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Talleres deportivos como fuente de cohesión social? Un acercamiento a los Centros Impulso Social Manuel Saúl Reyna Macías

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¿Talleres deportivos como fuente de cohesión social? Un acercamiento a los Centros Impulso Social

Manuel Saúl Reyna Macías 11

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Resumen

Uno de los objetivos principales del programa Centros Impulso Social (CIS) es incidir en la cohesión social. Este trabajo se enfoca principalmente en el análisis de las actividades deportivas ofrecidas por los CIS y cómo influyen en ésta. Para ello, se aborda de manera general el concepto de cohesión social y la relación que tiene con el deporte en términos teóricos, para después analizar, desde lo observado en trabajo de campo, cómo se desarrollan los talleres deportivos en los CIS de siete municipios del Estado de Guanajuato.

Introducción

Este trabajo en el resultado del proyecto de servicio social profesional ¿Talleres deportivos como fuente de cohesión social? Un acercamiento a los Centros Impulso Social 12 , el cual formó parte de la evaluación de siete Centros Impulso Social de la Secretaría de Desarrollo Social, del Estado de Guanajuato. Este programa tiene como objetivo incidir en la cohesión social de las Zonas de Atención Prioritarias (ZAP) identificadas a lo largo del Estado de Guanajuato.

Se discute brevemente el concepto de cohesión social y la relación que éste tiene con el concepto sociológico de deporte, para pasar posteriormente a hablar de lo visto en el trabajo de campo realizado en los Centros de Celaya, Cortázar, Dolores Hidalgo, León, San Felipe, Silao y Uriangato, siete municipios del Estado de Guanajuato y la forma en la que los talleres deportivos están funcionando, así como la práctica de actividades deportivas fuera de los Centros.

11 Egresado de la licenciatura de sociología en la Universidad de Guanajuato. Correo: saulreyma@gmail.com. 12 Este trabajo se realizó como parte del SSP en el marco del proyecto Cohesión Social y Desarrollo Comunitario.

Propuesta de evaluación del Programa Centros de Impulso Social para el Desarrollo Comunitario Integral de la

SEDESHU, periodo 2012 -2016, cuyo responsable técnico fue la Dra. Carmen Rosa Rea Campos, Profesora de tiempo completo del Departamento de Gestión Pública y Desarrollo de la División de Ciencias Sociales y

Humanidades de la Universidad de Guanajuato, Campus León. El proyecto fue financiado por la Secretaría de Innovación Científica y Educación Superior (SICES) y demandado por de la Secretaría de Desarrollo

Social y Humano (SEDESHU). El autor del presente artículo participó en el mencionado proyecto como becario de investigación.

Contexto y antecedentes del programa de los Centros Impulso Social.

El programa de los Centros Impulso Social (CIS) fue creado y promovido por la Secretaría de Desarrollo Social y Humano (SEDESHU) del Estado de Guanajuato en 2013. Dicho programa tiene sus antecedentes en otras políticas sociales como el Fondo para el Desarrollo Popular (FIDEPO), en 1998, y FIDEPO para Zonas Urbanas Marginadas (ZUMAR) generado en 2006. El discurso presentado en los documentos institucionales propone al programa CIS como una forma de incidir en las llamadas Zonas de Atención Prioritaria (ZAP) de los diferentes municipios del Estado de Guanajuato, por medio de impartición de talleres de capacitación, la generación de redes de participación ciudadana y la asesoría de los Centros Impulso Social en cuestiones de gestión comunitaria por parte de los vecinos de las colonias meta del programa. Lo cual responde a lo establecido por el Plan Nacional de Desarrollo sobre la integración de la personas y familias en situación de vulnerabilidad, a través de una visión que tenga presente un desarrollo local y formas alternativas de ocupación para generar ingresos (Landázuri Benítez, 2008).

Las llamadas Zonas de Atención Prioritaria son espacios con alto grado de marginalidad en su población, categorizadas como áreas donde existen altos índices de pobreza y de inseguridad. En el caso del Estado de Guanajuato, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reportó que para 2014 el incremento de la percepción de la violencia en el Estado había aumentado de 54% a 64.8% en la población mayor de 18 años. De las actividades delictivas, las cinco más percibidas fueron el consumo de alcohol en la vía pública, los asaltos y robos, el consumo de drogas, el pandillerismo y la venta de drogas. Por otro lado, a nivel estatal los niveles de prevalencia en Guanajuato pasaron de 21,000 personas que reinciden en cometer algún delito a 31,569 en el Estado 13 .

Tal incremento se refleja a su vez en las precauciones que la población de los municipios de Guanajuato tiene sobre sus acciones. En la Encuesta Nacional de Cohesión Social para la Prevención de la Violencia y la Delincuencia (ECOPRED) realizada por la INEGI en 2014, las principales medidas preventivas tomadas por la población del Estado son el cese de permisos de salida a menores de edad, la disminución en las salidas nocturnas y evitar el uso de joyería.

Por otra parte, el Consejo Nacional de la Población (CONAPO), en su conteo del 2010, indica que el 25% de la población del Estado de Guanajuato se encuentra en condiciones de marginación. Esta condición se refleja en aspectos como la escolaridad, en la cual el

24% de la población mayor de 15 años en el Estado no tiene la primaria completa; en las condiciones de vivienda, pues el 15% de la población en el Estado carece de servicios de drenaje, agua potable o luz eléctrica; o en las condiciones salariales, dado que el 39.22% de la población económicamente activa (PEA) ocupada 14 sobrevive solamente con un ingreso de dos salarios mínimos al día o menos, lo que equivale a menos de 5,000 pesos mensuales.

Según los datos del INEGI, en 2011 el número de personas promedio por hogar en Guanajuato era de 4.3 personas, siendo el segundo Estado con mayor escala en este dato, sólo después de Chiapas. Es necesario mencionar que el número promedio de personas por hogar en realidad dice muy poco. Si bien, este es el dato duro ofrecido por el INEGI, la información obtenida por la propuesta de evaluación de los Centros Impulso Social (Rea Campos, Mosqueda, Cebada & Rocha, 2017), logró encontrar en la mayoría de los casos que el número de habitantes en un hogar excede por mucho a las 4.5 personas.

Esto resulta relevante y alarmante si se considera que el 41% de la población del Estado de Guanajuato es considera como Población Económicamente Activa (PEA)

14 Se aclara que la Población económicamente activa en realidad es un rango de edad que va desde 15 años hasta los 65 en México y ésta se puede dividir en ocupada o desocupada. (Secretaría de Trabajo y Prevención Social, 2017), entonces existe una alta probabilidad de que las personas de la PEA ocupada sean responsables de sostener la economía de un hogar. Al cruzar esta información con el dato ofrecido arriba, el salario que perciben los hogares puede quedarse muy corto ante la cantidad de personas que residen en una vivienda

Estos son algunos de los datos sobre las condiciones de vida de la población del Estado de Guanajuato que, a su vez, está inmersa en un ambiente de creciente violencia e inseguridad. Si bien el trabajo se realizó en siete de los municipios del Estado y cada uno responde a un contexto social diferente, revisar cada uno de estos aspectos de forma individual sería una tarea muy grande que escapa del aspecto general del este trabajo, además, hay que mencionar que algunos de estos datos muchas veces no son llevados hasta un nivel municipal.

Talleres deportivos y ¿cohesión social? Dentro de las actividades ofrecidas por los Centros Impulso Social se encuentran cursos de capacitación en oficios, clases artísticas, becas de empleo temporal, asesorías para la gestión comunitaria de redes vecinales y talleres deportivos, entre otras. Ya que uno de los objetivos principales del programa CIS es incidir en la cohesión social, este trabajo, como su título lo dice,

se enfoca principalmente en el análisis de las actividades deportivas ofrecidas por los CIS y cómo influyen en aquélla. ¿Qué se entiende por cohesión social? El término de cohesión social es introducido a la sociología por el pensador francés Emile Durkheim. El concepto hace referencia a las relaciones interpersonales que existen entre los miembros de un determinado grupo social. Estas relaciones están regidas por una carga de valores compartidos y un pensamiento moral que rige las acciones de los individuos. Así, a través de una fuerte conciencia colectiva y un sentido de pertenencia al grupo se, logra sostener y reproducir la base de su convivencia (Timasheff, 2003, Mora Salas 2015).

