CAMINOS DE LA AUTONOMÍA BAJO LA TORMENTA 20 de marzo de 2019
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Convocatoria A las jornadas de lucha “Zapata vive, Samir vive, la lucha sigue” A 100 años del asesinato del General Emiliano Zapata Lalazar Considerando que a nuestro hermano Samir Flores Soberanes lo mató el régimen neoliberal; no sabemos si el gobierno, si los empresarios, si sus cárteles delincuenciales, o, si los tres juntos; Observando que la autodenominada “Cuarta Transformación” inició con Miguel de la Madrid Hurtado, se profundizó con Carlos Salinas de Gortari, siguió su guerra de conquista con Ernesto Zedillo Ponce de León, Vicente Fox Quezada, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto; y ahora continúa con el proyecto transexenal de Andrés Manuel López Obrador y el Partido Movimiento de Regeneración Nacional. Para los pueblos originarios el único “cambio verdadero” es el aumento de las mentiras, los engaños, las persecuciones, las amenazas, los encarcelamientos, el despojo, los asesinatos, las burlas y desprecios, la explotación humana y la destrucción de la naturaleza; en suma: el aniquilamiento de la vida colectiva que somos; Asumiendo que el gobierno neoliberal que encabeza Andrés Manuel López Obrador tiene su vista puesta en nuestros pueblos y territorios, donde, con el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas, se tiende una red de cooptación y desorganización, que abre el camino a una guerra que tiene nombre industrial, hecha de proyectos y violencias, que, apoyada en las corporaciones militares y en la próxima Guardia Nacional, expande una oscura telaraña de muerte y destrucción en los pueblos originarios del país; Reiterando nuestra firme oposición a las políticas neoliberales de los viejos y los nuevos gobiernos, nuestra oposición a las consultas, se llamen como se llamen, que no tienen otro fin que el despojo de nuestros territorios; nuestra oposición a la minería, al represamiento de nuestros ríos, a la construcción de autopistas, a la acelerada especulación inmobiliaria de nuestras tierras, a los megaproyectos neoliberales de muerte como el Proyecto Integral Morelos, el Corredor Transísmico o el Tren Maya; 1
Recordando que la lucha encabezada por el General EMILIANO ZAPATA SALAZAR y el Ejército Libertador del Sur y Centro representaron y siguen representando los intereses y aspiraciones de nuestros pueblos y de millones de explotados y explotadas en México y en el mundo; y que este próximo 10 de abril se cumplen 100 AÑOS DEL COBARDE ASESINATO DEL GENERAL EMILIANO ZAPATA SALAZAR por parte del régimen político que, a pesar de sus “transformaciones”, nos sigue gobernando hasta el día de hoy: CONVOCAMOS A LA ASAMBLEA NACIONAL ENTRE LOS PUEBLOS INDÍGENAS DEL CONGRESO NACIONAL INDÍGENA/ CONCEJO INDÍGENA DE GOBIERNO Y LOS ADHERENTES A LA SEXTA, REDES DE APOYO AL CONCEJO INDÍGENA DE GOBIERNO Y COLECTIVOS Y ORGANIZACIONES QUE LUCHAN Y SE ORGANIZAN CONTRA EL CAPITALISMO A realizarse el 09 de abril del presente año en la comunidad indígena de Amilcingo, municipio de Temoac, Morelos, de las 10:00 de la mañana a las 18:00 hrs. Así como a la: MOVILIZACIÓN NACIONAL E INTERNACIONAL A 100 AÑOS DEL ASESINATO DEL GENERAL EMILIANO ZAPATA SALAZAR, CUYO EPICENTRO SERÁ EN CHINAMECA, MORELOS, EL 10 DE ABRIL DE 2019, A PARTIR DE LAS 9.00 HRS. DE LA MAÑANA. El programa de actividades se difundirá próximamente.
