Relatos de la cuarentena escritos por adolescentes 3

Page 1

Relatos de la cuarentena escritos por los adolescentes

3



#QUÉDATEENCASA Mariana González Narro, 10 años

Hola, soy Mariana y tengo 10 años. Lo que más me ha gustado de la cuarentena es que aprendemos más cosas como por ejemplo conectarse en línea, hacer trabajos en línea o en el iPad y lo que menos me ha gustado es no poder ver ni abrazar a mis amigas y amigos. Yo me siento estresada por estar encerrada todo el día, pero aún así estoy feliz porque contaminamos menos el planeta. Siento que ahora tenemos que estar unidos para ayudar a que el virus Covid-19 se vaya y también no salir.


Dibujo de Javier Leal


Mi cuarentena ha sido muy dura, en el aspecto de que no he podido salir con mis amigos, o ir a restaurantes a comer. Han pasado ¿70 días?, si no es que ya los pasaron y me ha pasado de todo… maté una víbora, fui más veces a mi rancho de las que algunas veces antes fui, y lo más feo, las tareas, sufro, y sufro porque no he podido darme un respiro. Siento que era más fácil y que me la llevaba más relajado yendo a la escuela que aquí encerrado en mi casa. No logro encontrarle un lado bueno a todo esto, trato, pero no puedo, como quisiera que nada de esto hubiera pasado, pero ya está pasando, y pensar que un día me fui con la máscara a la escuela antes de la cuarentena, siento que esto ya es eterno, como quisiera regresar con toda la gente que extraño, mi cuarentena ha sido muy dura.

Ángel González Baho


Jueves 30 de abril del 2020 Isabela Gómez

Me llamo Isabela y tengo 13 años, ahora por las restricciones de la cuarentena, mi familia y yo nos hemos estado quedando en casa, ya llevamos encerrados como un mes y la verdad es que no está tan mal, yo disfruto mucho el tiempo que convivimos en familia y el que tengo para descansar, porque la verdad es que aquí en Monterrey tenemos un estilo de vida muy rápido y normalmente no hay tiempo de apreciar lo que tenemos ni a los que tenemos, si me gustaría poder salir porque a quién no, pero no me quejo de estar encerrada. La primera semana fue mi favorita porque fue como una semana de descanso, como era la primera y no había nada que hacer y la pasé muy bien, esa semana fuimos a recoger los libros de la escuela, pues las clases se iban a hacer en línea y para poder tomarlas eran necesarios nuestros materiales. Durante esta primera semana no tuvimos clase y descansamos mucho, la verdad es que mi horario sí se ha estado alterando mucho últimamente, como no tengo una rutina fija me duermo muy tarde y me despierto muy tarde. Luego pasó la segunda semana y ya entramos a clases a través de google classroom. Las maestras nos estuvieron indicando lo que teníamos que hacer. Esta semana se pasó más rápido que la segunda, teníamos cosas que hacer, así nos distraíamos y el día se pasaba más rápido. Aquí en mi casa nos hemos estado dando más responsabilidades, mi hermana y yo tenemos que ayudar porque mis papás también están ocupados pues los dos son maestros. Me he dado cuenta que no tengo hobbies, yo antes de esto le llamaba hobbies a las clases extracurriculares que tomaba como danza o arte, pero la verdad ahora me estoy dando cuenta que sí, tomo las clases por gusto, pero no tengo un hobbie. Me he dado cuenta de que antes de esta cuarentena mi vida que estaba muy apurada y con horarios se acabó, y como generalmente a mí me dicen qué es lo que tengo que hacer (porque para ser honestos


no soy una persona muy independiente), no me tomo el tiempo de pensar cómo estoy, qué es lo que me gusta, qué hago cuando las cosas salen mal. Esta cuarentena me ha dado mucho tiempo para reflexionar sobre mi persona, sobre el entorno y quiero ponerme metas para cuando salga, por ejemplo, quiero salir e ir a plantar árboles, o limpiar un parque porque no es algo muy difícil y ayuda bastante. También me gustaría pasar más tiempo con mi familia y ser más empática con ellos, porque con ellos a veces me desquito muy feo y eso no está bien. Creo que algo me ha ayudado a pasar bien esta cuarentena, y es que intento mantenerme positiva y verle el lado divertido. Sí el coronavirus es algo muy grave y hay que tomar las cosas con seriedad, pero si estuviera afuera ahora estaría payaseando o divirtiéndome. El coronavirus sí se ha llevado muchas personas, pero también ha traído de vuelta varios fenómenos naturales que no pasaban desde hace mucho tiempo, y aunque no los veamos físicamente, por lo menos somos afortunados de saber que todavía pueden pasar y que hay esperanza de que podamos ayudar al mundo. También he pensado mucho en cómo reacciono a situaciones con amigas. Generalmente lo hago bien y estoy calmada, pero hay veces en que exploto y me gustaría mejorar eso, ser una persona buena al 100%. También me gustaría abrirme más con la gente y no solo mis amigos, sino con otras personas que a veces por el miedo a que no les vaya a caer bien las alejo o no les hablo porque las juzgué mal, pero la verdad es que no puedes saber hasta que los conoces. Esta cuarentena me ha dado mucho tiempo para reflexionar e intentar mejorar como persona, sé que hay varias cosas que tengo que mejorar, como mi concentración, mis ganas de hacer las cosas (en cuanto a flojera) mi manera de reaccionar, expresarme mejor, ser más organizada entre otras y la verdad, no es muy difícil de lograr si te lo propones. Hasta ahora llevamos un mes y para mí ha estado muy bien, lo único que sí me es un poco molesto es no poder salir porque si me canso a veces de estar en casa, pero cuando pienso eso digo “por lo menos tengo casa” porque la triste realidad es que algunas personas no tienen dónde quedarse y están sufriendo mucho. Ya es tarde, son como las 12:00 de la noche y no sé por qué, pero a esta hora pienso mejor, me expreso


mejor. Así que en general esta cuarentena a mí me ha dejado más cosas positivas que negativas y espero que para la mayoría de las personas sea igual y que puedan mantenerse positivas.



Falsas vacaciones de cuarentena Kayla Michelle Hernández Escobedo, 15 años El inicio de todo siempre suele ser difícil de explicar, sobre todo cuando no sabes cuándo comenzó, pero si se encuentra el final de un lado del hilo, todo es más sencillo de desenredarse para poder terminar de tejer tu historia. En mi caso todo comenzó cuando una tarde de aburrimiento recibí un mensaje, ese mensaje que odié durante meses y que me frustraba con solo ver la notificación, con solo ver su nombre, escucharlo o leerlo. Después de unas horas de indignación y curiosidad ante tal notificación, decidí abrir el chat, una vez más, pensé “será la última vez ¿de acuerdo?, después de esto es un adiós para siempre, a final de cuentas ya no queda nada de esas cenizas ¿cierto, entonces por qué temer?”, mintiéndome a mí misma me convencí y continúe por el sendero con los ojos cerrados, sin saber que las cenizas nunca mueren y solo son el renacer de algo más intenso y poderoso. Emociones encontradas en cuestión de horas fue lo que recibí de golpe, a cambio de mi torpe curiosidad. Tratar de no hablar del pasado es un saldo difícil, sobre todo cuando sabes que forma parte de quien eres hoy en día, pero todos lo debemos de dar para poder finalmente ser capaces de mirar y reír de él sin llorar. Tardé días o tal vez semanas en dar el salto, pero cuando lo logré todo fue más sencillo, hablar, reír, enojarse y reír de vuelta, la añoranza del sentimiento de comodidad que encontraba en sus palabras me alcanzó de nuevo y rindiéndome ante él, me encontré con mis olvidados y pobres sentimientos al fondo de una vieja noria, de la cual yo creía ya haber salido después de tantas lluvias y noches frías. Para mi sorpresa su falsedad continuaba creciendo, él también trataba torpemente de engañarse, aumentando mi ego y haciendo de mi pozo de agua fría un oasis desbordante. Comencé a creer que mi yo del pasado había vuelto y en-


