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EDITORIAL
Entrevista Subsecretario de Redes Asistenciales Dr. Alberto Dougnac: “Tenemos que poner a disposición de la gente el mejor recurso”
A más de un año de la pandemia, el Dr. Alberto Dougnac realiza un análisis del contexto de la crisis sanitaria, del explosivo aumento de contagios por la “segunda ola”, de la necesidad de camas críticas y del aporte de la academia en la lucha contra el Coronavirus.
Fue en noviembre de 2020 cuando, en plena pandemia por el Covid-19, el doctor Alberto Dougnac asumió el cargo de subsecretario de Redes Asistenciales, tras la renuncia de Arturo Zúñiga.
Dougnac es licenciado en Medicina, posee un magíster en Medicina Interna y ha ocupado importantes cargos en el mundo clínico y académico. Fue decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Finis Terrae, se desempeñó como director del Hospital Clínico de la Universidad Católica de Chile, encabezó la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva (Sochimi) y formó parte de la Directiva de la Asociación de Facultades de Medicina de Chile (Asofamech). Antes de su arribo al Ministerio de Salud, el ahora Subsecretario de Redes Asistenciales volvió a trabajar con pacientes y de forma gratuita lideró la nueva Unidad de Cuidados Intensivos que se levantó en Clínica Las Condes. Hoy, a más de un año de la pandemia, realiza un análisis del contexto de la crisis sanitaria, del explosivo aumento de contagios por la segunda ola y de la necesidad de continuar con el proceso de reconversión de camas críticas.
¿Qué evaluación puede realizar de cómo se ha manejado la crisis sanitaria en nuestro país?
Chile ha sido un ejemplo en muchos aspectos de lo que es el manejo de la pandemia. Creo que fue capaz de reaccionar anticipadamente a la aparición de esta enfermedad a poco tiempo de que se presentara en el mundo, e implementó estrategias de equipamiento que permitieron que a nadie le faltara una cama cuando lo necesitó. Eso fue algo realmente impresionante que nunca se había visto. Nuestro país también fue capaz de avanzar en las medidas de protección que eran necesarias para contener la diseminación del virus y empezó, muy precozmente, a pensar en alternativas como la vacunación, estableciendo anticipadamente conversaciones con las empresas farmacéuticas. En esos tres aspectos, me parece que Chile ha sido un ejemplo de previsión, hizo un diagnóstico precoz de la situación y dispuso de todos los recursos necesarios para enfrentar la pandemia.
¿Qué trabajo se hizo en cuanto a las camas?
La realidad de las camas de cuidados intensivos en distintos países es extraordinariamente visible. Existen países con una gran cantidad de camas UCI por habitante, situación que no era la de Chile ya que antes de la pandemia había 7 camas por cada 100 habitantes lo que era mucho más bajo que el promedio internacional. Totalizaban más o menos 1.250 camas y en el momento de mayor exigencia tuvo que crecer hasta 3.200 camas en muy poco tiempo. Hoy continuamos creciendo y hemos multiplicado las camas críticas prácticamente cuatro veces. Actualmente tenemos 4.500 camas gracias al esfuerzo que ha hecho todo el sistema de salud para poder satisfacer las necesidades de la población.
¿Algún hito que usted recuerde desde que llegó desde noviembre a la fecha?
El hecho probablemente más significativo fue cuando el día 25 de diciembre llegamos con el primer cargamento de vacunas a la ciudad de Punta Arenas. La idea era llegar con un tremendo regalo de esperanza que era el aporte que estábamos haciendo de las primeras vacunas Pfizer que llegaron a Chile. Además, como anécdota en el vuelo de regreso tuvimos problemas con tren de aterrizaje y tuvimos que dar vueltas durante más de una hora, por lo tanto, existía la posibilidad de que tuviéramos que aterrizar sin tren de aterrizaje, lo cual fue una situación bastante estresante durante algunos minutos. Afortunadamente, todo se resolvió sin mayores contratiempos y tuvimos un aterrizaje absolutamente normal.
¿Cómo analiza el aporte de la academia, de las universidades en el contexto pandémico? ¿Pensó que la segunda ola sería más severa que la primera en nuestro país?
