Recopilatorio 15 de Julio

Page 1

CAMINOS DE LA AUTONOMÍA BAJO LA TORMENTA 15 de julio de 2020

1



Despropósitos

Gustavo Esteva - La Jornada - Lunes 13 de julio de 2020 Llovió en mi milpa electrónica… No me fue bien. Los correos expresaron sobre todo disgusto y rechazo. Molestó que mostrara la confesión etnocida del gobierno. Me atuve al viejo principio legal: a confesión de parte, relevo de prueba. Pero no fue suficiente. Se quieren pruebas de que este gobierno no es tan bueno como él dice. Los críticos estaríamos en algún cajón dogmático o alguien pagaría nuestra ceguera e incomprensión. Nos mezclan con quienes tratan de salvar los restos de lo que tenían, como “los tres ilustres compadres” –PRI-PAN-PRD–, o con opositores de extrañas ideologías de derecha. El gobierno confesó que el Tren Maya incurrirá en etnocidio, tomando la definición de Rodolfo Stavenhagen: “El proceso mediante el cual un pueblo…pierde su identidad debido a políticas diseñadas para minar su territorio y la base de sus recursos, el uso de su lengua y sus instituciones políticas y sociales, así como sus tradiciones, formas de arte, prácticas religiosas y valores culturales. Cuando los gobiernos aplican estas políticas, se vuelven culpables de etnocidio”. Tanto las autoridades como sus defensores afirman que ese etnocidio se habría transformado en etnodesarrollo, “la capacidad social de un pueblo para construir su futuro, utilizando para ello las enseñanzas de su experiencia histórica, y los recursos reales y potenciales de su cultura, de acuerdo a un proyecto que se adapte a sus propios valores y aspiraciones futuras”, según la definición que tomaron de Guillermo Bonfil. Afirman que esa notable metamorfosis se habría logrado con la consulta del año pasado. Lo sostiene, por ejemplo, un comité municipal de Campeche, que dice representar a 64 comunidades mayas, tzeltales y choles de Calakmul. Le parece “veladamente racista pensar que por nuestra condición indígena fuimos engañados, o no tenemos capacidad de decidir lo que mejor nos conviene”. Advierte que justo cuando abrazaron “una esperanza de progreso” al aceptar “por consenso la implementación del Tren Maya”, personas ajenas afirman que no entendieron lo que aprobaron ( La Jornada, 7/7/20, p. 11). 3


El argumento es diferente. No decimos que esas comunidades y otras, que comparten esa posición, no entendieron lo que se les presentó. Afirmamos que aceptaron otra cosa. La famosa consulta no fue previa, ni libre ni informada. No se planteó a los pueblos lo que ahora se está revelando. Las comunidades, por ejemplo, no aceptaron su desaparición como pueblos mayas, tzeltales y choles, de Calakmul y de todo el sureste. Se les informó sobre ciertos elementos del plan y se ocultaron otros. Ante lo que hoy se presenta, los pueblos seguramente dirían, con Pedro Uc Be: “No queremos colaborar en nuestro asesinato. Queremos luchar para evitarlo. Eso es lo que está en nuestro corazón”. Saben bien qué es eso de “abrazar el progreso”. Fue un despropósito decir que los funcionarios actuales son peores que los rufianes que los antecedieron, como me acusaron. La frase permite pensar que éstos habrían sido mejores. Hay que aclarar. No creo que los funcionarios de hoy sean más corruptos que los de Peña. Ni siquiera pienso que sean lobos con piel de oveja. Los lobos que están en el gobierno siguen exhibiéndose como lo que son. Lo que quise decir, pero no dije, es que el camino del infierno está lleno de buenas intenciones. Que estos funcionarios pueden cometer cualquier atrocidad, incluso un etnocidio, pensando que le hacen bien a la gente y que eso es lo que ella quiere en el fondo, aunque no lo sepa. Muchos críticos no tenemos empacho en celebrar buenas intenciones, como la de eliminar glifosato y otros plaguicidas, prohibir transgénicos o combatir refrescos embotellados y otros alimentos chatarra ( La Jornada, 30/6/20). Esperamos que se realice el programa que anunció al respecto Víctor Toledo, secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Que entre el plato y la boca no se caiga esa sopa. Celebramos el triunfo de Sin Maíz no Hay País, al detener la legislación que amenazaba las semillas nativas. Nos preocupa que pueda resultar efímero. El Presidente fue a Washington a celebrar el nuevo tratado de libre comercio, que continuará el desmantelamiento de México que empezó con el que firmó Salinas en 1993. Son dispositivos que subordinan al país a intereses ajenos y convierten la soberanía nacional que el Presidente cree haber ido a defender a Estados Unidos en pieza de museo. Ese viaje fue enteramente innecesario e inoportuno ( La Jornada, 7/7/20, p.2). 4


El afiliado ideal de un régimen totalitario –dijo alguna vez Hanna Arendt– no es el nazi convencido o el comunista fanático, sino la gente para la cual la distinción entre hechos y ficciones, lo verdadero y lo falso, ha dejado de existir. Me temo que muchas de esas personas andan sueltas por el mundo. En México las tenemos tanto en el gobierno como aquí al lado, entre personas de todos los colores ideológicos. Si bien podemos aún esperar lo mejor, debemos prepararnos para lo peor. gustavoesteva@gmail.com

Nuevos ejercicios de lectura

Yásnaya Elena A. Gil - El Pais - 11 Jul 2020 Si pensamos en la urgencia de crear otras estructuras alternativas que nos lleven a plantear un mundo sin Estados, el movimiento zapatista se puede leer distinto en la actualidad La primera vez que escuché hablar del Ejército Zapatista de Liberación Nacional fue en los días previos a la fiesta patronal de mi comunidad, en los últimos días de enero de 1994. Lo recuerdo bien. Uno de nuestros profesores nos compartía periódicos y revistas que compraba en la Ciudad de Oaxaca, en los que dominaba sobre todo una historia, la del Tratado de Libre Comercio. Por supuesto, no entendía muy bien lo que estaba sucediendo, pero de las intensas discusiones que sostenían mis tíos cuando me visitaban podía inferir una especie de frustración derivada de la falta de opciones que planteaba un contexto en donde el tema dominante era la entrada de este país al primer mundo. Preocupada por las actividades en las que me vería involucrada durante la fiesta ya próxima, no podía saber en ese entonces de las luchas que los pueblos indígenas habían dado sobre todo en la década de los ochenta en la propia Sierra Norte de Oaxaca en la que se encuentra mi comunidad. No podía saber de los escritos y del intenso debate que el antropólogo mixe Floriberto Díaz sostenía muy cerca de mi comunidad, ni de la descripción de esa categoría bautizada por él y por el antropólogo zapoteco Jaime Luna que explica el funcionamiento de nuestros pueblos: la comunalidad. Pero no sólo yo lo ignoraba todo, los 5


pueblos indígenas parecían ser un tema reservado sobre todo a la mirada antropológica y lejos estaban de los grandes medios de comunicación, sobre todo el de la televisión, que nos habían recetado piezas como Solidaridad, una pésima canción impulsada desde los aliados del gobierno de Salinas de Gortari que nos repetía en su melodía simplona que nuestro enemigo era la pobreza, un enemigo que se derrotaba con la unión entre empresario y campesino. Mientras los ensayos escolares se hacían intensos para presentar bailes y poemas durante la fiesta que se avecinaba, nuestro profesor nos contó lo que estaba sucediendo en las montañas del sureste mexicano y nos mostró un periódico y, si mal no recuerdo, un ejemplar de la revista Proceso durante uno de nuestros descansos. Eso nos dejó impresionados. Las noticias llegaban siempre con retraso y nos enterábamos de lo que sucedía sólo semanas después; dependíamos por completo de los viajes del profesor a la capital del estado para tener material de lectura al respecto, lecturas que muchas veces no podíamos comprender por completo pero que el profesor nos explicaba lo mejor posible. A pesar de todo, en los siguientes concursos inter-escolares que se llevaron a cabo en una comunidad cercana, una gran parte de las piezas presentadas en los legendarios concursos de oratoria trataron sobre el levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Pronto, dentro del magisterio serrano y dentro de mi propia comunidad comenzó a correr un rumor inquietante que en particular me daba temor y me emocionaba a partes iguales: en la sierra mixe había una célula del EZLN. Incluso, alguien sugirió que aquel profesor que tantas veces nos había puesto a declamar poemas que comenzaban diciendo “Que la justicia existe, yo la creo ahora, en este mismo instante” antes de describir las injusticias sociales del mundo, pertenecía muy probablemente a esa célula. Nada de eso se comprobó, por supuesto. Leer sobre el EZLN significó el comienzo de nuestra reflexión política como niñas y niños mixes que transitaban a la adolescencia. Años después leímos juntos, en un ejemplar de la revista Proceso sobre lo que había sucedido en Acteal y en la ceremonia de clausura del año escolar, la mejor de nuestras oradoras presentó una pieza sobre esos hechos tan dolorosos que habíamos redactado en colaboración con nuestro profesor. 6


