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Caso Fundaciones Todos están con guantes, pero ¿quién levantará los brazos?

El académico y analista político Lucas Serrano se refirió a la compleja situación que tiene por las cuerdas a Revolución Democrática, fracción partidaria del presidente Boric que provocó un remezón en el piso político oficialista.

Cual ring de boxeo, todos se están dando con todo en el cuadrilátero político luego de que la fiscalía regional de Antofagasta decidió abrir una investigación por un polémico convenio por más de $426 millones entre la seremi de Vivienda de Antofagasta y la Fundación Democracia Viva. La intervención judicial dejó contra las cuerdas a la cuestionada diputada de RD Catalina Pérez Salinas, a Carlos Contreras Gutiérrez, ex seremi del Minvu de Antofagasta, y Daniel Andrade Schwarze, representante legal de la fundación en cuestión.

Una vez que el Tribunal Supremo de Revolución Democrática decidió expulsar a las personas investigadas, la trifulca subió de tono y color. El oficialismo, contrariado, intentó apaciguar los ánimos. Sin embargo, la oposición aprovechó el momento para proporcionar los mejores reveses y tratar de bajar a quién sea del ring. El último en la mira, de esta semana al menos, es el ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes Cisternas.

Por un lado, legisladores de Chile Vamos, del Partido de la Gente y de la Democracia Cristiana fijaron su postura frente a los hechos. Para ellos el presidente arriesgó demasiado defendiendo a algunos militantes de RD, haciendo alusión a Daniela Dresdner, delegada presidencial del Biobío y Rodrigo Hernández, seremi de Vivienda del Maule, quien ya renunció al cargo, aunque fue sometido a sumario administrativo.

Por otro lado, la coalición gobernante titubea, se contradice y recibe duras críticas de los diputados UDI Henry Leal Bizama, Marlene Pérez Cartes y Cristóbal Martínez Ramírez que pidieron la renuncia del ministro Montes. Sin duda, un duro golpe para el gabinete de Boric.

Sin embargo, ayer la secretaria general de gobierno Camila Vallejo Dowling anunció que la investigación se retrotraerá hasta el gobierno de Sebastián Piñera Echenique ¿Será que la derecha también incurrió en desaguisados semejantes? Para entender mejor esta situación, el académico y analista político de la USS, Lucas Serrano Barraza, explica lo que sucede en la arena política y las posibles implicancias del caso.

- Entendiendo que la polémica fundación Democracia Viva y Revolución Democrática son cercanos al gobierno de turno, ¿Qué consecuencias podría traer para el oficialismo este hecho?

Las consecuencias para el gobierno que está empezando a dejar el caso del traspaso de recursos a las fundaciones, particularmente el involucramiento del Partido de Revolución Democrática a través de fundaciones como Democracia Viva, son bastante fuertes. El gobierno nuevamente pierde el control de la agenda, algo que le ha costado mucho hacer durante su gestión y estos hechos le generan flancos de golpe. Obviamente, la oposición va a ser bastante “chacal” con el gobierno de turno, sobre todo porque Revolución Democrática es una de las piedras angulares del Frente Amplio.

El Frente Amplio siempre fue muy crítico a los temas de falta de probidad y aquí hay todo un cuestionamiento hacia el concepto del trato directo con fundaciones que, a lo mejor, no tenían ni la pericia ni la expertise para adjudicarse esos tratos millonarios con el Estado. Obviamente aquí, va a haber una gran merma para el gobierno.

- A pesar de todo esto, el presidente mantiene su aprobación con un 28,9% ¿Alguna lectura de aquello?

Es cierto que la aprobación del presidente no ha bajado mucho con este tipo de casos, pero su aprobación ya está llegando a lo que se conoce como el votante más duro, pero como dije anteriormente, lo ocurrido le abre un flanco, le quita el piso a nivel comunicacional y abre una caja de pandora.

- ¿Qué puede o debería hacer el gobierno?

Ciertamente, para controlar este tema el gobierno no puede hacer mucho. El daño ya está hecho. Lo que puede hacer aquí es mostrar todos los espacios o dar todos los espacios para que la justicia investigue, entregar todos los antecedentes, no proteger a nadie, porque es un tema del cual el gobierno tiene un poquito de tejado de cristal, en el sentido de que ellos se plantearon como los paladines frente a la corrupción, frente a los hechos de malversación, de desfalco.

- El presidente habló de "no meter las manos al fuego por nadie", pero hace unas horas salió a defender a la delegada Daniela Dresdner Vicencio y otras autoridades ante la ola de cuestionamientos ¿qué piensa de eso?

Claramente, el mandatario Gabriel Boric Font no va a ser quien destruya las confianzas, pero es necesario que en estos momentos su gobierno dé señales de transparencia y de máximo castigo a este tipo de acciones. Eso es lo que pienso que el presidente debería hacer, por ejemplo, con la delegada presidencial Daniela Dresdner y con el ministro Carlos Montes: revisar más profundamente su rol, su accionar y ver si vale la pena que sigan.