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ATENTAMENTE A marzo de 2019. Por la Reconstitución Integral de Nuestros Pueblos Nunca Más Un México Sin Nosotros ASAMBLEA DE LA RESISTENCIA DE AMILCINGO FRENTE DE PUEBLOS EN DEFENSA DE LA TIERRA Y EL AGUA MORELOS-PUEBLA-TLAXCALA CONGRESO NACIONAL INDÍGENA CONCEJO INDÍGENA DE GOBIERNO EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL Por acuerdo de la Asamblea Emergente Nacional ante la Violencia del Estado y la Autodeterminación de los Pueblos, realizada en la comunidad de Amilcingo, Morelos, con fecha 09 de marzo del presente año, se impulsa la presente convocatoria junto con las siguientes organizaciones: Huexca en Resistencia, Asamblea Permanente de los Pueblos de Morelos, Red de apoyo al CIG-Morelos, Organización Popular Francisco Villa de Izquierda Independiente, Trabajadores de Morelos, UPCI, Cholultecas Unidos en Resistencia-CHUR, Nodorolidente, MOPIM-CNPA-MN, Instituto Cultural Autónomo Rubén Jaramillo, UPVA 28 de octubre, Red contra la Represión, Red Coyoacan, Praxis en América Latina, CNI Tepoztlan, CNI Puebla, Colectivo Resistrenzas, Red de Resistencia y Rebeldía Cineteca, Red de Rebeldías y Resistencias, UPCD, EPM, Colectivo Obrero, JEN, Comunidad de Huazulco, Zapatistas del sur de Morelos, UCIZONI, MAIZ, Integrantes UAMAzcapozalco, Solidaka, Unión por la Soberanía Popular, Escuela Normal Rural Popular Mactumactzá, Ejido Tenextepango, Ruacig, Rebelión, Hecho en Tlalpan, Colectivo El Zurdo, Mov. por la libertad de los defensores del agua Tlanixco Edo. Mex., San Miguel Cajono Oaxaca, Universidad de Chapingo, Libertad bajo Palabra, Flor de la Palabra, Organización Nacional del Poder Popular. 3
¡SAMIR VIVE, LA LUCHA SIGUE! Pronunciamiento de la Tercera Asamblea Nacional del Congreso Nacional Indígena, el Concejo Indígena de Gobierno y el EZLN.
A los pueblos del mundo A las organizaciones y colectivos en resistencia y rebeldía A las redes de resistencia y rebeldía A la sexta nacional e internacional A los medios de comunicación
A casi 100 años del asesinato del general Emiliano Zapata, estando reunidos los pueblos ayuuk, binizza, chinanteco, chol, chontal, guarijío, maya, mayo, mazahua, mazateco, mixteco, nahua, nayeri, otomí, popoluca, purépecha, raramuri, tepehuano, tlapaneco, tojolabal, totonaco, tzeltal, tsotsil, wixárika, yaqui, zoque y quichua (Ecuador) para celebrar la Tercera Asamblea Nacional del Congreso Nacional Indígena y el Concejo Indígena de Gobierno, nos encontramos en el dolor y la rabia ante la guerra en contra de nuestros pueblos, ante el asesinato del compañero Samir, muerto por defender a la tierra y a su pueblo. Desde nuestra asamblea nacional enviamos un abrazo solidario y combativo a su familia y a la comunidad de Amilcingo, Morelos. Les enviamos un abrazo solidario del CNI-CIG y el EZLN, donde el compañero siempre será una vela encendida. A Samir lo mató el régimen neoliberal; no sabemos si el gobierno, si los empresarios, si sus cárteles delincuenciales, o, si los tres juntos. Los ofrecimientos hechos por AMLO, no a los de abajo, sino a los dueños del dinero y del poder, las veladas amenazas en contra de quienes defendemos la vida, sentaron las bases del artero asesinato. Es, en el caso del nuevo titular del ejecutivo federal, la promesa de entregar a los grandes empresarios y a las cúpulas militares lo que no han podido quitarnos el capitalismo neoliberal y sus malos gobiernos que entran y salen. Ofrece a los empresarios poner a su disposición la tierra con la supuesta nueva Ley de Desarrollo Agrario, para terminar de desmantelar 4
