Umbrales 262

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Octubre 2015

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Sumario

Editorial .............................................................. 3 Violencia e inseguridad, síntomas del miedo Diálogo abierto .......................................... 4

América Latina Guatemala: obispos a favor de la paz ... 5 Breves de América Latina ................................ 6 Uruguay ............................................................... 9 Olor a oveja Argentina ....................................................... 10 La fe y la política Vaticano ............................................................ 11 El ejercicio de la misericordia Mundo Breves del mundo ................................................ 12 Signo de los tiempos ......................................... 14 TEMA CENTRAL ...................................... 15 Raniero La Valle: El Dios con el que me quedo Una canción ................................................ 23 Nino Bravo Biblia ................................................................... 24 ¿Comprendes lo que lees? No vine a llamar a los justos Testimonios Retrato: Enrique Angelelli .................................................. 26 Entrevista: Roxana Esqueff ...................................................... 28 Aniversario: Pablo VI: Discurso ante la ONU ............. 30 En librería ..................................................... 33 Para descubrir a Jesús .................. 34

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Editorial

Violencia e inseguridad, síntomas del miedo

Escuchar noticias preocupa y asusta; indigna. Un taxista baleado mientras preparaba su relevo. Un pizzero que levantó sus manos, no se resistió: igual fue baleado delante de su esposa e hijo. Un policía asesinado por el solo hecho de serlo: son noticias cotidianas. ¿Por qué tanta crueldad? Se buscan culpables: ¿policía corrupta? o ¿pérdida de valores en los jóvenes de hoy? Hasta llegar a acusar -injustamente- a los malvivientes de los asentamientos, que viven en medio de gente decente y de trabajo. Entonces pensamos en la droga, como verdadera culpable, con los tristes negocios y ajustes de cuentas que implica. No cabe duda: había delitos antes, sí, pero los delincuentes no se ponían tan violentos; ¿será por abstinencia de pasta base, cocaína, marihuana...? Se busca una solución en la represión, la cárcel y penas más severas. Ya se hace: las cárceles están llenas, pero la cosa no para. ¿Bajar la edad de la imputabilidad? Una medida que no dio resultado en otros países. Tampoco podemos afirmar que es la droga. La droga es una sustancia que no es ni buena ni mala. El problema no está en la droga sino en los que la consumen, en el malestar que los lleva a drogarse. Uruguay es uno de los países de América Latina con mayor índice de suicidios. ¿Esto no dice nada? Falta orientación y sentido de la vida, faltan valores y virtudes correspondientes, y faltan padres responsables que orienten a los niños y adolescentes. A veces, entre los pobres, los padres viven a costa de ellos, y los envían a mendigar: y cuando ellos eran niños a ellos también los utilizaban. Sólo repiten el esquema aprendido de sus mayores. Entre los ricos, los hijos funcionan de trofeo, deben llegar donde no llegaron los padres: los efectos son devastadores. Si los jóvenes consumen es para evadirse del infierno en que viven. Hay dos grupos de personas que combaten las adicciones, y han tenido más éxito que las terapias médicas más comunes: los Narcóticos y los Alcohólicos anónimos. Mientras los expertos teorizan, ellos rehabilitan. Logran aproximadamente el 40% de recuperación. No son expertos, ni médicos, ni siquiatras, son alcohólicos y adictos a las drogas en situación de recuperación, que se están recuperando mientras ayudan a otros. Su técnica es revolucionaria: escuchan, tienen simpatía y compasión hacia los que sufren y pasan por el infierno por el que ellos han pasado y saben que con facilidad pueden retornar a él; escuchan y son escuchados, se contienen unos a otros. Esta “empatía” es lo que más está faltando en la sociedad, en las familias. La violencia nace del miedo. Es violento el que cree que no le importa a nadie y que nadie lo aprecia, ama o valora; y así se siente una persona sola, que nadie escucha. El otro no es un enemigo, un competidor, o alguien que puede hacer daño: es una persona que necesita ser escuchado. De esta falta de escucha se empieza a acumular violencia.

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da Diálogo abierto

Con sabor a amanecer Leo las crónicas de la visita que el presidente de Cuba, Raúl Cstro, hizo al papa Francisco el 10 de mayo. Había llamado la atención del mundo el anuncio de que el Papa, antes de ir a Estados Unidos en setiembre, haría una visita a Cuba. Solo un latinoamericano, con la sensibilidad de Francisco, pudo haber tenido esa intención de no ignorar a los hermanos pobres y pensé enseguida en la parábola del rico Epulón y el pobre Lázaro... He visto también que el Papa ha entregado en el intercambio de presentes con los visitantes, un medallón de bronce que muestra a Martín de Tours que, aun no habiendo todavía recibido el bautismo, entrega a un mendigo la mitad de su capa para resguardarlo del frío. “Regalo que hago gustoso porque recuerda no solo el compromiso de ayudar y proteger a los pobres sino también, para promover activamente su dignidad”. Quise entrever el sabor porteño de esa imagen: Martín de Tours es el patrono de Buenos Aires y lo elocuente del simbolismo. ...En su libro “¿Espiritualidad uruguaya?” Rosa Ramos dice que “Dios se revela en la historia y hace historia de salvación con nosotros” y era como recorrer más de medio siglo de la historia de nuestro continente y de mi propia historia: siempre me llamó la atención la coincidencia de fechas (el mismo 1959 que escuchó el anuncio del Concilio Vaticano II, marcaba el comienzo de la experiencia cubana) así como esos años del Concilio eran los de mi experiencia romana que compartí con sacerdotes cubanos y tantos otros latinoamericanos. Desde la propia historia Rosa Ramos dice: “gente cercana y también artistas con sus poemas, canciones, expresiones populares han ido enseñando el arte de mirar más allá de las apariencias así como de mirar atisbando la historia, lo no dicho, las heridas, las necesidades, los sueños, las utopías o las carencias de ellas”. Es como un eco de aquella expresión de algún santo Padre que afirmaba que “todo cuanto hay de bueno, de bello y de verdadero, venga de donde viniere, es obra del Espíritu Santo”. Dice la teóloga uruguaya: “procuro ver y hacer visible el paso de Dios, un paso siempre generador de vida, libertad, tal como ocurrió paradigmáticamente en el pueblo de Israel. Dios actúa desde la propia historia y libertad humana, alentando esperanza, dignidad, fraternidad. Se trata de Editores: Sacerdotes del Corazón de Jesús (Padres Dehonianos) Redacción: Román Arana Iñíguez 5361 12300 Montevideo, Uruguay Tel. y Fax: 2227 5380 umbrales@chasque.net www.umbrales.edu.uy

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Director: Francesco Bottacin Equipo de redacción: Gloria Aguerreberry (Red. Resp.), Primo Corbelli, Alfredo Leirós, Cristina López, Gerardo Martelletti, Eduardo Ojeda.

detectarlo”. ¿Quién pudo imaginar que alguna vez el presidente de Cuba iba a manifestar su camino espiritual en el propio corazón de una institución tantas veces acusada de no haber estado atenta a los caminos de los hombres y hasta de haber obstaculizado los procesos históricos? ¡Cuánto revuelo produjo, en su momento, lo que Juan XXIII hacía al distinguir los movimientos históricos de las ideologías que los causaban! Una cuestión desafiante El libro de Rosa Ramos, si bien se refiere al Uruguay nos abre perspectivas también a nosotros -no solo porque somos rioplatenses y muchas de las variantes históricas han sido compartidas- sino porque se trata de un ensayo teológico. El tema de la recepción del Concilio, tanto como el de la teología latinoamericana, está reclamando un lugar en el pensamiento y la acción de nuestras comunidades, máxime ahora que estamos a las puertas del Jubileo de la misericordia, inspirado por el cincuentenario de ese momento privilegiado que tuvo lugar entre 1962 y 1965. Yo, leyendo este libro, me he acordado de algunas entrevistas que el entonces arzobispo de Bahía Blanca, de quien yo era secretario, tuvo en aquellos años con diversos políticos que recibían el Concilio con interés y lo veían como una ocasión de entablar un diálogo para mutuo enriquecimiento. No me cuesta mucho decir que no hubo un trabajo en ese sentido y no resulta extraño cuando recordamos que el mismo inspirador del Concilio, que era un experto en la historia del Concilio de Trento, afirmó, reiteradas veces, que muchas de sus inspiraciones eran, pasados cuatro siglos, tarea pendiente. A Rosa Ramos le hago llegar mi agradecimiento. Me gustaría mucho conocerla y, en otro contexto, invitarla a un curso. Mientras tanto su libro me da elementos y me despierta el interés por hacer un trabajo semejante con hombres y mujeres argentinos (es, como ella misma dice, “una cuestión desafiante”). Y la imagino tal como la describe la cronista Gloria Aguerreberry: “sus inquietudes, sus desvelos, sus largas horas de estudio, su fe en el Dios de la vida, su amor a la naturaleza, a las largas caminatas, al silencio...” p. Hugo W. Segovia, Necochea, Buenos Aires. Derechos Compartidos: permitida la reproducción total o parcial de los artículos citando la fuente y enviando una copia. Los artículos firmados no corresponden necesariamente a la opinión de la Redacción. Impresión: Imprenta Rojo (R. Pose) Salari 3460 A. Tel. 2215 1812

Uruguay: $ 45; Argentina $15 Suscripción individual: Uruguay $ 600, Argentina $ 180 Mercosur U$S 50, América Latina y USA U$S 55, Europa y otros Euros 50. Edición amparada en el D. 218/996. Comisión del Papel. D.L. nº 299574 MEC: Registrada, T. VII, Folio 184

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América Latina Acuerdo Colombia-Venezuela: con la mediación de UnNaSur, presidida por Tabaré Vázquez, y Celac, dirigida por el ecuatoriano Rafael Correa.

guatemala:

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Obispos a favor de la verdad y de la paz Unos días antes de la renuncia del jefe de Estado en Guatemala, en la madrugada del 3 de setiembre, la Conferencia Episcopal de Guatemala se había pronunciado a favor de la verdad y de la paz, en un clima de elocuente tensión ante los hechos de corrupción del estamento gubernamental.

sí declararon: “nosotros los obispos soñamos, queremos una Guatemala que viva en paz, sin violencia, en el respeto mutuo, con un futuro distinto para los más pobres y vulnerables”. Ya en el mes de junio pasado, la Conferencia Episcopal se había pronunciado duramente: “No podemos olvidar que en nuestro país la mitad de los niños viven en estado de desnutrición crónica, los jóvenes ven que se les niega un futuro digno, más de la mitad de la población vive en pobreza, el flujo migratorio no se detiene, siete de cada diez trabajadores se desempeñan en el sector informal, la violencia se expresa en todos los sectores del país y el crimen organizado es muy probablemente el mayor empleador del país. Frente a este panorama queremos gritar también con indignación: ¡basta ya! Necesitamos romper el ciclo de corrupción, impunidad y conflictividad para proponernos ser una Guatemala distinta, que no tema a la verdad pero que tampoco busque imponer como absolutas verdades parciales, que promueva la justicia y el derecho, que rompa con los ciclos de exclusión y que tampoco postule nuevas exclusiones que corrijan las anteriores pero que perpetúen la conflictividad. Es el momento de abrir bien los ojos, razonar con claridad, para hacer una elección responsable y consciente. Es el tiempo de exigir a los candidatos veracidad, transparencia y honestidad”. La postura colegiada de los obispos guatemaltecos se refuerza también en los múltiples mensajes de las Iglesias locales, encabezadas por sus pastores, sobre la coyuntura que está viviendo el país y en las declaraciones ante los comicios electorales del 6 de setiembre: el candidato que recibió mayor cantidad de votos fue Jimmy Morales, del Frente de Convergencia Nacional; lo siguen Manuel Baldizón, de Libertad Democrática Renovada y Sandra Torres del partido Unidad Nacional de la Esperanza. El próximo 25 de octubre se realizará la segunda n. 262

vuelta electoral. La situación de corrupción que indigna a miles de guatemaltecos también mueve a la Iglesia a acentuar su compromiso a favor de los pobres y vulnerables, uniendo su voz a quienes ya han denunciado la rampante crisis: “nunca en la historia de nuestra democracia habíamos tenido un Congreso como el actual: ineficiente, complaciente con sus intereses personales o partidarios, con la mayoría de diputados tránsfugas”. Los obispos subrayan la buena disposición hacia la paz del pueblo guatemalteco: “La actitud de grandes mayorías representativas de diversos sectores y de la mayoría de los medios de comunicación social, expresada en las protestas sociales, en las caminatas y carteles, en las convocatorias a protestar en contra de la corrupción y de quienes la han promovido, es una actitud laudable pues todo se hizo, con algunas excepciones, en paz, sin violencia y con un espíritu de patriotismo. En los templos, en las iglesias, en los lugares de culto, en las comunidades, se oró, se invocó a Dios para que la esperanza de salir de la crisis no se debilitara. La esperanza no fue defraudada”. Esta postura de los obispos de Guatemala es un motivo de esperanza, en el camino hacia la paz, la justicia y la dignidad humana. Un poco más al sur... A esto se suman los pronunciamientos de las Iglesias colombiana y venezolana, ante la calamidad que viven miles de deportados en la frontera; y recuerdan sus acciones como “tienda de campaña” que acoge a las víctimas de dicha crisis; así como la preocupación de la Iglesia ante la vida amenazada en diversos contextos latinoamericanos, recordando también la memoria de María das Dores dos Santos Salvador, líder comunitaria asesinada por denunciar el tráfico de tierras en la Amazonia. 5


América Latina

(Ante la actual reforma eclesial, se harán) “propuestas para que las estructuras de las Iglesias locales reconozcan y animen el testimonio evangélico, la opción por los pobres, el permanente discernimiento en el Espíritu y el servicio recíproco en las comunidades cristianas”. De las motivaciones del II Congreso Continental de Teología

