ISSN 2248- 7212 / Julio-Diciembre 2012
trans-pasando
fronteras
Revista estudiantil de asuntos transdisciplinares
Desaf铆os metodol贸gicos en la investigaci贸n acad茅mica estudiantil
www.icesi.edu.co/revista_transpasando_fronteras
Una publicaci贸n de
Facultad de Derecho y Ciencias Sociales
Universidad Icesi Rector: Francisco Piedrahita Plata Secretaria general: María Cristina Navia Klemperer Director académico: José Hernando Bahamón Lozano Decano de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales: Adolfo Jerónimo Botero Marino Director del Centro de Investigaciones CIES: Vladimir Rouvinski Editor: Adolfo A. Abadía | adolfo.abadia@correo.icesi.edu.co Asistente editorial: José M. Terán | teran.obando@gmail.com Coordinación editorial: Adrián Alzate | aalzate@icesi.edu.co Vladimir Rouvinski [Ph.D.] vrouvinski@icesi.edu.co
Comité editorial Juan José Torres juan05459@hotmail.com
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Comité científico Juan Albarracín Dierolf [Ph.D.(e.c.)] Rafael Silva Vega [Ph.D.(e.c.)] jalbarra@nd.edu rasive7@gmail.com Universidad de Notre Dame, EE.UU. FLACSO, Ecuador Matt Ferchen [Ph.D.] Orlando J. Trujillo [Ph.D.(c)] matt.ferchen@gmail.com o.j.truxi@gmail.com Universidad Tsinghua, China Banco Interamericano de Desarrollo, EE.UU. Carlos E. Moreno [M.A.] Víctor Jeifets [Ph.D.] cmoreno1@binghamton.edu jeifets@gmail.com Universidad de Binghamton, EE.UU. Universidad Estatal de San Petersburgo, Rusia Juan Pablo Milanese [Ph.D.] Bruce M. Bagley [Ph.D.] jmilanese@icesi.edu.co bbagley@miami.edu Universidad Icesi, Colombia Universidad de Miami, EE.UU. Basarab Nicolescu [Prof. Dr.] nicol@club-internet.fr Centro Internacional de Investigaciones y Estudios Transdisciplinarios, Francia Secretaria: Diana Isabel Vallejo Diagramación y Diseño Portada: Johanna Trochez LaDeLasVioletas | ladelasvioletas_@hotmail.com Maquetación: Pablo Andrés Sánchez www.icesi.edu.co/revista_transpasando_fronteras revista@icesi.edu.co Cali, Colombia ISSN 2248-7212 ISSN-e 2322-9152
La revista TRANS–PASANDO FRONTERAS, es una publicación semestral y arbitrada del Centro de Estudios Interdisciplinarios Jurídicos, Sociales y Humanistas (CIES) de la Universidad Icesi (Cali, Colombia). Es liderada por estudiantes de la misma Universidad y coordinada por un colectivo de alumnos y profesores apasionados por la investigación académica. La revista promueve la publicación de artículos de investigación y reflexión teórica, traducciones, conferencias, entrevistas y reseñas con un enfoque crítico e innovador. Desde su creación, el objetivo principal ha sido generar un espacio de reflexión, análisis, discusión e información sobre los fenómenos sociales desde una perspectiva transdisciplinar. Su contenido es académico y especializado, está dirigida a estudiantes, investigadores, especialistas, profesionales y miembros de organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, que buscan insumos para el desarrollo de un riguroso e innovador ejercicio investigativo. En ella publican sus trabajos estudiantes y profesionales, tanto nacionales como internacionales, que proponen análisis transdisciplinares de las complejas problemáticas de las sociedades contemporáneas.
© Derechos reservados de autor El material de esta publicación puede ser reproducido sin autorización, siempre y cuando se cite el título, autor y fuente institucional. Canje Lady Hernandez Martínez Asistente de Hemeroteca Biblioteca Universidad Icesi Tel.: (+57) 2 555 2334 - Ext. 8725 Email: lahernan@icesi.edu.co Página web y correspondencia www.icesi.edu.co/revista_transpasando_fronteras revista@icesi.edu.co Twitter: @tf_Revista Facebook: fb/TransPasandoFronteras
La revista TRANS–PASANDO FRONTERAS no se hace responsable de las ideas expuestas bajo su nombre, las ideas publicadas, los modelos teóricos expuestos o los nombres aludidos por el(los) autor(es) del artículo. El contenido de los artículos son responsabilidad exclusiva del(los) autor(es), y no reflejan la opinión de las directivas de la Universidad Icesi, del Centro de Estudios Interdisciplinarios Jurídicos, Sociales y Humanistas (CIES), de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, o de los editores de la revista.
Tabla de contenido Editorial Presentación 9 Prólogo 11
No dejar de leer La guerra de las ciencias Alberto Flórez Malagón y Carmen Millán de Benavides
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Dossier La Ley 70 de 1993 y la participación política de las comunidades negras Alejandra Erazo Gómez
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Establecimiento del PIN dentro del sistema de partidos colombiano Vanessa Ortiz López y Alejandra Quintero
47
Hugo Chávez y la crisis de representación político-partidaria en Venezuela Alejandra Arias García
65
Documentos de trabajo ¿Primavera de mujeres? Mónica Castillo
87
La teoría de redes: aspectos claves para el análisis de la “fuga de cerebros” Diana Carolina Henao
97
Consulta previa en casos de minería para comunidades indígenas y tribales Claudia Jimena Abello 111
De primera mano Algunos apuntes sobre los problemas de tierras, minería y agro en Colombia Carlos Liévano 128 El holocausto desde adentro. Una mirada al caso del Palacio de Justicia José Jaramillo
140
De la Sociología a los Estudios Culturales Zoad Humar
148
La investigación académica y las transformaciones socio-políticas Vladimir Rouvinski
166
Reseñas ¿El principio del fin de las relaciones colombo-venezolanas? Laura M. Pineda 175 Un mundo incierto Alejandra Oviedo 181 Global Community Juan David Montoya
187
Index of abstracts Indicaciones para los autores
195 197
Complementos
Complementos Rese単as De primera mano Documentos de trabajo Dossier No dejar de leer Editorial
Editorial
Presentación Luego de casi un año de la primera publicación, es muy satisfactorio presentar el nuevo número de la revista Trans-pasando Fronteras. El tiempo transcurrido nos ha servido para definir nuestra identidad como revista estudiantil. Hemos decidido darle mayor protagonismo a la idea de transdisciplinariedad y convertirnos en una “revista estudiantil de asuntos transdisciplinares”. Por tal motivo, nos fue menester profundizar en esta noción para construir el cimiento sobre el cual estamos levantando este proyecto y constituirnos como una revista académica transdisciplinar diriguida y coordinada por estudiantes. Tenemos varios desafíos y grandes retos, pero una misma visión que nos orienta, motiva y que, además, nos permite crecer como personas e identificarnos como científicos sociales. Nuestra mirada está puesta en el futuro y nos alienta a destacarnos por nuestro principio transdisciplinar, el cual nos permitirá ser reconocidos en el año 2014 por estudiantes, investigadores y miembros de organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, como una publicación donde diversas disciplinas entablan un diálogo enriquecedor para el análisis, interpretación y comprensión de las realidades sociales. Para lograr nuestro cometido hemos definido una periodicidad semestral, tanto para la versión impresa como para su correlato digital. Cada semestre presentaremos los resultados del Dossier, sección principal de la publicación que da cuenta de un tema central o una convocatoria. Por otro lado, los Documentos de trabajo, que son artículos con un enfoque diferente a los de la sección anterior. Así mismo, se fortalecerá la sección de entrevistas que hemos denominado De primera mano, e inauguraremos la sección de Reseñas, que reune comentarios sobre libros, artículos y otros documentos. Finalmente, con-
Presentación
tinuaremos con una sección que hemos nombrado, desde este número, como No dejar de leer, en donde se encontrarán traducciones y transcripciones de conferencias, así como artículos afines a la revista o a la temática del número a publicar. Todo lo anterior en el marco de nuestro principal objetivo: generar un espacio de reflexión, análisis, discusión e información sobre los fenómenos sociales desde una perspectiva transdisciplinar. Para terminar, los más sinceros agradecimientos a Vladimir Rouvinski, Adrián Alzate y Rafael Silva Vega, quienes se han involucrado en todo este largo proceso que da como resultado el segundo número de Trans-pasando Fronteras; a los miembros del comité científico por creer en esta iniciativa y brindar su más desinteresado apoyo; al comité editorial de la revista según su área de vinculación, primer área, Entrevista: José Jaramillo, Carlos Liévano y Jennifer García; segunda, Estilo: Juan José Torres, María Alejandra López Orduz y José Castiblanco; tercera, Eventos: Richard Benavidez, Luisa Herrera; Cuarta y última área, English: Ana Garay y Alexandra Ocampo. Gracias especiales a Héctor Andrés Valero y Pablo A. Sánchez por su importantísimo aporte en la recta final de esta edición. Sin ser miembros directos del equipo editorial, sería injusto no agradecer a JotA y a LaDeLasVioletas, quienes han acompañado muy de cerca todo este proceso y le han aportado un nuevo aire a la revista. Por último pero no menos importante, gracias a los autores de los artículos. Sin ellos este número no hubiese sido posible. Adolfo A. Abadía Editor ejecutivo Noviembre 2012
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Prólogo La mejor forma de dar cuenta de la existencia de una comunidad académica es mediante las diferentes formas en que se puede acceder a su producción intelectual. Una de estas es la publicación de artículos, entre otros, en boletines y revistas académicas, indiferentemente de su formato difusión, impreso u online. En otras palabras, se podría afirmar que sólo existe aquella comunidad académica que publica. Ahora, sería injusto dejar caer todo esta responsabilidad, exclusivamente, sobre los profesores e investigadores. Por tal motivo, sostenemos que los estudiantes han de contarse también como miembros de esta comunidad y están igualmente llamados a vincularse al proceso de producción intelectual. En este sentido, y específicamente desde esta revista, invitamos a la comunidad estudiantil a que se apropie de este rol, adopte su postura más reflexiva y crítica, y se proponga a estudiar los complejos fenómenos sociales; así mismo, queremos estimularla a que publique sus resultados y contribuya a la construcción de una comprometida y más comprensiva comunidad académica. Este segundo número de Trans-pasando Fronteras es el resultado de la recopilación de trabajos finales de diferentes asignaturas de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Icesi, antes que de la recepción de artículos de una convocatoria abierta. Es por esto que consideramos este número una “versión especial” que, aunque no cuente con una convocatoria, sí se propone dar cuenta de algunos de los desafíos metodológicos en la investigación académica estudiantil, principalmente en relación con las dinámicas de la participación política como se encuentra en el dossier de este ejemplar. Los artículos aquí publicados muestran posibles formas de cómo pueden articularse las disciplinas apropósito de su re-identificación en un nuevo escenario, en este caso en torno al estudio de la complejidad de los fenómenos sociales desde una perspectiva transdisciplinar.
Prólogo
En este segundo ejemplar privilegiamos los artículos cuya aproximación al análisis transdisciplinar tiene como punto de partida una metodología y unos objetos de estudio propios a una disciplina en particular y, sin embargo, su desarrollo da pistas del enriqueciento de los argumentos en la medida en que interactúa con otras disciplinas, ya que lo “transdisciplinar valora y admira la disciplinariedad y busca la complementariedad entre lo disciplinar, lo interdisciplinar y lo transdisciplinar, por un anhelo de conocimiento no condicionado”1, en otras palabras, se aboga por un diálogo desinteresado a través de las disciplinas, en tanto que éstas no pretenden subyugar, demarcar ni limitar los alcances de las mismas. Por tal motivo, como afirma Agustín de la Herrán (2011), “lo transdisciplinar ‘sin lo’ disciplinar o ‘contra lo’ disciplinar es pseudo, pura apariencia”. En esta misma línea, se han seleccionado trabajos que dejan de manifiesto la ruptura de “sus propias estructuras lógicas individuales [disciplinares], que fueron establecidas aislada e independientemente del sistema total con que interactúan”2. En la primera sección de No dejar de leer, tenemos un fragmento de la introducción al libro Desafíos de la transdisciplinariedad (2002) escrito por Alberto Flórez Malagón y Carmen Millán de Benavides en donde se discute sobre la eficacia de una perspectiva disciplinar como referente paradigmático en los procesos de construcción de conocimientos y las posturas en contra de los conocimientos fragmentados. Lo anterior a la luz de la incipiente tendencia de universidades en búsqueda de una formación integral (no integradora), aún más fuerte que una formación, única y exclusivamente, disciplinar. Luego, el Dossier nos ofrece tres artículos que permiten advertir que la Ciencia Política puede entablar diálogos con disciplinas como la Antropología, el Derecho y hasta con la Sociología y la Historia para abordar diferentes asuntos, en este caso las reglas de juego de la participación política. Por un lado, Alejandra Erazo Gómez analiza las dinámicas legales e institucionales que permiten la inclusión de las comunidades negras como nuevos actores políticos; luego, Vanessa Ortiz López y Alejandra Quintero hacen una revisión de la contienda electoral de 2010 y, a partir de los resultados, estudian las condiciones que permitieron la emergencia del Partido de Integración Nacional – PIN como una opción 1 DE LA HERRÁN, Agustín (2011). “Complejidad y transdisciplinariedad”. En: Educação Skepsis, núm. 2, Formação Profissional, vol. I, pp. 294-320. Sao Paulo 2 MARTÍNEZ MIGUÉLEZ, Miguel. (2007). “Conceptualización de la Transdisciplinariedad”. En: Polis, Revista de la Universidad Bolivariana, Santiago de Chile. 12
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Prólogo
política en el sistema de partidos colombiano; finalmente, Alejandra Arias García rastrea la consolidación de Hugo Chávez como un fenómeno populista que surge en un ambiente de crisis de representación política en el sistema político-partidario de Venezuela. En la sección de Documentos de trabajo se presentan artículos con diferentes enfoques y propuestas metodológicas. Resaltamos el esfuerzo de analizar problemáticas que han marcado una coyuntura en particular y han dejado al descubierto asuntos muy controversiales. Este es el caso de Mónica Castillo, en su artículo ¿Primavera de mujeres?, quien presenta una revisión de caso acerca del papel y la participación de las mujeres en la Primavera Árabe en Egipto, Libia y Yemen. Por su parte, Diana Carolina Henao ofrece un análisis de la “fuga de cerebros” a la luz de la teoría de redes. La autora muestra como pueden conectarse redes de comunidades de colaboración intelectual, permitiendo, además de un intercambio de saberes, la migración de científicos de una red con menor grado de interconectividad a otra con mayor grado. Por último, Claudia Jimena Abello construye una línea jurisprudencial de la Consulta previa del caso de la minería para comunidades indígenas y tribales. Como se puede advertir, los artículos transgreden los límites disciplinarios y se nutre de elementos y categorías de otras disciplinas logrando brindar una mayor comprensión de la complejidad de las dinámicas sociales que estudian. Por eso, no es extraño encontrar argumentos que puedan relacionarse con el Derecho, la Antropología y, en menor grado, con la Sociología y la Semiología. Sobre los recursos metodológicos que presentan los autores de los anteriores artículos, advertimos un uso generalizado de la investigación a partir de la revisión bibliográfica y de prensa. Esto ha servido de insumo para el análisis e interpretación conceptual de los fenómenos que los autores han decidido abordar. En este sentido, los desafíos metodológicos en este número se configuran, por un lado, alrededor de la recopilación de información de fuentes de primera y segunda mano; por otro lado, en torno al grado de apropiación de los significados e interpretaciones conceptuales; y, finalmente, en el orden y estructuración de la ideas que se articulan con los dos elementos anteriores, y que permiten ser reencontrados en escenarios intertextuales como el que presta esta revista. Adolfo A. Abadía Editor ejecutivo Noviembre 2012 Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
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Complementos Rese単as De primera mano Documentos de trabajo Dossier No dejar de leer Editorial
No dejar de leer
La guerra de las ciencias* Fragmento de la introducción al libro Desafíos de la transdisciplinariedad Instituto de estudios sociales y culturales – Pensar Universidad Javeriana Por Alberto Flórez Malagón y Carmen Millán de Benavides** –Editores–
El debate sobre de la permanencia de las disciplinas científicas y de su pertinencia para el trabajo intelectual, es uno de los más álgidos y enriquecedores del mundo académico hasta el punto que, alrededor de esta temática, se han concentrado buena parte de las preguntas más relevantes sobre la producción de conocimiento en el mundo contemporáneo. El corazón de la disputa es la duda fundamental acerca de la eficacia de una fragmentación disciplinar incontestable, la cual se construyó en el mundo occidental, como un referente excluyente y paradigmático para el ejercicio intelectual académico. La versión más publicitada de dicha disputa es la llamada “guerra de las ciencias” en la cual se han revivido las luchas de poder referentes a quiénes deben orientar las prácticas de una verdadera ciencia universal. Del lado de los científicos naturales han surgido sencillas diatribas, que han tenido un gran impacto publicitario, especialmente después * Fuente original en FLÓREZ-MALAGÓN, Alberto y Carmen Millán de Benavides (2002). “Introducción. La guerra de la ciencias”. En: Alberto Flórez-Malagón y Carmen Millán de Benavides (eds.), Desafíos de la transdisciplinariedad, pp. 3-19. Bogotá: Instituto de estudios sociales y culturales – Pensar, Universidad Javeriana. ** Agradecimientos especiales a Carmen Millán de Benavides y Nicolás Morales Thomas por permitirnos publicar estas cuantas líneas sobre la transdisciplinariedad. Revisión y notas pie de páginas por Adolfo A. Abadía.
Alberto Flórez Malagón y Carmen Millán de Benavides
del conocido affaire Sokal1, en el cual un físico neoyorquino presentó un artículo insulso que más tarde fue publicado por una prestigiosa revista, muy conocida entre los “nuevos humanistas”. Esta burla permitió a Sokal denunciar la supuesta perversión de las prácticas, la inexistencia de controles de calidad, la falta de cientificidad y coherencia intelectual y todo lo demás que él atribuye al lenguaje utilizado por los nuevos intelectuales. Aunque el asunto no llegaba a atacar con justeza el corazón de la nueva producción en las ciencias sociales y humanas, sí revivió la vieja disputa entre los modelos positivistas para la producción de ciencia “dura”, enfrentados a las prácticas limítrofes de las humanidades, que desconociendo los criterios de demarcación de las ciencias “ciencias”, recuperaban sin tapujos los espacios de la metafísica, la ética, la estética, la política y todos los demás espacios del conocimiento, que los científicos más ortodoxos habían logrado exiliar de sus prácticas de investigación. La corriente que aún hoy defiende la propuesta de las ciencias físicas como modelo para hacer ciencia social, se alió naturalmente a estas denuncias y se constituyó en un polo en la guerra de las ciencias, o mejor dicho, entre las ciencias; e insistió en la pobreza paradigmática de las ciencias sociales, y en su fracaso para construir hasta la fecha, unas verdaderas prácticas científicas. Mario Bunge, uno de los más conocidos expositores de estas tendencias neopositivistas, seguía afirmando en recientes escritos que: “todas las ciencias, ya sean naturales, sociales o biosociales, comparten un núcleo común: la lógica, la matemática y ciertas hipótesis filosóficas acerca de la naturaleza del mundo y su estudio científico. Este meollo común permite que hablemos de ciencia en general, en contraste con la ideología o el arte, y que la discutamos racionalmente” (Bunge, 2000:10). En el otro extremo del debate se consolidaron las propuestas posmodernistas con su crítica fundamental a los metarrelatos de la modernidad. Aparecieron propuestas de conocimiento “situadas” y “poscoloniales”, y se vinculó una nueva izquierda intelectual (Rorty, 1999:74), cuyo compromiso político es más explícito y exige una transformación Alan David Sokal profesor estadounidense de física en la Universidad de Nueva York y de matemáticas en University College London publica un artículo pseudocientífico titulado “Transgressing the Boundaries: Towards a Transformative Hermeneutics of Quantum Gravity” (1996) en la revista Social Text de la Duke University Press, pretendiendo comprobar que una revista de humanidades “publicará un artículo plagado de sinsentidos, siempre y cuando: a) suene bien; y b) apoye los prejuicios ideológicos de los editores” (Para mayor información ver SOKAL, Alan (1996). “A Physicist Experiments With Cultural Studies”. En: Lingua Franca, vol. 6, núm. 4, pp. 62-64). 1
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La guerra de las ciencias
esencial de las aproximaciones disciplinares estructuradas, a partir de objetos fragmentados que no necesariamente dan cuenta de la complejidad de las realidades, sobre las que cada vez más los científicos toman partido. En ambos bandos, los líderes de los nuevos y viejos movimientos intelectuales a veces se asemejan a sectas. Unos y otros atraen sus seguidores y los cautivan en una especie de arrebato místico, en donde los gurúes abundan y donde el mutuo desprecio, a veces teñido de opciones “políticamente correctas”, abunda. A pesar de las fuertes discusiones de lado y lado, los sociólogos e historiadores de la ciencia nos han recordado cómo la ciencia y las disciplinas no son cosas sino procesos abiertos, y que en la práctica de una “buena ciencia”, las fronteras disciplinares no parecen haber sido más que las excusas institucionales y gremiales para tener una puerta de entrada a una práctica que afortunadamente las supera en su pretensión fundacional. Una vez adentro de la comunidad académica, las camisas de fuerza que a veces se suponen tan vivas y poderosas, no disciplinan en absoluto el oficio de los investigadores, y a pesar de los intereses de los administradores académicos, los buenos científicos, que lo son más por su condición individual que por los contenidos de su formación, siguen dinamizando sus oficios con prácticas que no están dictadas por la organización administrativa y, otros añadirán: hegemónica, de los saberes. El funcionalismo atribuido al desarrollo de la ciencia podrá ser útil para asumir posiciones críticas radicales y mesiánicas, pero no corresponde, necesariamente, a las características de las comunidades científicas regionales y de sus vectores críticos. Esto nos lleva a desplazar y a enfatizar el eje del análisis desde la discusión epistemológica fundamentadora de Occidente, hacia el rema de las prácticas académicas; y, al tiempo, a reconocer a la ciencia como un proceso abierto que, en una de sus transformaciones más importantes, parece haber superado la pretensión teleológica de sus inicios. Aquí nos preguntarnos si los recientes trabajos con énfasis epistemológico que critican la fragmentación de las ciencias, en especial el ya clásico informe de la Comisión Gulbenkian2, han exagerado el referente del agotamiento disciplinar, por lo menos en su desarrollo reciente, pues en general estas críticas se han hecho con referencia a las pri En 1993 la Comisión Gulbenkian para la restauración de las ciencias sociales abordó los problemas de organización de las disciplinas de las ciencias sociales del siglo XIX. 2
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meras etapas fundacionales de las propuestas y ejercicios disciplinares, pero a menudo ignorando los desarrollos internos y la flexibilización reciente del ejercicio disciplinar, y obviando que la existencia de caminos entre los viejos y los nuevos territorios se detecta con frecuencia en las prácticas académicas recientes. No sobra plantear la duda de si dicha Comisión, por ejemplo, tomó en cuenta o no, los desarrollos y las prácticas disciplinares de las ciencias en América Latina, que como frecuentemente se reclama desde la región, habrían desarrollado, sin nombrarla así, una práctica cercana a la que hoy proclaman los nuevos campos transdisciplinares, punto de llegada de las reflexiones gulbenkianas. El punto de partida de nuestra discusión es, entonces, el encuentro en las fronteras entre una tradición disciplinar, que no está necesariamente encerrada en sus muros, y los nuevos campos transdisciplinares que tampoco tienen que declararse intransigentemente antidisciplinares. El tema, además, coincide en la práctica con la pelea de poderes por la defensa y por el ataque a la disciplinariedad institucionalizada (seguimos dudando de que ésta tenga una expresión en la práctica académica por fuera del espacio institucionalgremial) con sus correlatos, que son los viejos y los nuevos programas académicos. Las universidades, espacio privilegiado de estas prácticas, expresan todo los detalles de la crisis disciplinar: los programas disciplinares empiezan a perder terreno ante los nuevos programas interdisciplinares y transdisciplinares. Los estudiantes que circulan por los saberes técnicos y humanistas al mismo tiempo, se distancian de aquellos formados en currículos cerrados y especializados y empiezan a controlar nuevos espacios de poder institucional; y el mercado laboral para los egresados de las universidades envía señales ambiguas y genera una demanda que no se reduce a los especialistas disciplinares, solicitando cada vez más profesionales con una formación integral (no integradora), aún más fuerte que la disciplinar. El panorama es todavía poco claro. Muchas propuestas revisionistas se han institucionalizado, pero la resistencia al cambio es implacable. El debate se presenta con igual intensidad, aunque con particularidades locales, en todas las universidades del mundo. Desde las viejas tradiciones universitarias europeas, hasta las funcionales y academicistas universidades norteamericanas, desde las universidades coloniales de Asia, hasta las 20
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hipercríticas de Latinoamérica, el problema de las disciplinas como referentes adecuadas para el trabajo intelectual se presenta como uno de los puntos de ruptura práxica3 más importantes del siglo XXI. La crisis académica y la sociedad contemporánea Toda esta problemática va acompañada por un cuestionamiento de las estructuras del aparato conceptual con el que nacen las ciencias sociales en los siglos XVII y XVIII, el cual empieza a ser limitado para entender la sociedad global caracterizada por el pluriperspectivismo y la multiculturalidad (Castro Gómez, 2000b:xxxi). Se trata de que el mundo se ha mostrado mucho más complejo de lo que pretendía ser, y dicha complejidad exige que aquellas formas con que se creía que era posible conocer al mundo, sean revisadas profundamente y adecuadas a las actuales demandas de la sociedad global. No se trata de abandonar toda pretensión de un conocimiento de la realidad social, sino de reconocer las limitaciones que existen ante dicha pretensión y las contradicciones que presenta cualquier universalismo. Superar el estadocentrismo, tener en cuenta la pluralidad de visiones sin dejar de lado el objetivo de conocer y de realizar escalas de valores comunes, y reconocer la situacionalidad del mismo científico, son sólo algunos de los muchos puntos que han comenzado a hacer parte de la nueva agenda de las ciencias sociales, y que posiblemente conduzcan, no a un abandono de la pretensión de lograr un conocimiento objetivo de los fenómenos sociales ni a una reducción de la ciencia a un conjunto de visiones igualmente válidas, sino a nuevas formas de alcanzar un mayor grado de objetividad crítica y políticamente activa, cuyo sentido ha de ser igualmente renovado (Wallerstein, 1998:92). Así, nuevamente podría reafirmarse que la crisis está llamada a pensarse en los procesos de producción de conocimiento y sobretodo en los tipos de conocimiento; correspondiéndole a las ciencias sociales, precisamente por su interés, una reestructuración como respuesta y alternativa a las ‘crisis’ que se han generado desde ‘conocimientos’ descontextualizados e intolerantes de la multiplicidad de otros con los que se comparte un espacio y un tiempo. Se podría decir que existe una crisis porque se ha vuelto rele3
Del griego Praxis, relativo a práctica, en oposición a teoría o teórica.
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vante la mirada a las implicaciones políticas y éticas de la producción del conocimiento y, en el caso de las ciencias sociales, por sus consecuencias en el ámbito social. De allí que se piense en un conocimiento en crisis mientras no se responda a la necesidad social del mismo para pensar y dialogar, y se hace necesario, a su vez, reflexionar por el lugar desde dónde se construyen –disciplinas e instituciones– como determinantes de su orientación ética y política, así como por lo que se construye en la medida que responda o no a unas expectativas sociales. Desde mediados del siglo XX toda una serie de circunstancias como el cambio en el ordenamiento geopolítico del mundo, la descolonización, la aparición de nuevos actores sociales y la creciente difusión de las tecnologías de la información, entre otros, comenzaron a afectar la disciplinarización de las ciencias sociales (Castro Gómez, 2000b:xxxiii) y a cuestionar el tipo de conocimiento, hasta entonces hegemónico, que dichas estructuras producían. Es dentro de dicho contexto que empiezan a surgir nuevos campos para abordar los fenómenos sociales como los estudios culturales o los estudios poscoloniales, entre otros, que pretenden abarcar cuestiones tales como los problemas de género, estudios “no-eurocéntricos”, la importancia de lo local y lo histórico, y/o el reconocimiento de valores asociados al desarrollo tecnológico. Estos nuevos campos no se constituyen como nuevas disciplinas, sino como una especie de espacio más allá de las disciplinas que ha contribuido a desestabilizar la división tradicional del conocimiento. Lo que estos nuevos campos aparentemente persiguen es retar la tradición del conocimiento occidental. Lo que hoy se produzca (en el ámbito de la ciencia y el conocimiento, en este caso) en cualquiera de estas localidades, no puede ser visto como desligado del resto del mundo; por el contrario, será parte de redes globales interconectadas por los crecientes flujos de información. La sociedad global, más que un contexto abstracto o una sumatoria de particularidades desconectadas, es un todo organizador del cual [todos] hacemos parte (2000b:xxii). No quiere decir esto que todo aquello que se produce en cualquier parte del mundo sea igual y presente los mismos patrones, sino que de alguna manera se interconecta con lo otro, ya sea por medio de la crítica, la refutación o la aceptación, u otros múltiples caminos. Por un lado, los nuevos campos que pretenden superar dicha tradición, no constituyen disciplinas sino espacios transdisciplinares, pues reconocen las limitaciones que 22
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imponen las fronteras y los supuestos rígidos de división del trabajo intelectual para el abordaje de los fenómenos sociales. Debido a su carácter no-disciplinar, estos campos no presentan sus propios principios, teorías o métodos, sino que se apropian de las teorías y metodologías de las distintas ciencias sociales y ramas de las humanidades y las adaptan para sus propios propósitos (Sardar, 1997:17). Al tiempo, se alejan de la tradición universalista del conocimiento occidental en tanto presentan un carácter que puede denominarse ‘auto-reflexivo’ en la medida en que reconocen que todo conocimiento está situado temporal y espacialmente sin suponer una neutralidad del mismo. La mayoría de estos nuevos campos, si no todos, poseen y reconocen una dimensión política intrínseca y, más aún. Enfatizan el valor del trabajo intelectual comprometido políticamente. En esta medida se proponen examinar prácticas culturales y su relación con el poder, entender la cultura en todas sus formas complejas con el fin de analizar el contexto social y político dentro del cual se manifiesta y de esta manera, poder aclarar su doble función como objeto de estudio (intelectual) y como posicionamiento de la acción y la crítica política (pragmática); exponer y reconciliar la división del conocimiento entre formas locales y universales y. por último, comprender y transformar las estructuras de dominación (sobre todo en la sociedad industrial capitalista) (Sardar, 1997:9). No obstante, a pesar de que los nuevos campos se alejan en su práctica de la tradición del conocimiento occidental, presentan contradicciones con respecto a sus propios planteamientos, contradicciones que son reconocidas muchas veces desde el interior mismo de dichos campos. A pesar de constituir modos de investigación que no se suscriben a los límites estrictos de las disciplinas institucionalizadas, los nuevos campos se apropian con frecuencia de teorías y métodos de dichas disciplinas, lo cual se considera por algunos intelectuales, como un obstáculo para el avance en la construcción de teorías autónomas. El uso insistente, y a veces incuestionado, de categorías, conceptos y dicotomías propios de la tradición del conocimiento occidental, son concebidos por muchos como ataduras que imposibilitan una verdadera ruptura con dicha tradición. Así, autores como Walter Mignolo o Fernando Coronil, plantean con respecto al caso latinoamericano, la necesidad de buscar unas categorizaciones críticas del occidentalismo que tengan su locus en América Latina y del desarrollo de ‘categorías geohistóricas no imperialistas’ que permitan abanTrans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
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donar los mapas imperialistas dibujados por la modernidad (Castro Gómez, 1998:24); o, en el caso de los estudios culturales del sur de Asia, autores como Ashis Nandy proponen hacer de los estudios culturales una empresa totalmente ‘nativa’ basada en las categorías de ser y conocer únicas del subcontinente (Sardar, 1997:84). Pero, por otro lado, también existen posiciones que no perciben el uso de estas categorías como una limitación, sino que las utilizan con el propósito no tanto de deconstruir la historia imperial, sino de usarlas en su contra para “destruir el razonamiento crítico histórico mismo” (1997:116). Así como esta idea de nuevos campos cuestiona la estructura occidental disciplinar, otra característica importante ha sido poner en tela de juicio el lenguaje en el que se reflexiona por su origen y conformación occidental. Esta preocupación busca resistirse a una colonización de la ‘mente’ a través de las categorías y las construcciones del pensamiento bajo los códigos de un ‘otro’ de afuera. La imposibilidad de expresarse en ‘categorías propias’ es, de por sí, un planteamiento muy complejo porque exige preguntarse por qué existe “lo propio” y más en contextos en donde la socialización tiene referentes tan diversos y enmarcados en los espacios ilimitados de globalización. La ‘traducción’ del conocimiento occidental a otras categorías, y en espacios con otros idiomas, es una constante que por razones de una herencia y una tradición académica se ha construido en términos de Occidente y para Occidente, cuya asimilación desde ‘fuera’ de él hace de estos lugares de apropiación, centros en donde la traducción es una especie de ‘deber ser’. La posibilidad de hacer conocimiento en otros términos como el de “una filosofía que piensa en español” (Hoyos, 2000:71) y desde configuraciones en donde se entremezclan muchos códigos lingüísticos se plantea no sólo con referencia a un idioma sino a un lugar con un contexto propio. Pensar en una traducibilidad y la superación de la misma, frena el debate en una cuestión que es imposible de resolver. La traducción del ‘conocimiento occidental’ es fruto de cientos de años de historia y de socialización, el proponerse como una forma de resistencia y el permanecer aislado de un régimen de símbolos dominantes, es una posición inconsistente con una realidad en la que la globalización plantea otros espacios de comunicación. Aunque la idea de superarlos se considere como algo ‘imposible’ en su totalidad, es claro que sí se valora una autoconciencia de esta situación como un mecanismo de crítica y de ‘salida’ a una situación completamente sumergida en idiomas y experiencias ajenas a las realidades locales. 24
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Más que ‘superar’ la constante y a veces aparente necesidad de traducir y de pensar la vida en términos de un solo Occidente, una apertura al diálogo y a la negociación con estas ‘voces’ se presenta como una posibilidad no sólo coherente con la realidad social de nuevos órdenes y niveles de comunicación, sino en donde el contacto no se exhibe como estrictamente negativo y ‘contaminante’. Es cierto que hay unos órdenes y unas tradiciones occidentales, que han configurado formas de apreciar el mundo, a los cuales se ha accedido por procesos de colonización y, hoy en día, de globalización; pero no se puede radicalizar esta perspectiva y asumir que las voces no occidentales no se han apropiado de esas configuraciones desde espacios y formas locales. Ver en Occidente una ‘plaga’ es sólo hacer una lectura de los cambios abruptos y violentos de lo que se ha ‘perdido’ y de cierta manera ‘borrado’ con la imposición y el dominio de las estructuras occidentales, al subestimar las formas de apropiación autónomas, las resistencias, representaciones e interpretaciones de cada lugar de encuentros culturales. No se desconoce que el choque que ha representado un ‘dominio occidental’ no sólo ha sido en lo económico o lo académico sino, sobre todo, en las dimensiones sociales y culturales (Loomba, 1998:xii) pero a su vez se busca rescatar la presencia de un ‘otro’ que no ha sido pasivo a estos procesos, sino que ha estado siempre presente y negociando con el poder, pero pormenorizado por categorizarse sólo como víctima al haber perdido su ‘esencia’ –si tal cosa existe en lo social. La superación entonces de una constante traducción del conocimiento occidental se alcanza en diferente medida según la conciencia que se tenga de esta condición, y de la formación de sociedades e instituciones disciplinares. La reflexión sobre estas posibilidades es por sí misma una ‘salida’ que permite la ‘creación’ de un conocimiento ‘más propio’ -aunque lo propio también esté tocado por el idioma occidental. La negación de una integración cultural y de un pasado en el que se originaron los ‘espacios académicos’, hoy legitimados, más que dar cabida a ‘conocimientos menos occidentales’, cierran las puertas de los mismos porque no se superan cuestiones irreversibles, que de lo contrario en su reconocimiento pueden dilucidar alternativas que le contesten al monólogo occidental. Se puede rescatar la posición poscolonial como un lluevo campo en el que no se clama con nostalgia por el pasado ni se ve, en éste, la solución a las representaciones culturales del momento –de por sí nada estables– sino que se ve en la abrumadora occiTrans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
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dentalización un proceso imparable ante el cual la acción a seguir es negociar y reconocer la irónica situación de las categorías emancipatorias y del discurso mismo en contra de Occidente, siempre expresado en sus términos (Castro Gómez, 1998:17). Las nuevas formas de conocimiento, con su estructura no-disciplinar, implican la necesidad de una renovación de las estructuras institucionales a través de las cuales se imparten dichas formas de conocimiento. Con la entrada arrolladora de la globalización, aparecen otras culturas que obligan a revisar los anteriores esquemas sobre la constitución de identidades, y que además tengan en cuenta los procesos asimétricos de interacción entre lo local y lo global (Castro Gómez, 1998:10). Ahora que Latinoamérica está siendo obligada a pensarse desde el punto de vista de su inserción en la sociedad global, la pregunta de cómo hacerlo ha generado grandes debates, las disciplinas no parecen suficientes para el abordaje de los problemas sociales que hoy agobian a esta región, sin embargo, dichas estructuras continúan rígidamente establecidas en el sistema universitario. Reproduciendo relaciones de poder que están dejando de lado la cuestión epistemológica y aún ontológica del problema. Como menciona Sarah de Mojica para el caso colombiano, “el condicionamiento de la investigación universitaria en función de las políticas modernizadoras de centralización del Estado y de desarrollo..., parece haber impedido la necesaria construcción de nexos con el mundo, no sólo con la comunidad científica internacional, sino con la propia cultura” (2000:176). Estos problemas no corresponden a negligencias por parte de los académicos y de las instituciones o a la incomprensión o imposibilidad de su visión, sino al entramado de relaciones de poder bien estructuradas como para mantenerse y reproducirse no por ‘cuestiones divinas o naturales’ como en un ‘deber ser’ de las cosas, sino porque socialmente se reproducen como tal para conservar los espacios desde los que precisamente se están generando las críticas. La academia es construida socialmente y se ve atravesada a sí misma por las relaciones de poder de esas ‘sociedades’ que tanto analiza y cuestiona, pero de las que también hace parte y mantiene. La superación de todo discurso eurocéntrico y universalista del saber occidental (Lander, 2000:50) debe apoyarse en la transformación de las estructuras desde donde se produce su propio conocimiento y se genera la crítica, empezando con este tipo de propósitos de evitar la naturalización de las mismas estructuras, producto de la apropiación 26
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de la cosmovisión occidental en lugares como la universidad. El reto es, entonces, buscar otras formas de producir el conocimiento, los ‘nuevos conocimientos’. La ironía de estas situaciones exige desde un principio un intento por abandonar los saberes ‘parcelados’ esclavizados a unos programas académicos y aislados de otros campos de producción de conocimiento. Las ideas de formación integral –aunque bastante atrevidas e incomprendidas–, no dejan de ser propuestas interesantes que con el suficiente apoyo y en la medida que empiecen a formar parte de estos círculos, permiten abrir la formación profesional en donde la circulación del ‘conocimiento’ no estaría limitado por los muros disciplinares y aún científicos. Edgardo Lander plantea esta cuestión argumentando que los universitarios latinoamericanos se han destacado por criticar las injusticias, mas no por reflexionar sobre sus propios procesos de reproducción de las mismas. La reflexión sobre la práctica y sobre las implicaciones políticas de las formas de producción de conocimiento, se aleja de la sensatez de sus intenciones si deja toda la discusión en lo teórico, por fuera de cualquier praxis. Retomando el tema del compromiso social, se convierte en un imperativo resolver las incongruencias entre teoría y lucha teórica, y los campos mismos de producción de éstas –como conservadoras de regímenes coloniales en sentido amplio– cuando las palabras y las mentes buscan liberarse y superar la estrechez del imaginario anclado solamente en lo occidental. Las discusiones sobre la globalización y la poscolonialidad son debates que conciernen tanto a los centros metropolitanos como a las regiones ‘periféricas’, entre ellas América Latina. Regiones que se ven obligadas a pensarse desde el punto de vista de su inserción en la sociedad global. La academia latinoamericana debe, entonces, pensarse desde su inserción en el mundo global, teniendo en cuenta las implicaciones que este proceso tiene para la conformación de su identidad intelectual. También, debe modificar las rígidas demarcaciones disciplinares que no parecen adecuadas para abordar los fenómenos que se generan en este tipo de sociedad, y que no deben ser dejados de lado por la crítica y el conocimiento científico. Debe iniciarse, además, en la reflexión sobre los problemas particulares que agobian a su sociedad para construir “un horizonte de conocimientos nuevos que nos pongan en dirección de la reconstrucción social” (De Mojica, 2000:175) y que constituyan la base de un conocimiento latinoamericano ya no como reproducción del conocimiento metropolitano, sino como producción autónoma e independiente. Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
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La Ley 70 de 1993 y la participación política de las comunidades negras* Alejandra Erazo Gómez (aleja.erazo@hotmail.com) Artículo de investigación científica y tecnológica recibido el 28/08/2012 y aprobado el 17/10/2012.
Como citar este artículo: ERAZO G. Alejandra (2012). “La Ley 70 de 1993 y la participación política de las comunidades negras”. En: Trans-pasando Fronteras, Núm. 2, pp. 31-45. Cali, Colombia: Centro de Estudios Interdisciplinarios, Jurídicos, Sociales y Humanistas (CIES), Universidad Icesi. Resumen El siguiente documento se elaboró como una reflexión en el marco de las dos décadas de promulgación de la Constitución de 1991, la cual enuncia el carácter multicultural y pluriétnico de la nación colombiana. Nuestra Carta Política se inscribe en la ola del multiculturalismo que se institucionalizó justamente en esa década como la forma hegemónica de pensar las diferencias culturales. Este artículo quiere recoger los planteamientos sobre participación política de grupos afrocolombianos consagrados en la Constitución de 1991 y en la Ley 70 de 1993, proponiendo un ejercicio de confrontación con las prácticas reales de participación de estos grupos. Para éste propósito el ensayo se estructura en tres partes. La primera presenta los fundamentos teóricos del multiculturalismo, acción política y el contexto de modernidad. La segunda parte señala algunos antecedentes apropósito de la participación política de estas comunidades. Y en la tercera se hace referencia a las condiciones actuales de participación resaltando los problemas y dificultades que han experimentado.
* Artículo ganador de la segunda versión del Concurso de Ensayo Político de la Universidad Icesi. El tema de la convocatoria fue: “Dos décadas de la Constitución Política de 1991”.