tre melancolía y odio propio corrí de ella lo más rápido que pude chocando con una persona. Era yo misma, ¿era un espejo?, seguía donde mismo y no lo sabía, así que atravesé el espejo, mi yo actual me miraba desde atrás, ¿quién era yo entonces?, me pregunté durante días, entonces me miré de nuevo y lo supe, era una mariposa saliendo del capullo una vez más, solo que ahora salían miles de ellas no solo una, entonces supe, todos tenemos distintas caras y no está mal, es normal, solo que tú decides a quien mostrárselas todas, con mis mariposas listas para volar continué mi vuelo, pero choque con su pared, el olor de su néctar atraía a cada parte de mí, su naturaleza grata me era irresistible de esquivar, decidí quedarme solo por un tiempo, entonces me vi en el pozo de nuevo pero esta vez no estaba sola, él era las paredes de mi cárcel y haciendo tratos y siendo sincera conmigo por primera vez me di cuenta de que la cuerda para salir estaba frente mío, lista para ser escalada a la libertad, él me la daba, me la mostraba pero yo no quería verla ya que pensaba que no existía, deslizándome por ella sentí miles de emociones correr por mi cuerpo después de mucho tiempo, la excitante felicidad en mis ojos era visible, pero la energía no dura demasiado así que quedé estancada a medio camino con miedo de soltarme y caer de nuevo o de salir y no encontrarme, pero sus abrazadoras paredes me dieron el refugio que buscaba y como si fuese un cariñoso abrazo, sus palabras de motivación me ayudaron por milésima vez. Es impresionante como el corazón late ante la adrenalina, eso lo aprendí en estas últimas semanas cuando a base de mentiras logré encubrir mis secretos, los cuales con mucho miedo y una angustia que me ahogaban hace tiempo, pude revelar a mi familia hace algunos días después de guardarlos por años. Al fin la libertad abunda en mí y mi felicidad comienza a renacer de nuevo, con mis sentimientos expresados y aceptados, una nueva etapa en mi vida florece una vez más, pero esta vez con la gran certeza de que será para bien, que me hará crecer como persona y que me ayudará a dejar mi pozo al fin, saldré y seré capaz de regar las flores de mi futuro, fuerte y entusiasmada escalo la cuerda de mi felicidad hacia la luz de mi destino, el cual ya ansío conocer. Sabiendo que mi pozo de agua dulce es el que mantiene mi jardín vivo y lo ayuda a florecer.


Cuarentena todo el año Andrea Carranza Torres, 14 años

Todo empezó el 13 de marzo de 2020, cuando todos nos estábamos despidiendo de nuestros amigos en la escuela porque iba a ser un puente largo. Íbamos a salir de la escuela el jueves y regresar el martes de la siguiente semana. Todos estábamos muy felices por tener un puente tan largo y tomar un descanso de clases. En el fin de semana, cuando estaba en casa de mi abuelita conviviendo con toda mi familia, mi mamá me empieza a listar eventos que se habían cancelado por el Covid-19. Yo me asusté y esperaba que no se fueran a cancelar mis partidos de futbol ni la escuela. Más tarde, esa noche, nos llegó un mensaje que decía que las vacaciones se iban a adelantar y se iban a alargar para un mes y no para dos semanas. Yo estaba feliz porque no se había cancelado la escuela para siempre, pero íbamos a tener más tiempo de descanso. Al día siguiente, cuando me levanté y bajé a desayunar, mi mamá me dijo que ya le había llegado un mensaje que decía que la escuela se iba a cancelar por un mes empezando ese día. Al escuchar esas palabras me sentí muy triste porque no me había despedido de mis amigos de la manera que me hubiera gustado sabiendo que íbamos a pasar un mes completo o tal vez más sin vernos, pero yo todavía tenía esperanzas de que fuéramos a regresar a la escuela y los iba a volver a ver antes de irnos a la preparatoria. El martes de la siguiente semana, el día que se suponía que íbamos a volver a la escuela, nos llegó un mensaje de que íbamos a tener clases en línea para no perder las dos semanas que se nos agregaron a las vacaciones. Yo pensé que era bueno y pensé que solamente íbamos a usar ese método de clases por dos semanas hasta que regresáramos a la escuela físicamente. Después de una semana llegaron las vacaciones y ya no nos mandaron tarea, yo estaba feliz, pero el aburrimiento ya estaba llegando, pues estaba prohibido salir de la casa. Ya había hecho todo lo que era posible


hacer dentro de la casa y ya me estaba aburriendo mucho ahí adentro. Cuando se acabaron las vacaciones nos informaron que no solo tendríamos una semana más de clases en línea, sino que se había agregado otro mes completo debido a que las cosas no habían mejorado en el mundo. Justo en cuanto escuché esas noticias me llegó una oleada de diferentes emociones, tanto como tristeza, aburrimiento y entre muchas otras. Pero yo sabía que eran medidas que se debían de tomar para que nuestro país y el mundo entero se recuperaran, juntos, de lo que estaba ocurriendo. Unas semanas después mi mamá me mostró una foto que indicaba que áreas del país estarían volviendo a la escuela, y en que días. La foto indicaba que nosotros estaríamos volviendo a la escuela hasta el 1 de junio. Cuando recibí esa noticia apenas era el 20 de abril y yo ya estaba completamente aburrida y sin cosas que hacer. Más tarde ese día, en mi clase de Zoom con uno de mis maestros, nos informaron que tal vez sí estuviésemos volviendo a la escuela algún día. Una semana después de que nos dijeran si íbamos a volver, vi un mensaje en Internet de la secretaria de educación (SEP) que decía que la cuarentena era definitivamente hasta que se acabara el ciclo escolar. Obviamente toda mi generación estaba muy, pero muy triste porque era nuestro último año en la escuela antes de pasar a la preparatoria y nos estaríamos perdiendo demasiadas cosas y eventos que habíamos estado esperando toda nuestra vida. Como la graduación, la albercada, la foto de generación entre muchos otros eventos que se hacían para celebrar a los alumnos de tercero de secundaria. Pero a pesar de todo, yo sé que una vez que se acabe la cuarentena seremos capaces de volver a vernos y de celebrar a nuestra manera todos los eventos y las celebraciones que nos perdimos gracias al Covid-19. Además, muchos eventos que tenía planeados con mis amigas y amigos fueron cancelados por la cuarentena y el Covid-19, así que todos esos eventos se pospusieron para después de la cuarentena haciendo posible que nos volvamos a ver y pasemos tiempo juntos otra vez. Todo esto nos ayudará a actuar juntos como un equipo y vamos a aprender a cuidar más a nuestro mundo, para que nada de esto vuelva a pasar, porque estoy segura de que a todos nos está afectando mucho y no queremos que algo así vuelva a pasar nunca.



Mi cuarentena Octaviano Ríos Lemus, 15 años Realmente siento que este no es nuestro año, con todo lo que andaba pasando afuera. No voy a mentir, definitivamente hay algo que no me gusta y eso es que voy a tener que pasar más tiempo con mi cabeza, no es que sea tan malo, pero después de un tiempo necesitas una distracción de tus pensamientos y cuando no la tienes, pueden pasar cosas malas. Hay aspectos de mi mente que sí me tranquilizan, pero hay otros que no son buenos, no pienso revelar cuáles son, así que no pregunten, si están adentro es por una buena razón y porque son míos y solo míos. Mi situación emocional es… peculiar. No siento que nada está mal, pero tampoco siento que todo está bien. Ya no sé qué hacer, no me siento triste, pero tampoco completamente feliz, no tengo ganas de hacer algo, pero sigo insistiendo en que tengo que hacer cosas, porque no puedo caer en dejar de hacer cosas porque me sentiría aún peor. Hay veces que sí me siento bien, la mayoría de las veces, pero hay otras en las que no tanto. Logro atravesar estos momentos para poder seguir moviéndome. Mi situación conflictiva son mis pensamientos, no es tan malo, al final de cuentas yo decido qué pensar y qué no, pero hay veces en las que es difícil apagar estos pensamientos. Ha pasado ya un tiempo desde que la cuarentena empezó, no puedo decir que he superado este problema, pero ya estoy cerca y se siente bien, como si me quitaran un gran peso de mi cabeza y ya se está empezando a sentir más ordenada y eso es bueno para mí y puedo sentir que la solución está cerca.


