7 minute read

El barbero de Sevilla de Fabio Sparvoli

Next Article
Guía audiovisual

Guía audiovisual

"Hacer El barbero de Sevilla hoy y no caer en estereotipos es difícil (...) Por eso, he querido hacer una versión de la obra

bajo la idea de mucha simpleza en la puesta en escena, como si no hubiera escenografía"

Con un marco visual que conjuga refinada hermosura e incesante creatividad, la divertida comedia belcantista de Rossini regresa luego de cinco años al Municipal de Santiago. Estrenada en 2008 en este mismo escenario, la versión de El barbero de Sevilla de Fabio Sparvoli ha sido aclamada una y otra vez por su modernidad, colorido y vivacidad teatral, elementos que logran potenciar la partitura de Rossini, en que las situaciones más hilarantes van de la mano de una música cuya chispeante belleza ha contagiado y atrapado al público desde el primer compás. Y es que según Sparvoli, “El barbero de Sevilla es una de las obras más representadas en el mundo y su suceso se debe a que es una obra perfecta desde el punto de vista dramatúrgico y musical”.

Calificada por la crítica como “ágil”, “inteligente”, “minuciosa”, de “buen gusto” e “integralmente entusiasmante”, la propuesta escénica de Sparvoli escapa de lo convencional con una escenografía –diseñada por Giorgio Richelli– que cuenta con una casa transparente y abierta, pero en constante movimiento, que permite al público observar qué hacen los personajes tanto en el exterior como en el interior del hogar, lo que otorga gran agilidad a la pieza y rescata la esencia de esta comedia de enredos.

Como Sparvoli afirma, “esta obra está en la mente de todos. Hacer El barbero de Sevilla hoy y no caer en estereotipos es difícil, sobre todo cuando uno viene al teatro y espera algo determinado. Por eso, he querido hacer una versión de la obra bajo la idea de mucha simpleza en la puesta en escena, como si no hubiera escenografía, dejando a los espectadores la interpretación de lo que se va a ver en escena, pero con personajes de características muy marcadas”.

La regie de Sparvoli enfatiza los aspectos teatrales y cuida cada detalle, ya sea a través de un gesto o expresión facial. Asimismo está muy inspirada en la Commedia dell’Arte –Fígaro es un verdadero arlequín– logrando una “comicidad sutil, que no cayó en lo burdo, sino que se impregnó de festividad”, como indicara La Tercera en 2013.

Con juegos de luces y sombras de gran belleza, y un alegre vestuario, la propuesta de Sparvoli también consigue dinamismo por la presencia de figurantes, que en ocasiones hacen las veces de tramoyas –moviendo la casa de Bartolo– o realizan geniales pantomimas. En la bella y mágica escena de la tormenta, por ejemplo, en que decenas de paraguas suben y bajan, los comparsas contrastan con el azul profundo, al tiempo que se elevan en el aire.

La puesta en escena del regisseur italiano ha gozado de tanto éxito desde su estreno, que se ha presentado en Lima, Montevideo, San Juan (Argentina) y otros escenarios de Chile.

Entrevista al Director Musical JOSÉ MIGUEL PÉREZ-SIERRA

¿Por qué cree que entre las óperas de Rossini El barbero de Sevilla es la más popular?

Creo que trata temas que eran universales en su época y que lo siguen siendo hoy, como la cuestión de la nueva burguesía y el ascenso social que representa Fígaro. Un hombre de condición humilde que a base de inteligencia, trabajo y saber hacer, logra ser su propio jefe; monta su barbería y además se convierte, como el mismo dice, en el factótum, aquel que lo hace todo en la ciudad. Todos cuentan con él para ayudarles de las maneras más variopintas. Creo que esto hace que la ópera sea popular porque, si bien el arte lírico era elitista en su época, aquí había un personaje con el que la clase más modesta y trabajadora, también se identificaba. Era un gran manifiesto en favor de la progresión del humilde, pero por otra parte no ofendía al noble o el rico, por lo que se convirtió en una ópera del gusto de todos y que por eso se mantuvo siempre en el repertorio.

El año pasado tuvimos el gusto de conocer su trabajo en La Cenicienta. Al respecto, ¿cómo puede comparar los desafíos de la dirección e interpretación en ambas óperas?