Lo que sucedió después ha sido analizado hasta el cansancio desde muy distintas voces. Así que no es mi intención explicar lo que sucedió con los Acuerdos de San Andrés, la Marcha del Color de la Tierra y todo lo que vino después hasta ahora, ni está en mis capacidades hacerlo de manera adecuada. Solo agregaré que es innegable el impacto que tuvo el levantamiento zapatista en el tratamiento público y mediático de los pueblos indígenas y en el propio comportamiento del Estado mexicano que, como respuesta, creó múltiples dependencias, leyes y todo un aparato para capturar y mantener bajo su control el llamado asunto indígena que antes había quedado oculto tras el campesino y el empresario de los que nos hablaba la canción Solidaridad. Estas respuestas institucionales en realidad han sido en muchos casos una simulación que mantiene a los pueblos indígenas dentro de un espectro que puede ser leído por el Estado y que aleja en los hechos la posibilidad de ejercer el derecho a la libre determinación. Mi intención es más bien recordar, y recuerdo todo esto porque hace poco un amigo de aquella época en que leíamos en la sierra mixe sobre algo extraordinario e inimaginable que había sucedido en Chiapas, me preguntó sobre el sentido que tenía seguir leyendo y simpatizando con el EZLN cuando por fin tenemos un gobierno de izquierda en el poder. ¿No se te hace sospechoso que justo ahora cuando es posible que llegue la justicia social el EZLN esté en contra de un presidente elegido democráticamente? ¿No sería mejor que se unieran a él y hacer posible todo eso por lo que han luchado? ¿Por qué no lo hacen si esto por fin haría posible cumplir con los Acuerdos de San Andrés? Recuerdo que leímos, escribimos y recitamos juntos sobre el EZLN en esos años escolares antes de que los caminos lo llevaran a él lejos de nuestra comunidad. No se puede responder brevemente a esas preguntas sin embargo me di cuenta de que sobre todo hay un problema en la lectura que hacemos actualmente. Si bien es verdad que, en la Primera Declaración de la Selva Lacandona, el EZLN enunciaba que el levantamiento se realizaba con apego a la Constitución Mexicana y que una gran parte de su discurso y su apuesta radicaba en proponer una transformación profunda del Estado mexicano, eso ha cambiado drásticamente. Su apuesta, así la leo yo ahora, es la creación de espacios autónomos libres de Estado. Este cambio fundamental ha hecho que, para muchas personas, el EZLN sea ahora ilegible como 7


ilegibles son las propuestas más allá del Estado en un contexto en que se nos plantea que la única transformación social posible pasa por reformar el Estado o cambiar a quienes están en el poder. Si pensamos que, para cambiar la realidad social y política, la transformación sólo puede hacerse dentro del marco del Estado, las preguntas que plantea mi amigo tienen todo el sentido del mundo. Pero si pensamos que el problema es la existencia de un mundo dividido en Estados nación que se convirtieron en los administradores del sistema capitalista, colonialista y patriarcal, las preguntas planteadas dejan de tener sustento. Si el único horizonte de cambio posible es el Estado, entonces sólo podemos pensar una solución dentro de sus límites. Si pensamos en la urgencia de crear otras estructuras alternativas que nos lleven a plantear un mundo sin Estados, el EZLN se puede leer distinto en la actualidad. Bajo esos lentes, los caracoles zapatistas se han convertido para mí en la ejecución misma de un proyecto encaminado a crear una realidad post-estatal. Con este enfoque y esta nueva lectura, sus llamados a la sociedad a organizarse se leen de manera distinta y el mensaje de la vocera del Concejo Indígena de Gobierno, María de Jesús Patricio, se puede analizar desde otra perspectiva, como un intento de quebrar el discurso que solo plantea que la única salida se da en el marco de las opciones que nos brindan los partidos políticos, el Estado y sus instituciones. Podemos estar de acuerdo o no, pero creo que es necesario leer el movimiento zapatista y al EZLN fuera del marco con el que muchas personas lo habíamos leído con anterioridad, el zapatismo, al menos para mí, ya no puede leerse en un horizonte que plantea la transformación del Estado. No es la única posible. Mientras que la izquierda por antonomasia necesita ser leída dentro de la lógica estatal y en oposición a la derecha, el EZLN propone y construye ya fuera de ese horizonte. No leerlo así nos puede llevar a absurdos como enunciar que el EZLN es un invento de Carlos Salinas de Gortari para golpear a Andrés Manuel López Obrador, decir esto me parece un intento desesperado por tratar de traer al EZLN al terreno de lo que podemos explicar y entender: la lógica estatal. Ahora, mientras intento leer sobre las implicaciones del nuevo Tratado México Estados Unidos y Canadá recién signado, pienso en 8


mi amigo y en aquellos años en los que otro tratado, el TLC, nos prometió un mundo que solo rompió el nuestro y le escribo que enmarcar ahora al EZLN fuera de la lógica del Estado puede tal vez responder sus preguntas y le recuerdo que un día, a su lado, hace muchos años supe por primera vez de la existencia de una declaración desde la Selva Lacandona que terminaba diciendo: “Declaramos que no dejaremos de pelear hasta lograr el cumplimiento de estas demandas básicas de nuestro pueblo formando un gobierno de nuestro país libre y democrático”. Solo que ahora ya no se puede leer: “formando un gobierno de nuestro país”, eso ya ha sido totalmente reelaborado y será necesario volver a leer.

Hay 73 mil 233 personas desaparecidas en México

Daniela Rea - Pié de Página - 13 Julio, 2020 - Memoria Y Verdad De acuerdo con la actualización de información gubernamental, de 2011 a 2020 se concentra el 40 por ciento de todas las desapariciones registradas en los últimos 60 años en Mexico. El primer semestre de 2020 sumó a la lista 2 mil 332 casos En México en los últimos 60 años 177 mil personas han sido registradas como desaparecidas y de este total, hoy 73 mil 233 personas no han sido encontradas, según la versión pública del Registro de Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, dado a conocer este lunes por la Secretaría de Gobernación. De actuerdo con esa información, de las 177 mil personas registradas como desaparecidas, 98 mil 249 se han encontrado con vida y 6 mil 401 sin vida. Las cifras se dan al corte de las 15:39 horas del lunes, pues están en constante actualización, ya que la información se sube en “tiempo real”, explicaron las autoridades en una conferencia de prensa encabezada por la secretaria. Olga Sánchez Cordero, y el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas. 9


Expusieron que, de las personas registradas como desaparecidas y no localizadas, 57 por ciento son hombres, 42 por ciento son mujeres y hay un 0.21 por ciento indeterminado. Pero un dato destaca: una de cada cuatro personas desaparecidas son adolescentes de entre 15 y 19 años, y de ese universo, las mujeres duplican a los hombres (29 mil 307 mujeres y 13 mil 681 hombres). Aunque este total de 177 mil personas desaparecidas incluye los registros desde 1964 a la fecha, es a partir del año 2007 que repunta este delito. La década del 2011 al 2020 es la que concentra el mayor número: casi 71 mil registros de desapariciones que representan 40 por ciento del total histórico. En el más reciente informe sobre personas desaparecidas, dado a conocer el 6 de enero de este año, se contabilizaban 147 mil 33 personas desde 1964 a diciembre del 2019. ¿Baja el delito o se rezaga la información? El subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas Rodríguez, destacó que en el periodo de enero a junio de este año se tienen registradas 2 mil 332 personas desaparecidas, mientras que en el mismo período de 2019 se registraron 3 mil 679. Eso, desde su visión, significa que vamos a la baja en el delito. Los datos presentados señalan que Estado de México, Tamaulipas, Jalisco, Veracruz, Sinaloa, Chihuahua, Ciudad de México, Nuevo León, Michoacán y Puebla son los 10 estados con mayor reporte de personas desaparecidas en lo que va en esta administración. Suman 78 por ciento de las desapariciones. Encinas aclaró que el hecho de que estos estados tengan mayor reporte no significa que sean los estados que tienen más este delito, sino que son los que más registran e informan. De hecho, dijo que seis estados van muy lento en la información a la federación sobre sus registros: Guanajuato, Baja California, Aguascalientes, Tabasco, Sonora y Tlaxcala. 10


