The North Face Ultra-Trail du Mont-Blanc
Desolaci贸n
Texto: Quim Farrero Fotograf铆a: Nil Bohigas, Quim Farrero
The North Face Ultra-Trail du Mont-Blanc
Desolación QF
Por primera vez en sus ocho ediciones, los elementos se conjuraron para hacer imposible una nueva edición del UTMB, llevándose por delante las ilusiones de miles de corredores venidos de todos los rincones del planeta. Un fin de semana esperado con impaciencia se convirtió en una decepción para la mayor parte de corredores y una verdadera pesadilla para los organizadores. El viernes 27 por la mañana, a las 10:00 h, se daba la salida de la octava edición de la CCC bajo la lluvia. Hasta ahí nada especial, a parte de la incomodidad. Los partes meteorológicos coinciden todos: mal tiempo, sobre todo en la parte franco-italiana del recorrido. El servicio meteorológico de Méteo-France es más pesimista que el de Méteo-Chamonix. La lluvia empieza, con más o menos intensidad, puntualmente a la hora de la salida. Ya en Saint-Gervais llueve a mares, y es un poco más adelante, en Contamines donde la organización toma la difícil decisión de parar la carrera a causa de la climatología en el inicio de la zona de verdadera montaña de la prueba (Col del Bonhomme) y a un desprendimiento en la pista de La Balme que impedía a los 4x4 de emergencia 34
acceder a la zona para posibles evacuaciones. Un supuesto desmarcaje de un tramo (luego desmentido por la propia organización) que tuvo su origen en un error originado por uno de los controles no hizo sino aumentar la confusión. Es la hecatombe: desilusión, lágrimas, enfado, resignación y confusión. Todo lo contrario de lo esperado en un fin de semana de ilusiones como éste, aunque, como de todos es sabido, la montaña es la montaña. A pesar de la comprensible confusión inicial, todos los corredores son puestos a cubierto y trasladados en pocas horas a Chamonix, donde se habilita el polideportivo para dar cobijo a aquellos que no tienen donde pasar la noche. Durante este proceso de repatriación se envía un comunicado a los corredores de la Trace des Ducs de Savoie (TDS) vía
SMS en el que se avisa de un aplazamiento provisional de la salida de tres horas, dada la imposibilidad de trasladar a los corredores a Courmayeur: los autobuses están colapsados devolviendo gente a Chamonix (a pesar de que también se habilitan trenes) y la incertidumbre meteorológica. Poco después se dará a conocer la cancelación de la TDS a los corredores vía otro SMS. Desde el inicio de la crisis la organización trabaja contrarreloj para ofrecer una alternativa a esos miles de corredores que se quedan en el dique seco (lo de seco es una forma de hablar). Pendientes de la evolución de los partes meteorológicos, que prevén una ligera mejoría a la mañana siguiente en la zona de Italia, dado que la borrasca se desplaza hacia el Norte, se decide rea-
Texto: Quim Farrero Fotografía: Nil Bohigas, Quim Farrero
lizar una carrera alternativa, con el mismo trazado de la CCC y saliendo a la mañana siguiente a las 10:00 horas de Courmayeur. A la 1:26 h de la madrugada se empiezan a enviar SMS a los corredores, en francés e inglés, comunicando la decisión. Más tarde, y por si no fuera poco, los miembros de la organización de la CCC situados en la parte final, en la Tête au Vent, deciden que dadas las condiciones no es conveniente que sigan pasando corredores por esa zona. La CCC se para en Vallorcine de madrugada. La necesidad de utilizar autobuses para repatriar también a los participantes de la CCC hace que la organización se vea obligada a enviar, siempre vía SMS, un nuevo comunicado en el que se hace saber a los participantes de la UTMB y la TDS con intenciones de desplazarse hasta Courmayeur que las plazas están limitadas a mil corredores. Es el punto final para muchos. Entre sol y nubes se da finalmente la salida el sábado por la mañana en Courmayeur a algo más de mil doscientos corredores en una edición, la octava, del UTMB, corta
en kilómetros pero muy dura en cuanto a la meteo, con un tiempo verdaderamente de perros en las zonas más altas (Col Ferret) y viento, frío, agua y barro para todos. Una edición que fue a parar a manos del inglés Jezz Bragg (10h30:37), seguido del estadounidense Mike Wolfe (10h37:38) y el corredor vasco Zigor Iturrieta (10h49:18), que se adjudicó una excelente tercera posición. En féminas, una vez más Lizzie Hawker (11h47:30) demostró su superioridad entrando en meta en la decimonovena posición de la general, una hora por delante de su inmediata seguidora, la española Nerea Martínez (12h49:27). En la CCC, un joven Xavier Thévenard (11h57:13), de veintidós años, dio la sorpresa llevándose el gato al agua por delante de Sylvain Camus (12h03:08) y Nikolaos Kalofyris (12h03:48). Maud Giraud (14h07:38) se impuso entre las chicas, por delante de Delphine Avenier (14h56:02) y Kami Semick (15h18:36). Por su parte, la Petite Trotte à Léon (PTL), partiendo el miércoles 25 de Chamonix, consiguió llegar a buen puerto, a pesar de que en algún
momento se optara por un recorrido alternativo "no porque las condiciones fueran malas, si no porque el itinerario nos parecía más bonito", tal como bromeaba Jean Claude Marmier, responsable de la carrera, durante la entrega de premios mientras narraba las incidencias de la prueba. Los dos equipos españoles inscritos en la carrera acabaron una prueba en la que no hay clasificación: suben al podio todos los finishers.
