CAMINOS DE LA AUTONOMÍA BAJO LA TORMENTA 13 de enero de 2021
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Resistir, luchar, movilizarnos… por la vida Gustavo Esteva - La Jornada - Lunes 11 de enero de 2021
Es hora de actuar, de ponernos en movimiento. Es estricta cuestión de supervivencia. Es la misma lucha, la de siempre, la que no es sino una manera de vivir. Pero ajustada a las circunstancias. Ante todo, el sentido de urgencia. Aumentan cada día amenazas de toda índole y se agrava la situación de muchos millones de personas. Tenemos encima toda suerte de horrores. No podemos confiar en las promesas de arriba ni en soluciones de afuera. Y hemos de vencer la parálisis que provoca el miedo estimulado continuamente por la campaña en curso. Los desechables están siendo desechados. Bajo las condiciones actuales, movilizarse no significa necesariamente salir a la calle a manifestarse en forma masiva. Puede ser necesario hacerlo en ciertos casos, como expresión de resistencia a acciones concretas, o para demostrar nuestra fuerza, para vernos y ser vistos. Pero ha perdido sentido salir a la calle a presentar demandas. Los gobiernos saben bien cómo ignorar las exigencias populares y son más que nunca el problema, no la solución. Carece de sentido seguir mirando hacia arriba. Ponernos en movimiento significa, ante todo, concentrarnos en lo que hacemos en nuestra realidad inmediata, en el espacio que habitamos. Supone la conciencia clara de que somos cómplices del sistema que nos oprime, nos despoja y nos mata. Que la acción principal consiste hoy en cambiar un modo de vida en el que fuimos educados y que incluso se nos obligó a adoptar. Hace tiempo llegó a su límite. No hay supervivencia posible si nos mantenemos en él. En ese mundo concreto, no hay cambio más urgente e importante que la lucha antipatriarcal. Necesitamos reconocer que se mantienen en nuestras organizaciones, en nuestros espacios, en nuestras familias, las estructuras y formas de comportamiento propias de la 1
tradición patriarcal. Y debemos estar conscientes de que pocas cosas hay más difíciles que disolverla, empezando por suprimir toda jerarquía. No es mero asunto de equidad de género, aunque esto sea importante. Implica eliminar las innumerables formas de violencia dentro de las que nos hemos acostumbrado a vivir. Y reconocer que en la lucha actual, que devuelve al centro el cuidado de la vida, las mujeres tienen y tendrán cada vez más un papel central. Al concentrar el empeño en el espacio local, al realizar ahí las transformaciones que hacen falta para nuestra construcción autónoma, hemos de enfrentar toda forma de localismo. Necesitamos levantar la mirada. Salir de nuestra costra individual o de grupo no es ahora concentrarse en motivos de clase, de región o incluso de nación. Levantar hoy la mirada significa buscar a otras y otros como nosotros, que también están luchando por la vida, en sus propios contextos y circunstancias. Se trata de criarnos mutuamente, aprender de lo que cada quien hace y tejer nuestros empeños en un ejercicio de solidaridad y alianza que reconozca la naturaleza planetaria de los predicamentos actuales. Todo esto aborda el llamado zapatista que ha estado circulando en seis comunicados. El aniversario de la insurrección que cambió para muchas y muchos de nosotros tanto realidades como perspectivas, en medida mucho mayor de lo que a menudo se quiere reconocer, tuvo ahora significado especial. Como reiteró el subcomandante Moisés, ellas y ellos hicieron lo que les tocaba ( Milenio, 2/1/2021). Y así nos tocaron, nos siguen tocando. Son fuente de inspiración y también señal de alerta. Hemos de reiterar, con Raúl Zibechi, que el EZLN es “la luz más potente en el firmamento latinoamericano”. Su existencia “es un impulso, un referente, una luz que nos dice que es posible resistir al capital y al capitalismo, que es posible construir mundos otros, resistiendo y viviendo con dignidad” ( La Jornada, 20/11/2020). 2
No es cualquier cosa organizar un viaje a Europa en las circunstancias actuales. Lo que va hasta ahora de esa organización, que ilustra bien lo que significa tejerse entre iguales que son diferentes, se reflejó claramente en la Declaración por la Vida que suscribieron, junto a las y los zapatistas, una impresionante variedad de personas, organizaciones y movimientos de México y de la Europa de abajo, que comparten la decisión de encontrarse. Y de luchar. La Declaración anuncia el acuerdo de “realizar encuentros, diálogos, intercambios de ideas, experiencias, análisis y valoraciones entre quienes nos encontramos empeñados, desde distintas concepciones y en diferentes terrenos, en la lucha por la vida”. Anuncia también el acuerdo de hacer todo eso en los cinco continentes, empezando en Europa, y el de invitar “a quienes comparten las mismas preocupaciones y luchas parecidas, a todas las personas honestas y a todos los abajos que se rebelan y resisten en los muchos rincones del mundo, a que se sumen, aporten, apoyen y participen en estos encuentros y actividades, y a que firmen y hagan suya esta Declaración por la Vida”. Quienes no lo han hecho aún, pueden hacerlo escribiendo a firmasporlavida@ezln.org.mx. gustavoesteva@gmail.com
El asalto armado al Capitolio
Carlos Fazio -La Jornada - Lunes 11 de enero de 2021 La toma del Capitolio por las hordas de Donald Trump el pasado 6 de enero exhibe la crisis de legitimidad de la decadente “democracia” liberal estadunidense. Pero esa crisis, alimentada sin duda por la retórica antisistema, patriotera, chovinista, nativista, machista, negacionista, racista y xenófoba del nacional trumpismo, producto de la generación del totalitarismo y el neofascismo en las entrañas del capitalismo, venía de atrás. Y en la coyuntura, como aventuró Walden Bello, podría seguir el camino de la infausta República de Weimar en Alemania. 3
Dicha crisis, que ha sido definida por observadores como el analista de inteligencia f rancés Dominique Delawarde y Thierry Meyssan, de la Red Voltaire, como una lucha “a muerte” entre “soberanistas” y “globalistas” al interior de Estados Unidos, se exacerbó con la llegada de Trump a la presidencia el 20 de enero de 2017, pero venía incubándose desde la revolución conservadora de Ronald Reagan en los años 80 –impulsada también por Margaret Thatcher en Gran Bretaña–, que dio inicio al larvado proceso de financiarización de la economía que llega hasta nuestros días. Bajo la denominación capitalismo neoliberal, entre otros fines, la contrarreforma económica y social de Reagan y Thatcher destruyó o erosionó las políticas de protección social y a las clases medias donde existían, generó una descomunal concentración de la riqueza y aceleró la crisis ecológica. Desde entonces, la polarización social −que en circunstancias como las actuales refuerza a la derecha y a la extrema derecha–, no fue entre los partidos Demócrata y Republicano, que responden por igual a los intereses de los grandes fondos de inversión y las corporaciones, sino refleja la contradicción antagónica básica del sistema de dominación: capital/trabajo; deriva de la desigual distribución de la riqueza (entre el Estado profundo [ Deep State] y las mayorías desheredadas; entre el llamado uno por ciento y el resto de los mortales), contradicción que, en la coyuntura electoral de 2020, los aparatos ideológicos y otros mecanismos de control y poder del Estado ocultaron para imponer la ideología de la clase dominante. Un elemento fundamental para explicar la actual crisis estadunidense –que es además una crisis de civilización–, es la erosión de la llamada supremacía blanca, situación que ha sido explotada con éxito desde finales de los 60 por los republicanos, para hacer que el partido sea el representante de una mayoría racial que se siente amenazada en sus privilegios por la expansión demográfica de la llamada América no blanca; lo que se combinó con la deserción por parte del Partido Demócrata, desde William Clinton a Barack Obama, de su base de clase obrera blanca, otrora pilar de la coalición del New Deal (Nuevo Trato), 4
