EDITA No Limit, S.L. José Roca Suárez Llanos, 45 1º 1ª 08329 Teià Barcelona Tel. 93 540 36 86 revistatrail.com trail@revistatrail.com
PORTADA
DIRECTOR Néstor Bohigas
Fotografía: Quim Farrero
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Fernanda Maciel en la TGC, 2018.
MAYO I JUNIO 2018
REDACCIÓN redaccion@revistatrail.com REDACTOR JEFE Eliseu T. Climent eliseu@revistatrail.com DIRECTOR DE FOTOGRAFÍA Quim Farrero quim@revistatrail.com DISEÑO ORIGINAL 3A Disseny Gràfic
SUMARIO
DIRECTOR DE PUBLICIDAD Néstor Bohigas publicidad@revistatrail.com PUBLICIDAD publicidadl@revistatrail.com SUSCRIPCIONES suscripciones@revistatrail.com MAQUETACIÓN Teresa Sabater ADMINISTRACIÓN administracion@revistatrail.com HAN COLABORADO EN ESTE NÚMERO Néstor Bohigas, Eliseu T. Climent, Quim Farrero, Juan María Jiménez, David Roncero, Dean Karnazes
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FOTOGRAFÍA Valentin Campagnie, Eliseu T. Climent, Quim Farrero.
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EDITORIAL
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OPINIÓN
IMPRESIÓN Jiménez Godoy, S.A. Depósito Legal: B-31915-2005 ISSN: 1699-8332
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EN PORTADA
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RFEA DESEMBARCO EN EL TRAIL
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TERRITORIO SIERRA DEL MONTSEC
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ENTRENAMIENTO
UN ASUNTO DOMÉSTICO
DISTRIBUCIÓN SGEL: 91 657 69 00 Impresa en papel con certificado PEFC
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ENTREVISTA
76 TEST
GÉRARD MARTÍNEZ
TOPO RUNVENTURE 2
Prohibida la reproducción total o parcial de esta revista sin autorización previa por escrito de la empresa editora. TRAIL no comparte necesariamente las opiniones expresadas por sus colaboradores. PVP: 5,00 € (IVA incluido)
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GALERÍA
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TRANSGRANCANARIA
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TRAIL COSTA QUEBRADA
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ESCAPARATE
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TRAILWALKER GIRONA
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MITOS Y LEYENDAS GARY CANTRELL
78 TEST
CAMELBAK NANO VEST
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REPORTAJE
Primeros metros de carrera. Trail Costa Quebrada, 2018. FotografĂa: Quim Farrero
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EDITORIAL
TIEMPOS INCIERTOS Se avecinan tiempos inciertos, tiempos de cambio. Tiempos que generan incertidumbre, de los que provocan desorientación y rifirafes y hasta desmoronan los más sólidos dogmas. Las disciplinas deportivas surgen al margen, crecen a golpe de pico y pala, ignoradas inicialmente por el establishment y al final consiguen su lugar en el mapa deportivo. En el proceso de crecimiento van creando día a día una identidad, al principio difuminada, que va tomando forma y definiendo sus contornos. Como todo, hay que convencer, captar adeptos, reenfocar visiones hacia nuevos horizontes, conseguir que los incondicionales lleguen a creer en la discplina emergente como en un acto de fe. Pero cuando al deporte emergente se lo encauza en los interminables pasillos burocráticos y se le civiliza se convierte en disciplina deportiva reconocida como tal. La religión es raptada por la Iglesia, para que nos entendamos. Pero para llegar a esta situación ha tenido que llover mucho; se ha trabajado al máximo para conseguir la mínima visibilidad. Hoy el trail está a punto de cerrar un capítulo y abrir el siguiente. La intriga de esta narración no deja ver el final de la historia, pero los actores y sus movimientos desencadenan en el espectador infinidad de cálculos estratégicos, conjeturas y otras variantes de la contorsión mental. Después de años de trabajo de clubes excursionistas y de running, así como de la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (FEDME), aparece en escena la Real Federación Española de Atletismo (RFEA) reclamando su parte en un deporte que hasta 2015 no fue reconocido por las altas instancias atléticas internacionales, bajo cuyo paraguas se encuentra la RFEA. Esta reivindica que la parte profesional del trail le pertoca a ella y que, además, este deporte tendría que ser olímpico.
Texto: Eliseu T. Climent
¿Cuáles son los motivos reales de tan súbito interés? Volvamos a las conjeturas. Después de que el trail haya gozado de una verdadera explosión, inédita en otras disciplinas, y que actualmente posea una masa de corredores nada despreciable, el trabajo está prácticamente hecho. Hay que seguir picando piedra, pero la inercia lo hace todo más fácil. Organizadores de carreras, marcas comerciales, clubes y grupos, o corredores individuales conforman el cuerpo de este deporte que, ahora sí, tiene contornos definidos y entidad propia. Cuando la FEDME lleva años celebrando Copa y Campeonato, o manteniendo una selección nacional, asistimos a la aparición en escena de la RFEA con una duplicación de elementos. Dos campeonatos, dos selecciones nacionales, una realidad bicéfala. ¿Hacia dónde navega el trail? Momento incierto. Esquizofrenia absoluta. Mareo total. Una biodramina, por favor...
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CORRIENDO AL AMANECER
SERIES CON LASTRE DEAN KARNAZES
Solíamos intercambiar pocas palabras y siempre me iba con un abrazo y un besito en la mejilla, pero ella se daba cuenta de que mi cabeza estaba en otra parte. Ella me apoyó desde el principio en esto de correr, en gran medida porque después siempre estaba de muy buen humor. Aunque pasábamos menos tiempo juntos, cuando lo hacíamos, la conexión era más significativa.Yo estaba menos distraído, los asuntos del día sobre la marcha, mi mente estaba ordenada y disponible. Según mejoraba mi forma, iba cubriendo la misma distancia en menos minutos. Algunas veces, incluso me sentía inspirado y corría a toda prisa los últimos noventa metros. Estaba realmente orgulloso de mi nivel de resistencia, como si hubiera alcanzado una cima imaginaria en el ranquing de forma física. Pero una cálida tarde de otoño, las fantasías se hicieron añicos. Sucedió mientras estaba terminando una carrera por la costa de San Francisco, pensando en cómo había mejorado mi resistencia desde que había retomado el correr. [...] Me sentía bien con mi paso y mi resistencia. De repente, dos hombres con traje militar y mochilas me pasaron volando. Desaparecieron en lo alto de la montaña tras una nube de polvo.
—¡Guau! —pensé —. ¿Cómo han sido capaces de adelantarme tan impasibles? Probablemente se pararán y descansarán en la cima, y yo les adelantaré. Seguro que sólo están haciendo sprints de viento. De ningún modo podrían mantener ese ritmo durante mucho rato, sobre todo con esas mochilas a sus espaldas. Sin embargo, no había pasado ni un minuto cuando los dos hombres volvieron a la carga cuesta abajo. Mi gorra casi salió volando con el estruendo de su adelantamiento, y hasta tuve que toser por la nube de polvo que habían levantado. Lo que sucedió después fue sorprendente. Justo cuando estaba preparándome para coronar la cima de la montaña, ¡la pareja venía volando tras de mí otra vez! ¿Iban a adelantarme una vez más, o esta vez se quedarían en la cima? Ni una cosa ni la otra. En su lugar, se tiraron al suelo y empezaron a hacer flexiones de brazos. Y, como si me lo quisieran restregar por la cara, se dejaron las mochilas puestas. Esto era demasiado. Estos tíos estaban jugando en otra liga. Mejor, en una realidad distinta. Me acerqué a ellos y los saludé, pero ellos simplemente siguieron haciendo flexiones.
Fragmento extraído del libro Ultramaratón. Badalona, Editorial Paidotribo, 2013
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SIN DEJAR HUELLA
DEJA DE ENTRENAR, EMPIEZA A CORRER DAVID RONCERO*
Todos tenemos un amigo que enlaza el cierre de una temporada con el inicio de la siguiente y entre medias apenas un mes de descanso. Una vez arrancada la temporada sale a entrenar religiosamente sin perdonar un día. Como en el trabajo, en el deporte corremos el riesgo de quemarnos por la presión, tanto física como emocional que supone entrenar. En alguna ocasión he vivido con el vacío de no tener objetivos por delante y salir a entrenar se me hacía cuesta arriba. Ponerme las zapatillas, subirme a la sierra y fijarme un desnivel y un tiempo sin saber a qué fin aportan esas horas en la montaña me hacen perder de vista otros beneficios. Es saludable no estar de continuo con la presión de tener una carrera en mente y recuperarse emocionalmente de los esfuerzos que se hacen, sobre todo en el caso de las distancias ultra. Esos momentos de recuperación son buenos momentos para volver a disfrutar de lo que nos llevó a practicar este deporte. Por eso es bueno cambiar en nuestra cabeza el “salir a entrenar” por el “salir a correr”. Plantarse en nuestra montaña favorita y explorar una nueva ruta o hacer la misma de siempre, pero sin prisa, saboreando cada uno de los detalles. Incluso salir a pasear por los lugares por
los que normalmente corremos. Perderse por una zona que no conocemos sin el agobio de no estar cumpliendo los desniveles y los tiempos. Simplemente moverse de un lado a otro corriendo, conectando con esa sensación primitiva de ser nuestro propio vehículo. Corriendo para desplazarnos somos autosuficientes, ágiles y rápidos. En los últimos años, he estado alejado de las carreras y he salido a la sierra o por mi barrio simplemente a correr. El disfrute ha sido máximo: cuando me apetecía correr más rápido lo hacía, cuando prefería caminar en lugar de correr lo hacía, he podido explorar nuevas zonas que de otra forma habría descartado y todo ello me ha recargado las pilas. Y lo que más sorprende es que comparando registros de esa época, con épocas en las que estaba entrenando a fuego, he podido comprobar que los ritmos no sólo eran buenos sino que en muchos casos eran mejores. ¿Será cuestión de matices léxicos o conceptuales? Probablemente, pero salir a correr no es entrenar, es regalarte el momento de gozar de la propia actividad, sin mediación alguna.
*Coach y autor del libro Ultracoaching. Herramientas emocionales para ultra trails. Madrid, Ediciones Desnivel, 2016.
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REPORTAJE
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AĂşn de noche, el control del Roque Nublo se prepara y espera el paso de los corredores. Transgrancanaria, 2018. FotografĂa: Quim Farrero
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PRÓXIMAMENTE
NO TE LO PIERDAS... 2 JUNIO TRAIL AIGUA DE RIGAT clubatleticigualada.com Una nueva carrera verá la luz el próximo sábado 2 de junio. Bautizada como Trail Aigua de Rigat, presenta un itinerario que nos permitirá descubrir el entorno boscoso y rural que se despliega en los alrededores de Igualada (Barcelona). Con un total de 16 kilómetros y 820 metros de desnivel acumulado, el nuevo Trail Aigua de Rigat tiene dos estupendas particularidades: su carácter deportivo y su celebración vespertina. Con salida a las 18:30 horas, permitirá a los participantes planificar la mañana tranquilamente y correr por la tarde, cuando el calor ya no aprieta. El itinerario, sin elevadas dificultades técnicas pero con más del 70% por senderos, nos da la posibilidad de vivir una experiencia satisfactoria a quienes disfruten del trail y a los más jóvenes que busquen eventos de dificultad contenida. No obstante su trazado, precisamente por su carácter amable, puede llegar a ser muy rápido para quien quiera mantener un duelo contra el cronómetro. El paisaje de la comarca barcelonesa de la Anoia donde se enmarca la carrera alterna campos de cereal y numerosos senderos de bosque, generando un mosaico de elementos naturales muy equilibrado. Su elevado desnivel acumulado en relación a su distancia exigirá lo mejor de nuestras piernas.
AVANCE EDITORIAL MAPA CARROS DE FOC editorialalpina.com Será a finales de mayo cuando se ponga a la venta la nueva edición del mapa-guía de la travesía Carros de Foc, publicado por la editorial Alpina, pionera y especializada en cartografía excursionista y de montaña. El mapa se presenta a escala 1:25.000, con un trabajo de edición muy afinado que ha permitido incluir en el mismo mapa cantidad de información de interés. Esta reedición ha sido motivada por una actualización del recorrido en el tramo entre los refugios de Restanca y Joan Ventosa i Calvell. Se propone, como en la versión clásica, la entrada y salida a Restanca por dos collados diferentes, el de Tumeneia y el de Oelhacrestada, para no repetir itinerario, como se solía hacer hasta ahora. Esta versión implica un incremento de tiempo de la ruta de una hora.
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NUEVO CIRCUITO HEAD SWIMRUN SERIES BY GARMIN headswimrunseries.com Aunque ya lleva años funcionando en los países escandinavos, aquí el swimrun sigue siendo una rareza. Nadar y correr en un circuito donde se alterna agua y tierra. Bajo esta filosofía nacen las HeadSwimrun Series by Garmin, un circuito de pruebas que, desde el pasado 22 de abril con la primera cita en la Costa Brava, ha seleccionado lugares de excepcional belleza donde poder practicar esta disciplina combinada. Las secciones corriendo oscilan entre los 12 y los casi 29 kilómetros de la Epic Landus Swimrun, mientras que en el agua los recorridos van de los 2,8 kilómetros de la Andorra Swinrun a los 5,7 de la Epic Landus Swimrun.
HALF MDS FUERTEVENTURA ABIERTAS LAS INSCRIPCIONES PARA LA HALF MARATHON DES SABLES halfmarathondessables.com Recorrer 120 kilómetros a pie, en tres etapas, en régimen de autosuficiencia alimentaria y en un entorno desértico es lo que propone la Half Marathon des Sables, que este año celebrará la segunda edición entre los días 23 y 30 de septiembre. La isla de Fuerteventura es el escenario escogido por la organización, por reunir las condiciones idóneas de paisaje y clima que hagan vivir a los participantes la experiencia del desierto. En su primera edición, la Half Marathon des Sables contó con casi 300 corredores, procedentes de 40 países. Las inscripciones para esta segunda edición están abiertas y pueden formalizarse a través de la página web de la carrera.