Alejandra Erazo Gómez
Palabras claves: Multiculturalismo; Comunidades negras; Ley 70; Participación política
Introducción En 1991 promulgó la actual Constitución Política de Colombia que reemplazó a la de 1886 después de más de un siglo de vigencia. Entre las muchas continuidades y rupturas frente a su antecesora, la actual Carta Magna dio un giro importante al institucionalizar el carácter pluriétnico y multicultural del país, contrastando con el discurso de nación mestiza esgrimido durante gran parte del siglo pasado. Además, se pasó de una democracia representativa a una participativa, consagrando mecanismos diferentes al voto para garantizar la participación ciudadana en asuntos económicos, políticos, administrativos y culturales del país. La conjugación de estos dos aspectos es precisamente el tema que me interesa abordar en las siguientes páginas. Me refiero concretamente a la articulación del reconocimiento del multiculturalismo con la participación política de las minorías afrocolombianas. Las propuestas relacionadas con la institucionalización del multiculturalismo y la visibilización de las minorías culturales, tenían, entre otros, el propósito de “facilitar la capacidad de las comunidades culturales de participar en la vida política nacional, permitir el autogobierno de las minorías y dotarlas de instrumentos jurídicos para proteger y reproducir su legado cultural” (Bonilla, 2006: 125). Teniendo en cuenta las luchas sociales y políticas que han protagonizado grupos afrocolombianos en busca de la reivindicación de sus derechos y en contra de la discriminación racial, y a su vez, la representación indirecta que tuvieron en la Asamblea Nacional Constituyente, es pertinente intentar contrastar lo que se ha dicho y lo que se ha hecho acerca de estos respectos, en el marco de las dos décadas de la Constitución de 1991. Es importante notar, además, que aunque la Carta Política haga énfasis en el multiculturalismo y la protección de la diferencia, el texto en sí se refiere explícita y casi únicamente a las comunidades indígenas como sujetos de la legislación. Sólo el Artículo Transitorio 55 –desarrollado luego por la Ley 70 de 1993– hace referencia manifiesta a las comunidades negras (rurales ribereñas) y a su derecho de apropiación colectiva de sus tierras ancestrales. De este modo se evidencia que el documento se construyó, res32
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pecto a reivindicaciones de derechos diferenciados de las comunidades étnicas, tomando al indígena como el referente constante de otredad (Agudelo, 2005). Lo anterior como resultado de circunstancias históricas sobre las que volveré más tarde. El siguiente documento quiere recoger, entonces, los planteamientos sobre participación política de grupos afrocolombianos consagrados en la Constitución de 1991 y en la Ley 70 de 1993 y confrontarlos con las prácticas de participación de estos grupos. Para éste propósito el ensayo se estructurará en tres partes. La primera presentará brevemente y de manera no exhaustiva los fundamentos teóricos sobre multiculturalismo, acción política y el contexto de modernidad en el cual se inscriben estos movimientos. La segunda parte tratará, a manera de antecedentes, sobre la confluencia de actores alrededor de la gente afro, que llevó a la participación indirecta de estas comunidades en el desarrollo de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC). La tercera parte hará referencia a las condiciones de participación de las comunidades negras, según lo consagrado en la Carta Política y en la Ley 70, resaltando los problemas y dificultades que se han presentado con tales disposiciones, especialmente lo relacionado con la representatividad de dichas comunidades. Por último, cabe aclarar que este artículo no es resultado de una indagación empírica, sino de una revisión teórica y bibliográfica del tema enunciado. Para tal efecto me he apoyado consistentemente en el trabajo de Carlos Agudelo sobre multiculturalismo y poblaciones negras en Colombia, el cual se configuró como el principal referente teórico e histórico de la argumentación. Fundamentos teóricos En la Constitución de 1991 hay una tensión teórica y práctica –como lo evidencia Bonilla- entre dos tendencias que parecen opuestas, a saber: la igualdad y unidad política y la diferencia y autonomía política. En lugar de fijarse en uno de los dos extremos, la Carta se mueve pendularmente, oscilando entre la promulgación de la igualdad de todos los ciudadanos y el reconocimiento de la diferencia de los grupos étnicos, y entre el proyecto de unidad política y la autonomía territorial, política, económica y educativa de las comunidades indígenas (Bonilla, 2006). Sobre lo último, el proyecto de nación institucionalizado por la Constitución de 1886 privilegiaba la unidad política, que además, implicaba la unidad culTrans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
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tural en forma de homogenización. La fragmentación, la aceptación de singularidades, en lo referido por Wills, se considerada peligrosa para el bienestar nacional (Wills, 2000). Hoy, sin embargo, “el reconocimiento del multiculturalismo exige a los Estados democráticos liberales aceptar la diversidad de intereses e identificaciones morales emanadas de la heterogeneidad cultural” (Moreno, 2010). Además, y volviendo al primer antagonismo, “sólo vinculando diversidad con participación en condiciones de simetría se puede articular el derecho a la igualdad con el derecho a la diferencia” (Wills, 2000: 403). Por su parte, los reclamos por el reconocimiento de la diferencia responden al fenómeno de descentramiento del sujeto dentro del contexto de la postmodernidad, que según Hall consiste en la pérdida del centro de las posiciones de identidad y el paso a la articulación de pertenencias múltiples y contradictorias (Hall, 2010). No obstante, como explica Gros para los indígenas, la reivindicación de su identidad cultural ante el Estado que pasa por el proceso de etnización de las comunidades, deviene en la creación de una identidad genérica, estática que contrasta con la variedad de identificaciones existentes (Gros, 2000). Este fenómeno es probablemente equiparable a la situación de las comunidades afrocolombianas, quienes para lograr la titulación colectiva de un terreno deben cumplir con ciertas condiciones explicitadas por la Ley 701. Resalta, en especial, la falta de representación de las concentraciones en áreas urbanas, dónde se construyen posiciones de sujeto que no caben bajo lo estipulado por dicha legislación. Es importante no perder de vista el papel que juega la participación política en las reivindicaciones, tanto de los sectores rurales como de los urbanos. Siguiendo a Agudelo, entiendo entonces la acción política como “las estrategias de competición entre grupos” (Agudelo, 2005: 101), en este caso entre la minoría afro y las fuerzas políticas hegemónicas y hasta entre las mismas minorías étnicas, por recursos materiales y lugares de poder. Por tal motivo, la “actividad fundamental de los actores políticos organizados colectivamente en partidos o movimientos (es justamente ésta) […] búsqueda o conservación del poder” (Balandier citado en Agudelo, 2005:101). No obstante, también es importante aclarar que la participación política a la que me referiré en el caso de las comunidades negras, emana no sólo de los lugares de poder político institucional sino de iniciativas y organizaciones propias de las comunidades, como se verá más adelante. 1 También referida como Ley de Comunidades Negras o Ley de Negritudes.
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Antecedentes Como apunté antes, el negro, en contraste con el indígena, no era considerado como sujeto de otredad al que se debía reivindicar. Esto se puede deber, como señalan algunos autores, a que desde 1851, cuando se declaró la abolición de la esclavitud, los derechos de los afrocolombianos quedaron equiparados a los del resto de los ciudadanos (Agudelo, 2005; Sánchez, 1993); por tal motivo, aunque siguen siendo sujetos de exclusión y marginalidad, la ‘deuda’ histórica se considera saldada. De cualquier forma, como evidencia Agudelo, dicha legislación no representó verdaderas condiciones de igualdad pues aún se implementaban restricciones en el acceso a la educación y, por lo tanto, en los posibles oficios a realizar. De esta forma, según señalamiento del mismo autor, se conformó un orden social construido desde las élites, nutrido y sustentado por las teorías ‘científicas’ legadas de Europa (Agudelo, 2005: 39). O tal vez la huella del discurso del mestizaje obstaculiza la aceptación de reclamos de la diferencia étnico-racial que exigen las minorías discriminadas. Agudelo introduce una idea clave para la comprensión de las dinámicas pasadas y presentes de participación de las comunidades negras en el ámbito nacional, diciendo que “el proceso histórico de la inserción de los pobladores negros en la sociedad nacional se ha movido entre la ambigüedad de la inclusión y la exclusión” (Agudelo, 2005: 61). Esto es, como sucedió en el siglo XVIII, “por una parte son reconocidos como “ciudadanos” con algunas posibilidades de movilidad individual, por otra parte considerados como seres inferiores” (Agudelo, 2005: 40) o simplemente son invisibilizados. En un plano general, son cuatro los factores a los que haré referencia para contextualizar las condiciones previas a la ANC, en miras de comprender la participación indirecta que tuvieran las negritudes y su futura construcción en la Ley 70. A saber: la Iglesia, el discurso de desarrollo, la descentralización y la filiación política tradicional. Lo anterior enfocado a su influencia en las condiciones que se vivían en Colombia y en la región del Pacífico en particular. Como se sabe, la Iglesia tuvo una fuerte presencia como fuerza evangelizadora del ‘otro’ durante la Colonia. Sin embargo, Agudelo, entre otros autores, señala que su posición fue ambivalente en tanto abogaban por un trato más humano a los esclavos, más no se oponían a la esclavitud como tal (Agudelo, 2005: 46-47). En el Pacífico, el papel de dicha institución cambió a partir de 1970 cuando asumió el “impulso de procesos organizativos de las Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
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poblaciones” (Agudelo, 2005: 53), buscando la valoración y preservación de la ‘identidad y cultura’ afroamericanas. Esto iba acorde con las pretensiones proteccionistas y conservacionistas que rodeaban la otredad y que fueron promovidas por académicos a mediados del siglo XX. De la mano de la Iglesia estuvo el poder político –consolidado en el partido Conservador– y la determinación de los contenidos y lugares educativos del país. Con las restricciones del acceso a la educación, sea por segregación o falta de infraestructura, vienen también las limitaciones en la movilidad y ascenso social. En cuanto al desarrollo y la descentralización, ambos son discursos pregonados por el neoliberalismo, institucionalizados luego en la Constitución de 1991. Sin embargo, tuvieron una presencia no desdeñable en las décadas precedentes. Sobre el desarrollo en el Pacífico, Agudelo señala que este buscaba un articulación de lo local y regional, tanto económica como de procesos culturales y políticos, con el ámbito nacional e internacional (Agudelo, 2005). Entonces, además de las iniciativas para el ‘progreso’ económico autosostenible y el aprovechamiento de la biodiversidad del Pacífico, el discurso del desarrollo incluyó “un componente social” dirigido a la formación de liderazgos que promovieran la participación comunitaria (Agudelo, 2005: 88). De igual forma, la descentralización fue importante en su acción de poner en el mapa a los “nuevos actores políticos y sociales” a nivel local y regional (Agudelo, 2005:89), en contraste con los lugares tradicionales de poder desde los cuales se habían dirigido las políticas de la nación. Esto es, en otras palabras, lo que más tarde tomaría forma como democracia participativa. De igual manera hay que señalar, como nos recuerda Agudelo, que la adscripción política de la mayor parte del Pacífico fue y sigue siendo al partido Liberal, por su oposición histórica al esclavismo y por el ideario de libertades que pregonaba (Agudelo, 2005: 111). Igualmente, el autor resalta que la permanencia de dicha filiación política está imbuida de prácticas clientelistas y su perpetuación responde, sobre todo, a tradiciones familiares. No obstante, Agudelo también nota que a partir de finales de 1970 se ve una insurgencia de movimientos cívicos en la región, articulados a los partidos tradicionales, como resultado de las movilizaciones de los ‘nuevos’ movimientos sociales (Agudelo, 2005: 159) y manifestaciones estudiantiles. Estas organizaciones políticas cobran fuerza, alimentadas por las luchas sociales en otros lugares como Estados Unidos y África con
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el movimiento anti-apartheid. Surgen así en 1982 y 1986 los movimientos Cimarrón2 y ACIA3, respectivamente; considerados, entre otros, los más trascendentes y de mayor continuidad, funcionando hasta hoy. La interacción de los factores referidos, en conjunto con el clima del país, contribuyeron a crear el caldo de cultivo en el que se dio la ANC, de la cual se desprendería el Artículo Transitorio 55 y posteriormente la Ley de Comunidades Negras. Con todo, las iniciativas sociales afrocolombianas no pudieron organizar una candidatura unificada para las elecciones de la ANC, por lo que se aliaron con los representantes indígenas Lorenzo Muelas y Francisco Rojas Birry, para asegurar su presencia, así fuera indirecta, en el proceso. Por último, pero no menos importante, se debe distinguir la influencia de la Academia en la escritura de la Ley 70, específicamente. En Colombia el discurso académico, y la antropología especialmente, estaba marcado por las corrientes indigenistas y ecológicas que estuvieron en boga desde 1960, según recopilaciones de Sherry Ortner (1984). Lo anterior, entonces, contribuyó a darle a la Ley de Negritudes su carácter etnicista, indigenista y exclusivo que reivindica la multiculturalidad sólo desde lo étnico. Constitución de 1991 y Ley 70 de 1993 Gracias a la gestión de los representantes indígenas en la ANC y a las campañas de presión4 impulsadas por movimientos negros, se logró la inclusión del Artículo Transitorio 55 (AT55) a la Constitución de 1991. Este artículo delega en una comisión especial, con participación de representantes de las comunidades involucradas, la creación de una ley que reconozca la titulación colectiva de tierras baldías ribereñas en la Cuenca del Pacífico, aplicable a zonas de condiciones similares, a comunidades negras que mantengan prácticas tradicionales de producción. La misma ley pretende “establecer mecanismos para la protección de la identidad cultural y los derechos de estas comunidades, y para el fomento de su desarrollo económico y social” (AT55). 2 Movimiento Nacional por los Derechos Humanos de las Comunidades Negras en Colombia, Cimarrón. 3 Asociación Campesina Integral del Atrato. 4 Entre las que se cuentan “el telegrama negro”, la ocupación de la Catedral de Quibdó y la toma de la embajada de Haití. Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
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Aunque la aprobación del AT55 y su posterior desarrollo por la Ley 70 de 1993, fueron un triunfo para las comunidades rurales afrocolombianas, aún quedan varias preguntas abiertas. Teniendo en cuenta, como dice Agudelo, que el referente que tenían los grupos étnicos afro para las reivindicaciones de sus derechos y espacio político eran justamente los logros alcanzados por los indígenas en la ANC (Agudelo, 2005), es posible comprender una cierta decepción al no alcanzar los niveles de autonomía que sí tuvieron los otros. Las Entidades Territoriales Indígenas (ETIS), definidas, creadas y reglamentadas en los Artículos 286, 329 y 330 de la Constitución, tienen autonomía territorial, política y económica mientras que la titulación colectiva de tierras no goza de este beneficio. Sin embargo, la Ley 70 promovió la creación de una figura indispensable para el proceso de percepción y manejo de tierras colectivas: los Consejos Comunitarios, que serían reglamentados mediante el Decreto 1745 de 1995. “A pesar de que constitucionalmente a los Consejos Comunitarios no se les reconoce jurisdicción especial sí se les reconoce el pluralismo jurídico (diversidad de derechos) y con ello la existencia de sistemas jurídicos propios” (Moreno, 2010: 122). Se configura, entonces, como una estrategia de participación política de la comunidad dentro de sí misma. Pasando a otros ejemplos, el Artículo 1 de la Ley 70 abre posibilidades y a la vez deja inquietudes. Después de mencionar lo referente a los derechos territoriales colectivos, el documento incluye otro propósito: “establecer mecanismos para la protección de la identidad cultural y de los derechos de las comunidades negras de Colombia como grupo étnico, y el fomento de su derecho económico y social, con el fin de garantizar que estas comunidades obtengan igualdad de oportunidades frente al resto de la sociedad colombiana” (Ley 70 de 1993). Aquí se hace, entonces, un intento de integrar la totalidad de los afrocolombianos en un discurso inclusivo y diferenciador. Sin embargo, no todos, más bien muy pocos, los habitantes pertenecientes a poblaciones urbanas se verán identificados con la pertenencia a grupos étnicos y comunidades en la forma en que son definidas en la legislación. De ésta manera, una norma que pretende reivindicar los derechos de un sector minoritario, termina siendo excluyente para una parte del mismo; tal vez por las mismas circunstancias históricas que han rodeado la lucha política por la diferenciación en el país. La Ley 70 “pone el acento en una identidad negra rural y del Pacífico y este factor (…) hace sentir ajenos a la mayoría de pobladores negros colombianos” 38
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(Agudelo, 2005: 207). Como se puede imaginar, las articulaciones de pertenencias y los reclamos políticos no van a ser los mismos para alguien inscrito en un contexto rural, que para otro sumergido en uno urbano5. Es evidente que la mal llamada Ley de Negritudes fue “imaginada para y desde el Pacífico colombiano (y más específicamente) pensada para poblaciones ribereñas” (Restrepo, 2011)6. Se comprende, entonces, que lo negro como una alteridad que pedía reivindicaciones políticas y sociales, fue construido a partir de la misma redacción de la Ley de Comunidades Negras. “Lo negro” se configuró con unos límites y características específicas, haciendo énfasis en lo rural y, dentro de ello, en lo ribereño. Esto se puede rastrear, tal vez, a una asimilación con la legislación y la situación indígena que sí estuvo muy presente en la ANC. De cualquier forma, la delimitación de los sujetos a quienes se aplicaría la Ley 70 fue hecha arbitrariamente y conducida, sobre todo, por las corrientes académicas imperantes que señalé antes. Como bien señala Restrepo: “ser negro en términos étnicos fue una invención de los 90. La conformación de gente negra como grupo étnico tiene implicaciones políticas y en las subjetividades de la gente” (Restrepo, 2011). Siguiendo la línea de las propuestas de integración a nivel nacional, en el mismo año de la aprobación de la Ley 70, se creó el Proceso de Comunidades Negras (PCN): un movimiento político nacional sucesor de la Coordinadora Nacional de Comunidades Negras7 que agrupó en un principio a todos los integrantes, menos a los chocoanos, del proceso de coordinación para la concreción de la Ley mencionada (Agudelo, 2005). Hoy, además de las líneas de procesos de autonomía, fortalecimiento de la identidad cultural y los derechos y manejo de recursos, el PCN ha incluido a su discurso elementos referentes a la prevención de violencia en las comunidades en el marco del conflicto armado, con especial énfasis en la visibilización del desplazamiento y la situación de las mujeres y los jóvenes. En contraste con los procesos de movilización de surgimiento popular y voluntario, dentro de la misma ley en el Artículo 66 del Capítulo VIII se establece por iniciativa estatal (jalonada por el pro5 Hago esta diferenciación sabiendo que hay espacios en dónde las fronteras entre lo rural y lo urbano se vuelven difusas. 6 La información citada hace parte de un conversatorio sobre implicaciones de la Ley 70 en el Pacífico Colombiano, que impartió Eduardo Restrepo el 11 de marzo de 2011. 7 “Espacio federado de las organizaciones [que] (…) definió como eje principal de su lucha la exigencia del derecho al territorio para las poblaciones negras del Pacífico” (Agudelo, 2005: 180). Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
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ceso histórico y político precedente) “la circunscripción especial para elegir a dos miembros de las comunidades negras del país asegurando su participación en la Cámara de Representantes”8 (Ley 70 de 1993). Esto de conformidad con los Artículos 171 y 176, que fijan respectivamente, dos curules de circunscripción especial por comunidades indígenas para el Senado de la República y una para la Cámara. Esta reglamentación se hace con miras a darle representatividad a las minorías étnicas dentro del Sistema Legislativo, sin embargo, cabe preguntarse si dos o tres congresistas o senadores, pueden representar plenamente los intereses de un sector no despreciable de la población. Agudelo poner de manifiesto la pregunta por la representatividad y la ejemplifica con el caso de las elecciones de 2001, en las cuales las curules pertenecientes a las poblaciones afrocolombianas fueron ocupadas dos ex-deportistas: María Isabel Urrutia y Willington Ortiz. No es difícil darse cuenta que éstos perfiles no son exactamente los que representen la identidad cultural, la cosmovisión y ni siquiera las condiciones de vida de las comunidades rurales ribereñas de la Cuenca del Pacífico. En adición, sus candidaturas hicieron más ahínco en favorecer al “deporte y los sectores populares sin que hubiera una alusión clara a las problemáticas de las poblaciones negras” (Agudelo, 2005: 204). Actualmente, las críticas -ahora desde los medios de comunicación y la opinión generalse vuelcan a tildar la circunscripción especial para las negritudes como un atajo fácil para llegar a la Cámara, impulsado por prácticas clientelistas y partidos de dudosa reputación. Según el informe realizado por el Movimiento de Observación Electoral (MOE) sobre los resultados de las circunscripciones especiales del Congreso en las elecciones de 2010, para las Comunidades Negras se presentaron 67 listas de diferentes partidos, fundaciones y movimientos, para un total de 170 candidatos”. Del total de 10’502.122 de votos válidos para la Cámara de Representantes, sólo 549.061 fueron para la circunscripción especial de negritudes y un poco más de la quinta parte fueron votos en blanco. Los candidatos elegidos fueron Yahir Fernando Acuña y Heriberto Arrechea con el 9.3% y 5.8% de los votos totales de circunscripción, respectivamente. Pertenecen, el primero a la Asociación de Afrocolombianos para la Vivienda, Deporte, Educación y Salud AFROVIDES, y el segundo al Movimiento Popular Unido9. De Acuña no se conoce 8 9 40
Norma declarada inexequible por la Corte Constitucional en 1996 y restablecida para las elecciones de 2001. Mismo partido al que pertenecía María Isabel Urrutia cuando fue elegida. Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
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trabajo pasado con las comunidades afro; su inscripción se dio a último minuto y ha sido severamente cuestionada. Sobre Arrechea también caen críticas de amistades dudosas. Sus propuestas parecen estar enfocadas al bienestar de las comunidades negras, más es muy pronto para juzgar los resultados. En suma, el MOE reconoce que no hay partidos ni tendencias consolidadas y presume que esto se debe a los blandos requisitos para la inscripción de los candidatos de las comunidades negras para la circunscripción especial10. Esta situación no ayuda tampoco a los propósitos representativos y reivindicativos en el marco de los cuales se desarrolló la Ley 70 de 1993. Otro mecanismo implementado por la Constitución de 1991 fue la consulta previa. En un principio adoptado como parte del Convenio 169 de la OIT aprobado mediante la Ley 21 de 1991, fue reglamentada más tarde por el Decreto 1320 de 1998. “El desarrollo y la implementación de la consulta previa debe entenderse como un derecho vinculado a la participación” (Mosquera, 2010: 160). La consulta previa le permite a las comunidades, indígenas y negras, informarse e involucrarse en la toma de decisiones de proyectos que las impacten de alguna manera. Sin embargo, en el tiempo que ha estado funcionando esta figura, se dan denunciado, como lo hizo la periodista Laura Rico Piñeres en el 2009, varias infracciones que van desde ignorar la medida completamente, pasando por no verificar si el territorio que será intervenido está habitado por comunidades étnicas, hasta viciar las reuniones concertadas o realizarlas después de empezado el proceso invasivo. Ahora quisiera hacer referencia a otro de los factores importantes que se cruzan en la agenda de participación política propuesta por la Ley de Comunidades Negras y que, por lo demás, desgraciadamente es un lugar común para todo el país. Agudelo anota que hasta mediados de los 90 el Pacífico se mantenía como una ‘zona de paz’ con respecto al conflicto armado a nivel nacional (Agudelo, 2005). Sin embargo, después del “proceso organizativo de las comunidades y la aplicación de la Ley 70 de 1993, […] las tensiones alrededor de los conflictos por territorios toman nuevas dimensiones” (Agudelo, 2005: 211). En este periodo empiezan a cobrar importancia situaciones como: conflictos interétnicos, así como entre partidarios y detractores de la Ley 70, entre pobladores negros y empresas extractivas y entre fuerzas guerrilleras y paramilitares. “La ubicación geográfica estratégica para los 10
Los requisitos son reglamentados en el Artículo 3 de la Ley 649 de 2001.
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actores armados, las perspectivas de macroproyectos de desarrollo, el potencial de recursos naturales explotables son, entre otros, aspectos que explican el porqué de la transformación de la región en un escenario principal del conflicto” (Agudelo, 2005: 22). El conflicto armado se agudiza en 1995 y desemboca en el desplazamiento forzado de muchas comunidades rurales por encontrarse en medio del enfrentamiento entre guerrillas y paramilitares, quienes, aprovechando la poca presencia del Estado y la fuerza pública, empezaron a tomar acciones radicales y violentas para posesionarse de la región. Agudelo ilustra: “en el marco de (la) ofensiva contreinsurgente se (produce) entre diciembre de 1996 y febrero de 1997, el desplazamiento forzado de aproximadamente 15.000 personas en el área del Bajo Atrato” (Agudelo, 2005: 217); tendencia que se continua en la región por temor a futuros enfrentamientos. En este proceder, las titulaciones de tierras de las comunidades interferían en los planes expansionistas de los grupos armados y, además, de las grandes compañías extractivas. El autor se refiere también al caso de la parte norte del río Truandó, en dónde se entregó el título colectivo de tierras a una comunidad en su mayor parte desplazada y que contaba con líderes comunitarios asesinados por los paramilitares (Agudelo, 2005: 218). Conclusiones Con los contrastes señalados entre los propósitos de la Ley de Comunidades Negras y las prácticas de participación que han creado y a las que se han adscrito dichas comunidades, me atrevo a sugerir una conclusión que puede parece obvia. La Ley 70 no ha cumplido con su propósito de “establecer mecanismos para la protección de la identidad cultural y de los derechos de las comunidades negras de Colombia como grupo étnico, y el fomento de su derecho económico y social, con el fin de garantizar que estas comunidades obtengan condiciones reales de igualdad de oportunidades frente al resto de la sociedad colombiana” (Ley 70 de 1993). Lo anterior es posible rastrearlo en la incidencia que la violencia ha tenido en la región Pacífica desde mediados de 1990 y a la dificultad que tiene la Ley de manifestar la heterogeneidad de las mismas comunidades. En primer lugar la violencia, llegada recientemente al Pacífico, tiene efectos negativos para el desarrollo correspondiente de los procesos organizativos que acompañan la titulación colectiva de tierras legislada por la Ley de Negritudes. De esta forma se aminoran también las oportunidades de participación política, fomentada por los Consejos 42
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Comunitarios por ejemplo, de las que se supone deberían privilegiarse las comunidades por ser consideradas una minoría étnica. Además, ésta situación afecta directamente las condiciones de vida de los pobladores que son desplazados de sus tierras y que como tales, se convierten -idealmente- en sujetos de políticas proteccionistas más que en gestores de movimientos que abogue por su inclusión en la sociedad. En segundo lugar, y lo que me parece más importante, está la cuestión de la creación y etnización de lo negro como una entidad homogénea delimitada y excluyente. La Ley 70 falla en percibir y materializar la heterogeneidad de las comunidades negras, tanto en contextos rurales como urbanos y dentro de estos mismos. Con esta imagen totalizadora de lo que considera afrocolombiano, la misma legislación limita los lugares de participación de las comunidades pues invisibiliza la mayor porción de negritudes del país: las ciudades. La Ley pretende definir quién es negro y sólo en virtud de dicha definición se articulan las posibilidades de participación. Los problemas de representatividad, como se evidencia en el caso de la circunscripción especial para comunidades negras, están ligados también, en parte, a la construcción de la etnicidad negra. Combinado esto con su blanda legislación, resulta en una situación en la que no se ven representados los habitantes rurales ni los urbanos. En cuanto a esta clasificación, sobre la que me he apoyado antes, cabe dejar claro que es en sí misma simplificadora, pues dentro de los contextos rurales y urbanos se pueden encontrar diversas clasificaciones que pueden o no coincidir con la etnización de lo negro. Para asegurar una participación equitativa y una representación verdadera, me parece prudente que se emprenda un proceso de revisión de las ‘categorías’ vigentes de lo que se considera negro y poder plantear modificaciones destinadas a visibilizar la heterogeneidad de lo rural y lo urbano, incluso dentro de ellos mismos. Además hay que ser capaces de dar cuenta de los cambios históricos, como la violencia, que afectan las condiciones de vida y las posiciones de sujeto de las personas y conforme a estas dinámicas, proponer una legislación que sea acorde a ellas. A dos décadas de la promulgación de la Constitución de 1991, su cambio de contenido sigue siendo visto como un atentado al orden político del país, cuando debería entenderse como consecuencia de las circunstancias históricas y la agencia de los individuos, quienes constantemente están transformando la nación.
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Establecimiento del PIN dentro del sistema de partidos colombiano Vanessa Ortiz (vai_29@hotmail.com)
Alejandra Quintero (aleja_qa@hotmail.com)
Artículo de investigación científica y tecnológica recibido el 25/05/2012 y aprobado el 17/10/2012.
Como citar este artículo: QUINTERO. Alejandra y ORTIZ. Vanessa (2012). “Establecimiento del PIN dentro del sistema de partidos colombiano”. En: Trans-pasando Fronteras, Núm. 2, pp. 47-63. Cali, Colombia: Centro de Estudios Interdisciplinarios, Jurídicos, Sociales y Humanistas (CIES), Universidad Icesi. Resumen Este trabajo se constituye como una revisión de la contienda electoral legislativa celebrada en el país en el año 2010, y de cómo ésta tuvo como principal resultado el establecimiento del Partido de Integración Nacional (PIN) dentro del Sistema de Partidos colombiano. Dicha investigación se realizó a partir de la recopilación de prensa pertinente al tema y su correspondiente análisis a la luz de las variables: financiación, constitución jurídica, aceptación popular y tiempo de establecimiento. De este modo el presente artículo intenta comprender como el PIN, logró hacerse un lugar dentro del Sistema político y cuales serían las posibles consecuencias de dicho fenómeno, específicamente, para el departamento del Valle del Cauca. Palabras claves: Partido de Integración Nacional (PIN), Elecciones 2010, Sistema de Partidos Colombiano, Sistema Electoral Colombiano.
Vanessa Ortiz y Alejandra Quintero
Introducción El presente análisis pretende comprender el establecimiento del Partido de Integración Nacional (PIN) dentro del Sistema Electoral Colombiano, en las elecciones legislativas para la Cámara de Representantes de 2010, en el departamento del Valle del Cauca. Para entender el comportamiento experimentado por el PIN durante el proceso electoral, se requiere del estudio de las variables: financiación, constitución jurídica, aceptación popular y tiempo de establecimiento. En estos términos se plantea que si bien el PIN, a pesar de tener poco tiempo de constitución, integra en sus listas a personas con antecedentes penales, además de tener una dudosa financiación durante su campaña y presentar problemas en su constitución legal, logró establecerse exitosamente como partido dentro del Sistema Electoral Colombiano superando todas las condiciones legales que la legislación electoral impone. Este sentido, esta investigación se centrará en la influencia de las redes clientelares, el manejo incorrecto del presupuesto y la compra de votos, en dicho proceso. Se establece como objetivo general analizar los procesos del departamento del Valle del Cauca que permitieron la instauración del PIN dentro del Sistema Electoral Colombiano; y como objetivos específicos: a). Indagar sobre los mecanismos utilizados por el PIN para financiar las campañas políticas de los miembros de sus listas, en el Valle del Cauca. b). Examinar las posibles redes de poder que le permitieron al PIN hacerse un espacio dentro de la arena política del país. c). Explorar la veracidad de las acusaciones hechas contra el PIN, acerca de la compra de votos. d). Revisar los antecedentes penales de algunos de los miembros de sus listas. Para cumplir con estos objetivos, se recurrió a técnicas tanto cualitativas como cuantitativas. Se designaron unas variables de análisis y a continuación se realizó una revisión bibliográfica y de prensa. Se agrupó la información recogida según dichas variables para luego proceder con la descripción de la coyuntura y finalmente desarrollar la hipótesis. En congruencia con lo anterior, se dividió desarrollo del artículo en tres grandes bloques. Primero, sección introductoria, se refiere a contenidos metodológicos; segundo, se remite a las concepciones teóricas con las que se desarrollará el análisis; y tercero, que incluye el cuerpo del análisis, es decir, la reconstrucción de la coyuntura y el procesamiento de la hipótesis, además de las respectivas conclusiones. 48
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Base Teórica Para el desarrollo de este análisis se ha decidido utilizar las siguientes definiciones de conceptos por considerárseles fundamentales para el mismo, a pesar de la multiplicidad de significados que estos tienen. La definición de partido político resulta fundamental para ahondar en el análisis de coyuntura que estamos examinando. Por éste se entiende “cualquier grupo político que se presenta a elecciones y que puede colocar mediante elecciones a sus candidatos en cargos públicos” (Sartori; 2005: 101). Igualmente, la ley colombiana promulga, que será entendido por partidos políticos aquellas “instituciones permanentes que reflejan el pluralismo político (…) Los partidos y movimientos políticos constituidos con el lleno de todos los requisitos constitucionales y legales tendrán personería jurídica” (Ley 130, Art. 2). En nuestro caso, el partido estudiado se autodenomina como un “partido político de ámbito Nacional fundado el 9 de Noviembre del 2009, bajo el respeto a la dignidad humana, al trabajo, la solidaridad, en donde prevalece el interés general. Un partido con carácter Social, Empresarial, Cultural, Democrático, Participativo, Pluralista, Pacifista y Ambientalista […] defiende y contribuye al desarrollo del Estado Social de Derecho” (¿Quiénes somos?; www.partidopin.com) Es necesario conocer cómo funciona el sistema electoral colombiano, para entender las acciones que realizó el PIN durante las elecciones a la Cámara de Representantes para el Valle del Cauca de 2010, según lo establecido por la Ley Estatutaria de Partidos Políticos (LEPP) de 2003, el Sistema Electoral Colombiano tiene una magnitud electoral de 100 escaños para el Senado con una circunscripción nacional y de 13 escaños para la Cámara de Representantes con circunscripción Valle del Cauca. La fórmula de repartición de votos a utilizar será la D’Hont o comúnmente conocida como cifra repartidora. Igualmente, “para todos los procesos de elección popular, los Partidos y Movimientos Políticos presentarán listas y candidatos únicos, cuyo número de integrantes no podrá exceder el de curules o cargos a proveer en la respectiva elección” (Constitución Nacional, Art. 263). Además, en Colombia existen “dos sistemas electorales según el tamaño de las circunscripciones: 1) Para aquéllas en las que deban elegirse tres o más curules, umbrales a) del 2% sobre la votación total en el caso del Senado, y b) de un 50% del cociente electoral para Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
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Cámara, Asambleas, Concejos, JAL, etc. y método de escrutinio de la llamada “cifra repartidora”, y 2) Para aquéllas en las que deban elegirse dos curules (y en los nueve nuevos departamentos para la Cámara) el umbral se reduce al 30% del cociente electoral (o un 15% de la votación total) y el método de escrutinio es el del cociente electoral” (Delgado, 2002). En el caso de las listas, específicamente para el Senado, como también es afirmado por Delgado, desde la reforma política de 2003, se añade al sistema electoral la “lista única con voto preferente opcional”, en la que el votante podrá elegir el candidato de su preferencia del partido político con el que tenga afinidad. De acuerdo al sistema de umbrales, para lograr obtener una curul dentro del Congreso colombiano, necesita, en caso tal de que quiera hacer parte del Senado, el 2% de votos válidos y el cuociente/2 para la Cámara de Representantes (Delgado, 2002). Los partidos políticos en Colombia según la Constitución política del 91, en los artículos 40 y 108; deben de estar legalmente constituidos teniendo en cuenta que cualquier ciudadano colombiano tiene la autonomía de construir partidos, movimientos políticos y agrupaciones políticas, bajo ninguna limitación, además de hacer parte de estas agrupaciones políticas sin limitación alguna, difundiendo libremente sus ideas y programas, teniendo en cuenta, que de acuerdo a la definición de partido político, expresada en el Artículo 2. el cual afirma que, dichas instituciones formales creadas en búsqueda de reflejar el pluralismo político del país, pueden tener participación activa dentro del sistema si y sólo si, cumplen con todos los requisitos constitucionales y legales arrojados por la Constitución. Por lo que el Consejo Nacional Electoral (CNE), reconocerá su personería jurídica si cumple con los requisitos legales, y sostendrán su vigencia dentro del sistema de partidos, en la medida que logre una representatividad de votos no inferior al 2% en todo el territorio nacional, para el caso especifico del Senado y la Cámara de Representantes. Mientras los partidos o movimientos políticos colombianos tengan personería jurídica reconocida, podrán inscribir a sus candidatos sin requisito alguno (LEPP, 2003:14-15). Con relación a la financiación de un partido político durante las campañas según el Artículo 13 y 14 de la Constitución, el Estado colombiano dará un aporte a la financiación de las campañas electorales de los partidos y movimientos políticos. Para el caso de los Aportes Particulares, tanto los partidos y movimientos como candidatos, podrán recibir ayuda económica de personas naturales y jurídicas. Las sumas invertidas en la campaña 50
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son de acuerdo a lo que el Consejo Electoral Nacional establezca (LEPP, 2003:19-20). Este sistema se ha visto permeado por la corrupción electoral, fenómeno que se evidencia en las elecciones del Congreso de 2010, particularmente, con el partido PIN. Por eso es necesario, a pesar de que no existe una definición concreta, a lo largo de este análisis se comprenderá por corrupción electoral todos aquellos fenómenos que durante el proceso electoral, trunquen o modifiquen la elección y que, sobretodo, no se contemplen dentro de lo establecido por la ley, es decir, todo lo que se entiende como delitos electorales que, según la Misión de Observación Electoral (MOE) y la Ley 1142 de 2007 del Código Penal Colombiano, pueden ser 11: la perturbación del certamen democrático, el constreñimiento al sufragante, el fraude al sufragante, el fraude a inscripción de cédulas, el corrupción al sufragante, el voto fraudulento, favorecimiento al voto fraudulento, la mora en la entrega de documentos relacionados con una elección, la alteración de resultados electorales, el ocultamiento, la retención y posesión Ilícita de cédula, y la denegación de inscripción. Otra característica esencial de la forma de actuar del PIN durante las elecciones es el establecimiento de una red clientelar para tener éxito dentro de las mismas, por lo que para el desarrollo de este trabajo, se entenderá redes clientelares como aquellas que surgen de la relación “patrón- Cliente” que establece el político con líderes populares y empresas privadas, en búsqueda de la acumulación de votos durante campaña electoral. Dentro de esta red se delimita una relación de poder que tiende a la horizontalidad, en donde cada uno de los dos actores tienen algo a ofrecer que beneficia al otro. Esta red se da en torno a una cadena de “favores políticos” que se derivan en resultado electorales durante la contienda electoral. A pesar de que tiene otros matices, dentro de este trabajo se va a tocar su utilidad dentro de elecciones populares. La definición de una red clientelar varía mucho de acuerdo a las particularidades que esta tenga, además del sistema político en el que se esté presentando. Para el caso colombiano, particularmente el vallecaucano, aun no se ha realizado una conceptualización del tema. Se podría considerar un acercamiento, aunque no hecho para el caso especial del Valle de Cauca, afirmar que “los agentes operan en tres niveles; el primero, como relaciones entre dos personas, el segundo, como conexiones entre agregados de personas y patronos o burócratas, y el tercero, como ‘interfaces’ que vinculan comunidades enteras a la sociedad. Las características de los agentes mismos, las cualidades personales que Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
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los empujan a su posición, también emergen como factores importantes para entender su conducta”. Con esta percepción, se puede identificar las faces que tiene el clientelismo como proceso, es decir, aquí se evidencia como este no es una mera relación de patróncliente, sino que también hay otros actores que hacen parte de este telar que los moviliza según intereses electorales, económicos y profesionales. Cada político, establece su red según el alcance que tenga, los contactos y las influencias económicas que tenga se hacen fundamentales, no solo para establecer la red, sino también para fortalecerla y mantenerla con el tiempo. De la estabilidad de la misma depende el éxito tanto en periodo electoral como en la incidencia que tenga el actor político sobre las decisiones públicas y en ciertos casos privadas del país. Ahondar en los roles que cada actor tiene dentro y fuera de la red, permite observar cómo los intereses electorales forman todo un tejido que da paso a una interacción particular con el otro dentro del ejercicio de la política. Como lo afirma Schmitter, este “significa el fenómeno que provoca en la gente estratificación por jerarquías de gran autoridad creciente, y como tal es quizás más útil que el análisis de clase, puesto que permite analizar relaciones de autoridad en comunidades donde no cuenta, por ejemplo, la ausencia de diferenciación de riqueza”. El clientelismo se ha convertido en un fenómeno institucionalizado informalmente dentro del ejercicio de la política. Para el caso del Valle del Cauca y de Colombia en general, de acuerdo a cómo, con quién y bajo qué condiciones se establecen los vínculos clientelares depende el éxito electoral y la vigencia e influencia del político en el sistema. Además de establecer una red clientelar, la compra de votos fue otra constante durante el proceso electoral, a la cual entenderemos a la luz de la Ley 1142 de 2007 como “la promesa, pago o entrega de dinero o dádiva a una persona habilitada para votar para que sufrague por un candidato, partido político o voto en blanco ó se abstenga de hacerlo. La pena es de 3 a 5 años de cárcel y una multa de 100 a 500 salarios mínimos legales vigentes. El sufragante que acepte tendrá una condena de 1 a 2 años”. Al ser el voto libre y autónomo, comprarlo resulta en el caso colombiano un delito electoral penalizable. La compra de votos esta vista como un acto deslegitimo que altera la funcionalidad integral del Sistema Electoral Colombiano. Este obliga a que el votante no elija a la persona que él considera adecuada para ocupar el cargo público, según su preferencia, sino que vote por el que el comprador de su decisión le exija. 52
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Establecimiento del PIN dentro del sistema de partidos colombiano
Análisis Para comprender el establecimiento del PIN como partido político, a partir de las elecciones legislativas para la Cámara de representantes de 2010 en el Valle del Cauca, es de vital importancia ver cuáles fueron los procesos históricos que anteceden a la formación del mismo. De Convergencia Ciudadana al Partido de Integridad nacional (PIN) Previo a su establecimiento como PIN, este se conocía como Convergencia Ciudadana. Dicho partido, fue constituido legalmente el 24 de Julio de 1997, como el partido número 171, bajo la coordinación de Luis Alberto Gil Castillo, quien en la época se desempeñaba como diputado del departamento de Santander. Ese partido se constituyó como uno de los principales opositores a los partidos tradicionales colombianos, lo cual le representó una curul en el Senado de la República en las elecciones del año 2002, Más adelante, para el año 2003 el partido, fuertemente constituido, contaba con un gobernador (en el departamento de Santanter) y 21 alcaldías alrededor del país; siendo el noveno partido más votado en Colombia. Lo particular de esto, es que logró alcaldías en municipios históricamente vinculados a escándalos de corrupción y presencia paramilitar como Arauca, Puerto Wilches, etc. Para el año 2006, el partido logró siete escaños en el Senado de la República, para los candidatos Luis Alberto Gil, Juan Carlos Martínez Sinisterra, Oscar Josué Reyes, Luis Eduardo Vives, Carlos Barriga, Gabriel Acosta y Samuel Arrieta, quienes son llamados el año siguiente a rendir declaratoria ante la Fiscalía por sus aparentes vínculos con los paramilitares. A la par, se abre una investigación sobre su presunta financiación ilegal en campaña. Conforme a esto, la opinión pública, los medios de comunicación y las ONG’s empezaron a hacer señalamientos considerables a políticos de Convergencia Ciudadana, lo cual los desprestigió aún más e hizo que perdieran credibilidad, hasta el punto que el ex presidente Uribe, expulsó formalmente al partido del ala uribista. Por otro lado, el caucano Juan Carlos Martínez, fue igualmente investigado a raíz de su presunta cercanía con Wenceslao Mosquera y Olmer Durán Ibarguen, reconocidos narcotraficantes, como lo afirman León Valencia y Oscar Sevillano. Además de considerársele heredero del caudal electoral de Carlos Herney Abadía, el cual a su vez fue investigado en el proceso 8.000. Sin embargo, Martínez es considerado uno de los más poderosos jefes políticos del Valle, pues cuenta con un caudal electoral bastante amplio, lo que en un futuro le permitiría liderar una de las facciones del PIN. Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
