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El viejo Adom: jeroglífico y papiro
Wilmer Casallas Velosa wcasallas@unal.edu.co
Es un estudiante de segundo semestre de diseño gráfico en la Universidad Nacional de Colombia. Su mayor interés va dirigido a la animación y la ilustración, con influencias tanto del arte clásico como del cómic actual. Sin embargo, prácticamente cualquier área del arte o del diseño le llama la atención y le encanta investigar; desde la música, la arquitectura o el cine, hasta el branding o el User Interface y su programación.
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En su tiempo libre le gusta dibujar, leer, ver películas y series, jugar videojuegos, organizar su tiempo, o investigar sobre arte, filosofía estóica e historia. Básicamente, envolverse en su propio mundo, típico de una persona INTJ.
Como museólogo del Louvre, he escuchado unas cuentas historias sobre cómo todas estas rocas y papiros egipcios, se regaron por todo el mundo y terminaron acá, en París. Sin embargo, la que más me gusta, es la del mito del Viejo Adom. Déjame ilustrarte; se cuenta que ahí estaba el viejo Adom viendo cómo la Biblioteca de Alejandría estaba en sus pasos finales en lo que, de acuerdo a nuestro calendario, sería el siglo IV d.C. En su momento, por los aportes de este hombre antes de la etapa final de la destrucción de la biblioteca, se pudieron mantener y cobrar algunos de los más importantes rastros de jeroglíficos y papiros actuales.
Observando, tranquilo a la vez que algo malhumorado, Adom se encaminó por entrar al serapeum de la biblioteca, sin importar la última ley del papa copto Teófilo I por destruir los últimos cimientos de la construcción (Haughton, 2011). Adentrándose allí, se encuentra con un montón de obreros dirigiéndose a desaparecer toda evidencia de los últimos papiros que la biblioteca aún tenía en sus altas estanterías. Asustados y asombrados, los hombres le piden apartarse pero, Adom, con su apariencia altamente sabia, sigue en su camino y toma algunos de los antiguos papiros escritos por históricos personajes. Uno de los obreros procede: — Anciano, sálgase ya. Este lugar está a punto de ser derrumbado a ordenes del Rey.
Jeroglífico en papiro de 1190-1075 BC. Foto tomada de: https://www.penn.museum/collections/object_images.php?irn=197405
Jarrón de la cultura Naqada. Foto tomada de: https://www.nationalgeographic.org/media/ naqada-pot/
— Callen —responde Adom—. Necesito repasar algunas de las más antiguas escrituras. ¡Es tan complicado que todos aquí se den cuenta de el complicado efecto que esto le está creando a Egipto!
El anciano, siguió caminando y buscando algunos papiros que deseaba recordar y leer. El obrero, molesto se burla de él: — Poca información se tiene de tales cosas. La que hay aquí ya es obsoleta. Son papiros, tienen 10.000 años, como usted. ¡Ja, ja! — Sólo un descerebrado creería que los papiros tienen 10.000 años de creación —le replica Adom— ¿Conoces algo siquiera de los diferentes métodos con que el papiro y las diferentes expresiones de jeroglíficos iniciaron? — No, anciano —contesta el obrero—. No interrumpa.
Los demás obreros se burlan de su compañero. Luego de diferentes discusiones, se dieron cuenta que difícil sería sacar a un viejo ya decrépito, así que a los obreros lo único que les restó fue verse atraídos por la gran memoria que el hombre aparentaba cargar, mientras se tomaban un descanso. Se quedaron escuchando mientras Adom, de una manera rancia y molesta les relataba la historia desde sus inicios. — La verdad es que esta forma de escribir es muy antigua. Sus inicios son variados. Desde los chinos hasta los egipcios, casi cualquier civilización tiene un modo de escritura en jeroglífico o similares. Sin embargo, nuestra cultura egipcia dio sus primeros vestigios.
El anciano se dirigió a unas antiguas vasijas puestas en estanterías de las bibliotecas, cerca a los jardínes. — Nuestros ancestros mucho se esforzaron al crear estas hermosas vasijas. Si nos remontamos a la cultura Naqada, nos encontraremos con dos importantes períodos que ustedes no deben dejar perder de las vasijas.
Adom tomó tres ejemplares de vasijas con diferentes características cada una. — Esta vasija café con su parte alta pintada en negro y poca ornamentación, son nuestras primeras y más antiguas muestras, datando de 4500 años atrás pintadas por nuestros ancestros. Las que le siguen a ella —y el viejo toma otra vasija— son unos doscientos años más cercanas, y en ellas podemos reconocer algunos jeroglíficos. ¿No es esto genial?