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REPORTAJE
Brumas al amanecer. Transgrancanaria, 2018. FotografĂa: Quim Farrero
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EL TRAIL UN ASUNTO DOMÉSTICO
No es extraño, al contrario, encontrarse jugando al Tetris con la vida real para intentar encajar todas las piezas de la mejor manera posible. Trabajo, familia, amigos, entrenamiento... Los días quedan cortos para tantos compromisos. ¿Cómo nos lo montamos? ¿Cómo os lo montáis? Cada caso es un mundo. Como muestra, cuatro parejas nos explican su realidad: he aquí fragmentos de las conversaciones mantenidas. ¿Cómo te lo montas? ¿Cómo nos lo montamos? ¿Cómo se lo monta cada uno, porque cada caso es único y una realidad irrepetible? Es difícil dar consejos de organización cotidiana cuando los elementos no coinciden y si lo hacen nunca son iguales. 18
Es frecuente que un amigo o amiga te explique la clave de su éxito, la fórmula mágica con la que ha conseguido el tan anhelado encaje de bolillos. Tú la aplicas un día, chirría, te lo vuelves a proponer, a pesar de la fricción y la tensión que genera en ti y en los que te
rodean. ¿Funciona? No. La reacción puede ser de desánimo y hasta desesperación al ver que te estás quedando encallado en una fórmula imposible. Vuelves a intentarlo y cuando crees que ya has dado en el clavo, la actividad extraescolar de tus hijos
Texto: Eliseu T. Climent Fotografía: Eliseu T. Climent, Quim Farrero
te plantea algún compromiso inesperado; te saltas el entrenamiento. Y también reclama la pareja y los padres y las madres y los tíos; y las madres y los padres y los tíos de él o ella... Es la jungla en la que vivimos o sobrevivimos, la jungla que nos gustaría que estuviera más despejada, que fuese algo así como una sabana o una estepa. Pero no: es la jungla, nuestra realidad. Y eso no es todo, amigos: entra en juego otro factor, nosotros mismos y nuestra configuración mental. Hay quienes son máquinas de
estructurar el tiempo, inflexibles y capaces de colocar cada elemento en compartimentos estancos; son los más eficientes transeúntes de las junglas cotidianas. Hay otros más laxos, dados a la flexibilidad, entre cuyos dedos se filtra el tiempo como una substancia líquida. Esta segunda clase de especimen tiene, a grandes rasgos, la vida montada pero no cuadra al detalle un horario, que tiende a desobedecer cuando las circunstancias se lo ponen difícil. Le cuesta más que al primero salir airoso de una vida repleta de tareas y obligacio-
nes donde el entrenamiento o la actividad deportiva son una pieza más del enorme puzzle. Cuantos más elementos flotantes gravitan a nuestro alrededor, coincidiréis que más complejo resulta ordenarlos. Entre ellos, podemos dividir los impersonales, como el trabajo, la compra y demás obligaciones domésticas, y aquellos que implican una relación afectiva y social, como son los momentos con hijos, pareja y familia, o amigos. Los primeros podremos realizarlos con un grado de implicación relativa, mientras que a los 19
EN PORTADA
Cuando lo privado se vuelve público. Una petición de boda en meta.
segundos tendremos que dedicarles nuestras energías, sopena de un empobrecimientos de las relaciones. No es moco de pavo el panorama descrito, al contrario: a veces da por pensar que mejor sería habernos dedicado al parchís o al puro arte del aperitivo dominical sin previa actividad deportiva. Pero aquí estamos, como funambulistas en la cuerda floja, si queremos mantenernos vivos. Y probablemente parte de nuestra energía surja de la resolución de los citados obstáculos temporales, sorteando obligaciones y manteniendo saludablemente las relaciones personales. Cuando la pareja y la familia comparten nuestro enorno deportivo la realidad es otra. No quiere decir que facilite la acción sino que se 20
da una mayor comprensión hacia el uso del tiempo. Comprensión, por otra parte, que es mutua entre los diferentes miembros del grupo, ya sea adultos o niños. Si todos comparten una misma actividad a diferentes niveles, resulta más fácil que las necesidades sean comprendidas y compartidas por el resto de la familia. Pero ¿y cuándo solo un miembro corre? En este caso, el encaje se complica y hasta puede generar tensiones y fricciones internas. Hay casos en que la pasión de uno de los miembros es compartida, contagiada y vivida desde la barrera por el resto. No hay más que fijarse en la zona de meta de una carrera para percatarse de la sobreproducción de emociones a flor de piel. Otros en que no es así, en que cada
uno convier te su afición en su inquebrantable parcela individual, sin vasos comunicantes. Claro está que cuando al resto de la familia le toca esperar, se convierte en una convención de mártires y sufridores. Podríamos seguir enumerando situaciones; las hay a puñados, como las asistencias en carrera realizadas por una pareja que se desvive por mejorar en tiempos y organización del material. Su espera es larga, el momento del paso del corredor o corredora por el avituallamiento breve. Emoción cuando aparece a lo lejos, cuatro palabras, cambio rápido de material, reposición de alimento y fuga. Pocos minutos pero muy intensos y en ocasiones estresantes. Llegados a este punto, los testimonios valen más que mil palabras. Démosles voz.
Carreras, dorsales y familia, un mundo de vasos comunicantes.
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EN PORTADA Bárbara Martínez y Pep Mayolas
“PARA NOSOTROS LA MONTAÑA ES ACTIVIDAD”
FICHA DOMÉSTICA Él: Bombero Ella: Actualmente no trabaja Descendencia: 2 hijas (12 y 14 años) ¿Quién hace deporte? Los dos
Se conocieron corriendo rogaines que, para quien no esté en el ajo, son carreras de larga distancia de orientación y en autosuficiencia. Colaboradores de nuestra revista, no paran nunca. Buscan soledad, contacto con la montaña en solitario, en pareja o en familia. Padres de dos hijas que, todo apunta, seguirán el camino de sus progenitores. Josep Mayolas. Cada vez nos decantamos más hacia rutas largas, solitarias y en autosuficiencia. Nos vamos varios días, con etapas de 30 a 40 kilómetros, sin prisas, haciendo CACO. Eres tú y la naturaleza, en autonomía y ligero de equipaje. Bárbara Martínez. Las niñas entonces se quedan en casa de amigas suyas, es lo que llamamos “endosamientos”. Hacemos trueques con sus padres; luego 22
ellos nos dejan a su prole. Aprovechamos mucho cuando ellas salen de fin de semana con el grupo de tiempo libre. Josep Mayolas. Los fines de semana rutinarios adaptamos la dinámica a las niñas. Ellas corren orientación y la mayor hace trail. Bárbara Martínez. Tenemos la esperanza de que en breve puedan acompañarnos. De hecho, alguna vez les hemos metido algunas palizas por el monte de miedo, y aguantan. Un día nos retirarán la custodia [ríe]. Josep Mayolas. Los niños no se cansan, se aburren. Las nuestras está muy adaptadas a la montaña porque la han vivido desde pequeñas y son muy hábiles moviéndose. Pueden aguantar mucho, sobre todo si van con amigas o amigos. Bárbara Martínez. Entre semana lo tenemos muy fácil. Pep trabaja un día de cada cuatro y es el día que aprovecha para descansar de entrenar. Yo ahora mismo no trabajo y tengo todo el tiempo.
Josep Mayolas. No entrenamos nunca juntos. Aunque los dos estamos al mismo nivel, no nos acabamos de aclarar... Bárbara Martínez. Yo tengo dos tipos de entreno: el de pasármelo bien, que quedo con las amigas y no paramos de hablar, y el entrenamiento de verdad, que es el que prefiero hacer sola. Josep Mayolas. Yo toda la vida he entrenado solo y me gusta mucho ir solo. Lo que sí que estamos haciendo estos últimos años es salir juntos un día por semana a correr fuera de las montañas que tenemos aquí. Bárbara Martínez. Empezamos formando equipo en rogaines de 24 horas. En la vida normal podemos tener los roces que puede tener cualquier pareja, pero en competición no, encajamos muy bien. Bárbara Martínez. Los extraescolares de las niñas son escalada, taekwondo y trail. Las orientamos hacia deportes de montaña para luiego poder compartir momentos. Les gusta mucho. Josep Mayolas. Desde pequeñas en la montaña han probado de todo: barrancos, escalada, vías ferratas, senderismo, travesías... Con las carreras de orientación están cogiendo el hábito de leer mapas y eso es muy importante para ser autónomas en montaña. Bárbara Martínez. A pesar de que es una edad complicada, se mantienen en el deporte. Probablemente, el día que descubran la discoteca, tendremos una sorpresa. Josep Mayolas. Los hijos son seres libres y acabarán haciendo lo que les dé la gana, pero sí que recordarán la dinámica familiar que vivieron en su infancia. Dudo que cambien radicalmente de vida, porque lo que hacen les gusta. A lo largo de estos años, nos hemos esforzado por transmitirles valores. Entre estos, la montaña es imprescindible. Bárbara Martínez. El truco para que no salgan rebotadas, es la dosis de montaña que se les administra. La actividad tiene que ser motivante, controlando las
horas, llevando compañía de otras amigas suyas y que tenga una recompensa final, no precisamente material, sino algo que le apetezca hacer. Josep Mayolas. Ellas van incorporando el sentido del esfuerzo, porque nosotros lo valoramos mucho no sólo en el deporte, también en el resto de aspectos de la vida, como en los estudios o el trabajo. Hay que luchar por lo que quieres conseguir. Josep Mayolas. Entendemos la montaña como actividad, como proceso. Para disfrutarla hay que moverse en ella. Nos cuesta entender estar de espectadores en una carrera. Bárbara Martínez. Los requisitos fundamentales de nuestras vacaciones son que cansen y que los lugares no estén llenos de gente. Josep Mayolas. Y que haya una dosis de aventura y descubrimiento. Evitamos las cosas preparadas. Josep Mayolas. Mi ilusión es acabar corriendo un rogaine mixto con una de mis hijas. 23
EN PORTADA
EN PORTADA
Maribel Martínez y Joaquín Peribáñez
“NO ENTENDEMOS LA VIDA SIN DEPORTE”
FICHA DOMÉSTICA Él: Bombero Ella: Piscóloga y coach deportivo Descendencia: 1 hija (18 años) ¿Quién hace deporte? Los dos
En la montaña han practicado de todo: desde alpinismo y escalada, hasta andar. Es el medio lo que les atrae, aunque sus vidas han derivado hacia actividades más atléticas, como la carrera a pie y el triatlón o el ciclismo. Maribel Martínez. Como nos conocimos haciendo deporte y este forma una parte fundamental de nuestra vidas, nos es muy fácil conciliar vida y deporte. De hecho, no entendemos la vida sin deporte. A partir de este planteamiento, el deporte es una prioridad en nuestra vida, con lo que es inconcebible nada que no sea soporte, apoyo, asistencia para que todos podamos seguir haciendo lo que nos gusta. Los dos hacíamos al principio escalada y alpinismo, pero hoy practicamos deportes diferentes: yo corro, he pasado del asfalto a la montaña, y Joaquín ha dejado el triatlón por quedarse únicamente con la bici. Da 24
igual el deporte que hagamos, lo importante es que este vertebra nuestras vidas. Joaquín Peribáñez. Y en un momento dado tuvimos a nuestra hija. Entonces hubo que cambiar de estrategia. Ya no salíamos juntos, sino que nos combinábamos.Los martes y jueves era el día que ibas a la pista de atletismo, yo entrenaba por las mañanas cuando dejábamos a nuestra hija en el colegio. Maribel Martínez. Y con ella, hemos ido a todas partes. Cuando escalábamos, la teníamos al pie de vía con el Maxi-cosi. Ha sido una dinámica natural, que la hemos integrado en nuestras vidas sin forzarla. Por eso, ella ha hecho siempre deporte: tiene 18 años, hacía atletismo y ahora balonmano. Joaquín Peribáñez. Y a pesar de la edad, que es difícil, sigue y quiere seguir. Maribel Martínez. El hecho de que esté motivada por seguir haciendo deporte, lo entendemos como una consecuencia de una filosofía de vida. El deporte es nuclear y gravitamos alrededor de él.
Joaquín Peribáñez. Es tan importante que en mi caso, con los Ironman, condicionaba las vacaciones. Aprovechamos el de Maastricht para hacer un viaje por Holanda y disfrutar en familia y entre amigos. Además, cuando se trata de tu objetivo del año, cuando lo compartes con la familia, te aporta mucho más. Como cuando tú hiciste la maratón de la Vall del Congost, yo fui en bicicleta de montaña a verte a ciertos puntos del recorrido. Maribel Martínez. El hecho de compartir el deporte con la familia ha ido calando en la sociedad. Pero si esta entrevista la hicieses en Euskadi, allí nos llevan mucha ventaja. En un evento se desplaza la familia, abuelos incluidos, a animar a los suyos y al resto de corredores. Cada vez más nos estamos acercando a esta idea de compartir el deporte. De hecho, yo soy la fotógrafa oficial de Joaquín, y Silvia (mi hija) y yo somos las miembros de su club de fans. El hecho de que los niños estén esperando ver pasar o entrar en meta a su madre o a su padre es una manera de fomentar unos valores vehiculados a través del deporte. Joaquín Peribáñez. Me resulta muy positivo encontrarme a la familia cuando estás a punto de acabar un Ironman. No me corto en parar un instante para abrazarlos y dar dos besos, no me viene de aquí. Maribel Martínez. Te da un subidón como deportista, porque cuando estás corriendo, el ver al otro esperándote te transmite mucha energía por la ilusión con que están ahí por ti. Y por otra parte, cuando estás de espectador, lo das todo porque entiendes como deportista todo lo que hay detrás de aquel día para quien está corriendo, como es el sacrificio, la perseverancia, la ilusión, el entrenamiento... No me imagino cómo podría ser una carrera sin esta compañía, que te da un plus de complicidad, de sincronía y de unión. Joaquín Peribáñez. También depende de la persona. No entiendo cómo hay gente del montón que en la recta final de un Ironman esprinta para rascar unos segundos, en vez de disfrutar de ese final con la familia y los amigos que te esperan.