Los funcionarios aclararon que hay un dato por depurar con los gobiernos estatales: existen 11 mil 191 cuerpos sin certeza del año de denuncia y desaparición. La información con la que se alimenta el registro proviene de las fiscalías estatales y la federal. En la presentación, en la que también estuvo la titular de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB), Karla Quintana, se urgió a los gobiernos estatales a proporcionar información para nutrir el registro. “Tenemos que caminar juntos y en cuanto a las entidades que tienen información o rezago: estamos hablando que hay información parcial a pesar de la autonomía de las fiscalías, ayuda mucho que los gobiernos de los estados coadyuven, a que se agilice la entrega de información”, dijo Encinas. Encinas también aclaró que sólo 24 de los 32 estados solicitaron subsidios a la CNB para el trabajo de sus comisiones estatales. Demandan datos abiertos Este registro parte de la determinación de la Ley General en Materia de Desaparición Forzada de Personas, que desde 2017 ordena su creación integrando la información de las entidades federativas y de la federación. La versión pública del registro no permite un uso libre de datos y funciona más como una plataforma de visualización. “La Comisión Nacional de Búsqueda informó sobre los registros que tienen sobre personas desaparecidas. Sin embargo, siguen sin hacer público el registro, lo que no permite confrontar la información que reportan. A diferencia del RNPED, el nuevo registro es restrictivo y poco transparente para su consulta, no se puede verificar la información. Es necesario contar con la posibilidad de verificación, sino será un falso ejercicio de transparencia”, escribió Jorge Verástegui, abogado y activista en la búsqueda de personas, en su cuenta de Twitter. Posteriormente, en entrevista, explicó que la necesidad de que ese registro sea libre, descargable, con formatos abiertos, es por la transparencia y certidumbre de información. 11


El RNPED que estuvo activo hasta el año 2018, tenía los datos descargables lo que permitió que usuarios hicieran informes sobre anomalías: por ejemplo, que personas reportadas como desaparecidas no estaban en el registro. “La importancia de que se puedan verificar va hacia allá. Saber si nuestros desaparecidos que ya tienen denuncia están o no en el registro y poder confrontar con la información que se tiene desde colectivos, familias, porque si no se vuelve un acto de fe si los datos corresponden con la realidad. Y eso ayudaría a saber qué estados no están proporcionando la información, mediante una confronta que pudieran hacer los colectivos. Por eso creemos que es importante que se puedan descargar, procesar, y que cualquier persona pueda verificar la información”. Verástegui reconoció el esfuerzo de informar periódicamente, pero señaló que aún falta trabajar en la confiabilidad de la información. “La confianza se tiene que ganar, me parecen positivos los informes, pero creo que al final no logran establecer una acción más contundente desde lo nacional y jalar el trabajo de los estados. Esperaría que de esa información surja un análisis de contexto y surjan estrategias de búsqueda”. La versión pública del registro permite saber condiciones como: lugar, género, edad, pertenencia a comunidad indígena, lengua, nacionalidad, discapacidad. Desde el inicio de la actual administración a la fecha, se han encontrado mil 143 fosas clandestinas (28 por ciento del total) y se han exhumado mil 682 cuerpos. De ellos, 42 por ciento han sido identificados y solo 25 por ciento han sido entregados a sus deudos.

Más de 80 mil desaparecidos

Jacobo Dayán - Aristegui Noticias - jul 14, 2020 El Estado mexicano sigue sin poder saber ni siquiera cuántas personas desaparecidas hay en el país. Se trata de un fenómeno que tiene más de 50 años y que se recrudeció a partir de la lamentable guerra contra las drogas de Felipe Cal12


derón. Al final de esa administración se filtró a The Washington Post la lista de más de 26 mil personas desaparecidas que se pretendía ocultar. Seis años después terminó el gobierno de Enrique Peña Nieto con un pésimo registro de personas desaparecidas. En abril de 2018 dejaron de reportar esas cifras que alcanzaron las 40,180 personas desaparecidas. Ambos gobiernos no pudieron ni quisieron tener un registro confiable. La cifra real era y es muy superior. Por segunda ocasión la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) de este gobierno ofrece cifras actualizadas. El día de ayer presentó el Informe sobre búsqueda, identificación y versión pública del registro de personas desaparecidas. Algunos datos a destacar del informe son que de diciembre de 2006 al día de ayer se habían hallado 3,978 fosas clandestinas con 6,625 cuerpos. De los años 60 a la fecha hay 73,201 personas que permanecen desaparecidas (la cifra se actualiza en línea por las fiscalías), 1,523 de esas personas fueron desaparecidas entre 1964 y 2005. La forma de reportar genera mucha confusión. El total de personas desaparecidas, localizadas y no localizadas, es 174,844. Permanecen desaparecidas 73,201 y 6,401 fueron encontradas sin vida. Estos rubros generan una falsa impresión. Las personas desaparecidas no son 73,201. A esa cifra habría que sumar las que fueron encontradas sin vida ya que también fueron desaparecidas. Otra cifra que se debería sumar es la de algunos de los encontrados con vida ya que aquí se encuentran agrupadas algunas personas desaparecidas (trata, desaparición forzada, secuestro, etc.) que fueron encontradas con vida y también están aquellas no localizadas o extraviadas que fueron encontradas (pero que no fueron desaparecidas). Por lo anterior, la cifra de personas desaparecidas en México es al menos de 79,602 (73,201 + 6,401). Esta información sigue siendo incompleta. Sin saber los detalles solo informaron que falta incorporar registros de seis fiscalías: Guanajuato, Baja California, Aguascalientes, Tabasco, Sonora y Tlaxcala. Dos más han entregado información incompleta: Campeche y Durango. Otro faltante de información es el del número de cuerpos y fragmentos por identificar, un censo de fosas clandestinas en el país y 13


de fosas clandestinas de las fiscalías (hay que recordar el caso de Tetelcingo). Esto le corresponde a la Fiscalía General de la República (FGR) que simplemente se ha negado a reportar. Es importante la aclaración de que toda esta información es de reportes de desaparición de las fiscalías del país. La cifra real de desaparecidos es mucho mayor ya que la cifra negra sigue siendo muy alta como lo reportan los colectivos de familiares de desaparecidos. En la presentación se hizo énfasis en la evolución de las desapariciones. Mientras en 2018 hubieron 6,936 y en 2019 7,350, en lo que va de 2020 la cifra es de 2,394. Esta reducción tiene su origen en la pandemia no en logros del gobierno. Mientras las ejecuciones se han incrementado, las desapariciones han disminuido ya que al estar confinada la población la incidencia de secuestro y trata disminuye, al igual que las denuncias. Tan claro es esto que la disminución en 2020 comenzó de manera importante hasta abril. Algo presentado como gran logro es en realidad un gran fracaso. Se han identificación 712 cuerpos en 19 meses (diciembre 18 – junio 20) lo que arroja una cifra de 37.47 identificaciones por mes. Hace 2 años había 35 mil cuerpos por identificar (no han actualizado esa cifra) a los que habría que sumar los fragmentos óseos por identificar (no han informado de esta cifra). Identificar esos 35 mil cuerpos a este ritmo, es decir procesar el rezago, llevaría 934 meses (78 años). Eso sin contar lo que se vaya acumulando. La deuda es de Estado, no de gobierno. La obligación de este gobierno, como de cualquier otro, es dar respuesta a los problemas propios y los heredados. No es excusa que el problema sea viejo. Informaron que no se hará pública la base de datos y solo está a disposición de la ciudadanía la herramienta para consultarla. Podría hacerse pública resguardando datos personales. Sin la base de datos resulta imposible corroborar lo presentado. El gobierno pide que creamos sin posibilidad de revisar y validar. Hubo una mención sutil a un problema hondo entre la CNB y la FGR. Esta última se niega a reconocer el derecho de toda persona a ser buscada. Elemento central del Protocolo homologado de búsqueda elaborado por la CNB. La FGR quiere regresar a argumentos de hace 50 años. Esa es la procuración de justicia del país. 14


