Tlaloke
Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013
Revista de literatura crítica
Marzo de 2013 Experiencias de enseñanza y aprendizaje de la literatura en educación básica y relatos de vida así como obra de escritores 1 de Latinoamérica
Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013
Directorio Diseño de portada principal y de secciones; edición; y distribución: Odilón Moreno Rangel De las imágenes en los artículos, según el autor referido. Prohibida la reproducción de cualquier elemento de la revista, sin previa autorización de los autores. Enlaces: http://facebook.com/teskatlipokatepetl http://issuu.com/teskatlipoka http://tlalokerevlitcritica.blogspot.mx/
Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013, es una publicación mensual editada por Odilón Moreno Rangel. Número de reserva de derecho al uso exclusivo: 04-2012-020810221300-102. Dirección: Buenavista # 702-A; colonia Cuauhtémoc; Pachuca, Hidalgo, México; C. P. 42020.
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Editor Este número constituye el primer año de vida de la revista. La tarea de editar ha sido complicada, pero hay resultados. Los dos proyectos de investigación que se plantearon han seguido su curso. La singularidad de la revista es que aporta al estado del conocimiento de cómo se enseña y aprende la literatura en la educación básica en México; así como de las historias de vida de los escritores. Los resultados de estas dos investigaciones estarán editados en libro en unos meses. En este número para empezar tres experiencias de enseñanza y aprendizaje de la literatura. La primera experiencia es de Angélica Martínez Cortés, estudiante en formación docente que relata cómo enseña a escribir literatura en la escuela secundaria. Enseguida un trabajo de Marta Goddio que toma como parte significativa de sus recursos didácticos la obra del escritor y canta-autor argentino Carlos Kuraiem. Después un relato de una experiencia exitosa en la lectoescritura. La profesora Berenice Montiel Pérez narra cómo el contacto de sus alumnos de educación primaria con un escritor, los ha llevado a desarrollar gusto por la lectura y la escritura. La segunda sección de la revista está compuesta por dos relatos de vida así como poemas y cuentos de los escritores Juan Carlos Vasquez y Juan Miguel Pérez. Sin más bienvenidos al presente número.
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Índice
Una experiencia de enseñanza en el ámbito de literatura en la escuela secundaria (página 06)
Por Angélica Martínez Cortés
kuraiem: el poeta salió a pelear la realidad. Presagios de guerra: 2 de abril de 1982 (página 25)
Marta Goddio
Lectoescribir, sin duda, una experiencia inolvidable en la vida de un alumno (página 47)
Por Berenice Montiel Pérez
Juan Carlos Vasquez. Relato de vida y obra (página 69)
Juan Miguel Pérez. Obra y relato de vida (página 90)
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Una experiencia de enseñanza en el ámbito de literatura en la escuela secundaria Por Angélica Martínez Cortés1 Introducción El presente escrito deriva de mi ensayo ―Estrategias de enseñanza para la producción de diversos textos‖, documento con el cual fui examinada en agosto de 2012 para obtener el título de licenciada en Educación Secundaria con Especialidad en Español, por la Escuela Normal Superior Pública del Estado de Hidalgo. Se trata de un relato reflexivo en torno a la enseñanza de la escritura con alumnos de escuela secundaria. En primer término refiero la manera en que construí el tema de reflexión; después defino texto narrativo y estrategias escritoras; enseguida hago el relato del proceso de enseña. La generación del tema de reflexión El grupo de alumnos con los que realicé mi experiencia de enseñanza, fueron del segundo grado grupo ―B‖. El grupo lo conformaron 30 alumnos, 17 hombres y 13 mujeres, con edades que oscilan entre los 11 y 14 años, adolescentes con diversos intereses. El mencionado grupo estaba inscrito en la escuela secundaria técnica número 49 ―Abundio Martínez‖. La institución escolar se encuentra ubicada en la Calle Vicente Lombardo Toledano, en el municipio de Mineral de la Reforma,
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AngélicaMartínez Cortés es profesora de educación básica. Actualmente se encuentra adscrita en la escuela primaria "5 de febrero" de lazona escolar 163, sector 25,en el municipio Villade Tezontepec, Hidalgo.
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 Hidalgo. En diversas jornadas de observación y práctica, identifiqué información relevante de los estudiantes para realizar propuestas didácticas en la asignatura de Español. Dichas jornadas las realicé en los semestres de tercero, quinto, séptimo, noveno y onceavo de la licenciatura de educación secundaria con especialidad en Español. La práctica frente a grupo deriva del plan de estudios 1999 de formación docente (SEP, 2002). El mencionado plan manifiesta la relevancia en la realización de jornadas de práctica como parte de la formación docente, su la finalidad es tener una acercamiento a las condiciones reales de trabajo, donde se perciban las problemáticas en diversos rubros para elaborar propuestas didácticas específicas (SEP, 2002). Desde esta óptica, existen procesos que deben ser analizados, me refiero a todo lo que converge dentro del aula, para poder enunciar lo que se vive en la realidad de las escuelas de nuestro país. Por ello en este escrito intento plasmar parte de mi experiencia dentro de la escuela secundaria. De tal forma que la observación fue parte fundamental para la realización del presente trabajo. La observación constituye un proceso distinto al de mirar. La primera se distingue por ver a detalle un suceso, mientras que la segunda radica en ver todo lo que existe alrededor sin analizar a perfección. Durante el tercer semestre de la carrera en la asignatura de ―Observación del Proceso Escolar‖, tuve la fortuna de comenzar a observar, a partir de ahí logré identificar situaciones relevantes en los aprendizajes y conductas de los adolescentes y así mismo aprendí a contrastar lo analizado en teoría con lo sucedido en la práctica. Un modelo centrado en el análisis se propone desarrollar la capacidad de observar, analizar las situaciones, emprender un trabajo sobre sí mismo. Se establece una relación de regulación entre la teoría y la práctica,
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 ligando la práctica a una referencia teórica y confrontando constantemente la teoría con la práctica (Postic y Ketele,1998). Desde esta óptica, la observación fue crucial para mí, me permitió tener un conocimiento más certero sobre los intereses de los alumnos, retroalimentándome a través de la lectura de diversos textos y analizar sí lo que veía dentro del salón de clases de la escuela normal correspondía con la realidad que me aportaban los estudiantes de secundaria. El primer acercamiento que tuve con los alumnos mencionados párrafos arriba, fue en el ciclo escolar 2010-2011, cuando se encontraban en primer grado. En ese entonces entré al salón de clase como una observadora pasiva, es decir que permanecí con el grupo desde la primera clase que iniciaba a la 13:30, hasta 19:50 horas. De acuerdo con Taylor y Bogdan ―… los observadores permanecen relativamente pasivos a lo largo del curso del trabajo de campo, pero en especial durante los primeros días‖ (1990: 82). La intención de la observación consistió en conocer a los alumnos, sus formas de aprendizaje, e integrarme como practicante al proceso enseñanza y aprendizaje. Descubrí que escribían poco, no demostraban mayor interés por realizar sus propios escritos. Posteriormente me integré como observadora participante, pude charlar con alumnos y maestros. Los observadores participantes "palpan la situación", "avanzan lentamente", "tocan de oído" y "aprenden a hacer los nudos" (Taylor y Bogdan, 1990: 83). De esta forma obtuve más información sobre los gustos e intereses de los adolescentes. Fue mediante diversas actividades realizadas en el aula que precisé mi conocimiento sobre los intereses de los alumnos. Lo que analicé en el primer grado, me dio la visión de elegir una estrategia de trabajo que impulsará en ellos la actividad de escribir.
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 En el ciclo escolar 2011-2012, la dirección de la escuela secundaria, me asigna al segundo grado grupo ―B‖, para realizar mis prácticas, precisamente un grupo que afortunadamente ya conocía. Tenía elementos suficientes para retomar mis reflexiones sobre los procesos de enseñanza de la escritura. Pero en el transcurso de este periodo hubo cambios en el grupo de adolescentes, no eran los mismos alumnos, algunos se habían cambiado al turno matutino, otros ingresaron en este ciclo escolar, pero en un 80% el grupo seguía igual, ahora con otras inquietudes. Por ello debía observarlos de nuevo y reformular mi esquema de trabajo. Reafirmé que una de las situaciones que adolecen los estudiantes era la falta de escritos propios. Visión que me dio la pauta a un análisis más específico del contexto, a partir de ahí me permití buscar estrategias para que los alumnos generaran escritos propios centrados en el perfil de egreso del estudiante de educación secundaria. Llegar a la construcción de propuestas didácticas para que los alumnos generaran escritos, no fue tarea fácil, requirió de diversos instrumentos. Recurrí a diferentes técnicas de investigación, entre ellas la aplicación de diversas encuestas. La primera de ellas arrojó la siguiente información:
10% de los alumnos preferían la asignatura de matemáticas.
30% la asignatura de educación física
10% ciencias
30% español
25% otras asignaturas
De estos resultados descubrí la relevancia que le confieren a la asignatura de español, donde se desarrolla más la habilidad de escritura, en específico en la
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 elaboración de carteles, folletos, resúmenes, etc., pero era información insuficiente. Decidí aplicar otra encuesta en la que se planteó la pregunta de si hay gusto por la escritura. Los resultados fueron los siguientes:
60% del grupo contesto que si
20% que no les gusta escribir
20% que más o menos.
Con esta información ya pude percibir lo que al grupo le gustaba escribir. Me di la idea que la escritura no era de su total desagrado, entonces ¿por qué no producían textos propios en el aula? Esta pregunta no era fácil de resolver. Decidí investigar de nuevo, pero ahora la pregunta se orientó saber qué les gustaba escribir a los alumnos. Estos fueron los resultados:
10 % Nada
10% cuentos
10% lo que imagino
70% escribir mejor con relación a cumplir normas de escritura.
Con base en lo anterior llegué a la conclusión que la escritura era una actividad de agrado a los alumnos, pero no tenían claro cómo hacerlo. Pero además consideraban que un escrito tienen que ver con el cumplimiento de reglas ortográficas y puntuación y no con la expresión o capacidad de comunicación. Diseño curricular De acuerdo con el programa de estudios de español, este espacio curricular ―… tiene como propósito principal que los estudiantes amplíen su capacidad de expresión y comprensión dellenguaje oral y escrito, lo usen para aprender y
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 organizar su pensamiento, y puedan participar de manera reflexiva en las prácticas sociales del lenguaje del mundo contemporáneo.‖ (SEP, 2006: 07). Para llegar al cumplimiento del propósito, es necesario proponer a los alumnos estrategias de escritura adecuadas para despertar su interés por escribir textos propios y aprendan a ordenar sus ideas, sin importar el tipo de escrito que trabajen. Es indudable que el aprendizaje es el eje rector de toda actividad diseñada en el aula. La lectura y la escritura son habilidadesque los estudiantes de educación secundaria deben dominar. Uno de los rasgos del perfil de egreso de la educación básica indica que los alumnos al finalizar la secundaria deben utilizar ―… un lenguaje oral y escrito con claridad, fluidez y adecuadamente, para interactuar en distintos contextos sociales.‖ (SEP, 2007: 10). El enfoque de enseñanza del español son las prácticas sociales del lenguaje, mismas que se definen como ―…pautas o modos de interacción,que, además de la producción e interpretación de textos orales y escritos, incluyen una serie de actividades vinculadas con éstas.‖ (SEP, 2006: p.11). Para su estudio las prácticas sociales del lenguaje se encuentran divididas en ámbitos. Los ámbitos son los ejes rectores del trabajo en el aula, en el caso de español se dividen en tres. El ámbito de estudio apoya a los alumnos a ―… expresarse oralmente y por escrito, con un lenguaje formal y académico.‖ (SEP 2006: 17). Es fundamental el desarrollo de la expresión escrita con la finalidad de obtener un aprendizaje en las ciencias y humanidades. En el ámbito de literatura se centra en la lectura de textos literarios, yescribir textos con propósitos expresivos y estéticos. En el ámbito de participación ciudadana se busca la investigación, el análisis, el conocimiento de documentos
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 legales y administrativos, la diversidad lingüística y la valoración crítica de los medios de comunicación (SEP, 2006). Es decir, que en todos los ámbitos la escritura es un punto central que el estudiante ha de desarrollar en su estancia en la educación secundaria, estos ámbitos se ven en los tres grados con distinto nivel de complejidad, abordan las competencias que el alumno necesita para su egreso de la misma. Conceptos centrales De acuerdo con Kaufman el texto narrativo ―… permite el desarrollo de todas las virtualidades del lenguaje, es el espacio de libertad, liberado de restricciones o normas, permite escribir para dejarse llevar por la imaginación‖ (Kaufman, 1993: 30). Por otro lado conocer los alcances en los aprendizajes de los alumnos es vital para aprender a elegir los que han de ser permanentes en su vida, en el presente caso que le vean la funcionalidad a las estrategias de escritura para emplearlas al momento de realizar un escrito. La estrategia es diferente de una dinámica, o una actividad a desarrollar enel aula, toda vez que tiene la función específica de ser parte del proceso deenseñanza y dejar una huella trascendente en el desarrollo de un tema. La estrategia es el complemento a las actividades a desarrollar en el salónde clases, puesto que son innovadoras, son prácticas, no requieren de mucho tiempo de clase y tienen la finalidad de encausar un proceso, que es la escritura. La escritura no puede ser aislada es un proceso gradual, que por lo general no se enseña, se infiere sobre todo en educación secundaria que ya se tiene el dominio, sin considerar que existen en los alumnos vacíos que requieren el uso de estrategias adecuadas para generar ideas al momento de plasmar un escrito. ―El escribir no es solo juntar las letras‖, debe ser motivo de inspiración y de creación
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 congruente. Para Díaz ―… la composición escrita le impone exigencias más complejas al escritor de lo que al hablar lo hace el hablante‖ (Díaz, 2010: 269). De tal forma que escribir en la escuela secundaria requiere detonantes que motiven el interés por formular ideas y de ahí partir para hacer del texto un escrito con sentido coherente para ser entendible al lector. Cassany apunta que ―Sabe escribir quien es capaz de comunicarse de forma coherente por escrito, produciendo textos con una extensión considerable sobre un tema de cultura general‖ (Cassany, 1998: 13). Sin embargo que los jóvenes escriban por cuenta propia textos diversos sin copiarloso bajarlos de internet, es un gran avance. Continuando con Cassany escribir ―… incluye contenidos diversos que requieren didácticas particulares y especiales‖ (Cassany, 1998: 30). De tal forma que como profesores no podemos llegar al aula con las conocidas formas de escribir; realizar dictados, copiar del libro, etc. Al contrario se tiene que hacer que los alumnos aprendan a componer escritos. En términos prácticos el texto tiene un carácter comunicativo, acción quelos alumnos deben identificar como parte del proceso, en que la escritura retoma la importancia necesaria para ser desarrollada dentro del salón de clases. Además tiene un carácter pragmático, ―se produce en una situación concreta‖; está estructurado ―tiene una organización interna bien precisa con reglas de gramática, puntuación y coherencia, que garantizan el significado del mensaje y el éxito de la comunicación‖ (Cassany, 1998: 135). Kaufman menciona que ―El texto, producto de la actividad verbal humana, es una unidad semántica, de carácter social, que se estructura mediante un conjunto de reglas combinatorias de elementos textuales y oracionales, para manifestar la intención comunicativa del emisor‖ (Kaufman, 1993: 165)
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 Es clara la función del texto que sobre todo es comunicativa pero ¿paraqué les sirve a los alumnos de secundaria la producción del texto? El escribir unmensaje de texto en el celular con coherencia les fomentará la habilidad de escribir en cualquier situación que se les presente en la vida cotidiana, sobre todo en la actualidad donde las redes sociales cobran auge y la escritura es un elemento importante en ellos. En el camino de llevar al educando a la producción escrita existen procesos que deben seguir entre ellos se encuentra la preescritura, es donde se lleva a cabo la generación de ideas es una fase importante en la construcción de un texto escrito. A decir de Serafini ―… la construcción de un texto comienza con el acopio de ideas, datos y elementos útiles‖ (Serafini, 1997: 27). De tal forma que, la preescritura es el punto en que me gustaría enfocar mi trabajo con los adolescentes, en virtud que es ahí donde surgen las ideas, donde se enciende la palabra clave a ser plasmada. Es necesario considerar que ―la alfabetización ha dejado de ser una habilidad básica, que se alcanza en la educación primaria, por lo cual se accede a las diversas prácticas sociales de producción e interpretación de textos‖ (Carlino, 2002: 244). De ahí que, mi intención debe enfocarse en generar ideas a partir de una frase o palabra que detone los pensamientos a ser plasmados de forma coherente. La escritura requiere de un esfuerzo permanente por ordenar, revisar, clarificar y dar sentido al texto para ser entendible al lector. Sucede con frecuencia que el esfuerzo de quien realiza un texto acaba conel último párrafo y el punto final, a veces concluye con una rápida relectura para eliminar eventuales errores de ortografía o de puntuación. Sin embargo, una vez finalizada la redacción existen amplias posibilidades de mejorar el escrito. La revisión puede abarcar además de
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 una valoración sistemática una serie deaspectos del escrito, que varían en función del tipo de texto. Experiencia de enseñanza El día 24 de noviembre de 2011 se inició el proyecto número 5, titulado ―déjame que te cuente‖, del ámbito literatura. La práctica general consistió: en escribir textos con propósitos expresivos y estéticos .La práctica específica fue: escribir cuentos y como producto final los alumnos debían elaborar una antología de cuentos. Todos estos aspectos se los di a conocer a los alumnos, y a petición del titular de la asignatura, debían estar plasmados como evidencia en su cuaderno, porello cada alumno lo registró tal cual. (Ver imagen 01). Imaginé que este proyecto sería todo un acierto porque manejala escritura como eje principal, por ello diseñé actividades para que los alumnos escribieran. Recurrí a las estrategias de escritura que Serafini (1997) propone para el diseño de mis propuestas didácticas. Me enfoqué en el racimo asociativo de ideas. De acuerdo con Serafini (1997) el empleo de la asociación impulsa a encontrar relaciones lógicas y busca traer a la memoria muchas informaciones útiles que ya poseíamos. Se necesita un gran folio en el centro se escribe el tema del racimo, alrededor en forma de radial se anotan todas las ideas que se generen sobre el tema.
