Recopilatorio 19 de mayo

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CAMINOS DE LA AUTONOMÍA BAJO LA TORMENTA 19 de mayo de 2021



¡Delfines! Mayo del 2021. Fueron momentos dramáticos. Acorralado, entre cabos sueltos y la borda, el bichito amenazaba con su lanza a la tripulación, mientras de reojo observaba al mar embravecido, donde un Kraken, de la especie “kraken escarabujos” –especialista en comer escarabajos-, acechaba. Entonces, se armó de valor el intrépido polizón, alzó sus múltiples brazos al cielo y su voz rugió, opacando el ruido de las olas al chocar contra el casco de La Montaña: Ich bin der Stahlkäfer, der Größte, der Beste! Beachtung! Hör auf meine Worte¡ (¡yo soy el escarabajo de acero, el más grande, el mejor. ¡Atención! ¡Escuchad mis palabras!) La tripulación se detuvo en seco. No porque un insecto esquizofrénico les retara con un mondadientes y una tapita de plástico. Tampoco porque les hablara en alemán. Fue porque el escuchar su lengua materna, después de años de escuchar sólo el español tropical costeño, les transportó a su tierra como por un raro encantamiento. Gabriela diría después que el alemán del bichito estaba más cerca del alemán de un migrante iraní que del Fausto de Goethe. El capitán defendió al polizón, alegando que su alemán era perfectamente entendible. Y, como donde manda capitán no gobierna Gabriela, Ete y Karl aprobaron, y Edwin, aunque sólo entendió la palabra “cumbia”, estuvo de acuerdo. Así que lo que les narro, es la versión del bicho traducida del alemán: -* “El titubeo de mis atacantes me dio tiempo para rehacer mi estrategia defensiva, recomponer mi armadura (porque una cosa es morir en un combate desigual y otra muy distinta es hacerlo en fachas), y lanzar mi contraofensiva: un relato…


Fue hace algunas lunas, en las montañas del Sureste Mexicano. Quienes ahí viven y luchan, habían lanzado un nuevo desafío para sí mismos. Pero en esos momentos, vivían en la zozobra y el desaliento porque carecían de un vehículo para su travesía. Así fue hasta que yo, el grande, el inefable, el etcétera, Don Durito de La Lacandona A.C. de C.V. de (i)R. (i)L. llegué a sus montañas (las siglas, como todos deben saber, significan “Andante Caballero de Cabalgadura Versátil de Irresponsabilidad Ilimitada”). Tan pronto se corrió la voz de mi arribo, multitud de mozas, infantes de todas las edades, e incluso ancianas, corrieron, raudas y veloces, a aclamarme. Pero yo me mantuve firme y no sucumbí a la vanagloria. Me dirigí entonces a los aposentos de quien se encargaba de la malograda expedición. Por un momento me confundí: la impertinente nariz de quien hacía y rehacía las cuentas imposibles para sufragar los gastos de la expedición punitiva contra Europa, me hizo recordar a aquel capitán, que después sería conocido como el SupMarcos, al que orienté durante años y a quien eduqué con mi sabiduría. Pero no, aunque parecido, quien se dice llamar SupGaleano tiene todavía mucho que aprender de mí, el más grande de los andantes caballeros. En fin, que no tenían embarcación. Cuando puse a la disposición de esos seres mi navío, el susodicho Sup, con sarcasmo, me respondió: “pero ahí sólo cabe uno, y tiene que ser muy pequeño, y es… ¡una lata de sardinas!”, refiriéndose así a mi fragata, cuyo nombre, “Pon tus barbas a remojar” la nominaba a babor, a la altura de la proa. Hice caso omiso de tal impertinencia y, caminando por entre la multitud que anhelaba una mirada mía, una palabra al menos, me dirigí hacia la isla “No tiene nombre”, descubierta por quien esto narra en 1999. Ya en lo alto de su, ahora sí, cofia arbolada, esperé paciente a la madrugada. Maldije entonces al averno, convoqué a diosas de todas las latitudes, llamé pues a la más poderosa de ellas: la bruja escarlata. Ella, la despreciada por los otros dioses, dados como son al machismo fanfarrón y de espectáculo. Ella, la alejada por las otras diosas, dadas a la belleza falsa de afeites y cosméticos. Ella, la bruja escarlata, la bruja mayor: Oh, die scharlachrote Hexe! Oh, die ältere Hexe! 2


Conociendo yo que las probabilidades de que esos seres extraños, autodenominados zapatistas, consiguieran una embarcación digna, eran exiguas, bien sabía que sólo el más poderoso de los poderes mágicos podría sacarlos del apuro y cumplir con su palabra. Ergo, llamé a la bruja mayor, la de ropaje purpúreo, quien puede alterar la posibilidad de que algo ocurra. Ella hizo cuentas y cuentos y llegó a la conclusión de que, en efecto, la probabilidad de que consiguieran una embarcación era casi de cero. Así dijo: “Pero nada puedo hacer, si no hay una petición. Y no cualquier petición. Debe ser hecha por un Titán, un ser grandioso y magnánimo que a su buen talante cobije a quienes necesitan de un mágico evento”. ¿Y quién mejor que yo?, bramé sonoro. La dama del manto carmesí alzó la mano demandando mi silencio. “No es todo”, susurró. “Preciso es que el tal Titán arriesgue su vida, su fortuna y reputación en la odisea que esos seres pretenden. Esto es, que les acompañe con su aliento y bondad y, junto a ellos, aunque no a su lado, af ronte desaf íos y penares. Esto es, estará y no estará”. Estuve de acuerdo pues mi única fortuna son mis hazañas, la vida la arriesgo con sólo existir y, bueno, mi reputación está por los sótanos del mundo. La bruja hermana hizo pues lo que se hace en estos casos: encendió su ordenador, se conectó a un servidor en Alemania, tecleó no sé qué conjuro, modificó una gráfica de probabilidades y subió, de casi cero a 99,9 % el porcentaje, tecleó de nuevo y un zumbido de su impresora delató el papel que de ella salía. No sin antes apreciar la modernización que hay en el gremio de brujas escarlatas y similares, tomé la nota. Una única sentencia la llenaba: “Si el titán de acero es, encuentre su semejante, que de eso depende el faltante” 3


¿Qué significaba aquello? ¿Dónde podría yo encontrar a algo o alguien, ya no digo parecido, sino digamos lejanamente cercano a mi grandeza? Titanes no hay muchos. De hecho, según la wikipedia de abajo y a la izquierda, soy el único que prevalece. Entonces “de acero”. ¿El hombre de acero?, lo dudo; no creo que la bruja escarlata haya recomendado a un varón. Entonces una fémina o hembra de acero. Largo anduve. Recorrí desde la Patagonia hasta la lejana Siberia. Crucé caminos con el digno Mapuche, grité con la Colombia ensangrentada, atravesé la dolida pero persistente Palestina, pasé por los mares teñidos de la pena negra de migrantes, y volví sobre mis pasos, creyendo, erróneamente, que fracasado había en mi misión. Pero, al desembarcar en la geografía que llaman “México”, algo llamó mi atención. Sobre aguas turquesas un navío padecía los arreglos y parches que su tripulación le daba. “Stahlratte”, se leía en un costado. Como a la bruja escarlata la encontré en la Alemania de abajo, y esa palabra significa “rata de acero” en su lengua, decidí probar fortuna. Esperé, con sabia paciencia, a que noche y sombras cobijaran la soledad del barco. Trepé con habilidad por la proa y, bordeando por estribor, me llegué a donde se ubica el centro de mando o gobierno de la nave. En ella, un varón maldecía en lengua germana con improperios y blasfemias que apenarían al mismísimo averno. Algo decía de la pena que da dejar mares y aventuras. Supe entonces que el navío contaba sus últimos días, y su capitán y tripulación pesadillas tenían de una vida en tierra firme. Las brujas escarlatas de todo el mundo confabulaban a mi favor y ventura. Pero todo dependía de mí, del escarabajo de acero inoxidable, del más grande de los andantes caballeros, de etcétera, para encontrar “el faltante”. Esperé entonces a que el capitán cesara en sus lamentos y maldiciones. Cuando hubo callado y sólo un sollozo le ahogaba la garganta, me trepé al timón y encarándolo dije: “ Yo Don Durito, ¿tú quién?” El capitán no titubeó al responder “ Yo capitán, tú polizón” mientras blandía un periódico o revista 4