A todo este horror habrá que sumar una casi absoluta impunidad y falta de verdad. Lo que nos lleva de vuelta a la urgencia de mecanismos extraordinarios de verdad y justicia que el gobierno, al igual que los dos anteriores, se niega a implementar. El Mecanismo extraordinario de identificación forense que se plantea es insuficiente para desahogar el rezago de cuerpos y fragmentos por identificar. Los modelos de reparación no se ajustan a la realidad y dimensión de la crisis humanitaria. Urgen modelos administrativos de reparación y énfasis en reparaciones colectivas. Adicionalmente debe operar el Sistema Nacional de Atención a Víctimas y no recargar todo en el sistema de las CEAV. Tanto la búsqueda como la reparación deben ser bajo un modelo nacional y no federal. Los modelos actuales generan trato diferenciado y problemas de articulación. El problema es nacional, así debe responderse. Este diagnóstico y posibles soluciones lo han tenido 3 administraciones. Las 3 se han negado a implementarlas. Por último, es importante reconocer el esfuerzo de la CNB para tener un registro público que se alimenta en línea y que puede ser consultado con distintos filtros de análisis. Debería reconsiderar hacer pública la base de datos. Es obligación de las fiscalías del país, incluida la FGR, alimentar este sistema y entrar el resto de información que les corresponde. Si no se sabe cuántos son las y los desaparecidos y quiénes son, será imposible hacer búsquedas serias. Vivimos en un país en que por la mañana se anuncia que hay más de 80 mil personas desaparecidas y en el resto del día y los días subsecuentes no ocurre nada.

Desaparición y represión en Guanajuato

Fabrizio Lorusso* - La Jornada - Sábado 11 de julio de 2020 El 9 de julio, más de 120 familias del colectivo A Tu Encuentro, que buscan a personas desaparecidas en Guanajuato, instalaron un plantón fuera del Teatro Juárez de la capital estatal, pidiendo ser atendidas por el gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, en rechazo a la elección del titular de la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas, Héctor Díaz Esquerra. 15


El 3 de julio, el titular del Ejecutivo estatal había nombrado a Esquerra, a propuesta de la Secretaría de Gobierno, como comisionado, tras un proceso de selección que, según el Observatorio de Designaciones Públicas, organizaciones y colectivos del país, no cumplió con los estándares de transparencia, rendición de cuentas y participación ciudadana, ameritando ser repuesto ( tiny.cc/q5fasz). A Tu Encuentro también demanda mesas de trabajo sobre atención a víctimas, búsqueda e investigación con metodología clara; reponer el proceso de selección del comisionado, quien, según comunicaron públicamente ( tiny.cc/2agasz), tiene perfil administrativo, sin experiencia en búsqueda, y no ha acompañado a colectivos del estado, y una disculpa pública del gobernador por unos casos de hostigamiento a las víctimas y la falta de investigación y mecanismos de reparación y no repetición. El viernes 10, unas 60 personas de A Tu Encuentro marchaban pacíficamente con las lonas de sus seres queridos en la entrada de la ciudad y fueron reprimidas violentamente por integrantes de la policía estatal: tres buscadoras, una activista y un visitador de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) fueron detenidos y liberados en la tarde, y otra quedó herida ( tiny.cc/z0gasz). “Ante los hechos ocurridos en #Guanajuato, la ONU-DH hace un llamado a respetar el derecho a la manifestación e investigar las alegaciones de un posible uso excesivo de la fuerza y de detenciones arbitrarias, y la actuación de la policía”, comentó este organismo en Twitter. También la CNDH, el Frente por la Libertad de Expresión y la Protesta Social y decenas de organizaciones han condenado lo sucedido. Históricamente, las autoridades de Guanajuato han subestimado la gravedad de las desapariciones en la entidad, pese a que hay entre mil y 2 mil personas cuyo paradero se desconoce. La fiscalía ha negado la presencia de fosas clandestinas, aunque investigaciones hemerográficas confirman la presencia de al menos 105 sitios de este tipo. La tendencia ha sido la criminalización de las víctimas y el ninguneo institucional hacia las familias en búsqueda de las y los desaparecidos. Mientras los empresarios guanajuatenses difundían un comunicado de corte paternal-diazordacista, apelando a la paz, el orden y el 16


estado de derecho (sic), la Secretaría de Gobierno (SG) de Guanajuato, en respuesta al plantón y a la marcha, anunciaba el supuesto cumplimiento de los compromisos generados el 16 de enero por el gobernador en su encuentro con los colectivos: un fondo de 10 millones de pesos para la atención a familias de desaparecidos, difusión de fotos en el portal de SG, Ley Estatal de Búsqueda de Personas Desaparecidas y reuniones con la fiscalía estatal. El problema es que los acuerdos no fueron propiamente éstos y, además, su cumplimiento es cuestionable. El fondo no era puramente “de atención”, sino que debía ser para ayudas urgentes y, sobre todo, la integración de mesas de trabajo, según el modelo de Coahuila o Nuevo León, con tomadores de decisiones de gobierno y fiscalía, colectivos, expertos y familias de personas desaparecidas para poner en marcha rápidamente medidas de apoyo económico, legal y sicosocial de manera integral, estructural y participativa, siguiendo una metodología que se envió a la SG, sin obtener respuesta satisfactoria. Aunque hubo reuniones de unos colectivos y representantes con fiscales y otras instancias, las mesas son mecanismos más estables, transparentes y efectivas. Si bien hubo apoyos a cierto número de familias del estado en estos meses, han sido pocos, erráticos y selectivos. El gobierno no ha dado el paso para salir de lo asistencial y lo discrecional y fijar verdaderas políticas públicas, dignas y universales para las víctimas, junto con las familias. La promesa de dar difusión a los casos quedó reducida a un micrositio institucional que no integra ninguna base de datos, contiene sólo un centenar de fichas y no se liga a un verdadero plan de comunicación masiva, que sí había sido comprometido en la mencionada reunión. La fiscalía aún no da a conocer datos sobre personas desaparecidas. La ley de búsqueda fue aprobada por el Congreso, no por el Ejecutivo, quien hubiera podido crear, en cambio, ya en enero, una comisión de búsqueda por decreto con el fin de desahogar los casos más apremiantes. Esta opción fue apoyada por los colectivos A Tu Encuentro, Búscame, Justicia y Esperanza, pero fue descartada. Si bien se eliminó la categoría de persona no localizada, que es un avance, el proceso no consideró la participación de las familias de mane17


ra satisfactoria. De 12 reservas a la ley presentadas por colectivos, académicos y organizaciones, ninguna fue aprobada por la mayoría panista del Congreso, quedando fuera la definición de “fosa clandestina”, la ampliación de atribuciones de la comisión y la fiscalía especializada o el fondo ad hoc para la búsqueda. *Periodista italiano

Escuela primaria Samir Flores Soberanes

Gloria Muñoz Ramírez - La Jornada - Los de abajo - 11 de julio de 2020 La primera generación conformada por 19 niños y niñas de la escuela primaria Samir Flores Soberanes, de Amilcingo, Morelos, terminó su ciclo escolar con la omnipresencia del defensor del territorio nahua del que no sólo llevan el nombre, sino su historia y legado. Se trata de una generación de niños y niñas forjados al calor de la lucha contra la termoeléctrica, el gasoducto y el acueducto que conforman el Proyecto Integral Morelos (PIM). Crecieron teniendo a Samir Flores como maestro y guía, fue quien les enseñó a plantar árboles en la barranca y quien les dio clases de historia de su pueblo. Son los mismos niños que acudieron llorando a su entierro el 21 de febrero de 2019, un día después de que fue asesinado. Son los mismos que en el primer aniversario del crimen que permanece impune, develaron orgullosos el antimonumento de su antimaestro en la entrada de una escuela que es parte de la lucha. En la defensa de la entonces llamada Escuela del Centro, se conformó el Comité de Padres de Familia que se enfrentó al grupo de choque de la Central Campesina Cardenista. Con el pretexto de los sismos de 2017, las autoridades querían derrumbar la escuela para que el alumnado se trasladara a una primaria construida para quienes están a favor del PIM, específicamente de la construcción de un gasoducto en estas tierras, pero la resistencia del pueblo ganó y luego de más de un año de trabajar con maestros voluntarios, entre ellos el propio Samir, se logró el reconocimiento de la escuela que ahora lleva su nombre, como lo llevan los diplomas oficiales de cada alumno egresado. Los padrinos de la generación fueron Juan Carlos Flores, abogado del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua de Mo18


relos, Puebla y Tlaxcala, y Samantha César, también integrante del Frente y de la Asamblea de Amilcingo, quienes presidieron la breve y emotiva ceremonia, a la que, por la pandemia, sólo pudieron asistir algunos de los padres y no hubo invitados. La salida de esta generación representa una victoria de la vida contra la muerte y de la alegría contra la amargura. Es la resistencia de un pueblo que, no obstante, sigue amenazado. desinformémonos.org - losylasdeabajo@yahoo.com.mx

