Revista Tlaloke, mayo de 2012

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Tlaloke. Revista de literatura crítica Relatos de vida de escritores, enseñar y aprender literatura

Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 3, mayo de 2012

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Directorio Diseño, edición y distribución: Odilón Moreno Rangel. Contacto: http://facebook.com/teskatlipokatepetl http://issuu.com/teskatlipoka http://tlalokerevlitcritica.blogspot.mx/ ueuetezca72@hotmail.com La obra plástica que ilustra este número es de Bárbara Pérez Martín (Barbaratrix Zerep). Prohibida

la

imágenes,

reproducción

sin

previa

de

los

autorización

textos de

o los

autores.

Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 3, mayo de 2012, es una publicación mensual editada por Odilón Moreno Rangel. Número exclusivo: Dirección:

de

reserva

de

derecho

al

uso

04-2012-020810221300-102. Buenavista

#

702-A;

colonia

Cuauhtémoc; Pachuca, Hidalgo, México; C. P. 42020.

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Editor Publicar una revista literaria, me ha implicado un proceso de aprendizaje desde la selección del material, la estructuración de la revista y los mecanismos de difusión. Empecé sin saber a ciencia cierta lo que tenía que hacer, sólo mi pasión por la escritura y la lectura me llevaron a editar los dos primeros números de "Tlaloke. Revista de literatura crítica". Pero la edición fue en base a lo que creía que debía de incluir. Para

tratar

de

mejorar

revistas electrónicas

revisé

lo

que

otras

y escritores hacían

en

internet para difundir su producción literaria. En base a esta revisión logré reestructurar la revista. Ahora la revista consta de tres partes principales:

creaciones

literarias,

relatos

de

vida de escritores de literatura, y narrativas de experiencias de enseñanza y aprendizaje de literatura

en

cualquier

tramo

de

educación

escolarizada. De tal manera que se aborda la producción literaria de escritores emergentes o ya con cierto prestigio en el campo, que es una sección obligada de cualquier revista literaria, pero

lo

que

aporta

"Tlaloke…

",

es

la

publicación número tras número, de un proceso de

investigación

relacionados

con

social la

sobre

literatura,

sujetos

investigación

que está a mi cargo. Epistemológicamente el proyecto de investigación está planteado desde un enfoque hermenéutico crítico y trata sobre los sentidos y significados que tres actores

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sociales

dan

a

lo

literario.

Entonces

relacionado se

trata

al

de

campo

estudiar

al

escritor y sus creencias, acciones o estrategias para ingresar y competir en el campo de la literatura. Los otros dos actores son profesores y

alumnos,

proceso

de

y

los

significados

enseñanza

y

que

dan

al

de

la

aprendizaje

literatura. De tal manera que en este número hay

las

tradicionales

creaciones

literarias,

relatos de vida de esc ritores, y narrativas de profesores y alumnos sobre lo que significa para

ellos

haber

enseñado

o

aprendido

literatura. Por

otro

lado

Tlaloke,

ya

tiene

un

blog:

http://tlalokerevlitcritica.b logspot.mx/.

Este

blog deriva de "Tlaloke. Revista de lit eratura crítica",

por

consecuencia

lleva

el

mismo

nombre pero una lógica de trabajo distinta. En el blog lo mismo puede ir una versión diferente de lo que se publica en el mes correspondiente en

la

revista

aparecerá

en

entradas

que

que el

adelantos

próximo serán

de

número,

parte

del

lo así

que como

proceso

comprensivo de los sentidos y significado s que los actores sociales antes mencionados dan a su quehacer íntimamente ligado a la literatura, y por su puesto los comentarios que tengan que ver con la propia valoración de la calidad literaria de lo que se publica. Siendo así el blog no es forma de p resentación diferente pero igual en contenido de la revista, sino que

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pretende ser la parte dinámica de la misma donde los lectores puedan interactuar con sus comentarios

sobre

el

propio

avance

de

la

comprensión de los sentidos y significados de los actores antes mencionados y de la calidad literaria cuentos y poemas. Finalmente

mi

corazón

humea

de

agradecimiento a todos mis amigos y amigas que

me

apoyaron

con

sus

extraordinarias

creaciones para que este número haya sido posible.

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Índice

Obra plástica que ilustra este número. Bárbara Pérez Martín (Barbaratrix Zerep) . Nacida el 30 de Mayo de 1986 en Zaragoza (España) "La ciudad del cierzo". Dedicada a la sanidad y a la creatividad me he ido decantando a varios trabajos que han descompensado mi mundo interior ya que la obligación de trabajar en cualquier cosa porque hay que conseguir dinero, casi acaban conmigo. Poetisa vocacional desde hace diez años la poesía, la pintura, la fotografí a y las demás Artes han ido logrando que encuentre mi camino y lo más importante... que me encuentre a mí misma. Con mis obras basadas en la búsqueda espiritual, el amor y sobre todo la sociedad en este caso con mis pinturas y dibujos busco el lograr que l a gente deje de pensar y se siente a imaginar y divagar sobre lo etéreo, lo abstracto y la belleza, basándome en la cromoterapia y el uso de las formas para dar la alegría que le falta a esta vida tan extraña. Contacto: http://www.youtube.com/user/vendedoradel... ,

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http://dondeviveelkarma.blogspot.com/ , http://www.fotolog.com/espectraneutra , http://twitter.com/#!/Espectraneutra , barbara_zgz_86@hotmail.com , http://facebook.com/creadoradeletras

Creaciones literarias, 16

Ilnamiki, 17 Sergio Eduardo Ospina Rodríguez . Teléfono:(55) 56728338 Cel. (044) 55- 14 75 8939, contacto electrónico : sergio_ospina@yahoo.com.mx, www.ospinarte.com, http://sergiospinaplastica.blogspot.mx/ , Sergio Ospina Nace en 1975 en la Ciudad de México. Su obra plástica enmarcada como abstraccionismo orgánico ha sido expuesta ininterrumpidamente desde el año 2002 en la ciudad de México y estados vecinos.

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Granicero, 21 Oscar Baños Huerta . Soy El Chanejke aunque algunos me llaman Oscar. Nací en punto de las tres de la madrugada. Cuando vine a la vida fue la lluvia quien me recibió vestida de tromba y selló desde entonces un pacto conmigo; está presente en las caracolas que son mis oídos, en mis pulmones llenos de aguaceros, en el temporal del que se vistió mi alma. Llevo en los ojos el arañazo del relámpago, en los pies los

caminos

y

el

pensamiento

preñado

de

horizontes. Vivo en Hidalgo, con sus montes, sus neblinas, con el viento incesante, con los bosques y selvas ancianas. De todo ello están hechos mis recuerdos, de todo ello tejo poco a poco lo que escribo, lo que cuento, lo que veo y vivo, lo que me platica la tierra sabia y sus hijos,

mis

hermanos.

Contacto:

http://facebook.com/CHANEJKE , o si le quieres mandar un correo a: chanejecatl@hotmail.com

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Ahuautle en mis ojos, 23 Miguel

Án g e l

Martínez.

Nació

en

1965.

Actualmente radica en Morelia, Michoacán. Sus sitios

en

internet

y

contacto:

http://puntosy.blogspot.com , http://soyelespiritudelamuerte.blogspot.com , http://titeressincabeza.wordpress.com , http://facebook.com/smycke7

El regalo, 24 Odilón Moreno Rangel. Nací (1972) y resido en Pachuca, Hidalgo, México. Mi último grado académico es maestro en Ciencias de la Educación por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Actualmente me desempeño como profesor de una institución de educación superior especializada en la formación docente.

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Carta 1 (2009), 28 Roy Dávotoc (Perú, 1981). Estudió en Universidad Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle” La Cantuta. Editor de Editorial Ámbar. Ha publicado los poemarios "Alma. Cuando un corazón emigra", " La lluvia nos detiene", "Gradus" y "Confesiones para Raziel". Actualmente está preparando un libro de cuentos y una novela. Se desempeña como profesor de literatura. Contacto: roydavatoc@peru.com , http://www.facebook.com/roydavatoc

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Nunca miramos el mar, 31 Andréi García Amaya . Nació un 29 de enero y también nació ayer, tiene 26 años, poblano, poeta,

dibujante,

unicornios

azules,

narrador, afinador

domador de

violines

de de

cartón, probador profesional de hamacas. Cree que el poeta es la huella de un relámpago de Zeus, heredero de un penacho de palma ; que la poesía es como una Fuerza de Liberación Nacional que dispara realidad; que las palabras son códices sagrados impresos en aerosol. Proven iente de una raza que juega con el sol y que viaja al suspiro de un caracol. Bosteza nubes si se emborracha de lluvia. Contacto: http://facebook.com/shiranui.jp , shiranui.jp@gmail.com

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La vereda, 34 Tercera y última parte Ricardo López Jiménez. Vive en la localidad de Munitepec, municipio de Tlahuelilpan. Es profesor y trabaja en educación inicial en Programas Compensatorios en Pachuca. Hidalgo, México.

Relatos de vida de escritores, 39

Yo escritora, 40 Valeria Cecilia Pariso. Nace en la Provincia de Buenos Aires en 1970. En 1993 egresa con el

título

de

abogada

de

la

Universidad

de

Buenos Aires. Es poeta y escritora, publicó antología con varios autores, entre ellos "II Colección

de

Autores

contemporáneos

-

II

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Certamen amor",

de

poesía s,

Editorial

"Poesía

cuentos

Embajada

encontrada",

y

de

Ed.

cartas

de

las

Letras,

Dunken

(2007),

"Vuelo Íntimo", Ed.Dunken (2008) y "Lunario", Dunken (2008).