la política intervencionista de Franklin Delano Roosevelt para luchar contra los efectos de la Gran Depresión. Mucho antes de la crisis de la “burbuja” inmobiliaria (hipotecas subprime) y Wall Street en 2008, industrias clave habían sido transferidas a China y otros lugares del Sur global, con la consiguiente pérdida de millones de empleos en el sector manufacturero de EU. La desindustrialización de la potencia imperial fue aprovechada por Donald Trump, quien hizo de la antiglobalización una pieza central de su plataforma electoral de 2016, lo que combinó con una retórica antinmigrante para atraer a la pauperizada clase obrera blanca –pero también a rancheros, granjeros, colonos y mineros blancos− que desde la época de Reagan había dado señales de que estaba lista para ser azuzada racialmente. En su adelantada campaña por la relección, al hablar ante la Asamblea General de la ONU en septiembre de 2019, envuelto en la bandera soberanista Trump declaró la guerra a los globalistas, anidados mayoritariamente entre los demócratas. Dijo: “El mundo libre debe abarcar sus cimientos ‘nacionales’ (…) Si quieren democracia, aférrense a su soberanía. Si quieren paz, amen a su nación (…) El porvenir no pertenece a los globalistas. El porvenir pertenece a los patriotas (…), a las naciones independientes y soberanas que protegen a sus ciudadanos”. Desafiado, y mayoritario en el Estado profundo, disponiendo del control de las finanzas, de los GAFAM (Google, Amazon, Facebook, Apple, Microsoft) y de la cuasi totalidad de los medios mainstream (hegemónicos en la cultura de masas), el bando de los globalistas apoyó a Joe Biden, quien triunfó en los comicios del 3 de noviembre; aunque Trump logró casi 74 millones de votos, 10 millones más que en 2016. El todavía confuso asalto armado al Capitolio por WASP (blancos protestantes anglosajones), con sospechosa colaboración policial, expresaría esa contradicción soberanistas vs. globalistas y podría derivar en una guerra civil. Con el agregado de que la 5
“democracia americana” es una construcción ideológica: intelectuales como Noam Chomsky, Howard Zinn y Sheldon Wolin han sostenido que EU es una plutocracia (un gobierno de los ricos, por los ricos y para los ricos), y que democracia y capitalismo son incompatibles. Con cierto humor ácido, el representante ruso ante la ONU, Dmitri Polyans kiy, describió como “fotos al estilo Maidan” las que fluyeron desde Washington, DC el 6 de enero (en referencia a las protestas en Ucrania, apoyadas por EU y la OTAN, que derrocaron al presidente Viktor Yanukovich en 2014). Sólo que la técnica del golpe suave −utilizada por la CIA y el Pentágono urbi et orbi− vía la turba arengada por Trump y 147 legisladores republicanos contra uno de los poderes del Estado, en apariencia, f racasó. ¿Hubo otro actor encubierto que facilitó el “asalto” al Capitolio con el propósito de decretar leyes de estado de excepción para recortar las garantías constitucionales y los derechos civiles?
¿Golpe de Estado en Washington?
Miguel Tinker Salas y Víctor Silverman* - La Jornada Viernes 8 de enero de 2021 Cuando personas en América Latina, donde Estados Unidos ha apoyado múltiples golpes de Estado, se preguntan porqué no hay golpes en el país del norte, la respuesta suele ser la misma, es que en Washington no hay una embajada estadunidense. La toma del Capitolio en Washington el 6 de enero de 2021 por partidarios de Donald Trump en momentos en que los miembros del Congreso y el Senado se reunían para formalmente certificar lo que ya era un hecho, la elección de Joe Biden como presidente, conmocionó al país y al mundo entero. ¿Sería posible que se intentaba un golpe de Estado en EU? En la mañana del 6 de enero, Trump animó a una multitud de sus partidarios a marchar hacia el Congreso y “salvar a Estados Uni6
dos”. Los más de 60 casos legales que Trump había iniciado ante los tribunales, aun con jueces nombrados por su administración, habían sido rechazados. No obstante, ante sus seguidores Trump se presentaba como víctima del “fraude electoral más grande en la historia del país”. Como en cualquier culto de personalidad, Trum intentaba asociar su figura con la supuesta salvación de la nación. Ante este panorama no debe sorprender que sus seguidores participaran en una acción como ésta. Ya el grupo armado neofascista los Proud Boys y otros habían convocado a sus miembros a una mega marcha en Washington. Animados por Trump y proclamando “USA, USA”, los manifestantes derechistas asaltaron el Capitolio, escalando paredes, rompiendo puertas y ventanas y eventualmente tomando las oficinas del Senado y el Congreso. La policía del Capitolio huía ante los derechistas, aun cuando antes hubo quienes se tomaron selfies con los manifestantes. Después de unas horas, cuatro personas habían muerto y 53 habían sido detenidas. Las acciones en el Capitolio obligaron a muchos en EU a cuestionar el estado de su país y a escala mundial su imagen quedó severamente manchada. ¿Con qué moral podrá EU cuestionar la democracia en cualquier nación del mundo? Las reacciones a la invasión y a las palabras de Trump no se hicieron esperar. Por parte del establishment, la “insurrección”, como muchos optaron por llamar a los actos, por no decir golpe de Estado, fue severamente condenada. James Mattis, ex secretario de Defensa, aseveró que Trump “merecía ser un hombre sin país”. Algunos políticos liberales y editores de periódicos pidieron la destitución inmediata de Trump, otros insistían que se activara la enmienda 25, donde el vicepresidente y el gabinete pueden declarar que el presidente es incapaz de cumplir sus funciones. Faltando menos de dos semanas para que concluya su presidencia es dudoso que esto se formalice. Ante la situación que existe en EU, no deberían sorprender los actos que ocurrieron en el Capitolio. La derecha y sus fuerzas de choque, los grupos armados supremacistas, han atacado a los 7