Oportunidad histórica sobre desaparición forzada

Gilberto López y Rivas - La Jornada - Viernes 10 de julio de 2020 La Suprema Corte de Justicia de la Nación notificó, el pasado 4 de junio, la determinación de “reasumir su competencia originaria“, y conocer los recursos de revisión presentados por la Secretaría de la Defensa Nacional y la Fiscalía General de la República, así como el recurso de revisión adhesiva interpuesto por los abogados de los familiares de Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez, quedando radicado el asunto en la primera sala del máximo tribunal del país, bajo la ponencia de la ministra Ana Margarita Ríos Farjat. En consecuencia, la Suprema Corte resolverá en definitiva el juicio de amparo iniciado desde 2013 por la desaparición forzada de estos dos integrantes del Partido Democrático Popular Revolucionario-Ejército Popular Revolucionario (PDPR-EPR), el 25 de mayo de 2007, por agentes del Estado, particularmente del Ejército mexicano y de la Policía Ministerial de Oaxaca, conforme a la sentencia de primera instancia de dicho juicio. La sentencia definitiva que emita la SCJN podría ser el momento largamente esperado de fijar criterios obligatorios para todos los casos presentes y futuros, en cuanto a las facultades de los jueces de distrito en procesos judiciales en que se reclame y sospeche que una persona ha sufrido desapariciónforzada, con la precisión de los márgenes que rigen su actuación, así como los lineamientos con 19


los que podrán ejercer la encomienda constitucional de garantes de la observancia de los derechos humanos, así como establecer los parámetros de obligaciones que pueden imponerse para lograr la reparación integral en favor de los agraviados directos y las víctimas indirectas de esas acciones. En relación con la desaparición forzada de los dos militantes de la organización revolucionaria, lo fundamental es que la Suprema Corte confirme la creación de una Comisión Especial de Búsqueda, se logre la comparecencia de los mandos militares que estaban en funciones en mayo de 2007 y que se abra cualquier instalación militar para indagar sobre ambos detenidos desaparecidos, lo cual implique la investigación y sanción a los responsables materiales e intelectuales. No puede pasar desapercibido que la resolución definitiva que se derive de este juicio, se dará en el contexto de una desaparición forzada cometida en tiempos actuales, pero siguiendo patrones históricos propios de la contrainsurgencia, como parte de las políticas estatales de guerra contra la subversión y de exterminio de la disidencia. La actuación de las fuerzas militares y policiacas se situó, con frecuencia, al margen de la ley, con la conformación de grupos clandestinos paramilitares, como la “Brigada Blanca” y “Los Halcones”, que cometieron múltiples ejecuciones extrajudiciales, secuestros, torturas y desapariciones forzadas. La Suprema Corte de Justicia de la Nación, luego de su estudio y por la gravedad del hecho, deberá resolver de manera favorable en favor de las víctimas directas e indirectas y, con ello, poner un alto a la impunidad prevaleciente para los crímenes de Estado, determinar la suerte y el paradero de ambos luchadores sociales y tener acceso real a la verdad, la justicia, la memoria y medidas de no repetición. Se han cumplido ya 13 años de impunidad, tiempo en que los responsables de perpetrar el crimen de lesa humanidad han permanecido sin juicio y castigo, manteniendo a las víctimas y sus familiares en un suplicio continuado. La decisión del máximo tribunal del país es determinante para saber si en México el Poder Judicial decide dar los pasos necesarios para terminar con la impunidad existente en esta y en las innumerables desapariciones forzadas registradas. Constituiría un avance trascendente en materia de acceso a la justicia, derecho a la verdad y de reparación integral del daño, en casos de violaciones gra20


ves de derechos humanos, como es la desaparición forzada. Por ello, el exhorto a la SCJN para resolver en definitiva y de manera favorable la desaparición forzada de los luchadores sociales del PDPR-EPR. Asimismo, está en marcha una campaña dirigida a organismos internacionales y nacionales de derechos humanos, intelectuales, personalidades honestas, organizaciones populares, indígenas, estudiantiles, personas solidarias ante las injusticias, para que se pronuncien en favor de que la SCJN resuelva el recurso de revisión en litigio con los más altos estándares internacionales en la materia, esto es, en favor de las víctimas. La Suprema Corte asume este compromiso, que podría ser histórico, en un contexto que se caracteriza por un proceso de militarización en marcha a partir de que se transfieren a las fuerzas armadas las tareas de seguridad pública, sin que el estamento castrense haya respondido ante la justicia por su participación en crímenes de Estado y lesa humanidad, que, ciertamente, ni se olvidan ni prescriben. A la memoria del compañero Heriberto Salas Amac, concejal del CNI-CIG .

T-MEC, agricultura y neoliberalismo

Luis Hernández Navarro - La Jornada - Martes 14 de julio de 2020 El huracán del libre comercio devastó el campo mexicano, arruinó a pequeños y medianos agricultores y obligó a millones de pequeños campesinos a migrar a Estados Unidos o a campos agrícolas del noroeste del país. El libre tránsito de mercancías agrícolas entre fronteras, con pocas regulaciones, puso a competir a desiguales en condiciones de igualdad. No sólo eso. Trastocó radicalmente la dieta de las clases populares provocando una epidemia de obesidad, desnutrición y diabetes, cuyas consecuencias afloran hoy con la crisis del Covid-19. Según un estudio publicado por The New York Times, “en 2015, los mexicanos compraron en promedio mil 928 calorías de comida empaquetada y bebidas al día –380 calorías más que en Estados Unidos–, más que las personas de cualquier otro país”. 21


La apertura comercial del agro comenzó antes de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en enero de 1994. La libre importación de productos agropecuarios caminó de la mano del desmantelamiento de los precios de garantía y su alineamiento con precios internacionales. El tratado fue más allá, profundizando esta liberalización. Obligó a pasar de una mera relación comercial a una abigarrada integración subordinada económica-productiva. Fue el candado que cerró la puerta de las reformas neoliberales en el agro. El TLCAN propinó un golpe demoledor al cultivo de granos y oleaginosas. México quedó a expensas de las veleidades del mercado mundial. Importamos más de 45 por ciento de los alimentos que consumimos. Estados Unidos provee casi la mitad de ellos. En 2018 se importaron 23 millones de toneladas de granos básicos, equivalentes a cerca de 4 mil 910 millones de dólares. Se compró del exterior 82.2 por ciento de maíz amarillo, 86 por ciento de arroz, 70 por de trigo, 13 por ciento de frijol y 39.3 por ciento de carne de cerdo. Muchos de estos productos son sobras. Importamos para consumo humano 6 millones de toneladas de desechos, subproductos o residuos de comida estadunidense. El tratado provocó la pérdida de unos 2 millones de empleos agrícolas. Poniendo en riesgo vida y salud, los expulsados de la tierra marcharon, sin papeles o con ellos, a la nación de la gran promesa. México se convirtió en el mayor corredor migratorio del mundo. Heroicamente, contra viento y marea, los campesinos milperos han mantenido la producción de maíz blanco. Apoyados por las remesas que reciben de sus parientes en Estados Unidos, han hecho de sus unidades económicas de producción trincheras donde mantienen vivas sus semillas, sistemas productivos y la cultura asociada a ellas. Por si fuera poco, los labriegos que disponen de mejores tierras o de agua, sufren el acoso de agentes inmobiliarios, compañías turísticas y grandes agricultores para adquirir sus predios. Y los que viven en las regiones más escarpadas, padecen la presión de las mineras que anhelan despojarlos de sus territorios y recursos naturales. Por si fuera poco, otros más viven bajo la intimidación permanente del narcotráfico con el fin de usar sus terrenos para la producción de estupefacientes. 22


Después de arrasar el viejo tejido rural, el libre comercio construyó uno nuevo, estrechamente vinculado a cadenas productivas y trasnacionales estadunidenses. En la nueva normalidad teleciana proliferaron los enclaves productores de berries y aguacate. Con la región de California con un grave problema hídrico, las empacadoras del tío Sam se trasladaron a México sin tener que pagar costos ambientales, para cultivar las hortalizas que su mercado demanda. Miles de jóvenes en el occidente mexicano se transformaron así en jornaleros a destajo, y se volvieron adictos a una especie de piedra que les permite trabajar sin descanso de sol a sol, mientras les fríe las neuronas. El país se volvió orgulloso exportador de tequila y cerveza (en manos de consorcios trasnacionales) y de camarón. Mientras, la otrora vigorosa producción de café, se desinfló como globo, golpeada por la roya y la falta de apoyos ­g ubernamentales. Si hubiera que poner un símil de la relación que se estableció con el ­TLCAN, diríamos que es un cheesecake en el que Estados Unidos pone harina de trigo, huevos, levadura, queso, crema y mantequilla, y México aporta exóticas frambuesas, vainilla y azúcar (siempre y cuando sea de caña). Lejos de revertir la naturaleza rapaz de este vasallaje agroindustrial, el nuevo tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) lo conserva, amplifica y profundiza. Le da otra vuelta de tuerca, obligando al Estado mexicano a adherirse al Acta de 1991 del Convenio de la Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales (UPOV 91), que otorga derechos de propiedad intelectual a los mejoradores de plantas –principalmente corporaciones semilleras trasnacionales– y limita el uso e intercambio de las semillas por parte de los agricultores, quienes no podrán resembrar el producto de su cosecha sin el permiso de la compañía que tiene el derecho de obtentor. Le abre aún más la puerta a los transgénicos y pone en grave riesgo a las semillas nativas y a las públicas mejoradas. En el terreno agropecuario, el T-MEC es más de lo mismo, pero peor. Es un instrumento central para que los oligopolios despojen del uso y control de las semillas campesinas a quienes las han desarrollado y cuidado durante miles de años. Es una pieza clave del orden neoliberal en la región. Twitter: @lhan55 23


Del “Black Power” al “Black Lives Matter” José Steinsleger/ III - La Jornada - Miércoles 8 de julio de 2020

La histórica Conferencia que en julio de 1967 reunió por única vez a las cinco corrientes más representativas del “Black Power” en Newark (Nueva Jersey), tuvo lugar entre el asesinato de Malcolm X (21 de febrero de 1965) y la ley del derecho al voto promulgada por el presidente Lyndon Johnson seis meses después, así como el asesinato de Martin Luther King (4 de abril de 1968). Tres años en que 100 ciudades de Estados Unidos (Los Ángeles, Chicago, Detroit, Cincinatti, Cleveland, Filadelfia), fueron pasto de las llamas, motines y saqueos, con cientos de asesinatos y miles de heridos. En México, un coletazo simbólico de aquella rebelión pudimos apreciarlo en los Juegos Olímpicos de 1968, cuando los atletas Tommie Smith y John Carlos (oro y bronce en 200 metros planos), realizaron desde lo alto del podio el saludo del “Black Power”, puño en alto enguantado en negro. Las propuestas radicales de la Conferencia de Newark, quedaron en minoría. El SNCC (siglas en inglés del Comité Coordinador de Estudiantes No-violentos) proponía el control total de las comunidades en barrios y guetos para cooptar los intereses comerciales blancos, las cortes de justicia y la policía. Y representada por los Panteras Negras instaba a formar alianzas con radicales blancos y antirracistas, dando importancia a los lazos con el tercer mundo, en lucha contra del enemigo común: el imperialismo estadunidense. Luego, alzaron vuelo las diferencias entre Huey P. Newton y Bobby Seale (fundadores del partido de los “Panteras Negras”) y el brutal choque ideológico y político entre Stokely Carmichael y Eldridge Cleaver. Stokely se exilió en Guinea junto con su esposa, la cantante Miram Makeba (la de Pata-pata), donde el presidente y líder anticolonialista Ahmed Sekou Touré (1922-84) lo nombró asesor y “vicepresidente honorario” del país. Allí murió de un cáncer de próstata, a los 51 años (Conakry, 1998). Por su lado, Eldridge Cleaver (autor de Alma encadenada, libro extraordinario escrito en prisión y publicado por Siglo XXI en 1974), 24


arrojó la toalla. Después de su exilio en Cuba, Argelia y Francia, regresó a Estados Unidos (1975) y se entregó a la FBI. Cleaver pasó una temporada en la cárcel y terminó defendiendo el sionismo israelí, atacando a los árabes por “esclavistas”, adhiriendo a la secta anticomunista Moon, y haciéndose mormón y republicano conservador hasta su muerte, a los 62 años (California, 1998). Asimismo, Huey P. Newton tuvo un triste y desquiciado final. En 1977 regresó de su exilio en Cuba, se entregó a la FBI, fue juzgado y encarcelado varias veces, y asesinado en un confuso episodio de drogas, armado por la FBI (Oakland, 1989). Y Bobby Seale (84 años) vive en Oakland. En 1987, Seale publicó la autobiografía A lonely rage ( Rabia solitaria), escribe libros de cocina, es consejero de una fábrica de helados, trabaja en los barrios pobres y, posiblemente, quedó enterado de que el escritor chileno Roberto Bolaño (un commodity literario inflado por la industria editorial española) lo pintó con crueldad en la novela 2666, que mereció el calculado elogio de Oprah Winfrey, superstar negra de la tv estadunidense. Volvamos a la Conferencia de Newark, y las tres corrientes opuestas a las “Panteras Negras” y el SNCC: Capitalismo negro. Defendido por nacionalistas musulmanes que criticaban la caridad gubernamental y llamaba a los blancos a que proporcionaran capital y créditos a los hombres de negocios negros. Participación electoral. Suerte de “política étnica” cuyo objetivo apuntaba a colocar a hombres negros, en cargos públicos. Integración. Esfuerzo organizado, en lugar de individual, para entrar en el sistema (buscar posiciones altas en empresas, obispados, decanatos de catedrales, superintendencias de escuelas, bancos, tiendas, compañías de inversiones, bufetes jurídicos, agencias cívicas gubernamentales y fábricas). En la campaña presidencial de 1968, Robert Kennedy (demócrata) y Richard Nixon (republicano), prestaron mucha atención a los puntos referidos. Kennedy logró que militantes negros de Indiana trabajaran en su equipo, pero fue asesinado en junio de aquel lóbrego año. Y Nixon pedía “más propiedad negra, orgullo negro, empleos negros… poder negro en el sentido más constructivo”. 25


Según Nixon, los militantes negros debían esforzarse por convertirse en capitalistas “para participar en la riqueza”. Una posición que la revista Ebony, dirigida a la clase media negra y orientada hacia la integración, sostenía desde inicios de 1968. Roy Innis, director nacional del Congreso por la Igualdad Racial (CORE, por sus siglas en inglés), describió a Nixon como “el único candidato que entendía las aspiraciones de los negros”. Pero su gobierno frenó los progresos realizados, dando razón a los radicales: “una cara negra en un cargo público, no es poder negro”.

La cena, el T-MEC y el factor AMLO Carlos Fazio - La Jornada - Lunes 13 de julio de 2020

En plena fase de decadencia de la hegemonía global estadunidense, la cena en la Casa Blanca entre dos jefes de Estado a quienes se caracteriza con atributos populistas y un puñado de plutócratas, estuvo cargada de simbolismos pueriles y buenos modales. Pero más allá del pragmatismo y los dislates retóricos de corte nacionalista, proteccionista y paternalista de Donald Trump y Andrés Manuel López Obrador, la sacralización del T-MEC da continuidad al enfoque neoliberal del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) suscrito por Carlos Salinas de Gortari, y profundiza el destino de México como país subordinado, dependiente y maquilador. Como dice Cas Mudde, populismo es una “palabrita” que parece ubicua en estos tiempos; todo el mundo la utiliza, pero de muchas maneras distintas. Según Mudde, populismo es una ideología de núcleo poroso que considera que la sociedad está dividida básicamente entre dos grupos homogéneos y antagónicos −el pueblo “puro” y la “élite corrupta”− y que postula que la política debería ser una expresión de la “voluntad general” del pueblo (idea tomada de Jacobo Rousseau, con quien los populistas comparten su crítica al gobierno representativo y su preferencia por la democracia directa). No obstante, aclara que esa tendencia suele conjugarse con otros rasgos ideológicos. En el caso de Trump, encarnaría un populismo de derecha radical, de corte autoritario y nativista, aunque 26