Uno de los obreros, escépticos, se queja de que le está dando demasiado valor a una sencilla vasija que él puede pintar. Adom, molesto le respode. — Imbécil. No es el contenido que tienen, es que estas piezas nos pueden dar muestras de los comportamientos, creencias y tradiciones que nos puede brindar la antigüedad. Estos rayones que ven con alegorías sintéticas de personas y decoraciones, son lo que han determinado nuestro más actual lenguaje. La cultura Semaniense, la última parte del Naqada, nos enseñan paletas que también muestran algunos de los avances, principalmente con figuras de animales y personas en acción.
El viejo Adom tomó algunas de las paletas que actualmente son enseñadas y protegidas en nuestro Museo del Louvre. El viejo, ya tenía las ideas de qué elementos serían importantes y que no se podían perder. Así pues, el viejo Adom continuó: — Así mismo, en varios intercambios, los sumerios adaptaron su propia variación en donde, con el paso de los años, aquí mismo llegamos a tener hasta 800 jeroglíficos (Loprieno, 1995). La pretensión de nuestros ancestros, se
basaba en poder simplificar las formas y hacerlas entender a partir de estas señales. De hecho, casi cualquier sistema de escritura occidental parte de nuestros jeroglíficos. La escritura latina, ha tenido una larga evolución pasando por el griego, pero el más grande imperio actual, el romano, nos debe su manera de escribir a nosotros. Esto es más que sensacional e importante.
Como es bien sabido, en esta época Adom nos recuerda que es el imperio romano el que se estaba posicionando como lo más alto del mundo, de manera que le asustaba la pérdida de toda muestra egicipcia de su momento a causa de ello. Así, Adom continuó con sus demostraciones dirigiéndose a uno de los tantos papiros que se ubicaban entre las estanterías del sitio, y toma un par de ellos. — Mucho se puede ver con estas increíbles muestras de sistemas para mejorar el empleo de la escritura. Nuestros ancestros encontraron una esplendida manera de guardar registros rápidamente. Si bien el material es algo perecedero, el uso del papiro nos ha funcionado para escribir en algo estable, sin ser rocas duras necesariamente. Los papiros han sido usados desde el cuarto milenio antes de Cristo. Pero, desde los años 2.300 a.C., encontramos estas primeras muestras de elementos contables. Tomar esta hierba que podemos encontrar cerca a nuestro río Nilo, funciona bastante bien al tomar un poco de la rama y moldearlo hasta dejarlo en trozos largos, para luego aplanarlo y obtenerlo tal como lo encontramos en nuestas estanterías. Esto, amigos míos, es oro puro para las civilizaciones venideras. Cuando nuestros descendientes deseen entender cómo nuestras construcciones se mantienen, podrán ver que aquí hay incluso registro de cómo las grandes Pirámides fueron construídas (Stille, 2015).
Los hombres se comenzaron a interesar. Creían que el tomar estas muestras sería benéfico e incluso podría distribuírse en el mundo para conseguir algo de lucro a cambio, así que se interesaron, y comenzaron por pedirle más información a Adom, principalmente cuando Adom anunció la desaparición del papiro unos 1000 años adelante, pero que mantendría su poder como tradición intercambiable. Adom continuó: — El uso del papiro es aún algo común. Si se fijan bien, justo ahora la introducción de la vitela y el pergamino, tiende a ser más duradero incluso a pesar del clima, pero el papiro es una sagrada costumbre. — ¿Qué hay de las demás cosas aquí guardadas —dijo uno de los obreros—, pues aquí tenemos muchas más vasijas escondidas? — ¡Ahh, amigo! No me creerías. Los papiros tienden a perecer, pero algunos elementos son muy fuertes y contienen cosas muy interesantes. ¿Ves esa transcripción de allá?
El viejo Adom apuntó a un papiro con la transcripción de una gigante estela con algunos escritos. Se trataba de la Piedra de Rosseta, actualmente ubicada en el Museo británico (Middleton, 2003), cuando, en su momento, aún estaba completa. Adom, maravillado por esta piedra con traducciones en tres idiomas, continuó con la historia: — Se trata de una piedra ubicada en Sais. La estela tiene apenas unos 500 años. Es la traducción en 3 idiomas de uno de los decretos de Menfis. El mundo griego esta ahora conquistado bajo Roma, pero su idioma y cultura es lo más tradicional y duradero que puede existir.
Piedra de Rosetta, ubicada actualmente en el Museo Británico. Foto tomada de https://historia.nationalgeographic.com. es/a/asi-fue-descubrimiento-piedra-rosetta_7462/1
La Piedra de Rosetta fue hallada en 1799 por PierreFrançois Bouchard. Con ello, pudo descifrar en 1822 estos textos.
