CAMINOS DE LA AUTONOMÍA BAJO LA TORMENTA 10 de julio de 2019
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«Samir nos dejó sembradas seis generaciones que también lucharán por sus derechos»: Escuela Primaria Samir Flores Soberanes Redacción Desinformémonos - 8 julio 2019
La comunidad de Amilcingo, Morelos, celebró este 8 de julio la graduación de la primera generación de la Escuela Primaria Samir Flores Soberanes, que “se despide en memoria del gran compañero y defensor de la tierra y el agua, quien luchó por que su comunidad fuera escuchada, por que los niños no se quedaran sin escuela”, dio a conocer el centro educativo. La generación, que inició en 2013 y concluyó este lunes con sus estudios de primaria, es la primera que se gradúa de la escuela inaugurada luego de 17 meses de que el gobierno hiciera “caso omiso a las necesidades de la educación de los niños” y de la lucha de Samir Flores, uno de los principales activistas contra la termoeléctrica de Huexca y el Proyecto Integral Morelos (PIM) que fue asesinado el pasado 20 de febrero. “El compañero Samir nos dejó sembradas 6 generaciones que también lucharán por sus derechos, que no se quedarán calladas ni se agacharán ante nadie, que aprendieron mucho de él”, agregó la escuela en la invitación a celebrar la despedida de los niños. “Si creían que apagando la voz de nuestro compañero ahí terminaría todo, pues no, tenemos 159 moldes cortados de la misma madera”, concluyeron los directivos. La generación que hoy concluye sus estudios de primaria fue bautizada como la “Generación Samir Flores Soberanes” en memoria del defensor, por cuya lucha la escuela puedo concretarse. Este material periodístico es de libre acceso y reproducción. No está financiado por Nestlé ni por Monsanto. Desinformémonos no depende de ellas ni de otras como ellas, pero si de ti. Apoya el periodismo independiente. Es tuyo. 1
Nunca más sin nosotras
Claudia Korol - Plaza Pública - 8 julio 2019 https://desinformemonos.org/nunca-mas-sin-nosotras/ Ella se presenta así: “Mi nombre es Thelma Cabrera Pérez. Soy defensora de los derechos de los pueblos y de la Madre Tierra. Fui electa en asamblea de las comunidades para candidata a presidenta por el Movimiento para la Liberación de los Pueblos”. La referencia de este presente da señales sobre aquel 2016, cuando el Comité de Desarrollo Campesino (Codeca), decidió crear un instrumento político para luchar por la Refundación de Guatemala y por una Asamblea Constituyente: el Movimiento para la Liberación de los Pueblos (MLP). Finalizada la primera etapa de la contienda electoral, y bajo el fuego cruzado de las acusaciones de fraude que se extienden en Guatemala, hablamos sobre la decisión de presentarse en las elecciones, en las que -cuando siguen las impugnaciones y los recuentos de votos- se ubica en un cuarto lugar. “¿Por qué el MLP y para qué? Nace de un movimiento social, el Codeca. Desde 1992 surge Codeca como un movimiento social, pero en el trayecto del camino se fue expandiendo la lucha.” En 1992, cuando nacía el Codeca, se cumplían quinientos años de Resistencia indígena, negra y popular. Los pueblos originarios se organizaron para lo que consideraron un nuevo momento de su lucha. En 1993 en Honduras se fundaba el Copinh (Consejo Cívico de Organizaciones Populares de Indígenas de Honduras), y en 1994 se produjo el levantamiento zapatista (que el año pasado impulsó la presentación de la candidatura de una mujer indígena a la presidencia de México, Marichuy). “Nuestras raíces para fundar Codeca fueron la lucha por la tierra y el salario digno en el campo. Pero se fue extendiendo. La defensa del territorio, el derecho al agua. Después de más de quinientos años de despojo de nuestros bienes y riquezas, en Guatemala nace este movimiento social. En el camino vimos la negativa respuesta de gobierno tras gobierno a nuestras demandas. Aquí en Guatemala hubo solo diez años de primavera. Pasó gobierno tras gobierno y en lugar de responder a las demandas aumentó la criminalización, la persecución, el asesinato de los luchadores, los presos políticos. Entonces 2
los movimientos sociales en Guatemala, no sólo Codeca, decidimos crear un brazo político. Planteamos un proceso de Asamblea Constituyente, Popular y Plurinacional, para que se conviertan en leyes los derechos de los pueblos mayas, garífunas, xinkas y mestizos. Esta propuesta se convirtió en catorce ejes temáticos sobre el modelo de estado, bienes comunes, derechos humanos, principios éticos, derechos colectivos de los pueblos, el tema de seguridad, justicia, comunicación, y así. Ese programa, a la vez, se desglosó en veinticinco puntos para los lectores en redes sociales. Nuestra agenda principal es impulsar ese proceso de Asamblea Constituyente. No queremos parches. Para nosotros hay un estado fallido, corrompido y podrido, y frente a eso decimos: estado plurinacional. Asambleariamente se llegó al consenso de que me delegaran como candidata a presidente. Yo no pedí puestos. Es el pueblo que me eligió para cumplir una misión. Yo nunca le he dicho que no al pueblo. A las mujeres siempre nos han dicho que no podemos asumir responsabilidades. Esta vez dijeron las mujeres: hoy también queremos que una mujer nos represente, porque desde ahí vamos a aprender mucho. Decimos: nunca más sin nosotras.” Thelma sufrió presiones, agravios, amenazas, descalificaciones, en un país en el que cotidianamente son asesinados los defensores y defensoras de territorios y cuerpos, y donde todavía siguen abiertas las llagas de un genocidio que reconoce alrededor de 45.000 desaparecidos/as 200.000 muertos/as, y donde los juicios a los responsables del genocidio atraviesan la deriva de tribunales que –salvo raras excepciones– trabajan para la impunidad. “En Guatemala se vive una gran impunidad sobre muchos casos de masacres, de asesinatos. El gobierno ha puesto a Guatemala en una vergüenza mundial. El tema de la impunidad lo planteamos dentro del eje de derechos humanos y en el eje de la justicia. En todos estos años seguimos sufriendo crímenes, asesinatos. Por eso decidimos plantear propuestas para el pueblo, hechas por el pueblo. Por ejemplo, que la elección del fiscal general, la elección de magistrados en la Corte Suprema de Justicia, sean por voto popular. Además, el gobierno hoy está manejado desde las empresas transnacionales, que se cobijan en esta relación para no pagar impuestos, para saquear la riqueza del país, y empobrecer a nosotros como pueblos originarios 3
