Tlaloke. Revista de literatura crítica Relatos de vida de escritores, enseñar y aprender literatura
Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 3, mayo de 2012
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Directorio Diseño, edición y distribución: Odilón Moreno Rangel. Contacto: http://facebook.com/teskatlipokatepetl http://issuu.com/teskatlipoka http://tlalokerevlitcritica.blogspot.mx/ ueuetezca72@hotmail.com La obra plástica que ilustra este número es de Bárbara Pérez Martín (Barbaratrix Zerep). Prohibida
la
imágenes,
reproducción
sin
previa
de
los
autorización
textos de
o los
autores.
Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 3, mayo de 2012, es una publicación mensual editada por Odilón Moreno Rangel. Número exclusivo: Dirección:
de
reserva
de
derecho
al
uso
04-2012-020810221300-102. Buenavista
#
702-A;
colonia
Cuauhtémoc; Pachuca, Hidalgo, México; C. P. 42020.
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Editor Publicar una revista literaria, me ha implicado un proceso de aprendizaje desde la selección del material, la estructuración de la revista y los mecanismos de difusión. Empecé sin saber a ciencia cierta lo que tenía que hacer, sólo mi pasión por la escritura y la lectura me llevaron a editar los dos primeros números de "Tlaloke. Revista de literatura crítica". Pero la edición fue en base a lo que creía que debía de incluir. Para
tratar
de
mejorar
revistas electrónicas
revisé
lo
que
otras
y escritores hacían
en
internet para difundir su producción literaria. En base a esta revisión logré reestructurar la revista. Ahora la revista consta de tres partes principales:
creaciones
literarias,
relatos
de
vida de escritores de literatura, y narrativas de experiencias de enseñanza y aprendizaje de literatura
en
cualquier
tramo
de
educación
escolarizada. De tal manera que se aborda la producción literaria de escritores emergentes o ya con cierto prestigio en el campo, que es una sección obligada de cualquier revista literaria, pero
lo
que
aporta
"Tlaloke…
",
es
la
publicación número tras número, de un proceso de
investigación
relacionados
con
social la
sobre
literatura,
sujetos
investigación
que está a mi cargo. Epistemológicamente el proyecto de investigación está planteado desde un enfoque hermenéutico crítico y trata sobre los sentidos y significados que tres actores
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sociales
dan
a
lo
literario.
Entonces
relacionado se
trata
al
de
campo
estudiar
al
escritor y sus creencias, acciones o estrategias para ingresar y competir en el campo de la literatura. Los otros dos actores son profesores y
alumnos,
proceso
de
y
los
significados
enseñanza
y
que
dan
al
de
la
aprendizaje
literatura. De tal manera que en este número hay
las
tradicionales
creaciones
literarias,
relatos de vida de esc ritores, y narrativas de profesores y alumnos sobre lo que significa para
ellos
haber
enseñado
o
aprendido
literatura. Por
otro
lado
Tlaloke,
ya
tiene
un
blog:
http://tlalokerevlitcritica.b logspot.mx/.
Este
blog deriva de "Tlaloke. Revista de lit eratura crítica",
por
consecuencia
lleva
el
mismo
nombre pero una lógica de trabajo distinta. En el blog lo mismo puede ir una versión diferente de lo que se publica en el mes correspondiente en
la
revista
aparecerá
en
entradas
que
que el
adelantos
próximo serán
de
número,
parte
del
lo así
que como
proceso
comprensivo de los sentidos y significado s que los actores sociales antes mencionados dan a su quehacer íntimamente ligado a la literatura, y por su puesto los comentarios que tengan que ver con la propia valoración de la calidad literaria de lo que se publica. Siendo así el blog no es forma de p resentación diferente pero igual en contenido de la revista, sino que
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pretende ser la parte dinámica de la misma donde los lectores puedan interactuar con sus comentarios
sobre
el
propio
avance
de
la
comprensión de los sentidos y significados de los actores antes mencionados y de la calidad literaria cuentos y poemas. Finalmente
mi
corazón
humea
de
agradecimiento a todos mis amigos y amigas que
me
apoyaron
con
sus
extraordinarias
creaciones para que este número haya sido posible.
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Índice
Obra plástica que ilustra este número. Bárbara Pérez Martín (Barbaratrix Zerep) . Nacida el 30 de Mayo de 1986 en Zaragoza (España) "La ciudad del cierzo". Dedicada a la sanidad y a la creatividad me he ido decantando a varios trabajos que han descompensado mi mundo interior ya que la obligación de trabajar en cualquier cosa porque hay que conseguir dinero, casi acaban conmigo. Poetisa vocacional desde hace diez años la poesía, la pintura, la fotografí a y las demás Artes han ido logrando que encuentre mi camino y lo más importante... que me encuentre a mí misma. Con mis obras basadas en la búsqueda espiritual, el amor y sobre todo la sociedad en este caso con mis pinturas y dibujos busco el lograr que l a gente deje de pensar y se siente a imaginar y divagar sobre lo etéreo, lo abstracto y la belleza, basándome en la cromoterapia y el uso de las formas para dar la alegría que le falta a esta vida tan extraña. Contacto: http://www.youtube.com/user/vendedoradel... ,
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http://dondeviveelkarma.blogspot.com/ , http://www.fotolog.com/espectraneutra , http://twitter.com/#!/Espectraneutra , barbara_zgz_86@hotmail.com , http://facebook.com/creadoradeletras
Creaciones literarias, 16
Ilnamiki, 17 Sergio Eduardo Ospina Rodríguez . Teléfono:(55) 56728338 Cel. (044) 55- 14 75 8939, contacto electrónico : sergio_ospina@yahoo.com.mx, www.ospinarte.com, http://sergiospinaplastica.blogspot.mx/ , Sergio Ospina Nace en 1975 en la Ciudad de México. Su obra plástica enmarcada como abstraccionismo orgánico ha sido expuesta ininterrumpidamente desde el año 2002 en la ciudad de México y estados vecinos.
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Granicero, 21 Oscar Baños Huerta . Soy El Chanejke aunque algunos me llaman Oscar. Nací en punto de las tres de la madrugada. Cuando vine a la vida fue la lluvia quien me recibió vestida de tromba y selló desde entonces un pacto conmigo; está presente en las caracolas que son mis oídos, en mis pulmones llenos de aguaceros, en el temporal del que se vistió mi alma. Llevo en los ojos el arañazo del relámpago, en los pies los
caminos
y
el
pensamiento
preñado
de
horizontes. Vivo en Hidalgo, con sus montes, sus neblinas, con el viento incesante, con los bosques y selvas ancianas. De todo ello están hechos mis recuerdos, de todo ello tejo poco a poco lo que escribo, lo que cuento, lo que veo y vivo, lo que me platica la tierra sabia y sus hijos,
mis
hermanos.
Contacto:
http://facebook.com/CHANEJKE , o si le quieres mandar un correo a: chanejecatl@hotmail.com
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Ahuautle en mis ojos, 23 Miguel
Án g e l
Martínez.
Nació
en
1965.
Actualmente radica en Morelia, Michoacán. Sus sitios
en
internet
y
contacto:
http://puntosy.blogspot.com , http://soyelespiritudelamuerte.blogspot.com , http://titeressincabeza.wordpress.com , http://facebook.com/smycke7
El regalo, 24 Odilón Moreno Rangel. Nací (1972) y resido en Pachuca, Hidalgo, México. Mi último grado académico es maestro en Ciencias de la Educación por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Actualmente me desempeño como profesor de una institución de educación superior especializada en la formación docente.
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Carta 1 (2009), 28 Roy Dávotoc (Perú, 1981). Estudió en Universidad Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle” La Cantuta. Editor de Editorial Ámbar. Ha publicado los poemarios "Alma. Cuando un corazón emigra", " La lluvia nos detiene", "Gradus" y "Confesiones para Raziel". Actualmente está preparando un libro de cuentos y una novela. Se desempeña como profesor de literatura. Contacto: roydavatoc@peru.com , http://www.facebook.com/roydavatoc
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Nunca miramos el mar, 31 Andréi García Amaya . Nació un 29 de enero y también nació ayer, tiene 26 años, poblano, poeta,
dibujante,
unicornios
azules,
narrador, afinador
domador de
violines
de de
cartón, probador profesional de hamacas. Cree que el poeta es la huella de un relámpago de Zeus, heredero de un penacho de palma ; que la poesía es como una Fuerza de Liberación Nacional que dispara realidad; que las palabras son códices sagrados impresos en aerosol. Proven iente de una raza que juega con el sol y que viaja al suspiro de un caracol. Bosteza nubes si se emborracha de lluvia. Contacto: http://facebook.com/shiranui.jp , shiranui.jp@gmail.com
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La vereda, 34 Tercera y última parte Ricardo López Jiménez. Vive en la localidad de Munitepec, municipio de Tlahuelilpan. Es profesor y trabaja en educación inicial en Programas Compensatorios en Pachuca. Hidalgo, México.
Relatos de vida de escritores, 39
Yo escritora, 40 Valeria Cecilia Pariso. Nace en la Provincia de Buenos Aires en 1970. En 1993 egresa con el
título
de
abogada
de
la
Universidad
de
Buenos Aires. Es poeta y escritora, publicó antología con varios autores, entre ellos "II Colección
de
Autores
contemporáneos
-
II
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Certamen amor",
de
poesía s,
Editorial
"Poesía
cuentos
Embajada
encontrada",
y
de
Ed.
cartas
de
las
Letras,
Dunken
(2007),
"Vuelo Íntimo", Ed.Dunken (2008) y "Lunario", Dunken (2008).
