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7. FACTORES AMBIENTALES EN EL AULA

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GLOSARIO

GLOSARIO

– No acelerar el ritmo de la sesión, ya que provoca dificultades de compresión en los alumnos y es como si no se hubiese hecho nada. Por lo tanto sería una sesión improductiva, y más que un progreso produce un retroceso en el aprendizaje. – Hay que prever el tiempo que se empleará al repaso o consolidación, ya que al hacer que el alumno tenga un papel activo en el proceso de aprendizaje, se hará más dinámica la clase y ponemos a todos en situación y al mismo ritmo.

– Es interesante marcar el tiempo de cada actividad para que los alumnos tengan conciencia de su buena utilización.

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Es importante valorar si lo que se había previsto se ha cumplido y en caso de que no sea, habrá que analizar las causas. Esta valoración sirve para hacer las modificaciones oportunas en la próxima programación y así evitar errores anteriores.

Lo que no se debe hacer en una clase es lo siguiente:

• Improvisar el trabajo en el mismo momento que se produce la clase, porque produce confusión y desorientación al alumno.

• No se debe planificar la clase centrada en el profesor, sin tener en cuenta el alumnado con el que se trabaja.

• Las actividades no deben ser repeticiones de otros años, por eso mismo provoca en el profesor poco interés por dar las clases.

• El material tiene que estar preparado antes de comenzar la clase, no se puede ir a buscar fotocopias, o un retroproyector. Esto no transmite seriedad al alumno en clase y da sensación de desorganización.

• Hacer que las actividades sean la rutina de siempre sin sorpresas. Esto hace que los alumnos se aburran y no tenga interés por el contenido.

• Dictar el contenido todos los días como si estuviesen haciendo dictados. Así las clases son muy monótonas y frías. No hay relación bidireccional entre el profesor y el alumnado.

• No tener en cuenta el contexto del alumnado y los intereses que les mueve.

7. FACTORES AMBIENTALES EN EL AULA

De la misma forma que el sector empresarial, vela de forma adecuada por conformar un entorno de trabajo adecuado a cada departamento en función del desarrollo de las funciones que lleven a cabo, y evitar así que otro tipo de ambiente

pueda influir de forma negativa en la productividad de la misma, un centro de formación, que no es otra cosa que una empresa, debe incidir en evaluar y acomodar sus espacios, para conseguir que tanto los profesores como los alumnos, encuentren en el ejercicio de sus funciones, un entorno adecuado y óptimo, que les permita ejecutar de forma correcta sus actividades.

Este objetivo y reitero, en el sector de la formación, recae fundamentalmente en mantener un aula con todos los condicionantes que le rodean y que se necesitan, al cien por cien de sus posibilidades, donde factores tales, como la temperatura, la iluminación y el nivel de ruidos entre otros, deben estar al máximos de sus exponenciales positivos.

Los espacios educativos, influyen determinantemente sobre los rendimiento académicos de los usuarios/alumnos. Así lo confirman distintas investigaciones realizadas en torno al impacto que las condiciones ambientales y ergonómicas de los centros educativos tienen en el rendimiento de los estudiantes y en la labor de los docentes.

temperatura

Debe oscilar en todo momento entre los 17º C y 27ºC, dependiendo de la estación en la que se desarrolle el curso, y para mantener estos niveles de temperatura, es muy recomendable, mantener los siguientes condicionantes:

 cuando sean utilizados tantos sistemas de aire acondiciona-

do o de calefacción, eludir de manera genérica, el procuro de provocar temperaturas excesivas, tanto al alza como a la baja, evitando así incómodos a los alumnos y al profesor.

 en los períodos de calor, es conveniente mantener tanto las

persianas o en su caso las cortinas siempre bajadas, sobre manera cuando el sol impacte de forma directa sobre las ventanas.

 los cierres tanto de las ventanas como de las puertas, deben

estar en perfecto estado y ser revisadas con asiduidad, para evitar el paso de corrientes de aire en invierno.

 cuando no se ejerzan en el aula períodos de impartición, se

procurará la ventilación de la misma, teniendo en cuenta siempre la proximidad horaria de la siguiente utilización del aula.

iluminación

Estamos ante uno de los elementos que deben ser cuidados con pulcritud y esmero, ya que una deficiente iluminación, provoca un malestar personal de cada alumnos, al efecto de no poder seguir con claridad las explicaciones que se pue-

dan estar ejerciendo. Por ejemplo, la entrada de luz por una ventana, puede dificultar en exceso la visión de la pizarra y no permita la lectura de lo contenido en ella, las luminarias, mas colocadas pueden y lo hacen originar deslumbramientos directos, las lámparas que emitan luz de colores y con una potencia poco adecuada llegar a convertir en indescifrable la escritura en un cuaderno y la distribución deficiente d de los emisores de luz (naturales y artificiales), que provocan que las sombras del alumno distorsionen la visión.