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Todas estas acusaciones hicieron que el partido perdiera credibilidad entre el electorado, por ello, sus miembros deciden darle una nueva imagen y así no perder la personería jurídica que se les había otorgado, como se afirma en el Acta 197 de las sesiones ordinarias del partido. Cambió pues su nombre a Partido Alianza Demócrata Nacional. El ADN (Alianza Demócrata Nacional), entre el 10 y el 19 de octubre y 19 de noviembre de 2009. Sin embargo, este “nuevo” partido, era integrado por tan solo una facción del antiguo convergencia ciudadana, aquel liderado por el ex senador Juan Carlos Martínez. Sin embargo, el Consejo Nacional Electoral dictamina el 28 de enero de 2010 al haberse violado los procedimientos de constitución legal en la transición de un partido a otro, decide quitarle la personería jurídica, obligándolos a cancelar las inscripciones a la candidatura al Congreso de la República durante las elecciones de marzo de 2010. De acuerdo a los reportes dos de los Ex congresistas que hacían parte del proceso de transformación estaban detenidos en la cárcel La Picota y otros dos estaban siendo investigados por relaciones cercanas con los paramilitares. La aparición del ADN en el Valle del Cauca fue muy particular. Su principal promotor, Juan Carlos Martínez, se encontraba en la cárcel. Además, debido a los fuertes nexos del anterior gobernador del departamento, Juan Carlos Abadía, se logró lanzar a la luz pública el nombre de este, antes de la fecha establecida por el Consejo Nacional Electoral, en lugares públicos de gran concurrencia, como lo fue en época decembrina la Plaza de Toros de la ciudad de Cali y uno de los eventos más importantes de la Feria, el Súper Concierto, entre otros. El despliegue que tuvo este partido fue criticado, no sólo por lanzar su nombre antes de la fecha prevista, sino también por mostrar cercanía con entes gubernamentales, como lo era la gobernación del Valle. Casi que paralelamente a este proceso, la otra facción del antiguo Convergencia Ciudadana, aquel liderado por la empresaria del chance Enilce López y por Luis Alberto Gil, crearon otro nuevo partido, llamado Partido de Integración Nacional PIN. Este fue constituido desde el 9 de noviembre de 2009, como resultado de la conjugación de varias fuerzas políticas provenientes de diversos sectores sociales y empresariales de Colombia, integrado y avalado, por algunos políticos de vieja data y ex miembros de las fuerzas públicas, como lo son Carlos Herney Abadía, Juan Carlos Martínez, y el retirado General Jesús Antonio Gómez Mendez, entre otros. A través de negociaciones sostenidas entre 54
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Luis Alberto López y Enilce López, alias la Gata, surge la iniciativa de crear dicho partido, invitando a sus seguidores a adherirse a él. Entre las tácticas utilizadas, propuso “a los ediles que al que se pasara a Convergencia le daba 20.000 pesos por cada voto recibido en las elecciones pasadas. Esa oferta implica que los concejales recibirían entre siete y 30 millones de pesos, según sus votos” (Valencia; 2010). Después de enero de 2010, a partir de la pérdida del ADN, sus miembros entran a ser parte del PIN e inscriben sus candidaturas bajo su aval. Por otro lado, se plantea la constitución del partido como un “salvavidas” a lo que, consideran (el PIN), la fallida democracia colombiana (Estatutos, Partido Integración Nacional). El PIN se autodenomina como un partido que integra el sector “independiente, demócrata, convergente, religioso, gremial e intelectual” en un solo conglomerado. El PIN dentro del sistema político colombiano El inicio del PIN es diferente al de los demás partidos existentes en Colombia. Este surge de una base sólida: el antiguo partido convergencia ciudadana. No se considera un partido tradicional, si no que por el contrario, es un partido uribista que plantea una iniciativa política diferente, válida para todos los sectores sociales; por ello su lema: “Seguridad y Compromiso Social”. Durante el período electoral, el PIN desarrolló una estrategia publicitaria particular: gran cantidad con baja calidad. Las imágenes y los eslóganes no eran muy atractivos, sin embargo casi que empapelaron las ciudades del Valle con la misma, lo cual de una u otra forma generó recordación en el electorado. Simultáneamente, durante el mismo período de tiempo, se iniciaron contra los candidatos de las listas PIN fuertes críticas y acusaciones. Según la opinión pública eran candidatos vinculados a escándalos de corrupción, para-política, e incluso, algunos de ellos habían estado en la cárcel. “Como los ex senadores Dieb Maloof y Vicente Blel. Pero ahí no para la presunta relación con ‘paras’ porque los otros dos miembros también son investigados por la Corte Suprema de Justicia. Ellos son Jorge Castro Pacheco -hermano del ex jefe paramilitar, ‘Tuto’ Castro’ y un representante del investigado Habib Merheg” (El Espectador, 2009). Incluso el “El vocero del Partido Liberal en el Senado, Juan Manuel Galán, denunció que, “partidos que estuvieron involucrados en la para-política y que recientemente Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
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cambiaron de nombre, como el PIN (PIN, antiguo Convergencia Ciudadana)1, y ADN tienen grandes cantidades de dinero para comprar dirigentes y concejales con buen caudal electoral. Esos dineros provienen del narcotráfico, en una situación muy evidente en varios municipios del departamento de Santander, como Girón, Bucaramanga y todos los del área metropolitana. Hay una especie de ‘tarifa’ de acuerdo con los votos que tenga cada dirigente vereda o de barrio viene la paga, y que empieza en seis millones de pesos y llegan hasta los 23 y más…” (Revista Semana, 2009). La revisión de prensa evidencia que algunos de los candidatos, estaban envueltos en problemas legales, como es el caso de uno de los candidatos a la Cámara de Representantes por el Valle del Cauca, Mohamed Duque, fue condenado a 4 años y seis meses de prisión por la fabricación, tráfico y porte de armas de fuego de uso personal. “Según lo establecido por la Fiscalía, el 31 de enero de 2009 Duque García fue sorprendido por las autoridades, en un puesto de control, con una pistola semiautomática y un proveedor con 15 cartuchos. El ahora sentenciado presentó un permiso vencido y a nombre de otra persona” (Noticias Caracol; www.caracol.com.co). Además de esto, los candidatos a la cámara del PIN por el Valle del Cauca están permeados de otro tipo de antecedentes, como Juan Carlos Salazar Uribe, ex diputado destituido 10 años por la Procuraduría Nacional por violar el régimen de inhabilidades. Dentro del dictamen esta organización afirma que “En su decisión, la Procuraduría Regional del Valle del Cauca señaló que el señor Salazar Uribe se inscribió y salió electo como diputado del mencionado departamento para el periodo constitucional 2008-2011, pese a que su progenitora, la señora Rosa Gladys Uribe de Salazar, se inscribió como candidata para el concejo municipal de Dagua (Valle) para ese mismo periodo, hecho que constituye una inhabilidad para los diputados” (Procuraduría Nacional, 2010). Las acusaciones y antecedentes del congresista Salazar Uribe no terminan ahí, la Revista Semana afirma que el “recién elegido representante a la Cámara por el PIN, pudo haber presionado indebidamente a empleados públicos del Valle para que votaran por él”. Las cosas no mejoraron con la participación del PIN en las siguientes elecciones parlamentarias del 14 de marzo de 2010. El escándalo aumentó, debido a que los escru1 Los anteriores dirigentes están todos en la Picota y en remplazo del antiguo dueño, Luis Alberto Gil, entró a la campaña su esposa 56
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tinios, dieron a este nuevo partido, 3 curules para la cámara de representantes, lo que se constituye casi en 4 partes de la magnitud electoral. Además de esto, uno de los generales implicados en la masacre de Jamundí hace parte del pool de candidatos del PIN, y la mayoría de sus integrantes como Luz Dary Roa Prado, según investigaciones de la silla vacía, hace parte del grupo de políticos colombianos denominados “Los herederos de la narco política en el Valle del Cauca”, como lo afirma la silla vacía en su informe. Puede decirse que las variables de estudio, ayudan a comprender cómo todos aquellos sujetos, procesos y estructuras descritas anteriormente como antecedentes históricos del partido y de sus funcionarios, clientelismo, compra de votos, aceptación popular, manejo del presupuesto, fortalecen o debilitan los procesos democráticos en Colombia. La constitución jurídica de partidos en Colombia, por su parte, habla claramente de cómo se compone el partido. Faltar a la norma, o tener baches en el sistema legal se traducen igualmente en el mal funcionamiento de la democracia. La aceptación popular, por otro lado, legitima el accionar del partido. Las altas votaciones evidencian que, a pesar de los baches en la financiación y la constitución jurídica, los electores pudieron haber sido manipulados para votar dicho partido. Por último, el tiempo de establecimiento, que en situaciones normales, jugaría en contra de los nuevos partidos, en este caso no fue impedimento para un éxito rotundo en materia electoral. De acuerdo a lo encontrado, a las publicaciones que se han hecho sobre la transición del PIN como partido, y la influencia del mismo en el sistema político del país, más los resultados electorales que tuvo en el Valle del Cauca durante la contienda para lograr representatividad en la Cámara de Representantes, se puede afirmar que el PIN, no se puede clasificar como un partido nuevo dentro del Sistema de Partidos Colombiano. Este partido ha sido producto de una mutación constante del que inicialmente fue Convergencia Ciudadana, movimiento político que entró en vigencia desde 1997. A pesar de querer limpiar su imagen, sacando del partido políticos con antecedentes judiciales y transformando la apariencia del partido, el PIN no logró dejar atrás su oscuro pasado. Aún, los miembros de sus listas tenían antecedentes penales altamente criticados por la opinión pública (previamente establecidos), además de esto la financiación de sus campañas no cumplían con los estatutos del Consejo Nacional Electoral, fue evidente Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
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para la luz pública los altos costos que asumió tanto el partido, como sus integrantes y patrocinadores para la financiación de las campañas políticas. Los dineros de dudosa procedencia usados para la mantención del partido, más las fuertes acusaciones de compra de votos en varias regiones del Valle del Cauca, además de los altos niveles de votación que tuvo el PIN en varios municipios del departamento y los nexos con entes gubernamentales que sirvieron para el establecimiento de una red clientelar en la región, red de la cual no se tiene datos específicos, pero que se hace evidente al ver las dinámicas de partido y sus candidatos dentro de la contienda electoral. El PIN y las elecciones parlamentarias de 2010 en el Valle del Cauca A pesas de las fuertes críticas y acusaciones formales e informales que ocasionaron un estallido público afectando la imagen y credibilidad del partido, no se ha logrado demostrar con pruebas contundentes que dicho este lograse ocupar el espacio político que tiene ahora por medio de medios ilícitos, solo se puede evidenciar la fuerza de su maquinaria política y las fuertes alianzas clientelares que ha ido desarrollando con el paso del tiempo. Cada una de los calificativos que se le ha dado a este partido hace parte de una serie de secretos a voces que resultan ser insuficientes a la hora de vetarlo dentro de la arena política colombiana. De todas maneras, sus escándalos y modus operandi dieron pie para que medios de comunicación, como la revista Semana, calificara a los congresistas del Valle del Cauca de “ilegítimos”, como lo afirma la Revista Semana en una de sus ediciones (Revista Semana, 2010). Los votos del Valle del Cauca tuvieron que pasar otras instancias para comprobar que el conteo de estos fue un proceso transparente, y aun así, después de arrojar los resultados electorales se sigue dudando de la veracidad de los mismos. Uno se los mecanismos que permite ver lo niveles de aceptación que tiene cada partido político, dentro de un sistema democrático es el voto. El PIN logró obtener una suma considerable de votos en el Valle del Cauca, llegando al punto de contar con la mayoría de estos en muchos de los municipios de la región. Teóricamente la aceptación de este es más que evidente, al logran tan buenos resultados electorales, pero los mecanismos por los cuales obtuvo este resultado, permiten cuestionan quién está siendo aceptado aquí, el partido o el dinero con el cual se compraron los votos para obtener esos resultados. 58
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El PIN obtuvo la segunda mayor votación por lista y obtuvo 3 curules, mientras que la mayor votación fue para el partido de la U, quien obtuvo 4 curules. Esto evidencia sin duda que la aceptación popular fue amplia, sin embargo, su vinculación a escándalos de corrupción y parapolítica, además del poco tiempo de trabajo del partido, pondrían en cuestionamiento dicha aceptación. De igual modo, como se evidencia en las notas periodísticas, el PIN tuvo una alta tendencia a la compra de votos, sobretodo en la zona sur del departamento, especialmente en Jamundí, como lo afirma la MOE. Lo anterior supone que la democracia en Colombia, en lo que respecta al Valle del Cauca, no está funcionando como idealmente se plantea. Si se entiende que la democracia tiene como ejes principales la legitimidad a través de la soberanía de los ciudadanos, puede decirse la legitimidad se dá por la aceptación del electorado2, y la legalidad, en términos estrictos no podría cuestionarse, pues si bien en el pasado los miembros del partido estuvieron involucrados en problemas legales, en la coyuntura del momento no hay nada que pueda reprochárseles en este respecto. Es de vital importancia pues, comprender cómo dicho fenómeno afecta directamente la gobernabilidad en el país. Teniendo en cuenta que las dimensiones de la misma son la eficacia, legitimidad y estabilidad, se puede afirmar que: La estabilidad se ve reflejada en mínima medida (es necesario afirmar que se parte del supuesto de corrupción en el proceso electoral), pues el sistema fue permeado por algunos delitos electorales, lo que refleja su mal funcionamiento. Se pone en duda la capacidad de reproducción del régimen en sí mismo, pues a pesar de todos los esfuerzos por evitar este tipo de situaciones (como las reformas políticas), no ha logrado hacerlo. Por otro lado, partiendo de la premisa de que el votante es racional, podría decirse que la elección del PIN para la cámara de representantes por el Valle del Cauca fue totalmente eficaz: se supone que los candidatos responderían a las demandas de los electores, al menor costo posible Al ser la estabilidad del sistema político fundamental para que este perdure a pesar de las externalidades, es claro aquí, que el PIN logró detonar una bomba de previo aviso que atentó contra la democracia colombiana. Se han hecho afirmaciones de que el Sistema político de Colombia ha logrado perdurar con el tiempo a pesar de este ser un país inundado 2 Legitimidad que de todos modos, está en duda por los escándalos de compra de votos, por lo que por ende, la soberanía de los ciudadanos también estaría en duda. Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
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por la violencia y la corrupción, pero las evidencias muestran lo contrario. El principio de la libertad de elección dentro de un Sistema democrático ha sido fácil de violar al ser este un país que padece de una débil condición social. Las fuerzas políticas, como el PIN, han logrado convertir las desventajas sociales en estrategias ganadoras para los candidatos que participan en contienda electoral. La compra de votos se ha hecho cada vez más fácil en la medida en que la gente tiene cada vez menos para comer, y el establecimiento de las redes clientelares se convirtió en una forma fácil de conseguir empleo a cambio de votos. Estas entre otras condiciones sociales han facilitado cada uno de los delitos electorales y procedimientos atípicos, pero no penales, que el PIN, junto con otros partidos colombianos, han utilizado como estrategia de campaña para tener éxito en las elecciones, mostrando así, que muchos de los ciudadanos de Colombia cambiaron su libertad electoral por un plato de comida, una monedas o un empleo. Cada uno de los delitos y comportamientos inapropiados antes, dentro y después de la contienda electoral evidencian como la “estabilidad” de la que muchos se sienten orgullosos, se va dejando opacar por el entorno. Todo esto logra afectar de tal forma en la población, que los candidatos que logran ser “representantes del pueblo” padecen de bajos niveles de gobernabilidad por la incredibilidad de su trabajo para los colombianos. A pesar de no haber en muchos casos pruebas contundentes con las que se pueda afirmar que los políticos, del PIN para este caso específico, son corruptos, las acusaciones hacen que los indicen de gobernabilidad bajen al hacerse invisibles las obras publicas que cada uno de estos prometió cumplir, más la fuerte evidencia de que tanto el sistema como las instituciones son cada vez más débiles. Finalmente el sistema de pesos y contrapesos en el Congreso, se ve directamente influido, pues el PIN, al considerarse uribista, entra (con sus 3 curules), a formar parte de la coalición uribista, dejando menos espacio de participación para otras corrientes políticas, en otras palabras, genera polarización. Conclusiones A manera de conclusión, puede decirse que la presente coyuntura es solo un reflejo de la realidad. Se hace visible como los políticos colombianos que tienen un pasado “oscuro”, se ven en la necesidad de crear partidos políticos nuevos o transformarlos para ser triunfadores dentro de la contienda electoral, particularmente las elecciones a Congreso 60
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de 2010. Es evidente, que la mutación de un partido político se convierte en una carta de juego indispensable para polarizar los actos delictivos que cada uno de sus integrantes ha cometido. No importan los delitos cometidos por sus integrantes, el jolgorio que causa la transformación de un partido los oculta, dando la impresión de que, como en el mercado, cada producto “nuevo” es mejor. El sistema político, en cierta medida, se ha convertido en un sistema permisivo, pues este tipo de irregularidades se han constituido en eventos regulares, lo cual es totalmente contraproducente en una democracia. Por otro lado, se da una especie de moldeamiento de la democracia, pues institucionaliza una serie de prácticas como el clientelismo, las cuales, en ningún caso son positivas para el sistema, pero por repetición, empiezan a ser aceptadas dentro del mismo. El PIN es un reflejo de como al pasar los años, el sistema político colombiano se ha deteriorado, permitiendo que las externalidades permeen y corrompan su funcionamiento. Tales prácticas han llegado al punto de ser aceptadas y obligatorias para tener éxito en cualquier tipo de proyecto político en el país. De todos modos, no solo el PIN, sino también otros partidos políticos del país incumplen las normas establecidos para lograr sus objetivos, esto demuestra la flexibilidad y debilidad de la democracia colombiana. Bibliografía CONGRESO DE LA REPÚBLICA DE COLOMBIA – LEPP (2003). Ley Estatutaria de partidos políticos, marzo de 2003. Bogotá. DELGADO, Óscar (2003). “La Reforma Politica Constitucional en Colombia”. En: Observatorio Electoral. Consulta realizada desde: http://www. observatorioelectoral.org/biblioteca/?bookID=27 DIARIO EL PAÍS (2010a). “Así quedo la Cámara de Representantes por el Valle del Cauca”. En: Diario El País, 19 de julio de 2010. Cali. Consulta realizada desde: http://www. elpais.com.co/elpais/valle/noticias/asi-quedo-camara-representantes-por-valle-del-cauca --------------- (2010b). “¿Se acaba el “reinado” del PIN en el Valle del Cauca?”. En: Diario El País, 20 de marzo de 2010. Cali. Consulta realizada desde: http://www.elpais. com.co/elpais/valle/acaba-reinado-del-pin-en-valle --------------- (2010c). “Procuraduría confirma destitución de secretario de Educación Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
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Hugo Chávez y la crisis de representación político-partidaria en Venezuela Alejandra Arias García* (pdg.alearias@gmail.com) Artículo de investigación científica y tecnológica recibido el 28/06/2012 y aprobado el 17/10/2012.
Cómo citar este artículo: ARIAS GARCÍA. Alejandra (2012). “Hugo Chávez y la crisis de representación político-partidaria en Venezuela”. En: Trans-pasando Fronteras, Núm. 2, pp. 65-83. Cali, Colombia: Centro de Estudios Interdisciplinarios, Jurídicos, Sociales y Humanistas (CIES), Universidad Icesi.
Resumen Este artículo analiza la actual situación política de Venezuela como una consecuencia directa del colapso del sistema de partidos, cuyos actores tradicionales fueron el AD y el COPEI. Presenta el régimen populista de Hugo Chávez como un “autoritarismo competitivo”, en la medida en que la crisis de representación no pasa necesariamente por la contienda electoral, sino que se basa en la cooptación del ejecutivo de otras arenas de poder como la legislativa, la judicial y la regulación de los medios de comunicación. * Estudiante de ciclo básico de la Maestría en Estudios Latinoamericanos de la Universidad Nacional de Cuyo, Argentina. Antropóloga y politóloga graduada de la Universidad Icesi en el año 2012. Sus áreas de interés son: migración por conflicto armado (refugio político y desplazamiento forzado), el sistema-mundo contemporáneo y la posición latinoamericana y políticas sociales en América Latina. Entre sus ponencias se encuentran: “El desplazamiento forzado transfronterizo de colombianos a Ecuador. Un análisis del refugio político como resultado de la dependencia político-militar de Colombia hacia Estados Unidos”. Presentada en 2012, en las I Jornadas de Estudios de América Latina y el Caribe, en la Universidad de Buenos Aires, Argentina.
Alejandra Arias García
Palabras claves: Hugo Chávez, populismo, autoritarismo competitivo, sistema de partidos, crisis de representación política.
Introducción El mundo de la post-guerra fría se caracterizó por un número considerablemente nuevo de regímenes que empezaban su transición hacia la democracia. Otros se quedaron en sistemas híbridos que mezclaban regímenes autoritarios con democráticos. Sin embargo, existe también un fenómeno considerable de casos que han tenido el proceso contrario: pasaron de ser regímenes democráticos a no democráticos, lo que deja en evidencia una clara crisis de representación política, en tanto grupos que antes podían competir satisfactoriamente en la arena política quedaron excluidos de la misma (Levitsky y Way, 2004). Venezuela es uno de estos casos en los que la democracia queda actualmente en entredicho, convirtiéndose en lo que Levitsky y Way (2004) denominan un autoritarismo competitivo. Se caracteriza por la realización de elecciones competitivas sin que necesariamente esto implique la existencia de un régimen democrático. Eso hace que se constituya en un caso teóricamente importante para ser evaluado. En términos empíricos, la cuestión no es menos trascendente. Venezuela se ha distinguido, desde la llegada de Hugo Chávez al poder, por la represión de la oposición como forma de gobierno. Esta represión se ha visto reflejada en fenómenos como la disminución de la información, del debate público y un poder legislativo controlado por el ejecutivo, desequilibrando el principio democrático de pesos y contrapesos (Corrales, 2010). En este artículo se aborda la crisis de representación política desde el colapso del sistema de partidos. Sostendrá la idea de que la caída del bipartidismo venezolano, considerado como uno de los más estables de Latinoamérica en la década de los 80, se convirtió en una de las causas fundamentales para la instauración del autoritarismo competitivo de Hugo Chávez, entre 1998 y 2012. Se retomarán los postulados teóricos propuestos por el institucionalismo sociológico, que expone que “los cambios institucionales son producto de un cambio de los actores, (y, particularmente de una modificación en el ambiente), en la socialización y en la propia cultura (tradiciones y valores) […] por consiguiente, tres variables integran el planteamiento del institucionalismo sociológico: las instituciones o agencias, el medio 66
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ambiente, los procesos de socialización y, naturalmente, el individuo” (Rivas, 2000:71). El institucionalismo sociológico ayuda a explicar el porqué del colapso del sistema bipartidista y sus consecuencias: (i) un cambio de actores, donde los partidos políticos tradicionales perdieron legitimidad como vehículos de los intereses ciudadanos y dieron cabida a un presidencialismo personalista; y (ii) un ambiente de insatisfacción por las ineficientes respuestas a las demandas sociales. Estas condiciones permitieron que Hugo Chávez se instaurara legítimamente como alternativa a dicha insatisfacción. Una vez ocupó el poder ejecutivo, dio pie al cambio de las instituciones formales, como la constitución política y la toma de decisiones por medio de la democracia plebiscitaria. Esto le brindó una capacidad mayor de acción desde el ejecutivo desequilibrando el sistema de equilibrio de pesos y contrapesos (Rivas, 2000 y Corrales, 2010). El artículo, en un primer momento, explicará cómo se produjo el colapso del sistema de partidos venezolano. Seguidamente, presentará una breve historia de la vida política de Hugo Chávez y caracterizará el fenómeno del populismo chavista. En un tercer instante, analizará el papel de los partidos políticos oficialistas. Finalizará exponiendo los cambios institucionales que llevaron a que Venezuela se considere, actualmente, un autoritarismo competitivo. Del multipartidismo moderado al bipartidismo: antecedentes del colapso El sistema de partidos venezolano fue durante su historia democrática un sistema bipartidista conformado por el partido Acción Democrática (AD) y el Partido Demócrata Cristiano (COPEI). Para 1935, luego de la dictadura de Juan Vicente Gómez, Venezuela entró a una transición democrática bastante inestable durante la primera mitad del siglo XX. Durante dicho tiempo, parecía que su sistema de partidos iba a tender hacia un pluralismo moderado con la existencia de cuatro partidos, dos además de los ya nombrados: el Partido Comunista Venezolano (PCV) y la Unión Republicana Democrática (URD). Sin embargo, el AD tomó una fuerza importante como organización partidaria, de tal manera que uno de sus gobiernos fue objeto de un golpe de Estado militar: Tres años de gobierno revolucionario (1945-1948) llevaron al partido AD a una posición dominante. Pero el uso del poder gubernamental por parte de AD para limitar el crecimiento de los partidos URD, Copei y PCV los alienó del flamante Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
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régimen democrático representativo que AD intentaba construir. Por consiguiente, URD, Copei y PCV se echaron a un lado en noviembre de 1948, cuando los militares derrocaron al gobierno electo del presidente Rómulo Gallegos (AD). Los militares, sin embargo, no tenían ninguna intención de permitir que URD, Copei o el PCV gobernara. Este hecho hizo que los tres partidos se unieron al AD para reformar un movimiento clandestino que derrocó al gobierno militar del General Marco Pérez Jiménez el 23 de enero de 1958” (Dietz y Myers, 2002, pág. 10).
A partir de la alianza entre los partidos AD, COPEI, URD y PCV se creó el Pacto del punto fijo, acuerdo que pretendía que éstos se repartieran el poder de tal manera que la democracia no se viera nuevamente amenazada. Tal acuerdo suponía una competencia real por el poder y la implementación del multipartidismo. Empero, el ambiente electoral y el contexto político marcó una ruta distinta. Primero, el URD se convirtió en un partido insignificante por su falta de adeptos en la arena electoral y, segundo, el PCV entró en un conflicto ideológico en tanto unos querían apoyar la causa de Fidel, mientras otros, los más jóvenes, veían en la Unión Soviética su ejemplo a seguir. Así que dividió el partido en dos y llevó a que la izquierda no llegara a tener una posibilidad real de acceder al poder (Dietz y Myers, 2002). En congruencia con todo lo anterior y en la medida en que en la contienda electoral solo tuvieron primacía el AD y el COPEI, se habla de Venezuela como un sistema bipartidista. Desplome del sistema bipartidista venezolano Un colapso del sistema de partidos comienza a gestarse a partir de cierto sentimiento de desconfianza del electorado, lo que brinda un espacio para que políticos con orientación anti-élite puedan acceder al poder o, como en otras ocasiones ha pasado, que se produzcan golpes de estado por parte de facciones militares. Cuando se habla de que un sistema de partidos ha colapsado, se hace referencia a dos ideas. Primero, que ha existido un proceso de implosión repentina, en vez de uno gradual, logrando su culminación absoluta en un lapso relativamente corto. Segundo, una falta de adaptabilidad del mismo, en tanto a que no logra moldearse a contextos sociales y políticos inestables. En otras palabras, los sistemas de partido no colapsan de manera fortuita. Siempre existen razones para que se presente su derrumbe: un sistema demasiado rígido que no permita la entrada de nuevos integrantes o candidatos, entre otro tipo de razones. Siguiendo esta premisa, el colapso 68
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solo se genera cuando existe un divorcio directo entre los representantes y los ciudadanos a los que representan, es decir, a los electores (Dietz y Myers, 2002). El AD y el COPEI eran partidos políticos representativos y tenían gran arraigo en la sociedad, en tanto que se relacionaban de manera directa con diversos grupos de la sociedad civil, “lo que fomentó la integración social y la participación cívica de los sectores excluidos” (Tanaka, 2008:91). A pesar de lo anterior, la década de los 80 marcó un cambio estructural en la composición del sistema de partidos de Venezuela. La desafección de los ciudadanos hacia sus partidos estuvo basada en el desempeño de la economía y, primordialmente, en las luchas internas y los procesos de fracturación intrapartidaria. Los conflictos internos en ambos partidos debieron sus causas a la extrema rigidez y severa jerarquía institucional. Se limitó su capacidad de reacción frente a las distintas reformas políticas que indicaban un proceso de descentralización, como la elección popular directa de gobernadores y alcaldes, que pretendía “abrir un sistema político percibido como herméticamente cerrado (caracterizado por una “partidocracia”), renovar el liderazgo y reducir el control de los caciques partidarios” (Tanaka, 2008:105). En la medida en que la efectividad de las reformas no fue la esperada, se aumentó el conflicto interno de los partidos que, junto a la crisis económica, llevó a la deslegitimación de los mismos. Entender el fenómeno del conflicto intrapartidario de una mejor forma requiere hacer un examen de los dos partidos de manera separada. Por un lado, el AD era considerado “una estructura burocratizada y en muchos casos corrupta, habituada a las relaciones clientelistas y corporativas y a los favores financieros” (Tanaka, 2008: 106). Lo anterior sumado a las reformas, causó que en 1988 no fuera un candidato oficialista el que ganara las elecciones como representante del partido sino Carlos Andrés Pérez que había sido presidente diez años antes. Esto acarreó tensión dentro del partido en la medida en que al ganar de nuevo la presidencia, decidió crear un equipo de gobierno independiente que le permitiera ejercer un mandato con cierto grado de discrecionalidad de las decisiones del partido al que pertenecía. Sus políticas estuvieron relacionadas con las reformas neoliberales y sus copartidarios se sintieron aislados de la toma de decisiones oficiales. Además, la mala situación económica venezolana quedó ejemplarizada en indicadores como el déficit del sector público, las alzas del precio del petróleo y los niveles de hiperinflación, que llevaron a que la base social del AD (la Confederación Sindical de Trabajadores) se alejara del partido, lo que constituyó un alto costo social. Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
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La desarticulación de Pérez con el AD es una clara muestra de la implosión que estaba sufriendo el partido. Su legitimidad se soslayó, ya de forma definitiva, con las reacciones que tuvo en la sociedad su programa de reformas, pues tuvo oposición desde su partido y otros sectores insatisfechos. No solo el gobierno enfrentó las manifestaciones de masas y dos intentos de golpe de estado, sino que también se vio debilitado por todas las rencillas internas que el AD tuvo con su gestión. Todas estas querellas, condujo a que los afiliados abandonaran el partido en las elecciones de 1993 y en 1998 decidiera no postular a nadie por no contar con el apoyo de los venezolanos en las encuestas de opinión (Levitsky y Burguess, 2003). La situación del COPEI no fue distinta en su comportamiento interno, caracterizado por un nivel de institucionalización bajo. El partido no apoyó al que había sido su fundador y presidente, Rafael Caldera, en las elecciones de 1988, lo que lo llevó a su separación del partido para las elecciones de 1993 y su postulación por el grupo Convergencia Nacional. El hecho significó el termino de la alternancia de poder, en la medida en que Caldera introdujo un discurso populista que atrajo una ola de simpatizantes golpistas que estaban en contra de las reformas neoliberales de Pérez. Así, Caldera se llevó gran parte del colchón electoral del COPEI, lo que fraccionó y debilitó al partido, hasta el punto de no presentar candidato a la presidencia para las elecciones de 1998. Todo lo anterior refleja la transformación del sistema de partidos venezolano y evidencia la deslegitimación del mismo, en la medida en que ni los partidos tradicionales ni los nuevos partidos pudieron satisfacer las expectativas del electorado. La llegada de Chávez no correspondió solo al descontento generalizado por la situación económica, sino también a la desestructuración de los partidos tradicionales que no permitió tener candidaturas fuertes para hacer contrapeso. El chavismo como fenómeno populista Hablar de chavismo como populismo requiere definir qué se entiende por el último término. Se considera “populismo” a un tipo de liderazgo político personalista, cuyo líder cuenta con una imagen carismática. Funciona a partir de una coalición electoral heterogénea, que busca la adhesión de los sectores históricamente excluidos de la vida política nacional. Por último, hace referencia a una estrategia política de movilización donde se 70
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prescinden de los partidos políticos como modelos institucionalizados de representación; se apela a la alternativa de la relación directa del líder con el pueblo (De la Torre, 2000). A partir de lo anterior, es necesario analizar la historia de Chávez en la esfera pública venezolana desde antes de que accediera al poder político, solo así es posible entender su actual régimen como un fenómeno populista. En 1970, oficiales del rango medio encabezados por Hugo Chávez se comprometen con el activismo político y los cambios radicales en la forma de concebir las instituciones militares. Esto se puede observar a través de tres procesos: (i) preparar a los militares en las universidades como una alternativa a las instituciones militares, lo que causa una alta polarización académica, (ii) las guerrillas venezolanas, que se encontraban desde la década de los 60, tratan políticamente que los militares entren a la causa revolucionaria. Por último, (iii) la radicalización política queda materializada en un movimiento clandestino que emerge con el nombre de Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR-200) creado por Hugo Chávez en 1983, y que pretendía cambiar la desigualdad y la corrupción del sistema político venezolano (Hawkins, 2010). Una fecha determinante en la historia de Hugo Chávez es febrero de 1989, durante el gobierno de Carlos Pérez. Mes en que se lleva a cabo el denominado Caracazo, un motín masivo que surge en respuesta al incremento de los precios de la gasolina, producto del ajuste y las reformas económicas que Pérez aplicó. Lo anterior lleva a que se creen fuertes represiones contra los sectores más desfavorecidos. El inicio de 1992 es un momento emblemático para este movimiento ya que existe una opinión pública desencantada del sistema que se encontraba vigente, lo que genera posiciones que favorecen al ejército. Chávez el 4 de febrero de 1992 lleva a cabo, junto a los otros militares pertenecientes MBR-200, el fallido golpe de Estado. La imagen de Chávez se empieza a mediatizar desde su último evento. A partir de ahí, se le conoce como el representante del carisma, la juventud, la voluntad de hacer el cambio a través del manejo de un lenguaje sencillo y de mucho impacto. Se le sentencia a dos años de cárcel. Después de esto, el gobierno de turno lo llama a participar de la vida política pero pacíficamente. Chávez y otros militares del núcleo radical rechazan la oferta y empiezan a difundir, por su lado, ideas de una revolución democrática. Dado que el MBR-200 tiene que disolverse después del golpe de Estado, en 1997 se firma una carta para fundar el Movimiento de la V República (MVR) y postula a Chávez como su candidato presidencial, siendo elegido para este cargo en 1998 (Hawkins, 2010). Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
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Toda esa coyuntura además del colapso del sistema de partidos que se trató en el punto anterior, ayuda a entender la manera en la que el chavismo se forja como fenómeno populista. Hawkins (2010) plantea dos criterios fundamentales para definir un populismo: en primer lugar, la modalidad carismática como se vinculan votantes y líder político; y, en un segundo momento, la utilización de un discurso democrático basado en la idea de la voluntad popular, donde el “pueblo” pasa a ser más importante que la “élite”. Es de este modo como el populismo articula una relación de corte carismática entre el líder y el pueblo que se genera bajo una modalidad particular de intercambio entre votantes y políticos: intercambio de votos y promesas de un cambio radical por parte de una persona con habilidades y carácter extraordinarios, incluso, percibido por muchos como cualidades casi divinas. Aquí, la imagen del líder importa más que el contenido de las promesas que hace. Por lo general, este tipo de liderazgo político surge en períodos de crisis institucional, momento que aprovecha para reducir la incertidumbre, por un lado, y evitar un comportamiento oportunista por parte de otros políticos, por el otro, a través de su discurso político. El populismo se ha caracterizado por prescindir de los partidos políticos como puente entre la política y la ciudadanía. En tanto el valor recae completamente sobre la particularidad de una persona, los partidos se pueden convertir, al contrario, en un obstáculo para la consecución de sus intereses individuales. Por consiguiente, la democracia directa o plebiscitaria se convierte en la mejor forma de obtener un poder legitimado en la figura del “pueblo” y el líder populista sólo como aquel ejecutor de esas decisiones (Hawkins, 2010). Del MVR al PSUV: la falta de institucionalización de los partidos chavistas. Reconocer que las elecciones siguen siendo la forma política utilizada en Venezuela, hace preciso mostrar la falta de institucionalización de los partidos chavistas. Para esto, es necesario analizar las dos principales fuerzas políticas que han servido de vehículos de ascenso y estabilización de Hugo Chávez en el poder: el MVR y el PSUV1.
1 Es preciso decir que el MVR existió hasta el 2007, momento en el que se integró al Partido Socialista Unido de Venezuela –PUSV-. Al presente, el PSUV representa la base electoral más fuerte que apoya la llamada “Revolución Bolivariana”. 72
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La principal característica del chavismo como fenómeno populista es la vinculación carismática del líder con el pueblo y la débil institucionalización del partido o movimiento político que lo representa, dependiendo del momento político, para lograr instaurar su posición. El MVR o el PUSV no constituyen partidos políticos sólidos, primordialmente porque no cumplen ninguna de las condiciones necesarias para que se los considere fuertemente institucionalizados, en términos de las raíces en la sociedad, legitimación del proceso electoral, la fortaleza organizativa y la volatilidad electoral. Entender el arraigo en la sociedad de un partido político, implica una posición efectiva que marque una identidad de partido, y que sea interiorizada de manera tal por la sociedad que una ruptura de la organización con esa identidad pueda representar un fracaso en la arena electoral (Mainwaring y Scully, 2004). La personalización de la política venezolana en la figura de Chávez, implica que ni el MVR, para sus primeros años de gestión, ni el PUSV, para los últimos, se hayan constituido en partidos políticos con líneas programáticas claras e identidades fácilmente referenciales. Esto queda demostrado en la indefinición de sus reglas de juego, pues son variables a las consideraciones de Chávez como líder. Lo anterior lleva a que los partidos o movimientos que representan a Chávez no puedan generar al interior de sus organizaciones posturas políticas propias o discrepantes de las autoridades partidarias, respuestas a crisis, o permitan el acceso efectivo de nuevos líderes (Agulló, 2009). La falta de institucionalización permite crear otro tipo de organizaciones de base paralelas a la representación partidaria, que se convierten en reguladoras de las actuaciones de los partidos. Los “círculos bolivarianos” son muestras de este fenómeno. Se crean para hacerle frente a tendencias faccionistas que empiezan a extenderse y se presentan como una fórmula para fomentar la autoayuda y el desarrollo del pueblo, a nivel local y desde abajo. Los círculos, además, también sufren de una baja institucionalización en tanto no poseen capacidad de acción propia más allá de la que Chávez mismo les proporciona. Poseen objetivos demasiado diversos y falta de organización. Chávez decide crear, desde su posición de poder, este tipo de organizaciones que, aunque son partes del partido, se caracterizan por actuar de forma independiente del mismo y, en muchas ocasiones, contradicen las decisiones del mismo (Hawkins, 2007).
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Es difícil dilucidar si existe o no una legitimación del proceso electoral, si se la entiende como el reconocimiento de otros actores y partidos de un proceso de elecciones aceptados (Mainwaring y Scully, 2004). El AD y el COPEI, los dos partidos que desde sus procesos de implosión llevaron al colapso del sistema, aludieron en muchas ocasiones a irregularidades de los procesos electorales, una vez Chávez subió a ocupar el primer cargo del ejecutivo. No obstante, Chávez siempre ha permitido la evaluación de los procesos electorales por parte de observadores internacionales de la OEA, que han llegado siempre a la conclusión de que las elecciones se generaron en condiciones limpias y justas. Esto desincentivó a tal punto a la oposición que en las elecciones legislativas de 2005 se retiraron la mayoría de sus candidatos (Gamus, 2006). La fortaleza organizativa es el problema más grave que enfrentó la institucionalización de los partidos que representan a Chávez. Se refiere al grado de autonomía partidaria e involucra la existencia de estructuras firmemente establecidas, territorialmente extensas, organizadas y con recursos propios (Mainwaring y Scully, 2004). Antes de su disolución, el MVR tenía muy poca autonomía, fue una organización básica; con capacidad de coalición floja de distintos partidos e ideologías. Fue un núcleo cohesionador que Chávez poseía para manejar el poder legislativo. No tenía ni identidad ni reglas sólidas: solo existía para ejecutar los deseos políticos de Chávez. Por último, a pesar de que en su visión se establecía un funcionamiento interno democrático, en realidad todo se manejaba desde el nivel nacional, sin llamar a consultas populares (por ejemplo selección de candidatos para elecciones) (Hawkins, 2007). Todo lo anterior lleva a intuir que el MVR nunca fue un partido realmente autónomo. Al contrario, su disolución dependió explícitamente del deseo de Hugo Chávez de integrarlo al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). El PSUV, por su parte, ha sido cuestionado desde su creación por la instauración de un “Tribunal disciplinario” que pretende “sancionar” a aquellos militantes que incumplan con sus deberes formales dentro de la tolda o realicen acciones que acarreen algún perjuicio contra el PSUV. El cuestionamiento primordial a esta instancia, es que se estableció antes de que se tuvieran claras cuáles serían las doctrinas del partido, sus criterios, principios y posturas ideológicas. Es imposible pensarlo como “democrático” cuando, desde su inicio, se restringe el debate y la disidencia (Lander, 2007). 74
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Por último, la volatilidad electoral, hace referencia a la estabilidad en las reglas (Mainwaring y Scully, 2004). El cambio de las reglas de juego empezó con la instauración de la Constitución Bolivariana de Venezuela y siguió con la repetida utilización del plebiscito como forma de gobierno directo. Al día de hoy, se han presentado más de siete referendos; los más importantes, en términos electorales, son: los referendos de 1998 que llevaron a que se cambiaran la Asamblea Nacional de bicameral a unicameral. Eso llevó a que se llamara a elecciones legislativas extraordinarias donde la oposición quedó opacada. De la misma manera, en el 2009 planteó otro referendo en el que pedía permitir la postulación a cualquier cargo de elección popular de manera continua. Esto, claro, deseaba hacerlo para poder perpetuarse en el poder más allá de lo que la constitución misma lo permitía. Chávez ha sabido manejar a su favor el cambio de las reglas –instituciones- para poder instaurar una forma de gobierno que le dé más capacidad de acción (Rivas, 2000). Debilidad institucional del sistema de partidos y crisis de representación El principal problema del colapso del sistema de partidos recae en la representación política misma. Cuando el electorado no rechaza uno de los partidos políticos sino el sistema, las repercusiones recaen sobre la democracia (Dietz y Myers, 2002). Una vez el sistema se derrumba, y no existen nuevos partidos que ayuden a que se mejore esa crisis de representación, los regímenes de corte más autoritario se pueden llegar a imponer. Este fue el caso de Venezuela. El chavismo aprovechó el colapso del sistema de partidos para cambiar las reglas de juego formales. Las nuevas que instauró, fueron en descenso de los procedimientos de representación propiamente democráticos. Ahora bien, Venezuela no es per sé una democracia en tanto la oposición aún tiene una posibilidad –aunque sea mínima– de acción en la esfera pública. Esto me lleva a retomar lo que Levitsky y Way (2004) llamaron el sistema hibrido del “autoritarismo competitivo”. En los regímenes autoritarios competitivos las instituciones democráticas formales son ampliamente vistas como medios principales para obtener y ejercer la autoridad política. Los funcionarios violan estas reglas con mucha frecuencia, hasta el punto de que el régimen no logra tener los estándares mínimos convencionales para la democracia […] Aunque los funcionarios en los regímenes Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
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autoritarios competitivos puedan manipular frecuentemente las normas democráticas formales, no pueden eliminarlas o reducirlas a una mera fachada. En vez de violar abiertamente las normas democráticas (por ejemplo prohibiendo y reprimiendo a la oposición y a los medios), los funcionarios prefieren utilizar el soborno, la cooptación y otras formas más sutiles de persecución, como el uso de las autoridades de impuestos, judiciales condescendientes u otros organismos del Estado para acosar, perseguir o presionar “legalmente” un comportamiento cooperativo de los críticos (Levitsky y Way, 2004, págs. 161-163).