COLOMBIA: 50 AÑOS DEL MENSAJE DE CAMILO A LOS CRISTIANOS Hace 50 años salía en Bogotá el primer número del periódico del p. Camilo Torres, el “Frente Unido”, cuyo titular de primera página fue precisamente “Mensaje a los cristianos”. De esta manera, no solo se inauguraba un periódico, sino también un nuevo estilo de comunicación y educación popular a través de mensajes. El “Mensaje a los Cristianos” representó una nueva manera de hacer teología política y de hacerla pública. Se puede señalar este mensaje y esta fecha como inaugural de la teología de la liberación en Colombia. La publicación sintetiza una profunda ruptura en el cristianismo dominante hasta el momento. Dicha ruptura expresa una manera revolucionaria de vivir la fe y a la vez una profunda crítica al modelo social y económico imperante. El mensaje expresa: “En los momentos cruciales de la historia de Colombia el pueblo cristiano debe estar firme alrededor de las bases esenciales de su fe, de tal manera y en tales circunstancias deja de ser presa de la mucha confusión”. Es un llamado a aportar lúcida y críticamente a la transformación del país. Apoyándose en la Carta de Pablo a los Romanos 6

afirma que “lo esencial del cristianismo es el amor al prójimo y que tal amor, para ser verdadero, debe ser eficaz. Este es el criterio superior para cumplir la ley”. Se entiende que la projimidad no es asistencialismo o beneficencia sino transformación de las estructuras de la sociedad si se quiere alcanzar el bienestar de las mayorías, promover la vida en términos de educación pública gratuita, vivienda digna, soberanía alimentaria, bienestar social, felicidad humana. La práctica política y económica de las minorías privilegiadas han sido tradicionalmente contrarias al principio cristiano del amor eficaz, ya que no buscan el bienestar de las mayorías sino la reproducción de sus propios privilegios. Dice “Frente Unido”: “no solo se valen del ejercicio del poder político a favor de sus intereses sino que también promueven, enseñan y patrocinan el asistencialismo como la única manera cristiana de practicar el amor al prójimo”. El Mensaje propone el traspaso del poder de manos de las minorías privilegiadas a las de las mayorías pobres: “este cambio se torna obligatorio para el pueblo cristiano que ve en ello la única manera eficaz y amplia de realizar el amor para todos”. Se afirma que el poder político está orientado hacia un fin ético, la plenitud de la

vida; es lo que lo legitima política y teológicamente, que esté orientado hacia el amor para todos y que sea ejercido por las mayorías pobres. Entiende el sacerdocio cristiano como una “entrega a la revolución por amor al prójimo”. En un segundo momento, “una vez realizado el amor al prójimo, viene la acción cúltica de ofrenda al altar como plenitud de sentido del primer momento. El culto no es el centro del sacerdocio, como tradicionalmente se ha hecho creer, sino el complemento”. AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE: II CONGRESO CONTINENTAL DE TEOLOGÍA Bajo el lema: “Iglesia que camina con Espíritu y desde los pobres” se realizará en Belo Horizonte este importante encuentro, del 26 al 30 de octubre de 2015. Amerindia Continental organiza este evento con el propósito de reunir a teólogos y teólogas de América Latina y el Caribe, comunidades eclesiales y cristianos/as comprometidos, "para discernir desde la Palabra de Dios la presencia del Espíritu Santo al interior de las prácticas de solidaridad con los excluidos, como raíz de una nueva manera de ser comunidad cristiana y de la necesaria reforma que la Iglen. 262


El p. Alex Coelho, en su parroquia de Río, junto a refugiados sirios.

sia está desafiada a realizar hoy". Hay una consonancia con la Exhortación Apostólica programática del papa Francisco, la Evangelii Gaudium: cuando se publicó la Exhortación, se estaba pensando en el Congreso. En su presentación, el Comité Organizador ha destacado que después del primer Congreso de 2012 en São Leopoldo, Brasil, "este II Congreso pretende continuar esta movilización, en un momento eclesial nuevo que ha generado cambios en la agenda pastoral y teológica universal, referidos a la ecclesia semper reformanda. Por eso, el Congreso tendrá como destinatarios no sólo a los teólogos y a las teólogas profesionales, sino a las comunidades cristianas del Continente". Los trabajos buscarán abordar tres grandes núcleos temáticos, estrechamente relacionados: Pueblo de Dios, Neumatología, y Reforma de la Iglesia; reconociendo también que "la teología en América Latina se concibe a sí misma como inteligencia crítica de la experiencia de fe de las comunidades eclesiales y de su misión, insertas en un mundo globalizado y excluyente". El Congreso buscará ofrecer insumos para recuperar algunas prácticas sociales y pastorales significativas, y para desentrañar las interpelaciones del Espíritu desde la realidad y las luchas de los sujetos invisibilizados y excluidos; al tiempo que promoverá una mayor participación de la Iglesia latinoamericana y caribeña en el actual proceso de reforma eclesial, "con propuestas para que las estructuras de las Iglesias locales reconozcan y animen el testimonio evangélico, la opción por los pobres, el permanente discernimiento en

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el Espíritu y el servicio recíproco en las comunidades cristianas". Combinando conferencias, paneles, talleres, comunicaciones científicas, y momentos culturales y celebrativos, participarán personalidades como Virginia Azcuy, José O. Beozzo, Leonardo Boff, Pablo Bonavía, Víctor Codina, Isabel Corpas, Vicenta Mamani, Carlos Mesters, Socorro Martínez, Etel Nina Cáceres, Carlos Schickendantz, Pedro Trigo, Juan Manuel Hurtado, Margot Bremer, Alejandro Ortiz, Afonso Murad y Marta Zechmeister, entre otros. BRASIL: RECIBEN REFUGIADOS SIRIOS Más de 30 refugiados sirios han sido acogidos por el p. Alex Coelho en su parroquia de Rio de Janeiro. Por un acuerdo con Cáritas y las donaciones de sus feligreses, los refugiados, en su mayoría musulmanes, cuentan con alojamiento y comida durante al menos tres meses. Pueden comenzar a aprender portugués y los ayudan a buscar un empleo. "Aquí hay una capilla, pero los refugiados pueden venir a rezar el Corán si así lo desean", dice el p. Alex. Todos son hombres y solo hablan árabe, a excepción de Khaled Fares, de 27 años que arribó a Brasil hace casi dos años y estudia portugués en la universidad. Dice Khaled: “La guerra es muy triste. Yo en Brasil no conozco a nadie, no tengo

parientes, no tengo casa, no tengo idioma. Pero no me siento perdido”. En su momento, Brasil fue el único país que aceptó su pedido de asilo y no quería arriesgar su vida en el mar para intentar llegar a Europa de forma ilegal. Con una gran tradición de asilo y una fuerte comunidad árabe instalada desde hace décadas, Brasil ha recibido a más de 2.000 refugiados sirios desde que empezó la guerra en 2011; desde 2013, el país adoptó medidas para simplificar y acelerar los trámites de asilo para los sirios. Sin embargo, muchos refugiados sirios quieren regresar a Europa o incluso a Turquía cuando ven que Brasil, en plena crisis económica y política, no les ayuda con un subsidio, vivienda ni empleo. El p. Alex decidió comenzar a acoger refugiados en su parroquia, cuando miraba un reportaje televisivo sobre los sirios. En su iglesia viven refugiados nigerianos, afganos, palestinos e iraquíes, pero el 90% son sirios. La guerra en Siria ha provocado la muerte de más de 240.000 personas y forzado al exilio a más de cuatro millones. El éxodo de decenas de miles de sirios a Europa ha generado la peor crisis migratoria desde la Segunda Guerra Mundial. "Yo soy cristiano y ellos son en su enorme mayoría musulmanes. Pero Dios es uno solo para nosotros, y somos hermanos. Dios no tiene religión", dice Coelho. Dara Rmadan tiene 42 años pero parece de mucho más. Vendió su casa en el nor-

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América Latina

te de Siria, cerca de la frontera con Irak, para poder huir con su mujer y sus cuatro hijos de la guerra; fueron a Brasil a buscar un futuro mejor luego de que varios países europeos rechazaron su pedido de asilo. Ahora quieren regresar a Turquía. “En Europa el gobierno te da casa, un salario, un plan de salud. Si traigo aquí a mi familia, no tengo cómo mantenerla”, dijo a través de un traductor. “Pero no extraño Siria. No tengo nada ahí. Perdí todo. No queda nadie ni nada para extrañar”, dice. Frente a la iglesia, en el barrio de Botafogo, Mohammed Ebraheem, de 20 años, vende empanadas árabes y otras comidas típicas de su país que prepara cada día junto a sus padres y sus dos hermanos. El p. Alex les ayudó a comprar una máquina para fabricar las empanadas. “Preciso ayuda para encontrar una casa. Lo complicado aquí es la vivienda. Si uno tiene casa, venir aquí es mucho mejor que ir a Europa”, dice -ya en un buen portugués- este joven que huyó de Siria justo antes del día en que tenía que entrar al Ejército. Otros sirios que viven en la iglesia han captado rápidamente los gustos cariocas y para hacer unos pesos venden cerveza en las playas de Río. 8

A nivel internacional, la película del uruguayo Federico Veiroj, coproducida en España, Francia y Uruguay está comenzando a llamar la atención en los festivales. Estrenado en el Festival Internacional de Cine de Toronto, El Apóstata participó también de la selección oficial del Festival de San Sebastián. “Es mi cuarta vez que estoy en el festival (de Toronto) y venía con expectativas porque conozco a su públiFederico Veiroj co inquieto y curioso”, dijo Veiroj en una entrevista. El estreno mundial “fue genial, una experiencia muy buena”, juicio replicado por las primeras críticas positivas. En Uruguay la película llegará a salas el 15 de octubre. Con el objetivo de eliminar sus registros bautismales y de liberarse de la fe católica que heredó de sus padres, el personaje principal, Gonzalo Tamayo (Álvaro Ogalla, coguionista), se embarca en una peregrinación burocrática que no solo impacta en su fe, sino que además conlleva cuestionamientos que atañen a su identidad, sus recuerdos, su deseo sexual y sus aspiraciones. “La historia surgió cuando me enteré del intento de apostasía de mi amigo madrileño, Ogalla, al que conocí mientras viví allí una parte importante de mi vida. Al apostatar, lo que yo detectaba era una intención de modificar el pasado y, al ser esto imposible y por lo tanto una fantasía, internamente lo convertí en un desafío super tentador para hacer una película de ficción con toques de fábula”, comentó Veiroj, quien aclaró: “No es una crisis de fe lo que tiene este hombre. Al revés, es un personaje que tiene una fe gigante. No va por ahí su crisis. No es una película que va en contra de la religión. Es un tipo que representa todos los valores de los que le ha tocado nacer y ser educado”. Aunque las temáticas que subyacen a la película trasciendan la religión, el cineasta concibió que “España es perfecta por su historia con el catolicismo. Quizás el único otro país podía haber sido Italia”.

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Uruguay

pablo galimberti:

“Olor a oveja” “En estos días me comuniqué con un párroco uruguayo de una zona de periferia de nuestro país. Quería manifestarle mi cercanía, escuchar su voz, interesarme por su salud y su ánimo. Días atrás fue víctima de un atraco y robo donde vive y trabaja”. Así inicia el testimonio, en el diario Cambio, del obispo de Salto, a raíz de un grave hecho de violencia ocurrido a un cura amigo, el p. Pablo Bonavía.

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pisodios de violencia se han “normalizado” en de heridas frescas, que brindara sus declaraciones. nuestra sociedad. Algunos hechos se difunden por Y aquí está lo que más rescato de este buen cura “con olor a noticieros, otros salen en periódicos, o circulan oveja” como diría el Papa Francisco. Con amabilidad ante un por las redes sociales y boca a boca. Pero mu- periodista insistente, le manifestó que no pensaba hacer ningún chos de ellos apenas los conocemos. A estos quiero referirme. tipo de declaraciones. Fue grande la sorpresa del periodista, Regresaba a su parroquia. Buscaba la llave para ingresar a la habituado a reportajes en primeros planos para la televisión casa, pegada al templo. Desde la oscuridad sonó en su cabeza nacional. un durísimo golpe... “No quiero que mis palabras afecten a la gente de este barrio, le Mandela y Tutu,dijo. Sudáfrica. Entraron, revolvieron, no se qué cosas destrozaron, violentaSi hablo públicamente de lo que me pasó, podría resultar ron o se llevaron. No le pregunté por las pérdidas. No es lo que perjudicial. Porque mucha gente va a poner a este barrio en la importaba. De inmediato llegó el auxilio de vecinos que acudie- lista negra. Y si mañana uno de mis vecinos se presenta a pedir ron para ofrecer los primeros auxilios en la cabeza y la cara trabajo y le preguntan dónde vive, es probable que la sola menque sangraban. En medio del alboroto logró mantener su buen ción al barrio sea motivo para negarle la oportunidad”. espíritu. Esas manos cuidadoras fueron expresión de una fuer- Terminó mi breve conversación con este párroco y me quedó te solidaridad que los acerca al querido párroco. Al que ven grabada su actitud. No importaba él. Tampoco importaba el pecorrer primero cuando un vecino, joven, anciano o familia nece- riodismo que rastrea con curiosidad los hechos violentos. Lo sita una palabra, aliento u otra ayuda en cualquier emergencia. que más le importaba era su comunidad, su barrio y su gente. A Gracias a Dios y gracias a quienes corrieron, su párroco pudo los que conoce y sabe que a diario pelean en ese barrio obrero recuperarse y contar el cuento. Pero esta historia tiene una por un trabajo digno y estable. Y él se siente parte de esa segunda parte. comunidad. En ese gesto vi plasmado lo que el Papa Francisco Yo me enteré de lo ocurrido a través de algunos sacerdotes nos pide que seamos: pastores con olor a oveja. Pastores, salteños que me hicieron ver en sus celulares enormes carte- guías, educadores, conductores, dirigentes, padres y madres: les en el frente del templo, desplegados por diferentes grupos cercanos y compasivos. Colaborando y sembrando confianza, de vecinos. Expresión de repudio y cálife y valores para una mejor convivencia: da solidaridad hacia su párroco. No se si en la familia, el centro educativo o el bala noticia salió, al menos en letra chica, rrio. Gente con “olor a oveja” es gente caen algún periódico. Lo que sí me llegó es paz de cuidar a otros, sostenerlos en sus que un conocido periodista televisivo fue penurias, animarlos en las horas de ana visitar a este párroco con intención de gustia. En lugar de usar de los otros para entrevistarlo, indagar en los pormenores escalar posiciones, cargos o fama. Una o anécdotas de lo ocurrido y pedir al pátentación que fascina en la sociedad del rroco, víctima de este atraco, con huellas espectáculo. n. 262

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Argentina

opción por los pobres:

La fe y la política Luego de su encuentro anual, los curas en Opción por los pobres, han publicado su mensaje, queriendo reflexionar sobre la “Fe y la política”, haciendo llegar a las comunidades de las que forman parte, y a la opinión pública, una palabra sobre la actual realidad.