y amenazaba con oprimir así mi hermosa y esbelta figura. Fue entonces que, con voz potente, me presenté. El capitán dudó y guardó silencio y periódico o revista. Después, bastaron unas cuantas frases para que ambos entendiéramos que éramos gente de mundo, aventureros por vocación y elección, seres dispuestos a enfrentar cualquier desafío por imponente y terrible que fuera. Ya en confianza, le referí yo la historia de una odisea en curso, algo que llenaría luego los anales de las historias por venir, el más peligroso e ingrato de los quehaceres: la lucha por la vida. Me prodigué en detalles, le hablé de una embarcación construida en medio de las montañas, sin más agua que la de la lluvia para darle vocación y razón de ser. Le platiqué de quienes habían decidido abrazar tamaña osadía, de leyendas sobre una montaña que se niega a la prisión de sus pies en tierra, de mitos y leyendas mayas en voz de sus originarios. El capitán encendió un pitillo, me ofreció uno pero hube de rechazarlo al sacar mi pipa. Compartimos el fuego y el humo del tabaco. El capitán guardó silencio y, después de algunas bocanadas dijo algo como: “a fe mía que gran honor sería sumarse a tan noble y descabellada causa”. Y agregó: “no tengo tripulación ahora, pues estamos ya al retiro, pero estoy seguro que mujeres y hombres se acercarán con tan solo el encanto de esta historia. Ve con los tuyos y diles que cuenten con lo que somos, humanos y navío”. Terminada mi historia, me dirigí a quienes amenazaban con arrojarme por la borda: “ Y así fue como ustedes, simples mortales, se embarcaron en esta aventura. Así que dejadme en paz y volveos a vuestros trabajos y enseres, que yo he de vigilar que el Kraken deje en paz nuestra casa y camino. Para eso he llamado a peces amigos que lo mantendrán ausente”. 5


-*Y záz, que en ese momento alguien en cubierta grita “¡Delf ines!” y tod@s subieron a cubierta armados de cámaras, celulares o sólo sus ojos asombrados. En la confusión, Durito, el más grande de los Titanes, el único héroe a la altura del arte, el cómplice de magos y brujas, se escabulló y trepó de nuevo a, ahora sí, la Cofa y desde ahí entonó cánticos que, lo juro, eran replicados por los delfines que, entre olas y sargazo, bailaban por la vida. -*Más tarde, en la cena, el capitán confirmó la historia del bichito. Y desde ese momento el bichito dejó de ser “el bichito” y es llamado, a partir de ese evento, “Durito Stahlkäfer”, “Durito, el Escarabajo de Acero”. “Una raya más al tigre”, debió decir el finado SupMarcos, tres metros bajo cubierta, err, quise decir, bajo tierra. Ahora, con camaradería, Gabriela le corrige a Stahlkäfer la pronunciación germana; en el hombro de Ete, Durito sube a lo más alto del palo mayor; acompaña a Carl cuando toma el timón y le divierte con historias terribles y maravillosas; sobre la cabeza de Edwin le dirige en el desplegar y arriar del velamen; y en las madrugadas comparte con el Capitán Ludwig el tabaco y la palabra. Y, cuando el mar embravece y el viento aumenta su lujurioso cortejo, el más grande ejemplar de la andante caballería, Stahlkäfer, entretiene al Escuadrón 421 relatando leyendas increíbles. Como aquella que narra la historia absurda de una montaña que barco se hizo por la vida. Doy fe. SupGaleano. Planeta Tierra. 6


Nota: El video de los delfines convocados por Stahlkäker fue tomado por la Lupita, porque el equipo de apoyo de la Comisión Sexta, encargado de tal misión, estaba ocupado… gomitando. Sí, de pena ajena. Ahora el Escuadrón 421 tiene como misión apoyar al equipo de apoyo. Y todavía hay que atravesar el Atlántico (suspiro).

vimeo.com/548694843 Música: «La Bruja», son jarocho interpretado por Sones de México Ensamble, con Billy Branch. Imágenes: parte de la travesía de La Montaña, arribo y desembarco en Cienfuegos, Cuba; y reunión del Escuadrón 421 para mirar la página de Enlace Zapatista.

Barbarie

Gustavo Esteva - La Jornada - 17 de mayo de 2021 No son unos días de barbarie, sino una época, la que nos ha tocado vivir. Tampoco tiene un lugar. Está por todas partes. Hay grados, sin duda. Sería absurdo poner a todos los bárbaros en un mismo casillero –como ellos tienden a hacer con cuantas personas acosan, agreden o destruyen. Pero sería irresponsable ver sólo a quienes parecen encabezar la barbarie que caracteriza la condición actual. 7


Hay razones sobradas para horrorizarse ante lo que hacen estos días personajes como Netanyayu, Duque o Bolsonaro. Sin quitarles responsabilidad en lo que ocurre, necesitamos tener a la vista el fondo de la cuestión. Se sabe ahora, con creciente claridad, que Trump era sólo síntoma de la enfermedad que agobia a la sociedad estadunidense y no su causa o la enfermedad misma. Del mismo modo, necesitamos ver lo que hay detrás de todos esos ­p ersonajes. No se trata de identificar a otros, como señalar a Uribe detrás de Duque. Hace falta reconocer que una élite económica y política gobierna, controla o condiciona a esos personajes y a todos los gobernantes a escala planetaria. Y que esa élite está en modo criminal, en una forma de barbarie. Sería insensato poner a Andrés Manuel López Obrador en la misma liga que aquellos criminales. Pero lo que hace o pretende realizar produce reacciones encontradas. Algunos consideramos barbarie el desarrollo del sureste en que está empeñado y nos parece criminal lo que plantea con el Corredor Interoceánico. Pero tanto él como sus intelectuales orgánicos argumentan con bases que muchas personas lo desean. Que hay bastantes que no ven otra forma de sobrevivir que acceder a los empleos degradados, mal pagados y cada vez más escasos, que los ocupan 40 horas a la semana 40 años de la vida… Son personas que aplauden la oferta de que esos empleos se multiplicarán, aunque para ello sea necesario destruir no sólo el ambiente, sino modos autónomos de vida digna y muchas cosas más. Hay también personas que aún quieren lo que llaman “desarrollo” o “progreso”. Podemos también dejar de lado lo más grave de cuanto nos ocurre: que México siga siendo el país con mayor grado de violencia, el más peligroso para mujeres, periodistas y defensores de derechos humanos, un país en que se asesina delante de la Guardia Nacional y los tres niveles de gobierno, con su abierta complicidad, mientras continúan levantamientos y desapariciones. El tema lleva a una compleja discusión sobre causas de esa violencia y maneras de acabar con ella, en la cual el gobierno aduce que su 8


