo Ramos Bañados (*) -¿Qué es lo que más extrañas de Iquique después de tantos años fuera? -Fuera de extrañar a la familia y amigos... lo que más extraño es caminar sin rumbo por las calles antiguas de Iquique. Comenzar en el cementerio número 3 y cortar calles hasta encontrar calle Serrano y luego Esmeralda. Caminar pensando en nada... tal vez caminar detrás del hospital, pasando por la escuela Eduardo Llanos, pasar por el lugar donde antes estaban los casos psiquiátricos, y unos columpios. Hacer las curvas
traseras del hospital y seguir para encontrar el cementerio número 1, saludando de pasada a algunos de los antiguos que, sentados frente a su casa podrían mirarme de paso... mirando todos los detalles de la tierra, las esquinas, las piedras pequeñas, las puertas y ventanas desde donde tantas imaginaciones nacen. -¿Y el mar? -En mis recuerdos todo está como era en los ochenta. Nada ha pasado desde esa década; todo es tranquilo y polvoriento. El mar siempre
parece más verde en esa parte de mi memoria. Ahí entre lobos, huiros y redes, compartiendo el aire con los fieles de San Pedro respiro profundo. Algunos espíritus me despiden, pero otros se suman desde el muelle y cargada de la historia de los que caminaron antes, me muevo entre las calles que se extienden debajo de la plaza. El laberinto de nombres, historias y momentos de otras vidas se adhieren a la mezcolanza de callecitas que casi me dejan sin aire. Es un éxtasis difícil de explicar. Debe ser una sensibilidad
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especial que me permite sentir el pasado, no solo en el aroma de la madera antigua, sino también en los excesos del aire marino. El barrio el Morro está lleno de recovecos y lugares cargados del espíritu de Iquique. Siempre sueño que estoy ahí. Eso es lo que más extraño. -¿En esa escala de recuerdos que cobijas, cuáles son los tres más importantes? -Tengo recuerdos de momentos inolvidables, momentos con personas que fueron importantes, y momentos de aprendizaje. Dentro de todos los recuerdos, los más importantes son los que tienen que ver con la familia. Mis padres y mis hermanos siempre han sido parte de mi camino. También, depende de lo que estés viviendo, como ciertos recuerdos vienen a ti por arte de magia. Por ejemplo, estaba en Palermo, en Sicilia, el verano anterior al Covid y fui a un cine arte a ver cualquier cosa y coincidentemente ese único día pasaron “Santiago, Italia”, un film de Nanni Moretti. Y yo no tenía idea del film, pero salí de ahí llorando. Seguí caminando y llorando y me di cuenta que entre todo lo que me recordó
el film y la tristeza de lo que sucedió en Chile en el 73, un recuerdo marcaba el momento en que dejé de ser niña. En mi memoria iba caminando a la feria a comprar las verduras, y como siempre, paré en el quiosco de la esquina a leer los títulos del diario. Antes de leer nada, vi la foto de un hombre con los ojos vendados que parecía momificado. Creo que el día anterior había escuchado de mis compañeros de clase que se “habían encontrado huesos”. Ese fue el momento en que dejé de pensar como niña. Enfrentada de pleno a la realidad del mundo y de lo que es capaz el ser humano. De golpe, no solo la tristeza de lo que unos les hacen a los otros en nombre del poder... además, el odio y la rabia...