Acabando la cuarentena… ¿seremos libres? Alejandro Baker Yo creo que 2021 se va a comportar de una forma casi igual que ahora, porque falta poco tiempo para que este tormentoso y loco año termine. La diferencia será que ya se empezará a controlar más esta enfermedad, con suerte hasta una vacuna contra el Coronavirus tendremos y la gente podrá salir libremente como un pájaro, pero poco a poco. Probablemente en algunos países no se controle aún la enfermedad, pero en otros sí y tal vez vayan disminuyendo los contagios y empiece a normalizarse de nuevo el salir a las calles sin restricciones y dejar a un lado la vida virtual, pero con más medidas de salud y precauciones como “su sana distancia”. A mediados de 2021 se empezará a controlar la enfermedad a un nivel medio y la gente comenzará a salir poco a poco, pero va a haber muchos que no sigan las reglas por todo el tiempo que estuvieron encerrados como pájaros en jaula en sus hogares y probablemente algunos empiecen a crear descontrol como un torbellino imparable, en especial en países como México. Otra cosa que también salió afectada son las empresas de turismo, y aunque dudo que se vayan a recuperar como un río en la lluvia, lo irán haciendo lentamente como un caracol escalando un muro. Sobre el tema de festividades y épocas de celebración, creo que aún se seguirán los videofestejos para que no se pierdan los fuertes lazos entre familia y amigos, así mismo como forjar nuevos lazos tan fuertes como el acero. Habrá algunas excepciones


como Halloween por ejemplo, ya que estas tienen una intensa influencia en los jóvenes por ejemplo. También pienso que la economía podrá recobrar sus riendas lentamente después de que la pandemia sea controlada tal como león domesticado, empezaran a volver los negocios que cerraron y tuvieron muchos problemas durante este periodo, probablemente algunos deban de cerrar por falta de recursos, mientras otros puedan salir adelante. En conclusión opino que esta situación dejara una gran marca en el mundo, la cual afectara de manera negativa al empezar a volver a nuestras vidas normales, pero se irá normalizando como los latidos de un corazón después de horas de ejercicio.


EL MISMO DÍA EN CUARENTENA

Mariano Garza Aranda 15 años Me acuerdo del último día en FORMUS la escuela a la que he ido toda mi vida, era un viernes soleado con una temperatura templada, ni muy frío ni muy caliente, si hubiera sabido que ese iba a ser mi último día, lo hubiera disfrutado más. Sin embargo, lo único que sabía es que más tarde celebraría mi quinceavo cumpleaños, estuvo genial, había instrumentos musicales por todas partes, batería, bajo, guitarra y saxofón, afuera en mi patio una mesa negra de futbolito, comida chatarra de todo tipo, mis amigos yo nos divertimos tanto. Al finalizar la fiesta nos despedimos como cualquier otro día pensando que el lunes nos volveríamos a ver y a saludarnos con una chocada de manos y un fuerte abrazo. Sábado por la mañana, un día un tanto nublado, el sol lograba asomarse de vez en cuando por los orificios de las nubes. Desperté feliz, pensando que saldría a comer o tal vez al cine con mi familia, pero nadie dijo nada y pasamos las 24 horas del día en mi casa, lo cual no me molestó en lo absoluto, pues siempre tenía la opción de los videojuegos y también de tocar ese instrumento que me introdujo al maravilloso mundo de la música, ese instrumento que se lleva el concierto cuando escuchas su impresionante sonido, el saxofón. Como dije, tenía cosas que hacer, no me aburría, más tarde empezaron los rumores, noticias que decían que vendría una tal cuarentena, que los estudiantes ya no asistirían a la escuela, no le hacía caso, no tenía sentido, me decía a mí mismo “cómo es posible que todo el mundo pare por un simple virus”. Llegó el lunes y me desperté a las 6:00 am como todos los días, pero nadie más estaba despierto. Fui corriendo al cuarto de mis papás para avisarles que ya era tarde que se levantaran, lo único que conseguí fue la mala noticia de que no habría más escuela hasta nuevo aviso. Me alegré un poco, me decía a mí mismo “Me hacían falta unas vacaciones.” No sabía lo que decía, pasaron los


día, semanas, meses y yo todavía no entraba a la escuela. Lo que antes yo pensaba que eran vacaciones se convirtieron en sufrimiento, en días de desesperación y decepción, pensando que tal vez mañana sería el día en que todo volvería a la normalidad ,que volvería a ver una persona que no fuera mi hermano o mi hermana o mis padres, pero nada pasaba. Recuerdo alguna vez haber leído un libro de ficción y fantasía, este contaba la historia de unos personajes peculiares con habilidades especiales tales como revivir a los muertos, crear fuego con las manos, tener visiones del futuro y muchas cosas más, como sea, ellos eran perseguidos por todo el mundo que no era peculiar, no eran aceptados en la sociedad, así que se escondían en un bunker de tiempo, un lugar donde estarían a salvo fuera de los peligros de los otros seres, lograron ser felices pero, sólo había un problema, era un bunker en el tiempo, ellos vivían en el mismo día todos los días. Y es así como me siento en estos momentos, me levanto, luego me baño, posteriormente desayuno y después me lavo los dientes, hago tarea, como, me lavo los dientes otra vez, practico saxofón, ceno y me duermo, bueno, si logro dormir. Así todos los días de esta larga cuarentena. Mi desesperación y frustración es como un globo y cada día es como si alguien soplara por la parte inferior del Este y se inflara más y más, hasta que algún día ese globo no aguantará más y explotara. Siento que cada día es un desperdicio de mi vida, hago lo mismo, no puedo salir, me siento inservible ya no tengo un propósito, pero no dejaría que tres simples meses destruyeran toda una vida. Me propuse que no desperdiciaría días tan valiosos de la contingencia, me tenía que entretener lo suficiente para no sentirme inútil, no solía leer mucho y esta cuarentena ya llevo cuatro libros y voy por el quinto. Me propuse cocinar para mi familia y la verdad, es que la comida queda deliciosa y jugosa. Decidí construir un terrario y lo construí, he profundizado mi conocimiento musical y lo mejor de todo, me he divertido y nunca pierdo la esperanza de que algún día podré ver a mis amigos y familia para envolverlos en un gran abrazo. Todo es cuestión de paciencia y sé que pronto volveré a ver a todo el mundo.


Mi primera cuarentena Aranza Jiménez, 15 años

El día de hoy estamos a 22 de mayo del año 2020, van aproximadamente 68 días desde que comenzó la cuarentena, el día 16 marzo. Cuando me enteré de que se había declarado cuarentena en México por el coronavirus, ya yo estaba al tanto de la existencia de este virus y si me esperaba que se declarara la cuarentena, y me preocupé mucho, porque mis amigos y amigas de Panamá me contaban acerca de la situación en Panamá tan fuerte debido al virus. Sinceramente cuando comenzó, yo no me esperaba que fuera tan largo el periodo, de hecho, pensé que antes de que se cumplieran los cuarenta días, tal vez el virus se iría, pero tristemente no fue así, para nada. Yo soy una persona muy emocional, por lo cual la cuarentena no ha sido nada fácil para mí, y he sentido muchas emociones a lo largo de la cuarentena: rabia, tristeza, felicidad, angustia, etc… y la verdad es que se intensifican mucho cuando no tengo la posibilidad de salir a distraerme. Una de las cosas que más me afecta es el hecho de pensar que ya no volveré a la escuela, o sea no volveré a reír junto con mis amigas en el recreo, no volveré a disfrutar cada día yendo a Formus, y no voy a poder tener la increíble experiencia de participar en la obra de teatro escolar, y la verdad pensar en todo esto me pone muy triste, pues son cosas que me hubiera encantado haber disfrutado. Bueno, no sé para los demás, pero para mí las clases en línea han sido un reto, y no porque sean muchas, o porque estén difíciles, sino por el hecho de que somos tres hermanos, y los tres necesitamos de los dispositivos y solamente contamos con una computadora y un iPad, así que es un poco complicado ponernos de acuerdo para realizar nuestras tareas y entregarlas a tiempo. Lo que hicimos para que este problema pudiera superarse, fue poner horarios para cada uno, en el que todos pudiéramos tener tiempo


suficiente para realizar nuestras actividades sin ningĂşn inconveniente, y la verdad hasta ahora nos ha ido bastante bien y estoy bastante feliz de que a pesar de todo lo que estĂĄ pasando, tengo a mi familia que me apoya y me ayuda en estos momentos tan difĂ­ciles.


