Relatos de la cuarentena escritos por los adolescentes

Page 1

Relatos de la cuarentena escritos por los adolescentes

1





LA CUARENTENA... Y MI CUMPLE

Héctor Darío Alvarado Rodríguez (11 años)

Como diría una canción que escucha mi papá del cantante Joaquín Sabina, “¿quién me ha robado el mes de abril?”, así nos hemos sentido estos días en casa, mi hermano Miquel de 7 años y yo, a quien me tocó celebrar encerrado el aniversario once de vida. En febrero me enteré por Internet y los medios de comunicación que existía un virus en China que obligaba a la gente a estar encerrados. Luego supe que le llamaban Coronavirus; ese tema estuvo presente conmigo a través de las maestras de la escuela, los compañeros de clase y mi familia. Sin saber lo que se avecinaba, en mi casa tuvimos una reunión, mi papá, mi mamá y yo para ver la posibilidad de hacerme en abril, cuando es mi cumple, una fiesta. Acordamos que invitaría a todos mis compañeros de la escuela a una comida en el Carls Jr, mi restaurante favorito. Mi mamá se dio a la tarea de buscarme un diseño de Roblox, mi app de juegos favorita, así como acudimos a separar el lugar para realizar mi festejo. Con emoción les dije a todos los compañeros que pronto les haría llegar la invitación para mi cumple, y que ellos fueran avisando a sus mamás para que estuvieran enteradas. Uno por uno fue confirmando su asistencia con una invitación previa; reservé la fecha del dos de abril. Durante el mes de marzo estaba muy contento porque casi todos


querían asistir y compartir ese día conmigo. En las redes sociales se empezó a publicar que en China se estaba muriendo mucha gente, debido a este virus, que en pocos días lo denominaron como una pandemia, palabra que tuve que buscar en la Real Academia Española para saber el significado. Me enteré que el virus del Covid-19 estaba llegando a otros países y la preocupación de mi familia la descubrí cuando el Coronavirus se instaló en Europa, en países como Italia y España. En ese segundo país, en el que nací en 2009, se encontraba mi prima mayor, de nombre Teresa, y a quien esperábamos, cruzando los dedos. La dejaron salir del aeropuerto de Barajas y llegar sana y salva con mis primas, Camila y Titis. Fue un gusto para toda la familia que llegara bien y que en decisión propia hiciera la cuarentena en su casa; esta es otra palabra de la que tuve que investigar el significado. El Coronavirus llegó a México y no tardó tanto en hacerlo a Nuevo León, estado donde vivo. El pasado 11 de marzo, mi madre, mi hermano Miquel y yo, acudimos muy contentos al Festival de la Primavera, en el cual me tocó participar como narrador de la obra de teatro de mi grupo y a Miquel lo pusieron a bailar una canción muy movida. Antes de entrar al teatro, le pedí a mi mamá que enviara la invitación digital de la fiesta en el grupo de WhatsApp de las mamás del grupo 5D, año escolar que curso. Así lo hizo y todas las mamás se enteraron al mismo tiempo que pronto sería mi festejo. Recuerdo, en ese día del festival, que conviví con todos mis compañeros y nos tomamos muchas fotos, igual mi hermano. Al salir del teatro teníamos que hacerlo a prisa porque mi mamá tenía que llevar a mi hermano a sus clases de apoyo y me quedé en casa chateando con mis compañeros de clase.


Disfruté mucho ese día de mi festival sin saber que era el último que saliera a la calle. En ese momento mis padres nos explicaron que teníamos que hacer, desde ya, la llamada “cuarentena”, por el bien nuestro y el de toda la familia. Las salidas se cancelaban y ahora entre todos buscaríamos la manera de entretenernos en la casa. En mi cabeza solo pasaba que ya no iba a ir a la escuela y empezaban de una vez mis vacaciones largas, entre esa felicidad plena, mi mamá me comentó que todos los eventos se estaban cancelando, ya no habría fútbol, conciertos y, sorpresa para mí, tampoco fiestas de cumpleaños. Asumí que mi festejo se cancelaba, y así fue que pasé de la felicidad de ya no ir a la escuela, jeje, a la desilusión de saber que mi fiesta no se llevaría a cabo. Con tristeza tuve que avisarles a mis compañeros de la escuela que la fiesta no se podría llevar a cabo por motivos de la pandemia del Coronavirus. Mis amigos también manifestaron sentirse tristes, pero firmes en decirme que en cuanto esto se termine haríamos un festejo a lo grande. Para terminar el mes de marzo, la estancia en mi casa la realicé haciendo actividades como tareas de la escuela, leer libros, aprender a bailar, manejar mejor mis redes sociales, grabar Tik Toks, jugar con mi hermano, armar legos, comer mucho, desvelarme y convivir con mi familia completa. Cuando supimos que la cuarentena duraba hasta el 30 de abril, asumí que seguiríamos resguardados en casa, en la cual ya había mucho gel antibacterial, cloro y tapabocas. Me sentía como en una película de terror. Llegó el día más esperado para mí, el 5 abril, y amanecí con la noticia de que mis primas me habían mandando un delicioso


pastel a casa; me gustó mucho porque tenía mi personaje favorito de Roblox. El día transcurrió con muchas felicitaciones en redes sociales, las cuales todas agradecí, llamadas telefónicas, mensajes y videos de mis compañeros para felicitarme. En mi casa me dejaron elegir mi comida favorita. Partimos el pastel, solo estuvieron mi papá, mi mamá y mi hermano Miquel. Lo que yo no sabía era que tenía dos pasteles para festejarme, uno de ellos tenía en su interior un regalo especial de mi familia. Quiero que sepan que me ha durado mucho. Los siguientes días aprendí a convivir más con mi familia, limpiamos, bañamos a nuestra perra “Loula”, pintamos la casa, donamos juguetes y ropa, y participamos en un safari de peluches que organizaron en nuestra colonia para entretener a los más pequeños. Me divertí mucho ver a los vecinitos que pasaban por mi casa, y desde adentro de sus coches veían nuestros peluches que estábamos exhibiendo. Todos los niños se emocionaban a ver nuestros personajes favoritos Pocoyó y Pandipucky, ellos se han convertido en nuestros acompañantes durante esta cuarentena. Un reto para mí ha sido el regreso a clases, pero de la manera virtual. La escuela nos presentó la estrategia educativa a través de la plataforma Zoom y Google Classroom. Desde el pasado 20 de abril tengo la responsabilidad de dormirme y levantarme temprano para tomar las clases que se me han indicado, y así lo he cumplido al pie de la letra. Sé que el Coronavirus sigue afuera, pero nosotros debemos seguir con nuestra vida cotidiana desde adentro del hogar, siguiendo todas las indicaciones que nos dicta la Secretaría de Salud y Secretaría de Educación Pública, a través de los cuales he confirmado que durante el mes de mayo la pandemia será más fuerte, y tenemos la obligación de seguir quedándonos en casa.


Ahora ya sé contestar exámenes en línea, mandar tareas en una plataforma digital y agudizar mi oído y activar más mi cerebro para entender las clases. El 30 de abril celebramos por primera vez el Día del Niño en casa, y no estuvo mal; mi hermano y yo nos la pasamos muy bien y hasta nos desvelamos jugando. En esta cuarentena he aprendido que un abrazo siempre es necesario, que aunque físicamente estamos separados, de corazón estamos juntos. Que mis padres nos han sabido dar las herramientas para enfrentar cualquier situación, pero sobre todo a no tener miedo, y que aunque la vida se pare afuera, adentro de casa siempre estará la familia. Me ha crecido el pelo, creo que soy más alto, he aprendido a no molestar tanto a mi hermano y ayudo en los quehaceres del hogar. El Coranvirus es una pandemia, pero yo sigo siendo Héctor Darío. ¡Vivamos y disfrutemos quedándonos en casa!



MI CUARENTENA Ricky Estrada Garza (13 años)

La forma en la que estoy viviendo es muy diferente a la de antes. Sinceramente, en este momento todo es diferente, al menos yo así lo siento, es un cambio muy brusco, aunque sé que puedo controlarlo y últimamente me he estado acoplando a este cambio que ya necesito dominar, porque vamos a durar más tiempo con esta pandemia, y creo que estamos haciendo lo correcto, cuidarnos, porque la salud es antes que cualquier otra cosa. Al mismo tiempo, veo que algunas personas no se lo están tomando serio, siguen saliendo de sus casas y lo que tenemos que hacer ahora es manejar la situación con calma. Acá en mi casa todo se volvió diferente, pero mi idea es siempre sacarle lo positivo a lo negativo. Sí, tal vez ya no pueda salir, pero la ventaja es que mi papá trabaja aquí en casa y puedo estar más tiempo con mi familia conviviendo. Y la verdad, a la escuela, también le tenía mucho cariño y sí la extraño un poco, la ventaja es que ya no me despierto tan temprano y que tengo clases y así puedo todavía seguir viendo a mis maestros y a mis amigos. Me parece que esta etapa que estamos viviendo es muy especial, tiene muchas cosas negativas, claro, pero ya es muy tu problema si a estas cosas negativas, tú no le quieras sacar cosas positivas. Esta cuarentena como quiera me está ayudando mucho para reflexionar sobre lo que estamos viviendo y siento que ya estoy tomando las cosas mucho más en serio que antes. Viendo mi situación, la estoy pasando excelente, a pesar de esta pandemia hemos tomado las precauciones para no contagiarnos, y por eso le pido a la gente que lea este relato, que a pesar del momento en el que estamos, convivan al máximo con su familia, que disfruten cuando están con ellos y aprovechen cada momento al máximo.