todo junto con la tristeza, porque de pronto te das cuenta de que la vida no es en technicolor sino que negro, blanco y rojo. Pero también tengo muchos recuerdos felices de momentos breves, pero llenos de cariño que me ayudan a seguir adelante cuando me sume la nostalgia de lo que no fue; de los caminos que no caminé. -¿Aromas que te devuelvan a Iquique? - Siempre puedo recordar el olor de las pesqueras. Vivía yo atrás del hospital cuando era niña y el aroma a pescado en proceso era cosa de todos los días. Pero el olor del mar en playa Brava o Cavancha es algo que recuerdo constantemente. Aunque aquí vivo a pasos del mar y voy al mar casi todos los días... el aroma no es el mismo. También el aroma a pan recién salido del horno de una panadería llamada Palacios, al lado del hospital (porque acá no existen las panaderías, todo el pan es envasado). EL SURF -¿Qué significa el surf para ti, lo practicas a diario? -El surf... la mejor manera de explicarlo creo que sería con la película “El Mar, Mi Alma”. Es un film de surf en el que aparecen algunos amigos de Chile y de Hawaii y que
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acompañado de la música le dan sentido a cualquier explicación que yo pudiera dar, pero sin decir nada. Creo que al final del film un pescador dice “El mar es mi alma, es mi vida, es mi todo.” Así es como me siento yo. Otra explicación es que el alma del mar me llama y yo le escucho. Y la mejor manera que he encontrado para comunicarme con esta es surfeando. Cuando aprendes a surfear tienes que dedicarle tiempo al mar, a sentir al mar con todos tus sentidos, y ese tiempo que pasan juntos es como un romance. Cada día que pasas tiempo en el mar aprendes más, te das cuenta de que las olas viajan en direcciones cardinales y combinaciones de estas, que el viento las afecta al igual que la luna. Creo que el surf es una de las maneras de sentir la cadencia y profundidad del mar y así como una danza de pasos que se sienten, uno aprende todos los días y también tiene que dejarse llevar por el mar. -¿Cómo llegaste a éste? - Primero tengo que decir que mi relación con el mar comenzó desde niña. Inexplicablemente siempre supe nadar y todos los caminos siempre me llevaban al mar. Pero era periodista en El Nortino y una tarde, desde el segundo piso del diario miraba el mar como en trance. Mi editor Adolfo
“En mis recuerdos todo está como era en los ochenta. Nada ha pasado desde esa década; todo es tranquilo y polvoriento. El mar siempre parece más verde en esa parte de mi memoria”.
Schwaitzer me dijo “que pasa, vaya allá y escríbase una notita”. De ahí en adelante se trazó mi destino. Entrevisté al surfista Raúl Aliste y de ahí conocí a otros surfistas que me ayudaron sin saberlo a concretar el sueño de mi vida. Y así es mi vida hoy, surfeando Chuns en el North Shore of Oahu. Esta parte de la isla es el lugar más importante para el surf mundial. Y ahí es donde voy a surfear a diario y donde encuentro a otros amigos marinos que disfrutan del surf como yo. Creo que el surf es una experiencia casi sobrenatural porque estás dentro de la naturaleza, pero además para surfear una ola tienes que saber el ritmo de ésta, como viene, como va a quebrar, y tú vas en ella al unísono; imagínate la sensación de volar... es algo así, pero lo puedes hacer todos los días, es adictivo. -¿Hawaii es el mejor lugar para vivir si te gusta el surf? - Definitivamente aquí es donde hay que venir si te encanta surfear, pero es muy caro para vivir. Con el paso de los años y con la globalización, el North Shore se ha puesto de moda y por cierto más caro que antes. Especialmente si quieres comprar una casa. Es un sacrificio para la gente común como yo. Puedo disfrutar de este momento por muchos años sin tener que comprar casa, pero esas consecuencias uno las debe asumir y sopesar constantemente. Pero como dije, mi amor es el mar, así es que todavía estoy aquí.