congresos de los estados e incluso al gobierno federal por años. En Michigan, por ejemplo, grupos derechistas fuertemente armados tomaron por asalto el Congreso del estado en mayo y poco tiempo después trataron de secuestrar a la gobernadora con el propósito de enjuiciarla y en diciembre milicias armadas trataron de invadir el Congreso de Oregon. Los grupos derechistas armados han matado a más personas en EU que cualquier otro grupo terrorista desde 2001. El FBI ha advertido que el terrorismo de la derecha es la mayor amenaza para la paz interna del país. Trump se niega a condenar las acciones violentas de la derecha y alienta a estos sectores para que tomen acciones contra el Congreso. En Charlottesville, en 2017, calificó a neonazis y miembros del KKK que protestaban en la calle como “gente buena”. Por ello, sus palabras en favor de una insurrección y la toma del Capitolio no deben de sorprender. Los actos del 6 de enero representan un acto anunciado. Y a pesar de las múltiples advertencias, la policía del Congreso y otras fuerzas federales se mostraron incapaces de proteger el Capitolio y esta debilidad permitió que una multitud desorganizada entrara fácilmente a la sede. Trump se negó a movilizar a la Guardia Nacional y tuvo que ser el vicepresidente Pence quien aprobara el despliegue de fuerzas estatales y federales. ¿A qué se debe esta falta de preparación? Lo más probable es que la policía, al igual que los medios y sectores del establishment, no podían creer que la multitud, en gran parte gente blanca y de la derecha, representaban un peligro al orden público. Por su parte, Biden, presidente electo, condenó los actos. La denuncia de Biden, a la cual se suma la mayoría del establishment político, representa una ceguera política, una postura en la que EU es nuevamente víctima de un proceso sobre el cual no tiene responsabilidad. Esta amnesia política oculta los crímenes del pasado, el legado de la esclavitud y la exterminación de grupos indígenas, oculta las numerosas invasiones y golpes de Estado que ha promovido y los califica como errores de juicio, que en realidad no representan al país. Esta ceguera se niega a ver la 8
movilización de una extrema derecha que promueve la violencia contra gente de color, grupos de inmigrantes y sectores LGBTI. Éste es el proceso ideológico que permite que el nefasto legado imperial de EU coexista con los principios democráticos de la igualdad, libertad y justicia y cumplan con la imagen del país como una supuesta cuna de la democracia. ¿Qué pasará en EU si surge, no otra figura como Trump, incapaz de organizar un gobierno eficaz, sino alguien competente, pero con sus mismos principios racistas y xenofóbicos? La nación tendrá que enf rentar la forma en que políticos republicanos conservadores e incluso demócratas moderados han manipulado el resentimiento de clase y el odio racial para movilizar una coalición que incluye la extrema derecha neofascista y neonazi, a fundamentalistas cristianos, y a grupos racista y xenófobos. En ese contexto, tendrá que bregar con la forma que le ha negado derechos a su propia población. Ante esta realidad, la Casa Blanca podrá seguir siendo promotora de golpes de Estado. Versión completa en https://bit.ly/39cXpMF *Departamento de Historia, Pomona College @mtinkersalas - @victorsilverman
Proyecto Integral Morelos: traiciones y resistencias
Gilberto López y Rivas - La Jornada - Viernes 8 de enero de 2021 La historia contemporánea del estado de Morelos ha sido marcada por luchas memorables por la tierra y los derechos agrarios de su campesinado, y por la traición de gobiernos a estos reclamos seculares que encarnaron dirigentes emblemáticos como Emiliano Zapata y Rubén Jaramillo, ambos víctimas de crímenes de Estado consumados por militares al servicio de las cla9
ses dominantes. Herederos de esas luchas resisten actualmente procesos de recolonización de los territorios de gobiernos y corporaciones neoliberales que mediante megaproyectos, como el Proyecto Integral Morelos (PIM), y violando la ley y la voluntad de los pueblos, pretenden imponer termoeléctricas, acueductos, gasoductos, enclaves industriales, minería a cielo abierto, carreteras, centros poblacionales y empresas turísticas e inmobiliarias, protegidos por el Estado capitalista, en lo que se conceptualiza como acumulación militarizada y necropolítica. Así, el 23 de noviembre pasado, la Guardia Nacional y policías estatales desalojaron el digno plantón de ejidatarios de San Pedro Apatlaco, municipio de Ayala, Morelos, en el que paradójicamente nació Zapata. Esta acción autoritaria fue denunciada por el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua de Morelos, Puebla y Tlaxcala, que se opone a la Termoeléctrica de Huexca y al PIM. Asimismo, el Congreso Nacional Indígena, el Concejo Indígena de Gobierno y el EZLN en su comunicado “Por la vida y contra el dinero” manifestaron: “con qué cinismo el gobierno neoliberal que dice mandar en este país, obedece a sus patrones que son el gran capital, con qué cinismo las fuerzas armadas, bajo las órdenes del capataz, violentan a los pueblos, para entregar el agua del río Cuautla, robada a los pueblos campesinos de Ayala, a las empresas que se benefician con el PIM, como Elecnor y Enagasa, a las que concesionó el gasoducto; Bonatti y Abengoa constructoras del gasoducto y de la termoeléctrica en Huexca, y las que se beneficiarán del consumo de gas, como Saint Gobain, Nissan, Burlington, Continental y Gas Natural del Noreste”. La Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo y el Consejo Tiyat Tlali también repudiaron la “doble moral de un gobierno que en el discurso apela a que todo será resuelto por la razón, pero en los hechos usa la fuerza para imponer los proyectos neoliberales que tanto dice combatir”. La corresponsal de La Jornada en Morelos dio a conocer, el 29 de diciembre, las declaraciones del abogado de los ejidos de Ayala, 10
Juan Carlos Flores Solís, en las que informa que el río Cuautla y sus afluentes no tienen agua suficiente para que funcione la termoeléctrica de Huexca, y que los ejidos de Villa Ayala, Tenextepango y Moyotepec lograron amparos y suspensiones de plano que impiden legalmente el funcionamiento del acueducto y la termo. También, Jorge Zapata González, nieto del general Emiliano Zapata, del Movimiento Libertador Zapatista, se pronunció enérgicamente contra el gobierno federal, afirmando que el agua tratada forma parte de los afluentes del río que están concesionados a los campesinos de la región por decreto presidencial de 1926 ( El Sol de Cuautla, 27 de diciembre). Por su parte, el Consejo Editorial del Observatorio Ciudadano de la Calidad del Aire de Morelos publicó en su blog un extenso y fundado documento, “Respuestas a Armando Bartra sobre la termoeléctrica de Huexca”, en el que –entre varias refutaciones– esclarece que: 1. La mayoría de los ejidatarios votaron en contra del arreglo entre la dirección corrupta de Asurco y la CFE, “incluso en las poblaciones de donde son nativos los ‘dirigentes’ que transaron acuerdos a espaldas de los ejidatarios”, y que el problema no se solucionó con el desalojo del 23 de noviembre a los campesinos y 2. En cuanto al ruido y otros daños colaterales a la salud que produce la termoeléctrica, preguntan: “¿por qué no intenta vivir un mes en Huexca el director de la CFE con la planta funcionando, consumiendo los cultivos que serán regados con el agua contaminada por la planta y bebiendo ese mismo líquido?” (https://observatoriociudadanode lacalidaddelaieredemorelos.home.blog/ 2021/01/01). Además, la consulta sobre el PIM y la termoeléctrica llevada a cabo el 23 y 24 de febrero de 2019, unos días después del asesinato de Samir Flores Soberanes, violentó preceptos establecidos en la Constitución y el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, ya que no fue previa, libre, informada y culturalmente apropiada. Pero, a pesar de la manipulación de esta consulta, el rechazo al proyecto fue categórico en todas las comunidades directamente afectables. 11
Si bien el PIM se f raguó en el sexenio de Felipe Calderón, su continuidad actual es inaceptable en términos ecológicos, de seguridad, salud, soberanía energética y respeto a la voluntad de los pueblos. El atropello no es transformación. ¡Todo el apoyo a los ejidatarios de Ayala y al pueblo de Huexca!