SERENDIPIAS EN LA CUARENTENA

Anónimo (14 años)

Aún recuerdo aquel día, mi último día de libertad, no he llegado a comprender la razón de esto, pero fue mágico, fue como si de alguna manera ya sabíamos qué iba a pasar; fue la última vez que nos vimos y la felicidad reinaba aquel día. No sé si el mundo quería darme un último día para ser la persona más feliz que he conocido, no sé si el mundo quería darme la ilusión de que todo el año iba a mejorar y todo iba a ser luz como lo era antes, para un día después decepcionarme diciéndome que ahí se había acabado todo. Aquel día empezó llevándome a mi lugar favorito con algunas de mis personas favoritas, acabó llevándome con todas esas personas que nunca olvidaré, terminé ese día con ustedes, viéndolos, disfrutando de ese día que para nosotros era un asueto normal, que por alguna razón que no nos importaba fue uno de los días más felices que hemos experimentado. Sinceramente no recuerdo que sentí el día siguiente, cuando recibí la noticia de que mi pequeña libertad se había acabado, que no los volvería a ver a ustedes en un periodo de tiempo indefinido. No recuerdo haber reaccionado de una mala manera, porque en ese entonces todos teníamos la idea de que eran máximo dos semanas, en mi cabeza era una mini vacación, nunca imaginé que llegaríamos al punto en el que estamos ahorita, hablando por teléfono todos los días a la misma hora con las mismas personas con las que pasé el último día que fui feliz, porque no nos hemos visto en más de un mes; esperando a que llegue mi cumpleaños, pero no esperándolo con emoción, porque sé que no voy a ser feliz, porque sé que no habrá nadie que me abrace y me diga “feliz cumpleaños” y me dé mi chocolate favorito o que me diga “felicidades” y me dé una carta en la que relaten cómo nos conocimos, o cómo revivimos una amistad perdida, o lo mucho que me quieren, yo sé que no voy a tener nada de eso, y en mi cabeza sigo con la esperanza de que esto llegue, pero al mismo tiempo sé que no va a llegar y me desilusiono, porque me doy cuenta de que siempre he tenido


este vicio de crearme estos escenarios imaginarios que yo sé que nunca van a ocurrir, o tal vez no de la manera en la que yo los imaginé, pero de alguna manera se han infiltrado con mi realidad, y me hacen vivir esperando a que llegue algo que aunque por fuera actúe como si supiera que nunca van a ocurrir muy por dentro siempre los estoy esperando y sueño despierta pensando y hablando de lo mágico e inefable que sería que estos eventos ocurrieran de la misma manera en la que mi imaginación me ha llevado a verlos. Este mes de encierro me he puesto a pensar en la clase de persona que soy, en la clase de relaciones que llevo con la gente, en las cosas que quiero cambiar de mí misma, en las cosas que siempre he querido hacer y nunca me he dado la oportunidad de cumplir; me he dado cuenta de que tengo tantos sueños y metas que aún no puedo cumplir porque su base está planteada en un futuro (no muy lejano), pero también me he dado cuenta de que más de la mitad de esas metas las he formado pensando en que algo que no está bajo mi control realmente va a suceder. Soy consciente de que tengo la mayor parte de mi futuro planeado, pero hasta estos momentos nunca había considerado el hecho de que hay cosas como esta cuarentena, que como no puedo controlar pueden arruinar toda esta vida que tengo completamente planeada. Quiero cambiar y perder todos mis miedos, porque vivo constantemente diciendo “quiero estar ahí y hacer eso, pero me da miedo” y en el momento en el que digo eso me detengo y dejo pasar la oportunidad, porque me convenzo de que nunca voy a poder lograrlo solo porque no soy aquella persona que estoy viendo como mi modelo a seguir, a veces creo que mis ideas podrían llegar a ayudar, pero no las digo, porque tengo esta imagen de que mi sugerencia será rechazada y pienso en que no hay necesidad de decirla, razón por la cual me quedo callada. Mis días aquí encerrada en mi casa sin ningún contacto con nadie fuera de mi familia no han sido los mejores, pero tampoco han sido los peores, creo que ha sido una experiencia que se puede llegar a considerar positiva, porque me ha llevado a darme cuenta


de tantas cosas que cuando salĂ­a yo misma no me daba el tiempo de meditar. SĂŠ que cada uno tiene su perspectiva ya sea buena o mala sobre este evento desafortunado, pero de todo se puede aprender y si se dan la oportunidad de toda ocasiĂłn van a sacar algo positivo que los va a llevar a cambiar su forma de ver el mundo.



HOGAR

Yahir Salvador González

El reloj marcaba las 12 en punto de la noche, Alba veía pasar sus recuerdos por sus ojos, era el final. 13 de diciembre del 2020 Este era un invierno común a los años anteriores pero había algo que lo hacía diferente para Alba; este sería un tren con destino a cambiárselo por completo. Alba era una chica estudiosa y sociable, cursaba el bachillerato con una carrera en psicología, era intelectual y dedicada a su familia, todo en su vida parecía ir normal. Desde hace un mes atrás algo dentro de casa cambió, su madre y su padre habían cambiado su rutina totalmente. Las discusiones eran más comunes que antes y cada quien se había olvidado de su parte en casa, esto hizo que la rutina de Alba también cambiara pues ella no tenía idea de lo que pasaba y mucho menos del saber que hacer ante la situación. Estaba confundida y sus padres no daban razón alguna, pues las dos personas que más amaba ahora estaban distanciados todo se había volteado impredecible para ella. 20 de diciembre del 2020 Lentamente pasaban los días, la mesa vacía a la hora de la comida, su madre era distante y con diferentes rasgos de tristeza en su rostro, su padre no daba señales sino hasta cuando llegaba a casa a la hora de dormir. Alba acumulaba la nostalgia en su interior al igual que se le acumulaban las tareas, afectada por lo que estaba aconteciendo Alba se desinteresó por la escuela, faltaba a clases, a veces no comía y se había aislado del mundo exterior poco a poco se hundía en un mar de tristeza. La monotonía transcurrió y se acercaba el día en el que las familias se reúnen, conviven, cenan y abren regalos mientras hablan de como ha sido para ellos la vida; se acercaba la Navidad.


La madre de Alba cegada por sus emociones y el alcohol con el cual ahogaba su pena no se daba cuenta del ocaso por el cual Alba estaba pasando. Una tarde encerrada en su habitación un llanto sereno como las noches frías por las cuales pasaba, la despertó del trance en el que se encontraba. Provenía de una de las habitaciones del segundo piso; Ahí encontró a un alma inocente dañada por problemas y adversidades externos a ella, una joven refugiada en una esquina de su habitación. Su madre con un nudo en la garganta se sentó a su lado. -Alba, ¿qué pasa?, ¿estás bien?, preguntó su madre. Entre lágrimas y suspiros Alba abrazó fuertemente a su madre. -Hija ¿qué pasa?, puedes confiar en mí. -¿Qué nos pasó mamá?, ¿qué pasó contigo y con papá?, ¡¿a caso no piensan decírmelo?!, preguntó desesperadamente Alba. Su madre con la voz entre cortada trataba de decir lo que su corazón le pedía callar. -Lamento todo esto Alba, lo lamento mucho me descuidé de tí pero créeme estoy igual de devastada que tú, callé esto por dolor pero no podemos seguir así. Alba no comprendía que era lo que trataba de decir su madre. -¿Qué pasa mamá?, ¿qué fue lo que callaste?, preguntaba Alba confundida. -Lo platicaremos después con más calma hija, necesitamos descansar, por favor. Alba se fue a dormir con más preguntas que respuestas, al menos ahora tenía comunicación con su madre pero estaba intrigada por la incertidumbre de saber que había sido lo que apagó la llama del amor familiar que los unía. 25 de diciembre del 2020 Se llegó la noche más esperada por los niños durante todo el año; Navidad. Y aunque Alba ya no creía en la historia de Santa Claus, ella de-


seaba con todas sus fuerzas verlo entrar a casa cargando un regalo para después darle un fuerte abrazo y poder decirle "Feliz Navidad Papá". Pero no siempre los finales en las historias son felices, lamentablemente para Alba no terminaría la noche de víspera de Navidad con un gran abrazo, o con muchos regalos debajo de su árbol ni mucho menos con un beso de amor, sino con su madre en la sala de su casa a punto de revelarle su silencio. Es duro para una madre mirar a los ojos a su hija y verla en llanto, pero lo es aún más cuando está a punto de decirle que su padre abandonó el nido para ir a volar con otras aves. Y ahí estaban su madre y Alba solitarias frente a una acogedora fogata mientras caían lágrimas que regaban la esperanza de un nuevo destino. -Alba te amo con todo mi corazón mi hija, saldremos adelante nosotras juntas; escucha sé que todo esto es muy duro para ambas pero te necesito ahora más que nunca, le decía su madre rompiendo en llanto. Alba escuchó lo que su mente se negaba a oír, pues su padre se había ido para no volver. Alba quebró en lágrimas pero comprendía la situación. Sabía que ahora solo estaban su madre y ella. 31 de diciembre del 2020 Es increíble como en un instante pasan los acontecimientos, pero también lo es la capacidad de aprendizaje y superación personal. Alba y su madre habían recuperado un poco de tranquilidad. Su mamá había vuelto a hacer presencia en casa. Alba se recuperó en los estudios, se centró de nuevo en su carrera y se conectó de nuevo con su entorno y sus amigos, la armonía y la tolerancia volvían a hacerse notar. Era la última noche del año cuando su padre volvió a casa pero solo por sus pertenencias. El reloj marcaba las 12 en punto de la


noche, Alba veía pasar sus recuerdos por sus ojos, era el final. Ese anochecer sería el último de toda una etapa, y se aproximaba un nuevo amanecer, su padre se fue en silencio, una vida salía por la puerta y una nueva entraba. Un nuevo Hogar