SER LATINA -¿Te sentiste alguna vez discriminada como latina? - Creo que como inmigrante en general. Hubo un par de ocasiones, pero creo que en la mayoría de los casos en Hawaii la gente encuentra que mi acento es algo positivo, que “suena lindo”, algo así como un embrujo de sirena. Pero del tipo de discriminación peor que uno se puede imaginar si lo viví en el sur de Estados Unidos, en un road trip. Tuve que pasar por un control fronterizo en Arizona o Texas y la policía de inmigración fue intimidante y ruda, pero tenía documentos así es que me tuvieron que dejar pasar. Más adelante en el mismo viaje saliendo de New Orleans hacia el norte en Alabama particularmente existe mucha segregación, aunque no se hable de ello. Tú lo puedes experimentar en cualquier pueblo rural... parece una película, pero es la realidad. Los blancos en general no miran a gente que no tenga rasgos enteramente caucásicos. Si entras a la tienda equivocada simplemente no te atienden y con sólo mirarte pueden decir parte de tu carga genética. -¿Qué resaltas de ser una latina en Estados Unidos? - Hawaii, aunque es uno de los estados, no es lo típico en Estados Unidos. Hawaii es el “melting pot” algo así como una amalgama o una paella donde se mezclan el
arroz, el saffron, el cilantro, y los vegetales de la zona. La población local está compuesta mayormente de polinésicos, japoneses, coreanos, chinos, blancos de varios tipos y también latinos; todos también se han mezclado y así nacen nuevas generaciones igual que un
plato de estación. En Hawaii creo que los Hawaianos y los latinos nos parecemos mucho. Creo que nos guiamos por las mismas pasiones. La familia, la música y el amor. SEGUIR LEYENDO. Esta entrevista la puedes seguir leyendo en nuestra página web, tarapacainsitu.cl
Volver a una sala de redacción -¿De qué manera has llevado las cuarentena, como ha sido el proceso? - Para mí, que naturalmente soy ermitaña y lenta (lo que otros llaman mindful), la cuarentena de principio de Covid fue una bendición. En Hawaii soy profesora en una escuela pública, tengo dos hijos y además me encanta surfear. A eso hay que sumarle tiempo para meditar en las mañanas, para escribir acerca de la vida. Pude sentarme conmigo misma y analizar la mortalidad, el tiempo, y la felicidad y eso me ayudó grandemente a realizar cambios fundamentales en mi vida. Me puse a pensar en quien fui, quien iba a ser y quien soy en el momento presente; miré hacia el cielo y tuve tiempo de acompañar a la luna, de acariciar las estrellas, de agregar otros platos chilenos al menú familiar, de dibujar historias con mi hija y leerle cuentos, de escuchar a mi hijo tocar el piano y finalmente decidirme a terminar mi matrimonio. Todo eso gracias al regalo de tiempo que la cuarentena me dio para masticar la vida que estaba viviendo y los ideales a los que aspiraba en busca de la felicidad. Me dio tiempo de vivir la noche negra del alma y en
la reflexión decidí “Vivir con Valor”. -¿Te proyectas trabajando nuevamente en una sala de redacción? - Sííí. Mis recuerdos de ser periodista en El Nortino entre el humo de los cigarrillos, las bromas, las tazas de café y los amigos todos con un talento y deseo común: el de escribir y retratar la ciudad y su gente. Ese tipo de hermandad y el poder influenciar y mejorar la vida de la comunidad en que uno vive a diario tiene un sabor inolvidable como son los platos humeantes de tu madre; fragancia del diario vivir. Siempre quiero volver a hacer periodismo, tomar la pluma y el cuaderno como si fuera una guerrera saliendo a hacer justicia, batallando a los infieles del bien común, crónica tras crónica y haciendo amigos en el camino, muchos amigos. Y voy a Chile en junio, así es que si me ven caminando la ruta que les dije, párenme y conversemos. Eso sería un cariño increíble para mí. Gracias por la oportunidad de incluirme en sus vidas. Cuando esté lista voy a anunciar el blog de la periodista iquiqueña perdida en hawaii.
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“Diablada” recrea los crímenes de un grupo de mujeres pobres que viven en la localidad
PELÍCULA CHILENA SOBRE EL SICÓPATA DE ALTO HOSPICIO se estrena en modalidad virtual La historia de ficción transcurre en Molle Viejo y se centra en un padre y su única hija, la que termina siendo una víctima más del sanguinario asesino. Nené, la joven, un día no regresa a casa y su padre, presagiando lo peor, se embarca en una frenética búsqueda -junto a los otros familiares- tras las pistas de las jóvenes desaparecidas. Colabora en esta tarea Rosaura (Catalina Saavedra), una policía muy singular que empatiza con la causa y decide unirse a la cruzada.