Maribel Martínez. A nuestra hija le encanta este momento, no forzamos nada; su actitud es una consecuencia natural de nuestra dinámica, porque siempre ha formado parte de este equipo familiar. De la misma manera, nosotros nos lo montamos para ir a verla a todos los partidos que podemos. También es cierto que no es lo mismo tener una hija que dos; todo es más fácil y la atención que se le presta está más cuidada y eso te retorna. Por eso, en nuestro caso ha sido fluido compagniar deporte y familia, sin haber tenido que hacer nada especial. Joaquín Peribáñez. A nivel de organización del calendario de carreras a las que cada uno quiere asistir, nos lo montamos para que no coincidan los objetivos del año. Obviamente, se solapan algunos intermedios, pero esos no son tan importantes, son un entrenamiento, y entonces cada uno hace la suya, sin el respaldo de la familia. Maribel Martínez. La gran paradoja es que los dos hacemos deporte, pero no compartimos el tiempo de entrenamiento. Ahora nos lo montamos de ir un par de veces a entrenar juntos, aunque sea al gimnasio. 25
EN PORTADA Davinia Chulio y Juan María Jiménez
“NO TODAS LAS PAREJAS SIRVEN PARA ASISTENCIA”
FICHA DOMÉSTICA Él: Entrenador Ella: Co-fundadora, junto con Juanma, del club Green Power Descendencia: no ¿Quién corre? Los dos
Corren los dos, cada uno a su ritmo. En 2015, fundaron un club, Green Power, donde se contagia la pasión por correr. Los dos son amantes de la larga distancia, pero también de la corta, del correr en solitario y del social, con su grupo de amistades y entrenamiento. Viven a un tiro de piedra de Valencia, lo suficientemente alejados de la ciudad para encontrar tranquilidad al pie de las cercanas montañas de la sierra Calderona. Juan María Jiménez. Los dos trabajamos juntos en Green Power. Davinia lleva la tienda online y yo diseño los entrenamientos de grupo e individuales. Es un club que va creciendo y que cada vez genera más trabajo, pero que nos deja tiempo para entrenar, tanto individualmente como las sesiones que programamos. 26
Davinia Chulio. Los dos estamos en el mismo barco y eso no es fácil, porque se mezcla trabajo y relación personal. No todo el mundo podría mantener esta situación. Coordinarnos en el trabajo es algo más complicado, porque Juanma lo tiene más claro con los entrenamientos. A mí, me toca mucho ordenador, que no me gusta, redes sociales, publicar, colgar vídeos, mantener la web, gestionar las ventas, coordinar el grupo de entrenamiento... Davinia Chulio. Desde 2009 corro ultras, per son las carreras de Juanma las que marcan el calendario. Son objetivos donde los dos nos implicamos, porque yo le hago la asistencia Juan María Jiménez. Cuando vamos a carreras, siempre nos lo combinamos. Cada uno corre una distancia. También tenemos cada uno nuestros objetivos, como el año pasado cuando Davinia hizo la Madrid-Segovia y yo el UTMB. Davinia Chulio. Hacer la asistencia no es fácil. Depende de a quién se la hagas: para quien va de los primeros de una carrera, como es el caso de Juanma, es difícil y estresa, porque hay que ir muy rápido y
optimizar el tiempo. Es como un pit-stop de la Fórto cómo va, cómo se encuentra, qué le apetece, desmula 1. cansa un momento... Antes de la carrera planificamos el material que La diferencia entre los dos tipos de asistencia es que necesitaré darle en cada avituallamiento, no sólo cuando ella me asiste puede instalar bien las cosas comida, sino también bastones, frontal, manguitos... porque los avituallamientos están vacíos, porque Es verdad que ahora todo va más fluido: al principio voy de los primeros. En cambio, cuando me toca me estresaba, pero ya le hemos cogido el truco y un hacer de asistencia, me las veo para poder instalarpoco la rutina a seguir. Le saco todo lo que hay camme de la gente que hay. Los avituallamientos parebiar rápido y lo echo al suelo, le cargo la mochila con cen un casal de Falla o una verbena. los nuevos bidones y alimento, y cuando Juanma se marcha, recojo todo, me subo al coche, que ya lo he Davinia Chulio. Que te hagan la asistencia está bien dejado encarado para salir, y me marcho pitando al por lo que te facilita todo, pero sobre todo por los siguiente punto. La gente, cuando ve como vamos, ánimos que recibes, especialmente en los últimos flipa. No todas las parejas sirven kilómetros de carrera, y más si para esto. Muchas mujeres que estás pasando un momento bajo. “Entrenar a tu pareja no corren se quedan en casa, siempre es una fuente de Tengo que decir que hacerme porque es duro levantarse de asistencia no es difícil, porque discusiones. Es una noche para tirarse tantas horas nunca me cambio de ropa, ni de complicación porque la asistiendo a tu pareja. zapatillas ni de mochila. Y mi comida es bebida 226ers Sub-9, confianza da pie a Juan María Jiménez. Yo llego, cuestionar cada orden.” gominolas, geles y muchos frutos cojo lo que necesito y me marcho. secos. Davinia se lo toma con más tranquilidad cuando entra en un avituallamiento: para, Juan María Jiménez. Aunque vamos a muchas carredescansa, habla, come. Yo tardo entre medio minuras juntos y cada uno hace su distancia y tiene sus to y minuto y medio. expectativas, entrenamos por separado. Salimos a la misma hora pero cada uno a lo suyo. Por ejemplo, Davinia Chulio. Otro factor de estrés en carreras hoy he salido en bici y Davinia ha ido al gimnasio. como el UTMB es que las carreteras entre avituallaA veces coincidimos, pero yo entreno mañana y tarmientos pasan puertos de montaña donde se va muy de, y además ella tiene su grupo y yo el mío. Donde lento y el corredor por la montaña avanza rápido. nos encontramos entrenando es en el gimnasio. Juan María Jiménez. O en la GR-10 Extrem había avtuallamientos que estaban alrededor de una hora corriendo y a Davinia le tocaba ir a toda prisa por carreteras estrechas para poder llegar. Además había algunos que estaban a un par de kilómetros pista adentro, sin acceso a vehículos. Davinia Chulio. Por suerte, todavía no he fallado. También he de decir que ahora es todo más sencillo, porque Juanma siempre quiere lo mismo: geles y bebida de 226ers Sub-9 y ya está. Juan María Jiménez. Cuando le hago la asistencia a Davinia, es diferente, es más pausado. Le pregun-
Juan María Jiménez. Entrenar a tu pareja siempre es una fuente de discusiones. Es una complicación porque la confianza da pie a cuestionar cada orden, darle la vuelta, responderla, alterarla... Es muy difícil... El entrenamiento del equipo sí que lo diseño yo, pero es para grupo, pero el personal con ella, imposible. Davinia Chulio. Es verdad que mis objetivos son más flexibles y que no me centro tanto en el rendimiento, con lo que adapto parte de mi calendario al de Juanma. Por ejemplo, me gustaría hacer el UTMB pero es objetivo de Juanma.
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ENTREVISTA
GÉRARD MARTÍNEZ “Lo que más me fascina del mundo del trail es su espíritu” Texto y fotografía: Quim Farrero
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El mundo del trail es un mundo transversal, rico en perfiles y caracteres. Algunos de esos perfiles son emprendedores y se lanzan a la aventura de la organización. De esos, unos pocos tienen lo que se llama carisma. Y esos pocos consiguen que sus carreras tengan ese carácter especial que las hace diferentes porque son una extensión de quien las organiza. En este caso, tenemos a nuestra disposición el 50% del carisma, y por tanto el carácter, del Andorra Ultra Trail. Gérard es la mitad de un éxito, de una carrera que, sin pretensiones iniciales, ha devenido una de las grandes, pero sin aspavientos ni ruido. Sólo con la esencia de un territorio fantástico y, sobre,todo, una filosofía en la que el “cómo” es más importante que el “qué”. Tal vez en esta entrevista nos ha faltado el otro 50%, Valérie Laffleur, sin la que no se entiende el conjunto. No siempre se puede tener todo.
Gérard Martínez (Andorra, 1955). rebosa energía. Enjuto, fibrado, vital, es un nervio de esos que al hablar se mueven constantemente. Necesita la actividad física, proyectada en su pasión por la montaña, e intelectual, como se desprende de su pasión por el arte. A las tres preguntas finales de la entrevista responde con una larga lista para que elijamos nosotros mismos. Un buen conversador que hace que el interlocutor se sienta a gusto. Como en su carrera. ¿Economista? Toda la vida he ejercido como tal y sigo haciéndolo. No vivimos de la carrera. Soy economista y amante de la montaña. Esta combinación fue lo que nos llevó a Valérie (Laffleur, su mujer) y a mí a aprovechar nuestros conocimientos tanto a nivel de montaña como organizativos, de gestión y de estrategia para montar algo vinculado al mundo del trail. Siempre he disfrutado de la montaña, pero yo inicialmente corría medias maratones de asfalto. Empecé a correr ultras con 51 años. Hasta entonces para mi la montaña era más caminar que correr. Fue Valérie quien me hizo ver que combinar las dos cosas que más me gustaban, montaña y correr, era una buena idea y rápidamente se convirtió en algo casi adictivo. A los tres o cuatro años de correr ultras surgió la idea de lo que hoy es el ultra de Andorra. Valérie
siempre me ha dado soporte en forma de asistencia, y al acabar las carreras comentábamos qué nos había parecido: recorrido, avituallamientos, organización en general… Siempre de forma muy indulgente porque nos parecía muy respetable el trabajo de los organizadores. En 2008, nos planteamos la posibilidad de organizar una pequeña carrera. La idea era algo modesta porque los dos estábamos muy liados profesionalmente en ese momento. Cuando abrimos inscripciones, tuvimos más de 150 participantes en media hora. Se colapsó el sistema de pago. Y empieza la aventura… Una aventura de trabajo en equipo. Valérie es informática, es muy racional y una gran organizadora. Nos complementamos muy bien. Al principio fue un poco una manera de trabajar en un proyecto común. Para mucha gente es com-
plicado como pareja, y realmente no es fácil, porque hipotecas tu tiempo libre, tu espacio personal, con otra persona, en este caso la pareja. Hay un riesgo, pero a nosotros nos ha salido muy bien. Ahora empezamos a verlo como una prueba superada, ya que vamos a pasar el relevo a nuestras hijas que en esta próxima edición (2018) se harán cargo de la organización del evento con nuestro soporte. Hace ya cinco años que nos acompañan en la aventura y a nosotros nos apetece un descanso. Seguiremos estando por ahí durante la carrera, pero eso es lo de menos, el trabajo duro se hace a lo largo del año, la semana del evento es una anécdota. En el día a día, la organización absorbe mucha energía. Ha sido una aventura interesante como pareja y como familia, ya que nuestros hijos están también involucrados. En una organización de este tipo la pasión es el motor. Hay una carga de trabajo de locos, y no sólo trabajo vinculado a la montaña; ese es el de menos. ¿Qué es lo más complicado de arrancar un proyecto como Andorra Ultra Trail? No sé. Al inicio hay que ser un poco inconsciente. Un montaje así impli29
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ca la asunción de una serie de riesgos en los que pones en juego incluso tu patrimonio personal. Empezamos sin ningún espónsor que nos diera soporte, contratando publicidad y construyendo la web a nuestro coste. Nos salió bien porque al poco tiempo el Govern d’Andorra y Vallnord empezaron a darnos soporte. A ellos les siguieron otros colaboradores. Durante tres años los resultados fueron de pérdidas, sin que nadie cobrara nada. Hay un momento en que decides si te la juegas y sigues inyectando recursos o no. Aquí mi visión de economista ha sido importante. Teníamos muy calculada una estrategia a largo plazo. El objetivo no era, por lo menos, no perder dinero. A parte de los espónsors, el equipo organizativo es la clave para la supervivencia de todo esto, junto con un equipo de 400 voluntarios que nos han empujado en todo momento. Pero, por encima de todo, los corredores, que ves que acaban contentos, que cuando los encuentras en otras carreras vienen a saludar y a felicitarte. Esto puede mucho, es muy estimulante. ¿Cuánta gente hay dedicada al Andorra Ultra Trail? A lo largo del año somos mi mujer, mis hijas y yo. Luego hay como una treintena de personas asalariadas durante la carrera con las que mantenemos un contacto muy estrecho. Y finalmente, durante la prueba, unos 400 voluntarios. Nos apañamos, pero hay mucho trabajo que hacer. Todo depende del nivel de calidad que quieras ofrecer: recibimos 4.800 mails al año de corredores y se responden todos de forma personalizada. Sólo esto implica responder una media de diez correos al día, y eso requiere tiempo. 30
¿El crecimiento de la carrera también estaba planificado? No. Al inicio, pensábamos en un evento de unas 500 personas y tal vez en crecer un poco, pero nos hemos visto abocados a todo esto en gran parte por la respuesta de los corredores. A los dos o tres años nos replanteamos las cosas con una previsión de crecimiento que nos ha llevado hasta aquí. Ya no vamos a crecer más, al menos en cuanto a cantidad de corredores. Eso no quiere decir que no pudiera crearse alguna carrera más, pero sin sobrepasar los 3.500 corredores actuales. Más allá saturaríamos la montaña y la capacidad de acogida del territorio. El evento perdería encanto. ¿Cómo habéis conseguido la internacionalización de la carrera? Promoción de todo tipo. Redes sociales, agencias de prensa, medios en general. Trabajamos con una agencia de prensa madre en Barcelona, Lymbus, y a través de ellos trabajamos con otras agencias de fuera. Para nosotros es más
“Ya no vamos a crecer más.” importante la diversidad de orígenes que la cantidad de corredores. Tenemos ahora mismo el evento más importante de Andorra y el más internacional. Mucha gente que viene de fuera conoce Andorra por el Andorra Ultra Trail. De nueve extranjeros (no franceses, ni andorranos ni españoles) en la primera edición, ahora hay más de 500. La partida destinada a comunicación es una parte importante de nuestro presupuesto. El Govern d’Andorra está muy satisfecho con esa internacionalización. Ahora mismo nos sentimos apoyados por