Yo creo que hay dos maneras de responder esta pregunta. Una, es ¿de qué manera un académico ha enfrentado o colaborado con esta pandemia?, que sería mi caso. Y el otro lado es ¿cómo la academia en su conjunto ha ayudado a esto? Respondiendo a la primera interrogante, es interesante decir que la academia establece una cierta rigurosidad de pensamiento que permite que uno se plantee frente a determinados problemas y los vaya analizando de forma sistemática y muy rigurosa. De esta forma es posible realizar una planificación y anticiparse de una manera más estructurada a resolver un problema. Desde el otro punto de vista, cómo la academia ha contribuido, yo creo que la academia, sin lugar a dudas, ha ayudado y ha orientado en forma muy importante a resolver o a orientar a las autoridades en la toma de decisiones, entregando todo su saber, análisis y experiencia para apoyar en un mejor manejo de esta situación.
Usted que era decano de una universidad ¿Qué le motivó a acceder al cargo de Subsecretario de Redes Asistenciales en un contexto tan severo?
Yo como especialidad soy intensivista, por tanto, todo lo que tenía relación con los requerimientos de medicina intensiva por los cuales estaban afectando a la población durante la primera ola, me eran muy cercanos. En segundo lugar, decir que, junto
con el entonces presidente de la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva, diseñamos un mecanismo de medición que nos permitía estar muy al tanto de la situación a nivel país y colaborar desde esa perspectiva con el manejo de la pandemia. En tercer lugar, porque me ofrecí como voluntario para dirigir una de las nuevas Unidades de Cuidados Intensivos que se abrió para ayudar a combatir esta mayor demanda y todo eso me hizo estar muy cercano a lo que era la crisis que se estaba viviendo. Desde esa perspectiva y experiencia, agregado a que todos los aspectos de gestión me resultan muy familiares, pensé que podría en alguna medida colaborar con el manejo de esta situación que era muy difícil y por esa razón cuando me preguntaron si estaría disponible, accedí con mucho agrado. Debo ser muy honesto y decir que no. Con la intensidad que había tenido la primera ola, el descenso lento pero sostenido que tenía la curva de contagio y sumado a que en el mes de noviembre las cifras estaban más bajas, pensé que esto iba a descender en forma progresiva. “Chile ha sido un ejemplo de Como se avizoraba en previsión, hizo un diagnóstico esa época que el proprecoz de la situación y dispuso ceso de vacunación iba de todos los recursos necesarios a iniciar con una canpara enfrentar la pandemia”, Dr. tidad importante de Alberto Dougnac, subsecretario de Redes Asis- dosis, la interpretación tenciales. era que íbamos a estar vacunados antes de ver un posible rebrote. Desgraciadamente no fue así, y el rebrote llegó antes que las vacunas pudieran hacer su efecto.
A su juicio, ¿Por qué se generó la ocupación más alta de camas UCI a fines de marzo, principios de abril?
La mayor ocupación no ha ocurrido todavía. La mayor ocupación está ocurriendo ahora en abril porque el número de contagiados ha aumentado y nos ha obligado a abrir cada vez más camas en una realidad país donde el recurso humano ha sido cada vez más escaso y, por tanto, las dificultades para aperturar más camas ha sido cada vez más difícil, porque no tenemos tanta oferta nueva y necesariamente la ocupación aumenta. Tenemos que pensar que el número absoluto de pacientes hospitalizados (A fines de marzo, comienzo de abril) fue cuatro veces la capacidad habitual del sistema y, por otra parte, el personal de salud se vio reducido respecto a lo disponible en junio 2020.
¿Se puede afirmar que cuando el sistema de salud se encuentra sobreexigido, la calidad de atención se reduce? ¿Tenemos riesgo de ello?
Eso es evidente porque personas con menos experiencia, en una situación de crisis, tienen que asumir y dar respuestas excepcionales. En ese sentido, nosotros tenemos que poner a disposición de la gente el mejor recurso disponible y eso es lo que hemos estado haciendo.
Afortunadamente la forma en que esto se ha dispuesto no se ha traducido en un aumento de mortalidad, muy por el contrario, la mortalidad que nosotros observamos ahora en esta fecha, es menor a la que observamos al comienzo de la primera ola, justamente porque se conoce más de la enfermedad y porque las personas que han estado trabajando en el sistema han ido adquiriendo experiencia, y por tanto, afortunadamente no hemos debido lamentar un incremento de la mortalidad pese a que hemos debido incorporar a gente con menos experiencia.
Finalmente, ¿Qué hará una vez que termine esta pandemia?
Bueno, lo más probable es que vuelva al mundo de la academia que es algo a lo que me he dedicado toda la vida. Probablemente volveré a estudiar filosofía que es una de las cosas que me apasiona, manteniéndome vinculado al mundo académico.