en Guatemala. Nos afecta bastante la privatización de todos los servicios públicos. El agua está llena de contaminación por la construcción de hidroeléctricas, por empresas privadas que están contaminando los ríos. También sufrimos por la expansión de monocultivos como caña de azúcar, palma africana, banano, ganadería. A los pueblos indígenas nos han arrinconado como animalitos en un corral, donde no tenemos un espacio donde trabajar. Por eso pensamos la propuesta de Asamblea Constituyente Popular y Plurinacional”. ¿Qué significa la demanda de un Estado plurinacional para ustedes? –Significa la participación de los pueblos mayas, garífunas, xinkas y mestizos, para escribir una constitución política. Porque en la Constitución política hoy no existimos los pueblos. Para que los pueblos tengamos derechos legítimos, y planteemos derechos colectivos e individuales, debemos estar reconocidos. Nosotros como pueblo ya no aguantamos esa discriminación, esa explotación, esa exclusión que vivimos. No hay un salario digno, mucho menos para las mujeres. Nuestros hospitales están sin medicinas. El presupuesto de la Nación se destina sobre todo al ministerio de gobernación, y eso sirve para reprimir al pueblo. Nosotras las mujeres, somos las que vivimos con más fuerza esta situación de extrema pobreza, de desnutrición, a raíz del saqueo que han hecho. Nuestra propuesta es nacionalizar los bienes y recursos que hay en el país. La energía eléctrica, la salud, la educación. ¿Qué evaluación hacen de las elecciones? –La evaluación es que tenemos un estado fallido. Sí hubo fraude. Desde la inscripción de candidaturas ilegales, al MLP le entregaron la credencial tardíamente. No avalaban en el Tribunal Supremo Electoral (TSE) las afiliaciones que presentaba el MLP. Hay un TSE copado por el sistema. La Ley Electoral prohíbe el acarreo de personas para llevar a los centros de votación. Prohíbe que personas de un municipio vayan a votar a otros municipios. Sin embargo, sucedieron, y el TSE no hizo nada. A esas anomalías las llamamos fraude y corrupción. ¿Cómo continúa su lucha? –Terminadas las elecciones, seguimos impulsando el proceso de Asamblea Constituyente. Valoramos que las personas que votaron 4
por el MLP hicieron un voto digno. No importa todas las agresiones que nos hacen, desde el racismo, el machismo. Los pueblos seguiremos fortaleciendo nuestras luchas desde donde estemos. Vamos a crear un estado plurinacional, a nacionalizar las empresas y servicios que han privatizado. Vamos a hacer una Asamblea Constituyente, donde nuestros pueblos existan, y se defiendan nuestros derechos. Publicado originalmente en Página 12
La lucha contra la presa El Zapotillo Gloria Muñoz Ramírez - La Jornada - Los de abajo 6 de julio de 2019
Son 14 años de lucha y la presa El Zapotillo en Temacapulín, Jalisco, permanece detenida por la lucha de los pueblos que no quieren desaparecer. Han recibido promesas de los gobiernos federal y estatal, cuando los titulares de hoy aún eran candidatos, que ahora no están dispuestos a cumplir. La lucha de los pueblos de Acasico, Palmarejo y Temacapulín en contra de una presa que los inundaría es una de las más emblemáticas de Jalisco. Defender su existencia durante más de una década les ha costado represión, división y un agotador proceso jurídico, pero no se han rendido. Luego de firmar un acuerdo con el gobierno de Guanajuato para establecer el porcentaje de agua que cada entidad recibirá de la presa, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, informó que la altura de la cortina (principal riesgo del proyecto) y demás detalles técnicos serían resueltos por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador a través de la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Alfaro promete a Jalisco el 76 por ciento del agua del caudal del río Verde, pero omitió informar que esa cantidad sólo será posible si la cortina de la presa es de 105 metros de altura, lo que representa que los pueblos queden bajo el agua, de acuerdo con una declaración del presidente del consejo directivo del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado (Sapal) de León, Jorge Ramírez. 5
La batalla contra la presa es la defensa de la vida, pues están en riesgo 4 mil 500 hectáreas de tierras fértiles. Que no se olvide que una sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) obligó a las autoridades y constructoras a no rebasar la altura de la cortina de la presa por encima de los 80 metros, medida definida en el proyecto original de 2006. El desacato a este veredicto y la intención declarada de construir una cortina de 105 metros los mantiene en pie de lucha. Los gobernadores de Jalisco y Guanajuato resolvieron su diferendo sobre la distribución del agua, y poco importaron las 45 mil personas a las que violan sus derechos territoriales, su derecho a la vivienda y a no ser desplazadas, su soberanía alimentaria, su producción agrícola y su acceso al agua. Pero no está dicha la última palabra. www.desinformemonos.org - losylasdeabajo@yahoo.com.mx
Inteligencia artif icial aumenta el caos climático Silvia Ribeiro * - La Jornada - Sábado 6 de julio de 2019
A diario oímos el canto de los supuestos beneficios y promesas de lo que pueden hacer los sistemas de inteligencia artificial, pero con nula o poca visión crítica sobre sus impactos sociales, económicos y políticos. No obstante, existe mucha preocupación por el uso comercial y político de datos personales, el aumento de la discriminación y el racismo, la sustitución de empleos, y el desarrollo de armas y robots asesinos, entre otros aspectos de la aplicación de la inteligencia artificial. Ahora se suma que además estos sistemas tienen un enorme impacto ambiental y climático por su altísima demanda de energía y las emisiones de gases con efecto invernadero que ésta conlleva. Un estudio de Emma Strubell, A. Ganesh y A. McCallum, de la Universidad de Massachusetts Amherst (junio 2019), estimó los impactos a partir del uso de energía y emisiones de carbono de algunos de esos sistemas. Encontraron que en sistemas que emulan redes neuronales, el entrenamiento de un solo sistema de inteligencia artificial genera hasta cinco veces más emisiones de carbo6
no que un auto promedio de Estados Unidos en toda su vida útil, incluyendo fabricación y uso de combustible. (https://arxiv.org/ abs/1906.02243) Se enfocaron en cuatro modelos de inteligencia artificial con aprendizaje profundo para procesamiento de lenguaje natural (PLN), que están entre los más usados: Transformer, ELMo, BERT y GPT-2. Todos han escalado notablemente sus capacidades en los últimos dos años. El GPT-2, de OpenAI, financiado por el empresario Elon Musk, generó polémica por su capacidad para inventar y completar frases, generando masivamente noticias falsas creíbles. Musk anunció que el sistema no tendrá fuente abierta, supuestamente para impedir su uso indiscriminado –y de paso mantener su monopolio. El cálculo de impacto que usaron para el estudio se basa en el gasto energético de los equipos para procesamiento, electricidad y herramientas asociadas para entrenamiento de sistemas de inteligencia artificial. Strubel explicó a la revista New Scientist que para asimilar algo tan complejo como el lenguaje se necesita procesar una inmensa cantidad de datos. Un enfoque común es que lea miles de millones de textos para ver el significado de las palabras y cómo se construyen las frases. Esto requiere enorme capacidad de procesamiento, almacenamiento y energía. No quiere decir que entienda lo que lee, pero finalmente podrá imitar el uso que hacemos del lenguaje. El estudio hace una comparación con otras fuentes de emisiones de carbono. En el caso de un automóvil, éste emite en promedio unas 57 toneladas de CO2 durante su vida útil. El entrenamiento de una unidad de inteligencia artificial que pueda descifrar y manejar lenguaje podría emitir hasta 284 toneladas de carbono, cinco veces más. Significa unas 315 veces las emisiones de un vuelo de costa a costa de Estados Unidos y 56 veces el consumo promedio de energía de un ser humano en toda su vida. Las grandes empresas de plataformas digitales, como Amazon, Microsoft y Google, buscan que parte de la energía que usan provenga 7