Para Durkheim (1995), la religión y los rituales son factores importantes para mantener las relaciones sociales en las sociedades antiguas, pues a través de éstas se reproducía el sistema de creencias que daba la base para sostener el orden social establecido. Sin embargo, para Durkheim, en lo que él llama sociedades modernas 15

comienza a perder relevancia como institución clave para el desarrollo y la reproducción del pensamiento colectivo. Lo anterior, debido a procesos como la industrialización, la urbanización y la creciente

15 Este término es usado en la terminología sociológica para distinguir a un tipo de sociedad contemporánea que comienza a surgir en el siglo XIX por procesos políticos como la revolución francesa y de industrialización. especialización en las áreas laborales. Por ello propone poner atención al surgimiento de nuevos fenómenos sociales capaces de lograr una efervescencia grupal, que permita generar una conciencia colectiva en los grupos sociales y reproducir los valores que rigen en una sociedad determinada. Tomando esto en cuenta, Elías y Dunning (2014) sugieren el deporte como una de esas nuevas formas.

Desde algunas de las perspectivas más pedagógicas (Denis, 1980, Cigagal, 1983, Arriba Cubero, 2004) el deporte es considerado como una forma de ocio “productivo”. No sólo es un juego en el que las personas pasan su tiempo libre, sino que se convierte una forma de enseñar salud, higiene, competencia, valores y formas de actuar que son socialmente aceptadas y que preparan a los niños y jóvenes para la vida en sociedad (Barbero González, 1994).

Por otra parte, desde una postura sociológica como las de Elías y Dunning, esta visión del deporte no se aleja de lo anteriormente dicho. Para estos autores el deporte representa un escape a la cotidianidad y a la rutinización que se genera a partir de ésta. Es un pasatiempo capaz de generar emociones agradables en una forma socialmente limitada y controlada (Dunning, 2014). En otras palabras, la práctica de un deporte es una forma socialmente controlada, encaminada a la construcción de una persona

que responda a la moral establecida, de forma que esté sometida a las estructuras sociales y valores establecidos por la sociedad (Malgalhaes Brito, Ventura de Morais & Velho Barreto, 2012).

Desde este punto de vista es posible pensar que en un programa que pretenda atender a las ZAP con alto grado de marginación y violencia por medio de la cohesión social, como el programa CIS, tenga en cuenta la impartición de talleres deportivos. Dentro de los talleres deportivos que son llevados a cabo en los Centros Impulso se encuentran clases de fútbol, básquetbol vóleibol, tae kwon do y karate. Estas actividades son ofrecidas para niños y jóvenes menores de 15 años a precios relativamente bajos por clase, con la idea de que tengan un lugar de entretenimiento alejado de las calles y del ambiente en el cual está sumergida su colonia.

Tabla. 1. Número de personas que asisten a los CIS según la actividad ofrecida.

No sabe/ no responde Actividades recreativas

Actividades formativas

Actividades deportivas Cursos o talleres de capacitación Frecuencia

35

52

25

5

127

Atención Servicios 14

Becas 3

Despensa y apoyos 3

Acciones de impacto 7

Otros 46

Fuente: Fuente: Elaboración propia con los datos de Rea Campos, Mosqueda, Cebada & Rocha, 2017. Cohesión Social y Desarrollo Comunitario. Propuesta de evaluación del Programa Centros de Impulso Social para el Desarrollo Comunitario Integral de la SEDESHU, periodo 2012 -2016.