estrategia registra avances, así sea limitados, y que va por el camino adecuado. Esa discusión, que incluye la cuestión de la progresiva militarización del país y más controles sobre la población, nunca llega muy lejos. Dejemos todo eso de lado. Hay aspectos de esta ola de barbarie atroz a la vista de todo mundo. Nadie en sus cabales podría aplaudirlos. El Presidente no quiere o no puede detenerlos y apenas los menciona. México es el país con mayor proporción de obesos en el mundo y la obesidad infantil es muy alta. Vivimos bajo un régimen en que las corporaciones envenenan y enferman a la gente, a sabiendas de lo que hacen, y promueven sus productos hasta en los programas gubernamentales. Es ridículo, vergonzoso, lo que hace el gobierno ante este acto criminal, que debería prohibir e impedir. México es el país de mayor consumo de agua embotellada, la cual se vende a un precio hasta 500 veces mayor a su “costo”. Tres cuartas partes de las familias mexicanas se ven obligadas a comprar esa agua. Veinte empresas públicas y privadas concentran la mayoría de las concesiones para uso industrial del agua, lo que hacen en forma irracional. Las periódicas declaraciones de la directora de la Comisión Nacional del Agua demuestran la incapacidad del gobierno de hacer lo que se requiere en esta área fundamental. Es sólo la punta del iceberg. Las élites económicas y políticas nacionales y trasnacionales están imponiendo toda suerte de sufrimientos a la mayoría de la población, y avanzan en un proceso acelerado de destrucción de la naturaleza y de todo lo demás, a ciencia y paciencia de un presidente que es humana y políticamente mucho mejor que aquellos bárbaros… pero tiene atadas las manos. Necesitamos enfrentar a pie firme el hecho de que ajustes o sustituciones en quienes gobiernan son irrelevantes. Que no importa la calidad, la capacidad o las intenciones de quienes integran los aparatos públicos. Que seguir mirando hacia arriba para que se practiquen ajustes o acomodos para detener la barbarie en curso es enteramente ilusorio. Que no hay gobierno en el planeta capaz 9


de enfrentar y mucho menos controlar a esos criminales. Que debemos asumir nuestra responsabilidad y tomar el asunto en nuestras manos… mientras aún es tiempo. Eso exige apelar no sólo a nuestro coraje, a decisiones valientes, sino sobre todo a nuestra imaginación, porque desde pequeños, infortunadamente, nos han programado para respetar, obedecer y hasta a amar a quienes nos oprimen y destruyen. gustavoesteva@gmail.com

Pën. Candidaturas indígenas: ¿basta la autoadscripción?

Yásnaya Elena A. Gil - El País - 16 May 2021 El Estado ha utilizado el criterio lingüístico como prueba irrefutable de pertenencia a un pueblo indígena, al mismo tiempo que ejerce una opresión estructural para que estas lenguas dejen de hablarse ¿Cómo sabemos que alguien es indígena? En un país que ideológicamente se ha asumido como mestizo es una pregunta difícil de responder. Legalmente, basta con el llamado principio de autoadscripción, basta con reconocerse como tal; sin embargo, varios fenómenos han puesto en entredicho ese criterio y han evidenciado que, en los hechos, las políticas de reconocimiento son mucho más complejas y varían en cada país del mundo. Una amiga de un pueblo zapoteca del Istmo me contó cómo, ante el escenario de la instalación de un megaproyecto energético en su territorio, los funcionarios encargados de las gestiones trataron de evadir la consulta que debe hacerse a los pueblos indígenas con el argumento de que no constituían un pueblo indígena pues ya casi nadie hablaba zapoteco en el lugar. En un juicio sobre el reconocimiento de derechos de una persona que atraviesa un proceso judicial, es posible que, en el mejor de los casos, antes de activar los protocolos necesarios para atender a personas indígenas, los jueces ordenen una investigación que, curiosamente, se conoce como “peritaje antro10


pológico”, mediante el cual un grupo de expertos determina si una persona es indígena o no. El propio establecimiento de un grupo de expertos que sea quien determine qué tan indígena es una persona genera ya problemas de entrada y pone en evidencia los entramados que sostienen la categoría que nombramos como indígena. Mientras que, por mencionar un ejemplo, mi pertenencia al pueblo mixe se puede evaluar con respecto de una serie de criterios de reconocimiento de la colectividad mixe a la que pertenezco, ser indígena se juega en otra red de implicaciones y significados. Durante el censo del 2000, un amigo que fue encuestador del Inegi decidió preguntar en mixe si las personas hablaban “ayuujk” (lengua mixe en mixe)” porque, si hacía la pregunta en español “¿habla una lengua indígena?” las respuestas eran frecuentemente negativas pues la palabra “indígena” les parecía ajena. Ante diferentes tipos de encuestas en instituciones públicas, mi abuela siempre respondía “yo soy mixe, no sé qué es eso de “indígena”. La palabra indígena, que se utiliza sobre todo en español, no forma parte de la experiencia identitaria de todas las personas que son consideradas como tales por el Estado mexicano. Cuando migré a la ciudad, la palabra “indígena” tomó una relevancia que jamás había tenido para mí durante la infancia y la adolescencia en el que las experiencias identitarias me dejaban claro que yo era mixe: una niña decididamente distinta de las niñas zapotecas que acompañaban a su mamá a vender en el tianguis de mi comunidad, de las niñas chinantecas que llegaban en peregrinación a ciertas fiestas religiosas o de las niñas que venían de la ciudad y a las que enseñaba a diferenciar entre las flores silvestres del patio que podíamos cortar para jugar y las cultivadas que eran intocables. Con el paso del tiempo, me queda claro que, más que una categoría cultural o identitaria, indígena es una categoría política que nombre a una serie de pueblos que sufrieron colonialismo y que quedaron encapsulados dentro del Estado mexicano, que ha querido desaparecerlos por asimilación o eliminación. A los pueblos y personas indígenas nos une una situación en la historia, ser indígena no es un rasgo esencial, el pueblo mixe ha sido mixe sin ser categorizado como indígena durante cientos de años. 11


En el contexto de las elecciones intermedias, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ordenó garantizar candidaturas a diputaciones federales para pueblos indígenas y afromexicanos. Esta acción afirmativa y las artimañas de los partidos políticos para evitar dar cumplimiento a la orden del Tribunal Electoral ha vuelto a poner de relieve las complicaciones de la adscripción a pueblos indígenas. De los candidatos indígenas que los partidos políticos postularon para ocupar un espacio en el Congreso de la Unión, 132 no pudieron acreditar que realmente pertenecen a un pueblo indígena como lo informó el Consejo General del Instituto Nacional Electoral. El comportamiento de los partidos políticos sobre este asunto ha sido muy vergonzoso, Manuela del Carmen Obrador Narváez, prima del presidente de la república, se postuló como candidata dentro de las posiciones reservadas para personas indígenas, el Tribunal Electoral consideró que sí cumple con este rasgo. En Morelos, Daniel Martínez Terrazas, candidato a diputado federal por el Partido Acción Nacional, dijo en entrevista que había obtenido una constancia de pertenencia a una comunidad indígena de Guerrero para poder cumplir así con las acciones afirmativas para pueblos indígenas, aunque no pudo mencionar el nombre de la comunidad nahua que lo reconoce como indígena. Aclaró además que es discriminatorio considerar que una persona indígena debe medir un metro de estatura y que debe tener determinado color de piel, aludiendo a que él es alto y su piel es clara. Estos comportamientos y lamentables declaraciones ponen en evidencia la dificultad que ha tenido el Estado mexicano para determinar quién es indígena y quién no lo es. Tener el poder de hacer esta clasificación evidencia ya la realidad de una opresión que tiene dos principales tipos de consecuencias: por un lado se somete a personas de pueblos indígenas a procesos de validación de diversos tipos, entre ellos los peritajes antropológicos y, por otro lado utiliza el criterio de autoadscripción para asaltar lugares destinados a personas indígenas en acciones afirmativas diseñadas por el estado mismo. En ambos casos, es el Estado quien tiene el poder de clasificar; las únicas ocasiones en las que he tenido que probar que 12