de fuentes renovables, pero esto no es ni lejanamente suficiente ante el crecimiento exponencial de la demanda que provocan. Siendo grave, este es sólo uno de los ejemplos de la monstruosa demanda de energía para el desarrollo de la era digital, que se suma a otros impactos de ésta a las que generalmente no se asocian: el despojo y acumulación de materiales y recursos que son escasos, la contaminación ambiental que provoca la producción y desechos, el empeoramiento del cambio climático, además del impacto en salud, tanto el directo por radiaciones electromagnéticas de las redes de telefonía e Internet como los derivados de las otras formas de contaminación de esta industria. El uso de inteligencia artificial es, además, tremendamente problemático en otros planos, porque al basarse en algoritmos determinados por las metas comerciales de los desarrolladores y su contexto económico y cultural repiten esquemas discriminadores y racistas. Por ejemplo, se están usando sistemas de inteligencia artificial en instituciones bancarias –para evaluación de créditos, préstamos, inversiones– e instituciones judiciales para gestionar sentencias, lugares de reclusión, etcétera. En ambos casos se ha demostrado que el sistema es discriminatorio y racista: por ejemplo, si la persona evaluada es negra o latina en Estados Unidos, el sistema lo evalúa automáticamente como menos confiable y más peligroso, supuestamente basado en el porcentaje histórico de personas detenidas y/o condenadas. Como esto ya es una base racista y discriminatoria, la inteligencia artificial lo afirma y aumenta. Al igual que con las grandes plataformas digitales, la regulación y la supervisión independiente es inexistente o está fuertemente sesgada a favor de las poderosas empresas que deberían ser controladas. Hace falta mucho más debate y acción social sobre las implicaciones de estas tecnologías que nos afectan a todos. En ese sentido, saludamos la creación reciente de dos publicaciones que son colaboración de varias organizaciones sociales y activistas: la revista digital latinoamericana Internet Ciudadana y el portal Bot Populi sobre justicia digital, que por ahora está mayormente en inglés (https://botpopuli.net/). *Investigadora del Grupo ETC 8
El descontrol de los cuerpos armados del Estado Raúl Zibechi - La Jornada - Viernes 5 de julio de 2019
Que los aparatos armados del Estado están fuera de control, en todo el mundo, es un hecho indudable. Sucede en las viejas potencias decadentes (Estados Unidos y Europa), en las mal llamadas emergentes (Rusia y China) y, por supuesto, en nuestra América Latina. Los hechos comprobados llaman la atención. Incluso en la muy democrática Alemania se puede constatar una alianza de la ultraderecha, responsable de 80 asesinatos desde la reunificación, con elementos de la policía, el ejército y la judicatura(bit.ly/2NygEsw). La alianza de hecho es tan evidente, y de tanto tiempo, que en rigor habría que decir que los aparatos armados del Estado están utilizando a la extrema derecha como expresión político-electoral de sus intereses. Un informe de los periodistas de Redaktions Netzwerk Deutschland concluye que los ultras alemanes no son sociópatas, sino militares y policías, en especial miembros retirados y en activo de comandos especiales de asalto. En Grecia la relación entre Amanecer Dorado y la policía está más que comprobada. En las elecciones de 2012, uno de cada dos agentes de Atenas votó a la formación nazi, pese a que el partido ultra apenas superó 7 por ciento de los votos totales ((bit.ly/2XRZsT2). Ese mismo año, miembros del partido ultra y antidisturbios realizaron una carga conjunta contra una protesta antifascista en Komotin, así como en otras ciudades. En América Latina ha sido documentada de forma fehaciente la participación de miembros de los aparatos armados del Estado en la violencia contra los sectores populares y en la criminalización de la protesta, así como la evidente complicidad del sistema de justicia. En Brasil, Argentina, Colombia, Guatemala y México, estos hechos no admiten dos lecturas. Los cuerpos armados son, además, cómplices de los grupos paramilitares que en no pocos casos integran de forma directa. 9
Lo que me parece singular es que el fenómeno se registre en todo el mundo. En América Latina adquiere perfiles genocidas, mientras en otros continentes el fenómeno tiene un carácter menos estridente. Lo que indica una tendencia de fondo, es lo que sucede en un continente como Europa, donde el sistema democrático había mostrado ser algo más que una formalidad legalista. Llegados a este punto, me interesa destacar las causas de la creciente militarización de nuestras sociedades y, en paralelo, el que los cuerpos armados del Estado hayan adquirido cierta autonomía y se encuentren fuera del control del poder político. Lo que no quiere decir, en absoluto, que el poder sea neutral en los procesos de militarización/policialización en curso. El primer punto es que se trata de una realidad estructural, siendo una de las características centrales del capitalismo en su etapa de decadencia o, si se prefiere, en un periodo en el cual se comporta como tormenta/tsunami dispuesto a arrasar a los sectores populares para estirar su decadencia. Vivimos bajo la acumulación por despojo/robo o cuarta guerra mundial contra los pueblos, que consiste en despejar territorios para despojar los bienes comunes al convertirlos en mercancías, como lo han explicado varios analistas y movimientos del mundo, entre ellos el EZLN. El Estado es el guardián de esta acumulación/guerra y la militarización es la forma de aceitarla. El segundo punto es que al ser una característica estructural, los gobiernos hacen poco o nada para modificarla. En general, se han limitado a seguir la corriente con la aprobación de leyes antiterroristas en casi todos los países de la región. En los casos de Argentina y Brasil, estas leyes fueron impulsadas por los gobiernos progresistas de Cristina Fernández y Dilma Rousseff. Esto enseña que la diferencia entre conservadores y progresistas es más pequeña de lo que suele creerse. No obstante, debe decirse que algunos gobiernos (como los de Mauricio Macri y Jair Bolsonaro) han creado las condiciones para que los cuerpos armados del Estado tengan las manos libres para ejercer violencia contra los de abajo. En todo caso, es una cuestión de énfa10
sis: la violencia contra las mujeres y contra los sectores populares es inseparable del modelo extractivista hegemónico. Por lo tanto, no saldremos de esta espiral de violencia eligiendo nuevos gobernantes, sino por dos caminos: la organización extensa e intensa de los de abajo y el fin del extractivismo, o sea de la minería a cielo abierto, los monocultivos, las grandes obras de infraestructura y la especulación con el suelo urbano. El tercer punto es comprender a quiénes beneficia la existencia de fuerzas armadas y (para) policiales relativamente autónomas, dispuestas a violentar a los pueblos. Beneficia al Estado y a la clase social que lo necesita para seguir adelante con su acumulación mediante la guerra. Si algo comprendieron los de arriba es que sólo podrán sobrevivir con un Estado fuerte: o sea, con aparatos integrados por hombres armados, más allá del nombre que les pongan.