Las actividades de los CIS

Es necesario mencionar que no siempre se ofrecen estas actividades en los CIS. A partir del trabajo de campo realizado en los CIS de Celaya, Cortázar, Dolores Hidalgo, León, San Felipe, Silao y Uriangato (Rea Campos, Mosqueda, Cebada & Rocha, 2017), se pudo observar que muchos de estos Centros no cuentan con las instalaciones adecuadas, ni espacios para impartir las clases deportivas. Por otra parte, dentro de las encuestas levantadas en el proyecto de evaluación (Rea Campos & Rocha, 2016), de la población que dice ir a las actividades ofrecidas por los diferentes CIS sólo el 1.6% de estas personas dicen asistir a una actividad deportiva (Tabla. 1). Esto se debe en parte porque las encuestas levantadas tomaban en cuenta una retrospectiva de cinco años, tiempo que lleva operando el programa CIS, por tanto, no podían ser aplicadas con tanta facilidad a la población a la que están destinados los talleres deportivos. Aunque, si se observa la Gráfica 1 de las actividades con más asistencia, resalta la zumba.

Fuente: Elaboración propia con los datos de Rea Campos, Mosqueda, Cebada & Rocha, 2017. Cohesión Social y Desarrollo Comunitario. Propuesta de evaluación del Programa Centros de Impulso Social para el Desarrollo Comunitario Integral de la SEDESHU, periodo 2012 -2016.

Entonces, si la zumba es la actividad que reporta más asistencia, ¿por qué el número de personas que asisten a actividades deportivas es tan bajo? Esto tiene que ver con la construcción del concepto sociológico del deporte propuesto por Nobert Elías. Para este autor la característica fundamental del deporte consiste en una visión de competencia y en una idea de profesionalismo y especialización de la actividad que se está realizando, de

manera que las personas que asisten a las clases de zumba lo hacen de una manera recreativa, en forma más lúdica y con una visión de mantenimiento de la salud. Es por lo que, dentro de este trabajo no se considera a la zumba como un deporte. Lo cual no quiere decir que esta actividad no sea relevante; desde una perspectiva como la de Barbero Gonzáles (1994), la zumba y su alto grado de participación responde a una forma particular de tratamiento y construcción del cuerpo, sin embargo, este no es el tema central del trabajo.

Regresando a las actividades deportivas, el deporte más ofrecido en los CIS es el fútbol, pues se ofrece en tres de los siete centros visitados, Dolores Hidalgo, San Felipe, Cortázar, seguido por las artes marciales (karate y tae kwon do), el resto se presenta de manera intermitente o no se presenta, como el caso del CIS Presitas, en León, pues los Centros son muy pequeños, no tienen instalaciones o les faltan instructores.

Además, como ya se ha mencionado, estas actividades van dirigidas a una población menor de 15 años. Según las entrevistas realizadas a entrenadores de fútbol esto representa un problema, pues muchas veces hay jóvenes que ya tienen tiempo dentro de un proyecto de entrenamientos y siendo parte del equipo, pero cuando llegan a la edad límite de participar en la actividad, son cesados para dar prioridad a los menores.

También es necesario resaltar que en muchos de los Centros Impulso Social no hay comunicación entre los encargados de las actividades deportivas que existen dentro de un mismo CIS. En las entrevistas realizadas, cuando se preguntaba sobre el conocimiento de las otras actividades deportivas ofrecidas por el Centro, los entrenadores no sabían que existieran otras, o simplemente se enfocaban a sus entrenamientos. Esto no sólo da cuenta de una desvinculación entre los diferentes responsables de las actividades deportivas, sino también de la mala dirección de parte del área administrativa de los CIS.

Las mismas entrevistas revelaron cómo los Centros Impulso se encargan de apropiarse de proyectos de los entrenadores para incrementar las cifras de su número de actividades, debido a que los entrenadores no son contratados por los CIS, sino que son invitados a participar en ellos. De manera que muchas veces los entrenadores son jóvenes con la intención de apoyar a la comunidad a través del deporte.