El régimen venezolano puede ser entendido desde este concepto, en la medida en que lo que ha tratado de hacer Chávez, es precisamente cambiar las reglas formales para que todas sus acciones –aunque sean poco democráticas- puedan estar en el marco de la legalidad. Pasaré así, a demostrar cómo ha actuado Chávez para instaurar este tipo de régimen, según los preceptos de los autores antes nombrados. Estas arenas son: la electoral, la legislativa, la judicial y los medios. Arena electoral Los regímenes autoritarios competitivos se caracterizan por elecciones que siempre son muy luchadas. El papel del gobierno en este caso tiene que ver más con la información parcializada sobre las elecciones y la persecución o persuasión de la oposición, de manera informal. No se presenta como tal fraude electoral, en la medida en que los votos son contabilizados de la manera correcta, pero se trata, a partir de otros medios de generar una inmolación de la oposición. En lo que va corrido del periodo de Hugo Chávez se han presentado varias elecciones a nivel ejecutivo, legislativo y plebiscitario2. En 1998 Chávez asume la presidencia con el 56.2% de los votos válidos, mientras el candidato de la oposición obtiene el 40% de los mismos (Tanaka, 2008). Chávez utiliza de excusa la nueva constitución política, que aprueba que el periodo presidencial se extienda de cuatro años a seis, para llamar a nuevas elecciones en el 2001 –con menos de dos años de haber sido elegido como presidente. En la nueva postulación gana con el 59.6% de los votos, mientras su opositor logra casi el 37,2% de los 2 Los plebiscitos o referendos sólo se tomarán en cuanta cuando estén encaminados a realizar un cambio a nivel electoral. 76
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mismos. Para el 2006 la cosa no es distinta: Hugo Chávez alcanza el 62.4% de los votos, en tanto Manuel Rosales consigue el 36.9% (Dirección de estadísticas electorales, Consejo Supremo Electoral de Venezuela). Es imprescindible anotar que esto demuestra una oposición que no es pequeña. Al contrario, casi en todas las elecciones en las que ha participado Chávez los votos de su contrincante oscilan entre un 35 y 40%, cifras que poseen un peso importante. Las últimas elecciones, celebradas en octubre de 2012, constituyen el punto culmine de la contienda electoral en Venezuela. Hugo Chávez vuelve a ganar con el 55,08% de los votos y su opositor Henrique Capriles obtiene 44,30%. Esto demuestra la gran polarización electoral y el alto índice de competencia en la lucha por el primer cargo de la nación, donde el último logra formar un frente de oposición entre 16 agrupaciones (Dirección de estadísticas electorales, Consejo Supremo Electoral de Venezuela). Empero, como se puede observar, éste primer mandatario ha podido, sin salirse de la legalidad, interpretar la nueva constitución acomodándola a su favor para poder permanecer en el poder. Esto es de suprema importancia para la consideración de Venezuela como un sistema no democrático, teniendo en cuenta que la democracia necesita, en su definición mínima, la alternación del poder y la libertad de debate público (Dahl, 1992). Arena legislativa Un autoritarismo competitivo se caracteriza por no poseer un buen sistema de pesos y contrapesos, debido a que un poder logra imponerse sobre otros (LevitskyyWay, 2004). Hugo Chávez disolvió en el 2000 la Asamblea Nacional, que hasta el momento era bicameral; por medio de un plebiscito Venezuela decidió tener un congreso unicameral. Chávez llamó a nuevas elecciones y el AD perdió su mayoría en el parlamento: pasó de contar con 91 congresistas en las elecciones de 1998 a 30 en las elecciones del 2000. Al contrario, el MVR pasó de ocupar 67 a 78 curules en los años respectivos, convirtiéndose en el grupo más fuerte. Para el 2005 la oposición a Hugo Chávez decidió no presentarse a elecciones objetando que no tenían las garantías necesarias: 346 aspirantes a la Asamblea Nacional presentaron su renuncia a las elecciones, igual que 37 del parlamento latinoamericano y 20 del parlamento andino. Ello hizo que Chávez tuviera mayoría casi total en el legislativo, con 141 de 165 candidatos simpatizantes (Dirección de Estadísticas electorales. Consejo Nacional Electoral de Venezuela). Al observar su fracaso los partidos oponentes se volvieron Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
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a presentar para las elecciones del 2010 y lograron que el oficialismo perdiera la mayoría obtenida en las elecciones anteriores. Para ese año la oposición ganó 62 de los 165 escaños, lo que se consideró un logro considerable (Gámez, 2010). Chávez posee dos medios institucionales para poder tener una alta discrecionalidad en el manejo de sus políticas. Estas son, la utilización de medios directos de participación –como plebiscitos y referendos– y la cooptación del legislativo. Como lo que muestran los números anteriores, hasta el 2010 la oposición en el parlamento era mínimo. Esta institución, pienso, constituye el espacio en el que la oposición puede tener real injerencia política y atributos de representación. Una vez la oposición se extingue en los parlamentos y el partido del ejecutivo queda con mayoría casi absoluta, se le da poder que excede los procesos democráticos y puede llegar a regímenes de cortes más autoritarios. En el caso de Venezuela la coalición oficialista ha logrado destruir las instituciones existentes y construir formas hegemónicas nuevas. El cambio institucional limita el “pluralismo y debilita la independencia y autonomía de los otros poderes del Estado” (Tanaka, 2006). Arena judicial Se dice que Venezuela tiene un poder judicial colonizado por el ejecutivo. El presidente ha podido violar constantemente el principio democrático de la separación de poderes, recurriendo a las instancias directas –plebiscitos- como forma de acción política. Chávez tuvo la oportunidad de cambiar la constitución y acomodarla como mejor le convenía, esto hace que pueda “eludir” de manera clara la ley, en cuanto encontró la manera de cambiarla en sí misma. La prepotencia presidencial en la promulgación de leyes inconsultas y antidemocráticas en 20093, cuyos contenidos habían sido rechazados en el referendo constitucional de 2007, terminó echando por tierra toda invocación constitucional chavista a la “democracia participativa y protagónica”. Si a ello agregamos la persecución y criminalización de la protesta y disidencia políticas los caminos quedaron cerrados a todo reencuentro o esfuerzo colectivo de reconciliación social (Ramos, 2011: 82). 3 Entre las más relevantes están la Ley Orgánica de Educación (LOE), la Ley Orgánica de Procesos Electorales (LOPE), la Ley Orgánica del Trabajo (LOT), la Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (LOFANB) y Ley Orgánica para la Ordenación y Gestión del Territorio (LOOGT). 78
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Como se puede observar, además de la Constitución, Hugo Chávez ha logrado sacar todo tipo de leyes para hacer válidas sus pretensiones. El sistema judicial, de hecho, no tiene capacidad de acción. Es muy difícil declararlas “inconstitucionales” en la medida en que su carta magna está diseñada precisamente para darle mayor poder al ejecutivo. En 1999, envió “la Carta del Teniente Coronel Hugo Chávez a la Corte Suprema de Justicia”, que destaca de la necesidad del cambio en el sistema de justicia. En esta medida, con el cambio de ordenamiento jurídico- constitucional, la corte se debe declarar muchas veces “incompetente”, pues no hay una jurisdicción clara que le permita tomar mejores medidas (Coronel, 2006). Los medios Los medios de comunicación son un punto de contingencia de los regímenes autoritarios competitivos, en cuanto la mayoría son propiedad del Estado y los privados normalmente son sujetos a censuras y leyes que restringen la libertad completa de expresión y prensa (Levitsky y Way, 2004). En la Venezuela de Hugo Chávez esta ha sido una arena completamente vulnerada. La libertad de expresión socavada mediante varias medidas del gobierno: extensión del alcance de las leyes de insulto, que castigan las actitudes irrespetuosas hacia el gobierno con penalidades más duras, lo que genera una auto-censura de los periodistas. De la misma manera, extendió y endureció el castigo de provisiones de incitación, que se encuentran definidas muy vagamente. Restringió el acceso público a información oficial y abuso el control del estado sobre las frecuencias de emisión para discriminar contra los programas demasiado críticos. Al principio de su gobierno había un debate público muy vívido: medios pro-gobierno y anti-gobierno se expresaban virulentamente causando un ambiente de clara polarización, que se materializó en el intento de golpe de estado 2002 por parte de Pedro Caramona4 (HRW, 2008). A partir de ese intento, los medios de comunicación privados tomaron una posición hostil en contra de Chávez, cuestión que este aprovechó para retomar el equilibrio a su 4
Presidente de la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela.
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favor: impuso leyes de insulto, que llevan a que los medios independientes sufran de discriminación y de censura. Todo esto ha hecho que los espacios para el debate público sean muy restringidos. Chávez alega que esto no es así, dado que ha implementado políticas que ayudan a reforzar la pluralidad y la diversidad, mediante los medios de comunicación comunitarios. Plantea que sus leyes de medio tienen por objeto empoderar al pueblo y quitarle el poder a las élites económicas, históricamente dueñas de los mismos. A pesar de su defensa por la pluralidad de voces, se advierte que no las políticas de comunicación comunitaria solo se le permiten, efectivamente, a quienes alientan el régimen (HRW, 2008). De esta manera se observa que es este campo uno de los más afectados dentro del autoritarismo competitivo chavista y, además, uno de los más importantes en términos del acceso a distintos tipos de información diferentes a las oficialistas. Reflexiones finales Este artículo ha tratado de ser crítico con el régimen chavista respecto a la crisis de representación partidaria. Sin embargo, es importante reconocer que los partidos políticos son solo una de las formas de representación política existentes. Entender el chavismo como fenómeno populista responde, en la misma lógica, a una forma de accountability que la ciudadanía venezolana realiza con su obsoleto bipartidismo. El populismo chavista logra permanecer en el tiempo debido a su respuesta, más o menos efectiva, a las demandas sociales. Entender el populismo como una “forma específica de competir por, y ejercer el poder político” (Weyland, 2010), implica desmitificar la idea de un manejo maniqueo del líder de su electorado, y comprender a las “masas” votantes como actores racionales que encuentran en el gobierno de corte populista una posibilidad de participación más amplia que en los partidos tradicionales. A pesar de ello, y entendiendo esto como un ejercicio académico, la caracterización del actual gobierno venezolano como un autoritarismo competitivo, radica en la idea de comprender que la forma particular de hacer política de Hugo Chávez, ha llevado a socavar el sistema de pesos y contrapesos. Un sistema de partidos colapsado no cuenta con arraigo en la sociedad, con legitimidad de sus prácticas electorales, ni con una estructura de organización institucional fuerte. Esto hace que pierda su primacía como vehículo de representación. A falta de partidos políticos fuertes y legítimos que hicieran oposición, Chávez tuvo la oportunidad de plantear cierto tipo de reformas del diseño institucional venezolano 80
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que tocaron, como trató de mostrarse, todos los campos de la vida política: los sistemas electorales, los poderes judicial y legislativo, y los medios de comunicación. A partir de esto se acentúa una crisis de representación que lleva a que Venezuela haga un proceso de transición que retrocede de un modelo democrático a un régimen autoritario competitivo. Lo que se materializa en la perpetuación de su gobierno, la cooptación del congreso, la poca injerencia del poder legal y la censura constante a los medios de oposición. Bibliografía AGULLÓ, Juan (2009). “La forja del chavismo”. En: Estudios Latinoamericanos, núm. 24, julio-diciembre,pp. 89-113. México: Universidad Nacional Autónoma de México, Centro de Estudios Latinoamericanos (CELA) - Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. CORONEL, Gustavo (2006). “Corruption, Mismanagement, and Abuse of Power in Hugo Chávez’s Venezuela”.En: Development Policy Analysis, noviembre, núm. 2. Washington D.C.: Center for Global Liberty and Prosperity, Cato institute. Consultado desde http://www.cato.org/pubs/dpa/dpa2.pdf CORRALES, Javier (27 de julio de 2010). “The Venezuelan political regime today: strengths and weaknesses”. En: Democracia en América Latina. Consultado el 24 de noviembre de 2011, desde: http://democraciaenamericalatina.org/articulos/javiercorrales/thevenezuelan.pdf DAHL, Robert (1992). La democracia y sus críticos. Barcelona: Paidós. DE LA TORRE, Carlos (2004). “Redentores populistas en el Neoliberalismo: nuevos y viejos populismos latinoamericanos”. En: Revista Española de Ciencia Política, num 4. DIETZ, Henry y David Myers (2002).“El proceso del colapso de sistemas de partidos: una comparación entre Perú y Venezuela”. En: Revista Cuadernos del CENDES, vol.19, núm.50, pp. 1-33. Caracas: Universidad Central de Venezuela CONSEJO NACIONAL ELECTORAL DE VENEZUELA (s.f.). Elecciones presidenciales cuadro comparativo 1958-2000. Dirección de estadísticas electorales, consejo supremo electoral de Venezuela. Consultado desde http://www.cne.gov.ve/web/documentos/estadi sticas/e006.pdf ------------- (s.f.). Elecciones 30 de Julio de 2000. Total de representantes por agrupaciones políticas y entidad. Dirección de estadísticas electorales, consejo supremo electoral de Venezuela. Consultado desde http://www.cne.gov.ve/web/documentos/ estadisticas/e041.pdf Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
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¿Primavera de mujeres? Mónica Castillo* (monicastillo26@yahoo.es) Reporte de caso recibido el 18/06/2012 y aprobado el 17/10/2012.
Como citar este artículo: CASTILLLO CUBILLO, Mónica (2012). “¿Primavera de mujeres?”. En: Trans-pasando Fronteras, Núm. 2, pp. 87-95. Cali, Colombia: Centro de Estudios Interdisciplinarios, Jurídicos, Sociales y Humanistas (CIES), Universidad Icesi. Resumen Términos tales como “feminismo islámico” y “movimiento de mujeres” hacen alusión a los movimientos sociales de mujeres que buscan reivindicar sus derechos en medio de sociedades fuertemente represivas. Sin duda, esta defensa por los derechos posee una gran influencia Occidental. Sin embargo, lo que se busca en este breve estudio es describir algunos movimientos sociales de mujeres y presentar una visión general del papel y la participación de las mujeres en la Primavera Árabe por medio de un breve estudio documental, analizando noticias, eventos, artículos de prensa y de opinión. Dada la importancia que se le ha atribuido a las redes sociales como motores de la revolución, también se intentará enfatizar en la perspectiva de las redes sociales y el papel de las mujeres en estas, su representación, protagonismo, victimización e invisibilización. Palabras clave Feminismo islámico, Feminismo musulmán, Movimiento de mujeres, Revoluciones árabes, Primavera árabe * Estudiante de noveno semestre de Sociología y Antropología de la Universidad Icesi. Sus áreas de interés son la sociología del trabajo, los movimientos sociales y la intervención social. Ponente en el IX Congreso Nacional de Estudiantes de Sociología con el trabajo “Fundamentación y apropiación de los derechos (estado y comunidad)del pueblo indígena Misak/Guambian”. Es asistente académica y de investigación del área de Estudios Sociales de la Universidad Icesi.
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Introducción Términos como “Feminismo islámico”, “feminismo musulmán”, “movimientos de mujeres”, son algunas de las categorías para conceptualizar y nombrar aquellos movimientos sociales de mujeres que buscan reivindicar sus derechos, en medio de sociedades islámicas fuertemente “represivas”, que en nombre de un dios todopoderoso y de lo expuesto en el libro sagrado del Corán, pretenden dominar a través de su contenido religioso (y moral) todas las esferas de la vida social de la mujer, lo laboral, la familia, la política y la cultura. El feminismo islámico y los movimientos de mujeres, como ideologías de la liberación, buscan reivindicar el papel de las mujeres en el mundo árabe, pretende la igualdad de género en el contexto privado y público, propende por los derechos laborales, educativos, culturales, políticos (democráticos) de la mujer, estos se derivan de la influencia de los discursos feministas en Occidente, de la imagen y el papel de la mujer “libre” de ataduras, trajes (el hiyab), estereotipos, representaciones, valores y contenidos religiosos y morales que inhiban su realización personal. Los esfuerzos de las feministas van desde reinterpretaciones del Corán, críticas al papel subordinado de la mujer, producciones intelectuales como artículos, libros, entre otros, luchas en la esfera política y legislativa, y movilizaciones sociales. Estos esfuerzos han encontrado grandes opositores y obstáculos que han impedido su realización, por la misma forma en que se concibe a la mujer en la cultura islam, y por el creciente fundamentalismo en algunos de los países árabes. Para este breve estudio, he querido centrarme en las movilizaciones sociales de las mujeres en el marco de la llamada primavera árabe, vivida en el mundo árabe en el último año (2011), es así como me propongo realizar un panorama general del papel y la presencia de las mujeres en la primavera árabe, enfocándome en algunos países del mundo árabe: Egipto, Libia y Yemen. Esto a la luz del fenómeno de las redes sociales como aparentes impulsores de la revolución. Para ello intentaré primero, indagar algunos textos y artículos académicos sobre movimientos sociales en la Red, nuevas revoluciones árabes y nuevos repertorios tecnológicos de comunicación; segundo, analizar noticias, hechos, artículos de prensa, de opinión que permitan dar un panorama del papel y participación de mujeres y feministas en la primavera árabe; y tercero, terminar con unas breves conclusiones sobre el tema. 88
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Revoluciones árabes y nuevos repertorios tecnológicos de comunicación Las nuevas revueltas o revoluciones presentadas en el mundo árabe en el último año, son a mí parecer una de las expresiones más grandes de la influencia de las redes sociales en los movimientos gestados. Estos, tienen como grandes protagonistas a los jóvenes de diferentes países islámicos, y obedecen a múltiples procesos y lógicas dependiendo de los países y las zonas donde estas se han llevado a cabo, así como de sus complejidades políticas, culturales y económicas, en los que las oposiciones a los regímenes políticos existentes parecen ser una constante. Por otra parte, en un mundo cada vez más mediado por los nuevos repertorios tecnológicos de comunicación, estos se convierten en escenarios cada vez más importantes para la vida de sus usuarios; internet es tal vez la expresión máxima de estos repertorios, o mejor es aquí donde se expresan múltiples fenómenos comunicativos que están transformando el mundo, la gran cantidad de información (de todo tipo) que “allí” podemos encontrar; la velocidad de comunicarnos a pequeñas o grandes distancias alrededor del globo; y el fenómeno de las redes sociales, comunidades virtuales que traspasan las fronteras físicas y las barreras del tiempo y espacio, a través de las cuales interactuamos, nos comunicamos y compartimos con otros cotidianamente, y donde seguramente muchos nos convertimos en “militantes” políticos, donde impulsamos movimientos sociales, nos “movilizamos”, y creamos nuevos repertorios de acción. Pero, es el paso de la vida on-line a la vida off-line donde realmente existen posibilidades para el cambio social y es precisamente esto lo que ha ocurrido en la primavera árabe. Según Tamayo y et al (2001) la emergencia de estos nuevos movimientos sociales en la Red, surgen como una salida al discurso neoliberal globalizado que a finales de la década de años 90 tuvo su punto cumbre con las protestas en Seattle (EE.UU.). A partir de entonces, se inicia una nueva etapa de activación social a escala global, donde convergen fuerzas sociales diversas pero que coinciden en la idea de que existe(n) “otro(s) mundo(s) posible(s)”, y es esta idea, la de un nuevo mundo posible, la que en parte nos ayuda a entender la primavera árabe y el papel de las mujeres en ella. Esto permitió el surgimiento de un escenario de acción política, donde según Viviam Unás (2011), se propone la emergencia de una nueva forma de hacer política: la política menor o la subpolítica (en oposición a una política mayor), como alternativas al sistema Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
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político tradicional del Estado, adscritos a múltiples proyectos y objetivos, a partir de iniciativas de los ciudadanos comunes. Según la autora, estos movimientos se definen en “clave de cinco puntos: a) Son movimientos que se fundan en la difusión de proyectos y códigos culturales diversos; b) una de sus preocupaciones más sentida es la visibilización de conflictos sociales y la denuncia a través del discurso;c) se coordinan a través de estructuras reticulares y flexibles; d) acuden a acciones simbólicas y actos performativos; y e) se fundan en una profunda politización de lo social, lo cultural y la vida cotidiana” (Unás, 2011:3).
Por lo anterior, el movimiento feminista y de mujeres en la primavera árabe puede inscribirse más a una política menor que a una mayor, pues busca un mundo posible, a través de múltiples proyectos y objetivos relacionados con los derechos de las mujeres, traspasando los límites del espacio y tiempo a través de internet, va más allá de las diversidades culturales de sus “militantes”, es un movimiento de denuncia y visibilización de una problemática, politiza las acciones cotidianas de los individuos en relación con sus derechos, así como las “tradiciones” culturales (concepciones de la mujer), a través de acciones simbólicas: manifestaciones, marchas, denuncias públicas. No obstante, según González (2011), las revueltas árabes dependen de un “nuevo sistema mediático” y no sólo del papel las redes sociales, así como de unas realidades económicas, sociales y políticas comunes, y diferentes entre los países del mundo árabe. De igual manera, es importante resaltar “los límites del ciberactivismo árabe”, pues las transformaciones sociales y políticas se encuentran en relación con un nivel mínimo de “aculturación digital”, esto es, que a pesar de que existe un crecimiento importante en la penetración de estas nuevas tecnologías en países como Egipto, Túnez y Yemen, estas siguen siendo marginales en comparación con la población total. No obstante, existe un proceso acelerado de “transición digital” en la mayoría de las sociedades árabes, en el que las redes sociales no sólo tiene repercusiones políticas sino que se constituyen en “comunidades virtuales organizadas en muchedumbres inteligentes” (González, 2011:5). Por otra parte, se le ha adjudicado a redes sociales como Facebook y Twitter un papel definitivo en la caída de los regímenes, así como un papel liberador, no obstante, ante la marginalidad del acceso a estas nuevas tecnologías y la 90
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posibilidad de que los gobiernos pueden a través de ellas vigilar, constreñir y contener a los revolucionarios, esto puede ponerse en duda. A esto se le suma además que estas redes no son neutrales, ni hay libertad total de los flujos de la información, así como desigualdad en la circulación y el acceso a la misma. (González, 2011). Por esto, González (2011) dirá que este “nuevo sistema mediático” se compone de una serie acontecimientos que van desde la década de 1980 como son: el lanzamiento de periódicos panárabes como Al-Hayat y Al-Sharq al-Awsat; la creación de cadenas satelitales a partir de la década de 1990; y en la última década el surgimiento de innovaciones tecnológicas, como blogs y redes sociales. Todo ello permite que surja un “nuevo sistema mediático”, que a su vez impulsó, y sigue impulsando, la primavera árabe. El activismo femenino en el mundo árabe Lo cierto es que las mujeres no sólo han participado activamente en las revoluciones, sino que no habría sido posible que las mismas se produjeran sin los profundos cambios que en los últimos diez años han estado produciéndose en las sociedades de mayoría de población árabe. Estas revoluciones, fruto de la insostenible situación de represión, desigualdad, crisis, pobreza, falta de derechos humanos y de cualquier perspectiva de futuro, atienden a la aspiración de unas poblaciones que cuando pronuncian “el pueblo quiere que caiga el régimen”, no se están limitando a hacer referencia a las estructuras políticas dictatoriales, sino al conjunto de estructuras, políticas, sociales, económicas y culturales, que reforzándose las unas en las otras, y que han perpetuado las injusticias y la represión en todos los niveles de la vida socio-política, afectando a todos los individuos sin distinción de clase, sexo, raza o etnia (Adlbi, 2011:18)
Según Adlbi (2011), las mujeres han tenido un papel fundamental en la llamada primavera árabe con la visibilización y voz de activistas y feministas que se han manifestado en la esfera pública, y que han adquirido cierto “status” para la comunidad nacional e internacional, como es el caso en Yemen de Tawakkul Karman, detenida en la Plaza de Sanaa por protestar contra el régimen y por ser una de las gestoras que ayudó a formar la agrupación femenina opositora al régimen “sin cadenas”, tras su liberación se ha constituido en una de Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
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las mujeres más sobresalientes, por lo que en Septiembre de este año fue galardonada con un Premio Nobel de Paz; en Libia, “Iman El Obeydi fue violada 15 veces por los hombres al servicio de Gadafi , y tuvo el valor de entrar en el hotel Rixon en Trípoli donde se concentraban periodistas y medios de comunicación y denunciar su situación” (Adlbi, 2011:17); en Egipto también se muestran una presencia importante de mujeres en la Plaza de Tahrir, “donde se destaca Sali Zahran, asesinada en uno de los ataques del régimen a la Plaza y Asma Mahfouz, una de las fundadoras del ‘Movimiento 6 de abril’ y una de las más sobresalientes voces que llamaron a la rebelión” (Adlbi, 2011:17). Pero además de existir personajes sobresalientes en las revueltas; el papel de las mujeres en estas movilizaciones ha sido el de agentes de lucha, de denuncia, a través del discurso y la movilización a favor no sólo de sus derechos sino unidas a un interés común mayor como es el de la sociedad civil que protesta por mejores condiciones políticas, económicas y sociales. Por otra parte, dirá Adlbi (2011) que las mujeres han sido “objeto” de represiones por parte de los regímenes políticos, siendo encarceladas, maltratadas, criminalizadas, etc.; además de que se ha intentado invisibilizar su papel, en algunos medios de comunicación. Lo que puede constatarse en diversas noticas y artículos de medios de comunicación, donde se visibilizan y denuncian casos las violaciones, maltratos, realizados en contra de las manifestantes, un ejemplo de ello son las denuncias de Amnistía Internacional y el Parlamento Europeo debido a la tortura de 18 mujeres en la Plaza Tahir, en Egipto en marzo, “que tras ser golpeadas indiscriminadamente, se les obligó a hacer la prueba de virginidad, bajo la amenaza de que las que no fueran vírgenes serían acusadas de prostitución o la paliza que recibió la periodista de la CBS, Sara Logan mientras la desnudaban y atacaban sexualmente” (Rivas, 2011). En diversos artículos y noticias se destaca también el papel de las asociaciones y movimientos femeninos para impulsar la movilización y ejercer presión por la democratización de la sociedad civil en estos países, así como la importancia de cambios gestados desde décadas anteriores que han encontrado en la primavera árabe su punto cumbre y, a ello se le suman condiciones sociales y económicas muy complejas, pobreza, exclusión, marginalidad, represión, crisis económicas, violaciones a los derechos humanos.
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“Las mujeres han sido y siguen siendo protagonistas de las revoluciones de la región y están física y masivamente presentes en la calle, lo cual es fundamental”, estimó Nadim Hury, investigador de la organización de defensa de los Derechos Humanos, Human Rights Watch (HRW). “Es una señal de esperanza”, agregó, recalcando que las mujeres también “tendrían que ser protagonistas en las nuevas instituciones que nazcan de estas revoluciones” (Anónimo, 2011)
Es así como, numerosas noticias y artículos destacan el protagonismo de las mujeres en estas nuevas revoluciones árabes como gestoras del cambio, como una oportunidad para el futuro, una revolución para las mujeres (Frenkel, 2011) y hacen alusión a la ruptura de normas sociales culturalmente aceptadas en las manifestaciones, el uso de otro tipo de ropas y expresiones. Así mismo, el uso de internet y de estos nuevos repertorios tecnológicos de comunicación ha sido fundamental, pues a través de estos las mujeres hacen llamados para la movilización y denuncian situaciones de injusticia, tal es el caso Asmaa Mahfouz, una activista que hace a través de Youtube y Facebook hace llamamientos a otros egipcios para movilizarse1. Ante esta situación, se plantea la importancia de los retos que deben enfrentar las mujeres y del papel que deben desempeñar para beneficiarse de las nuevas oportunidades que puedan presentárseles durante y después de la revolución, para acceder a la esfera pública, política, laboral y seguir luchando por sus derechos. Es interesante notar que al buscar imágenes en google sobre las revoluciones árabes donde se muestran mujeres, en muchas de estas las mujeres aparecen separadas de los hombres en algunas de las manifestaciones en Libia y Egipto. Para finalizar, otra de las cuestiones a resaltar, es el hecho de que la mayoría de noticas y artículos que se encuentran sobre el papel y la participación de las mujeres, son del primer semestre del 2011, pareciera entonces que su importancia hubiera pasado a un segundo plano, o que su participación y papel no es igual de fuerte como lo sí fue en los primeros meses del año.
1 Ver: Meet Asmaa Mahfouz and the vlog that Helped Spark the Revolution, disponible en: http://www. youtube.com/watch?v=SgjIgMdsEuk Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
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Conclusiones A manera, de conclusión podría decirse que por lo menos desde diversos puntos de vista de académicos y de medios de comunicación, el papel y la participación de la mujer en la primavera árabe han sido positivos, y que estos se han destacado principalmente en el primer semestre de 2011. Estas acciones dependen en buena medida de unas condiciones económicas, políticas, laborales y culturales desfavorables donde la marginalidad, la exclusión y la violación de los derechos humanos parece ser una constante no sólo para las mujeres, sino para la sociedad en general, principalmente, los jóvenes. La imagen de la mujer como victima y al mismo tiempo luchadora sale a relucir, como una mezcla entre sumisión y rebeldía, con su cuerpo y cabeza cubiertas pero saliendo a la calle, gritando y exigiendo su reivindicación, un cambio para ellas y para los ciudadanos de su país. Su papel en la primavera árabe, es ante todo un papel político y su accionar puede considerase como formas de subpolítica y política menor, según lo planteado por Unás (2011), en la medida en que buscan visibilizar conflictos sociales a través de la denuncia, se han coordinado desde estructuras flexibles haciendo uso de medios como Facebook, YouTube, entre otros, acuden a actos simbólicos como marchas, movilizaciones, pancartas que politizan las acciones cotidianas. Quedan entonces hasta ahora dos interrogantes, ¿Cuál es el papel actual de la mujer en la primavera árabe, en luchas y movilizaciones? y ¿Cuál es el futuro que le espera a las mujeres después de dichas revoluciones, mejorará su situación, se cumplirán sus derechos y reivindicaciones? ¿Qué tan efectivas serán estas acciones para implicar cambios sociales importantes? Bibliografía ADLBI, Sirin. (2011). “Mujeres, revoluciones árabes y colonialidad”. En: Revista Solidaridad Internacional, No. 60, pp. 16-18. Taller de Estudios Internacionales Mediterráneos (TEIM) AFARY, Janet. (2000). “Feminismo y fundamentalismo”. En: Oriente próximo: genocidio, autodeterminación, literatura, feminismo. Madrid: Ediciones Akal. No.6 ANÓNIMO (2011). “Las mujeres, protagonistas de las revoluciones árabes”. En El nuevo diario. Recuperado 25 de Septiembre de 2011, desde http://www.elnuevodiario. com.ni/internacionales/96395 94
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El Centro de Estudios Interdisciplinarios, Jurídicos, Sociales y Humanistas (CIES) y sus grupos de investigación reconocidos por COLCIENCIAS: Nexos (Grupo Interdisciplinario de Estudios Socioculturales y Psicológicos) y Precedente, están desarrollando investigación académica así como consultarías y asesorías en las áreas de: • • • • • • • • • • • • • •
Responsabilidad social empresarial Intervención social Gestión de la investigación aplicada Gestión y gerencia social Estudios sobre jóvenes Intervención de comunidades Entorno político Ciencia tecnología y sociedad Seguridad social Contratación estatal y privada Defensa del medio ambiente Atención a la población desplazada por la violencia Defensa de los consumidores y usuarios Apoyo a la población en situación de discapacidad, en particular, acompañamiento y asesoría jurídica a organizaciones que defienden los derechos de esta población, en materia de movilidad e inserción social Mayor información en
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La teoría de redes: aspectos claves para el análisis de la “fuga de cerebros” Diana Carolina Henao* (dianahenao.r@gmail.com) Artículo de investigación científica y tecnológica recibido el 14/03/2012 y aprobado el 17/10/2012.
Como citar este artículo: HENAO, Diana Carolina (2012). “La teoría de redes: aspectos claves para el análisis de la “fuga de cerebros”. En: Trans-pasando Fronteras, Núm. 2, pp. 97-109. Cali, Colombia: Centro de Estudios Interdisciplinarios, Jurídicos, Sociales y Humanistas (CIES), Universidad Icesi. Resumen El presente artículo pretende ofrecer el análisis de la fuga de cerebros desde la teoría de redes. Presenta algunas definiciones y conceptos claves de la teoría de redes para analizar los criterios y motivos que tienen en cuenta las personas con amplios capitales educativos de países en desarrollo, que se encuentran haciendo investigación en sus diferentes áreas de conocimientos, para insertarse en otras redes de colaboración científica de países desarrollados. * Estudiante de decimo semestre de Antropología y Sociología de la Universidad Icesi. Sus intereses investigativos incluyen temáticas como: antropología médica, educación y tecnología, género y juventud, antropología visual, investigación de mercados y fuga de cerebros. Realizó el cortometraje: Calitrans: fragmentos de la vida de tres mujeres transgénero, proyectado en marzo de 2010 en la Universidad Icesi. Obtuvo la beca ONU-Mujeres Región Andina para participar en el programa “Jóvenes Investigando Jóvenes - Relaciones de Género en la Sociedad de la Información” de la Cátedra Regional UNESCO Mujer, Ciencia y Tecnología en América Latina, FLACSO-Argentina. Actualmente realiza una investigación sobre mujer y emprendimiento cultural, además realiza su proyecto de grado el cual lleva como titulo Experiencias de enfermedad y corporalidad en pacientes adolescentes trasplantados de riñón desarrollado en conjunto con la Unidad de Trasplantes de la Fundación Valle del Lilí de Cali.
Diana Carolina Henao
Palabras claves: Teoría de redes sociales, Fuga de cerebros, colaboración científica, investigación, migración de intelectuales a países desarrollados.
Introducción La teoría de redes sociales, cuyos orígenes se remontan a los años 30 y 40, ha recibido, hasta su configuración actual, influencias diversas provenientes básicamente de la antropología, de la psicología, de la sociología y de la matemática. Es un buen ejemplo para destacar que teoría, aparato conceptual, métodos y técnicas de investigación pueden estar mutuamente vinculados. Esta teoría aporta una perspectiva innovadora: la relacional, la cual centra su análisis en las relaciones de las unidades que actúan en tanto que teoría, modelos, métodos y aplicaciones son expresables en términos relacionales. En este sentido, no es el individuo la unidad de análisis sino el conjunto formado por los individuos y los lazos entre ellos. En este ensayo haremos, por un lado, una breve introducción teórica y conceptual de la teoría de redes y, por otro lado, daremos algunas pistas para analizar el fenómeno de la “fuga de cerebros” a la luz de la teoría de redes, teniendo en cuenta algunos puntos claves respecto al tema, que retoma Martha Lilia del Río (2009) en su artículo Un análisis de la fuga de cerebros desde la teoría de redes sociales. ¿Qué son las redes sociales? Definición y algunos conceptos claves Las redes sociales pueden definirse como un conjunto bien delimitado de actores-individuos, grupos, organizaciones, comunidades, sociedades globales, etc. –vinculados unos con otros a través de una relación o conjunto de relaciones sociales (Lozares, 1996:106). Lozares señala que la importancia de estos vínculos radica en que pueden ser usados para interpretar los comportamientos sociales de las personas implicadas. También existen otras definiciones un poco más instrumentales o que se refieren más al aparato metodológico como la de Freeman (1992:12): “colección más o menos precisa de conceptos y procedimientos analíticos y metodológicos que facilita la recogida de datos y el estudio sistemático de pautas de relaciones sociales entre la gente”. Uno de los rasgos más cruciales de las redes sociales consiste en que necesitan “conceptos, definiciones y procesos en los que las unidades sociales aparecen vinculadas, unas a otras a través de diversas relaciones” (Wasserman y K. Faust citados en Lozares, 1996:6). 98
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Para complementar la definición de red social se mencionan algunos conceptos que exponen Wasserman y K. Faust (1994:7-20) y que retoma Carlos Lozares (1996) en su artículo La teoría de las redes sociales, que son fundamentales para comprender y analizar el fenómeno de las redes sociales: actor social, lazos relacionales, díada, triada, subgrupo y grupo. Conceptualizando cada uno tenemos que, primero, los actores sociales son entidades sociales sujetos de vínculos de las redes sociales. Pueden ser individuos, empresas, unidades colectivas sociales, departamentos en una empresa, agencias de servicio públicos en la ciudad, estados, etc. Los lazos relacionales son los vínculos entre pares de actores, unidad de análisis en las redes sociales. Son de diversos tipos como personales-amistad, respeto, consejo, etc.-; transferencias de recursos-bienes, dinero, información, etc.-; asociaciones, interacciones comporta mentales; movilidad geográfica o social; conexiones físicas; relaciones formales u organizaciones; etc. Por su parte, las díadas y triádas hacen referencia al posible lazo entre dos o tres actores, respectivamente. El subgrupo puede definirse como cualquier subconjunto además de los lazos existentes entre ellos. Por último, las redes sociales tienen la capacidad de modelar relaciones entre sistemas de actores que denominamos grupos en tanto conjunto de los actores sobre los que se miden los lazos. Es necesario recordar que se trata siempre de conjuntos infinitos. Por otro lado, la idea central de las redes sociales se basa en el hecho de que las personas piensan, sienten y hacen. Éstas se originan y se expresan en las pautas de las relaciones situacionales que se dan entre los actores, oponiéndose así a la idea de que los atributos o características de los actores individuales están en la base o son causa de las pautas de comportamiento, por tanto de la estructura social. En esta medida, lo que más importa en la teoría de redes son los vínculos que se dan entre los diferentes actores en las diversas situaciones en las que son observados. Lozares hace énfasis en la idea de que el análisis de redes no es más que una herramienta conceptual y de métodos descriptivos, estructurales y predictivos. Es decir que, por un lado, los actores sociales y sus acciones son vistas como interdependientes y no como unidades autónomas; por otro, los lazos relacionales entre los actores pueden indicar transferencias de recursos, tanto materiales como no materiales. Además, los modelos de la teoría de redes “contemplan las estructuras de las relaciones como entornos que o bien proporcionan oportunidades o bien Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
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restringen la acción individual. De igual modo, los modelos de las redes identifican la estructura social, económica, política etc. como pautas constantes de las relaciones entre actores” (Lozares, 1996:109). “La fuga de cerebros” desde la teoría de redes “La fuga de cerebros” o el Brain drain hace referencia “al flujo entre países de una gran cantidad de personas que poseen un alto grado de capacitación, es decir, cualificación, conocimiento y experiencias” (Del Río, 2009:92). Según Ferro, “el termino fuga de cerebros indica la transferencia de recursos en forma de capital humano, en particular la migración de individuos altamente educados desde países en desarrollo a países desarrollados” (Ferro citado en Del Rio, 2009: 93). Este fenómeno ha sido objeto de varios estudios de diferentes autores durante varias décadas y, poco a poco se han incluido nuevos aspectos en su modelización. En este ensayo se mostrará cómo la teoría de redes puede ser bastante útil para explicar la decisión de los investigadores de países en vías de desarrollo de trasladarse a otros países desarrollados. La teoría del crecimiento endógeno sugiere que el capital humano es uno de los recursos más importantes para generar un mayor grado de desarrollo económico. Martha Lilia del Río señala que la sociedad del siglo XXI es identificada como la sociedad del conocimiento, esto implica que el capital humano se convierte “en el motor de la economía”. En esta medida, la fuga de cerebros se constituye como un fenómeno social con un impacto socio-económico bastante significativo para las economías expulsoras ya que éstas pierden una proporción relevante de su factor de producción más importante perdiendo capacidad de desarrollo y crecimiento endógeno. La teoría económica, asume que “los individuos o agentes actúan directa o indirectamente con otros para lograr un resultado deseado, todas aquellas teorías que omiten las conexiones entre los agentes y las redes sociales que surgen de sus relaciones pueden considerarse incompletas. Por esta razón, la teoría de redes se ha posicionado como una herramienta indispensable para pensar, describir y cuantificar sistemas complejos” (Newman citado en del Río, 2009). Como se dijo en la primera parte del ensayo, los vínculos entre los diferentes actores sociales pueden indicar, primero, transferencias de recursos tanto materiales como no materiales, también, segundo, la estructura social o 100
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económica que da sentido a las relaciones y permite mirarlas como relaciones que “ofrecen” oportunidades así como que restringen la acción individual. Esto último nos remite al tema de la “fuga de cerebros” y nos permite decir que cuando un investigador emigra hacía un país desarrollado, su decisión no sólo atraviesa intereses de tipo económico como el salario; sino que también emplea criterios sociales como las afinidades intelectuales. Cuando el investigador decide cambiar de red científica lo hace porque en su nueva red encontrará una mejor y mayor aglomeración de científicos, lo cual le podría permitir, por un lado, incrementar su producción intelectual e investigativa y, por otro, incrementar su capital cultural, entendido en los términos que propone Bourdieu. En esta medida, no solo estaríamos hablando de beneficios individuales sino también colectivos, pues pertenecer a una red grande de científicos implica efectos positivos en la producción investigativa ya que al establecerse vínculos entre ellos se mejora el desarrollo del trabajo científico o se incrementa la cantidad de los productos investigativos obtenidos. Las redes de colaboración científica generan economías de escala, las cuales se constituyen en un incentivo positivo para los investigadores impulsándolos a cambiar de red geográfica, porque solo los científicos ubicados en ellas pueden beneficiarse de estas economías que son las que generan, en palabras de Martha Lilia: Clústers del conocimiento. Los grupos de expertos promueven en los investigadores el deseo de emigrar. La fuga de cerebros, según el estudio de Martha del Río, se presenta porque “la búsqueda de una mayor colaboración científica exige en muchas ocasiones conexión geográfica, ya que el trabajo investigativo realizado en conjunto debe apoyarse en unos componentes logísticos como la tecnología y el capital puestos al servicio de la investigación, los cuales se encuentran localizados en ciertos lugares en países desarrollados” (Del Rio, 2009:91). Con esto la autora, pretende develar que existen espacios determinados por los intercambios desiguales entre los centros hegemónicos y los no hegemónicos de producción del conocimiento. “Los profesionales que más tienden a emigrar son aquellos que trabajan en investigaciones de punta en alta tecnología o áreas cuyo desarrollo es apenas incipiente en su país de origen: ingeniería electrónica o biomédica, biomedicina, neurología, o matemáticas aplicadas” (Lalinde citado en del Río, 2009:91).Estos actores se ven obligados a cambiar de red geográfica, si quieren aprovechar todos los beneficios que les brinda la colaboración científica de los países desarrollados. Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
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Para complementar la anterior idea, resulta interesante mencionar algunas reflexiones y pistas conceptuales que exponen Gustavo Lins y Arturo Escobar en su libro Antropologías del mundo: transformaciones disciplinarias dentro del sistema de poder (2008). En este, se habla de la diversidad de “antropologías” que se practican en el mundo a principios del siglo XXI y los modos en que el potencial pluralizador de la globalización les permite a los antropólogos, de las diferentes regiones del mundo, beneficiarse de esta diversidad. Lins y Escobar hacen referencia al concepto de “antropologías hegemónicas” que son “el conjunto de formaciones discursivas y prácticas institucionales asociadas con la normalización de la antropología académica llevada a cabo principalmente en Estados Unidos, El Reino Unido y Francia” (Restrepo citado en Lins y Escobar, 2008). Como lo señala Del Río, estos serían los centros o zonas geográficas especificas donde se encuentran los “clúster del conocimiento” antropológico. Los autores retoman y aplican la noción de “Sistema-mundo” de Immanuel Wallerstein a la investigación de la naturaleza de las ciencias sociales y la academia. Se sugiere que estás también se encuentran estructuradas por las relaciones de poder y por la expansión capitalista eurocéntrica. En efecto, Lins y Escobar hacen referencia a la noción de “Sistema-mundo de la antropología” del antropólogo sueco Tomas Gerholm (1995) que sostiene que Estados Unidos, Gran Bretaña, y en menor proporción Francia, constituyen el núcleo del sistema respecto a la producción intelectual antropológica. Takami Kuwayama, por otro lado, señala la complejidad de las relaciones en y entre el centro/periferia y la existencia de élites de la periferia que están fuertemente conectadas con las del centro: “El sistema-mundo de la antropología define las políticas involucradas en la producción, diseminación y consumo del conocimiento de otras poblaciones y culturas. Los académicos influyentes en los países del centro están en posición de decidir qué tipos de conocimientos se les debe concebir autoridad y atención. Así el conocimiento producido en la periferia, sin importar lo significativo y valioso, está destinado a permanecer oculto en lo local a menos que satisfaga los estándares y las expectativas del centro” (Kuwayama citado en Lins Ribeiro y Escobar, 2008:13).