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 Imagen 01. Registro de secuencia de trabajo en la libreta del alumno.
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También trabajé la idea del cuento a elaborar. Les hice a los alumnos los siguientes cuestionamientos: ¿qué voy a narrar?, ¿a quién le sucederá?, ¿quiénes participaran?, y ¿en dónde sucederá? La intención fue que los alumnos comenzaran a planear su trama y sobre todo ubicarla en tiempo y espacio. La secuencia didáctica era propicia para realizar un escrito propio desde una óptica personal, donde los alumnos podían desarrollar un proceso de escritura y sus producciones conformarían una antología. Durante la realización del proyecto les di elementos sobre los textos narrativos, el tipo de trama,(lineal, circular y abierta). Las clases se desarrollaron de la siguiente forma: –Hoy vamos a ver cómo será nuestro personaje principal, del cuento que vamos a escribir–dije–.Vamos a primero a dibujar y a partir de ahí van a ver que les va a gustar escribir un texto. ¿Quién de ustedes sabe dibujar? Daniel maestra –dijo Diego –¿Me dibujas un escarabajo en el pizarrón? por favor –le dije a Diego. –No les crea maestra yo ni sé –dijoDanielmientras tomaba el marcador ycomenzaba a dibujar. –Gracias –le dije a Daniel después de que concluyó el dibujo. Después les dije a los alumnos: –En este dibujo vamos a poner en el centro el nombre de nuestro personaje principal y en sus extremidades cómo es nuestro personaje. En el pizarrón hice un ejemplo para hacer el esquema, después les dije a los alumnos:
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 –Ahora ustedes van a realizar el dibujo que gusten. Esta forma de escribir también fue libre los jóvenes plasmaron el dibujo de su elección y así eligieron a los personajes y características de los mismos. En el desarrollo de esta estrategia de escritura, realizaron en su cuaderno el dibujo de su preferencia, pusieron el nombre del personaje principal y en las extremidades desarrollaron las características del mismo. (Ver imagen 02).
Imagen 02. Dibujo de personaje y características.
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 Además de las características del personaje los alumnos debieron pensar en los personajes secundarios. Por ello les hice preguntas que ellos respondieronen el cuaderno para ubicar como se desarrollaría su trama. –Con estas preguntas van a guiar el cuento –les dije a los jóvenes–, para que piensen en más elementos que van a incluir pero que van a respetar lo que incluyan. Nada que los pongo en el esquema o en las preguntas y después no los anexen en el cuento –los alumnos rieron. Después les dije: –Piensen qué voy a narrar, a quién le sucederá, quiénes participarán. Aquí es donde van a incluir a los personajes secundarios y también deben pensar en sus características físicas.Y por último dónde sucederá. Una vez reunidas las características del personaje fue necesario pensar en el espacio que se desarrollaría la trama. Entonces les dije: –Vamos a ubicar en donde se realizará la trama de nuestro cuento. Van a describir el lugar. Puede ser en el campo, en un bosque, en la ciudad. Después de identificar a su personaje principal, hicieron lo mismo con la trama del cuento. Para ubicar en tiempo y espacio la historia, tuvieron que pensar en el lugar qué vivía el personaje, en qué época se desarrolló, entre otros elementos para el desarrollo de la trama. La sesión el día 8 de diciembre, se desarrolló de la siguiente manera. Inicié clase planteando el propósito que los alumnos conocieran los tipos denarrador que existen para identificar la trama de su cuento. –Vamos a ver hoy los tipos de narrador que existen, y deben adoptar uno para su narración –les dije a los alumnos–. Comencé a explicar al grupo cada tipo de narrador. Comencé con el narrador protagonista, que narra en primera persona.
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 Para ello también tuve que ubicarlos en los pronombres personales para que ubicaran la primer, segunda y tercer persona del singular y del plural. –¿Cuál es la primera persona maestra? –Preguntó Guillermo. –Ay, pues yo –respondió Jonathan. Se escucharon risas en el grupo. Usé el pizarrón para continuar con la descripción de cada tipo de narrador. Seguí con el narrador testigo, en el que se usa el pronombre de segunda persona, como si el narrador hiciera referencia al lector. En ese momento identifiqué que algunos alumnos ya recordaban los pronombres personales: –Ya se maestra es como si estuviera hablando Sharon sobre mi relato –dijo Vania. –Claro –dije–.Ya van identificando los pronombres personales dentro de la narración. Como producto de la clase los alumnos escribieron en su cuaderno un breve relato de forma individual, para que identificaran la narración protagonista ubicada en primera persona (anexo 9). Seguí con la clase en medio de preguntas y respuestas, para hacer la referencia a los tipos de narrador. Sin embargo, en ese momento consideré importante mencionarles un ejemplo para seguir una estructura en lanarración circular, cuando el narrador comienza la trama y regresa al final de lahistoria. –¿Se acuerdan de la película titánic? –Les pregunté a los alumnos. –Quién no maestra –dijo Jonathan. –Uy, ya llovió –intervino Alexis. –Esa película maneja una trama circular –dije–. ¿Quién inicia la narración?
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 –Una viejita –contestó Isela. –Si ella termina muerta después de platicar su historia –dijo Alan. –Bien esa es la trama, pero y el ¿narrador? –Pregunté. –Es la viejita desde el inicio y es ahí donde entra el narrador protagonista, porque te empieza a narrar su juventud y después se adentra en suvida y te olvidas del narrador –contestó Daniel. –Ya ven –dije– como si pueden identificar un narrador y la trama aseguir. Así van a escribir con una ubicación en el tipo de narrador, y también deben pensar en la trama. La ejemplificación de tramas que ellos ya conocían le permitió identificar qué narrador estaría presente en su cuento y continúe con la misma estrategia de aportar elementos fáciles de identificar por ello realizamos la siguiente actividad: –Vamos a leer un cuento para que ubiquen la trama–dije–, les traje este de ―La gallina Ceferina‖. –Es un cuento de primaria –dijo Fabián. –Pero les va a gustar –aseveré. –Mejor otro –propuso Alan. –Fabián, hazme favor de leer el cuento para todo el grupo –dije. Fabián comienza a leer el cuento entre murmullos y risas de grupo, pero a medida que continúa la lectura, los alumnos poco a poco dejaron de hacer ruido y se interesan por la trama y prestaron toda la atención a la lectura.
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 A pesar que son adolescentes y con el cuento que uno de los alumnos leyó, me pude percatar de que parecen niños en ocasiones y son susceptibles de unaprendizaje con una actividad tan sencilla como un cuento infantil. Por ello, comprendí que la motivación a partir de situaciones que hayan vivido les despertaría el interés por escribir y de tal forma que como dice Alonso ―… a fin de saber qué hacer para motivar a un alumnado cuyos miembros responden de modo distinto a los contextos creados en el aula, espreciso conocer primero qué características personales de alumnos y alumnas contribuyen a que el interés y esfuerzo que ponen por aprender sean los adecuados‖ (Alonso, 1999: 116). Con lo ocurrido en las sesiones de clase, me quedo conque las estrategias implementadas de flujo de ideas eran insuficientes para que los jóvenes escribieran. Al mencionarles diversos ejemplos durante laclase me dieron la pauta que les interesa más lo que ellos tienen contacto o que le ven la utilidad en su contexto inmediato. La ejemplificación a partir de una película ya conocida por los alumnos y la lectura de un cuento infantil, los llevó a recrear las distintas tramas que escribieron en su cuento, al final fue un apoyo a la estrategia del racimo asociativo para poder escribir sus ideas. De tal forma que no hubo necesidad de recurrir a otras estrategias de generación de ideas para escribir, sólo fortalecer las propuestas por Serafini con ejemplos o preguntas directas que guiaron el proceso de escritura de los adolescentes. En el cuento que realizaron los alumnos aclaro que no todos lo concluyeron, pero si hubo un buen inicio de la actividad, porque todos dibujaron su esquema y planearon el cuento con los personajes principales, secundarios y lo ubicaron en el tiempo y espacio. Aunque al concluir la secuencia didáctica donde los alumnos tuvieron que escribir un texto narrativo hacer uso su imaginación no logré la
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 realización de la antología, que atribuyo a las actividades escolares que se dieron en esos días de práctica, y que fueron ajenas a mi control. No consideró que el desacierto haya estado en las estrategias elegidas simples se debió a las actividades fuera del aula que los alumnos realizaban en ese momento. Bibliografía Alonso Tapia, Jesús (1999), ―Motivación y aprendizaje en la enseñanza secundaria‖, en Psicología de la instrucción: la enseñanza y el aprendizaje. Barcelona. Carlino, Paula (2002) Enseñar a escribir en la universidad: cómo lo hacen en Estados Unidos y por qué. Madrid. OEI. Cassany, Daniel; et, al (1998) Expresión escrita. Enseñar lengua. Barcelona. Díaz Barriga, Frida, (2010) ―Composición de textos: procesos y estrategias‖, en Estrategias docentes para un aprendizaje significativo, una interpretación constructivista. México. McGraw-Hill. Kaufman, Ana María, (1993) La escuela y los textos. Buenos Aires Postic, M. y J. M. De Ketele (1998) "La observación para los profesores en formación", en Observar las situaciones educativas. Madrid. Narcea. SEP (2006) Programa de estudios de Español. México. SEP. SEP (2007) Plan de estudios 2006 de Educación Secundaria. México. SEP. SEP (2002) Plan de estudios 1999. Licenciatura en Educación Secundaria. México. SEP. Serafini, María Teresa, (1997) ¿Cómo se escribe? México. Paidos
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 Taylor, S. J. y R, Bogdan (1990) Introducción a los métodos cualitativos de investigación. México. Paidos.