Destino de escritor, 46 Adán

de

Maríass

[seudónimo

de

Miguel

Ángel Colán Ramos]. Nació en Lima, Perú el 15 de abril de 1960, y estudios no concluidos en la Universidad San Martín de Porres en la Facultad

de

Educación,

y

Literatura

en

La

Universidad Nacional Mayor de San Marcos. En julio

de

1989

se

publican

los

poemarios

titulados «Sol de Madruga da», y «Júbilo», que fueron publicados como un solo libro gracias al auspicio de CONCYTEC en 1989 a través de un Premio textos

de

subvención.

en

diversas

Cinosargo,

Revista

[donde

He

colaborado

revistas

literarias

Culturamas

actualmente

escribo

de mis

con como

España

artículos]

Revista Archivos del Sur, Revista Papirolas, Matemáticas

y

Poesía,

AuroraBoreal.net.

Escribo en seis blogs, uno de ellos Blog de Adán

de

Maríass

en

Bligoo,

el

otro

en

La

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Comunidad del diario El País España como Desde Adán de Maríass, Adán de Maríass en Transbordo,

Adán

de

Maríass.Blog

en

W ordpress, en W attpad, y en Textale.

Crear como existencia, 53 Sergio Eduardo Ospina Rodríguez .

Narrativas de la experiencia de la enseñanza y el

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aprendizaje de la literatura, 58

¿Enseñar literatura?, 59 Maribel escuela

Monzalvo

Moreno.

telesecundaria

en

Profesora

Hidalgo,

de

México.

Estudió en la Universidad La Salle, Pachuca , Hidalgo. Contacto: mucky8@hotmail.com

Caja de sueños, 67 Sandra Avila Avila. Es profesor de educación primara en escuela particular en Hidalgo, México. Contacto: florecitarockera1914@hotmail.com

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Creaciones literarias

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Sergio Ospina

Ilnamiki

I

Nuestros

gritos

son

alaridos

de

adrenalina

electrizante que ahuyentan a los Bistlis de las copas de los árboles. Con dos heridas en el costado, la bestia cae en el aguadonde intenta escapar

hacia

las

profundidades.

Mientras

Yarko espera en la superficiede la charca, de un salto me zambullo sosteniendo el anzuelo en extremo de la soga para atrapar a la presa. Busco sus colores brillantes entre las rocas que

delaten

aparece

tras

su de

escondite .En mí

para

un

colarse

segundo entre

mis

brazos, casi lo logra, gi ro y de un manotazo le clavo el gancho en una pata. Le entrego a Yarkoel extremo de la soga y pido que los diosesayuden en la lucha, desesperado él me la arrebata. Después de cierto tiempo el Tander, cansado, se niega a morir, se asoma en la superficielanzando violentos coletazos. Arrastrada por su fuerza, Yarko me apresura de un grito a sujetarla soga y la suelta en el instante en que rozo sus dedos.De repente y para mi sorpresa, hecha a acorrer hacia la enorme cabeza de la bestia, salta y pa rece volar sobre el agua directo para que lo engulla, pero en lugar de eso, en el aire desenfunda su Poshtli

para

clavarlo

entre

los cuernos,

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salvándose de ser tocado y sumergiéndose a poca distancia. La noche ha caído, y con ella la lluvia, misma que

nos habla con dos relámpagos que

yo

interpreto como visión y advertencia. Después de cortar los últimos pedazos, Yarko toma el corazón

de

la

presa

y

se

dirige

al

árbol

protector para ofrecerlo al cielo como título a su iniciación. Nos guarecemos en silencio en una

cueva

y

al

pasarla

tormenta,

miramos

hacia el cielo esperando a que aparezca el color

cobrizo

en

lo

alto

del

cielo,

cuando

estalla el punto rojo de la Luna. Al

despertar,

Yarko

ha

partido

en

la

embarcación dejándome la mitad de la caza como carga. Me guardo mis disgustos, pero cuando lleguemos con los jefes, todos sabrán de su insolencia y sobrada soberbia. Lo más rápido que mis piernas pueden hacerlo, corro hacia

la

vereda

pero

me

detengo

al

ver

sorprendida entre las hojas el Poshtli de Yarko que en su partida ha olvidado. A lo lejos se repiten los dos mismos truenos de la noche anterior,

pero

esta

vez

una

intensa

luz

parpadea entre los árboles. Un vacío en el estómago sube hasta mi garganta y me hace enmudecer. Pasmada noto que las huellas de Yarko en la arena se van desvaneciendo. II

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Algo golpeó por debajo de la embarcación. En un

remanso

de

la

charca

se

ondula

el

majestuoso cuerpo azulado de un Mantaser con el

aguijón

extraña

de

su

cola

encrestado.

Es

una

y hermosa caza de tres metros de

largo. Sin pensarlo dos veces, enfilo con el remo hacia la orilla, mientras mis ojos no dejan de poner atención al reflejo del remanso. En ansiosa espera a su aparición mi corazón se acelera. Con el antebrazo seco las gotas de sudor que hacen arder mis ojos, mis pasos tocan el pegajoso lodo, desenredo la soga y desembarco los restos del primer Tander para colocarlos a manera de anzuelo en contacto con el agua. Aseguro mi ruta de un vistazo y me dirijo a una pequeña hendidura del peñasco para resguardarme, pero un descuido en el filo de una esquina

me hace una herida en el

pulgar de mi mano derecha que ha goteado en el agua. Con grandes bocanadas el Mantaser sale del agua y se dirige a mí a toda velocidad. Sus alaridos que succionan los alrededores hacen retumbar

todo

el

lugar,

mis

sentidos

se

estremecen excediendo su capacidad. Huir no es opción, doy tres pisadas dispuesto a saltar en defensiva, pero el Poshtli no está en mi cintura. Atónito sólo cuento con mis manos como arma. Hago frente a la bestia no como el guerrero que siempre deseé ser, sino como el guerrero enemigo de mi mismo, que su fatal

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desenlace está condenado a enfrentaren una lucha en la que venzo, venciéndome. Impedido mi cuerpo, recibo un halo de luz en un flechazo que moldea mi conciencia. Mi alma anula el orden lógico de las cosas y entregándome a la luz, todo se convierte en un duelo entre uno mismo y sus acciones. Pongo

fin

a

la

resistencia.

Todo

es

un

intrincado diseño geomé trico que reconstruye mi

en

existencia

un

sólo

momento,

éste…,

donde el tiempo cambia en un instante y mi espíritu recorre el río y sus alrededores, hasta regresar en un instante del universo más lejano deteniéndose Chris

que

un

momento

contempla

el

sobre Poshtli

mi

amada

entre

sus

manos. Decido estar en el centro en ebullición del volcán de la Luna. La Tierra a lo lejos se apaga

poco

a

poco

de

mi

vista

como

las

huellas que he dejado plasmadas en la arena.

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Granicero

Oscar baños Huerta

Los cerros se le vantan envueltos en su rebozo de

neblina,

moles

eternas,

guardianes

del

paisaje casi estático, casi muerto. Los viejos caminan lentamente hacia el cerro sagrado, señor que hace nacer la vida. En su interior, dicen, se encuentra un pueblo perdido que se alimenta de comida milagrosa, sembrada a la luz de minerales luminosos. A esos pobladores, mitad hombres, mitad dioses, van los abuelos a pedirles el sustento, a ellos se les lleva las ofrendas, se les canta las oraciones. Empezó a tener el sueño desde que er a un niño,

desde

que

pasaba

las

noches

en

un

petate tendido en el suelo de tierra del jacal en el que vivía con sus padres y hermanos. El sueño era siempre el mismo y aparecía antes de que llegaran las lluvias. Del

sueño

miraba

despertaba

sus

manos

por

llenas

la de

madrugada, granizo

que

brillaba como estrellas rotas, corría fuera para observar mejor.A la luz pálida del amanecer, los cristales de hielo se evaporaban con la primera caricia del sol y las pequeñas nubes en que se convertían subían al cielo fo rmando figuras, un alacrán, un borrego, el hocico de un tejón. Las lluvias llegaban entonces con sus ecos de tambores

sagrados,

haciendo

retumbar

la

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tierra,

dándole

de

beber.

Él

se

quedaba

acurrucado en una esquina del jacal con los huesos subiendo

entumecidos, y bajando

en

con

los

calambres

su

carne,

no

podía

moverse, le era imposible levantarse hasta que las nubes se alejaban a parir el agua en otro lugar. Fue

una

tarde

de

tormenta

cuando

una

urgencia del espíritu, un llamado hipnótico de las nubes lo sacó arrastrándose del jacal.El cielo oscuro se iluminaba con los arañazos azules de los rayos y su canto de guerra. Con un esfuerzo descomunal se dirigió a la laguna, sus manos entumecidas empezaron a llenarse de granizo, el viento le congelaba los dedos, e l estruendo

celeste

le

reventaba

los

oídos.

Después la quietud, el olor a tierra mojada, el suelo macizo del jacal, los días lentos, las fiebres adheridas a la carne, los ojos que se negaban a abrirse, que aprisionaban párpados adentro, visiones alucinante s, desgarradoras. Al

despertar,

el

pecho

abierto,

un

corazón

nuevo, líquido, aguacanto, padretrueno; entre las

entrañas

carmesí,

la

brújula

eterna,

el

caracol que llama tempestades.