A nivel musical son muy parecidas, pues son óperas hechas en un intervalo de uno o dos años. Es la misma época de Rossini y el mismo estilo. Quizás La Cenicienta tiene un contenido más moral, al fin y al cabo es una fábula de la que se debe extraer una moraleja y tratar de aplicarla en la vida. En La Cenicienta vence la bondad, en El barbero de Sevilla vence la inteligencia. Digamos que en este caso el contenido es más social que moral y demuestra que cualquier hombre que sea inteligente puede triunfar. Musicalmente son muy similares y ambas presentan dificultades, pero creo que aquí en el Municipal tenemos los mejores mimbres para trabajar bien y hacer un Barbero de Sevilla que el público recuerde.

" Me cautiva la originalidad y el hecho de que es un autor único, no se le puede aproximar a ningún otro. Es apasionante ver como El barbero de Sevilla o

La Cenicienta han permanecido en el repertorio y han sido siempre amadas por el público".

En ese sentido ¿Cómo ha sido el trabajo con el equipo?

Fabio Sparvoli es un director de escena de extraordinaria cultura, con muy buenas ideas. El elenco estelar es un reparto rossiniano de primer nivel. He tenido la ocasión de trabajar con ellos ya en La Cenicienta –aunque los dirigió Pedro-Pablo Prudencio– y en El turco en Italia. Patricio Sabaté, Evelyn Ramírez y Sergio Gallardo realmente son cantantes extraordinarios en este repertorio y podrían estar en cualquier teatro del mundo. En el elenco internacional tenemos a Rodion Pogossov que ha sido Fígaro en el MET; Victoria Yarovaya que para mí

"La escritura de Rossini es muy endiablada, muy virtuosística, pero si hay un dominio técnico detrás se convierte en un placer, porque es una obra en que se pueden exhibir las condiciones técnicas de la orquesta y de las voces, lo que no sucede en otras piezas".

es la Rosina numero uno a nivel mundial; Levy Sekgapane que ganó Operalia el año pasado y a Jeannette Fischer, que es la gran Berta de los últimos 30 años y la última que grabó El barbero de Sevilla con Zedda.

¿Qué dificultades presenta El barbero de Sevilla?

El virtuosismo vocal ante todo. Contamos con dos repartos extraordinarios así que ese aspecto está absolutamente solventado. Las dificultades orquestales también son muy similares, pero la Filarmónica de Santiago está en una etapa de gracia absoluta y no habrá ningún problema en ese sentido. La escritura de Rossini es muy endiablada, muy virtuosística, pero si hay un dominio técnico detrás se convierte en un placer, porque es una obra en que se pueden exhibir las condiciones técnicas de la orquesta y de las voces, lo que no sucede en otras piezas. Además es una obra extremadamente ágil y viva, que te obliga a mantener la concentración en todo momento.

El año pasado, para La Cenicienta, utilizó la versión del maestro Alberto Zedda ¿Qué edición de El barbero de Sevilla presentará esta vez al público?

Esta vez es igual. El Municipal de Santiago ha hecho el esfuerzo de alquilar la edición de Ricordi de Alberto Zedda y estoy muy agradecido porque la música cambia completamente, es una orquestación fiel al manuscrito original, sin las deformaciones y vicios frutos de la tradición y de más de 100 años en que no se volvió a visitar el manuscrito. Hablamos de tonalidades de arias, fraseos de las cuerdas, arias faltantes, de orquestación. El barbero de Sevilla original está orquestado para seis instrumentos de viento madera, no para ocho como ha dictado la tradición, haciendo que hubiera pasajes prácticamente imposibles de tocar. Rossini sabía muy bien para qué instrumentos escribía. En la orquesta están las dos flautas, los dos oboes, los dos clarinetes y los dos fagotes, pero esos instrumentos nunca tocan juntos, sino que se alternan. Es otro juego, digamos, el que propone Rossini y que hace que la ópera sea completamente diferente.

Usted es un experto en Rossini ¿Qué lo cautiva de la obra de este compositor?

Me cautiva la originalidad y el hecho de que es un autor único, no se le puede aproximar a ningún otro. Es apasionante ver como El barbero de Sevilla o La Cenicienta han permanecido en el repertorio y han sido siempre amadas por el público. También me parece increíble que de las treinta y nueve óperas de Rossini casi todas se hayan recuperado en los últimos cincuenta años y hoy sean programadas con frecuencia. Eran óperas que llevaban prácticamente 100 años sin hacerse y cada estreno ha sido un éxito. Por algún motivo es un autor absolutamente moderno, de actualidad, que entusiasma al público de una manera increíble. Creo que por eso es un genio. Su música es absolutamente increíble y es de una teatralidad extraordinaria, como ha habido pocos después.

This article is from: