Recopilatorio 13 de noviembre

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CAMINOS DE LA AUTONOMÍA BAJO LA TORMENTA 13 de noviembre de 2019 1



Bolivia: la profunda convulsión que lleva al desastre Raquel Gutiérrez Aguilar - Zur.org.uy - Historias Otras

Han pasado más de dos semanas desde que el 20 de octubre se realizaron las elecciones en Bolivia y los sucesos acontecen con enorme rapidez. Es muy complicado comprender lo que allá está en juego, pues en las calles y carreteras de Bolivia no se expresa hoy solo una disputa electoral sino, al menos, el enorme y heterogéneo enojo contra 10 años de agravios de Evo y su forma machista-leninista pseudo plurinacional de organizar el mando político, la economía y la vida pública. *Para Nati, porque sus dudas son las mías

Toda esa energía social de desacato e impugnación a lo que la población ya no está dispuesta a continuar admitiendo, está siendo cercada por una gigantesca maniobra desde las más delirantes y machistas posturas conservadoras, capitalistas, racistas y religiosas. Ensayo la construcción de una explicación: hilar hechos y narrativas contrastadas porque, en estos momentos, de lo que se trata es de desarmar la lógica de polarización, enfrentamiento y ch`ampaguerra que hoy desgarran las ciudades y regiones del país. También se trata de aprender de la ferocidad de lo que se confronta. 1. Lo que no hay que olvidar Bolivia está atrapada en un fraude desde hace 10 años. Desde que se pactó la Constitución y la permanencia del latifundio con los terratenientes del Oriente, desconociendo lo deliberado por una amplia constelación de diputados constituyentes, varones y mujeres, de las diversas nacionalidades que habitan el país. Aunque eso sí y también hay que recordarlo: eran personas convertidas en constituyentes a través de la mediación partidaria MASista que no sólo aceptó y mantuvo la representación partidaria como única forma de la actividad y participación política, sino que se dio modos -mañosos- de desconocer cualquier otra forma en competencia de acuerpamiento político negando, desde entonces, la ampliación democrática. Es este, para muchas, un agravio añejo.

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2. Lo que hay que tener presente El 21 de febrero de 2016 se llamó a un referéndum en el que se preguntó a los hombres y mujeres bolivianos mayores de edad acerca de la reelección del Evo por cuarta vez, en contra y por encima del texto constitucional -es decir, de lo ya de por sí pactado en 2009. Y Bolivia dijo NO. No a la reelección indefinida de un régimen político de fomento al extractivismo aunque con retórica anti-imperialista y rígidamente autoritario aun vistiendo el disfraz plurinacional. Un régimen político extractivista pues, ferozmente anti-comunitario y misógino. Después, la gimnasia jurídica y argumentativa en relación al “derecho político” a la reelección que ocupó los siguientes años, agravió a muchísimos mas cuando “habilitó” a Morales a permanecer indefinidamente en el gobierno. 3. El día de las elecciones El 20 de octubre de 2019 hubo elecciones. Se confrontaban varios candidatos. Los dos con más posibilidades, Evo Morales postulado a través del MAS y Carlos Mesa por Comunidad Ciudadana, distinguibles en la forma presentaban, sin embargo, proyectos económicos que no diferían demasiado: ampliación del extractivismo como corazón del funcionamiento del país. La ley electoral de Bolivia señala lo siguiente: si ningún candidato obtiene más del 50% en la contienda, habrá segunda vuelta electoral en caso de que la diferencia entre el primero y el segundo candidatos más votados sea menor a 10%. Los primeros conteos de aquel domingo que hoy parece tan lejano señalaban que habría segunda vuelta. Marcaban que en diciembre próximo, Morales tendría que enfrentarse a Carlos Mesa -un exvicepresidente de un gobierno neoliberal que fue derribado por la movilización comunitaria, indígena y popular en 2003, expresidente interino de la época rebelde, expresentador de noticias- y a su Comunidad Ciudadana -coalición política heterogénea organizada en los últimos años. De repente, a las 19:40, el conteo se detuvo. 4. Que siempre no… El silencio en el conteo, sin explicación alguna, causó una enorme tensión social en un país donde hasta hace una década, un principio muy presente de la actividad política comunitaria, popular y sindical era la rotación de las personas en los cargos altos, justa2


mente para cuidar la no eternización de alguno en calidad de “líder perpetuo”, como había ocurrido, décadas atrás, con Juan Lechín en la Central Obrera Boliviana (COB). Esto nos lo vuelven a recordar hoy, otra vez, los mallkus y mama t´allas de la Nación Qhara Qhara que enuncian con fuerza que, de lo que se trata, es de que nadie se vuelva indispensable y se atornille al poder. Algunos, tras el silencio en el conteo de los votos comenzaron a decir “fraude”; otros decidieron decir “ganamos”. El malestar se agudizó y fue entonces, cuando los Comités cívicos -y en particular el de Santa Cruz- comenzaron a desplazar la presencia y la voz de Carlos Mesa y su partido político, Comunidad Ciudadana. Los Comités cívicos son instituciones políticas añejas en Bolivia: agrupaciones de “fuerzas vivas” diversas por departamento -desde cámaras empresariales, comparsas y fraternidades de las fiestas locales, colegios profesionales y organizaciones sindicales, etc.-, expresan los pactos de clase, casi siempre bajo hegemonía de los empresarios locales, frente al histórico “centralismo” político de La Paz y, por lo general, defendiendo intereses de las regiones. 5. Que ya ganó Evo El 22, 23 y 24 de octubre se abrió en Bolivia un momento de intensa deliberación. Múltiples voces comenzaron a ocupar el espacio público alineándose en torno a dos versiones de los hechos del día 20: “no hay una diferencia de más del 10% y tiene que haber segunda vuelta” contra “hay una diferencia de más del 10% y Evo se queda”. Hablaron los Comités cívicos departamentales, uno a uno, aunque el más estridente siempre fue el de Santa Cruz. Comenzaron los días de los grandes Cabildos: inmensas concentraciones de decenas o centanas de miles de personas, donde los partidarios de cada postura se enardecen entre sí afianzándose en su posición y desafiando a la contraria. Parecía, hasta entonces, una pinza de suma cero bastante conocida: de esas que empujan y obligan a cada quien a optar por una u otra de las posiciones contrapuestas, aunque ninguna nos convenga del todo. María Galindo describió la crisis política que ya se perfilaba como una “pelea de gallos”, convocando a construir alguna mediación a partir de las mujeres para la situación de desastre que se vinslumbraba. A muchas tal llamado nos hizo sentido y buscamos abrir la conversación. El juego políti3


co parecía tener la forma de disputa entre víctima y verdugo: quien es el agraviado y quien el agresor parecía ser el quid del debate. Evo se empeña en sacar del juego, fraudulentamente, a Carlos Mesa. O éste desconoce el discutible triunfo de Evo y se rebela contra él. Apareció la OEA ofreciendo auditoría electoral dada la nula credibilidad del Tribunal electoral boliviano. Todavía eran momentos para la palabra y los argumentos: el asunto en disputa giraba sobre números decimales en los resultados de unas elecciones, de por sí, completamente mal llevadas. Segunda vuelta si hay hasta 9.9% de distancia o Evo se queda si alcanza 10.1% de los votos. 6. Cuatro fuentes de sentido en confrontación La semana que comenzó el 28 de octubre, es decir, la segunda semana de convulsión, el conflicto político -y crecientemente socialque se expresaba en bloqueos diversos en las principales ciudades y en innumerables concentraciones en la calle, se desdobló en cuatro fuentes de producción de sentido en disputa. 1) El gobierno de Evo cada vez más empecinado en su sordera triunfalista ocupándose en mover a las organizaciones sociales corporativizadas que, cabe decirlo, no tomaban ninguna iniciativa por cuenta propia y, más bien, esperaban instrucciones. Confiando, todos ellos, en que la proximidad de la fiesta de Todos Santos calmaría los ánimos. 2) Carlos Mesa, Comunidad Ciudadana y los Comités cívicos aliados, apelando a la “defensa de la democracia” y exigiendo segunda vuelta; convocando una y otra vez a la gente a concentrarse en inmensos cabildos “en defensa del voto”. Durante esa semana se comenzó a hacer plenamente visible la participación de muchísimos jóvenes, estudiantes de universidades privadas. Como fuente de sentido discordante, en tanto se empeñaba en desarmar el escenario de desastre se comenzó a hacer presente, 3) una creciente articulación de feministas y mujeres en lucha haciendo enormes esfuerzos por reunirse para debatir y enlazarse en La Paz, Cochabamba, Santa Cruz y quizá en otras ciudades[1]. Las Mujeres Creando, eje fundamental de tal articulación, organizaron el 30 de octubre una intervención pública en el centro de La Paz a la que llamaron “aborto colectivo” de los caudillos ecocidas; en otras ciudades, otras mujeres y colectivas feministas realizaron diversas acciones: “barrieron” públicamente la basura caudillista en Santa Cruz, se dieron fuerza para abrir un espacio de deliberación en El Alto y, en Cochabam4


ba, también se reunieron para discutir y escribieron manifiestos en medio de una situación cada vez más tensa de peleas en las calles. 4) Una última fuente de producción de sentido en confrontación que rápidamente adquirió centralidad fue Luis F. Camacho, presidente del Comité Cívico de Santa Cruz. Este personaje, en un conocidísimo movimiento de competencia patriarcal, se deslindó poco a poco de su alianza para respaldar a Carlos Mesa y comenzó, él mismo a presentarse como protagonista, autorizado nada menos que por “dios”, para encarnar el mensaje “anti-Evo” de las calles. Es entonces, en la tercera semana del conflicto a comienzos de noviembre, después de la fiesta de recuerdo a los muertos, cuando la convulsión se exacerba y compejiza todavía más. 7. De la “pelea de gallos” al triángulo víctima-verdugo-redentor Entre el 31 de octubre y el 4 de noviembre la exigencia colectiva de segunda vuelta electoral, dado que no hay credibilidad en el 0.1% de votación que permitirá que Evo ajuste 20 años en el gobierno, la movilización callejera se recorrió hacia su completo desconocimiento. “Fuera Evo” se volvió la consigna propagada desde el Comité Cívico de Santa Cruz, y su dirigente, el Macho Camacho -como a él mismo le gusta que lo llamen- comenzó a ir y venir de Santa Cruz al aeropuerto de El Alto con una “carta de renuncia” que, según decía, se proponía entregar a Evo para que la firmara. En cada vuelta se tensaban aún más las cosas en La Paz entre los que no lo dejaban salir del aeropuerto y los que querían acompañarlo hacia la ciudad y, mientras tanto, Cochabamba se desbordaba en virulentas y sórdidas trifulcas que dejaron un muerto y decenas de heridos, al tiempo que hacían salir los prejuicios racistas y misóginos más brutales como sucedió en la localidad de Vinto. De manera intempestiva pues, esta cuarta voz se autonomizó del guión de Comunidad Ciudadana, con dos efectos inmediatos. Por un lado, borró completamente a Carlos Mesa y su discurso emitido en clave de defensa de la democracia liberal procedimental; por otro, aplastó cualquier posibilidad de mediación que estuviera construyéndose con gran dificultad, para volver a instalar la confrontación “entre hombres”, es decir, entre machos, como el nudo del conflicto. Además, el Macho Camacho se auto-invistió de la calidad de redentor. 5


Resultó entonces que quedamos así: Evo cada vez más enojado, cercando con sus aliados la Plaza Murillo que es el corazón político de La Paz, diciendo que su voluntad es ley en medio de disturbios crecientes por todo el país; Carlos Mesa descolocado y anulada su capacidad de hablar; Camacho, yendo y viniendo de Santa Cruz a El Alto, afirmando que él es la salvación de la nación por designio de dios. Literalmente lo dice así en un video de producción profesional que circula por las redes sociales. Víctima-verdugo-redentor: en la confrontación política se instaló amplificado el triángulo simbólico patriarcal por excelencia. La aparición de Camacho-redentor desafía a Evo-verdugo y silencia a Mesa-víctima. Así, la mediación de la palabra feminista/femenina se hace cada vez más urgente y, a la vez, resulta más difícil. Se hace cada vez más complicado enunciar las palabras y diseñar las acciones que puedan hacer entrar aire en ese trágico triángulo que terminará por tragarnos a todas. Algunas voces se asustan y eligen plegarse a alguno de los redentores en oferta, otras nos empecinamos en no hacerlo. La situación se hace cada vez más obscura pues se arrastra a la sociedad boliviana a las entrañas mismas del orden simbólico patriarcal que sostiene la lógica de guerra que garantiza la acumulación expansiva y colonial del capital. Según este guión: ya no se está disputando el poder político sino que se está “salvando o destruyendo” Bolivia, según sea quien hable. Evo puede jugar en ese juego, otra vez, con gran comodidad. Ya no está en discusión pública si él ha desconocido o no, una y otra vez, los mandatos que han brotado desde la sociedad cuando se le ha consultado; lo que está en discusión es quien “salva” a Bolivia. Evo-redentor contra Camacho-verdugo/Camacho-redentor contra Evo-verdugo. Y en esta historia, insistimos, hay ya tres muertos y muchos heridos. 8. Desarmar este escenario es el desafío No es claro cómo desarmar esta situación. No es fértil contraponer un discurso de “pacificación” a la violenta confrontación que se agudiza. Necesitamos ir más a fondo y desarmar, tanto como podamos, la lógica que anima la producción reiterada de esta forma política anti-comunitaria, expropiatoria de la voz y decisiones colectivas, disciplinadora de los cuerpos, profundamente misógina, 6


que hoy se exhibe, ridículamente, entre varones enojados que se muestran biblias entre sí. Revise el/la lectora, el patético discurso del “brillante marxista” García Linera el día de ayer. Algo si sabemos: necesitamos reforzar una voz colectiva y pública que vuelva audibles las palabras, propuestas y deseos feministas, las voces de las mujeres atrapadas en la pugna patriarcal por el dominio y el control de nuestras vidas, las decisiones de las comunidades que rechazan el extractivismo acelerado y las ideas de los varones no violentos. Necesitamos una mediación política que destrabe la situación. Y la tenemos que construir nosotras mismas en Asamblea permanente: no será la iglesia, ni las universidades, ni las instancias internacionales quienes puedan mediar. Necesitamos, como mujeres y como feministas, reforzar y desplegar nuestra propia capacidad política enlazándola con las diversas agrupaciones comunitarias, vecinales, sindicales, sociales e intelectuales que se van desafiliando del escenario de la ruina y del silencio. Viernes 8 de noviembre, cuando la pregunta que nos tensa a todas es si el ejército saldrá hoy o mañana a matar hijxs y hermanxs nuestrxs.

Bolivia, una nueva estrategia para el golpe de Estado

Marcos Roitman Rosenmann - La Jornada - 12 de noviembre de 2019 El gobierno de Evo Morales ha sido derrocado. Se cumple la máxima. Sin la participación de las fuerzas armadas y las plutocracias desplazadas del poder, la ruptura del orden constitucional se antoja inviable. Los golpes de Estado no son blandos, duros, de guante blanco, simplemente son. La alianza cívico-militar es condición sine qua non para su triunfo. Otra cosa es el papel de los actores comprometidos en la sedición golpista. La estrategia depende de la coyuntura, la correlación de fuerzas y el contexto internacional. Los tiempos cambian. Hoy, en Bolivia vemos emerger nuevos factores en la estrategia golpista. Destaca la aparición de un personaje atípico: Luis Fernando Camacho, empresario, presidente del Comité Cívico de Santa Cruz, 7


ligado a los golpistas que en 2010, encabezados por Branko Marinkovic y Eduardo Rózsa Flores, croata-bolivianos, buscaban proclamar la independencia en los departamentos de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija. Camacho toma fuerza tras las elecciones del 20 de octubre, lanzó acusaciones de fraude electoral reforzadas por organismos internacionales de carácter regional (OEA), la prensa internacional y la derecha latinoamericana. De manera interna cuenta con el apoyo de las iglesias evangélicas y aglutina el desprecio de los criollos hacia los pueblos originarios. En su ascenso desplaza del tablero al ex candidato presidencial Carlos Mesa y su coalición Comunidad Ciudadana. Asimismo, la oposición en la Asamblea Legislativa tampoco controla la situación. En este contexto, Camacho declara: “El señor Carlos Mesa tuvo tiempo para acompañar esta lucha, pero la búsqueda de querer ser presidente le ha hecho perder la objetividad de una lucha mayor, que es la paz del país”. Un iluminado se convierte en figura determinante. Ya no se trata de convocar a nuevas elecciones, se busca la inhabilitación política del presidente. Se llama a tomar las calles, las instituciones, los locales del MAS, secuestrar a sus dirigentes y familiares, quemar sus casas, generar miedo. El odio acumulado por la plutocracia en un país donde la dominación oligárquica se funda en un discurso de superioridad étnico racial es el aglutinante. Alcaldes atados a los árboles, obligados a caminar de rodillas, insultados, sacados de sus hogares, apaleados, amenazados de muerte. La violencia en manos de hordas suple la acción de las fuerzas armadas y la policía amotinada. Una situación novedosa en la técnica del golpe de Estado, sin olvidar el anticomunismo. La embajada de Cuba y Venezuela son asaltadas por encapuchados. México ofrece asilo al presidente y sus sedes se abren a un exilio forzado. Las fuerzas armadas educadas en la doctrina de la seguridad nacional, no han sufrido grandes transformaciones en estos años de gobiernos del MAS. Ni siquiera el ascenso a teniente, capitán o mandos de tropa provenientes de los sectores populares altera la dependencia ideológica de las fuerzas armadas a las directrices de la seguridad hemisférica diseñada por Estados Unidos y el Comando Sur. Su comandante en jefe, Williams Kaliman, pide la renuncia de Morales. El golpe de Estado se consuma. Con su actitud, lanzan un mensaje: no haremos nada por mantener el gobierno legítimo. Mientras, la policía sigue el mismo comportamiento dejando hacer. 8


El discurso anticomunista de guerra fría aflora como argumento. En un acto estudiado, Camacho se traslada a La Paz, rodilla en tierra y Biblia en mano, da gracias a Dios, deposita su ultimátum en la Casa del Pueblo. Cita a Pablo Escobar, llama a seguir su ejemplo y anotar el nombre de todos los traidores de la patria. Mesa ha perdido el control. En un intento por tomar la iniciativa declara sentirse emocionado por la renuncia de Evo y en su Twitter sentencia: “A Bolivia, a su pueblo, a los jóvenes, a las mujeres, al heroísmo de la resistencia pacífica. Nunca olvidaré este día único. El fin de la tiranía. Agradecido como boliviano por esta lección histórica. ¡Viva Bolivia!” Haga lo que haga el presidente Morales, no tiene interlocutores. Carlos Mesa se convierte en comparsa. La OEA declara el proceso electoral del 20 de octubre un fraude. Los aliados de Camacho no condenan el golpe. Macri y Bolsonaro, tanto como los gobiernos de Chile y Colombia, se niegan a calificar los acontecimientos de golpe de Estado. Estados Unidos se alegra de la renuncia y apoya el golpe. Las organizaciones populares, sindicatos y fuerzas sociales que acompañaron el proceso sufren una ruptura. Las contradicciones se hacen explícitas y los reproches afloran. Lo que tanto costó construir en tres lustros del MAS puede desaparecer en horas o días. Los logros sociales, económicos, étnicos, culturales, de género que hicieron de Bolivia un ejemplo en programas de salud, educación y vivienda serán demonizados, considerados los causantes del golpe de Estado. Vuelven los tiempos de oscuridad. Por ahora las noticias no son alentadoras. Sólo cabe resistir.

“Esto es como una segunda colonización”

Adriana Guzmán - alreves.net.ar/ - Lunes, 11-noviembre-2019 Adriana Guzmán, una de las referentes del movimiento feminista de Bolivia, analizó la composición de los grupos opositores a Evo Morales que perpetraron el golpe de Estado. ¿Quiénes se sumaron a Camacho? La influencia del racismo y la religión. “Se alimentó una cultura del odio, colonialista, profundamente racista”, disparó. Adriana Guzmán es una de las luchadoras más reconocidas por los derechos de las mujeres en Bolivia. 9


El golpe en Bolivia tuvo como actores fundamentales a Luis Fernando Camacho, Carlos Mesa y, en el final, a las Fuerzas Armadas. Sin embargo, hay una composición social de los sectores que se plegaron al golpe. Adriana Guzmán, referente del Movimiento Feminista Comunitario Antipatriarcal de Bolivia, dijo que “la clave es preguntarse cómo se suma la gente a las movilizaciones”, más allá de los grupos armados y financiados desde el exterior que impulsaron la maniobra. “Mientras este país ha estado transformándose desde los pueblos originarios, planteándose como plurinacional, desde que levantamos la cabeza y recuperamos nuestra voz se alimentó una cultura del odio, colonialista, profundamente racista”, señaló la dirigente social, quien agregó que “desde este lógica de que los indios de mierda somos ladrones, corruptos y queremos quedarnos en el poder, nunca se cuestionó lo mismo de los presidentes blancos”. La clase media formó los cabildos de los que surgió Luis Fernando Camacho como figura opositora, sin cargo ni candidatura. “Hay una clase media que está lejos de la administración del Estado y no puede entender cómo con todos sus títulos no están administrando. Y no están por su incompetencia, por los años en los que vendieron y saqueron el Estado”, reveló Guzmán. Los símbolos contrastantes son la Biblia y la whipala. De hecho, antes de entrar ilegalmente al Palacio Quemado –la casa de gobierno boliviana- Luis Fernando Camacho fue bendecido por un cura que gritaba que había que sacar la Pachamama del palacio con la Biblia, para que no vuelva nunca más. En todo el país se quemaron whipalas. “Es como una segunda colonización”, graficó Guzmán. Así como el rebrote del racismo es un elemento central para entender lo que sucedió en Bolivia, también es central observar la influencia de la religión. Luis Fernando Camacho es un fanático católico aunque también muy cercano al fundamentalismo evangelista. “Hay fundamentalismo, ya que mucha gente cristiana se sumó a esas movilizaciones”, detalló Guzmán. Lo mismo sucedió con organizaciones sociales que tuvieron confrontaciones con el gobierno de Evo Morales. La resistencia está depositada en los pueblos originarios y el campesinado. 10


Aunque muchas veces fue crítica del ahora expresidente, Guzmán aseguró: “Que quede claro: esto es un golpe de Estado fascista encabezado por los empresarios oligarcas terratenientes fundamentalistas del país, que lograron con todo el terror y la violencia que generaron forzar la renuncia del compañero Evo Morales”. Contó que los golpistas militarizaron territorios en El Alto y en La Paz para desmovilizar a los masistas y que “su intención es instaurar una junta cívico militar, compuesto por militares más personajes notables, como ellos le llaman”. “Obviamente, en un golpe racista, los personajes notables serían ellos”, aclaró. Por su parte, los sindicatos tuvieron actuaciones dispares. La Central Obrera Boliviana (COB), histórica aliada del MAS, terminó sugiriendo que Evo Morales debía renunciar si era necesario. “Previo al pronunciamiento de la COB se planteó una masacre en el país, un estado del terror”, aclaró Guzmán para contextualizar la postura. Los que sí se sumaron al golpe fueron los sindicatos mineros, especialmente de Oruro, siempre refractarios a Evo: “Los sindicatos mineros han querido profundizar la minería, la explotación y el extractivismo. Lo que lograron los cívicos fue aprovechar el fraccionamiento dentro del movimiento minero, y entonces teníamos en la puerta de la paz a 2 mil o 3 mil mineros que querían llegar con explosivos para consolidar el golpe. Nuestros compañeros campesinos han ido a detenerlos, porque no iban a traer flores”.

El mundo de abajo crece en silencio

Raúl Zibechi y Juan Wahren - periodicoellibertario.blogspot.com domingo, 10 de noviembre de 2019 Los mundos nuevos nacen por contagio y por necesidad, sin seguir las instrucciones de los manuales partidarios, ni las recetas predeterminadas de viejos o nuevos líderes. Los mundos nuevos nacen por contagio y por necesidad, sin seguir las instrucciones de los manuales partidarios, ni las recetas predeterminadas de viejos o nuevos líderes. Hay vida (y lucha) más allá de las elecciones. En nuestros países (Argentina, Uruguay), desde los focos mediáticos hasta las conversaciones entre militantes de los movimientos sociales están cen11


trados y concentrados en las próximas jornadas electorales, con la esperanza de que, esta vez sí, habrá cambios. Aunque sabemos que esos cambios no vienen de arriba y que los verdaderos son los que construyamos desde abajo y por abajo, una y otra vez nos dejamos arrastrar por los fuegos artificiales de las elecciones. Volvemos a diluir nuestra potencia del hacer desde abajo en la delegación del Poder hacia arriba… Sin embargo, los pueblos de América Latina siguen construyendo sus mundos otros, muy lentamente, a contracorriente, en la oscuridad de la vida cotidiana, lejos, muy lejos, de las campañas que derrochan recursos y discursos. ¿Quién pudo enterarse de que este año se creó la Guardia Indígena Comunitaria “Whasek” Wichi en el Impenetrable, en el Chaco, Argentina? ¿Quién sabe de la creación del Gobierno Territorial Autónomo de la Nación Wampis, en el norte del Perú, camino que comienzan a recorrer otros tres pueblos amazónicos? ¿Cuántos medios han informado de que el pueblo mapuche en el sur de Chile ha recuperado 500.000 hectáreas por acción directa desde la década de 1990, cuando se restauró la democracia para arrinconarlos con la aplicación de la ley antiterrorista heredada de la dictadura de Pinochet, pero luego aplicada igualmente por gobiernos progresistas y conservadores? ¿Dónde leemos acerca de la tremenda lucha de los tupinambá del sur de Bahía (Brasil), que en pocos años recuperaron 22 haciendas, miles de hectáreas, pese a la represión y las torturas a sus dirigentes? ¿Cuándo le dedicamos algún tiempo a comentar la victoria de las 30 comunidades de Molleturo (Azuay, Ecuador) que consiguieron frenar a la minera china Ecuagoldmining, luego de quemar el campamento? ¿Quién habla del reciente triunfo campesino de todo el Valle de Tambo, ante el proyecto cuprífero Tía María, en el sur de Perú? Ahora vemos cómo los pueblos mayas del sur de México, organizados en el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), pasaron a la ofensiva y rompieron el cerco militar e informativo del gobierno mexicano de la autodenominada “Cuarta Transformación”, creando 12


siete nuevos caracoles y cuatro municipios autónomos, con los que suman ya 43 espacios de autogobierno zapatista en esa región. El gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) saludó y otorgó “su aprobación” a los nuevos municipios autónomos zapatistas, no sabemos qué responderán los y las zapatistas, pero podemos observar que en todos estos años fueron construyendo de hecho su autonomía en los territorios insurgentes donde se encuentran sin la necesidad de la aprobación de ningún gobernante. Los Acuerdos de San Andrés firmados en el año 1996 y que reconocían la autonomía de los pueblos indígenas de todo México fueron negados y traicionados por cada uno de los sucesivos gobiernos; esto no impidió el crecimiento de la autonomía en territorio zapatista y en decenas de municipios autónomos de otros pueblos indígenas del país. Más que aprobar o no, de palabra, estos procesos de autonomía, el gobierno de AMLO bien podría poner en práctica los Acuerdos de San Andrés y dejar que siga floreciendo la autonomía indígena en vez de continuar y fortalecer el cerco policial y militar a las comunidades en rebeldía, tal como vienen denunciando las propias comunidades indígenas de Chiapas, tanto las zapatistas como muchas otras no zapatistas. Para nosotros estos hechos son motivo de la mayor alegría y nos llenan de entusiasmo y esperanza, ya que confirman la decisión política de construir abajo con las y los de abajo, de forma autónoma, nuestra salud y nuestra educación, nuestros espacios de vida y nuestra justicia, en base a los poderes propios que hemos creado por fuera del Estado. Han conseguido romper el cerco que decenas de miles de militares mantienen desde el levantamiento del 1 de enero de 1994, cuando el gobierno decidió movilizar la mitad de sus efectivos para rodear y cercar a las comunidades rebeldes autónomas zapatistas. ¿Cómo han sido capaces los y las zapatistas de multiplicarse, de salir del cerco y construir más mundos nuevos? Como lo hacen siempre las y los de abajo: “Compañeras de todas las edades se movilizaron para hablar con otras hermanas con o sin organización”, explica el subcomandante insurgente Moisés en su último comunicado. Las mujeres y los jóvenes son quienes fueron a conversar con sus 13