Migrantes y ONG bajo fuego en Italia
Fabrizio Lorusso* - La Jornada - Jueves 4 de julio de 2019 Italia y Europa viven otro momento de barbarie y debacle política a costa de los migrantes. Nuevamente lo protagoniza el viceprimer ministro italiano, Matteo Salvini, líder neofascista, xenófobo y soberanista. Envalentonado por su victoria en las elecciones europeas de mayo, cuando su partido, la Lega, más que duplicó su caudal electoral y se transformó en la primera fuerza política de Italia con 34 por ciento de los votos, el político no ha perdido ocasión para instrumentalizar y criminalizar la migración. A las 2 de la madrugada del 28 de junio se consumó el capítulo más reciente de esta vergonzosa saga salviniana. El barco de la ONG holandesa Sea Watch 3, después de una odisea de 17 días en el mar Mediterráneo con 42 refugiados africanos a bordo, forzó el bloqueo impuesto por Salvini en el puerto de la isla de Lampedusa y cumplió con su misión humanitaria de rescate de vidas humanas. Bajo el mando de la capitana Carola Rackete, ciudadana alemana de 32 años, el barco se abrió paso entre lanchas motorizadas de la 11
Guardia di Finanza, una corporación policiaco-militar, y atracó invocando el estado de extrema necesidad. Desde hacía varios días las condiciones de vida en el barco se habían tornado insostenibles para la tripulación y los migrantes debido al calor extremo y la prolongación forzada e indefinida de su travesía en el mar. En condiciones semejantes, ha habido casos en que los migrantes intentan incluso suicidarse. El atraco del barco de la ONG fue obstaculizado por una lancha de la policía, la cual, al interponerse a toda costa, creó las condiciones para un choque entre las embarcaciones que, efectivamente, se dio. Salvini quería la foto de la capitana capturada y esposada por la policía, y la tuvo. Mientras tanto, una decena de migrantes llegaban a la isla en balsa, pero nadie hablaba de ellos, así que no eran un buen gancho mediático para la sed de propaganda del político. Al tocar tierra, Carola fue detenida entre los aplausos de quienes celebraban el valor de este gesto político y humanitario y los infames gritos racistas y misóginos en contra de ella y de los migrantes lanzados por simpatizantes de la Lega. La ONG fue multada, el barco embargado y la ciudadana alemana fue acusada por la fiscalía de Agrigento (Sicilia) de resistencia contra navío de guerra y de intento de naufragio, cargos que prevén la reclusión por hasta 10 años. El gobierno alemán recalcó que socorrer en alta mar no es un crimen, sino un deber humanitario, el Vaticano dijo que salvar vidas debe ser el norte que nos guía, lo demás no importa, y el ejecutivo francés denunció la violación del derecho del mar y soluciones no acordadas con los otros países. No aceptamos lecciones, fue la sola respuesta de Salvini.El martes, el juez de investigaciones preliminares no convalidó el arresto y liberó a Carola, al reconocer su acción como cumplimiento del deber de salvar vidas humanas en el mar, pero Salvini insistió y prometió un decreto para expulsar a Carola del país por ser un peligro para la seguridad nacional (sic). En apoyo de la capitana nació el movimiento # FreeCarola en la red y en las calles, abarrotadas por la marchas masivas del desfile del orgullo, que se han solidarizado con ella. 12
Aunque lo más importante es que los migrantes llegaron sanos y salvos y serán acogidos en la Unión Europea, el trofeo mediático que alza Salvini en nombre de la legalidad quedó pasmado en las imágenes de estos días. Cada vez más la migración se vuelve moneda de cambio, un asunto de luchas de poder, dentro y fuera de Europa. Se resume en riñas políticas entre gobiernos, partidos y medios de comunicación que no pretenden encarar un fenómeno estructural, sino propagar discursos y acusaciones que refuerzan personalidades egocéntricas y consensos internos. En medio de este fuego cruzado quedan migrantes y refugiados, así como las muy pocas organizaciones que siguen salvando vidas en el Mediterráneo ante el abandono o la represión de los Estados, los procesos penales que deben enfrentar y el peligro que reina en este mar, cementerio de derechos y de vidas humanas. Salvini ha sido buen alumno de Donald Trump, pues presenta a la migración como un problema de seguridad y fomenta los crímenes de odio. Al hablar sin cesar en medios y redes sociales de improbables invasiones de clandestinos y al cerrar los puertos a barcos que llevan pocas decenas de personas, ha logrado con cinismo subir en las encuestas, marcar la agenda mediática con sus selfies cotidianas y crear falsas emergencias y miedos útiles a sus ambiciones. Así es como puede aplacar el descontento social y remozar medidas neoliberales excluyentes a expensas de los más vulnerables: de los expulsados que sobreviven en el margen sistémico, diría la socióloga Saskia Sassen, quienes huyen de los campos de concentración de Libia, de conflictos armados o de crisis económicas gravísimas en las que el norte global tiene implicaciones históricas innegables. Se trata de éxodos humanos que, en Europa como en Centro y Norteamérica, bajo la forma de mano de obra precarizada y desechable, acaban apuntalando el resquebrajado y desigual sistema global que los crea y los impulsa a desplazarse, buscando cualquier alternativa de sobrevivencia. * Periodista italiano 13
El Ejército, ¿a rendición de cuentas?
Mario Patrón - La Jornada - Jueves 4 de julio de 2019 En las pasadas dos semanas se han dado acontecimientos relevantes vinculados con las fuerzas armadas. Uno de ellos, por supuesto, es el lanzamiento de la Guardia Nacional como una de las máximas apuestas del gobierno de la 4T, que pone en el centro al Ejército y la Marina como los pilares de la nueva corporación que tiene como principal mandato pacificar el país. Junto con ello, el 30 junio se cumplió el quinto aniversario de una de las vergüenzas más emblemáticas del gobierno de Enrique Peña Nieto: la denominada masacre de Tlatlaya, cuando una patrulla militar hizo justicia por propia mano y por lo menos de 12 a 15 personas que ya se encontraban bajo su disposición fueron ejecutadas. Los hechos fueron penosos, pero fue aún peor la operación política del más alto nivel que buscó ocultar lo sucedido. El propio general secretario, Salvador Cienfuegos, y el entonces gobernador del estado de México, Eruviel Ávila, mintieron ante la opinión pública argumentando que todas las muertes habrían sucedido con motivo de un enfrentamiento y no un ajusticiamiento. Esto fue acompañado por un montaje en la escena del crimen, que fue manipulada. Coincidencia histórica que el mismo día que se anuncia el despliegue de 70 mil efectivos de la Guardia Nacional, se conmemoran cinco años de esta emblemática violación a los derechos humanos. La pregunta es si el despliegue de militares y marinos –ahora bajo la denominada Guardia Nacional– no genera riesgos parecidos a la militarización de la seguridad que posibilitó hechos como los de Tlatlaya. El tercer acontecimiento es lo informado la semana pasada por el subsecretario Alejandro Encinas, en el sentido de que los integrantes de la Comisión Presidencial para el caso Ayotzinapa se habrían reunido con el Ejército, particularmente con el general secretario Luis Cresencio Sandoval. Vaya información: el mismo Ejército que se negó a cooperar con el GIEI, el mismo que ocultó información sobre los hechos, el mismo que mintió sobre su presencia en dos momentos vinculados con los hechos trágicos de Iguala –en el Puente 14
del Chipote y en la Clínica Cristina–, el mismo que tenía infiltrada a esa normal rural a través de uno de los propios 43 desaparecidos, Julio César López Patolzin. Ese Ejército que denostó el papel del grupo de expertos, pero también de organismos internacionales como la CIDH y la ONU-DH en el caso, y que recién anunciada la creación de la Comisión Presidencial para el caso reaccionó abruptamente a través del general Alejandro Ramos Flores –jefe de la Unidad de Asuntos Jurídicos de la Sedena–, ahora bajo el mando de otro comandante supremo de nombre Andrés Manuel López Obrador, se reúne con los padres de familia y sus representantes que forman parte de la Comisión Presidencial. Si bien la reunión por sí misma es de relevancia notable, pues me atrevo a decir que ningún general secretario se había reunido previamente con víctimas de violaciones graves a derechos humanos, la pregunta que no escapa por el propio papel del Ejército en la tragedia de Ayotzinapa, pero también en otras como la de Tlatlaya, es si la reunión implica un signo real de disposición institucional para dar con la verdad; si hay una instrucción explícita del Presidente de la República en su calidad de comandante supremo para que cooperen con los padres de familia de los 43. No se trata de preguntas retóricas: militares podrían estar implicados activa o pasivamente en el caso Ayotzinapa, integrantes del vigesimoséptimo Batallón de Infantería con sede en Iguala podrían estar vinculados al entorno de macrocriminalidad en la región. ¿Es posible que se cometa en Iguala una violación tan grave como la de los 43 sin que el Ejército por lo menos tenga información relevante? Indudablemente que no, más aún, creo que militares podrían tener información de utilidad central para dar con la verdad en el caso. En los anteriores dos sexenios el Ejército no ha sido llamado a la rendición de cuentas. Los gobiernos de Peña Nieto y Enrique Calderón asignaron a las fuerzas armadas papeles protagónicos que los llevaron a tener en la vía de los hechos preponderancia incluso sobre el poder civil. Hoy la interrogante es qué tanto el estado de cosas ha cambiado a un año de la 4T. Las fuerzas armadas son los pilares de la nue15
va Guardia Nacional e incluso se les han brindado funciones como coordinar el programa de pipas que salió al paso frente al desabasto de combustible o la propia construcción de obras como lo es el nuevo aeropuerto de Santa Lucía. Esperemos que ese papel protagónico en la vida política de la nación que siguen teniendo militares y marinos no sea óbice para que el Ejército sea llamado a la rendición de cuentas en historias que han marcado nuestro país como lo es Ayotzinapa y la propia ejecución sumaria de Tlatlaya. Esperamos que se hagan realidad las palabras de AMLO, tanto en el sentido de que la nueva Guardia Nacional no violará derechos humanos como en lo dicho por el propio Presidente en el Zócalo en el sentido de que este gobierno no descansará hasta saber el paradero de los jóvenes de Ayotzinapa. En efecto, en buena medida eso depende de su comandante supremo.