Destino de escritor, 46 Adán
de
Maríass
[seudónimo
de
Miguel
Ángel Colán Ramos]. Nació en Lima, Perú el 15 de abril de 1960, y estudios no concluidos en la Universidad San Martín de Porres en la Facultad
de
Educación,
y
Literatura
en
La
Universidad Nacional Mayor de San Marcos. En julio
de
1989
se
publican
los
poemarios
titulados «Sol de Madruga da», y «Júbilo», que fueron publicados como un solo libro gracias al auspicio de CONCYTEC en 1989 a través de un Premio textos
de
subvención.
en
diversas
Cinosargo,
Revista
[donde
He
colaborado
revistas
literarias
Culturamas
actualmente
escribo
de mis
con como
España
artículos]
Revista Archivos del Sur, Revista Papirolas, Matemáticas
y
Poesía,
AuroraBoreal.net.
Escribo en seis blogs, uno de ellos Blog de Adán
de
Maríass
en
Bligoo,
el
otro
en
La
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Comunidad del diario El País España como Desde Adán de Maríass, Adán de Maríass en Transbordo,
Adán
de
Maríass.Blog
en
W ordpress, en W attpad, y en Textale.
Crear como existencia, 53 Sergio Eduardo Ospina Rodríguez .
Narrativas de la experiencia de la enseñanza y el
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aprendizaje de la literatura, 58
¿Enseñar literatura?, 59 Maribel escuela
Monzalvo
Moreno.
telesecundaria
en
Profesora
Hidalgo,
de
México.
Estudió en la Universidad La Salle, Pachuca , Hidalgo. Contacto: mucky8@hotmail.com
Caja de sueños, 67 Sandra Avila Avila. Es profesor de educación primara en escuela particular en Hidalgo, México. Contacto: florecitarockera1914@hotmail.com
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Creaciones literarias
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Sergio Ospina
Ilnamiki
I
Nuestros
gritos
son
alaridos
de
adrenalina
electrizante que ahuyentan a los Bistlis de las copas de los árboles. Con dos heridas en el costado, la bestia cae en el aguadonde intenta escapar
hacia
las
profundidades.
Mientras
Yarko espera en la superficiede la charca, de un salto me zambullo sosteniendo el anzuelo en extremo de la soga para atrapar a la presa. Busco sus colores brillantes entre las rocas que
delaten
aparece
tras
su de
escondite .En mí
para
un
colarse
segundo entre
mis
brazos, casi lo logra, gi ro y de un manotazo le clavo el gancho en una pata. Le entrego a Yarkoel extremo de la soga y pido que los diosesayuden en la lucha, desesperado él me la arrebata. Después de cierto tiempo el Tander, cansado, se niega a morir, se asoma en la superficielanzando violentos coletazos. Arrastrada por su fuerza, Yarko me apresura de un grito a sujetarla soga y la suelta en el instante en que rozo sus dedos.De repente y para mi sorpresa, hecha a acorrer hacia la enorme cabeza de la bestia, salta y pa rece volar sobre el agua directo para que lo engulla, pero en lugar de eso, en el aire desenfunda su Poshtli
para
clavarlo
entre
los cuernos,
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salvándose de ser tocado y sumergiéndose a poca distancia. La noche ha caído, y con ella la lluvia, misma que
nos habla con dos relámpagos que
yo
interpreto como visión y advertencia. Después de cortar los últimos pedazos, Yarko toma el corazón
de
la
presa
y
se
dirige
al
árbol
protector para ofrecerlo al cielo como título a su iniciación. Nos guarecemos en silencio en una
cueva
y
al
pasarla
tormenta,
miramos
hacia el cielo esperando a que aparezca el color
cobrizo
en
lo
alto
del
cielo,
cuando
estalla el punto rojo de la Luna. Al
despertar,
Yarko
ha
partido
en
la
embarcación dejándome la mitad de la caza como carga. Me guardo mis disgustos, pero cuando lleguemos con los jefes, todos sabrán de su insolencia y sobrada soberbia. Lo más rápido que mis piernas pueden hacerlo, corro hacia
la
vereda
pero
me
detengo
al
ver
sorprendida entre las hojas el Poshtli de Yarko que en su partida ha olvidado. A lo lejos se repiten los dos mismos truenos de la noche anterior,
pero
esta
vez
una
intensa
luz
parpadea entre los árboles. Un vacío en el estómago sube hasta mi garganta y me hace enmudecer. Pasmada noto que las huellas de Yarko en la arena se van desvaneciendo. II
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Algo golpeó por debajo de la embarcación. En un
remanso
de
la
charca
se
ondula
el
majestuoso cuerpo azulado de un Mantaser con el
aguijón
extraña
de
su
cola
encrestado.
Es
una
y hermosa caza de tres metros de
largo. Sin pensarlo dos veces, enfilo con el remo hacia la orilla, mientras mis ojos no dejan de poner atención al reflejo del remanso. En ansiosa espera a su aparición mi corazón se acelera. Con el antebrazo seco las gotas de sudor que hacen arder mis ojos, mis pasos tocan el pegajoso lodo, desenredo la soga y desembarco los restos del primer Tander para colocarlos a manera de anzuelo en contacto con el agua. Aseguro mi ruta de un vistazo y me dirijo a una pequeña hendidura del peñasco para resguardarme, pero un descuido en el filo de una esquina
me hace una herida en el
pulgar de mi mano derecha que ha goteado en el agua. Con grandes bocanadas el Mantaser sale del agua y se dirige a mí a toda velocidad. Sus alaridos que succionan los alrededores hacen retumbar
todo
el
lugar,
mis
sentidos
se
estremecen excediendo su capacidad. Huir no es opción, doy tres pisadas dispuesto a saltar en defensiva, pero el Poshtli no está en mi cintura. Atónito sólo cuento con mis manos como arma. Hago frente a la bestia no como el guerrero que siempre deseé ser, sino como el guerrero enemigo de mi mismo, que su fatal
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desenlace está condenado a enfrentaren una lucha en la que venzo, venciéndome. Impedido mi cuerpo, recibo un halo de luz en un flechazo que moldea mi conciencia. Mi alma anula el orden lógico de las cosas y entregándome a la luz, todo se convierte en un duelo entre uno mismo y sus acciones. Pongo
fin
a
la
resistencia.
Todo
es
un
intrincado diseño geomé trico que reconstruye mi
en
existencia
un
sólo
momento,
éste…,
donde el tiempo cambia en un instante y mi espíritu recorre el río y sus alrededores, hasta regresar en un instante del universo más lejano deteniéndose Chris
que
un
momento
contempla
el
sobre Poshtli
mi
amada
entre
sus
manos. Decido estar en el centro en ebullición del volcán de la Luna. La Tierra a lo lejos se apaga
poco
a
poco
de
mi
vista
como
las
huellas que he dejado plasmadas en la arena.
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Granicero
Oscar baños Huerta
Los cerros se le vantan envueltos en su rebozo de
neblina,
moles
eternas,
guardianes
del
paisaje casi estático, casi muerto. Los viejos caminan lentamente hacia el cerro sagrado, señor que hace nacer la vida. En su interior, dicen, se encuentra un pueblo perdido que se alimenta de comida milagrosa, sembrada a la luz de minerales luminosos. A esos pobladores, mitad hombres, mitad dioses, van los abuelos a pedirles el sustento, a ellos se les lleva las ofrendas, se les canta las oraciones. Empezó a tener el sueño desde que er a un niño,
desde
que
pasaba
las
noches
en
un
petate tendido en el suelo de tierra del jacal en el que vivía con sus padres y hermanos. El sueño era siempre el mismo y aparecía antes de que llegaran las lluvias. Del
sueño
miraba
despertaba
sus
manos
por
llenas
la de
madrugada, granizo
que
brillaba como estrellas rotas, corría fuera para observar mejor.A la luz pálida del amanecer, los cristales de hielo se evaporaban con la primera caricia del sol y las pequeñas nubes en que se convertían subían al cielo fo rmando figuras, un alacrán, un borrego, el hocico de un tejón. Las lluvias llegaban entonces con sus ecos de tambores
sagrados,
haciendo
retumbar
la
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tierra,
dándole
de
beber.
Él
se
quedaba
acurrucado en una esquina del jacal con los huesos subiendo
entumecidos, y bajando
en
con
los
calambres
su
carne,
no
podía
moverse, le era imposible levantarse hasta que las nubes se alejaban a parir el agua en otro lugar. Fue
una
tarde
de
tormenta
cuando
una
urgencia del espíritu, un llamado hipnótico de las nubes lo sacó arrastrándose del jacal.El cielo oscuro se iluminaba con los arañazos azules de los rayos y su canto de guerra. Con un esfuerzo descomunal se dirigió a la laguna, sus manos entumecidas empezaron a llenarse de granizo, el viento le congelaba los dedos, e l estruendo
celeste
le
reventaba
los
oídos.
Después la quietud, el olor a tierra mojada, el suelo macizo del jacal, los días lentos, las fiebres adheridas a la carne, los ojos que se negaban a abrirse, que aprisionaban párpados adentro, visiones alucinante s, desgarradoras. Al
despertar,
el
pecho
abierto,
un
corazón
nuevo, líquido, aguacanto, padretrueno; entre las
entrañas
carmesí,
la
brújula
eterna,
el
caracol que llama tempestades.
