The Coastal Challenge
Un infierno paradisíaco
Texto: Mònica Aguilera Fotografías: Lead Adventure Media
The Coastal Challenge
Un infierno paradisíaco Costa Rica es, sin duda alguna, un lugar paradisíaco, de los volcanes a las playas cada cual encuentra en este país su rincón idílico. Los ticos son gente que se hace querer, espléndidos y atentos, te hacen sentir a gusto entre ellos. La combinación de todo ello se vive en la The Coastal Challenge, una prueba muy exigente a la vez que familiar no apta para los que no soportan las altas temperaturas.
The Coastal Challenge cambia anualmente los dos recorridos que ha celebrado en los últimos años: la ruta del norte y la ruta del sur. La del norte se celebrará en el 2012, y se la conoce como la Ruta del Fuego o Route of Fire, empieza por la zona del volcán activo del Arenal y recorre diversos volcanes más para finalizar en la costa norte del Pacífico, cerca de la frontera con Nicaragua. La ruta del sur, denominada la Ruta del Bosque Lluvioso o Rainforest Expedition Run, que celebró su séptima edi34
ción el pasado mes de febrero, se desarrolla por la costa sur del Pacífico, terminando cerca de la frontera con Panamá. Ambas tienen lugar en zonas espectaculares y a la vez muy distintas entre sí, lo que permite variar de itinerario a los participantes que repiten. En cada una de sus dos rutas existen dos categorías, la llamada Expedición, donde los corredores hacen todo el recorrido, y la Aventura, en la que cada día sus participantes hacen un parte del recorrido y que permite de esta forma hacer
más llevadera una carrera como ésta a los que no están habituados a la larga distancia. Rainforest Expedition Run Este 2011 tocaba el Bosque Lluvioso. La carrera tuvo lugar a lo largo de 6 etapas y recorrió algo más de 230 kilómetros, sin duda una distancia para tener en cuenta y sobre todo para tenerle respeto. Con salida de Quepos, localidad costera del Pacífico, los participantes tuvieron que cubrir la distancia de 233 kilómetros hasta Bahía Drake. El reco-
Texto: Mònica Aguilera Fotografías: Lead Adventure Media
rrido de la Rainforest, siempre resiguiendo la costa sur de Costa Rica, se va adentrando en ciertos momentos hacia la Cordillera de Talamanca, pasando por lugares de gran belleza natural. La última etapa se desarrolla en el Parque Corcovado, lugar considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El día a día Las etapas empiezan y acaban siempre en un campamento, ya sea en las inmediaciones de un lodge o bien improvisado por la organización pero siempre con los servicios mínimos para asearse. La organización se encarga del traslado de las bolsas de los corredores de un cam-
pamento a otro, y en carrera tan solo es necesario llevar lo imprescindible para la etapa: agua y comida. Al finalizar la etapa cada corredor debe montarse su propia tienda formándose así poco a poco un colorido pueblecito improvisado. No es una carrera en autosuficiencia y todas las comidas van a cargo de la organización. Un grupo de cocineros preparan cada día un bufé de desayuno, de lunch (para los que llegan a tiempo) y otro de cena con algún plato fuerte para poder reponer fuerzas para el día siguiente. Los cocineros son sin duda alguna una parte muy
querida por todos. Ellos disfrutan con su trabajo y los corredores con sus comidas. Cada día es necesario meterse un buen madrugón, todavía bajo la luz de la luna uno debe hacer el esfuerzo de levantarse con tiempo para desayunar, preparar las cosas de la etapa y recoger la tienda. Con las primeras luces del día se da la salida, sobre las cinco y media de la mañana, para de este modo aprovechar al máximo las horas más frescas del día. El recorrido Aunque por kilometraje no lo parezca tanto, las etapas son largas, muy largas, pues el terreno técnico en muchos de sus tramos, los desniveles a superar y el calor sofocante hacen que los kilómetros pasen lentamente. La etapa más corta de esta edición del Bosque Lluvioso fue de 23 kilómetros, mientras que la más larga, de algo más de 52. Se llega a subir hasta prácticamente la cota 1.000; es pues mucho el contraste que se vive a lo largo de los días. El clima es sin lugar a duda uno de los factores que hacen catalogar esta carrera como una de las más duras de cuantas se organizan por etapas. El calor con la altísima humedad del lugar hacen una combinación explosiva no apta para los que no soportan las altas tempera-
Todo vale para intentar bajar la temperatura corporal y hacer más llevadero el insoportable calor 35
El Bosque Lluviosos da nombre a esta edición de la The Coastal Challenge: Rainforest Expedition Run
El calor y la humedad pasan factura a la mayoría de corredores
La canadiense Jen Segger cruzando un río en el transcurso de la primera etapa