Según Del Río, la fuga de cerebros atraviesa dos tipos de redes: la red de colaboración científica, que señala los vínculos que forman los investigadores para la realización 102
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de sus investigaciones en conjunto, y la red geográfica, que se refiere a la localización de científicos que se encuentran en la misma área geográfica. Por tal motivo, dos investigadores se hallan geográficamente conectados si se encuentran en el mismo espacio geográfico. Del Río expone que la fuga de cerebros ocurre, por ejemplo, cuando la falta de conexiones geográficas impide que dos investigadores realicen sus investigaciones en conjunto, lo cual hace necesario el desplazamiento geográfico del que tiene más necesidad. Al respecto, la autora expone: “la ubicación geográfica actúa como una barrera para la colaboración científica mundial. Aunque se puedan formar caminos con distancias geodésicas cortas entre investigadores de países subdesarrollados e investigadores de países desarrollados, los profesionales altamente capacitados deciden emigrar hacía economías con un importante nivel de investigación y colaboración científica” (Del Río, 2009:100).
Esto último puede explicarse ya que las redes geográficas de los países desarrollados cuentan con una mayor colaboración científica entre sí pues existen factores propicios para ello, como infraestructura tecnológica y un número de científicos en la misma área geográfica. Una red de colaboración científica es lo que se trata de ilustrar en el Gráfico 1. Gráfico 1
Red de colaboración científica en el país desarrollado
Fuente: Elaboración propia Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
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Otro punto importante que señala Martha Lilia es que la ubicación geográfica es un elemento crucial en el análisis de la fuga de cerebros pues las redes de colaboración científica, además de compartir información, comparten infraestructura y tecnología, luego, los investigadores no pueden beneficiarse de ello si no están inmersos en una misma red geográfica. Es decir, la decisión de emigrar al país desarrollado pasa por una cuestión de utilidad, pues el investigador que decide emigrar podrá obtener mayores beneficios (colaboración científica, recursos tecnológicos y económicos) que en su país de origen, donde la colaboración científica es menor y los recursos económicos y tecnológicos son más restringidos. Gráfico 2
Fuga de cerebros a la red del país desarrollado1
Fuente: Elaboración propia
El Gráfico 2 da cuenta de lo anterior en la medida en que muestra la conectividad de dos redes geográficas de colaboración científica. En la medida en que se presentan los nodos y sus conexión, ambas redes dan a conocer los puentes que permiten la interconexión y los puntos desde los cuales pueden darse los procesos de emigración. 1 Los nodos color gris oscuros representa la Red del país Desarrollado como se puede observar desde el Gráfico 1. En color gris claro (1, 2, 3, 4 y 5) están los nodos de la Red del país en Desarrollo. En este caso, se observan tres puentes: (4-10), (4-9) y (3-15). 104
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Los estudios de élites muestran que las personas tienen más probabilidades de tener una conexión, relación o amistad si fueron a la misma escuela al mismo tiempo. Según Charles Kadushin, puede ser que simplemente comparten el vínculo de pasar por la misma escuela pero en diferentes momentos, en este caso hablamos de homofilia. Este concepto, para la teoría de redes, puede definirse como la posesión de uno o más atributos sociales comunes, la misma clase social por ejemplo. Una propuesta más técnica del concepto plantea que “son homófilos un par de personas (o de organizaciones) si sus características coinciden en una proporción mayor de lo esperado en la población que se describe o en la red de la cual son parte” (Verbrugge citado en Kadushin, 1999). Teniendo en cuenta lo anterior, se puede decir que es más fácil para una persona de un país en desarrollo realizar su investigación trasladándose al país desarrollado, que vinculándose a ella desde su país, ya que solo estando allí podrá beneficiarse completamente. En esta medida, el investigador del país en desarrollo se convertiría en un nodo más de la red científica del país desarrollado y pasaría a convertirse en un homófilo. Para llamar a un par homófilo Kadushin señala que se deben considerar dos tipos de causas: “Normas comunes unen nodos con atributos comunes, o al contrario, atributos comunes pueden conducir a normas comunes y esto es válido para los individuos y colectividades” (Burt citado en Kadushin, 1999).Un segundo motivo de homofilia es la ubicación estructural: “Dos nodos pueden tener los mismos atributos porque ambos operan en el mismo escenario y viceversa” (Feld y Carter citados en Kadushin, 1999). El Gráfico 2 ayuda a entender como ocurre el fenómeno y me permite comparar la colaboración científica en el país desarrollado y en el que está en desarrollo. En este grafico, se muestra que la red geográfica del país desarrollado cuenta con una mayor colaboración científica, ya que el número de nodos y la vinculación entre ellos es mayor que la red geográfica del país en desarrollo. Esta última cuenta con una colaboración científica más restringida pues posee un menor número de nodos, así como vinculaciones entre ellos. Los nodos 3 y 4 son cruciales en esta red ya que son los únicos que permiten llegar a la red del país desarrollado. Lo importante es el número de científicos con los que cuenta cada red, lo cual determina su nivel de importancia global y comparar de esta manera el grado de colaboración científica de cada red. En esta medida, como lo señalamos anteriormente, los investigadores tienen más posibilidades de beneficiarse de la red científica del país desarrollado si están geográficamente cerca. Como lo señala Kadushin: “En todos los niveles de análisis, los nodos tienen más Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
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probabilidades de estar conectados entre sí, manteniendo otras condiciones iguales, si están geográficamente cerca a uno con el otro” (Kadushin, 1999). Otra cosa interesante para resaltar es que los lazos que conectan las dos redes son más débiles porque se trata de una red geográfica. Por lo tanto, un investigador se beneficia más si se traslada espacialmente a la otra red, de lo contrario, mantendría lazos débiles con la red del país desarrollado a través de internet o de publicaciones u otros medios que pudiesen estar disponibles. Gráfico 3
Los cinco Nodos que interconectan ambas redes2
Fuente: Elaboración propia
Por otro lado, parece importante hablar del capital social. Este concepto hace referencia a “los recursos que individuos ponen en juego como su educación y experiencia. Por supuesto, las organizaciones tienen capital no sólo en términos de su definición habitual, recursos financieros, sino también en términos de cualidades menos fácilmente medidas como el buen nombre” (Kadushin, 1982). En efecto, el capital social aparece como un elemento importante en el análisis de la fuga de cerebros, pues cuando el investigador decide insertarse en la red del país desarrollado, también estaría en busca de capital social. 2 Los 3 nodos color gris oscuros (9, 10 y 15) son los que conectan la Red del país Desarrollado con la Red del país en Desarrollo como vemos en el Gráfico 2. 106
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La posibilidad de insertarse en esa red le permite al investigador no sólo encontrar colaboración científica, sino que pone en juego su capacidad hacer conexiones con otros investigadores. Al hacer parte de una red científica más grande, que le brinda recursos en diferentes aspectos, le permite ser un nodo crucial para otros que se encuentran en el país en desarrollo, lo que le brinda la posibilidad de incrementar sus contactos y ser más importante en ambas redes. Los nodos 3 y 4, que sostienen conexiones con los nodos 15, 9 y 10 de la red del país desarrollado, poseen mayor capital social al ser los únicos puntos de conexión entre las dos redes. Para los primeros nodos, insertase a la red científica del país desarrollado será mucho más fácil. De igual modo, estos se convierten en mediadores de información entre las dos redes (caminos geodésicos dentro de la red global) lo cual les confiere una posición de “élite” en la red local y una posición privilegiada en la global, como lo ilustra el siguiente Gráfico 3. Conclusiones La importancia de la teoría de redes reside en su perspectiva relacional que permite centrarse en los vínculos o lazos existentes entre los actores sociales, como unidades de análisis. Con el análisis de la “fuga de cerebros” a partir de la teoría de redes, lo que se hizo fue poner en acción la perspectiva relacional de la teoría , que señala el carácter limitado de otras que omiten las conexiones entre los agentes sociales y las redes que resultan de sus relaciones. La teoría de redes fue un importante elemento para el análisis del fenómeno de la “fuga de cerebros”, ya que permite demostrar que la colaboración científica produce mayores beneficios y, por lo tanto, promueve el traslado de investigadores desde países en desarrollo hacía países desarrollados que cuentan con redes más grandes y con mayor colaboración científica. De igual modo, brinda la posibilidad de analizar cómo la colaboración científica puede verse limitada por la ubicación geográfica, ya que el país desarrollado posee mayor tecnología y mayor capital de inversión, generando “clústers de científicos” que incrementan la producción de los que están inmersos en la red. Como lo señala Kadushin, “en todos los niveles de análisis, los nodos tienen más probabilidades de estar conectados entre sí, manteniendo otras condiciones iguales, si están geográficamente cerca a uno con el otro” (Kadushin, 1999). Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
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Se puede argumentar que para el investigador resulta más fácil trasladarse al país desarrollado porque el hecho de estar cerca geográficamente le permite generar lazos fuertes y beneficiarse completamente de la red. De la misma manera, esto lo convierte en un nodo “élite” en la red local, y con una posición privilegiada en la red global. En esta medida, se convertirá en un puente de entrada a la red del país desarrollado y a su red local, además de incrementar sus contactos. Cabe resaltar que es importante pensar en las relaciones que se gestan entre los actores como fuentes de recursos tanto materiales como no materiales. Bibliografía DEL RÍO, Martha Lilia (2009). “Un análisis de la fuga de cerebros desde la teoría de redes sociales”. En: Sociedad y Economía. Cali, No. 17 junio-diciembre de 2009. FERRO, A. (2004): “Brain Drain and the Academic and the Intellectual Labour Market in South East Europe”. En: UNESCO-CEPES Vol.23, No. 3 p.275-305. GERHOLM, Thomas. (2005). “Sweden: Central Ethnology, Peripheral Anthropology”. En: H. F. Vermeulen y A. A. Roldán. Fieldwork and Footnotes: Studies in the History of European Anthropology. pp. 159-170. Londres: Routledge. KADUSHIN, Charles (1999). “Introducción a la teoría de redes”. En: Capítulo 2 “Algunos conceptos básicos sobre redes y proposiciones”. KUWAYAMA, Takami (2004a). Native Anthropology: The Japanese Challenge to Western Academic Hegemony. Melbourne: Trans Pacific Press. --------------- (2004b). “The ‘World System’ of Anthropology: Japan and Asia in the Global Community of Anthropologists”. En: S. Yamashita, J. Bosco y J. S. Eades. Making of Anthropology in East and 382 Southeast Asia. pp. 35-56. Oxford: Berghahn Books. LALINDE, A. (2008): “50 cerebros fugados”. En: Revista Poder: http://sydney.edu. au/medicine/nepean/research/RevistaPoder2006.pdf LINS RIBEIRO, Gustavo y Arturo Escobar (2008). Antropologías del mundo: transformaciones disciplinares dentro del sistema de poder. LOZARES, Carlos (1996). La teoría de las redes sociales. Universidad Autónoma de Barcelona. RESTREPO, Eduardo y Arturo Escobar (2005). “Other Anthropologies and Anthro108
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Consulta previa en casos de minería para comunidades indígenas y tribales* Claudia Jimena Abello** (claudiaj.abello@gmail.com) Artículo de investigación científica y tecnológica recibido el 28/06/2012 y aprobado el 17/10/2012.
Como citar este artículo: ABELLO C. Claudia Jimena (2012). “Consulta previa en casos de mineria para comunidades indígenas y tribales”. En: Trans-pasando Fronteras, Núm. 2, pp. 111-124. Cali, Colombia: Centro de Estudios Interdisciplinarios, Jurídicos, Sociales y Humanistas (CIES), Universidad Icesi. Resumen Este artículo hace un recorrido sobre la jurisprudencia de la Corte Constitucional sobre consulta previa y la minería. El objetivo es establecer las principales reglas, que ha creado la Corte al ponderar el derecho a la consulta previa versus el derecho del Estado a la explotacion de recursos naturales. También, se intentará dar un esbozo de lo que entiende la Corte Constitucional como consulta previa y el procedimiento a seguir. Finalmente se hace una pequeña reflexión sobre el multiculturalismo y los derechos diferenciales. Palabras claves: Consulta previa, jurisprudencia Corte Constitucional colombiana, minería, multiculturalismo. * Gracias a mi compañera Paola Villegas de Derecho Constitucional II. Sin ella este trabajo no hubiera sido posible. ** Estudiante en séptimo semestre de Antropología y cuarto semestre de Derecho de la Universidad Icesi. Sus áreas de interés la antropología jurídica, los derechos humanos y el derecho ambiental. Es asistente de investigación del programa de Antropología en la universidad Icesi. Miembro e investigadora del semillero de derechos humanos GANDHI de la Universidad Icesi.
Claudia Jimena Abello
Introducción El siguiente ensayo nace en el curso de Derecho Constitucional II, en el que se planteó como actividad semestral la realización de una línea jurisprudencial. Su fin es analizar el papel que desempeña la Corte Constitucional como máximo intérprete de la Constitución, y comprender su actividad judicial. Para la realización de la línea jurisprudencial, se eligió el tema del derecho a la consulta previa que tienen las comunidades indígenas y tribales. Específicamente cuando se llevan a cabo proyectos que afectan directamente a la comunidad o a su territorio. Al iniciar la investigación, se llegó a la conclusión de que el derecho a la consulta previa ha sido asumido por la Corte Constitucional Colombiana de una forma muy amplia, ya que ha abordado diversas problemáticas como la educación, la construcción de carreteras, los puertos marítimos, las explotaciones petroleras y mineras, entre otros. En consecuencia, el análisis se delimitó al tema de la consulta previa por el desarrollo de proyectos mineros y/o petroleros, y se decidió plantear como problema jurídico1 lo siguiente: ¿Se vulnera el derecho fundamental de las comunidades étnicas a la consulta previa cuando se realizan obras, proyectos y/o actividades mineras o petroleras, que tengan la potencialidad de afectar sus territorios, con fundamento en la potestad que tiene el Estado colombiano para explotar los recursos naturales en el subsuelo del territorio nacional? En las siguientes páginas se presentarán los resultados obtenidos del análisis de dicho problema jurídico. Se iniciará con una breve descripción del vuelco multicultural que se ha dado en América Latina durante las últimas décadas, con el fin de entender las razones por las cuales en Colombia, con la constitución de 1991, se le dio por primera vez un reconocimiento real a los derechos de las comunidades indígenas y tribales. Luego, se mostrará el trabajo doctrinal que la Corte Constitucional ha desarrollado en sus fallos para hacer efectivo el ejercicio de los derechos de estas comunidades, tomando como centro aquellas sentencias que corresponden al tema de la línea. Finalmente, se presentará las conclusiones y una crítica al trabajo que la Corte Constitucional ha desarrollado sobre este tema.
1 El problema jurídico puede equivaler a la pregunta central o al problema de investigación en una investigación en otras Ciencias Sociales. 112
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El giro multicultural: unidos en la diversidad Durante las últimas tres décadas en América Latina, se ha venido desarrollando un fenómeno que algunos han denominado como el “vuelco multicultural”. Se ha llamado así porque durante ese tiempo, 15 países Latinoamericanos han llevado a cabo procesos de redefinición de la nación. Diríamos pues, que muchas naciones pasaron de un concepto homogenizado de nación, a una visión más amplia y multicultural de la misma. Al respecto, podemos destacar lo que Catalina Botero (2003) propone como un Estado multicultural: “aquel en el cual conviven simultáneamente los miembros de la sociedad mayoritaria con grupos que son calificados como minorías nacionales y/o grupos étnicos. En consecuencia, las normas que reconocen y protegen la diferencia cultural se dirigen, fundamentalmente, a aquellos grupos que pueden ser catalogados dentro de una de estas dos categorías” (Botero, 2003:46-87).
En Colombia, por ejemplo, la constitución de 1886 construyó una nación homogénea compuesta por una sola raza mestiza, un solo Dios católico y una sola lengua: castellano. De acuerdo con estas premisas, en Colombia se llevaron a cabo numerosas políticas públicas para que los “salvajes vayan reduciéndose a la vida civilizada”, tal como lo dicta la ley 89 de 1890. Pero fue gracias a las numerosas luchas agrarias y políticas de grupos de indígenas, afros y solidarios, sumado a esfuerzos internacionales, que se logró transformar la realidad jurídica de las minorías étnicas (Caviedes, 2002). Trasportémonos entonces a 1991, un momento de alta agitación política del país, donde se conformó la Asamblea Nacional Constituyente. Allí tendríamos, tres representantes indígenas: Francisco Rojas Birry, miembro de una comunidad Embera, elegido por la Organización Indígena de Colombia; Lorenzo Muelas, miembro de la comunidad Guambiana, elegido por el Movimiento de Autoridades Indígenas de Colombia; y Alfonso Peña, miembro del grupo indígena guerrillero desmovilizado Quintín Lame (Bonilla, 2006:124-126). Para Daniel Bonilla (2006), la constitución del 91 le brindó a las comunidades la oportunidad de construir unos principios constitucionales, que permitieran enmendar la violencia y exclusión física y jurídica, de las comunidades. En palabras de Bonilla una “justicia correctiva” (Bonilla, 2006:131). El argumento central de los líderes indígenas, mostraba que es poco probable que el Estado colombiano aplique hoy en día políticas de homogenización, Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
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como en otras épocas. Aún así, lo hecho en el pasado repercute enormemente, aumentado las desigualdades generadas entre indígenas y no indígenas. Por lo tanto, es necesario que el Estado se ponga en la tarea de incluir y a la vez reconocer la diversidad étnica. Pero no todo fue color de rosa, Bonilla (2006) señala en el texto La Constitución Multicultural, dos fuertes tensiones plasmadas en la Constitución. La primera de ellas, entre la igualdad y la diferencia; representada, por un lado, en el deseo de las comunidades étnicas de ser incluidas, sin discriminación, en el proceso de construcción de la nación; por otro lado, el reconocimiento a la diversidad étnica, que implica la protección y promoción de las culturas minoritarias. La segunda tensión, se encuentra entre unidad y autonomía; unidad al defender la promoción de los derechos humanos y autonomía de conservar una jurisdicción propia. “Estos dos conflictos de valores muestra claramente que la carta política se mueve como un péndulo entre los valores políticos de la unidad cultural y la diferencia cultural. (…) El movimiento de péndulo entre la diversidad y unidad cultural puede verse también en la promulgación de derechos de autogobierno y de facultades jurisdiccionales para los grupos indígenas y los limites que fueron impuestos” (Bonilla, 2006:141-142).
En pocas palabras, las reformas constitucionales que se dieron a finales de los ochenta y principios de los noventa, son el punto de llegada de numerosas luchas nacionales e internacionales de diferentes grupos étnicos. Estas reformas, permitieron reconocer la diversidad étnica y cultural de los países, concediendo así, numerosos derechos políticos y sociales a minorías que antes estaban destinadas a ser integradas a la sociedad mayor. Pero esta transformación no es renuente de tensiones, en el texto constitucional se plasmaron valores y principios que se contraponen los unos con los otros. Por eso, es necesaria la actuación de la Corte Constitucional como máximo intérprete de la constitución. Trabajo de la Corte Constitucional en el caso concreto En esta sección, se expondrán en orden cronológico las sentencias en las que la Corte Constitucional ha solucionado casos que corresponden a nuestro problema jurídico. También, se señalarán las sentencias conceptualizadoras en las que el trabajo de la Corte 114
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Constitucional ha sido establecer argumentos que soportan la consulta previa. Este trabajo estará dividido en cinco sub-partes. Se comenzará con la sentencia fundadora2, es decir la de mayor antigüedad, de la que parten todas las de sentencias análogas. Para luego continuar con la SU-039/1997, caso representativo del conflicto indígena y la explotación petrolera. Pasaremos después, por la T-880/2006, donde se enfrenta la etnia Motilón Bari a ECOPETROL por la explotación de un poso minero en Tibú (Norte de Santander). Continuaremos, con la T-769/2009 donde se enfrenta la comunidad Embera y la Muriel Mining Corporation. Siguiendo, con la T-1045A/2010 en la que se enfrenta la comunidad negra de La Toma con el empresario Héctor Jesús Sarria. Finalizaremos con la sentencia T-129/2011, en la cual los resguardos Emberá-Katío, Chidima-Tolo y Pescadito presentan una querella contra la Gold Plata Corporation. Antes de inciar con la cronología, es pertinente explicar que el concepto de consulta previa no es monolítico, es decir, no se presenta de la misma manera en todas las sentencias. Sabemos que existen tratados internacionales como: el 169 de OIT, la Ley 21 de 1991 y el decreto 1320 de 1998, que intentan regular esta materia. Pero estos tratados, leyes y decretos no establecen un concepto univoco de la consulta previa. Por eso, es necesario que se analice caso por caso la jurisprudencia de la Corte Constitucional, para saber las reglas que se aplican a casos análogos. En la sentencia fundadora, no se discute sobre el derecho fundamental a la consulta previa, cuando se intentan realizar proyectos mineros. En ella, la Corte Constitucional se pronuncia por primera vez, acerca de la procedencia de la acción de tutela para la defensa de los derechos de las comunidades indígenas, en casos que involucran la explotación de los recursos naturales del Estado. En síntesis, el conflicto se presenta cuando la Corporación Nacional de Desarrollo del Chocó (CODECHOCO) y la Compañía de Maderas del Darién (MADARIEN) vulneran y amenazan los derechos fundamentales de la comunidad indígena Emberá-Katío de Chajeradó. Entre ellos, el derecho a la vida, al trabajo, a la propiedad, a la integridad étnica y el derecho a la especial protección del Estado como grupo étnico, entre otros. 2 En relación a estos fallos, se puede decir que son “usualmente proferidos en el periodo inicial de la actividad de la corte (1991-1993), en los que se aprovecha sus primeras sentencias de tutela o de constitucionalidad para hacer enérgicas y muy amplias interpretaciones de derechos (u otros institutos) constitucionales” (López, 2006:164). Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
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Los hechos inician cuando MADARIEN, en asociación con el señor Reinerio Palacios, realizaron una explotación forestal en Chajeradó, Municipio de Murindo (Antioquia). Razón por la cual, la comunidad indígena Emberá-Katío presentó la tutela. En su defensa, los representantes legales de los demandados alegaron, que la tutela en este caso no procede, porque la pretensión de la comunidad es resarcitoria. Por lo tanto, debieron haber acudido a la acción colectiva, como medio idóneo para obtener la indemnización. Para MADARIEN la acción de tutela es contraria al artículo 86 de la Carta, ya que es de naturaleza preventiva. Al analizar el caso concreto y los argumentos de las partes, la Corte Constitucional declara procedente la tutela. Porque es importante entender que las comunidades indígenas son un sujeto colectivo diferente a cualquier grupo de personas, que se unen con el objetivo de defender sus derechos cumunales. En la sentencia se expone: “Los derechos fundamentales de las comunidades indígenas no deben confundirse con los derechos colectivos de otros grupos humanos. La comunidad indígena es un sujeto colectivo y no una simple sumatoria de sujetos individuales que comparten los mismos derechos o intereses difusos o colectivos (CP art. 88). En el primer evento es indiscutible la titularidad de los derechos fundamentales, mientras que en el segundo los afectados pueden proceder a la defensa de sus derechos o intereses colectivos mediante el ejercicio de las acciones populares correspondientes” (Sentencia T-380/1993).
Este argumento es importante para el análisis de la línea por dos razones. En primer lugar, establece que los derechos de las comunidades indígenas pueden ser protegidos mediante tutela. Debido a su condición especial de “sujeto colectivo”, no son la suma de individuos que comparten una causa común. En segundo lugar, establece la tutela como un mecanismo idóneo frente a la vulneración de derechos, que produce la explotación de recursos naturales en territorios indígenas. A continuación, se presentarán las sentencias análogas sobre minería y consulta previa que resolverán nuestro problema jurídico. Como el tema es tan específico, sólo encontramos seis sentencias que se ajustan a los criterios que inicialmente se plantearon. Los hechos que a grandes rasgos conectan estas sentencias son: la concesión de la exploración y/o explotación minera o petrolera, por parte del Estado a una empresa o par116
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ticular, en territorio de comunidades negras o indígenas. La vulneración del derecho de consulta previa se da, entonces, cuando no se hace la consulta, o cuando los mecanismos por la que se realizaron no fueron idóneos. Uno de los primeros casos, tal vez el más emblemático, es el caso de la SU-039 de 1997. En el año de 1992, a la empresa Colombia Inc. se le concedió un permiso para la explotación de hidrocarburos en territorio de la comunidad indígena U’wa. En febrero de 1995, la empresa realiza una reunión informativa en Arauca, donde comunica a la comunidad los alcances del proyecto. El defensor del pueblo, en nombre de los indígenas, interpone una tutela, argumentando que la reunión no fue una consulta previa y que debido a esto, se les violan derechos fundamentales. En esta sentencia, la Corte Constitucional establece que es una tarea del Estado proteger la integridad étnica, social, económica y cultural de las comunidades, ante la explotación de recursos naturales en sus territorios. También instaura la consulta previa y la tutela como un medio idóneo y necesario para preservar los derechos indígenas, consagrados en la constitución y en los artículos 6, 7 y 15 del convenio 169 de la OIT. La siguiente sentencia en la línea, es la T -880/2006. En ella, la comunidad Motilón Barí, tutela ante la vulneración a su derecho de consulta previa, por la perforación del pozo Álamo en el Municipio de Tibú ( Norte de Santander), por parte de la Empresa Colombiana de Petróleos ECOPETROL S.A. La empresa desconoce el territorio indígena, practicando una reunión informativa que no cumple con los estándares de consulta previa. La Corte Constitucional, nombra distintas normas que protegen lo derechos colectivos a la consulta previa y la diversidad étnica de las comunidades indígenas y tribales, tales como: los artículos 1,7, 63,70, 171, 176, 246, 329 y 330 de la Constitución Política; los articulo 6, 7 y 15 del convenio 169 de la OIT (parte del bloque de constitucionalidad), la ley 121 de 1991 que ratifica el convenio y el decreto 1397 de 1998 que regula la consulta previa en Colombia. Concluye que la consulta previa debe ser guiada por el mutuo respeto y la buena fe, por el conocimiento pleno sobre los proyectos y la afectación que estos producen para la integridad de las comunidades. En esta sentencia, la Corte Constitucional establece que la simple notificación de la explotación no es consulta previa, es necesaria una concertación. Cuando no se llegue a un acuerdo entre las partes, la decisión debe ser tomada por la autoridad pertinente desprovista de arbitrariedad y autoritarismo: Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
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“En todo caso deben arbitrarse los mecanismos necesarios para mitigar, corregir o restaurar los efectos que las medidas de la autoridad produzcan o puedan generar en detrimento de la comunidad o de sus miembros.”(T-039/1997)
El siguiente caso, corresponde a la sentencia T-769/2009, en el que está en conflicto la empresa minera Muriel Mining Corporation con la comunidad indígena Emberá y las comunidades negras de los departamentos de Antioquia y Chocó. A la empresa minera, se le concede una licencia para explotar el subsuelo en territorios donde habitan estas comunidades étnicas, ya que se había realizado “debidamente” la consulta previa. Pero se instaura la tutela, porque las comunidades étnicas consideran que el proceso de consulta previa no se hizo de la forma adecuada. Frente a esta situación, la Corte Constitucional en su fallo reiteró los tres aspectos de alcance de la consulta y su contenido esencial. En ellos, se constata que el principio de la buena fe debe esta inmerso durante el proceso, es decir que la consulta debe hacerse de forma honesta y completa. De no ser así, las comunidades étnicas tienen el derecho a defenderse, mediante los mecanismos que resultes más rápidos y eficaces para evitar los posibles daños, que pueda causar la omisión de la consulta. 1. “La consulta resulta obligatoria cuando las medidas que se adopten sean susceptibles de afectar específicamente a las comunidades aborígenes, en su calidad de tales”. 2. Aunque el procedimiento de consulta previa no tenga reglas de manera estricta en el convenio 169 de la OIT, el trámite debe estar ceñido al principio de la buena fé, es decir: el mutuo respeto, la transparencia y la confianza recíproca entre las partes. La consulta está basada en la comunicación y el entendimiento por esta razón se debe procurar que: • “Que la comunidad tenga conocimiento pleno sobre los proyectos” • “Que igualmente sea enterada e ilustrada a cabalidad sobre la manera como la ejecución de los proyectos puede conllevar una afectación o variación sobre sus derechos, sus tradiciones y, en general, el hábitat”. • “La comunicación abierta, oportuna, libre y sin interferencias extrañas, procurándose la convocatoria de los representantes legítimos”. 3. La consecuencia jurídica de la omisión frente al deber de la consulta previa, habrá un amparo constitucional por medio de la cual las comunidades pueden hacer efectivas las medidas necesarias” (Sentencia T-769/2009). 118
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En la sentencia mencionada, también se exponen los tres objetivos de la consulta previa, retomado la sentencia T-039/1997. Adicionalmente, se afirma que: “se entiende también, como aparejada a la consulta, la información o notificación que se le hace a la comunidad indígena sobre un proyecto de exploración o explotación de recursos naturales” (T-769/2009). Lo que indica, un pequeño cambio en la jurisprudencia de la Corte. De la misma manera se establece que el Ministero de Ambiente es el encargado de verificar: “i) si existe una vulneración de los derechos de los indígenas y afrodescendientes en su territorio; y ii) determinar el impacto ambiental que se genera en dichas zonas” (T-769/2009). Finalmente, la Corte utiliza el caso Saramaka de la Corte Interamericana y la relatoría especial de la ONU (Anaya, 2010), para establecer el conocimiento libre e informado de las partes, convirtiendo las desiciones de las comunidades en vinculantes. Al año siguiente, se presentó el caso en el que la comunidad tribal del corregimiento de la Toma, municipio de Suárez, Cauca, interpuso acción de tutela contra INGEOMINAS y la Alcaldía de Suárez, por haberle concedido una licencia de 10 años al señor Héctor Sarria para la explotación de un yacimiento de oro, cuyo desarrollo afectaría el territorio de carácter ancestral de la comunidad de la Toma. Hasta el momento no se había realizado la consulta previa a la comunidad. En su fallo, la Corte Constitucional reitera lo dicho en el caso anterior, acerca de los alcances de la consulta previa y las características de transparencia y respeto con las que se debe realizar, anexa las situaciones en las que se debe hacer la consulta previa a las comunidades indígenas o tribales, así: 1. “Cuando se adopten medidas legislativas o administrativas que afecten a las comunidades étnicas. 2. Antes de la explotación o exploración minera o de otros recursos naturales, que se encuentre en los territorios de comunidades indígenas o tribales. 3. Cuando sea necesario trasladar las comunidades nativas de sus tierras a otros sitios. 4. Antes de diseñar y ejecutar planes de formación profesional dirigidas a dicha población” (Sentencia T-1045A/2010). En la sentecia T-045A/2010, se retoma los argumentos expresados en las sentencias T-769/2009 y SU-039/1997. Por lo tanto, se establece la consulta previa como un meTrans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
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canismo donde prima la buena fe y la transparencia, al igual que la decisión objetiva y razonable de la autoridad estatal. También, se reitera el principio de conocimiento libre e informado establecido por las relatorias de la ONU y el caso Saramaka de la Corte Interamericana. Adicionalmente, menciona artículos de la Ley 685 de 2001 que exige: 1. “antes de empezar la exploración y explotación de un proyecto minero que se encuentre en territorio de las comunidades étnicas minoritarias, se debe desarrollar la consulta previa respectiva con las comunidades que puede ser o llegar a ser afectadas por dicho proyecto; 2. deberá estar aprobado el estudio y expedida la licencia ambiental respectiva, para poder iniciar los trabajos y obras mineras; 3. la autoridad minera deberá tener en cuenta y decidir sobre el derecho de prelación que les atañe a esas comunidades étnicas, de acuerdo con la ley” (T-045A/2010). La última sentencia de esta línea jurisprudencia es la T-129 /2011. Es una sentencia de gran extensión y complejidad porque presenta varios problemas jurídicos. En ella, se plantea que existe una vulneración a los derechos colectivos de las comunidades indígenas Emberá-Katío, Chidima-Tolo y Pescadito por la construcción de una carretera, una hidroeléctrica y la concesión de explotación de oro a la Gold Plata Corporation. En esta sentencia, la Corte hace un recuento de su jurisprudencia señalando los siguientes puntos: Primero, la importancia del consentimiento libre e informado al momento de realizar planes de desarrollo o inversión que tengan un alto impacto en las comunidades. Segundo, la consulta previa no es un poder de veto por parte de las comunidades sino: “un espacio de disertación entre iguales en medio de las diferencias, oportunidad para que los organismos estatales y concesionarios del Estado puedan explicar de forma concreta y transparente cuáles son los propósitos de la obra y la comunidad pueda exponer cuáles son sus necesidades y puntos de vista frente a la misma” (Sentencia T-129 /2011).
Tercero, establece que se deben fijar tiempos de revisión a corto, mediano y largo plazo cuando se implementen planes de desarrollo. Por lo tanto, no se plantea un tiempo 120
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único de realización de la consulta previa, ya que esto homogenizaría los procesos y desconocería las circunstancias materiales de las comunidades étnicas. Finalmente, la Corte Constitucional establece once reglas que se deben cumplir en caso de intervenir en territorios de comunidades étnicas, las cuales se encuentran anexas a este documento. Conclusiones Las conclusiones tienen dos partes. En la primera se explican los avances doctrinales que ha logrado la Corte Constitucional en materia de consulta previa y minería. Para luego hacer una reflexión crítica sobre el papel del Estado multicultural en Colombia. Avances doctrinales Es importante resaltar, el amplio trabajo que ha desarrollado la Corte Constitucional para lograr el reconocimiento de las comunidades étnicas como “sujetos” de derechos fundamentales. Estas habían sido, por mucho tiempo, invisibilizadas en el país y sometidas a las leyes de las mayorías. De igual manera, es importante aclarar que estas conclusiones van dirigidas al trabajo doctrinal del reconocimiento al derecho a la consulta previa, realizado hasta el momento por la Corte Constitucional. Debido al corto alcance de este trabajo, no se puede evaluar que tan eficaces han sido las sentencias de la Corte Constitucional. Puesto que los casos analizados, estrictamente de minería, inician en el 2009. Por esto, son procesos que todavía están en desarrollo y no hay certeza del cumplimiento de los fallos en los que la Corte Constitucional, ha reconocido el derecho a la consulta previa y ha sancionado a quienes han hecho caso omiso de este. Podemos decir que, no existe un esfuerzo real del legislador para crear normas que regulen efectivamente el derecho de consulta previa. Aunque existen decretos administrativos que intentan establecer límites a este derecho. En consecuencia, es la Corte Constitucional por medio de la jurisprudencia que ha establecido la forma adecuada de llevar a cabo este procedimiento. Acerca de las sentencias, podemos decir que en ellas se muestra que la Corte Constitucional privilegia el derecho a la consulta previa sobre el derecho del Estado a la extraccion de recusos naturales. Aún así, el concepto y las reglas fijadas sobre la consulta previa no son homogéneas. Partimos de sentencias abiertas, donde se fijan meros Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
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principios como: la buena fe y el mutuo respeto, la transparencia, el diálogo intercultural, la participación libre y responsable, la publicidad, la información previa, la celeridad y la representación legítima. Para luego dar un alcance mucho más amplio, afirmando que las decisiones de las comunidades pueden llegar a considerarse vinculantes. Lamentablemente, la última sentencia revisada afirma que la consulta previa no es un derecho a al veto, lo que contradice la jurisprudencia anterior Multiculturalismo y políticas de desarrollo A partir de los años setenta, hay una reformulación de las luchas sociales, los movimientos giran a pensar las diferencias culturales, más allá de la clase social. Estas ideas son apropiadas por instancias internacionales y transnacionales, que luchan por atender los reclamos identitarios. A partir de estas luchas de los setentas y ochentas, en los años noventa se da el “giro multicultural”. Donde muchas naciones en el mundo adoptan políticas de inclusión a grupos minoritarios. Al mismo tiempo, hay un fuerte movimiento económico que desindustrializa el norte y reindustrializa el sur, con condiciones laborales ínfimas. Produciendo una nueva clase obrera: mujeres y trabajadores con marcas étnicas (Zambrano, 2012). Es así, como se da un doble movimiento. Por un lado se establecen derechos especiales para grupos minoritarios, y por el otro, la economía mundial se reestructura creando nuevas clases obreras y reduciendo el tamaño de los Estados. El multiculturalismo es entonces, un discurso que permitió a unos grupos minoritarios de la población colombiana alcanzar derechos diferenciales de gran peso, tal como el derecho a la consulta previa. Que no es un derecho de veto declarado, pero permite la lucha y protección de terrenos ancestrales ante la amenaza de la explotación de recursos naturales. Al mismo tiempo, el multiculturalismo ha invisibilizando las luchas de otros grupos no étnicos. Los pobladores rurales, por ejemplo, son un sector vulnerable de la sociedad civil colombiana, como víctimas del conflicto armado, desplazados o como una población históricamente marginada. Ellos no poseen las mismas ventajas que las poblaciones étnicamente reconocidas, ni de los mecanismos efectivos para la protección de derechos colectivos. Aunque sufren de igual o peor manera las políticas de desarrollo del país. Por eso, podemos concluir que, aunque la Corte Constitucional ha avanzado a pasos 122
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agigantados en la protección de derechos étnicos, esto no implica que hallan verdaderos cambios estructurales que garticen la equidad entre los colombianos. Bibliografía ANAYA, James (2010). “Informe del Relator Especial sobre la situación de los derechos humanos y libertades fundamentales de los pueblos indígenas”. Nueva York: Asamblea General de la Organización de la Naciones Unidas – ONU. Consultado desde http://www2.ohchr.org/english/bodies/hrcouncil/docs/15session/A.HRC.15.37_sp.pdf BONILLA, Daniel. (2006). La constitución multicultural. Bogotá: Pontificia Universidad Javeriana. BOTERO, Catalina. (2003). “Multiculturalismo y derechos de los pueblos indígenas en la jurisprudencia de la Corte Constitucional”. En: Precedente, 45-87. Cali: Facultad de Derecho y Ciencias sociales, Universidad Icesi CAVIEDES, Mauricio (2002). Antropología y movimiento indígena. Bogotá: Universidad Nacional. www.humanas.unal.edu.co/colantropos LOPÉZ, Diego E. (2006). El derecho de los jueces. Bogotá: Editorial Legis. 139-192 SALINAS, Carlos E. (2011). “La consulta previa como requisito obligatorio dentro de trámites administrativos cuyo contenido pueda afectar en forma directa a comunidades indígenas y tribales”. En: Colombia. Revista Derecho del Estado, no. 27, pp. 235-259. ZAMBRANO Marta. (2012). Multiculturalismo y patrimonialización. Conferencia 29 de Marzo Cali: Universidad Icesi. Sentencias Sentencia T-380/ 1993 (Sentencia hito), Magistrado Ponente (MP): Eduardo Cifuentes Muñoz Sentencia SU-039/ 1997, Magistrado Ponente: Antonio Barrera Carbonell Sentencia T-880 / 2006, Magistrado Ponente: Alvaro Tafur Galvis. Sentencia T-769/2009, Magistrado Ponente: Nilson Pinilla Pinilla Sentencia T-1045A/2010, Magistrado Ponente: Nilson Pinilla Pinilla Sentencia T-129 /2011 Jorge Iván Palacio Palacio
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Anexo Balance jurisprudencial sobre si se vulnera el derecho fundamental de las comunidades étnicas a la consulta previa cuando se realizan obras, proyectos y/o actividades mineras o petroleras que tengas la potencialidad de afectar sus territorios con fundamento en la potestad que tiene el Estado colombianos para explotar los recursos naturales en el subsuelo del territorio nacional.