la propiedad y organización colectivas, llamando “desarrollo” al robo descarado y a la destrucción, amenazando militarmente a nuestros pueblos con su Guardia Nacional y reconfigurando nuestro país. Lo que arriba llaman “transformaciones” para nuestros pueblos siempre han significado que nosotros ponemos los muertos en función de los intereses de las oligarquías y de los que tienen el poder, que son cada vez más poquitos y grandes, que no dejan de vivir de la opresión, explotación, y destrucción por los mismos de siempre. La llamada “Cuarta Transformación” sigue el mismo camino de sus 3 predecesoras, aunque con más brutalidad y cinismo si posible fuera. En la guerra de Independencia fueron los explotadores locales, hijos de los invasores europeos, quienes tomaron el poder y se repartieron nuestras tierras, tratando de invisibilizar la existencia de nuestros pueblos sobre la base del discurso liberal que hasta el día de hoy es el discurso del Poder. En la Reforma nuestras tierras comunales, sagradas para nosotros, fueron proscritas para entregarlas a los mismos saqueadores, las leyes de Reforma y las posteriores leyes de baldíos y colonización propiciaron el crecimiento de las grandes haciendas bajo el régimen porfiriano. Durante la Revolución Mexicana, mientras arriba se repartieron el poder político, abajo con nuestra sangre defendimos y regamos la tierra. Mientras Madero y Carranza traicionaban y asesinaban a Zapata, nuestros pueblos exigían una radical y profunda transformación social y agraria que nunca llegó. Así, en cada “transformación” se acrecentaron y recrudecieronla explotación, el despojo, la discriminación y el desprecio contra nuestros pueblos. No tenemos duda que esta nueva etapa de gobierno profundiza el neoliberalismo y la integración forzada de nuestro país a la órbita imperial de Estados Unidos, pues, se ha comprometido fielmente a dar continuidad a las políticas macroeconómicas de los anteriores gobiernos, estableciendo una austeridad y restricciones fiscales que no se veían desde el gobierno de Miguel de la Madrid; garantizando la 5
autonomía del Banco de México, el respeto a las inversiones extranjeras y el impulso del libre comercio. Va contra nosotros y nuestros territorios, va por el exterminio de nuestros pueblos en cada rincón, y para ello tiende una guerra que sufrimos hoy con luto y coraje. Nos vemos en esta asamblea general y en el conjunto de nuestros dolores vemos que es una guerra hecha de muchas guerras funcionando de forma integral, como si fuera una sola. Es hoy Francisco I. Madero, quien traicionó a Zapata, el mayor inspirador del discurso del nuevo ejecutivo federal, admirador del desarrollismo liberal y neoliberal que está exterminando a nuestros pueblos. En realidad, la autodenominada “Cuarta Transformación” inició con Miguel de la Madrid Hurtado, se profundizó con Carlos Salinas de Gortari, siguió su guerra de conquista con Ernesto Zedillo Ponce de León, Vicente Fox Quezada, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto; y ahora continúa con el proyecto transexenal de Andrés Manuel López Obrador y el Partido Movimiento de Regeneración Nacional. Para los pueblos originarios el único “cambio verdadero” es el aumento de las mentiras, los engaños, las persecuciones, las amenazas, los encarcelamientos, el despojo, los asesinatos, las burlas y desprecios, la explotación humana y la destrucción de la naturaleza; en suma: el aniquilamiento de la vida colectiva que somos. Eso que necesitan quienes orquestan la destrucción del mundo lo tenemos los pueblos, y lo vamos a defender de su transformación capitalista con nuestra resistencia y rebeldía, aunque, como lo estamos viendo, nos enfrentemos a la trama militar de dominación y represión que tiene al capital como estandarte, que lo mismo recurre a cuerpos policiacos, militares, grupos de choque, carteles de la droga y paramilitares. El mal gobierno federal se para sobre los estragos dejados por décadas de neoliberalismo, profundizando el desprecio y el racismo para poder despojar a los pueblos originarios. Busca la indiferencia y a ella se dirige para preguntarle si está o no de acuerdo en la destrucción a la que viste de “progreso”. O sea, sus supuestas consultas no son más que la cosecha del odio y el miedo dejados por el capitalismo neoliberal. Esa cosecha es llamada “democracia”. 6