las instituciones, aunque siempre son relaciones que penden de un hilo. Todo depende del momento político que se da a la hora de renovar contratos. Lo que hoy es, mañana puede no ser. Pero eso es con todos los espónsors, importantes o no. Un espónsor pequeño, puede no ser un gran impulso económico, pero puede resolver un gran problema logístico, de suministro de alguna cosa importante. Pienso en el caldo Aneto en este momento, una marca que siempre nos ha apoyado y que entre otras cosas nos suministra algo muy apreciado por los corredores. “Acogedora” es un calificativo de la carrera bastante frecuente entre los participantes… Es lo que buscamos, pero no es fácil. El pueblo de Ordino es pequeño y esto por un lado facilita esta percepción, pero por otro lado nos plantea muchos problemas logísticos. Si nosotros tuviéramos un espacio como por ejemplo el pabellón de Expomeloneras en Transgrancanaria, nuestra logística sería mucho más fácil. Tenemos que distribuir las cosas entre cinco o seis puntos diferentes. Y hay que tener en cuenta el tema de nuestra orografía. Montamos avituallamientos a 2.500 o 2.700 metros de altitud. Esto implica una gran complejidad logística. Y cada carrera tiene un recorrido diferente. A veces incluso la familia me lo dice: vaya ganas de complicarme la vida, pero es la opción por la que nos decantamos y, la verdad, estamos contentos. ¿Eres el diseñador de todos los itinerarios? Sí, por supuesto. El diseño de Euforia, por ejemplo, me ha costado más de 1.250 kilómetros de dar
vueltas, a fin de buscar, decidir, ir a reconocer una vez y otra… Pero es algo que me encanta, es la mejor parte de todo el trabajo, aunque me apetece algo diferente ¡Conozco a algunas piedras por su nombre! Casi nos saludamos. Me apasiona, pero no quiero saturarme. ¿Cuál es el gran temor de todo organizador? La posibilidad de un accidente grave. Creo que esta es la peor pesadilla de un organizador. A estas alturas, sería difícil tener un problema grave de organización, todo está ya muy rodado. No hemos tenido nunca ningún incidente grave, pero sí que hemos tenido ediciones con meteorologías muy complicadas. En ese caso tenemos planes alternativos, podemos neutralizar partes de la carrera… Pero el miedo a una mala meteorología viene más dado porque tenemos gente que hace muchos miles de kilómetros para poder venir a correr a Andorra. Llegan hasta de Japón. Obviamente se adaptarán a un plan B, pero no deja de ser una mala pasada. Ellos vienen a hacer el recorrido original, a subir a las cimas del recorrido. Los fondos de valle no ofrecen la misma experiencia. Pero si es necesario así se hará, porque la seguridad prima. Cuando nos hemos visto obligados a hacer modificaciones, las quejas han sido mínimas. La mayoría respeta la decisión, sobre todo los de las carreras grandes. En la pasada edición nos vimos obligados a neutralizar la Ronda dels Cims, la Mític y a modificar la Celestrail y el Maratón, y las quejas fueron insignificantes y en algunos casos incluso absurdas. Creo que, en general, la tribu de los ultratrailers se compone de gente excepcional. Hemos observado que
a menos distancia más complicado es el corredor. Se queja más el del maratón que el de Euforia, que son gente que entiende mejor lo que quiere decir sufrir en la montaña, que suele tener más experiencia y que suelen ser más comprensivos con la organización. Viniendo del mundo de las medias maratones de asfalto, lo que más me fascina del mundo del trail es su espíritu. Que un corredor se pare a preguntarte cuando te ve mal, o que se ofrezca a rodar contigo un rato para ayudarte, esto en el asfalto no existe; es más habitual el codazo. No me gusta la competición a cualquier precio. ¿Cómo se percibe en Andorra el impacto del evento? En general muy bien, pero Andorra es un país pequeño y como en toda pequeña comunidad la envidia es un mal presente. Sobre todo al inicio mucha gente era reacia al evento, escondiendo su verdadera motivación tras planteamientos en
“No me gusta la competición a cualquier precio.” general poco coherentes o justificables. Esto ha ido yendo a menos, las autoridades han visto que aportaba mucho al país en general y al pueblo de Ordino en particular. Allí están muy contentos, a pesar de lo cual hay muy pocos que te lo demuestren, que te hagan un comentario amable o positivo. Esto sabe mal, pero tampoco se acaba el mundo y nosotros siempre hemos huido de toda polémica estéril. De todos modos, hay que saber que el evento genera un impacto directo de tres millones y medio de euros. También hay que considerar que hay muchos corre-
dores andorranos, cerca de 800, no pocos en relación a la población de Andorra. Y la dinámica generada alrededor de todo esto de entrenadores, fisioterapeutas, podólogos, venta de material de trail, es muy importante. Hay servicios que no existían antes en Andorra que han aparecido a raíz de la dinámica creada por la carrera. Al principio era gracioso porque algunos venían a decirme que ellos ya habían tenido esta idea antes… ¡Pero lo importante es realizarla! ¡Yo ideas las tengo a docenas cada día! Y si no se llevan a cabo, ahí quedan. Durante el evento ¿Cómo vives las críticas ante ciertas decisiones? Lo llevo muy mal. Soy muy temperamental. Mucho. Una vez ha acabado, lo llevo con más calma. Pero en pleno estrés no lo tolero, pero tengo una familia que me da 31
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soporte, me entiende y pone la parte racional. Valérie principalmente, que es una persona muy tranquila y con una gran capacidad de mantener el control, algo muy difícil en pleno frenesí de la celebración del evento. De todos modos ahora ya tenemos experiencia y una trayectoria que nos avala. Cada vez son menos los que vienen con quejas absurdas (nunca han sido muchos). ¿Cómo ves otras carreras cuando participas en ellas? Suelo ser muy comprensivo. Sé lo que representa organizar un evento de estas características. Aunque tengo un espíritu crítico y a menudo veo cosas que se podrían mejorar, sobre todo en carreras que por medios o entorno son más fáciles de organizar. A veces lo comento con organizadores con los que tengo más confianza. No sois puntuables para el UTMB… Nunca. Cuando creamos el Andorra Ultra Trail, el UTMB nos amenazó con una denunciarnos por utilizar el término “ultra trail” que ellos 32
tienen registrado. Yo los mandé a paseo, entre otras cosas porque tienen registrado el término para la Comunidad Europea y nosotros, Andorra, no formamos parte de ella. Se que intentaron registrarlo en Estados Unidos, pero no pudieron porque es un término genérico.
“De noche, entras en otro mundo.” De hecho, es curioso que hayan podido registrarlo en Europa. Al principio les pedimos puntuar, pero viendo la reacción y, sobre todo, las formas, pasamos. Tal vez al inicio nos hizo perder corredores, pero visto con perspectiva, preferimos que los que vienen a correr lo hagan porque realmente les apetezca, no para conseguir puntos para otra carrera. Ya casi nadie nos lo pide. Tampoco os preocupa mucho atraer a grandes nombres para darle color al evento Todo el mundo es bienvenido. Siempre. Estamos muy contentos de que alguien quiera venir a correr
una de nuestras carreras, pero no queremos darles ese toque elitista de otros eventos, en que parece que sólo corren los buenos. Para nosotros es más importante el popular que viene a esforzarse que el élite. Tal vez nos hubiera venido bien tener a algunos de estos corredores, pero no ha sido nunca una prioridad para nosotros. Eso no quiere decir que no los hayamos tenido: Kilian corrió la primera edición, por ejemplo, y hemos ido teniendo la presencia de grandes corredores, siempre por su iniciativa y porque les ha apetecido correr la prueba. Les ponemos las cosas fáciles en forma de dorsal y alojamiento, naturalmente, pero no compramos su presencia. No suele haber una fecha fija para la celebración del evento… Siempre me ha gustado moverme por la montaña de noche. Estás en un momento de comunión con la naturaleza especialmente profundo. Con luna llena puedes apagar el frontal y disfrutar de uno de los momentos más profundos que ofrece la montaña. Cuando creamos la carrera con Valérie, pensamos en celebrarla cuando hubiera luna llena. Esto provoca la fluctuación de fechas. Pero este año, en la décima edición, no podrá ser porque coincide con la fiesta de Ordino, y no se puede hacer todo el mismo fin de semana. No ha sido posible de otra forma. Ha sido duro para nosotros. Siempre recomendamos a los corredores apagar el frontal si se dan las condiciones: entras en otro mundo. Se me pone la piel de gallina de contártelo. Luego están esos detalles diferenciales, como el gaitero del Comapedrosa. El gaitero es amigo nuestro de hace
muchos años. He hecho mucha montaña con él. Su mujer toca el arpa irlandesa, pero eso es más complicado en la montaña. No recuerdo de quien salió la idea. Forma un poco parte de la magia de la carrera, ese punto surrealista del sonido de la gaita recibiéndote en el punto más alto de Andorra. En las primeras ediciones la gente alucinaba. Es la banda sonora del momento. Una vez tuvimos que cambiarlo de lugar por razones climatológicas y la gente se quejaba. Él además lo da todo. No es fácil tocar la gaita a casi 3.000 metros. Incluso ha ideado un sistema con una mancha de pie. ¿Habéis renunciado a alguna esponsorización para no perder el control de la carrera? Sí. Alguna marca nos ha ofrecido cosas que hemos rechazado, muy vinculadas a la imagen de marca y que se traducían en propuestas de cambios de recorrido, por ejemplo. Y eso no nos interesa. Nunca. Hay una filosofía global de la carrera a la que no queremos renunciar. ¿Recuerdas algún momento especialmente difícil en la carrera? Lo más complicado que recuerdo fue en la primera edición. Estábamos en contacto con el servicio meteorológico francés. En principio, todo estaba bien. Dimos la salida desde Arcalís, a las 12 de la noche. Sólo había alguna tormenta por el Pirineo Atlántico. El primero en llegar al Pla de l’Estany fue, naturalmente, Kilian. Yo había subido en jeep para ver la carrera. Quería verla desde dentro ¡Era la primera edición! Subiendo hacia Malhivern volví a llamar a la méteo. Todo bien. Confirmado por los voluntarios en la cima del Comapedrosa. Fui subiendo y los corre-
dores ya me adelantaban. Al rato, los voluntarios me comunican que veían niebla subiendo y rayos en la lejanía. Les dije que por si acaso se fueran de la cima y bajaran al collado. Al mismo tiempo recibo una llamada de Météo France que me dicen que la tormenta ha cambiado el rumbo y viene hacia nosotros. Neutralizamos la carrera más abajo, en Pla de l’Estany, pero había una sesentena de corredores que ya habían pasado y estaban en la misma zona que yo, en el ascenso al Comapedrosa, de cabeza a la boca del lobo. Kilian naturalmente ya estaba en el otro lado. Cuando llegó la tormenta fue atroz: se fundió la batería del teléfono, los pelos como escarpias por la electricidad estática. Recuerdo a Salva Calvo gritando “¡Todos a tierra!”, tirando los palos. Los rayos caían ahí mismo. Nunca he vuelto a vivir nada igual. No pasó nada, pero no
“No queremos renunciar a la filosofía de la carrera.” estuvo mal para una primera edición. Tuvimos que modificar recorrido, con Kilian por detrás. Los marcadores ponían pintura en algunos cruces y Kilian la pisaba aún húmeda. Fue brutal. Hubo 300 corredores bloqueados en el refugio del Pla de l’Estany, metidos ahí como sardinas. Luego ha habido ediciones más o menos complicadas, pero nada que ver. El lado positivo es que vimos que si habíamos superado eso, podíamos con todo. ¿Qué posibles mejoras os planteáis? Siempre hay espacio para mejorar, sobre todo en lo que respecta a la relación con el corredor. Siempre
existe la posibilidad de dar un mejor servicio. Que un corredor te abrace al llegar es la mejor recompensa. Una vez uno me dijo “Valérie y tu estáis repartiendo felicidad”. Me emocionó mucho. Me gusta mucho poder ir a buscar al último corredor y hacer los últimos kilómetros con él. ¿Ha faltado algo en la entrevista? ¡Sí! ¡Sin lugar a dudas, Valérie! Es una mujer excepcional. Es el verdadero motor, el mástil en el que se soporta todo. Si ella no hubiera decidido tirar adelante en su momento, nada de esto existiría. Es una persona acogedora, bondadosa, tierna y con mucha empatía. Tranquila. A veces, incluso demasiado indulgente.
Un libro: Guerra y Paz, de Lev Tolstoi. Una película: Taxi Driver, de Martin Scorsese. Música: Sonatas, de Beethoven. 33
GALERÍA
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FotografĂa: Quim Farrero
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La Ventana
TRANSGRANCANARIA 41
REPORTAJE
Magdalena Laczak a su paso por el Roque Nublo, unas horas antes de proclamarse vencedora.
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REPORTAJE
POR LOS PELOS Texto y fotografía: Quim Farrero
Transgrancanaria, la Trans, siempre ha sido una carrera viva, cambiante. Cada año depara alguna novedad más o menos significativa. Este año no ha sido diferente, y a algunos cambios organizativos se ha sumado un nuevo factor: la incertidumbre meteorológica. Algo hasta ahora inusual en esta carrera. “Alerta meteorológica” se convirtió en el concepto estrella de la semana. En un lugar que todos relacionamos con eso del sol y buen tiempo pero vive una realidad paralela en cuanto nos alejamos de la costa y nos adentramos en la zona central de la isla, más alta, donde las temperaturas objetivamente bajas son habituales en cada edición de la Trans. Esta vez, el archipiélago entero se vio afectado por el paso de una serie de borrascas que pusieron en jaque a la organización, que estuvo toda la semana pendiente de esa posible alerta meteorológica que hubiera obligado a cancelar la prueba, entre otras cosas porque con una alerta declarada las asegura-
doras pueden declinar su responsabilidad dejando al descubierto a la organización. Hasta el último momento todo estuvo en el aire, nunca mejor dicho, y todo ello con la Trans 360 en marcha. Cambio en la maratón Una de las novedades de la pasada edición, el cambio de fecha de sábado a viernes, no pudo tener continuidad esta vez. La situación prevista para el viernes, de fuertes vientos y lluvias, obligó a posponer la celebración de la prueba de 42 kilómetros, reprogramándola al sábado, donde históricamente había estado, lo que alteró los planes de los participantes, 43
REPORTAJE
Primeras horas y ánimos frescos. El nuevo trazado volvió a llevar a la Trans a cruzar la Finca Osorio.