Sin embargo, a pesar de las buenas intenciones de estos entrenadores, la realidad es que ellos solos se encargan de gestionar recursos y organizar los eventos deportivos como torneos en los que convocan a equipos de la colonia. La excepción

es el CIS de Dolores Hidalgo, donde la entrenadora resulta ser una mujer mayor que fue invitada por el Centro Impulso a realizar sus entrenamientos en ese lugar, pues la cancha donde entrenaban los niños estaba rodeada de las pandillas de la colonia. A diferencia de los otros CIS, el Centro en Dolores Hidalgo sí se encarga de proveer de recursos a la entrenadora para mejorar la calidad del proyecto, recursos que van desde conseguir material, hasta pagar viáticos (transporte y arbitraje) para que los niños jueguen en torneos.

Desde otro punto de vista, los entrenadores consideran que el deporte es una forma de alejar a los jóvenes y niños de las adicciones y los problemas que residen en sus colonias. Incluso hay ejemplos de jóvenes que, después de haberse juntado con grupos delictivos, se integraron a los entrenamientos y han concluido una carrera universitaria; o frases como “es para que los niños tengan algo que hacer”.

Si se contrasta lo revelado en las entrevistas con los postulados antes mencionados de la cohesión social, se puede observar una visión generalizada del deporte como una forma de pasar el tiempo, un ocio socialmente aceptado, capaz de mantener a los jóvenes y niños que lo practican en el camino de los valores morales de la sociedad actual en la que viven.

Es a través de la práctica deportiva que las personas, en este caso los jóvenes y niños de las colonias, son capaces de insertarse en un contexto pleno para un desarrollo social; sin embargo, el tener esta visión acerca del deporte no es garantía de que vaya a funcionar así como se espera. Es decir, lo que revelan las entrevistas no demuestra que el deporte sea un factor que influya en la cohesión social, sino la visión de las posibilidades de éste en incidir en ella.

Fuente: Elaboración propia con los datos de Rea Campos, Mosqueda, Cebada & Rocha, 2017.

Cohesión Social y Desarrollo Comunitario. Propuesta de evaluación del Programa Centros de

Impulso Social para el Desarrollo Comunitario Integral de la SEDESHU, periodo 2012 -2016.

El deporte en el barrio

Más allá de los talleres deportivos, existe otro tipo de deporte: el de los barrios, que se organiza por los propios vecinos o que simplemente se presenta al momento de tener un lugar de reunión, como unas canchas comunitarias o, muchas veces, en la misma calle.

Durante el trabajo de campo se encontró que este tipo de deporte tiene más influencia en la población, y puede ir desde carreras de atletismo o ciclismo realizadas en el marco de actividades religiosas, principalmente el 12 de diciembre, día de la virgen de Guadalupe, hasta la organización de los vecinos en equipos de fútbol o béisbol, para un torneo de la colonia o la liga municipal. Este dato lo deja ver la Gráfica. 2, en la que se muestra la existencia de equipos u organizaciones deportivas. Como se puede observar, es un número considerablemente bajo aquellos que respondieron que sí, en especial si se les compara con la Gráfica. 3, que no sólo toma en cuenta la existencia de los equipos u organizaciones deportivos, sino la participación de la gente en los mismos.

Fuente: Elaboración propia con los datos de Rea Campos, Mosqueda, Cebada & Rocha, 2017. Cohesión Social y Desarrollo Comunitario. Propuesta de evaluación del Programa Centros de Impulso Social para el Desarrollo Comunitario Integral de la SEDESHU, periodo 2012 -2016.

Pero hay que tomar en cuenta que el deporte actualmente compite con otras formas de ocio como lo son el uso de las redes sociales, la televisión, o los videojuegos, entre otras, pues, como lo revela la encuesta nacional sobre el uso del tiempo libre del INEGI (2015), en el Estado de Guanajuato sólo el 34% de la población mayor de 12 años dedica

parte de su tiempo libre a alguna actividad deportiva. Por otro lado, también hay que recordar que gran parte de la población del Estado se encuentra en edad productiva y trabajando, lo que reduce considerablemente la oportunidad de tener tiempo para realizar algún deporte.