Derecho fundamental de las comunidades étnicas a las consulta previa
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* T-380/1993 MP. Eduardo Cifuentes Muños * SU-039/1997 MP. Antonio B. Carbonell * T-880/2006 MP. Álvaro Tafur Galvis * T-769/2009 MP. Nilson Pinilla Pinilla * T-1045A/2010 MP. Nilson Pinilla Pinilla * T-129/2011 Jorge I. Palacio Palacio
Potestad que tiene el Estado colombiano para explorar los recursos naturales en el subsuelo del territorio nacional
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De primera mano
Algunos apuntes sobre los problemas de tierras, minería y agro en Colombia Entrevista a Jorge Robledo Senador de la República por el Polo Democrático Alternativo Por Carlos Liévano Estudiante de Ciencia Política con concentración en Relaciones Internacionales y representante estudiantil al Consejo académico (carlos.lievano10@gmail.com)
La entrevista fue realizada el día viernes 17 de Agosto de 2012 en la Universidad Icesi, aprovechando que el Senador fue invitado a realizar una ponencia en un evento sobre el Tratado de Libre Comercio (TLC) y la Salud, en la Universidad Javeriana de Cali. Se escogió hablar de tierras y minería porque son temas de la Comisión Quinta Constitucional Permanente del Senado, de la cual el Senador Robledo es miembro. Además, sabemos de su experiencia en este tipo de temas por debates anteriores que han logrado exhibir casos como el de Agro Ingreso Seguro, Carimagua y los relacionados al caso de minería en 128
Cerromatoso y Marmato. Asimismo, es interesante conocer una opinión diferente a la emitida por la Unidad Nacional del presidente Juan Manuel Santos en el congreso, como la de un integrante del único partido de oposición en Colombia, el Polo Democrático Alternativo (PDA). Carlos Liévano (CL): Iniciemos la entrevista con el siguiente enunciado: “Antes de la revolución francesa, los nobles, que representaban el 1,5% de la población, eran dueños del 35% de la tierra cultivable. En Colombia no hay nobleza, pero la situación es peor que la del antiguo régimen. Tenemos cerca de 16.000 Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
Entrevista a Jorge Robledo
Fuente: Propia | 17 de agosto de 2012.
“es evidente que quienes gobiernan a Colombia no son capaces de resolver los problemas del país, ellos dicen y dicen cosas pero el país está metido en un callejón sin salida, porque al final les va bien a ellos pero al país no” finqueros, que representan el 0,4% de los propietarios y que controlan el 62% de la tierra cultivable”.1
Teniendo en cuenta lo anterior, ¿Cuál es el estado actual de la concentración de la tierra en Colombia? Jorge Robledo (JR): Colombia tiene un índice de Gini, que es una manera de medir concentración de la tierra, de 0.87. Eso significa que si toda la tierra fuera de una persona, el Gini sería 1.0,en este sentido, un Gini de 0.87 es, o el país con más 1 VILLEGAS GARCÍA, Mauricio (2010). “Tierra y Bicentenario”. En: El Espectador, agosto 27 de 2010. Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
concentración de la tierra en el mundo, o uno de los países de mayor dispersión de la tierra en el mundo. Esto es un hecho estadístico que tiene consecuencias sociales complicadas. En relación a los niveles de pobreza, Colombia es el tercer país con mayor desigualdad del mundo en contraste entre la extrema riqueza y la extrema pobreza. Entonces, nuestra situación es lamentable. CL: ¿Cuál es la posición asumida por usted, y por la bancada del Polo Democrático Alternativo, frente a la ley que formuló el gobierno el año pasado, la Ley de restitución de tierras? 129
Carlos Liévano
JR: Nosotros somos partidarios de la restitución de la tierra en Colombia pues es obvio que si a una persona le han robado la tierra mediante la violencia, lo elemental es que el Estado haga esfuerzos por devolvérsela. Sin embargo, cuando llegó la hora de votar, después de haberle escrito dos cartas al presidente Santos diciéndole que la Ley que estaba tramitando era mediocre, que era cicatera, el gobierno no nos hizo caso. Entonces, en la última votación, decidimos presentar nuestro propio Proyecto de Ley como una manera de decir “estamos de acuerdo con la restitución de tierras pero ese proyecto del gobierno no es un buen proyecto”. Pero sin duda somos partidarios de la restitución. Lo que pasa es que el proyecto del gobierno fue un proyecto que quedó con serias dificultades. CL: Gerardo Vega, el director de la Fundación Forjando Futuros dice: “Luego de un año de sancionada la Ley de restitución de tierras, hay lentitud y retraso del Estado para hacer viable la restitución de tierras. Hay que darle un tizonazo a la norma porque si seguimos así, nos podemos quedar con una muy buena Ley pero sin aplicarla”.2 2 Editorial de El Tiempo (2012). “Hay lentitud del Estado en hacer viable la restitución de tierras, de la 130
¿En qué estado se encuentra el proceso de restitución de tierras en este momento? JR: Digamos que cuando empezó este proceso, el gobierno nacional anuncio que iba a restituir 300.000 mil hectáreas a 130.000 colombianos. Antes de aprobada la Ley, se habló de un plan de choque para hacer esto; ahora, el resultado de todo esto ha sido un fracaso absoluto pues no se ha restituido ni una sola hectárea. En enero entró en vigencia la Ley 1448 sin embargo, hasta el momento no se han visto resultados, lo cual no es extraño, pues dicha Ley está recién aprobada. Pero sí enfatizo, que lo que iban a hacer desde el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural por vía administrativa no lo hicieron. Ahora, ¿cuál es la parte más grave que resulta de todo esto?. Es que el gobierno en Enero, a través del ministro Juan Camilo Restrepo dijo que aspiraban realizar 2.400 restituciones este año y hacer unas 8.000 y tantas el año entrante, lo que suman un total de 10.400 restituciones, y resulta que el gobierno prometió que iba hacer más de 130.000. En conclusión, es evidente que no van a cumplir. Pero ahora, cuando le hago el reclamo al gobierno, se ponen bravos y dicen que ellos no se comprometieron con sección de Política”. En: El Tiempo, agosto 15 de 2012. Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
Entrevista a Jorge Robledo
ninguna cifra y que lo que sí prometieron, en su Plan Nacional de Desarrollo, es que esa cifra era el número de restituciones a alcanzar para el 7 de agosto de 2014. Ahora, esto ya es un hecho grave, pero hubo una cosa que me ha parecido mas perturbadora, y es que el gobierno duró más de un año diciendo mentiras sobre la restitución, presentando otras políticas del Estado que tienen que ver con tierras pero que no son restitución de tierras; titulaciones de baldíos a colonos, afrodescendientes, resguardos indígenas, etc. En mis debates pudimos develar esa patraña, y hoy, ya el gobierno ha tenido que reconocerlo. Lo dijo en estos días el Presidente Santos, que van cero hectáreas restituidas, al igual que el doctor Alejandro reyes (asesor de agricultura) hace pocos días en una entrevista para La Silla Vacía, tuvo que reconocer que el Presidente de la República había manipulado las cifras al presentar como restituciones otras medidas de tierras. O sea, que el balance es bastante malo. CL: Con todas estas cifras presentadas y el incumplimiento que ha tenido el gobierno en la restitución de tierras, este dice que se está haciendo una “revolución agraria”, una verdadera reforma que el país adeudaba hace mucho tiempo. ¿Cuál Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
debe ser esa verdadera reforma agraria que necesita el país en este momento? JR: Digamos esto, a la gente no hay que juzgarla por lo que dice de sí misma sino por lo que hace. Entonces, ya hemos visto que las cifras de restitución son horribles, pero el Presidente Santos ha salido por Colombia a hablar de una “revolución agraria”, a decir que él era el Presidente de los campesinos, abusando en ese momento de la falta de información de la gente. Hoy, cuando ya he logrado, en parte, que la información se conozca mejor no han vuelto a decir eso, porque entre otras cosas, si lo siguen diciendo se los van a terminar llevando para Sábados Felices, porque es evidente que lo que dicen no corresponde con los hechos. Luego, la reforma agraria es un problema que tiene que ver con la tierra, pues no puede haber agro si no hay tierra y en Colombia hay un problema de acceso a la tierra muy grave. Este gobierno además, hizo una reforma en el Plan Nacional de desarrollo para concentrar la tierra todavía más. Está en la política de extranjerizar la propiedad rural en Colombia entregándosela a inversionista extranjeros, 3
3 Programa de televisión colombiana producido por el Canal Caracol, donde se presentan comediantes y humoristas nacionales. 131
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en ese sentido la política de Juan Manuel Santos es horrible, pero hay una cosa que, si se quiere, la hace más horrible, y es que sin tierra no hay agro, pero con solo tierra tampoco. Yo puedo tener tierra, pero si la política del libre comercio llena al país de importaciones agrícolas, la prosperidad agraria no es posible. La concentración de la tierra en Colombia tiene dos orígenes, uno relacionado con la violencia, el cual es muy mencionado. Pero hay otra manera de concentrar la tierra en Colombia, es cuando las políticas agrarias arruinan a los productores, campesinos o empresarios y la tierra se concentra, que es en buena medida lo que está sucediendo en Colombia. Entonces atender el problema de la tierra y del agro tiene que empezar por una política agraria que garantice que Colombia va a promover la autosuficiencia alimentaria y que va a dejar de aplaudir como aplaude este gobierno, que Colombia este importando más de 10 millones de toneladas de productos del campo. CL: Otro de los temas que queremos tocar es el tema de la minería, que sabemos pues, es la “locomotora” de Juan Manuel Santos, de la que tanto ha hablado desde principios de gobierno, que se 132
encuentra plasmada en el Plan Nacional de Desarrollo (2010-2014). “En 2002 el área titulada para exploración y explotación minera era de 0,98% del territorio del país y en 2009 era de 8,4 millones. Al cierre del Gobierno Uribe quedaron 40 millones de hectáreas adicionales en estudio por Ingeominas para definir si entregarlas o no en concesión. Estamos hablando del 36% de la superficie del país, el dilema es si vale o no la pena entregar el país a la minería.”4
¿Qué considera el Plan Nacional de Desarrollo, que se presentó apenas inició el gobierno de Santos, en cuanto a la minería? JR: El gobierno ha hablado como de cinco locomotoras, si uno mira las otras cuatro, donde está vivienda, educación y otras cosas, no hay nada. Es más, es lo mismo que venía haciendo el gobierno anterior. Yo un día le pregunte a un ministro y se río, le dije “bueno ministro explíqueme porque una cosa que el sábado 6 de Agosto no era nada, y el 7 de Agosto esa misma cosa se volvió locomotora”. La verdad es que si uno mira las famosas locomotoras, exceptuando la minería, todas son es carritos de balineras, ahí no 4 RUIZ, Juan Pablo. (2010). “Minería y Plan de Desarrollo”. En: El Espectador, diciembre 21 de 2010. Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
Entrevista a Jorge Robledo
hay nada que valga la pena. Ahora la locomotora minera es locomotora o aplanadora porque los daños que está causando son inmensos. Es cierto que ahí se está moviendo un montón de plata, pero hay ciertas cosas que hay que mirar sobre la minería para entender este fenómeno. Los impactos ambientales mineros suelen ser muy graves, las relaciones laborales que se imponen en el sector y en el mundo de las trasnacionales no son buenas, las regalías y los impuestos que pagan son escasos, o sea que allí hay unas deficiencias graves. Pero probablemente lo más grave que tiene la locomotora minera de Santos es que no es una política minera calculada para sumarle al agro y a la industria, para agregarle al desarrollo agrario e industrial, sino para reemplazarlos. Es decir, Colombia tiene un fenómeno muy grave de revaluación de la moneda, enfermedad holandesa, que en parte la provocan las inversiones en minería, y es obvio que la minería sola no es capaz de sacar un país adelante, yo diría que la parte más perniciosa de la minería, además de las cosas que más se mencionan, ambientales, etc. es esta concepción que es profundamente retardataria, porque se está acabando el agro y la industria y sin agro e industria no hay como sacar el país adelante. Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
CL: Senador, ahora hablábamos de un problema en la titulación de tierras, también evidenciamos un problema en lo que se llaman “títulos”, que exponencialmente han venido aumentando en los últimos años, y pues sabemos que el origen de estas solicitudes principalmente la hacen trasnacionales de la minería, ¿cuál es el problema real que tiene esta adjudicación de tantos títulos mineros y a estas multinacionales? JR: Esto ha generado otro problema de minería que es muy grave, y es que las transnacionales se cogieron todos los títulos, inclusive de minas o de mineros que las estaban explotando hace 100 y 200 años; por ejemplo aquí en el valle comunidades afrodescendientes o indígenas. Entonces se ha creado un problema extremadamente grave porque hay centenares de miles de mineros en Colombia, que llevan toda la vida haciendo minería, y que ahora resulta que los están metiendo a la cárcel porque no tienen títulos mineros porque los títulos se los dieron a las transnacionales. Esto es, Santos prefiriendo al capital extranjero sobre los nativos, además tiene una política de persecución contra la pequeña y mediana minería, que es muy grave, montada sobre una mentira, que es decir que es que todos son de 129
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las FARC, cuando por supuesto que eso es un despropósito, no hay sector de la economía en Colombia que no tenga algún tipo de actividad ilegal; pero decir que todos los pequeños y medianos mineros son criminales, es una desproporción, y que tiene que ver con favorecer los intereses del capital transnacional que se ha apropiado pues de prácticamente casi todo el territorio del país. CL: Ahora, consideremos el siguiente horizonte de posibilidades: “Pese a las ambiciosas pretensiones del Ejecutivo, una auditoría realizada por la Contraloría General de la República (CGR) deja en evidencia el desorden institucional que existe en este sector y cómo se están generando pérdidas millonarias en los recursos que debe recibir el Estado por cuenta de las regalías”.5
¿Qué opinión le merece la forma como se está abordando la extracción minera en Colombia y lo que se está dejando de tributar por este concepto? JR: En el mundo minero colombiano hay una especie de caos, que tiene que 5 Alianza informativa “Noticias caracol” y “El Espectador” (2012). “Minería, una Locomotora fuera de rieles”. En: El Espectador, febrero 12 de 2012. 134
ver con muchas cosas y que se expresa de mil maneras. Niveles de corrupción estatal miedosos. En estos días, por ejemplo, hemos estado estudiando el contrato de Cerromatoso y es un contrato leonino, ilegal que seguro que tiene un origen en la corrupción, lo que encuentra son cosas horribles. La Contraloría General de la República por ejemplo, ha dicho que las cifras que dan las grandes mineras de los macro proyectos mineros, cifras que tienen que ver con impuestos y con regalías, que el gobierno no tiene capacidad para auditarlas, que se les cree por fe. A mí me parece muy respetuoso que en asuntos de religión la gente crea por fe, pero en negocios creer por fe es un absurdo. Es una cosa caótica realmente lo que hoy se tiene en este mundo de la minería ya que ha causado muchos daños de diversos tipos al país. CL: A parte de lo que mencionaba del problema de las regalías que deja de recibir el país por las exenciones tributarias que se les hace a las multinacionales, también hay un problema en la revisión y fiscalización por el concepto de títulos mineros y las regalías que estas dejan. ¿Cómo se está viendo el problema de tributación y falta de vigilancia? JR: Es un poco lo que mencionaba, Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
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hay una especie de caos y en medio de un mar de corrupción y de procedimientos arbitrarios. Por ejemplo, normas calculadas para defraudar a la gente. Una cosa que debería conceder legalidad, que son los hechos y la práctica, eso se desconoce. Entonces hay casos, aquí en la zona de salvajina, comunidades negras que explotan una mina hace 200 años y de repente aparece un Mr y dice esa mina es mía porque yo tengo el titulo. Entonces como es posible que les titulen cuando de hecho hay una ocupación que es centenaria, y así como esos se pueden contar mil historias. A donde uno se asome es horrible, en petróleo hay cosas que son espantosas, en todas las formas de minería, hay un caos en medio de la corrupción y el desorden. CL: Teniendo este panorama sobre el problema de la minería en el país, ¿hacia qué modelo de minería o de extracción minera debe apostarle el país para que verdaderamente contribuya a su desarrollo? JR: Yo soy de los que creo que en Colombia, el estado debe reconocer que hay por lo menos tres formas de minería, eso no está reconocido en la legislación con claridad y ese es parte del desorden, hay gran minería que son en general de trasnacionales, hay en el otro extremo minería artesanal, de bareTrans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
queros, gente que con una batea se rebusca la vida, y la mitad hay un grupo importante de pequeños y medianos empresarios mineros, muchos de ellos utilizan retroexcavadoras y algunas maquinas, esos son digamos los tres grandes sectores. El gobierno ha desatado una política de todas la gabelas a las trasnacionales, a las que le entregan el país como si estuviéramos en los días de la corona española, y hacia el resto de la minería una política punitiva, de perseguirlos, de meterlos a la cárcel, de maltratarlos, acosarlos, tratarlos de guerrilleros y paramilitares, eso es un absurdo. Yo creo que en Colombia hay que desarrollar normas que permitan la existencia de esos tres tipos de minería, y cada una de ellas cumpliendo bien con todas las cosas, o sea, cuidando el medio ambiente, relaciones laborales como deben ser, pagando los impuestos, las regalías que hay que pagar, hacer una cosa civilizada que es lo que no existe. Pero eso por supuesto no es posible porque la política del Gobierno Nacional es aprovecharse un poco de la confusión para que todo se quede en manos de las trasnacionales violando normas y haciendo las cosas como no deben ser, atropellando, sacrificando el medio ambiente y las relaciones laborales al tiempo que con la policía y el ejército se persigue a los otros, una política que es completamente absurda, pero por sobre todo 135
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Colombia necesita entender, y eso no lo va hacer nunca, que la minería puede jugar un papel, yo he dicho “minería sí, pero no así”. También he insistido en otra cosa, no para reemplazar el agro y la industria, no para generar revaluación y enfermedad holandesa, no para destruir el resto del aparato productivo nacional, porque un país como Colombia si se especializa en minería le podrá ir bien a unas cuantas trasnacionales y unos cuantos criollos vinculados a esos negocios de las trasnacionales, pero el país en su conjunto se acaba, es que la minería uno de los líos que tiene y sobre todo la gran minería, es que produce muy poco empleo, es una actividad intensiva en capital, de grandes maquinas pero empleo muy poco; entonces si queremos que en Colombia haya empleo que tiene que ser propósito de una política económica sana, de cualquier tipo, por supuesto que eso esta es en la industria y en el agro, y la minería como la están utilizando es parte del martillo contra esos sectores. CL: Senador Robledo me interesa saber qué solución le está dando Colombia a los cafeteros que se están organizando debido a que el precio internacional no está a niveles de solventar el precio na134
cional y se están quedando con el café y con deudas y es un sector que ha sido por tradición uno de los más fuertes. JR: El lunes anterior al día de la grabación de esto, hicimos una movilización cafetera muy grande en Manizales, hubo cerca de 20.000 cafeteros de 10 departamentos del país. ¿Qué conclusión pudimos sacar de esa gran movilización? Primero que hay una crisis profunda, el precio interno es muy malo, la cosecha ha caído verticalmente. Colombia alcanzo a producir cerca de 17 millones de sacos y estamos en menos de 8 millones, hay un problema de pobreza en las zonas cafeteras barbará. Zonas cafeteras que siempre han sido estructuralmente débiles, el 95% de los cafetales tiene menos de 5 hectáreas, los cafeteros acomodados son poquísimos, hay un problema muy complicado. Esa movilización tenía que ver con exigirle al gobierno nacional cambio de políticas y respaldo cierto a la caficultura, porque si el Estado no respalda a el agro, pues no puede desarrollarse, eso es algo que esta sabido en todas partes, y además del respaldo al agro con cosas que tienen que ver con un buen precio interno, créditos, asistencia técnica, control a los precios de los insumos; se hizo énfasis en un asunto que es clave, es que Santos anda con el Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
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cuento de aumentarle los impuestos a los cafeteros, se hizo un rechazo de plano a eso, porque es un absurdo que a un sector que está bien quebrado además le quieran aumentar los impuestos. Ahí hay un problema que es muy complicado. Yo creo que la crisis del café es la expresión del fracaso de todas estas políticas del libre comercio, se supone que la felicidad consiste en exportar, los cafeteros han sido exportadores toda la vida y están más arruinados que nunca, es más, ya ni siquiera son capaces de producir el café del consumo nacional. Hoy Colombia está importando el 70% del café que nos tomamos (el 70% de este café, es café extranjero). La crisis del café es una crisis de proporciones inmensas, es evidente que quienes gobiernan a Colombia no son capaces de resolver los problemas del país, ellos dicen y dicen cosas pero el país está metido en un callejón sin salida, porque al final les va bien a ellos pero al país no le va bien. CL: Ya para finalizar, voy a hacer una pregunta a parte de las tierras y la minería. Estamos terminando este año 2012 y ya se empiezan a ver algunas campañas, algunas caras presidenciables para 2014. En el actual gobierno de Juan Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
Manuel Santos, ha surgido el puro centro democrático, y otros movimientos como progresistas y marcha patriótica, el Polo democrático alternativo es otra opción. ¿Cómo se ve el panorama de la izquierda en Colombia para afrontar unas elecciones presidenciales para 2014? JR: El Polo va a jugar un papel muy activo en las elecciones de 2014, y estamos mirando y seguramente el Polo va a tener a alguien aspirando a una candidatura presidencial. Pero también lo que esta viéndose con cada vez más claridad es que será una candidatura presidencial que vaya más allá del Polo, Con el Polo sí, pero que vaya más allá hacia otros sectores de izquierda y de incluso de gente que no se sienta de izquierda pero que esté de acuerdo con impulsar ciertas transformaciones democráticas que necesita Colombia, una cosa que vaya desde indígenas, campesinos, obreros, clases medias, empresarios, y dentro de ese proyecto pues habrá que escoger el candidato o la candidata presidencial que sea del caso. Eso es lo que digamos hasta ahora tenemos visto. CL: Pasa algo para las próximas elecciones presidenciales muy interesante, y es que en las últimas elecciones el ex presidente Uribe le endosó todo su capital polí135
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tico al candidato presidencial Juan Manuel Santos, en las próximas elecciones eso no va a pasar, Santos va a jugar solo por primera vez, sin el respaldo político del ex presidente Uribe , el uribismo seguramente tendrá su propio candidato del puro centro democrático, que de centro seguro no tiene mucho, y el presidente Juan Manuel Santos seguramente apostara a una reelección presidencial, y hay el espacio para que se dé una tercera posibilidad ya que estas dos fuerzas van a competir en un mismo espectro ideológico, seguramente van a quitarse votos entre ellos y se dé la posibilidad que aparezca una nueva opción. Esta semana en un programa en cable noticias vi una charla entre usted y Antonio Navarro Wolf, donde él de alguna forma le insinuaba a usted que se debía buscar la posibilidad de hacer un acuerdo político amplio para buscar una candidatura común, ¿El Polo le apuesta a esa posibilidad? JR: Es claro que desde las fuerzas retardatarias del país va haber dos candidaturas, y lo obvio es que del otro lado hagamos el esfuerzo por montar otra candidatura, ahí debe estar el Polo, y el Polo aspira a que sea alguien de sus filas quien encabece esa convergencia nacional que hay que montar para el 2014, pero esa es la idea, siempre en torno a un programa que tiene que con134
tener unos elementos básicos con respecto a lo democrático, defensa de la producción nacional, industrial, agropecuaria, incluida la empresarial, defensa del trabajo y todo lo que tiene que ver con la vida del pueblo, salud, educación, salarios, etc., defensa de la democracia, y ahí se incluye el repudio a estas prácticas corruptas que son tan propias de la política nacional y también el rechazo a la lucha armada como manera de resolver los problemas políticos del país. Al mismo tiempo la idea de que lo mejor es que el conflicto armado se resuelva mediante soluciones de tipo político, y por ultimo debe estar también planteado con toda claridad, que Colombia si esta para relacionarse con todos los países del mundo, pero no como un país vasallo, no en una alianza de mula y jinete como la que por ejemplo nos imponen los TLCs. Los señalo como elementos que tendría que tener ese gran acuerdo que se armara del otro lado, porque si no es un programa de acuerdo para cambiar a Colombia, para que acuerdo. Si es para hacer lo mismo que ellos están haciendo, entonces no tiene sentido que hagamos nada, pero si digamos que ese es el enfoque general, es tratar de promover un gran proyecto que sea capaz de ganar las elecciones en el 2014. Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
Los retos de la política migratoria No. 1, Agosto 2011
Tabla de contenido [Alejandro Arango] La Migración Japonesa en Cali: una mirada regional [Eduardo Giraldo] La frontera invisible del territorio wayúu [Barbara D´Amen, Massimo Lori y Juan Manuel Pantoja Upanaque] La participación política de los inmigrantes en Italia: un caso de participación mediada [Camille Barre] El impacto de las remesas en Guatemala: ¿alivio de la pobreza o factor de desarrollo? [Lorena López y Diana Marcela Méndez] Política Pública de la migración internacional en el Valle del Cauca (2000-2009) [María Juliana Ruiz] Cinco colombianos en el exterior, cinco experiencias de emprendimiento: re-construcción de la condición social de inmigrante a partir de la creación de pequeñas y medianas empresas
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El holocausto desde adentro. Una mirada al caso del Palacio de Justicia Entrevista anónima* Ex miembro del Ejército Nacional que participó en la toma del Palacio de Justicia Por José Jaramillo Estudiante de Derecho y Ciencia política con concentración en relaciones internacionales (revista@icesi.edu.co)
José Jaramillo (JJ): Como antecedentes militares a la toma del Palacio de Justicia cuentan el robo por parte del M-19 de aproximadamente 4.100 armas en las instalaciones del cantón norte del Ejército Nacional en 1978, la toma a la Embajada de República Dominicana en 1980. Ambos eventos podrían considerarse como golpes psicológicos y de opinión a favor del grupo guerrillero y en * Por solicitud de la persona a la que se le realizó esta entrevista, el Equipo editorial de la revista Trans-pasando Fronteras se reserva la identidad de la fuente. Se han agregado pies de páginas de todos los documentos que han servido para corroborar las afirmaciones del entrevistado. 140
contra de la credibilidad de las fuerzas armadas. ¿Cuál era la percepción que se sentía dentro del estamento castrense1 sobre el M-19? ¿Cómo se vieron afectados por estos golpes? Entrevistado Anónimo (EA): El robo de las armas del cantón norte fue un golpe de opinión muy grande a favor del M-19 porque mostró la vulnerabilidad de los militares. Segundo, la toma de la embajada fue otro golpe durísimo para la 1 Según la Real Academia Española (RAE), castrense: perteneciente o relativo al Ejército y al estado o profesión militar. Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
Entrevista anónima
Fuente: Discovery, http://www.tudiscovery.com/web/la-toma/latoma | 1 de junio de 2012, AP Photo.
“para gobernar este país hay que tener la ley en una mano, una pistola en la otra y un fusil en la espalda” credibilidad de los militares en Colombia, la toma del palacio rebosó la copa. Ahí el mandato era: “el Palacio de Justicia se entrega piedra sobre piedra pero de allá muy difícilmente sale el M-19”. Los golpes del M-19 tenían un tinte de espectaculares, como por ejemplo cuando hicieron un túnel para robar las armas del cantón o el robo de la espada de Bolívar, que también fueron golpes de opinión que tuvieron como objetivo mostrar la fortaleza de esta guerrilla. JJ: ¿Cómo se percibía dentro del ejérciTrans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
to los acuerdos de Corinto2 entre el gobierno del presidente Belisario Betancourt y el M-19? EA: Mi percepción es que los militares no estaban muy de acuerdo con los diálogos. A los militares los hicieron para la guerra, por tal motivo, la consigna para esa época era: “si quieres la paz prepárate para la guerra”. Por eso es que acá hemos tenido un conflicto de más de 50 años. En pleno proceso de paz, hubo una 2 Acuerdo sobre el cese bilateral del fuego y la búsqueda de una salida política al conflicto celebrado en Corinto, Cauca el 24 de agosto de 1984. 141
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arremetida contra el grupo guerrillero, como por ejemplo: el atentado contra Antonio Navarro Wolff y Rosemberg Pavón quienes eran coordinadores del M-19 para la negociación de paz con el gobierno, todo con tal de desestabilizar el proceso. Sumado a esto había muchos otros factores que influían para que se abortara el proceso, como por ejemplo las personas que comercializan armas. Éstas no están interesadas en que el negocio termine, pues, si no hay guerra no hay armas; si un país logra la paz, entonces ¿para qué tantos soldados? Así se genera también resistencia por parte de algunos sectores castrenses a este tipo de procesos. JJ: La Comisión de la Verdad3 concluyó, entre muchas cosas, que “el Presidente no asumió la responsabilidad que le correspondía para controlar y superar la grave situación del palacio de justicia”4. ¿Hubo vacío de poder en Colombia durante el holocausto del palacio de justicia? 3 Conformada por José Roberto Herrera, Jorge Aníbal Gómez y Nilson Pinilla, ex magistrados de la Corte Suprema de Justicia. 4 Ver el documental basado en el Informe Preliminar de la Comisión de la Verdad titulado “Comisión de la Verdad: Holocausto del Palacio de Justicia (1985)”. Disponible en YouTube. 142
EA: Para mí, sí lo hubo. Por mi parte, nunca escuché hablar sobre una directriz presidencial. JJ: Si el presidente Betancourt fue un espectador de lo que acontecía en el Palacio de Justicia ¿quién tomó las decisiones del operativo de retoma? EA: Miguel Vega Uribe, quien para esa época ya había ejercido el cargo público de Ministro de Defensa Nacional entre 1985 y 1986 y, durante la toma del palacio, ejercía como comandante de las FF.MM. Él fue el mayor responsable de ese operativo.5 Cuando eran las 9:00 a.m. estábamos en la plaza de armas del batallón, era el 6 de noviembre de 1985, nunca se me olvidará ese momento, cuando llegó un radiograma: “se acaban de tomar el Palacio de Justicia”. Esto llevó a que se diera un acuartelamiento de primer grado, eso significa: sacar los fusiles, alistar la munición y estar listos para el combate. Yo comunicaba a los generales que dirigían el operativo de retoma con los coroneles que estaban en el campo de operaciones. Cuando nosotros llegamos al palacio de 5 Ver el artículo de Carlos Cortés Castillo titulado “Los mitos de la toma del Palacio de Justicia. El informe de la Comisión de la Verdad” en La Silla Vacía. Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
Entrevista anónima
justicia, lo primero que escucé fue la detonación de una especie de bomba e inmediatamente después ráfagas de fusil y de ametralladora… y ante nosotros el Palacio de Justicia.6
guerrilla, la P.M.7, la escuela de caballería. De allá no salía nadie, aunque unos cuantos guerrilleros se alcanzaron a volar por las cloacas del edificio, al menos eso fue lo que dijeron después los periodistas.
JJ: Cuando ustedes llegan al Palacio ¿había el Ejército retomado el primer piso para poder entrar o todavía estaba en ese proceso de ingresar? EA: Estábamos en ese proceso. Nosotros no podíamos entrar porque había una guerrillera que tenía una ametralladora punto 30 en el segundo o tercer piso disparando hacia la puerta, todo el que se acercara a esa puerta lo mataba. Ella tuvo en jaque al ejército toda la tarde de ese primer día de operaciones. Como parte del operativo, se trató de ingresar al edificio por la azotea del último piso a través de un helicóptero. La idea era entrar por arriba y comenzar a descender así como también entrar por abajo y ascender, pero el M-19 estaba muy bien posicionado y todos los soldados que entraron por la terraza los mataron. Por parte del ejército estaban la escuela de artillería, un batallón, la contra-
JJ: ¿Cómo se dio el proceso para entrar al primer piso? EA: La primera entrada fue detrás de un tanque de guerra Urutu8, el que se ve en los videos. Entramos y comenzamos a retomar piso por piso. Comenzamos a encontrar muertos y más muertos, entre ellos, en el 2° o 3° piso, al doctor Reyes Echandía Presidente de la Corte Suprema. Cuando nosotros entramos hubo varios soldados que se desplazaron a un cuarto donde se creía que habían varios rehenes. Una vez llegaron ahí, se escucharon ráfagas de ametralladora, se disparó un rocket9 y de allá no volvió nadie. Cuando entramos al cuarto encontramos soldados, varios guerrilleros y civiles… todos muertos. Dentro del Palacion había mucha confusión. A todo lo que se movía había que dispararle. Por ejemplo, varios policías
6 El informe completo de la Comisión de la Verdad desde www.lasillavacia.com//sites/default/ files/media/docs/5649/INFORMEFINAL-CVPJbookmarks.pdf Consultado el 1 de Junio de 2012. Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
7 Policía Militar. 8 Transporte blindado usado con fines militares, desarrollado en los años 70 por una compañía Brasileña. 9 Ojiva explosiva propulsada por un cohete portátil. 143
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que entraron al Palacio iban vestidos de civiles y aunque su intención era ayudar al ejército, uno los veía a esos tipos armados y les disparabamos también. Así, el ejército dio de baja a varios policías pensando que eran de la guerrilla. La guerrillera que mencioné anteriormente, tenía como objetivo dispararle a todo agente que se acercara a la puerta del Palacio, se logra darle de baja antes de lanzar la primera granada del Urutu. Ella corre de donde estaba a un lugar que tenía un pequeño orificio por donde se veía algo de rostro. Un sargento de la avanzada de tiro le dio de baja desde el Congreso, era un francotirador. Así fue que se pudo entrar. Ese día, la retoma fue suspendida por el incendio que se produjo como consecuencia de las granadas del Urutu. Al segundo día, a las 6 a.m., se reanuda la retoma. En la noche el Palacio estuvo rodeado completamente y nosotros nos quedamos esperando. A las 6 a.m. nos dicen: “para adentro”. A las 2 p.m. se retomó el palacio de justicia.
EA: Se dice que fue Pablo Escobar por quemar los expedientes del Palacio de justicia. Aunque hay otra versión y es que el M-19 quería enjuiciar al presidente Betancourt por violar el acuerdo de paz que se había firmado, a pesar del cese de hostilidades.10 Al M-19 todavía se le estaba persiguiendo por lo que sentían que el gobierno les estaba incumpliendo, con la toma al Palacio pretendían que la Corte se encargara de decir si el Estado estaba, o no, cumpliendo con el pacto del cese bilateral. Ellos nunca se imaginaron la reacción del Estado ante la toma del Palacio. El Ejército se jugaba su credibilidad y legitimidad. A nosotros se nos dio la orden de retomar el control del Palacio y se asumieron todos los daños colaterales.
JJ: Además del M-19 ¿algún otro actor estuvo involucrado en la toma al Palacio de Justicia, como por ejemplo los narcotraficantes?
10 Ver el artículo de Carlos Cortés Castillo titulado “Los mitos de la toma del Palacio de Justicia y el informe de la Comisión de la Verdad”, en La Silla Vacía. 11 Sobre esto ver las tres partes del video colgado en YouTube titulado: “Holocausto del Palacio de Justicia en Colombia por el M19”.
JJ: ¿Por qué el Presidente, una vez terminado el operativo, sale en la televisión nacional y dice a todos los colombianos “Asumo yo, toda la responsabilidad. Lo que se hizo para encontrar una salida dentro de la ley fue por cuenta del Presidente de la República”?11
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Entrevista anónima
EA: Al presidente se le dio un Golpe de Estado de dos días. No se podía dialogar con el M-19 fue la decisión tomada por el Ejército. El Presidente era una persona muy pacifista y dada al diálogo, por lo que el ejército, en este caso, no lo dejo dialogar. No entiendo cómo, después de terminado el operativo, el Presidente no tomó decisiones duras frente a la cúpula militar por la forma como se dio la retoma. Yo creo que se golpeó la democracia, la lógica del Estado de Derecho y se desconoció el poder que tiene el presidente como jefe supremo de las FF.MM. Definitivamente, para gobernar este país hay que tener la ley en una mano, una pistola en la otra y un fusil en la espalda.
entre esos hubo uno que salió del Palacio de Justicia en una ambulancia. A él dan un tiro en la cabeza en ese vehículo y luego aparece como muerto dentro del palacio. Los integrantes del M-19 no se distinguían, se disfrazaron muchos de civiles, lo que dificultaba su identificación. Todo eso provocó mucha confusión y como lo que está en juego es la vida de uno, no hay tiempo para pensar. Por lo tanto, todo lo que se moviera era un enemigo en potencia. En esos momentos, uno sólo piensa en no morirse. Ahí no hay tiempo para el miedo. De los que entraron conmigo murieron cinco soldados, murió un capitán y dos tenientes. Fue muy duro.
JJ: Tres de los once magistrados muertos tenían en sus restos mortales proyectiles que no usó la guerrilla, se piensa entonces que abrían sido muertos por armas del ejército12 ¿Cómo fue la operación de la retoma? ¿Cuál era el plan? EA: Eso es muy factible porque todo lo que se movía adentro había que dispararle y no había claridad. Hubo mucho guerrillero que se disfrazo de magistrado,
JJ: ¿Hubo desproporción en el uso de la fuerza? Lo pregunto por qué una de las conclusiones de la Comisión de la Verdad respecto al operativo del ejercito es que: “no hubo ningún plan dirigido a liberar rehenes. El operativo militar apuntó a destruir al M-19” EA: Eso es cierto. Sólo el hecho de haber disparado dos granadas Urutu de un tanque de guerra es fuerza desproporcionada contra una edificación, ya que las granadas son perforantes y rompen cualquier pared y luego que pasan la pared hacen explosión.
12 Sobre este punto recurrir de nuevo al documental basado en el Informe Preliminar de la Comisión de la Verdad. Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
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Jose Jaramillo
Es definitiva, sí hubo fuerza desmedida. Pero aún así, sí sacamos muchos civiles vivos. Todos los guerrilleros o civiles que salían se dirigían a la casa del florero, el centro de operaciones. Lo que paso con ellos de ahí para allá, ni idea. De las desapariciones me doy cuenta como al año. La idea era recuperar lo más pronto posible el Palacio de Justicia y demostrar una fortaleza institucional por parte de las FF.MM. Por eso, repito, la consigna era “el Palacio de Justicia se entrega piedra sobre piedra pero de allá difícilmente sale el M-19”. JJ: El coronel Plazas Vega dijo en el reporte que le dio a la prensa desde la plaza de Bolívar: “si a mí me disparan yo contesto el fuego. Yo entré con mis carros y me recibieron a fuego”. ¿Qué opina sobre la forma como se lideró la operación? EA: La decisión de Plazas Vega de disparar las granadas Urutu fue una estupidez. Eso es para un campo abierto. Plazas Vega recibía órdenes de Miguel Vega Uribe y de Armando Arias Cabrales, Generales de la República. El hilo siempre se rompe por la parte más delgada. A él lo están procesando por la desaparición de los civiles que salieron vivos del Palacio, pero los culpables de la desproporción en 146
el uso de la fuerza por parte del ejército son los Generales. JJ: ¿Qué responsabilidad le cabía respecto a la toma del palacio a Jesús Armando Arias Cabrales13, superior de Plazas Vega? Y lo pregunto porque Rafael Zamudio Molina14 declaró en 2009 ante la fiscalía: “el único responsable del operativo de retoma del palacio de justicia fue el ex comandante de la Décimo Tercera Brigada del Ejército, general en retiro Jesús Armando Arias Cabrales” EA: Sí, le cabe responsabilidad por el uso de la fuerza desmedida y por la cadena de mando debe asumir responsabilidad. JJ: ¿Qué piensa de que hoy junto al Palacio de Justicia, en la alcaldía de Bogotá, un ex integrante de ese grupo guerrillero, Gustavo Petro, ostente el segundo cargo político más importante del país? EA: Paradojas de la vida. No se tomaron el poder con las armas, pero sí con los votos, las ideas, el convencimiento y el diálogo.
13 Comandante de la XIII Brigada, ex jefe del estado mayor conjunto de las FF.MM. 14 Ex jefe del estado mayor conjunto de las FF.MM. y ex ministro de defensa. Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
Entrevista anónima
JJ: Hay muchos sectores en el país que dicen que mientras a los guerrilleros se les indulta y se les da la posibilidad de que sean alcaldes o que aspiren a la Presidencia, a los militares los están juzgando, investigando y condenando ¿Qué opina de esto? EA: Lo que pasa es que en Colombia, desde que tengo uso de razón, los militares siempre han violado los Derechos Humanos y les ha tocado porque ha habido mucha guerra sucia. Y como en este país si aplicas la ley como tal, a vos te juzgan por aplicar la ley como es. Si eres un delincuente tienes más derechos que una persona que se comporta correctamente. Yo lo miro desde ese punto de vista. Por ejemplo la desmovilización de los paramilitares, tantas prebendas, tantas cosas para los “paras” y los policías y militares que los han combatido ¿Qué? ¿Los abogados dónde están? ¿El derecho dónde queda? ¿Dónde está la justicia? Al delincuente se les da más dadivas y beneficios que a las fuerzas del orden. Eso es injusto. La desmovilización del M-19, fue positiva, ejemplo de ello son Navarro Wolff, Gustavo Petro, gente que aporta a la construcción de otro país. Por todo esto, es mejor que el futuro de Colombia se defina por los votos y no por balas.
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JJ: ¿Qué opinión tiene sobre este nuevo proceso de paz? EA: Me parece lo correcto, la paz se construye a través del diálogo y la democracia, no la guerra y la violencia. Yo prefiero ver a los guerrilleros participando en política, debatiendo en los escenarios democráticos y no matando, secuestrando, generando zozobra, y terror. Mirá lo que paso con el M-19… para las razones, el tiempo.