semejantes de otras comunidades, no para convencerlos, porque las y los oprimidos saben de sobra quiénes son, sino para organizarse juntos; para autogobernarse juntos. En esa movilización silenciosa entre los abajos, comprobaron que las limosnas de los gobiernos (eso que aquí llamamos con cierta pompa “políticas sociales” y que no es más que contrainsurgencia) lastiman la dignidad por el desprecio y el racismo que implican. Los mundos nuevos nacen por contagio y por necesidad, sin seguir las instrucciones de los manuales partidarios, ni las recetas predeterminadas de viejos o nuevos líderes. ¿Cómo hemos perdido la “capacidad más linda del revolucionario”, la de sentir “en lo más hondo, cualquier injusticia realizada contra cualquiera, en cualquier parte del mundo”, como decía el Che? ¿Por qué ya no nos alegrarnos cuando, en cualquier parte del mundo, los de abajo ponen su dignidad como escudo ante los poderosos, levantando mundos otros, como los kurdos del norte de Siria? Las personas militantes necesitamos reformar nuestros sentidos y sentimientos de vida, reencontrarnos con nuestros propios fuegos y retomar la lucha más allá de los fuegos artificiales de las elecciones, volver a confiar en nuestra propia potencia y autogobernarnos a distancia del Estado, desalienarnos y descolonizarnos para caminar junto, no delante marcando línea, hombro con hombro con las rebeldías que siguen (re) emergiendo desde abajo y por abajo en toda Nuestra América.

Bolivia, la whipala se respeta

Luis Hernández Navarro - La Jornada - 12 de noviembre de 2019 En noviembre de 2016 entrevisté a Evo Morales a bordo del avión presidencial, después de una larga gira de trabajo en el departamento andino de Potosí. Cuando le pregunté sobre la falta de embajador estadunidense en Bolivia, rememoró lo que algunos mineros expulsados por la dictadura militar le contaron cuando llegó a la presidencia. “Siempre tengo un recuerdo presente –me platicó–. Me fueron a ver y me dijeron: ‘presidente, cuídese de la embajada de Estados 14


Unidos.’ ¿Sabe la razón por la que no hay golpes de Estado en Estados Unidos? Porque allí no hay embajada de Estados Unidos”. (https://bit.ly/2X0BO3E) Casi dos años después, en agosto de 2018, en la ciudad de Cochabamba, lo interrogué sobre las posibilidades de que la ola conservadora en el continente, que habían provocado la destitución de Dilma Rousseff, el encarcelamiento de Lula da Silva y la persecución judicial de Rafael Correa, llegara a Bolivia. A un tiempo cauteloso y optimista, respondió: “dudo que pueda presentarse algo así. Pero van a intentar algo. No creo que haya golpe militar, pero intentarán una convulsión nacional. No van a poder dar un golpe congresal, porque tenemos dos tercios en la Cámara de Senadores y también en la de Diputados. Aquí no puede pasar un golpe judicial. Entonces, la embajada (de Estados Unidos) busca cómo convulsionar el país. Pero han fracasado, fracasado y fracasado, porque estamos con la verdad. Es la gran ventaja que tenemos” (https://bit.ly/33wlYAh). No eran preguntas ingenuas. Bolivia tiene un largo historial de golpes de Estado. Los gobiernos militares dictatoriales surgidos de ellos son, históricamente, parte de su paisaje político. La mano de Estados Unidos y la CIA no ha sido ajena a muchos de ellos. Tan sólo el 6 de octubre de 1970, el país tuvo seis gobernantes en 24 horas. Entre 1967 y 1982 gobernaron la nación ocho mandatarios. Sin embargo, el cálculo de Evo Morales resultó equivocado. Aunque él ganó los comicios del pasado 20 de octubre por un margen un poco mayor a 10 por ciento, sus enemigos declararon inválidos los resultados y escalaron la violencia, para justificar un golpe de Estado cívico, policial y militar. Para evitar el derramamiento de sangre, él y el vicepresidente Álvaro García Linera presentaron su renuncia. La nueva asonada golpista es innovación de los viejos manuales contrarrevolucionarios. Durante meses, los medios de comunicación dominantes fabricaron matrices de opinión falsas para deslegitimar al mandatario y al proceso de cambio ante la opinión pública. Al terminar los comicios, la oposición rechazó los resultados que le fueron 15


desfavorables y denunció fraude, sin presentar una sola prueba, negándose a participar en la auditoría conducida por la Organización de Estados Americanos (OEA). Los grupos cívicos (dirigidos por empresarios de ultraderecha) salieron a calentar las calles, amenazando y golpeando a ciudadanos. La policía nacional se replegó a los cuarteles y dejó que los opositores ejercieran la violencia. Grupos civiles armados y uniformados amedrentaron a dirigentes del Movimiento al Socialismo (MAS), ministros y cargos públicos para obligarlos a renunciar, y prendieron fuego a sus casas. Finalmente, el ejército se volteó y pidió la renuncia del mandatario. La OEA desempeñó un papel clave en la preparación y legitimación del golpe. Envió a Bolivia como jefe de la misión al mexicano Arturo Espinosa, un furibundo enemigo de Evo Morales. El funcionario se vio obligado a renunciar ante su absoluta falta de imparcialidad. Finalmente, el organismo presentó un informe preliminar sobre los comicios, basado en una muestra de tan sólo 333 actas, de un total de 34 mil 555. Allí señala que encontró irregularidades (que van desde una tachadura hasta una firma) en 23 por ciento de esas actas. Sin embargo, no se tentó el corazón para llamar a realizar nuevas elecciones. La mano del Imperio asoma detrás del golpe. Tanto la policía como el ejército bolivianos tienen vínculos estrechos con Estados Unidos y sus agencias. Muchos de sus actuales mandos pasaron por academias estadunidenses cuando eran sargentos o tenientes. El general Vladimir Yuri Calderón, (hasta ayer) comandante general de la policía, fue agregado policial en Washington hasta diciembre de 2018. El comandante en jefe de las fuerzas armadas, Williams Kaliman, fue agregado militar en el país de la bandera de las barras y las estrellas entre 2013 y 2016. Ello no significa que dentro del ejército no existan militares patrióticos comprometidos con el proceso de cambio. La contrarrevolución transitó por la avenida del racismo y el clasismo. Como si fuera un moderno cruzado, la cabeza visible de la asonada golpista, el empresario ultraderechista Luis Fernando Camacho, presidente del Comité Cívico regional de Santa Cruz, cuyo partido apenas alcanzó 4 por ciento de los votos en las pasadas 16


elecciones, ha hecho del combate a la whipala uno de los terrenos simbólicos centrales del golpe de Estado. En Bolivia se realizó un golpe de Estado para echar atrás 13 años de transformaciones políticas y sociales profundas, y regresar a esa nación a la órbita imperial. Pero, nada está escrito aún en definitiva. En la lucha entre revolución y contrarrevolución, es el pueblo boliviano quien tiene la última palabra. Twitter: @lhan55

Bolivia: un levantamiento popular aprovechado por la ultraderecha

Raúl Zibechi - desinformemonos.org - En Movimiento - 11 nov. 2019 El levantamiento del pueblo boliviano y de sus organizaciones fue lo que en última instancia provocó la caída del gobierno. Los principales movimientos exigieron la renuncia antes de que lo hicieran las fuerzas armadas y la policía. La OEA sostuvo al gobierno hasta el final. La crítica coyuntura que atraviesa Bolivia no comenzó con el fraude electoral, sino con el sistemático ataque del gobierno de Evo Morales y Álvaro García Linera a los movimientos populares que los llevaron al Palacio Quemado, al punto que cuando necesitaron que los defendieran, estaban desactivados y desmoralizados. 1.- La movilización social y la negativa de los movimientos a defender lo que en su momento consideraron “su” gobierno fue lo que provocó la renuncia. Así lo atestiguan las declaraciones de la Central Obrera Boliviana, de docentes y autoridades de la Universidad Pública de El Alto (UPEA), de decenas de organizaciones y de Mujeres Creando, quizá la más clara de todas. La izquierda latinoamericana no puede aceptar que una parte considerable del movimiento popular exigió la renuncia del gobierno, porque no puede ver más allá de los caudillos. La declaración de la histórica Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB), cercana al gobierno, es el ejemplo 17


más claro del sentimiento de muchos movimientos: “Presidente Evo ya hiciste mucho por Bolivia, mejoraste la educación, salud, le diste dignidad a mucha gente pobre. Presidente no dejes que tu pueblo arda ni te lleves más muertos por encima presidente. Todo el pueblo te va a valorar por esa posición que tienes que tener y la renuncia es inevitable compañero Presidente. Tenemos que dejar en manos del pueblo el gobierno nacional”. 2.- Este triste desenlace tiene antecedentes que se remontan, en apretada síntesis, a la marcha en defensa del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro-Sécure (TIPNIS) en 2011. Luego de esa acción multitudinaria, el gobierno empezó a dividir a las organizaciones que la convocaron. Mientras Morales-García Linera mantuvieron excelentes relaciones con el empresariado, dieron un golpe del Estado contra el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (Conamaq) y la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB), dos organizaciones históricas de los pueblos originarios. Mandaron a la policía, echaron a los dirigentes legítimos y atrás llegaron, protegidos por la policía, los dirigentes afines al gobierno. En junio de 2012 CIDOB denunció “la intromisión del gobierno con el único propósito de manipular, dividir y afectar a las instancias orgánicas y representativas de los pueblos indígenas de Bolivia”. Un grupo de disidentes con apoyo del gobierno desconocieron a las autoridades y convocaron una “comisión ampliada” para elegir nuevas autoridades. En diciembre de 2013, un grupo de disidentes de CONAMAQ, afines al MAS, tomaron el local, golpearon y expulsaron a quienes allí se encontraban con apoyo de la policía, que permaneció resguardando la sede e impidiendo que las legítimas autoridades pudieran recuperarla. El comunicado de la organización asegura que el golpe contra CONAMAQ se dio para “aprobar todas las políticas en contra del movimiento indígena originario y del pueblo boliviano, sin que nadie pueda decir nada”. 3.- El 21 de febrero de 2016 el propio gobierno convocó un referendo para que la población se pronunciara a favor o en contra de 18


la cuarta reelección de Morales. Pese a que la mayoría dijo NO, el gobierno siguió adelante con los planes de reelección. Ambos hechos, el desconocimiento de la voluntad popular y la expulsión de las legítimas direcciones de movimientos sociales, representan golpes contra el pueblo. Más grave aún. En la mañana del miércoles 17 de febrero, días antes de la celebración del referendo, una manifestación de padres de alumnos llegó hasta la alcaldía de El Alto. Un grupo de cien manifestantes ingresó por la fuerza al recinto provocando un incendio en el que murieron seis personas. Los manifestantes que se escudaron en la movilización de los padres pertenecían al oficialista Movimiento al Socialismo (MAS). Este es el estilo de un gobierno que denuncia “golpe” pero una y otra vez ha actuado de forma represiva contra los sectores populares organizados que enfrentaron sus políticas extractivistas. 4.- Las elecciones del 20 de octubre consumaron un fraude para la mayoría de las personas en Bolivia. Los primeros datos apuntaban hacia una segunda vuelta. Pero el conteo se detuvo sin explicación alguna y los datos que se ofrecieron al día siguiente mostraban que Evo ganaba en primera vuelta, ya que obtenía más de 10% de diferencia aunque no llegara a 50% de los votos. En varias regiones se producen enfrentamientos con la policía, mientras los manifestantes queman tres oficinas regionales del tribunal electoral en Potosí, Sucre y Cobija. Las organizaciones ciudadanas convocan a una huelga general por tiempo indeterminado. El día 23, Morales denuncia que está en proceso “un golpe de estado” por parte de la derecha boliviana. El lunes 28, se intensifica la protesta con bloqueos y enfrentamientos con la policía, pero también entre simpatizantes y opositores del gobierno. Como en otras ocasiones, Morales-García Linera movilizan a las organizaciones cooptadas para enfrentar a otras organizaciones y a personas que se oponen a su gobierno. El 2 de noviembre se produce un viraje importante. El presidente 19


del Comité Cívico de Santa Cruz, que mantenía una alianza con el gobierno de Morales, Luis Fernando Camacho, llama al ejército y a la policía a “ponerse del lado de la gente” para forzar la renuncia del presidente, invocando a dios y la biblia. El viernes 8 se amotinan las primeras tres unidades policiales en Cochabamba, Sucre y Santa Cruz, y los uniformados fraternizaron con los manifestantes en La Paz. Dos días después, con un país movilizado, el binomio ofrece su renuncia verbal, que no escrita. 5.- En este escenario de polarización, debemos destacar la notable intervención del movimiento feminista de Bolivia, en particular el colectivo Mujeres Creando, que encabezó una articulación de mujeres en las principales ciudades. El 6 de noviembre, en plena polarización violenta, María Galindo escribió en el diario Página 7: “Fernando Camacho y Evo Morales son complementarios”. “Ambos se erigen en representantes únicos del ‘pueblo’. Ambos odian las libertades de las mujeres y la mariconada. Ambos son homofóbicos y racistas, ambos usan el conflicto para sacar ventaja”. No sólo exige la renuncia del gobierno y del tribunal electoral (cómplice del fraude), sino la convocatoria de nuevas elecciones con otras reglas, donde la sociedad esté involucrada, para que “nadie necesite nunca más de un partido político para ser escuchad@ y para hacer ejercicio de representación”. La inmensa mayoría de las personas que habitan Bolivia no entró en el juego de la guerra que quisieron imponer Morales-García Linera cuando renunciaron y lanzaron a sus partidarios a la destrucción y el saqueo (en particular en La Paz y El Alto), probablemente para forzar la intervención militar y justificar así su denuncia de un “golpe” que nunca existió. Tampoco entraron en el juego de la ultraderecha, que actúa de forma violenta y racista contra los sectores populares. 6.- La izquierda latinoamericana, si es que aún queda algo en ella de ética y dignidad, debemos reflexionar sobre el poder y los abusos que conlleva su ejercicio. Como nos enseñan las feministas y los pueblos originarios, el poder es siempre opresivo, colonial y patriarcal. Por eso ellas rechazan los caudillos y las comunidades rotan sus jefes para que no acumulen poder. 20


No podemos olvidar que en este momento existe un serio peligro de que la derecha racista, colonial y patriarcal consiga aprovechar la situación para imponerse y provocar un baño de sangre. El revanchismo político y social de las clases dominantes está tan latente como en los últimos cinco siglos y debe ser frenado sin vacilaciones. No entremos en el juego de la guerra que ambos bandos nos quieren imponer.

La resistencia moral

Javier Sicilia - Proceso - 12 noviembre La masacre sufrida por la comunidad LeBarón el lunes 4 no sólo es una nueva punta del iceberg de la tragedia humanitaria y la emergencia nacional que vive el país desde hace más de una década. Es también la consecuencia de la traición a la agenda de justicia y paz con la que el presidente López Obrador se comprometió como mandatario electo. La comunidad mormona de los LeBarón –fundada por Alma Dreyer LeBarón en 1924, en las montañas de Chihuahua, a 13 kilómetros de la cabecera municipal de Galeana y a 300 de la capital del estado–, es un referente de la grandeza de la vida autárquica y comunitaria. Lo es también de la dignidad y la resistencia moral. En 2008, ante la negativa de someterse a los designios del crimen organizado y de sus vínculos con autoridades del estado, los LeBarón se pusieron en estado de defensa. En represalia, el 2 de mayo de 2009 los criminales secuestraron a uno de sus miembros, Erick, de 16 años, por el que pidieron 1 millón de dólares. No eran los primeros en sufrir esos crímenes. Pero fueron los primeros en decir “no”. Encabezados por Benjamín LeBarón se negaron a pagar el rescate, tomaron la plaza del municipio, exigieron a las autoridades hacer su trabajo y lograron que los captores devolvieran a Erick. Poco tiempo después Benjamín puso a la comunidad en estado de autodefensa y creó la Sociedad Organizada Segura (SOS). El 12 21


de junio el Ejército detuvo a 25 de los secuestradores en Nicolás Bravo, municipio de Madera, camuflados de soldados. En respuesta, la madrugada del 8 de julio, 20 hombres vestidos de militares entraron brutalmente en casa de Benjamín, lo golpearon, lo torturaron, vejaron a su mujer delante de sus cinco hijos y finalmente se lo llevaron, junto con su cuñado, Luis Widmar Stubbs, que salió en su auxilio. Los asesinaron a 50 kilómetros de su casa. A la entrada de la comunidad, los criminales dejaron una manta: “Para los LeBarón que no creen, para que ahora sí crean. Va como venganza por los 25 jóvenes levantados”. Yo seguí aquella lucha en la prensa con indignación, asombro y admiración. Allí, en esa comunidad en el norte del país, estaban expresadas de otra manera las posiciones de las comunidades zapatistas del sureste del país. A raíz del asesinato de mi hijo Juan Francisco y de seis de sus amigos, en marzo de 2011, en Morelos, en el momento en que iniciábamos el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD), llegó Julián LeBarón, quien a raíz del asesinato de Benjamín lo había sustituido en su liderazgo. Yo me encontraba colocando en una de los columnas del Palacio de Gobiernoplacas con los nombres de mi hijo y de sus seis amigos, cuando sentí su pesada mano sobre mi hombro y una palabra seca, fuerte, perentoria, como el habla de los LeBarón: “Ve por tu pluma; déjame esto a mí”. A partir de ese día Julián tomó su lugar en el MPJD y poco a poco su carisma, su capacidad de llamar a las cosas por su nombre, lo volvieron una voz fundamental: llevó la bandera de México a lo largo y ancho del país, hablando con claridad en cada ciudad visitada, en cada templete levantado. Le decía a la gente lo mismo que hoy ha vuelto a repetir: “No esperen que el gobierno ponga fin a la violencia; somos nosotros los que debemos organizarnos”. Un día, después de los diálogos con Calderón, con el Legislativo y con los candidatos de entonces a la Presidencia de la República, 22