Estados Unidos, la democracia que nunca fue
Marcos Roitman Rosenmann - La Jornada - Viernes 8 de enero de 2021 Vaya por delante la condena. Pero de allí a lanzar loas a la democracia estadunidense es una falta de respeto. Menos aun señalar su ejemplaridad. Azuzados por el presidente Donald Trump, sus seguidores no dudaron en asaltar el Capitolio bajo la consigna de haber sido víctimas de f raude y robo en las elecciones presidenciales. Son muchos quienes le siguen, dentro y fuera de las instituciones. Cien representantes en la Cámara y siete senadores han negado validez al triunfo de Biden. Para ellos, América se encuentra secuestrada por vendepatrias. Por consiguiente, la sociedad estadunidense es víctima de una conspiración de negros, latinos, minorías sexuales, comunistas y socialistas, cuya finalidad es destruir el país. Las imágenes de ciudadanos trepando paredes, rompiendo ventanas, invadiendo despachos, son un jarro de agua f ría para quienes han aupado a Estados Unidos como salvaguarda de la democracia mundial. Analistas políticos, especialistas en relaciones internacionales, corresponsales, hacen piña. Sólo hay un responsable de la violencia: Donald Trump, un desequilibrado que no asume su derrota. Las cadenas de radio y televisión informan en tiempo real y a la par dan a conocer tuits de jefes de Estado y gobierno occidentales mostrando su rechazo a la toma del Capitolio y su reconocimiento a Joe Biden. El momento era relevante, se estaba validando formalmente, en sesión plenaria, la designación de Joe Biden como presidente. Penúltimo acto para 12
el traspaso de poderes en la Casa Blanca el 20 de enero. Pero el ícono del poder legislativo, el Capitolio, era víctima de un ataque, según diría Hillary Clinton, perpetrado por terroristas nacionales. El acto protocolario se veía empañado, suspendiéndose la votación que ratificaba a Joe Biden como presidente. La “invasión” se cobraba la primera víctima, una mujer era abatida mientras trataba de colarse en la sala de sesiones. Definir el sistema político estadunidense como una democracia, salvo que el concepto quede restringido a la mínima expresión, resulta poco serio. De ser así, son hechos auténticamente democráticos morirse de hambre o no tener cobertura médica. Pero vayamos a deshacer el entuerto. Esos senadores y diputados, reunidos en sesión plenaria, salvo excepciones, son los que, independientemente de su partido, han avalado anexiones territoriales, guerras, invasiones, golpes de Estado, bloqueos a terceros países, consolidado tiranías y financiado gobiernos autocráticos, lo cual contradice su respeto y apego a los valores democráticos. En América Latina, Asia y Áf rica hay ejemplos que harían enrojecer a cualquier demócrata. Sin olvidar que Trump no ha sido el primer presidente en mentir. Desde el genocidio de los pueblos originarios, la anexión de los territorios pertenecientes a México, la guerra contra Cuba, Vietnam y más recientemente la guerra contra Irak se fundan en mentiras. ¿Acaso se encontraron las armas de destrucción masiva? Ésa es la historia de Estados Unidos. Howard Zinn, Charles W. Mills, Sheldon Wolin o Noam Chomsky, entre otros, han cuestionado el sistema político que prevalece en Estados Unidos, tras sus actuaciones en Vietnam, Centroamérica, Chile e Irak, además de las leyes emergentes con posterioridad al 11 de septiembre de 2001. Totalitarismo invertido es la definición de Wolin para referirse al orden político en Estados Unidos, nacido de los atentados a las Torres Gemelas. Presidentes como Kennedy, Nixon, Carter, Ford, Clinton, Reagan o Bush, padre e hijo, con todos los matices, se han saltado preceptos democráticos como la no intervención, el derecho de autodeterminación o el respeto a los derechos humanos. Además, 13
durante sus administraciones, han utilizado mecanismos poco ortodoxos, democráticamente hablando, como avalar la tortura, crear noticias falsas, contratar mercenarios o desvalijar países enteros de sus riquezas. Sin despreciar la persecución a periodistas y aplicar la censura en las informaciones sobre las actividades de espionaje en su propio país o a sus aliados. Julian Assange y Edward Snowden son un ejemplo de lo dicho. Crímenes y criminales de guerra, cuya impunidad está garantizada al no reconocer el Tribunal Internacional Penal, campan por su territorio, dan conferencias y reciben premios Nobel. Henry Kissinger, sin ir más lejos. Ninguna administración estadunidense está libre de haber patrocinado guerras, vender armas, traficar con estupefacientes, derrocar gobiernos democráticos y torcer el brazo a quienes se enf rentan y rechazan sus políticas unilaterales de corte autoritario. Pero si no es suficiente, debemos recordar que en su política doméstica Trump no ha sido una anomalía, al margen de sus excentricidades. Obtuvo más de setenta millones de votos. Además, las organizaciones supremacistas, neonazis, llevan décadas existiendo. La Asociación Nacional del Rifle y lobby, que van desde las farmacéuticas, compañías de seguros, multinacionales de la alimentación y las empresas tecnológicas de Silicon Valley, cuentan con un apoyo bipartidista. El Ku Klux Klan, el Tea Party, White Power, Skin Heads o Metal Militia no han sido creados por Trump, otra cosa es que los condene. Por otro lado, fue Barack Obama, premio Nobel de la Paz, quien aceleró la construcción del muro f ronterizo con México, y según José Manuel Valenzuela Arce en Caminos del éxodo humano, durante su presidencia las deportaciones sumaron “2 millones 800 mil personas”. En resumen, definir el sistema político bipartidista que rige Estados Unidos como un orden democrático es un despropósito si se trata de caracterizar el régimen político. Otra cosa es defender el imperialismo estadunidense, sus estructuras de poder y dominación y adjudicarles el papel de guardián de los valores occidentales, dizque democráticos. Pero ya sabemos, democracia y capitalismo son incompatibles. 14
Salvemos el Bosque Nixticuil
Gloria Muñoz Ramírez - La Jornada - Los de abajo Sábado 9 de enero de 2021 El comienzo de este año ha estado marcado por nuevos incendios provocados en el Bosque Nixticuil, en el área natural de Zapopan, Jalisco, y por el hostigamiento a los defensores ecologistas. La complicidad del presidente municipal, Juan Pablo Lemus, con las inmobiliarias que construyen o pretenden erigir diversos f raccionamientos, pone en peligro no sólo la fauna y la flora del bosque, sino la integridad de los defensores de la naturaleza. Tan sólo en la primera semana de enero, el Comité en Defensa del Bosque El Nixticuil registró y denunció tres incendios alrededor del terreno en el que se pretende construir el f raccionamiento Verde Serena. Los integrantes del colectivo nuevamente se apersonaron para sofocar el fuego y responsabilizaron a empresas y gobiernos de provocarlo “para cambiar el uso de suelo” y continuar con depredación de la zona forestal. El comité, que desde hace más de tres lustros se dedica al cuidado y restauración del bosque, combatiendo los incendios forestales para detener la urbanización, señaló que recientemente se han afectado más de 3 mil 500 metros cuadrados, derribando un centenar de pinos y encinos. Cuando los defensores acudieron a apagar el segundo incendio en las partes altas del área natural, dos sujetos bloquearon el camino de su vehículo, situación inadmisible por la que tendrá que responder la autoridad municipal y estatal, pues el bosque y quienes lo cuidan deberían ser intocables. Frenar los permisos para la construcción de nuevos f raccionamientos es lo que corresponde, pero las empresas inmobiliarias que provocan los incendios gozan de total impunidad.