Ante todos los proyectos encaminados al despojo y la destrucción de nuestros territorios y culturas, manifestamos que las consultas ciudadanas, populares, e incluso las que se organicen bajo el amparo del Convenio 169 de la OIT, tienen como fin convalidar dichos megaproyectos y revestirlos de una falsa legitimidad. Denunciamos que las consultas que el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas organiza actualmente en torno al Plan Nacional de Desarrollo 2018-2024, el Tren Maya o el Corredor Transísmico son una simulación para su convalidación. Nuestros pueblos, en ejercicio de sus derechos fundamentales de autonomía y territoriales dicen NO a las políticas y a los megaproyectos de despojo, muerte y destrucción, así como a las consultas que organizan los malos gobiernos para obtener el consentimiento de nuestros pueblos a dichas políticas y a dichos megaproyectos. El gobierno neoliberal que encabeza Andrés Manuel López Obrador tiene su vista puesta en nuestros pueblos y territorios, donde, con el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas, se tiende una red de cooptación y desorganización, que abre el camino a una guerra que tiene nombre industrial, hecha de proyectos y violencias, que, junto con las otras guerras y redes de guerra, expanden una oscura telaraña de muerte en los pueblos originarios del país. El Proyecto Integral Morelos, por ejemplo, consta de 2 termoeléctricas, gasoductos y acueductos que buscan despojar de la tierra, agua, seguridad, salud, identidad y vida campesina a los pueblos indígenas nahuas del volcán Popocatépetl de los estados de Morelos, Puebla y Tlaxcala. La fuerza del Estado y de las empresas Elecnor, Enagas, Abengoa, Bonatti, CFE, Nissan, Burlington, Saint Gobain, Continental, Bridgestone y muchas más, ha impuesto este proyecto por medio de la violencia pública estatal, federal y el ejército, infundiendo terror en los pueblos a través de la tortura, la amenaza, el encarcelamiento, persecución judicial, cierre de radios comunitarias, y ahora el asesinato de nuestro hermano Samir Flores Soberanes. Los neoliberales, primero con los delincuentes Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto y ahora con Andrés Manuel López Obrador, buscan acabar con la resistencia de los pueblos que con razón y derecho decimos NO al Proyecto Integral Morelos. Sin embargo, el racismo sembrado por el desprecio capitalista, la desinformación y la 7
desmemoria, vuelven a criminalizarnos. AMLO dijo, en 2014 y 2018, que estaría con los pueblos contra la termoeléctrica en Huexca. Hoy nos llama radicales de izquierda y conservadores señalando que es el dinero invertido en el proyecto la mayor razón para no parar la muerte que anuncia, sin importar el dolor y la rabia de nuestros pueblos. Hoy, mañosamente se le nombra “democracia” a la mentira a la que llaman “consulta”, hecha en un marco de violencia, desinformación y desprestigio, sin importar siquiera el riesgo que el Gasoducto Morelos implica en zona de peligro del volcán sagrado del Popocatépetl, sin importar que acaben con el agua de riego de los ejidos de Ayala y contaminen el Río Cuautla. O sea, la vida no vale cuando se habla del gran capital. En los pueblos mayas de los estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, los sitios sagrados se están arrebatando a las comunidades para acrecentar las ganancias de empresas turísticas trasnacionales; haciendo una guerra en la que el mismo tren que transportará los frutos de la agroindustria transgénica, llevará la carne de las mega granjas porcícolas que destruyen las aguas sagradas de los cenotes; el mismo que servirá para conectar a las zonas económicas especiales de Puerto Progreso y Campeche en la península, donde además imponen parques eólicos. Así mismo en los territorios indígenas de Tabasco y Chiapas, donde, además, esta guerra se hace red con los grupos represivos militares y paramilitares. Después, se hace una sola guerra con los megaproyectos desplegados en el territorio de los pueblos originarios del Istmo de Tehuantepec. Mientras orquestan la transformación capitalista contra los pueblos mayas, la tierra está siendo robada a los pueblos, comprada por unos cuantos pesos y destruida por la explotación y contaminación transgénica en toda la región, fuertemente afectada por los agroquímicos. En los pueblos originarios que habitan el Istmo de Tehuantepec, el mal gobierno capitalista anuncia la imposición del proyecto codiciado por los grandes capitales internacionales para el tránsito de sus mercancías y el saqueo de los bienes naturales y culturales del sur – sureste donde habitamos un gran número de pueblos originarios y las principales selvas, bosques, ríos y la mayor zona de biodiversidad del país. 8