me buscó para decir que se retiraba del Movimiento, porque los diálogos no conducirían a nada; los gobiernos mienten y están llenos de corrupción. No se equivocó: la injusticia, la inseguridad y la impunidad se han ido acumulando de administración en administración hasta llegar a la masacre del 4 de noviembre. Después de esa tragedia, LeBarón dijo en Twitter que seguir tolerando gobiernos como los que hemos tenido y tenemos, gobiernos que consienten el crimen, es responsabilidad de los 130 millones de mexicanos. Julián tocó una herida profunda: la condición casi bovina a la que nos han reducido el crimen y la ilusión de que la 4T –que durante el año de su administración lleva sobre sus espaldas cerca de 30 mil asesinados y la masacre del 4 de noviembre– terminará con el horror. La función de los campos de exterminio del nazismo, dice Giorgio Agamben, más que asesinar, era crear lo que el argot concentracionario llamaba el Muselmänner: un ser que, a fuerza de sufrimiento y horror, había perdido cualquier capacidad de reacción. Reducido a la apatía por el miedo, el Muselmänner era un ser deshumanizado, atado al destino que los criminales le imponían. La única forma de escapar a ese destino, es –parece decirnos LeBarón– que una buena parte de esos 130 millones de mexicanos volvamos a tomar las calles para esta vez, sin bajar la guardia, sin darnos un momento de reposo, detener la atrocidad. Los gobiernos no se mueven sin presión social, los criminales no se detienen si imponen el miedo y la apatía. Los ciudadanos tenemos una inmensa responsabilidad frente al destino que el crimen y el gobierno nos imponen. Somos –dice la fuerza moral de LeBarón– los responsables de que la justicia y la paz se hagan o de que vivamos para siempre condenados al infierno. En su resistencia resuenan las palabras de Greta Thunberg: “No quiero tu esperanza, quiero que actúes como si tu casa estuviera en llamas, porque eso es lo que está pasando”. Además opino que hay que respetar los Acuerdos de San Andrés, detener la guerra, liberar a todos los presos políticos, hacer justicia 23


a las víctimas de la violencia, juzgar a gobernadores y funcionarios criminales, esclarecer el asesinato de Samir Flores, la masacre de los LeBarón, detener los megaproyectos y devolverle la gobernabilidad a Morelos.

La verdad y la justicia siguen siendo grandes pendientes del gobierno de AMLO Jacobo Dayán - Aristegui Noticias - Caronte - 12 nov. 2019

La agenda de seguridad, verdad, justicia, búsqueda y reparación ha sido abandonada. La lista es larga. Recientemente, el Comité de Derechos Humanos de la ONU emitió sus observaciones sobre el informe periódico de México. En él establece que “el Estado debe alejarse de un enfoque militarizado de las fuerzas del orden”. Por más que el gobierno insista en el carácter civil de la seguridad, esto no es cierto. El modelo militarizado no es la solución. AMLO lo afirmó en campaña y luego cambió de opinión. La discusión no es cuánta fuerza se requiere sino cuánto Estado se requiere para enfrentar la violencia demencial que vivimos. La verdad y la justicia siguen siendo grandes pendientes. No se ha establecido la Comisión de la Verdad que requiere el país y los índices de impunidad continúan siendo casi absolutos. El sistema ordinario de justicia está colapsado. Se requiere un mecanismo extraordinario con acompañamiento internacional. La búsqueda de desaparecidos no cuenta ni con los recursos ni con el personal necesario. Desde abril de 2018 no se publican cifras actualizadas de desaparecidos. El Estado no sabe ni cuántos, ni a quiénes busca. El día de ayer, organizaciones de derechos humanos presentaron un diagnóstico en materia de reparación ante la Comisión Interamericana de derechos Humanos. En palabras de estas organizaciones, la situación es desoladora. Desde hace 5 meses la CEAV no tiene titular y esto no ha sido prioridad del legislativo. No hay mecanismos de articulación con instituciones de gobierno (edu24


cación, salud, vivienda, trabajo, etc.). Las disculpas públicas si no van acompañadas de verdad y justicia, no son reparación sino actos simbólicos huecos. El Sistema Nacional de Atención a Víctimas no sesiona. Sigue sin haber programas administrativos de reparación, lo que hace muy lento el proceso, y en ocasiones imposible. Las comisiones estatales de atención a víctimas siguen sin personal y recursos suficientes. Las reparaciones colectivas siguen siendo pocas y complicadas de obtener. La lista de problemas podría seguir. En días recientes tenemos malas noticias en materia de derechos humanos: una propuesta de amnistías mal planteada, la posposición de la despenalización de la mariguana y un nombramiento turbio, propio de los peores años del priismo, de la nueva titular de la CNDH. En resumen, el Estado mexicano no se ha hecho responsable, ni lo hace ahora, de reparar a las víctimas. Ni de garantizar verdad y justicia. Ni de buscar a los desaparecidos. Ni de detener la violencia. La agenda de justicia transicional fue abandonada. Lo que tenemos son políticas que apuntan en otro sentido, no articuladas, incongruentes y sin una visión integral. ¿Hasta cuándo?

Raquel Padilla, guerrera

Daliri Oropeza - Pie de Página - Microfilme Postal - 12 Nov. 2019 Este es un “sonoroscopio” de voces que dan cuenta de las luces en la labor de Raquel Padilla: historiadora, antropóloga, activista; una mujer incansable en su compromiso con la existencia de los pueblos indígenas, con un legado basto sobre la Tribu Yaqui Esta vez no llegó el búho. Es el animal que anuncia que alguien va a fallecer en la Tribu Yaqui. Llega, se estaciona, pronuncia el nombre. “Tampoco soñé nada, ni mi mamá sintió algo”, describe María del Carmen, mujer yoeme, soñadora, defensora del territorio que vive en Loma de Bácum, uno de los ocho pueblos yaquis. “Pido a mis ancestros que la lleven por el camino que ella ha querido siempre. Así nosotros al andar en la sierra, en el monte, sentir el espíritu de ella, que nuestros ancestros yoowes la abracen. Así 25


como nos enseñó, que les enseñe a ellos para que sepan que la sangre que derramaron valió la pena”. Para las Yaquis, Raquel Padilla es ya una ancestra. Carmen reconoce que su labor al compartir la historia que ella investigaba con los pueblos sirvió para arraigarse a la raíz yaqui. Hay que agradecerle, “no sabíamos lo terrible que les pasó a los ancestros. Por eso ahora más sabemos que debemos defender lo que nuestros abuelos”. ** Raquel comenzó a investigar a la Tribu Yaqui después de conocer descendientes de yoemes deportados a Yucatán en la dictadura de Porfirio Díaz. Obligados a trabajar en haciendas henequeneras. Muchos de los cuales regresaron a las orillas del Río Yaqui con la guía de las estrellas. Esta historia, Raquel la contó de pueblo en pueblo, de país en país. Los jóvenes de la secundaria de Potam escucharon a Raquel en una de sus visitas. “Les trajo un recado de una yaqui de Yucatán eso tuvo muy impacto en los jóvenes”, narra la maestra yoeme, Zulema Lizárraga. En su última visita a la secundaria, les dijo a los alumnos que al volver de España y traería más información de lo que sucedió en la guerra del yaqui. Que estaba pidiendo permisos que aún no conseguía para entrar al archivo militar. En realidad, la investigación que Raquel deja en el tintero es sobre los yaquis que llevaron a España para ser los militares que impidieran la sublevación de las tribus del Rif en Marruecos, norte de África. De esclavos a leva. ** Tomaste el micrófono, Raquel, cuando Marichuy llegó a Hermosillo con el Concejo Indígena de Gobierno. Ese día aprendí que la flor es un elemento indispensable, que simboliza la relación que las mujeres y los hombres nativos guardan con el mundo del monte, con Dios o los Dioses, y con la naturaleza. Las flores son un adminículo poderoso, ya que con ella se vence al pecado, la opresión y la maldad, nos dijiste. Así las flores que te dejaron 26


los matachines después de danzar en el homenaje del Museo de Sonora. El mundo de la flor es el lugar donde se deposita la esperanza de trascendencia de cada individuo y de toda la comunidad, aprendí con tus palabras, que dijiste en honor a Marichuy. El mundo de la flor es la dimensión yoeme llamada sewa anua. En donde estás ahora. Germinar y de echar flores para seguir existiendo, miraste a Marichuy tras decirlo. “Es la hora del florecimiento de los Pueblos”. Estamos llamadas a reflexionar sobre lo necesaria que es la permanencia de los geosímbolos indígenas, nos pediste. Atiendo tu petición. Debemos unirnos todos en la lucha contra la deshumanización, contra la codicia empresarial y contra la muertes provocadas por el desprecio de los poderes políticos y económicos. Atiendo tu petición. ** Raquel regresó los restos óseos de personas yaquis que estaban en Nueva York, a una tumba de guerreros cerca de Vicam Estación. Antropólogos colonizadores de inicio de siglo se llevaron los huesos, cráneos, de Yaquis que masacraron en la Sierra de Masapan con la autorización directa de Porfirio Díaz. 125 yaquis fueron asesinados. A estos blancos les interesaba analizar la medida de los huesos. No se conformaron con tomar fotos. Estos antropólogos físicos se los apropiaron. Al llegar, para darle sepultura a los cuerpos hicieron una ceremonia que incluyó la danza del coyote, del venado y de pascola. Histórico, de acuerdo con su mejor amigo e investigador, José Luis Moctezuma Zamarrón. “Ella marcó un hito en la investigación, es una huella enorme y los Yaquis lo preconocen, que ella es de las principales investigadoras, reconocida internacionalmente, una investigadora de alto nivel, estaba ahorita comenzando sus años más productivos, a Raquel le cortaron toda una posibilidad de desarrollar por lo menos 20 proyectos que tenía abiertos”. ** Si el búho no llegó es porque no era su tiempo, asegura Carmen. 27