La Suerte Malarda Isabel C. 15 años

Al principio todo iba bien, estaba feliz porque estaba descansando y mi gatita me acompañaba, pero eso no duró mucho, una semana pasó y de repente ¡pum!, todo se cayó de punta. ‘En los resultados de mis alergias salió que soy alérgica al polvo, lácteos, ....’ comentó mi mamá a mis abuelitos y a mí, ya sabía lo que se venía, alterada me asomé para leer lo que más me daba miedo, y ahí estaba; gatos. ‘No, NO, ¡por favor!, ¡¿hay cura para eso?!’ exclamé al borde de las lágrimas. ‘Isa, discúlpame-’ ‘¡Pues claro mijita!’ interrumpió mi abuelo ‘¡Yo te dije que ese animal le hacía daño, les dije que no se la quedarán!’, exclamó mi abuelo enojado. Sentí un peso en mi pecho y un nudo inmenso en la garganta, lo que ellos no saben es lo que ella significa para mí. Pues esa gatita la rescaté toda desnutrida y abandonada de su madre en un árbol, en ese entonces yo estaba muy mal mentalmente, las dos nos salvamos mutuamente. Mi abuelo siguió echando más sobre la gata, pero yo no escuché, me fui a la otra sala y no pude evitar llorar. En el camino a casa; lloré, al llegar; lloré a gritos, al cenar; seguían lágrimas y al dormir; mi gatita se acostó conmigo y dormimos juntas por la última vez. Al día siguiente la tuve que dar en adopción a una amiga, lo bueno es que no fue un adiós para siempre, pero desde esa noche todo fue empeorando. Toda esa semana lloré, al llegar a casa al no verla al recibirme, al dormirme sin ella, al salir de bañarme, cuando me quedaba sola, etc. Chillé cada vez que veía un gato, todo me recordaba a ella, hasta este día hablar de ella se me hace un nudo en la garganta. Y de repente empezó la escuela en línea, esa primera semana fue espantosa, todo estaba por sin ningún lado, no me podía concentrar, me la pasaba haciendo tarea y me daba gastritis y reflujo muy seguido. Ya para la segunda semana se volvió un poco más fácil, todo volvió un poco a la normalidad. Después de las vacaciones de Semana Santa fue cuando la realidad me golpeó horrible, todo se empezó a cancelar, las fechas se movían cada vez más lejos, hasta que vi el comunicado del Bronco que ya no volveríamos a clases.


Ese día lloré más de seis veces, casi toda la cuarentena estuve demasiado sensible, y ese día fue muy triste. Sigo sin poder creer que a nuestra generación siempre nos toca lo peor, en tercero de preescolar no nos tocó el campamento en la escuela y nos lo cambiaron por otra cosa, y ahora no nos va a tocar disfrutar nuestro último año de secundaria. Desde que era pequeña siempre quise tener 15 años y estar en tercero de secundaria, ser los reyes de la escuela, tener la obra, preparar tantas cosas chidas, la graduación, TODO, y ahora nos lo arrebatan de las manos. No manches, qué BUENA suerte tiene nuestra generación, ¿verdad? Mis amigos de repente se empezaron a pelear entre sí, todo estaba muy tenso y yo la verdad no me doy cuenta hasta que alguien se sale de nuestro grupo de WhatsApp. Yo no soy adivina y siempre que algo pasa estoy en el moco, últimamente no me doy cuenta, pero sí noto la tensión entre todos. Se enojan por chistes y se los toman muy de pechito, causan un drama por CUALQUIER cosa, y yo la neta prefiero no meterme ya que no soy conflictiva. Como quiera ya nos arreglamos un poco, les dije que para poder resolver nuestros conflictos debemos de decirlo, ya que la comunicación es la llave a malentendidos. Últimamente he estado mejor, he hablado con más amigos aparte de mi grupito y algunas cosas han mejorado, sigo triste por lo de mi gatita, pero no dejo que me afecte tanto. Sigo siendo optimista y trato de ver el mejor lado a las cosas. Espero que todo vuelva a la normalidad pronto y que ya no se vuelvan a pelear estos chavos, pero, aunque lo hagan, siempre estaré en mi propio mundo viendo cosas que me gustan, escuchando música, dibujando, etc. Espero que nuestra suerte cambie pronto, para que pase de ser malarda a buenarda.


NO TE PREOCUPES Remigio Pantaleón

Se me hizo costumbre estar en la ventana, mirar hacia abajo y sentirme tan frágil. ¿Somos realmente algo o solo somos nada? Pensaba lo mismo todas las noches: Tarde que temprano nos llega el invierno, que aunque me queje y maldiga... nada ¡Nada! en esta vida es eterno. Me harté de la jeta del tipo ese que me hace muecas en el espejo; cuesta un poco más quererse cuando lo que ves, no es tu reflejo. Con el corazón medio roto voy queriéndome poco a poco ...aún estando bajo arresto. Y ya nada me mortifica, preocuparme es un atentado. La vida misma no tiene sentido ¿para qué lo sigo buscando? Ya duermo en paz ¡Maldita sea! aún sabiendo que dormir es probar la muerte. Pero he tenido algunas quimeras, me enamoré en un sueño perdidamente.


Ya no veo en el espejo un espejismo. Sin mentiras piadosas, a veces verdades amargas, pero el que estĂĄ en frente, soy yo mismo. Soy nada y todo a la vez, carece de sentido, lo sĂŠ, todo es asĂ­ no te preocupes.


QUIERO Remigio Pantaleón

Quiero perderme en algún rincón de tu cuerpo, sea seco o sea húmedo, benditas las yemas de mis dedos por poder recorrerte. No soy un cobarde ni mucho menos, pero me hago el valiente. Temo que llegue el invierno, mirar el cielo de noche (me hace sentir tan pequeño). Pero me quemaría feliz los labios sin miedo por tus besos. Quiero una guerra contigo, no quiero paz. Voy equipado con dos poemas que en letra pequeña traen tu nombre y apellido. Quiero que escapen de este encierro todos mis deseos y que paren contigo a hacerte lo que yo no puedo. Que te contagien de mí, que te cuenten mis secretos a cambio de tus besos; que tu cuerpo sea lienzo


y ellos tus pinceles que pinten tu cabello, tus hombros, tu cadera y tus pies. Que seas รกngel en mi infierno y demonio en mi cielo; que tengas presente el pecado y la inocencia a tu otro lado. Que seas como una ardilla pero en lugar de nueces guardes besos en tus mejillas para cuando llegue el invierno o se acabe el mundo (lo que suceda primero) vivamos solo de tus besos, eso yo quiero.