1° de mayo de 2020

Querida Nora: Te escribo para que sepas por lo que he pasado durante estas semanas de contingencia. El primer día que supe de que el COVID-19 llegó a México y el aviso de que las escuelas se cerraban hasta finales de abril, me sentí medio alegre y medio impactado. Feliz porque al menos descansaría un mes e impactado porque no vería a mis amigos por un mes. Una semana después, le llegó un aviso a mamá de ir a recoger los libros temprano. Fuimos a la escuela y al llegar tuve que entrar yo para recoger los libros de mi locker. Al llegar a mi locker, me encontré con Ellen que recogía sus cosas antes de irse. Me despedí de ella. Al volver a casa, quería armar el puzzle de 1000 piezas que había empezado con la contingencia. Al cabo de unas horas, le llegó otro aviso a mamá de que, si los compañeros no vinieron a recoger los libros, pues que podían ir los siguientes días y hasta la una de la tarde. A mamá y a mí se nos voló la cabeza de incomodidad y frustración de que ese día habíamos ido temprano antes de las 8:00. Cuando llegó papá empezamos a contarle lo que había pasado y del aviso que no esperábamos de que pudimos haber llegado un poco más tarde. El jueves, mamá me dijo que los profesores iban a usar un sitio web para mandarnos las tareas a través de esa plataforma. Al principio me sentí pesado porque había que hacer las tareas incluso en esa contingencia. Cuando revisé mi correo, vi que la maestra Sandra envió el anuncio de que íbamos a usar Google Classroom y envió unos enlaces de cómo usar Google classroom. Me impresionó cuando ingresé y vi los trabajos que los maestros pidieron que hiciéramos, nada extraño pasó desde ese día por dos semanas. Cuando llegó la semana de pascua, me emocioné y mis padres y yo empezamos a pintar los huevos para el día de pascua que daba co-


mienzo al mes de abril. Cuando terminamos, esperaba que hubiera un día libre del asunto del COVID-19 para celebrar día de pascua y es por eso por lo que había hecho pasteles con formas de insectos de pascua como mariposas, caracoles, libélulas, etc. Pero no fue así, me sentí algo decepcionado porque cada año mi familia y yo íbamos a la casa de mis abuelos para celebrar día de pascua y en ese día nos reuníamos mis primos y yo para jugar a encontrar los huevos que nuestros padres esconden para así encontrarlos. El año pasado hubo una familia que le puso chicle a sus huevos y encontré una buena cantidad, el punto es, que me gusta celebrar el día de pascua con mis primos porque así convivíamos en familia, pero como no pudimos gracias a la protección que el gobierno nos puso y me estaba hartando un poco de esta contingencia, mis padres trataron de alegrarme con hacer búsquedas de huevos, pero en la oscuridad dentro de casa y eso me alegró un poco. Tal vez debería contarte de la vez en la que me comí uno de mis pasteles, pero con telarañas y musgo, bien, empezó con que me desperté y pensé: “Tengo ganas de un pastelillo”. Fui a la cocina a servirme uno de los pasteles que había hecho el día antes de la pascua. Agarré el que estaba más arriba y le di un mordisco. Cuando vi el pastel tras la mordida, había telarañas, musgo y cuando fui a la cocina a ver el recipiente en el que había puesto los pasteles, estaba feo y los pasteles de insectos estaban viejos y yo le había dado una mordida a ese pastel y vomité en el baño sacando todo ese pastel. Sé que es desagradable, pero tenía que contártelo. Mi mascota Max ha estado bien y como siempre anda alegre y a veces dormilón pero ama mucho a nuestra familia y ya pasó más de un año desde que lo adoptamos gracias a la hermana de mi mamá, tía Olga. Es que ella tiene una mascota que es la mamá del perrito que tengo. Comenzó cuando quería un perrito, así que la tía Olga le dijo a mi mamá que el esposo de mi tía estaba en la oficina con los hijos de su perrita, así que mi papá y yo fuimos a su oficina a elegir un perro. Había muchos y eran adorables y no sabía cual elegir así que estuve decidiendo por media hora hasta que decidí probar un método que era de caminar alrededor de su oficina hasta que un perro café y pequeño me siguió y lo escogí y así fue cómo adopté a mi mascota que ahora se llama Max. Mis primos adoptaron a los


demás perritos, mi primita bebé Emma adoptó al otro perro café, mi primo Everardo eligió a un perro blanco que era hembra y mis primos Andrea y Eder eligieron al último perrito al que llamaron Loki como el hermano de Thor, pero ellos le dieron su perro a mi abuela y no sé porque, pero ahora vive con mi abuela de modo que ahora todos los perros tienen dueños. Hubo un día en el que papá compró un asador y eso me puso alegre porque al menos tenía algo divertido que hacer. Construir el asador valió la pena. Después de construirlo, mi mamá y yo le dijimos a papá que hiciéramos ya una carne asada y aceptó. Al hacerse la carne asada, pedí que hiciera una hamburguesa para cenar y papá dijo que no había pan de hamburguesa así que se fue a comprarla, pero no volvió hasta más de una hora y cuando volvió, dijo que no había pan de hamburguesa después de haber visitado ocho tiendas. Así que tuve que comer hamburguesa con pan normal y no fue lo mismo. Ahora voy a continuar con lo que pasó después del día de pascua. Lo que pasó después fue que hubo un día en el que estaba haciendo mucho calor y le dije a papá que quería tener una piscina para refrescarme, pero dijo que había que visitar una tienda, así que lo acompañé, pero al llegar el guardia de salud no me dejó pasar a pesar de que tenía cubrebocas y tuve que quedarme sentado esperando a papá para que terminara de revisar las piscinas que había. Era injusto porque yo no era tan joven como para quedarme a esperar, ya era mayor como para entrar a las compras pero no pasó. Papá volvió después y dijo que no había una buena, así que fuimos al H-E-B y esta vez tuve que esperar en el auto. Papá volvió con una piscina grande y estaba emocionado por disfrutarla, pero al llegar a casa, me dijo que había que esperar a que fuera un día caluroso. Esperé y esperé por tres días hasta que una noche, empezamos a construir la piscina que no fue fácil de construir, ya que teníamos que unir la pieza y nos esforzamos tanto que dejó como una abolladura en el último tubo de metal que estábamos uniendo a una pieza que se llama el codo que es una pieza que está en forma de un codo, pero doblado unos cuantos grados así que después de unir los tubos, empezamos a poner las patas de la piscina que eran doce ya que era como un decágono. Al terminar, mi papá y yo descansamos y unos días después hizo calor, así que papá y yo fuimos a llenar la piscina. Tomó horas en llenarse, pero me metí cuando hubo al me-


nos agua. En la última semana de vacaciones decidí entrar a la piscina para disfrutarla antes de volver a tener tarea. Mis padres me sorprendieron cuando me dijeron que iba a haber clases virtuales empezando el lunes y esa fue la razón por la que me metí a la alberca antes de volver a tener clases por medio de un sitio web llamado ZOOM. Al empezar la tercera semana de clases, no hubo problemas hasta que tuve que hacer la tarea de computación y no fue fácil porque al bajar una aplicación, y al grabar el tutorial, a los tres minutos la computadora cambió de pantalla por poco tiempo así que no fue gran problema, continué grabando hasta que mostró una pantalla en verde y tuve que apagarla. Al principio pensé que la había roto pero al prenderla, no estaba descompuesta. Me alivió saber que solo se había cambiado el tamaño de pantalla así que fui a configuración y cambié el tamaño de pantalla al que estaba antes y borré la aplicación. Terminé usando el teléfono para grabar el tutorial que me pidió la maestra que hiciera y ya no fue tan complicado y al enviarla, mi mamá me contó del estado de los demás y me sentí apenado por ellos pero no diré como les fue para no ser grosero. Hubo un día en el que quería ir de paseo para liberarme y así fue. Al día siguiente fuimos en un viaje en auto hasta Montemorelos, pero me estaba inquietando porque no estábamos volviendo y me preocupaba que no pudiéramos volver, pero cuando usé la aplicación de mapas, mi papá se desvió del camino y llegamos a un terreno grande que no había visto en mi vida. Mis padres me dijeron que ese era su terreno y luego decidí explorarlo un poco para conocerlo y mi padre me acompañó. Había mucha maleza y creo que toqué con mi pierna una hiedra venenosa y me empezó a picar la pierna y al volver de nuevo al punto en que llegamos mi papá decidió compartir la ubicación con otras personas pero era un camino desconocido y no se mostraba mucho camino para llegar, así que mis padres empezaron a hablar de terreno y decidí no intervenir en su conversación así que esperé en el auto. En la ventana que había a mi izquierda se veían a mis padres haciendo un plano con el polvo de la ventana del auto. No


podía escucharlos, pero se veía que estaban poniéndose de acuerdo en cómo se vería el terreno si alguna vez venía una persona y quería vivir ahí, después de unos minutos volvieron al auto y volvimos a casa. Después de unos días, tuve la idea de que hiciéramos papas fritas con el asador y mi papá aceptó la idea así que limpiamos el asador, luego cortamos las papás fritas hasta que quedaron como palos. Pusimos aceite sobre un platillo de metal y la pusimos a calentar, luego pusimos las papas fritas y esperamos hasta que quedaron buenas y empecé a comerlas, comí muchas papas y me llené, pero valió la pena comer las papas fritas. Debí decir al principio que seguí leyendo Harry Potter debido a que ya tenía tiempo de leerlos y gracias a eso, en un mes leí tres libros de Harry Potter, me quedé sorprendido por la cantidad de letras que leí en estas últimas semanas. Me dio gusto contar todo por lo que pasamos mi familia y yo durante este mes de contingencia y espero que nos volvamos a ver Nora. Atentamente,