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El Nixticuil es uno de los dos últimos bosques originarios que quedan en la zona metropolitana de Guadalajara, se extiende por más de mil 800 hectáreas de los cerros del Nixticuil y la Sierra de San Esteban, provee agua a comunidades rurales y urbanas, y alimenta al Río Blanco, que riega las últimas zonas agrícolas de Zapopan, municipio que, antes de que lo transformaran empresas y gobiernos, fue el primer productor de maíz del estado. Resguardar lo que queda no es tarea fácil. Defender al bosque y a sus protectores es urgente. desinformémonos.org losylasdeabajo@yahoo.com.mx
El año nuevo de Jair Bolsonaro
Eric Nepomuceno - La Jornada - Domingo 10 de enero de 2021 La primera semana del año nuevo dejó claro en Brasil que el ultraderechista presidente Jair Bolsonaro permaneció igualito a lo que fue en 2020. Continúa negando la eficacia de las medidas adoptadas en el mundo f rente a la pandemia, del confinamiento social al uso de cubrebocas, sigue dudando de las vacunas contra el virus y no dejó de provocar aglomeraciones de adeptos fanatizados por donde quiera que pase. Mientras, el pasado jueves el total oficial de víctimas fatales de Covid-19 superó la cifra de 200 mil. Médicos e instituciones científicas, sin embargo, reiteran que se trata de un dato subestimado, por fallas en las notificaciones. En realidad, serían al menos 240 mil. El viernes, el coronavirus mató mil 379 brasileños, casi 58 por hora. Y el único movimiento del gobierno para implantar un plan nacional de vacunación consistió en determinar la fecha de entrega de toda su producción a los fabricantes de agujas y jeringas al Ministerio de Salud. 16
El argumento de la necesidad de crear un programa de distribución no convenció a nadie: quedó claro que se trató de otro paso más en la guerra política entre Bolsonaro y el gobernador de São Paulo, el ex aliado y ahora enemigo, João Doria. La medida fue anulada por Ricardo Lewandovski, ministro del Supremo Tribunal Federal, máxima instancia de la justicia en el país, quien fue especialmente duro al afirmar que “la incuria del gobierno federal” no puede penalizar la eficacia del gobierno de São Paulo. Se dice que “en los próximos días” se divulgará el esquema nacional de vacunación, pero no se sabe cuándo. Mientras, algunas provincias están listas para empezar a vacunar a su población ahora mismo. Todo depende de la autorización de la agencia nacional de salud, dirigida por militares. La militarización del mismo Ministerio de Salud refleja bien la complicidad de las fuerzas armadas con Bolsonaro. Se prevé que, en última instancia, provincias y municipios recurran al Supremo Tribunal Federal para comenzar a vacunar, en caso de que se mantenga la inercia de los órganos nacionales de salud. Y Jair Bolsonaro sigue igualito al del año pasado. En realidad, igual a lo que siempre fue: un negacionista, defensor de la dictadura y de torturadores, misógino, racista y homofóbico. En la mesa del presidente de la Cámara de Diputados reposan al menos 54 pedidos de apertura de un juicio para destituir a Bolsonaro. ¿Por qué no fueron llevados adelante? No hay respuesta. Juristas indican que Bolsonaro ha cometido docenas de actos que configuran lo que la ley determina como “crímenes de responsabilidad”. Y no pasa nada. 17
Luego de la invasión del Capitolio en Washington por seguidores fanatizados (e incentivados) por Donald Trump, su émulo tropical hizo el esperado comentario; reiteró que Joe Biden ganó gracias a una secuencia de f raudes y advirtió que si en 2022 sigue en Brasil la votación electrónica también habrá f raude y lo que ocurrirá será “mucho peor de lo que pasó en Estados Unidos”. La reacción de políticos e integrantes del Supremo Tribunal Federal fue enérgica y dura. Jair Bolsonaro permaneció inmutable. La verdad es que el mandatario brasileño continúa concentrado en pocas preocupaciones y urgencias. Quiere mantener la fidelidad ciega de sus seguidores más duros. Otra prioridad es seguir hablando de forma directa a sus apoyadores en las fuerzas armadas, especialmente los de bajo rango. También favorece de manera nítida a las fuerzas policiales, en especial las policías militarizadas. Como a eso se suma la ampliación de la venta de armas, además del pleno respaldo de las llamadas “milicias” (pandillas de sediciosos que se esparcen por todo el país), Bolsonaro cree que podrá movilizar batallones en caso de que los diputados, finalmente, se decidan por abrir un juicio institucional. Otra preocupación urgente del mandatario brasileño es proteger a sus tres hijos que actúan en la política, el senador Flavio, el diputado nacional Eduardo y el concejal en Río, Carlos. Dos de ellos ya se encuentran bajo investigaciones policiales, acusados de malversar fondos públicos e integrar esquemas de corrupción. Eduardo podría ir por el mismo camino. Ya fueron detectadas y confirmadas maniobras involucrando a funcionarios del sistema nacional de inteligencia para facilitar la defensa de Flavio, lo cual refuerza la preocupación del papá presidente por sus críos. Pero nada parece suficientes para enjuiciarlo. Mientras, la pila de muertes provocadas por la desidia presidencial no cesa de crecer. 18
Dos amaneceres con triunfos, derrotas y resistencias
Colectivo Híjar - Desinformémonos - Memoriando 5 enero 2021 Che, mural en territorio zapatista que bien podría llamarse “Ya se mira el horizonte», 2007. El 1 de enero de 1959, entraron barbudos triunfantes de verde olivo a La Habana. Todo mundo salió a recibirlos, a tratar de tocarlos para ver si era verdad tanta belleza. La batalla de Santa Clara había sido decisiva con el Che al f rente con su brazo en cabrestillo, resultante de un tropezón en una oscura bodega. El ejército de Batista encontró cortado el paso del tren blindado donde el pueblo en armas bien protegido por su ejército disciplinado, prendió el fuego necesario para tostar a los inutilizados criminales. La toma de La Cabaña, bastión militar enemigo fue tan decisiva como la del Cuartel Moncada en Santiago de Cuba. De punta a punta, Cuba recuperaba la fiereza del largo caimán poderoso y bello. El mundo entero empezó el año nuevo de 1959 con la buena nueva revolucionaria conf rontada con los planes del Pentágono y la CIA para exterminarla. Redescubrimos la solidaridad, la renovamos en las universidades, en las calles, en las plazas, en el gesto criticado por los sensatos fetichistas, de quemar la bandera yanqui en pleno Zócalo, centro histórico de México. Discreta y firme, Cuba va. Fuimos muchos los organizados para la lucha armada para emular al Movimiento 26 de Julio. También fue 1 de enero el de 1994 cuando la noticia de la toma de siete cabeceras municipales en Chiapas, informó de la irrupción histórica del EZLN. Levantamiento indígena “rezago histórico” en el discurso de Carlos Salinas de Gortari cuando declaró la tregua del 12 de enero, a la par que los bombardeos y el despliegue militar y paramilitar intentaba el exterminio de la organización que se presentó en San Cristobal de Las Casas con una declaración de guerra contra el Estado en el poder, para así 19
cumplir con los doce puntos de su programa inicial, mucho más allá que la proclama indigenista por el alcance histórico contra la explotación capitalista presente en la propaganda de inicio del TLC. El año nuevo de 2021, al declarar y conmemorar los 27 años, queda claro que el capitalismo no tiene redención, como prueba la devastación del planeta y la mala vida de la infectada y recluida especie humana. A mediados de 2021, el EZLN recorrerá Europa alentando al otro mundo necesario y urgente. Buena celebración de los Reyes Magos fue el reparto agrario de Lucio Blanco en Veracruz en 1915, para cumplir por vez primera la tendencia zapatista de la Revolución Mexicana de 1910. El flanco obrero del combate empezó con la huelga ilegal del 5 de enero de 1915, de los trabajadores de la fábrica textil de Río Blanco, parte del enclave industrial que llegaba hasta Puebla. Informado el dictador Porfirio Díaz, respondió con un telegrama: “mátenlos en caliente”. Al asaltar la tienda de raya, Lucrecia Toriz enarboló la bandera de México frente a la soldadesca criminal. El magonismo, sus células, su periódico Regeneración, siguieron trabajando. En Sudamérica crecía la represión ante los levantamientos populares: 400 campesinos de Cochabamba fueron masacrados en 1973 por el gobierno boliviano de Hugo Banzer, cómplice del asesinato del Che en 1970. En enero murieron dos camaradas comunistas: el 6, en su casa de Cuernavaca vecina al taller industrial donde encabezó el equipo constructor del Polyforum Cultural, murió David Alfaro Siqueiros al final de una vida de lucha constante en México, en España por la República, en Sudamérica de donde fue expulsado, de Estados Unidos que también lo deportó por el atrevimiento de pintar en pleno barrio chicano de los Ángeles, un negro crucificado y en la casa del cineasta Dudley Murphy, a Plutarco Elías Calles con la cara cubierta y armado para proteger las bolsas de dinero robadas durante su presidencia. La cárcel larga de 1960 a 1964 por su participación en el Movimiento ferrocarrilero, deterioró su salud sin dejar de pintar, por ejemplo, el retrato de Frank País por encargo del Che. Camarada de Julio Antonio Mella, el internacionalista cubano fundador del Partido Comunista de Cuba, Siqueiros orga20