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Ahuautle en mis ojos
M i g u e l Án g e l M a r t í n e z
El
l ago
l ágri mas ll ev ándos e
en
do nde s al adas
mis
derramé
mis
desaparece
rec uerdos
de
una
niñez s al picada por l a i ndiferenc ia, por ti erras agrietadas ansi os as de vi da.Esc ucho a l a redecill a v ol ar por l os vi entos atrapando mi pensami ento ens imis mado.Mi
resignación
corre
entre el agua henchi da de gl obitos blanc os asi dos a un madero.Siento l a qui etud del agua c erc ar al mi edo de mis pas os que parten por l ugares i nci ertos .Tiempos
di fic ultosos
en
z apatos de niñas v an dej ando huellas en mi tris te mi rada. La pesc a del ahuautl e es tremec e mis manos que li mpian mis l ágri mas ya s ec as de muj er,res tregándome el pas ado de mi olvi dada v idaque se fue co n l a sequía del l ago de Texc oc o.
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Odilón Moreno Rangel Tlakaelel vertió el líquido y el bagre sobre las piedras que había depositado en el piso. El
El regalo
agua
no
se
desparramó,
quedó
suspendida
entre las rocas. El bagre tampoco se salió del agua.
“¡Ah!”,
exclamaron
los
pequeños.
Tlakaelel, tomó delicadamente el pez entre sus manos. Lo acarició amorosamente y lo mostró a sus amigos. –Es el señor bagre –explicó a sus compañeros. Mientras Tlakaelel hablaba, también bailoteaba de gusto–. Viene del río de Atlapexco –los niños pronunciaron otro “¡Ah!”, pero esta vez lo prolongaron unos segundos más. Tlakaelel soltó al pez en el agua. El animal se arremolinó en el líquido como para alistar sus músculos. Era una señal. Tlakaelel lo sujetó de los bigotes y lo montó. A u n apretón de piernas del niño y el bagre, el agua y las piedras comenzaron a flotar sobre los mesa bancos y materiales de trabajo. Luego Tlakaelel jaló los bigotes del pez y le pegó en los costados con los talones de sus pies como quien arrea un caballo, y comenzaron a dar vueltas por el cuarto. Se escuchaba el sonido de la corriente de un río, entremezclado con las carcajadas de los niños. Los infantes subían y bajaban de los mesa
bancos,
mientras
gritaban:
“¡Yo
Tlakaelel! ¡Yo T lakaelel!”. Tlakaelel detuvo la montura y dijo:
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–Está bien –movió la cabeza de arriba a abajo en repetidas ocasiones en señal de acceder a la petición–. Quédense donde están y paso por ustedes de uno en uno. Tlakaelel, llegó a dónde Jimena Adalid. La niña dio un brinco y quedó en el lomo del pez, rodeó la cintura de Tlakaelel, y dieron un par de vueltas por el salón. Todos reían, y gritaban, parecía
un
Tlakaelel
torrencial con
cada
de
alegría.
uno
de
Así sus
hizo ocho
compañeros. Cuando hubo recogido a todos, aquello era una enorme ti ra de niños sobre un bagre que era como cosa de no creerse. –¿Escucha eso, profesora? –Preguntó Marcela, la directora del jardín de niños, a la educadora Gloria. –Parece como una corriente de agua –contestó extrañada la profesora Gloria. –Como que se está tirando el agua. Vamos a ver
de
qué
se
trata
–sugirió
afablemente
Marcela. Las dos profesoras se asomaron al patio.
En
cuanto
miraron
lo
que
pasaba
abrieron los ojos incrédulas. Salía un arroyo de agua
del
salón
de
clases.
Pero
también
escucharon la algarab ía de los niños. –Seguro es Tlakaelel –dijo la profesora Gloria– . ¡¡¡Necesitamos corregir a ese niño!!! –Vaya a ver qué están haciendo esos chiquillos y regrese. Acá aclararemos el asunto – indicó
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Marcela con un gesto amable. La profesora Gloria se dirigió presurosa al grupo. Se paró en una de las ventanas y miró a toda la chiquillada dar vueltas y riendo, montada en un bagre de color azul marino, salpicado de pequeñas motas blancas y de enormes bigotes. Luego se acercó a la puerta, y abrió. Pensó decir “¿Alguien me quiere explicar qué está pasando?”. Pero no pudo porque luego que abrió la puerta, un chorro de agua, seguido del bagre, Tlakaelel y los demás niños, la echaron de espaldas por el piso del corredor. Los niños reían, sin parar. –¡¡T lakaelel!!
–Gritó
irritada
la
profesora
Gloria. Los niños no hicieron caso. En un santiamén estaban en la escalera que lleva al segundo piso. La profesora Liliana, salió de su aula para ver qué sucedía. Al asomarse, también recibió
un
torrente
de
agua
que
la
dejó
empapada e hizo berrinche. El bagre, Tlakaelel y sus compañeros, tomaron por asalto el comedor y las aulas de los otros grados de preescolar. Otros niños se agregaron al juego. La tira de infantes creció. Aquello parecía una serpiente de niños. Los chamacos culebreaban divertidos por todos los rincones de
la
escuela.
Las
profesoras
enloquecidas
iban detrás de ellos para tratar de restablecer el orden. Una de ellas, alcanzó la cola de la
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tira de infantes, pero no pudo detenerlos, al contrario,
fue
arrastrada
por
la
impetuosa
fuerza de los niños y el bagre. La profesora Claudia, trató de auxiliar a su colega, pero también la jaló la fuerza de niños. Las otras profesoras hicieron lo mismo, y de igual manera sucumbieron al brío del bagre y de los niños. En fin, después de unos minutos que
comenzara
a
jugar
Tlakaelel
con
sus
compañeros de clase, prácticamente toda la comunidad escolar, se encontraba culebreando por
las
instalaciones
de
la
escuela,
menos
Marcela. Este es un extracto de “El regalo”, la versión completa en: http://issuu.com/teskatlipoka/docs/reg_01
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Carta 1 (2009)
Roy Davotoc A Lizbeth Carranza R. Por enseñarme el mundo en sus ojos. Afuera
estuvo
lloviendo.
Las
calles
y
las
personas llevan esa tristeza interna que sólo deja la lluvia. Tú ya sabrás como es aquí, con mis cuatro cerros grises y mi corazón. Los días de
neblina,
lentos,
cubriéndome
las
manos
porque es invierno sobre Agosto. Sé que estás allá en algún lugar de Lima, como un punto sonoro y frágil, profundo como un bolero nuestro. Liz, ¡qué te puedo decir!, no sé nada de música. Lo siento.Me sonrojo cuando tu palabra late al ritmo de Chabuca Granda o algún otro artista que te ha de gustar mucho. Soy de pasos tan torpes y pesad os, soy pobre en el sonido y en desnudarme en el mar. Tengo
miedo
a
este
silencio
sabes,
tengo
mucho miedo de que mi palabra no me alcance para describirte el mundo y por ello te escribo con cierta desesperación, porque tengo mucha nostalgia de ti que arde mientras te pienso. Sabes que no hay mucho, que repito palabras de
mi
corto
vocabulario
para
decir
que
te
extraño o decir lo siento; pero muchas veces soy sólo una despedida inconclusa en el alma de un árbol. Lo sabes. Y tú, que vas volando por ahí, acariciando la noche como un gato
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herido,
o
como
un
pequeño
colibrí
de
tres
letras, quizá no sepas de esta nostalgia y eso está bien. También quisiera que no supieras de paisajes tristes, que no supieras cómo muere un pájaro o una planta verde en el desierto, pero no me alcanzan las manos para taparte el mundo, y es que al igual que tú, tengo los pies llenos de arena y de recuerdo. Me
haces
reír
cuando
pienso
que
el
gallo
cantaría en tu ventana, si, es así, lo recuerdo, un sonido de guitarra detiene el tiempo, y de pronto estas aquí como la luna, y como el amor celeste que de ella cuelga. Yo me lleno de risa en el ombligo y en el hoyuelo que se perdió de mi mejilla derecha. Me lleno de risa y de ti, como diría mi corazón. Perdóname por decir de más, si se me escu rre una palabra de perro, rota y tendida como una playa glacé. Pero así soy. Ya sabrás más de mí en
mis
campos
cuando
la
trilla
tiemble,
y
perdóname también si lloro mientras cocino, si la
enfermedad
desangro,
y
se
te
hace
ausencia
reconstruyo
con
y
me
pal abras
cuando no estás como un rostro abierto o una antología callada que el viento hace verbo. Afuera estuvo lloviendo Liz, ahora lo sabes. Pero yo estuve aquí sin importar la lluvia, aquí, en
el
parque
como
siempre.
Y
aún
espero
sabes, mucho espero que pa ses por mi banca,
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que
pases
un
día
y
que
sonriendo
me
reconozcas… ¡A y Liz! sólo eso, que me reconozcas. Siempre tuyo: David.
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Nunca miramos el mar
An d r é i G a r c í a A m a y a i nunca miramos el mar. ni buscamos su reflejo entre los botes, ni nos abrazó su rugiente furia, ni flotaron las gaviotas, ni mantuvimos la ventana entreabierta, ni recosté mi cabeza sobre tus piernas. ii nunca miramos el mar; ni lo escuchamos, ni entrecerramos los ojos : -enternecernosiii junto a la ventana apoyado contra la noche, espero. no puedo recorrer la noche, se extiende hasta lo inalcanzable hasta donde no es posible esperar.