Esto no quiere decir que existe poca o mucha relación entre las actividades deportivas, sino la popularidad que está teniendo el deporte como una forma de ocio o que existen limitaciones para que las personas se involucren en una actividad, cuestión que abre temáticas para investigaciones más grandes y profundas. Sin embargo, lo que sí ha dejado ver el trabajo de campo es una pequeña chispa de la visión que tienen las personas, padres, madres, jóvenes, entrenadores de los beneficios que tiene el deporte dentro de las vida social, desde el punto de la preparación de los niños hacia momentos posteriores de su desarrollo, los valores que pudieran ser inculcados en estos o los beneficios a la salud que pudieran tener, que, dejando de lado las cuestiones y efectos biológicos, están ligados a la construcción social del cuerpo; en este sentido la zumba como actividad físico-lúdica es un buen ejemplo de ello.

Conclusiones

A lo largo del texto no se ha demostrado la existencia de una clara relación entre la cohesión social y las prácticas deportivas. Si bien se ha hablado de la visión que se tiene del deporte como un factor capaz de incidir en diferentes niveles de la cohesión social a través de indicadores, como la visión de inserción y preparación de quienes lo practican en la vida social, la forma de ocio socialmente aceptada o una forma de incrementar y facilitar las formas de interacción de las personas en su día a día, la evidencia empírica conseguida no revela una fuerte relación.

En este punto surgen varias preguntas: ¿en realidad existe una relación entre la cohesión social y las prácticas deportivas? ¿De existir, en qué contexto pudiera surgir? o ¿cuáles son los factores que permiten o afectan dicha relación? Sin embargo, estas preguntas aún están en un ámbito general y abren la puerta a investigaciones más profundas y de otro tipo.

Lo que sí podemos rescatar es la visión esperanzadora que tienen del deporte las personas con las que se habló a lo largo del proyecto. No sólo entrenadores, sino vecinos o trabajadores de los CIS ven en las prácticas deportivas todas las cualidades mencionadas a lo largo del texto y que pudieran ser factores en la cohesión social.

Desde un punto de vista sociológico resulta relevante esta visión, pues si bien a lo largo del texto no se mostró la evidencia que sustente la relación deporte-cohesión social, entonces es necesario abordar y cuestionar el dónde y el por qué surge esta concepción y decir que ésta también se debe a un proceso social, el cual es necesario seguir abordando. Pues el deporte es un fenómeno social que está ahí desde los torneos mundiales profesionales hasta nuestra cotidianidad y cuya percepción responde a una sociedad determinada y, sin embargo ¿qué papel está cumpliendo?

Es posible reflexionar a través de las posturas teóricas como las de Durkheim, Elías y Dunning, pues si bien es cierto que este trabajo no ha encontrado las evidencias que indiquen una estrecha relación, sí muestra cómo el deporte es concebido por miembros de la comunidad como un factor que aleja a los jóvenes de vicios y los prepara para ciertos momentos de una vida futura. No cabe duda de que estos elementos responden a una serie de valores establecidos y predominantes de la conciencia colectiva de las colonias en las que se trabajó.

Por otra parte, desde el punto de vista de la política social, se pudo observar que los talleres deportivos no están teniendo el impacto esperado. Esto no quiere decir que se niegue su funcionamiento, sino que, para la visión de este trabajo, resulta demasiado difícil discutir sobre los resultados cuando en algunos CIS lo proyectos se encuentra recientes o en algunos inexistentes. Tampoco se intenta hacer referencia a que el programa en general no está funcionando, pues el presente escrito se enfoca solamente al ámbito deportivo.

Lo que sí se puede afirmar es que los CIS están planeados para ser espacios de convivencia que abren las posibilidades de que las personas que viven en las colonias meta o asisten a sus actividades encuentren sitios de esparcimiento para generar o incrementar sus vínculos sociales, morales y afectivos. De manera que, en términos teóricos, se pueda consolidar una comunidad entre los vecinos a partir de vínculos cada vez más duraderos, pero desde nuestra visión sería una posibilidad a largo plazo.

Referencias

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Páginas consultadas

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