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nte la proximidad de las elecciones nacionales, y en plena campaña electoral, los curas en opción por los pobres dicen: “Sin duda, no podemos olvidar todas aquellas dramáticas circunstancias que sumieron a nuestra Patria en una noche oscura donde los pobres, sus familias y sus trabajos fueron las principales víctimas del modelo económico neoliberal, instalado en el 76 y consolidado en los 90, que algunos candidatos intentan reeditar. Sabemos que con la complicidad de los distintos medios de comunicación concentrados, instrumentos de una nueva forma de colonialismo, muchos de ellos proponen un modelo económico que llevaría a los pobres a ser más pobres aun: “¡Esta economía mata!” (Papa Francisco) También miran con preocupación la situación a nivel supranacional: “No podemos ni queremos olvidar la Patria Grande que nuestros próceres del pasado y del presente soñaron y gestaron, y vemos con preocupación las amenazas con las que los poderosos pretenden someterla y acabar con ese sueño. Como parte de esa Patria nuestra queremos renovar nuestro compromiso con el proyecto común de un mundo nuevo, una patria donde todos podamos “bien vivir” y construir juntos un mañana mejor para todos”. En su mensaje, invitan a los argentinos a apostar “por el trabajo digno, la educación para todos, la salud común, una economía y un sistema político que nos permitan mirar con dignidad el mañana. Con memoria, responsabilidad y esperanza”. Acerca de la situación de la Casa Común, los curas en opción por los pobres recuerdan: “la urgencia de control y dedicación del Estado en temas de la hermana madre Tierra, y en especial las víctimas de la sobreexplotación de los bienes naturales (megaminería, sojización, desmontes, la polución del aire y el

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agua…), el descontrol, y el modelo económico que lo provoca. Creemos que en la encíclica Laudato Si´ encontramos un cabal eco de lo que venimos sosteniendo desde hace tiempo”. Ante el advenimiento del trigésimo aniversario de su primer Encuentro Nacional: “haremos memoria de tantas y tantos que dieron su vida por el Evangelio y por la Patria. El derrocamiento de un gobierno constitucional generó una dictadura genocida y entre ellos muchas y muchos cristianos dieron su vida por una patria justa y fraterna, solidaria y liberada. En particular, a los 40 años de su martirio, queremos hacer memoria de los obispos Enrique Angelelli y Carlos Ponce de León, de Pancho Soares y los padres y seminaristas palotinos, y los mártires de La Rioja Carlos de Dios Murias, Gabriel Longueville y Wenceslao Pedernera, quienes junto a otros miles, católicos o no, vieron sus vidas truncadas por el odio que defendía un modelo económico genocida como el que pretende volver”. Después de celebrar la proliferación de la militancia juvenil, alientan a la participación de los sectores populares: “para que todos los derechos conseguidos en estos años sean defendidos como propios y los pasos futuros sean dados hacia adelante... Queremos invitar a nuestras hermanas y hermanos a que en el futuro que nos espera sepamos aportar con responsabilidad, haciendo memoria del pasado y con mirada esperanzadora en un futuro que soñamos cada vez más inclusivo, cada vez más justo, cada vez más solidario. Finalmente, reconocen sentirse alentados “por las palabras y los gestos del Papa Francisco que nos invita a volver la mirada a Jesús, al Reino y a los pobres para construir una sociedad más justa desde los excluidos; así como cantó la Virgen María: “Dios derriba de su trono a los poderosos y enaltece a los humildes”.

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Vaticano

Sínodo familia de los obispos sobre la

año jubilar:

El ejercicio de la misericordia No existe familia perfecta. No tenemos padres perfectos, no somos perfectos, no nos casamos con una persona perfecta ni tenemos hijos perfectos. Tenemos quejas de unos a otros. Nos decepcionamos los unos a los otros. Por lo tanto, no existe un matrimonio saludable ni familia saludable sin el ejercicio del perdón”. Son palabras del papa Francisco que pueden motivar sus decisiones en vista del jubileo.

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on la premisa de que “este Año jubilar de la Misericordia no excluye a nadie”, parece que Francisco hará extensivo a todos los sacerdotes la facultad de absolver el pecado del aborto, facultad que habitualmente solo tienen los obispos y los confesores por ellos delegados. El aborto es un pecado grave que comporta excomunión. Así se interpreta de una carta que Francisco envió el 1 de setiembre al presidente del Pontificio Consejo para la promoción de la Nueva Evangelización, Rino Fisichella, y encargado de organizar el Año Santo extraordinario, que comenzará el 8 de diciembre y culminará el 20 de noviembre de 2016. El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, explicó que la decisión del Papa “no es una atenuación de la gravedad del pecado” y “no quiere de ninguna manera minimizar la gravedad de ello”. Lo que quiere, agregó, es dar “una señal de extensión de la manifestación de misericordia en términos más accesibles y disponibles por parte de la Iglesia”. Puntualizó además que esta decisión no es para siempre, sino únicamente durante el año jubilar. La carta continúa: “Sé que es un drama existencial y moral. He encontrado a muchas mujeres que llevaban en su

corazón una cicatriz por esa elección sufrida y dolorosa. Lo sucedido es profundamente injusto; sin embargo, solo el hecho de comprenderlo en su verdad puede consentir no perder la esperanza”. Francisco indica entonces a los sacerdotes que “se deben preparar para esta gran tarea sabiendo conjugar palabras de genuina acogida con una reflexión que ayude a comprender el pecado cometido, e indicar un itinerario de conversión”. El Papa también recuerda que la celebración de un Jubileo siempre fue la ocasión de una “gran amnistía” para los presos “que, aunque mereciendo una pena, sin embargo han tomado conciencia de la injusticia cometida y desean sinceramente integrarse de nuevo en la sociedad”. En esta línea, concede que los presos “en las capillas de las cárceles podrán ganar la indulgencia”. Mientras tanto, hierven los preparativos y las esperanzas ante la inminente celebración del Sínodo de las Familias.

DÍA MUNDIAL POR EL CUIDADO DE LA CREACIÓN El Vaticano y la Iglesia Ortodoxa de Constantinopla han decidido concelebrar cada 1º de Setiembre el Día Mundial por el Cuidado de la Creación, manifestando la preocupación que todos los creyentes deben tener en los temas de la protección ambiental, destinando una jornada de oración por el tema. La decisión sigue evidentemente la línea de la encíclica “Laudato sí”. “Como cristianos, queremos ofrecer nuestra contribución para superar la crisis ecológica que está viviendo la Humanidad”, insistió el papa Francisco. La jornada mundial puede también sumarse -como la encíclica- al aporte que Francisco pretende proponer en la Cumbre del cambio climático que la ONU celebrará en París en diciembre próximo, y donde el desafío para un acuerdo entre las grandes potencias para enfrentar el aumento de la temperatura global, aparece casi como un fracaso desde antes mismo de iniciarse las conversaciones.

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En el mundo

"¿Somos realmente cristianos? ¿Lo somos hoy frente a estos “deshechos” de la humanidad? ¿Estamos caminando según el Evangelio o nos conformamos con nuestras ideologías y nuestras cerrazones?” Obispos italianos del Veneto, en carta a los cristianos y a los hombres y mujeres de buena voluntad, ante la crisis migratoria.

ITALIA: OBISPOS POR LOS INMIGRANTES El Veneto es una región italiana considerada como bastión del catolicismo. En los últimos meses varios políticos, seguidos por sus electores, se pronunciaron y realizaron acciones contra el recibimiento de los inmigrantes. A pesar de las claras y duras palabras del papa Francisco en favor de los refugiados que llegan desde África, por mucho tiempo no se hizo oír la voz de los obispos. Ahora dos obispos del Veneto se pronunciaron tajantemente con una carta a los cristianos y a los hombres y mujeres de buena voluntad de sus diócesis (Treviso: Gianfranco Agostino Gardin; y Vittorio Veneto: Corrado Pizziolo). “Desde hace algunos años -dicen los obispos- en el territorio de nuestras dos diócesis, al igual que en todo nuestro país, se nos pide ofrecer hospitalidad a los "migrantes forzados", entre los cuales están los solicitantes de asilo, refugiados y migrantes económicos... Hasta la fecha, en la provincia de Treviso, hay cerca de 900 migrantes, en promedio uno por cada mil habitantes”. Estas llegadas han dado lugar a un debate muy duro en pro o en contra de la recepción. “Nos gustaría ofrecer a los cristianos y a todos los que creen en el valor de la solidaridad, 12

algunas calmas consideraciones inspiradas por lo que orienta la vida de los creyentes” continúan diciendo los Obispos. Se observa en primer lugar que, más allá de la dificultad y de la mala organización, hay prejuicios ideológicos que “parecen impedir captar la dimensión dramática de muchas situaciones humanas... Nos gustaría que las cerrazones de principios, las actitudes dictadas por la pertenencia política, así como el énfasis puesto solo en la "molestia" que estas personas están causando, no nos quitaran la libertad interior para pensar y actuar de acuerdo a los criterios esenciales de los cristianos. He aquí algunos de ellos. En primer lugar, el respeto de la realidad. Se trata de reconocer que estas personas están huyendo de sus tierras a causa de situaciones dramáticas... Quien tiene tiempo para escuchar a cualquiera de ellos personalmente, se queda sin palabras... Como comunidad cristiana no debemos ceder a hacer nuestra parte, por lo que no podemos refugiarnos detrás de la magnitud del fenómeno y su lamentable gestión política... Se impone más que nunca la cuestión de lo que significa, en estas circunstancias precisas, ser cristiano. ¿Lo somos realmente? ¿Lo somos hoy frente a estos “deshechos” de la humanidad? ¿Estamos

caminando según el Evangelio o nos conformamos con nuestras ideologías y nuestras cerrazones?” Y luego de recordar la invitación a la coherencia de la fe que a menudo aparece en la palabra y el actuar del papa Francisco, concluyen con un deseo y una oración: “Que el Señor nos haga ‘creyentes creíbles’, hombres y mujeres en solidaridad por la paz, constructores de una nueva humanidad”. SIRIA: DESTRUCCIÓN DEL TEMPLO DE PALMIRA Imágenes satelitales y análisis dados a conocer por una agencia de la ONU mostraron que el Templo de Bel en la histórica ciudad siria de Palmira fue destruido por el Estado Islámico. Durante casi 2,000 años el Templo de Bel había sido el centro de la vida religiosa en la ciudad siria de Palmira. ISIS es conocido no solo por sus ejecuciones brutales, sino por su odio hacia las reliquias, que considera símbolos de idolatría. El templo del siglo I era uno de los más grandes y mejor conservados de la región y representa un punto de encuentro entre la arquitectura clásica y oriental. En medio de las reacciones por las atrocidades por parte del ISIS, se destaca la n. 262


del obispo copto Angaelos, el cual ofreció el perdón. Ante la pregunta sobre el por qué del perdón el obispo Angaelos dice: “Como cristiano y como ministro cristiano, tengo una responsabilidad hacia mí mismo y hacia los demás de guiarles en el camino del perdón. No perdonamos el acto porque el acto es atroz. Pero perdonamos a los asesinos desde lo profundo de nuestro corazón. De lo contrario, nos consumirían la rabia y el odio. Se convierte en una espiral de violencia que no tiene sitio en este mundo”. Frente a las terribles muertes de algunos cristianos coptos, dice: “Aprendí hace mucho tiempo que cuando uno reza, uno reza para que suceda lo mejor, sin saber qué es lo que podría suceder. Naturalmente, yo recé para que se salvaran. Pero también recé para que, cuando llegara el momento, tuvieran la paz y la fuerza para pasar por él. No cambia mi visión de Dios el que estos 21 hombres murieran de esta forma. Ellos fueron sacrificados, pero algo más ha sucedido. Ellos han llevado a la atención del mundo entero los peligros inminentes a los que se enfrentan las minorías”. Hay que recordar que la intervención de Occidente para eliminar a Sadam Hussein, y a Gadaffi es una de las causas de que exista un autoproclamado “Estado Islámico”. El vacío de poder dejado por esta guerra, dio excusas al Estado Islámico, para su campaña oscurantista. PALESTINA: ARRANCAN OLIVOS CENTENARIOS Las imágenes de las topadoras y de las raíces de los centenarios olivos de Cremisan, en Palestina, han dado vuelta al mundo. Los propietarios de esas tierras se agarran a una sentencia de la corn. 262

Última Cena, de Tintoretto, expuesta en el pabellón de la Santa Sede en la Expo Milán 2015.

te israelí que, luego de ilusionar con parar la decisión de anexión a Israel de una colina entera, dejó lugar a la destrucción de las plantas de olivo. También se difundieron imágenes de la agresión de un soldado al párroco de Beit Jala y de la Misa en el campo de los olivos con la protección de los militares. Muchos expresaron indignación y rechazo por estas acciones que se suman a otros hechos que desde décadas flagelan la tierra de Jesús: sin embargo, después de las emociones, no se registran tomas de posiciones e iniciativas diplomáticas efectivas. Pax Christi International ha celebrado en Belén, el pasado mes de mayo, su Asamblea mundial, denunciando con fuerza la colonización de la tierra palestina y expresando solidaridad para todos los que se resisten sin violencia a los abusos cotidianos del ejército de ocupación. VATICANO: PRESENCIA EN LA EXPO-MILÁN Una edición especial del "Patio de los gentiles" con el cardenal Ravasi y Giuliano Amato, y una reflexión sobre el tema elegido por la Santa Sede para su presencia en la Expo "No sólo de pan vive el hombre" se realizó en Milán en el ámbito de la Exposición Universal sobre la alimentación. Entre los países expositores está también la Santa Sede, con un programa contracorriente: mientras los

distintos Estados proponen sus productos alimenticios en clave de sustentabilidad, el Vaticano presenta una muestra de las necesidades alimenticias en el mundo y las consecuencias (carestías, guerras, hambre...) que generan. Por eso el lema “No solo de pan” en el marco de la Última Cena, obra de Tintoretto, expuesta en el pabellón. También el pabellón de la ONU está centrado en la historia de la alimentación con una denuncia del desperdicio actual, causado por la falta de reflexión, el alimento del espíritu. El evento propuso una reflexión sobre la comida, que tiene un fuerte valor simbólico, antropológico, social y espiritual. El cristiano está en diálogo con un Dios que en Jesucristo se convirtió en comida, pan. Y la fe que viene de esta reunión cuestiona la forma en que cada uno está en relación con los demás y los recursos del planeta. Recordando las palabras de Francisco: "Es un escándalo que todavía haya hambre y malnutrición en el mundo. El desafío del hambre y la desnutrición no es sólo un hecho económico o científico, sino sobre todo, ético y antropológico. Educarnos en solidaridad significa entonces educar a la humanidad: construir una sociedad verdaderamente humana es poner en el centro, siempre, la persona y su dignidad, y nunca someterla a la lógica del beneficio". 13