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kuraiem: el poeta salió a pelear la realidad Presagios de guerra: 2 de abril de 1982
Trabajo de investigación y notas Prof. Marta Goddio
«No cargo las armas./ No cargo la guerra./ No cargo la sangre./ Aunque la sangre me mate./ Nada de esto está en mis planes.../ No sé manejar un coche/ menos un arma.../ No sé manejar un hijo/menos una guerra.../ No sé manejarme en la sangre que agonizo en estas líneas.../ No vestiré el uniforme./ Ni un fusil./ Ni una sola bala siquiera» Kuraiem Del Libro Presagios de Guerra
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¿Cómo se enseña una Guerra intentando ubicarnos en el cabezal del péndulo que oscila entre la ―Gesta‖ y la vergüenza de admitir, que por haberla perdido se recuperó la democracia…? Hay un vacío, una abreviación intencional, un silencio que retumba denunciando complicidad
por omisión o réplica del mensaje
aceptado para no incomodar (se), para evitar navegar contra la corriente que impone un modo de ver y de interpretar los hechos. Otra Historia punza en el vaivén del pensamiento que resiste y se manifiesta desde un libro de poemas escritos bajo el fuego de dos bandos que usurpaban la conciencia popular con historias de piratas en las mares del Sur desvaneciendo en la bruma de los mitos del honor y el patriotismo, la hipocresía de un país que se entregó a las garras de los que detentaban el poder. Habrá que considerar alguna vez los sofismas que se transmiten manchando la Bandera desde producciones musicales, documentales y películas que han pasado por la alto la denuncia del
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 ―poeta que sale a pelear la realidad‖, sin esperar el bronce o la medalla, en otros terrenos también desolados: con un libro de poemas alegórico, emblemático, por haber sido escrito en los mismos días de iniciado el conflicto entre Argentina y el Reino Unido, sin obras paralelas para su comparación. No existe registro de otros autores que hayan abordado desde la épica literaria la Guerra de Malvinas, del modo que lo ha hecho Kuraiem: rescatando una retórica en la que se asume protagonista, marcando de este modo la función social del poeta, mostrando desde otra actitud guerrera –alejada de los extremos que imponen los héroes o los dioses– la hazaña de peregrinar como los antiguos rapsodas con un puñado de poemas que aporten otras significaciones, otras perspectivas para la reflexión y el análisis. La fotografía de contratapa muestra en un muro el traje que parece vestir un fantasma: –Para mí es Carlos…–dice Candela mientras mira una de las imágenes del tríptico con los poemas seleccionados del libro “Presagios de Guerra”. –Sí... esa es una chaqueta de guerra… (Julián) –… y hay como una bombacha... ( Yasmín) –Es un traje de soldado… (Alan) –¿Era soldado? (Marcos) –Y por qué tiene una guitarra…? (Juan Pablo) –Porque es un cantor ¿Noves? (Julián) –En el corazón te da algo así… porque ese soldado va a la guerra y por ahí se puede morir… (Shaiel)
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 –Pero tenían que ir igual… había que ir a defender a la Patria (Yanil) Tan chicos y en la discusión revelando ideologías, contradicciones de una sociedad fragmentada que cubre con el ―Deber‖ el sentido elemental del respeto a la vida. La confrontación puesta en evidencia desde una imagen motivadora intencionalmente presentada como recurso didáctico en el formato de un tríptico que reproducía además de una selección de poemas del libro ―Presagios de Guerra, 2 de abril de 1982‖, las fotografías de tapa y contratapa, capturadas por Lucio Consentino. Los poemas presentados, de libre elección para la lectura, aventuraron a otras búsquedas, la necesidad de acudir a otras fuentes de información: ―Mi abuela ya estaba nacida, así que le puedo preguntar por qué pasó la Guerra…‖ organizarse en grupos proponer otras actividades: desde buscar en el diccionario el significado de las palabras que desconocían, a preguntar a los padres para que expliquen con ―palabras de adulto‖ o dibujar al Poeta que se va, dejando su calle atrás… La lectura estaba en movimiento y el interés para ejercitarla tenía una razón: decir los poemas en el Acto del Veterano de Guerra y de los Caídos en Malvinas, ocasión en que visitarían la escuela un grupo de Ex Combatientes. Tres décadas esperaron estos poemas para entrar por primera vez a una escuela abriéndose paso desde su portada, por la historia que Yanil leía desde la pantalla de la computadora: ―Con el fotógrafo Lucio Consentino, tuvimos que planificar toda la escena para capturar la imagen –en el país había estado de sitio, mataban, torturaban, compraban periodistas (mucha gente se ofrecía gratis) y estaba prohibido tomar fotografías de los edificios públicos: los dos, Lucio y yo, cruzamos caminando por la vereda de la Plaza de Mayo, charlando como un par de turistas distraídos, en
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 dirección al Banco Nación. Yo iba del lado del cordón tapando a Lucio que en un tris tenía que gatillar para tomar la foto de tapa, podría hacerlo una sola vez. Su cámara estaba a la altura de mi hombro y avanzamos sin perder el paso. El resultado fue esa imagen tétrica, alargada de los granaderos, un par de personas deslizándose y la Casa Rosada. Y como Lucio tenía dudas con el cielo (y ya no podíamos repetir la toma) fuimos a Plaza Congreso, donde alborotamos a las palomas, que se dispersaron en lo alto, quedando como si semejaran helicópteros o aviones. En el laboratorio de Lucio, ―dibujando con la luz‖, realizamos el ensamble de las dos imágenes. Los poemas los escribí entre los días 2, 3 y 4 de abril de 1982, antes de su edición, fueron leídos por Eduardo Aliverti, en su columna de radio continental; en un encuentro organizado por la Revista Pan Caliente, donde había una fotocopiadora a disposición de los poetas para hacer copias de los poemas y repartirlos a la gente, en un recital en el Huracán de San Justo, en el que canté y dije algunos de los versos y en varias Bibliotecas Populares‖. Algo hicimos. Breve historia sobre la portada de mi primer libro Presagios de Guerra 2 de abril de 1982, Kuraiem. A veces la Historia se escapa de los barrotes, de los márgenes impuestos, de las ideas preestablecidas, de los conceptos anacrónicos. Se toma de la mano del arte para avivar las voces enmudecidas, marginadas.
Se abre espacio y extiende
puentes, ofreciendo materiales para la reconstrucción desde las voces vivas del presente. Porque el conocimiento no sólo viaja en las hojas de un libro. También se procesa desde una fotografía que fija el tiempo para focalizar la mirada en el extraño contraste que se revela de una imagen ―conocida‖ y que a la vez muestra desde otras estrategias discursivas, las distorsiones históricas que prevalecen en el imaginario colectivo
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 Cambios y permanencias que emergen de una Casa Rosada, más oscura, más tétrica al ser impresa en el papel, como si a quien ensambló sus partes no le hubieran bastado los recursos para expresar el terror. Misterios del Arte, recursos del artistas, el de acompañar los ojos, ampliar el plano para que otros logren atravesar el hermetismo de la puerta aún cerrada de Historias ausentes. También la pregunta se construye con lo más cercano y disponible. Seguramente muchas de ellas no lograron ser formuladas, por carencia de lenguaje, o
la
imposibilidad de organizar y asimilar la información. Requerirán del tiempo necesario para completar el proceso y verbalizar con la contundencia necesaria, la impresión provocada a los sentidos. Se comienza a aprender que hay significados más complejos de desentrañar. Que el Diccionario no alcanza para entender el Presagio y mucho menos explicar el dolor del Poeta. Tiempo y Espacio. Ambas coordenadas entrando en juego ante el asombro de quienes inicianla exploración, confluyendo en la posición de un hecho del devenir histórico, que refleja también la posición comprometida de quien observa, registra y entrega el testimonio de su época., enmarcando prolijamente la obra literaria a la que invita a observar como a la fotografía: ubicándose en la intersección de los mismos ejes ( tiempo y espacio) que determinaron al Poeta a decir, como si fuera una sentencia de la que aún la sociedad no se ha hecho cargo: “Sólo pesarán los hijos vivos en las conciencias/ me elegirán a mí para hacer el inventario de sus hijos muertos? / y yo les diré de consuelo: que también los estudiantes mueren jóvenes/ que el obrero no se alcanza a sí mismo/que los poetas en esta tierra mueren apenas nacen” ―Parece que nos estuviera hablando a nosotros‖ –dice Alan al escuchar la voz de Kuraiem, poniendo en evidencia el nacimiento de otro tipo de vínculo, más directo
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 y concreto con alguien que desde su historia personal y artística ofrece otras piezas para armar la Historia Nacional, con otros aportes que vienen desde las orillasde los historiadores. ―Parece que es un testigo, que no participó pero vio la Guerra de las Malvinas. Un testigo-poeta porque prácticamente en la Guerra pasó todo eso…‖ Kuraiem-Poeta-Testigo
denuncia,
mueve,
confronta
desde
sus
versos
rebelándose, negándose a ―vestir el uniforme‖ y con claridad argumenta en la entrevista que le realizara Sinda Miranda, respondiendo sobre su libro ―Presagios‖, al que a él le gusta llamar ―Los poemas de la guerra‖. Apertura…. Ráfaga musical… ―Yo quise cantarte tres palabras/y apenas alcancé a decirte una/ yo tuve que cerrar mi boca y no hablar/ porqué son ellos los que mandan./ Me han clavado sus puntas las estrellas/ doliéndome por una eternidad/ he enterrado mis canciones tantas veces ya/ pero siempre he vuelto para cantar…‖ De la canción Tres Palabras, incluida en el disco Kuraiem Folk Fusión Lírica. Kuraiem: –Presagios de Guerra fue mi primer libro editado, no mi primer libro escrito, el primerofue ―El Canto…‖ pero El Canto quedó para después porque en el país ocurrió lo que se llamó la guerra de Malvinas… (Cuña de la propaganda oficial ...‖Vamos argentinos, vamos a vencer…‖) … entonces cuando los militares toman Malvinas, sentí algo muy fuerte, porque yo venía cantando desde el año 77 en todo lugar alternativo y otros espacios conocidos de Buenos Aires 2, y uno sabía lo que iba a pasar, no estaba ajeno a eso… y el hecho que de golpe se llenara una plaza con miles y miles de personas vitoreando a los militares (que habían secuestrado, torturado y asesinado a tantas personas…‖ a mí me produjo algo muy fuerte y ese mismo día que toman Malvinas y los dos días que le siguieron,compuse los poemas que después formarían parte de Presagios de
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 Guerra... (Voz de Galtieri: –Compatriotas hemos recuperado sin rencores pero con la firmeza que las circunstancias exigen las islas australes que integran por legítimo derecho el patrimonio nacional…‖…. así nacieron estos poemas… muy en caliente… y durante todo el año 82 los leí en centros culturales y bibliotecas donde me invitaban…. son poemas que así como nacieron los decía, no necesita el papel… los tenía incorporados oralmente, porque eran versos muy urgentes...3 y el libro –querecién se editó en el 83– tiene un detalle que los que no lo conocen no lo van a saber hasta que se haga una reedición4…. con un fotógrafo amigo –que me tomaba todas las fotos cuando yo cantaba en los teatros-, recorrimos juntos las calles de Buenos Aires en ese mismo momento en que pasó todo, y entonces él capturó imágenes de lo que escribía la gente en las paredes... y de una marcha muy grande que fue la Multipartidaria, que ocupó desde la Plaza Congreso hasta la Plaza de Mayo, todas esas cuadras a lo largo (era una marcha de resistencia protestando y pidiendo que se vayan los militares)… tomó esas fotos, que son impresionantes, y que después formaron parte del libro, que se edita con mis poemas y las fotos de Lucio Consentino… toda pintada callejera que decía ―Fuera ingleses!‖ ―Las Malvinas son argentinas‖ y otras expresiones como esas ilustran el libro5… de varios centros de Excombatientes me invitaban, pero era un poco en vano … porque es un libro que no está ni con los Excombatientes ni con el poder… es un libro que está en el medio... y esa fue la razón por lo que los Excombatientes no tomaron ese mensaje…porque a ellos mucho no les servía para sus reivindicaciones … y esa era la cuestión…bueno, pero ahí está su valor: es un libro que si bien habla de la tierra, y del país, no avala el uniforme militar, ni en el que tomó Malvinas, como militar de carrera, ni en el que después de haber ido a Malvinassigue usando el uniforme … y esa es la contradicción… ese es el dilema, diría Shakespeare…‖Ser o no ser‖… en nuestro país se dio así… fue un conflicto donde murieron tantos jóvenes, tantos hermanos míos y donde los padres entregaban a sus hijos para que vayan…
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 (Cuña con reportaje a los soldados) Joven Soldado. –… ―me llama la Patria… me llama la Patria‖ Periodista. –Absolutamente seguro ¿no? Joven Soldado. –Sí. Es una responsabilidad que tenemos en estos momentos: defendernos. Joven Soldado –… No, no… hijo único…‖ (otra voz) Periodista. –¿ Y qué dijo tu madre…? Joven Soldado. –Nada… a pesar de todo está contenta, me dio un beso y me deseó mucha suerte…porque sabe que venimos a defender a la patria… Kuraiem. –… es una cosa totalmente atroz…terrible… el padre despidiendo al hijo que iba a un lugar del que sabía que no iba a volver… 6 prácticamente la mayoría de los padres lo sabían… los padres son viejos, son grandes, sabían
lo que
estaban haciendo y lo hacían igual… y bueno, es un libro que no avala la guerra, ni las armas… dice: No a la violencia…7 en mi feisbuk yo he posteado algunos de esos poemas y han causado mucho impacto…8 Ráfaga musical… ―No me oirás decir cosas que nos sienta / Mi palabra es sólo el miedo a callar‖… De la canción Excavando el aire, incluida en el disco Kuraiem Folk Fusión Lírica. Kuraiem recita El poeta creyó y Dejé mi calle atrás.
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El poeta creyó
El poeta creyó que era otoño. Al ver caer a los hombres que confundió con hojas que caían desde sus armas.
Que confundió con ramas que se acostaban sobre la tierra.
Que el poeta creyó un patio.
Y la sangre que goteaba de los cuerpos?
Con la lluvia que caía sobre su ventana que era un cielo que el poeta confundió en sus hojas el otoño.
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Dejé mi calle atrás
Dejé mi calle atrás, atrás, mi espalda; un recuerdo atrás.
Un sol, soldado, en mi ventana. Un árbol de sombras. Una vecina limpiadora de veredas. Y un cartel a los familiares que decía:
El poeta salió a pelear la realidad.
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Kuraiem. - Esta es otra particularidad que tiene Presagios: todo el libro habla del poeta que pelea. No del soldado que pelea, y eso es muy original en el mensaje del libro...9 Ráfaga musical… ―Soy un hombre que desafío esta suerte/solo y sin temblores, en la voz/soy el eco de aquellos que están ausentes,/ y otras veces soy mi propia voz…‖ De la canción Un hombre que, incluida en el disco Kuraiem Folk Fusión Lírica. Los poemas recitados en esta entrevista, fueron algunos de los seleccionados para presentar en los trípticos10 que además de ser utilizados como recurso didáctico, se compartieron con la comunidad en el día del acto, donde fueron leídos y distribuidos entre los presentes. El Poema ―El Poeta creyó‖ acompañó desde un mural confeccionado por la familia Marinoni los actos escolares hasta el mes de mayo, en que el poeta Kuraiem lo dejó grabado en el aire del patio de la escuela, al recitarlo, de espaldas a los espectadores, de cara a la Vida11.