“ Ya supérenlo”

Lydiette Carrion - Pié De Página - La Trama Previa - 8 Nov. 2019 México nunca ha explorado los alcances de daño que implica la conquista. No es un “ya supérenlo”. Los pocos estudiosos que se acercan a los hoyos negros que dejó la colonización en América insisten: la colonización ni siquiera ha terminado Una nota en el portal de El Universal sorprende, y no sorprende: descendientes de Hernán Cortés y de Moctezuma aparecen en un evento público: se abrazan y emulan el encuentro que sus antepasados se dieron hace unos 500 años. El descendiente de Cortés ofrece disculpas por su antepasado. Lo hace, dice, porque México ya necesita “liberarse de esa energía negativa”. El descendiente de Moctezuma revira: “no es necesario” pedir (SIC) disculpas. No quisiera entrar en el dilema de cuestionar quién diablos son este par (de pobres diablos) para decidir qué disculpas necesitamos o no, y para qué. Pero viene a cuento por dos reflexiones. Justo este día en una clase exploramos los alcances infinitamente mayores de la justicia restaurativa (cuando es realmente llevada a cabo), frente a la punitivista. Esta última es entendida como simples años de cárcel, o castigo, sin ninguna restauración a la víctima o la comunidad. Los aumentos de prisión no han llevado a ningún lado. La experta en justicia restaurativa que impartió la clase narró con emoción lo que significaba para muchas víctimas –algunas de ellas, de delitos graves, como la violación, asaltos con violencia– escuchar arrepentimiento sincero por parte de los victimarios. Y cómo atraía cierta paz, la constricción genuina de un victimario. La justicia restaurativa no se centra en el castigo, sino en el daño. Se cuestiona: ¿Qué necesita la víctima para sentirse segura, para regresar, aunque sea un poco al estado anterior?, ¿qué falló en el Estado o en la comunidad, para permitir que algo así ocurriera?, ¿de qué manera se dañó la comunidad?, ¿cómo elaborar una reflexión colectiva, para restaurar la armonía?, ¿para que el victimario comprenda el alcance de sus actos? 28


La justicia, vista desde aquí, es algo muy parecido a lo que reflexionó Dostoyevsky durante toda su vida. El inigualable novelista dedicó prácticamente toda su obra literaria a explorar los alcances de los crímenes y el castigo. Él concluía que en el antiguo pueblo ruso, cuando un hombre cometía un crimen, la comunidad sentía pena por esa persona. Y es que el crimen aísla a ese hombre o mujer, de su comunidad y de la idea de Dios. El destierro –un castigo recurrente– implicaba eso: la acción física de alienar al hombre de aquello que lo sostiene. Volviendo a los dos descendientes de Moctezuma y Cortés, pues el chiste se cuenta solo. Pero hay una segunda arista. México nunca ha explorado los alcances de daño que implica la conquista. No son malas vibras, ni “energías negativas”. No es un “ya supérenlo”. Los pocos estudiosos que se acercan a los hoyos negros que dejó la colonización en América, África, insisten: la colonización ni siquiera ha terminado. No necesitamos buenas vibras. Necesitamos descolonizar el alma.

Más que un tren

Magdalena Gómez - 12 de noviembre de 2019 - La Jornada Aprimera vista, pareciera buen indicio lo que el Presidente de la República declaró en Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo, el pasado 9 de noviembre, en torno al tren que llaman Maya. Primero describió el proyecto de un tren que cruzará por cinco entidades; se trata, dijo, de un tren rápido para turistas, de pasajeros y de carga, y en la construcción se van a dar muchos empleos y se cuidará no afectar a la naturaleza “porque se va a hacer en el derecho de vía que se tiene del ferrocarril del sur-sureste desde hace mucho tiempo”. Ninguna mención al factor arqueológico. Enseguida reconoció que hay oposición, pero no se refirió a los pueblos, sino a los llamados por él conservadores que promovieron amparos contra el aeropuerto de Santa Lucía. En ese contexto afirmó algo que parece novedoso: ordenó al Instituto Nacional de Pueblos Indígenas que realice de inmediato una consulta, pueblo por pueblo, dijo, y si no están de acuerdo no se hace el tren porque él no quiere 29


dejar obras inconclusas . Esta fue la noticia en varios medios. En primer lugar, no se afirmó como lo ha venido haciendo que el pueblo quiere el Tren Maya, no repitió el va porque va, no reivindicó su consulta ciudadana múltiple del año pasado y el hecho de que la encomendara al INPI suponía reconocer a los pueblos indígenas como sujetos de la consulta. Sin embargo, cerró su intervención con su clásica consulta a mano alzada. “Para medirle el agua a los camotes” una señora levantó la mano por el no y no le preguntó por qué no y el sí fue abrumador. Al día siguiente en la comunidad de Xpujil, del municipio de Calakmul, en Campeche, repitió lo relativo al Tren Maya, y agregó a los conservadores el disfraz de ambientalistas; ahí introdujo un matiz que puede no ser casual: le llamó consulta ciudadana, que se consulte a todos, dijo. Cerró con su consulta a mano alzada. ¿Cuál es el problema central? Que el Presidente de la República sólo habló de un tren, un derecho de vía y sólo con ello seguramente habrá aceptación. Sin embargo, se omitió lo central, que es la creación de polos de desarrollo urbano en todas las estaciones que tendrá el tren. Hasta hoy no se ha publicitado el proyecto completo; sin embargo, se ha reconocido la creación de los llamados Fibra compuesta por fideicomisos, uno por cada estación del recorrido, con los terrenos alrededor de cada una donde los actuales dueños cambiarían tierra por participación en los desarrollos inmobiliarios que se levantarán. Esta opción no ha sido bien aceptada por la mayoría de los ejidos ubicados en la ruta del tren. El Fondo Nacional de Turismo, (Fonatur) ha considerado en documentos parciales que reubicarán alrededor de 250 poblaciones, construirán viviendas, hoteles, comercios, parques lineales, puentes de fauna, lo que dejará ganancias no será el tren, sino la infraestructura y los servicios que se establezcan en cada estación. De tratarse de sólo un tren carecería de sentido que Fonatur haya mencionado la expropiación de 2 mil 500 hectáreas en los ejidos de Bacalar, Felipe Canillo Puerto y Cobá. Así que de tratarse de un simple tren, tampoco tendría sentido lo declarado por el propio Presidente de la República de que se reunió con empresarios de la industria de la construcción para licitar la obra el próximo mes, además de que ya se ha comenzado a avanzar con los estudios de ingeniería básica. Heber Uc, del colectivo de semillas Much’Kanan l’naj Bacalar, Quintana Roo, se refirió a la simulación de un simple tren: “Este proyecto, que el gobierno ha denominado de reordenamiento territorial, nos recuerda cómo ordenaron Bacalar, cómo ordenaron Playa del Car30


men y cómo ordenaron Cancún. Se trata de ir quitando más tierras, de desplazar las actividades que la gente tiene para sobrevivir, como la agricultura y la apicultura. Nosotros como pueblos indígenas mayas de la Península hemos estado en la defensa del territorio también desde la parte jurídica. En esta experiencia hemos visto que los procesos de consulta que se están llevando a cabo en nuestro país son consultas a modo, que no cumplen con el mínimo de los lineamientos establecidos en los convenios internacionales. Estas consultas son sólo procesos administrativos para la validación de proyectos de despojo. Lo que exigimos continuamente es que nos reconozcan nuestro derecho a la libre determinación, nuestra libertad de decidir el tipo de proyecto que nosotros como pueblos indígenas queremos. No necesitamos que nos vengan a preguntar si estamos de acuerdo o no con el Tren Maya, esa no es la pregunta. La pregunta tendría que ser qué es lo que nosotros necesitamos como pueblos indígenas para vivir dignamente en nuestro territorio” (presentación del proyecto multimedia “Derecho de réplica”, producido por Desinformémonos, 15/10/19). Es tiempo ya de que se hable claro, que se acerque la mirada al destino de los pueblos que en la región han sido despojados y cuyos integrantes hoy están en el área de servicios del turismo.