El después Diego Martínez Vega

Después de la pandemia mundial, ya una vez que el mundo vuelva a su rutina diaria, la gente no va a ser la misma de antes, porque con todo este asunto del covid-19, las personas serán más cuidadosas y preventivas porque no querrán volver a pasar por alguna situación como esta. Los cines se tardarán un poco más en reabrir por precaución, los restaurantes también se demorarán un poco más debido a que varios restaurantes durante la cuarentena cerraron a causa de insuficientes fondos para poder seguir manteniendo el lugar y precisamente por eso, se tardarán en reabrir varios restaurantes. Algunos conciertos serán pospuestos hasta meses siguientes o incluso hasta años pues no puede haber mucha gente reunida teniendo contacto físico en un espacio cerrado y aunque el gobierno lo permita, la gente no creo que quiera ir por motivos preventivos. Los supermercados estarán siendo reabastecidos más seguido de lo normal debido a que en la cuarentena el lugar estaba atestado de gente y las filas no podían más de tanta gente que necesitaba consumibles o artículos que usan en la vida diaria. Las calles seguirían vacías debido a las medidas de prevención de la gente, porque nunca uno sabe si esto se pueda volver a repetir. Las escuelas seguirían en cuarentena, o sea teniendo clases online para evitar contagios o prevenirlos. Aunque la cuarentena acabe, el virus se extinga y no vuelva a venir, la gente no va a volver a ser la gente de antes porque esta situación mundial ha quedado plasmada en el resto de la historia y nunca será borrada.


Solo nos queda agradecer Maya Rojas 14 años

Durante tiempo, escuchábamos noticias de alguna enfermedad en China, uno de muchos rumores. Con el tiempo ese rumor se fue convirtiendo en una noticia, se había empezado un nuevo virus en China y se estaba esparciendo. Mis amigos y yo nos reíamos de la noticia viendo lo ridículo que pudo haber sido la idea de que alguien se comiera un murciélago, no vimos venir lo que nos esperaba. Así pasaron meses y meses, las noticias se convirtieron en centros de pláticas de mis comidas familiares o en reuniones con amigos. Poco sabía de que no los volvería a ver en mucho tiempo. Cuando anunciaron que las escuelas cerrarían por poco tiempo no pude evitar ponerme feliz, calmarme un poco de los exámenes y proyectos y si soy sincera, del contacto que tenía con algunas personas que simplemente no me caían bien. Esa primera semana me relajé de mis estudios y pasé mucho tiempo entretenida en aparatos electrónicos viendo películas o series. Todo estaba perfecto, nos estábamos tomando un tiempo para nosotros para después regresar más calmados, el problema era que en verdad no íbamos a regresar, al menos no a FORMUS. El problema era que toda la paz del descanso poco a poco se fue opacando por las noticias de muertes y contagios, el sufrimiento en la vida de muchas personas invadió las noticias del país. El miedo y la desesperación empezaron a llegar a las familias, finalmente, el virus había llegado al mundo entero y la solución fue encerrarnos. Una parte de mí sabía que esto pasaría, pues sin medicamento que combata el virus no tenemos con qué defendernos, pero otra parte de mí esperaba que todo fuera una broma pesada y solo fueran una o dos semanas.


Empecé a notar como comprábamos más comida enlatada y reducíamos el uso del agua. Vi como mis papás discutían del tema para poder salir adelante, aquí es donde el miedo me llenó. Me sentí perdida, sin rumbo, ya que el virus había quitado mis planes del futuro. Pensé cómo ya no iba a regresar a mi último año de secundaria y cómo atendí mi último día de clases sin saberlo. Sabía que era mejor mentalizarse con lo peor y bajar las expectativas de lo que podía pasar con mi futuro. Me tomó mucho tiempo y noches llenas de lágrimas para aceptar que mi camino en Formus ya se acabó, que probablemente ya no vea a mis compañeros de kínder, primaria, secundaria, nunca más, porque ya nos vamos a diferentes prepas. Eso es lo que a mí más me dolió. Gracias a Dios mi mamá está en una compañía asignada como esencial, tuvo mucho trabajo estos días y un poco de estrés también. Sé que la mayoría del país esta económicamente mal, ya que nunca vimos venir un encierro de este tipo. Aún no estamos al final de esta situación histórica, pero sé que nos dio un golpe muy bajo a todo el mundo. Que muchos no murieron del virus, pero sí de hambre. Que la violencia doméstica subió a un 80%, que muchos no entienden que no tenemos asegurado un mañana. Creo que esta situación a muchos nos brindó sabiduría y un pequeño recuerdo de que no tomes por dado lo que tienes, nunca sabes lo que puedes perder. Creo que el mundo estaba tomando caminos muy feos, con la contaminación mundial y muertes de la naturaleza. Creo que estábamos muy concentrados en nuestras propias vidas y en todas las cosas que tenemos cuando nos deberíamos de concentrar en las cosas importantes, lo que es la familia y las amistades. Me ha tomado mucho tiempo y madurez para que al final le diga gracias al coronavirus. Hizo mucho mal en este mundo, pero nos permitió acordarnos el valor de la vida y del mañana. Gracias.


Mi Mundo después de la Cuarentena Paula Pedraza Covarrubias, 14 años

Podrás pensar que para una niña “inocente” y boba de solo catorce años el mundo es hermoso y dulce, pero una realidad de mi existencia es que siempre busco algo, y nunca puedo estar conforme, tal vez tú lo hayas experimentado, no es lindo, es frustrante, me parece que los niños de hoy en día no son felices, la verdad esa es mi percepción, estar encerrados nos causa ansiedad y tristeza; verás estoy acostumbrada a estar sola, pero me gusta, mi compañía no es la mejor, me exijo mucho y la verdad es que no disfruto las cosas que hago como quisiera, o del todo, pero mi compañía es la que siempre tendré sin importar qué; creo que todos, y me atrevo a generalizar, damos por sentadas las cosas, como si todo fuera para siempre y la verdad es que la mayoría de las cosas son más que temporales, las amistades, los amores, la familia, el dinero, la naturaleza, la felicidad, por eso soy una gran creyente de que los momentos tristes son igual de valiosos que los breves felices, por favor piensa en algo que te hace extremadamente feliz, sí, muy lindo y todo, ahora piensa en algo genial que hayas hecho cuando estabas triste, vaya, no sé si todos sean como yo, pero soy más productiva o creo que hago cosas hermosas con la tristeza y el enojo interno que siento, creo que el mundo y yo somos una buena analogía, no encajamos, nos dan por sentado y nos maltratan y luego esperan que los protejamos cuando seguimos heridos de todo el daño que nos causaron, no hay mundo después de esto, no hay suelo que pisar, no hay aire que respirar, no hay mares donde tirar, donde morir, solo hay un vacío, y ahí estas tú, sin saber qué hacer, ese es nuestro futuro, así que es mejor que empecemos a valorar lo temporal porque dentro de unos años no será el coronavirus será un virus desarrollado, mutado algo inhumano, creado del aire tóxico, como nuestra apreciación hacia esta pobre Tierra, nuestra madre ya no puede con más. Si quieres salir, si quieres tirar basura, si quieres matar animales,


si quieres tratar a la Tierra de esta manera, ella te tratará de regreso, mientras tú esperas aire limpio y tierras verdes, lo que obtendrás serán huracanes, temblores, millones muertos, millones muertos por cada pedazo de basura que han tirado, por cada delfín asesinado, por cada hormiga pisada con maldad. Deja de esperar lo que no das, matas, maltratas, torturas, no eres diferente de los asesinos, los homofóbicos, los racistas, los transfóbicos, los machistas, ¡¿crees que la Tierra decide llevarse a las personas que son pobres, que no tienen valor para ti?!, porque a diferencia tuya, la Tierra no discrimina, la tierra no es racista, homofóbica, machista, transfóbica, la Tierra es amor, la Tierra ama, la tierra no maltrata, solo se defiende, pero dime, ¿quién la defiende a ella? Vas por la vida creyendo que ese pedazo de papel que tiraste de la ventana de tu carro no hace diferencia, que las personas que tratan de proteger a nuestra madre están locos, que cuando todo esto tenga un fin sangriento y horrible tú ya no estarás aquí, pero ¿por qué no hacerlo precisamente por eso? No quieres ser recordado por ser la persona que siempre tiraba su basura en el bote, o que te recuerden porque eras quien no salió en toda la cuarentena, quien ayudó a este planeta a sanar, porque NO HAY UN MUNDO DESPUÉS DE LA CUARENTENA si no cambiamos. Que te entre en la cabeza, educa a tus hijos a tirar la basura donde va, a usar bolsas ecológicas, a usar tapabocas, a ser buena persona, que el cambio se normalice dentro de tantas cosas que pasan en el mundo que pase otra, que se salve el que pueda dentro de un mundo tóxico. Que se salve la Tierra de nuestras conductas tóxicas.