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-nunca aprendí a hacer las cosas con sigilo iv me atormentas diciendo que llegaras más tarde y la indiferencia te atrapa en cualquier lugar desconocido. no me esperan tus jeans ajustados, ni tus zapatos, ni tu bolso de mano, ni tus teléfono celular o tu llavero, ni siquiera tu indiferencia me espera v quizá no lo adviertas, pero te miro y pareces sola; te miro y no perteneces a nadie, porque no te perteneces a ti misma. te darás cuenta un día mientras te maquillas frente al espejo, y agacharas la cabeza, como avergonzada. -se que no te agradan los sabores
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Resecos del invierno vi no llega la tarde en que hagamos el amor con toda calma, ni me ponga mi camisa color vino y tu pidas comida china. y mi cabeza repose en tus piernas y yo recuerde este gesto -el de hoy mismo, entristecido por la espera vii la noche ya se extingue y algo regresa con ella viii nunca miramos el mar. nunca entrecerramos los ojos y nos enternecimos.
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La vereda
Tercera y última parte Ricardo López Jiménez Yo creo que también para taladrar mi espíritu me invitó a la ceremonia del Shita . Fue mucha casualidad que me permitieran asistir a una ceremonia vedada a los ojos profanos. Escuché cómo
entre
dientes
comentaron
dos
campesinos, con un dejo de miedo: déjenlo pasar
sino
se
va
a
enojar
el
Conrado.
La
ceremonia duró toda la noche y él nun ca se separó de mi lado según que para explicarme el significado de cada paso del ritual. Me lo imaginaba
como
la
víbora
del
paraíso
o f r e c i e n d o l a m a n z a n a . H i zo q u e l e o f r e n d a r a a la
gran
máscara
de
madera,
fumar
tabaco
crudo e introducir el carrujo humean te en el orificio
que
hacía
las
veces
de
boca
y
le
convidara del aguardiente que me dio a beber en abundancia: pídele un deseo al Shita. Me dijo: y yo hubiera querido que él se muriera. Como fuera pero que me dejara en paz para que yo dejara de sentirme af iebrado, con esa m e zc l a
de
miedo
y
curiosidad
por
lo
que
seguía. También por esta vereda pasaron cargando en mulas
o
en
sus
espaldas,
los
bultos
de
cemento, de cal, la varilla y el alambre todos los del Borbollón; hombres, mujeres, niños y ancianos, para hacer el aula de la primaria. También por aquí pasamos cargando los libros
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de
texto,
burocrática
porque
debido
enviaron
los
a
una
torpeza
materiales
a
la
cabecera de zona y no a la comunidad. Pero todo eso les llena de orgullo y cómo no, ya quisiera yo tener el espíritu de esta gente. Bueno, siendo justos puedo decir que somos los únicos que aceptan estar en estas tierras, yo mismo he sido testigo de cómo muchos recién egresados de la Normal llegan por la mañana,
ven
las
condiciones
de
estas
comunidades, se la pasan llorando por la noche y al otro día se regresan. Todas
las
tardes
se
le
dio
por
venir
con
cualquier pretexto a donde yo me quedaba. Q u e s i c o n u n q u i n q u é q u e a l u za m á s q u e l o s que da el gobierno, que si unas jícamas que cultivó en su huerto, que si uno de esos dulces que prepara su esposa con ajonjolí o semillas d e c a l a b a za y a z ú c a r a c h i c h a r r a d a o n a d a m á s porque iba pasando cerca. En cada visita se me aproximaba más, por eso dejé la casa del maestro con el pretexto de que entraba el agua de lluvia. La mejor justificación me la dio la víbora que se acurrucó en la mera entrada. Ese día llegó don Hermelindo y desde afuera gritó: maestro, no vaya a salir porque afuera hay una víbora. Espérese a que la mátemos. Cuando salí ya habían matado a la mahuaqui te más grande que yo haya visto en mi vida. Él siempre estaba ahí, o mejor dicho siempre está
ahí:
sus
ojos
parecían
las
hojas
del
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cafetal
o
por
lo
rojos,
dos
frutas
de
café
c e r e za , s i e m p r e e s p i a n d o . C o m o s i s e h u b i e s e propuesto meterse en mi ser… Una vez fueron mis
compañeros
a
visitarme
al
Borbollón,
fuimos a nadar al arroyo en esa parte donde se divide en varios ramales, por eso le pusimos la pequeña Venecia, y al final nos bañamos en la cascadita. De pronto voltee porque sentí una m i r a d a s o b r e m í . E n t r e l a m a l e za , a t r á s d e u n a espesa cortina de lianas estaba espiándonos, o para ser más preciso, me espiaba. Hasta me pareció ver que se masturbaba. Cuando la ansiedad lo desbordó vino y me dijo: qué
pues
profesor
¿Cuándo
nos
vamos
al
arroyo? Ya de nochecita para agarrar el fresco y nos quitamos este calor. Para no mostrar temor le contesté: cuando quiera don Conrado Si pues, pero a la media noche; me contestó - Y remató su frase con esa mirada tan suya que penetra, que hurga, que invade. Desde ese día, d e c i d í c a m b i a r m e d e zo n a , a u n q u e t u v i e r a y o que
dejar
la
compañeros…
p l a za . a
lo
Nunca mejor
les no
dije
me
a
mis
creían
o
llegaban a pensar que eran ideas mías. O tal vez podrían creer que yo provoque todo. A los del sindicato les convino porque ya viene la renovación del comité seccional y como soy el delegado vieron la oportunidad de debilitar al grupo,
por
eso
inmediatamente.
a u t o r i za r o n Claro,
me
el
cambio
pusieron
la
condición de votar por sus candidatos.
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Ahora voy a dos tercios del recorrido y desde aquí puedo ver la gran cueva a donde según la gente, habita el Shita, el espíritu protector de todo cuanto hay en el monte. Ellos dicen que si no lo veneras, que si eres malagradecido; que si te burlas de su poder, te castiga. Todavía siento como si tras mis pasos o junto con el eco
de
los
mismos,
viniera
la
máscara
de
madera a la cual rinden culto. Frente a esta misma cueva vi pasar las recuas de
mulas
pergamino
trasportando o
los
bultos
con
café
El
café,
que
era
c e r e za .
c o m e r c i a l i za d o
en
P o za
pero
la
caída
desde
Rica de
y
Tulancingo ; los
precios
internacionales aquí todo se ha derrumbado. A la gente le sale más barato dejar que se pierda l a c o s e c h a . N o e s c o s a d e g r a n d e s f i n a n za s : S i un peón corta
veinticinco kilos al día
dueño
a
vende
cincuenta, sesenta
pero
pesos
al
dos
pesos,
le
como
tiene
que
peón,
tiene
un
y el
pagarí an pagarle saldo
en
contra de 10 pesos. Ellos no saben de números rojos o negros, les queda claro que no les c o n v i e n e . L a r e a l i d a d e s q u e l a m a l e za i n v a d e día tras día los antiguos cafetales. I ncluso los coyotes que controlaban la venta del aromático han emigrado buscando nuevas maneras de montarse en los hombros de los demás. Hasta aquí, es territorio conocido pero el tramo siguiente nunca lo he transitado. Es de no creerse. Yo no se si les pas a a los demás. De
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pronto vas por la vida como si fueras por un sendero seguro, sabes bien lo que pasó ayer y hasta imaginas saber lo que pasará mañana, es como si vas por un camino y sabes a donde vas a llegar, pero cuando
la vida te pone en un
trance ya no es fácil decidir. Lo peor es que te seduce lo prohibido o lo que tiene riesgo. Es como dice la gente de por acá, si ya sabes que es malo, ¿para qué te arrimas? Será
mejor
madrugada
apresurarme a
San
para
Bartolo
y
llegar
en
la
alcanzar
la
camioneta. No quiero que me pase como la otra vez, cuando tuve que irme acostado en uno de los camiones de don Agustín; sobre el café. Por
abajo,
la
fermentación
me
quemaba
la
espalda y por arriba me congelaba el frío. Creo que esa es una síntesis de la vida. Vaya, de algo sirve pensar tanto o no sé, no sé si sea bueno, tal vez sería mejor hacerle caso a ese presidente que dijo: quieres ser feliz, no leas y mucho menos pienses. Orita no hay problema porque en toda esta parte hay potreros. El problema va a ser al pasar e l Chote, ahí la maleza no deja ver bien. Y no lo veo, pero presiento que está ahí. Nomás espiando. Como nauyaca esperando la oportunidad para atacar. Como cuando se vengó del viejo Grindelio. Yo lo único que le pido a Dios es que me de fortaleza para resistir. Para no equivocarme cuando se bifurque la vereda…
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Relatos de vida de escritores
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Yo escritora
Valeria Cecilia Pariso Me di cuenta que iba a ser escritora desde los ocho años cuando
escribí mi primer poema
sobre una montaña. Recuerdo que a partir de ahí, empecé a copiar todos mis versos en un cuaderno marca “Gloria” que todavía conservo y que usaba exclusivamente para eso , para guardar mi material. Escribía un poema y al lado le pegaba una figurita con brillantina.Con el tiempo, fue pegando tapa contra tapa de distintos cuadernos que iba llenando y llegué a armar un libro casero maravilloso. Fue una pena no haber guardado también mis narrativas, tenía una magnífica del Mundial de 1978 (yo estaba en tercer grado de la escuela primaria), que fue leída y aplaudida en un acto escolar. Esa fue mi primera experiencia frente a un público. Recuerdo que de pequeña tenía tanta
confianza
en
mi
escritura
que
me
presenté en un concurso de poesía organizado por una entidad importantísima. Obviamente no gané, pero los organizadores del concurso me enviaron una carta diciéndome que les había conmovido hubiera
que
una
tomado
el
niña
tan
trabajo
pequeña de
se
realizar
semejante presentación y que me alentaban a seguir el camino de la escritura. Yo tenía once años
y
el
libro
que
había
presentado
se
llamaba “Quemando etapas”, fue la primera vez que
tuve
que
presentar
todo
dentro
sobre
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lacrado.