Convocatoria a la Ccuarta Asamblea Nacional entre el Congreso Nacional Indígena y el Concejo Indígena de Gobierno 7 Noviembre, 2019

Por acuerdo de la Comisión de Coordinación y Seguimiento del Congreso Nacional Indígena y el Concejo Indígena de Gobierno, nos dirigimos a los pueblos del mundo para hacer de su conocimiento que en cumplimiento de las diversas disposiciones de nuestra asamblea general, y considerando: 1. Que en los pueblos que somos el Congreso Nacional Indígena y el Concejo Indígena de Gobierno estamos viviendo una guerra que viene de arriba y que apuesta destruir a la madre tierra para sacar ganancias millonarias de vender los minerales, 31


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el agua, los bosques, los ríos, de sacar con fracking los hidrocarburos, de construir corredores industriales, destruir el territorio con supuestos proyectos de energías limpias, de poner en riesgo a los pueblos del volcán con la termoeléctrica de Huexca, de construir la infraestructura que acompaña el despojo en el sur- sureste del país con sus megaproyectos, de negociar con la muerte en todas sus formas. Que hemos debido enfrentar la violencia y represión que viene del mal gobierno en todos sus niveles y la creciente presencia de grupos narco paramilitares que le sirven y que solo en lo que va del año 2019 arrebataron la vida de los siguientes compañeros: Samir Flores Soberanes del pueblo nahua de Amilcingo, Morelos, Julián Cortés Flores, del pueblo mephaa de la casa de justicia de San Luis Acatlán, Guerrero. Ignacio Pérez Girón, del pueblo tsotsil del municipio de Aldama, Chiapas José Lucio Bartolo Faustino, Modesto Verales Sebastián, Bartolo Hilario Morales, e Isaías Xanteco Ahuejote. del pueblo nahua organizado con el Concejo Indígena y Popular de Guerrero – Emiliano Zapata (CIPOG – EZ) Juan Monroy y José Luis Rosales, del pueblo nahua de Ayotitlán, Jalisco, y Feliciano Corona Cirino, compañero del pueblo nahua de Santa María Ostula, Michoacán. Que las fuerzas armadas del mal gobierno se han dispuesto a ejecutar el violento reordenamiento capitalista al que llaman Cuarta Transformación; en la cual ofrecen nuestros territorios y nuestra existencia misma al gran capital y particularmente a los intereses imperialistas de los Estados Unidos. Que en los diversos encuentros y espacios de compartición con las y los compañeros de las Redes de Apoyo al CIG, las Redes de Resistencia y Rebeldía y la Sexta Nacional e Internacional, hemos decidido seguir juntos fortaleciendo, para hacer grande la lucha por la vida y desmontar este sistema de muerte. Que el hostigamiento de grupos armados se ha incrementado alarmantemente en los territorio de nuestros pueblos originarios, sobre todo donde la organización apuesta a tejer nuestra red de resistencia y rebeldía, entre los que somos el CNI-CIG y Que quienes somos el CNI- CIG vivimos y entendemos la gue-


rra del capital contra los pueblos del mundo, por lo que es preciso tomar criterios en colectivo en nuestra apuesta que es la vida para nuestra madre la tierra y para los pueblos del mundo,

Se convoca a los pueblos, naciones y tribus indígenas de México y fuera de México a participar en la CUARTA ASAMBLEA NACIONAL DEL CONGRESO NACIONAL INDÍGENA Y EL CONCEJO INDÍGENA DE GOBIERNO, que tendrá lugar en el CARACOL JACINTO CANEK (EN EL CIDECI DE SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, CHIAPAS) DEL 18 AL 20 DE DICIEMBRE DE 2019 bajo el siguiente ORDEN DEL DÍA 18 de diciembre: Mesas de trabajo: 1. La guerra capitalista en el mundo, en el país y hacia nuestros pueblos. 2. Balance de los trabajos del CNI-CIG.

19 de diciembre: Conclusión de mesas de trabajo en pleno y plenaria – espacio abierto para medios de comunicación y observadores. 20 de diciembre: Taller nacional del CNI “Patriarcado y Capitalismo”. La asamblea nacional del CNI-CIG será de carácter cerrado y solo será permitido el acceso a delegad@s, concejal@s y representantes de los pueblos del CNI-CIG e invitad@s especiales. Estos últimos serán contactados por la Comisión de Coordinación y Seguimiento del CNI-CIG. En tanto que se invita a participar a observadores y medios de comunicación en los espacios públicos que se especifican en esta misma convocatoria y los espacios que se determinen durante el desarrollo del evento. Se dispone para el registro previo las siguientes direcciones de correo electrónico: 33


Para delegados y representantes de los pueblos del CNI: congresonacionalindigena@gmail.com Para Medios de Comunicación: comunicacion@congresonacionalindigena.org Para compañeros de la sexta nacional, internacional y redes: comunicacion@congresonacionalindigena.org ATENTAMENTE Noviembre de 2019 Por la reconstitución integral de nuestros pueblos Nunca Más un México sin Nosotros Congreso Nacional Indígena Concejo Indígena de Gobierno Ejército Zapatista de Liberación Nacional

Pronunciamiento conjunto del CNI-CIG y EZLN sobre las recientes agresiones de los capitalistas, sus gobiernos y sus carteles, en contra de los pueblos originarios de México 8 - Nov - 2019

A los pueblos del mundo A las Redes de Resistencia y Rebeldía A la Sexta Nacional e Internacional A los medios de comunicación Los que somos pueblos, naciones, tribus y barrios del Congreso Nacional Indígena – Concejo Indígena de Gobierno y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, condenamos los siguientes hechos que a continuación presentamos. Represión por parte de la Guardia Nacional a las comunidades originarias del pueblo nahua de Juan C. Bonilla 34


Denunciamos el ataque a las comunidades originarias del pueblo nahua de San Mateo Cuanalá, San Lucas Nextetelco, San Gabriel Ometoxtla, Santa María Zacatepec y la colonia José Ángeles, del municipio de Juan C. Bonilla, cuando el pasado 30 de octubre fueron reprimidas con golpes y balas de goma, incluso en contra de niños, mujeres y personas de la tercera edad, por la policía federal, la policía estatal de Puebla y la Guardia Nacional. El despliegue de las fuerzas represivas en contra de los compañeros, es para concretar el envenenamiento del río Metlapanapa como parte del llamado Proyecto Integral para la Construcción del Sistema de Alcantarillado Sanitario de la Zona Industrial de Huejotzingo, Puebla, conocido como “Ciudad Textil”, mismo que forma parte del megaproyecto de infraestructura urbano-industrial conocido como Proyecto Integral Morelos, el cual ya cobró la vida del compañero Samir Flores. Ataque de la Guardia Nacional a las comunidades originarias del pueblo nahua del municipio de Juan C. Bonilla Condenamos el cobarde ataque que sufrió la comunidad wixárika y tepehuana de San Lorenzo de Azqueltán, en el municipio de Villa Guerrero, Jalisco, el pasado 3 de noviembre a manos de los caciques Fabio Ernesto Flores Sánchez (alias La Polla), Javier Guadalupe Flores Sánchez y Mario Flores, quienes a bordo de tres camionetas y acompañados de gente armada emboscaron a los comuneros y autoridades; actuando con completa impunidad, golpearon hasta dejar gravemente heridos a los compañeros Ricardo de la Cruz González, Noé Aguilar Rojas y Rafael Reyes Márquez, quienes se encuentran recibiendo atención médica. Estos intentos de homicidio, que permanecen descaradamente impunes, son orquestados para detener la digna e histórica lucha por la tierra, misma que ambicionan quienes se sienten, por ser dueños del dinero, dueños de la región y que han contado siempre con la plena complicidad de instancias de gobierno que buscan hacer negocios millonarios con la tierra comunal, pretendiendo borrar de la historia al pueblo tepecano. 35


Exigimos la presentación con vida de los compañeros Carmelo Marcelino Chino y Jaime Raquel Cecilio del Frente Nacional por la Liberación de los Pueblos en el estado de Guerrero, quienes se encuentran desaparecidos desde el pasado 22 de octubre, luego de que salieran con dirección a la localidad de Huamuchapa, procedentes de Acapulco. Este acto criminal se suma a la criminalización, persecución, asesinato y desaparición de quienes en el estado de Guerrero y en todo México luchan por el respeto a los territorios indígenas en contra de la devastación capitalista. Asímismo, denunciamos la detención y desaparición por varias horas del compañero Fredy García del Comité de Defensa de Derechos Indígenas (CODEDI), a manos de agentes policiacos de Oaxaca, luego de que asistiera a una presunta reunión de trabajo con funcionarios de gobierno, acusándolo de cargos absurdos para criminalizar la digna lucha de CODEDI y del compañero Fredy García en contra del despojo y la represión capitalistas. ¡¡Exigimos la libertad inmediata e incondicional de nuestro compañero Fredy García!! Los capitalistas, sus cárteles y sus gobiernos, imponen la muerte con grupos armados para despojar a los pueblos indígenas, sean del mal gobierno, grupos de choque o delincuentes. Para nosotros los pueblos es la violencia, el terror y la indignación; para ellos la impunidad y la garantía de que sus crímenes se traducirán en ganancias a costa de pueblos enteros. Atentamente Noviembre de 2019 Por la Reconstitución Integral de Nuestros Pueblos Nunca Más Un México Sin Nosotros Congreso Nacional Indígena Concejo Indígena de Gobierno Ejército Zapatista de Liberación Nacional

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CAMINOS DE LA AUTONOMÍA BAJO LA TORMENTA 13 de noviembre de 2019


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