Mudde considera una “exageración” −e incluso una “falsedad”− calificar su victoria electoral en EU como un triunfo “populista”. En el caso de AMLO −que Mudde no aborda−, podrían combinarse elementos populistas, como el liderazgo carismático y caudillista, el diálogo con su base social y la lucha contra la corrupción, con rasgos de corte socialdemócrata y en pro de un estado de bienestar. A su vez, la presencia en la cena de los magnates mexicanos Carlos Slim (Grupo Carso) y Ricardo Salinas Pliego (Tv Azteca) −conspicuos integrantes de lo que Citigroup [considerado por Noam Chomsky uno de los bancos de inversión más corruptos del mundo] denominó como plutonomía, concepto opuesto a cualquier forma de democracia−, junto a banqueros como Carlos Hank González (Banorte) y altos ejecutivos de consorcios mediáticos como Bernardo Gómez (Televisa); Francisco González (Grupo Multimedios) y Olegario Vázquez Aldir (Grupo Imagen), quienes tuvieron como contraparte a dirigentes de corporaciones estadunidenses de las áreas militar (Lockheed Martin), energética (Sempra, Shell, Cabot Oil & Gas Corporation), acerera (Nucor), automotriz (Ford) y electrónica (Intel), entre otras, explica el principal objetivo del encuentro Trump-AMLO en el marco de la actual guerra económico-financiera de EU contra China. En el contexto de la guerra de clase (Warren Buffett dixit) que libra la plutocracia contra el resto de la humanidad, el T-MEC trumpiano –“el acuerdo comercial más grande, más justo y más balanceado jamás negociado” festejó su entrada en vigor el jefe de la Oficina Oval− es un instrumento al servicio de la plutonomía y está dirigido a profundizar la territorialidad de la dominación capitalista. Eso explica el engrudo de plutócratas y populistas la noche del 8 de julio en Washington, y también, el posterior aval del Consejo Coordinador Empresarial y de los “chicos rudos” de la prensa hegemónica conservadora mexicana, a la actuación de AMLO en EU. Como ha señalado en estas páginas John Saxe-Fernández, la renegociación del T-MEC “estuvo plagada de claudicaciones tipo Estado vasallo”, y en su redacción final quedó consignado “un estatuto de supeditación colonial de México, que abre espacios en el sector de la energía y los recursos naturales al gusto de la Casa Blanca”, con grave riesgo para la independencia y soberanía de la nación mexicana. Lo que exhibe una contradicción con las medidas iniciales de rescate histórico del sector energético (Pemex y la Comisión 27


Federal de Electricidad), que AMLO ha buscado colocar de nuevo en función del interés público nacional por su carácter ­e stratégico. Además, como han denunciado entre otros Chomsky, Josefina Morales, Manuel Pérez Rocha Loyo y Saxe-Fernández, el T-MEC es un acuerdo proteccionista que da apoyo estatal a grandes conglomerados depredadores y contaminantes, que seguirán impactando comunidades mexicanas amenazadas por proyectos de industrias extractivistas –incluidas las del petróleo, el gas y la minería−, como las que están asentadas en el sur-sureste del país, área de los megaproyectos de infraestructura denominados Tren Maya y Corredor Transístmico. Con el agravante de que en el T-MEC, el sistema para solución de controversias entre los inversores corporativos privados y el Estado mexicano −específicamente para contratos gubernamentales cubiertos relacionados con los sectores de petróleo y gas, generación de energía, telecomunicaciones, transporte e infraestructura−, seguirán estando sujetos a las protecciones originales del capítulo 11 del TLCAN, y cualquier demanda de las empresas deberá dirimirse en tribunales “supranacionales”. Todo lo cual imposibilita que el gobierno de AMLO pueda realizar cambios a la contrarreforma energética privatizadora de Enrique Peña Nieto y el Pacto por México (PRI, PAN, PRD); deja vía libre al despojo de territorios y bienes comunes, y profundiza la “silicolonización” de los oligopolios del big tech en México, en el marco del capitalismo de la vigilancia de cara a la confrontación de EU con China.

Filopodio coronavirus

Lydiette Carrión - piedepagina.mx - La Trama Previa - 11 julio, 2020 Las notas periodísticas narraron el hallazgo con toda la estridencia de una película de horror: el coronavirus “zombifica” las células. Les hace crecer bracitos para infectar otras células más. El SARS-Cov-2 es un coronavirus no deja de sorprender. Hace unas semanas se difundieron unas fotografías de células infectadas de covid-19. Ahí se aprecia cómo esta enfermedad reescribe las instruccio28


nes que cada célula tiene programada (ahora sí que el coronavirus se comporta como un virus de computadora) y obliga a la célula a “crecer” unos bracitos o ramitas para alcanzar e infectar nuevas células. Las notas periodísticas narraron el hallazgo con toda la estridencia de una película de horror: el coronavirus “zombifica” las células, advertía un titular. El coronavirus “secuestra” las células. Aunque la traducción que hago a esta nota no es la adecuada. En inglés en original usan el verbo “hijack”, que sería algo así como secuestrar (un avión, por ejemplo) y conducirlo. Luego, citan a un científico: “El coronavirus es más ‘perturbador’ de lo que pensábamos”. Los Angeles Times incluso titula así su nota: “Adentro del cuerpo, el coronavirus es aún más siniestro de lo que científicos pensaban”. Siniestro: 1. adj. Dicho de una parte o de un sitio: Que está a la mano izquierda. 2. adj. Avieso y malintencionado. 3. adj. Infeliz, funesto o aciago. Me pregunto: ¿Es posible calificar un virus de avieso o malintencionado?, ¿o de infeliz, funesto, aciago? ¿Tiene la naturaleza un lado siniestro? Hijack-secuestrar-tomar control Pensé en esas hormiguitas de alguna selvas tropicales que, una vez infectadas con las esporas de determinado hongo, son obligadas a viajar a un lugar del agrado del hongo, para ahí morir y servir de alimento para la nueva colonia fungus. También recordé películas hollywoodenses sobre alienígenas que toman control de las mentes humanas. Invación. Infección. Hijacking La publicación Live Science escribe el halazgo de manera accesible y aquí hago una traducción e interpretación: En el estudio, los investigadores analizaron células de monos infectadas in vitro. Y se encontró que hubo cambios muy importantes en un proceso llamado fosforilación. La fosforilación es un proceso común en las células; se le llama así porque una proteína llamada quinasa se une a un grupo fosforilo (que es un átomo de fósforo unido a tres oxígenos) de otras proteínas. 29


Este proceso pone en marcha o detiene enzimas y receptores de las células. Y es «extremadamente importante»; ya que así se inicia la división celular, el crecimiento celular, el desarrollo y su envejecimiento. Un mal funcionamiento se traduce en enfermedad, en todo tumores. Todo esto lo narra Live Science y cita un artículo publicado en junio de 2017 en el International Journal of Medicina Molecular. Resumiendo, la fosforilación sirve como el tablero de un avión: para manejar la célula. Y el virus lo secuestra y lo manipula. Los bracitos Las notas periodísticas siguieron hablando de maldad, del virus siniestro, etcétera. Pero hay un dato que es poco destacado: otros virus, incluido el virus de inmunodeficiencia adquirida (VIH) y algunos de los que causan influenza también tienen este efecto: ramitas o bracitos con el fin de infectar. Otras enfermedades también transforman el ADN o el comportamiento celular. De hecho son muchísimos los factores que pueden influir en el comportamiento genético. A lo que me lleva a pensar que los reporteros, la prensa, nacional, internacional, nos acercamos de manera ingenua a la ciencia y la naturaleza de la enfermedad. En qué momento se construyó la idea de que un ser vivo no entra en profunda interacción con otros. Herencia del positivismo Hace unos meses, cuando todavía se podía hablar cara a cara con la gente, un amigo biólogo platicaba que en su disciplina había una discusión añeja sobre los límites de la vida. Los positivistas, occidentales, que aseguraban que los límites se encuentran en cada individuo. Otros, quienes advertían que la vida del individuo no inicia ni termina en el individuo mismo. Que éste no es sin las relaciones con otras especies. Un ejemplo claro seríamos nosotros, los seres humanos, y nuestra flora intestinal: aproximadamente 2 kilos de bacterias que viven en nuestro intestino, sin las cuales moriríamos. ¿Soy yo sola o soy yo y las bacterias que me habitan sin las cuales no puedo vivir? ¿Dónde empieza y dónde termina mi vida? Si yo soy un individuo –indivisible–, eso ¿incluye las bacterias sobre mi piel, los virus que 30