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turas. Para los que nunca han corrido en un clima similar, la primera etapa sirve para ponerse a prueba y salir con la lección aprendida. Con este clima se debe correr con muchísima precaución. Forzar más de lo que el cuerpo te pide puede pasar factura hasta el punto de no ser capaz de poder seguir en carrera. Si en algún lugar del mundo el corredor puede sufrir un golpe de calor durante la disputa de una carrera ésta tiene todos los números de serlo. Cada día se ven en la meta de las etapas caras desencajadas por el esfuerzo que supone recorrer tantos kilómetros bajo este clima tan estricto. Es pues muy necesario cuidarse, escucharse, beber y reponer electrolitos en todo momento… e incluso así, siempre resulta poco. Es tan importante beber como refrescarse, mojarse la cabeza, el cogote, las muñecas, las axilas para bajar continuamente la temperatura corporal. Por suerte, a lo largo del recorrido se cruzan muchísimos riachuelos y ríos donde poder poner literalmente la cabeza dentro del agua. La única pega es que tan pronto te acabas de refrescar en el río ya estas esperando que llegue el siguiente… El terreno no es precisamente de aquellos que podrían catalogarse como corribles y cómodos, todo lo contrario, el recorrido transcurre por zonas muy variadas y técnicas. A menudo el camino es muy perdedor y se va campo a través. Es necesario poner la máxima atención para no perder de vista las cintas que marcan por donde hay que pasar. Algunos tramos por los que transcurre la Rainforest no pasa nadie más durante el resto del año,
y es la organización la que ha abierto sendas que se perdieron con los años por su desuso. El paisaje resulta simplemente espectacular, esta prueba llamada del Bosque Lluvioso transcurre principalmente por lo que su nombre indica: bosques selváticos con muchísima vegetación tan típicos de la costa del Pacífico de Costa Rica, considerados como una de las selvas con mayor biodiversidad del planeta. Pero no todo es bosque lluvioso, en las partes altas se disfruta de un terreno más montañoso, con campos abiertos y zona de prados
aguas templadas del Pacífico pone fin al sufrimiento diario. La banda sonora de esta prueba no tiene nombre de canción y cantante, sino que un pequeño insecto es el responsable de ello. Las chicharras, con su notorio canto acompañan a los corredores en los tramos de bosque emitiendo un sonido al principio gracioso y que llega a convertirse en ensordecedor e incluso agobiante. Resulta que el canto lo entonan los machos para atraer a las hembras. No toda la fauna del lugar queda en las chicharras. Con un poco de suerte puedes llegar a ver grupos de pelícanos sobrevolando en V la costa, y delfines mar adentro jugueteando y saltando. También los monos revoloteando de árbol en árbol son dueños del lugar, a veces difíciles de ver pero sí que en más de una ocasión se pueden escuchar. Serpientes, pequeñas y grandes se pueden cruzar en el camino, aunque son pocos los corredores que las llegan a ver. Pero entre todos los animales si hay uno que sufren la inmensa mayoría de participantes son los mosquitos, que aunque no llegan a ser agobiantes si aparecen
con presencia de alguna que otra vaca. En las partes más bajas los manglares y sobre todo las paradisíacas e interminables playas con sus palmeras cocoteras son los que ponen más de un día la guinda en el final de etapa. Un baño en las
cada día al atardecer en busca de sangre dulce. La última etapa tiene lugar en el Parque de Corcovado, en Bahía Drake, un lugar tan remoto que para regresar es necesario salir de ahí en lancha, un fin de fiesta primero por
el Pacífico y luego por el río Sierpe que pone un fin perfecto a la aventura de la Rainforest. Todos los finishers reciben su medalla. Al darle la vuelta a la misma te das cuentas de que el trabajo está a medio hacer, el reverso de la medalla tiene un hueco que solo pueden completar los que finalizan el otro recorrido de la The Coastal Challenge, La Ruta del fuego. ¡Primer objetivo para el 2012! Ticos, nos vemos pronto. Más info: www.nlmt.com, www.thecoastalchallenge.com
Los números de la 7ª TCC Distancia: 233 km Desnivel positivo: 8.316 m Temperatura máxima: 38 ºC con un 80% de humedad
Clasificación Expedición Categoría femenina 1.Mònica Aguilera ESP 28h48:05 2.Jennie Segger CAN 29h00:15 3.Luz Pérez ESP 33h38:12 Categoría Masculina 1.Dave James USA 23h33:14 2.Javier Montero CR 25h29:36 3.Roiny Villegas CR 26h22:42 11.Marcos Martínez ESP 39h43:54 17. Xavier Castellsagué ESP 49h15:08
Clasificación Aventura La cuarta etapa ascendía del mar a cotas superiores a los 1.000 metros. En la foto, la española Luz Pérez, quien finalizó tercera de la general femenina
1.Melissa Kubicki USA 27H38:40 2.Mikael Taveniku USA 28h12:08 3.Sean Kelly BERMUDA 31h52:54 5.Jordi Pons ESP 37h04:38