Tu alumno. (14 años)



Monterrey, Nuevo Léon, México 24 de abril del 2020 Querida abuela: Es un gusto poder escribir y saber cómo has estado durante el tiempo que llevamos en cuarentena. Espero que te encuentres muy bien, sana y resguardada en tu casa. Por la cuarentena no tengo la oportunidad de verte físicamente, pero siempre estás presente en mi corazón y en mi mente. Todas las noches pido por tu salud y para que esta pandemia acabe lo más pronto posible; fue hace mucho tiempo la última vez que te visité a tu casa, recuerdo que también mis primos se encontraban presentes, nos divertimos mucho todos juntos. En esta cuarentena he estado resguardada junto a mis papás y con mis hermanos en mi casa, hacemos de comer, cenamos algo que nos guste, vemos nuestras películas favoritas con rosetas de maíz y otros snacks para sentir como si hubiéramos ido a ver la película al cine. También jugamos juegos de mesa usualmente todos los días de la semana para unirnos y crear un vínculo sano como familia, grabamos Tik Toks con mis papás, aunque me dé un poco de pena que ellos estén bailando para un Tik Tok. Todavía no puedo creer lo rápido que pasa el tiempo, aún recuerdo los días previas a que comenzara la cuarentena, solíamos salir muy a menudo, te visitábamos, asistía a la escuela al igual que mis hermanos y mis papás iban al trabajo, pero en un cerrar y abrir de ojos todo comenzó a cambiar, la cuarentena inicio y nuestras rutinas que teníamos han cambiado completamente; aún no me he acoplado totalmente, sigo sintiendo la sensación que querer salir y disfrutar mi vida como lo hacía antes, pero he cambiado mi rutina y he intentado acoplarla de una manera en la cual yo la pueda seguir desde mi casa para poder sentirme bien. Hace un par de semanas comenzamos a tener clases en línea, los maestros nos envían las tareas y las resolvemos para así entregárselas para que las revisen cada quien desde


su casa y tenemos clases en línea de lunes a viernes. Ha sido un poco difícil, pero mientras pasa el tiempo le entiendo cada vez más, me organizo para realizar las tareas y las envío antes para no olvidarlo. Con las clases en línea ha sido muy diferente porque me tengo que levantar temprano y estar lista para verme presentable desde antes que la clase inicie y como el desayuno ya acabada la clase. Lo que cambió es que usualmente solía comer en la hora en la que tengo mi clase, entonces me tengo que esperar y desayunar hasta que el maestro nos indique que la clase ha concluido. Durante la primera semana del encierro solamente quería salir y ver a mis amigos, a los que veía muy seguido en la escuela, en salidas y en las fiestas. Mi cumpleaños fue muy diferente en comparación a los otros que he celebrado, me quedé despierta hasta la 1 am el día de mi cumpleaños porque mis papás me felicitan en la mañana de mi cumpleaños, pero como nos quedamos despiertos hasta muy tarde, me cantaron las mañanitas a las 12 y después de una hora me dormí. Horas después me desperté para escuchar y observar la misa en línea y de esta manera darle gracias a Dios por nuestra salud y porque nos dio un día más de vida y en mi casa de igual forma un año más de vida. Cuando se acabó desayuné y me alisté para quedarme en casa, pero con más esmero, para sentirme diferente en comparación a cómo me visto los días normales en cuarenta. Posteriormente comí y un tiempo más tarde comimos mi pastel favorito y cenamos todos juntos en familia. Algo que he estado pensando mucho durante cuarentena es la importancia de los doctores en la actualidad, lo cual no siempre apreciamos y no los tomamos en cuenta o no recordamos la importancia que ellos tienen. Ellos arriesgan su vida para poder salvar la vida de miles de personas de nuestra comunidad, ahora con toda la tecnología y las redes sociales muy pocas personas se quieren dedicar a esta profesión y prefieren ganar videos haciendo contenido de moda, deportes y comida en las diferentes sociales, pero no pensamos en lo que pasaría si no tuviéramos un doctor pre-


sente para que nos ayude en una situación de riesgo, por esto es muy valioso e importante reconocer a los doctores e inspirar a las personas a querer seguir la profesión. Con todo el avance científico, al igual que el avance tecnológico, algún día habrá robots o máquinas que nos ayudarán con los estudios y con la medicina para que de esta manera no se requiera un ser humano teniendo y arriesgando su vida por la del otro. Esto no impide que algún día se llegue a necesitar, es por esto por lo que debemos valorarlos. En esta cuarentena, ellos arriesgan su vida los siete días de la semana y las 24 horas del día para poder salvar a miles de personas para que no queden infectadas con este virus, ellos son los héroes que hacen todo lo posible por nuestra salud, al igual que otros médicos y la policía que se encarga de mantenernos seguros en nuestros hogares. En este tiempo he aprendido a valorar lo que uno tiene. No sabemos lo que es muy importante, hasta que llegamos a perderlo un día, pero hay varias cosas o personas que siempre están contigo, como la familia que vive en nuestra casa; este es un tiempo para poder unirnos y reconcentrarnos de una mejor manera. Espero que tengas una muy buena salud, que descanses, disfrutes, no te estreses, estés calmada y no salgas de tu casa, para que esta cuarentena no te afecte; con fe en Dios esperamos que estos tiempos difíciles acaben rápidamente y que todos tengamos salud. Sabemos que esta cuarentena nos va a dejar algo positivo. Espero vernos muy pronto, te deseo lo mejor. Con cariño, tu nieta Alejandra. (14 años)



LA CUARENTENA EN MI VIDA

anónimo de 14 años

20 marzo Hoy anunciaron que se cancelaran las clases por un mes, pero viendo la situación de otros países, realmente creo que estaremos encerrados mucho tiempo. Estoy totalmente consciente de que probablemente no vuelva a ver a ninguno de mis amigos por mucho tiempo, y eso es algo que voy a extrañar durante la cuarentena. Hoy también, mi familia y yo nos trajimos a mi abuelita, porque es una persona mayor, para cuidarla en nuestra casa y previniendo de mayor manera su contagio por este virus. 16 abril Hoy el municipio anunció que entramos en fase 3 de prevención del coronavirus. Tengo miedo de esto, porque el virus ha matado a millones de personas en el mundo y es por eso por lo que lo consideran una pandemia, y además no considero a nuestro país preparado para este tipo de situaciones. Hoy también mi papá me compró unas pesas para hacer ejercicio durante todo el tiempo que dure la cuarentena y además, para estar en forma acabando esta. Oficialmente anunciaron que hasta el 30 de mayo será posible regresar a las clases presenciales y volver a las actividades normales, sin embargo, yo creo que esto va a durar más, y tengo miedo de que este virus le llegue a mis abuelitos o a mis papás, ya que son las personas más vulnerables a este virus. 20 abril Hoy tuve también mis primeras clases en línea, de verdad veo que los maestros hacen su esfuerzo, aunque muchos alumnos no


lo aprecian, y es por eso que no prestan atención en las clases, hubo una gran falta de respeto hacia un maestro, y me siento avergonzado porque fue por parte de mi generación, y el maestro no tiene la culpa de nada. Mi mamá también me dijo que es muy importante respetar el esfuerzo que hacen los maestros por enseñarnos cosas nuevas, aunque sea por línea. 24 abril Definitivamente me está dando ansiedad por no poder salir, ni siquiera al parque como lo acostumbraba, aunque estoy obteniendo resultados del ejercicio que estoy realizando diariamente. Los maestros nos encargan más tareas de lo acostumbrado, incluso más de lo que hacíamos en las clases presenciales. La verdad no me molesta eso porque estamos en nuestras casas todo el día, entonces no tenemos ninguna excusa para no realizar la tarea, pero hay materias como la de computación o diseño por el IB, que no les entiendo a nada estando en la escuela, y estando desde mi casa, les entiendo todavía menos, entonces siento que a ese tipo de tareas les tengo que invertir más tiempo que otras que se me facilitan, como lo es la materia de Matemáticas. 29 abril Hoy me puse a pensar mucho sobre cómo estarán mis amigos viviendo la cuarentena, y ya extraño pasar tiempo divertido con ellos, y aunque suene raro decirlo para mí, extraño a la escuela, y a todo lo que incluía con ella, levantarme temprano, trabajar mucho en las mañanas, ver a mis amigos todos los días y realizar las tareas. 30 abril Hoy es el día del niño, y como estamos en cuarentena, mis papás decidieron regalarnos a mí y a mis hermanos un par de dulces, los cuales disfruté mucho. Hoy aprendí que no es bueno dejar las tareas en las que más batallo al último, porque estuve toda la


mañana intentando entender la aplicación, y nunca le entendí hasta la tarde. Acabé esa tarea como a las 4:30 y me faltaba otra tarea que se entregaba máximo hasta las 8:00 como todas las tareas. Tuve una clase de música a las 5:00 y se acabó a las 5:30, y entregué la tarea media hora antes del límite de tiempo, me sentí muy presionado por entregarla. 1° mayo Reflexioné sobre toda la gente que está pasando una situación realmente difícil, y que no tienen ni para comer. Mi familia y yo estábamos pensando de qué forma les podríamos ayudar a esa gente, pero no se nos ocurrió ninguna idea posible. En estos momentos son en los que aprecio todo lo que tengo en mi vida, porque no me gustaría nada estar en lugar de otros, espero que encuentren comida los que la necesitan, y refugio los que lo necesitan también.



Querido Futuro: Te escribo desde el día 1 de mayo del 2020, y lo hago porque específicamente en este año han sucedido muchas cosas muy inesperadas que me tienen preocupada. En este momento estoy en mi casa, estamos en cuarentena debido a un virus llamado coronavirus o COVID-19 que lamentablemente ha matado a mucha gente en todo el mundo. En estos momentos, estamos pasando por una pandemia; si te soy sincera, yo creo que nunca había descansado tanto tiempo, normalmente en mi vida diaria dormía cinco horas al día, y ahora estoy durmiendo casi el doble. Te platico mis preocupaciones, en este 2020 han pasado muchas cosas, primero estuvimos a punto de tener una WWIII, después Australia se incendió, y ahora estamos pasando por una pandemia. Cabe destacar que esta pandemia también ha traído cosas buenas a este mundo, y los animales y las plantas nos lo han demostrado, aparte que la contaminación ha bajado un porcentaje muy impresionante tomando en cuenta los días que llevamos en cuarentena. Ya llevo más o menos dos meses en cuarentena, y creo que ya me estoy acostumbrando a estar en mi casa. En las noticias dicen que probablemente podamos regresar a clases en junio con ciertas medidas de precaución, pero la verdad es que no lo sabemos muy bien con certeza. Mi rutina cambió demasiado en esta cuarentena, antes, me levantaba a las 6:00 de la mañana, me bañaba, desayunaba y me iba a la escuela, después comía y me iba a entrenar, y después hacia la tarea y cenaba, pero ahora, me levanto un poquito más tarde, me baño y me preparo para mi clase en línea, que solamente dura 40 minutos, y después me pongo a hacer tarea, después de eso voy a comer, y a las 4:30 tengo entrenamiento, y ya después de que se termine a las 6:30 me pongo a ver Netflix o hago video llamada con mis amigos. Esta cuarentena ha traído algo bueno a muchas personas que se lo han propuesto, como bajar de peso, comer más saludable, etc., y esto lo logran porque tal vez en días normales no les daba tiempo para hacer ejercicio, o para hacer comida casera, etc.


Algo que el gobierno está muy preocupado es que la economía del país está bajando mucho, y para ser sinceros, creo que AMLO está haciendo algunas cosas mal respecto a todo lo que está pasando, pero bueno ¿quién soy yo para juzgarlo? Creo que en mi familia estamos haciendo todo lo posible para evitar contagiarnos, aunque aún así yo sigo preocupada porque mi papá como quiera tiene que salir a trabajar todos los días de la semana, así que cuando llega no lo puedo abrazar ni nada, él se tiene que ir a su cuarto directo a bañarse; él es el único que ha salido de nuestra casa, él va y trabaja y hace el súper para mí y para mis abuelitos, y después se lo lleva a su casa, y cuando mi papá trae el súper a mi casa, lavamos todo por precaución, y así nosotros también estamos más tranquilos. También estoy preocupada porque por más que mi mamá les haya dicho a sus papás que no salgan de sus casas, ellos salen, y en serio no saben cuántas veces les ha dicho que no salgan, yo creo que al menos al día les dice dos veces. En esta cuarentena he podido pasar más tiempo con mi familia, cosa que no podía hacer antes, y hemos tenido tiempo de reír juntos, ver películas, jugar juegos de mesa, etc. Hay veces que nos enojamos, pero nada impide que volvamos a jugar al siguiente día, y creo que ha reforzado nuestra relación. Mi familia está haciendo todo lo posible para que ninguno de nosotros nos enfermemos, pero hay familias que no, y no solo se están poniendo en riesgo ellos, sino también a nosotros. Por ejemplo, la colonia en donde vivo, hay poquitas casas, y antes nadie salía ni para hacer ejercicio, o con sus hijos, y ahora todos están saliendo como si nada, todos están en la calle, e inclusive ayer hicieron como una minifiesta entre los vecinos hombres; esto esta súper mal porque nosotros estamos tratando de que ya ninguna persona se enferme, y esto lo logramos al no salir de nues-


tras casas, y ellos, que nunca salen, están saliendo ahorita como si nada estuviera pasando en el mundo, y eso me enoja. Ahora las cosas en México están como las platiqué anteriormente, y el país que más nos tiene preocupados es Estados Unidos; afortunadamente los niños en China (que fue el país con el primer caso de coronavirus) ya están regresando a clases, solo que también con medidas de protección, por ejemplo, todos los niños tienen que traer mascarillas y una cosa especial que les tapa la cabeza y la cara; y bueno todos nosotros somos afortunados de tener clases en línea, pero los que estaban en una escuela de gobierno la tienen más complicado, ellos están teniendo clases a través de la televisión, cada cierta hora es una clase diferente para cierto grado, y ellos deben de verla y aprender con ella. Les quise comunicar esto a través de esta carta, por si algo pasa en el futuro parecido a esto, que ya sepan que está bien hacer y qué no; nosotros todavía no salimos de esto, pero muy seguramente lo haremos muy pronto, y yo ya no puedo esperar para volver a la escuela y ver a mis amigos. Es muy importante que, si llegara a pasar algo parecido, mantengan la calma, y que hagan caso a las autoridades, porque ellos saben qué es lo mejor para ustedes y para su país, y también hagan todo lo que esté en sus manos para no contagiarse o para no hacer que empeore la situación. Atte: V. Chica en anonimato de 14 años



Monterrey, N.L, México, jueves 30 de abril de 2020

Querido Futuro: Te escribo desde el pasado en donde están pasando muchas cosas. He estado en mi casa durante la cuarentena, nunca me había sentido tan relajado de mi rutina diaria, es como si el mundo se hubiera pausado y que nuestras vidas agitadas y estresantes también nos dejaran tomar un respiro. Todos dicen que esto ya va a pasar, pero la realidad es que no se ve para cuando esto va a terminar. Hoy es un día normal de primavera, me levanté temprano y fui a caminar al parque de mi colonia, después me bañé y bajé a desayunar un cereal para irme rápido a mi clase de Diseño, esta es mi rutina diaria de la cuarentena. Luego de tener mi clase en línea empiezo a hacer la tarea, unas veces me tardo más, otras menos, aunque siempre tengo tiempo para hacer otras cosas. Al terminar mi tarea me pongo a jugar con mis amigos en línea, siempre me hace muy feliz jugar y platicar con ellos. En si la rutina ya está muy predeterminada para todo lo que dure la cuarentena. Sé que tal vez para algunos esta rutina les suene muy atareada o cansada, pero la verdad, es que prefiero mucho más este ritmo de vida que el de la vida convencional. He podido hacer cosas que antes casi no podía hacer o que nunca hacía por la falta de tiempo, como estar más tiempo con mi familia y jugar un juego de mesa o ver una película, o simplemente estar con ellos. Estas son cosas tan simples que la verdad casi no tenemos tiempo de hacer en la vida normal y que son detalles tan pequeños que es difícil creer que no nos da tiempo de hacerlos. Con esta reflexión me di cuenta que la vida está llena de cosas superfluas que nada más nos hacen daño y no nos dejan ver lo que en realidad es importante, pero ¿esto a costa de qué?, haciéndome esta pregunta llegué a la conclusión de que las cosas superfluas son a costa de la misma familia, pues como dije antes, no


nos dejan estar en paz y en lugar de pensar por los demás y por el bien de todos, los humanos nada más piensan en ellos y en cómo ellos obtienen un beneficio. Un ejemplo de esta realidad es la manera en que las compañías están obteniendo grandes beneficios a costa de todo esto, lo que nos pone a pensar ¿habrá sido esto un plan, para que nada más algunas personas y naciones se beneficien o será solo una gran coincidencia? Tal vez esto puede oírse como una teoría de conspiración muy grande, y que sería casi imposible que personas hayan organizado esto, pero piénsenlo bien, ¿cuándo el dinero no ha sido motivo de guerras y de cosas peores? El dinero es algo que el humano inventó, pero la verdad es que hay personas que no les importa la vida de los demás, si se trata de grandes sumas de dinero, entonces ahí es cuando nos podemos dar cuenta que sí, si se trata de una conspiración orquestada por multimillonarios, para llenar aún más sus bolsillos de dinero, se podría decir que el dinero es la propia enfermedad que el ser humano ha creado, pues este ha sido motivo de guerras y de conflictos de intereses gigantes, que aparte de matar a muchos, también dañan al medio ambiente. Gracias a la cuarentena y a este tiempo como de pausa y relajación, pude y creo que muchas otras personas también, ver que en realidad lo que importa en esta vida es el amor y los detalles que uno tiene con los demás, no el dinero ni las cosas superfluas, sino la simplicidad de la misma vida y el amor que uno tiene hacia el prójimo. La verdad sobre todas las cosas anteriores creo que nunca se va a saber, pero la verdad es que las personas que aprovecharon esta cuarentena para reflexionar tendrán la misma conclusión, vale más el amor que el dinero. Atte. Emilio Matsui Chapa