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Ahuautle en mis ojos

M i g u e l Án g e l M a r t í n e z

El

l ago

l ágri mas ll ev ándos e

en

do nde s al adas

mis

derramé

mis

desaparece

rec uerdos

de

una

niñez s al picada por l a i ndiferenc ia, por ti erras agrietadas ansi os as de vi da.Esc ucho a l a redecill a v ol ar por l os vi entos atrapando mi pensami ento ens imis mado.Mi

resignación

corre

entre el agua henchi da de gl obitos blanc os asi dos a un madero.Siento l a qui etud del agua c erc ar al mi edo de mis pas os que parten por l ugares i nci ertos .Tiempos

di fic ultosos

en

z apatos de niñas v an dej ando huellas en mi tris te mi rada. La pesc a del ahuautl e es tremec e mis manos que li mpian mis l ágri mas ya s ec as de muj er,res tregándome el pas ado de mi olvi dada v idaque se fue co n l a sequía del l ago de Texc oc o.

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Odilón Moreno Rangel Tlakaelel vertió el líquido y el bagre sobre las piedras que había depositado en el piso. El

El regalo

agua

no

se

desparramó,

quedó

suspendida

entre las rocas. El bagre tampoco se salió del agua.

“¡Ah!”,

exclamaron

los

pequeños.

Tlakaelel, tomó delicadamente el pez entre sus manos. Lo acarició amorosamente y lo mostró a sus amigos. –Es el señor bagre –explicó a sus compañeros. Mientras Tlakaelel hablaba, también bailoteaba de gusto–. Viene del río de Atlapexco –los niños pronunciaron otro “¡Ah!”, pero esta vez lo prolongaron unos segundos más. Tlakaelel soltó al pez en el agua. El animal se arremolinó en el líquido como para alistar sus músculos. Era una señal. Tlakaelel lo sujetó de los bigotes y lo montó. A u n apretón de piernas del niño y el bagre, el agua y las piedras comenzaron a flotar sobre los mesa bancos y materiales de trabajo. Luego Tlakaelel jaló los bigotes del pez y le pegó en los costados con los talones de sus pies como quien arrea un caballo, y comenzaron a dar vueltas por el cuarto. Se escuchaba el sonido de la corriente de un río, entremezclado con las carcajadas de los niños. Los infantes subían y bajaban de los mesa

bancos,

mientras

gritaban:

“¡Yo

Tlakaelel! ¡Yo T lakaelel!”. Tlakaelel detuvo la montura y dijo:

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–Está bien –movió la cabeza de arriba a abajo en repetidas ocasiones en señal de acceder a la petición–. Quédense donde están y paso por ustedes de uno en uno. Tlakaelel, llegó a dónde Jimena Adalid. La niña dio un brinco y quedó en el lomo del pez, rodeó la cintura de Tlakaelel, y dieron un par de vueltas por el salón. Todos reían, y gritaban, parecía

un

Tlakaelel

torrencial con

cada

de

alegría.

uno

de

Así sus

hizo ocho

compañeros. Cuando hubo recogido a todos, aquello era una enorme ti ra de niños sobre un bagre que era como cosa de no creerse. –¿Escucha eso, profesora? –Preguntó Marcela, la directora del jardín de niños, a la educadora Gloria. –Parece como una corriente de agua –contestó extrañada la profesora Gloria. –Como que se está tirando el agua. Vamos a ver

de

qué

se

trata

–sugirió

afablemente

Marcela. Las dos profesoras se asomaron al patio.

En

cuanto

miraron

lo

que

pasaba

abrieron los ojos incrédulas. Salía un arroyo de agua

del

salón

de

clases.

Pero

también

escucharon la algarab ía de los niños. –Seguro es Tlakaelel –dijo la profesora Gloria– . ¡¡¡Necesitamos corregir a ese niño!!! –Vaya a ver qué están haciendo esos chiquillos y regrese. Acá aclararemos el asunto – indicó

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Marcela con un gesto amable. La profesora Gloria se dirigió presurosa al grupo. Se paró en una de las ventanas y miró a toda la chiquillada dar vueltas y riendo, montada en un bagre de color azul marino, salpicado de pequeñas motas blancas y de enormes bigotes. Luego se acercó a la puerta, y abrió. Pensó decir “¿Alguien me quiere explicar qué está pasando?”. Pero no pudo porque luego que abrió la puerta, un chorro de agua, seguido del bagre, Tlakaelel y los demás niños, la echaron de espaldas por el piso del corredor. Los niños reían, sin parar. –¡¡T lakaelel!!

–Gritó

irritada

la

profesora

Gloria. Los niños no hicieron caso. En un santiamén estaban en la escalera que lleva al segundo piso. La profesora Liliana, salió de su aula para ver qué sucedía. Al asomarse, también recibió

un

torrente

de

agua

que

la

dejó

empapada e hizo berrinche. El bagre, Tlakaelel y sus compañeros, tomaron por asalto el comedor y las aulas de los otros grados de preescolar. Otros niños se agregaron al juego. La tira de infantes creció. Aquello parecía una serpiente de niños. Los chamacos culebreaban divertidos por todos los rincones de

la

escuela.

Las

profesoras

enloquecidas

iban detrás de ellos para tratar de restablecer el orden. Una de ellas, alcanzó la cola de la

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tira de infantes, pero no pudo detenerlos, al contrario,

fue

arrastrada

por

la

impetuosa

fuerza de los niños y el bagre. La profesora Claudia, trató de auxiliar a su colega, pero también la jaló la fuerza de niños. Las otras profesoras hicieron lo mismo, y de igual manera sucumbieron al brío del bagre y de los niños. En fin, después de unos minutos que

comenzara

a

jugar

Tlakaelel

con

sus

compañeros de clase, prácticamente toda la comunidad escolar, se encontraba culebreando por

las

instalaciones

de

la

escuela,

menos

Marcela. Este es un extracto de “El regalo”, la versión completa en: http://issuu.com/teskatlipoka/docs/reg_01

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Carta 1 (2009)

Roy Davotoc A Lizbeth Carranza R. Por enseñarme el mundo en sus ojos. Afuera

estuvo

lloviendo.

Las

calles

y

las

personas llevan esa tristeza interna que sólo deja la lluvia. Tú ya sabrás como es aquí, con mis cuatro cerros grises y mi corazón. Los días de

neblina,

lentos,

cubriéndome

las

manos

porque es invierno sobre Agosto. Sé que estás allá en algún lugar de Lima, como un punto sonoro y frágil, profundo como un bolero nuestro. Liz, ¡qué te puedo decir!, no sé nada de música. Lo siento.Me sonrojo cuando tu palabra late al ritmo de Chabuca Granda o algún otro artista que te ha de gustar mucho. Soy de pasos tan torpes y pesad os, soy pobre en el sonido y en desnudarme en el mar. Tengo

miedo

a

este

silencio

sabes,

tengo

mucho miedo de que mi palabra no me alcance para describirte el mundo y por ello te escribo con cierta desesperación, porque tengo mucha nostalgia de ti que arde mientras te pienso. Sabes que no hay mucho, que repito palabras de

mi

corto

vocabulario

para

decir

que

te

extraño o decir lo siento; pero muchas veces soy sólo una despedida inconclusa en el alma de un árbol. Lo sabes. Y tú, que vas volando por ahí, acariciando la noche como un gato

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herido,

o

como

un

pequeño

colibrí

de

tres

letras, quizá no sepas de esta nostalgia y eso está bien. También quisiera que no supieras de paisajes tristes, que no supieras cómo muere un pájaro o una planta verde en el desierto, pero no me alcanzan las manos para taparte el mundo, y es que al igual que tú, tengo los pies llenos de arena y de recuerdo. Me

haces

reír

cuando

pienso

que

el

gallo

cantaría en tu ventana, si, es así, lo recuerdo, un sonido de guitarra detiene el tiempo, y de pronto estas aquí como la luna, y como el amor celeste que de ella cuelga. Yo me lleno de risa en el ombligo y en el hoyuelo que se perdió de mi mejilla derecha. Me lleno de risa y de ti, como diría mi corazón. Perdóname por decir de más, si se me escu rre una palabra de perro, rota y tendida como una playa glacé. Pero así soy. Ya sabrás más de mí en

mis

campos

cuando

la

trilla

tiemble,

y

perdóname también si lloro mientras cocino, si la

enfermedad

desangro,

y

se

te

hace

ausencia

reconstruyo

con

y

me

pal abras

cuando no estás como un rostro abierto o una antología callada que el viento hace verbo. Afuera estuvo lloviendo Liz, ahora lo sabes. Pero yo estuve aquí sin importar la lluvia, aquí, en

el

parque

como

siempre.

Y

aún

espero

sabes, mucho espero que pa ses por mi banca,

Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 3, mayo de 2012

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que

pases

un

día

y

que

sonriendo

me

reconozcas… ¡A y Liz! sólo eso, que me reconozcas. Siempre tuyo: David.

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Nunca miramos el mar

An d r é i G a r c í a A m a y a i nunca miramos el mar. ni buscamos su reflejo entre los botes, ni nos abrazó su rugiente furia, ni flotaron las gaviotas, ni mantuvimos la ventana entreabierta, ni recosté mi cabeza sobre tus piernas. ii nunca miramos el mar; ni lo escuchamos, ni entrecerramos los ojos : -enternecernosiii junto a la ventana apoyado contra la noche, espero. no puedo recorrer la noche, se extiende hasta lo inalcanzable hasta donde no es posible esperar.

Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 3, mayo de 2012

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-nunca aprendí a hacer las cosas con sigilo iv me atormentas diciendo que llegaras más tarde y la indiferencia te atrapa en cualquier lugar desconocido. no me esperan tus jeans ajustados, ni tus zapatos, ni tu bolso de mano, ni tus teléfono celular o tu llavero, ni siquiera tu indiferencia me espera v quizá no lo adviertas, pero te miro y pareces sola; te miro y no perteneces a nadie, porque no te perteneces a ti misma. te darás cuenta un día mientras te maquillas frente al espejo, y agacharas la cabeza, como avergonzada. -se que no te agradan los sabores

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Resecos del invierno vi no llega la tarde en que hagamos el amor con toda calma, ni me ponga mi camisa color vino y tu pidas comida china. y mi cabeza repose en tus piernas y yo recuerde este gesto -el de hoy mismo, entristecido por la espera vii la noche ya se extingue y algo regresa con ella viii nunca miramos el mar. nunca entrecerramos los ojos y nos enternecimos.

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La vereda

Tercera y última parte Ricardo López Jiménez Yo creo que también para taladrar mi espíritu me invitó a la ceremonia del Shita . Fue mucha casualidad que me permitieran asistir a una ceremonia vedada a los ojos profanos. Escuché cómo

entre

dientes

comentaron

dos

campesinos, con un dejo de miedo: déjenlo pasar

sino

se

va

a

enojar

el

Conrado.

La

ceremonia duró toda la noche y él nun ca se separó de mi lado según que para explicarme el significado de cada paso del ritual. Me lo imaginaba

como

la

víbora

del

paraíso

o f r e c i e n d o l a m a n z a n a . H i zo q u e l e o f r e n d a r a a la

gran

máscara

de

madera,

fumar

tabaco

crudo e introducir el carrujo humean te en el orificio

que

hacía

las

veces

de

boca

y

le

convidara del aguardiente que me dio a beber en abundancia: pídele un deseo al Shita. Me dijo: y yo hubiera querido que él se muriera. Como fuera pero que me dejara en paz para que yo dejara de sentirme af iebrado, con esa m e zc l a

de

miedo

y

curiosidad

por

lo

que

seguía. También por esta vereda pasaron cargando en mulas

o

en

sus

espaldas,

los

bultos

de

cemento, de cal, la varilla y el alambre todos los del Borbollón; hombres, mujeres, niños y ancianos, para hacer el aula de la primaria. También por aquí pasamos cargando los libros

Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 3, mayo de 2012

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de

texto,

burocrática

porque

debido

enviaron

los

a

una

torpeza

materiales

a

la

cabecera de zona y no a la comunidad. Pero todo eso les llena de orgullo y cómo no, ya quisiera yo tener el espíritu de esta gente. Bueno, siendo justos puedo decir que somos los únicos que aceptan estar en estas tierras, yo mismo he sido testigo de cómo muchos recién egresados de la Normal llegan por la mañana,

ven

las

condiciones

de

estas

comunidades, se la pasan llorando por la noche y al otro día se regresan. Todas

las

tardes

se

le

dio

por

venir

con

cualquier pretexto a donde yo me quedaba. Q u e s i c o n u n q u i n q u é q u e a l u za m á s q u e l o s que da el gobierno, que si unas jícamas que cultivó en su huerto, que si uno de esos dulces que prepara su esposa con ajonjolí o semillas d e c a l a b a za y a z ú c a r a c h i c h a r r a d a o n a d a m á s porque iba pasando cerca. En cada visita se me aproximaba más, por eso dejé la casa del maestro con el pretexto de que entraba el agua de lluvia. La mejor justificación me la dio la víbora que se acurrucó en la mera entrada. Ese día llegó don Hermelindo y desde afuera gritó: maestro, no vaya a salir porque afuera hay una víbora. Espérese a que la mátemos. Cuando salí ya habían matado a la mahuaqui te más grande que yo haya visto en mi vida. Él siempre estaba ahí, o mejor dicho siempre está

ahí:

sus

ojos

parecían

las

hojas

del

Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 3, mayo de 2012

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cafetal

o

por

lo

rojos,

dos

frutas

de

café

c e r e za , s i e m p r e e s p i a n d o . C o m o s i s e h u b i e s e propuesto meterse en mi ser… Una vez fueron mis

compañeros

a

visitarme

al

Borbollón,

fuimos a nadar al arroyo en esa parte donde se divide en varios ramales, por eso le pusimos la pequeña Venecia, y al final nos bañamos en la cascadita. De pronto voltee porque sentí una m i r a d a s o b r e m í . E n t r e l a m a l e za , a t r á s d e u n a espesa cortina de lianas estaba espiándonos, o para ser más preciso, me espiaba. Hasta me pareció ver que se masturbaba. Cuando la ansiedad lo desbordó vino y me dijo: qué

pues

profesor

¿Cuándo

nos

vamos

al

arroyo? Ya de nochecita para agarrar el fresco y nos quitamos este calor. Para no mostrar temor le contesté: cuando quiera don Conrado Si pues, pero a la media noche; me contestó - Y remató su frase con esa mirada tan suya que penetra, que hurga, que invade. Desde ese día, d e c i d í c a m b i a r m e d e zo n a , a u n q u e t u v i e r a y o que

dejar

la

compañeros…

p l a za . a

lo

Nunca mejor

les no

dije

me

a

mis

creían

o

llegaban a pensar que eran ideas mías. O tal vez podrían creer que yo provoque todo. A los del sindicato les convino porque ya viene la renovación del comité seccional y como soy el delegado vieron la oportunidad de debilitar al grupo,

por

eso

inmediatamente.

a u t o r i za r o n Claro,

me

el

cambio

pusieron

la

condición de votar por sus candidatos.

Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 3, mayo de 2012

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Ahora voy a dos tercios del recorrido y desde aquí puedo ver la gran cueva a donde según la gente, habita el Shita, el espíritu protector de todo cuanto hay en el monte. Ellos dicen que si no lo veneras, que si eres malagradecido; que si te burlas de su poder, te castiga. Todavía siento como si tras mis pasos o junto con el eco

de

los

mismos,

viniera

la

máscara

de

madera a la cual rinden culto. Frente a esta misma cueva vi pasar las recuas de

mulas

pergamino

trasportando o

los

bultos

con

café

El

café,

que

era

c e r e za .

c o m e r c i a l i za d o

en

P o za

pero

la

caída

desde

Rica de

y

Tulancingo ; los

precios

internacionales aquí todo se ha derrumbado. A la gente le sale más barato dejar que se pierda l a c o s e c h a . N o e s c o s a d e g r a n d e s f i n a n za s : S i un peón corta

veinticinco kilos al día

dueño

a

vende

cincuenta, sesenta

pero

pesos

al

dos

pesos,

le

como

tiene

que

peón,

tiene

un

y el

pagarí an pagarle saldo

en

contra de 10 pesos. Ellos no saben de números rojos o negros, les queda claro que no les c o n v i e n e . L a r e a l i d a d e s q u e l a m a l e za i n v a d e día tras día los antiguos cafetales. I ncluso los coyotes que controlaban la venta del aromático han emigrado buscando nuevas maneras de montarse en los hombros de los demás. Hasta aquí, es territorio conocido pero el tramo siguiente nunca lo he transitado. Es de no creerse. Yo no se si les pas a a los demás. De

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pronto vas por la vida como si fueras por un sendero seguro, sabes bien lo que pasó ayer y hasta imaginas saber lo que pasará mañana, es como si vas por un camino y sabes a donde vas a llegar, pero cuando

la vida te pone en un

trance ya no es fácil decidir. Lo peor es que te seduce lo prohibido o lo que tiene riesgo. Es como dice la gente de por acá, si ya sabes que es malo, ¿para qué te arrimas? Será

mejor

madrugada

apresurarme a

San

para

Bartolo

y

llegar

en

la

alcanzar

la

camioneta. No quiero que me pase como la otra vez, cuando tuve que irme acostado en uno de los camiones de don Agustín; sobre el café. Por

abajo,

la

fermentación

me

quemaba

la

espalda y por arriba me congelaba el frío. Creo que esa es una síntesis de la vida. Vaya, de algo sirve pensar tanto o no sé, no sé si sea bueno, tal vez sería mejor hacerle caso a ese presidente que dijo: quieres ser feliz, no leas y mucho menos pienses. Orita no hay problema porque en toda esta parte hay potreros. El problema va a ser al pasar e l Chote, ahí la maleza no deja ver bien. Y no lo veo, pero presiento que está ahí. Nomás espiando. Como nauyaca esperando la oportunidad para atacar. Como cuando se vengó del viejo Grindelio. Yo lo único que le pido a Dios es que me de fortaleza para resistir. Para no equivocarme cuando se bifurque la vereda…

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Relatos de vida de escritores

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Yo escritora

Valeria Cecilia Pariso Me di cuenta que iba a ser escritora desde los ocho años cuando

escribí mi primer poema

sobre una montaña. Recuerdo que a partir de ahí, empecé a copiar todos mis versos en un cuaderno marca “Gloria” que todavía conservo y que usaba exclusivamente para eso , para guardar mi material. Escribía un poema y al lado le pegaba una figurita con brillantina.Con el tiempo, fue pegando tapa contra tapa de distintos cuadernos que iba llenando y llegué a armar un libro casero maravilloso. Fue una pena no haber guardado también mis narrativas, tenía una magnífica del Mundial de 1978 (yo estaba en tercer grado de la escuela primaria), que fue leída y aplaudida en un acto escolar. Esa fue mi primera experiencia frente a un público. Recuerdo que de pequeña tenía tanta

confianza

en

mi

escritura

que

me

presenté en un concurso de poesía organizado por una entidad importantísima. Obviamente no gané, pero los organizadores del concurso me enviaron una carta diciéndome que les había conmovido hubiera

que

una

tomado

el

niña

tan

trabajo

pequeña de

se

realizar

semejante presentación y que me alentaban a seguir el camino de la escritura. Yo tenía once años

y

el

libro

que

había

presentado

se

llamaba “Quemando etapas”, fue la primera vez que

tuve

que

presentar

todo

dentro

sobre

Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 3, mayo de 2012

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lacrado.