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De la Sociología a los Estudios Culturales Entrevista a Gabriel Restrepo Sociólogo e intelectual colombiano y docente pensionado de la Universidad Nacional Por Zoad Humar Asesora en Artes de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte (zoadhumar@gmail.com)
Esta entrevista es la última de una serie de conversaciones realizadas con diferentes intelectuales colombianos y norteamericanos que han intervenido en el proceso de institucionalización de los Estudios Culturales en Colombia. Cada una de éstas, explora la vida personal en relación con la construcción intelectual de dichos pensadores, por lo que el componente biográfico es muy fuerte. Lo que no es un capricho, Estudios Culturales define la cultura como construcción de significados, y en esa construcción hay personas que se congregan en un momento determinado para establecer batallas con respecto a los paradigmas dominantes. 148
En ese sentido, el diálogo con Gabriel Restrepo, sociólogo de la Universidad Nacional, va en esa dirección. Sin embargo, mi sensación es que supera todas las expectativas de vida, porque él, en su cuerpo, ha dejado que la teoría lo convierta en otro. Restrepo, tiene una fuerte disputa y reflexión contra el deseo, el deseo del otro, el deseo capitalista, el deseo de la sociedad, el deseo de la mamá y el deseo de la familia, etc. Y en esto es revelador, porque es difícil liberarse del deseo cuando realmente vas al mundo de la vida. Además, él es capaz de construir sentidos amplios y articuladores del mundo. Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
Entrevista a Gabriel Restrepo
“sus trabajos tienen una vocación transdisciplinaria, acude a la historia, a los archivos, a la etnografía, al estudio de las instituciones y de los sistemas sociales, a la estética, la literatura, […] para mirar los fenómenos desde múltiples perspectivas”
Esta reflexión sobre su entrevista, parte de un profundo desconsuelo personal, porque no encuentro teóricos de mi generación o de generaciones más jóvenes que tengan un nivel de articulación tan compleja como la que plantea Restrepo. Hemos fragmentado nuestro pensamiento por la forma como recibimos la información y esto no deja de plantear una impotencia que me vuelca con admiración, por una parte, a una generación que ya paso los 70 años y, por otra parte, a unos problemas como el capitalismo, las clases sociales, el género, la familia, la raza, entre otras cosas, que todavía son capaces de amarrar al mundo y nos enseñan las relaciones que hay detrás de todo lo que estamos Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
recibiendo. Restrepo es de esa generación. Él incluye lo local y la diferencia a partir de articulaciones discursivas que tienen un sentido que las integra en algo diferente a los sistemas. Él pelea contra los sistemas, porque éstos se deben acomodar a la vida y no la vida acomodarse a éstos. Así que los dejo con Gabriel Restrepo. Zoad Humar (ZH): Gabriel, como sociólogo de la Universidad Nacional has de estar familiarizado con la tesis de la profesora Chloe Rutter-Jensen. Ella afirma que la sociología contemporánea recibe el nombre de Estudios Culturales. ¿Qué cambios teóricos han permitido el desarrollo de los Estudios Culturales en el mundo y en Colombia? 149
Zoad Humar
Gabriel Restrepo (GR): 1968 es una fecha que indica un cambio de paradigma ya que a partir de ahí se incluyen los Estudios Culturales. En este año se publica en Estados Unidos la enciclopedia de las ciencias sociales, libro que marca el declive del estructural funcionalismo. En mayo del 68 se lucha también contra la guerra de Vietnam, además, la sociedad norteamericana se está transformando y las universidades están siendo financiadas por El Pentágono para efectos militares. Pero ¿Qué relación tiene esto con los Estudios Culturales? Uno se podría preguntar, pero es a partir de la segunda guerra mundial que se configuraron en Estados Unidos los estudios de región y/o de área por las necesidades de expansión Norteamericana. Dentro de los estudios de área se involucra a las ciencias sociales para analizar, desde allí, las diferencias socioculturales de distintas partes del mundo como Japón, África, Asia y América, ejemplo de esto son los tres grandes estudios que Parsons realiza sobre Alemania y Japón. Los estudios de área trataban de responder la pregunta sobre ¿Qué podían hacer los Estados Unidos en el presupuesto de ganar? Más tarde, en 1958 se realiza la conferencia de desarrollo económico en Jerusalén, que a mi modo de ver es la plata150
forma ideológica de las ciencias sociales para tratar a los países del tercer mundo. Se produce lo de Argelia, ya ha pasado lo de la India y China, y Cuba está en ciernes. La visión que se forma en estos acontecimientos y bajo el imperativo de expansión de Estados Unidos buscaba estimular a una burguesía y comprometer a los intelectuales en una posición favorable a los Estados Unidos. Sin embargo, la guerra de Vietnam pone en primera línea a los halcones1 y con esto surgen unas visiones criticas que renuncian a la gran teoría, renuncia de la cual también se alimentan los planes de expansión de Estados Unidos, dando un giro a sus estrategias las cuales exponen que lo producido por las reformas era una situación favorable para el comunismo por lo cual había que desarrollar intervenciones más drásticas y especificas (el Plan Simpático, el Plan Camelot y los otros planes de contrainsurgencia). Es así como se comienza a cambiar de los estudios de área a los Estudios Culturales. Lo que ocurre allí es un cambio de paradigma, se renuncia a la gran teoría, se vuelve más empírica la comprensión 1 N. del E. El término Halcones hace referencia al sector más belicista en el gobierno estadounidense durante la Guerra de Vietnam. Su contraparte recibe el nombre de Palomas. Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
Entrevista a Gabriel Restrepo
de mundo. El centro fundamental del paradigma es una posición ética de respeto por los pueblos, una comprensión mas antropológica y sociológica que valora los mundos de la vida y no sacraliza la omnipotencia del mundo de los sistemas (visión que había trazado Parsons). Se cambia radicalmente la visión imperial de subordinación y se alimentan las perspectivas multiculturalistas. ZH: ¿Cómo se ve reflejado esto en Colombia? GR: En América Latina nacen los Estudios Culturales al tiempo que lo hacen en Estados Unidos. Aunque todavía no lleva ese nombre, como señala Santiago CastroGómez, coincide con la perspectiva del trabajo de Camilo Torres en Colombia que, además de ser una valoración de las comunidades de base, es la teoría [teología] de la liberación y coincide además con la evolución de quién yo creo que es el fundador de los Estudios Culturales en Colombia: Orlando Fals Borda con la Investigación Acción Participativa (IAP). Con una perspectiva ética, como primera característica, y con una nueva dimensión entre la estética, la ética y la cognitiva, como segunda característica. Es decir, se empieza a considerar las manifestaciones del llamado Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
folklore dentro de los análisis sociológicos y culturales; la literatura se convierte en un laboratorio para comprender lo que no ha sido comprendido y las fiesta y canciones son analizadas como modos de resistencia de las poblaciones. Orlando Fals Borda, por su parte, fue un hombre espiritual y religioso, con una profunda pasión por el contrabajo, instrumento musical del cual viene su capacidad de escucha, de escucha de las voces del pueblo, lo que es crucial en los Estudios Culturales. Entonces, por un lado, hay unos estudios de área que fueron transformándose en Estudios Culturales, y por otro, en Colombia tenemos la IAP que nace en 1977. Todo eso brota en los años 80 con Orlando, como un canto polifónico de ese retorno a la tierra, a la raíz, al mundo de la vida y eso es algo fundamental de los Estudios Culturales. ZH: Pero estamos hablando de un concepto de cultura que resulta muy cercano sobre todo a la antropología. GR: No hay que olvidar que Orlando Fals Borda se formó en sociología rural, en Florida, Estados Unidos, pero todos sus trabajos tienen una vocación transdisciplinaria, acude a la historia, a los archivos, a la etnografía, al estudio de las instituciones 151
Zoad Humar
y de los sistemas sociales, a la estética, la literatura, etc. Esta es la tercera característica de los Estudios Culturales, su tránsito más allá de lo disciplinar, su ductibilidad, libertad y fecundidad para mirar los fenómenos desde múltiples perspectivas. Pero de hecho, otra fecha importante para el nacimiento de los Estudios Culturales en Colombia es el 21 y 22 de julio del año 1989. El lugar, la Academia de la Lengua. La ocasión, la discusión del borrador de política cultural de Colcultura. Yo coordiné un equipo interdisciplinario muy grande que iba a reformular la política de cultura que entonces era muy aleatoria y defendía los caprichos del mecenazgo del Estado, de la opera de Gloria Zea, de los libros de Juan Gustavo Borda. Teníamos que pensar la política cultural en relación con la política colombiana. Entonces hicimos un encuentro en Mompox, con puestas en escena en el Chocó, Silvia y Villavicencio con tal de ir recogiendo la voz del pueblo, de los intelectuales, de las universidades. Escribimos un borrador que iba a ser puesto en discusión. La directora del proyecto era Liliana Bonilla, profesora de la Universidad Nacional, por esa razón tenía mucho contacto con otra figura decisiva en la creación de los Estudios Culturales: Jesús Martin Bar152
bero. Él con Liliana Bonilla dispuso esa consulta trayendo a García Canclini y José Joaquín Brunner. Eso derivó en el primer documento Conpes (en 1990) de política cultural. Garcia Canclini y Brunner eran la encarnación de los Estudios Culturales que en América Latina estaban naciendo. Pero ¿qué retomaban los Estudios Culturales en ese momento? pues la perspectiva del multiculturalismo, de la diferencia y de la posición ética y estética. De ahí que cuando Eduardo Restrepo dice que el multiculturalismo es un modo de instrumentalización del Estado, aunque sabemos que el Estado lo utiliza, la dinámica de éste fue resultado de movimientos sociales indígenas, intelectuales y campesinos, etc. La noción cultural que movilizaba la reflexión era cercana a la de Clidford Geetz y a los paradigmas de la antropología en esa época y fue congruente con los principios de multiculturalidad y multiplicidad. Eso está en la Constitución de 1991. Ésta Constitución no responde al M-19, el M-19 fue una ocasión. La reflexión gruesa viene de la academia y de los movimientos sociales. También hubo dos seminarios de Estudios Culturales que no los tienen en cuenta: uno en el año 94 y otro en 1995. Los dos se hicieron en el hotel Hilton y fueron organizados por Jesús Martin BarTrans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
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bero y Carlos Rincón. También hay otros antecedentes como la maestría de sociología en cultura (1990) en la Universidad Nacional y luego la maestría de cultura en Manizales y el nacimiento hace diez años del programa de Gestión Cultural y Comunicaciones de Manizales. Eso digamos para la genealogía o institucionalización de los Estudios Culturales o los estudios de la cultura en Colombia. ZH: ¿Y qué significo esto para su vida intelectual, productiva y social? GR: Puedo explicarle un poco sobre mi vida. Retornemos entonces a la experiencia, al año 1963. Yo estudio en el seminario menor de Sibaté donde fui subdirector de un periódico que se llamó Difusión. Escribía una columna que se llamaba Cultura, entendida curiosamente en el sentido contemporáneo. Entonces mi interés por la cultura viene de ahí y de otra razón muy vital. Mi vida ha sido como la de otros tantos colombianos, el resultado de muchas catástrofes, orfandad. Mi abuelo murió de consumir morfina, poeta maldito de la Gruta Simbólica, la madre de mi padre murió con gripa española, mi padre nació dos meses antes de que la madre muriera, la familia quedó dispersa en la calle, etc. Entonces todo eso es un enigma que neceTrans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
sitaba entender y en ese sentido la columna no era tanto para hablar de la cultura como para entenderla con el fin de sobrevivir. Dígame que podía hacer yo con Freud en casa de mi padre, ¿dónde está el complejo de Edipo si la madre real de mi padre murió y su madre putativa es cierta pero es incierta? Eso necesita otras lógicas. Mi infancia siempre fue carnavalesca porque lo mayor se volvió menor. Así que empecé a estudiar sociología y dentro de la sociología me comenzó a interesar la cultura. Entré muy joven a ser profesor (1960), asumí el desafío de lo que proponía el profesor Darío Mesa, de formar una sociología científica lo que significaba apropiarse del pensamiento universal; una sociología nacional lo que quería decir ponerla al servicio de la reflexión de la nación, y una sociología política lo que traducía servir al estado nacional. En esa época dictaba sociología y sociología rural, lo que me hizo muy feliz porque me obligó a poner los pies en la tierra, ahí donde más le duele a Colombia que es el campo. Luego hice una de las primeras investigaciones del área de sociología de la ciencia en el sentido contemporáneo. También fui cuadro para el Estado. Una serie de carambolas, que después entendí, me llevaron a dirigir la Unidad de 153
Zoad Humar
Desarrollo Social del Departamento Nacional de Prevención, durante el gobierno de Belisario Betancourt, el cual con un acto legislativo enterró la Constitución de 1886 al instaurar la elección popular de alcaldes y se abrió paso a la Constitución del 91. El presidente quería mostrar su apertura democrática y yo era una ficha dentro de esto, nombrar a Gabriel Restrepo sociólogo de la Universidad Nacional era un efecto para la política del gobierno. Escribí en esa época los discursos del Presidente, es decir, yo hice el curso perfecto para ser cuadro del Estado y fui un cuadro tan cuadrado, que en un acto de artesanías de Colombia el presidente se acercó a mí y me dijo –Gabriel muchas gracias por todo lo que ha hecho– y yo le contesté –presidente es mi deber–, esa es la máxima expresión de un cuadro para el Estado. Eso significaba que también era un pensador que no hacia las cosas por complacer al presidente sino por el deber que tenía con el Estado nacional. El hecho fundamental es que yo fui un cuadro para el Estado y a partir de la teoría, yo era el Estado. Yo también tuve el poder del mundo, yo fui delegado por Colombia a la junta ejecutiva mundial de UNICEF. Viajé a Ginebra, a Nueva York a El Salvador. Entonces fui un cuadro para el Estado y para el mundo. 154
Pero llegaron los demonios del destino, llegó la necesidad de humillar el pensamiento en el sentido más humilde, y es que vaya al humus. Somos un humedal levantado. El pensamiento debe arraigarse muy en lo profundo de la nación colombiana. Y si hay que humillar el pensamiento también hay que humillar al pensador, este debe tener la condición de humildad, debe oír las voces del abuelo y de sus difuntos. Llegué a un cansancio profundo con el Estado y con mi matrimonio de estrato 5 y me separé del Estado y de mi esposa. Me dediqué a pensar una y otra vez a Rousseau, escribí poesía mística y me aproxime al carnaval y a la fiesta. ZH: ¿Quiere decir que renunció a la ‘Institución’? GR: Sí. Volví a la casa de mis padres y en esos días fue una chica a la casa a hacer limpieza, vi sus manos y vi sus dibujos y construí con ella una relación. Era hija de pequeños caficultores y viví con ella por el potencial que le vi y porque estaba leyendo a Rousseau que se había casado con una lavandera. Después vine a descubrir porque estaba viviendo el –mito de Poros y Penia– descrito en El Banquete de Platón. Poros es el exceso y Penia el indigente. Con ella tuve dos hijos y duré 20 años. Me siento Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
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muy orgulloso de esa parte de mi vida, fue una relación muy bonita pero muy difícil por lo dispar, por todo lo que significa nacer en el campo en condiciones de pobreza y de miseria. Después de eso me dediqué a las clases populares que por esa vida afectiva que había elegido me acarreo por supuesto la exclusión social. Yo retrocedía, para algunos, me degradaba y caía. Fueron 20 años donde mis relaciones de familia eran con celadores y empleadas del servicio. Lo que me permitió pensar a fondo. El hecho es que yo le menciono este elemento de mi vida privada porque hace parte también de la necesidad de humillar el pensamiento, de ponerlo también en la condición del humus, de la tierrita colombiana, ese retorno a la tierra es uno de los principios de los Estudios Culturales. Yo aquí no estoy especulando, lo he vivido, lo he padecido y lo he gozado. Esto es lo que le falta a los intelectuales, ellos tienen mucha retórica y brillo de la elucubración pero ¿dónde está la experiencia de alianza con el pueblo? Tengo dos hijos que son el fruto de la tierra y de otras experiencias mías. Nací pobre y la familia fue ascendiendo pero comprendo esas cosas de la raíz. Entonces a partir de ahí decidí no ser Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
un cuadro para el Estado sino un círculo para la nación. Que circule por mí la complejidad de la nación, desde el punto de vista vital e intelectual. Por eso hice el tránsito de la pedagogía como esclavitud a la psicagogía, me aburrí de poner notas, ¿Qué condición tengo yo para juzgar? Acudí a la psicagogía y a la mistalogía porque son formas de guiar a través del secreto, que es muy afín con los Estudios Culturales. Lo secreto está en lo evidente, se esconde en lo evidente; en lo ordinario se encuentra lo extraordinario. Sólo hace falta otra mirada, una más poética o etnográfica para descubrir lo que hay oculto en el lugar común, eso es la mistalogía, lo que significa, en mi traducción a los modelos de enseñanza y también para los estudios de la cultura, tomar el contexto local como un contexto de enseñanza y un contexto de aprendizaje, lo que está en varias investigaciones que he hecho. Así que en las clases comencé a indagar el tema de la fiesta y del carnaval. El papel de la fiesta es muy interesante, el capitalismo cree que la fiesta no es productiva, en cambio yo pienso que contribuye a movilizar a las comunidades. El tema de la fiesta involucrado a la cultura popular me venía rondando desde 1993, año en el que emprendí una expe155
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riencia de transformación de la pedagogía universitaria. Burlándome de los conceptos del marxismo mostré mi aburrimiento por las clases, la lucha de clases y la dictadura de clases. Lo que me llevó a dedicarme a las clases populares y a buscar un fenómeno de la cultura popular que pudiera examinar, así que escogí el carnaval. El carnaval es la máxima expresión de la cultura popular. Reúne todas las artes, las pone en una escena fecunda, alegre y “mamagallista”. La ciudad es tomada por el folklore y por el orden subvertido. Entonces en la clase de sociología nos dedicamos a deconstruir el carnaval. El primer día puse manteles verdes, botellas de vino, panes, quesos y el libro de El Banquete de Platón y les dije –a partir de ahora se acabó la clase cuadriculada, a partir de ahora vamos a hacer un carnaval–, entonces como el carnaval es una comparsa me terminaron llamando “papá muerto” o “profesor muerto”. Pintamos el salón, hicimos talleres de música, de máscaras, de disfraces, de vestuario, de letanías y terminamos yéndonos al carnaval de Barranquilla. ZH: ¿Por qué dice que estaba cansado de las clases, de la concepción de las clases? ¿Qué significa para usted esto? 156
GR: Por un lado, la clase es muy jerárquica, la pedagogía en su etimología es conducir a los niños. Yo estaba cansado del marxismo vulgar y de la pedagogía que a mi modo de ver son coincidentes. La pedagogía es un modo de amaestramiento y disciplinamiento. Alumno proviene de alere (esclavo alimentado en casa). Toda la pedagogía, por más crítica que sea, arrastra el discurso del amo y del poder del amo. Entonces, yo cambie eso por el concepto de pisicalogía, que quiere decir que el maestro aparece como sujeto, la experiencia del profesor es un elemento importante en la enseñanza, se valoran sus fracasos y errores, por lo tanto, aparece esa lucha por conquistar un saber pero un saber venido de la experiencia. Como consecuencias de esas reflexiones estoy desarrollando la teoría dramática de la sociedad, que es surgida desde abajo, desde la experiencia vital, desde el carnaval. ZH: Su vida me abre una vez más la pregunta recurrente que tengo sobre Colombia, en un país tan dispar y tan incapaz de comprenderse desde la cotidianidad por las diferencias culturales y las diferencias de clases sociales; apostarle, como lo ha hecho usted desde el Estado, a una descentralización de las Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
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decisiones no es como apostarle a una diferencia sociocultural que lleva a la casi total incompatibilidad de las personas, a la eliminación y exclusión de éstas y al sostenimiento de los poderes clásicos y heredados. GR: Efectivamente, la apuesta de la Constitución de 1991 era la apuesta a la diferencia. Sin duda, el orden es más precario y más difícil cuando se admite la pluralidad, pero es ahí cuando un Estado se torna complejo y la cultura juega un papel fundamental de realidad y de relectura. En el fondo, la única o quizás una de las únicas utopías con una minúscula posible y deseable, es ir socavando el omnívoro poder del Estado como gobierno central para empoderar progresivamente la minga, el ágora, el contrato social bajo la ceiba, la tonga, como llaman en el pacifico, y el trabajo común mediante el autogobierno. Se han cometido y se van a cometer muchos errores pero hay un proceso de aprendizaje. Lo que pasa es que en nuestros 5 siglos de historia sólo hemos tenido 23 años en la Constitución de 1863 a 1886 y los 20 años de la Constitución de 1991, el resto hemos vivido de la usura del Estado y del gobierno central. El aprendizaje es lento pero hacia allá hay que encaminar el proceso de la constitución, de la cultura y Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
de las políticas culturales. Puede que haya ordenamiento legal y multiculturalismo pero hay que aprender a aprender, aprender a desaprender. Aprender a desaprender es aprender a desaprenderse, a desarraigarse, a deconstruirse en las raíces del fondo mismo del ser, porque los imaginarios son de una duración geológica. En el año 1992 empecé a dictar cursos de gestión cultural en el Rosario. Ahí trabajé un tema que he desarrollado en otras oportunidades y que he nombrado el síndrome del mimetismo de la condesa de Pereira. Es decir, es sobre el deseo de ascenso. Profundicé en el concepto de “ladino” para llamar a América Latina, América Ladina. También inicié mi trabajo sobre Alquimia del Semen, otro libro mío, que contiene la tipificidad de mi pensamiento y de mi excentricidad. Desde una América mestiza pensé el problema del mestizaje y de la multiplicidad de Colombia. Como para pensar necesito movilizar los diarios, la narrativa, la poesía, entonces empecé a enseñar una serie de temas en apariencia inconexos y que vistos a la lógica de la teoría de hoy, tiene que reconciliarse con muchas máximas. Una de ellas es la “concentración dispersa” o una “dispersión concentrada”. Traer muchos temas y volver a ellos para recogerlos como un acto “chamánico”, tiene que 157
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tener una introspección y una extrospección, una posición masculina y una femenina porque si no, no se comprenden. Uno de esos temas fue la Urbanidad de Carreño porque fue un modelo de convenio social, de clasificación y discriminación social ya no solo por el pigmento de la piel sino por las maneras y los modos de establecer lo que yo llamo “cuadratura del bien”. El bien económico (el que tiene tierra o la educación para adquirir tierras), el bien político (el que puede votar, elegir y ser elegido), el bien social (el bien casado y bien relacionado) y el bien cultural (el de las maneras). Eso desplazó a la discriminación por pigmento y son imaginarios que están vivos. También me puse a investigar ¿por qué se había remplazado el modelo de las maneras de la urbanidad de Carreño?, ¿qué las había remplazado? y ¿cómo, sin embargo, era como un estuco frente a lo otro que las solapaba? fundamentalmente, ese es el modo de la “pirámide de castas” y de la “alquimia del semen”. Ahí no hay Marx que valga, no hay Freud, no hay Weber. Ahí está el trabajo de elaboración desde abajo desde América Latina. Alquimia del semen dice que nosotros tenemos una fundación mítico, sexo, ero, teo teleológica, y es en la medida en que 158
hubo una “democratización de las almas” (es una burla), o sea, en la medida en que les dieron alma a los indígenas y a los negros, entre esas almas no podía existir la copulación, la consanguinidad y la cohabitación. Había una esperanza teológica de revivirse con el blanqueamiento, a través de la educación; aunque también tiene un correlato sexual, la mujer para dirimirse tiene que acostarse legal o ilegalmente con alguien de arriba, un varón de arriba, para que sus hijos se blanqueen, ese es el purgatorio, esa es la Alquimia del semen. ZH: Pero ahí iba mi pregunta de antes, si ha tratado tanto el tema de las diferencias sociales dentro del marco del capitalismo, la renuncia a la definición misma de clase es frente a que otros conceptos. GR: Yo estoy con la noción Foucault de biopoder, pero voy más allá de eso, y del paso de la esclavitud, de la dominación, que es la explotación del servilismo, a la explotación que es capitalismo que, a mí parecer, son formas de neoescalvitud que pasan por lo que yo llamo telesemasomatización, que es la configuración del soma, del cuerpo, a través de significaciones trasmitidas telemáticamente. Para mi lastima no he tenido la oportunidad de estudiar eso pero me alegro muTrans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
Entrevista a Gabriel Restrepo
cho que Santiago Castro Gómez lo hubiera hecho para Colombia, que es el tema de la publicidad, como la caja negra del capitalismo contemporáneo. ¿Por qué? Porque es la configuración de lo que para mí es la energía contemporánea, que no es ni siquiera el petróleo, la energía contemporánea para mi es el deseo, es la configuración de los deseos, la configuración casi teológica, estética, porque están los llamados creativos poniéndole música y colores a los productos, narraciones, épicas, mitos, entonces la uniformidad que se plantea en el mundo contemporáneo es una uniformidad producida por esos parámetros de consumo, que son la marca del éxito del sujeto en la contemporaneidad. Hoy el discurso de clase sigue siendo vigente pero tendría que tener muchos matices respecto a la visión de Marx. Le voy a poner un ejemplo, en Colombia la inequidad es de las más altas del mundo, en África puede haber más pobres pero la diferencia entre lo que ganan los pobres y lo que ganan los ricos no es tan grande como en América Latina que tiene una de las inequidades más altas del mundo. Primero ¿cómo se explica eso? Segundo ¿cómo se explica que habiendo una inequidad tan alta no haya una situación revolucionaria y las guerrillas no hayan podido hacer nada contra eso?, decir que la gente esta engañada, alienada, Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
como sombies como bobos, es un insulto del marxismo a la gente que no es tan boba. Ahora, ¿cómo se produce eso? Por una razón, y es que en América Latina, a diferencia de los países del hemisferio norte, no hay una diferenciación funcional entre el poder económico, poder mediático y poder político. Responden a la misma lógica RCN y Caracol. Caracol, 1948, Lopez Michelsen, Julio Mario Santodomingo y las textileras. Eso hace que ese dominio mediático invisibilice el fenómeno de la inequidad. Pero ahí todavía nos mantendríamos dentro de la teoría de la alienación, o sea que el pueblo esta alienado, que lo alienan el futbol, el carnaval, la fiesta. ¡No! Esas cosas son propias del pueblo. Todo lo contrario, la gente aguanta esa inequidad porque hay una “igualdad hechiza”, y en ese sentido le hallo razón a Eduardo Restrepo cuando habla de la instrumentalización del Estado; si bien el Estado utiliza esto, ese no es un diagnóstico completo. La gente acepta esa inequidad porque conseguir esa igualdad hechiza, por más de que sea hechiza, es una victoria del pueblo. ZH: ¿Que significa inequidad hechiza? GR: Hechiza porque es ficticia, es del orden no de lo tangible sino de los cultu159
Zoad Humar
ral. Pero ¿en qué consiste? Durante mucho tiempo las elites de Colombia negaron y sofocaron la cultura popular, el carnaval, el fandango y todo eso, la comida fue negada, pero al mismo tiempo sentían como una especie de atracción, era como un vértigo diferenciarse. Si el poder ejercía una seducción, el pueblo la ejercía de una manera disidentemente orgullosa con la comida, con la sexualidad, con el carnaval, con la fiesta, con el mundo de la vida. Lo que finalmente sedujo, esa contra seducción de las clases populares, triunfó. Fue aceptada, entonces la gente está convencida que si se pudo lograr eso, también se puede lograr otras conquistas que vayan resolviendo la pobreza y la situación de inequidad. Esa es una visión diferente. ZH: Como entiende el deseo, es decir, yo creo que tengo claro qué es desear, pero habría posibilidad de una sociedad que no desee. GR: El deseo es el deseo de otro y no, no habría posibilidad, es más, no se trata de eso, suena imposible no desear, además podría ser aburridísimo. El problema es ¿cuáles son los deseos? No es una posición racional, son mis deseos o son los deseos de otro. Por ejemplo, es mi deseo el de ser mujer o es el deseo de mi mamá. No se tra160
ta de eliminar el deseo porque eso es imposible y absurdo, ni de configurar un deseo marxista porque ya vimos en que terminó el socialismo. Menos se trata de una mayor ilustración con respecto al deseo sino de una apropiación de las personas de sus deseos, no de los deseos del capitalismo, ese es el fondo fundamental. Y de ahí hay un papel del arte y la cultura, en crear deseos seductores que vayan de modo directo con la emancipación. A mí no me gusta la palabra emancipación, sino el concepto al que estoy tratando de llegar es al concepto de creatividad y recreatividad. Es ese salir del deseo del otro y del consumo; es fundamentalmente la lucha contra la neoesclavitud; es a favor de la creatividad personal en la disidencia, en la pregunta, en la interrogación permanente, en la recreación. Ahí hay un desafío para quienes trabajamos en la cultura pues ¿cómo encantar en un modo racional y en un sentido mágico? Por ejemplo en El Tiempo, hoy (15 de septiembre de 2011), hay un debate entre Berta Quintero y Cesar Pagano sobre las políticas culturales del distrito y Cesar Pagano se queja, con razón, de la escenificación compulsiva del distrito de rock, de salsa, de champeta; y Berta lo defiende y contradice esa espectacularización de la cultura centralizada. Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
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Yo creo que tiene razón Cesar Pagano. La orientación que está dando el distrito a sus políticas culturales está dirigida a los jóvenes y no a toda la familia, y cuando uno piensa en toda la familia vincula en la muestra géneros distintos y puestas en escena que puedan seducir a personas de diferentes generaciones. Eso es consonante a la pregunta que usted hacía anteriormente y que se representa en la lucha, por una parte, entre la retórica multicultural y, por otra, la centralidad y homogenización estatal. Ahí se abren preguntas muy importantes. En cuanto a lo que a mi respecta, puedo decir que hace tres años vengo derivando en algo que me parece que han desarrollado los Estudios Culturales y el posmodernismo, y es la devaluación de la teoría. Devaluar la teoría es como motilar el niño con el agua sucia, con los metarelatos la teoría no ha muerto, hay necesidad de una síntesis del pensamiento y estoy desarrollando eso con lo que llamo una teoría dramática de la sociedad. ¿Por qué teoría? y ¿por qué dramática? Por una parte es porque tanto teoría como teatro vienen de la misma palabra, “contemplar a fondo”; y por otra parte, porque el teatro, las modalidades del drama y la puesta en escena son fundamentales para entenTrans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
der una sociedad como ésta que es rica escénicamente. En esa dirección, desde el año 97 o en el fondo desde hace 40 años, estoy trabajando un tema sobre socialización política y educativa de los colombianos, donde derive en 7 modelos de relación entre saber y poder económico: el indígena, el colonial, el señorial, el médico –quirúrgico– epidemiológico, el tecnocrático, el cibernético y el democrático. Todo esto derivada en lo que reconstruyo en Teoría Dramática. ¿Cuál es esa teoría dramática? Lo dramático está en el carnaval, la moda, la pasarela, el show, la vitrina y el performance del poder, entre otras cosas. Lo que digo con esa teoría es muy sencillo (una teoría compleja no tiene que ser complicada aunque vengan de la misma raíz). El primer mundo es el principio de humildad, es el mundo desconocido, el 75 por ciento del universo es oscuro y no sabemos nada, es el mundo cuántico, etc. El mundo desconocido permea a los demás mundos. Del mundo de la naturaleza conocemos apenas el 15% de las especies y del mundo de la vida. ¿Qué comprendemos del sujeto? Pues lo que cada uno diga cuanto se comprende a sí mismo y al otro. Luego viene un mundo natural, orgánico y humanizado, ese es el escenario, es el mundo de la vida 161
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social, articulado con el mundo de la vida humanizada. Luego el mundo de los sistemas donde los sujetos desaparecen para aparecer como actores, en roles y posiciones sociales, estratificados en función de su acceso al poder económico (riqueza), poder político, poder mediático que es el de producir imagen y comunicar, y el poder del saber. Luego viene el mundo de la cultura que es el que proporciona los libretos, las significaciones sociales, científico técnicas, expresivas, integradoras (ética, moral, códigos de urbanidad) y profundas (filosofía, imaginarios, etc). Teniendo los mundos empiezo un juego que cada vez se amplía más. Ahora estoy trabajando en el mundo de la vida social y utilizo metafóricamente, o como guía de pregunta la teoría evolucionista de Parsons. Tengo un tratado de evolución que va de la domesticación local del neolítico a la domesticación global contemporánea. La domesticación del neolítico no solo fue la domesticación de las plantas y los animales sino de la especie misma, la domesticación del nacimiento y la muerte. ¿Pero cómo se ha producido ese paso de la domesticación local a la domesticación global? Para esto uso el paradigma cibernético que es transformación de energías en información y control, centros que apro162
pian expropiando y devaluando éticamente a los otros, centro como mecanismos imperativos de pedagogía, amaestramiento, violencias, fomento de las resistencias para coaptarlas. Y lo que se vislumbra es el recogimiento de algunos brotes de la humanidad de aquí y allá, que indican otro camino diferente que yo llamo ecobiosófico, que es el saber en la vida en la casa global. Pero no es solamente un saber de la vida sino un saber que da vida. Es la diferencia de sabiduría con saber, y que por lo tanto implica una conexión de lo ético, de lo espiritual, con lo estético, en la producción y creación de la vida. En la recreación de la vida, ese paradigma implica una organización social por tramas y no por redes solidarias, afectivas, con centros excéntricos, que cada vez que llegan al centro se desplazan, predomina la justicia llamada epidemia entre los griegos, que es una justicia del cuidado y de la benevolencia, con la valoración de la pregunta como forma fundamental de la adaptación lingüística de los hombres, con la valoración de la disidencia como forma fundamental de contrarrestar la tendencia del poder a acrecentarse, con el paradigma de la no violencia que implica una reflexividad enorme de la acción pública. Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
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ZH: ¿Pero ese final es la utopía, o lo que ve venir? GR: No, es una construcción teórica que es a la vez utopía pero que es tomada de indicios locales y mundiales. Yo veo que se han ido desplazando los paradigmas institucionales y de poder pero el camino sigue siendo incierto porque nada es lineal y porque depende del heroísmo de la cultura. La cultura es una variable independiente, la cultura configura, prefigura y precursa. Es una variable independiente y es una lucha contra muchas cosas, entre otras cosas, contra la lucha armada. ZH: Contra qué otras cosas. GR: El conformismo, el cinismo, el hedonismo y contra el posmodernismo cuando lava al niño con el agua sucia y piensa que el heroísmo ya no debe existir. Por supuesto que el heroísmo militante no debe existir y otras formas de heroísmo, pero por dios, el heroísmo es materia de creación cultural. Es indispensable la lucha contra la masificación y la experiencia de que el sujeto no vale hoy, no en la épica de un sujeto está la épica del universo entero, es una lucha desalmada y almada, sin embargo, levantada en almas. Ese es el coraje. Hoy se descree, sin embargo, que un jovencito hizo desviar a miles de tanques en China. Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
Es la lucha contra uno mismo y las tendencias a la repetición. Esa es la apuesta y en Colombia se traduce en afianzar el modelo democrático y la utopía de orientarse hacia la subordinación del mundo de los sistemas que hoy subordina al mundo de la vida, una lucha para que el mundo de los sistemas se ponga al servicio del mundo de la vida, de los infinitos cromatóforos. Eso implica una utopía medio anarquista pero paradójicamente casi neoliberal, de empoderamiento de los gobiernos locales, el máximo autogobierno comunal, que es el modelo soñado de todo eso. ZH: Solo una última cosa, ¿cuáles fueron los enfrentamientos cuando se presentaron los Estudios Culturales en la Universidad Nacional? GR: Nuestras universidades tienen un vicio por constitución y por envejecimiento que es el vicio de la disciplina canoníca y por lo tanto los fueros disciplinares pelearon con los Estudios Culturales que implican romper cercas de púas. En la Universidad Nacional el avance de la investigación ha permitido atenuar esos campos disciplinares pero aun así, esa investigación se hace en institutos fuera de los departamentos, estudios de género y de 163
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violencia, entre otros. Aunque la reforma curricular de Mockus creó créditos y cursos de contextos y cátedras de sede que ha servido mucho, no ha contribuido del todo a romper los límites disciplinares. ZH: Una de las discusiones de fondo de los Estudios Culturales es evadir su propia definición porque la identidad construye discursos que sujetan a las personas y porque las relaciones de poder cambian y tienen contextos específicos. Para mí está entrevista mi fue difícil abordarla desde los Estudios Culturales porque su vida es interesante y me hace pensar en Zandra Pedraza quien fue muy reacia a ubicarse dentro de Estudios Culturales. Por una parte siento que es más importante plantear ciertas discusiones con respecto a la sociedad más allá de determinar si son Estudios Culturales pero a la vez pienso que agrupar las discusiones contribuye a darle forma a muchas incomodidades que tenemos. ¿Puede decirme qué cree de esto? GR: Cuando algo que ha surgido de la resistencia configura un campo nuevo empieza a concebirse como aquello que le produjo resistencia, es lo que Rene Gigar llama la “rivalidad mimética” o los “juegos de la envidia”. Lo que da sentido a la resistencia constituye un campo igual y 164
empieza a ser un campo disciplinar negando lo otro y definiéndose a sí mismo. Ya ve uno en los Estudios Culturales un campo donde hay luchas por el poder, por el desconocimiento y por el reconocimiento. Entonces yo creo que Zandra Pedraza es muy creativa para caer en ese juego, de hecho la excluyeron de antropología y su tesis del cuerpo salió de ella. Las personas creativas tienen suficiente dignidad para decir yo no voy a entrar en estos juegos de poder y no me interesa ser la papisa de esto. Desde mi proyecto de la teoría dramática puedo señalar que finalmente el problema de la pobreza lleva a la envidia, a aferrarse a cualquier poder. La teoría del bien limitado se presenta como el juego de suma cero, lo que yo gané tiene que ser a costa de otra y otro porque los bienes son limitados. Entonces la teoría dramática de la sociedad postula que no son las acciones racionales las que predominan (esa es la ficción del hemisferio norte y de las que vienen de la tradición utilitarista). Es más bien una pasión lo que domina las pasiones, los deseos y las emociones. Entonces, ¿cuál es la pasión? La envidia y ¿qué es la envidia?, la envidia tiene un componente de juego de suma cero, tiene un componenete de la teoría del bien limitado, de la rivalidad mimética. Esa es la envidia de la Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
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mala, que es la que funciona en los juegos de poder disciplinar. Sin embargo la teoría plantea una visión homeopática en el cual el veneno se transforma en don, el vicio en virtud, la envidia de la mala transita a la buena cuando se convierte en un deseo de igualdad y eso es la modernidad y luchas por el reconocimiento en el sentido Hegeliano. Lo más maravilloso es el final rosa, que es la máxima transformación de la envidia en la vivencia. Envidia sin vida no es bien, y ¿qué es la vivencia?, es el reconocimiento de la diferencia, lo que está relacionado con la sabiduría. Es el paso del concepto de ciudadanía al concepto de conciudadanía. Y como no todos somos iguales, se necesita un tercer elemento que no es el de la fraternidad sino el de la solidaridad para vincular la igualdad ficticia y jurídica y política con la diferencia, la solidaridad implica una transformación cultural enorme, de comprensión y de razón poética. La vivencia es eso, es una visión de la transculturalidad, de la multiplicidad. Finalmente, toda mi teoría desemboca en un solo punto. Lo único que me interesa es la formación y si quieres, lo único que me interesa es la transformación de mi mismo. Yo creo que fracasaría si no soy capaz de transformar esa caja Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
de deseos que viene hipotecada desde la infancia, es de lo más difícil que hay en el mundo. Eso es lo que me interesa, esa es la prueba de fuego, y por eso la teoría para mi está atada a la vida, a mi vida y a la vida de muchos, porque para volver a otro tema que habíamos dejado en punta, ¿qué es el aprender a prender? es aprender a desaprender y a desarraigarse de uno mismo, de su egoísmo. Eso es algo muy duro porque implica lo que Heidegger llama el “abandono”. Para humillar el pensamiento, para lograr un pensamiento humilde es necesario abandonarse y ser abandonado. Ese es el estado del nacimiento de la única posibilidad de lograr transformarse de un modo radical.