AMLO en Guadalupe Tepeyac
Luis Hernández Navarro La Jornada - Martes 9 de julio de 2019 La comunidad tojolabal de Guadalupe Tepeyac en Chiapas es emblemática. No en balde, el pasado sábado, el presidente Andrés Manuel López Obrador envió desde allí un mensaje a los zapatistas. Ante unos 300 campesinos, el mandatario expresó su respeto a los rebeldes y llamó a la unidad. El llamado presidencial se produjo en el contexto de un incremento de la militarización en territorios zapatistas. Más aún, la llegada del Presidente a Guadalupe Tepeyac estuvo precedida por el traslado de tropas a la comunidad. Desde dos o tres días antes aumentaron las patrullas en cantidad y frecuencia. Soldados llegaron a hablar con quienes trabajan en el hospital. Según el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, desde fines de 2018 se duplicó el número de incursiones del Ejército en la sede del caracol de La Realidad, incluyendo sob revuelos en 16
comunidades (https://bit.ly/2GTfvp3). También aumentaron las acciones de grupos paramilitares que asesinan y desplazan a la población (https://bit.ly/2xz1Oas). El mandatario niega que la denuncia del Bartolomé de las Casas sea cierta. Para entender el simbolismo de Guadalupe Tepeyac es necesario hacer un poco de historia. El ejido representó la esperanza en una transformación pacífica y profunda del país. Pero, después, se convirtió en emblema de la traición y represión gubernamental. A raíz del levantamiento del EZLN la comunidad funcionó como capital informal de los rebeldes, símbolo de la revuelta global contra el neoliberalismo. Fue una especie de Meca libertaria a la que viajaban figuras políticas para reunirse con la comandancia rebelde. Como lo recordó el Presidente, él mismo estuvo allí hace años para conversar con el finado subcomandante Marcos, hoy Galeano. Situado en el municipio de Las Margaritas, el ejido Guadalupe Tepeyac se fundó en 1957. Cuatro meses antes de la insurrección de 1994, rodeado sin saberlo de cientos de zapatistas sin uniforme, el entonces presidente Carlos Salinas, inauguró allí un hospital para tratar de frenar, inútilmente, el levantamiento armado. Sus habitantes, migrantes que colonizaron la selva, se presentaron al mundo durante la entrega del general Absalón Castellanos Domínguez, el 16 de febrero de 1994. En diciembre de ese año, el EZLN lo rebautizó como San Pedro Michoacán. Durante julio de 1994, se construyó en esas tierras, un barco pintado con los colores de la esperanza: el primer Aguascalientes. Cerca de 6 mil delegados de casi todo el país efectuaron en agosto de ese año la Convención Nacional Democrática (CND), una apuesta para transitar a la democracia y abrir veredas a la paz, convocada por los zapatistas. El barco de la CND intentó navegar en las aguas de la transición pacífica. Sin embargo, naufragó el 9 febrero de 1995. Ese día, el EZLN aguardaba la llegada del entonces secretario de Gobernación (y hoy secretario de Educación de la 4T), Esteban Moctezuma, para seguir conversando sobre el proceso de paz. A traición, en lugar del fun17
cionario arribaron miles de soldados para arrestar al subcomandante Marcos. Una de las demandas de los rebeldes era la reposición de las elecciones en Tabasco, para reparar el fraude electoral perpetrado contra Andrés Manuel López Obrador. Un día después, el Ejército entró al ejido. Quince minutos antes de las 10 de la mañana se oyeron los primeros helicópteros militares sobrevolando Guadalupe Tepeyac. Primero cuatro, luego 20. Muchos de los hombres del poblado se habían internado en la selva desde la noche anterior. Sus órdenes eran replegarse. Minutos después llegaron 2 mil 500 soldados, en unos 100 vehículos blindados y artillados, con el apoyo de helicópteros y aviones. Dos horas más tarde, arribó el general Ramón Arrieta Hurtado, jefe de la Sección de Paracaidistas y responsable de la operación. Encontró un pueblo desolado, con parte de sus habitantes refugiados en el hospital. El 23 y 24 de febrero de 1995 decenas de militares bajo el mando del general Guillermo Martínez Nolasco demolieron el Aguascalientes. En ese mismo lugar se levantó un cuartel militar, que funcionó hasta el 20 de abril de 2001. Guadalupe Tepeyac se convirtió entonces en la encarnación de la ignominia. En respuesta, los zapatistas edificaron cinco Aguascalientes en otras regiones del estado. ¿Desde cuál de los dos Guadalupe Tepeyac envió el presidente López Obrador su mensaje al EZLN? ¿Desde el símbolo de la lucha emancipatoria o desde el emblema de la traición gubernamental? Imaginemos cómo se interpretaría el que Donald Trump lanzara un mensaje de amistad con México desde el fuerte de El Álamo. En su discurso, el Presidente habló de las dos vías para transformar el país: la pacífica-electoral y la armada, y puso al EZLN como ejemplo de la segunda. Ciertamente, los zapatistas se levantaron en armas y, gracias a eso, el país volteó a ver a los pueblos indígenas. Sin embargo, desde que se declaró la tregua, aunque los rebledes conservan las armas, no las han usado. En cambio, se han volcado a construir una experiencia ejemplar e inédita de autogestión y autonomía indígena. La precisión no es artificio. 18
Es importante que el Presidente hable directamente al EZLN. Pero no parece suficiente. Para distender la relación, se necesitan dar otros pasos sustantivos en la dirección correcta. Twitter: @lhan55
EZLN–AMLO: ¿una mesa de diálogo? Ernesto Ledesma - Rompeviento TV - julio 09, 2019
El pasado seis de julio, Andrés Manuel López Obrador incursionó por vez primera en territorio zapatista como presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos. Lo hizo visitando una comunidad emblemática en la historia del EZLN: Guadalupe Tepeyac. Breviario sobre la historia emblemática de Guadalupe Tepeyac En Guadalupe Tepeyac se llevó a cabo la primera Convención Nacional Democrática, convocada por el EZLN en agosto de 1994. La plenaria tuvo lugar en un escenario surrealista construido con gradas escalonadas en la pendiente de una montaña, bautizado como Aguascalientes, en alusión a la Soberana Convención Revolucionaria de 1910. Corría el año de 1995, y en el proceso de negociación entre el EZLN y el gobierno de Ernesto Zedillo ambas partes se habían citado el 9 de febrero para dar continuidad al diálogo; por el lado guerrillero estarían los principales comandantes del EZLN, incluido el subcomandante Marcos; por parte del gobierno mexicano estaría el entonces Secretario de Gobernación, Esteban Moctezuma Barragán, hoy Secretario de Educación del gobierno de López Obrador. La comandancia del EZLN sí llegó al encuentro, pero el Secretario de Gobernación, no; en su lugar llegaron varios batallones y regimientos del Ejército Mexicano, incluyendo la Fuerza Aérea, con la finalidad de capturar a los altos mandos del EZLN. Ese lamentable episodio gubernamental se conoció como La Traición de Febrero de 1995. La comandancia del EZLN y diversas poblaciones zapatistas de las zonas Altos, Norte y Selva se replegaron a las montañas. Todos los pobladores de Guadalupe Tepeyac abandonaron su comunidad. El 19