soy indígena (mostrar que soy mixe sucede en otras situaciones) es en contextos en el que el Estado está involucrado. ¿Ante quiénes y por qué debemos probar que somos o no indígenas cuando históricamente se nos ha hecho creer que ser indígena es indeseable? Por estas situaciones y el problema que plantea el criterio de la autoadcsripción cuando se trata de acciones afirmativas, el INE determinó ciertos criterios para probar la pertenencia, entre ellas el reconocimiento de una comunidad indígena. Este criterio es también engañoso pues no toda la población indígena pertenece a una comunidad; estructura comunitaria y pueblo indígena no son categorías intercambiables. Una amiga mixe, de padre y madre mixes, nació y habita en una gran ciudad, no habla la lengua de sus padres y vive en una pequeña casa adjunta a la casa en la que su madre hace trabajo doméstico. ¿Quién puede determinar si ella es indígena o no? ¿Bajo qué criterios? Cuando nació el Estado mexicano, aproximadamente el 70% de la población hablaba una lengua indígena y pertenecía a un pueblo indígena, ahora somos el 6,1%. ¿Qué sucedió con ese 64%? El Estado mexicano los desindigenizó arrebatándoles la lengua, desidentificándolos con los pueblos de los que provenían históricamente y adscribiéndolos a una identidad distinta y nueva que llamó “identidad mexicana”. El porcentaje de personas que se reconoce como morena en este país corresponde muy cercanamente a ese 70% que hablaba una lengua indígena a comienzos del siglo XIX. Ante esta realidad y paradójicamente, el Estado ha utilizado el criterio lingüístico durante mucho tiempo como prueba irrefutable de pertenencia a un pueblo indígena, al mismo tiempo que ejerce una opresión estructural para que estas lenguas dejen de hablarse. En muchas instituciones y para fines de sus estadísticas, indígena sigue siendo aquel que tiene una lengua indígena por lengua materna. El criterio de autoadscripción parece tambalearse en los hechos, una gran mayoría que reconoce descender de pueblos indígenas podría reclamar la autoadscripción y reclamar al Estado la violencia que ejerció sobre sus padres, madres, abuelas y abuelos para integrarlos a la nación mexicana, arrebatándoles lenguas y rasgos asociados a los muchos y di13


versos pueblos indígenas de este país. En todo caso, la clasificación y acreditación de personas como indígenas o no, puede compararse con procesos en otros países en los que, desde hace tiempo, se emiten cédulas de identidad indígena que conllevan también muchos problemas. La pregunta de fondo sigue siendo la misma, ¿por qué se necesita probar que alguien es indígena? Otro asunto interesante a discutir, es que las acciones afirmativas como las que plantea el INE para pueblos indígenas encubren una problemática mayor: la inclusión y la participación de individuos indígenas que responderán a sus partidos políticos más que a las colectividades a las que supuestamente pertenecen oculta la falta de participación como entidades colectivas de los pueblos indígenas en el Congreso de la Unión. Un diputado indígena, por más que lo sea, pertenece y representará sobre todo los intereses de su partido político; su voto y comportamiento legislativo no responderá a una representación del pueblo, o comunidad si es el caso, a la que pertenece. La acción afirmativa para individuos indígenas oculta la falta de reconocimiento como sujetos políticos de entidades colectivas como son los pueblos indígenas de este país. No basta con tener un diputado indígena si el pueblo indígena completo no tiene representación legislativa.

SEGOB: administrando el dolor

Jacobo Dayán - Animal Político - Nunca más - 11 de mayo, 2021 Una vez más SEGOB opera como administrador de la barbarie. Como barrera ante la indolencia de un gobierno lejano a las víctimas. Pretende ser “la cara amable” de una administración que apostó, desde el inicio, por la militarización de la seguridad pública, por el olvido y por el perdón. Ayer, ante una nueva exigencia del Movimiento por Nuestros Desaparecidos por reunirse con el presidente para plantear demandas concretas, aparece SEGOB para “gestionar”. No solo son florero, como se ha dicho varias veces, sino que actúan como administradores del dolor de las víctimas y sus familiares. 14


Después de ser electo, AMLO decidió que la agenda de víctimas recaería en Alfonso Durazo y Loretta Ortiz desde la Secretaría de Seguridad Ciudadana. Esa propuesta era una locura, una perversión. Encargar a policías la agenda de Justicia Transicional. A su cargo estuvieron los foros de víctimas que se realizaron en varias ciudades del país ofertando “perdón y olvido”. La respuesta de las víctimas y colectivos era, y sigue siendo, la exigencia de verdad y justicia. A pesar de que Olga Sánchez Cordero y Alejandro Encinas intentaban atraer a su esfera esta agenda, no había respuesta por parte de AMLO. Fue hasta el Segundo Diálogo por la Paz, la Verdad y la Justicia llevado a cabo el 14 de septiembre de 2018 en Tlatelolco, que, ante cientos de víctimas, el entonces presidente electo, López Obrador, accedió a transferir la agenda a la futura SEGOB y particularmente a Alejandro Encinas, que se manifestó de manera positiva con quienes organizamos el diálogo por haber logrado mover la agenda de secretaría. El resto es conocido. Se crearon mesas de trabajo en conjunto para la creación de una agenda de Justicia Transicional que fue abandonada tan pronto tomó posesión AMLO. A partir de entonces, SEGOB se ha dedicado a administrar el dolor sin tener una propuesta concreta para abordar la impunidad ante fenómenos que alcanzan el umbral de crímenes contra la humanidad. Continúa apostando por el caso a caso como se lo comentó Sánchez Cordero a Javier Sicilia antes de la caminata de enero de 2020: “primero va Ayotzinapa”. A pesar de ser parte del gobierno actual, no tuvieron el peso suficiente para frenar la nueva Ley Orgánica de la FGR que nos regresa a los peores años de la PGR. Mientras piden disculpas públicas aquí y allá, han negado la creación de una Comisión de la Verdad; continúan con un modelo de reparación heredado y que siempre fue caduco. Si se trata de dar la cara ante las exigencias del movimiento feminista y la falta de empatía por parte del presidente, aparece 15


SEGOB. Si se trata de dar explicaciones ante la negativa del presidente por abordar el tema de las masacres, las personas desaparecidas y la impunidad, aparece SEGOB. Si hay que despresurizar las demandas, aparece SEGOB. Si hay que entregar dinero a cambio de impunidad aparece la CEAV como parte de SEGOB. Si hay que dividir a víctimas y sus familiares, aparece SEGOB. Aparece SEGOB para administrar, no para resolver. Nada nuevo. SEGOB sigue siendo la SEGOB de gobiernos anteriores. Es imposible que SEGOB realice un buen trabajo si desde la presidencia no hay voluntad para hacerlo ¿Dónde quedó la secretaria de Gobernación que afirmaba que la agenda de Justicia Transicional era una responsabilidad histórica? ¿Dónde quedó el subsecretario de Gobernación que comentaba durante las mesas de construcción de la agenda de Justicia Transicional que esta sería su hoja de ruta? Quedaron como defensores del caso a caso, como administradores del dolor. Eso es lo que requiere el presidente, eso son.

