9 minute read

El ferro es pasión. Pag

Advertisement

“EL FERRO ES PASIÓN, COMPROMISO Y ESFUERZO”

Por Ivan Arce

En esta nota diferente queremos contar la historia del compañero Juan Griguol, sus andanzas por el fútbol, ser ferroviario y como se convirtieron en una sola pasión al fusionarse.

Juan Arce: ¿Cuál es tu primer recuerdo con una pelota?

Juan Griguol: Mi primer recuerdo con una pelota sería cuando comencé a jugar en las inferiores de Las Palmas.

J.A.: ¿A qué edad fue eso?

J.G.: A los seis años. Comencé a jugar y ahí estuve hasta los dieciséis, hasta que me salió la prueba para irme a Gimnasia y Esgrima de La Plata.

J.A.: ¿En que posición arrancaste jugando y en qué posición terminaste?

J.G.: Siempre jugué en la misma posición: de volante central, tanto en inferiores como en primera.

J.A.: ¿Un apodo?

J.G.: Tengo muchísimos, en las inferiores de Las Palmas me decían Quebracho , ese me lo puso un técnico porque decía que era fuerte, raspador, y cuando pasé a Gimnasia Mario Griguol me puso Tamalito. No sé por qué, creo que porque el hermano de él conocía a un jugador de Talleres que le decían así.

J.A.: Juan, contanos desde adentro como fue tu historia como jugador.

J.G.: Arranqué en las inferiores de Las Palmas, estuve ahí hasta los dieciséis, en ese momento me salió una prueba en La Cumbre, ya que allí venía a entrenar Gimnasia y Esgrima de La Plata. Estuve un año entre idas y vueltas a La Plata, hasta que me confirmaron en diciembre de 1996 que había quedado definitivamente. Ese mismo año me había salido una prueba en Boca donde también quedé, tuve la posibilidad de elegir entre Gimnasia y Boca y me terminé inclinando por el equipo de La Plata. En el Lobo hice sexta, quinta, cuarta de AFA y reserva. Estuve cuatro años en Gimnasia, hasta el 2001, en ese momento se terminó mi préstamo y decidieron no hacer uso de la opción de compra, así que me dejaron libre. Antes de volver a Las Palmas, me quedé en Buenos Aires ya que un empresario me podía conseguir para Independiente, pero la condición era que tenía que ir con el pase en mi poder o a México, al Cruz Azul, no se dio ninguna posibilidad y terminé en Las Palmas. Ya en Córdoba jugué un tiempo en la Liga Cordobesa con ellos, hasta que me salió la oportunidad de ir a Universitario a jugar el Argentino B, estuve un año allí y casi conseguimos el ascenso al Argentino A pero no se pudo dar. En ese torneo me crucé con jugadores como Héctor Cuevas, “Pulga” Ríos, Daniel Caminos. Estuve en la “U” hasta que se dio la ocasión de que Granero gerenciara en Sportivo Belgrano de San Francisco, por medio de él y un intermediario me llevaron para allá, en donde pasé un año y medio. De ahí me salió la chance de irme a 9 de Julio de Rafaela a jugar el Argentino A, estuve un año, terminé el contrato y me volví a Córdoba. De nuevo en la provincia, me salieron otras propuestas que no me convencieron, por lo que decidí para no estar parado, irme a jugar al interior de Córdoba, cuando me llamaron a Unión de Alicia. Jugué un año y decidí quedarme ya que uno comienza a pensar en el futuro debido a que las alternativas se empiezan a cortar, por lo que salí a buscar trabajo aprovechando que los tiempos me daban, tanto para realizar mi tarea laboral como jugar al fútbol. Me terminé quedando tres años. Después me salió ir a Newbery de Ucacha, allí pasé tres o cuatro años muy buenos. Luego se me volvió a ofrecer la oportunidad en Unión de Alicia, y allí fue cuando decidí dejar ya que se me dio la coyuntura de ingresar al Ferrocarril.

J.A.: Me dijiste que estuviste ahí, a punto de jugar en Boca, contame esa historia.

J.G.: En el año que me probé en Gimnasia, como demoraron en confirmarme, surgió por medio del Colorado Suárez, jugador de Belgrano, que lo conocía mi papá y que venía a la cancha auxiliar del Kempes a ver jugadores, la posibilidad de probarme en Boca. Así que me fui a probar y anduve bien. Me seleccionaron para que vaya a una prueba a Buenos Aires, el coordinador era Jorge Griffa, estuve una semana más o menos probándome y quedé. En ese momento era chico y veía lejana la posibilidad de poder llegar a Primera en Boca debido a la cantidad de jugadores que tenía y además ya le había dado la palabra a Gimnasia por lo que me terminé inclinando por el Lobo

J.A.: En ese momento, cuando te probaste en Boca te tocó compartir cancha con varios jugadores que fueron muy importantes.

J.G.: Sí, en mi categoría cuando estuve esa semana allá, jugué con Battaglia, Marchant, el “Chango Moreno”, “Escobillón” Guillermo, “Chaco” Giménez y “Pampa” Calvo, son los más reconocidos que llegaron a primera.

J.A.: Ahora, ya pasado el tiempo, ¿pensás que si te hubieses quedado en Boca y no en Gimnasia llegabas a primera?

J.G.: Y, uno nunca sabe, pero estoy conforme en la decisión que tomé en su momento, ya que en Gimnasia estuve ahí, a punto… Por diversos factores no se pudo, pero me queda esa anécdota de que pude haber jugado en Boca.