Ejército Mexicano irrumpió en Guadalupe Tepeyac, tomó el pueblo en su totalidad y destruyó el Aguascalientes zapatista, “el barco selvático de Fitzcarraldo”, como le llamaría el subcomandante Marcos. A finales de ese mismo año, el EZLN convocó a la creación de cinco Aguascalienteszapatistas, uno en Roberto Barrios, en la zona Norte; otros en La Garrucha y La Realidad, en la Selva Lacandona; uno más en la comunidad de Morelia, ubicada en en los límites del Altiplano Central; y el quinto en Oventic, en la zona Altos de Chiapas. En agosto de 2003, esos Aguascalientes se transformaron en lo que hoy conocemos como losCaracoles zapatistas, compuestos por entre 25 y 30 municipios autónomos. Así de emblemático es Guadalupe Tepeyac. La visita y el discurso de AMLO en Guadalupe Tepeyac Ignoro de quién fue la idea de la visita del presidente López Obrador a Guadalupe Tepeyac. Ignoro quién lo asesoró sobre el tipo de discurso que debía ofrecer en referencia al EZLN. Ignoro también si fue mala o buena la idea de ir a ese lugar y decir lo que dijo. Sé que los grupos afines al EZLN están siendo implacables en sus críticas al mandatario y sus partidarios; sé que los grupos afines a López Obrador están siendo implacables contra el EZLN y sus seguidores. Es una espiral que parece infinita y muy posiblemente pueda molestar a unos y otros lo que quiero exponer, aunque mi fantasía es que no sea así. Voy a empezar por el lado del mandatario. Acompañado por el gobernador chiapaneco, Rutilio Escandón, por los titulares de la Secretaría de Salud y del IMSS, Jorge Alcocer y Zoé Robledo, respectivamente, y por diversos funcionarios estatales y federales, López Obrador habló con los pobladores de Guadalupe Tepeyac y de muchas otras comunidades indígenas que estuvieron ahí presentes sobre sus programas sociales de gobierno, y dejó para la parte final el mensaje político de su discurso con dedicatoria explícita al EZLN. El discurso dirigido al EZLN en Guadalupe Tepeyac confirmó algo que ya se percibía, el escaso conocimiento que tiene el mandatario sobre el movimiento zapatista dentro de su territorio, así como sus prejuicios hacia ellos y ellas. 20
AMLO: “Respetamos mucho ese movimiento, podemos tener diferencias, pero somos respetuosos, en su momento, ese movimiento aportó bastante para que se conociera esta realidad (…). (…) “Hay la visión de que se puede transformar de dos maneras una realidad de opresión: una forma es por la vía armada, como lo hicieron nuestros antepasados, en la Independencia, en la Reforma, en la Revolución, fueron movimientos armados, en las tres transformaciones anteriores. Esa es una forma de transformar (…)”. “Nosotros, en mi caso, que… pensamos, esa fue nuestra apuesta, que se podía transformar sin la confrontación, sin la violencia, por la vía pacífica, y por la vía electoral, a pesar de los pesares, porque participábamos en las elecciones, y nos robaban (…). (…) y así llegamos, por eso se triunfó, porque fue mucho tiempo de lucha. Fuimos perseverantes, tercos, hasta lograr esta transformación, por eso respetamos mucho al movimiento zapatista, y mi recomendación fraterna, respetuosa, es de que no nos peleemos, de que ya basta de divisiones, que necesitamos unirnos todos, como esa estrofa del himno de Chiapas, a ver quién me la recuerda…”. “Que se acabe la odiosa venganza, Que termine por siempre el rencor, Que una sea nuestra hermosa esperanza, Y uno sólo también nuestro amor”. El discurso del mandatario no fue algo preparado, es decir, no tenía algo escrito, algo cuidado; hizo lo que comúnmente hace en todos los mítines a los que asiste, habla a capela, confiado en su conocimiento sobre los temas que abordará; y a decir verdad, no tiene por qué cambiar el método, le funciona y ciertamente lo domina. Sin embargo, creo que hay lugares, actores y momentos en los que podría hacer excepciones, leer con cuidado al actor político al que se dirige, sin subestimarlo, preparar algo mucho más estructurado, más cuidado, con mayor sentido de profundidad, y el acto de Guadalupe Tepeyac, con su destinatario, ofrecía uno de esos lugares, actores y momentos para hacerlo. El desconocimiento que López Obrador manifiesta durante su discurso queda expuesto en las siguientes frases: “(…) en su momento, ese movimiento aportó bastante para que se conociera esta realidad”. 21
El mandatario señala que el movimiento zapatista “aportó”, es decir, en tiempo pasado, como si de 1994 a la fecha no siguiera aportando. El presidente López Obrador y toda la gente que apostó por él sufrió dos enormes fraudes electorales en el 2006 y en el 2012. Fue hasta el 2018 que el hoy mandatario logró obtener en las urnas un triunfo abrumador con poco más de 30 millones de votos, pero del 2006 al 2018 pasaron 12 años, y mientras el hoy mandatario hacía y rehacía sus campañas, el movimiento zapatista siguió construyendo clínicas, hospitales, escuelas, cooperativas, entre otras acciones, que a la fecha operan en las diversas geografías del territorio indígena de Chiapas, es decir, con escasos recursos construyó un proyecto estructural, un gobierno indígena y autónomo, con todo lo que eso implica. Si tuviera alguien cercano que le informara lo que ahí se ha construido, muy posiblemente diría otra cosa. El presidente también señala: “(…) Hay la visión de que se puede transformar de dos maneras una realidad de opresión: una forma es por la vía armada; (…) Nosotros, en mi caso… pensamos, esa fue nuestra apuesta, que se podía transformar sin la confrontación, sin la violencia, por la vía pacífica y por la vía electoral; (…) Fuimos perseverantes, tercos, hasta lograr esta transformación, por eso respetamos mucho al movimiento zapatista, y mi recomendación fraterna, respetuosa, es de que no nos peleemos, de que ya basta de divisiones, que necesitamos unirnos todos (…)”. López Obrador infiere que el EZLN sigue apostando por la vía armada, a pesar de que no volvió a disparar un tiro desde la tregua pactada en los primeros 12 días de 1994. En el territorio indígena de Chiapas, es decir, en las zonas Altos, Norte y Selva, desde el 2003, año en que se crearon las Juntas de Buen Gobierno (autoridades indígenas regionales) y los Caracoles, existen dos tipos de autoridades, las oficiales y las autónomas zapatistas. Miles de familias de distintas comunidades aplican el derecho de autoadscripción, es decir, si se presenta un conflicto agrario, penal, civil o de cualquier otra índole, las familias u organizaciones indígenas y campesinas pueden elegir si quieren resolver su problema con autoridades oficiales o autónomas; sin importar su filiación política, muchas familias acuden a las clínicas y hospitales zapatistas, donde por vez primera han sido atendidas por indígenas, en su idioma y 22
