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MITOS Y LEYENDAS

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ESCAPARATE

ESCAPARATE

LIZZY HAWKER

Eliseu T. Climent

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On foot whenever possible. A pie siempre que sea posible. Bonita declaración de principios con la que la londinense Lizzy Hawker ha llevado hasta los límites de lo asumible sus mejores gestas.

Algunos la recordaréis por haber subido al podio del UTMB en cinco ocasiones. Aunque su expresión no delate la más mínima pizca de esfuerzo, aunque parezca no despeinarse ante las ultras, esta chica de 43 años probó por primera vez la larga distancia con el cambio de siglo. Si en el año 2000 tomaba la salida en el Maratón de Londres, en 2005 se estrenaba en el mundo del trail por la puerta grande, el UTMB, donde venció. Diez días antes se había calzado por primera vez unas zapatillas para correr por montaña, se enamoró de la sensación y cayó en brazos de caminos y senderos. “No tenía ni idea de lo que estaba por venir”, confesó en una ocasión.

Desde la fecha, la adicción a la montaña ha sido irreprimible pero comprensible. Aunque la sensibilidad de Hawker por la naturaleza se le manifestó a la edad de los seis años en un viaje familiar a los Alpes suizos, se concretó con fuerza más tarde, en su etapa de estudiante. En la carrera universitaria llegó lejos: se doctoró en Oceanografía y colaboró como investigadora en el Britsh Antarctic Survey (Observatorio Antártico Británico) hasta 2007. Deporte y ciencia componían los dos brazos de una balanza personal, con sus más y sus menos y sus ineludibles contradicciones interiores. A la postre, Hawker abandonó la figura de investigadora para entregarse al perfil de corredora profesional de ultradistancia. Desde entonces, se han sucedido cifras, tiempos y kilómetros difíciles de asimilar por el común de los mortales.

Como muestra, un botón. A las cinco victorias en el UTMB, habrá que sumarle el récord del mundo femenino en 2011 de las 24 horas en ruta, que se saldó con una distancia 247 kilómetros; y otro récord, algo más en nuestra onda, los 320 kilómetros que separan el campo base de la cara sur del Everest de Katmandú. La pequeña Hawker los cubrió en 2013 en 63 horas, batiendo así su propia marca anterior de las algo más de 71 horas. Podríamos seguir con las cifras estratosféricas, pero lo dejaremos aquí, con los 1.600 kilómetros que acumuló a lo largo de 2016 en el Himalaya no solo corriendo, sino también escalando y caminando.

Desde hace años vive en las montañas suizas que la sedujeron de niña, entregada en cuerpo y alma a sus pendientes ya sea corriendo, escalando o con esquís. Es aquí donde ha encontrado su lugar en la Tierra y su modus vivendi. Hoy Lizzy es directora del Ultra Tour del Monte Rosa, una montaña de la cual se enamoró entrenando el UTMB.

“Siempre pienso que puedo hacer más”, confesó en una entrevista a la revista National Geographic, que la nombró en 2015 Aventurera del Año. “Me sorprendo cuando miro atrás y veo lo que he hecho.”

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