Sábado 06 de junio de 2020

He tenido mis días buenos y mis días malos. Si hago memoria, los primeros días eran solo buenos, “Quédate en casa” ¡Me parece genial! Siendo sincero ni me gustaba salir. Los siguientes días fueron el problema: extrañaba a mis amigos, la escuela y el transporte. Dejé juntarse las tareas, me hacía demasiadas preguntas sin respuesta y me daba un tanto de ansiedad; ya no soportaba esto. Pero pues bueno, tenía que ser un poco optimista, mi hermana un día dijo “Al menos esta pandemia no trae zombies”, y aunque extraño a mis amigos, hay veces que alguno de nosotros sube una foto o comparte algo y hablamos ahí y es mágico. Y las preguntas sin respuesta, siguen siendo eso: preguntas sin respuesta; he logrado que no me afecten y en no escudarme en alguna idea banal solo para darme calma. Ya me acostumbré a estar aquí en casa, pero cuando salga, quiero hacer muchas cosas: ver a mis amigos, entrar a algún taller, visitar a mis abuelitos sin miedo, tener una cita… vivir. Porque yo creo que cuando esto termine habrá gente que diga “¡Ay por fin terminó todo esto! Ahora puedo seguir quedándome en casa pero sin miedo.” Y aunque sí quiero que esto ya termine, me ha traído cosas buenas: me he adaptado, me he mirado al espejo y me he querido, me he relajado más de la cuenta y sé que veré las consecuencias después, pero por ahora no me preocupa, he perdido el miedo a tantas cosas. La cuarentena ha sido para mí como estar en el purgatorio, y cada vez estoy mejor conmigo mismo para ir al paraíso de poder salir.


Mientras tanto, mientras esto acaba o se alarga más, he ocupado mi tiempo escribiendo poemas, y aunque no sé de métrica, ni del número adecuado de sílabas, escribo lo que he sentido y lo que he pensado durante estos días de confinamiento. Remigio Pantaleón



Cumpleaños en cuarentena Melissa Suárez Colín, 16 años

Me llamo Elvira Melissa Suárez Colín, vivo en San Nicolás de los Garza, N.L. estoy en casa desde hace más de dos meses por este famoso y terrible virus CORONAVIRUS. He tenido diferentes experiencias aquí en casa, en su mayoría padres. Hoy les voy a contar de un día feliz para toda mi familia, especialmente para mi hermano Rogelio Javier, ya que fue su cumpleaños el 11 de abril. Por la mañanita me levanté y lo primero que hice fue ir por mi teléfono, le puse las mañanitas de Topo Gigio y mariachis y se las canté. Después de un gran abrazo y muchos besos, mi hermano se levantó y mientras que él desayunaba y se alistaba, mi mamá y yo decoramos una pared con una guirnalda de globos y unos letreros de HAPPY BIRTHDAY ROGER que le escribí y se los pinté. Nos quedó la decoración muy bonita y cuando estuvo lista, fui por mi hermano y le dimos la sorpresa. A él le encantó, su cara tenía una enorme sonrisa y se puso a brincar por todos lados. Mi mamá fue a comprar un pastel de Emoji, de carita feliz y decía Roger 8 años. Comimos todos juntos pollo KFC que nos gusta a mi hermano y a mí y luego mi hermano vio a sus amigos del Kinder Antaki por Zoom, se la pasó muy feliz. Terminando bajamos a la puerta con tapabocas y en ese momento pasaron en caravana mis tíos y mis primos a dejarle unos regalitos y un cartel enorme con sus deseos y felicidades.


Luego le pasaron los vídeos de muchos de sus amigos que lo mandaron felicitar de FORMUS y de su TKD, eso lo puso más feliz. Sin salir de casa vio a muchos de sus amigos. Más tarde mis titos subieron a nuestra casa para tener otra reunión por Zoom con mis tíos y primos y todos le cantamos las mañanitas, terminando cenamos y comimos pastel. Nos la pasamos muy contentos todo el día lo apapaché mucho. Este fue un día muy feliz y un cumpleaños muy diferente. A mí me encanta tener un hermano.




Nuestro mundo después de la cuarentena Gregorio Schiaffino, 14 años

Estamos en 2020 a mitad de año y seguimos en cuarentena, se estima que en julio ya no vamos a estar en cuarentena, aunque yo creo que se va a extender mínimo hasta finales de agosto. Pero cuando se termine, o eso dicen, todos van a empezar a salir y se va a volver a contagiar la gente por lo que vamos a volver a la cuarentena hasta principios de 2021 y para ese tiempo, la mayoría va a estar vacunado así que va a durar menos esa cuarentena y va a ser la última. Sin embargo, todo este proceso va a ser muy doloroso para la mayoría del mundo pues hoy en día los países están teniendo problemas económicos, así que cuando todos vuelvan al trabajo les van a pagar menos, o no van a ser aceptados en su trabajo. Por esto se van a incrementar los robos y la pobreza tanto en México como en muchos más países y eso lo van a empezar a aprovechar los países a quienes no les haya afectado tanto, como China, para hacer que dependan de él y así poder controlarlo todo, pero como el presidente de Estados Unidos no es muy inteligente, probablemente se asuste y quiera empezar un ataque al país que esté más fuerte en ese momento para que no le hagan nada a él.


Lo que tenía

Kerime Uc Musi, 14 años

Me siento insegura, me siento vacía, es increíble cómo nos puede afectar la cuarentena y no solo con tenernos encerrados y no poder salir, sino por darnos el tiempo para pensar las cosas. Muchos se quejan por no poder salir, por no ver a sus seres queridos, por la tarea etc., lo único que hacemos es quejarnos porque la cuarentena nos arruinó el año, pero ¿y si en realidad fue lo mejor? ¿Lo has pensado? Siempre estábamos ocupados, teníamos una rutina muy marcada y nunca el tiempo para salir de ella; la cuarentena nos ha dado esa salida, no como vacaciones, pero sí para tomar un respiro y bajar la intensidad. Al principio de la cuarentena me sentía perdida, sacada de onda, y triste a la vez. Me tocó ver a mis amigos cuando fui a recoger mis libros y no pude abrazarlos, fue algo demasiado raro y triste porque no sabía durante cuánto tiempo no los volvería a ver. Conforme pasaron los días me fui aburriendo, al principio lo tomé como vacaciones, no pensé que fuera a durar mucho tiempo, hasta que comenzaron las clases virtuales, desde ahí mi esperanza por volver se desvaneció. Tengo mucho tiempo y a la vez no lo tengo, puedo comer lo que quiera, levantarme tarde, estar en mi cómoda pijama todo el día ¿pero en verdad puedo? tengo mucha tarea por parte de mi escuela, sigo con mis tutorías para la Prepa, llenando documentos de inscripción. Los temas de conversación ya no existen, ya no hay de qué hablar con nuestros seres queridos, no nos pasa nada interesante que podamos contar con emoción, ahora cualquier recuerdo o sentimiento es de tristeza, de ausencia, de falta de diversión y lo único que escucho son tragedias accidentes o como la gente se ahoga en sus problemas. Lo que me perdí… mi último año de secundaria, donde iba a cerrar mi ciclo para empezar uno nuevo, ya no lo voy a