El mal gobierno capitalista usa las formas de imposición de los gobiernos anteriores para imponer este mega proyecto de muerte que pretende reactivar los puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos interconectándolos por un tren de carga de alta velocidad para el transporte de mercancías de los grandes capitales que controlan el mundo. Es un neo porfirismo “transformado” con el ropaje de “progresista”. Pretende convertir el Istmo en un muro de contención de la migración centroamericana y nacional a Estados Unidos, contratando a los migrantes con empleos precarios y mal pagados mediante la instalación de industrias maquiladoras, fábricas automotrices, la explotación forestal, megaproyectos energéticos, como los corredores eólicas, hidroeléctricos, así como la explotación de hidrocarburos mediante métodos convencionales y fracking, de explotación minera y de transporte de mercancías en toda la franja transístmica. Este proyecto no es en beneficio de los pueblos, ni del país, ni transportará nuestros productos locales, sino que se trata de la entrega de nuestros territorios y nuestra vida al capitalismo internacional, liderado por Estados Unidos, de donde surgen redes de guerras para las que no hay muros ni contenciones. La versión “Cuarta Transformación” del muro de Trump, no es sino una multiplicación de muros construidos desde la frontera con Guatemala y Belice hasta el Istmo mexicano. Estas murallas se edifican con los materiales producto de la destrucción de la naturaleza y de los pueblos originarios, y su “pegamento” es el despojo, la explotación, el desprecio y la represión. En el centro del país, la expansión salvaje de la Ciudad de México está acompañada de desarrollos industriales y especulación agraria e inmobiliaria, que está llevando a la destrucción y despojo de una amplia zona. Con los trabajos en Texcoco por el NAICM fueron destruidos más de 100 cerros para extraer materiales con los que pretendieron matar al lago, provocando la afectación de las fuentes de agua de toda la región. Como alternativa del nuevo gobierno, el aeropuerto en la base militar de Santa Lucía, está acompañado del mismo despojo a los pueblos de los alrededores, a los que pretenden sumergir en la desgracia que nos aqueja por el gran capital. 9
Con preocupación observamos, por un lado, que la empresa PINFRA continúa las obras de la autopista México Tuxpan-Peñón Texcoco, en los terrenos del ejido de Nexquipayac, mientras que varias empresas pretenden continuar diversas obras del NAICM en Texcoco y actualmente realizan trabajos que no están debidamente explicados; por otro lado, el gobierno federal promete a los militares la administración y ganancias del nuevo aeropuerto en Santa Lucía. Son las cuotas a cambio de proteger el poder del gran capital en contra de nosotros los pueblos que nos organizamos para detener la guerra en cada rincón del país, apostando siempre por la vida. Es por ello que el CNI- CIG, seguirá luchando por la cancelación del proyecto del NAICM ya sea que pretendieran continuarlo en Texcoco o en Santa Lucía, como es la decisión del ejecutivo federal. En dicho sentido y en ejercicio de nuestros derechos territoriales y autonomía decimos que estos megaproyectos se toparán de frente con la voluntad de nuestros pueblos. El mal gobierno capitalista de López Obrador agudiza la guerra contra las mujeres de nuestro país, pues, con su apoyo redoblado a los poderosos, lleva al aumento de feminicidios, trata de mujeres, tortura y explotación. Por eso nosotras y nosotros del Congreso Nacional Indígena y el Concejo Indígena de Gobierno y del EZLN, pensamos que si nos organizamos las mujeres que luchamos en nuestros pueblos del campo y la ciudad, minaremos, hasta que se caiga, esa guerra del capital. Abajo, en todas las geografías que somos los pueblos originarios, seguimos sembrando la autonomía, construimos y desplegamos el poder de abajo en lo que también son redes de redes, pero de resistencia y rebeldía, que son también los espejos no solo de los pueblos que somos el CNI – CIG y el EZLN, sino muchos otros y otras que siembran la esperanza y de las que es espejo ésta, nuestra tercera asamblea nacional. En consecuencia, desde aquí, denunciamos la guerra abierta en contra de la digna lucha de la comunidad indígena nahua de Santa María Ostula, Michoacán, utilizando la fuerza represiva del mal gobierno en sus tres niveles, así como a los grupos de la delincuencia organizada, misma que es desplegada también por todo el territorio del país como herramienta de muerte en contra de nuestros pueblos y como justificación para la militarización y la creación de la Guardia Nacional. 10