nizó con él a los mineros de los Altos de Jalisco y alcanzó la dirección de la Central Sindical Unitaria, proyecto de f rente obrero comunista. Por esto y más, el colaborador constante de El Machete donde firmaba Cuauhtémoc Zapata para no repetir el nombre de Mella, fue asesinado cuando caminaba en la noche del 10 de enero de 1929 con su compañera Tina Modotti, inculpada del crimen para proteger a los pistoleros del dictador cubano Machado. 15 de enero es fecha infausta para los revolucionarios. En 1919, Rosa de Luxemburgo y Karl Liebknecht fueron asesinados para liquidar la Liga Comunista Espartaco que había roto con el Partido Socialista Alemán, miembro de la Internacional Socialista, empeñado en acordar con el parlamento alemán la defensa del Estado en guerra. Terminó así la esperanza de la segunda revolución socialista de la historia y empezó el ascenso del nazismo. Queda la predicción comunista de Rosa: socialismo o barbarie. Queda la ironía de su último artículo “reina la calma en el país”. Queda, sobre todo, el proyecto revolucionario con línea de masas como sustento del Partido. En la misma fecha de 1970, cayó combatiendo como último sobreviviente de una casa de seguridad sandinista, Leonel Rugama, un veinteañero de León, Nicaragua, ejemplar por su respuesta a la guardia somocista que lo conminaba a rendirse: “que se rinda tu madre”, sostuvo. Tres años después, el 20 de enero, Amilcar Cabral fue asesinado en Guinea Bissau donde aportó al anticolonialismo no solo portugués, la organización armada y una profunda reflexión escrita sobre la cuestión cultural. Terrible pérdida fue la muerte de Lenin en 1924 con una larga agonía combativa resultante de un atentado contrarevolucionario. Enero de 1973 es el año del triunfo del pueblo de Vietnam ante los yanquis. El 27 los aterrados invasores huyeron colgados de los helicópteros de combate, agarrados de las balsas de desembarco, amontonados en aviones caza. “Ciudad Amanecer” titularon los vietnamitas a la película filmada en Saigón cuyo nombre fue sustituido por el de Ciudad Ho Chi Minh. 21
También la ciencia importa en la lucha contra el fanatismo religioso. El 8 de enero de 1642, fue ejecutado Galileo Galilei por la nada Santa Inquisición. Su f rase final es garantía de verdad histórica: “y sin embargo, se mueve”. Treinta y cinco siglos después, en 1992, el Vaticano levantó su excomunión y mientras, su ejemplo alimentó la revolución astronómica. Sin clase obrera, sin tradición marxista y con prédicas anarquistas de migrantes europeos, en Nuestra América hay que celebrar, por ejemplo, la heroica huelga de cinco meses iniciada el 10 de enero de 1911, por los zapateros de Sao Paulo exigentes de limitar la jornada de trabajo a ocho horas al día. El 12 de enero de 1948 la Corte Suprema de Estados Unidos declaró la igualdad de negros y blancos en las escuelas, antecedente del masivo movimiento social en 2020 con la proclama “Black Lives Matter”. Larga es la historia de la incumplida lucha legal que el 31 de enero de 1865 concretó la Enmienda Trece de la Constitución de los Estados Unidos que declara abolida la esclavitud. Larga es la lucha en la que destaca el sueño de Martin Luther King nacido el 15 de enero de 1926. El 30 de enero, Día de la no Violencia y la Paz en honor a Mahatma Gandhi es de imposible cumplimiento mientras exista la barbarie imperialista. La guerra está en la paz aparente, advierte Marx.
Las urgencias y el pragmatismo demolieron el pensamiento crítico
Raúl Zibechi - Desinformémonos - En Movimiento - 11 de enero 2021 Una de las principales características del pensamiento crítico fue siempre la capacidad de mirar largo y lejos, de otear por encima de los árboles para divisar el horizonte. Esa mirada larga ha sido la brújula que no se perdía ni siquiera en las peores situaciones. En momentos de guerras y genocidios, la esperanza provenía de la convicción de que se sigue caminando en la dirección elegida. 22
Por lo tanto, cultivar la memoria es una cuestión básica, casi un instinto para sobrevivir y crecer. No para aferrase al pasado sino para afirmar las raíces, la cosmovisión, la cultura, la identidad que nos permiten seguir siendo y caminar, caminar, caminar…. El pensamiento crítico se viene ahogando en la inmediatez, se pierde en la sucesión de coyunturas en las que apuesta por el mal menor, ruta casi segura para perderse en el laberinto de los flujos de información, sin contexto ni jerarquización. El sistema aprendió a bombardearnos con datos, con las últimas informaciones que sobreabundan en medio de la escasez casi absoluta de ideas diferentes a las hegemónicas. Estos años buena parte de la izquierda y de la academia la emprendieron contra Trump. Lógico y natural. Pero parecen haber olvidado que algunos de los desarrollos más oprobiosos vienen de los años de Barack Obama, el progresista que inició la guerra en Siria, que promovió el golpe de Estado en Egipto y decenas de intervenciones contra los pueblos en América Latina, Asia y Áf rica. Dedicar todos los análisis a las coyunturas implica dejar de lado los factores estructurales. De ese modo, no pocos analistas que presumen de un pensamiento crítico, “olvidan” que los gobiernos progresistas profundizaron el extractivismo (acumulación por despojo o cuarta guerra mundial). Cuando los incendios en la Amazonia, esta corriente mayoritaria atacaba a Bolsonaro (con toda razón), pero no quiso mirar que bajo el gobierno de Evo Morales sucedía exactamente lo mismo. Sinceramente, no veo la menor urgencia en que retornen gobiernos progresistas que ya han mostrado los límites de las administraciones que encabezaron. En Bolivia, señala Rafael Bautista, era necesario derrotar a la derecha y la gente lo hizo, pero “la usurpación que hace el MAS de la victoria popular, creyendo que fue obra exclusivamente suya la recuperación democrática, está conduciendo a ese desencantamiento que es lo que, precisamente, sucedió previamente para que el golpe pasado sea legitimado por una revuelta social” (Alai, 4 de enero de 2021). 23
Si el pensamiento crítico nauf raga en la cortedad de miras, ha optado también por culpar de todos los problemas a la derecha. De este modo, al amputarse la autocrítica con la excusa de no dar argumentos al adversario, queda impedido de aprender de los errores, de conf rontar abiertamente y debatir en colectivo para llegar a conclusiones comunitarias que orienten la acción. ¿Dónde están las autocríticas del brasileño PT, del MAS de Eco o de Alianza País de Rafael Correa? Para evitar el debate acuñaron la idea de “golpe”, que se aplica en cualquier coyuntura que sea adversa. O de “traición”, para dar cuenta de casos tan sonados como los del ecuatoriano Lenin Moreno y el uruguayo Luis Almagro, olvidando que fueron elegidos por Correa y Mujica respectivamente. Podría seguir argumentando situaciones y conceptos que han desviado o impedido los debates y, peor, los aprendizajes siempre necesarios. Hay un punto, empero, en el que seguimos atascados sin poder avanzar, ni tender puentes, ni hacer balances. Me refiero al papel del Estado en los procesos revolucionarios. Algunos nos negamos a considerar que los Estados estén en el centro del horizonte emancipatorio, mientras muchos otros no conciben la acción política por fuera de la institución estatal. No es un asunto menor. Es el rompeolas contra el que se estrellarán las futuras generaciones, incluyendo los movimientos indígenas y feministas, los más pujantes en estos años. Se viene difuminando una idea nefasta que dice: si las personas, los colectivos o los movimientos adecuados llegan al Estado, por ese sólo hecho lo modifican, cambian su carácter. Como si el Estado fuera una herramienta neutra, utilizable tanto para oprimir y reprimir como para liberar pueblos y ajustar cuentas con la clase dominante. La experiencia histórica, desde la revolución rusa hasta los últimos gobiernos progresistas, habla por sí sola. Pero al parecer recordar y hacer balance es un ejercicio demasiado pesado para un pensamiento indolente, que busca acurrucarse en la tibieza de las comodidades antes que acampar a la intemperie. 24
Supremacistas blancos y el Antirracismo Global María Teresa Juárez - Pié de Página - 7 enero, 2021
Cuando creíamos que las democracias eran lo más cercano al contrato social que establece la igualdad para todas las personas, hoy, en pleno siglo 21, presenciamos a grupos supremacistas tomando el Congreso de los Estados Unidos
“El racismo burgués occidental es un racismo de desprecio; es un racismo empequeñecedor. Pero la ideología burguesa, que proclama una igualdad esencial entre los hombres, se las arregla para permanecer lógicamente consigo misma invitando a los subhombres a humanizarse por medio del tipo de humanidad occidental que ella encarna”.
