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Jugar al baloncesto por una buena causa

Alrededor de 500 chavales participarán en el Azatxo Eguna que organiza Ordizia Saskibaloia

Agurtzane Núñez

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El próximo 16 de abril Ordizia se llenará de chavales jugando al baloncesto en el Azatxo eguna organizado por Ordizia Saskibaloia. No jugarán para ganar ningún trofeo, sino por una buena causa: el dinero recaudado irá destinado a la ONG Kellesensa, que trabaja en Senegal.

Es el cuarto año que el club de baloncesto de Ordizia organiza el Azatxo eguna, que ha estado siempre enfocado a visibilizar y apoyar una causa solidaria. «La escuela de baloncesto se creó en el 2012 y en seguida vimos que además de entrenar y aprender, a todos nos gusta competir y jugar. Conocíamos las jornadas que se hacían en Donostia o Azpeitia y pensamos en organizar una, pero dándole una visión diferente, que tuviera un lado solidario, dejando a un lado la competitividad», explica Patxi Olano, uno de los miembros de la directiva.

Así, cada año eligen una «persona o asociación» y donan el beneficio obtenido a la causa. «Los chavales que vienen en la inscripción tienen incluída la comida y el regalo que reciben, una medalla, una camiseta y un trofeo de recuerdo para el club. Lo que sobra se dona». El primer año que lo organizaron fue en el 2018 y el dinero recaudado fue para Aspanogi, la asociación de padres de niños oncológicos de Gipuzkoa, y al año siguiente fue para Eneritz Martin. «Es una chica de Beasain que ha jugado a baloncesto tanto en Beasain como en Ordizia. En ese momento estaba jugando con nosotros y le salió una enfermedad grave. Ni ella ni la familia nos lo pidieron, pero decidimos que ese año tenía que ser para ella. Tuvo una operación muy importante, pero todo salió bien, así que estamos todos contentos», recuerda. La siguiente edición fue el año pasado, ya que el 2020 y 2021 no pudieron organizarlo por la pandemia. «Aunque lo organizamos bastante rápido porque hay que pedir bastantes permisos, todo salió bien. El dinero lo destinamos a la asociación Bailando con EM, de Asier de la Iglesia, un chico de Zumarraga al que le diagnosticaron esclerosis multiple y que había jugado con nosotros al baloncesto», explica Olano.

Este año, el tercer domingo de abril alrededor de 500 chavales se darán cita en Ordizia para jugar al baloncesto. El dinero recaudado lo donarán a la ONG Kellesensa, que trabaja para mejorar las condiciones de vida en la localidad de Kelle, en Senegal, especialmente en el área de la sanidad y la educación. «Hace poco los miembros de la asociación han estado allí, y les dimos camisetas de otras ediciones de Azatxo eguna para que se las dieran a los chavales», indica. Asimismo han habilitado una fila 0 para todos los que quieran colaborar, haciendo un do - nativo en el número de cuenta: ES61 3008 0225 1039 6607 4621.

Un día de baloncesto Los partidos de baloncesto se jugarán en las tres sedes que tendrá el Azatxo Eguna en Ordizia a partir de las nueve de la mañana. «Unos juegan en el polideportivo Majori, otros en la ikastola Jakintza y otros en la escuela Urdaneta». El último partido empieza antes de la una, y «comen todos juntos en la plaza. Después algunos aprovechan para conocer el pueblo, y a la tarde hay algunas actividades más y el fin de fiesta se hace hacia las seis», explica.

«Vienen niños y niñas de nueve a doce años de las escuelas de baloncesto de Gipuzkoa: de Tolosa, de Azpeitia, de Beasain… juegan a baloncesto, ganan algún partido, pierden otro, pero no va a haber una clafisicación, todos se llevarán una medalla de Azatxo, la mascota del club, y una camiseta», cuenta Olano.

Chavales de Kelle, jugando al baloncesto con las camisetas donadas. ··· Ordizia S.

Alubias de Tolosa para financiar proyectos

La asociación Kellesensa lleva trabajando en la localidad Senegalesa de Kelle más de una década, trabajando en la sanidad y en la educación de sus vecinos. Sus fundadores, la mayoría médicos o enfermeros, tienen como objetivo suministrar atención médica, pero también enseñar a los sanitarios locales procedimientos que, aunque aquí son básicos, allí no conocen. También trabajan en la educación, para lo que han llevado ordenadores reacondicionados, y ayudan a crear proyectos para empoderar a las mujeres de la asociación local. Kelle es una localidad de unos 3.500 habitantes, aunque su ambulatorio, donde no hay médico y solo atienden enfermeros, ofrece servicio para los pueblos de la comarca, de más de 12.000 personas.

Para financiarse, además de las donaciones de sus socios, sus miembros plantan alubias de Tolosa que luego venden para sacar adelante sus proyectos. En el 2019, de hecho, fueron los ganadores del Campeonato de Alubias de Tolosa.

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