Signos de los tiempos

URUGUAY: PARTICIPANTES DEL SÍNODO Daniel Sturla, arzobispo de Montevideo, fue nombrado por la Santa Sede para participar de la XIV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos que, sobre el tema “La vocación y misión de la familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo” se desarrollará en Roma del 4 al 25 de octubre. Por Uruguay participará también el obispo de Minas, Jaime Fuentes, Presidente de la Comisión Nacional Familia y Vida de la CEU, elegido por el episcopado para representarlo en este sínodo sobre la Familia. ROMA: RECIBIR A UN REFUGIADO “En proximidad del Jubileo de la Misericordia, dirijo un llamamiento a las parroquias, a las comunidades religiosas, a los monasterios y a los santuarios de toda Europa para que expresen que el Evangelio es concreto y acojan a una familia de refugiados. Un gesto concreto en preparación del Año Santo de la Misericordia. Cada parroquia, cada comunidad religiosa, cada monasterio, cada santuario de Europa hospede a una familia, empezando por mi diócesis de Roma”, pide el Papa. BANGKOK: CALENTAMIENTO GLOBAL El drama del calentamiento global ha sido el foco de un encuentro en la capital de Tailandia, entre el 18 y 20 de agosto pa-

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sados, de la Federación de Conferencias Episcopales de Asia (FABC). "No es suficiente ayudar a las víctimas", (además de los cientos de muertos y heridos, son centenas de miles los evacuados en Asia) dijo el p. Allwyn D'Silva, secretario de la FABC que se ocupa de la ecología, "tenemos que luchar contra el calentamiento climático... las principales causas de estos incidentes climáticos son humanas y sobre todo son los más pobres los que sufren más directamente las consecuencias de esas decisiones", dijeron los pastores. ROMA: SI A TU NEGOCIO ENTRA EL PAPA Francisco se apareció solo, como un cliente normal, en una óptica romana: “quiero cambiar solo los cristales, porque no quiero gastar mucho”, dijo sonriendo. El técnico Alessandro Spiezia había anteriormente realizado lentes a varios Papas, pero siempre concurriendo al Vaticano. Después de la impresión inicial, padre e hijo cerraron el negocio con llave, para poder atender al cliente, como si fuera uno cualquiera. Mientras tanto, afuera se producía un caos en el tránsito, con aglomeraciones de transeúntes. Pasados 40 minutos, y luego de pagar la cuenta, el Papa se retiró sonriente. El óptico dijo emocionado: “siempre agradezco al Señor por días como éste”.

El VIII Encuentro Mundial de la Familias se realizó en Filadelfia del 22 al 27 de setiembre de 2015. El lema de este año fue “El amor es Nuestra Misión: La Familia Llena de Vida”.

VENECIA: INVESTIGACIÓN Y PELÍCULA La película Spotlight, recientemente estrenada en el Festival de Cine de Venecia, testimonia el trabajo de periodistas del periódico Boston Globe, que ganó un Premio Pulitzer por exponer cómo la arquidiócesis de Boston encubrió un caso de abuso de menores por parte de múltiples sacerdotes a lo largo de décadas. El director de Spotlight, el estadounidense Thomas McCarthy quiere que el papa Francisco vaya al cine: "No espero reacción de la Iglesia -dijo- aunque me encantaría que demuestren lo contrario''. La película muestra cómo el entonces arzobispo de Boston, Bernard Law, renunció cuando el diario reveló que había encubierto a los violadores de los niños, y tras esto el papa Juan Pablo II le dio un puesto en una de las principales basílicas del Vaticano.

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Tema Central Raniero La Valle

El Dios con el que me quedo Raniero Lavalle es un viejo periodista católico, ya director de L´ Avvenire d´Italia en los tiempos de la celebración del Concilio Vaticano II. En Asís -el 21 de agosto pasado- en el 73º curso de estudios cristianos sobre el tema “Responsables de la imagen de Dios” presentó esta ponencia: es importante la referencia al Concilio Vaticano II, que finalizó el 8 de diciembre de 1965. Celebrar este acontecimiento es también recordar que entre las gracias del evento conciliar no se puede olvidar el haber promovido una imagen de Dios más cercana a la experiencia histórica y misericordiosa de Jesús.

s “

e me pidió de hablar de “El Dios en el cual creo, el Dios en el cual no creo”. Pero esto significaba abrir el armario de todas las definiciones de Dios, de todas las fantasías sobre Dios y escoger lo mejor para reconstruir el Dios que me gusta y dejar a un lado las características del Dios que no quiero. Pero ¿quién soy yo para realizar este discernimiento? Y entonces hablaré del Dios con el cual me quedo. Está claro que existe una relación entre el Dios en el cual uno cree y el Dios con el cual uno se quiere quedar. No siempre, sin embargo, los dos coinciden. Si se cree en un Dios que en la Cruz abre los brazos a todos y luego en nombre de Dios se queman los herejes, está claro que no se trata del mismo Dios. El verdugo está con otro Dios. La historia está repleta de los escombros provocados por el contraste entre la fe creida y las obras realizadas en su nombre. Toda la historia del Pueblo de Israel y del Antiguo Testamento está atravesada por esta tragedia. El Dios de los profetas no es el Dios en cuyo nombre las ciudades cananeas se votaban al exterminio. Y hoy el drama histórico es tal y tan trágico el abuso por el cual Dios se eleva en las puntas de las lanzas asesinas, con la cabeza de los decapitados en su nombre, que la salvación no llega gracias al diálogo sobre nuestras diferentes profesiones de fe, sino solo si el Dios con el cual nos quedamos no es el Dios de la muerte, mas el Dios de la vida, no el Dios que decide la eliminación de los infieles, sino el Dios por el cual no existen los enemigos. El peor de los males viene de quien se queda con el Dios equivocado, que corresponda o no con el Dios en el cual dice creer. Además está el problema de los que siguen, como si fuera Dios, a alguien o algo que saben muy bien que no es Dios. Aquellos por ejemplo que se quedan con el dios dinero y saben perfectamente que ese no es Dios, sino un ídolo; igual lo siguen, porque sino fuera un ídolo no podrían ofrecerle sacrificios humanos, como hacen los estados que cierran la puerta de Europa provocando el estrago de miles de refugiados o como hicieron los poderosos de Europa ofreciendo a Grecia como sacrificio. Estos son los motivos por los cuales prefiero hablar del Dios con el cual me quedo.

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Tema Central

Creer y amar

El creer no es la primera etapa de la relación con Dios. Lo primero es el encuentro. En el Evangelio la gente seguía a Jesús sin saber que era el Hijo de Dios. La cuestión prioritaria hoy está en el Dios que decidimos amar. Éste es el verdadero problema interreligioso y ecuménico y esta es la opción que el papa Francisco está proponiendo al mundo: ¿primero creer o primero amar? La respuesta es que antes hay que amar. Porque esto es lo que hace Dios, nos quiere antes de preocuparse si nosotros tenemos fe en Él. Francisco siempre dice que Dios nos precede en el amor. Por eso Dios es misericordia. Esto no lo dice solo el papa , lo dice toda la tradición. Todavía no estaba formado en el vientre de mi madre, y Tú ya me conocías (Jer 1,5); el Señor desde el seno materno me llamó desde el vientre de mi madre ha pronunciado mi nombre, dice Isaías (49,1). Con la llegada del Verbo encarnado, es decir con el cristianismo, esta realidad de Dios que ama primero llega a ser una revelación pública y universal, que no tiene que ver solo con un individuo, un profeta, un salmista o un pueblo, sino que vale para toda la humanidad y todos los pueblos. Dios nos amó primero, dice la Primera Carta de Juan; y Pablo a los romanos dice que Dios nos amó hasta la muerte con Cristo en la Cruz, cuando nosotros todavía estábamos en el pecado, y cuando todavía no creíamos en Él. Dios nos primerea en el amor, antes de nuestra fe; es más, desde el amor nace la fe, no lo contrario; antes que creamos en Él, Él está con nosotros. Luego la fe con la cual creemos en Él puede ser más o menos adecuada, más o menos apta para representarlo y conocerlo, más o menos ortodoxa; pero mientras tanto Él está con nosotros y nosotros estamos con Él, y el amor está antes. Por lo cual el seguirlo está antes que la fe, el estar con Dios viene antes del creer en Dios. Entonces, llegamos a nuestro tema: el Dios con el cual me quedo. 16

El Dios del sacrificio

El Dios con el cual me quedaba cuando era niño era un Dios del sacrificio. No se de dónde había llegado. A los 8 años murió mi padre. No se por qué en la página blanca de mi diario de ese día, el 3 de junio de 1939, dibujé una cruz muy oscura y escribí una sola palabra: sacrificio. Por qué a los 8 años yo interpreté la muerte de mi padre como un sacrificio, no lo sé. Enseguida después llegó la guerra, y para mi pequeña familia, una viuda y tres niños, fue dura la lucha para sobrevivir. Viví la conclusión de mi niñez como una vida de responsabilidad precoz y de sacrificio; los rudimentos de la fe que me fueron ofrecidos en aquel tiempo iban en aquella dirección. Ellos decían, según la espiritualidad de la época, que Dios era todo y nosotros no éramos nada, que la vida cristiana era una expiación y nuestra ley era más importante que nuestra fe; por lo cual era normal que el mundo no podía ser amado, porque el mundo se manifestaba en esos años de guerra en Roma, con su peor rostro: bombardeos de los aliados y allanamientos de los alemanes; había pobreza y hambre, trabajos precarios que mi madre y yo lográbamos para sobrevivir, la sopa proporcionada por la administración de la ciudad, y el contrabando con el cual se compraba algo, y algo se vendía. Dios estaba ahí, inmóvil, observando nuestra buena conducta: cuando me pidieron dibujar un refugio lo hice y arriba calqué la imagen del Sagrado Corazón de Jesús traspasado. Terminada la guerra entré en la Federación Universitaria Católica: ahí también la percepción sacrificial y represiva de la fe, continuó y se hizo aún más precisa y conciente porque quien la transmitía era la liturgia en la cual fuimos introducidos y cuyas palabras entendíamos porque comprendíamos el latín. Cada día en la liturgia eucarística y en la liturgia de las horas nos venía al encuentro un Dios que justamente nos castigaba. Terminann. 262


El Dios con el que me quedo Misa de rito tridentino.

do el día lo invocábamos para que nos defendiera del diablo, que como un león al acecho quería devorarnos, o arruinar nuestras noches; y había un Dios al cual en las oraciones de la misa de san Pío V ofrecíamos nuestros sufrimientos, mientras proclamábamos que “justamente” estábamos “afligidos a causa de nuestras obras y de nuestros excesos” y que merecíamos todos aquellos dolores porque grande era nuestra culpa y solo Dios podía salvarnos. El yugo del pecado nos tenía bajo el peso de la antigua servidumbre y hasta la muerte llegaba por culpa nuestra, porque de otra forma habríamos sido inmortales; el mundo era un valle de lágrimas y nosotros teníamos que despreciar las cosas de la tierra y la prosperidad del mundo y buscar solo las cosas del cielo. El llamado a una actitud ascética y a la severidad moral se acentuaba por el hecho, para muchos sospechoso, que la Federación Universitaria comprendía muchachos y muchachas: una maravilla, pero también una tentación. Nadie nos había dicho, como dijo el papa Francisco a los jóvenes en la Plaza Vittorio el 21 de junio pasado en Turín, que la castidad consiste en no usar la otra o el otro para el placer propio. Y nadie nos había propuesto la castidad discretamente, pidiendo perdón, sabiendo que decía algo poco popular, sabiendo que pedía algo no fácil porque “todos en la vida pasamos por momentos en los cuáles esta virtud es muy difícil”. Si estas palabras del papa Francisco hubieran podido ser escuchadas en ese entonces, el fantasma de un Dios severo, moralista, que nos ponía encima el miedo del sexo, no habría turbado nuestras relaciones juveniles y tal vez no nos habría hecho infeliz la vida antes y después del matrimonio, y tal vez la vida entera habría sido más fecunda, también en hijos. En fin, considerando el mejor catolicismo de ese entonces que incluía representantes como Arturo Paoli y Giuseppe Dossetti, se puede decir que ese catolicismo también estaba con un Dios que no quitaba el aire. Y esto significa que sin un viento nuevo no podía decaer. Lo que personalmente me salvó fue el espíritu crítico que n. 262

contextualmente la Federación Universitaria me enseñó, pero también el hecho que ella me tiró en el mundo. Ser echados en el mundo para nosotros en aquel entonces significaba una confrontación áspera con el catolicismo integrista, significaba la confrontación política en el mundo universitario, donde se hacían las primeras pruebas de democracia, significaba elaborar alternativas culturales más abiertas. Para aguantar la confrontación había que quedarse con un Dios diferente, un Dios no del dolor, no arrepentido por habernos creado, no celoso de la belleza, del amor, un Dios no envidioso de la libertad de sus hijos: un Dios que ama la vida.

Las brechas para un Dios diferente

Había brechas a través de las cuales irrumpía este Dios. Una de estas fue para mí el encuentro con los monjes camaldolenses, y en particular con el monje más grande del siglo XX, el padre Benedetto Calati: lo encontré casualmente pidiéndole bendecir justamente, una cruz de mayólica que había comprado con mi novia Cettina. El Dios del padre Benedetto era un Dios de una dulzura infinita, que cuando iba a confesarme todavía antes que yo pudiera acusar un pecado, ya me perdonaba; así que rápidamente en aquellas confesiones nos olvidamos de los pecados y se hablaba solo de san Gregorio Magno, que abría las puertas a los nuevos pueblos y a los pobres de Roma hacía repartir “alimentos ya cocidos, trigo y vino” y también “salsas y bálsamos”; se hablaba de los Padres de la Iglesia que interpretaban toda la historia como Historia de Salvación; se hablaba de la Escritura que crece con quién la lee, y de Dios que, para decir lo más bello de Él, el padre Benedetto decía que “(Dios) es un beso”. Luego un día en Bolonia, escuché en la catedral una homilía del arzobispo, el cardenal Lercaro y me pareció que nunca había escuchado hablar así de Dios. Tal vez no era así, tal vez era mi manera de escuchar que había cambiado. Pero ciertamente allí habían palabras donde se evocaba un Dios muy parecido al Dios con el cual quería quedarme; por lo cual a la revelación 17


Tema Central

El día de apertura del Concilio Vaticano II.

nueva de Dios que venía desde abajo, es decir de la experiencia de mi vida, se agregaba una revelación nueva de Dios, una nueva manera de hablar de Dios que llegaba desde arriba, de la misma jerarquía de la Iglesia, de un cardenal. Y así ese día adopté al cardenal Lercaro como mi obispo, también porque en ese entonces no existía la menor idea que el Papa en Roma fuera también su obispo, y entonces yo como fiel romano tenía de alguna manera la casilla libre. Decidí que el Dios del cardenal Lercaro, el Dios de la reforma litúrgica, el Dios de las nuevas iglesias de periferia, el Dios de los muchachos pobres que vivían y estudiaban en casa del arzobispo, era el Dios con el cual quería quedarme. El destino quiso luego que Lercaro llegara a ser mi obispo de veras, porque fuí llamado a dirigir “L’Avvenire d’Italia”, el diario que salía en Bolonia; fuí a vivir a Bolonia y fue allí que irrumpió el Concilio.