J.A.: ¿Quiénes de tus compañeros pudieron llegar a Primera División?

J.G.: Lucas Licht es uno de los que llegó, que aún esta jugando. Con él compartí inferiores y reserva. Otro con el que estuve en el ascenso en Rafaela y hoy está en Primera es el flaco Donatti. En Colón de Colonia Caroya jugué con Rodrigo Astudillo.

J.A.: ¿Cuál es el mejor jugador con el que jugaste?

J.G.: En Gimnasia me tocó entrenar con el Beto Marcico, y era un espectáculo verlo jugar, también Pedro Troglio era un jugadorazo. Con Guillermo Barros Schelotto también me tocó compartir un tiempito y era un fenómeno.

J.A.: ¿El mejor jugador con el que te enfrentaste?

J.G.: El Pepe Sand, cada vez que nos enfrentábamos con River nos hacía goles, era terrible.

J.A.: ¿Un ídolo futbolísitco?

J.G.: El primer ídolo, que lo tengo ahí arriba es mi viejo, que también jugó al fútbol, y a quien veo de chico. Estuvo en muchos clubes y sé lo que trabajó para tener una oportunidad de jugar en Primera. Después Maradona, y da la casualidad que tengo una foto del Diego con mi papá, jugando un partido de las selecciones de Córdoba y Argentina en el ‘79.

J.A.: Anteriormente me dijiste que jugaste en Ucacha, que forma una parte importante de tu vida tanto futbolística como en tu actividad en el Ferrocarril, me gustaría que me cuentes el porqué de esto.

J.G.: Mi llegada a Ucacha se da por medio de un compañero que estuvo jugando conmigo en Alicia, él me dio muy buenas referencias tanto de la liga como del lugar, por lo que decidí irme para allá. Estuve un año ahí y la pasé muy bien, hice amistades con muchas familias, compañeros y gente del club, por lo que decidí seguir. Me encariño mucho en los lugares donde me tratan bien, por lo que accedí a quedarme, estuve cuatro años en Newbery. Una vez ya trabajando en el Ferrocarril, se dio que un dirigente del club fungía en la municipalidad como presidente de la Casa de la Cultura, en la estación del Ferrocarril. Ellos habían armado una comisión y decidieron poner en valor la Estación reacondicionando todos los espacios, por lo que armaron un museo. Hablando con ellos, les comenté que tenía acceso a conseguirle algunas cosas de la actividad ferroviaria por medio de Carlos Márquez. Me acuerdo que un día hablé con Rodrigo Márquez y le consulté si era posible conseguir una rueda de tren para ponerla al frente a aquella estación y me contestó que sí. Al final me terminaron cediendo un boggie entero para mandar a Ucacha, sólo tenían que venir a buscarlo. Así que hablé con el intendente y el presidente de la Casa de la Cultura, y arreglamos todo para que lo retiraran del Desvío de Vagones Córdoba, donde lo habían preparado de manera fenomenal. Gracias a eso pudieron terminar de armar su estación,

J.A.: ¿De qué manera se dio tu ingreso al Ferrocarril?

J.G.: Mi papá ya estaba trabajando acá, y por una gestión de Carlos Márquez se dio la posibilidad en el 2015 de ingresar.

J.A.: ¿En qué sección te desempeñás?

J.G.: Estoy en Diesel Mecánica, en la parte de compresores.

J.A.: Juan, describite vos como jugador.

J.G.: Soy muy corredor, más metedor que de juego, soy más de marca. A medida que pasaron los años le fui incorporando más juego.

J.A.: Como ferroviario contame, ¿cuántos torneos jugaste, cómo te fue?

J.G.: Jugué acá los torneos que hace la Unión Ferroviaria, donde me fue bastante bien, tuvimos un sub campeonato. Después hubo un campeonato relámpago que lo pude ganar. También participé en dos Olimpíadas Ferroviarias, una en Hurlingham y otra en Mar del Plata. En esta última me quedó la certeza de que se podíamos haber llegado más lejos, ya que se había formado un grupo muy lindo a pesar de que se armó todo a último momento. Pero quedó una base armada para las próximas olimpíadas.

J.A.: ¿Cuál es el mejor recuerdo que tenés defendiendo la camiseta del Ferrocarril?

J.G.: Todos fueron buenos. Pero ese último me quedó muy marcado, porque se unieron de todos los sectores. Se armó un lindo grupo.

J.A.: ¿El compañero más difícil con el que te haya tocado enfrentarte?

J.G.: Acá en el Taller hay varios que son difíciles, duros, no quiero dar nombres para no comprometer a nadie (risas), pero hay varios.

J.A.: ¿El mejor compañero ferroviario con el que hayas compartido cancha?

J.G.: Matías Prochodsky es un jugadorazo, me gusta mucho como juega.

J.A.: Por último y para cerrar, ¿qué se siente ser ferroviario y defender estos colores?

J.G.: Significa muchísimo. Tanto en el fútbol como el ser ferroviario tiene muchas similitudes, si bien son diferentes actividades, se asemejan por la pasión, el trabajo, el apoyo del compañero y la labor en equipo. La familia siempre está atrás de uno. El ferro es eso, pasión, compromiso y esfuerzo.

Un país sin trenes, es una nación sin futuro . . .

E

estacionuf@hotmail.com

www.facebook.com/RevistaFerroviaria

www.instagram.com/revista.estacion

This article is from: