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BOARDING PASS

12 HORAS EN LA INDIA Y 14 DÍAS MÁS 12 HOURS IN INDIA AND 14 MORE DAYS Por: Pilar Álvarez

Hace no mucho tiempo, 5 amigos y colegas, apasionados por la arquitectura, el arte, el urbanismo y la historia nos encontramos alrededor de una mesa para planear un fortuito viaje a la India; el motivo era laboral, pero queríamos que la experiencia rompiera las barreras de largas horas de congresos y clichés turísticos. Así que con guía personal en mano, y tras un largo viaje trasatlántico vía Nueva York, llegamos a una latitud exactamente opuesta a la nuestra. El reto era conocer desde Delhi hasta Mumbai, dos puntos geográficamente alejados uno del otro, en quince días. La ruta exploró rincones míticos y lugares de los que todos hemos oído por su grandeza y efectivamente, si estás pensando en el Taj Mahal como uno de ellos, has acertado. Curiosamente aunque está en mis top 5, no encumbra mi lista, más adelante contaré cual fue el lugar ganador y me atrevo a pensar quizá nunca hayan oído hablar de él. El objetivo de mi relato no es describir cada uno de los lugares visitados, en realidad me limitaré a contar un solo día de este viaje transformado, que a manera de sugerente invitación, los haga querer conocer este maravilloso país, para que el día en que lo visiten, si aún no lo han hecho, el impacto de su descubrimiento sea personal.

Delhi fue nuestro primer destino, solo el primer día en algunos puedes llevar calcetas, en otros te dan unas visitamos cinco lugares diferentes y quizá fue este primer encuentro con un país totalmente desconocido, lo que marcó las primeras 12 horas de estancia que quedaron profundamente selladas dentro de mí. La primera visita, muy temprano en la mañana, fue a la mezquita más importante de la ciudad: Jama Masjid o Mezquita del Viernes. Para llegar a ella tuvimos que atravesar la ciudad de Delhi desde el cómodo y lujoso hotel donde nos hospedamos. La mayoría de los hoteles para occidentales son cómodos y lujosos sin importar el precio y su personal es extremadamente atento. Ahí estaba la Ciudad de Delhi… todo lo que yo había escuchado anteriormente se quedaba corto: ruido, ruido y más ruido, motos por doquier, desorden vial, carretas, animales alrededor de nosotros, hombres, mujeres y niños en las calle… ¡caos!, pero era un caos armónico, como un escritorio desordenado donde sabes exactamente dónde está cada papel. Nuestra llegada a la mezquita debía ser a través de unas grandes escaleras, y siguiendo el estricto protocolo para permitir el acceso a los turistas. Fue ahí donde aprendí los códigos de vestimenta para una mujer, que varían de mezquita en mezquita, siempre hay que procurar ir cubierta de piernas y escote y llevar una mascada lista por si hay que cubrirse la cabeza. El calzado también varía, en la mayoría te retiran los zapatos,

babuchas tipo cirujano y en los lugares, los más sagrados, debes ir descalzo, y aunque vestía recatada, me enfundaron en una gran túnica azul sobre mi ropa occidental. El impacto visual del Jama Masjid es sobrecogedor, se alza en un montículo, dejando atrás el bullicio y desorden del centro de la cuidad. Dentro encuentras solemnidad y respeto, pero a la vez familias caminando, niños jugando y por supuesto, gente que ora. También ahí comenzamos a aprender los códigos arquitectónicos de las mezquitas, con sus minaretes o torres, los templos y sus grandes cúpulas, los arcos maravillosos, los grabados, las ricas texturas de piedras preciosas y sus espacios exteriores. De ahí nos dirigimos a Purana Qila, o Fuerte Viejo, que erigido en el siglo XVI, es uno de los monumentos más antiguos de la ciudad de Delhi; su encanto se realza al dar un paseo por los tranquilos jardines y andadores que te dirigen a cada una de las ruinas llenas de historia. La tercera parada fue el antecedente del Taj Mahal, la Tumba del Emperador Humayun, donde podemos apreciar un exquisito manejo del material a partir de sus celosías geometrizadas, muestra del arte mogol y sus edificios rojos extraordinariamente bien conservados. Casi al atardecer, cerramos nuestro día en el Complejo Qutab Minhar, que alberga el minarete de ladrillos más alto

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