con respeto. Se escribe fácil, pero construir eso implica muchas cosas, particularmente, organización, táctica, estrategia… y muchos pueblos. Si alguien le informara adecuadamente al presidente López Obrador, sabría que desde hace por lo menos dos décadas los zapatistas han rescatado a miles de centroamericanos que cruzan con rumbo a los Estados Unidos, transportados y explotados por “coyotes”. Sabría que han tenido que lidiar con cárteles de la droga y traficantes de indocumentados. Sabría también que, a pesar de que mucha gente los juzga por no hacer uso de las armas contra los grupos paramilitares indígenas que atacan poblados, ellos y las Juntas de Buen Gobierno han logrado a lo largo de los años desactivar conflictos entre organizaciones indígenas confrontadas entre sí, a través de una pertinente mediación pacífica. Si el presidente de México quiere que se dé un trato adecuado a las comunidades indígenas en clínicas y hospitales, podría intentar acercarse a quienes lograron prácticamente terminar con las muertes maternas por desatención, discriminación y pobreza extrema. Hay mucho que contar al respecto, y no culpo al presidente López Obrador de no tener conocimiento de esto, pero sería muy útil que lo tuviera, por muchas razones, entre ellas, impulsar en las leyes mexicanas y en los hechos la implementación real de la libre determinación de los pueblos indígenas, sin asistencialismos, sin mirar para abajo al “pobrecito” indígena al que hay que ayudar. Esto no es una apología del zapatismo. A lo largo de los años, también ellos han cometido y comenten errores, ¿quién se salva de eso? Algunas acciones del EZLN Si hay algo en lo que se parecen los altos mandos del EZLN y los “fieles” zapatistas, y López Obrador y los “fieles” lopezobradoristas es en la intolerancia a la crítica. Unos y otros acusan de traidor o adversario al que disiente con la línea ordenada o con el mando. La simpatía de la que gozaban los zapatistas la fueron perdiendo a lo largo de los años. Ellos mismos en distintos momentos lo han reconocido, ya sea a través del entonces subcomandante Marcos, hoy Galeano, o a través del subcomandante Moisés en el discurso del dos de enero pasado: 23
“Se los digo claro compañeras y compañeros bases de apoyo, compañeros y compañeras milicianos y milicianas, así lo vemos, estamos solos como hace veinticinco años. “Salimos a despertar al pueblo de México y al mundo, solos, y hoy veinticinco años después vemos que estamos solos, pero sí fuimos a decirles, muchos encuentros lo hicimos, ustedes lo saben, compañeras, compañeros, ustedes fueron testigos, fuimos a despertar, fuimos a decirles a los pobres de México, del campo y la ciudad”. (https://bit.ly/2Vz5IuS) Lo cierto que ese “solos” ya lo quisiera cualquier otro movimiento social en México (véase 2012 https://bit.ly/2XrDVRs o 2018 https://bit.ly/2AvA8oJ), pero el apoyo, en comparación y en la proporción de lo que han construido, no va como se quiere y se debe. Esa baja en el apoyo al EZLN, ese “estamos solos como hace 25 años” del que habló el subcomandante Moisés, tiene que ver con muchos elementos, entre ellos, una ininterrumpida estrategia de contrainsurgencia diversificada en por lo menos tres acciones gubernamentales, tanto del orden federal como del estatal: – La excesiva ocupación militar en el territorio zapatista (en 2008 documentamos 91 posiciones militares in situ sólo en territorio indígena de Chiapas, no sé ahora cuántas son). – La creación de grupos paramilitares y grupos de choque de otras organizaciones indígenas para crear confrontaciones internas. – La implementación de programas sociales que generan mendicidad, dividen y polarizan a las comunidades. No son esas las únicas acciones contra el movimiento zapatista a lo largo de 25 años, con intensidades variables, sólo menciono algunas que considero relevantes. Existe otro elemento causal del “estamos solos” que creo debe considerarse: la falta de una honesta autocrítica. Algunas decisiones y la forma de llevarlas a cabo o comunicarlas tuvieron costos importantes. Más allá de si las decisiones o rumbos elegidos eran adecuados o no, la forma de decirlos o implementarlos posiblemente no lo fue. Por poner 24
sólo un ejemplo, el caso de la precandidata a la presidencia de la República, Marichuy, provocó enojo y desconcierto entre integrantes del Congreso Nacional Indígena (CNI) y muchos otros simpatizantes o militantes, no porque fuera Marichuy la candidata, sino por el hecho de lanzar una iniciativa de esa naturaleza, contraria a la postura antisistémica que el EZLN había sostenido. Puede haber sido una buena o mala decisión, pero las formas no fueron las mejores. La baja votación que obtuvo no puede explicarse sólo a partir del sistema racista que impera en México, también tuvo que ver con otras decisiones y modos que ha adoptado la comandancia del EZLN en el pasado. En otro momento hubiera obtenido mínimamente un millón de firmas y en forma rápida, con sistema racista o sin él. Adentro, nadie o casi nadie podía inconformarse públicamente, ni siquiera en asambleas pequeñas, el costo podía ser alto, y lo fue para algunos… la exclusión. La decisión estaba tomada y se iba a llevar a cabo. Es lo mismo que uno puede ver en el lopezobradorismo o en Morena. Ser de Morena, de la 4T, o funcionario del gobierno de López Obrador y hacer crítica fuerte, puede costar muy caro, puede significar quedar excluido del petit comité, no ser bendecido con una candidatura a gobernador, a diputado, senador, presidente municipal o síndico, entre otras posiciones, y en las redes sociales los pueden hacer pedazos. La diferencia es que ya ganaron la presidencia y el Congreso, pero esto es finito, en 5 años y medio puede cambiar el tablero político si no ajustan las formas y los modos en la toma de decisiones, en los procesos democráticos, en la simulación de consultas y otros demonios, y esto corre desde el presidente de la República hasta los dirigentes, legisladores y funcionarios de Morena, entre otros actores. En un descuido perdemos al actual mandatario en dos años y meses con la consulta revocatoria. Ojalá que la soberbia de algunos miembros de la 4T no nos lleve de regreso a la otra pesadilla. EZLN-AMLO, el escenario entrampado Para nadie es un secreto la fractura pública que tuvo el EZLN con López Obrador en el año 2006, y tampoco que el modelo político y económico del gobierno lopezobradorista no es del gusto del movimiento zapatista ni de otros sectores ubicados en la izquierda más radical, que lo consideran como un modelo neoliberal, y advierten que es “lo mismo” que los anteriores. 25
Para nadie es un secreto tampoco que el presidente Andrés Manuel López Obrador no simpatiza con el movimiento zapatista; lo hizo en algún tiempo, pero eso fue cambiando gradualmente desde que fue Jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal, y se materializó la fractura en su primera campaña política para contender por la presidencia de la República en el año 2006. Las diferencias entre el movimiento zapatista y el CNI con López Obrador y varios de sus proyectos, son amplias: Tren Maya, Corredor Transísmico, Sembrando Vida, son sólo algunos ejemplos. De alguna forma, el presidente no perdona al EZLN su falta de apoyo en las elecciones del 2006, 2012 y 2018. El trato que dio al asesinato de Samir Flores, miembro del CNI y líder opositor a la termoeléctrica de Morelos, en febrero pasado, es un ejemplo de ello; de hecho, sólo el día del crimen mencionó su nombre, Samir, nunca más lo ha vuelto a mencionar. Leer o escuchar al EZLN o a alguno de sus incondicionales reconocer aportaciones importantes del gobierno de López Obrador, sea en el combate a la corrupción, que no es un asunto menor por todas sus implicaciones, o en programas de gobierno valiosos, como las pensiones, por citar sólo uno, sería algo milagroso. Escuchar al mandatario mexicano reconocer con franqueza el aporte que han hecho y siguen haciendo los zapatistas en el marco de su libre determinación como pueblos indígenas, es una fantasía. Si el distanciamiento entre los pueblos zapatistas y el presidente López Obrador se mantiene, será otro sexenio perdido en la búsqueda de una solución pacífica al conflicto armado en Chiapas y en la construcción de una nueva relación entre los pueblos indígenas y el Estado mexicano. ¿Por qué no construir una nueva mesa de diálogo? ¿En qué beneficia el distanciamiento a unos y otros? ¿En qué les perjudica? Señalar que López Obrador es lo mismo que Peña Nieto o Felipe Calderón es perder el sentido de la proporción o es opinar con medio hemisferio y todo el estómago. No es igual, ni de cerca, aunque puedan no gustarnos muchas de sus decisiones o acciones. Algunas de sus políticas públicas se centran en regresar al Estado sus obligaciones con el pueblo de México, otras son de naturaleza neoliberal, 26