Querido diario:

Hace mucho que no salgo debido a la pandemia a la que nos enfrentamos, y a decir verdad, no tengo tantas ganas de salir (por el momento), porque todos los días salgo a mi patio a jugar con mi familia. También últimamente me he dado cuenta de que soy muy bueno en un videojuego, y te voy a contar algo, pero no se lo vayas a decir a nadie, ¿sí? Bueno, lo que pasa es que me invitaron a un equipo profesional de ese juego, ¡qué emoción! Con este tema de la cuarentena me he enfrentado a muchos sentimientos. Te los platico: en realidad me gustan las clases en línea, es una dinámica nueva y entretenida, pero estoy desesperado por volver a ver a mis maestros y amigos, aunque claro, no creo verlos hasta el próximo ciclo escolar. Pero ya qué, voy a tener la oportunidad de verlos en la nueva dinámica escolar de clases en Zoom. ¿Qué? ¿No sabes lo que es Zoom? Pues es como… ¿cómo te explico? ah ya, como una videollamada en WhatsApp, pero para la escuela. Lo único por lo que estoy triste, es que me tengo que levantar a las 7:00 a.m. para recibir las clases ¡Qué flojera! Por eso he sufrido últimamente, aunque ya acomodé mi horario para hacer las cosas: Me despierto a las 7:00 am. Desayuno de 7:15 a 7:45 am. Me conecto a las clases en línea a las 8:00 am. A las 9:00 am empiezo las tareas y trabajo hasta las 12:45 pm. De 1:00 pm hasta las 2:00 pm juego videojuegos. Entre 2:30 y 4:00 pm comemos mientras vemos la televisión en familia. De 4:15 a 5:00 pm leo un libro. De 5:00 a 6:00 pm juego videojuegos. Sí, otra vez. De 7:00 a 10:00 pm vemos una película en familia (solo no vemos la película si ya vimos la tele mientras comíamos.) Y me duermo a las 10:15 pm


La verdad he estado pensando en lo que la autoridad podría hacer para combatir la pandemia. Hay muchas cosas, pero estuve enfocándome en las cosas que podrían hacer para ayudar a los demás, como poner restricciones muy severas sobretodo ¡NO LLEVAR TODA UNA FAMILIA AL SUPERMERCADO! Esto le pasó ayer a mi mamá cuando fue al supermercado estaba LLENO, pero LLENO de familias enteras haciendo las compras. También les diría que sigan con la producción de alcohol, y no hablo por mí, si no por la violencia doméstica. Mira te explico: Imagina que tu papa es alcohólico (porque hay mucha gente así) y le quitas la cerveza ¿qué va a pasar? ¡Pues claro! Va a empezar a haber violencia doméstica debido a que necesita alcohol. Y últimamente los niveles de violencia han incrementado más de un 30%. Qué triste. Esas dos cosas son las cosas que, aunque no parezca, yo veo muy importantes. Hay cuatro cosas que quiero hacer cuando salga de esta cuarentena: 1: Juntarme con amigos (no necesariamente los de la escuela), 2: festejar mi cumpleaños, el de mi mamá y el de mi hermana (sí, todos cumplimos en el periodo de cuarentena), 3: salir de viaje (había planeado ir a Canadá este verano, pero no se va a poder hacer) 4:Pasear con mi familia por lugares conocidos de Nuevo León o incluso del país. Y bien, aparte de eso, estoy aprendiendo a hacer muchas cosas nuevas que no conocía, o no sabía hacer antes de la cuarentena como por ejemplo jugar Voleibol ¡Jajajaja! ¿Quién lo diría? La verdad es que soy muy bueno en ese deporte, y la mayor parte de las tardes salgo a jugar con mi mamá y los dos somos ¡buenísimos! Otra cosa en lo que me quiero hacer bueno es en cocinar galletas. De hecho, hoy (miércoles) tengo planeado cocinar galletitas con mi mamá y mi hermana y estoy muy entusiasmado, pues nunca me había dado la oportunidad de hacerlo, y para qué perder el tiempo, ¿no? También me estoy dando cuenta de que casi nunca te escribía. Per-


dón diario. Voy a dedicarte más tiempo para contarte todo lo que hago y lo que experimento, porque voy a estar en contingencia por lo menos dos meses más (según las noticias), pero ya ni modo. La verdad es que hago más cosas en la cuarentena que cuando iba a clases porque ahora tengo las tardes libres, aun así, tengo ganas de juntarme con mis amigos y familiares. Es lo que te quiero platicar, la verdad es que tengo planeado terminar la tarea e irme a construir legos. Eso es todo por hoy querido diario, básicamente es un resumen de todo lo que he estado haciendo en la cuarentena. Trataré de escribirte mañana, pero no prometo nada, pues no tengo nada planeado y te estaría contando prácticamente lo mismo. Bueno, gracias por haberme esperado y nos vemos pronto. ¡Te quiero diario! Daniel Almaguer (14 años)



DIARIO

22 de marzo de 2020 Este fin de semana sería un puente y mañana martes regresaríamos a la escuela, pero nos avisaron que las clases estaban suspendidas hasta nuevo aviso. La razón es que estábamos bajo la propagación de un virus llamado COVID-19 que se originó en China y ha venido extendiéndose por Europa y ya ha llegado a México, es más ¡a Nuevo León! Por alguna razón la suspensión de clases fue la que se llevó mi atención ¡je,je,je! 20 de marzo de 2020 Se extiende la cuarentena hasta el regreso de vacaciones de Semana Santa. ¡Una vez más lo tomé como muy buenas noticias :D! Semana del 22 al 27 de marzo de 2020 Entre trabajos domésticos comencé a darme cuenta de que extrañaba a mis compañeros, salir y ver la calle, a la gente. Esto me hizo sentir un poco triste. Al mismo tiempo los trabajos de la escuela dejaron de encargarse y me dediqué un poco a disfrutar las vacaciones. Semana del 29 de marzo al 4 de abril Definitivamente ya estoy preocupándome por la situación, no solo del Coronavirus, sino que en general no se ven muy buenas noticias por ningún lado. El encierro comienza a ser un poco más pesado, y como todo lo que se impone, hace que te den más ganas de hacer lo contrario, ¡¡¡QUIERO SALIR !!!! A lo largo de los siguientes días comencé a tomar más en serio mi salud, física y mental, sobre todo, pues mucho tiempo encerrado ya me había producido una sensación de tristeza. Comencé a ejercitarme un poco, y a comer más nutritivo. Empecé a programar en un lenguaje en la computadora y eso me hizo


sentir que estaba aprovechando más este tiempo, que por ser único había que sacarle provecho. Definitivamente, las tres cosas que voy a hacer en cuanto se levante la cuarentena, es ver a mis amigos, salir a caminar y sobre todo nadar. Espero que el presidente de México proponga medidas para evitar que esto suceda en el futuro y apoye a la gente que durante este periodo tuvo muchas dificultades, especialmente a los que tienen sus propios negocios o empresas, que les fue muy difícil no trabajar estos días.

Diego Martínez Vega (14 años)




MI CUARENTENA

Chico de 14 años

La cuarentena me ha ayudado a pensar lo que hay a mi alrededor y dejar de ver mi mundo a través de una pantalla, darme cuenta que el estar viendo el celular es solo una pérdida de tiempo y el tiempo que tenemos es limitado. Ya no creo que el perder cuatro horas de mi día viendo una pantalla sin algún propósito productivo sea algo necesario. He estado pensando que por ser aún jóvenes tenemos que aprovechar el tiempo en cosas útiles, productivas, divertidas, y en especial disfrutar los momentos que estemos con otras personas. Y al menos cuando veo el celular trato de ver cosas que me ayuden a formar mi carácter y aprender cosas nuevas. Aparte de esto he reflexionado acerca de muchas cosas como lo afortunado que soy de tener a mi alcance cosas, que no me falte nada durante estos tiempos de la cuarentena. También tengo más tiempo para estar con mi perrita y solo quedarme sentado en el patio viendo hacia el cielo y no pensar absolutamente nada… Me he dado cuenta cómo lo que pensamos afecta nuestro día a día. Puedes cambiar tu mentalidad y pensar que el tiempo que nos da esta cuarentena lo puedes invertir en hacer cosas productivas, divertidas, pasar más tiempo con tu familia y muchas más cosas. El cambiar desde adentro y no de afuera demuestra como tú, como persona empiezas a madurar y ser más responsable en vez de cambiar por las cosas de tu alrededor, por ejemplo si alguien te dijera que algo de ti no se ve bien o no está bien, y tú vas y haces lo que la persona dice en ese momento cambias por como la sociedad te ve y no como tú en verdad eres. Al hacer todo tipo de reflexiones como el simple hecho de cuando veo las estrellas en la noche lo único en lo que pienso es en lo insignificante que somos en el universo, somos un gramo de arena en un desierto, somos una gota de agua en el océano o solo un planeta entre miles de millones que hay en solo lo que podemos alcanzar a ver. Es increíble, si pusiéramos un calendario con todo lo que ha pasado en el universo, solo en los últimos segundos del último día estamos nosotros. Imagina lo insignificante que somos y aún así somos tan egoístas entre nosotros que me da a pensar en el futuro de nuestras generaciones



si seguimos siendo así, destruyendo a la única casa que tenemos, solo por dinero. Hay que pensar en la forma de cuidar a nuestro hogar en vez de hacer dinero fácil contaminándolo. Pero volvamos a la cuarentena, esta es una pequeña solución para que el planeta regrese a su forma natural y no que los mares estén llenos de basura. La cuarentena es un respiro para la tierra. Para mí y para mucha gente fue una oportunidad para quedarse en sus casas y pasar el tiempo libre que la escuela o el trabajo no les ha dado en mucho tiempo y en especial el poder ver cómo una cosa tan pequeña como un virus puede acabar con algo tan grande como nosotros.



