PLANTAS QUE NOS CUIDAN
Llantén y Castaño de Indias
usos y propiedades
La cosmética natural busca constantemente en las fuentes que ofrece la Naturaleza para elaborar productos de gran calidad y eficacia. La palabra FITO deriva del griego PHYTOS y significa PLANTA. La Fitocosmética incluye todos aquellos ingredientes naturales derivados de plantas medicinales y de otros vegetales que puedan ser empleados para el tratamiento cosmético de la piel. Abarca el uso desde la planta seca o los aceites esenciales, hasta los extractos vegetales. Para empezar con la lista de plantas fitocosméticas, en este número he escogido el llantén mayor por su sencillez y, a la vez, por su grandes cualidades en el tratamiento de la piel y el castaño de indias.
LLANTÉN Plantago major L.
Quién diría que esta pequeña hierba, que puede crecer en los márgenes de un camino rural, en cualquier rincón de un parque y hasta en las ranuras de los adoquines, guarda numerosas acciones terapéuticas y multitud de aplicaciones fitocosméticas. Es fácilmente reconocible por sus hojas verdes amplias, ovales y atravesadas por nervaduras rectas que crecen de una roseta. Sus flores son pequeñas y verdosas, creciendo sobre una espiga cilíndrica. En el ámbito fitocosmético, se utiliza por sus acciones maravillosas: Descongestivo: es excelente para calmar la piel inflamada o irritada, ya sea por picaduras de insectos, alergias cutáneas, urticarias o pequeñas rozaduras. Además de desinflamar la piel, también ayuda a calmar el picor (antipruriginoso) y reducir la reacción alérgica cutánea, siendo ideal
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TVBIO LA REVISTA
para preparados dedicados al cuidado de la piel hiperreactiva y sensible. Regulador sebáceo: es tanto astringente suave por contener taninos como un hidratante por sus polisacáridos hidrófilos... por ello, se comporta como un regulador de la secreción en la piel, ayudando a todo tipo de piel a mantener su equilibrio hídrico. Se utiliza en cremas faciales y corporales de todo tipo. Cicatrizante: por su efecto astringente, descongestivo y calmante, puede ser de alivio en pequeñas magulladuras o rozaduras, además, si se utiliza la tintura de la planta fresca, se añade un efecto antiinfeccioso que favorece la curación de las pequeñas heridas. REMEDIOS Y PREPARACIONES ÚTILES
v Enjuagues calmantes Podemos realizar una infusión de 7 minutos con 10 g de hojas de llantén en 250 ml de agua. Utilizando una gasa o algodón
empapada en este agua, esta tisana podrá ser útil para lavar: Los ojos enrojecidos o con blefaritis. Las pequeñas heridas o magulladuras. Los incordiantes picores de la piel atópica o las urticarias.
v Piel atópica El aceite de hojas de llantén (oleado de llantén) posee propiedades emolientes y antiinflamatorias, podemos usarlo en bebés y niños con piel atópica, irritaciones del pañal o por exposición al frío. Podemos elaborar un aceite de maceración de hojas de llantén fácilmente. Llenaremos un tarro grande de vidrio, que pueda cerrarse, con 50 g de hojas de llantén, secas y troceadas, añadiremos 250 g de aceite de almendras virgen. Taparemos y expondremos al aire libre, pero lejos del sol directo. Removeremos a diario y durante 15 días. Transcurrido el tiempo, colaremos con un colador de tela y envasaremos el oleado en un frasco de vidrio ámbar.