Piden que se declare a Bolsonaro insano mental Eric Nepomuceno - La Jornada - 16 de mayo de 2021

El pasado jueves, un nutrido grupo de académicos de primera línea en distintas especialidades, entre los cuales una constelación de juristas especialmente respetados, envió una petición al Supremo Tribunal Federal, instancia máxima de la justicia en Brasil, para que el ultraderechista presidente Jair Bolsonaro sea sometido a una batería de exámenes para evaluar su condición mental. Se mencionan señales concretas de “deficiencias cognitivas serias”, y se recomienda que, de confirmarse un cuadro sicótico, el mandatario sea alejado de sus funciones. Luego de analizar una serie de iniciativas y afirmaciones de Bolsonaro, el texto dice que “se dibuja una patología grave” y existen indicios de que son altas las posibilidades de que “presente un trastorno de personalidad paranoide”. 16


Todo indica que la petición no llegará a otro puerto que los cajones de los escritorios de los dignísimos integrantes de la corte suprema. Pero la iniciativa expone hasta qué grado las actitudes absurdas, patéticas y totalmente desequilibradas de Bolsonaro superaron todos los límites admisibles. Más allá de destrozar el país, el ultraderechista promovió, durante la más grave pandemia en Brasil, un genocidio que causó la muerte de más de 440 mil personas, de las cuales al menos la mitad se pudo haber evitado, según médicos y científicos. Por más que no pase de un simbolismo indicando el grado de alarma que alcanzó la parte lúcida de los brasileños, la noticia coincide con dos fuentes que no hacen más que brotar sobre Bolsonaro y sus hijos, noticias que oscilan entre las malas y las pésimas. Eso seguramente explica el grado de ascensión de las amenazas y frases vacías de cualquier lógica o vínculo con la realidad que mandatario e hijos despejan diariamente sobre una opinión pública cuya mayoría se revela cada vez más atónita y angustiada, sin ver alguna señal de salida a la vista. La primera de esas fuentes emitiendo noticias negativas es la Comisión de Investigación (bautizada como “Comisión del Genocidio”) instaurada en el Senado, que empezó a funcionar la semana anterior. Los dos primeros ministros de Salud del gobierno Bolsonaro, ambos médicos, aseguraron, bajo juramento, que desde un primer momento el mandatario se rehusó a adoptar medidas preventivas recomendadas por autoridades de salud de todo el mundo, y prefirió recomendar el uso de fármacos que, además de no tener ninguna eficacia sobre el virus, pueden tener efectos colaterales gravísimos. Todos los demás que comparecieron, inclusive el ex secretario de Comunicación, aliado incondicional de Bolsonaro (en su caso específico, por inhabilidad y torpeza), contribuyeron para que creciera la lista de denuncias indicando que no sólo el mandatario, sino otros integrantes de su gobierno, cometieron no uno, sino varios crímenes de responsabilidad establecidos en la legislación brasileña. 17


El boliviano Carlos Murillo, quien presidía la sucursal brasileña de la farmacéutica Pfizer, y ahora encabeza la empresa en América Latina, reveló cómo el gobierno de Bolsonaro ignoró de manera rotunda las ofertas de vacuna en cinco ocasiones. Este rechazo significó que al menos 3 millones de brasileños dejasen de ser inmunizados desde diciembre pasado, y otros 5 millones desde marzo. También se revelaron detalles de cómo Bolsonaro armó un “equipo paralelo”, al margen de los profesiones de salud de instituciones gubernamentales, empezando por el ministerio del sector. Ese equipo, integrado por militares de bajo rango y médicos irremediablemente ignorados por sus pares, defendió la tesis –asesina– de llevar a cabo la “inmunidad de rebaño”, o sea, dejar que el mayor número posible de brasileños se contaminase hasta que el virus fuese controlado. Esta semana deberá comparecer el general activo Eduardo Pazuello, cuya gestión al frente del Ministerio de Salud es considerado responsable directo por la mortandad creciente padecida por los brasileños. La noticia habrá quitado el sueño no sólo a Bolsonaro e hijos, sino a más de la mitad de los integrantes de su gobierno. La Comisión de Investigación no tiene poder de castigar a los culpables, pero puede pedir a la Fiscalía General de la Nación que lo haga. Y aunque no se tome ninguna decisión, el desgaste de Bolsonaro y sus secuaces será seguramente irremediable. La segunda fuente que produce malas noticias sobre el clan presidencial: los más recientes sondeos de opinión indican que el respaldo a Bolsonaro bajó a escaso 24 por ciento de los entrevistados. Y que, en las elecciones presidenciales de 2022, Luiz Inácio Lula da Silva lo aplastaría de manera cruel. Bolsonaro y dos de sus hijos saben que si no se religen (uno es senador y el otro diputado nacional) el año que viene, su destino inmediato será en los tribunales. Y en seguida, la cárcel. Por eso el papá presidente perdió cualquier vestigio de control. 18


Trece semillas y un pésame

Gloria Ramírez - La Jornada - Los de abajo - 15 de mayo de 2021 Esta semana falleció Manuel Segovia Jiménez, uno de los 10 últimos hablantes del ayapaneco, lengua en peligro de desaparecer a pesar de los esfuerzos de este octogenario hombre que organizó talleres con niños y adolescentes para conservar una de las 68 lenguas que, a contracorriente, existen en México. Tzam significa “dialogar” en ayapaneco, y es el nombre y corazón de un nuevo espacio digital que se irá nutriendo durante 13 meses del pensamiento indígena en conversación con el mismo número de demandas que el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) dio a conocer el 1º de enero de 1994 en la Primera Declaración de la Selva Lacandona. Trabajo, tierra, techo, alimentación, salud, educación, independencia, libertad, democracia, justicia y paz, fueron sus exigencias. Y en los meses siguientes, ya como producto de sus encuentros con la sociedad civil, sumaron derechos de la mujer y derecho a la información. Los primeros interpelados por esta declaratoria fueron los pueblos originarios de todo el país, pero el llamado fue tan amplio y las condiciones imperantes tan generalizadas que pronto gente del resto de México y de muchos países del mundo se adhirieron a las exigencias. Hoy, mientras los zapatistas junto con integrantes del Congreso Nacional Indígena (CNI) emprenden un viaje trasatlántico por una treintena de países de Europa, el portal Desinformémonos propone un viaje en paralelo. No es una travesía nueva, pues el EZLN no ha dejado de recorrerla durante más de 27 años. De lo que se trata es de recoger el pensamiento y la creatividad de 130 participantes indígenas de muchos de los pueblos, naciones, tribus y barrios, elaborando sobre su historia y realidad actual, teniendo como base cada una de las demandas/semillas. Hay un tiempo para exigir, otro para dar y otro para ejercer, evaluaron los zapatistas una década después de su levantamiento. 19


Sus demandas se convirtieron en semillas y en acciones, en el centro de la autonomía, no sólo de ellos y ellas, sino de muchos de los pueblos que siguen construyendo con todo en contra. (Extractos de la introducción del portal tzamtrecesemillas.org que se estrena mañana). desinformemonos.org losylasdeabajo@yahoo.com.mx