me han infectado y siguen “conviviendo” conmigo, el fuego que me brota en el labio cada que me bajan las defensas? La ilusión del yo Un estudio advierte «Jamás hemos sido individuos«: “La noción de «individuo biológico» es crucial para los estudios de genética, inmunología, evolución, desarrollo, anatomía y fisiología. Cada una de estas subdisciplinas biológicas tiene una concepción específica de la individualidad, que históricamente ha proporcionado contextos conceptuales para integrar datos nuevos. «Sin embargo, durante la última década, el análisis de ácido nucleico, especialmente la secuenciación genómica y las técnicas de ARN, han desafiado cada una de estas definiciones disciplinarias; y es que han encontrado interacciones significativas de animales y plantas con microorganismos simbióticos que interrumpen los límites que hasta ahora habían caracterizado al individuo biológico. «Los animales no pueden ser considerados individuos por criterios anatómicos o fisiológicos, porque hay una diversidad de simbiontes presentes y funcionales para completar las rutas metabólicas y cumplir otras funciones fisiológicas. Del mismo modo, estos nuevos estudios han demostrado que el desarrollo animal es incompleto sin simbiontes. Los simbiontes también constituyen un segundo modo de herencia genética, que proporciona una variación genética para la selección natural”. Los bracitos del covid parecen un recordatorio inquietante de esto: Nuestra ilusión de ser individuos es eso, una ilusión. Siempre hay otros que nos hacen y transforman, a veces para nuestro beneficio, otras, no. El estudio completo sobre “los bracitos” que provoca en covid-19 se encuentra aquí. https://www.cell.com/cell/fulltext/S0092-8674(20)30811-4 https://blogs.bu.edu/ait/files/2012/12/SymbioticViewQRB.pdf 31


La potencia del movimiento indígena ante Trump Daliri Oropeza - piedepagina.mx - 8 julio, 2020 Microfilme Postal

El movimiento indígena en Estados Unidos se vigoriza de diferentes maneras cuando se trata de defender las reservas o territorios ancestrales. Esta vez mostraron su potencia en la conmemoración del 4 de julio, ya en campaña presidencial de Trump, en el Monte Rushmore Mientras Trump celebra la independencia de Estados Unidos, a lo lejos, Caballo Loco lo observa. El presidente fanfarronea en el Monte Rushmore, debajo de rostros de 18 metros de altura de los presidentes estadounidenses George Washington, Thomas Jefferson, Theodore Roosevelt y Abraham Lincoln. Ni si quiera menciona que es territorio Lakota Siux. Desafiante, sin cubrebocas, sin sana distancia, demuestra con su equipo que son machos y poderosos. El monigote blanco habla de los monumentos y la historia que una “mafia enojada” y “despiadada” quieren borrar. Llamó a “proteger nuestros monumentos, arrestar a los alborotadores y enjuiciar a los delincuentes con el máximo alcance de la ley”. Llegó en Helicóptero pues sabía que por tierra no podría llegar. Las naciones indígenas pidieron a Trump cancelar la “celebración del Día de la Independencia” en el Monte Rushmore. Por décadas han pedido la eliminación del monumento tallado y diseñado por un escultor vinculado al Ku Klux Klan. Consideran que primero fue un robo y luego un atropello tallar los rostros de personas blancas, colonizadoras, genocidas les han llamado. Por eso realizaron una protesta que detuvo el tránsito por más de 3 horas e impidió el paso de varios autos de la caravana de republicanos que viajaban al dichoso memorial con cuatro cabezas gigantes en el Monte Rushmore. Luego llegaron policías a reprimir. Por esta protesta detuvieron a varias personas documentalistas, entre ellas del colectivo de documentalistas NDN. 32


“Encontramos ese poder de nuestros antepasados”, dijeron los lakotas ese día. El presidente de Estados Unidos olvida que el coronel Cluster, enviado para combatir en las “guerras Indias” en 1867, murió en ese mismo territorio en la batalla de Little Bighorn: el ejército contra la unión de tres naciones indias que comparten territorio encabezadas por Caballo Loco y Toro Sentado. Se unieron la nación Lakota, Cheyenne y Arapaho en el norte de EU. Trump también olvida que en 2016, la unión de más de 300 naciones nativas americanas reconocidas federalmente frenó un gasoducto. Hablo del Dakota Access Pipeline, que cruzaría los ríos Missouri y Mississippi en la zona de la reserva de Standing Rock. Como hace mucho no sucedía, esta unión avivó del Movimiento Indígena Estadounidense (o Movimiento Indio Americano como es su traducción literal) de los años 70. No creo que Trump quiera proteger el monumento que lo observa desde las Colinas Negras. Más allá de las gigantes narices talladas sobre la monumental montaña Rushmore, hay una estatua que vigila y observa sus movimientos. Es el monumento en memoria de Caballo Loco, con más de 26 metros de altura, a menos de 30 kilómetros de distancia de donde celebra el 4 de julio. Sabe que Trump reitera lo que, en historia de este país, han llamado Setteler Colonialism: sacar, obligar a migrar, desplazar poblaciones enteras para quedarse con las tierras a perpetuidad. El Setteler Colonialism busca reemplazar a toda la población originaria de un territorio colonizado, con nuevos asentamientos de colonos a perpetuidad. Para ello, se debe erradicar a la población original. Puede estar apoyado de una autoridad externa o imperial. Por eso su traducción literal es Colonialismo de colonos. Quitarles la tierra y controlarla (aunque su objetivo —antes o ahora—no sea necesariamente explotar los recursos). Implica grandes migraciones y desplazamientos. De ahí, que las reservas indígenas de Estados Unidos son una forma específica de tenencia de la tierra, equivalente (por usar un símil) 33


a lo que en México llamamos propiedad comunal. Surgieron de la violenta expansión del Colonialismo de colonos y el control territorial de blancos europeos sobre los territorios indígenas, con ello la reordenación «negociada» del espacio entre colonizadores e indios posterior a ella. Son el territorio que conservan los pueblos originarios que sobrevivieron al despojo. En 1868 el gobierno de EU prometió a la nación Lakota Siux perpetuidad de su territorio, incluidas las Black Hills o Colinas Negras. Esa perpetuidad se acabó cuando encontraron oro. Luego de que se establecieron los exploradores de minerales, el gobierno federal obligó a los sioux a renunciar a la parte de Colinas Negras de su reserva. Pero ahí está Caballo loco, con su rostro monumental también tallado en la montaña. Una escultura inacabada, controvertida, que juega un papel fundamental hoy. Las reservas nacieron por la firma de tratados y las Órdenes Ejecutivas. Con los indígenas desarmados, las reservas pasaron a ser iniciativas gubernamentales que daban tierra a los indios como un acto de caridad. Aunque esta tierra que les “otorgaban” siempre fue parte de su territorio indígena. Desde el punto de vista político, las reservas están sobrepuestas a los estados de la unión americana, creados, en la mayoría de los casos, después de las reservas. Están bajo el régimen de los poderes federales y estatales, aunque las naciones pueden tomar decisiones sobre ellas. Por eso fue importante que los habitantes lakotas bloquearan el paso a los republicanos, en señal de que es su propio territorio a donde quieren entrar. Por eso lakota sioux consideran que es un insulto que hayan hecho un memorial en el monte Rushmore, donde ahora Trump celebra “independencia”, pues fue construido y tallado en tierras que el gobierno les quitó. Las Colinas Negras son tierra sagrada donde los lakota siux hacen ceremonias y continúan asistiendo para su realización. Además consideran que es un monumento que celebra a los colonos europeos que mataron a los indígenas y se apropiaron de sus tierras.

34


El fin de semana fue de protesta, de ceremonia en Colinas Negras y en el Monte Rushmore para las naciones Lakota y Siux. Los ojos —el espíritu— de Caballo Loco están presentes. Mientras Trump y su comitiva se imponen en el “día de la independencia”, los indígenas y su movimiento muestran la potencia de su espiritualidad y organización como defensa del territorio. Mientras, siguen cayendo estatuas de colonizadores en EU, ahora en Baltimore cayó Colón.

Cascada en la reserva de esta nacion Séneca, zona de los 7 lagos, colindante con Canadá en el estado de Nueva York. Foto:Daliri Oropeza


RECOPILATORIO CAMINOS DE LA AUTONOMÍA BAJO LA TORMENTA 15 de julio 2020


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.