Nos pronunciamos por el respeto pleno a la autonomía del ejido Tila, en el estado de Chiapas y condenamos las amenazas de despojo y represión hechas por el comisariado ejidal espurio con el apoyo de los malos gobiernos para la conformación de grupos de choque en contra de nuestros compañeros que han dado ejemplo de dignidad y organización. Asimismo, por acuerdo de nuestra asamblea nacional, seguimos exigiendo la presentación con vida de nuestro compañero Sergio Rivera Hernández quien fué desaparecido desde el pasado 23 de agosto de 2018 por su lucha en contra de la minera Autlán en la Sierra Negra de Puebla. Exigimos la cancelación del proyecto hidroeléctrico Coyolapa-Atzala y de la explotación minera en la Sierra Negra. Exigimos la presentación con vida de los 43 estudiantes de Ayotzinapa y justicia para los compañeros asesinados. Exigimos la cancelación de las concesiones mineras en todo el territorio nacional, que implican la destrucción en el estado de Oaxaca, Sierra Sur, en el territorio chontal por parte de la empresa Salamera, en la región de los Chimalapas, donde la misma empresa canadiense pretende actualmente ampliar sus concesiones, en el desierto de Wirikuta, San Luis Potosí y en todo el país. Hacemos un llamado para redoblar esfuerzos por la libertad de nuestro compañero Fidencio Aldama Pérez, del pueblo yaqui de Loma de Bácum, Sonora; y de nuestros compañeros Pedro Sánchez Berriozábal, Rómulo Arias Mireles y Teófilo Pérez González de la comunidad nahua de San Pedro Tlanixco, en el Estado de México, así como de todos los presos políticos de México. Exigimos que cesen el hostigamiento y las amenazas en contra de nuestros hermanos y hermanas de la comunidad de Amilcingo, Morelos, desde donde brilla la luz que es nuestro hermano Samir, por parte de los tres niveles del mal gobierno que quieren imponer a toda costa el Proyecto Integral Morelos. Exigimos la cancelación del proyectado parque eólico conocido como Gunaa Sicarú, de la empresa francesa EDF, en más de 4 mil hectáreas pertenecientes a los terrenos comunales de la comunidad binnizá de 11
Unión Hidalgo y rechazamos la consulta que el gobierno pretende realizar para obtener el “consentimiento” a la misma. Asimismo exigimos la cancelación inmediata de los estudios de prosprección que realizan los espeleólogos pertenecientes al PESH (Espeleológico Sistema Huautla) en cuevas y cavernas del pueblo mazateco de Huautla sin autorización del mismo. Llamamos a los pueblos originarios, a las redes y organizaciones que han apoyado al CIG-CNI, así como a los colectivos y organizaciones de trabajadores, de estudiantes, de mujeres, de campesinos y de jóvenes que luchan contra el capitalismo neoliberal, a crecer nuestras resistencias y rebeldías y a participar en la Asamblea Nacional entre los pueblos del Congreso Nacional Indígena y las organizaciones, redes y colectivos que en México y el mundo luchan y se organizan; así mismo al acto con motivo del centenario del asesinato del General Emiliano Zapata Salazar, los días 9 y 10 de abril del presente año en el estado de Morelos, donde diremos con claridad nuevamente:
¡SAMIR VIVE, VIVE, LA LUCHA SIGUE, SIGUE! Atentamente Desde la Tercera Asamblea Nacional del Congreso Nacional Indígena y el Concejo Indígena de Gobierno. A marzo de 2019 Por la Reconstitución Integral de Nuestros Pueblos Nunca Más Un México Sin Nosotros Congreso Nacional Indígena Concejo Indígena de Gobierno Ejército Zapatista de Liberación Nacional
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Sin transformación para pueblos indígenas Magdalena Gómez - La Jornada