Siempre

recuerdo

la

emoción

de

preparar ese material para el concurso. Otra vez, como no sabía a quién mandarle mis poemas, se me ocurrió enviárselo a los Reyes de España. Sí, idea loca si las hay, copié manuscrito tres poemas y se los mandé a la Reina Sofía para que los leyera. Al mes, para sorpresa mía, el cartero tocó la puerta de la casa de mis padres y le entregó a mi mamá un sobre con el sello de El Palacio de la Zarzuela, Madrid, España. El Mensajero del Rey

me

había

escribía

leído

contándome

mis poemas

que

y que

la

Reina

estaba

muy

complacida por ellos y que aguardaba más. No les puedo explicar la cara del cartero al ver de dónde provenía la carta. El

intercambio

de

cartas

y

poemas

duró

aproximadamente un año, hasta que me aburrí. Esa es una linda anécdota, todavía guardo las cartas de la Reina Sofía. Más allá de estas excentricidades adolescentes (un

escritor

también

debe

ser

un

poco

excéntrico, no solo hay que ser escritor, sino parecerlo), terminado mi secundario, continué mis

estudios

en

la

Univer sidad

de

Buenos

Aires.

Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 3, mayo de 2012

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Estudié abogacía y me recibí. Ejerzo ahora de abogada y tengo mi propio Estudio Jurídico en la provincia de Buenos Aires. En Argentina no existe la carrera de Escritor, de existir, habría una abogada menos. Sí existe la carrera de Licenciatura

en

Filosofía

y

Letras,

pero

se

encuentra orientada hacia la investigación o la docencia, ni uno ni otro es mi caso, yo siempre quise escribir. La cosa es que en pos de hacer conocer mi material, sin una idea concreta de cómo debía hacerlo,

me

presenté

en

varios

concursos

literarios, salí premiada en muchos y a raíz de ello a lo largo de los años publiqué poemas y cuentos en cuatro libros colectivos , entre ellos "II Colección de Autores contemporáneos - II Certámen amor",

de

poesías,

Editorial

"Poesía

cuentos

Embajada

encontrada",

Ed.

y

de

cartas

de

las

Letras,

Dunken

(2007),

"Vuelo Íntimo", Ed.Dunken (2008) y "Lunario", Dunken (2008). Los concursos literarios proponen cuando son genuinos,

para

el

escritor

inédito,

puertas

maravillosas. Desde ver su material impreso en papel hasta ir a una radio a leer sus poemas. A través del tiempo, me encuentro con gente (compañeros compañeros talleres

de de

literarios,

la

secundaria,

facultad, amigos)

docentes,

compañeros que

reúnen

de una

Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 3, mayo de 2012

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característica

común:

tienen

algún

papelito

que guardaron con un verso mío, o una carta, o un relato. Se ve que a través de los años fui entregando

por

escrito

pruebas

de

mi

ser

escritora a cuanta persona se me cruzaba en el camino. El hecho de que la gente guarde esos papeles me conmueve, es como si mi cuaderno “Gloria” donde copiaba los poemas a los ocho años se abriera, se deshojara y se extendiera a través de toda la gente que me rodeó. De a ratos, la imposibilidad de publicar un libro totalmente mío hizo que escribier a menos. No que dejara de escribir, sino que lo hiciera con menos esperanza. Mi recurso en esos casos fue anotarme en talleres literarios para ocupar la

mente

vuelta

al

en

procesos

ruedo,

de

metida

aprendizaje.

entre

Así,

escritores,

la

inspiración volvía a surgir. Así conocía a quienes hoy reconozco como Maestros que ayudaron a que mi yo escritora crezca.

Uno

de

ellos,

Hugo

Correa

Luna,

magnífico escritor argentino, que me enseñó a ahondar mis cuentos y a trabajarlos. “La tos congénita” fue escrito primera mente a partir de uno de sus talleres en Casa de Letras en el año 2008 y reescrito posteriormente durante cuatro años hasta que llegó la versión final que es la que se publicó en la revista en Abril de 2012.

Luego,

Salmoiraghi,

otra

Maestra

escritora

y

fue

poeta

Paula

Irupé

maravillosa,

Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 3, mayo de 2012

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quien me enseñó entre otras cosas gramática y el arte de buscar oportunidades para difundir mi material. Ella es la que me incentivó a armar

mi

blog

y

siempre

voy

a

estarle

agradecida por ello. Y por último, reconozco también como maestra a Cecilia Sorrentino, alma maravillosa que me abrió un abanico de lecturas

importantísimas

para

mi

formación

como escritora. Todo

es

un

engranaje

en

mi

camino

de

escritora, los concursos literarios, los tallere, la

solidaridad

recíproca

de

entre

escritores,

los trabajos,

son

la

difusión

herramientas

sustanciales en el proceso de mostrar lo que se hace. Así llegamos, hasta el 14 de Febrero de 2012, día

que

inauguro

mi

blog

Tantotequería.

www.tantotequeria.blogspot.com

Para

mi

sorpresa y placer, en menos de sesenta días ya tiene más de 5.600 visitas. A partir de febrero de este año, muchos blogs empezaron a levantar mi material y revistas empezaron a publicar mis poesías. Al día de hoy, no asum o que yo deba pagar una edición de autor para tener un libro propio. No quiere decir que un día no lo haga si veo que el mercado no está dispuesto a publicarme. Pero sueño e intento, una y mil veces, que una editorial lea mis poemas o mis cuentos y los

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edite sin que yo tenga que pagar por ello. Cuando vienen a verme como abogada, yo no le pago al cliente, el cliente me paga a mí. Lo mismo espero de la industria editorial porque sé que el material que ofrezco gusta,

estoy

convencida de que es un mito que la gente no lee poesía, la gente lee la poesía que le gusta, tal vez no lo dice, pero la lee, la prueba más acabada de ello es mi blog, que es noventa por ciento de poesía tiene más de 5.600 visitas en menos de dos meses.

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Destino de escritor

Adán de Maríass En principio ser escritor es asumir un destino, comprometerse con él, con el paso del tiempo ir mejorando la forma de escribir los textos, sea cualquier género literario. No complicarse con excesos verbales o frases altisonantes, todo lo necesario debe complementar el rigor de

la

palabra,

uno

se

da

cuenta

en

los

borradores que anteceden al texto definitivo que

es

el

original.

En

mi

caso

empecé

a

escribir a los 9 años de edad mis primeros usos o batallas con el ejercicio de la palabra, que se hizo má s sostenidoo metódico ya a los veinte años entrando a la universidad (finales de 1980). Desde allí no he parado de escribir. Escribir poesía me llevó casi una década hasta que se publicaron mis dos primeros libros de poesía [1989]. Dice un renombrado escr itor que «uno escribe para que lo quieran más» en mi caso particular «escribo porque es mi manera singular de estar en este mundo, no me veo sin escribir». Ser escritor es mi identidad, mi ADN literario, no solamente me identifico con mi país, con mi familia, sino con el uso riguroso y placentero de la palabra. A mi alrededor todo lo que veo es material de trabajo

para

escribir

mis

textos,

algo

que

capture o llame mi atención, también importan

Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 3, mayo de 2012

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las experiencias propias. En cuanto a material de lectura allí entra en el escenario de mi vida literaria el querido abuelo Teodoro a quien le debo

el

valioso

contacto

de

mis

primeras

lecturas no solamente a través de los clásicos cuentos

infantiles

sino

a

través

de

los

periódicos, «siéntate aquí, me decía mi abuelo, léeme este editorial». Después de haber leído correctamente y despacio, me hacía algunas preguntas como «qué has entendido». Y así se me fueron pasando todos los años, escribiendo frenéticamente y aprovechando en participar en cuanto concurso literario fu era de mi elección o el eco de mi interés. El boom latinoamericano

de

los

consagrados

como

Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Carlos Fuentes, Julio Cortázar, José Donoso, Juan Rulfo, Jorge Amado, Juan Carlos Onetti, José

Lezama

Lima,

etc.,

me

tras ladó

a

un

realismo mágico que deslumbró mi manera de ver la literatura, asimilando estas resonantes influencias que se van notando cuando uno escribe hasta que uno llegue a encontrar su propia

voz,

su

marcado

estilo,

su

personal

manera de presentar las pág inas escritas, sean unos

poemas,

unos

cuentos,

o

una

novela

breve. Nunca olvidaré el fascinante final de la novela del escritor mexicano Juan Rulfo «Pedro Páramo» cuando nos dice:

Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 3, mayo de 2012

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«Dio un golpe seco contra la tierra y se fue desmoronando como si fuera un m ontón de piedras». A mí me parece genial este final, y le da un valor agregado a esta espléndida novela que es uno de mis libros de cabecera. Como no comentar «La metamorfosis» de Franz Kafka, leído cuando terminaba la adolescencia, y se me ocurría escanda losamente que mi juventud iba

a

ser

cucarachera,

que

nadie

iba

a

comprenderme, cuando ya mis padres veían mi total adhesión a la vida literaria, muchas veces me sentí recluido en la solitaria habitación de mis intranquilos pensamientos, sin nadie que atendiera siquiera con cuatro palabras (hola como estás amigo) mi triste monólogo con café pasado incluido. Los primeros poemas que leí del poeta César Vallejo tuvieron un impacto emocional en mí, que abrió todos mis pensamientos mientras iba leyendo su versación extraordinaria. Él dejó una profunda huella en el subterráneo camino de

mis

pensares

y

versares.