Con la lengua en la piel: mujeres y lecto-escritura

María Teresa Juárez - Pie de Página - 14 mayo, 2021 Durante cientos de años, las mujeres fueron confinadas al semianalfabetismo. Aún hoy, en el siglo XXI, casi dos tercios de las personas analfabetas que hay en el mundo son mujeres. Hasta el siglo XX comenzó a vislumbrarse una perspectiva distinta para las mujeres sobre la vieja disyuntiva entre escribir o tener hijos ¿Qué llevó a Sor Juana a firmar con su propia sangre la promesa de no volver a escribir? ¿Cuáles fueron las motivaciones de Sylvia Plath para poner fin a su vida en el invierno del 63? O María Moliner… la mujer que escribió el Diccionario de uso del español y lo redactaba a mano, muy despacio, tomando notas lentas sobre cada palabra. Se dedicaba con pasión a ello en las horas libres que le dejaba su empleo de bibliotecaria -había estudiado Historia- y el que ella consideraba su verdadero oficio: remendar calcetines. Cuando a uno de sus hijos le preguntaron cuántos hermanos tenía, contestó: «Dos varones, una mujer y el diccionario». A pesar de su enorme talento, disciplina y genialidad, nunca entró a la Academia. Quince años dedicó a su ‘Diccionario’ que aún 20


hoy sigue siendo obra de referencia. La Academia, pese a la magnitud de su obra, no la dejó entrar a su institución por el hecho de ser mujer. Así que cuando la Real Academia de la Lengua Española quiso darle en junio de 1973 el Premio Lorenzo Nieto López «por sus trabajos en pro de la lengua», lo rechazó. Durante siglos, la lecto-escritura quedó prohibida a las mujeres. Madres, siervas, esclavas, nodrizas, hijas, esposas… mujeres de todas las épocas y condiciones sociales: no sabían leer ni escribir. Escritura secreta Para algunas mujeres, sin embargo, había espacios reser vados para la caligrafía y la lectura. Y también, para el arte de la conversación. En China durante el siglo XIX, las mujeres ilustradas crearon un código secreto de escritura usado sólo por ellas. Este lenguaje secreto se conoció como el arte del Nu Shu. Dotadas por una extraordinaria capacidad para el arte de la caligrafía secreta. Aquel idioma sellaba la amistad entre jóvenes que usaban este lenguaje para liberarse del encierro y de las limitaciones de la época. Esta práctica permaneció oculta durante décadas y significó una forma de liberación y resistencia de las mujeres chinas de aquella época, ante un mundo que las oprimía. ¿Viven peligrosamente las mujeres que escriben? El escritor alemán Stefan Bollmann, autor del libro Las mujeres que escriben son peligrosas, aborda la trascendencia histórica de la escritura en la vida de las mujeres. Bollmann señala: “No es casual que ninguna de las cuatro grandes novelistas inglesas del siglo XIX no tuviera hijos, o que Santa Teresa, una de las escritoras más notables de la lengua castellana, fuera religiosa.” 21


Bollmann se refiere a George Eliot, Jane Austen y a las hermanas Emily y Charlotte Brontë: las escritoras inglesas más destacadas del siglo XIX. Además de la consideración histórica, Bollmann destaca el riesgo que implica escribir en países como Irán, Afganistán y algunas regiones de África, donde las mujeres viven severas prohibiciones por aventurarse a realizar actividades consideradas “masculinas” como manejar, estudiar y por supuesto… escribir. En Occidente, sólo cuando las familias empezaron a limitar el número de hijos, las mujeres, ya con menos tareas y sin cuidar a sus hermanitos, pudieron dedicar espacio a otras actividades. La transición entre siglos Uno de los rasgos de la literatura femenina del siglo XIX fue la práctica de la escritura secreta y de la firma con seudónimo. Las novelas de Jane Austen llevarían como referencia el seudónimo: “By a Lady ”. Las hermanas Brontë se cambiarían el nombre… y Aurore D upin tomaría el nombre de George Sand. Es hasta el siglo XX cuando las mujeres comienzan a escribir a gran escala en diversos ámbitos del arte, la ciencia y las humanidades. Poco a poco, ser “escritora” deja de considerarse impropio para las mujeres. Cien años después de que Jane Austen relatara una historia donde las mujeres eligen su propio destino, Virginia Woolf escribe uno de los ensayos más importantes en la historia de la escritura moderna: Una Habitación Propia, en 1929, y casi diez años después: Tres Guineas, en 1938. Cuando Virginia Woolf reclamaba una esfera privada y la independencia material de las escritoras, se refería también a un modelo económico y cultural que les impedía acceder al conocimiento y a la libertad de decidir sobre su cuerpo y sus pensamientos. 22


Confinamiento como única posibilidad Hasta la invención de la imprenta, el mandato de la Edad Media establecía que quien deseara leer y escribir debía encerrarse en un convento, porque ése era el único sitio donde se podían realizar estas actividades. Esto explica la historia de mujeres como Santa Teresa, Hildegard von Bingen y Sor Juana: notables escritoras confinadas al encierro como una forma de liberación del pensamiento y de la palabra. Es hasta el siglo XX que comienza a vislumbrarse una perspectiva distinta sobre la vieja disyuntiva entre escribir o tener hijos. D urante cientos de años, las mujeres fueron confinadas al semianalfabetismo. Estudios de la Unesco señalan que aún hoy, en el siglo XXI, casi dos tercios de las personas analfabetas que hay en el mundo son mujeres, la mayoría de ellas, residentes en las regiones más pobres. Las niñas siguen siendo las primeras a quienes se les niega el derecho a la educación, a pesar de los grandes logros de los últimos 20 años. Regiones como el África subsahariana y el Asia Meridional y Occidental concentran un mayor número de niñas analfabetas. Hoy día, 16 millones de niñas entre 6 y 11 años nunca asistirán a la escuela. El analfabetismo impide el acceso de las mujeres al mercado laboral y constituye un mayor riesgo de enfermedades como el sida, la malaria o el cólera, además del incremento de embarazos no deseados como el caso de México. En nuestro país hay 5 millones 800 mil personas mayores de 15 años analfabetas, de las cuales 3.5 millones son mujeres, la mayoría de ellas viven en comunidades indígenas de Veracruz, Oaxaca, Guerrero y Chiapas. 23


Desde la memoria histórica, destacan mujeres como Ana Frank, jovencita de 14 años que describió los horrores del fascismo; o la escritora afroamericana Toni Morrison, quien comenzó a publicar hacia la cuarta década de vida, o Assia Djebar, escritora argelina que desafió al mundo con su escritura rebelde. En México Rosario Castellanos fue una de las primeras escritoras que supo retratar el sistema de castas imperante, o la gran Elena Garro, ahora reivindicada junto con su obra. Hoy en pleno siglo XXI, escritoras indígenas como Natalia Toledo, Marisol Ceh Moo, Celerina Patricia y otras grandes creadoras indígenas contemporáneas ilustran la diversidad de la experiencia literaria de las mujeres.