En estos días se han organizado foros en torno a la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo 2019-24. En el caso indígena el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI) ha emitido comunicados sobre los mismos y llama la atención la coincidencia de la gran mayoría de ellos en solicitar que se les reconozca como sujetos de derecho público. Ya hemos señalado que la ley que creó el INPI incluyó tal supuesto reconocimiento cuando la Constitución en la contrarreforma de 2001 los colocó como de interés público. Lo extraño es la formulación técnica casi unánime de los foros indígenas. Me recuerda la consulta que se impulsó en el foxismo para desaparecer al Instituto Nacional Indigenista, donde los asistentes a los foros, esos sí tradicionales, a decir de sus relatores, concluyeron que pedían un organismo descentralizado no sectorizado. Es significativo que no aparezca la mención a los megaproyectos, supuestamente legitimados mediante las consultas ciudadanas que nada tienen que ver con el derecho a la consulta previa, libre, informada, de buena fe y culturalmente pertinente. Es un hecho que los lineamientos y proyectos centrales del nuevo gobierno han sido previamente decididos por el Presidente de la República. Si Peña Nieto logró la firma de todos los partidos para el Pacto por México, López Obrador está usando todas las reformas estructurales que lo expresaron, especialmente las que impactan a recursos naturales. Si bien afirma que la reforma energética fue un rotundo fracaso sin cuestionar su existencia, sólo se marcan sus resultados económicos insatisfactorios. Se ha reiterado: “Baste decir que, a cuatro años de su aprobación –y ahí están los datos, esto no es un asunto ideológico o político, es de juicio práctico– se redujo la inversión pública y privada en el sector, se produce menos petróleo crudo” (informe de los primeros 100 días de gobierno, 11/3/19). En una entrevista en La Jornadaafirmó que las zonas económicas especiales no van y sin embargo las está promoviendo. Así lo expresó: “Ya el plan energético, diseñado en el periodo neoliberal, no se va a llevar a cabo, eso es muy claro. Ya no van a existir la zonas económicas diseñadas con ese propósito. Nosotros lo que queremos es rescatar a Pemex y a la CFE, nuestro plan es recuperar la industria petrolera, la industria eléctrica, porque ha resultado un rotundo 13
fracaso la política energética del neoliberalismo [...] lo que se diseñó en el periodo neoliberal no va a utilizarse hacia adelante, es una nueva política económica, es un cambio de régimen, no es un cambio de gobierno” (30/11/18). Ya declaró el fin del periodo neoliberal y se omite la necesidad de que, en consecuencia, se abroguen justamente las reformas que le dieron sustento, en especial la contrarreforma al artículo 27 constitucional en 1992, la ley minera, las llamadas estructurales. No parece estar en el horizonte esta ruptura con el proyecto neoliberal que fue constitucionalizado por los gobiernos priístas. En el informe de los primeros 100 días el titular del Ejecutivo reiteró: “Es importante decir que, en serio, sin retórica o demagogia, existe la determinación de mandar obedeciendo. Por eso se llevaron a cabo las consultas sobre el aeropuerto y más recientemente sobre el gasoducto y la termoeléctrica del estado de Morelos... Informo que estamos por licitar proyectos estratégicos. Ejemplos: en abril se publicará la convocatoria para la construcción del Tren Maya, respecto al Desarrollo Integral del Istmo de Tehuantepec. Estamos en la fase de consulta a las comunidades y en la elaboración de proyectos para lanzar las licitaciones, todo el Istmo se convertirá en zona libre o franca; es decir, se reducirán los impuestos y el precio de los energéticos para propiciar la instalación de parques industriales que generen suficientes empleos y buenos salarios. Todo ello con la participación y beneficio para los pueblos y con absoluto respeto al medio ambiente”. En contraste, Victoria Tauli, relatora especial sobre los derechos de los pueblos indígenas, transmitió una nota técnica que decidió hacer pública, donde señaló: “Quisiera expresar mi profunda preocupación al gobierno de México en relación con la información recibida por mi mandato en los últimos meses acerca de proyectos de inversión anunciados por el gobierno que podrían afectar los derechos de los pueblos indígenas y, en particular, la intención de realizar consultas ciudadanas para recabar la opinión de la población nacional en general sobre la ejecución o no de esos proyectos. Falta claridad sobre cómo las consultas previstas tendrán en cuenta las obligaciones del Estado mexicano de implementar procesos específicos de consulta previa con los pueblos indígenas potencialmente afectados con el fin de obtener su consentimiento libre, previo e informado” (5/3/19). ¿A quién se obedece al mandar? No a los pueblos indígenas. 14