poder hacer, o por lo menos no como lo había imaginado. Cuando inicié el año tenía pensado disfrutarlo al máximo porque ya no iba a volver, pero a la mitad de este perdí ese entusiasmo de ir a la escuela, ya no quería saber nada de ella, me había hartado, ya no quería volver. Ahora que no puedo salir, me siento extraña de no levantarme temprano, ponerme el uniforme, arreglarme e ir a la escuela, un hábito que tuve durante 12 años de mi vida se rompió, qué extraño ¿no? Sin embargo, no lo extraño. En estos días el clima ha sido uno de los mejores en el año, días lluviosos, días soleados, el clima es tan impredecible como lo que está pasando, cada uno es diferente, algunos días son malos y otros días son buenos, pero cada uno nos da un estado de ánimo y nosotros tomamos la decisión de cómo tomarlo igual es el estar encerrados. Nunca pensé que mi ciclo escolar terminaría de esta manera, me siento triste de no terminarlo como quería, pero a la vez me siento libre, problemas que atormentaban se desvanecieron mientras otros surgieron, no todo lo dejé resuelto pero por lo menos ya duermo. La cuarentena me ha cambiado mucho, me ha hecho pensar y ver cosas a las que nuca les tomé importancia, incluso he cambiado mi manera de ser y de pesar, no sé si sea para bien o para mal, pero esta cuarentena me dio un gran cambio que hace mucho tiempo no tenía y que realmente necesitaba. Probablemente nos arruinó muchos eventos importantes pero a la vez nos hizo valorar lo que teníamos. Estoy harta y ya quiero salir, pero mientras siga aquí adentro, voy aprovechar cada momento para hacer algo nuevo, para recordar experiencias o momentos que había olvidado, para pasar tiempo con mi familia, con quienes a pesar de que vivimos juntos nunca convivimos. Tenemos un futuro que todavía no se define, puede ser bueno o puede ser malo, pero en ese futuro podemos demostrar si hicimos un cambio durante este tiempo para ser mejor persona o si volvemos a ser la misma persona que nunca aprovechó y apreció todo lo que tenía.



Mi cuarentena Anónimo, 15 años

Todos los días escucho como los pájaros que están cerca de mi casa cantan ahora que puedo, porque antes por ir a la escuela no lograba escuchar tan hermoso canto, pero ahora cada mañana me despierto pensando en qué...¿ cuánto tiempo pasará para que pueda volver a salir? Tengo un sentimiento que me dice que realmente era feliz pero no lo sabía, yo pensé que nunca lo perdería ese sentimiento de felicidad al salir con mis amigos y hacer tantas locuras que ahora ya no puedo hacer. Después de levantarme me hago mi desayuno, ese pan tostado recién hecho con todos sus ingredientes recién preparados y cocinados que le dan el tan delicioso sabor que tiene y se me hace agua en la boca. La verdad, lo que también pienso cada mañana es que mi padre se levanta temprano y se arriesga a contagiarse para poder mantener a su familia y es un sentimiento que la verdad me pone un poco triste pues en su trabajo no lo dejan quedarse en casa por varios días. Yo solo logro verlo muy pocas horas a la semana. Me encantaría que se llegara a quedar más tiempo, algo que él me recuerda casi todos los días que lo veo, cuando lo logro ver, es que haga ejercicio y tenemos un reto, que me desafía a cambar mi forma física y es algo que realmente me he puesto a hacer, porque sé que es mi reto. En varias ocasiones cuando me toca ir al Oxxo o a otras tiendas de alimentos y todos los días, cada vez que salgo (obviamente con sus prevenciones) pienso también en mi hermano, porque él tiene síndrome de Down y me preocupa mucho, pues si se llegara a contagiar él no lo soportaría yo tampoco, simplemente con pensar en eso me da un sentimiento de tristeza y la verdad en estos tiempos no me gusta pensar en eso, debemos disfrutar estar con nuestros seres queridos.



2021 – “Un Mundo Diferente” Natalia Quijano, 13 años

Comienzo por decir que, como ya sabemos, estamos pasando por una etapa muy difícil, que es el Covid-19 y esto ha traído ya muchos cambios y traerá muchos cambios más al momento de volver a nuestras vidas normales. Todo esto me parece muy impresionante, cómo tan solo seis o más meses cambiarán al mundo. Actualmente los cambios han sido notables a causa del Covid-19, como las salidas que ahora están limitadas, cuando se compran cosas es necesario desinfectarlas, las clases, y algunos trabajos son en línea y desde casa para prevenir contagios. Más tarde, no podremos volver a la vida cotidiana normalmente, algunas cosas permanecerán relacionadas con el Covid-19, a pesar de que ya esté terminada la cuarentena. Comenzando con la gente que seguirá un poco desconfiada y continuará con algunas de las mismas precauciones por el Coronavirus. La gente dejará de usar transportes públicos muy seguido, a comparación de la cantidad de personas que lo usaban y las veces que lo hacían, también mucha gente se acostumbrará a trabajar desde casa y preferirá seguir así, incluso, tal vez, las clases de los niños comiencen a ser en vídeos o por Internet a comparación de cómo antes se realizaban. Me parece muy impresionante lo que el coronavirus ya hace y le va a hacer a este mundo. Muchos grandes y pequeños cambios se van a presentar durante y después del Covid-19 y pienso que nunca volveremos a estar igual, pero tal vez, con el tiempo, la gente comience a perderle el miedo y a tener y una vida un poco más normal.



Cuando la Tierra se cerró

Alberto Mora Schwarzbeck, 15 años El mundo está en un momento complicado que nunca pensé que ocurriría en mi vida, un virus ha infectado al mundo, la economía está cayendo, las personas se ven obligadas a encerrarse en sus casas, pero otras persisten, no quieren aceptar la verdad y corren el riesgo de morir. Estos acontecimientos son los que dejaron al planeta Tierra en cuarentena, como el Coronavirus que nos infectó de miedo y preocupación. Estar encerrado no es algo muy placentero, cualquier ser vivo prefiere estar afuera y sentirse vivo. Cuando te encuentras adentro de alguna estructura y no tienes salida, no puedes interactuar con el mundo, no puedes socializar con los tuyos, te vuelves un poco solitario. Yo me sentí indiferente por estar todo el día en mi casa, durante todos estos días he estado tranquilo, haciendo lo que usualmente hago en mi casa, dibujo, leo, juego, estudio, veo la tele, es un buen tiempo para mí. Pero, aunque la humanidad esté en un tiempo oscuro, aún hay luz en este mundo. Gracias a la ausencia de los humanos en la naturaleza, esta tuvo la oportunidad para recuperarse de los daños que dejamos. Los niveles de contaminación en el aire han bajado. En mi ciudad las plantas se ven más verdes y en algunas ciudades del mundo, los animales están entrando a la ciudad, en este corto tiempo, el mundo se está sanando un poco. En estos tiempos en los que no podemos ir a ninguna parte, no tenemos la oportunidad de hacer actividades físicas fuera de la casa, pero si dejamos de ejercitarnos, no nos va a ir bien con nuestra salud. Yo tengo la ventaja de vivir en una colonia privada, entonces puedo salir a pasear a mi perro e ir en mi bicicleta, pero si alguien no puede salir de casa, allí mismo puede ejercitarse un poco, pueden subir y bajar escaleras, hacer lagartijas, sentadillas y abdominales.