Un nuevo anuncio de Dios para la humanidad del siglo XX

El Concilio fue el verdadero nuevo anuncio de Dios para la humanidad del siglo XX. Al comienzo no nos dimos cuenta porque se pensó que el Concilio no se interesaba de teología, sino que tenía como única tarea la reforma de la Iglesia y poner al día la pastoral entendida como vehículo y no como sustancia de la fe. Y en cambio era exactamente una nueva comprensión y un nuevo anuncio de Dios “en las formas que nuestros tiempos exigen” lo que el papa Juan había pedido al Concilio y lo que del Concilio debía llegar 18

a ser el tesoro más precioso, el aggiornamento más profundo y duradero. Es necesario darle vuelta a la idea superficial que desvió la comprensión del Concilio: éste ha sido un gran concilio teológico y exactamente por eso “pastoral”. El Dios del Concilio es radicalmente un Dios que no es sacrificial. No es un Dios que se ofende mortalmente por el pecado original y que necesite satisfacción y resarcimiento por el sacrificio del Hijo y por el sacrificio nuestro también; no es un Dios al que se debe expiación de lágrima y sangre de los hombres; tampoco es un Dios que se vengó de la desobediencia de Eva y de su compañero, decretando para ellos la muerte, el trabajo como fatiga y pena, la sexualidad como concupiscencia e impureza, el parto con dolor, la tierra que en vez de frutos produce cardos y espinas. Expiación no significa pagar un precio, sino ser perdonado, recibir la purificación de Dios; por otro lado la palabra placatio, de un Dios que tiene que ser aplacado en su ira, y que era una palabra clave en la teología pre-conciliar, nunca aparece en los textos del Concilio. El Hijo de Dios no se encarnó para pagar una deuda al Padre, como afirmaba la doctrina de san Anselmo, siempre repetida por la Iglesia, sino para anunciar a la humanidad los secretos de Dios (Dei Verbum n.4), para quitar las máscaras antropomorfas y terribles que desfiguraban el rostro de Dios, para no dejar al hombre solo, sino por el contrario, “sin ninguna interrrupción” proporcionarle a él la ayuda para la salvación (D.V. n.3), para unirse en alguna manera a cada persona (Gaudium et Spes n.22), para entrar de una forma definitiva en la historia Humana (Ad Gentes, n. 3), y n. 262


El Dios con el que me quedo

hacer sagrado todo. Pablo VI seguirá diciendo que el Concilio no abandonó la doctrina del pecado original; en realidad la teoría anselmiana, de Dios que se resarce a sí mismo en el Hijo y en los hijos, está totalmente dada vuelta. El Dios del Concilio es un Dios que hace pedazos al ídolo que las religiones y las Iglesias habían construido para honrarlo, que libera de los malentendidos que perjudicaban a Dios que padecía la carga de las oraciones equivocadas, por las cuales se pensaba darle honor. No es más el Dios que salva solo a los suyos, por lo cual afuera de la Iglesia, de la Iglesia visible y jerárquica no habría salvación. No es el Dios que deserta de las otras Iglesias cristianas. Tampoco es el Dios que no podrán conocer, en la felicidad eterna, los niños muertos sin bautismo: esta doctrina, que se quería derivar de los Padres, no fue considerada por el Concilio, y el Limbo fue abolido; el Dios del Concilio no es un Dios que dejó huellas de sí mismo y semilla de su Palabra en las otras religiones, sino que todos los hombres y las mujeres, “en la manera que Él sabe”, fueron por Él asociados al misterio pascual así que en sus corazones trabaja invisiblemente la Gracia (G.S. n.22). El Dios del Concilio no es un Dios envidioso del hombre, que lo tiene por las riendas, con el chantaje de sellarlo como prometeico y hereje si intenta ser adulto; y tampoco es un Dios que abandonó al hombre a sí mismo poniéndolo “en manos de su voluntad”, como se hizo decir, por malas traducciones bíblicas, a un versículo del Siracide; sino que puso al hombre “en manos de su concejo”, como traduce Gaudium et Spes, es decir lo hizo responsable de sí mismo y del mundo, así que alcanzaría con personas más sabias, dice el Concilio, para enfrentar una situación en la cual peligra el futuro del mundo (G.S. n.15, n.17). Por todo eso, el Dios del Concilio es un Dios fuente y garantía de la libertad humana, que habla a través de la conciencia (G. S. n. 16), un Dios que no actúa con obligación y violencia, sino que elige el camino de la pobreza y de la abnegación, un Dios que después de haber creado el amor, no lo encadena para que sirva solo a la procreación, sino que desborda en hombres y mujeres para que sirva a la comunión, al cariño, a la fecundidad y a la alegría.

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La fe de Nicea

Este Dios el Concilio no se lo inventó, sino que lo recuperó de toda la gran tradición de la Iglesia. El Vaticano II ha propuesto de nuevo la cristología de los primeros cuatro concilios, y en particular la fe nicena, que en Cristo Jesús ha reconocido no “un Dios de segunda categoría”, hecho por el Padre, sino un verdadero Dios, coeterno con el Padre, de la misma esencia del Padre. Este es un norte de la fe, que fue proclamado por el Concilio de Nicea en 321, bajo la forma no de una definición dogmática sino de una profesión de fe; y en los hechos llegó hasta nosotros en forma de oración, en la forma de un Credo. Este ha sido el proceso de formación de la fe en las comunidades primitivas, como narración y como oración y no como dogmática y doctrina; esto permitió la convivencia de distintas narraciones como distintos son los relatos evangélicos; al punto que hasta Nicea no hay huella de una fórmula de fe única para todas las comunidades cristianas, que en cambio irrumpe en Nicea, pero en forma de oración, en forma de Credo. Solo con el Concilio de Calcedonia en el siglo V se da un desliz estructural, y se pasa de la fe, a la doctrina sobre la fe. Al punto que mientras las primeras palabras del Concilio niceo-constantinopolitano eran: “Nosotros creemos que”, las primeras palabras de la definición de Calcedonia suenan: “Nosotros enseñamos que”, e inicia una historia de ortodoxia doctrinal que será también una historia de exclusión. Pero independientemente del comienzo de una rigidez dogmática, la profesión de fe de Nicea, que el Vaticano II retoma (“A Él, pues, por quien también hizo el mundo, lo constituyó heredero de todo, a fin de instaurarlo todo en Él”, dice por ejemplo el decreto Ad Gentes n.3), es decisiva para nosotros porque hace universal la historia de la salvación y muestra cómo en el Cristo coeterno con el Padre todos tuvieron acceso a la salvación, antes también que Jesús fuera concebido y también afuera del devenir de las generaciones del pueblo de Israel (“Sin dudas, el Espíritu Santo obraba ya en el mundo antes de la glorificación de Cristo” dice el decreto Ad Gentes n.4) y que también después del Jesús de la historia, la salvación de Dios en Cristo puede desbordar en todos y en todas las criaturas también afuera de la tradición judeo-cristiana. Por eso se podría decir que el cristianismo es una religión post-bíblica, que lleva no solo la unidad de los dos Testamentos, sino la unidad de todos los

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Tema Central

Testamentos. Nosotros a menudo olvidamos que somos nicenos y nos representamos una historia de salvación según una línea de sucesión que desde la Creación llega a Abrám, a Moisés, a los profetas y a través de Jesús Cristo pasa en el nuevo Israel que es la Iglesia. En cambio la fe de Nicea dice que, desde el comienzo, Dios ha sido el Dios de toda la humanidad y de toda la Iglesia, no por sucesión o sustitución del Dios de Israel. Y es por esto que cambia toda la perspectiva del Concilio Vaticano II sea con respecto al ecumenismo, sea a las religiones no-cristianas; sea con respecto al primado de la conciencia y de la libertad religiosa, sea también a la relación con el mundo y con la historia, que desde el comienzo están en Cristo y no en el maligno. Y es éste, dice el Vaticano II, el Dios con el cual quedarse, el Dios que está con nosotros desde la fundación del mundo, y no solo desde la encarnación de Cristo, segundo Adán, sino desde el inicio porque desde la creación del mundo Cristo está allí: el primer Adán es Él.

Despúes del Concilio

El esplendor de este Dios del Concilio muy pronto se fue empañando; no fue éste el Dios que se predicó después del Concilio, y exactamente por esto los 50 años que lo han seguido han sido años de desierto. Y muchos, también entre los católicos más abiertos, han terminado por desenamorarse del Concilio, por quedarse desilusionados y en fin, lo abandonaron. Yo me quedé con el Concilio, y cuanto más lo descubría, más me alegraba del hecho que exactamente aquel Dios que el Concilio había redescubierto y puesto firmemente en sus documentos era el Dios con el cual yo quería quedarme. Así fue que todas las cosas que hice después del Concilio me resultaron fáciles, perfectamente serenas y pacificantes de parte 20

de Dios, aunque eran duras, controvertidas, conflictivas de parte de los hombres. Así fue en la lucha por el NO en el referendum sobre el divorcio, y no con el argumento profano de la separación entre Iglesia y Estado, sino con el argumento cristiano de la misericordia, porque el Estado no puede, para complacer a la Iglesia, condenar a una vida de infierno a sus ciudadanos. Así fue con la primera ley que encontré en el Parlamento, la ley sobre el aborto: logramos hacerla no como ley que cambia un delito en derecho, sino como una ley que cura las heridas y alivia el dolor social. Así fue en las batallas contra los misiles, en favor de los palestinos, contra los regímenes militares católicos de América Latina, contra la guerra del Golfo, de Yugoslavia... En todas estas circunstancias, el Dios con el cual me quedo mantiene su presencia discreta y fiel. No es un Dios de las crisis de conciencia o de las elevaciones místicas, sino un compañero de habitación con el cual se puede hablar en confianza y que te anima. El Dios con el cual me quedo puede ser también un Dios que no dice nada, cuya voz no oyes; experiencia esta que no es solo de los cristianos comunes sino también de los místicos: relata Leonardo Boff que un día encontró a Arturo Paoli en una capilla y le preguntó: “hermano Arturo ¿escuchas a Dios cuando luego del trabajo venís a rezar a la capilla? ¿Él te dice algo?” Y Arturo le contestó: “no siento nada. Hace mucho tiempo oí su voz. Fue fascinante. Llenaba mis días de música y luz. Hoy no siento nada. Sufro las tinieblas. Tal vez Dios no quiere hablarme más”. Entonces no estoy de acuerdo con ciertos lenguajes que para hacer más racional el discurso sobre Dios no lo llaman con su nombre, sino que lo describen como una abstracción, como una “fuerza vital”, “fuerza creativa”, “oferta de vida”, “fuente de enern. 262


El Dios con el que me quedo

Con los Movimientos Populares, en Bolivia.

gía”... A mí un Dios indistinto, líquido, pura abstracción del pensamiento, no me interesa, prefiero el ateísmo; el Dios con el cual me quedo es un Dios que sea un Tú y un Dios tal que yo sea un tú por Él, y nosotros somos sus imágenes, sus hijos, sus “califos”. Un Dios capaz de amor. En este sentido, un Dios persona. Porque si es verdad, como dijo el papa Francisco a los Movimientos Populares en Bolivia el 9 de julio pasado, que “no se pueden amar ni los conceptos ni las ideas, se ama a las personas”, también es verdad que solo una persona ama; por lo cual Dios es persona.

El Dios del papa Francisco

Y es así que este Dios abrió la última brecha, y también esta desde arriba en la predicación del papa Francisco. Retomando aquello que había sido el munus más característico y menos comprendido del Concilio, el papa Francisco ofreció a la Iglesia y al mundo un nuevo anuncio de Dios “en la forma que nuestro tiempo exige”. Y nuestro tiempo -y yo creo todo tiemponecesita un Dios como Jesús lo reveló, como el Evangelio lo custodió, como la Iglesia de los Apóstoles y de los Discípulos lo ha transmitido hasta hoy, y como el papa Francisco lo relata: un Dios de misericordia, que ama primero, que nunca se cansa de perdonar, Padre Universal, que no admite ni exclusión ni desechos, un Dios no violento, libre y humano, custodio no de la ley sino de la vida, un Dios iconoclasta. Se hizo una objeción a este Dios de la misericordia: la misericordia está bien, pero ¿dónde está el juicio? Un Dios que no juzga, dice el sentido común, sería un Dios a medias, no sería un verdadero Dios. Y es real que en nuestro anuncio del Dios del Evangelio a menudo censuramos al Dios del juicio, mientras el tema del juicio era parte del discurso de Jesús sobre el Reino. Esta crítica no se puede justificar considerando el Dios de la misericordia del cual habla Francisco; el juicio sobre el mundo del papa Francisco es durísimo, y se puede decir que sin este juicio no tendría sentido tampoco el anuncio de la misericordia. Basta pensar en su denuncia de la economía que n. 262

mata, en la condena de un sistema que no tiene rostro ni metas verdaderamente humanas, en las críticas del dinero que gobierna, de la cultura del desperdicio, de la globalización de la indiferencia. Pero en el anuncio cristiano del papa Francisco no está la amenaza del juicio de Dios: en cambio aparece la constatación evangélica que el mundo ya ha sido juzgado, como dice Jesús en el Evangelio de Juan; que el propio mundo es juez contra sí mismo, y que si desde el juicio no pasa a la conversión, se perderá. La destrucción de la naturaleza que estamos realizando es el paradigma ejemplar de todo esto. La crisis ecológica es el juicio sobre nuestra obra en el mundo, nosotros causamos nuestra propia destrucción: la Encíclica Laudato Si´ lo hizo manifiesto. Lo que Europa ha hecho con Grecia es el juicio de condena que Europa pronunció sobre sí misma. Una generación de jóvenes perdida y sin trabajo es el juicio pronunciado sobre el abandono de toda idea de bien común como razón y fin de la política. El Estado de Israel con su violencia es el juicio que grita contra la deformación ideológica de la fe bíblica. El Estado Islámico, la tragedia del Oriente Medio, los 232 millones de inmigrantes internacionales son el juicio sobre un mundo que no quiere conocer lo que le sirve para llegar a la paz. El mundo ya ha sido juzgado, pero la misericordia lo puede salvar, el documento de condena que nos perjudicaba está clavado en la cruz. Este es el mensaje del papa Francisco. Y dice Scalfari: este es un Papa profético. Y yo agrego: no solo profético sino mesiánico, porque su anuncio, en cuanto anuncio mesiánico, es que el reino de Dios, es decir el reino de misericordia, está cerca.

