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6.6. Coordinación de grupos. Búsqueda de soluciones
• El nivel de motivación de los miembros del grupo es más elevado.
• El grupo proporciona aprendizajes y experiencias que ayudan a nivel individual a superar las dificultades y a la toma de decisiones.
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• El grupo posibilita la permanencia de sus individuos beneficiándolos con mejores resultados que los obtenidos de manera individual.
• El feed-back generado por el grupo impulsa el interés por aprender estrategias y dominar herramientas que faciliten el “aprender a aprender”.
Tal como vimos en la unidad anterior, la formación de un grupo requiere tiempo y adquisición de experiencias conjuntas. el procedimiento a seguir en una
tutoría grupal es el siguiente:
1.Constitución 2.Puesta en marcha del proceso orientativo. 3.Finalización.
En la fase de constitución grupal debemos identificar los motivos por los que se ha creado el grupo, las expectativas de cada uno de sus miembros y la del grupo en su conjunto. Además, en esta fase, deben detectarse las necesidades comunes para identificar la necesidad general del grupo. Esto nos permitirá conocer el perfil que tenemos en el grupo y planificar de forma organizada, secuencial y progresiva los contenidos a tratar.
En esta fase de captación y consolidación debemos prestar atención a aspectos que determinarán la identidad del grupo, AUPEx2 (2004) (p. 49). Uno de ellos es la homogeneidad, entendida como aquellos aspectos comunes a los miembros del grupo (disponibilidad, objetivos, características personales, edad, sexo, manejo de habilidades sociales o nivel de estudios entre otros). La secuenciación de las sesiones es otro factor a tener en cuenta en su consolidación. El número de sesiones, el tiempo establecido entre una y otra así como la disponibilidad en ese calendario de los alumnos que lo componen marcarán hitos importantes en el periodo de constitución.
Pero el grupo no puede avanzar consolidándose si sus miembros no se comprometen y se responsabilizan de la consecución de los logros. Esta participación será la que dirija, en cierta forma las relaciones que se establecerán entre los participantes.
El número de personas que constituyen el grupo también es un factor a tener en cuenta ya que determinará el lugar y las instalaciones que serán necesarias para su ejecución.
la puesta en marcha del proceso de orientación dependerá en gran medida de la capacidad del profesor-tutor para aplicar técnicas de dinámicas de grupo y ejercicios que faciliten un clima adecuado y el desarrollo armonioso de las sesiones.
Tras varias sesiones en las que ha sido posible compartir y reflexionar, la orientación grupal debe llegar a su fin. Pero aunque estas sesiones finalicen no significa que el proceso que ha iniciado el alumno llegue también al final, todo lo contrario, no ha hecho más que empezar. Es ahora cuando el alumno tiene que poner en práctica todo lo que ha aprendido y será el momento de ejercitar las estrategias para conseguir la autonomía personal y profesional.
Ventajas de la orientación grupal Desventajas de la orientación grupal
– Participación de todos los miembros.
– Experiencias compartidas.
– Beneficios grupales e individuales. – Constitución de redes de alianza.
– Mejora de las habilidades sociales.
– Mayor motivación e interés. – Limitaciones en cuanto al número de miembros.
– Aparición de conflictos. – Complementariedad con las acciones individuales.
– Se necesitan mayor número de recursos.
BÚSQUEDA DE SOLUCIONES
Los beneficios que reporta el trabajo en grupo son numerosos como hemos visto. Pero también es cierto que las dificultades con las que podemos encontrarnos en el trabajo grupal son muchas y, para resolverlas, se necesita un profesional preparado para hacerles frente con distintas técnicas. Esto, como también hemos comentado ya, requiere por su parte un nivel de conocimientos de las técnicas elevado y un nivel experiencial apropiado. Debemos contar, cuando tenemos una sesión de grupo, que las variantes que
pueden darse son numerosas atendiendo a las distintas características de los miembros del grupo.
Para hacer frente a las dificultades es necesario que tengamos como especialistas que debemos ser, propuestas de actuación en caso de presentarse alguna de estas dificultades.
Cuando, por ejemplo, nos encontramos con un grupo poco motivado que no participa, deberemos indagar para conocer cuales son sus intereses y mostrar la información relacionada con ellos. Esto no es fácil y requiere tiempo. Quizás en la primera sesión, se necesite entereza por parte del tutor y tiempo después para analizar y reflexionar sobre lo que ha podido ocurrir.
Otra situación conflictiva que se nos pueda dar en el grupo es el enfrentamiento entre varios de sus miembros. Nosotros como orientadores no debemos tomar parte, ni posicionarnos, deberemos mediar para “suavizar” la tensión generada. El principal objetivo en esta situación es que los conflictos que se hayan producido no se conviertan en un conflicto permanente sino que, puedan solucionarse con entendimiento y comprensión. El orientador – tutor, aquí, debe plantearse como mediador para resolverlos.
Otra posible dificultad con la que nos podemos encontrar es que el grupo en si o alguno de sus miembros tengan la necesidad de intervenir constantemente. Esto no supondría ningún problema si estas intervenciones fueran cautelosas y no dispersaran los temas objeto de debate y discusión. En este caso, el tutor debe interpelar haciendo preguntas a estos alumnos para que relacionen lo que están aportando con las ideas generales del tema o debate propuesto.
Una de las circunstancia más difíciles que se pueden vivir como formadores, es la pérdida de control del grupo. Esto puede haber sido provocado por un exceso de confianza por parte del guía-orientador o porque el contenido no suscite curiosidad o no sea de utilidad para los alumnos. En estos casos es importante cambiar de registro cambiando de actividad y tareas. Es una forma de “activar” a los alumnos para que, de nuevo, “se enganchen” al proceso de autogestión y autoaprendizaje.
También puede ocurrir que, aún habiéndose desarrollado la sesión de forma extraordinaria, los alumnos no acepten las conclusiones o resultados a los que se ha llegado. Entonces, el profesor deberá justificar de forma lógica para que todos puedan comprenderlo, los motivos por los que ha llegado a esas conclusiones.