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 Llevo un trabajador en cada bolsillo
Llevo un trabajador en cada bolsillo, será por eso que nunca me alcanza nada, que me mueren los poemas como sueños, y viajo con los brazos en alto en los colectivos repletos.
Y muero anónimo, envejecido de versos. Siendo un poeta tan nuevo.
Soporto una lucha diaria en cada paso que avanzo.
Quizás sea eso, que los días me terminan sin yo nunca terminar las horas.
Que me mueren los meses, los años, las décadas, de tanto esperarlos se me caen los brazos y me cuesta un siglo y medio volver a levantarlos.
Un siglo de poeta y medio, postergado.
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Cargo mis dilemas en este poema abierto, como una mano abierta, un cachetazo a mí mismo, como un verso guacho duele.
Sólo tengo este tiempo para expresarme, y puedo verlo, y veo con los ojos de mi tiempo.
Veo que hoy la patria reclama al obrero que ayer fue golpeado en una manifestación imaginaria, para ir a ocuparse de una guerra.
Qué no hace uno por su tierra qué no aguanta uno por ella qué no entrega qué no llora qué no deja.
Es de verse como todos se ofrecen, sin reservas marcha el hijo, el padre, la madre, y yo, me alisto con ellos.
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Sólo pesarán los hijos vivos en las conciencias. Me elegirán a mí para hacer el inventario de sus hijos muertos?
Y yo les diré de consuelo:
Que también los estudiantes mueren jóvenes. Que el obrero no se alcanza a sí mismo. Que los poetas en esta tierra mueren apenas nacen.
Y será por eso, decía, que esta guerra es una llaga, que hay un invasor que invade adentro y otro invade desde afuera y a ninguno de ellos les doy crédito.
Y será por eso, diré siempre!
Que no me dura el poeta, ni un poema, ni unas sílabas; ni una sola letra tomada a préstamo.
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Y me rechaza el sueño.
Que ahora veo a mi pueblo en armas! que veo presagios de guerra! Y el sol sólo me dura un día.
Y ya no veo a mi tierra.
Que los tengo a mis pies
Que los tengo a mis pies. Que me pisan los pies. Que no me llegan a los pies.
Qué sí llegan a mis pies? Qué se apoderan de mis pies? Qué me sacan el zapato y me cortan los dedos con sus bayonetas?
Que pisan la tierra que piso?
Que los piso a ellos! Que mis pies no se dejan!
Que mis pies se afirman en este suelo, desde aquí me crecen y se clavan como un mástil.
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No, no... mis pies no corren por mis piernas, yo no corro por mis pies.
Que tienen los pies más grandes y no les alcanza ninguna medida?
Qué viven probándose los zapatos de los demás? Qué todos los números son de ellos? Qué se prueban mis zapatos?
Que este zapato no se deja sepan!
Que este pie no se deja sepan!
Que este pie no se deja, que patea si se acercan, que no se acerquen.
Que camina por la medida de su horma, y abarca la costura de su tierra.
Que patea donde más les duele. Qué pisan la tierra que piso? Que los piso!
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Aquí, aquí todo queda
Hoy no soy ni poeta del pueblo ni músico de mi pueblo
Hoy soy de mi tierra entera, Y si ella me muere
y si me llegara a morir.
Aquí, aquí todo queda.
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Acabemos de una vez con esta guerra
Rodeas mi cuerpo y algo mío invade el tuyo
(no hay gente en la casa)
te penetro y abarcás mi tamaño
(y no hay vecinos para observarnos)
damos vueltas
(vibrando está la cama al vuelo de los aviones)
te amo
(afuera estallan granadas)
te amo
(afuera la guerra no acaba)
te cubro con mis besos
(afuera gime un niño)
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pedís un niño adentro
(manchas de sangre empañan los vidrios de las ventanas)
y nosotros haciendo el amor
(el pueblo está de guerra en la frontera)
y aquí nada nos falta, todo nos sobra.
Acabemos de una vez con esta guerra.
Notas 1
Este libro (…) tiene por momentos una amarga ironía, demasiado dolor; es contradictorio como este tiempo que nos ha tocado vivir, hay una profunda voluntad de poesía, por momentos, de la más autentica, que nace del choque con la dureza de la realidad y de la necesidad de comprenderla. Es inútil buscar aquí complacencia en la belleza gratuita; todo apunta en la misma dirección; a veces un sarcasmo doloroso; a veces una esperanza casi ingenua, estos poemas de Kuraiem van hacia la gente con la decisión del diálogo; no se esconden, tratan por el contrario de mostrar revitalizada, nuestra realidad -dura pero tangible- inevitable pero modificable en base a esfuerzo y voluntad como los que aquí se reflejan.‖ Omar Cao, poeta, narrador, ensayista y dramaturgo, fragmento del prólogo a la primera edición de Presagios de Guerra, abril 1983, poemas de Kuraiem. 2 Entre 1976 y 1982 sólo los mediocres que cantaban sin decir nada tuvieron acceso al gran público. La guerra por la recuperación de las Islas Malvinas fue el pasaje a la muerte para muchos jóvenes argentinos y paradójicamente la llave para el renacimiento del rock nacional. «No cargo las armas./ No cargo la guerra./ No cargo la sangre./ Aunque la sangre me mate./ Nada de esto está en mis planes.../ No sé manejar un coche/ menos un arma.../ No sé manejar un hijo/menos una guerra.../ No sé manejarme en la sangre que agonizo en estas líneas.../ No vestiré el uniforme./ Ni un fusil./ Ni una sola bala siquiera», escribió Kuraiem el 2 de abril de 1982 en su libro Presagios de Guerra. Prólogo Letras de Rock, Antología Poética, Edgardo Miller, periodista. Edición Tres Más Uno, dirigida por Eduardo Monte Jopia 1996.‖ 3 Querido Kuraiem: Tu mensaje es el más cuerdo de todos, el que viene de la poesía a través de quien la escribe. Tu poesía está impregnada de realidad, y habla de un hecho tan conocido por todos, pero a la vez tan distorsionado, usado, manipulado, vendido, que asusta de sólo pensarlo (…) la doble posibilidad que te da la poesía y la música, hace más entendible tu posición ante el hecho siempre lamentable de la guerra, en una realidad que no se puede obviar ni olvidar. El libro es una joya por la calidad de su impresión y las fotos, que ayudan a la intención del mensaje. El poema Aquí, Aquí todo queda es excelente, la mejor poesía con la mayor economía de palabras”. Correspondencia. J. C. Moisés, Sarmiento, 20 de agosto de 1983. ―Hoy volví
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de lleno a tu libro, con un recorrido por tu obra que permite una mirada panorámica que me ha movilizado el nervio de la emoción. De entrada me agarrás el cuello con tus ―Presagios de guerra‖, justo cuando terminaba de escribir una nota para una revista de historietas de Comodoro, sobre una tira de humor que se hacía en un diario de esa ciudad vecina entre abril y junio del 82. No hay manera de suscribir tus palabras: ―hay un invasor que invade / adentro y otro invade / desde afuera / y a ninguno de ellos les doy crédito‖. Correspondencia. Juan Carlos Moisés, poeta, dibujante y dramaturgo, 2007. 4 En la edición original del libro Presagios de Guerra, se hicieron mil ejemplares, en papel ilustración, con una faja en la que se leía “Hay un invasor que invade adentro y otro invade desde afuera” … un libro muy cuidado en su edición y con una tirada grande para un poeta “nuevo”, como digo en un verso del poema “Llevo un trabajador en cada bolsillo” Kuraiem 5 Estimado poeta Kuraiem: “La construcción de tu libro Presagios de guerra me parece estupenda (…) y ahora después de mucho tiempo, sigo sintiendo la misma bronca, la misma desazón, el mismo asombro que entonces. Y eso se debe a la relectura de tus poemas, lo que significa que la «calentura» que sentías ha sabido trascender y llegar más allá del tiempo a ser trasmitida tal cual al eventual lector.” Correspondencia. Antonio Aliberti, poeta, ensayista y traductor. Dir. Grupo Roberto Arlt. San Antonio de Padua, 1984. 6 Estimado Kuraiem: “Son sus versos de un dramatismo desgarrado, a la altura de la calamidad que profetizan. Hay sentimiento de dolor vivísimo, como los viejos trenos helénicos”. Correspondencia. Pedro Grases, Fundación La Casa de Bello. Caracas, 1 de julio de 1983. 7 Compañero Kuraiem: “el libro Presagios de guerra, es una denuncia a la barbarie y un canto a la Paz. Es cierto que contigo «El poeta salió a pelear la realidad», que cada vez es más nacional y latinoamericana. Adelante! Con profunda solidaridad.” Correspondencia. Rodolfo Romero. UTAL Caracas, 1º de marzo de 1983. 8 “Kuraiem, me llegó hasta lo más profundo de las entrañas la foto de tapa, lo que contás cómo fue tomada y los impresionantes poemas que escribiste con toda la sangre revuelta. Una vuelta al pasado que duele y cura” Jorge Luis Estrella, poeta y narrador, Buenos Aires. (…) “Poemas de Kuraiem que se han vuelto imprescindibles... Este libro lo guardo como uno de mis tesoros...” Alba Murúa. (…) “Que los poetas en esta tierra mueren apenas nacen". Kuraiem, sigue desparramando las letras en palabras y las palabras en versos que nos parten el alma, pero nos dejan impregnados de belleza”. Liliana Negromanti (…) Excelente!!¿qué adjetivo hay para tanto talento? Daniel Arias. (…) “Lo que tienen estos poemas de Kuraiem, es que me los creo todos y dejo que me toquen hasta el hueso. Lo mismo me pasaba con Cardenal, y ahora me pasa con los poetas palestinos: "no quieren convertir a la poesía en un arma para no parecerse a los que los asesinan" Concepción Bertone, poeta, Rosario. (…) “Una poesía que llega por lo intelectual pero que estalla en lo físico. Corporales y profundos estos textos de Kuraiem” Carlos Cuccaro, poeta, Azul (…) “Solo un atardecer Patagónico, unos mates con El Amigo y estrellas a la vera de La Mujer Amada, se comparan a estos versos de Kuraiem” Daniel Fogtman (…) “Kuraiem: Un poeta escribiendo sus sentimientos y verdades ¿o sentimientos y verdades de la mano de un poeta?” Julio Hernández, narrador. Comentarios extraídos de Facebook. 9 )“Contrariamente a otros poetas, Carlos Kuraiem propone el diálogo en la cultura, en el arte, en la literatura y, en particular, en la poesía, y muestra la realidad, su realidad, para depositarla en el espacio del intercambio, como sucede con Presagios de Guerra y también la “pelea”, que descontextualizada de la cruenta Guerra de Malvinas, manifiesta en el impecable verso “el poeta salió a pelear la realidad”. Kuraiem es un poeta que ve “con los ojos de su tiempo”. En él no hay reveses, su discurso es frontal y sincero y, a veces, arriesgado: “que los poetas en esta tierra/ mueren apenas nacen”. Él renacerá en cada uno de sus versos de nobleza sencilla, sentimiento profundo y claridad contundente.” Susana Lamaison, Licenciada en Letras, Universidad de Morón, 2007. 10 Tríptico con poemas de Carlos Kuraiem. Selección de su Libro Presagios de Guerra. Auspiciada por Servicio de Educación por el Arte. Editada por la Revista La Matera (2012, Santa fe, Argentina. 11 Kuraiem: una sombra que ilumina. A lo largo de toda su evolución, la poesía de Kuraiem es una muestra de profundidad reflexiva, sin mecanismos efectistas, poesía que no saca los pies de la tierra, visualización de los juegos cotidianos que conducen al des-cubrimiento de la geografía humana, su abnegación y sus dolores tan profundos como antiguos. En Presagios de Guerra, el poeta abre la realidad observada desde ciertos ángulos de riesgo de la conciencia, pero no retrocede y su valor aumenta: “.... y veo con los ojos de mi tiempo “, “esta guerra es una llaga/ que hay un invasor que invade/ adentro y otro invade/ desde afuera....” Bajo el título “Que los tengo a mis pies”, Kuraiem escucha y traduce el ultrasonido del peligro, y nos deja conteniendo la
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respiración mientras perfora los bordes oscuros de ese tiempo: “¿ Qué viven probándose los zapatos/ de los demás? / ¿Qué todos los números son de ellos?/ ¿ Qué se prueban mis zapatos?/¿ Qué pisan la tierra que piso?/ Que los piso! ... “ Silvia Marina Crespo, poeta y artista plástica, 2007.
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Otras fuentes de consulta: Suplemento El Ángel (Año II Nº 5, abril 1996). Cartas del maestro Julio Cao, soldado voluntario caído en Malvinas y un poema de Kuraiem. Suplemento Literario El Ángel de Virrey del Pino (1995-2003). Fundado y dirigido por Carlos Kuraiem llegaron a publicarse 53 números, edición tabloide de 4, 8 y 12 páginas, con dossier de tres periolibros; junto a un staff de destacados colaboradores y apostando fuertemente a la heterogeneidad, en sus páginas se difundieron trabajos inéditos de importantes autores de Argentina, otros países de Latinoamérica y Europa. http://aromitorevista.blogspot.com.ar/2010/11/carlos-kuraiem-llevo-un-trabajador-en.html http://www.lak-berna.unlugar.com/Edicion_11/carlos_kuraiem.htm http://albordedelapalabra-poesia.blogspot.com.ar/2010/11/carlos-kuraiem.html http://www.ivoox.com/emision-171-carlos-kuraiem-1-parte-audios-mp3_rf_1541685_1.html
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Lectoescribir, sin duda, una experiencia inolvidable en la vida de un alumno Por Berenice Montiel Pérez2 Presentación En los párrafos que siguen se relata una experiencia de lectoescritura con alumnos de sexto año de primaria de la escuela ―Gregorio Torres Quintero‖, ubicada en la localidad de Lagunilla, Tulancingo, Hidalgo. Quien escribe, es la profesora titular del grupo escolar referido. Primero hago una descripción del contexto donde se ubica la escuela; después relato propiamente la experiencia lectoescritora, donde los alumnos generaron un gusto por leer y escribir a partir de la lectura de cuentos y del contacto vía internet con el escritor Odilón Moreno Rangel. Por último se reproduce íntegro el relato ―Cuentero‖. La comunidad y sus habitantes La comunidad La Lagunilla pertenece al municipio de Tulancingo de Bravo, Hidalgo, se localiza en la autopista Pachuca–Tulancingo, a diez minutos de la cabecera municipal. Es común que los habitantes de esta localidad abandonen sus estudios a temprana edad porque se emplean para contribuir a la economía de sus casas o forman sus propias familias. Las personas se dedican fundamentalmente al comercio de pollos de granja, la agricultura, la albañilería y la carpintería. Otros habitantes se encuentran 2
Berenice Montiel Pérez es profesora de educación primaria. Es licenciada en derecho con especialidad en derecho penal. Actualmente estudia la licenciatura en educación secundaria con especialidad en Formación Cívica y Ética por la Escuela Normal Superior Pública del Estado de Hidalgo.