Estarse

y

espejearse en Vallejo, y que nos acompañen sus

versos,

es

un

tributo

que

debe

ser

permanente. Otra genial personalidad es la poeta Blanca Varela quien me dedicó muy amablemente su inolvidable «Luz de día», importante influencia que me abrió otras perspectivas de visionar y escenificar la palabra poética, del rigor por la

Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 3, mayo de 2012

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palabra

exacta

sin

joyerías

verbales,

desbordante hasta en el silencio interior donde se me ocurre el origen de su elegante y airosa poesía.

Y

ya

lo

versó

en

su

poema

«Ejercicios»: Un poema como una gran batalla me arroja en esta arena sin más enemigo que yo yo y el gran aire de las palabras Recuerdo aquella frustrada participación en un prestigioso

Premio

Literario

muy

conocido

como es el Premio de PoesíaFundaciónLoewe, hace

cerca

de

dos

décadas

cuando

muy

apurado porque se me acababa el plazo de entrega de las obras, rompí las tres teclas de mi

querida

máquina

de

escribir

eléctricaTriumph, era la a, la m y la o, hasta hoy las tengo en el cajón de mi escritorio donde también guardo un folder de más de 100 poemas inéditos que corresponden a un ciclo imprescindible de mi vida literaria. También leí hace una semana la entrevista a Paul Auster quien aconsejaba a los jóvenes escritores que no se atrevan, que se lo piensen bien. Es verdad ser escritor no es dejar la

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mitad

del

camino

recorrido

o

empezar

escribiendo como si estuviera dentro de una casa oscura esperando bien sentado que todos los ambientes vayan iluminándose mientras se tantea nerviosamente a la hora de escribir. Escribir

es

como

jugarse

la

vida

decía

el

escritor argentino Julio Cortázar, y vaya que se escuchaba

mucho

jazz

y

se

siente

mucho

mundo en su maravillosa escritura. S er escritor es

comprometer

al

máximo

los

esfuerzos,

tercamente disciplinado, muy honesto y nunca plagiar. Como recordar a Raymond Carver gran cuentista

norteamericano,

de

Clatskanie,

Oregón, nacido en 1938, decir que nunca se asumió como un gran intelectua l, sino como un original

contador

de

historias,

que

junto

al

genial y hermético Julio Ramón Ribeyro quien con su reconocida maestría y solvencia darle al argumento

de

interpretaciones

sus que

cuentos

seduce

por

diversas su

prosa

elaborada e intensa, son mi s dos marcadas influencias al entrar hace menos de un año enla vorágine de la narrativa actual. Declaro

que

una

de

mis expectativas

como

escritor es no defraudarme consigo mismo, que cuando los lectores se acerquen a mi obra encuentren una atractiva obra hasta para ser releída nuevamente. Es cierto que uno puede tener

dificultades

en

cuanto

a

formas

o

métodos de escribir o de crear, pero muchas

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veces

el

estilo

se

impone

sobre

la

propia

historia o viceversa. Hace

unos

años

escribí

un

poema

que

intentaba transmitir el autentico valor del acto creativo y lo titulé «Detrás de la página en blanco» cuyos versos son: intento salir de mis ojos que me ofrecen la mezquina visión de las imágenes repetidas admitir que se contraen los días cuando la tensión actúa insop ortable el cómplice de la página en blanco me mira detenidamente hay cierta tibieza en el papel cuando presiente mis pulsiones y su densidad atrae lo que va a ser escrito hasta que se desequilibra el instante donde urge la absorción de las ideas la esperada inspiración asoma irresistible cuando abre las ventanas del poema

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ensimismado preciso las palabras como

si

la

eternidad

estuviera

dispuesta

a

escucharme Dicen

que

escribir

es

un

acto

solitario,

es

cierto pero también es cierto que uno llega tarde o temprano a descubrir que los lectores siempre han estado allí, como esperando que venga la lluvia, es decir las páginas escritas. Hoy

pasado

comprendiendo

el

medio que

siglo

escribir

de

mejor

vida no

es

voy lo

mismo que escribir por necesidad o escribir por placer. Siempre se me hizo difícil escribir, hoy ya se va despejando la niebla desde donde poco a poco voy avizorando lo que me queda por escribir y por vivir.

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Crear como existencia

Sergio Ospina. Ciudad de México 1975. Antes de Psicólogo social, soy artista con una vena social recargada a lo simbólico y arquetípico de nuestra condición humana. Actualmente me desempeño

como

asesor

de

unidad

en

la

Delegación Cuajimalpa en área de equidad en la

infancia

y

juventud,

del

Instituto

de

las

Mujeres del Distrito Federal. Mi traba jo en el asesoramiento trabajo

psicológico

grupal

con

individual

relevancia

en

y

de

mujeres

jóvenes, tienen como objetivo la sensibilización bajo directriz de la equidad y la comunicación asertiva desde una perspectiva de equidad e igualdad de género. Pertenezco

a

una

familia

sensible

a

la

literatura, de padre médico y madre filosofa, mi generación libertad.

fue

Mis

propensa

a

acercamientos

la a

exigencia la

en

literatura

fueron con lecturas trascendentales, novelas latinoamericanas,

ensayos

antropológicos

y

sociológicos y con el arte plástico, a través de mi fascinación por el mar y la cultura; aunque de

una

forma

netamente

autodidacta,

mi

experiencia práctica en la creación siempre fue un refugio para expresar y en cierta sentido, para darme cuenta en una labor nada simple pero sí excitante de mi interno, por creer en mis propias capacidades. Por

sugerencia

psico -terapéutica,

desde

principios de los años noventa participé en los

Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 3, mayo de 2012

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grupos literarios y de arte “Voces de la primera imprenta”

y

“Quetzalli”

de

mi

universidad,

ambos pulieron mi intención de confesarme a través

de

la

escritura,

para

destruirme,

regenerarme, y de impulsarme en mi ímpetu de creación

en

las

fotográficas,

vertientes

condicionadas

plásticas

ambas

y

por

la

necesidad de exponerme, exteriorizando lo que pienso y representando lo que soy en el mismo instante para ser enfrentado y superado. En

las

primeras

exhibiciones:

“El

efecto

Júpiter” y “ZyanyaCubi” (2002 - 2003), mi obra fue catalogada como abstraccionismo orgán ico. Realice

una

Ángeles,

residencia

intercultural

California,

expuse

Latinoamerican

Pop

Consulado

Colombia

de

Art”

Los

con

(2004), monté

en y

“In en

el

“Eslabones”

(2005), algunas obras fueron consignadas por galerías y adquiridas por colecciones privadas . Regresé a México donde me convencí de que la evolución del arte personal es uno histórico; preferí no arraigarme en corrientes o modas paralelas a necesidades alejadas a mí, opté sí, en crear mis propios mundos, darles vida y memoria,

aún

y

acosta

de

las

limitaciones

nacionales de inclusión, mercado, cultura y/o de apoyos externos, me dediqué de fondo en la búsqueda

de

espacios

para

la

creación

y

exhibición, abocándome a montar, producir y proyectar

de

mejor

manera

mi

obra

con

el

resultado de dos o tres e xhibiciones por año.

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Tarea nada fácil cuando se tiene el quehacer de potencializar y equilibrar dos profesiones, complementarias sí, pero con sus adecuados espacios y propios tiempos. En esta labor casi obsesiva consistente en el trabajo paralelo para pro fesionalizar mis dos carreras, encontrar autonomía, autosuficiencia y

desarrollo

proyectos

he

literarios,

investigación Colombia,

personal,

y

educativos,

arte

Argentina,

participado

gráfico Italia

en

en de

México,

y Malasia,

como

una respuesta ante un esce nario nacional de pronto olvidado y recreado en un historicismo re barnizado, ó peor aún, en un consumismo banal. Mis

últimos

trabajos

“Fluyer”

e

“Interiores”

(2008- 2011), obra plástico fotográfica, y “La Ruta de la Serpiente” (2011), ensayo y plástica antropocósmica, etapa

que

incubatoria

se y

encuentran

próxima

a

en

una

una

de

germinación, son proyectos con los que me he topado, tal y como en un desierto cruel, con lindos y refrescantes oasis. Pienso que aún y a costa de mis quejas, soy un hombre con dificultades para volcarme en los significados que representa mi vida, pero que gracias a ello, el esfuerzo por balancear mi sensibilidad con la toma de conciencia en la realidad han sido fuente central de inspiración.

Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 3, mayo de 2012

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Creo

que

lo

que

me

ha

permitido

ser

un

creador, es contribuir y recurrir al arte para reconstruirme

a

mismo,

a

mi

necesidad

personal de enfrentar a la sociedad, con mi terror

a

la

soledad

en

una

carrera

de

resistencia y no de velocidad. Estoy convencido que mi trayectoria de vida ha enriquecido

mi

espiritualidad;

como

la

resistencia a lo inevitable tenga por devenir, vivir las experiencias que uno escoge y en las que uno está destinado a participar. En esta necesidad

por

creaciones egoísmo

y para

un

reafirmarme,

medio

supremo

e

para

ir

son

destilar

trascendiendo

mis

cier to en

un

mundo inseguro, donde en lo moral y financiero arde la esperanza. Desconozco a ciencia cierta de qué parte ególatra de mí sale lo que hago, con algún lápiz y sobre cualquier papel ó frente a

la pantalla, pero

sob re todo, la

surge

del

deseo

por

sobre

mi

lienzo

en

universo,

sólo

así

cumplir la

me

libre

mi

creación necesidad

creación

convierto

en

un

del ser

terrenal y aéreo, de éter…, hasta el ser en un ente que adquiere existencia propia. En suma, mi trabajo ha segu ido guiándose en una contracorriente de integración y fluidez, pues

estoy

convencido

de

que

la

muerte

artística surge en el intento de arroparse con el miedo, cómo aquel que en el aburrimiento se conforma

la

capacidad

de

esperar

algo

sin

Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 3, mayo de 2012

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saber lo que se desea. Ante esto, diré que como proyectos a futuro, está la continuidad de la profesionalización de mi labor psicosocial y a

la

par,

de

crear

y

proyectar

mi

trabajo

artístico; a mediano plazo, con la publicación de

textos

e

imágenes

que

he

estado

definiendo, y como Freud menciono, encontrar la felicidad en la vida que consiste en trabajar y amar.

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Narrativas de la experiencia de la enseñanza y el aprendizaje de literatura

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¿Enseñar literatura?

Maribel Monzalvo Moreno Cuando

me

pidieron

que

escribiera

mis

experiencias respecto a la enseñanza de la literatura, supuesto

pensé que

respecto.

tengo

Sin

importante

“eso

va

a

algo

embargo,

ser

de

por

experiencia

pensé

investigar,

fácil”,

qué

que

al

sería

significaba

literatura, pues así podría comprender mejor el tipo de información que iba a plasmar. Cuando empecé a leer los diferentes conceptos, me paralicé. Me di cuenta que el concepto que tenía, no estaba correcto y pensé “ahora, sí estoy en problemas.” Por lo tanto, consideré conveniente iniciar por la

definición

Lengua

que

Española

la le

Real

Academia

asigna

a

este

de

la

término:

“Arte que emplea como medio de expresión una lengua

/

Conjunto

de

las

producciones

literarias de una nación, de una época o de un género y al con junto de obras que versan sobre un arte o una ciencia”. La verdad la definición me impactó, personalmente la reducía al gusto por leer, así que me hizo reflexionar: como docente literatura?,

de

secundaria, pero

aún

¿cómo más

enseño

importante,

¿realmente enseño literatura? Definitivamente

no

puedes

dar

lo

que

no

tienes, de igual manera no puedes enseñar lo que

desconoces.

Así

que

para

intentar

Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 3, mayo de 2012

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responder

a

estas

interrogantes

relataré

mi

experiencia. Mis primeros acercamientos a la literatura se remontan al inicio de mi vida, cuatro o cinco años. Recuerdo que mi madre se recostaba por las noches junto a mí y me inventaba pequeños cuentos

o

me

leí

libros

de

literatura

infantilmientras me dormía. Disfrutaba tanto de esos momentos que después de tantos años, aún guardo esos libros. Conforme fui creciendo y una vez que aprendí a leer, solía ojearlos, me gustaban mucho sus historias y sus dibujos. Aparte de leerlos, copié varias de sus ilustraciones para iluminarlas. Quizá, el estar tanto tiempo sola, fomentaba este tipo de actividades, pues tenía prohibido salir de mi casa, mientras mi madre estaba en su trabajo. Antes de la escritura formal, le escribí a mi madre varias cartas usando dibujos, de igual forma hacía las cartas para Santa Claus y los Reyes Magos. Por lo que la escritura fue una de las herramientas que usé para comunicar mis

sentimientos

y

deseos.

En

la

escuela

primaria, tenía un diario, aunque no escribía regularmente en él, por lo que quizá sería más apropiado llamarle semanario o anuario. En fin, me servía para plasmar mis sentimientos, ideas

Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 3, mayo de 2012

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y vivencias. Permanecía guardado bajo llave, y tenía un apego especial hacia él. En la escuela donde estudié, era requisito leer cinco

libros

de

literatura

clásica

por

año,

iniciando en el tercer grado de prima ria. Me pedían

que

hiciera

un

resumen

y

al

final

agregar mi comentario sobre el libro. Varios de los

textos

algunos

me

otros

parecieron despertaron

aburridos, el

gusto

pero

por

la

lectura como el principito de Antoine de Saint Exupéri, que hasta la fecha e s una de mis lecturas predilectas, pues me hace soñar con esos mundos que el protagonista conoce y los sentimientos que cada uno le despertaba, así como el gran amor que le tenía a su flor; o Momo

de

Michael

Ende,

cuya

historia

me

impulsa a disfrutar cada instante de mi vida y a evitar la monotonía. Pero el primer libro que leí verdaderamente por gusto, fue hasta quinto grado, la novela se llama “Como agua para chocolate” de Laura Esquivel. Recuerdo que no podía dejar de leer, me

pareció

una

historia

muy

in teresante,

atrayente, reí y lloré con el personaje principal “Tita”, hasta logró interesarme un poco en la cocina mexicana, y eso ya es mucho decir. Durante

este

periodo

debí

aprender

a

usar

formalmente el lenguaje escrito y oral para poder comunicar mis ideas, hacer trámites, etc.

Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 3, mayo de 2012

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Es decir aprendí ortografía, sintaxis, etc., de mi

lengua

madre

desenvolverme

que

me

serviría

socialmente.

para

Participé

en

diversas exposiciones, de temas variados, fui a concursos,

no

redacción,

pero

donde

la

precisamente sí

de

de

oratoria

habilidades

comunicación

era

o

sociales requisito

fundamental. Mi madre por su parte, me pedía repetir cinco veces en una libreta las palabras que

escribía

trabajos

y

de

tareas

forma

incorrecta

escolares,

esto

en

los

fortaleció

suficientemente mi ortografía; me ha servido significativamente

en

mi

formación

y

lo

agradezco, aunque en su momento detestaba hacerlo. Sin embargo, poco recuerdo escritos literarios

pensados

especialmente

para

comunicar lo que pensaba, sentía o vivía. Creo que esta parte quedó relegada. A

lo

largo

de

mi

vida

me

he

visto

en

la

necesidad de escribir mucho, pero ahora que lo pienso, requeridos

generalmente en

las

textos

instituciones

formales, escolares

y

laborales a las que he pertenecido, pocos han sido

escritos

por

gusto

y

aún

menos

para

expresar sentimientos. Me doy cuenta que mis vivencias con la literatura se ven reflejadas en mi enseñanza. Considero

que

los

literatura

que

evidencia

suficiente

trabajos

escolares

sobre

los alumnos realizan, no para

asegurar

que

son ha n

Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 3, mayo de 2012

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aprendido

literatura,

pues

son

actividades

obligatorias o generadas de manera artificial. Entonces, para poder decir que enseño esta hermosa actividad, sería indispensable que los alumnos egresados la practiquen de manera constante, pero sobre todo por gusto. Debido

a

esto,

prefiero

describir

las

actividades escolares que propicio durante las clases, las cuales considero sentarán las bases para que los alumnos aprendan literatura y dejaré

al

lector determinar

si enseño

o

no

literatura. Trabajo en una telesecundaria ubicada en una comunidad semiurbana del estado de Hidalgo, llamada Singuilucan. Actualmente soy titular del grupo “B” de segundo grado. La asignatura en la que se desarrolla el aprendizaje de la literatura diversas

es y

español. refuerzan

Las lo

actividades que

los

son

alumnos

aprenden en la escuela primaria, por supuesto con un grado de dificultad mayor. Las

actividades

pedagógico

de

que

promueve

telesecundaria

el

modelo

inician

con

Lectura de textos que varían entre novelas, documentos cuentos,

legales,

artículos

de

textos

científicos,

divulgación,

carteles,

reportajes, artículos informativos, artículos de opinión,

entrevistas,

biografías,

entre

otros.

Los cuales sirven de ejemplo para que los

Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 3, mayo de 2012

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alumnos

a

su

producciones.

vez

Esto

realicen

les

sus

permite

propias

realizar

los

trabajos de las otras asignaturas, pues retoman sus aprendizajes para alcanzar los propósitos educativos. De manera general, las clases se inician con la recuperación

de

conocimientos

aprendidos,

generalmente con preguntas sob re el tema que van

a

aprender,

respuestas nuevas

cuando

superficiales

preguntas

los o

alumnos

simples,

que

dan

planteo

contradigan

su

respuesta con el fin de propiciar que busquen respuestas

más

elaboradas

y

traten

de

fundamentarlas más. Casi siempre algun o de los

jóvenes

acierta

o

se

acerca

más

a

la

respuesta correcta, la cual retomo y enfatizo, pero

no

les

recuerdo

doy

que

secuencia

la

respuesta

conforme

didáctica

correcta,

avancen

podrán

les

en

contestar

la con

mayor claridad. Después de esta sección, de manera grupal, los

estudiantes deben

situaciones

que

resolver problemas

pongan

conocimientos

previos.

lecturas

guían

que

su

a

Son

prueba

esos

apoyados

aprendizaje

o

con y

se

socializan con comentarios grupales. En este momento

inicia

la

vinculación

entre

lo

que

saben y los conocimientos formales.