Por todos estos motivos, es necesario dota de una forma adecuada la iluminación a las necesidades y situación de los alumnos y del docente, y los sabios en esta materia, formulan los siguientes consejos:

 procurar el aprovechamiento máximo de la luz natural y si hu-

biere que utilizar la artificial, procurar que tenga una intensidad mínima de 500 lux.

 tener en consideración a la hora de colocar las luminarias, to-

dos los condicionantes que reúne el ámbito de trabajo y sus características particulares, como pueden ser la orientación de los pupitres, la situación de las ventanas, la situación de la pizarra, la altura de los techos, etc.

 eludir que las labores propias de la formación, sean realizadas de frente o contra las ventanas, es decir, de espaldas a ellas.

 distribuir las mesas en el aula, de manera que queden situadas

entre las filas de luminarias para favorecer que la luz incida de modo lateral sobre la tarea.

 no dotar de colores blancos tanto a los suelos como a las pare-

des, ya que pueden transformarse en elementos deslumbrantes.

niveles de ruido

Está de más decir, que para la comprensión de los contenidos, que están siendo expuestos en un aula, la concentración que se necesita es máxima, por lo tanto la contaminación acústica juega un importante papel en el ámbito formativo. Unas veces, por el propio ambiente que se genera, dentro de un entorno formativo o escolar, y otras por los condicionantes de su particular ubicación, los ruidos no dejan aplicar de manera correcta una clase, ya que por ejemplarizarlo, el formador o ponente, tendrá que elevar su tono de voz, para combatir con los ruidos que pueden originarse debido a los condicionantes que hemos comentado con anterioridad. Para que esta situación no aparezca, debemos acotarla tomando alguna de las siguientes medidas:

 procurar un diseño de las aula, con materiales que sean muy absorbente y así puedan aminorar las sensaciones de eco.

 en todos los elementos móviles, especialmente en mesas y si-

llas, es conveniente colocar parches de fieltro, para que no origines ningún tipo de ruido al desplazarse.

 efectuar revisiones periódicas de todo el mobiliario que com-

pongan el aula, y reparar todo aquello que pueda originar ruido por su funcionamiento habitual (cajones que chirrían, cierres de puertas y ventanas, mesas y sillas desniveladas, etc.).

 programar los horarios de recreos y actividades al aire libre de

forma que se impida que los alumnos que estén en el exterior se sitúen en zonas próximas a las aulas donde se imparten clases.

Antes de ver la organización del espacio, vamos a comentar los factores ambientales que debemos considerar.

– Dimensión del aula.- 2m2 por persona. Lo ideal es una sala mediana ya que hará que en la sesión se produzca más participación por parte de los asistentes. Las aulas grandes dan sensación de frialdad y las pequeñas pueden provocar enfrentamientos, será que al estar tan cerca, es más fácil de que cada uno aporte lo que piensa. Siempre hay que elegir que aula acorde con el número de alumnos que tengamos.

– Iluminación.- adecuada a la tarea que se vaya a realizar. Si se va a realizar una demostración sobre un objeto, hay que iluminar la zona de trabajo y si se utilizan medios audiovisuales se necesitará la sala a oscuras.

– Distracciones.- los que vienen de los ruidos externos que se escuchan en la sala, deberán atenuarse o eliminarse en la medida de lo posible. Evitar que el alumnado esté frente a las ventanas ya que es una fuente de distracción y la decoración del aula no debe de ser excesiva.

– Temperatura.- mantener el ambiente entre 20 y 22 grados centígrados. Si hace mucho frío o mucho calor, produce distracción al alumno y no se concentra en las explicaciones del alumnado.

La distribución del espacio en el aula influye en gran medida en el control que el formador puede tener sobre los alumnos y facilita trabajar con unos métodos de enseñanza u otros, ya que regular el flujo y la frecuencia de todos los participes del curso. La manera de colocar las mesas y las sillas dependerá del tipo de objetivo definido y de las estrategias de formación que hayamos determinado. En

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