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Zero Waste como losofía de vida
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Zero waste COMO FILOSOFÍA DE vIDA
La expresión inglesa zero Waste (Cero residuo) está de moda pero su realidad es muy antigua. Me explico... Antes de la descontrolada producción mundial de plástico, usábamos botellas de cristal con cierres metálicos y goma que devolvíamos vacíos al reponer. La leche la traía el lechero y se vertía directamente en la olla donde se hervía antes de guardarla. Incluso recuerdo a una señora que venía por las casas después de comer y recogía “los desperdicios” para alimentar a sus animales. El famoso compost de siempre. Los populares farmers markets anglosajones, son los mercados de toda la vida donde agricultores locales venden productos frescos sin invertir en exorbitantes gastos de certifi cación organic. Siempre tuvimos home delivery o servicio a domicilio de huevos, queso fresco o fruta bio sin certifi car, por supuesto. Nuestras tías hacían jabón casero con restos de aceites y sosa caústica, pero ahora los infl uencers redescubren esa tradición cero residuos.
CHiLD to CHiLD ProJeCt En 1975 nació mi sobrina cuando yo tenía 11 años. Tras cambiarle muchos pañales desechables en sólo unas horas –debido a mi inexperiencia–, refl exioné sobre la cantidad innecesaria de desechos que un pequeñito bebé generaba. Entonces, fi jé sólidamente en mi conciencia la decisión de jamás usar dichos pañales con mis futuros hijos. Nadie infl uyó, era fruto de mi incipiente sentido común. Durante mi voluntariado en China (19992000) donde enseñaba inglés a futuros profesores en Anshun, Guizhou, mis alumnos –a punto de graduarse– estaban muy deprimidos y sin materiales de inglés estimulantes para sus alumnos de zonas rurales muy pobres. Habiendo visto muchísimos libros desaprovechados en Londres, creé el proyecto Child to Child para recoger libros y reutilizarlos en mini-bibliotecas improvisadas en colegios rurales. Eso es upcycling o simplemente compartir y redistribuir recursos. Un total de 6000 libros encontraron nuevos usuarios y seguro ayudaron a muchos niños y profesores. La embajada española en Beijing me negó toda ayuda –fi nanciera o logística– pues crear mini-bibliotecas en el campo no era un proyecto de desarrollo. Pero un individuo determinado no necesita políticos. La buena voluntad y mucho trabajo funcionan fantásticamente bien.
Aunque el sentido común es imprescindible para que triunfe la filosofía Zero Waste o reducción consciente de residuos innecesarios, hoy día la tecnología ofrece avances y las empresas somos más responsables sobre los productos que lanzamos al mercado. En el caso de mi empresa y marcas –EcoEtico.com y Orethic.com– desde el 2002 somos referentes en España de productos reutilizables. Fuimos de los primeros en usar la expresión cero residuos y compostable refiriéndonos a pañales y compresas desechables que desaparecen en sólo 7 semanas. Muchos periodistas, entonces, ignoraban la diferencia entre compostable, biodegradable y ecológico, así que dimos muchas explicaciones, pues esas realidades no eran tan comunes hace dos décadas. Un avance tecnológico importante fue el desarrollo de un tejido especial para la capa interna de nuestras compresas lavables. No usamos PUL como otras marcas, pues el poliéster viene del petróleo. Como dicho material no es lo mejor para las zonas íntimas del cuerpo, decidimos evitarlo haciendo así unas compresas aptas para todas las personas incluso aquellas con alergias a fibras artificiales. Para mí esta filosofía no es sólo reutilizar, sino mirar al entorno también. ¿Viene de lejos?, ¿beneficia la economía local? ¿Instruye al consumidor? ¿Crea comunidad? Cuanto más cercano más sostenible. Para compresas y discos faciales reutilizables usamos algodón cultivado en España presentados dentro una red de algodón reciclado en España. Todo queda en casa, economía circular. Al usar plástico nos sentimos mejor diciendo “yo reciclo”, pero en realidad sólo el 30% del plástico se recicla y el resultante es una versión más débil de limitado uso posterior. Sin embargo, una mutación enzimática descubierta recientemente transforma el 90% de las botellas, distintos plásticos y colores, en un material prístino de alta calidad ¡en sólo horas! En verdad sería economía circular si el 90% de las 70 millones de toneladas de plástico fabricadas anualmente se reutilizaran indefinidamente.
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¿El origen de esta investigación? Una enzima natural, Ideonella sakaiensis, descubierta “por casualidad” en Japón. Usando ingeniería enzimática examinaron 100,000 microorganismos y aislaron la enzima, 10.000 veces más eficiente para descomponer el PET (polyethylene terephthalate). Extraordinaria colaboración entre naturaleza e inteligencia humana ¡para el bien común! En nuestro último proyecto colaboramos con innovadoras empresas españolas y tanto componentes como tejidos son 100% nacionales. El portabebé BeBéSit lleva algodón cultivado en España, tejido 30% PET reciclado, cremalleras, hijo, cintas, y apliques metálicos de Zamak, todo de origen español. Por supuesto para que estas iniciativas funcionen el consumidor debe compartir las mismas prioridades que los empresarios. En eso confiamos.
Dr José Luis Pérez BatLLé Como hemos visto recientemente millones de jóvenes en muchos países salieron a la calle a defender el medio ambiente. Muchos jóvenes empresarios ponen su creatividad al servicio del planeta y abren tiendas Zero Waste online y en su barrio. Futuro esperanzador. Sin embargo, conviene recordar aquí el concepto de Joseph P. Overton conocido como “La ventana de Overton” que explica como algo totalmente inimaginable o radical puede llegar a aceptarse como algo lógico y popular hasta convertirse en ley acatada por todos. Otra explicación más gráfica: la vista a través de la ventana es limitada por el marco de la misma. Un paisaje más amplio en espacio y tiempo existe paralelamente si no nos limitan los marcos de los ventanales. Los medios de comunicación suponen un gran impulso a la concienciación pública, pero eso no debería sustituir nuestra capacidad de discernir. Si llevamos viviendo tantos millones de años en este precioso planeta Tierra, ¿de verdad nos creemos que le quedan 12 años? Practiquemos Zero Waste (Cero residuos) porque tiene lógica, no porque lo dicen los medios, recordemos el origen del descubrimiento de la enzima que digiere PET, una humilde enzima natural... En la naturaleza todo es cíclico y todo colabora... Además del sentido común, la buena voluntad y la tecnología, el discernimiento es esencial para adoptar la filosofía Cero Residuos tradicional y moderna. No olvidemos que cada granito de arena supone una contribución imprescindible. ¡Entre todos lo hacemos!