Siempre
recuerdo
la
emoción
de
preparar ese material para el concurso. Otra vez, como no sabía a quién mandarle mis poemas, se me ocurrió enviárselo a los Reyes de España. Sí, idea loca si las hay, copié manuscrito tres poemas y se los mandé a la Reina Sofía para que los leyera. Al mes, para sorpresa mía, el cartero tocó la puerta de la casa de mis padres y le entregó a mi mamá un sobre con el sello de El Palacio de la Zarzuela, Madrid, España. El Mensajero del Rey
me
había
escribía
leído
contándome
mis poemas
que
y que
la
Reina
estaba
muy
complacida por ellos y que aguardaba más. No les puedo explicar la cara del cartero al ver de dónde provenía la carta. El
intercambio
de
cartas
y
poemas
duró
aproximadamente un año, hasta que me aburrí. Esa es una linda anécdota, todavía guardo las cartas de la Reina Sofía. Más allá de estas excentricidades adolescentes (un
escritor
también
debe
ser
un
poco
excéntrico, no solo hay que ser escritor, sino parecerlo), terminado mi secundario, continué mis
estudios
en
la
Univer sidad
de
Buenos
Aires.
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Estudié abogacía y me recibí. Ejerzo ahora de abogada y tengo mi propio Estudio Jurídico en la provincia de Buenos Aires. En Argentina no existe la carrera de Escritor, de existir, habría una abogada menos. Sí existe la carrera de Licenciatura
en
Filosofía
y
Letras,
pero
se
encuentra orientada hacia la investigación o la docencia, ni uno ni otro es mi caso, yo siempre quise escribir. La cosa es que en pos de hacer conocer mi material, sin una idea concreta de cómo debía hacerlo,
me
presenté
en
varios
concursos
literarios, salí premiada en muchos y a raíz de ello a lo largo de los años publiqué poemas y cuentos en cuatro libros colectivos , entre ellos "II Colección de Autores contemporáneos - II Certámen amor",
de
poesías,
Editorial
"Poesía
cuentos
Embajada
encontrada",
Ed.
y
de
cartas
de
las
Letras,
Dunken
(2007),
"Vuelo Íntimo", Ed.Dunken (2008) y "Lunario", Dunken (2008). Los concursos literarios proponen cuando son genuinos,
para
el
escritor
inédito,
puertas
maravillosas. Desde ver su material impreso en papel hasta ir a una radio a leer sus poemas. A través del tiempo, me encuentro con gente (compañeros compañeros talleres
de de
literarios,
la
secundaria,
facultad, amigos)
docentes,
compañeros que
reúnen
de una
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característica
común:
tienen
algún
papelito
que guardaron con un verso mío, o una carta, o un relato. Se ve que a través de los años fui entregando
por
escrito
pruebas
de
mi
ser
escritora a cuanta persona se me cruzaba en el camino. El hecho de que la gente guarde esos papeles me conmueve, es como si mi cuaderno “Gloria” donde copiaba los poemas a los ocho años se abriera, se deshojara y se extendiera a través de toda la gente que me rodeó. De a ratos, la imposibilidad de publicar un libro totalmente mío hizo que escribier a menos. No que dejara de escribir, sino que lo hiciera con menos esperanza. Mi recurso en esos casos fue anotarme en talleres literarios para ocupar la
mente
vuelta
al
en
procesos
ruedo,
de
metida
aprendizaje.
entre
Así,
escritores,
la
inspiración volvía a surgir. Así conocía a quienes hoy reconozco como Maestros que ayudaron a que mi yo escritora crezca.
Uno
de
ellos,
Hugo
Correa
Luna,
magnífico escritor argentino, que me enseñó a ahondar mis cuentos y a trabajarlos. “La tos congénita” fue escrito primera mente a partir de uno de sus talleres en Casa de Letras en el año 2008 y reescrito posteriormente durante cuatro años hasta que llegó la versión final que es la que se publicó en la revista en Abril de 2012.
Luego,
Salmoiraghi,
otra
Maestra
escritora
y
fue
poeta
Paula
Irupé
maravillosa,
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quien me enseñó entre otras cosas gramática y el arte de buscar oportunidades para difundir mi material. Ella es la que me incentivó a armar
mi
blog
y
siempre
voy
a
estarle
agradecida por ello. Y por último, reconozco también como maestra a Cecilia Sorrentino, alma maravillosa que me abrió un abanico de lecturas
importantísimas
para
mi
formación
como escritora. Todo
es
un
engranaje
en
mi
camino
de
escritora, los concursos literarios, los tallere, la
solidaridad
recíproca
de
entre
escritores,
los trabajos,
son
la
difusión
herramientas
sustanciales en el proceso de mostrar lo que se hace. Así llegamos, hasta el 14 de Febrero de 2012, día
que
inauguro
mi
blog
Tantotequería.
www.tantotequeria.blogspot.com
Para
mi
sorpresa y placer, en menos de sesenta días ya tiene más de 5.600 visitas. A partir de febrero de este año, muchos blogs empezaron a levantar mi material y revistas empezaron a publicar mis poesías. Al día de hoy, no asum o que yo deba pagar una edición de autor para tener un libro propio. No quiere decir que un día no lo haga si veo que el mercado no está dispuesto a publicarme. Pero sueño e intento, una y mil veces, que una editorial lea mis poemas o mis cuentos y los
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edite sin que yo tenga que pagar por ello. Cuando vienen a verme como abogada, yo no le pago al cliente, el cliente me paga a mí. Lo mismo espero de la industria editorial porque sé que el material que ofrezco gusta,
estoy
convencida de que es un mito que la gente no lee poesía, la gente lee la poesía que le gusta, tal vez no lo dice, pero la lee, la prueba más acabada de ello es mi blog, que es noventa por ciento de poesía tiene más de 5.600 visitas en menos de dos meses.
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Destino de escritor
Adán de Maríass En principio ser escritor es asumir un destino, comprometerse con él, con el paso del tiempo ir mejorando la forma de escribir los textos, sea cualquier género literario. No complicarse con excesos verbales o frases altisonantes, todo lo necesario debe complementar el rigor de
la
palabra,
uno
se
da
cuenta
en
los
borradores que anteceden al texto definitivo que
es
el
original.
En
mi
caso
empecé
a
escribir a los 9 años de edad mis primeros usos o batallas con el ejercicio de la palabra, que se hizo má s sostenidoo metódico ya a los veinte años entrando a la universidad (finales de 1980). Desde allí no he parado de escribir. Escribir poesía me llevó casi una década hasta que se publicaron mis dos primeros libros de poesía [1989]. Dice un renombrado escr itor que «uno escribe para que lo quieran más» en mi caso particular «escribo porque es mi manera singular de estar en este mundo, no me veo sin escribir». Ser escritor es mi identidad, mi ADN literario, no solamente me identifico con mi país, con mi familia, sino con el uso riguroso y placentero de la palabra. A mi alrededor todo lo que veo es material de trabajo
para
escribir
mis
textos,
algo
que
capture o llame mi atención, también importan
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las experiencias propias. En cuanto a material de lectura allí entra en el escenario de mi vida literaria el querido abuelo Teodoro a quien le debo
el
valioso
contacto
de
mis
primeras
lecturas no solamente a través de los clásicos cuentos
infantiles
sino
a
través
de
los
periódicos, «siéntate aquí, me decía mi abuelo, léeme este editorial». Después de haber leído correctamente y despacio, me hacía algunas preguntas como «qué has entendido». Y así se me fueron pasando todos los años, escribiendo frenéticamente y aprovechando en participar en cuanto concurso literario fu era de mi elección o el eco de mi interés. El boom latinoamericano
de
los
consagrados
como
Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Carlos Fuentes, Julio Cortázar, José Donoso, Juan Rulfo, Jorge Amado, Juan Carlos Onetti, José
Lezama
Lima,
etc.,
me
tras ladó
a
un
realismo mágico que deslumbró mi manera de ver la literatura, asimilando estas resonantes influencias que se van notando cuando uno escribe hasta que uno llegue a encontrar su propia
voz,
su
marcado
estilo,
su
personal
manera de presentar las pág inas escritas, sean unos
poemas,
unos
cuentos,
o
una
novela
breve. Nunca olvidaré el fascinante final de la novela del escritor mexicano Juan Rulfo «Pedro Páramo» cuando nos dice:
Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 3, mayo de 2012
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«Dio un golpe seco contra la tierra y se fue desmoronando como si fuera un m ontón de piedras». A mí me parece genial este final, y le da un valor agregado a esta espléndida novela que es uno de mis libros de cabecera. Como no comentar «La metamorfosis» de Franz Kafka, leído cuando terminaba la adolescencia, y se me ocurría escanda losamente que mi juventud iba
a
ser
cucarachera,
que
nadie
iba
a
comprenderme, cuando ya mis padres veían mi total adhesión a la vida literaria, muchas veces me sentí recluido en la solitaria habitación de mis intranquilos pensamientos, sin nadie que atendiera siquiera con cuatro palabras (hola como estás amigo) mi triste monólogo con café pasado incluido. Los primeros poemas que leí del poeta César Vallejo tuvieron un impacto emocional en mí, que abrió todos mis pensamientos mientras iba leyendo su versación extraordinaria. Él dejó una profunda huella en el subterráneo camino de
mis
pensares
y
versares.