es decir, es un proyecto lleno de contradicciones (quién se salva de eso), un híbrido que tiene lo que nos gusta y lo que no nos gusta, y pelearle al Estado o al gobierno lo que no nos gusta es parte de las batallas infinitas de una guerra infinita llena de derrotas y de algunos triunfos, pero es la brega del día a día y eso no va cambiar. Señalar que el EZLN o las organizaciones que se oponen a los proyectos del Tren Maya o el Corredor Transísmico son una suerte de “izquierda conservadora”, es por demás triste y corto de miras. No es lo mismo la ambición sin escrúpulos y la mediocridad de empresarios como Claudio X. González, organizaciones como la Coparmex, o periodistas como De Mauleón, los Krauze, Gómez Leyva, Ricardo Alemán, Loret de Mola, López Doriga, entre otros, que el papel de organizaciones sociales de base, que llevan todas las vidas (así en plural) luchando por democracia, libertad y justicia. ¿Qué ganaría López Obrador y qué ganaría el EZLN si se sentaran a una nueva mesa de diálogo? ¿Qué ganaría el congreso mexicano? No me meto en la posible agenda, pero creo que ambos bandos tienen suficientes actores, inteligentes y sensibles, para construir un proceso de negociación con posibles resultados históricos para todos los pueblos indígenas de México, y que podría rendir frutos insospechados para lo que podría realmente ser una Cuarta Transformación. Ojalá el presidente Andrés Manuel López Obrador se atreva a lanzar al EZLN la propuesta de reconstruir una Mesa de Diálogo que rompa con la inercia de años pasados y las descalificaciones recíprocas en los próximos 5 años y medio. Ninguno de los dos va a obtener todo, como es ley de vida, pero lo que podría reactivarse y lograrse se convertiría en una fuente de nutrientes puros para el gobierno y para los pueblos zapatistas e indígenas de México. El mandatario mexicano dice con frecuencia que “política es optar entre inconvenientes”. Alguna vez el subcomandante Marcos dijo “había que darle una oportunidad a la palabra”. ¿Y si le damos una oportunidad a la palabra optando entre inconvenientes? 27
Mensaje presidencial ¿al EZLN?
Magdalena Gómez - La Jornada - Martes 9 de julio de 2019 Dos hechos recientes encierran marcado contraste. Se trata de la entrevista que concedió el Presidente de la República a directivos y reporteros de La Jornada, con motivo del primer aniversario de su triunfo electoral y el discurso que pronunció el propio Andrés Manuel López Obrador, el pasado 6 de julio, en Guadalupe Tepeyac, Chiapas, espacio simbólico en los inicios zapatistas. Ubicaré en primer lugar las posturas expresadas en la entrevista, para colocar luego el posible significado de un pronunciamiento que obviamente el EZLN decidirá si lo responde y cómo, pues una manera de hacerlo será también omitiendo toda referencia al mismo. A pregunta sobre el Ejército, el Presidente reiteró que “las fuerzas armadas reciben órdenes y ahora no han recibido ni van a recibir una orden que signifique masacrar, torturar, desaparecer, reprimir al pueblo”. Luego observamos en el video de la entrevista las preguntas cuyas respuestas parecieran tener hoy matices: “En las comunidades zapatistas de Chiapas la situación es muy tensa. Hay sobrevuelos miltares, rasantes”, a lo que AMLO dijo: “Eso es fantasía. Es como si yo estuviera aquí de florero, y no estoy de adorno. No; está muy ideologizado el tema. Los zapatistas, a quienes respeto, no creen o no creyeron que se podía llevar a cabo la transformación por la vía pacífica y electoral”. Lo documentó el Centro Fray Bartolomé de las Casas, le señalaron los periodistas y él repuso: “Pues están mintiendo”. A lo que se le indicó: “Ellos no acostumbran hacerlo”. En seguida se abordó el tema de los paramilitares que también fue rechazado por el Presidente. Llegó el cuestionamiento en torno al Tren Maya: ¿No habría que consultar con los pueblos indígenas por los que pasará ese proyecto? Y la respuesta también reiterada: “Ya se está haciendo”. Pero no en los términos del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, se le precisó. “Sí se está haciendo”, dijo; pero hay gran inconformidad, se le señaló. AMLO: “No coincido contigo. He estado allá. He escuchado su voz. Por eso hablaba de dos mundos distintos, porque yo he sometido a consulta, dicen los conservadores a mano alzada. Te diría que no hay rechazo, no hay. Bueno, minoritario”. Se le insistió: “A ellos les recuerda el Plan Puebla-Panamá”. 28
AMLO: “Sí, porque muchos creen que somos iguales; esto pasaba con el zapatismo. [El subcomandante] Marcos llegó a decir que éramos el huevo de la serpiente y que era mejor no votar”. Estas opiniones son muy conocidas. La interrogante ahora es por qué abordó en Guadalupe Tepeyac el tema zapatista sin centrarlo, como solía hacerlo, en el subcomandante hoy Galeano, y reconociendo: “Cuando se dio el levantamiento zapatista muchos voltean a ver a las comunidades y esto ayuda para que se conociera una realidad de abandono, de opresión, de injusticias, de marginación” y recordó que en esos años visitó territorio zapatista para luego destacar que en su caso decidió luchar por la vía pacífica y electoral, y señaló que también existe la visión de que se puede transformar una realidad de opresión por la vía armada, como se hizo en la Independencia, la Reforma y la Revolución. Remató con el llamado “que no nos peleemos, que ya basta de divisiones, que necesitamos unirnos todos. Todos juntos, unidos como hermanos”. En este punto surgen las interrogantes: ¿por qué y para qué decidió el Presidente ir a esa zona y delante de los militares y el gobernador de Chiapas reivindicar el respeto a la lucha y a la vía del EZLN?, cuando días antes rechazó y acusó de mentir sobre el hostigamiento a los zapatistas. ¿Recabó información que lo llevó a decidir que debía desmontar la polarización con el EZLN porque muy probablemente está siendo aprovechada para considerar que quedan bien con el jefe máximo al hostigar a quien consideran su enemigo? Mi impresión es que el mensaje de conciliación para el EZLN es en realidad una orden para sus subordinados. De ser así, cobra sentido el tono y contenido del discurso. Sin duda su balance sobre el zapatismo es incompleto. Sin embargo, su presencia y mensaje en Guadalupe Tepeyac es relevante. Que sea el Presidente y no el mensajero autonombrado de los días posteriores al triunfo electoral, tiene significado. Repasemos: Carlos Salinas declaró el cese unilateral al fuego por presión de la sociedad civil; Ernesto Zedillo practicó la guerra en todos sentidos; Vicente Fox dijo que resolvería el conflicto en 15 minutos y promulgó la contrahechura de reforma constitucional, sin intentar reabrir el proceso de diálogo; Felipe Calderón y Peña Nieto aplicaron la máxima salinista de ni los veo ni los oigo. López Obrador, para trascender a su mensaje de unidad, debería corregir el rumbo de su gobierno sin simulaciones, frente al EZLN y los pueblos indígenas, amenazados por sus megaproyectos violatorios de sus derechos. 29
CAMINOS DE LA AUTONOMÍA BAJO LA TORMENTA 10 de julio de 2019