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 trabajando en Estados Unidos, y las remesas que envían son utilizadas para construir sus casas y mantener a su familia en mejores condiciones. Las madres de familia en su mayoría se dedican al hogar, aunque algunas de ellas tienen la secundaria terminada. Las casas son de block, algunas sin acabados y los baños de fosa séptica. El agua que llega a las casas es por el pozo de la comunidad y es distribuida cada ocho días por lo que se tiene que hacer buen uso de ella. De acuerdo a lo mencionado, la baja escolaridad y las condiciones de precariedad económica de los habitantes de Lagunilla, coexisten con el hecho de que la lectoescritura no es una práctica social. El grupo de 6° ―A‖ está integrado por 23 alumnos, 17 niñas y 6 niños que tienen entre 11 Y 12 años de edad. Todos los alumnos tienen entre 2 y 8 hermanos. La mayoría viven con ambos padres, dos viven sólo con su mamá y una con su abuela. Los padres de familia únicamente tienen la primaria concluida. Algunos alumnos son extra edad y se van pasando de grado cada seis meses para que puedan concluir la primaria y obtener un certificado que los respalde para conseguir un empleo ya que no desean seguir estudiando y a veces apenas saben leer y escribir. Los niños tienen acercamiento con el internet y redes sociales ya que en la comunidad hay internet, pero no todos pueden pagarlo. Sólo cuatro niños del grupo tienen computadora en su casa.A continuación narro una experiencia exitosa en el gusto por la lectoescritura literaria con los alumnos antes referidos. Despertando el gusto por la lectoescritura Como parte de los propósitos escolares está el fomento y arraigo a la lectura. Derivado de lo anterior, en el horario de clases incluí cada tercer día una hora de taller de lectura, de ocho a nueve de la mañana. Si bien la mayoría del grupo tiene
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 buen aprovechamiento escolar y hay niños que gustan mucho de leer, también hay quienes son muy apáticos en esta actividad. A pesar de haber aplicado varias estrategias para acercar a los alumnos a la lectura ninguna había sido del todo exitosa. Los niños que siempre habían mostrado interés por la lectura, continuaban siendo los mismos; mientras que los niños que mostraban apatía por la lectura, parecían estar cada vez más lejos de querer leer un libro. Pero un día todo cambio y esto lo relato con gran emoción pues algo increíble sucedió. Era lunes a principios del mes de enero del presente año, y después de realizar los honores a la Bandera entramos al salón de clases. Los alumnos empezaron a sacar su libro de lecturas pero los interrumpí y les pregunté si les gustaría leer algo nuevo y diferente. Sorprendidos, respondieron que sí. ―Pero qué es‖, preguntaron intrigados. A lo que contesté ―hoy les voy a leer un cuento nuevo, diferente que estoy segura les va a gustar‖. Esta lectura la encontré en el blog personal de uno de mis contactos de Facebook, el nombre de usuario es TeskatlipokaTlahuiskalpantekutli, y es la cuenta de uno de mis profesores de la escuela normal donde estudio, es decir le cuento es del profesor y escritor Odilón Moreno Rangel. El relato literario se denomina ―Cuentero‖. Después de leerlo consideré que podría ser de agrado a los niños y es como decidí llevarlo a clase. Alexis uno de mis alumnos más inquietos me preguntó ―¿De qué se trata?‖. ―Es un cuento que fue realizado por alguien que quiere a los niños y le gusta escribir para ellos, tanto que hizo este cuento y lo puso en internet en un blog para que muchos niños, de diferentes partes puedan leerlo‖, les dije. Seguían muy sorprendidos y empezaba a causarles mucha curiosidad. Entonces abrí la aplicación de internet en mi Smartphone y busqué el blog. Una vez descargado el relato comencé a leer. La parte del inicio del cuento, cuando el dios de las palabras dice ―Tlakaelel‖ y cae un niño de sus labios, sin duda, fue un gancho para la atención de los niños que
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 empezaron a reír. Con mucha emoción otro de mis alumnos, Miguel Ángel, me preguntó ―y de verdad, de verdad un niño cayó de su boca‖. Otros niños lo callaron y me pidieron que siguiera con la lectura estaban realmente asombrados y yo muy contenta al ver el entusiasmo de todo el grupo. Seguí leyendo y a medida que avanzaba aquello se convirtió en un desborde de emociones, risas, gritos, expresiones de alegría, asombro y también de tristeza. El cuento los atrapó por completo y no había un niño que no estuviera poniendo atención. Dentro de ―Cuentero‖ se tocan varios temas que para ellos son desconocidos o muy lejanos como los derechos de autor y las redes sociales. Por lo que me hicieron varias preguntas cuando terminé de leerlo, la principal fue ―¿de verdad puedes escribir y registrar cuentos para que nada más sean tuyos?‖, les dije que sí. Les gustó mucho eso y también el hecho de que ahora se pueden hacer muchas cosas por internet como el registro de los derechos de autor, la revista electrónica que tiene el escritor y sobre todo que pueden estar en comunicación con él por ese medio. Una característica del cuento es esa adaptación de la fantasía con la realidad.La forma en cómo el autor va narrando a personajes de un mito con la actualidad social y la modernidad tecnológica hizo ver a varios alumnos que este cuento es muy original y al mismo tiempo les causó gracia dicha relación y fue el punto de admiración hacia el escritor. A más de uno lo hizo pensar en que lo que te propones se puede llevar a cabo. El cuento invita a esforzarse a narrar y a escribir, aunque no necesariamente se nazca con esta virtud, con el esfuerzo esto se irá desarrollando hasta convertirse en una habilidad porque para narrar de manera oral y escribir primero se desarrolla la imaginación. A partir de ese día llevamos a cabo actividades en relación al cuento. Dibujos de lo que les pareció más interesante y les gustó más, cartas al escritor agradeciendo por escribir cuentos para niños y donde le decían que quieren ser como él: escribir
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 cuentos y libros, ser cuenteros y llevar las historias de su comunidad a más niños de otras comunidades. (Ver imágenes 01 y 02)
Imagen 01. Dibujo de ―Cuentero‖ realizado por alumnos del sexto año de la escuela primaria ―Gregorio Torres Quintero‖:
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Imagen 02. Dibujo de ―Cuentero‖ realizado por alumnos del sexto año de la escuela primaria ―Gregorio Torres Quintero‖:
Estas actividades las incluí en la planeación de sexto grado ya que se relacionan con las materias de Español, Educación Artística, Formación Cívica y Ética, y las vinculé con los proyectos de español ya que fortalecen el aprendizaje de los niños en cuanto a la escritura, comprensión de textos, y al mismo tiempo realizar
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 ejercicios ortográficos. Hubo resultados favorables en los alumnos de bajo aprovechamiento. En algunas de las cartas los niños mencionaban lo importante que fue para ellos saber que pueden escribir y contar cuentos y que si se esfuerzan algún día poder escribir libros para niños.También decían en sus cartas que las narraciones que hace el escritor son hermosas porque se enfatiza que al demostrar afecto hacia los demás algún día se recibirá el afecto que dimos. Siendo un reflejo de la empatía del escritor con los demás. (ver imágenes 03 y 04)
Imagen 03. Portada de carta realizada por alumnos de sexto año de la escuela primaria ―Gregorio Torres Quintero‖:
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Imagen 04. Fragmento de carta realizada por la alumna Montserrat de sexto año de la escuela primaria ―Gregorio Torres Quintero‖: Como resultado de la narración del cuento y de la interacción con el escritor se formó un gusto mayor no sólo por la lectura sino por la escritura. Es agradable ver cómo alumnos y alumnas que no sentían atracción por la cultura literaria ahora tengan esa espinita de curiosear, de imaginar, de pensar y de escribir. La actitud de mis alumnos hacia la lectura cambio completamente los niños que antes no tenían interés se acercaban a mí y me dijeron que querían aprender a leer bien para poder escribir y narrar cuentos y algún día ser como el escritor del cuentero. A la siguiente semana de haber trabajado las actividades con ―Cuentero‖ les leí otro cuento del mismo escritor que se llama ―Escarabajo de junio‖. También quedaron maravillados. Esta vez la actividad fue que inventaran un cuento o relataran alguna leyenda de su comunidad, la idea fue aceptada de inmediato y en su cuaderno empezaron a escribir un borrador. Todos compartían sus ideas con el grupo y no paraban de hablar sobre el tema que elegirían y las leyendas que
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 saben de su comunidad porque han sido contadas por sus padres, tíos y abuelos. (Ver imágenes 05 y 06). Los trabajos realizados por los alumnos fueron entregados al el escritor quien amablemente tuvo a bien revisarlos y ponerlos en su muro de Facebook con lo que aumento el interés en los niños, se sintieron muy importantes tomados en cuenta y con más ganas de seguir estudiando para llegar algún día a ser como él. Les hice una cuenta de Facebook a los alumnos para que pudieran tener contacto con el escritor y platicarle sus inquietudes y admiración.La primera vez que platicaron por medio del chat estaban impactados y felices, le hicieron muchas preguntas que fueron contestadas con agrado. El hecho de haber interactuado con un escritor conlleva a que la lectura sea compartida y aterrizada a sus vidas. Pues la comunicación por medio del Facebook y de cartas involucró la vida de los alumnos y del escritor.
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 Imágenes 05 y 06. Cuento realizado por la alumna Sandra de sexto año de la escuela primaria ―Gregorio Torres Quintero‖:
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 imagen 06
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Cuentero Por Odilón Moreno Rangel Hace algunos años el Dios de las palabras estaba sentado en el cerro de la Gallina en San Bartolo Tutotepec. Llovía a llaves abiertas y la neblina andaba por todos lados. El Dios dijo: "Tlakaelel". Entonces un niño cayó de su boca y llegó a la tierra. Desde el suelo el niño dijo: –¿Tú eres mi Dios de las palabras? –Sí, yo soy el Señor de las Palabras y tú eres mi Tlakaelel –respondió el Dios– pero ya estoy viejo y te he creado para que me ayudes a que no me acabe y se vayan para siempre todas las palabras que alimentan los corazones de los niños de San Bartolo Tutotepec. –¡Siiiiiiiiiii! –Contestó emocionado el pequeño Tlakaelel. El Dios de las Palabras le dio al niño un morral de tela de algodón con bordados de flores y animales fantásticos. Dentro del morral venían hojas de papel y pinturas de todos los colores. Luego el Dios le pidió que abriera la boca. El niño obedeció. El gran Señor de las Palabras también abrió la boca y cayeron cientos de miles de millones de palabras en la boca de Tlakaelel. Las palabras parecían una nube de hormigas. –Mi pequeño Tlakaelel te he dado las hojas y las pinturas para que hagas dibujos que ilustren todas las historias que vas a contar a los niños. –Si señor –contestó con entusiasmo Tlakaelel.
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 –Ahora ve a dejar las historias en las orejas y corazones de todo chiquillo de San Bartolo. Tlakaelel echó a correr. En su mente sentía cómo se arremolinaban las historias listas para salir. –¡¡Eyyyy, espera!! –Gritó el anciano de las palabras–. Todavía no. Debo decirte algunas cosas antes de que te vayas. –¿Cuáles abuelo? ¿Te puedo decir así? –Sí. No te preocupes –dijo con toda tranquilidad el viejo Dios–. Lo que tengo que decirte es lo siguiente. Las historias que llevas en tu corazón, no son tuyas. Son de todos los hombres y mujeres que han vivido durante muchas generaciones en esta región. Por otra parte te he dado dos dones: dibujar y narrar. Obtendrás otro, pero será con los hombres y dependerá de ti. Además debes de saber que cada vez que cuentes las historias y los niños las vuelvan a contar una y otra vez, yo tendré fuerza y no moriré. Tlakaelel asintió, se despidió y emprendió su tarea. Desde ese día recorrió una y otra vez todas y cada una de las comunidades de San Bartolo Tutotepec. Pasó por La Venta, El Chicamole, El Piñal, San Gerónimo, El Veinte, el Cojolite, El Copal, Piedra Larga, Piedra Ancha, y otras localidades más. Narró muchas veces las historias de ―La Campana de Oro‖, ―La Sirena‖, ―Los Nahuales‖, ―El Cuernudo‖, y otras tantas. Mientras narraba iba dibujando y les daba las ilustraciones a los niños que lo escuchaban. Al paso de los años, miles de niños conocieron las historias de san Bartolo en voz de Tlakaelel. Tlakaelel, el cuentero, era muy admirado y querido. Para ese entonces su fama llegaba muy lejos. En el internet había videos de él narrando historias. Gente de toda América Latina apreciaba sus narraciones. Las visitas a
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 los videos eran de cientos de miles al día. Entonces muchas editoriales se interesaron en las historias que contaba Tlakaelel. Intentaron contactarlo en la cabecera municipal de San Bartolo Tutotepec para que autorizara publicar las historias pero no lo encontraron. –Ese no anda por aquí –dijo un anciano–. A ese lo topan en el monte, pero va a tardar. Todas las editoriales se desanimaron, no más de ver la gran cantidad de montañas que había en San Bartolo, así que renunciaron a la empresa, menos una. Era una editorial trasnacional de gran prestigio, que tenía el mérito de haber dado a conocer a más de veinte escritores que luego serían premios Nobel de literatura. Esta editorial se empeñó en hallar a Tlakaelel. Mandó a su mejor editor literario a encontrar a Tlakaelel. Se trataba de Ilhuikamina. Ilhuikamina deambuló por algunos años en San Bartolo hasta que dio con Tlakaelel. Para ese entonces el cuenta cuentos tenía veinte años de edad. –Te ando buscando desde hace años –dijo Ilhuikamina con lágrimas en los ojos. –¿Para qué me has buscado con tanto afán? –contestó extrañado Tlakaelel. –Disculpa, me llamo Ilhuikamina. Antes que todo es un placer conocerte – Ilhuikamina estrechó con vehemencia la mano de Tlakaelel–. Trabajo para una editorial. Estamos interesados en publicar en papel las narraciones que haces. Tlakaelel sonrío. –Mi Dios nunca me habló de esto –dijo el narrador. –Te leerán miles de millones de personas y pasarás a la historia. –¿Los niños del mundo me leerán?
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 –Sí. –¿En distintas partes del mundo? –Sí. –Esto es más de lo que me dijo mi Dios. ¿Qué tengo que hacer? –Escribir lo que cuentas. Hazlo y ganarás miles de millones de monedas. –Pero lo que me dio mi Dios es para decir con la boca, no para escribir. Además yo no quiero dinero, sólo quiero contar nuestras historias. –Piensa que con todo lo que ganes vendiendo libros, puedes adquirir más libros para llevar tus historias a más niños de todo el mundo. Piénsalo. –Además no puedo dar estas historias para publicar porque no son mías, son de toda la gente de aquí desde antes, ahora y para siempre. Eso me dijo mi padre. –No te preocupes por eso. Tenemos un gran equipo de abogados para que los derechos de autor queden en manos de todos, no sólo de una persona. –Necesito platicar con los señores y señoras de las comunidades para que me digan qué piensan. No puedo decidir por algo que nos pertenece a todos. –La gente de aquí te aprecia demasiado. Si tú los convences, esto será una gran oportunidad. –Lo pensaré –dijo Tlakaelel y echó a andar a otra comunidad para contar historias a otros niños. –Quiero acompañarte –pidió Ilhuikamina. –Ven conmigo –dijo Tlakaelel–. No hay problema.
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 Ilhuikamina sacó de entre sus ropas un teléfono celular inteligente, de última generación. Tomó algunas fotografías y videos a Tlakaelel, se conectó a internet y subió a la información a su sitio web personal. Comentó con entusiasmo el encuentro y anunció que la publicación de narraciones de Tlakaelel era un hecho que no estaba muy lejos. Inmediatamente millones de usuarios saturaron el sitio en su afán de manifestar su agrado por la noticia. Tlakaelel llegó a la comunidad de El Copal. Los niños ya lo esperaban en un salón de la escuela primaria. Tlakaelel saludó a los niños y enseguida comenzó a narrar. Mientras hablaba sus dedos se movían ágilmente sobre las hojas de papel dibujando y coloreando lo que decía. Repartía los dibujos, hacía expresiones sonoras con mucho entusiasmo. Los niños reían, brincaban, abrían sus ojos y no paraban de asombrarse. Cuando Tlakaelel terminó de narrar las historias ya era noche. Después los señores de la localidad hablaron con él. Le dieron las gracias por su visita. –Es usted cuentero –dijo uno de los viejos –Sí –contestó Tlakaelel –Cuando era niño, había varios como usted. Pero se murieron. Ahora creo que no más eres tú. –Uno o algunos de estos niños, algún día, serán como yo. –Hacen falta cuenteros en las comunidades de San Bartolo –dijeron los viejos de la comunidad. La charla terminó. Los señores de la localidad se despidieron. Ilhuikamina se acercó a Tlakaelel.
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 –Las historias son maravillosas –le dijo. –Gracias. Me las enseñó mi padre, mi Dios. –¿Qué has pensado? –Le dijo Ilhuikamina. –Está bien –respondió tranquilamente Tlakaelel–. Trataré de convencerlos, pero no es algo seguro. Ilhuikamina dio brincos y aulló de gusto. –En lo que ellos dan su beneplácito, mañana mismo podemos empezar la escritura –dijo Ilhuikamina. –Pero no sé escribir –dijo Tlakaelel– sólo se hablar. –¿Cómo? ¿No fuiste a la escuela? –No. Cuando era niño, no había escuelas por estos lugares. Además me dediqué a contar las historias. –No lo puedo creer. Trataré de enseñarte. –Entonces hagamos algo. Hasta que aprenda a escribir, hablaré con las señoras y señores de la localidad para ver si consienten la publicación de nuestras historias –propuso Tlakaelel. –Me parece perfecto –dijo Ilhuikamina. En los siguientes meses Ilhuikamina trató de hacer que Tlakaelel se expresara por escrito. Pero igual se dio una amistad sincera entre los dos. Tlakaelel en verdad sintió un gran apreció por Ilhuikamina. Ambos se contaban cosas de su vida, de sus planes. Coincidían en muchas cosas. Tlakaelel llegó a pensar que con
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 Ilhuikamina haría cosas increíbles y las palabras de su padre y de todos los de san Bartolo, llegarían más lejos. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos didácticos de Ilhuikamina, Tlakaelel no podía expresarse correctamente por escrito. Sus textos eran una locura. No se entendía lo que decía. Las ideas estaban desconectadas, hacía repeticiones innecesarias y obviaba demasiados detalles, aparte los múltiples errores de acentuación y puntuación. Ilhuikamina se desesperó. –¿Cómo es posible que no puedas escribir ni un párrafo medianamente coherente? –Te dije que no sé escribir. –Pero tienes que escribir. ¿Cómo vamos a editar la obra si no lo escribes? –Lo que hago no es para ser escrito, sino contado. Además primero tienen que consentir los habitantes de aquí. Si no consienten, no se hará. –Por eso las palabras de ustedes, de ustedes los de San Bartolo se van como el humo, se pierden –dijo muy enojado, Ilhuikamina–. Te hace falta saber escribir. –Nuestra palabra es para ser hablada y escuchada –dijo Tlakaelel. –Necio –dijo muy molesto, Ilhuikamina–. Luego le dio un empellón a Tlakaelel y éste cayó al piso. –Me voy de aquí. Esto es imposible –dijo Ilhuikamina y luego se marchó de la comunidad. Anunció en el cibermundo el fracaso de su empresa. Puso en su página de internet: "Tlakaelel es un fiasco para la escritura. Que siga con su tradición oral". Tlakaelel permaneció por días tirado en el piso. Todo ese tiempo lloró desconsoladamente. Le dolió que su amigo Ilhuikamina lo hubiera tratado así.
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 Pero más le dolía no haberle correspondido con el aprendizaje de la escritura. Pero por más esfuerzos que había hecho no pudo poner por escrito las historias, no con la misma belleza de como las hablaba. Como el llanto y dolor de Tlakaelel no paraban, los niños de las diversas comunidades de San Bartolo, fueron a verlo para tratar de reconfortarlo. –No estés triste Tlakaelel. A nosotros nos gusta lo que nos cuentas. No te queremos triste. Queremos que nos sigas narrando y dibujando. Pero Tlakaelel siguió tirado en el piso. Lloraba sin parar. Entonces los niños le empezaron a contar las historias que él les había narrado, unos hablaban y otros dibujaban. Tlakaelel sintió el amor de los niños. Limpió las lágrimas de sus mejillas y se incorporó. –Tienen razón. No tengo por qué estar triste. Mi oficio es ser cuentero. Seguiré siéndolo, y veo que ustedes también son cuenteros –todos rieron. –Pero también seguiré tratando de ser cuentero por escrito –anunció Tlakaelel. En los meses siguientes meses Tlakaelel continuó con su acostumbrada tarea de narrar cuentos, y por la noche se ponía a escribir con afán. Revisaba una y otra vez los textos para ver si contaba por escrito con la claridad y emoción que lo hacía con su voz. Pasado el tiempo se dio cuenta de que ya era capaz de hacerlo. Le puso dibujos a los escritos y los subió en el internet en libro digital. Hubo cientos de miles de visitas el primer día en que publicó en la red de internet. Se acordó de Ilhuikamina y le escribió para agradecerle por haberlo iniciado a la escritura. También pensó que él mismo podía distribuir su obra a los niños del mundo a través de mecanismos sin fines de lucro, sin necesidad de una editorial trasnacional. Y lo hizo. La obra que narraba fue conocida en muchas partes del
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 mundo. Muchos niños de muchos lugares del mundo sabían de las historias de San Bartolo Tutotepec contadas por Tlakaelel en palabra hablada y escrita. Ilhuikamina buscó nuevamente a Tlakaelel. Esta vez tardo menos tiempo en hallarlo que la ocasión pasada. –Estoy sumamente apenado por la forma en que te traté –dijo Ilhuikamina cuando tuvo enfrente de él a Tlakaelel. Tlakaelel no habló en ese momento, sólo abrazó a Ilhuikamina. –No te preocupes. Gracias a ti, puedo llevar los cuentos a muchos niños del mundo. –Te felicito. Esta es el tercer don que debías de hacerte en el mundo de los hombres. –¡Eres tú! –Dijo emocionado el cuentero–. ¡Abuelo! –Ailhuikamina asintió y los dos se abrazaron. –Sí, soy tu señor de las palabras. Pero ahora soy joven. Las palabras en los corazones de los niños me dieron fuerza. –Pues sigamos contando abuelo. Pero más bien ahora pareces mi hermano –los dos rieron. –Pero ahora se nos unirán algunos niños de San Bartolo, también ellos contarán con las manos, la boca, dibujos y con la letra, nuestras historias, las historias de todos –dijo Ilhuikamina, el señor de las palabras–. Todo esto se hizo gracias a que por tu propio mérito, aprendiste a contar por escrito. Gracias Tlakaelel, gracias a ti estamos vivos en los corazones de los niños.
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 En San Bartolo Tutotepec, al día de hoy, sigue cayendo a llaves abiertas, agua y palabras porque los cuenteros siguen hablando y escribiendo.
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Juan Carlos Vasquez. Relato de vida y obra Escribir surge como una necesidad. No se sabe a qué se responde en un inicio, pero hay algo que hacer para expresar. ¿Pero cómo lo hago? Quisiera plasmarlo pero mis carencias y virtudes compiten entre sí, la música, la pintura, quizás escribirlo… ¿Cuál es mi acecho? Que pasa en estas noches de tanto resquebrajarse el cerebro y preguntarse… Mirar a través de la ventana, viajar, enamorarse, degastar todo de una forma violenta para volver a empezar buscando de nuevo la ternura y después al mismo ciclo… Entenderse más tarde, parcialmente y saber
que la naturaleza de nuestra
existencia es así y caer en melancolía… Escribir es mejor que ir a una consulta psiquiátrica pues te aleja del mal con un poema con una prosa que es la reflexión que te faltaba para volver a respirar… Pero si llega respiras pero qué tal si no, vuelves a asfixiarte aún más y puedes entrar en el más profundo de los infiernos…. Como la vida, la vida caminar para ser feliz o para morir siendo capaz de asumir la circunstancia. El ser humano es la poesía, su naturaleza la globalidad de su pensamiento, sueños e ideas están a expensas de su fragilidad o de sus arrebatos… Por eso hay que celebrar cada instante de amor, de instantes benévolos, cada uno lucha contra sí mismo para darle al cielo el valor que se merece… Comencé a escribir hace 30 años, entre inconvenientes, años de muchas líneas y páginas, otros de escasa creatividad pero siempre ha sido una constante evolución, la forma más auténtica y pura que me ha dado la vida para ser yo mismo y poder así sentirme pleno. Expresarse es la liberación del alma…
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Confusión
Desde los ángulos con su deudas hasta la orilla, antes de respirar todo cuanto pienso que es mi imaginación, todo cuanto choca pregunta, y algo vuela se corta se hace una jungla una mitad disputándose el cerebro.
En las paradas de autobuses, en la cama, en la biblioteca interfiere.
Al verme ser desde lejos uno de nosotros como un teatro, entonces cambiamos el otro actúa y el otro se sienta.
Un lado de otro lado, algo bajo el nombre buscando una dirección para unirnos de nuevo pero ninguno sabe como ni cuando.
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Revelaciones
Tratando con los oligoelementos y aminoácidos esenciales para la recuperación neuronal, desmoronando el cráneo y la sinapsis me hundo por ella, con todo su esfuerzo la mentira esta de vuelta, empuja todo el intento bajo mis sienes y apunta.
En nuestras procesiones todo es una maniobra veloz y a destiempo, el drama de quitarse la ropa y fornicar.
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Golden Gate Bridge
Jay con cuerdas, Keith con vodka y yo, tenemos un amigo que nos invita,
que hace pabellones de oro con peces y algas marinas, que ayuda a la familia a volar,
como vuelan los sueños para despertarte de un charco, al dorso de la sombra, bajo el trino desnudo de los pájaros,
esa inmensidad del paisaje, y surge un alivio.
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013
Ve, te enseñara todo sin palabras inútiles,
¿quieres?, de arriba a abajo con traje y bebiendo un gin-tonic.
Jay con píldoras, Keith AA y yo, tenemos un amigo que tiene miles de amigos que han llegado a revolotear los brazos en un esfuerzo por volar, porque te saldrán alas, unas guirnaldas funestas regadas con agonía oceánica.
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013
Ve, asómate a la reja concediendo al deseo sus caprichos, con las manos firmes, flexionando las rodillas mientras contemplas el navegar de un velero.
Jay, Keith tu y yo tenemos un amigo que une, que dicta el camino donde se concentran los puntos de fuga la rapidez del viento sin desviar la caída, 4 segundos, 121 kilómetros por hora.
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Con Alicia al país de las maravillas
Te invito a descolocar aun más tu centro desde este efecto de desinhibición,
te voy a mostrar algo más allá del cannabis, te invito a viajar en ti misma, por donde las convenciones sociales son cementerios.
Hay una terapia que consiste en dos cuerpos solos que arrastran el universo con las uñas, que afinan la contemplación entre descargas orgásmicas.
Se enlazan todas las fibras que al deshacerse mataron al amor mezclando los fluidos.
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Con una aguja en la lengua se dice te amo y se cierra la boca para entrar al alma en forma de espiral.
Te invito a ir más allá del resplandor y los sonidos, de las palabras, de los cuerpos, del mar donde tu corazón ejerce un efecto sísmico y devasta el pasado, donde las manos se vuelven cruces y se encadenan se desencadenan, se acaricia hasta ser huesos formando la atracción de donde nos desprendemos de cada acto y de cada día, de esta perturbadora y estupida simetría y alzarnos, repetirnos en excesos.
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Sanarme
¿Podrás encontrar en mi cráneo ese quiebre, esos hilos de memoria?
¿Podrás entrar con tus dedos y operar palabra por palabra, re-armar un ser sin caídas y terminarlo antes de tiempo?
¿Podrás atravesar con tus manos el espacio, el muro inquebrantable y grabar tus huellas, para que salga un sueño, para desanudar la soga oculta y hacer escaleras?
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¿Podrás extraer mis parpados cargados de velas y poner el lenguaje de tu piel, la tonalidad debajo de esta esfera ruinosa que es mi sombra, y clamar sanado?
Bajo gasas y catetes te esmeras y observo, desde mi sala de voces y torturas me absorbe tu distancia.
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Extraños mensajes
Alguien mueve los labios para articular mensajes, alguien con palabras anormales sorbe y absorbe multiplicándose en miles de cabezas que se instauran en los cuatro costados como flaméelas punzantes, dos mil brazos, dos mil piernas, un rostro.
Todos abren sus labios, todos remueven sus bocas bajo fantasmales acosos.
Entre las más variadas formas la imposibilidad de librarme es objeto de elogio.
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A través del tiempo y el espacio desde todas partes me siguen.
El bagaje-insecticida, el desperdicio flexibilizando, una osamenta que inventa desesperadamente un presentimiento,
una voz que insiste a toda costa en llevarme al borde y que salte.
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Senocal (A Alejandra Pizarnik)
Que fue el senocal y que ya no tienes ojos, que aguardabas insomne temblando contra el deseo, oscilando sin rostro con una platica exterminadora y desviabas el curso, el infierno musical donde la niña extraviada se hundía sin ternura al salir el sol, sola, en silencio, desabrigada, más allá de todo.
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Que fue el senocal y que ya no tienes dedos, que ya no comprendes y ya no corriges, que después de vomitar te has tumbado y un ciclo de reflexiones, ráfagas, flores iluminadas.
Ya me invitastes otros años, derrames de ternura y cuentos infantiles, que si tomo las pastillas para dormir ya no doy golpes y el tiempo es un síntoma que escarba.
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Cuerpo a cuerpo
contra la nada, y de la nada enuncio y doy forma, imagino estar, sabiendo que todo ha sido eso, yo en mis múltiples deseos.
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Tlaloke. Revista de literatura crĂtica, aĂąo 1, nĂşm. 8, marzo de 2013
(La persona que no se es)
Nos observa como pesadilla, repite nuestro nombre se afinca en nosotros, lo hace sin cuidarse disponiendo de todos nuestros secretos y los exhibe hasta hacer izquierdo lo derecho, fatigar, volver a fatigar y al centro condensando el silencio a tu figura.
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013
Tres días Por Juan Carlos Vásquez Abro los ojos, me pongo de lado, veo la silueta de Marisa, me alegro de que nos hayamos reconciliado. Trato de decirle algo, pero está profundamente dormida. De madrugada la oí delirar en un par de ocasiones. Eran casi las tres de la madrugada. La había observado infinidad de veces, nunca me había sentido tan feliz. Al menos he desarrollado una nueva capacidad casi prodigiosa, y eso me permite hablar de lo que ella quiere y, a la vez, pensar en otra cosa. Anoche traje vodka; aprendió con esa bebida qué es la subida, la crisis, la alucinación. La vi sacudir la cabeza. Aunque fingía indolencia, no le importaba explicarme que se vomitaría encima. La Etamina, Zyprexa y quizá el Dipamine, forman un cóctel estupendo, cuando menos para hacer un viaje astral. ¡Cómo nos reímos, aunque le temblaba todo el cuerpo se dejó amar! Marisa y yo, al menos, hemos padecido diez rupturas; algunas por razones muy justificadas… otras sin causas aparentes. El primer obstáculo fue la familia, la segunda amantes diversos, y la más reciente una extraña vocación de sacerdotisa que casi arruina nuestro amor. En pijama me reprochó no haberse curtido en caminos espirituales, anoche la escuché, en tiempos de crisis esto lo aprendes pronto. Han pasado doce horas desde entonces y ella sigue descansando, pronto todo se repite. Despierta, me abraza. Otra vez me veo siguiendo sus pasos por un laberinto de pasillos. Luego dormir con la radio encendida. Recuperar algún tema de discusión. Que mis
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 hábitos, que sus hábitos, que soy un desorganizado. Incapaces de buscarle soluciones a eso nos besamos. Anoche a su manera salimos de la rutina, mientras la vi alejarse hacia el cuarto tenía un clamoroso pánico del futuro, empuñaba la botella de vodka y una jeringa casi se le salía del pantalón. Ignoro lo que haría en aquellos minutos. Ignoro si debía acompañarla. Que más le contaría si todo se lo había contado. De la enfermedad, de los ingresos, del cajón abarrotado de pastillas, porque nuestras vidas habían sido una montaña rusa, subiendo, bajando, perdiendo trabajos, buscándole justificación a mis viajes sin fecha de retorno. Desde el salón la escuché cantar, luego tiró algo contra el piso y me llamó. Al ver que no iba me pregunto si con el tiempo resultaríamos favorecidos. No sé a qué se refería. Entonces volvió a cantar. Anoche me acosté y la vi con sus ojos semiabiertos rasgándose la cara. Tenía un motor de inyección que gobernaba su decisión. Viajaba como siempre, ella hacía y deshacía yo la miraba tratando de entender todos sus gestos. —¿Cuánto tiempo ha pasado desde aquella noche? Ya no pierde peso, ya no me dice nada, se le fue mitigando el hambre en forma paulatina. Ya no hay excursiones secretas al refrigerador. Su cuerpo pesado, amorfo, desajustado, pero no tengo instrumentos para hacer nada. Un día más un día menos según se mire. Siento deseos de abrazarla, de acariciar su cabello, reparar nuestra intimidad. He vuelto a reír duro. No sé si lo suficiente. Hurgo en mi memoria un dicho, una cita, algo que la haga reír, me siento, me planto a beber, me emociona tanto el trago que pongo música. Me demoro en decir algo al pensar pero se lo digo gritando y uso una de sus pastillas buscando estrategias. Me causa temor el que no hable
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 nada entonces no puedo más y la toco, la tomo por un brazo y la empujo hasta colocarla boca arriba. No me reconoce, se ha encerrado, no quiere ningún contacto con el exterior. Si me lanzara una silaba no la molestaría más pero no lo hace, le reprocho. —¡Que siempre colaboro! —insisto en molestarla para que reaccione. Le pido nuestros ahorros. Marisa puede decir misa pero igual despilfarra. Inventará algo. Como yo escribo poesía aquella vez me dijo que la música también era poesía, me mostró un pentagrama con una encadenación de notas y salió corriendo para comprar un piano. Una semana sin comer. Allí comenzó otro de los tantos episodios desfavorables que no quiero repetir. Cuántas veces lo hice. Ahora estaba seguro de lo que deseaba. Rápido me puse de su lado y la abrace explicándole que ya no me iría. Nunca me había prohibido nada y la única forma que tenía de vencer un pecado es ceder ante ellos y ya yo había cedido ante todos como Marisa. Ahora mi única tentación era su amor y su cuerpo. Afuera empezaba a escucharse agitación, el ruido de los motores de los autos. Cuántos estarán en la misma confrontación. Yo quería elaborar un nuevo proyecto de vida por eso utilizaría todo el tiempo necesario para analizar mi relación con Marisa. Ninguna teoría de la vida me parecía tan interesante comparada con la vida misma. Sé que muchas veces la he molestado pero siempre nos hemos puesto de pie y hemos recorrido los caminos juntos, mientras pienso una aguda punzada me atraviesa, me hace temblar. De repente brota una bruma de lágrimas, abro mi mano y la pongo sobre su espalda, la frialdad me asombra, un aleteo me perturba en los oídos. Ella que siempre tuvo una temperatura tan alta.
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 El color escarlata de sus labios se disipa y se torna oscuro entonces acerco mis labios a sus labios, la levanto, la vuelvo a poner sobre la cama, difícilmente puedo sacarla de su posición. Le quito la ropa, la cubro con las sabanas, la peino con mis dedos. Trato de reparar el descolor de sus labios pintándolos. Poco a poco fui sintiendo una risa surgir desde lo más profundo de mi estómago, me puse a jugar con un largo cortapapeles que tenía forma de caparazón de armadillo. Comenzaba a preguntarme hasta qué punto resistiría. La puesta del sol alumbraba de un dorado extraño las ventanas superiores de la casa y me sentía totalmente feliz. Bastaba que volteara, observar a Marisa mientras sacaba un cigarro de la pitillera. Las hojas secas comenzaban a caer con la brisa y la incertidumbre junto a una risa nerviosa hacían una ilusión que trataba de descifrar. Marisa tenía las orejas tiesas con las puntitas negras. En aquel momento por primera vez vi más allá de la vanidad, de la farsa, de la estupidez, del vacío. Me había dado cuenta del profundo amor que sentía por Marisa. Empecé a retroceder, empecé a sentirme agotado, seguro de no haber logrado nada. Traté de pensar que cuando se tiene una experiencia inquietante la mente hace toda clase de malas pasadas. Pude distinguir mi ira. Marisa y su inmovilidad la habían provocado. Marisa y su diario cotidiano. Ese corto y delgado hilo que divide un amor grandioso de lo cursi, la cabeza me daba vuelta y sentí un mareo acompañado de nauseas. Recorrí la habitación con la mirada. Arrugué la nariz al oler un aire mohoso y viciado, mientras recuperaba recuerdos el calor se incrementaba, la gordura de su rostro. Centrada en el techo ¿qué veía? Notaba una nube de desesperación suspendida. Era demasiado doloroso. Esta vez la sacudí más fuerte. Le hable durante más de dos hora sin detenerme. De la primera carta, de los poemas, de las mezclas. Su elección a mi entender era simple pero quería convencerla. Estaba obligado a escuchar algo de sus propios
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 labios, le grité, le exigí con más fuerzas sacudiéndola por enésima vez con tal violencia que cayó de la cama. La cabeza me daba vueltas, respiré con dificultad, más bien resollaba. Sentía que se agotaban todos los tiempos. Horas en que me sentía más débil de tanto insistir en sus señas y me tambalee hacia atrás y el calendario. Tres días después no concebía un solo minuto más. Examiné mi aspecto, temblaba, Marisa estaba unida a mi existencia, mi ensueño transcurrió. Corríamos juntos y nos acercábamos de prisa. Ella se iba descomponiendo en su recorrido, planteándose nunca más ponerse en cuerpo entonces mi carrera bajaba de intensidad hasta quedar en medio esperando un diagnóstico. Haciendo guardia creí escuchar voces y ver una sombra que correteaba. Algo que le devoraba la piel. Aquel silencio fue sustituido por un sonido extraño, un hervir, como si miles de organismos minúsculos y pegajosos lucharan por un bocado dentro de sus ojos arrancándole la última mirada.
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Juan Miguel Pérez. Obra y relato de vida
Comencé a estudiar mi Educación Básica a los siete años en el Centro Escolar ―Presbítero Nicolás Aguilar‖ en Tonacatepeque, lugar de nacimiento de este ajo, y debo decir que la literatura que me fueron enseñando a lo largo del trayecto, fue muy pobre; entiendo que todo principio tiene sus experiencias, tiene sus gazapos y además tiene mucho que aportar a nuestra formación; ésta formación que nos sirve para toda la vida loca en la que estamos viviendo constantemente. Mi primer poema lo escribí cuando tenía 13 años, de nombre le puse ―Madre‖; sin embargo, fue algo muy infantil, pero mi profesora me felicito por lo que había recreado, todavía guardo el cuaderno con varios poemas infantiles (como yo les llamo). Las ventanas a punto de náuseas me orillaron a ponerme a escribir de lleno un poema cada día, desde el miércoles 14 de marzo de 2012: armé mi Blog, me informé un poco más sobre la literatura, mi influyente fue André Cruchaga, ya que él es un amigo excepcional y exdirector de la escuela donde hice mis estudios de Educación Básica; estos escritores también han influido por su forma de escribir: Edgard Allan Poe, Roque Dalton, Oswaldo Escobar Velado, Claudia Lars, Alfredo Espino, Mauricio Vallejo… En fin, todo esto ha sido de ayuda para mí, en especial el apoyo de Dios y André Cruchaga; con respecto a los poemas que publico en mi Blog o el Facebook, lo hago no por agrandar el ego, sino para que mis amigos y otras personas se den cuenta de que no se necesita ser un gran: licenciado,
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 maestro, doctor, etc.; para ser alguien que divaga y escribe lo que siente en el trasfondo de sus entrañas. Yo tengo nada más Bachillerato General de estudio, pero eso no significa que no pueda dar a conocer mis ideas a todo el orbe; y con respecto a las editoriales, hay muchas pero demasiado caras, esto hace que las puertas y las oportunidades se cierren para escritores marginales como yo. Soy escritor y poeta, no me avergüenzo de mi faena, en cambio de un trallazo, yo lo devuelvo con un escrito de conciencia social y un poco de erotismo, para darle sabor al poema que se recrea por sí solo cuando el silencio le habla al espectro que llevo dentro. He mejorado mucho mi escritura, desde mi punto de vista existencial y seguiré mejorando mi lucha.
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Espadas y escudos
Nací con las manos abiertas para apretar cambios, para abrazar pétalos de estrellas y aromas de Luna... Edgar Mauricio Vallejo Marroquín
Nací como ajo despreciado por los vampiros, nací en este orbe que no quiere un cambio ni siquiera un beso en su pupila; solamente, nací para ser un desconocido, ya que nadie quiere a un vate que contradiga al viento. Pero así como dijo Vallejo: ─Nací con las manos abiertas para apretar cambios─; ahora mi alma dice: he nacido del polvo constante de los espectros, de las olas que terminaron su curso en la orilla, de la herrumbre que ataca el pecho de tus axilas, de los escombros de los damnificados y de tus lágrimas de rocío. Ahora no le tengo miedo al miedo: la muerte se embriaga junto a mi canción, las espinas huyen de mi alfiler y los zapatos de cien dólares se convierten en consciente cartón. He caminado con los zapatos del pobre,
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he sollozado a la par del corazón de mi bandera, he teñido de azul y blanco a mis glóbulos rojos, he dormido con la Luna y he hecho el amor con la estrella. Sin embargo, hay muchos que siguen en la rutina, no quieren abandonar sus verdes pensamientos, para que en un futuro, el mundo, sólo sea una ruleta que marque únicamente lo bueno. Este tren, es un ferrocarril que transporta todas las osamentas que murieron antes de cruzar; permite que este tranvía, use tu carril para llegar hasta la montaña del realismo ecuestre.