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La investigación académica y las transformaciones socio-políticas Entrevista a Magdalena Defort Co-directora del Proyecto sobre Democracias iliberales del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Miami Por Vladimir Rouvinski Director del Centro de Estudios Interdisciplinarios Jurídicos, Sociales y Humanistas (CIES) de la Universidad Icesi (vrouvinski@icesi.edu.co)
Vladimir Rouvinski (VR): ¿Cómo puede describir su carrera como investigadora? Magdalena Defort (MD): Aunque soy doctora en Letras Latinoamericanas, mis investigaciones siempre han tenido un enfoque político en la región. Mientras que mi tesis doctoral tenía que ver con el estudio de la novela La Fiesta del Chivo de Mario Vargas Llosa, en lo que realmente trabajé fue su contexto político, específicamente lo relacionado con el análisis de los gobiernos autoritarios de Leónidas Trujillo en la República Dominicana. Al graduar166
me, empecé mis estudios posdoctorales en el Instituto de Investigaciones Sociales y Políticas de la Universidad Nacional Autónoma de México. Durante ese tiempo continué con este interés: el trabajo de Mario Vargas Llosa, pero esta vez enfocándome en su actividad política, no sólo en América Latina sino también en Europa después de su salida a Madrid. El programa electoral “FREDEMO” inspirado por sus ideales del liberalismo y la democracia promovidos durante su campaña presidencial en el Perú en 1990, fue unos de los enfoques de mi trabajo. Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
Entrevista a Magdalena Defort
“los intelectuales y los académicos han de ser el motor de cada transformación tanto en la materia de política como en el campo social”
Durante mis estudios postdoctorales organicé la Mesa Redonda donde tratamos los temas relacionados con los cambios políticos en América Latina. Puedo mencionar que tuve el honor de tener en la mesa, entre los destacados académicos e investigadores, a Mario Vargas Llosa. Creo que su participación y la entrevista con este Premio Nobel de Literatura de 2010 es uno de mis grandes logros como investigadora. Pero por supuesto, no siempre todo ha girado alrededor de este gran liberal. Mi interés por las cuestiones políticas y sociales de América Latina empezó Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
cuando estudiaba en el programa de la maestría en la Universidad de Wroclaw en Polonia y, al mismo tiempo, en la Universidad Jaguellónica en Cracovia, también en Polonia. El tema de mi trabajo era la Revolución Mexicana. Después de graduarme recibí la beca por parte de la Secretaría de Relaciones Extranjeras de México para realizar mi proyecto dedicado al estudio de la contemporaneidad de los conceptos como la paz y la guerra en la Cultura Náhuatl. Aunque venía a México solamente por un año, me quedé en este maravilloso país casi 10 años. Du167
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rante todo ese tiempo he publicado tres libros y varios artículos. VR: ¿Cuáles son los temas de su investigación actual? MD: Actualmente, estoy en la Universidad de Miami y trabajo en temas relacionados con las cuestiones de la seguridad en el Hemisferio Occidental. El enfoque de mis trabajos de investigación es el narcotráfico, las estructuras ilícitas del poder y las relaciones cívico-militares en las democracias latinoamericanas. De hecho, son temas que hoy en día se encuentran en debate intelectual y que más relevancia tienen para este hemisferio. Además de estos temas, estoy investigando uno relacionado con el problema de deserción de militares que en operaciones especiales de las fuerzas armadas se adhieren al crimen organizado. Esta es una situación desastrosa por el cual se están enfrentando las sociedades latinoamericanas. El problema aquí radica cuando parte del sector encargado de la seguridad comete, frecuentemente, los mismos abusos a civiles que los que son causados por el crimen organizado. Muy en general, este es el tema de mi último trabajo. Por otro lado –y como usted sabe– aquí en la Universidad de Miami estamos 168
por concluir nuestro libro dedicado al estudio de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA). El libro es uno de los resultados de nuestro taller que se organizó hace un año y al cual se invitó a académicos y expertos de las diferentes instituciones de investigación de América Latina y los Estados Unidos, en el cual usted también participó. VR: Gracias por la mención. Personalmente, creo que este libro sobre la ALBA será un aporte importante –y oportuno– para todos aquellos a quienes les interesa conocer mejor los procesos de integración en nuestra región. Será también un ejemplo de la contribución que desde la academia para la construcción de un mejor “aprender” de los complejos procesos que viven los países latinoamericanos. Mi siguiente pregunta tiene que ver precisamente con ese tipo responsabilidades que adquieren los investigadores cuando se enfrentan a los retos que afronta la sociedad en las Américas. En ese sentido, ¿cómo se puede caracterizar el papel que juegan las investigaciones académicas en torno a temas de desarrollo socio-político de los países latinoamericanos en las relaciones Norte-Sur del Hemisferio Occidental? Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
Entrevista a Magdalena Defort
MD: En general, el debate intelectual es un punto clave para cada cambio y desarrollo. Los intelectuales han de tener una incidencia significativa en las transformaciones tanto en materia de política como en el campo social. Se puede identificar un número grande de proyectos o propuestas que provienen de alguna u otra manera de los intelectuales e intentan hacer carrera en los parlamentos, convertirse en proyectos de ley y luego en leyes. Sin embargo, no hay que olvidar que son los políticos los que diligencian las propuestas que pueden tener, o no, como punto de partida algunos trabajos de investigación científica o, simplemente, considerar las opiniones de académicos antes de tomar sus decisiones. Creo que el debate intelectual y las serias investigaciones dan una cara humana a lo que es la política la cual, como bien sabemos, a veces olvida que tiene que servir al hombre y contar con él. Lo mismo pasa en el caso de las relaciones Norte-Sur del Hemisferio Occidental. El diálogo académico o el intercambio de las ideas entre ambas Américas es lo que más se necesita y más peso debería tener en las relaciones entre las naciones americanas. Las investigaciones y el intercambio al nivel académico entre las dos Américas no sólo meTrans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
joran las relaciones entre ambas, sino que también las acerca y hace que empiecen a hablar un mismo idioma. VR: Desde su perspectiva, ¿cuáles son los retos y desafíos de los estudios latinoamericanos fuera de América Latina? MD: En mi opinión, uno de los retos consiste en que los estudios latinoamericanos proveniente de afuera de América Latina la vean como una región que ocupa un lugar muy relevante en el mundo multipolar, es decir, que la consideren una región libre e independiente que tiene derecho de determinar y definir su futuro. Pero como ocurre a veces, por ejemplo en algunos casos europeos, los cambios socio-políticos que vive actualmente América Latina, están siendo analizados de una manera muy superficial. Por eso, aparecen estudios que no toman en cuenta el contexto socio-político de esta región lo cual veo como error. Creo que para hacer cualquier tipo de estudio, desde cualquier perspectiva académica, es muy relevante reconocer la complejidad de la realidad latinoamericana para al menos poder pretender ofrecer una opinión experta. Otro reto para los investigadores cuyos trabajos tienen un enfoque en los estudios de la región, es el conocimiento del castellano o del portugués. Sin hablar el idioma 169
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del país en cuestión es prácticamente imposible saber lo que es, en este caso, América Latina. Por lo tanto, el manejo satisfactorio del idioma es indispensable para el desarrollo de estudios serios. VR: ¿Qué puede sugerir a los estudiantes que escogen estudiar temas sociales? MD: Hay una gama de temas sociales que podrían despertar el interés a los estudiantes y más cuando se trata de América Latina. Sin duda, esta región es un verdadero laboratorio para los investigadores. Pero creo que unos de los temas que más podría atraer la atención a los estudiantes son las transformaciones socio-políticas en la región. Para dar sólo un ejemplo, podemos hablar sobre el surgimiento de la llamada “Nueva Izquierda” que ha empezado a reconfigurar el mapa político de la región teniendo fuertes vínculos con temas sociales, ó sobre los movimientos de los grupos más desprotegidos en la defensa de sus derechos. Son temas de esta índole que pueden incrustarse en los intereses de los estudiantes. Otro tema para investigar, puede ser la cuestión de la seguridad pública tan afectada por la creciente violencia organizada. No es simple coincidencia que se trata de un tema de debate no sólo al nivel académico, sino también a nivel político. 170
Creo que vale la pena subrayar lo siguiente: lo que realmente debería interesar a todos los estudiantes es la cuestión de la participación activa en sus sociedades, y, en particular, en los procesos relacionados con la toma de decisiones políticas sobre el futuro de sus países. Sus voces deben ser fuertes para que sean escuchadas por los políticos cuando las cosas no marchan bien. En congruencia con lo anterior, la “Caravana por la Paz”, inspirada por el poeta y activista Javier Sevilla de México, es uno de los ejemplos de la postura democrática del pueblo mexicano contra la violencia e inefectividad de las políticas de antidrogas llevadas a cabo por los gobiernos mexicanos y los de los Estados Unidos. Estoy convencida de que la política y las relaciones internacionales tienen una fuerte incidencia en las cuestiones sociales, en específico, en un ser humano incrustado en el mundo internacional, ya que él le da una razón para que las ciencias sociales existan.
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Rese単as
¿El principio del fin de las relaciones colombo-venezolanas? Laura M. Pineda (laurita0110@hotmail.com)
PASTRANA B., Eduardo, Carsten Wieland y Juan C. Vargas (2008). Vecindario agitado. Colombia y Venezuela: entre la hermandad y la conflictividad. Bogotá: Pontificia Universidad Javeriana, Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales. 272 páginas. En los últimos años, las relaciones entre Colombia y Venezuela han sido fuente de noticias y discusiones. Han sido analizados los discursos del Presidente Chávez y de Uribe, ahora último, el de Santos también, presentando las diferentes facetas por las que han pasado las relaciones entre estos dos Estados, mutua y regionalmente catalogados como países “hermanos”. A partir del análisis de cada capítulo por separado, se dará cuanta de cómo el libro Vecindario agitado. Colombia y Venezuela: entre la hermandad y la conflictividad y la teoría constructivista pueden ser útiles para estudiar cómo se perciben las relaciones internacionales de estos dos países. Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
Inicialmente, es necesario que se establezcan los parámetros de la teoría constructivista1 de las relaciones internacionales. Históricamente, ésta aparece hacia los años 80 y permite “una visión más dinámica y menos rígida de las relaciones entre estructuras y actores” en las que se tiene en cuenta, por un lado, el contexto de cada relación y, por el otro lado, la manera en como estos actores se desenvuelven. Para el constructivismo, las relaciones internacionales no se mueven tras el poder 1 Para hablar sobre lo que constituye esta teoría, nos apoyaremos en lo que escribe Alexander Wendt sobre el constructivismo en La anarquía es lo que los estados hacen de ella. La construcción social de la política de poder, y artículos sobre el constructivismo. 175
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material como las fuerzas militares, las capacidades económicas, los balances de poder que condicionan el comportamiento de los actores, sino que aquí se privilegia una mirada en clave de lo social. Como lo dice Alexander Wendt, las teorías sociales “buscan explicar las identidades y los intereses” de los actores, mostrar cómo las instituciones pueden transformar las identidades y los intereses. Uno de los principios del constructivismo es que “la gente se relaciona con los objetos, incluyendo otros actores, según el significado que estos tienen para ellos”. Es importante tener en cuenta que, según Wendt, “los actores adquieren identidad mediante su participación en los significados colectivos” que son los que “conforman las estructuras que organizan nuestras acciones”. De este modo, lo que trataremos de hacer, a partir de este libro, es determinar cómo se han visto afectadas las relaciones entre Colombia y Venezuela, a partir del cambio de los intereses de cada uno y las identidades. El primer capítulo, Colombia y Venezuela en tres momentos: del panamericanismo al latinoamericanismo, nos deja ver cómo estos países detentan un origen común a partir de la idea de la Gran Colombia de Simón Bolívar. En ese entonces, el 176
punto en cuestión trataba de países en una lucha contra la dominación de la corona española, sus identidades convergían. Del mismo modo, hablar una misma lengua y compartir fronteras en común, permite que surja cierto deseo de “panamericanismo”, idea que no va a ser apoyada por los Estados Unidos por su falta de identificación con el mismo. Luego, comienza a emerger la idea de “latinoamericanismo” como alternativa. Éste busca posicionarse como una fuerza regional a partir de las relaciones entre países sudamericanos con acuerdos sobre todo comerciales, pues sus intereses son, en muchos casos, comunes. Se trata de la búsqueda de una identidad latinoamericana fuerte a nivel mundial. Colombia-Venezuela: la hiperinflación del ejecutivo, compara las dictaduras latinoamericanas con la concentración de poder por parte del presidente en Colombia y Venezuela. Esta centralización del poder se da por el creciente miedo a una cierta disminución a causa de los conflictos de tipo social, como las guerrillas y los movimientos socialistas. Lo que decidieron los mandatarios fue encontrar respaldo haciéndose jefes de las fuerzas armadas los cuales, a partir de allí, toman un valor importante en cuanto Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
¿El principio del fin de las relaciones colombo-venezolanas?
a las relaciones internacionales, tan importante que por ejemplo el gobierno de Chávez le apuesta a tener armamento que lo proteja contra cualquier posible ataque de Estados Unidos, claro ejemplo de dos países con intereses encontrados; lo anterior le conviene a Colombia en tanto su identidad siga manchada por la existencia de grupos armados ilegalmente y que uno de sus principales intereses sea la pretensión de eliminarlos. En esta misma línea sigue el capitulo que trata de las relaciones civiles militares en Colombia y Venezuela: un reto para la democracia, ya que para los mandatarios, los militares siguen estando presentes en sus “proyectos políticos”. Mientras en el caso Venezolano, la fuerza militar ha sido más fuerte que los partidos en la política, en Colombia los partidos son predominantes, sin embargo, los presidentes se han dado cuenta que para llevar a cabo sus intereses, es necesario contar con el apoyo de las fuerzas militares. Así vemos la forma como llega el militar Hugo Chávez al poder y por consiguiente, como se la han dado prerrogativas a los militares llegando a presenciarse fuertemente en otras instancias, sobre todo en el nivel burocrático administrativo, muy diferentes a lo relacionado al ejercito. Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
En Colombia, los militares se han visto involucrados en procesos de paz con las FARC, como es el caso de la desmilitarización en tiempos del despeje en el gobierno de Pastrana, al igual que en el gobierno de Uribe que por su política de seguridad democrática, logró legitimar recursos para el ejército, lo que incentivó su crecimiento y especialización. En el capitulo de Colombia-Venezuela: dos maneras de comprender la seguridad, los autores plantea que esta “manera de comprender la seguridad es la divergencia que sostienen los dos países en cuanto a las relaciones con Estados Unidos”. En este caso, es la percepción que cada uno tiene sobre Estados Unidos lo que determina sus identidades. Colombia, en su afán por contrarrestar los problemas con grupos al margen de la ley, que en un principio eran internos pero que se han convertido en problemas fronterizos con países como Ecuador, ve en Estados Unidos un aliado en este aspecto. En cuanto a Venezuela y Ecuador, su soberanía se ha visto cuestionada. Hay aquí un conflicto entre “la seguridad del Estado y la seguridad humana”. En el caso de Venezuela, por motivo de que su concepto de seguridad va muy ligado con el de “territorialidad”, Estados Unidos representa una amenaza a ese mismo principio. 177
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En el quinto capítulo establece algunos puntos como diferencias ideológicas y aumento del narcotráfico: la posición ambivalente de Venezuela. Aquí hay un acercamiento a la identidad colombiana a partir de enunciados que tildan a Colombia como “primer productor a nivel mundial de sustancias psicotrópicas”. Este es un gran peso con el que carga el gobierno Colombiano a diario, pues es una desacreditación internacional que ha dificultado establecer relaciones exteriores. Es aquí cuando entra otro tema importante: la ideología. Las guerrillas colombianas, que en principio actuaban bajo líneas comunistas pero se financian del narcotráfico. De lo anterior se arguye sobre si es necesario el apoyo de Estados Unidos ya que le conviene el cese de la producción de droga (ya que él mismo constituye el mayor consumidor), sino que permanece presente en el continente sudamericano. Venezuela, claramente está en contra de esta presencia pues el Estado de Chávez se inclina hacia formas socialistas de gobierno y ven en Estados Unidos un “imperio capitalista”. En este sentido, las identidades de ambos países se oponen, lo desencadena gran parte de sus desacuerdos. En este próximo capítulo, Interdependencia comercial entre Colombia y Vene178
zuela: tensiones y transformaciones con Uribe–Chávez, los autores presentan el enfrentamiento de las identidades con los intereses. Existe la tendencia en América Latina hacia la unión comercial para promover lazos económicos entre los países latinoamericanos, lo que se refleja en la creación de alianzas como MERCOSUR, UNASUR o la Comunidad Andina de Naciones. En lo concerniente a las relaciones comerciales entre Colombia y Venezuela es evidente que estos lazos están desde hace ya varias décadas fuertemente ligados. Para ambos países son importantes las importaciones provenientes del otro país, lo que permite descifrar que comparten este interés económico. Sin embargo, en la medida en que Venezuela se convierte cada vez más en una potencia petrolera de gran importancia a nivel mundial y pretende remplazar las relaciones comerciales que tiene con Colombia por la de otros países latinoamericanos, especialmente con aquellos que muestran más afinidad a su tipo de gobierno, queda en manifiesto como los rasgos identitarios de un país pueden cambiar, y en la medida en que van cambiando, la percepción de identidad por parte de los demás países, cambian también. Un ejemplo de lo anterior, es el deseo de los gobiernos de Uribe y Santos de crear Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
¿El principio del fin de las relaciones colombo-venezolanas?
lazos comerciales más fuertes con Estados Unidos implantando el Tratado de Libre Comercia – TLC, lo que ha sido fuente de discordia entre ambos países pero que en gobiernos anteriores a Chávez hubiese sido bien recibido. El liderazgo populista de Chávez, su discurso y las relaciones colombo-venezolanas es un capitulo particular. Aquí los autores hablan de los mandatarios: Álvaro Uribe Vélez y Hugo Chávez Frías, específicamente sobre la forma en como cada presidente crea su identidad como presidente. Ambos llegan al poder sin el respaldo de un partido político especifico y es gracias a su nivel de carisma como lo logran. Los autores hablan en este capítulo de “populismo” y sin embargo, sus discursos son muy diferentes. Por un lado, Chávez tiende a una extra-exposición de sus opiniones buscando legitimar su proyecto de “revolución bolivariana” y de expandirla a otras naciones simpatizantes como Ecuador, Bolivia y Nicaragua. Por el otro lado, Uribe critica abiertamente la postura política del presidente Chávez y presenta cuanta evidencia sea necesaria de los nexos entre las FARC y el gobierno de Venezuela. Postura con la cual cuenta con los Estados Unidos, un fuerte aliado con el cual el bolivarianismo Chavista no está de acuerdo. Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
Finalmente, el ultimo capítulo, ¿Irreversibilidad de la degradación de las relaciones político- diplomáticas?, los autores plantean diferentes focos de tensión que pueden significar un divorcio en los intereses de Colombia y Venezuela. Aquí hablan de sus posturas opuestas de los “modelos de integración regional, de las relaciones con Estados Unidos, de la cooperación para luchar contra el terrorismo internacional”, entre otras. Estos son puntos álgidos en cuanto a las relaciones colombo- venezolanas y evidencia intereses no compartidos. Es frente a esto que giran y se construyen los diferentes elementos identitarios de cada país. La gran pregunta final es, de acuerdo con la sobre la identidad percevida por cada uno de estos actores, ¿podemos hablar de una irreversibilidad en las relaciones colombo-venezolanas? Mucho se ha hablado del rompimiento de las relaciones entre Colombia y Venezuela, sin embargo, estos libros no hacen, por lo general, un recorrido histórico de esta relación, sino que se centran en un periodo de corto plazo para abordar el porqué o por qué no podemos hablar del rompimiento de relaciones bilaterales de estos dos países. A partir de la teoría constructivista, vemos como esta relación sí está marcada por conflictos de 179
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intereses pero sobre todo, por la creaci贸n de formas de identidades que permiten entender, desde diferentes puntos de vista, el comportamiento de la relaci贸n entre Colombia y Venezuela.
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Un mundo incierto Alejandra Oviedo (aleja.oc@hotmail.com)
WALLERSTEIN, Immanuel (2005). Un mundo incierto. Buenos Aires: Libros del Zorzal, 2005. 100 páginas. El sociólogo estadounidense Immanuel Wallerstein (Nueva York, 1930), es el principal teórico del análisis del sistema-mundo. A través de diversas publicaciones como Después del liberalismo (1996), Abrir las ciencias sociales (1996), El futuro de la civilización capitalista (1997), La decadencia del poder estadounidense. Estados Unidos en un mundo caótico (2005) y Análisis de sistemas-mundo. Una introducción (2006), Wallerstein refleja su interés por explicar la realidad contemporánea. El libro Un mundo incierto fue escrito en el 2005 dentro de un periodo, considerado por algunos estudiosos del sistema internacional, de transición e incertidumbre en el ámbito internacional por abarcar acontecimientos influyentes de finales del Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
siglo XX y comienzos del XXI. Entre los hechos internacionales se resaltan: el 11 de septiembre de 2001, cuando el país considerado potencia hegemónica, Estados Unidos, fue objeto de un ataque por parte de la organización terrorista islámica al Qaeda; en octubre del mismo año EE.UU. invade Afganistán con el objetivo de capturar a Osama Bin Laden. En el 2002 entra a regir el euro como moneda única en doce países de la Unión Europea; un año más tarde, con el pretexto de la existencia de artefactos de destrucción masiva, EE.UU. entra a Irak; en los siguientes dos años, países europeos como España e Inglaterra son objeto de ataques terroristas. Del año 2005 es importante señalar el rechazo a la constitución de la Unión Europea tras un referéndum popular realizado en Francia y 181
Alejandra Oviedo
Holanda, y la retirada de la tropas de Gaza por parte Israel (Xinhuanet, 2005). En relación a la estructura del texto, Un mundo incierto consta de dos partes en las cuales el autor señala acontecimientos mundiales que han sido de gran relevancia en la esfera internacional y objeto de análisis de los estudiosos de la disciplina de las Relaciones Internacionales. La primera parte, La actualidad vista desde la larga duración, se divide en nueve capítulos; en ellos trata centralmente algunos retos claves que las relaciones internacionales han tenido que explicar como el papel que juegan los movimientos antisistema en la esfera política mundial, temas sensibles de la Unión Europea como el intento de consagrar un marco jurídico-político vinculante para los Estados miembros, el rol de la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN) en el escenario mundial actual, el conflicto entre israelíes y palestinos, el declive de Estados Unidos como hegemonía mundial, y su relación con India y China, de donde ha obtenido ganancias a cambio del reconocimiento de India como actor militar mundial y China como actor financiero; entre otros. En la segunda parte, Los Intelectuales en una transición, el autor afirma que el 182
mundo que conocemos es el de una economía-mundo capitalista que se encuentra en crisis y que, en su búsqueda por instalar un nuevo orden, está transitando de un sistema a otro. En este proceso los intelectuales deben aportar sus pensamientos para explicar los acontecimientos y la transición del sistema-mundo moderno1, en especial, para hacer explicitas las opciones que nos ofrece individual y colectivamente (Wallerstein, 2005:93). Desafíos de las relaciones internacionales Wallerstein identifica, a partir del análisis del sistema-mundo actual, los desafíos más importantes que deben enfrentar las relaciones internacionales. Afirma que los intelectuales deberán jugar un papel preponderante pues, como señala el autor en la parte final del libro, “el resultado de la lucha es muy incierto; pero en las eras de transición nadie puede darse el lujo de quedarse al margen” (Wallerstein, 2005:100). El atentado terrorista del 11 de septiembre provoca un cambio de imagen hacia Estados Unidos, específicamente, 1 Para Wallerstein, el sistema-mundo es un sistema social que tiene fronteras, estructuras, grupos miembros, reglas de legitimación y coherencia, donde cada grupo busca su propia ventaja. Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
Un mundo incierto
sobre su percepción como Estado fuerte, como centro de poder en las relaciones internacionales; es a partir de allí que se empieza a disminuir su presencia en la arena internacional. Dicho suceso hace que se empiece a percibir a los Estados Unidos como una potencia hegemónica en decadencia pues, desde un posicionamiento unilateral, este país ya no logra definir las reglas del juego geopolítico mundial. La posición asumida por israelíes y palestinos es sin duda uno de los mayores retos para las relaciones internacionales, pues existe una disputa entre dos movimientos nacionalistas por un mismo territorio, disputa que podría dejar como resultado, según el autor, “una guerra química”. Por otro lado, desde esta disciplina se debe explicar cómo las políticas que adopta un gobernante pueden cambiar su posición en la escena mundial. Rusia es un ejemplo de esto. Antes del año 2000 el nivel de vida de sus ciudadanos era considerada como crítico; a nivel internacional, era menospreciado, entre otros países, por EE.UU pero la llegada de Vladimir Putin al poder político de ese país, según Wallerstein, logró cambiar ese panorama. Lo primero que hizo el mandatario ruso fue mejorar la gestión de la Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
política doméstica y luego fortalecer su política exterior. Sacó ventaja del atentado del 11 de septiembre brindando ayuda a los estadounidenses en su lucha contra el terrorismo, por lo que logró anular o retrasar el proyecto antimisiles. Estas políticas regeneraron el perfil de Rusia frente al mundo después del desplome de la URSS, devolviéndole un papel protagónico en la escena geopolítica mundial. Actualmente, los Estados soberanos siguen siendo el elemento principal del sistema político internacional pero, a causa de la democratización del mundo, han tenido que responder a unas presiones estructurales representadas muchas veces en movimientos antisistema (Wallerstein, 2005:71). El Foro Social Mundial congrega movimientos del Norte y del Sur, reúne sectores históricos de la izquierda mundial que “comparten el hecho de estar en activa oposición al neoliberalismo” (Wallerstein, 2005:47). Se han celebrado varias reuniones y con el paso del tiempo y de las crisis sociopolíticas de la actual economía mundial, han adquirido cada vez más fuerza. A grandes rasgos lo que pretendían los movimientos antisistema, como los reunidos en el Foro o los Zapatistas en México, era conquistar el poder 183
Alejandra Oviedo
del Estado bajo cualquier medio, esto con el fin de cambiar las condiciones sociales. Para ello crearó una estructura organizativa centralizada llamada “estrategia de los dos pasos”, que consistía, primero, en alcanzar el poder, condición exitosa en muchos casos; sin embargo, el segundo paso nunca ocurrió, pues fueron incapaces de transformar las cosas (Wallerstein, 2005:46). Predecir sobre incertidumbres El libro no se puede reducir a una sola ciencia social, por lo contrario, su explicación de los cambios ocurridos en el mundo no se apoya únicamente en la perspectiva histórica, sino también en la disertación internacional, económica, política y sociológica. En este sentido, se puede decir que la búsqueda por abarcar la realidad contemporánea responde unas dinámicas transdisciplinares, las cuales ocurren, según Lewis Gordon (2011), “cuando las disciplinas se comunican por el bien de la realidad, lo cual puede significar la creación de nuevas disciplinas”. Lo anterior, se asocia con la necesidad de tratar las relaciones internacionales como campo de estudio per se. En palabras de Arenal (1981) “por la necesidad de aprehensión 184
global de la compleja realidad internacional, con el objetivo central de superar planteamientos ya insuficientes y dar respuesta los complejos problemas internacionales”. Actualmente llevamos a cabo una indagación por entender los constantes cambios y transformaciones sociales, económicas y políticas mundiales. En este sentido, la obra de Wallerstein nos ofrece significativos aportes para comprenderlos a partir de un exhaustivo y profundo análisis del sistema mundial, partiendo de acontecimientos y procesos concretos como rol internacional del Foro Social Mundial o Los Zapatistas. La importancia de este libro radica en que a partir de hechos protagónicos se da cuenta de la forma de organización de las relaciones internacionales y de aquello que está en juego en las relaciones entre diferentes Estados y organizaciones. Además, plantea lo que entonces serían los futuros escenarios, los escenarios de hoy, que a siete años de la publicación del texto, nos permite aseverar la certeza de sus pronósticos. Por ejemplo, Wallerstein enunció que si la pelea entre Estados Unidos y Bin Laden terminara en empate, el gran ganador sería el último al no contar con los mismos recursos del gobierno del primero. Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
Un mundo incierto
Hoy, tras culminada la invasión de Estados Unidos a Afganistán, el balance para el país es negativo; en virtud a la pérdida de credibilidad por parte de otros Estados. A pesar de lo enunciado anteriormente, Estados Unidos, según Wallerstein, sigue y seguirá siendo, al menos por los próximos veinte años, la potencia hegemónica en declive, no sólo por su propio sistema, sino también por la crisis que atraviesa todo el sistema-mundo. Como ya se mencionó, estamos insertos en un mundo incierto y como tal, la respuesta a cuál será el futuro del sistema internacional lo es también. Por suerte, el libro Un mundo incierto escrito por Wallerstein, ayuda a iluminar el camino para encontrar esta respuesta.
WALLERSTEIN, Immanuel (1974). The modern World System I: Capitalist Agriculture and the Origins of the European World-Economy in the Sixteenth Century. New York, Academic Press. XINHUA (2005). 10 noticias internacionales más importantes de 2005 seleccionadas por Xinhua. Recuperado el 10 de mayo de 2012 desde de www.spanish. xinhuanet.com/spanish/2005-12/30/content_20 0182.htm
Referencias ARENAL, Celestino (1981). “La génesis de las relaciones internacionales como disciplina científica”. En: Estudios Internacionales, vol. 2, núm. 4, pp. 849892, octubre-diciembre. GORDON, Lewis (2010). “Manifiesto de transdisciplinariedad. Para no volvernos esclavos del conocimiento de otros”. En: Trans-pasando Fronteras, Núm. 1, octubre de 2010. Cali, Universidad Icesi. Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
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Estudiantes de Doxa (EdD) es un espacio virtual creado el 24 de Agosto de 2010 donde se encuentran y convergen diferentes cosmovisiones de lo social e individual, de lo macro y micro de la sociedad y de lo internacional y nacional. En este sentido, en EdD no sólo se promoverá la libre expresión del análisis crítico de temas de coyuntura mundial y de nuestra localidad, sino también la reflexión sobre experiencias y manifestaciones de la subjetividad para ser compartidas e incluidas en el debate público. El único criterio para publicaión es que los escritos deben promover el debate crítico y realista de los retos, desafíos y problemas que tanto denunciamos desde la política, la sociología, la antropología, la psicología, la economía, el derecho, entre otros, tales como inseguridad, discriminación, pobreza, exclusión, rechazo, desigualdad, injusticia, ilegalidad, etc.
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Global community Juan D. Montoya (jd_mon@hotmail.com)
IRIYE, Akira (2004) Global Community: The Role of International Organizations in the Making of the Contemporary World. University of California Press, 255 páginas. Born in Tokyo in 1934, Akira Iriye is a Japanese historian who graduated from Haverford College in the United States and was awarded a Ph.D. degree by Harvard University. He is better known in the academic circles as a specialist in American and Asian-American diplomatic history, but he is also the author of “Global community”. Professor Akira Iriye’s book seeks to examine how global affairs are constantly put in motion not only by nations and international organizations, but by organized people too. This way, the history of globalization and of how it has accelerated is told through the prism of how many and how important international organizations have been, both inter-governmental and non-governmental ones. Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
Non-governmental organizations can be understood as those organizations that do not have any interest in obtaining profit. With these limitations, most of international organizations (i.e. international businesses) must be putted off the table. Only those that have social, humanitarian or non-profit technological interests are classified as non-governmental organizations for the purpose of Iriye’s study. In today’s world, non-governmental organizations are important since they are able to flourish because there are people in one country who are concerned with people’s situation in other countries, without national boundaries being a limitation. It is what professor Iriye calls the Global Community emphasizing the fact that international organizations -both in187
Juan D. Montoya
ter-governmental and non-governmentalhave a strong impact on how the world is being shaped today, but it has been so for a longer time that one may think: the term global is used by purpose in order to make a reference to the world that precedes the international community, latter being in existence only since the 17th century. As the number of international organizations had been growing -either because of the need to take advantage of shared resources or because of the expansion of some new technologies, the appearance of the distinguishing features of a global community became more evident. The book also makes it clear that there had been moments when it would be more likely to think that international organizations have a limited lifecycle, especially during international crisis. However, most international organizations have survived, and even more impressively, they have continued to be active protagonists on international arena. Even during the times of the global wars, despite of a strong nationalist environment otherwise, organizations that came to life thanks to the internationalist endeavor of their founding fathers and promoters like the Red Cross were very active. The same 188
is true for the times of the Cold War: despite of the dominance of the mostly nation-centric forces, they could not stop the trend towards internationalism and globalization. With the Treaty of Rome, the European Economic Community was established in 1957. Even if it could be regarded as part of the Western strategy to strengthen one side of the equilibrium during the Cold War, it should not be forgotten that it was an initiative which origins can be traces back in the eighteenth century and a result of the global forces that have longer cycles in history. When the world seems to be more divided, there are always some actions that are the result of global forces that tend to overcome the power of single nations, even if it is a nationalist movement attempting to create a new sovereign state, or it is a people’s protest against the government’s action. As the book under review demonstrates, the end of the Cold War and the progress of communications made things easier to those who wanted to create an international organization. Today more than ever, people are interested in what is happening around the world, and are willing to participate more in global affairs. One of particular features of the book Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
Global community
Global Community is that it shows how international organizations have been growing during a long time, first slowly and nowadays more rapidly, because of the need for recognition of the rules in a world that has being dividing into nations only for a comparatively short period of time. International organizations, even if they are inter-governmental or non-governmental, put pressure on the governments in order to make them behave in more acceptable ways. Reading the book written by Akira Iriye is like watching how societies grow, how they stop being aggressive and start to cooperate, how they accept new rules, even though it may take a longer time to eventually accept them. The book is also about the expansion of societies beyond national borders not because of some kind of business interests but because of knowing that there are common civil interests. Take, for instant, the issue of human rights. For many years now, the human rights have been considered an important guideline, but they were also often ignored in the past. However, their acceptance has grown and spread all over the world, not lastly because international organizations -that have also grown in Trans-pasando Fronteras, NĂşm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
number- put pressure on the governments to embrace human rights. Cooperation in technological advances, from the telegraph to the World Wide Web, cannot be achieved just by the governments, without the participation of millions of people across the globe. The book helps to understand better how the lack of international institutions has made it hard to keep peace and cooperation between nations throughout history. It is also possible to see that we are living in times of transition, when the international institutions have being obtaining much more legitimacy then even in the recent past and when they started to work hand by hand with the governments. It is time for us to keep an eye on how the tendencies towards a wider globalization shape our world and the way we behave, beyond the purely economic aspects. “Global Community� is the book that, without doubts, helps to understand this process better.
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Complementos Rese単as De primera mano Documentos de trabajo Dossier No dejar de leer Editorial
Complementos
Index of abstracts Dossier Law 70 of 1993 and the political participation of Afro-descendant communities Alejandra Erazo G贸mez [31-45] The paper discusses the context of the two decades of promulgation of the 1991 Constitution, which enunciates the multicultural and pluriethnic character of the Colombian nation. The Colombian Constitution can be linked to the the wave of multiculturalism which was institutionalized in this decade as the hegemonic form to think about the cultural differences. The paper examines the practices of political participation of Afro-Colombian groups and compares them with what has been prescribed by the 1991 Constitution and Law No. 70 of 1993. The paper is structured in three parts. The first briefly reviews the theoretical foundations of multiculturalism, political action and the context of modernity in which the former emerge. The second part offers background information with regards to the political participation of these communities. And the third part refers to the current conditions of participation by highlighting the problems and difficulties experienced by the communities. Establishment of the PIN within the Colombian party system Vanessa Ortiz L贸pez, Alejandra Quintero This paper is a review of the legislative elections held in Colombia in 2010 and [47-63] one of their main results, the establishment of the National Integration Party (PIN). The authors offer an analysis of articles that appeared in printed media, taking into consideration such variables as financing, legal constitution, popular acceptance and settling time. In this way, the authors attempt to demonstrate how the PIN managed to get a place in the political system and what are the consequences of this development, in particular, as the Department of Valle del Cauca is concerned.
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Index of abstracts
Hugo Chavez and the crisis of political-party representation in Venezuela Alejandra Arias García This paper considers the current political situation in Venezuela a direct consequence of the collapse of the party system, with the AD and the COPEI being its traditional actors. The author further analyses the populist regime of Hugo Chavez as a “competitive authoritarianism”, insofar as the crisis of representation is concerned and points out that one of the particular features of the current development in Venezuela is that it does not necessarily constitutes the exercise of election, but rather the cooptation by the executive of other power domains: legislative, judicial, and the mass media.
[65-83]
Working papers Spring of women? Mónica Castillo Terms such as “Islamic feminism” and “women’s movement” refer to those social movements of women that seek to assert their rights in Islamic societies. This brief study focuses on theses social movements of women and will present an overview of the role and participation of women in the Arab Spring by examining news, events, press articles and opinions in order to contextualize the participation of women and feminists in the Arab Spring from a perspective of the social networking phenomenon as apparent drivers of the revolution.
[87-95]
Network theory: key issues for the analysis of the “brain drain” Diana Carolina Henao [97-109] This paper offers an analysis of the brain drain from the perspective of the network theory. Some definitions and key concepts of the network theory have been discussed in relation to criteria and reasons that are taken into account by people with broad educational capital from developing countries who are involved in the research in different areas of knowledge and who seek to adapt to other scientific collaboration networks in the developed countries. 194
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Prior consultation in cases of mining for indigenous communities and tribal Claudia Jimena Abello [111-124] The paper discusses the jurisprudence of the Constitutional Court on prior consultation and mining. The author identifies the rules which have been introduced by the Court for weighting the right to prior consultation with respect to the right of the Nation to the exploitation of natural resources. Also, the paper demonstrates how the Constitutional Court understands the prior consultation procedure. Finally, a brief discussion of multiculturalism and the differential rights is offered.
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analizan, sistematizan e integran los resultados de investigaciones publicadas o no publicadas, sobre un campo en ciencia o tecnología, con el fin de dar cuenta de los avances y las tendencias de desarrollo. Se caracteriza por presentar una cuidadosa revisión bibliográfica de por lo menos 50 referencias. d) Artículo corto. Documento breve que presenta resultados originales preliminares o parciales de una investigación científica o tecnológica, que por lo general requieren de una pronta difusión. e) Reporte de caso. Documento que presenta los resultados de un estudio sobre una situación particular con el fin de dar a conocer las experiencias técnicas y metodológicas consideradas en un caso específico. Incluye una revisión sistemática comentada de la literatura sobre casos análogos. f) Revisión de tema. Documento resultado de la revisión crítica de la literatura sobre un tema en particular. g) Cartas al editor. Posiciones críticas, analíticas o interpretativas sobre los documentos publicados en la revista, que a juicio del Comité editorial constituyen un aporte importante a la discusión del tema por parte de la comunidad científica de referencia. h) Editorial. Documento escrito por el editor, un miembro del comité editorial o un investigador invitado sobre orientaciones en el dominio temático de la revista. i) Traducción. Traducciones de textos clásicos o de actualidad o transcripciones de documentos históricos o de interés particular en el dominio de publicación de la revista. j) Documento de reflexión no derivado de investigación. k) Reseña bibliográfica. l) Otros. • La extensión (1) para los artículos será de 5.000 a 8.000 palabras, (2) para las reseñas 3.000 palabras máximo, sin contar en ambos casos, la bibliografía, los anexos ni los cuadros o imágenes que los artículos puedan tener. • Los artículos deberán estar antecedidos por una página de presentación donde aparezca el nombre del autor, seguido de su correo electrónico y filiación institucional. Esta página también deberá presentar en ingles y español el título del artículo, un resumen analítico (abstract) de máximo 150 palabras y de tres a cinco palabras claTrans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
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ve. Finalmente, en una nota pie de página que se desprenda del título los datos de la investigación en que se enmarca el artículo. La letra será Times New Roman, tamaño 11, interlineado sencillo (1.0), alineación justificado, tamaño del papel carta (21,59 x 27,94) y márgenes de 3cm por cada lado. La separación entre párrafos se indicará mediante un espacio en blanco (enter / intro). No se utilizaran espaciados anteriores ni posteriores entre párrafos o títulos. Los títulos y subtítulos del artículo deben estar en negrita, por ejemplo: Estudios de procesos transdisciplinares. Los autores son responsables de conseguir los permisos necesarios para la reproducción de imágenes, ilustraciones, figuras y citas extensas que lo requieran. Las tablas, imágenes y gráficos irán numerados correlativamente para su identificación (Tabla 1; Tabla 2…; Imagen 1, Imagen 2…; Gráfico 1, Gráfico 2…). Estos títulos de las tablas, imágenes y gráficos irán situados encima de la figura correspondiente, con letra Arial 10 negrita y centrados. Por su parte, el texto explicativo, si lo hubiera, irá debajo de la figura en letra Arial 9 cursiva, centrado. El contenido de las tablas y gráficos llevará la letra Times New Roman 9, texto color negro, interlineado sencillo, sin espaciados anteriores ni posteriores, sin sangrías. Se recomienda un espaciado de celda de 0,1 en todos los márgenes; bordes de la tabla sencillos (medio punto) y usar una escala de grises en cada gráfico para diferenciar las variables. Las notas a pie de página se deben usar exclusivamente para hacer aclaraciones o discreciones sobre el texto, no para citar textualmente a un autor o hacer referencias bibliográficas. Las citas deberán realizarse dentro del texto siguiendo el estilo APA. Para insertar una citación en el texto, se deberá referenciar el primer apellido del autor y el año de publicación, a continuación presentamos algunos modelos: - - -
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Vega (2006) describe las variaciones del índice para cada región… Las variaciones del índice muestran diferencias entre las regiones (Vega, 2006). En 2006, el estudio de Vega mostró las variaciones del índice…
Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
Indicaciones para los autores
• Para las citas textuales se agregarán dos puntos y el número de página, así: (Pérez, 1990: 60). Cuando el texto citado tenga menos de 40 palabras sólo se colocan comillas, si supera este límite se ubicará en un párrafo aparte con sangría de 1 cm a cada lado. Aquí está un ejemplo: Leer bien es arriesgarse a mucho. Es dejar vulnerable nuestra identidad, nuestra posesión de nosotros mismos. [...] Así debiera ser cuando tomamos en nuestras manos una gran obra de literatura o de filosofía, de imaginación o de doctrina. (Steiner, 1994: 26).
• Para citar coautorías se debe tener en cuenta el número de autores. Cuando se trate de dos autores siempre se referenciarán sus primeros apellidos por ejemplo, Perez y Velasquez (2007) ó (Perez y Velasquez, 2007). • Cuando son de tres o más autores se mencionarán en la primera citación del texto los apellidos de todos y en las siguientes citaciones sólo el apellido del primer autor seguido de la forma et al. Por ejemplo: - - -
Primera citación: Guerra, Espinosa, Parra, Hernández y Lozano (1999)… ó (Guerra, Espinosa, Parra, Hernández y Lozano, 1999)… Siguientes citaciones: Guerra et al. (1999)… ó (Guerra et al. 1999)… Las abreviaturas Ibíd., op. cit y loc. sit quedan excluidas, se escribirá el nombre del autor citado cuantas veces sea necesario.
• Cuando sea necesario citar dos o más trabajos a la vez, se organizarán las citaciones alfabéticamente, por ejemplo: - -
Castro (2007), Jiménez (1997) y Ramos (2010) coinciden en el análisis… Varios estudios (Castro, 2007, Jiménez, 1997 y Ramos, 2010) coinciden en el análisis…
• La información completa de los textos citados se colocara en orden alfabético al final del artículo en una página titulada Bibliografía incluyendo la siguiente información según el tipo de publicación: Libro APELLIDO(S), Nombre(s) (Año). Título completo del libro (siempre en cursiva). Ciudad, país: Editorial. Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
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Indicaciones para los autores
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BONILLA, Miguel E. (1984). Jaulas. Bogotá, Colombia: Planeta. SUAREZ, Julio. y Luis Villa (2000). Historia del teatro en América Latina. Quito, Ecuador: El Faro. TORRES, Gustavo y María Ospina (2007). Flujos migratorios de niños colombianas, 2002-2005. Bogotá, Colombia: Alfaguara.
Capítulo de libro APELLIDO(S), Nombre(s) (Año). Título del capítulo. En: Inicial(es) del nombre del Coordinador, Editor o Compilador seguido del apellido y la abreviación de rol dentro de la publicación entre paréntesis. En: Título completo del libro (siempre en cursiva), números de páginas así: pp., Ciudad, país: Editorial. -
CORTÁZAR, Javier A. (1997). Algunos aspectos del cuento. En: L. Zavala (Comp.), Teorías del cuento, I: Teorías de los cuentistas, pp. 60–75. México D.F.: UNAM.
Artículo de revista APELLIDO(S), Nombre(s) (Año). Título del artículo. En: Título de la revista (siempre en cursiva), volumen y número así: vol. #, núm. #; números de página así: pp.; Ciudad, país: Editorial. -
ÁGREDO PIEDRAHITA, Octavio (2002). El Odio es más fuerte que dios. En: Poligramas, vol. 1, núm. 17, pp. 63-73. México D.F.: UNAM
Artículo de prensa APELLIDO(S), Nombre(s). “Título artículo” (siempre entre comillas). En: Título periódico (siempre en cursiva), Ciudad, día y mes, año. Artículo de internet APELLIDO(S), Nombre(s) (Año). Título del artículo. En: Título de la página web (siempre en cursiva). Consultado el día de mes de año, desde URL (link sin subrayado). -
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YUSTIZ, Orlando (2008). “Venezuela producirá 5 millones de barriles diarios hacia 2010 para refinarlo en Latinoamérica”. En: YVKE mundial Radio. Consultado el 22 de mayo de 2010, desde http://www.radiomundial.com.ve/yvke/noticia.php?4455. Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
Indicaciones para los autores
Tesis APELLIDO(S), Nombre(s) (Año). “Título tesis” (siempre entre comillas), Tesis pregrado/PhD/Maestría, Universidad.
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Trans-pasando Fronteras, Núm.2, 2012. Cali-Colombia ISSN 2248-7212
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Esta obra se terminó de imprimir en el mes de marzo de 2013 en los talleres gráficos de Litocencoa Impresión digital (litoclientes@litocencoa.com), Cali, Colombia. En su preparación, hecha en el Centro de Estudios Interdisciplinarios Jurídicos, Sociales y Humanistas (CIES) de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Icesi, se utilizaron tipos Kokila 13/16 y 10/11. La edición, que consta de 100 ejemplares, estuvo al cuidado de Adolfo A. Abadía.
Artículos La guerra de las ciencias Carmen Millán de Benavides y Alberto G. Flórez La Ley 70 de 1993 y la participación política Alejandra Erazo Gómez de las comunidades negras Establecimiento del PIN dentro del sistema Alejandra Quintero y Vanessa Ortiz de partidos colombiano Hugo Chávez y la crisis de representación Alejandra Arias García político-partidaria en Venezuela ¿Primavera de mujeres? Mónica Castillo La teoría de redes: aspectos claves para el Diana Carolina Henao análisis de la “fuga de cerebros” Consulta previa en casos de minería para Claudia Jimena Abello comunidades indígenas y tribales
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