Ruinas actuales de la Biblioteca de Alejandría. Recuperado de https://historia.nationalgeographic.com.es/medio/2020/10/24/130-alejandria5_3fdbe9d5_800x562.jpg
Si bien se cree que la biblioteca fue quemada y destruída en un momento específico, en realidad se trató de una paulatina decaída
En la parte baja tenemos al griego, en el centro la escritura demótica, y en su parte alta nuestra escritura. Sólo basta con saber una de ellas y nuestros descendientes podrán descifrar cuál es nuestra manera de escribir y qué decimos.
Los obreros seguían viendo muy imposible que algo así pasara. Pues, las palabras de el señor Adom eran demasiado como para creer que fuesen verdad, así que aprovecharon para encararle: — Anciano, pero no es posible que algo así suceda. Usted reconoce que por ahora el dialecto se usa normalmente. Es muy fantasioso que esto en el futuro tenga algún valor. — Les aseguro que así será. Ya ustedes se dan cuenta que Alejandro Magno nos conquistó en su mejor momento, pero poco a poco se ha vuelto algo menos importante. Actualmente, como les decía, lo que se escribe es la escritura latina o árabe. La última inscripción realmente importante que tenemos es lo que Horapolo logró darnos a conocer (Allen, 2010). En su libro, algo sobre cómo escribimos se puede percibir, pero el jeroglífico, en realidad, está muy cercano a su fin.
Cuando Adom estuvo por retirarse del lugar, según el final de este mito, les convenció de tomar un par de escritos que servirían a sus hijos como parte de mantener la tradición. Los hombres, fantaseados, por el valor que según el viejo podían tomar los elementos en el mundo, procedieron a adueñarse de muchas piezas. Prendieron fuego, a la vez que destruyeron las últimas partes del resto de la biblioteca, para seguir las ordenes de una manera tergiversada.
El plan de los hombres, fue mover estas piezas por todo el mundo para poder ganar algo de dinero en el intercambio. La verdad es que la incredulidad de los demás, sumado a la poca elocuencia de los obreros, dejaron las piezas regadas y perdidas en todo el mundo. Sólo hasta nuestras excavaciones contemporáneas, principalmente por las expediciones napoleónicas (Middleton, 2003), es que les pudimos dar su verdadero valor y pudimos conseguir y mantener en este histórico museo. Queda únicamente en el pesar saber cuántas más ricas memorias se pudieron perder en este triste intercambio.
Referencias
• Haughton, B. (2011, February 01). What happened to the Great Library at
Alexandria?. Ancient History Encyclopedia. Recuperado de https://ancient.eu/article/207/what-happened-to-the-great-library-at-alexandria/ • Loprieno, A. (1995). Ancient Egyptian: A Linguistic Introduction. Nueva
York, Estados Unidos: Cambridge University Press. • Stille, A. (2015). The World’s Oldest Papyrus and What It Can Tell Us About the Great Pyramids. California, Estados Unidos: Smithsonian Magazine. Recuperado de: https://www.smithsonianmag.com/history/ancient-egypt-shipping-mining-farming-economy-pyramids-180956619/ • Middleton, A.; Klemm, D. (2003). The geology of the Rosetta Stone. Journal of Egyptian Archaeology. Recuperado de https://journals.sagepub.com/ doi/abs/10.1177/030751330308900111 • Allen, J. (2010). Middle Egyptian: An Introduction to the Language and
Culture of Hieroglyphs. Nueva York, Estados Unidos: Cambridge University Press.
Imágenes
• Jeroglífico en papiro de 1190-1075 BC: (2016). Egyptian Mummies: Secrets and Science (Foto). Recuperado de https://www.penn.museum/collections/object/197405 • Jarrón de la cultura Naqada: Boswell V. (2012). Naqada Pot [Foto]. Recuperado de https://www.nationalgeographic.org/media/naqada-pot/ • Piedra de Rosetta, ubicada actualmente en el Museo Británico: CM
DIXON / HERITAGE / GTRES (2017) Así fue el descubrimiento de la Piedra de Rosetta. (Figura). Recuperado de https://historia.nationalgeographic. com.es/a/asi-fue-descubrimiento-piedra-rosetta_7462/1 • Ruinas actuales de la Biblioteca de Alejandría: Jannsen , B. (2017).
Recuperado de https://historia.nationalgeographic.com.es/medio/2020/10/24/130-alejandria5_3fdbe9d5_800x562.jpg