Lenguaje clasista en comunidades indígenas Kau Sirenio - Pie de Página - Voz de Lluvia - Tatyi Savi 13 mayo, 2021

Los indígenas hemos asimilado lenguajes clasistas y los usamos sin reflexionar en la música, la vestimenta o los alimentos. ¿Por qué nos referimos a lo que se produce en nuestras comunidades como cosas antiguas, pobres o corrientes? Hace unos días, un paisano viajó desde Ometepec, Guerrero, a la Ciudad de México para hacer un trámite en una secretaría del gobierno federal, como buen ñuu savi trajo mangos criollos de esos que los campesinos siembran allá en la Costa Chica. Dejó sus cosas y salió a la calle a la rutina que le trajo a la capital. Cuando regresó de hacer su trámite empezamos a platicar de los problemas que están aquejando a los guerrerenses en este proceso electoral. Hablamos de todo, pero se agotaron las ideas y le entramos a los mangos “costeños” o “criollos” así como los conocemos allá en la Costa. 24


Todo iba bien hasta que el paisano dijo “estos magos corrientes son sabrosos”. Esta afirmación me puso en alerta y de inmediato me llevó a los recuerdos de la infancia que siempre cargo a cuestas y me ponen en el radar cuando escucho estas palabras clasistas que se acuñaron durante siglos en las comunidades indígenas. La anécdota de los mangos no es para cuestionar o exhibir al compa que los trajo, sino, para explicar cómo en este país se construyó una narrativa clasista sobre la comida, la vestimenta, la música de los Ñuu Savi. Por ejemplo, en la ciudad se refieren a la lengua indígena como dialecto. Esto lo traducen los hablantes como tu’un nda’vi (palabra pobre o lengua pobre), aunque los hablantes buscan explicar que es una variación lingüística que se acerca a tu’un savi (palabra de la lluvia o lengua de la lluvia) que todos los demás conocen como mixteco, pero no es así. Desde luego es una negación tácita de los na savi y por eso no lo hablan y no les enseñan a sus hijos a hablarlo, porque es palabra o lengua de los pobres. ¿Quién desea ser pobre?, pues nadie, así que es mejor no hablarlo. Como consecuencia de esta desvalorización, los indígenas hemos asimilado lenguajes clasistas y los usamos sin reflexionar. ¿Por qué nos referimos a lo que se produce en nuestras comunidades como cosas antiguas, pobres o corrientes?, cuando tiene el mismo valor que todo lo que se vende en el mercado global. Aquí, unos ejemplos de autodiscriminación: Cuando nos referimos a las frutas como los mangos. Si es de cosecha de los indígenas, lo llaman corriente o mango pobre, porque no se venden en los mercados de autoser vicio. Se cree que lo que está modificado genéticamente es mejor que los cultivados con técnica tradicional. Vestimenta: si es traje típico de los ñuu savi, los jóvenes que no conocieron esta usanza lo llaman kutun yàta (camisa vieja), o 25


kutun na yàta (camisa de los viejos), por eso no los usan porque es para los ancianos o está muy viejo. Música: a la forma de expresión musical de los Ñuu savi le dicen yaa nda’vi (música pobre) o yaa na nda’avi (música de los pobres). Esta afirmación la escuché en una tocada en Tlapa de Comonfort, en la Montaña de Guerrero, hace 10 años. Vasa xíni yù’u ya na nda’vi, mina mi yaa sa’an ku sìi ini yu (No escucho música de los pobres, me gusta escuchar música en español). Luego de la aclaración empezó a zangolotear una cumbia de Los Ángeles Azules. Pero el gusto le duró poco, porque entró a la escena el grupo musical Kimi Tuvi (Lucero de la mañana). Comida: en las comunidades Ñuu Savi es muy común el uso de altavoces para anunciar la venta de comida, cuando lo hacen en tu’un savi lo dicen así “Ka’an yu xiìn do, ni ve’e ña taku ini xìko ña ndayu nduxi nda’vi (Les aviso, que en la casa de la señora de corazón grande les venden mole de pollo pobre) pero si es de pollo de granja es diferente (…ndayu nduxi sa’an) mole de pollo de castilla o español. ¿Cuál es la diferencia entre la carne de pollo orgánico y el pollo de granja?, desde luego que en el primer caso la carne es mejor por la técnica de crianza, se alimenta de maíz y hierba que no son fumigadas con insecticida o herbicida, mientras que la carne de pollo de granja es pésima, por su alimentación. Sin embargo, se devalúa a los pollos criollos o rancheros. Así las cosas, el uso de lenguaje clasista no es de ahora, es histórico y no ha cambiado, al contrario, se ha profundizado y se usa como parte de lenguaje sin cuestionar el origen y el uso despectivo cuando para menospreciar la producción que los indígenas ponen al mercado. La nueva relación cultural debe de cambiar desde el lenguaje, para empezar a llamar las cosas por su nombre porque urge construir 26


una sociedad más incluyente, porque si no lo hacemos terminaremos con las formas y cosmovisiones de las poblaciones indígenas. ¡No hay mangos corrientes, sino mangos jugosos y sabrosos!

Guardia Indígena: Dignidad y solidaridad

Raúl Zibechi - Desinformémonos - En Movimiento - 10 mayo 2021 La Guardia Indígena de los pueblos originarios del Cauca, sur de Colombia, es una de las más importantes creaciones de los movimientos emancipatorios de nuestro continente. La comenzamos a ver en torno al año 2000, cuando los resguardos indígenas del Cauca eran escenario de una guerra que los nasa, misak, totoroes, coconucos y otros pueblos de la región rechazaron de forma tajante. Las y los Guardias son nombrados por las asambleas comunitarias que pueden removerlos si constatan comportamientos no adecuados. Como señala la Comisión de la Verdad, la Guardia “es una forma de organización ancestral de los pueblos indígenas de protección colectiva no violenta”. Su tarea es la defensa del territorio, la autonomía y la cultura, y procuran defender el plan de vida de los pueblos. Según el CRIC (Consejo Regional Indígena del Cauca) la guardia la integran “los niños, niñas, mujeres, hombres, autoridades espirituales y culturales que están en constante contacto con la defensa de la cultura, la vida, el territorio y la autonomía”. En ocasiones son familias enteras las que integran la Guardia. El signo distintito es el bastón de mando que simboliza el mandato de las comunidades y el ejercicio de derecho propio, y la pañoleta verde y roja. Tallado en madera de chonta, el bastón está adornado con cintas de cuatro colores: verde es la naturaleza, rojo por la sangre de los antepasados, azul por el agua y 27


negro por la tierra. A nivel nacional, porque la Guardia ha sido adoptada por los 115 pueblos indígenas de Colombia, las diversas cosmovisiones le imprimen sus propias simbologías. La presencia femenina es muy importante y pueden verse compañeras trabajando como coordinaras de Guardias. Defienden el cuidado y no la explotación de la tierra, por lo que se oponen a las multinacionales que se quieren instalar en sus territorios, en particular con minería a cielo abierto. Estos días cientos de Guardias Indígenas han llegado hasta Cali porque, como dicen los pueblos del Cauca, “somos diferentes, pero no indiferentes”. La Guardia fue a Cali no sólo a manifestarse sino a apoyar a los barrios más golpeados por la represión en el marco del paro nacional, a pedido de varios estudiantes y vecinos movilizados. “Muchos creen que si nos matan o nos disparan nos van a doblegar o nos harán retroceder. Es lo contrario, nos llenamos de coraje y eso nos da fuerza”, dijo Harold Secué, consejero de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ACIN). El domingo pasado, varias camionetas de alta gama con vidrios polarizados, atacaron a balazos a la Minga con apoyo de la policía. Pese a los 14 heridos, algunos de gravedad, las comuneras no retrocedieron y persiguieron a los atacantes, sin armas, sólo con su digna rabia. El periodista de Pacifista, Nicolás Sánchez, le pregunta a Secué: “¿Cómo hacen para enfrentarse a hombres armados y hacer que salgan corriendo?”. La respuesta fue muy clara: “A los jóvenes indignados de este país ya no les importa incluso su vida. Ellos tendrán armas y municiones, pero la dignidad del pueblo es tan fuerte y tan grande que deciden enfrentarlos. La gente se llena de valor”. 28