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Posteriormente, se plantean nuevos problemas o situaciones donde deben poner en práctica lo aprendido. Esta etapa la resuelven por equipos de

hasta

tres

integrantes,

así

tienen

la

oportunidad de intercambiar punt os de vista sobre

los

resultados

para

finalmente,

compararlos con los de sus compañeros. Deben explicar cómo llegaron al resultado y por qué consideran que esa es la respuesta correcta. Durante la comparación, procuro que explique un equipo que no haya lle gado a la respuesta correcta

y pido

al

grupo

que

identifique

el

origen de sus errores, después será el turno para otro equipo que haya alcanzado un nivel intermedio

y

finalmente

alguno

que

haya

logrado resolverlo correctamente. En todos los casos el grupo interviene retroalimentando las participaciones de los equipos. Contrario a lo que

se

cree,

respuesta forma

los

correcta

van

alumnos son

que

llegan

diferentes,

descubriendo

que

de

a

la

esta

todos

se

equivocan y que también se aprende del error. Durante

este

perfeccionando

proceso el

uso

los del

alumnos

van

lenguaje.

Una

situación que ha llamado mucho mi atención es que

en

este

modelo

no

se

promueve

la

memorización de las reglas ortográficas o de sintaxis del lenguaje, sin embargo a través de la lectura y la práctica van comprendiéndolas. Al principio, era escéptica respecto al logro de estos

aprendizajes

de

esta

manera,

pero

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conforme avanza el ciclo escolar se nota una mejoría.

Personalmente,

memorización

pienso

reforzaría

que

la

significativamente

esto, conmigo funcionó. En

combinación

recomendadas

con por

telesecundaria,

las

actividades,

el

modelo

diariamente

leemos

de quince

minutos, los libros son elegidos de la biblioteca del salón. También les pido a los alumnos que si algún tema les interesa, investiguen más sobre él, lean la información y la comenten con el grupo. Los alumnos pueden explayarse durante las producciones

requeridas

en

las

asignaturas,

pues les permito expresar lo que piensan, lo que

han

aprendido,

sentimientos

e

ideas.

Además durante el rescate de cono cimientos previos pueden expresar todas las ideas que quieran

para

explicar

los

fenómenos,

problemas, etc. También les pido un diario, sólo reviso que esté escrito y leo lo que ellos me permiten. Sus participaciones

pueden

ser

dudas,

ideas,

opiniones, etc. Siempre que sean con respeto pueden

expresarse

libremente.

Así

que

finalmente el lector tiene la última palabra para determinar

si

mi

trabajo

podrá

fomentar

la

literatura en mis alumnos. Por ahora esto es lo que hago.

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Caja de sueños

Sandra Avila Avila Recuerdo que cuando estudiaba en el jardín de niños,

sólo

jugábamos

y

pintábamos

con

crayolas de diferentes colores. Al pasar a la primaria la forma de trabajo fue completamente diferente. La verdad fue un cambio radical pues acostumbrada a los juegos fue difícil entender la dinámica de aquel primer año en donde los libros y una serie de garabatos hacían poco entendible

mi

estancia

en

la

escuela.

La

maestra de aquel entonces nos ponía a hacer planas de esos garabatos. Al pasar los días pude entender que si combinaba los garabatos podía

formar

palabras

y

éstas

a

su

vez

oraciones que en conjunto formaban párrafos. Recuerdo

que

trabajábamos

con

esmero

en

planas de palabras y leíamos oraciones que en realidad tenían poco significado para mí, como “Tomás toma té ”. Pensaba que no conocía a ningún “Tomás” y eso de que “toma té” me hacía

pensar

que

estaba

enfermo,

pero

de

cualquier manera tenía que hacer este tipo de ejercicios para saber leer y escribir. Poco tiempo después llegaron a

la escuela

unos libros, se tra taba de los libros de texto gratuitos

distribuidos

por

la

Secretaria

de

Educación Pública (SEP). Recuerdo que eran muy bonitos con ilustraciones llenas de color, claro que eso era lo más llamativo. Entre ellos

Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 3, mayo de 2012

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estaba el de “español” de lecturas. Mi maestra decía que se tenía que hacer una lectura al día de ese libro. Pero honestamente ella no se daba

abasto

programas

con

de

tantas

estudio

cosas

de

las

que

los

diferentes

asignaturas que cursábamos, le exigían, así que leíamos cada que recordaba que debíamos de hacerlo o que en la dirección escolar le pedían el control de las lecturas. En

aquel

tiempo

las

tardes

me

parecían

aburridas y eso me llevó acercarme de manera profunda a este libro. Leí las lecturas que contenía

para

matar

la

monotonía

y

me

funcionó, fue tan bueno que comencé a soñar. Soñaba con las princesas de los cuentos –aquí entre nosotros, qué daño me hicieron estos cuentos porque crecí esperando mi príncipe azul y a la fecha no ha llegado –. Después de los cuentos de princesas, me seguí con las diversas lecturas que había en aquel libro, así pasé

por

adivinanzas,

canciones,

refranes,

fábulas y chistes que aun hoy día recuerdo. Aunque no puedo recordar leer con mi maestra si vienen a mi mente mi libro que al pasar el tiempo

ya

estaba

un

poco

gastado

y

con

algunas hojas desprendidas. Al final del curso la profesora vio mi caja de sueños –así le llamaba a mi libro– hecho una baraja, y sin más

le

mandó

enterándola

de

un tan

recadito atroz

a

evento.

mi Mi

madre madre

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siempre ocupada sólo me dijo que porq ué no cuidaba

el

dichoso

libro

y

entre

enojos

y

regaños perforó de un sólo golpe el lomo de mi cajita, me dio un hilo con una aguja y a co ser. No quedó muy bien. Pensaba que si apretaba fuerte el libro podía lastimar aquel compañero de sueños, aquel confid ente de ilusiones y eso era algo que no debía de hacer. Al siguiente día lo llevé a la escuela y la maestra

lo

miró

como

pensando

“qué

mal

quedó”. Pero la compostura era necesaria para la dichosa exposición de final de curso. Así que durante varios días mi compañero quedó decomisado en aquel frio salón listo para el magno evento final. Así fue como después de que muchos padres lo observaban por encima después de algunos días mi cajita de sueños volvió a mi sin que la maestra preguntara si lo habíamos

leído

o

no,

creo

nunca

le

interesó.Pasando por todos aquellos grados de primaria con ellos venia un libro nuevo para soñar

aunque

interesó

a

pienso

mis

que

eso

profesores.

nunca

Pero

les

siempre

esperaba ansiosa mis libros de lectura. Así comencé por el delicioso camino de la literatura, descubrí que aun de adulto puedo soñar

con

libro.

Hoy

pensaba

las

en

día

historias soy

cómo

plasmadas

profesora compartir

y

con

en

cada

madre, los

y

niños

aquellos mundos maravillosos con los que soñé

Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 3, mayo de 2012

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y

sueño.

Descubrí

que

si

un

niño

lee,

su

infancia está llena de magia así que durante mi práctica docente mi gran meta muy aparte de cumplir con los planes y programas de la SEP, es que los niños sueñen con las lecturas. Así que cada día antes de iniciar clases leemos algún cuento o fábula, o lo que ellos decidan leer. Es verdad que no a todos les agrada la idea pues la era de la tecnología les ha comido y

viven

atrapados

en

los

videojuegos.

Los

libros no son uno de sus principales intereses, pero

aun así continuo

acercando a

muchos

niños al maravilloso mundo de los libros no sólo

leyendo

lo

escrito

sino

haciendo

que

inventen sus libros, sus propios mundos donde algún día sus hijos soñaran. Todo esto de hacer que los pequeños no sólo lean sino que expresen su pensamiento por medio de la palabra escrita es sin duda alguna una gran aventura. Hace tiempo cuando nació mi

hijo

comencé

a

imaginar

qué

tipo

de

persona quería que él fuera. Obvio me imaginé a la mejor persona del mundo y entonces pensé que si él leía y escribía desde pequeño harí a de su mundo un mejor espacio. Recuerdo que de muy pequeño leíamos libros de animales de colores

y

sus

ojos

se

iluminaban

de

mil

emociones. Al crecer, encontró en casa de sus abuelos paternos un libro acerca de un pintor llamado Alberto Gironela y lo traj o consigo. No sólo intentaba leerlo, sino que también trataba

Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 3, mayo de 2012

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de

copiar lo

que estaba

en el libro, hacía

garabatos queriendo resignificar la historia de aquel pintor. Sin duda alguna le gustaron sus pinturas así que comenzó a pintar en cualquier papel y de scribía las obras con lo poco que sabía de letras. Parece mentira pero en el último grado de preescolar ya sabía leer y escribir, digo que parece mentira porque en mis tiempos, a esa edad sólo jugábamos. Así que mi hijo se la pasaba pintando y escribiendo cartas

a

todas

las

personas

dignas

de

su

afecto. Es a partir de todos mis experimentos y experiencias con él que he descubierto muchas formas para hacer que los niños se interesen por

la

lectura

y

puedan

expresar

su

sentimientos al escribir o pintar todo e so que suelen imaginar y que a veces no entendemos los adultos. Acercar libros, hojas, colores a los pequeños es estimular su creatividad, es abrir un espacio para crear personas capaces de manejar su emociones y expresar sentimientos que faciliten sus relaciones interpersonales.

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Tlaloke. Revista de literatura crítica Relatos de vida de escritores, enseñar y aprender literatura

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