Franz Fanon, Los Olvidados de la Tierra
Y en el centro de todo, la imagen del hombre blanco, cristiano, racista, misógino, heterosexual, nacionalista. Cuando creíamos que las democracias eran lo más cercano al contrato social que establece la igualdad para todas las personas, hoy, en pleno siglo 21, presenciamos a grupos supremacistas tomando el Congreso de los Estados Unidos. Algunos dicen, se trata de “neorracismo”. Michel Wieviorka, sociólogo f rancés, usa este término enunciar un conjunto de expresiones articuladas en la que los blancos hacen referencia constante a las diferencias culturales de los “no blancos” para afirmar que son incapaces de integrarse a las sociedades dominantes. Está ampliamente documentado desde la historia, la sociología, el periodismo y el ámbito audiovisual, la creciente influencia que han ejercido Trump y los supremacistas de los sectores más podersosos, en las poblaciones blancas pauperizadas de los Estados Unidos. Narrativas blancas y sus implicaciones 25
Michael Moore da cuenta de ello en el documental: Bowling for Columbine. Narra entre otras cosas, cómo se gestaron las condiciones económicas, sociales y culturales para la escalada de tiroteos en colegios de la Unión Americana. Más allá del análisis de la cultura armamentista estadounidense, este documental nos invita a conocer a los “blancos pobres”: su entorno, condiciones de vida e ideología, caracterizada por un nacionalismo exacerbado, la xenofobia y el racismo. Fueron estos sectores quienes dieron su voto a Trump en la elección de 2016. Este 6 de enero grupos pro Dondald Trump irrumpieron en el Congreso de los Estados Unidos, ondearon la bandera de la Confederación, símbolo asociado al periodo esclavista y la supremacía blanca. En junio de 2015, Dylann Storm Roof, asesinó a 9 personas mientras oraban en la Iglesia Episcopal Metodista Af ricana, en Carolina del Sur. Luego de perpetrar esta masacre, se tomaría una foto con la bandera Confederada y la subiría a redes sociales. Aseguraba que con este acto iniciaría una “guerra racial”, y tomaba esa bandera como símbolo. No perdamos de vista que este acto, no fue parte de un hecho aislado, forma parte de la persistente violencia estructural de la narrativa blanca, claramente hegemónica. La bandera Confederada es identificada con los estados que combatieron durante la Guerra Civil contra la abolición de la esclavitud, algunos estudiosos la han comparado con la suástica del fascismo, por lo que se ha prohibido en varios estados de la Unión Americana. Han pasado 157 años desde que se abolió la esclavitud en Estados Unidos, no obstante. el racismo y la desigualdad siguen vigentes. Esto es peligroso porque promueve discursos de odio, la homofobia, la misoginia, la xenofobia y todas las ideologías que tiene como objetivo posicionar una agenda de la supremacía blanca en todas sus variantes, implicaciones y modalidades. Los símbolos hablan, los cuerpos hablan. Lo que sucedió este 06 de enero permanecía latente durante generaciones, esperando un momento como éste. 26
Strange Fruit o la historia viva de los linchamientos racistas Hace 82 años que la Billie Holliday interpretaba por primera vez: Strange Fruit, una de las canciones más emblemáticas de la lucha por los derechos humanos de las comunidades af rodescendientes en Estados Unidos. La primera vez que la interpretó, -en el famoso Café Society de Nueva York- nadie aplaudió. Para la misma Holiday fue un enorme desafío, sabía lo que provocarían estas notas en una sociedad habituada a escuchar el jazz y a los músicos af roamericanos interpretando temas dulces, sensuales o festivos. Compuesta por Abel Meropool, este tema hace mención «al f ruto extraño de los árboles del sur». Se refiere a los linchamientos y ahorcamientos que durante siglos, vivieron las poblaciones af roamericanas en aquel país. Meropool la compuso al ver la foto del lichamiento de Thomas Sipp y de Abram Smith. La canción habla del cuerpo de un hombre af rodesdendiente colgando de un árbol: “La boca torcida/el aroma de las magnolias, dulce y f resco/y de pronto el olor de la carne quemada.” Billie Holiday, había sido una víctima del racismo en Estados Unidos; a pesar de ser una intérprete consumada, no le permitían entrar por la puerta principal en sus propios recitales, y su padre; moriría de neumonía un año antes de estrenar este emblemático tema, porque ningún hospital le había atendido por ser “de color”. Al igual que Joséphine Baker, Nina Simone, Louis Armstron, Miles Dives y muchos otros artistas de la época, Holiday vivió el racismo en carne propia, por lo que, a pesar de enf rentar oposición de amplios sectores, abrazó este tema como un himno a siglos de lucha y resistencia. Strange Fruit es considerada como una de las canciones que cambió al mundo, al interpretada por una estrella de la talla de Billie Holiday 27
y su impacto en el mundo del entretenimiento y la cultura de masas. Por su parte, Abel Meeropol era un compositor y poeta estadounidense de origen ruso-judío, creció en el Bronx y se formó en Harvard. Él también sabía lo que implicaba la segregación, el rechazo y el racismo. Con este tema se posicionaría como un narrador de la cultura popular norteamericana. Han transcurrido 500 años desde que se posicionó el histórico relato del colonialismo en nuestro continente. Durante estos cinco siglos, han sucedido revoluciones, luchas de emancipación, la abolición de la esclavitud, y la enorme influencia de movimientos como el af rodescendiente y el zapatista. Más allá de los gobiernos y los partidos, están los movimientos continentales antirracistas en una lucha geográfica, lingüística y culturalmente diversa, haciendo f rente al racismo cotidiano y estructural… al que devela siglos de opresión. Ha llegado el momento, 2021: el año del Antirracismo Global.
La Soledad y la Desolación, por Marcela Lagarde lunes, 14 de agosto de 2017
Nos han enseñado a tener miedo a la libertad; miedo a tomar decisiones, miedo a la soledad. El miedo a la soledad es un gran impedimento en la construcción de la autonomía, porque desde muy pequeñas y toda la vida se nos ha formado en el sentimiento de orfandad; porque se nos ha hecho profundamente dependientes de los demás y se nos ha hecho sentir que la soledad es negativa, alrededor de la cual hay toda clase de mitos. Esta construcción se refuerza con expresiones como las siguientes “¿Te vas a quedar solita?”, “¿Por qué tan solitas muchachas?”, hasta cuando vamos muchas mujeres juntas. 28
La construcción de la relación entre los géneros tiene muchas implicaciones y una de ellas es que las mujeres no estamos hechas para estar solas de los hombres, sino que el sosiego de las mujeres depende de la presencia de los hombres, aún cuando sea como recuerdo. Esa capacidad construida en las mujeres de crearnos fetiches, guardando recuerdos materiales de los hombres para no sentirnos solas, es parte de lo que tiene que desmontarse. Una clave para hacer este proceso es diferenciar entre soledad y desolación. Estar desoladas es el resultado de sentir una pérdida irreparable. Y en el caso de muchas mujeres, la desolación sobreviene cada vez que nos quedamos solas, cuando alguien no llegó, o cuando llegó más tarde. Podemos sentir la desolación a cada instante. Otro componente de la desolación y que es parte de la cultura de género de las mujeres es la educación fantástica par la esperanza. A la desolación la acompaña la esperanza: la esperanza de encontrar a alguien que nos quite el sentimiento de desolación. La soledad puede definirse como el tiempo, el espacio, el estado donde no hay otros que actúan como intermediarios con nosotras mismas. La soledad es un espacio necesario para ejercer los derechos autónomos de la persona y para tener experiencias en las que no participan de manera directa otras personas. Para enf rentar el miedo a la soledad tenemos que reparar la desolación en las mujeres y la única reparación posible es poner nuestro yo en el centro y convertir la soledad en un estado de bienestar de la persona. Para construir la autonomía necesitamos soledad y requerimos eliminar en la práctica concreta, los múltiples mecanismos que tenemos las mujeres para no estar solas. Demanda mucha disciplina no salir corriendo a ver a la amiga en el momento que nos quedamos solas. La necesidad de contacto personal en estado de dependencia vital es una necesidad de apego. En el caso de las 29
mujeres, para establecer una conexión de fusión con los otros, necesitamos entrar en contacto real, material, simbólico, visual, auditivo o de cualquier otro tipo. La autonomía pasa por cortar esos cordones umbilicales y para lograrlo se requiere desarrollar la disciplina de no levantar el teléfono cuando se tiene angustia, miedo o una gran alegría porque no se sabe qué hacer con esos sentimientos, porque nos han enseñado que vivir la alegría es contársela a alguien, antes que gozarla. Para las mujeres, el placer existe sólo cuando es compartido porque el yo no legitima la experiencia; porque el yo no existe.. Es por todo esto que necesitamos hacer un conjunto de cambios prácticos en la vida cotidiana. Construimos autonomía cuando dejamos de mantener vínculos de fusión con los otros; cuando la soledad es ese espacio donde pueden pasarnos cosas tan interesantes que nos ponen a pensar. Pensar en soledad es una actividad intelectual distinta que pensar f rente a otros. Uno de los procesos más interesantes del pensamiento es hacer conexiones; conectar lo f ragmentario y esto no es posible hacerlo si no es en soledad. Otra cosa que se hace en soledad y que funda la modernidad, es dudar. Cuando pensamos f rente a los otros el pensamiento está comprometido con la defensa de nuestras ideas, cuando lo hacemos en soledad, podemos dudar. Si no dudamos no podemos ser autónomas porque lo que tenemos es pensamiento dogmático. Para ser autónomas necesitamos desarrollar pensamiento crítico, abierto, flexible, en movimiento, que no aspira a construir verdades y esto significa hacer una revolución intelectual en las mujeres. No hay autonomía sin revolucionar la manera de pensar y el contenido de los pensamientos. Si nos quedamos solas únicamente para pensar en los otros, haremos lo que sabemos hacer muy bien: 30
evocar, rememorar, entrar en estados de nostalgia. El gran cineasta soviético Andrei Tarkovski, en su película “Nostalgia” habla del dolor de lo perdido, de lo pasado, aquello que ya no se tiene. Las mujeres somos expertas en nostalgia y como parte de la cultura romántica se vuelve un atributo del género de las mujeres. El recordar es una experiencia de la vida, el problema es cuando en soledad usamos ese espacio para traer a los otros a nuestro presente, a nuestro centro, nostálgicamente. Se trata entonces de hacer de la soledad un espacio de desarrollo del pensamiento propio, de la afectividad, del erotismo y sexualidad propias. En la subjetividad de las mujeres, la omnipotencia, la impotencia y el miedo actúan como diques que impiden desarrollar la autonomía, subjetiva y prácticamente. La autonomía requiere convertir la soledad en un estado placentero, de goce, de creatividad, con posiblidad de pensamiento, de duda, de meditación, de reflexión. Se trata de hacer de la soledad un espacio donde es posible romper el diálogo subjetivo interior con los otros y en el que realizamos fantasías de autonomía, de protagonismo pero de una gran dependencia y donde se dice todo lo que no se hace en la realidad, porque es un diálogo discursivo. Necesitamos romper ese diálogo interior porque se vuelve sustitutivo de la acción ; porque es una fuga donde no hay realización vicaria de la persona porque lo que hace en la fantasía no lo hace en la práctica, y la persona queda contenta pensando que ya resolvió todo, pero no tiene los recursos reales, ni los desarrolla para salir de la vida subjetiva intrapsíquica al mundo de las relaciones sociales, que es donde se vive la autonomía. Tenemos que deshacer el monólogo interior. Tenemos que dejar de funcionar con fantasías del tipo: “le digo, me dice, le hago”. Se trata más bien de pensar “aquí estoy, qué pienso, qué quiero, hacia dónde, cómo, cuándo y por qué” que son preguntas vitales de la existencia. 31
La soledad es un recurso metodológico imprescindible para construir la autonomía. Sin soledad no sólo nos quedaremos en la precocidad sino que no desarrollamos las habilidades del yo. La soledad puede ser vivida como metodología, como proceso de vida. Tener momentos temporales de soledad en la vida cotidiana, momentos de aislamiento en relación con otras personas es fundamental. y se requiere disciplina para aislarse sistemáticamente en un proceso de búsqueda del estado de soledad. Mirada como un estado del ser –la soledad ontológica– la soledad es un hecho presente en nuestra vida desde que nacemos. En el hecho de nacer hay un proceso de autonomía que al mismo tiempo, de inmediato se constituye en un proceso de dependencia. Es posible comprender entonces, que la construcción de género en la mujeres anula algo que al nacer es parte del proceso de vivir. Al crecer en dependencia, por ese proceso de orfandad que se construye en las mujeres, se nos crea una necesidad irremediable de apego a los otros. El trato social en la vida cotidiana de las mujeres está construido para impedir la soledad. El trato que ideológicamente se da a la soledad y la construcción de género anulan la experiencia positiva de la soledad como parte de la experiencia humana de las mujeres. Convertirnos en sujetas significa asumir que de veras estamos solas: solas en la vida, solas en la existencia. Y asumir esto significa dejar de exigir a los demás que sean nuestros acompañantes en la existencia; dejar de conminar a los demás para que estén y vivan con nosotras. Una demanda típicamente femenina es que nos “acompañen” pero es un pedido de acompañamiento de alguien que es débil, infantil, carenciada, incapaz de asumir su soledad. En la construcción de la autonomía se trata de reconocer que estamos solas y de construir la separación y distancia entre el yo y los otros. http://www.rednacionalderefugios.org.mx/la-soledad-y-la-desolacion.html 32
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RECOPILATORIO CAMINOS DE LA AUTONOMÍA BAJO LA TORMENTA 13 de enero 2021