El mundo después de 2020 Daniel Almaguer

2020 va a ser un año duro debido al Covid-19, pero 2021 y 2022 va a ser más duro aún. El resto de 2020 vemos a estar enfrentándonos a la pandemia, todo va a permanecer igual, solo que va a haber más casos positivos de Covid-19 y más restricciones en la calle. En los países con niveles críticos, si sales a la calle serás multado con altas cantidades de dinero. Al final del año, las personas van a estar más preocupadas aún. Habrá muchas personas que se quiten la vida debido al estrés y los hospitales estarán saturados de casos de Covid-19 y se van a tener que ocupar estadios de fútbol y hasta gimnasios de escuelas para convertirse en hospitales temporales. Lo países pobres son los que más se verán afectados debido a sus bajos recursos y la OMS se verá forzada a ayudarlos (a demás es su trabajo) pero se verán afectados por la falta de recursos para apoyar a estos países. Llega enero 1 del 2021, las personas celebrarán año nuevo por video llamada y se estarán preguntando, ¿Cuándo acabará esto? Muchas personas comenzarán a salir a festejar y entonces, habrá otro pico de casos positivos. El gobierno ya no dará conferencias en público, si no por llamada, debido a que México será uno de los países más afectados y se enfrentarán a la necesidad de pedir ayuda a otros países para combatir el virus. Las personas, al ver esto, se asustarán y comenzarán en serio a respetar el distanciamiento social y otras personas se irán del país debido a los casos críticos o buscarán refugio en un lugar aislado. Llega la segunda mitad de 2021, los casos bajarán, pero no lo


suficiente. Muchas personas se quitarán la vida debido a que aún no tendrán empleo y muchos se verán afectados por la pobreza. Llega noviembre y muchas tiendas de juguetes harán promociones por pedidos en línea para una Navidad en la que muchas personas disfrutarán la posibilidad de estar en familia porque, ya casi desaparecerá el Covid-19. 2022 es el año final, pero los primeros cuatro meses seguiremos aislados. Después de eso, las personas enloquecidas comenzarán a salir y probablemente haya un nuevo brote en la comunidad, pero de no ser así, muchas personas descubrirán algo: ¡Puedes hacer todo desde casa! Las empresas ya no comprarán oficinas porque pueden trabajar desde casa y se darán cuenta de que los empleados están más cómodos y trabajan mejor desde casa, las escuelas abrirán poco a poco y es posible que algunas sigan con las clases en línea. Los viajes, transportes, cines, etcétera se verán ridículamente llenos debido a todas aquellas personas que desesperadamente querían salir, por lo que habrá restricciones, pero eso se verá, poco a poco…


GUÍA PARA COMBATIR EL ABURRIMIENTO Ricardo Enrique Villegas Martínez, 15 años

La cuarentena es un evento que no nos permite salir de casa. Estamos atrapados sin posibilidad de salir porque podemos causar un problema para la sociedad y empeorar las cosas. No hay manera de poder solucionarlo rápidamente, así que lo único que nos queda es esperar. Pero hay otra cosa que anda a través de los muros, algo que repta y que no podemos destruir simplemente desinfectando las compras o lavándose las manos. Se llama el aburrimiento. Contra el aburrimiento, no se puede hacer una vacuna. Eventualmente, después de ver las mismas caras por alrededor de dos meses, yendo para tres, se vuelve uno aburrido por no tener nada qué hacer. Y el aburrimiento lleva al ocio. Y el ocio lleva a hacer cosas que no siempre tienen sentido. Llegas a pensar cosas bastante dañinas para ti mismo. Llegas a tomar pésimas decisiones para ti mismo y puedes acabar lastimándote a ti mismo. Tu humor se degrada a un punto en el que maltratas a todos los que están a tu alrededor, lo que hace la casa un caldo hirviente de emociones negativas en el que muchos salen mal parados. Sin embargo, podemos realizar bastantes cosas para quitarnos el aburrimiento. Podemos salir al jardín y cuidarlo, ahora que tenemos más tiempo para cuidarlo y mejorarlo. Pueden cortar el césped, jugar con la mascota o hacer un pequeño huerto. Pueden hacer sus propias rutinas de ejercicio también, para mantenerse saludables. Y es un buen


momento para experimentar cosas que siempre quisiste intentar. ¿Siempre quisiste cocinar platillos a la Gordon Ramsay? Adelante. ¿O quizá ganar dinero limpiando casas? Inténtalo. Tal vez no sean vacunas, pero pueden ayudar a combatir el aburrimiento.


Los cambios de la cuarentena Benjamín González A. 15 años

Todo inició hace dos meses, no sabíamos lo que sucedería, había incertidumbre en abundancia, creo que nadie pudo haber previsto esta situación, ni siquiera los más estudiados expertos, creo que en lo personal esta situación me tomó por sorpresa, y es justificable. Lo que ha hecho en mi forma de sentir, aunque esto no signifique algo bueno o malo, es que las personas cambian al estar ante este tipo de situaciones. Yo cambié y para bien, creo que escribir esto me ayudará a darme cuenta de que necesitaba que sucediera algo como lo que ha pasado para que pueda relajarme y esclarecer mis ideas con la visión del futuro. Antes de que comenzara esta cuarentena mis sentimientos y emociones estaban muy encontrados, había perdido la inspiración, había dejado de soñar y sobre todo me volvía cada vez más solitario. He podido darme cuenta, quizás no de la forma que más me hubiera gustado de quienes son las personas y cosas que realmente son indispensables para mí, la tecnología me ha permitido seguir en contacto con aquellas personas a las que realmente aprecio y hacer la más profunda reflexión acerca de mi lugar en el mundo y sentar mis objetivos y más profundos deseos. Además de toda esta reflexión la cual me ha llenado de emoción por volver lo más pronto posible a la normalidad, me he dado cuenta que la cuarentena me ha ayudado de muchas formas. He leído unos cuantos libros, he ordenado mi cuarto y mi casa, aprendí nuevas cosas y realmente las he disfrutado, me he interesado por la cocina y el gimnasio pues son las cosas que he podido hacer en casa, realmente me siento agradecido por lo que ha ocurrido en estos tiempos de incertidumbre.


Creo que el mayor conflicto con el cual he tenido que lidiar ha sido la desestructuración total de mi antigua rutina, he tenido que modificar mis hábitos de sueño, lo cual es complicado. Gracias a todas esas noches de insomnio, me he tenido que adaptar a nuevas maneras de estudios y comunicación, lo cual ha hecho que me sienta muy desconcentrado, desmotivado y con el constante sentimiento de incertidumbre. Superación del conflicto con éxito Al haber hecho varias reflexiones, en su mayoría muy profundas, me he dado cuento que quizás ya era necesario un cambio, no podemos simplemente dejarnos llevar, dejar que nos arrastre la corriente, sino que tenemos que adaptarnos a las nuevas circunstancias las cuales son cada vez más cambiantes. La mejor manera de solucionar todos los problemas es aprovechar al máximo todas las herramientas que tenemos a nuestro alcance, de esta manera quizás y hasta comprendamos la importancia de este gran cambio y cómo era este necesario. En cuanto a mi tiempo en cuarentena he tenido muchos altibajos, lo más importante es que he logrado comprender que mientras sigamos sanos y con la salud siempre encontraremos una forma de salir adelante. La cuarentena me ha hecho soñar y comprender lo que realmente quiero hacer con mi vida, mientras siga habiendo un poco de esperanza yo me mantendré con fuerza y con toda la actitud para trascender.


Coordinación editorial: Nora Obregón (Colegio Formus) Diseño y edición: Virginie Kastel Nota. No todos los textos publicados en esta edición son de alumnos del Colegio Formus. Relatos de la cuarentena escritos por los adolescentes 3 Primera edición, 2020 © 2020, los autores © 2020, Tresnubes SAPI de CV © 2020, Universidad Autónoma de Nuevo León UANL Rogelio G. Garza Rivera Rector Santos Guzmán López Secretario General Celso José Garza Acuña Secretario de Extensión y Cultura Antonio Ramos Revillas Director de Editorial Universitaria Padre Mier No. 909 poniente, esquina con Vallarta Centro, Monterrey, Nuevo León, México, C.P 64000 http://editorialuniversitaria.uanl.mx/ editorial.uanl@uanl.mx TRESNUBES EDICIONES Reforma 427, San Pedro Garza García, C.P 62400 https://www.kichink.com/stores/tresnubes tresnubesediciones@gmail.com



Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.