4 de mayo de 2020

Hola de nuevo, vacío: Hace tiempo que no te visito, ni hablo contigo. Has estado vacío, ¿eh? Bueno, pues esta cuarentena a muchos les ha afectado: que el estrés por salir, que ganas de visitar lugares, que salir de fiesta… Pero yo ando muy relajado, no me ha afectado mucho esto de quedarme encerrado. Las tareas me traen ocupado y varios de mis hobbies son de quedarse en un solo lugar, ya sea jugar videojuegos, ver una serie, dibujar y leer un libro. Pero me aburrí, así, que, acudí a ti, a quien le puedo contar todo sin que me juzgues, hablar de mí sin que me taches de egoísta, y contar mis secretos y anécdotas más vergonzosas y oscuras verdades. (Música de suspenso en el fondo). Recientemente mi mamá me recomendó un libro, y este se llama El Mundo de Sofía. Trata muchos temas filosóficos, es muy interesante. De manera constante me causa intriga y a veces me plantea preguntas que no me dejan dormir: ¿Por qué la vida está en constante cambio? ¿En qué punto la vida se complica? ¿Por qué existen los mitos? Y tantas más, pero ay, ay, ay… creo que pararé por hoy. ¡No mames! Acaba de pasar lo peor: Andaba caminando con el celular en la mano, ni siquiera lo estaba viendo, mi mente divagaba y pensaba en una de las lecciones del libro de Sofía, cuando de repente, me pego en el dedo chico del pie. Se me cae el celular. A simple vista no parece dañado … quizás no le ha pasado nada. Luego me pregunto: ¿Estará bien? ¿Por qué me pregunto si está bien? y automáticamente me respondo que me lo pregunté porque es importante. ¿Y por qué es importante? ¿Será porque me comunico con mis amigos y familia por ahí? ¿O porque me divierto por ahí? Por cada respuesta aparecen cuatro preguntas, o más. Ya es tarde… mejor me voy


a tener una cita con la almohada, que no pregunta. Ay, mi querido vacío… Me acerqué a mi celular para abrir Instagram, ¡¡¡y… mi cel no encendió!!! ¡No mames, no mames, no mames!, ¿Qué voy a hacer? Ahora…. ¿qué haré? Le dije a mi mamá. Se asustó, yo más. Lo bueno es que tiene seguro. ¡Dentro de lo malo, una buena noticia: Mi celular sigue vivo… bueno, está como en un estado de coma. Puedo recibir llamadas, utilizar WhatsApp, Web, funciona la alarma… solo que la pantalla no muestra nada, ni un alma, solo un estado negro, como el cielo sin estrellas, más vacío que tú. Ahora me toca hablarle a mi papá… Él lo llevará a arreglar. Quizás sí sea cierto: los celulares están vivos, y el mío haya caído en coma, ya te había dicho… ¡Espera! ¿Entonces los celulares sienten dolor? ¿Sentirán algo? ¿Los objetos… estarán… vivos? ¿Nosotros les damos vida a los objetos al utilizarlos? Y si tú, querido vacío, también lo estás, ¿Cómo sobreviven Uds. sin ningún tipo de alimento? ¿Comes pensamientos, letras… bits, megas? No sé, pero lo descubriré en algún punto. ¡Vuelvo pronto con más hipótesis! Santiago RR (14 años)




Paula Pedraza Covarrubias (14 años) Carta para papá desde mi cuarentena Querido papá, te escribo esta carta para hablar contigo, claro que no se siente igual que el cálido sentimiento en mis entrañas cuando hablaba contigo en persona, te podrás haber dado cuenta de que te he escrito muchas otras cartas, me duele saber que no las contestas, no las contestaste y no las contestarás, yo sé que nada de esto fue tu culpa, pero sigo sintiendo ese dolor punzante y frío dentro de mí. Hoy celebramos el onceavo cumple años de Miguel, él todavía te extraña mucho, sé que actúa de maneras muy raras e incoherentes, pero es mi hermano menor y yo siempre lo voy a querer. Mamá dice que tengo habilidades muy altas para empatizar con las personas que quiero y que me rodean, creo que eso no me ha sido muy útil en mis catorce años de vida, pero aún así quería contártelo en caso de que no lo hubieras notado, me doy cuenta de que Migue intenta reprimir sus emociones con el propósito de que mi familia esté bien, por mi parte no puedo decir lo mismo desde que inició la cuarentena he llorado más de diez veces, creo que a veces pienso mucho las cosas, les doy vueltas y vueltas y vueltas hasta que algo tenga un poco de sentido. Los que me rodean creen que soy muy sensible, pero yo digo que estoy abierta a sentir más, hoy en día la sociedad les ha dicho a todos que ser sensible (tanto en hombres como en mujeres y los que no se identifican como ninguno), es una debilidad y solo se mete en tus ideas, pero mamá dice que es un superpoder, al principio tendrás problemas y te causan otros problemas, pero si aprendes a controlarlo puedes salvar vidas. No te digo que yo soy un superhéroe aún, pero un día lo seré. Hace relativamente poco tiempo se esparció un virus, desafortunadamente llegó a México y desde entonces creo que la vida de


todos se echó patas arriba, todos tienen que quedarse en sus casas ya que contagiarse y esparcir el virus no es una opción que el país pueda tomar, pero los casos de violencia familiar se están intensificando a través del país, por otra parte los animales están saliendo, la contaminación está bajando y la capa de ozono se está recuperando de años de desgaste, es increíble como si el mundo y las personas paran, la vida, como fue sigue. Me parece que a ti nunca te tocó algo así, pero la parte de mí que quiere creer en el cielo y los espíritus, cree que tú lo estás viviendo a través de nosotros, mamá dice que tú vives a través de nuestros ojos, y que no puedes ver bien si lloramos, entonces intento mantener mis ojos abiertos para poder vivir lo que no pudiste y dar los abrazos que no pudiste, dar las gracias que no diste, amar a las personas que no conociste. Creo que todo lo que nos pasó me ha convertido en quien soy, claro que con doce años en realidad no tienes muchos gustos o una personalidad completa fuera de lo común, pero ahora soy una persona diferente de cuando tú estabas y en realidad espero con todo mi corazón que puedas ver cómo he crecido con tu ayuda, porque no nos olvidamos de ti, te lo juro, pero ahora cada vez que mamá, mi hermana o mi hermano salen por un rato de la casa, recuerdo lo último que les dije, porque contigo no sé muy bien qué fue lo que salió mal, recuerda que te extraño todos los días de esta cuarentena interminable y me parte el corazón no poder abrazarte. Te amo, Paula




RUTINAS DE MI CUARENTENA

Diego Sánchez Ochoa (14 años)

Mi cuarentena la estoy pasando muy bien porque he jugando con mi familia juegos de mesa y estamos conviviendo más. También hago tareas y juego con amigos en línea. Ya quiero volver a la escuela, para ver a mis maestros y a mis amigos. Ya quiero hacer planes con amigos para juntarnos y hacer pijamadas, ir a la alberca, hacer carne asada, y muchas cosas más. ¡Ya quiero que se acabe esto! Mi día empieza con las clases en Zoom a las 8:00 de la mañana, terminando me voy a desayunar con toda mi familia, platicamos y después de todo esto me pongo hacer las tareas de un día y del otro día… me tardo aproximadamente una hora y cuando acabo le marco a mi mejor amigo Marcelo Zapata, para preguntarle si quiere jugar videojuegos y si dice que sí, estamos como dos horas jugando, ya cuando pasan esas dos horas me voy a merendar, me voy arriba con un postre para ver YouTube o Netflix. A la 1:30 me voy a comer, obvio con mi familia, platicamos, jugamos, bromeamos, etcétera y terminamos como a las 2:15 y ya todos nos ponemos a trabajar. Mi hermana y yo vamos para abrir los correos y entregar las tareas para que si nos ponen algo que nos falte, tener tiempo para hacerlo. Ya casi finalizando el día me voy a la cochera y me meto a la alberca, me quedo como 30 minutos, ya cuando pasan los 30 minutos me voy adentro a jugar con mi perrita Coco y me quedo con ella como 15 minutos. Cuando es de noche, les pregunto a mis papás si quieren jugar a un juego familiar y a veces dicen que sí, y jugamos, pero casi no duramos ni dos horas, porque terminamos peleados, o ya es tarde y debemos de ir a dormir porque tenemos clases en las mañanas, aunque yo me tardo en dormir. Si me dicen mis papás que me duerma a las 10:00 yo me duermo como a las 11:00. Al día siguiente vuelvo a hacer toda mi rutina desde cero…



Querido Coronavirus: Buenos días, tardes o noches, ¿cómo te está yendo?, ¿sigues allá afuera mientras que pocos podemos salir de nuestra casa?, ¿sigues tratando de escapar de persona en persona?, ¿te sigues multiplicando? Yo dudo que recibas muchas cartas, pero yo decidÍ hacerte esta pequeña carta para decirte que realmente no sé si eres algo bueno o malo, no sé si eres un asesino, o un creador de unidad, no sé si eres algo negativo que nos mantiene encerrados y privándonos de salir a convivir o algo positivo que hizo que socializáramos más con la familia, que me ayuda a lograr mis pequeños objetivos y metas y a crear más. ¿Viniste para hacer mal y creaste bien o viniste para crear bien pero el mal venía detrás? Entiendo que muchos me tomaran de loca por decir que no sé si eres bueno o malo, pero yo no puedo decidir porque veo en la televisión a personas sufriendo por tu culpa, pero también veo una nueva comunidad que está disfrutando de las cosas pequeñas dentro de su hogar, como jugar o hablar largas horas con su familia, extrañar a sus amigos, ver por la ventana y sentir que debimos valorar más el poder sentirnos con libertad o al contrario disfrutar el estar en nuestro hogar. En estos días he estado disfrutando de mi familia y de mi hogar, aquella que no valoraba pero que ahora la siento como una protección para ti. Lo que estás haciendo está mal, pero nadie te puede culpar, tú solo estás tratando de sobrevivir, pero lo que estás creando nos está ayudando a apreciar las pequeñas cosas de la vida. Espero no ser la única que piense de este modo, porque me gusta ver las cosas buenas de lo malo, de este modo no me siento encerrada y sin libertad, como animal enjaulado. Estoy tratando de ver tu lado positivo porque nadie es totalmente bueno, así que, espero que no sigues lastimando personas, y gracias por ayudarnos a volver a ser humanos. Fernanda Iglesias (14 años)



UNA PIEZA DE MI ROMPECABEZAS

Iván Murga Cavazos (14 años)

20 de abril del 2020 Otro día igual que los anteriores, me despierto a las 8:00 am y entro a mi clase con ganas de seguir dormido en la cama. Soy el único activo en la casa hasta que termina mi clase y mi mamá baja. Nos hace de desayunar y posteriormente continúo haciendo tareas hasta las 2 pm. Casi siempre después de comer yo intento hacer algo divertido, pero siempre es lo mismo, no es divertido, pero me relajo así, después de comer sigo armando mi rompecabezas. Tiempo después me canso y comienzo a leer mis libros, hasta volver a cansarme. Llegan las 5:30 pm y comienzo a prepararme para mi entrenamiento. Salgo al inmenso patio que tengo, aunque nunca lo aprovecho. Comienza mi clase a las 6 pm y veo a todos mis compañeros de fútbol. El maestro nos da indicaciones y hacemos el ejercicio. Al terminar el trabajo me siento genial, pero veo la hora y veo que ya no hay tiempo para hacer algo más, me tomo una ducha y continúo armando mi rompecabezas hasta que mi mamá me dice que está lista la cena. Después de cenar yo no acostumbro a hacer nada más que ver la tele y esperar a que me dé sueño para poder dormir. Otro día igual al que siempre. 23 de abril del 2020 Me levanto emocionado y con una sonrisa en la cara. En la mañana hago mis tareas y mi mamá me avisa que ya está la comida. A las 7 pm comienza el NFL Draft, siento que van a ser los mejores tres días de la cuarentena, las horas pasan demasiado lento, pero gracias a eso puedo ver todos los rumores de lo que


va a suceder. Todo el día llevo platicando con mi amigo acerca de qué jugadores podrán seleccionar los Dallas Cowboys, y ya me entraron los nervios. Ya me estoy imaginando el equipo que van a tener los Cowboys, por fin podremos volver a ganar un superbowl. Le cuento todo lo que sucede a mi familia, aunque no entiendan acerca del fútbol americano y aunque no les interese. Está a punto de comenzar, demasiada emoción tengo dentro de mí. Pasan las primeras selecciones y todavía falta para que Cowboys seleccione. Ya por fin es el turno y seleccionan al jugador que yo quería, estoy demasiado feliz y lo bueno es que tienen incluso más selecciones, aunque son mañana, pero, mejor para mí ya que no tendré un día igual al de siempre. Bajo a cenar, pero enciendo mi celular y pongo el Draft ahí porque no quiero perdérmelo. Al parecer a nadie le importaba el Draft en mi familia es por eso por lo que me puse mis audífonos mientras cenaba. Termino de cenar y subo corriendo a ver cómo termina el primer día del draft, mi amigo y yo tenemos las expectativas muy en alto del día de mañana, hay demasiados rumores y eso me encanta porque me hace ilusionarme con lo que sucederá. 24 de abril del 2020 Otra vez me despierto temprano, ya me cansé de las clases porque casi nunca tengo dudas sobre el trabajo, así que para qué entro, si la clase es para responder dudas, pero pues mi mamá me obliga ya que dice que no importa, que eso perjudica mi calificación. Ya no tengo tareas. ya que las acabé los días anteriores, por fin tengo un día libre, algo malo es que no sé qué hacer, pero pues decidí ver mi celular y relajarme. No me acordaba que hoy era el segundo día del NFL Draft, intenté buscar el horario y creo que es a las 5 pm. Sigo igual de nervioso que ayer y comienzo a ver los rumores en mi celular, está repleto de ellos ¿qué jugadores tomará Cowboys en esta segunda y tercera ronda? Termino de comer y comienzo a ver una serie con mi mamá, la verdad me agradó la serie, pero son las 5 y ya va a empezar. ¡Solo me puede suceder a mí, no puede ser! Me equivoqué de hora creí que era la


hora del centro y era la hora del este, tendré que esperar otra hora para que por fin comience el segundo día del Draft. La segunda selección del Draft de Cowboys me encantó, de hecho era otro jugador que quería. La tercera selección sinceramente no me la esperaba, pero me gustó al final porque es un buen jugador. Este día de Draft sí duró mucho más que el de ayer, porque son más selecciones, fácil me la pasé más de 5 horas viendo la televisión y no había visto la televisión tanto tiempo desde hace mucho. Mañana será el tercer día del Draft y va a ser mucho más largo que el de estos dos días anteriores así que mejor para mí. 25 de abril del 2020 Me despierto por fin a la hora que yo quiero y ahora no soy el primero en despertarme, soy el segundo, sé que no es un gran cambio, pero algo es algo. Desayuno barbacoa, ya tocaba algo delicioso y yo acostumbro hacer la mayoría de tarea el fin de semana ya que la envían la tarea de toda la semana desde el viernes. Acabo la tarea de los primeros dos días y me pongo a leer. Mi familia habla mucho del coronavirus pero la verdad, a mí no me gusta hablar de eso y no es porque sea algo peligroso, sino que a veces hasta que no paren de hablar de un tema… así que yo nunca leo las notas que me enviaron sobre el tema. De hecho, no sé cuántos contagiados hay en mi país, pero bueno, otra vez estoy emocionado con el NFL Draft, sí, es el último día y qué mal que ya volveré a mi rutina nada interesante del día. Hoy comí pizza, estaba deliciosa porque venía con champiñones, me encantan. Ahora el Draft comenzó a las 2 pm y lo comencé a ver. Las selecciones que hizo Cowboys no me gustaron, me encantaron, solo la última selección sí me da bastante duda, aunque eso no es todo sobre el Draft porque después hay incluso más locura, todavía se pueden agarrar jugadores que sean agentes libres. Muchos no entenderán mis referencias de fútbol americano, pero pues es que así se dicen. Mañana es domingo, eso creo, ya ni sé que día de la semana es. Mañana espero otro buen día.



Hola soy Ivanna Martínez con 15 años y así vivo la cuarentena. Desde que empezó la cuarentena he tenido muchas preguntas y pensamientos. Para mí la cuarentena es un infierno, no puedes hacer nada y hasta te puede llevar a hacer cosas locas.


AMOR EN CUARENTENA Remigio Pantaleón Esto está siendo una antología de tristes poemas por un poeta que usa seudónimo para evitarse preguntas. Y cada quien los entiende diferente, cada quien a su modo. Algunos al leerlos, se ponen tristes, yo me siento más solo. Como bloqueo de escritor me caen estos días. Quiero escribir de amor y no te veo, amor mío. La vida me tiene castigado y no me permite verte, me dejó en mi cuarto encerrado y solo me queda pensarte. Miro tus fotos, una y otra vez. No sabía que, sin conocerte, en tu rostro veo tantos detalles. Conté tus pecas y perdí la cuenta; me perdí en tus ojos adrede. Miré tus labios hasta saber la diferencia entre color rojo y color cobre.


IMPOSTOR Remigio Pantaleón

Yo no sé de amor ¡Dios mío! Tengo dieciséis años y digo quererte dar mi amor ¡No soy más que un impostor! Un impostor que da por ti la vida entera, que te tiene entre las razones para no matarse en esta cuarentena. Un impostor y tú: mi verdad. Yo poeta y tú poema. Tú dueña y yo de tu propiedad. Yo en cuarentena; tú eres libertad.


Coordinación editorial: Nora Obregón (Colegio Formus) Diseño y edición: Virginie Kastel Relatos de la cuarentena escritos por los adolescentes Primera edición, 2020 © 2020, los autores © 2020, Tresnubes SAPI de CV © 2020, Universidad Autónoma de Nuevo León UANL Rogelio G. Garza Rivera Rector Santos Guzmán López Secretario General Celso José Garza Acuña Secretario de Extensión y Cultura Antonio Ramos Revillas Director de Editorial Universitaria Padre Mier No. 909 poniente, esquina con Vallarta Centro, Monterrey, Nuevo León, México, C.P 64000 http://editorialuniversitaria.uanl.mx/ editorial.uanl@uanl.mx TRESNUBES EDICIONES Reforma 427, San Pedro Garza García, C.P 62400 https://www.kichink.com/stores/tresnubes tresnubesediciones@gmail.com



Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.