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Por qué los diablos tienen que ser hombres? La pregunta flota un instante en la familiaridad cotidiana de un desayuno que un padre comparte con su hija, en una casa construida sobre un trozo del desierto, que actúa como un enorme testigo silencioso. Las diabladas son parte de una danza religiosa, con participantes que bailan enmascarados en honor a una santidad, donde paradójicamente el Diablo Mayor es el primer bailarín. La película chilena “Diablada” se inspira en la alegre rebeldía de jóvenes mujeres, que sin saberlo van camino a la muerte, encadenadas como
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en una procesión desgraciada, hacia una historia de barbarie en medio del desierto. Historias que transcurren bajo la indiferencia oficial de las máscaras de la discriminación, que jamás se quitan del todo. Todas tenían algo en común: mujeres, pobres, viviendo en los extramuros de la gran ciudad, en Alto Hospicio, recreada en la ficción de la película “Diablada”, como Molle Viejo. Corría el año 1998 y un sicópata aprovechaba la desidia de la policía y autoridades de turno para violar, asesinar y hace desaparecer a jóvenes mujeres, la mayoría de ellas aún adolescentes. Una tras otra, van desapareciendo,
para desesperación de sus familiares que rechazan la teoría de que habrían emigrado a Perú o Bolivia para prostituirse, en una búsqueda por escapar de la miseria. PSICÓPATA Sin embargo, gracias al testimonio de una sobreviviente, abandonada por su agresor tras pensar que estaba muerta, se pudo dar con el culpable. Julio Pérez Silva, “El Psicópata de Alto Hospicio” era el asesino en serie, finalmente condenado a presidio perpetuo por violación y homicidio de catorce mujeres. Su director Álvaro Muñoz recrea la historia incorporando magistralmente la dureza de
las vidas moldeadas por la inmensidad del desierto, y las esperanzas que nacen desde la lucha de las familias, que jamás se dan por vencidas en la búsqueda de sus seres queridos. Muñoz, destaca que la película no nació solo para mostrar lo que aconteció en Alto Hospicio, sino también para graficar el panorama de violencia de género que ocurría y que ocurre en Latinoamérica. Además, agrega, estaba la “desidia de las policías e instituciones, en un contexto donde montones de políticos repetían que las instituciones funcionaban, pero había un subsuelo que era el machismo donde no funcionaba nada y todavía
nada funciona”. Bajo esta perspectiva, aceptó la invitación de Yestay Producciones, para que esta historia no quede solo como parte de la crónica policial, sino “porque también hay un tema ético como hombre de apoyar al feminismo, de erradicar malas prácticas que uno también como hombre que lleva cosas machistas”. DISCRIMINACIÓN María Olga Matte, actriz de larga trayectoria en nuestro país, forma parte de la película, e interpreta a una madre sola que saca adelante a sus hijos, personaje que curiosamente –según dice- le ha tocado encarnar en otras
oportunidades. “Uno de mis temores como madre, y no soy muy aprensiva, siempre ha sido que se pierdan mis hijas y esto tocaba uno de mis miedos”, relata al contar cómo llega esta historia a sus manos. La actriz destaca el contraste del paisaje del desierto que impacta por su enorme belleza, pero que puede pasar a una cruda fealdad originada por la actividad humana, provocando sentimientos de desolación. “Hicimos grabaciones de noche en unos vertederos, después en partes del desierto, con ese frío que te cala. Literalmente nos pasó por el cuerpo a todos”. Para Álvaro Muñoz, finalmente la discriminación
está presente en sus diversas formas en toda la historia que relata la película, “evidentemente tiene aspectos de discriminación de género, en este caso bastante explícito en cómo las policías tratan a la gente, a las mujeres; también la discriminación económica, por ser pobres las personas
tienen otro trato en este país, y también la discriminación a través de un personaje que quiere ser “diablo” en la diablada, pero no se le permite por ser mujer”. “Diablada” se estrena el 8 de Mayo a las 22:00 horas, con preventa desde el 12 de abril en PuntoTicket.
Seis semanas de rodaje La investigación realizada por la Productora Yestay duró dos años, entre los años 2015 y 2016, lo que implicó decenas de entrevistas con las familias de las víctimas, dando origen al guión inédito que recoge la dramática historia.
El telón de fondo de la película fue la provincia de Huasco en Atacama, cuyo rodaje duró seis semanas. En él se integró a personas de las comunidades locales, lo que hizo parte de un diseño de producción que dio credibilidad al relato.
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