- ¿Qué opina del caso específico de Daniela Dresdner? ¿Qué debería hacer?

Creo que hay cuestionamientos bastante importantes frente a la delegada presidencial Daniela Dresdner que -más allá de que el presidente confíe en ella y la respalde- tiene que responder.

Daniela se ve involucrada un poco en el ojo del huracán, no necesariamente siendo la gran articuladora, pero estamos en una época donde la gente pide transparencia política.

Opinión

¿Y quién podrá defendernos?

Por Rodrigo Jiménez Baeza, alumno de periodismo Ucsc

Entonces, es menester responder a la ciudadanía ante este tipo de cuestionamientos: boletas cuestionables, traspasos millonarios desde fondos públicos al bolsillo de fundaciones que están controladas por personas cercanas a una idea política.

- Algunos hablan de canibalismo político, ¿tiene un diagnóstico de las estrategias políticas de las coaliciones y partidos?

No hay una gran estrategia de ninguno de los sectores políticos. Son respuestas reactivas, por ejemplo, Revolución Democrática está en un proceso de “sálvese quien pueda” y quienes estén fuera del caso se mantendrán a flote. Otro ejemplo es el caso del presidente de la República que cae en contradicciones y eso confirma que no hay una estrategia clara.

Antes, el gobierno se jactó de tener una escala de valores superior, como señaló Giorgio Jackson Drago en su momento, lo que provoca que este hecho se vea como de doble estándar. La oposición aprovechará la situación, apuntará al doble discurso y a esta ambigüedad moral, ya que, en el intento por diferenciarse de la antigua política, un partido “nuevo” termina cometiendo errores bastante similares.

- Según Ciper, hay al menos cin- co fundaciones que han tenido miembros del Frente Amplio en sus principales cargos y han recibido fondos públicos. ¿Qué alcance cree que tendrá esa bola de nieve?

Esta situación va a seguir escalando, porque tiene muchos ribetes, son muchos gobiernos regionales en nuestro país, existen varios fondos de trato directo, por lo tanto es muy difícil que esto sea el final del tema.

Esto ya ha salpicado a un montón de instituciones, de delegaciones presidenciales, incluso a nivel de distintas gobernaciones regionales que no necesariamente son oficialistas, pero que sí tienen un alto control de fondos públicos. Hemos visto cómo este tema salpicó acá en el Biobío, Antofagasta y Santiago. Lo más probable es que esto recién comienza y que seguiremos viendo un montón de antecedentes nuevos.

- Finalmente, ¿Qué podemos sacar en limpio de todo esto?

Probablemente este tema nos lleve a replantear cómo funcionan estos tratos directos, en que el gobierno no necesita llamar a licitación, y obviamente cómo podemos procurar un uso correcto de los recursos públicos para que no quede a merced de algunos operadores políticos que se permiten utilizarlos de mala manera.

Era la frase que exclamaban las inocentes víctimas, justo antes de que el Chapulín Colorado, con su traje rojo, el corazón amarillo y el chipote chillón en mano, hiciera su aparición para intentar salvar el día, no de la forma más ortodoxa o efectiva y -casi siempre- empeorando la situación. Sin embargo, nadie dudaría de su nobleza y buenas intenciones, que, aunque no siempre tuviera los mejores resultados, eran reales y genuinas.Por el contrario, no tan buenas intenciones tuvieron los involucrados en los bullados casos que han salido a la luz últimamente, y que dejan la sensación de que la corrupción campea de manera transversal en la política chilena: el exalcalde Raúl Torrealba, ya formalizado por corrupción, la alcaldesa de Santiago Iraci Hassler y el cuestionado intento de compra de la ex clínica Sierra Bella, el caso de la fugada Karen Rojo, que ni colorados se pusieron.

Pero un nuevo caso estalló con la controversia que involucra a la vicepresidenta de la Cámara de Diputados, Catalina Pérez, su pareja Daniel Andrade y al ahora ex seremi de vivienda de Antofagasta, Carlos Contreras, todos militantes de Revolución Democrática, en millonarios traspasos de dinero a la fundación Democracia Viva, de la que Andrade es representante legal. Ni una pastilla de chiquitolina reduciría la polémica desatada. Los más suaves hablan de desprolijidad o descriterio político, mientras los más duros, hablan derechamente de corrupción.

Es difícil pedir que no “panda el cúnico” cuando nuestros representantes, incluso aquellos que constantemente enarbolan el estandarte de la justicia social y que en su momento, se autodefinían como dueños de “una escala de valores y principios distinta a sus antecesores” se convierten en lo que juraron destruir. Frente a tal escenario, sólo queda preguntarse ¿Quién podrá defendernos?

Evidentemente, no contábamos con su astucia.

Universidad

Por Isidora González Alarcón

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