que de forma generalizada se consolaban con aquello del “Bueno, es para todos” y se adaptaron a lo que los condicionantes externos impusieron. A parte del cambio de fecha, fue también un cambio de horario que adelantó la salida una hora (de las 9 a las 8) en una prueba tradicionalmente muy rápida que Janosch Kowalczyk resolvió en 2h51:16 y Silvia Rampazzo en 3h12:50. Normalidad en el resto La normalidad de los cambios. Con los primeros llegados de la Trans 360 ese mismo viernes por la mañana (Peter Kienzl revalidó su título con 46h30), la Trans volvió a Las Palmas tras años de exilio, y esta vez para salir en lugar de para llegar: la playa de las Canteras fue el nuevo escenario de partida de la Prueba Reina del evento, en la que estuvo presente el italiano Luca Papi que ese mismo día había finalizado la 360 y se atrevió a probar con los 125 kilómetros de la Trans. Todo quedó en un intento y a los 30 kilómetros, el ansioso Papi decidió retirarse. La Trans vio revalidar el título a un Pau Capell que 44
mantuvo un interesante duelo con Aurélien Collet, tras el cual se impuso con autoridad en 12h42:08, 14 minutos por delante de su seguidor. Magda Lackzac hizo lo propio en 15h18:37, 40 minutos por delante de su seguidora Andrea Huser en una prueba que se vio bendecida por una ventana de buen tiempo que hizo posible una excelente edición. Advanced, Campeonato de España RFEA Otra de las novedades de esta edición. La presencia en la modalidad Advanced de la RFEA con la celebración de su Campeonato de España de Trail, clasificatorio para el mundial de mayo en Penyagolosa, y que vio tiempos más ajustados que en las otras pruebas. Pablo Villa, Hélio Fumo y Juan J. Somohano entraron en meta en un lapso de poco más de cinco minutos, y Mónica Vives, Laia Cañes y Azara García, lo hicieron con menos de dos minutos de diferencia entre todas. transgrancanaria.net revistatrail.com/subdominis/galerias/TGC18
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De acantilados y trincheras
TRAIL COSTA QUEBRADA 47
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BREZO Y CASCAJO Texto y fotografía: Quim Farrero
Cantabria es la tierra que da nombre al mar. Y su costa es la que da nombre a la carrera. Un recorrido limitado a tramos por el brezo y el cascajo, a ratos por el mar y a ratos por las trincheras. Un recorrido que si se tercia puede mostrar los dientes, tal como hace a veces el Cantábrico, sólo que en forma de barro. Esta vez, no obstante, los dientes no hicieron acto de presencia. Salirse del camino tiene un precio, y el brezo y el cascajo, o más bien sus espinas, se encargan de cobrarlo. Adelantar en algunos tramos del Trail Costa Quebrada no es fácil, aunque el recorrido nos ofrecerá siempre oportunidades para hacerlo. Un itinerario de 23 kilómetros y unos 1.800 metros de desnivel positivo con dos secciones bien diferenciadas: una primera parte que recorre la costa que da nombre a la carrera, bordeando los espectaculares acantilados que configuran el terreno. Desde aquí, las vistas sobre el mar Cantábrico y las formaciones rocosas que conforman la costa son memo48
rables, en una sección en la que el terreno no facilita los adelantamientos cuando el pelotón de más de 700 corredores que componen la carrera aún no se ha estirado y configura eso que, utilizando un recurso ciclista, se suele llamar serpiente multicolor y en el que se define de forma bastante aproximada el grupo de cabeza de la carrera. Con una costa que está viva, que está siendo constantemente moldeada por la fuerza del Cantábrico, esta primera sección ha ido viendo pequeñas modificaciones a causa de los hundimientos que se producen regularmente y que obligan a la organización
En los primeros kilómetros por la costa el pelotón, a pesar del rápido ritmo de la carrera, aún no se ha estirado.
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REPORTAJE
La parte alta de la carrera es un sendero que crestea a lo largo de una línea de defensa de la Guerra Civil.
a revisar el terreno año tras año en las siete ediciones que ya tiene la carrera. La línea defensiva Una vez abandona la costa, el Trail Costa Quebrada cruza el pinar del Parque Natural de las Dunas de Liencres y dirige sus pasos hacia la segunda sección, la parte alta, que empieza con el ascenso al punto culminante de la carrera, La Picota. Desde este mirador, las vistas sobre la costa y la desembocadura del río Pas, con las cimas de los Picos de Europa al fondo, son inmejorables. Aquí empieza un recorrido por la cresta, marcado por la presencia de las antiguas trincheras y nidos de ametralladoras republicanos que protegían la costa cántabra durante la Guerra Civil. Restos patrimoniales que dan una puntuación extra al interés que ya de por si tiene el recorrido. La fiesta Y la cresta se abandona momentáneamente para volver a ella en el tramo bautizado como el Tolío to 50
p’arriba, un tramo de ascenso, un pequeño kilómetro vertical con una clasificación específica en el que se instala el “control fiesta”, liderado por un escocés, un vikingo y una simpática señorita rubia de barba incipiente que se encargan de animar de forma vehemente a los corredores (y a todos los presentes), al tiempo que les suministran un trago de cerveza de barril a quienes aceptan el ofrecimiento. Otra visión del trail de gran aceptación entre los participantes. La competición Desde un ángulo más serio, la prueba fue Campenato de Cantabria de trail por clubes, auspiciado por la Federación Cántabra de Atletismo. Un campeonato que se llevó, en categoría masculina y femenina, el club Piélagos. Asimismo, Walter Becerra y Virgínia Pérez se llevaron las victorias individuales con 1h30:08 y 1h54:07 respectivamente en una edición en la que un terreno seco propició un ritmo de carrera vivo. trailcostaquebrada.com revistatrail.com/subdominis/galerias/TCQ18
REPORTAJE
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OXFAM TRAILWALKER GIRONA 53
REPORTAJE REPORTAJE
LOS 100 MÁS SOLIDARIOS
Texto: Eliseu T. Climent Fotografía: Quim Farrero
El pasado fin de semana 14 y 15 de abril tuvo lugar la Trailwalker Girona, una prueba solidaria organizada por Oxfam Intermón, que aúna solidaridad, deporte y trabajo en equipo. 100 kilómetros por vías verdes donde los más de 1.200 participantes mantuvieron el ambiente festivo, a pesar de la llluvia, a lo largo de las 32 horas de la cita. Solidaridad y deporte son los ingredientes de una receta que, junto con la cohesión de grupo, está triunfando no solo aquí sino alrededor del mundo. Y la prueba es la Trailwalker Girona, que en su octava edición demostró una vez más que la gente está dispuesta a comprometerse con una causa y a moverse por ayudar. Como muestra, los más de 1.200 participantes reunidos en equipos de seis personas, con cuatro corredores/caminantes y dos miembros de asistencia, que cubrieron los 100 kilómetros que separan la ciudad de Olot, en el Prepirineo catalán, de Sant Feliu de Guíxols, en la Costa Brava. Aunque el recorrido no presenta ninguna 54
dificultad, ya que discurre en su totalidad por dos Vías verdes, los 100 kilómetros representaron un verdadero reto de resistencia física y mental para muchos. Comodidad y suavidad en el perfil no evitaron que las largas horas dentro de las zapatillas provocasen llagas, sobrecargas y el catálogo completo de dolencias que frecuentan los diferentes rincones de la anatomía de corredores y caminantes. La meteorología obsequió con su toque húmedo expresado en una continua lluvia, que arrancó sonrisas de los participantes y una dosis añadida de buen rollo, solo truncado por el desenlace fatal de un corredor que sufrió un paro cardiaco.
El carácter no competitivo e inclusivo de la Trailwalker reunió en la línea de salida la colorida diversidad humana. Bajo el arco, un equipo de handbikes (triciclos diseñados para deportistas parapléjicos) encabezó la salida. Arrancó bajo un grito unánime de ánimos y aplausos. Al cabo de unos minutos, el tsunami humano que, como un río crecido, inundó a su paso la llamada Vía Verde del Carrilet. Podías distinguir entre la variopinta multitud a corredores de ultradistancia ataviados con el material más pro y ligero, dispuestos a engullir los 100 kilómetros a ritmo de carrera y obsesionados en evitar que les sorprendiese la noche por los campos empurdaneses. Identificabas a los excursionistas de toda la vida que, aunque reciclados hacia las zapatillas y las mochilas livianas, lucieron cuando la lluvia lo exigió lo que forma parte de su ADN: la tradicional y efectiva capelina. Y hasta paraguas, cuando las condiciones obligaron. Podías distinguir entre los 230 equipos a grupos de amigos, grupos naturales formados a lo largo de años de convivencia y afinidades.
Y a grupos que compartían la empresa o la escuela como nexo de unión. Estos vestían uniformes con camisetas y mallas y cortavientos. Todos habían trabajado duro para estar aquí. Trabajo no únicamente de entrenamiento sino de recaudación de fondos, ya que al Trailwalker se puede participar si el equipo ha conseguido acumular un mínimo de 1.500 euros en calidad de donativos. “Para llegar a esta suma, que nos ha costado mucho, hemos tenido que diseñar buffs y venderlos, hacer meriendas donde nosotros mismos hemos cocinado pasteles”, comenta Dídac Plana, miembro del equipo IPSI Runners, formado por padres y madres de esta institución académica. “Para mí, es una incógnita cómo me irá”, prosigue antes de empezar. “En el equipo, hay dos compañeros que están acostumbrados a correr por montaña distancias largas. En cambio, mi carrera más larga fue la última Maratón de Barcelona. Al anochecer, coincidimos de nuevo con los IPSI Runners en el avituallamiento de Cassà de la Selva. Llevaban en este punto más de 70 kilómetros 55
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Olot despidió la Trailwalker con nubes bajas y una fina llovizna.
y algo más de 10 horas de carrera. El cansancio había hecho mella en algunos de los rostros. A Dídac se le había hinchado la cara, afectándole la zona de los ojos, pero la actitud positiva de los cuatro seguía intacta. “La verdad es que estoy muy contento y sorprendido”, comentaba Dídac, “ya llevo casi el doble de mi máxima distancia y me encuentro muy bien.” No todo el mundo podía decir lo mismo. El podólogo y colaborador de TRAIL Enric Violan asistía en el meridiano de la prueba, en Girona, al montón de pies que le llegaban hechos trizas por el efecto de rozaduras y el reblandecimiento de la piel causado por la lluvia. “Aunque parezca mentira, trabajamos menos cuando llueve que cuando el clima es seco”, comentaba. “El agua reblandece pero hace al mismo tiempor permite que el pie deslice dentro de la zapatilla, evitando en muchos casos la formación de ampollas.” En su camilla, una chica joven con el rostro ajeno al esfuerzo de los kilómetros transcurridos esperaba pacientemente a que el hielo le hiciese efecto en la cintilla isquiotibial. Comía un bocadillo. Ni resigna56
da, ni enfadada, sencillamente contagiada por el carácter festivo dla Trailwalker. —¿Y tus compañeros? —le pregunté. —Mi compañera es esa —señalaba a una chica sonriente atendida en la camilla vecina—. Acabaremos, y tanto, aunque tardemos mucho más de lo previsto. Una legión formada por fisioterapeutas licenciados y estudiantes en prácticas se encargaba de esparcir por la sala un pegajoso olor a ungüento de masajes. La clientela les llegaba por oleadas. Caía la tarde y la marea humana formada por los más de 900 caminantes que quedaban todavía estaba a punto de entrar en escena. En el aparcamiento, las asistencias preparaban refuerzos energéticos, ropa seca y otras necesidades impuestas por una meteorología que empezaba a calmarse hacia última hora del sábado. Vehículos de todo tipo poblaban la explanada: desde sencillos coches cargados hasta los topes con mesas y sillas de camping que el tiempo no les permitió desplegar hasta voluminosas autocaravanas de propiedad o de alquiler para quienes pensaban pasar la noche en ruta. Acompañantes que viajaban solos
El tercer equipo que llegó a meta, con perfil claramente corredor.
y otros que formaban pequeñas caravanas de vehículos, aprovechando la ocasión para apuntarse a la fiesta. En cualquier caso, unos y otros poblaban carreteras, bares y restaurantes de los pueblos por donde discurría esta ola migratoria, contaminando el amiente festivo más allá de los estrictos límites de la prueba. Un reto mental Si una cosa tiene la Trailwalker Girona es que dibuja un recorrido fácil, cómodo, accesible, nada técnico y aparentemente factible por todos los públicos. Y así es, aunque no del todo. Las vías verdes engañan, ocultan una trampa para los que han centrado su entrenamiento en el tronco inferior y no en las neuronas. Aquí, más que en otras pruebas, la larga distancia pasa factura también a los más preparados. La monotonía lo invade todo. Es el reino de la rutina, lo previsible y de esas largas rectas que se convierten en interminables corredores cuando la fatiga se adueña del cuerpo. El entrenamiento de este recorrido en línea es básicamente mental. Hay que apren-
der a poner la mente en blanco, haber asimilado técnicas de distracción y desconexión; hay que tener un buen repertorio de canciones para tararearlas en silencio y mantenernos despiertos; hay que evitar calcular kilómetros y tiempos, o hacerlo lo justo y de manera parcial. Hay que comer y beber para mantener el cerebro, y no sólo el cuerpo, con reservas de energía. Hay que saber hacer todo esto y mucho más para que 100 kilómetros por vías verdes no se conviertan en una penitencia. El auxilio del recorrido El recorrido nos echa una mano con su lógica aplastante para mantenernos despiertos; un viaje que desciende de las montañas y finaliza donde la tierra se convierte en agua salada. Esta es la meta y un objetivo claro y preciso, seductor por lo que representa alcanzar el finis terrae, el fin de la tierra de los romanos; el Finisterre, en palabras más próximas. Más allá, nada; solo agua y horizonte. La narración de esta aventura aporta, por su lado, una variedad de paisajes que nos soprende a cada 57
REPORTAJE
Las eficientes capelinas auxliaron a los caminantes de la lluvia que arreció durante horas.
instante. La comarca de la Garrotxa, con Olot por capital, punto de partida de la Trailwalker Girona, condensa húmedos bosques, volcanes en reposo, caminos históricos y masías colgadas en lo alto de inacabales laderas. Si la ciudad fue lugar de peregrinación por su escuela pictórica paisajista hace más de un siglo, hoy le dedica un museo y hasta alberga el llamado Observatori del Paisatge donde académicos y especialistas en la materia reflexionan sobre las transformaciones del territorio y el frágil equilibrio entre naturaleza y acción humana. El collado de Bas, máxima dificultad del itinerario, permite a la antigua carretera, hoy solitaria y serpenteante, que el participante cambie de perspectiva. El puerto es sencillo. A lo sumo, algo más de un kilómetro de pendiente suave separan la base de la cima. Vale la pena echar una última ojeada hacia el norte para despedir las altas cumbres pirenaicas, antes de sumirnos en una alternancia de bosques y campos. El verdor de la vegetación no deja lugar a dudas de que la lluvia que arreció durante la prueba no es algo extraño en esta latitud. Los pueblos, rurales y contenidos, reciben la Trailwalker con la reglamentaria estación ferrovia58
ria. Todas ellas han cambiado de condición y uso desde que el tren dejó de pasar por esta vía. De lo que fueron ayer se han convertido en bares para vecinos, ciclistas y clientela, o en imaginativas instalaciones como la Escuela Municipal de Arte en la parada de la Cellera. El terreno se allana a medida que transcurren las horas y los kilómetros. El bosque se retira, el campo labrado avanza. La vía se vuelve más rectilínea, si cabe. Este cambio anuncia que la capital se acerca. Los últimos kilómetros hasta Girona hay que ganárselos a pulso. Llueve. Llueve con determinación, al punto de llegar a provocar un desprendimiento sobre la misma vía que obliga a los participantes con handbikes a ser trasladados en coche para evitar este trecho. El firme de zahorra se comporta como una esponja. Cargado de agua, su densidad aumenta, su tacto se ablanda y detiene al corredor al que pide esfuerzo añadido para seguir avanzando. Girona hace funciones de pivote sobre el que gravitan las dos partes de la Trailwalker y donde se comunican dos paisajes opuestos. De los valles definidos que descienden de las montañas a las eternas ondulaciones
de las comarcas de la Selva y el Baix Empordà. Seguimos hacia el mar. Definitivamente la agricultura se adueña del territorio en este paisaje abierto y a merced, cuando tiene a bien de soplar, de la sufrida tramontana. Las poblaciones padecen influencias contrapuestas o, según como se mire, complementarias: la industria se ha instalado en ellas, traduciéndose en pequeños polígonos industriales, mientras que del mar, a medida que nos acercamos a él, reciben el influjo de otra industria: el turismo residencial. Algunas urbanizaciones y proyectos immobiliarios menores auxilian a urbanitas saturados de la gran ciudad. El día ha caído aquí para muchos, o muestra las primeras luces para los de cola. Entre pinares, el viaje toca a su fin en Sant Feliu de Guíxols. Los últimos kilómetros se resisten; el mar no quiere aparecer ni mostrarse, urbanizado y humanizado, como final de trayecto. El paseo de la población aloja la llegada. Un arco, un entablado, amigos, familiares y asistencias. Un cronómetro, el incombustible speaker, un grupo que ameniza en directo, dos foodtrucks y un chiringuito con solera. Eso es todo, amigos. El año que viene, más. trailwalker.oxfamintermon.org
El agua provocó un desprendimiento en el recorrido.