Dinámica del Espíritu en la historia de la fe

Pero ni siquiera ahora, con el Concilio Vaticano II, con Francisco, el proceso de comprensión del Dios con el que quedarse está terminado. Hay algunas cosas que Pedro no entendía: Jesús que lava los pies en la Última Cena, y Jesús le dijo: no entiendes ahora, pero lo entenderás después. El monje 21


Tema Central

camaldulense Innocenzo Gargano para el Sínodo de los Obispos ha propuesto una nueva interpretación de la Palabra de Jesús sobre la indisolubilidad del matrimonio: en el sentido de que Jesús no hablaba como hombre de leyes y, proponiendo un ideal más alto, “escrito en las estrellas”, no habría abrogado la ley de Moisés que haciéndose cargo de la dureza de corazón de los cónyuges había conseguido el divorcio. Un católico celante se burló de Padre Inocencio, porque después de dos mil años propone una nueva lectura del Evangelio, como si hasta ahora hubiese un error en su comprensión. Sin embargo, ésta es precisamente la dinámica del

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Espíritu en la historia de la fe: algo que hasta ahora no habían entendido, aquí y ahora lo entienden. Y en este espacio entre el ya y el todavía no, de lo que hemos entendido de Dios, está la superioridad del Dios con el cual estamos en comparación con el Dios en el que creemos; porque el Dios que está con nosotros está siempre más allá de cualquier cosa que podamos pensar y creer de Él. Raniero La Valle Assisi, 21 de agosto de 2015

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Una canción

nino bravo:

Yo soy libre Esta canción se basa en un hecho real: no había transcurrido un año de la construcción del muro de Berlín y ya los jóvenes alemanes de la llamada República Democrática soñaban con alcanzar la libertad desafiando la estricta vigilancia a una frontera que dividía Alemania.

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eter Fechter con solo 18 años fue la primera víctima intentando cruzar el muro de Berlín, muere el 17 de agosto de 1962, alcanzado por disparos de guardias que custodiaban el muro. Aunque su compañero Kulbeik logró atravesar el muro, Fechter fue alcanzado en la pelvis, a la vista de cientos de testigos. Él cayó de nuevo hacia el corredor de la muerte del lado este, donde quedó a la vista de la gente situada en el lado occidental, entre la cual se incluían periodistas. A pesar de sus gritos, según testigos, no recibió ayuda médica, del lado Oeste solo pudieron tirarle un botiquín pero no sirvió de mucho, Peter se desangraba hasta morir aproximadamente una hora más tarde. Diez años más tarde surge la canción “Libre” interpretada por el cantante español Nino Bravo y compuesta por José Luis Armenteros y Pablo Herreros. La canción transforma esta tragedia en un canto poético en homenaje a los que buscan ser libres, y se ven oprimidos por gobiernos preocupados en mantener privilegios injustos, o lavar el cerebro de la gente con ideologías que supuestamente los harán más felices. Tiene casi veinte años y ya está cansado de soñar, pero tras la cementera está su hogar, su mundo, su ciudad. Piensa que la alambrada sólo es un trozo de metal, algo que nunca puede detener sus ansias de volar. Libre, como el sol cuando amanece, yo soy libre como el mar... ...como el ave que escapó de su prisión n. 262

La libertad es el bien más sagrado del ser humano, que no se comprende como tal sin ella. Es significativo pensar que la libertad es lo que Dios más respeta en nosotros. Cuentan los santos Evangelios, que el demonio lo tentó a Jesús, prometiéndole darle el dominio de todos los pueblos de la tierra, y de todos los seres humanos, si postrándose lo adoraba (Mt 4,8-10). Fue como si el demonio le dijera: “Mira Jesús te ofrezco lo que tú más valoras, a los seres humanos, son míos y hacen mi voluntad, por eso hay guerras injusticias y maldades en el mundo. Pero yo te los entrego, y todo lo que tu desees se realizará.” Pero Jesús no aceptó porque sabía que quitarle la libertad a la gente, sería lograr lo que el demonio quería, o sea quitar su dignidad a las personas. Equivalía a adorarle a él. Pero otros, y no solo los dictadores, aceptarían. Pero la sangre humana sería el precio. Jesús prefirió morir antes que imponer por la fuerza su voluntad. Murió para que nosotros pudiéramos ser libres y protagonistas de nuestra vida.

y puede, al fin, volar... ...como el viento que recoge mi lamento y mi pesar, camino sin cesar detrás de la verdad y sabré lo que es al fin, la libertad. Con su amor por montera se marchó cantando una canción, marchaba tan feliz que no escuchó la voz que le llamó, y tendido en el suelo se quedó sonriendo y sin hablar,

sobre su pecho flores carmesí, brotaban sin cesar... Libre, como el sol cuando amanece, yo soy libre como el mar... ...como el ave que escapó de su prisión y puede, al fin, volar... ...como el viento que recoge mi lamento y mi pesar, camino sin cesar detrás de la verdad y sabré lo que es al fin, la libertad. 23


B

Biblia: ¿comprendes lo que lees?

No vine a llamar a los justos Jesús ve a los pecadores como enfermos que hay que curar y no condenar; son más víctimas que culpables, necesitados de un médico amigo y no de jueces.

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A

l irse de allí, Jesús vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado a la mesa de recaudación de impuestos, y le dijo: “Sígueme”. El se levantó y lo siguió. Mientras Jesús estaba comiendo en la casa, acudieron muchos publicanos y pecadores, y se sentaron a comer con él y sus discípulos. Al ver esto, los fariseos dijeron a los discípulos: “¿Por qué su Maestro come con publicanos y pecadores?”. Jesús, que había oído, respondió: “No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos. Vayan y aprendan qué significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios. Porque yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores”. Mateo 9,9-13

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ateo (Leví) era publicano, es decir un recaudador de impuestos públicos. A estos publicanos se los solía despreciar como pecadores porque colaboraban con el opresor (el imperio romano) que dominaba sobre el pueblo de Dios y se aprovechaban también ellos para estafar y robar. Eran expulsados de las sinagogas y hasta se les negaba el saludo. Los justos, o sea los buenos, no podían tener trato con ellos, ya que eran enemigos de Dios y de Israel. Ni siquiera los mendigos aceptaban sus limosnas. En el caso de Zaqueo, otro publicano, es Jesús el que se auto invita a su casa porque a Zaqueo le estaba prohibido invitarlo. En Mt 9,9-13 Jesús llama al publicano Mateo a seguirlo para formar parte del grupo de los Doce. Así como Jesús transformó a unos pescadores de peces en pescadores de hombres, ahora transformará a este empleado de la aduana que sabe leer y escribir en un escriba del reino de Dios (es el redactor del segundo evangelio). Después del llamado que Jesús hizo a Mateo, todos pensaban que éste se alejaría de los malos compañeros. Por el contrario Mateo hizo una gran fiesta con todos sus colegas y Jesús, con sus discípulos, fue el gran invitado. Jesús jamás se preocupó de tener buenas amistades, sino de ofrecer amistad a todos. Mateo dio una gran cena, no para decir adiós a sus amigos sino para que se encontraran con Jesús. Estaban también los discípulos porque ellos tenían que estar donde estaba Jesús y quizas con cierta aversión se encontraron entremezclados con “muchos” pecadores. La gente más religiosa de la época, los fariseos, se escandalizaron. También ellos recibían a los pecadores después de haberse convertido y bajo severas condiciones. Pero Jesús ofrecía su amistad gratuitamente, sin exigir nada. Sentarse a la mesa con pecadores y comer juntos significaba para ellos ser sus cómplices, apoyarlos. Por el contrario Jesús pensaba que justamente por ser pecadores, ellos necesin. 262


taban de su palabra de amigo para poder cambiar de vida. No consentía su pecado, pero sentía compasión por ellos y les ofrecía su amistad para ayudarles a curarse, como hace el médico con los enfermos. De allí la frase de Jesús: no son los sanos los que necesitan del médico, sino los enfermos (Mt 9,12). El médico no se enferma por visitar a un enfermo; más bien le proporciona alivio y curación. La misión del médico es ponerse a disposición de los que se presentan como enfermos para ser curados. A veces se piensa que el pecado aleja a Dios de nosotros y muchos se creen rechazados por él. Por el contrario, cuanto más lo necesitamos, tanto más Dios se nos acerca; lamentablemente hicimos de Dios una caricatura a nuestra imagen y semejanza. Los privilegiados de Jesús son los pecadores, los pobres, los enfermos, los pequeños. Jesús ha venido a buscar a los pecadores, antes que a los pobres y enfermos. A los paralíticos y leprosos que se le presentan, Jesús los cura; pero a los pecadores, los busca, así como el buen pastor busca afanosamente a la oveja perdida. Es su gran preocupación. Lo primero de Jesús con ellos no es la exigencia, sino la cordialidad y el amor antes aún que se conviertan. Suscita en ellos el sentido de su dignidad, la esperanza de una vida mejor, la imagen de un Dios amigo y misericordioso. Los fariseos murmuraban y se quejaban, como el hermano mayor de la parábola del hijo pródigo. Y entonces llega la frase de Jesús: he venido a llamar no a los justos sino a los pecadores (Mt 9,13). Esta frase ha sido a veces mal interpretada, porque no significa que los que figuran como “justos” no necesiten conversión; la necesitan más que nadie. Los fariseos se creían justos; eran por lo tanto los casos más difíciles de curar para el médico, porque no hay peor enfermo que el que no se reconoce enfermo y rehusa curarse. Jesús ha venido para todos, porque todos somos pecadores. Jesús iba a comer a casa de los pecadores y también de los fariseos; no excluía a nadie. Lo que Jesús enseñaba es que en primera instancia no son nuestras acciones o méritos que nos hacen justos frente a Dios; es Dios que nos justifica de nuestra miseria por su misericordia. Jesús no quiere formar una comunidad de “justos” o perfectos; su comunidad siempre será una comunidad de pecadores arrepentidos y perdonados que buscan devolver a Dios amor y fidelidad. También los que se creen justos

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Hendrick Terbrugghen: “La vocación de San Mateo”, c. 1616.

deben reconocerse pecadores y convertirse, aunque su conversión sea la más difícil. Fue más difícil para Dios convencer al profeta Jonás para que él también perdonara a la ciudad pecadora, que convertir a la ciudad. Sólo el que peca contra el Espíritu Santo jamás será perdonado, dice Jesús (Mt 12,32). Este pecado no es un pecado de debilidad o de ignorancia sino de maldad y de arrogancia contra Dios. Los escribas y fariseos cerraban conscientemente los ojos a la luz y negaban la evidencia de las palabras y de los milagros de Jesús; querían proteger sus intereses; y sus obras eran malas. Atribuían la obra salvífica de Cristo a la acción del diablo (Mc 3,22). Es el pecado de los que se ponen a sí mismos en lugar de Dios, no quieren recibir lecciones de nadie y deciden lo que es bueno o malo según sus conveniencias. Por eso en un determinado momento Jesús les advierte muy fuertemente: los publicanos y las prostitutas les pasarán adelante en el Reino (Mt 21,31). Les pasarán adelante significa que no serán excluidos del Reino. Con esta frase Jesús no hace apología de los pecadores públicos, sino que valora su conversión, a la vez que denuncia la dureza de corazón, la autosuficiencia y el orgullo de los profesionales de la religión.

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Retrato

virginio bressanelli, scj:

El obispo Bressanelli.

Enrique Angelelli El 4 de julio de 2014, a los 38 años de su muerte, el Tribunal federal de La Rioja (Argentina) ha reconocido que el fallecimiento del obispo Angelelli -el 4 de agosto de 1976- “no ha sido un simple accidente de ruta, sino una acción premeditada, provocada y realizada en el marco del terrorismo de estado”. El Obispo de Neuquén, Viginio Bressanelli, lo recuerda en este testimonio que extractamos de “Settimana” n. 30/2015.

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a muerte de Angelelli se ubica en el contexto histórico de una Iglesia perseguida, donde el objetivo de la represión era acabar con su pastor. En este contexto Angelelli se puede considerar un mártir también si no hubiese derramado violentamente su sangre, ya que padeció una violenta persecución que lo tocó en su corazón y consagró su donación a Dios y al pueblo en el sacrificio total de toda su vida. Murió como perseguido, humillado y moralmente torturado. Las causas de la persecución Algunos hechos y causas alimentaron esta persecución: la oposición abierta de los que se reunieron en la asociación “Cruzados de la fe” o Movimiento católico secular de formación y apostolado, que intentó manipular ideológicamente la fe del pueblo, descalificando al obispo y al mismo Papa; la ideología de la seguridad nacional, con sus raíces en la dictadura militar; la ambigua, o por lo menos tímida o indecisa posición del Vicariato castrense, que en oportunidades obstaculizó la pastoral del obispo diocesano a través de sus capellanes; la

prohibición de transmitir por radio la misa dominical del Obispo desde la catedral. La coherencia de las palabras, el testimonio y el ministerio de mons. Angelelli causaron esa persecución. Fue un pastor entre su rebaño, no caminó solo. “Mi amado pueblo riojano -dijo- éste es su Obispo, hermano en la debilidad de todos, un cristiano como ustedes... no vine para ser servido sino para servir; a todos, sin distinción de clase, de pensamiento, de credo. Como Jesús, quiero ser servidor de los hermanos pobres”. Convocó y visitó toda la diócesis, defendió y promovió a los excluidos; tuvo miedo, pero no dudó en presentar la belleza y la exigencia del nuevo rostro de la Iglesia del Vaticano II. La conversión social y pastoral que Angelelli teorizaba constituía una amenaza para los que usaban a la Iglesia para defender sus intereses, y también para quienes, con ingenuidad, creían en el peligro del comunismo infiltrado en ambientes eclesiales. Angelelli es el fruto martirial de una Iglesia mártir. Sin duda planificaron la manera de eliminarlo, reconociendo indirectamente la grandeza de este hombre. No se podía matarlo abiertamente.

“Mi amado pueblo riojano: este es su obispo, hermano en la debilidad de todos, un cristiano como ustedes... no vine para ser servido sino para servir; a todos, sin distinción de clase, de pensamiento, de credo. Como Jesús, quiero ser servidor de los hermanos pobres”. 26

n. 262


“En este lugar asesinaron a monseñor Enrique Angelelli, obispo de La Rioja...”

Tres principios fundamentales Su vida se puede compendiar en tres experiencias y opciones de vida que lo marcaron y que son la señal de su altura espiritual y pastoral.