Estarse
y
espejearse en Vallejo, y que nos acompañen sus
versos,
es
un
tributo
que
debe
ser
permanente. Otra genial personalidad es la poeta Blanca Varela quien me dedicó muy amablemente su inolvidable «Luz de día», importante influencia que me abrió otras perspectivas de visionar y escenificar la palabra poética, del rigor por la
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palabra
exacta
sin
joyerías
verbales,
desbordante hasta en el silencio interior donde se me ocurre el origen de su elegante y airosa poesía.
Y
ya
lo
versó
en
su
poema
«Ejercicios»: Un poema como una gran batalla me arroja en esta arena sin más enemigo que yo yo y el gran aire de las palabras Recuerdo aquella frustrada participación en un prestigioso
Premio
Literario
muy
conocido
como es el Premio de PoesíaFundaciónLoewe, hace
cerca
de
dos
décadas
cuando
muy
apurado porque se me acababa el plazo de entrega de las obras, rompí las tres teclas de mi
querida
máquina
de
escribir
eléctricaTriumph, era la a, la m y la o, hasta hoy las tengo en el cajón de mi escritorio donde también guardo un folder de más de 100 poemas inéditos que corresponden a un ciclo imprescindible de mi vida literaria. También leí hace una semana la entrevista a Paul Auster quien aconsejaba a los jóvenes escritores que no se atrevan, que se lo piensen bien. Es verdad ser escritor no es dejar la
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mitad
del
camino
recorrido
o
empezar
escribiendo como si estuviera dentro de una casa oscura esperando bien sentado que todos los ambientes vayan iluminándose mientras se tantea nerviosamente a la hora de escribir. Escribir
es
como
jugarse
la
vida
decía
el
escritor argentino Julio Cortázar, y vaya que se escuchaba
mucho
jazz
y
se
siente
mucho
mundo en su maravillosa escritura. S er escritor es
comprometer
al
máximo
los
esfuerzos,
tercamente disciplinado, muy honesto y nunca plagiar. Como recordar a Raymond Carver gran cuentista
norteamericano,
de
Clatskanie,
Oregón, nacido en 1938, decir que nunca se asumió como un gran intelectua l, sino como un original
contador
de
historias,
que
junto
al
genial y hermético Julio Ramón Ribeyro quien con su reconocida maestría y solvencia darle al argumento
de
interpretaciones
sus que
cuentos
seduce
por
diversas su
prosa
elaborada e intensa, son mi s dos marcadas influencias al entrar hace menos de un año enla vorágine de la narrativa actual. Declaro
que
una
de
mis expectativas
como
escritor es no defraudarme consigo mismo, que cuando los lectores se acerquen a mi obra encuentren una atractiva obra hasta para ser releída nuevamente. Es cierto que uno puede tener
dificultades
en
cuanto
a
formas
o
métodos de escribir o de crear, pero muchas
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veces
el
estilo
se
impone
sobre
la
propia
historia o viceversa. Hace
unos
años
escribí
un
poema
que
intentaba transmitir el autentico valor del acto creativo y lo titulé «Detrás de la página en blanco» cuyos versos son: intento salir de mis ojos que me ofrecen la mezquina visión de las imágenes repetidas admitir que se contraen los días cuando la tensión actúa insop ortable el cómplice de la página en blanco me mira detenidamente hay cierta tibieza en el papel cuando presiente mis pulsiones y su densidad atrae lo que va a ser escrito hasta que se desequilibra el instante donde urge la absorción de las ideas la esperada inspiración asoma irresistible cuando abre las ventanas del poema
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ensimismado preciso las palabras como
si
la
eternidad
estuviera
dispuesta
a
escucharme Dicen
que
escribir
es
un
acto
solitario,
es
cierto pero también es cierto que uno llega tarde o temprano a descubrir que los lectores siempre han estado allí, como esperando que venga la lluvia, es decir las páginas escritas. Hoy
pasado
comprendiendo
el
medio que
siglo
escribir
de
mejor
vida no
es
voy lo
mismo que escribir por necesidad o escribir por placer. Siempre se me hizo difícil escribir, hoy ya se va despejando la niebla desde donde poco a poco voy avizorando lo que me queda por escribir y por vivir.
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Crear como existencia
Sergio Ospina. Ciudad de México 1975. Antes de Psicólogo social, soy artista con una vena social recargada a lo simbólico y arquetípico de nuestra condición humana. Actualmente me desempeño
como
asesor
de
unidad
en
la
Delegación Cuajimalpa en área de equidad en la
infancia
y
juventud,
del
Instituto
de
las
Mujeres del Distrito Federal. Mi traba jo en el asesoramiento trabajo
psicológico
grupal
con
individual
relevancia
en
y
de
mujeres
jóvenes, tienen como objetivo la sensibilización bajo directriz de la equidad y la comunicación asertiva desde una perspectiva de equidad e igualdad de género. Pertenezco
a
una
familia
sensible
a
la
literatura, de padre médico y madre filosofa, mi generación libertad.
fue
Mis
propensa
a
acercamientos
la a
exigencia la
en
literatura
fueron con lecturas trascendentales, novelas latinoamericanas,
ensayos
antropológicos
y
sociológicos y con el arte plástico, a través de mi fascinación por el mar y la cultura; aunque de
una
forma
netamente
autodidacta,
mi
experiencia práctica en la creación siempre fue un refugio para expresar y en cierta sentido, para darme cuenta en una labor nada simple pero sí excitante de mi interno, por creer en mis propias capacidades. Por
sugerencia
psico -terapéutica,
desde
principios de los años noventa participé en los
Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 3, mayo de 2012
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grupos literarios y de arte “Voces de la primera imprenta”
y
“Quetzalli”
de
mi
universidad,
ambos pulieron mi intención de confesarme a través
de
la
escritura,
para
destruirme,
regenerarme, y de impulsarme en mi ímpetu de creación
en
las
fotográficas,
vertientes
condicionadas
plásticas
ambas
y
por
la
necesidad de exponerme, exteriorizando lo que pienso y representando lo que soy en el mismo instante para ser enfrentado y superado. En
las
primeras
exhibiciones:
“El
efecto
Júpiter” y “ZyanyaCubi” (2002 - 2003), mi obra fue catalogada como abstraccionismo orgán ico. Realice
una
Ángeles,
residencia
intercultural
California,
expuse
Latinoamerican
Pop
Consulado
Colombia
de
Art”
Los
con
(2004), monté
en y
“In en
el
“Eslabones”
(2005), algunas obras fueron consignadas por galerías y adquiridas por colecciones privadas . Regresé a México donde me convencí de que la evolución del arte personal es uno histórico; preferí no arraigarme en corrientes o modas paralelas a necesidades alejadas a mí, opté sí, en crear mis propios mundos, darles vida y memoria,
aún
y
acosta
de
las
limitaciones
nacionales de inclusión, mercado, cultura y/o de apoyos externos, me dediqué de fondo en la búsqueda
de
espacios
para
la
creación
y
exhibición, abocándome a montar, producir y proyectar
de
mejor
manera
mi
obra
con
el
resultado de dos o tres e xhibiciones por año.
Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 3, mayo de 2012
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Tarea nada fácil cuando se tiene el quehacer de potencializar y equilibrar dos profesiones, complementarias sí, pero con sus adecuados espacios y propios tiempos. En esta labor casi obsesiva consistente en el trabajo paralelo para pro fesionalizar mis dos carreras, encontrar autonomía, autosuficiencia y
desarrollo
proyectos
he
literarios,
investigación Colombia,
personal,
y
educativos,
arte
Argentina,
participado
gráfico Italia
en
en de
México,
y Malasia,
como
una respuesta ante un esce nario nacional de pronto olvidado y recreado en un historicismo re barnizado, ó peor aún, en un consumismo banal. Mis
últimos
trabajos
“Fluyer”
e
“Interiores”
(2008- 2011), obra plástico fotográfica, y “La Ruta de la Serpiente” (2011), ensayo y plástica antropocósmica, etapa
que
incubatoria
se y
encuentran
próxima
a
en
una
una
de
germinación, son proyectos con los que me he topado, tal y como en un desierto cruel, con lindos y refrescantes oasis. Pienso que aún y a costa de mis quejas, soy un hombre con dificultades para volcarme en los significados que representa mi vida, pero que gracias a ello, el esfuerzo por balancear mi sensibilidad con la toma de conciencia en la realidad han sido fuente central de inspiración.
Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 3, mayo de 2012
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Creo
que
lo
que
me
ha
permitido
ser
un
creador, es contribuir y recurrir al arte para reconstruirme
a
mí
mismo,
a
mi
necesidad
personal de enfrentar a la sociedad, con mi terror
a
la
soledad
en
una
carrera
de
resistencia y no de velocidad. Estoy convencido que mi trayectoria de vida ha enriquecido
mi
espiritualidad;
como
sí
la
resistencia a lo inevitable tenga por devenir, vivir las experiencias que uno escoge y en las que uno está destinado a participar. En esta necesidad
por
creaciones egoísmo
y para
un
reafirmarme,
medio
supremo
e
para
ir
son
destilar
trascendiendo
mis
cier to en
un
mundo inseguro, donde en lo moral y financiero arde la esperanza. Desconozco a ciencia cierta de qué parte ególatra de mí sale lo que hago, con algún lápiz y sobre cualquier papel ó frente a
la pantalla, pero
sob re todo, la
surge
del
deseo
por
sobre
mi
lienzo
en
universo,
sólo
así
cumplir la
me
libre
mi
creación necesidad
creación
convierto
en
un
del ser
terrenal y aéreo, de éter…, hasta el ser en un ente que adquiere existencia propia. En suma, mi trabajo ha segu ido guiándose en una contracorriente de integración y fluidez, pues
estoy
convencido
de
que
la
muerte
artística surge en el intento de arroparse con el miedo, cómo aquel que en el aburrimiento se conforma
la
capacidad
de
esperar
algo
sin
Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 3, mayo de 2012
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saber lo que se desea. Ante esto, diré que como proyectos a futuro, está la continuidad de la profesionalización de mi labor psicosocial y a
la
par,
de
crear
y
proyectar
mi
trabajo
artístico; a mediano plazo, con la publicación de
textos
e
imágenes
que
he
estado
definiendo, y como Freud menciono, encontrar la felicidad en la vida que consiste en trabajar y amar.
Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 3, mayo de 2012
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Narrativas de la experiencia de la enseñanza y el aprendizaje de literatura
Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 3, mayo de 2012
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¿Enseñar literatura?
Maribel Monzalvo Moreno Cuando
me
pidieron
que
escribiera
mis
experiencias respecto a la enseñanza de la literatura, supuesto
pensé que
respecto.
tengo
Sin
importante
“eso
va
a
algo
embargo,
ser
de
por
experiencia
pensé
investigar,
fácil”,
qué
que
al
sería
significaba
literatura, pues así podría comprender mejor el tipo de información que iba a plasmar. Cuando empecé a leer los diferentes conceptos, me paralicé. Me di cuenta que el concepto que tenía, no estaba correcto y pensé “ahora, sí estoy en problemas.” Por lo tanto, consideré conveniente iniciar por la
definición
Lengua
que
Española
la le
Real
Academia
asigna
a
este
de
la
término:
“Arte que emplea como medio de expresión una lengua
/
Conjunto
de
las
producciones
literarias de una nación, de una época o de un género y al con junto de obras que versan sobre un arte o una ciencia”. La verdad la definición me impactó, personalmente la reducía al gusto por leer, así que me hizo reflexionar: como docente literatura?,
de
secundaria, pero
aún
¿cómo más
enseño
importante,
¿realmente enseño literatura? Definitivamente
no
puedes
dar
lo
que
no
tienes, de igual manera no puedes enseñar lo que
desconoces.
Así
que
para
intentar
Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 3, mayo de 2012
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responder
a
estas
interrogantes
relataré
mi
experiencia. Mis primeros acercamientos a la literatura se remontan al inicio de mi vida, cuatro o cinco años. Recuerdo que mi madre se recostaba por las noches junto a mí y me inventaba pequeños cuentos
o
me
leí
libros
de
literatura
infantilmientras me dormía. Disfrutaba tanto de esos momentos que después de tantos años, aún guardo esos libros. Conforme fui creciendo y una vez que aprendí a leer, solía ojearlos, me gustaban mucho sus historias y sus dibujos. Aparte de leerlos, copié varias de sus ilustraciones para iluminarlas. Quizá, el estar tanto tiempo sola, fomentaba este tipo de actividades, pues tenía prohibido salir de mi casa, mientras mi madre estaba en su trabajo. Antes de la escritura formal, le escribí a mi madre varias cartas usando dibujos, de igual forma hacía las cartas para Santa Claus y los Reyes Magos. Por lo que la escritura fue una de las herramientas que usé para comunicar mis
sentimientos
y
deseos.
En
la
escuela
primaria, tenía un diario, aunque no escribía regularmente en él, por lo que quizá sería más apropiado llamarle semanario o anuario. En fin, me servía para plasmar mis sentimientos, ideas
Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 3, mayo de 2012
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y vivencias. Permanecía guardado bajo llave, y tenía un apego especial hacia él. En la escuela donde estudié, era requisito leer cinco
libros
de
literatura
clásica
por
año,
iniciando en el tercer grado de prima ria. Me pedían
que
hiciera
un
resumen
y
al
final
agregar mi comentario sobre el libro. Varios de los
textos
algunos
me
otros
parecieron despertaron
aburridos, el
gusto
pero
por
la
lectura como el principito de Antoine de Saint Exupéri, que hasta la fecha e s una de mis lecturas predilectas, pues me hace soñar con esos mundos que el protagonista conoce y los sentimientos que cada uno le despertaba, así como el gran amor que le tenía a su flor; o Momo
de
Michael
Ende,
cuya
historia
me
impulsa a disfrutar cada instante de mi vida y a evitar la monotonía. Pero el primer libro que leí verdaderamente por gusto, fue hasta quinto grado, la novela se llama “Como agua para chocolate” de Laura Esquivel. Recuerdo que no podía dejar de leer, me
pareció
una
historia
muy
in teresante,
atrayente, reí y lloré con el personaje principal “Tita”, hasta logró interesarme un poco en la cocina mexicana, y eso ya es mucho decir. Durante
este
periodo
debí
aprender
a
usar
formalmente el lenguaje escrito y oral para poder comunicar mis ideas, hacer trámites, etc.
Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 3, mayo de 2012
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Es decir aprendí ortografía, sintaxis, etc., de mi
lengua
madre
desenvolverme
que
me
serviría
socialmente.
para
Participé
en
diversas exposiciones, de temas variados, fui a concursos,
no
redacción,
pero
donde
la
precisamente sí
de
de
oratoria
habilidades
comunicación
era
o
sociales requisito
fundamental. Mi madre por su parte, me pedía repetir cinco veces en una libreta las palabras que
escribía
trabajos
y
de
tareas
forma
incorrecta
escolares,
esto
en
los
fortaleció
suficientemente mi ortografía; me ha servido significativamente
en
mi
formación
y
lo
agradezco, aunque en su momento detestaba hacerlo. Sin embargo, poco recuerdo escritos literarios
pensados
especialmente
para
comunicar lo que pensaba, sentía o vivía. Creo que esta parte quedó relegada. A
lo
largo
de
mi
vida
me
he
visto
en
la
necesidad de escribir mucho, pero ahora que lo pienso, requeridos
generalmente en
las
textos
instituciones
formales, escolares
y
laborales a las que he pertenecido, pocos han sido
escritos
por
gusto
y
aún
menos
para
expresar sentimientos. Me doy cuenta que mis vivencias con la literatura se ven reflejadas en mi enseñanza. Considero
que
los
literatura
que
evidencia
suficiente
trabajos
escolares
sobre
los alumnos realizan, no para
asegurar
que
son ha n
Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 3, mayo de 2012
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aprendido
literatura,
pues
son
actividades
obligatorias o generadas de manera artificial. Entonces, para poder decir que enseño esta hermosa actividad, sería indispensable que los alumnos egresados la practiquen de manera constante, pero sobre todo por gusto. Debido
a
esto,
prefiero
describir
las
actividades escolares que propicio durante las clases, las cuales considero sentarán las bases para que los alumnos aprendan literatura y dejaré
al
lector determinar
si enseño
o
no
literatura. Trabajo en una telesecundaria ubicada en una comunidad semiurbana del estado de Hidalgo, llamada Singuilucan. Actualmente soy titular del grupo “B” de segundo grado. La asignatura en la que se desarrolla el aprendizaje de la literatura diversas
es y
español. refuerzan
Las lo
actividades que
los
son
alumnos
aprenden en la escuela primaria, por supuesto con un grado de dificultad mayor. Las
actividades
pedagógico
de
que
promueve
telesecundaria
el
modelo
inician
con
Lectura de textos que varían entre novelas, documentos cuentos,
legales,
artículos
de
textos
científicos,
divulgación,
carteles,
reportajes, artículos informativos, artículos de opinión,
entrevistas,
biografías,
entre
otros.
Los cuales sirven de ejemplo para que los
Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 3, mayo de 2012
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alumnos
a
su
producciones.
vez
Esto
realicen
les
sus
permite
propias
realizar
los
trabajos de las otras asignaturas, pues retoman sus aprendizajes para alcanzar los propósitos educativos. De manera general, las clases se inician con la recuperación
de
conocimientos
aprendidos,
generalmente con preguntas sob re el tema que van
a
aprender,
respuestas nuevas
cuando
superficiales
preguntas
los o
alumnos
simples,
que
dan
planteo
contradigan
su
respuesta con el fin de propiciar que busquen respuestas
más
elaboradas
y
traten
de
fundamentarlas más. Casi siempre algun o de los
jóvenes
acierta
o
se
acerca
más
a
la
respuesta correcta, la cual retomo y enfatizo, pero
no
les
recuerdo
doy
que
secuencia
la
respuesta
conforme
didáctica
correcta,
avancen
podrán
les
en
contestar
la con
mayor claridad. Después de esta sección, de manera grupal, los
estudiantes deben
situaciones
que
resolver problemas
pongan
conocimientos
previos.
lecturas
guían
que
su
a
Son
prueba
esos
apoyados
aprendizaje
o
con y
se
socializan con comentarios grupales. En este momento
inicia
la
vinculación
entre
lo
que
saben y los conocimientos formales.
Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 3, mayo de 2012
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Posteriormente, se plantean nuevos problemas o situaciones donde deben poner en práctica lo aprendido. Esta etapa la resuelven por equipos de
hasta
tres
integrantes,
así
tienen
la
oportunidad de intercambiar punt os de vista sobre
los
resultados
para
finalmente,
compararlos con los de sus compañeros. Deben explicar cómo llegaron al resultado y por qué consideran que esa es la respuesta correcta. Durante la comparación, procuro que explique un equipo que no haya lle gado a la respuesta correcta
y pido
al
grupo
que
identifique
el
origen de sus errores, después será el turno para otro equipo que haya alcanzado un nivel intermedio
y
finalmente
alguno
que
haya
logrado resolverlo correctamente. En todos los casos el grupo interviene retroalimentando las participaciones de los equipos. Contrario a lo que
se
cree,
respuesta forma
los
correcta
van
alumnos son
que
llegan
diferentes,
descubriendo
que
de
a
la
esta
todos
se
equivocan y que también se aprende del error. Durante
este
perfeccionando
proceso el
uso
los del
alumnos
van
lenguaje.
Una
situación que ha llamado mucho mi atención es que
en
este
modelo
no
se
promueve
la
memorización de las reglas ortográficas o de sintaxis del lenguaje, sin embargo a través de la lectura y la práctica van comprendiéndolas. Al principio, era escéptica respecto al logro de estos
aprendizajes
de
esta
manera,
pero
Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 3, mayo de 2012
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conforme avanza el ciclo escolar se nota una mejoría.
Personalmente,
memorización
pienso
reforzaría
que
la
significativamente
esto, conmigo funcionó. En
combinación
recomendadas
con por
telesecundaria,
las
actividades,
el
modelo
diariamente
leemos
de quince
minutos, los libros son elegidos de la biblioteca del salón. También les pido a los alumnos que si algún tema les interesa, investiguen más sobre él, lean la información y la comenten con el grupo. Los alumnos pueden explayarse durante las producciones
requeridas
en
las
asignaturas,
pues les permito expresar lo que piensan, lo que
han
aprendido,
sentimientos
e
ideas.
Además durante el rescate de cono cimientos previos pueden expresar todas las ideas que quieran
para
explicar
los
fenómenos,
problemas, etc. También les pido un diario, sólo reviso que esté escrito y leo lo que ellos me permiten. Sus participaciones
pueden
ser
dudas,
ideas,
opiniones, etc. Siempre que sean con respeto pueden
expresarse
libremente.
Así
que
finalmente el lector tiene la última palabra para determinar
si
mi
trabajo
podrá
fomentar
la
literatura en mis alumnos. Por ahora esto es lo que hago.
Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 3, mayo de 2012
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Caja de sueños
Sandra Avila Avila Recuerdo que cuando estudiaba en el jardín de niños,
sólo
jugábamos
y
pintábamos
con
crayolas de diferentes colores. Al pasar a la primaria la forma de trabajo fue completamente diferente. La verdad fue un cambio radical pues acostumbrada a los juegos fue difícil entender la dinámica de aquel primer año en donde los libros y una serie de garabatos hacían poco entendible
mi
estancia
en
la
escuela.
La
maestra de aquel entonces nos ponía a hacer planas de esos garabatos. Al pasar los días pude entender que si combinaba los garabatos podía
formar
palabras
y
éstas
a
su
vez
oraciones que en conjunto formaban párrafos. Recuerdo
que
trabajábamos
con
esmero
en
planas de palabras y leíamos oraciones que en realidad tenían poco significado para mí, como “Tomás toma té ”. Pensaba que no conocía a ningún “Tomás” y eso de que “toma té” me hacía
pensar
que
estaba
enfermo,
pero
de
cualquier manera tenía que hacer este tipo de ejercicios para saber leer y escribir. Poco tiempo después llegaron a
la escuela
unos libros, se tra taba de los libros de texto gratuitos
distribuidos
por
la
Secretaria
de
Educación Pública (SEP). Recuerdo que eran muy bonitos con ilustraciones llenas de color, claro que eso era lo más llamativo. Entre ellos
Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 3, mayo de 2012
Página 67
estaba el de “español” de lecturas. Mi maestra decía que se tenía que hacer una lectura al día de ese libro. Pero honestamente ella no se daba
abasto
programas
con
de
tantas
estudio
cosas
de
las
que
los
diferentes
asignaturas que cursábamos, le exigían, así que leíamos cada que recordaba que debíamos de hacerlo o que en la dirección escolar le pedían el control de las lecturas. En
aquel
tiempo
las
tardes
me
parecían
aburridas y eso me llevó acercarme de manera profunda a este libro. Leí las lecturas que contenía
para
matar
la
monotonía
y
me
funcionó, fue tan bueno que comencé a soñar. Soñaba con las princesas de los cuentos –aquí entre nosotros, qué daño me hicieron estos cuentos porque crecí esperando mi príncipe azul y a la fecha no ha llegado –. Después de los cuentos de princesas, me seguí con las diversas lecturas que había en aquel libro, así pasé
por
adivinanzas,
canciones,
refranes,
fábulas y chistes que aun hoy día recuerdo. Aunque no puedo recordar leer con mi maestra si vienen a mi mente mi libro que al pasar el tiempo
ya
estaba
un
poco
gastado
y
con
algunas hojas desprendidas. Al final del curso la profesora vio mi caja de sueños –así le llamaba a mi libro– hecho una baraja, y sin más
le
mandó
enterándola
de
un tan
recadito atroz
a
evento.
mi Mi
madre madre
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siempre ocupada sólo me dijo que porq ué no cuidaba
el
dichoso
libro
y
entre
enojos
y
regaños perforó de un sólo golpe el lomo de mi cajita, me dio un hilo con una aguja y a co ser. No quedó muy bien. Pensaba que si apretaba fuerte el libro podía lastimar aquel compañero de sueños, aquel confid ente de ilusiones y eso era algo que no debía de hacer. Al siguiente día lo llevé a la escuela y la maestra
lo
miró
como
pensando
“qué
mal
quedó”. Pero la compostura era necesaria para la dichosa exposición de final de curso. Así que durante varios días mi compañero quedó decomisado en aquel frio salón listo para el magno evento final. Así fue como después de que muchos padres lo observaban por encima después de algunos días mi cajita de sueños volvió a mi sin que la maestra preguntara si lo habíamos
leído
o
no,
creo
nunca
le
interesó.Pasando por todos aquellos grados de primaria con ellos venia un libro nuevo para soñar
aunque
interesó
a
pienso
mis
que
eso
profesores.
nunca
Pero
les
siempre
esperaba ansiosa mis libros de lectura. Así comencé por el delicioso camino de la literatura, descubrí que aun de adulto puedo soñar
con
libro.
Hoy
pensaba
las
en
día
historias soy
cómo
plasmadas
profesora compartir
y
con
en
cada
madre, los
y
niños
aquellos mundos maravillosos con los que soñé
Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 3, mayo de 2012
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y
sueño.
Descubrí
que
si
un
niño
lee,
su
infancia está llena de magia así que durante mi práctica docente mi gran meta muy aparte de cumplir con los planes y programas de la SEP, es que los niños sueñen con las lecturas. Así que cada día antes de iniciar clases leemos algún cuento o fábula, o lo que ellos decidan leer. Es verdad que no a todos les agrada la idea pues la era de la tecnología les ha comido y
viven
atrapados
en
los
videojuegos.
Los
libros no son uno de sus principales intereses, pero
aun así continuo
acercando a
muchos
niños al maravilloso mundo de los libros no sólo
leyendo
lo
escrito
sino
haciendo
que
inventen sus libros, sus propios mundos donde algún día sus hijos soñaran. Todo esto de hacer que los pequeños no sólo lean sino que expresen su pensamiento por medio de la palabra escrita es sin duda alguna una gran aventura. Hace tiempo cuando nació mi
hijo
comencé
a
imaginar
qué
tipo
de
persona quería que él fuera. Obvio me imaginé a la mejor persona del mundo y entonces pensé que si él leía y escribía desde pequeño harí a de su mundo un mejor espacio. Recuerdo que de muy pequeño leíamos libros de animales de colores
y
sus
ojos
se
iluminaban
de
mil
emociones. Al crecer, encontró en casa de sus abuelos paternos un libro acerca de un pintor llamado Alberto Gironela y lo traj o consigo. No sólo intentaba leerlo, sino que también trataba
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de
copiar lo
que estaba
en el libro, hacía
garabatos queriendo resignificar la historia de aquel pintor. Sin duda alguna le gustaron sus pinturas así que comenzó a pintar en cualquier papel y de scribía las obras con lo poco que sabía de letras. Parece mentira pero en el último grado de preescolar ya sabía leer y escribir, digo que parece mentira porque en mis tiempos, a esa edad sólo jugábamos. Así que mi hijo se la pasaba pintando y escribiendo cartas
a
todas
las
personas
dignas
de
su
afecto. Es a partir de todos mis experimentos y experiencias con él que he descubierto muchas formas para hacer que los niños se interesen por
la
lectura
y
puedan
expresar
su
sentimientos al escribir o pintar todo e so que suelen imaginar y que a veces no entendemos los adultos. Acercar libros, hojas, colores a los pequeños es estimular su creatividad, es abrir un espacio para crear personas capaces de manejar su emociones y expresar sentimientos que faciliten sus relaciones interpersonales.
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Tlaloke. Revista de literatura crítica Relatos de vida de escritores, enseñar y aprender literatura
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