Última hora La organización del UTMB ha remitido un correo a los inscritos comunicando la devolución de parte del importe de la inscripción a aquellos que no pudieron tomar la segunda salida. (texto original en el foro de www.ultratrailmb.com)
¿BIEN? ¿MAL? La organización del UTMB se ha visto en esta edición ante un examen difícil (véase imposible) de superar a los ojos de todos. Hubo aciertos y desaciertos y hay que considerar que cualquier juicio realizado a toro pasado y sin ninguna responsabilidad sobre las espaldas debe ser planteado como constructivo y aportando alternativas realistas. Cortar una carrera de estas dimensiones es una decisión durísima a todas luces. Como organización hay que tener muy claro que es la mejor opción, ya que, por mucho que sea la responsable de la seguridad de los corredores, eso es algo difícil de asimilar para mucha gente, sobre todo en el fragor del combate. Hay que tener en cuenta además que, dadas las dimensiones y el terreno, el itinerario franco-italiano del UTMB ofrece muy pocas (o nulas) posibilidades de itinerarios alternativos razonables. Sólo hay que coger un mapa y ver qué representa esquivar el Col du Bonhomme, Col de la Seigne o el Col Ferret. El dispositivo de repatriación de las casi dos mil quinientas personas fue ejemplar y en pocas horas (menos de cuatro) todo el mundo estaba a cubierto en sus habitaciones o en los espacios habilitados por el Ayuntamiento de Chamonix para acoger a los sin techo. A partir de ahí, se produjeron varios errores que la organización deberá revisar en sus planes de emergencia para próximas ediciones. El principal vino dado por algo tan básico como la comunicación, basada exclusivamente en mensajes SMS, de esos que siempre se sabe cuando salen pero nunca cuando llegan (depende del operador) y que, dada su limitada extensión, son de difícil redactado. Los corredores deberían
haber sido alertados de que durante la noche se emitirían comunicados informando de la situación y posibles alternativas si las hubiera (como las hubo): a mucha gente los mensajes les pillaron durmiendo, con el teléfono apagado o simplemente no les llegaron. A nivel de comunicación, tal vez debería la organización plantearse el explotar las posibilidades que les ofrecen las pantallas gigantes instaladas en la zona de salida y en el llamado Salón del Ultra-Trail, donde deberían haberse publicado todos estos comunicados. A nivel estratégico la cancelación de la CCC planteó otro problema que probablemente hubiera sido menor si, dado que la carrera se paró en Vallorcine (en la parte final del recorrido), ésta se hubiera neutralizado durante un par o tres horas, tiempo suficiente para marcar el itinerario antiguo que llega a Chamonix por el fondo del valle, de modo que los corredores hubieran podido acabar por su propio pie y no se hubieran colapsado autocares que iban a ser necesarios para trasladar corredores a Courmayeur. Finalmente, haber retrasado un poco más la salida en Courmayeur (a las 12:00 h, por ejemplo) no hubiera implicado gran cosa a la carrera y hubiera hecho posible el traslado de más corredores para que pudieran participar en la carrera. Del mismo modo que la crisis de reglamento producida en el año 2008 llevó a la organización a una revisión a fondo del mismo, esta edición va a representar un análisis exhaustivo de lo que ha funcionado y lo que no. Aprender a veces es duro. 35
The North Face Ultra-Trail du Mont-Blanc
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Lluvia en St. Gervais
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Crisis. Anne Gehry, responsable de prensa, comunica la cancelación a los periodistas
Primer intento para la octava edición
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El UTMB ha sido cancelado: desolación y desilusión
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A medianoche, rueda de prensa comunicando los motivos de la cancelación
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La lluvia, fiel compañera de viaje
Segunda oportunidad en Courmayeur
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Ascenso a los infiernos
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‘Remando al viento’ cerca del Gran Col Ferret
Mike Wolfe camino de la Tête au Vent
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El infierno según Dante: Gran Col Ferret
Zigor Iturrieta llega, pletórico, a Chamonix
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