Creyó tenazmente en la colegialidad de los Obispos, en estrecha comunión con Pedro, en la pastoral orgánica, en lo específico de los carismas, en la caridad pastoral del sacerdote, en el papel propio de los laicos.

1. Fue un hombre enamorado de su vocación, identificado con su sacerdocio, visto como servicio a los demás, desde la escucha de Dios y de los hermanos: “un oído para el Evangelio y uno para el pueblo”. Abrazó la causa de Jesús generosamente, anunciando sin cansancio su palabra, imitando su estilo de vida y aceptando su destino pascual, porque el discípulo no es más que el maestro. Su actitud de servicio, la estima y el respeto por la fe de los pobres lo llevó a identificarse con la cultura riojana y con las expresiones de la piedad popular local. Como presidente de la Comisión Episcopal para la Pastoral (COEPAL) fue uno de los padres del Documento Episcopal de San Miguel (1969), cuya perla más preciada es el capítulo VI sobre la pastoral popular, que será el gran aporte de la Iglesia en la Argentina con el resto de Latinoamerica. El documento es la aplicación del Concilio y de Medellín en Argentina.

Pasión y calvario La pasión y el calvario de Angelelli también tienen una nota eclesial. Su última cruz, la más dolorosa y la que más de todas le costó llevar, era la soledad experimentada en la época más fría de la persecución. Su participación en la asamblea plenaria del episcopado (mayo de 1976) le hizo sentirse solo e incomprendido cuando expuso a sus hermanos Obispos la angustia experimentada en la Iglesia riojana. Tal vez muchos otros Obispos se sentían abrumados y confundidos frente a la conducta ‘’inusual” del gobierno militar. La Iglesia riojana sufría una persecución que se remontaba a los inicios de la década de 1970 y que se ahora se hacía más punzante. En La Rioja fue todo un pueblo sometido a la tortura moral y psicológica. Es posible que muchos obispos hayan escuchado el grito de ayuda de mons. Angelelli: pero no se dieron cuenta de su gravedad y urgencia. El anhelo de Angelelli para redefinir la misión de la Iglesia en “esas” circunstancias históricas no alcanzaron el quórum. Murió convencido de que, para el episcopado argentino, era un asunto que podía esperar. Angelelli, en la sensibilidad religiosa de muchas personas, es parte de la enorme lista de mártires argentinos y latinoamericanos de la segunda mitad del siglo pasado. ¡Cuántos sacerdotes, religiosos y laicos han dado su vida por Cristo en la persecución, la tortura, el encarcelamiento, el exilio, la desaparición, el asesinato e incluso en el anonimato de las circunstancias que marcan su pasión y muerte! Recuperar la memoria histórica y el testimonio de estos nuestros hermanos y hermanas haría muy bien a la Iglesia en Argentina y todos los que, en una situación espiritual controvertida que no queremos aquí juzgar, como cristianos creyentes, pensaron, con sus acciones, de dar alabanza a Dios. Una sociedad que quiere reconciliarse, necesita recuperar en paz el testimonio de los que vivieron amando y murieron perdonando como Enrique Angelelli, Wenceslao Pedernera (que muere diciendo a su hija que no mantuviera rencor por sus asesinos), Gabriel Longueville, Carlos de Dios Murias y muchos otros.

2. Un apóstol encarnado en la historia y la realidad social. Fue grande la influencia de su experiencia con la JOC, gracias a la cual abrió los ojos para entender el momento traumático de la Iglesia después del derrocamiento del presidente Juan D. Perón en 1955, que abrió una brecha entre la institución de la Iglesia y el pueblo. Angelelli había comprendido la importancia de la reparación de la relación de la Iglesia con el mundo del trabajo. Cuando era un joven sacerdote recorrió los barrios, se movía en moto, se reunió con los trabajadores, integraba a los pobres y a los marginados. Los sectores tradicionalistas y más ricos rechazaron este estilo de sacerdote que él tenía. 3. Un pastor con un gran sentido de Iglesia, que alcanza su plenitud en la experiencia como padre en el Concilio Vaticano II, cuando era obispo auxiliar de Córdoba. Participó en tres sesiones (1962, 1964, 1965). Intervino 19 veces en el Concilio, en ámbito disciplinario, teológico, pastoral y espiritual. Veía claramente que las conclusiones del Concilio debían llegar a la vida concreta de la Iglesia diocesana.

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Entrevista

roxana esqueff:

El camino recorrido Roxana Esqueff tiene 53 años, vive en Solymar y está casada con Julio; es madre de 2 hijos: Mauricio de 25 años y Andrés de 23. Gracias a la comprensión (y muchas veces sacrificio) de ellos, puede asumir compromisos y poner al servicio de la Iglesia tiempo, energía y entusiasmo; y todo esto con empeño, humildad, dedicación y sabiduría en la no fácil tarea de ser secretaria del CEDODOSC, que tiene como finalidad dar a conocer la Doctrina Social de la Iglesia.

¿Cuál es tu actividad dentro de la Iglesia? Integro una pequeña comunidad de base llamada “Talita Kum” junto a 6 grandes mujeres en Lagomar. En este momento estoy intentando vivir mi compromiso cristiano en el Centro de Estudio y Difusión de la Doctrina Social Cristiana (CEDIDOSC) desde la Secretaria de la Comisión Directiva, y como redactora responsable del Boletín mensual. Represento al Centro en el Grupo Coordinador del Espacio Cristianos en Red y en la Redlapsi (Red Latinoamericana y Caribeña de Pensamiento Social de la Iglesia), donde desde la última asamblea de noviembre de 2014,el Cedidosc asumió la secretaría de la Mesa Directiva, y me permitió el privilegio de participar de la audiencia que el Papa Francisco concedió a la Red, ¡una bendición! ¿Cómo vives estas responsabilidades? Soy una agradecida al Dios de la vida, por la familia, por habernos dado la posibilidad de tomar la decisión de que yo no trabajara (remuneradamente) para acompañar a tiempo completo todas las etapas de los chicos, y así, a través del voluntariado en el barrio, poder “devolver” esa gracia . Una agradecida, porque todos los días Dios cruza en mi camino tantos “maestros” de los que aprender siempre, en el intercambio, la reflexión y la acción, en el desafío de construir espacios

colectivos. Espacios que aprendí a experimentar ya en la adolescencia, en los grupos de Acción Católica en Maldonado. Se que cantas muy bien ¿Por qué te gusta cantar? Porque cantar en coro es una forma privilegiada de “hacer con otros”, esperar cuando te toca cantar y cuando callar, saber que tu tono no tiene que ser igual al otro, es la suma de ambos lo que hace la armonía, no sobresalir porque eso afecta al resultado final, no sentirse imprescindible, sentirse necesaria, requiere dedicación, tiempo, compromiso, entrega y da muchas, muchas satisfacciones, (con mi director actual, cantamos juntos en el coro litúrgico en las dos visitas del papa Juan Pablo II). ¿Cómo fue tu proceso de inserción en las tareas y responsabilidades que tienes por delante? ¿Te dan satisfacciones? Durante muchísimos años estuve convencida que mi llamado a servir en la Iglesia era colaborar en la animación litúrgica, así que prioricé cursos, talleres, seminarios en ese sentido, fue mucho después que me di cuenta que en realidad era desde la pastoral social donde Dios me pedía el servicio, sino seguramente me hubiera orientado a otros espacios para tener más herramientas, porque la voluntad, en todo, pero especialmente en el quehacer social es indispensable pero no alcanza, cada vez se necesita más y más capacitación, siempre digo que los seis años en Facultad de Ingeniería solo fueron para conocer a Julio, ¡Enhorabuena! Cuando veo en perspectiva este último tiempo el camino recorrido, nuevamente surge el Gracias Dios por tantas y tantas Vaticano: audiencia de REDLAPSI con el papa Francisco, el 16 de marzo de 2015.

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Diciembre de 2014: 50 años de ordenación del pbro. Jorge Techera y 65 años del pbro. Juan Lasa. La torta tiene el escudo de Racing, pasión de los dos sacerdotes.

personas que me ayudaron a crecer en humanidad, en la Comisión Fomento de la Escuela y el liceo, en el Barrio Nueva Esperanza, en el Merendero de Santa Teresita, en la Comisión de Apoyo al Centro de Salud de la Costa, en El Tenderete de la Capilla San Francisco, en la Red de Apoyo a la Familia, en los proyectos de Rutas de Salida del Mides en Solymar, en el Comité de Lucha contra la Violencia Doméstica de Ciudad de la Costa, en el Club de Niños “Los Alfareros”, en el Espacio Colectivo de Clubes de Niños de Canelones, en fin en la vida diaria. ¿Cómo fue tu vinculación con el CEDIDOSC? Nancy y Tito me habían hablado del Cedidosc en alguna oportunidad, pero nunca les había prestado la atención debida, algo que aún hoy me reclaman (aunque con cariño). Allá por mayo de 2008, -casi ayer- vi el anuncio del “1er. Seminario Nacional de Doctrina Social de la Iglesia para expertos y militantes”, ya solo el título me sorprendió y como no podía asistir porque justo coincidía con el 80º cumpleaños de mi mamá, escribí al email que indicaba la publicación, para saber si tenían algún material. Mi necesidad de encontrar argumentos para fundamentar y defender las “prácticas” de más de 12 años, frente a “maestros de la teoría”, párroco incluido, que desconocían que como dice el p. Bonavía “la experiencia tiene un gran valor teológico y pastoral”, encontró la cálida y permanente disposición del p. Juan Lasa, -una enorme bendición en mi vida- , para orientarme, acompañarme, y contestarme los correos inmediatamente, incluso a altas horas de la noche. ¡Una maravilla! Lejos estaba de imaginarme que con ese entusiasmo, lucidez, compromiso, y un sin fín de proyectos, Juan ya había soplado 84 velitas. Un “encuentro” casual que fue por varios meses virtual. Hasta que me convenció que asistiera a una charla previa al 2do. Seminario Nacional que daba el p. Leonidas Ortiz Lozada sobre el Documento de Aparecida y fue tan estupenda que desde ahí, me fui quedando. Me maravilló el compromiso de todos y cuanto más conocía el Centro, más se dibujaban las huellas de los “quijotes” y sobretodo de las “quijotas” que animados por Juan habían hecho de este sueño una realidad, cimentando una historia de raíces muy firmes que hoy permite proyectar futuro. En 2010, Juan me planteó un nuevo desafío cuando me invitó n. 262

-y casi, o sin el casi, me conminó- a hacer el Master en Doctrina Social que la Universidad de Salamanca realizaba en Buenos Aires en modalidad semi-presencial. Él escuchó pacientemente todos mis argumentos para no hacerlo, y solo me respondió “y bueno… pero es necesario, así que vas y además trata de aprender mucho solo por eso … porque es necesario para el Cedidosc”. Por supuesto que durante esos dos años todos en el Centro no solo Juan, pero él especialmente, me acompañaron y me alentaron. Después empecé a colaborar mínimamente en el Boletín y en los proyectos de financiación, bueno… en realidad a aprender, aprender, y aprender de la generosidad enorme de Juan que siempre decía “hay que ir preparando la transición, porque Dios desde el ‘vamos’ pero mucho más en los momentos difíciles nos ha ido demostrando que de algún modo la tarea que el Cedidosc realiza es necesaria, por lo tanto nosotros tenemos la responsabilidad de proveerle manos, aquello que tan bien expresaba Serrat: ‘Todo esta listo, el agua, el sol y el barro, pero si falta usted no habrá milagro’ ”. Es fantástico ver cómo Dios permite que personas como Juan se crucen en nuestra vida, y la impregnen de bien. ¡Ojalá sepamos reconocer y agradecer este don con esa misma disponibilidad y compromiso, de los que Juan fue privilegiado testigo! Como decía Santa Teresa “Vivir se debe la vida de tal suerte que viva quede en la muerte” ¿Cómo te ubicas después del 1º de abril de este año? La Pascua del p. Juan, unos días después de cumplir sus 91 años, su testimonio de vida, su entrega, su alegría, su tesón y su entusiasmo, refuerza hoy mi compromiso personal pero resignifica mucho más el quehacer comunitario, compartido, diverso, en el que no es importante lo mucho o poco que podamos aportar, sino que aportemos lo máximo de cada uno en beneficio de todos, y que cada día aprendamos, redescubramos el “conmovernos”, movernos unos con otros, sabiendo que algunas veces nos tocará alentar y muchas otras que nos alienten, algunas esperar los tiempos de caminares más lentos y muchas otras apurar el paso, sabiendo que “Lo importante no es llegar solo y primero, sino llegar juntos y a tiempo” (Leon Felipe). Gloria Aguerreberry 29


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Aniversario

pablo vi:

Discurso ante la ONU El 4 de octubre de 1965, mientras se celebraba la última sesión del Concilio Vaticano II, el Papa pronunció un importante discurso de paz frente a la asamblea de la ONU: la trascendencia del hecho estaba adentro y afuera de la Iglesia del Concilio, que justamente, según Montini, tenía que considerar la Ecclesia ad intra et ad extra.