“Nuestra lucha es con el pensamiento, pero debemos defendernos y nos corresponde enfrentar este modelo que nos está acabando, porque la violencia del Estado nos ha matado más que la pandemia”, dijo Secué. Lo cierto es que los jóvenes movilizados le pidieron a la Minga, por primera vez, que fuera a Cali a apoyarlos porque los están matando. Y ahí decidieron irse a la ciudad, en sus chivas (autobuses abiertos) repletas de varones, mujeres, niños y niñas. La violencia racista de habitantes de barrios ricos que se denominan “ciudadanos”, no ha hecho más que mostrar la miseria ética del capitalismo. La experiencia y el reconocimiento de la Guardia Indígena motivó que otros sectores se organizaran. Ya existen las Guardias Cimarronas de los pueblos negros y las Guardias Campesinas, pero lo más novedoso es que durante estos días de paro nacional los jóvenes urbanos comienzan a reflexionar sobre la necesidad de organizarse como Guardias en las ciudades y en los barrios. La derecha y los ricos no sólo cuentan con su policía y sus fuerzas armadas, han salido a la calle armados en varias ciudades. En Pereira atacaron con armas a los manifestantes. Creo que los pueblos originarios están marcando un rumbo: recuperar/liberar tierras, tumbar monumentos de conquistadores y monocultivos de caña, para construir otros mundos y defenderlos en comunidad. Tal vez con los años concluyamos que la gran victoria de este paro que lleva 12 días, no será el cambio de gobierno sino la extensión de la organización de las Guardias a las periferias urbanas, allí donde los jóvenes no tienen futuro en este sistema y, por lo tanto, deben construirlo, abriendo brecha, con organización como enseñan los pueblos. 29


Narrativas y memorias: las desapariciones desde el arte

Aranzazú Ayala Martínez - Pie de Página - 7 mayo, 2021 Un proyecto multidisciplinario entre artistas y familiares de personas desaparecidas busca resignificar cómo se abordan las desapariciones a nivel social en México: a través de poesía, performances, hackeo, canciones. El reto, la responsabilidad de traducir el dolor de las familias y al mismo tiempo desmentir la “verdad oficial”. ¿Cómo hablamos de las desapariciones sin que sea un dolor constante, sin repetir una y otra vez lo mismo, sin que el peso de la ausencia nos agobie colectivamente? Con el arte; con el arte y la comunalidad. Hackeando el sistema, apropiándonos de los espacios, reescribiéndolos, sumando fuerzas. 50 familias, nueve artistas y seis periodistas junto con la organización Técnicas Rudas y la Deutsche Welle Akademie, iniciaron desde hace más de seis meses el proyecto “Narrativas y Memorias” que explora formas distintas para hablar de la desaparición al convertir las obras de diferentes artistas en un megáfono para sus familias. Este proyecto fue resultado de varias jornadas de trabajo en Puebla y Veracruz, donde las familias compartieron sus historias y su día a día como buscadoras con las y los artistas, quienes incluso las acompañaron a una búsqueda de restos humanos en campo y a jornadas de volanteo; esto sirvió para generar materiales artísticos que reflejan lo que implica desaparecer, y buscar. Los materiales completos serán publicados el 10 de mayo en el sitio oficial del proyecto, que será lanzado ese mismo día en la víspera del aniversario del colectivo “Madres en búsqueda Coatzacoalcos”. En dos primeros conversatorios virtuales, realizados el 3 y 5 de mayo, se presentaron algunos de los proyectos finales entre los 30


que hay poesía, música, teatro, carteles, videos y performance. Al final, todas estas piezas tienen algo de la esencia de la búsqueda de las familias. Por ejemplo, las canciones compuestas por Arturo Muñoz Carcará, integrante de La Trola, se inspiran directamente en cartas, pensamientos e incluso cantos de quienes integran el colectivo de Coatzacoalcos, y están dedicadas a los seres queridos que buscan. Los materiales creados en el proyecto le ponen nombre a las personas desaparecidas, le ponen rostro, le ponen humanidad. En Carta para Jhonith, Carcará musicaliza una carta que el señor Vicente Enríquez le escribió a su hijo Jhonith Enríquez Orozco, desaparecido el 11 de mayo de 2015 en Coatzacoalcos. En uno de los encuentros del proyecto, el señor Vicente se acercó al cantautor y le compartió la carta para que la hiciera canción; en la letra, Carcará decidió mantener íntegro el mensaje de don Vicente a su hijo por la propia fuerza de sus palabras. “Hijo, queremos verte pronto, regresa por favor, por qué te fuiste de mi lado; si supieras cuánto te extraño. Cada vez que suena la puerta blanca de la entrada pienso que eres tú, en las madrugadas me levanto, pienso que vas a entrar en ella. Jhonith, pídele a Jehová tú también, para que tengamos noticias de ti, hijo, por favor, te lo pido. A lo mejor tú estás bien por ahí y nosotros aquí sufriendo”. En palabras de Carcará, “Narrativas y memorias” construyó una comunidad, al hacer un nodo de las artes y la cultura, para difundir la problemática de las desapariciones y combatir su normalización, además de luchar contra la invisibilización desde el Estado. “Es necesario generar nuevas narrativas, generar obra que sea para uso rudo, diría yo, para que la puedan llevar las familias a donde fueran, a cualquier mitin, a cualquier marcha que pueda ayudar a la difusión de su lucha. Y, por qué no, para que se adueñen de estas obras, para que ya sean de todos y de todas y ayuden 31


de manera directa, de manera tangible; que si es una canción se pueda cantar enfrente del palacio o del Congreso”. Todo lo que los artistas crearon es de libre difusión. Para que se utilice no solo en Coatzacoalcos sino en otros lugares, y que logre contagiar la necesidad de hacer justicia. La nueva narrativa de las y los artistas Para Mare Advertencia Lirika, rapera zapoteca, participar en “Narrativas y Memorias” fue todo un reto, por asumir la responsabilidad de comunicar a partir de las palabras y sentires de las familias, pero también por desmentir la “verdad oficial” que siempre busca invisibilizar y criminalizar. Mare compuso dos canciones, la primera y única que se ha publicado hasta el momento se llama Se busca. En ella recrea la historia de lo que vive alguien cuando le desaparecen a una hija. En el video aparece cantando en una habitación rodeada de fichas de búsqueda. “Cada persona que no está es una ausencia que no sana”, canta con su potente voz. En los comentarios de YouTube del video hay respuestas directas de familias: Lloré, al ver la foto de mi hermano / Lloré tanto con tu canción, mi hermano está desaparecido ase 4 años y de verdad deseo k ninguna familia pase por esto nunca más. Este ejercicio de unión fue también un golpe de realidad para las y los artistas, pues casi todos estaban alejados de la problemática de las desapariciones. Y enfrentarse a lo que viven las familias que buscan a un ser querido les hizo cambiar completamente de perspectiva, además de repensar cómo se acercan al arte, y cómo este puede servir realmente a la sociedad. Sobre esto, la dramaturga Verónica Maldonado dijo que ser parte del proyecto representó ver una realidad que muchas veces se quiere obviar, o no tener cerca. “Esta experiencia tocó mi alma, tocó mi corazón y espero firmemente que también toque mi quehacer como artista”. 32


Sandra Reyes, titiritera poblana, dijo a LADO B que el proyecto ha sido muy valioso porque ha generado proyectos artísticos bellísimos a partir de un tema tan doloroso como las desapariciones. “Estoy clara de que el arte sirve para denunciar, visibilizar e incomodar». Este trabajo fue realizado por Lado B, que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes consultar el original. Mare Advertencia Lirika - SE BUSCA ( Video Oficial) https://youtu.be/s_Oom_gfxDI BÚSQUEDA. Por Arturo Muñoz Carcará. https://vimeo.com/533157743 Zurcir la ausencia. https://vimeo.com/533167982 La búsqueda de Chuche https://youtu.be/P7bwgDTIOtg


RECOPILATORIO CAMINOS DE LA AUTONOMÍA BAJO LA TORMENTA 19 de mayo 2021


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