LA LARGA HISTORIA DE LA TRAILWALKER La trayectoria de la Trailwalker en casa es relativamente breve: este año se cumplen ocho ediciones para un evento que arrancó en Barcelona y se trasladó a partir del segundo año a Girona, cinco para el de Madrid y tan solo dos para el de Euskadi. Pero no en todos los rincones del mundo es así. De hecho, para encontrar el origen del evento hay que remontarse a 1986, cuando un ejercicio militar de entrenamiento del regimiento Gurkha de Hong Kong pasó a manos de la confederación internacional Oxfam. Desde la fecha, más de 50.000 equipos de todo el mundo han participado en algunas de sus ediciones que se celebran en 11 países. Entre ellos, Alemania, Australia, Bélgica, Francia, Reino Unido, India, Japón o Irlanda. La primera edición dentro de nuestras fronteras se celebró en Barcelona en 2011, promovida por Oxfam-Intermón. Desde esta fecha, han pasado más de 3.000 equipos y se han recaudado más de seis millones de euros.
Filosofía, compromiso y buen rollo Como todos sabréis, se trata de una caminata deportiva no competitiva, donde el objetivo no es llegar primero y hasta ni llegar, sino recaudar fondos para realizar proyectos de abastecimiento de agua potable en países donde se carece de tal servicio. Esta edición de la Trailwalker Girona se ha resumido en las siguientes cifras: 230 equipos de seis personas 32 horas de tiempo máximo 100 kilómetros de vías verdes Toneladas de buen rollo Compromiso ilimitado Calendario 2018 Las próximas estaciones de la Trailwalker tendrán lugar en Vitoria-Gasteiz (Euskadi) el fin de semana 19 y 20 de mayo, y en Madrid el 2 y 3 de junio.
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REPORTAJE REPORTAJE
LA RFEA SE PONE LAS PILAS Texto: Eliseu T. Climent Fotografía: Quim Farrero
La Real Federación Española de Atletismo (RFEA) se ha decidido por desembarcar en el mundo del trail. Y así lo ha hecho: sin complejos. Una licencia, una selección de corredores, un campeonato y algunos circuitos permanentes son las primeras acciones de una implantación que dará mucho que hablar. Algún día tenía que pasar. Y ese día ha llegado. El trail es la guinda deportiva deseada en nuestra realidad por dos federaciones, la de atletismo y la de montaña. Ambas la entienden desde su óptica particular y justifican su posición: la RFEA argumenta que se trata de una actividad atlética, mientras que la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (FEDME) la defiende por desarrollarse en un medio propio de montaña. La una como la otra han visto el auge de esta disciplina y no quieren desaprovechar la oportunidad que se les brinda. La FEDME ha hecho mucho más camino, ya que decidió hace años apostar por este depor60
te emergente, creando un circuito de carreras, un equipo de arbitraje y la Selección Española de Carreras por Montaña. Por aquel entonces, a mediados de los 2000, la RFEA quiso responder con un circuito de Carreras de Montaña. La controversia de las preposiciones “de” y “por” anunciaba ya caminos divergentes en un mundo donde el liderazgo y la visibilidad correspondía a la federación de montaña. El punto de inflexión para que la RFEA se comprometiese definitivamente con el trail fue el reconocimiento en 2015 de esta disciplina por parte de la International Association of Athletics Federation (IAAF), organismo que agrupa las diferentes fede-
raciones nacionales de atletismo. El resultado de la votación en el congreso anual de la IAAF de aquel 2015 no dejó lugar a dudas: 174 miembros de los 187 votaron a favor. Dicho reconocimiento oficializaba un camino seguido ya por algunos países, como Francia y Estados Unidos, donde el trail se rige por las respectivas federaciones de atletismo. A parte de la línea de trabajo emprendida por la RFEA en 2017, impulsada por el nuevo equipo directivo que encabeza Raúl Chapado, se han alzado algunas voces a favor de elevar el correr por montaña a deporte olímpico. Es el caso de los senadores canarios del Grupo Popular Poli Suárez y Mariano Hernández Zapata, que presentaron el pasado día 25 de enero una propuesta para instar al Gobierno, a través del Consejo Superior de Deportes, a que inicie las gestiones con el Comité Olímpico Español y la Real Federación Española de Atletismo para que la IAFF proponga al Comité Olímpico Internacional la inclusión del trail running como deporte olímpico.
Este paso podría ser decisivo para la definitiva profesionalización de la disciplina, pero podría conllevar el riesgo de convertirla en un deporte espectáculo de circuito al estilo del clásico cross. La visión de la RFEA “Con el nuevo equipo directivo y el reconocimiento del trail por parte de la IAAF, la RFEA decidió en 2017 dar impulso a esta disciplina”, comenta José Enrique Villacorta, coordinador de trail, campo a través y fondo de dicha federación. “¿Cómo? De entrada, ofreciendo una licencia específica. Por otro lado, hemos querido que los organizadores de pruebas entrasen a formar parte de nuestro calendario nacional. Por ello, nos hemos puesto en contacto con la Spain Ultra Cup. Y como tercer aspecto, hemos querido dar prestigio a nuestro Campeonato de España de Trail, que este año se ha celebrado en la Transgrancanaria. En estos momentos, estamos en contacto con las carreras más prestigiosas del calendario nacional”. Y he aquí donde el corredor puede perderse en la 61
REPORTAJE
Luis Alberto Hernando, ambivalente. Campeón del mundo IAAF y campeón de Europa con la FEDME.
confusión de términos y competencias. “La FEDME”, prosigue Villacorta, “está amparando, sólo por celebrarse en la montaña, un deporte que es nuestro, que es atletismo, lo mismo que hace con el esquí de montaña o la bicicleta de montaña. Pero esta última, a nivel de competición, se encuentra bajo el paraguas de la Federación de Ciclismo, mientras que la práctica amateur puede cubrirla también la FEDME. Lo mismo buscamos en esta nueva línea de trabajo: que todo lo relacionado con la profesionalización del trail corra a cargo de la RFEA, mientras que la actividad amateur pueda cubrirla la FEDME”. Actualmente, se está produciendo una deriva de los deportistas de más alto nivel hacia la RFEA, “porque nuestra federación cuenta con el respaldo del Comité Olímpico Internacional y porque es un entorno que cuenta con recursos y que permite al deportista de élite ser profesional de su deporte”. La realidad, hoy, es más compleja que nunca. La pugna entre federaciones desemboca en situaciones ambiguas, bicéfalas y hasta absurdas. Si la Selección Española de Carreras por Montaña existente está 62
tutelada por la FEDME, la RFEA posee la suya propia, cuyos componentes se decidieron el pasado 24 de febrero en la Transgrancanaria Advanced, este año Campeonato de España de Trail, y que tiene como objetivo el próximo Mundial de Trail, que se celebra en la Castelló-Penyagolosa (CSP) este mes de mayo. “Efectivamente, nos encontramos ante situaciones curiosas, como el caso de Luis Alberto Hernando, que este año ha sido campeón de Europa con la FEDME y campeón del mundo de la IAAF.” Confusión e incertidumbre La confusión está garantizada en este complejo escenario, y los estamentos federativos son conscientes de ello. “Esta realidad va a marear a los corredores, pero lo que tenemos que hacer es delimitar bien la frontera conceptual, aunque creo que será complicado. Desde mi punto de vista, la FEDME debería vincularse a la práctica deportiva tradicional de montaña, como sería lo normal. Lo único que ha sucedido es que ha visto que las carreras por montaña han representado una fuente de ingresos, por-
¿Se conseguirá un punto de encuentro que sume esfuerzos en este conflicto de competencias? Complicado, “porque al haber dinero de por medio cada uno tirará por su lado y presentará un producto que busque ser mejor que el de su competidor. El entendimiento entre federaciones debería existir, porque una y otra saldrían enriquecidas de la colaboración”. El futuro se vislumbra incierto. El nuevo actor en el sector de las carreras por montaña ha alterado la realidad, generando nuevas expectativas y dibujando nuevos horizontes. Los periodos de transición comportan incertidumbre, indefinición y no poca inquietud, pero todo apunta a que el corredor de élite pueda quedar seducido por las propuestas atléticas, mientras el amateur se mantenga fiel a la montaña. Más allá de correr, hay que conocer la montaña.
que existe un nicho de mercado creciente”, prosigue José Enrique Villacorta. “Si volvemos al caso de Luis Alberto Hernando, gracias a la RFEA ha podido gozar de un Plan ADO de Ayuda al Deportista Olímpico y cobrar una beca anual. Con la FEDME nunca podría haber tenido esa posibilidad. Por lo tanto, el deportista profesional tiene que abogar por lo que viene siendo el deporte profesional, que es correr, independientemente del entorno donde se organice.” La clave, no obstante, sigue siendo que el medio natural comporta unos riesgos y requiere por parte del deportista unos conocimientos. “Atletizando” el trail se corre el riesgo de focalizar la atención en la actividad deportiva e ignorar el entorno, sus riesgos y condicionamientos, con las consecuencia que ello puede comportar. “Estoy totalmente de acuerdo, pero este trabajo tienen que hacerlo los organizadores de carreras y saber cuándo las condiciones pueden comportar un riesgo para el participante y, si es necesario, suspender la prueba. Ya no estamos ante el montañero preparado, sino ante gente que corre, que busca un rendimiento y le gusta el entorno pero no forzosamente tiene conocimientos de sus riesgos. El alto rendimiento nunca fue el concepto del montañero ni de la ideología de la FEDME.” “Pero una federación no puede ir en contra de la otra, porque a la RFEA nos falta todo el conocimiento de la montaña, y por contra la FEDME debería dejar en manos de los profesionales de carreras la organización de pruebas.”
DOS VISIONES DEL TRAIL Cuando en 2015 la IAAF desembarcó en el trail, inteligentemente optó por la definición más abierta por ofrecer esta el mayor número de escenarios. Veamos dónde residen las diferencias. IAAF/RFEA Las carreras de trail tienen lugar en una amplia variedad de terrenos (incluyendo caminos de tierra, caminos forestales y senderos de vía única) en un entorno natural en campo abierto (tales como montañas, desiertos, bosques o llanuras) principalmente fuera de la carretera. Son aceptables secciones de superficie pavimentada o de cemento pero deben ser las mínimas posibles para el recorrido deseado y no exceder del 20 % del total de la distancia de la carrera. No habrá límite en la distancia o la pérdida o ganancia de altitud. FEDME Las carreras por montaña son una modalidad deportiva que puede desarrollarse en alta, media y baja Montaña. El recorrido de las competiciones será siempre por pistas y caminos no asfaltados, senderos, barrancos, etc. y el recorrido de la carrera no superará el 50% de pista transitable para vehículos. Dependiendo del terreno en que se realice la competición, pueden hacerse ascensos y descensos con cuerdas, aunque la zona trepada no puede superar el grado II de dificultad o los 40 grados de pendiente.
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TERRITORIO TERRITORIO
SIERR A DEL
MONTSEC
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LA ÚLTIMA FRONTERA Texto: Eliseu T. Climent Fotografía: Quim Farrero
El macizo del Montsec es tierra de frontera. Separa el Pirineo de la cota baja rural y une dos realidades autonómicas, Cataluña y Aragón, con su conjunto de tres sierras. Árido, abrupto y contundente, la realidad de este espacio rural en inevitable proceso de despoblación nos transmitirá soledad aliñada con desniveles, distancia y roca caliza.
Hacia el sur, la tierra se calma de la indómita marea montañosa. La ondulación orográfica se suaviza con el paso de los kilómetros, la temperatura asciende y los campos de cereal tapizan de amarillo un paisaje solitario, cuando la primavera está a punto de llegar a su fin. Hacia el norte, al contrario: la marea montañosa se perpetra en una suerte de activación excesiva. Surgen paredes y alturas, y hasta nieve en las cumbres más altas. Los valles se vuelven profundos y en ocasiones dibujan tétricos congostos donde la fuerza del agua excava incansablemente su lugar de paso. Algún pueblo queda 66
suspendido allí arriba en el espacio y en el tiempo. La frontera entre ambos universos no la conforma una fina línea sino un cosmos ambivalente, de cara y cruz. Es el Montsec, con sus tres conjuntos de sierras, la muralla divisoria entre las tierras altas del Pirineo y del Prepirineo, y la cota baja de una realidad rural que se orienta hacia la amplia llanura leridana. Como un dique de contención, el Montsec se encarga de frenar el avance de la masa mineral procedente del norte. Su vertiente septentrional, formada por eternas laderas que se elevan más de 1.000
Izquierda, llegando a la cumbre de Sant Alís. Derecha, entre túneles por el congosto de Montrebei.
metros por encima de nuestras cabezas, se pueblan de bosques y fuentes, y algunos campos y masías. Los pocos pueblos encaramados lucen un proceso de despoblación imparable. En cambio, su vertiente meridional depara un compendio de verticalidad en mayúsculas. Tan sólo hay que alzar la vista cuando se pasa bajo las paredes de Vilanova de Meià o las de Àger, por no hablar de las de los congostos de Montrebei y Terradets. Todas ellas encierran un mundo calcáreo de tonos grisáceos salteados de un rojizo abrasivo. Cada pared es un microcosmos que se eleva durante cientos de metros, un espacio con entidad propia donde conviven especies aladas de envergadura, reptiles sin miedo al vacío y humanos equilibristas seducidos por resolver las mejores líneas de escalada. La apariencia mineral del Montsec es esta y queda pronto resumida en una tríada compuesta por el llamado Montsec d’Ares, junto con el Montsec de Rubies y el aragonés Montsec de Estall. Y probablemente su aspecto abrupto y su acentuada aridez
fuesen los principales inspiradores del discutido origen del topónimo. Monte siccus, el monte seco, se erige por contraposición a los valles húmedos pirenaicos, como última frontera antes de las geografías benévolas de cota baja. No obstante, hay quien ha querido encontrar en el origen del topónimo una referencia a la verticalidad, y por ello ha justificado un original monte sectum , o montaña cortada. En cualquier caso, seco y cortado son los dos rasgos identitarios de estas montañas que representaron en tiempos medievales una plaza fuerte geoestratégica. Desde aquí se controló el tránsito entre territorios, y durante los reinos de taifas el señor feudal Arnau Mir de Tost se hizo con el control de la zona, poco después del año 1.000. De dicho capítulo de la historia quedan sus vestigios, testimonios de un pasado ajetreado y de núcleo duro, donde la cristiandad medieval ganó la partida a la cultura sarracena. No hay más que visitar el castillo de Mur para deducir la rotundidad con que se impuso el señor Mir de Tost. 67
TERRITORIO
El valle de Àger es un espacio rural todavía en uso con una posición geográfica estratégica.
Àger, centro de operaciones Àger fue antaño el epicentro del Montsec d’Ares. Continúa siéndolo hoy en día para un turismo variopinto. El Àger reconquistado tuvo fortaleza y posteriormente se le añadió una desproporcionada colegiata que funcionó durante los siglos XIV y X V. Actualmente, el pueblo cuenta con numerosos servicios para el forastero y recibe los días festivos a los amantes del parapente, escaladores, corredores, senderistas y ciclistas de montaña. La cumbre del Montsec d’Ares, Sant Alís (1.676 m), se ha convertido en pista de despegue de las alas de pendiente. De camino por la estrecha carretera que asciende a esta, el Observatorio del Montsec propone la experiencia nocturna de un cielo limpio de contaminación atmosférica y lumínica. El de Ares es el más occidental de los Montsecs catalanes. En la otra vertiente del visitadísimo congosto de Montrebei, la Ribagorza aragonesa posee el de Estall, la tercera sierra que concluye el conjunto. Igual de árida, abrupta y despoblada, mantiene la coherencia y hace honor al nombre compartido. Entre Aragón y Catalunya, una obra faraónica her68
mana desde hace algunos años ambas comunidades. Se trata de un puente colgante sobre Montrebei y una serie de pasarelas que salvan una pared imposible para el humano de a pie; una atracción turística prescindible, masificada y hasta vergonzosa, que desafía el vacío a la vez que reduce el espacio natural en parque de atracciones. Hay que reconocer que descubrir el congosto de Montrebei por su camino excavado en la roca supone un tránsito hacia el más allá. Sus paredes alcanzan los 500 metros de altura, con lo que la luz solar tiene problemas para filtrarse. Si deseas recorrer este camino, escoge bien el día y la hora para evitar las hordas de seres humanos en tránsito y en busca de la imagen atractiva de este encajonamiento mineral. Podrás arrancar desde la vertiente meridional, pasado el pueblo de Corçà y a pocos kilómetros de Áger. La ermita románica de la Virgen de la Pertusa despide a quien utiliza este sendero balizado hoy como GR-1. Impasible a los siglos, la austera construcción se yergue sobre una afilada cresta como testimonio de soledad y retiro espiritual, antes de que las aguas fronterizas del río Noguera Ribagor-
Si algo no le falta al macizo del Montsec es verticalidad y paredes de caliza excepcional.
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TERRITORIO
La ermita de la Pertusa, erigida sobre el filo de la roca, conforma un punto de observación de primer orden.
zana inundasen el fondo de la cuenca, retenidas por el pantano de Canelles. La Pertusa dialoga con su hermana aragonesa Santa Quiteria. La una como la otra, simétricamente opuestas, idénticamente encaramadas al filo de sendas crestas. Desde el norte, la cercanía del congosto atrae a los menos dados al esfuerzo, pues el aparcamiento queda cerca de la atracción natural. Metros y kilómetros La cantidad de senderos y pistas construyen un laberinto de infinitas posibilidades donde correr sin hallar un alma de camino a la nada. Eso sí, la aridez asegura un espacio duro donde el visitante tendrá que vérselas con la piedra y la roca, dueñas y señoras del lugar, además de tener que cargar con una reserva de agua por la falta de fuentes. En el Montsec, los kilómetros se cuentan por decenas y los metros de ascenso por centenares. Aunque hay recorridos para todos los gustos, quien más disfrutará es quien pueda plantearse itinerarios de una cierta envergadura. En Áger, una cómoda visita a la vecina vía romana que asciende al puerto homónimo, nos remonta a tiempos 70
cuando dicha población fue una plaza fuerte. El recorrido es corto y ascendente, pero cuando se corona el puerto de carretera, se puede volver por el despoblado de Montlleó y el pequeño pueblo de Agulló. Correr por suave terreno ondulado también es posible en el Montsec: tan solo hay que tomar la pista en excelente estado que desde el camping Vall d’Àger que conduce al pueblecito de L’Ametlla de Montsec. Una incursión rápida a media altura consistirá en la ascensión desde el mismo camping al santuario de la Virgen de Colobor para descender posteriormente por el sendero de la ermita de La Pedra. Para alcanzar el pico de Sant Alís, cumbre del Montsec, seguiremos después de Colobor por la pista que desemboca en la pequeña carretera de acceso a esta. El último tramo será por asfalto, con algún atajo, a no ser que queramos subir por la llamada Canal de l’Embut, un camino equipado con cadenas que nos dejará a pocos metros de la cima. Sólo apto para tolerantes al vértigo. Los amantes de lo vertical, a quienes gusta ganar metros en poca distancia, no podrán marchar de la zona sin haber recorrido el apodado Camino de las
En Montrebei, no sólo existen humanos pedestres: el kayakista es otra de las especies endémicas.
100 curvas. Este se encuentra en el Montsec contiguo, el de Rubies. El acceso se realiza desde la carretera C-13 que lleva a Tremp. Viniendo del sur, tendremos que dejar atrás el impresionante congosto de Terradets, divisoria entre el Montsec d’Ares y el de Rubies; abandonaremos la carretera principal para tomar a la derecha la solitaria LV-9121 en dirección a Llimiana. Tras cruzar el amplio barranco de Barcedana, aparcaremos. La pista paralela al barranco está señalizada como GR-1-4. Empieza a correr por ella en modo calentamiento, ya que en unos kilómetros un indicador a la derecha nos orientará hacia la ermita de Sant Salvador del Bosc. En cuanto la pista se convierta en senda, prepárate para contar las curvas en esta ascensión a los cielos. Sant Salvador del Bosc se resume en una construcción diminuta y esencial, encaramada como de costumbre a la parte superior de una formación rocosa. Echa un vistazo a su interior. Los exvotos de los feligreses ponen la carne de gallina. Podremos seguir subiendo hasta el Tossal de les Torretes (1.676 m), cumbre de este Montsec, o escapar por la pista que nos devolverá al valle de Barcedana, donde iniciamos la ruta.
Al Tossal de les Torretes podremos acceder también desde el área de aparcamiento de la Font de les Bagasses, en el mismo congosto de Terradets. Prepárate para salvar 1.300 de desnivel positivo en poca distancia. El antiguo camino al despoblado de Rubies gana altura de manera decidida, antes de convertirse en pista. Llegados a las ruinas, accederemos a la parte superior de la sierra a través de la Portella Blanca, un paso natural entre rocas. Desde el Tossal de les Torretes, al igual que de Sant Alís, las perspectivas son únicas. Entre el Pirineo y los campos bajos de cereal y secano, el Montsec se yergue con equidistante frialdad, separa dos mundos y los une a la vez. Algo así como un eje central. Llegar y marchar A Àger podrás llegar por la carretera C-12, tanto si vienes del sur como del norte. El pueblo posee todo tipo de servicios. Si tu objetivo es el Montsec de Rubies por la ermita de Sant Salvador o el camino de la Font de les Bagasses, la antigua estación ferroviaria de Cellers es un albergue-refugio agradable. 71
ENTRENAMIENTO
EL BASTÓN COMO AUXILIO (II) Texto: Juan María Jiménez Llorens Fotografía: Quim Farrero
Como ya comentamos en el número anterior, las ventajas de los bastones son muchas. Con una buena técnica y fortaleciendo los grupos musculares implicados, nos permitirán descargar piernas y a su vez proteger las artículaciones de rodillas, tobillos i caderas en los descensos. Aquí tenéis algunas rutinas de tonificación y fuerza con las que empezar. ¿Cómo empezar con bastones? ¿Qué ejercicios hago? ¿Los uso siempre o solo en algunos entrenamientos? Muchas son las preguntas que nos surgen cuando decidimos empezar a incluirlos en nuestras rutinas de montaña y en nuestras carreras, pero ¿podemos hacer ejercicios en el gimnasio 72
para mejorar con ellos? Y la respuesta es que sí. El principal motivo de usar los bastones en trail es que con ellos descargaremos el peso que tienen que mover las piernas y por lo tanto la fuerza que tenemos que hacer para impulsarnos. Y cómo no, cuando más fuerte tengamos
la parte superior del tronco, más fuerza podremos hacer y más podremos descargar las piernas. Antes de comenzar con la rutina, aclararé dos cosas. Primero decir que esto es una selección de cinco ejercicios, pero que existen multitud de ejercicios más para completar esta rutina. Hemos selec-
cionado los cinco que consideramos más importantes y que están pensados a partir de la experiencia después de haber hecho entrenamientos y ultras, prestando atención a las zonas que más cargadas han terminado y por lo tanto más han trabajado. Y segundo decir que hay que hacer una rutina completa: es decir, trabajar el resto de grupos musculares para evitar así una descompensación de los grupos musculares del tronco. Es importante entrenar en el gimnasio y en la montaña con los bastones, porque la musculatura
involucrada en el uso de estos se cansa igual que las piernas. Por lo tanto, si no tenemos unos niveles mínimos de fuerza llegará un momento en que el uso de los bastones nos molestará. Para mejorar con los bastones hay varias formas, y la mejor sería combinando el trabajo con bastones en la montaña, con una sesión o dos a la semana en el gimnasio para aumentar nuestros niveles de fuerza. Grupos musculares implicados Los músculos que más van a tra-
bajar serán los siguientes: Los antebrazos, responsables de sujetar fuerte los bastones y poder hacer suficiente fuerza. Los tríceps y dorsales, para hacer la mayor fuerza de impulso y así descargar lo máximo posible las piernas. En una primera fase trabajará más el dorsal, acercando el cuerpo al bastón, y en la fase final se utilizará más el tríceps para terminar la fase de impulso, aunque suelen trabajar simultáneamente durante todo el recorrido, sin olvidar el trabajo de los hombros y su función de estabilizadores. 73
ENTRENAMIENTO
Arriba izquierda, curl de bíceps en movimiento alterno. Arriba derecha, extensión de tríceps en polea. Abajo, extensión de codos con mancuerna.
EJERCICIOS Sin querer plantear una rutina muy ex h au s ti v a , o s dejam o s un a selección de ejercicios fundamentales para el for talecimiento de los grupos musculares implicados en el uso de los bastones. 1. Curl de bíceps en movimiento alterno tipo martillo Con este ejercicio trabajamos el supinador largo del antebrazo y el 74
bíceps y el braquial anterior que, como hemos comentado, nos darán la fuerza suficiente para sujetar los bastones consistentemente. 2. Extensiones de tríceps en polea alta Este es un ejercicio específico de tríceps y lo notaremos mucho con los bastones en la última fase del impulso cuando el bastón ya está clavado y estiramos el brazo para tratar de avanzar más rápido.
3. Extensión alternada de los codos con mancuerna Otro ejercicio de tríceps, pero esta vez un poco más específico que el anterior. Aquí ya trabajamos con peso libre, por lo que los estabilizadores tienen que trabajar mucho más para mantener una posición correcta. Mantendremos el cuerpo ligeramente inclinado hacia delante simulando la postura con los bastones. En este caso, trabajamos también la fase de impulso,
Arriba, remo al cuello. Abajo, pull-over en polea alta.
esa última donde ya despegamos el bastón del suelo. 4. Remo al cuello Este ejercicio, un poco más general, trabaja los deltoides, trapecios y bíceps. Es fundamental para evitar sobrecargas en la zona de las cervicales. Uno de los problemas después de muchas horas con los bastones es la sobrecarga en la parte del cuello, al ser grupos musculares que de normal en trail los trabajamos poco, al usar los bastones tienden a sobrecargarse. Este ejercicio nos servirá para conseguir una mejor técnica. 5. Pull-over en polea alta El pull-over en polea alta centra el esfuerzo en el entrenamiento del dorsal, muy importante desde que clavamos el bastón y hacemos todo el recorrido de impulso has-
ta la última fase de impulso. Mientras el tríceps se va estirando, el dorsal se encarga de ir acercando y moviendo el cuerpo para descargar en lo máximo posible las piernas. Además, en este ejericio
también trabaja el tríceps y aporta mejora en la articulación del brazo y el tronco. Agradecimientos: Eurofitness El Sorrall (Mataró, Barcelona)
PLANIFICANDO LA RUTINA Primer mes 3 series de cada ejercicio de 12 a 15 repeticiones. Segundo mes 3 series de cada ejercicio de 8 a 12 repeticiones. Con un día a la semana haciendo dos o tres series en subida de 1 kilometro o 2 kilómetros, centrándonos en hacer más fuerza de lo normal con los bastones.
Tercer mes 4 series de cada ejercicio de 6 a 10 repeticiones. Con un día a la semana haciendo tres o cuatro series en subida de 500 metros a 1 kilometro, centrándonos en hacer más fuerza de lo normal con los bastones.
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TEST
Runventure 2 TOPO ATHLETIC
Texto: Eliseu T. Climent Fotografía: Topo Athletic
FICHA TÉCNICA Peso comprobado (talla 9,5 US): 263 gramos Drop: 0 mm Suela: taqueado de 6 mm Stack (altura al suelo): 19 mm Rock plate: placa de protección en mediasuela contra las piedras Talón en elastane Costuras termoselladas Inserto en talón para sujeción de polaina (vendida como accesorio) Cordones anchos y planos para óptima sujeción sin presiones
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Superándose en prestaciones Topo Athletic sigue haciendo camino con discreción hasta haber conseguido liderar un nicho de mercado formado por corredores exigentes, que buscan un producto diferente técnicamente y estéticamente refinado. Muchos ya conocéis su filosofía: Topo es la marca por excelencia del correr natural, o natural running, tanto en trail como en asfalto, que nos deleita cada temporada con mejoras para conseguir el máximo confort y eficiencia. Entre sus denominadores comunes destacan los siguientes: zapatillas de horma ancha, flexibles y con un amplio espacio anterior para máxima libertad de los dedos. En esta ocasión, analizamos la Runventure 2 o, dicho en otras palabras, la segunda generación de un modelo que dio mucho que hablar hace tres años. En 2015, la Runventure apareció como la solución liviana y a la vez protegida para el amante del correr a ras de suelo, con ciertas características que la hacían muy atractiva, como un upper ligero, un drop de tres milímetros, una placa de protección en la mediasuela y costuras termoselladas. Además destacaba, valga la contradicción, por una línea sobria que la diferenciaba del resto de propuestas del mercado. La segunda generación de Runventure aporta novedades más que interesantes, que hacen que este modelo esté llamado a convertirse en el buque insignia de la marca en temas de trail. Vayamos por partes. Lo primero que salta a la vista es su estética, todavía más cuidada y elegante, y casi de zapatilla urbana. La versión que hemos probado, en negro con detalles en lima, resulta muy atractiva. En cuanto a las novedades técnicas, Topo ha decidido abiertamente eliminar el drop y dejarlo en cota cero. La parte superior de la zapatilla, el upper,
viste un tejido más liviano que el de la primera generación y mucho más transpirable y flexible. El nuevo talón destaca por la sensación envolvente que proporciona su nueva estructura flexible en elastane. Y por último, dos detalles no menores: por fin, Topo ha decidido optar por cordones anchos y planos, que aseguran un buen reparto dela presión y no tienden a desatarse. El talón de la nueva Runventure viene equipado con unos insertos para fijar unas ligeras polainas de la misma marca, vendidas como accesorio.
En marcha
Para quien no haya probado nunca una Topo, empezar a correr con estas sorprende por su flexibilidad, ligereza y sensación de agilidad que proporcionan. La Runventure 2 hibrida dos modelos que la convierten en una verdadera zapatilla polivalente, capaz de gustar a los corredores más exigentes y a los ocasionales. De la Terraventure, la más montañera, ha heredado su suela marcada con tacos de seis milímetros y un rock plate para proteger la planta del pie de las piedras; de la MT-2, se queda con el concepto de zapatilla ligera y ágil, con una amortiguación justa y una flexibilidad que proporcionan una carrera más
natural. El resultado, evidentemente, es una zapatilla que nos da alegrías más que penas en distancias cortas y medias. La comodidad es absoluta en pistas y caminos en buen estado; la Runventure 2 nos retorna el gusto por correr en libertad. El drop cero seduce, el tejido escogido para el upper mejora las cualidades de transpirabilidad del modelo original, mientras que el talón flexible fija la parte posterior de la zapatilla sin sentir presión alguna. Por su parte, el rock plate cumple con su cometido, siempre que las piedras del camino mantengan unas dimensiones aceptables. La tracción de la suela, así como el agarre, tiene una respuesta impecable y a su vez muy equilibrada cuando se trata de rodar por caminos poco técnicos. Eso sí, no debes confiarte, porque la Runventure 2 no es una todoterreno en toda regla. Su espacio idóneo son los caminos y pistas en un estado acceptable y sin demasiadas exigencias técnicas. Su distancia, entre corta y media; y su público, desde el volador hasta el corredor tranquilo que busque, el uno como el otro, la comodidad, libertad y exclusividad de una zapatilla diferente.
topoathletic.com
Marca: TOPO ATHLETIC Modelo: Runventure 2
Peso: 263 g (talla 9,5 US) Precio: 142 €
Uso
A favor
Q Q Q Q Q Entrenamiento
Excelente sensación de agilidad. Amortiguación justa y reactiva. Ligereza y flexibilidad. Upper muy transpirable. Amplio espacio en la zona de los dedos. Buen ajuste de la parte posterior, gracias al talón en eslastane.
Q Q Q Q Q Media distancia Q Q Q Q Q Larga distancia Carácter Q Q Q Q Q Comodidad Q Q Q Q Q Sujeción Q Q Q Q Q Agarre Q Q Q Q Q Adherencia Q Q Q Q Q Estabilidad
En contra
Útil
En terrenos difíciles, cierta sensación de desprotección, a causa del cuerpo liviano de la zapatilla.
La marca ofrece como accesorio unas polainas, interesantes para completar esta zapatilla de corte bajo.
APP PARA EL ACOMPAÑANTE
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TEST
Nano Vest CAMELBAK
Texto: Quim Farrero Fotografías: Camelbak
FICHA TÉCNICA Peso comprobado: 151 gramos (sólo mochila en talla S) Espalda en 3D Mesh Se sirve con dos Quick Stow Flask de 500 ml Reflectantes Silbato Puntos de anclaje suplementarios Dos bolsillos frontales, uno de los cuales cerrado con cremallera para el móvil o GPS Portabastones Bolsillos y compartimentos de carga en malla extensible
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Mínimo Es difícil salir a rodar por la montaña sin tener que llevar absolutamente nada: algo de agua, unas llaves, un cortavientos por si acaso, el sempiterno teléfono, alguna barrita... Son elementos habituales, incluso en las salidas más modestas. Las posibilidades de transportarlos son diversas, pero en los últimos años los chalecos de carga han demostrado ser la mejor opción a la hora de correr. De capacidades variables, su principal virtud es la adaptación a la morfología del usuario, de forma que la carga queda pegada al cuerpo y se eliminan los desagradables bamboleos al ritmo de la carrera. Además de las versiones diseñadas dando prioridad al transporte del sistema de hidratación nativo de la marca, Camelbak dispone de un modelo, el Nano Vest, pensado para lo mínimo pero sin perder de vista que ese mínimo puede no serlo tanto en un momento dado.
El chaleco
El Nano Vest es la mínima expresión de un chaleco de carga. De hecho, es una estructura de rejilla 3D Mesh recubierta en todas partes menos en los hombros de un tejido elástico que conforma los espacios que contendrán la carga, de tal forma que cuando esté vacío sólo las bolsas destinadas a los botellines sobresalgan algo. La primera impresión es ligereza, algo que constataremos al colocar el Nano Vest sobre la báscula: llevar nuestras cosas va a implicar sólo 151 gramos. El Nano Vest dispone en la parte delantera, en los tirantes, de un bol sillo con cremaller a a la izquierda pensado, a priori, para llevar un teléfono móvil pero que queda a todas luces corto para contener un móvil de las dimensiones de los actuales. Hay que pensar en destinar otro espacio
al teléfono, que puede convivir con uno de los botellines en el espacio destinado a ellos, y reservar el bolsillo con cremallera para llaves y pequeños objetos. A la derecha, un pequeño bolsillo elástico permite cargar barritas, geles o cualquier otro elemento que podamos necesitemos tener a mano durante la actividad. Junto a este bolsillo, el pertinente silbato. Los espacios destinados a la hidratación contienen dos Quick Stow Flask de 500ml, o bidones flexibles de la marca, servidos junto con el chaleco. Son resistentes, fáciles de llenar y cómodos para beber, incluso sin tener que extraerlos del bolsillo. El chaleco cierra en la parte frontal con dos cintas graduables, de las cuales la inferior es, además, elástica para facilitar el movimiento respiratorio de la caja torácica. Esta característica puede limitar la vida de dicha cinta dada la degradación que sufren este tipo de materiales con el sudor. En laterales y espalda encontraremos el resto de bolsillos pensados para la carga, con espacio suficuente para barritas, cortavientos, guantes, tubulares y demás accesorios que podamos necesitar durante una salida de media jornada o incluso una jornada entera sin demasiadas exi-
gencias. Todos ellos basan su capacidad en la elasticidad del tejido que los conforma, de manera que el mismo chaleco mantiene pegados al cuerpo los objetos que podamos meter en ellos. Como remate final, dos cintas en la parte superior de la espalda y un pequeño bolsillo en la parte inferior permiten llevar cómodamente los bastones plegados cuando no los utilizamos.
En marcha
La primera sensación es de comodidad: el Nano Vest es una prenda más, incluso con los compartimentos llenos, pasa a formar parte de nuestra estructura corporal. Los bolsillos laterales requieren una cierta contorsión para aceder a ellos, pero por contra es relativamente fácil hacerse con la mecánica de poner y sacar los bastones, a pesar de la corta talla del chaleco. La estructura de rejilla facilita mucho la transpiración: en ningún momento el Nano Vest representa una molestia desde un punto de vista térmico, incluso llevándolo debajo de un cortavientos. Eso sí, habrá que pensar en algún tejido que gestione mejor el sudor desde un punto de vista olfactivo.
camelbak.com
Marca: CAMELBAK Modelo: Nano Vest
Peso: 151g (mochila talla S) Precio: 95,40 €
Uso
A favor Entrenamiento Media distancia Larga distancia
Carácter Comodidad Sujeción Autonomía Útil Portabastones Silbato Bolsillo seguro
Ligereza y comodidad. Excelente ajuste. Tres tallas. Diseño minimalista. Aspecto atractivo. Reflectantes. En contra Capacidad limitada. Reflectante muy discreto. El bolsillo destinado al teléfono queda un poco pequeño para los teléfonos actuales.
APP PARA EL CORREDOR Descárgatela de App Store / Google Play
ESCAPARATE
MATERIAL
SALOMON ZAPATILLAS S/LAB ULTRA salomon.com Edición limitada del modelo utilizado por François D’Haene, con sólo 171 pares puestos a la venta, uno por cada kilómetro del UTMB. La edición limitada lleva el perfil de la carrera en dorado, la firma de D’Haene en el lateral y tres estrellas en la lengüeta una por cada victoria.
CAMELBAK BOTELLÍN NANO HAND HELD camelbak.com Perfecto para transportar cómodamente el botellín flexbile Quick Stow ™ de 0,5 litros (incluido). Cuenta con un pequeño bolsillo con cremallera para transportar pequeños objetos, como llaves.
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DYNAFIT CHAQUETA ULTRALIGHT GORE-TEX SHAKEDRY dynafit.com Doble capa contra el viento y el mal tiempo en sólo 140 gramos. Gracias a la nueva tecnología ShakeDry™, basta con sacudirla una vez para que las molestas gotas de agua se desprendan de la chaqueta. Se puede guardar dentro de la capucha.
FORESTIA BARRITAS ENERGÉTICAS weareforestia.com Forestia estrena cuatro nuevos sabores para aportar variedad a su gama de barritas energéticas elaboradas con ingredientes 100% naturales. No utilizan melaza para su elaboración sino sirope de arroz para una mejor digestión. 100% ecológicas, veganas, sin ingredientes transgénicos ni gluten.
RAIDLIGHT BRAZALETE SMARTPHONE raidlight.fr Brazalete para llevar el teléfono. Ventana táctil de amplio tamaño Fabricada en neopreno, de fácil y cómodo ajuste. Medidas aproximadas: 16x9 centímetros.
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MITOS Y LEYENDAS
GARY CANTRELL Eliseu T. Climent No más de 40 individuos merodean ante la entrada del Parque Estatal de Frozen Head, en el estado norteamericano de Tennessee. Son corredores en espera. Es viernes a medianoche. ¿Qué les trae hasta aquí? Ni más ni menos que una carrera excéntrica, fuera de medida y con una puesta en escena sin parangón. La salida no tiene una hora exacta, sino que sucederá entre esa medianoche del viernes y el sábado a mediodía cuando su director, Gary Cantrell, tenga a bien encenderse un cigarrillo. Es la Barkley Marathon, que este año ha conseguido no tener ningún finisher. En 32 años de carrera tan sólo han cruzado la meta 15 participantes. A Gary Cantrell se le conoce también por su apodo, Lazarus Lake. Con más de seis décadas a sus espaldas, este singular personaje encarna el estereotipo del norteamericano de las montañas: barba tupida, camisa de franela de cuadros, pesado tabardo, botas a todo riesgo y unas gafas con montura que a más de un amante del vintage le gustaría lucir. Con su canosa cabellera recogida en una coleta, fuma y colecciona matrículas de coche de todos los rincones del mundo. Son estas últimas las ofrendas que los participantes noveles deben entregarle para completar la inscripción a la carrera que, por cierto, asciende a la astronómica suma de 1,60 dólares. Gary se ha convertido en leyenda, y hasta se duda de que sea real; se ha llegado a pensar que se trata más bien de un personaje creado para la ocasión. Sea como fuere, en su juventud fue corredor, un incombustible maratoniano que en 1986 se iluminó e ideó lo que probablemente sea la carrera más dura y pintoresca que tiene lugar en este planeta. A Gary lo inspiró la evasión de James Earl Ray del vecino centro penitenciario de Brushy Mountain en 1977. En su fuga, el asesino de Martin Luther King recorrió no más de 13 kilómetros después de 55 horas vagando por los sombríos bosques de Tennessee. Era aquella la ecuación con que tenía que resolverse la Barkley Marathon y aquel el espacio natural donde se desenvolvería esta gran obra de dramática. El continuo manto forestal operaba tétricamente como el espacio de los infiernos. El ambiente frío de las solitarias primaveras locales cargaba la escena de tensión y transmitía a su vez una regreso a las duras condiciones que tuvieron que soportar los primeros colonos. La estudiada figura de Gary, con aspecto de leñador de película y a la que no le falta detalle, completaría el cuadro, erigiéndose en especie endémica del lugar. Y así, lo que empezó como una cita informal, se ha vuelto hoy evento de culto. A ella optan cada año seres dispuestos a entregar su alma a Lazarus Lake. Su ritual, la Barkley Marathon, los inmola lentamente a lo largo de sus 100 millas, sus 16.500 metros ascendidos y un recorrido a campo traviesa por los interminables bosques de Frozen Head.
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