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ablo VI fue electo Papa el 21 de junio de 1963, después de la muerte de Juan XXIII. Su nombre secular fue Giovanni Battista Enrico Antonio María Montini. Había nacido en Concesio, cerca de Brescia, Lombardía, el 26 de setiembre de 1897, y murió en Castel Gandolfo el 6 de agosto de 1978. Tuvo un pontificado duro y difícil y lleno de desafíos. Muchos, invocando la continuidad de la tradición, vieron con esperanza al morir Juan XXIII, la posibilidad de hacer retroceder los cambios introducidos por éste. Además, el Concilio había tenido una sola sesión y no había concluido. Pero Pablo VI no solo lo continuó sino que siguió la agenda de Juan XXIII con fidelidad, y organizó varias de las reformas, concluyendo el Concilio con el mismo espíritu de apertura y diálogo con el mundo que el Papa Roncalli había tenido. Pero también Pablo VI fue novedoso en su política pastoral. Fue precisamente Pablo VI quien sacó al Papa del Vaticano, y

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lo llevó a visitar a los pueblos, y a dialogar con el mundo en forma más directa: antes solo Juan XXIII había salido del Vaticano para ir en tren a Loreto y Asís. Es muy recordado su viaje a Tierra Santa y su encuentro con el Patriarca de Constantinopla, Atenágoras I, gracias al cual se reanudaron las relaciones entre la Iglesia Católica y la Ortodoxa Griega, pues ambos pastores levantaron sus mutuas excomuniones que habían sido hechas en el siglo XI: y esto en víspera de la tercera sesión del Concilio que habría tratado de los temas ecuménicos e interreligiosos. Casi un año más tarde, viajó a India llamando la atención del mundo sobre los problemas de la pobreza y del hambre, de aquel que en ese entonces se definía el Tercer Mundo: Montini amaba poner gestos simbólicos que seguramente fueron elocuentes y orientaron la compresnsión de sus palabras. El mismo espíritu de diálogo y apertura lo impulsó a visitar la sede de la ONU en Nueva York. Lo impulsaba su deseo de paz, y le preocupaba la Guerra de Vietnam que ya iniciaba, y que parecía que no iba a terminar fácilmente. También la última sesión del Concilio tenía que definir la relación de la Iglesia con el mundo: después de este evento los padres conciliares no podrían postergar u omitir ese desafío. Era la primera vez que un Papa se acercaba a la ONU con el deseo de dialogar con los representantes de los países del mundo. En el patio de ingreso a la sede de las Naciones Unidas se encuentra una estatua muy significativa. Representa a un hombre de apariencia fornida que con un martillo en su derecha está tratando de convertir en una reja de arado la espada que mantiene en su mano izquierda. A los pies de la imagen se recoge la conocida profecía de Isaías: “De las espadas forjarán arados y de las lanzas podaderas” (Is 2,4). Esa estatua ha sido regalada por la antigua Unión Soviética a todos los pueblos de n. 262


Pablo VI durante su visita a la ONU, en 1965.

la tierra, en tiempos de la llamada Guerra Fría. Ante los representantes de todos los Estados, Pablo VI se presentó como revestido de una minúscula y casi simbólica soberanía temporal. Minúscula, pero necesaria para ejercer su misión espiritual con libertad e independencia de todo poder. Felicitó a los miembros de la Asamblea por hacer posible el encuentro de los unos y los otros. Deseó que los pueblos puedan caminar, de modo que los unos nunca se sitúen por encima ni contra los otros. Con este juego de palabras exhortaba a la humanidad a caminar en la igualdad y la fraternidad. Felicitó a las Naciones Unidas por intentar crear un clima de igualdad y solidaridad entre los pueblos. Recordó con gran delicadeza, que la ONU había sido creada para evitar las guerras, y lograr el entendimiento pacífico entre las naciones. Llegado ahí, Pablo VI había de pronunciar el vibrante mensaje que se esperaba de él: “Aquí nuestro mensaje llega a su punto culminante. Negativamente primero: Es la palabra que esperan de nosotros y que nosotros no podemos pronunciar sin tener conciencia de su gravedad y de su solemnidad: Nunca jamás los unos contra los otros; jamás, nunca jamás. ¿No es con ese fin sobre todo que nacieron las Naciones Unidas: contra la guerra y para la paz? Escuchen las palabras de un gran desaparecido: John Kennedy, que hace cuatro años proclamaba: “La humanidad deberá poner fin a la guerra, o la guerra será quien ponga fin a la humanidad”. No se necesitan largos discursos para proclamar la finalidad suprema de su organización. Basta recordar que la sangre de millones de hombres, que sufrimientos inauditos e innumerables, que masacres inútiles y ruinas espantosas sancionan el pacto que los une en un juramento que debe cambiar la historia futura del mundo. ¡Nunca jamás guerra! ¡Nunca jamás guerra! Es la paz, la paz, la que debe guiar el destino de los pueblos y de toda la humanidad. Ustedes han cumplido, señores, y están cumpliendo una gran obra: enseñar a los hombres la paz. Las Naciones Unidas son la gran escuela donde se recibe esta educación, y estamos aquí en el aula magna de esta escuela. Todo el que toma asiento aquí se convierte en alumno y llega a ser maestro en el arte de construir la paz. Y cuando salen de esta sala, el mundo los mira como a los arquitectos, los constructores de la paz. La paz, como saben, no se construye solamente mediante la política y el equilibrio de las fuerzas y de los intereses. Se construye con el espíritu, las ideas, las obras de la paz. n. 262

Ustedes trabajan en esta gran obra. Pero sólo están al comienzo de sus trabajos. ¿Llegará alguna vez el mundo a modificar la mentalidad particularista y belicosa que ha formado hasta el presente una parte tan importante de su historia? Es difícil preverlo, pero es fácil afirmar que es necesario ponerse decididamente en camino hacia la nueva historia, la historia pacífica, la que será verdadera y plenamente humana, la misma que Dios ha prometido a los hombres de buena voluntad. Los caminos están trazados delante de ustedes: el primero es el del desarme. Si quieren ser hermanos dejen caer las armas de sus manos... Las armas, sobre todo las terribles armas que les ha dado la ciencia moderna antes aún de causar víctimas y ruinas engendran malos sueños, alimentan malos sentimientos, crean pesadillas, desafíos, negras resoluciones, exigen enormes gastos, detienen los proyectos de solidaridad y de trabajo útil, alertan la psicología de los pueblos... A ustedes, su coraje y su valor los impulsan a estudiar los medios de garantizar la seguridad de la vida internacional sin recurrir a las armas. He aquí una finalidad digna de sus esfuerzos. He aquí lo que los pueblos aguardan de ustedes. He aquí lo que se debe lograr. Y para ello es necesario que aumente la confianza unánime en esta institución, que aumente su autoridad. Y el fin entonces, cabe esperarlo, se alcanzará. Ganarán el reconocimiento de los pueblos, aliviados de los pesados gastos en armamentos y liberados de la pesadilla de la guerra siempre inminente. Pero no basta con evitar la guerra. En realidad, la que el Papa condenó fue la guerra ofensiva: el discurso admite la guerra defensiva, pero ¿quién no ataca para defender algo? En este sentido hay que reconocer un paso atrás con respecto a la Pacem in Terris, que solo pocos meses antes Juan XXIII, citado por el mismo Pablo VI, había promulgado. De todas formas, fue determinante esta iniciativa en la ONU, que Pablo VI programó con espíritu profético, a efectos de llevar el Concilio a iniciar a definir la relación entre la Iglesia y el mundo. Tarea que este viaje impulsó, gracias al éxito diplomático universalmente reconocido, y que se concretó en la Constitución Pastoral Gaudium et Spes, el último documento aprobado por el Concilio y en este sentido, el más novedoso: nunca anteriormente este tema había sido tratado en un documento de la Iglesia. El papa Pablo recordó que la Organización de las Naciones Unidas tiene una finalidad positiva: procurar que los Estados 31


trabajen los unos por los otros, para promover la paz y evitar las causas de los conflictos. El valor de la paz se une así al valor de la solidaridad. Además de desterrar la guerra, hay que evitar el hambre en el mundo. “ No pueden contentarse con facilitar la coexistencia entre los países, van un paso mucho más adelante, digno de nuestro elogio y de nuestro apoyo: organizan la colaboración fraternal de los pueblos. Aquí se establece un sistema de solidaridad, gracias al cual altas finalidades, en el orden de la civilización, reciben el apoyo unánime y ordenado de toda la familia de los pueblos, por el bien de todos y de cada uno. Es la mayor belleza de las Naciones Unidas, su aspecto humano más auténtico; es el ideal con que sueña la humanidad en su peregrinación a través del tiempo; es la esperanza más grande del mundo. Osaremos decir: es el reflejo del proyecto del Señor -trascendente y lleno de amor- para el progreso de la sociedad humana en la tierra, reflejo en que vemos el mensaje evangélico convertirse de celestial en terrestre. Aquí, en efecto, nos parece escuchar el eco de la voz de nuestros predecesores y, en particular, de la del papa Juan XXIII cuyo mensaje “Pacem in Terris” halló entre ustedes una resonancia tan honrosa y significativa. Lo que ustedes proclaman aquí son los derechos y los deberes fundamentales del hombre, su dignidad y libertad y, ante todo, la libertad religiosa. Sentimos que son los intérpretes de lo que la sabiduría humana tiene de más elevado, diríamos casi su carácter sagrado. Porque se trata, ante todo, de la vida del hombre y la vida humana es sagrada. Nadie puede osar atentar contra ella. Es en su Asamblea donde el respeto de la vida, aun en lo que se refiere al gran problema de la natalidad, debe hallar su más alta expresión y su defensa más razonable. La tarea de ustedes es hacer de modo que abunde el pan en la

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mesa de la humanidad y no auspiciar un control artificial de los nacimientos, que sería irracional, con miras a disminuir el número de convidados al banquete de la vida. Con razón citaba las palabras del profeta Isaías que pronto quedarían grabadas al pie de la estatua que acoge a los visitantes. Para que las armas de la guerra se transformen en herramientas para la paz, decía el Papa que es necesario renovar nuestras conciencias: “Ha llegado el momento de la conversión”. Pablo VI prometió orientar la acción de las instituciones de caridad de la Iglesia a la lucha contra el hambre en el mundo, para colaborar así a la construcción de la paz: en un espíritu de trabajo conjunto que se irá definiendo en los años sucesivos. Lo que cambió las relaciones entre la Iglesia y la ONU fue el nuevo enfoque teológico Iglesia-mundo que se dio con el Concilio Vaticano II. No por nada se establece un representante permanente del Vaticano en la ONU recién hacia el final del Concilio. Desde los años sesenta en adelante el Vaticano colaboró activamente y encontró en la ONU y en sus distintos organismos un espacio para marcar el perfil moral y humanitario de sus intervenciones. Hoy el Vaticano no es miembro efectivo de la ONU con derecho a voto; eso lo involucraría directamente en cuestiones políticas, militares, comerciales. Pero desde el 1º de julio de 2004, la Asamblea General de la ONU aprobó por unanimidad una resolución que reconoce al Vaticano una más activa participación, con todos los derechos de un país miembro, excepto el voto. Es observador permanente, y ese rol le da la oportunidad de hablar en la Asamblea General, de tener derecho a réplica, de hacerse oír en las comisiones y en los encuentros internacionales. Eduardo Ojeda n. 262


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En librería

PABLO RICHARD EL MOVIMIENTO DE JESÚS ANTES DE LA IGLESIA Dabar, México, 1998 Esta obra ofrece una interpretación global del libro de los Hechos de los Apóstoles de Lucas, en la que se combina una exégesis científica con una visión pastoral liberadora. La idea fundamental que guía la interpretación es la de que Hechos de los Apóstoles reflexiona sobre el período de los orígenes del cristianismo (entre los años 30 y 60), es decir, el período comprendido entre la resurrección de Jesús y la institucionalización de la Iglesia que tiene lugar después de los años 70. El “movimiento de Jesús” en este período, tal como aparece en los Hechos de los Apóstoles, es un movimiento del Espíritu, misionero, y que se estructura en pequeñas comunidades domésticas. Lucas busca desafiar a la Iglesia de su tiempo (entre los años 80 y 90) desde esta perspectiva misionera del Espíritu y desde estas primeras comunidades domésticas. Este libro pretende también desafiar a las Iglesias de hoy, desde la misma perspectiva de Lucas. PABLO RICHARD nació en Chile en 1939 y es sacerdote diocesano de la Arquidiócesis de San José de Costa Rica. Licenciado en teología (Universidad Católica de Chile) y en Sagrada Escritura (Pontificio Instituto Bíblico de Roma) con estudios de Biblia y Arqueología (Escuela Bíblica de Jerusalén). Doctor en Sociología de la Religión (La Sorbona, París), y Doctor honoris causa de Teología por la Universidad libre de Teología Protestante de París. Actual director del DEI, es catedrático de Sagrada Escritura en la Escuela Ecuménica de Ciencias de la Religión de la Universidad Nacional y en la Universidad Bíblica Latinoamericana de Costa Rica.

LIBRERÍA “PAULINAS” Colonia 1311, Montevideo. n. 262

JOSÉ ANTONIO PAGOLA CREER, ¿PARA QUÉ? PPC, Madrid, 2011 Escribo estas páginas pensando sobre todo en quienes a lo largo de estos años os habéis ido alejando de la fe que vivisteis de niños. He escuchado muchas veces vuestras preguntas e interrogantes. Algunos me habéis contado con detalle vuestra trayectoria. Entiendo vuestras dudas y prejuicios: ya no sabéis si creéis o no; no sabéis si Dios os interesa para algo. Conversando con vosotros y “escuchando” vuestro corazón he llegado a una convicción: Dios puede ser una “sorpresa” para muchos de vosotros. Conoceríais una alegría nueva si aprendierais a vivir con él de otra forma. Vuestra vida se trasformaría si acertarais a vivir a gusto con ese Dios amigo que se nos revela en Jesús. JOSÉ ANTONIO PAGOLA ha sido vicario episcopal de la diócesis de San Sebastián durante más de veinte años. En la actualidad es director del Instituto de Teología y Pastoral de San Sebastián, compartiendo su fe y su búsqueda con grupos de creyentes y de alejados. Ha publicado Padre nuestro. Orar con el espíritu de Jesús (2003, 2.a ed.), Salmos para rezar desde la vida (2004, 5.a ed.), Id y curad. Evangelizar el mundo de la salud y la enfermedad (2005, 3.a ed.) y Jesús. Aproximación histórica (2008, 8.a ed.). 33


2015:

Para descubrir a Jesús

Sínodo familia de los obispos sobre la

Este año trataremos de vivir con la Iglesia el proceso hacia el Sínodo de octubre de 2015. Tendremos la posibilidad de releer algunos textos evangélicos que nos hablan de la familia. Y además podremos acercarnos a los textos de las conclusiones del Sínodo del año pasado. Todo esto podrá ayudarnos a vivir nuestros temas familiares a la luz de la Voluntad de Dios.

Lo que más importa en la familia 21. La entrega recíproca constitutiva del matrimonio sacramental está enraizada en la gracia del bautismo, que establece la alianza fundamental de cada persona con Cristo en la Iglesia. En la acogida recíproca y con la gracia de Cristo, los novios se prometen entrega total, fidelidad y apertura a la vida; reconocen como elementos constitutivos del matrimonio los dones que Dios les ofrece, tomando en serio su compromiso mutuo, en su nombre y ante la Iglesia. Ahora bien: en la fe, resulta posible asumir los bienes del matrimonio como compromisos que pueden cumplirse mejor mediante la ayuda de la gracia del sacramento. Dios consagra el amor de los esposos y confirma su indisolubilidad ayudándolos a vivir la fidelidad, la integridad recíproca y a la apertura a la vida. Por lo tanto, la mirada de la Iglesia se vuelve a los esposos como al corazón de la familia entera, que a su vez fija también su mirada en Jesús. Colorea esta escena en la que María derrama costoso perfume sobre Jesús Lee el Evangelio de Juan 12,1-11 Después de leer este pasaje, con tus padres (o catequista) reflexiona sobre el camino que inicia Jesús, hacia su victoria definitiva. .

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