Pensando el sindicalismo II. Pag

Pensando (y repensando) el sindicalismo

Por: Martin O. Salvadé.Todos conocemos a estas alturas, la enorme y muy importante función y tarea que posee y debe llevar a cabo un Sindicato. Ahora bien, una función no menor (muy mayor en realidad) y no siempre comprendida, es aquella, de ser agente de enlace entre el país y el gobierno, ser sujeto activo de enlace entre el pueblo y los dirigentes. Merece esto algunas reflexiones: · Es esta función del gremialismo una función extraordinariamente necesaria, tanto para el pueblo en general, como para quienes en definitiva, rigen sus destinos. · Los trabajadores de la Patria, por ser y representar una enorme mayoría, un colectivo indiviso, no pueden exponer ni plantear sus problemas de orden social y económico de modo individual. Hacerlo de este modo, básicamente carecería de toda potencia, sentido y efecto, ello estámás que claro y a estas alturas, no resiste análisis. · En razón de ello, necesita el pueblo trabajador, un puente fiel y legitimo entre este y el gobierno, llevado a cabo por conexiones absolutamente autorizadas, organizadas y predispuestas para ello, originadas a su vez en los propios trabajadores. Dicho de otro modo, el puente entre el pueblo trabajador y el gobierno, ha de ser el sindicato, el cual, surgido y dirigido por los trabajadores mismos, resulta nexo virtuoso entre estos y aquellos, motorizando los reclamos, los pedidos y las conquistas. · El sindicato debe concentrar siempre el sentir más profundo y esencial de sus trabajadores y erigirse sobre la base de ellos en su más genuino, honesto y comprometido representante. De este modo, hasta el más alejado y distante trabajador de la patria, puede hacer conocer sus sentires y sus necesidades, a los gobernantes, siempre a través de su sindicato que lo representa, que vela por sus intereses y que los visibiliza ante la autoridad dirigencial que corresponda. · En definitiva sin este agente de enlace ¿cómo podrían comunicarse eficientemente el gobierno y la masa trabajadora? ¿Cómo podrían ponerse de acuerdo? ¿Cómo sería posible la materialización de los colectivos intereses de los trabajadores a través de políticas que los contemplen? · Los intermediarios, los lobbistas, siempre representan intereses propios o de terceros (rara vez parecidos a los de la Patria) por eso es fundamental prescindir siempre de ellos, y es justamente mediante el sindicato que la sociedad logra ponerse en comunicación no interferida con el gobierno y de esta manera no se arriesga a que oscuros agentes del poder, desnaturalicen la expresión de sus afanes para su provecho. · Este agente de enlace, si funciona correctamente como tal, genera en definitiva una conexión directa entre el pueblo y el gobierno. · Si el pueblo se hace oír y el gobierno efectivamente oye, la comunicación se hace fluida y pertinente, generando ni más ni menos que gobiernos la sensibles y ocupados en el interés y la protección de los trabajadores. Una de las tácticas preferidas del liberalismo y de los poderes económicos, por regla es la de intentar a como dé lugar cortar este directo entendimiento entre el pueblo y el gobierno, sobre todo, cuando este es inteligente, honesto y articulado. Entonces, la organización sindical, por su propia esencia, debe repeler toda intromisión y todo intento de inmiscución que de alguna manera perjudique, aunque sea de modo mínimo, su función tan relevante de agente de enlace.

YO FERROVIARIO

Presionando mi alma una lágrima clara rueda por la mejilla acongojada.

Un rumor silente desbocado furioso audaz salvaje recorre el llano sobre las paralelas de acero.

Los perros ya no aúllan. La sirena enmudeció. El despertar a las cinco es una pesadilla.

Sentimientos ignorados necesidades insatisfechas.

Es una marcha lenta, oscura bajo un cielo plomizo espejo del tormento de seres olvidados de energía estática. De un jornada sin horarios ni trabajo sin pasiones sumida en el letargo.

Agotadora tenebrosa en lo oscuro acecha la marginanilad que se potencia y se apropia solapada de sueños gastados Un día de trenes vacíos de vías infecundas de estaciones desoladas ignoradas esperando que ese día ¡bendito día! suene la campana vuele inquieta galope con acelerado ritmo vertiginosamente sacuda mis fibras y haga sentir que ¡¡Yo ferroviario aún estoy vivo!!

Betty Fantini