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A raíz de transferencias irregulares Ministro Carlos Montes bajo la lupa de la probidad

Tras la polémica del traspaso de fondos por más de $400 millones a “Democracia viva”, una de las fundaciones de militantes de Revolución Democrática, el caos sigue en alza y predispone al ministro de Vivienda y Urbanismo a una acusación constitucional.

Del Movimiento de Acción Popular Unitaria (Mapu), un partido comprometido con las causas sociales profundas existentes en Chile desde su nacimiento en 1969 fue, en sus inicios políticos, el ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes Cisternas, quien hoy enfrenta un vendaval de suposiciones y acusaciones por no haberse percatado de lo que ocurría en su cartera, en lo que hoy se conoce cono el “caso convenios”.

Pero en rigor, antes del Mapu y de su militancia en el PS luego, Montes inició su carrera política a los 15 años como dirigente vecinal. Luego, en sus años universitarios, desempeñó el rol de dirigente de la federación de estudiantes y fue representante estudiantil ante el consejo superior de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Tras el golpe de Estado de 1973 fue director del Mapu hasta que fue detenido por la Central de Inteligencia Nacional (CNI), para luego exiliarse en México. Cinco años después regresó y se encargó de la campaña del No en la Región Metropolitana.

En octubre de 2000 fue designado por el presidente Ricardo Lagos Escobar como integrante de la comisión asesora presidencial para el Bicentenario de la República de Chile, y en 2003 se transformó en senador PS por la circunscripción n°8 Santiago Oriente. En enero de 2022 dejó el Congreso para asumir la cartera de Vivienda y Urbanismo, y fines de ese mismo año recibió el reconocimiento “100 líderes mayores”.

Con estos pergaminos enfrenta hoy el sismo político en su cartera.

De Montes (77) entre otros personeros, se acordaron ex militantes del Mapu que, en Concepción, se reunieron el pasado 19 de mayo para conmemorar el aniversario 54 del partido liderado por el sociólogo Rodrigo Ambrosio Brieva, doctorado en los ’60 en La Sorbona, Francia, y docente de la carrera de sociología en la Universidad de Concepción. “Ciertamente en el espíritu de la reunión hubo una conjunción no solo de afectos, sino de compromiso, una vez más, con las causas sociales profundas existentes en Chile y que desde su nacimiento inspiraron al Mapu”, citó uno de los columnistas del EPI, periodista Remijio Chamorro Rodríguez.

El “caso convenios”

Han transcurrido dos semanas desde las primeras investigaciones de la fiscalía de Antofagasta por el llamado “caso convenios”, donde se descubrieron millonarias cifras irregulares traspasadas por parte de las seremis de vivienda a fundaciones. Una de las más grandes corresponde a “Democracia viva” por $426 millones, y Christopher Martínez Nourdin, Doctor en Ciencia Política y académico del Depar- tamento de Administración Pública y Ciencia Política de la Universidad de Concepción, explica las posibles consecuencias para Montes.

“Si llegara a ser destituido, el gabinete se vería en desventaja, quedaría débil. Montes es una persona de carácter ponderado, y no se caracteriza por estar haciendo alusiones en la prensa; se ha mantenido dentro de lo que el presidente le ha encomendado. Ese factor aporta a la estabilidad y solidez del gabinete y del gobierno”, dice.

En opinión de este académico, existe oportunismo de parte de la oposición, pues el caso todavía requiere investigación, de modo que “son infundadas” las quejas que pesan sobre su desempeño.

Posibles sanciones

No obstante, al final de la investigación, el ministro Montes arriesgaría una serie de sanciones.

Al respecto, el abogado independiente Felipe Cubillos Quitral anticipó: “Si bien es cierto que el delito no lo afectaría a él, Montes podría exponerse a las responsabilidades políticas correspondientes por falta de probidad, pero no enfrentará un proceso civil en su contra. Eso no sucederá. Podría ser sometido a una acusación constitucional, pero todo dependerá de lo que diga el Congreso: destitución del cargo y la inhabilidad para ejercer cargos públicos”.

Opinión

Memoria para la reconciliación

Por Constanza Moncada Merino, alumna de periodismo Ucsc

Este año se conmemoran 50 años del golpe de Estado. Desde la capital hasta las regiones ya se están preparando las actividades para recordar este proceso histórico que marcó la vida de tantas y tantos chilenos.

En la región del Biobío, a fines de mayo, el Consejo Regional aprobó más de $ 5 mil millones para la construcción del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos en Concepción, un hito que marca un antes y un después para la historia local.

Según la encuesta Cadem, del 26 de junio, un 71% de los consultados denominó el 11 de septiembre como “Golpe de Estado”, mientras que 26% prefiere llamarlo “Quiebre Institucional”. También, un 56% reveló que llama a la etapa de Pinochet como “Dictadura”, y un 41% le dice “Gobierno Militar”.

Hablar de 1973 divide. Algunas familias evitan el tema en la sobremesa. Otras, que es necesaria la reconciliación y el perdón.

A esto se refirió la presidenta del consejo constitucional, Beatriz Hevia (Partido Republicano). “Nací el 92, creo que referirme a hechos que no viví, que no conozco en detalle más allá de lo que uno puede conocer y aprender leyendo o conversando con distintas personas, no tiene sentido”, dijo.

La pregunta es: ¿puede haber reconciliación si no queremos hablar sobre este tema y no hay una cultura de la memoria?

El 17 de junio agrupaciones de derechos humanos de la región del Biobío exigieron la construcción de memoriales que recuerden a las víctimas en los diferentes ex centros de detención y tortura del país.

Pero esta no debería ser solamente una acción de organizaciones civiles. La responsabilidad de la memoria ha sido por mucho tiempo relegada a las familias, e incluso, a organismos culturales que se dedican a hacer memoria.

Para avanzar hacia la reconciliación, el Estado debe educar en los colegios de forma irrestricta sobre el periodo de dictadura y las sistemáticas violaciones a los derechos humanos.

Y sí, a pesar de que nací en 2002, quería referirme a este tema para poder mirar el futuro, con memoria.

Por Sebastián Ormeño Oporto Entrevista

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