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 Copla pa'l pueblo
Que me vio nacer, que me vio sufrir y que me vio jugando en la aceras del morir.
Pueblo mío, pueblo tuyo: pueblo de humilde gente, pueblo de rosas y pueblo de perlas preciosas.
Lugar donde el torogoz aloja su mirada en el despertar de la madrugada.
Nidos de chiltotas solteras y tabancos llenos de rábano, pero de cualquier manera son palomas jicameras.
Es mi orgullo mi terruño, es mi felicidad, mi tristeza, y aunque no es de la realeza, tiene árboles de aceituno. En mi tierra abundan:
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las guacalchías y los zopes, los vinos de caña y los trapiches con maña. Existen los juegos de bolos, los juegos de naipes; sustraen el dinero del amigo, aunque el alcohol sea su enemigo.
El campo está lleno de harapos, harapos harapientos en desgracia, que viven de la misericordia de Dios lleno de gracia.
Este lugar fue casa de Terremoto, choza de sabios ancianos, morada de gente de respeto y hogar de Mauricio Vallejo.
Aquí se dice que existen los espantos, los cadejos blancos, y los ejecutivos que por ahí andan vestidos de santos.
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Dispersión del poema
Mientras el Sol dispersa a las nubes y se abre camino entre el cosmos del mal hábito: ─Yo, aquí, sentado encima de la obscuridad, hablándole al cántaro de barro, tomando café con sabor a hollín, comiendo astillas en forma de partos, disfrutando del avance del poema, extrañando aquellos zapatos burros de aquel tiempo; sí, eran de cuero, un cuero inconfundible y con una duración fantástica. Ah como quisiera que la armonía fuera de piedra, el irrespeto una rosa sin espinas, la guerra como un gato acabado de nacer, la niebla como una aspiradora y nosotros los locos como una pandemia que pega fuera del manicomio. Sin duda, cada loco tiene un tipo de locura, nosotros tenemos la nuestra, cada día es inevitable volvernos locos en el seno del poema, bebemos a diario de las páginas del cuaderno, con una galleta de realidad encima de nuestra lengua; sin embargo, algo me paraliza, es el medio de salida que toman los de arriba en contra de nosotros, es una desaparición extrema junto al plomo del revólver o junto a la horca del espanto. Pero esto, no nos detiene, nos da más empuje para seguir luchando contra las barreras muertas; huele a estiércol el sufrimiento: la alegría, parece un payaso sollozando; las calles, se han convertido en una morgue sin rastro; los bosques, en un aposento de zombies; el cielo, en una mujer pariendo ácidos; el tiempo, en un abuelo decrépito que ha perdido su reloj y su bastón; los ríos, en un tranvía de desperdicios fecales; el mar, en un basurero de putrefacciones constantes... ¡Qué tragedia!, mis zapatos rotos están marchitos, el cenicero me pide que bote mis huesos en las cenizas, ya no soporta tanto peso en sus entrañas, salvo cuando la quietud del martillo cae sobre el colchón de clavos y los achata para el descanso.
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Reconocimiento posterior
Ahora que mis huesos se han convertido en osamentas que adornan los cimientos de mi tumba sin epitafio; soy recordado en las antologías que gritan, gritan mi nombre, gritan mi seudónimo; cuando en vida no reconocieron a este vate que sufrió por su terruño, sufrió junto al mástil de las barcazas que todavía navegan en medio del desierto del Pacífico; el espectro que acompañaba a mi alma, solloza también en el taburete, ese taburete que fue el compañero durante muchas batallas, batallas que libré junto al abecedario a plena luz del fogón, fogón que todavía arde en los corazones de los vates que están naciendo, naciendo para vivir, no para morir en este averno sin profundidad alguna. Ahora meditemos sobre el arte que por vuestros ojos pasa, pasa desapercibida, pasa como el cierzo por el conacaste; aunque el conacaste disfruta de la brisa, vosotros no disfrutáis del arte que os ofrecen nuestros artistas nacionales, que comienzan como novatos y terminan siendo profesionales que se pierden en las páginas del afiche donde fueron anunciados; sabéis que también hay que reconocer a los artistas internacionales, pero no abolís las malas artes que a diario demuestran los que ponen por el piso el nombre sagrado de las mujeres. Meditemos sobre los calendarios: cada día que pasa por el colador, es un día más, donde el chingaste existe; sin embargo, amarremos el día a la noche, para que haya armonía y la luz carcoma a la obscuridad; así, mientras la luz esté viva en cada torrente del cerebro, haya una esperanza de raciocinio en las mentes inertes que ahora ven; ya que luego con esto, atisbarán el valor precioso del arte en todo su esplendor.
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 Juntos en el traspatio del blues
El crujido de la hojarasca se oye a partir del primer cordaje, atrás de ti voy disfrutando; el Sol cierra las cortinas y las vuelve abrir con la tenaza del calor, exquisito te vuelves en mis tímpanos, el horizonte se vuelve cercano; mientras los cardenales cantan ópera en las ramas de lo expectante, la guitarra suena y entrecruza mis pensamientos; me vuelvo un vate anónimo cuando la araña toca las cuerdas como un relámpago; suenas tú y te escucho yo, vigilando desde aquí a las musas que bailan alrededor del fuego de las cenizas. En todas las ocasiones: has hecho que el horóscopo parezca una simple basura en medio de tus notas, has hecho que las piedras se conviertan en aves que vuelan, has hecho que los árboles nos muestren su dolor en el eco de sus hojas, has hecho que el machete esconda su filo y lo muestre en las hojas del cuaderno, has hecho que las jaulas se abran y liberen al torogoz de su grillete, has hecho lámparas de los cometas e iluminado a los escombros olvidados. El azul de los cristales índigos: nos muestran lo bello del verso, lo bello de la poesía, lo bello de saber que la mujer es una parte de nosotros y no una esclava egipcia; sin embargo, las palmeras sacan chispas y los surcos masturban a otros surcos; es aplastante la realidad realista de nuestro orbe, vivimos a diario en un manicomio sin dinteles; pero el tocadiscos sigue sonando en el silencio y después hace más ruido en los papeles del reciclaje. El saxofón sufre cuando le entra el aire en forma de hollín y herrumbre, las cuerdas le sollozan a la banqueta del traspatio, salvo cuando un cerebro le hace el amor a los instrumentos y eyacula ideas llenas de certidumbre.
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Ventana al vértigo
Para: André Cruchaga
...entre tantas ausencias solo la muerte en la estantería de las hojas... ANDRÉ CRUCHAGA
Sola en la vía del tranvía: gimiéndole al viento, masturbando al cierzo de la pestilencia, haciendo sufrir al azulejo de la hojarasca, durmiendo en medio de tantos espectros que deambulan; sordo el tiempo, ciego el ente, se plasman las lágrimas en las páginas del periódico; mientras los azacuanes hacen fiesta en los rascacielos, tú y yo, levantamos el polvo de las montañas a punto de estertor, dormimos junto a ellas, olvidamos quienes somos; pero al amanecer rompemos el silencio y lo atamos a las páginas del cuaderno de los senos. A veces me entra la duda, en cuanto un muerto muere en manos del plomo, de pronto, por la ventana entra un vendaval muy fuerte y provoca escalofrío en mis huesos a punto de ártico, me confundo y, cuando reacciono los espectros piden justicia. Al rato, acaricio el manto que cubre los pétalos del orgasmo en las metáforas, y de las anáforas no se diga, pierdo la saliva en mi cerebro y lleno de cantidades de raciocinios los nuevos trazos del tiempo; finjo ser un vate que a nadie le importa, pero también sé que de millones de personas que habitan este mundo, por lo menos a uno le agradan los puchitos de conciencia que lleva cada poema. Con orgullo desangro mis venas azules, para unirme a los que fenecen inocentemente; la herrumbre quiere detener con un dedo al Sol; pero mientras exista un cerebro
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 que escriba y otro que lea; los espíritus de los caídos estarán acompañándonos en este orbe lleno de escarcha. Los guijarros no mienten, se unen al tiempo, obligan al agua a pulirlos y entregan la verdad envuelta en misterio; para esto es la poesía: para agarrar vida de las primaveras, para recrear letras a partir del llanto, para sangrar junto a nuestra Patria, para limpiar con el harapo a cada gota, para sobrevivir al ajetreo de la violencia, para echarnos a la espalda los problemas del presente, para sofocar a la lava del volcán rugiente, para calmar los nervios de los transeúntes que buscan el regazo de la ventana al vértigo.
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 Ámbar
Para: Pere Bessó
Ah, cuantos álamos caen rendidos; pero algunos gusanos y lombrices carcomen tu figura. Se desenfrenan mis manos al tocar tu poesía, ─desnuda─, envuelta en resina, me haces tocar el trasfondo de lo inevitable, sacudes y destemplas el tiempo de las arbitrariedades, sofocas al fuego con fuego y, degüellas los puchitos de sudor que brotan a borbotones de los poros del volcán incandescente. Pregúntame amor, si los trallazos que me das en la espalda, me causan vértigo. Sin duda, los pangolines esconden sus temores en la obscuridad del África, pero tú, proyectas tus emociones y las dejas plasmadas en la botella, a la intemperie del mar; para que el náufrago que busca una isla donde naufragar, encuentre algo que le dé ganas de seguir viviendo. Creo que en la perfección de este ámbar, estamos de acuerdo amigo; ambos quitamos las telarañas de los harapos que cubren este cuerpo envuelto en racimos de tabúes, eludimos y afrontamos las convenciones sociales, psicológicas, ¡incluso las religiosas!; me veo fingiendo que soy aceite de oliva en manos de la poesía erótica, sacando el jugo de la pulpa y bebiéndolo como vino Royal Demaria. Sin embargo, esta ebriedad y pasión que envuelve mis pensamientos, son para el bien común: el cauce de conciencia, para los que yacen atormentados en la cima de la obscuridad descolorida; las fanfarrias, para los cantantes que dicen cantar música; el eco, para los tímpanos que aman la sinfonía de la lira de Orfeo; el amor, para las viudas que se quedan solas a la orilla del mar esperando a su amado hasta que mueren; la euforia, para los que viven en constante armonía con los libros; la austeridad, para los que vivimos luchando contra viento y marea junto a nuestras musas.
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Casida de cómo fue que me convertí en poeta
Expliqué mi condición y me dijeron que estaba loco: porque veía nadar a los sapos en la laguna del coco, porque mi lengua se desangraba hablando verdades, sacando del costal todo el abecedario de las libertades. No necesito ser un filósofo para ver con ojos de águila, no necesito tener alas para volar ni ojos de tequila. Sólo mi cuaderno, mi pluma y mis pensamientos, acompañan a los pájaros con alas de púas somnolientos. Mirando el deterioro de mi cuerpo y la vejez de mis letras, dejé fuera de mí la adolescencia y me adentré en las praderas. Al fin y al cabo los senos de la Musa me amamantan, embriagando mi conciencia, amaneciendo en las montañas que cantan. Por eso la austeridad me conmueve y sigue conmoviéndome, convirtiendo en una faena la escarcha y de este mundo alejándome. La batalla se ha vuelto verosímil, acudiendo a los espejos, tiritando junto a los polos y viendo a los pingüinos quedar perplejos. A veces mi calcañar explota por la presión seca del desierto, pero finjo que es nada más un espejismo y se abarrota lo cierto. Los callos que circulan por las aceras de mi mente,
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se convierten en mendigos con ceniza en la frente, sacudiendo fetiches y sangrando de las rodillas dementes. Cuando veía lo crudo de los altares, lo crudo de los entierros, lo crudo de los manjares, lo crudo de los encierros; pensé que este mundo no tenía una solución viable, pero ahora sé que la poesía es un arma confiable.
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Tlaloke. Revista de literatura crítica, año 1, núm. 8, marzo de 2013 Infiernos
Teñidos los valles con tanta sangre derramada, oscuras alas guardadas en la tumba del averno, azacuanes vomitando en el vértigo del navío, sogas apretando fuerte los cuellos del cántaro.
Cinturones de fuego alrededor de la lengua, almas sin tregua pespuntando maicillo, lenguas a oscuras en el silencio de la mesa, pieles con lupus en la ventana de la espera.
Harapos desnudos bajo el puente del olvido, hojarascas casi en llamas doblando la esquina, clavos en el neumático del vate de hielo, abejas clavando su aguijón en el obrero.
Los segundos son balas al corazón, los peldaños, acantilados de lodo; extrañas herrumbres que vienen de las cloacas, causando vómitos a los entes sin sábanas.
Usted y yo, respirando azufre cada segundo que pasa; pero nos unimos en la cuerda floja y caminamos por ella; somos una flota de piratas blancos esquivando cañones, esperando el momento para hundir la Atlántida nuevamente.
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Sparks in the shadow A modo de introducción, el hacha hace su entrada triunfal en el cuero de la víctima; mientras tanto, las sombras juegan con las chispas que deambulan en el tizne de las putrefacciones, los zombiesse pelean contra la carne dócil de las manzanas; luego, las cavilaciones penetran en el colmillo desafilado de la herrumbre que le miente al hierro. A medida pasa el tiempo: los portones se convierten en ventanas ecuestres, los lirios hacen manicure a otros lirios y los zancudos hacen su viernes trece en la noche de las chispas de las sombras; frente a mí, el ego del círculo vicioso de las generaciones, las creencias que mutilan el candelabro y las religiones que flagelan el bolsillo en silencio; salvo cuando el buen actuar se demuestra en el eco de los puentes, el azar no importa y las monedas surgen como vitaminas para los pobres. A oscuras el escarpelo lima la superficie del cráneo, los gatos se esconden y los machos tarántulas se desnudan frente a la víctima, haciéndole el amor a la necrofilia y obteniendo el orgasmo fétido frente a los millones de ojos de nuestro Alfa y Omega. Ahora no puedo dormir, cada puchito de oscuridad que atisba en mis ojos, es un verso que mutila mis pupilas, el café que baja por mi esófago, baja como esquirlas incitantes; ya las sábanas parecen cobijas de fuego y la luz del bombillo sacude el loco frío que penetra en mis poros; desnudo junto al regazo de mi amor, obtengo una prosa más, en la que los monstruos debajo de la cama y los teñidos puñales, salen a la luz de las chispas de la sombra.
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