Educación, gatopardismo legislativo Luis Hernández Navarro
En la conferencia magistral que impartió al recibir el doctorado honoris causa de la Universidad Nacional Autónoma de México, Pablo Latapí, figura fundamental de la pedagogía mexicana de las últimas cuatro décadas del siglo XX, dijo que el ideal de excelencia en educación no es virtud, sino “una aberración”. Según el doctor en ciencias de la educación por la Universidad de Hamburgo, fundador del Centro de Estudios Educativos y asesor de varios secretarios de Educación Pública, “ninguna filosofía educativa había tenido antes la ilusoria pretensión de proponerse hacer hombres perfectos”. “Excelente” –explicó– es el superlativo de “bueno”; excelente es el que excellit, el que sobresale como único sobre todos los demás; en la práctica, el perfecto”. En su lugar, reivindicó la idea de querer ser mejor sin separarnos de los otros (https://bit.ly/2FhSlcc). Las críticas de Pablo Latapí al concepto de excelencia educativa son compartidas por numerosos investigadores y maestros. Pero no por el Ejecutivo ni por los legisladores. Tanto así que en la propuesta de dictamen de las Comisiones Unidas de Educación y Puntos Constitucionales para una nueva reforma educativa se propone aprobar un punto para que la educación que imparta el Estado sea de “excelencia”. Curiosamente, a la hora de definir en qué consiste la excelencia, los diputados dan gato por liebre y usan casi las mismas palabras con que en la reforma del Pacto por México se definió la calidad educativa: “mejoramiento integral constante que promueve el máximo logro de aprendizaje de los educandos”. Un galimatías. El concepto de calidad educativa, proveniente del mundo empresarial y no del pedagógico; no tiene una definición precisa y es entendido de diferentes maneras por los estudiosos del tema. Su inclusión en el texto constitucional en 2013 fue amplia y consistentemente cuestionado por miles de maestros y centenares de especialistas. A pesar de ello, los legisladores lo quieren volver a meter hoy por la puerta trasera envuelto en el aberrante concepto de excelencia. 15
Lo sucedido en el dictamen con la excelencia y calidad no son, desafortunadamente, excepciones en la iniciativa de los diputados, sino la regla. Pese a la promesa presidencial de abrogar la norma parida por el Pacto por México, muchos de los cambios introducidos en la nueva propuesta de reforma educativa en relación con la anterior son cosméticos. En cuestiones nodales hay una continuidad básica en ambas reformas. Ese es el caso del marco laboral para los trabajadores de la educación. Como sucedió con la reforma de Peña Nieto, el dictamen propuesto por los diputados se niega a reconocer explícitamente que los docentes son trabajadores al servicio del Estado y que su situación laboral se enmarca en el aparatado B del artículo 123 constitucional. En los hechos, se crea un régimen laboral especial para ellos. Lo hace sustituyendo el Servicio Profesional Docente por un sistema para la carrera de las y los maestros, en términos del artículo tercero. Desde esa lógica, se tendría que legislar para crear regímenes laborales especiales para los trabajadores de la salud, los mecánicos, las secretarias, los choferes y un largo etcétera. En el dictamen se establece que no se afectará la permanencia de los docentes; sin embargo, se mantiene, con un poco de maquillaje de por medio, el despojo de las conquistas laborales del magisterio perpetrado en el sexenio pasado. Se hacen retroceder las manecillas del reloj de las regulaciones laborales hasta antes de 1963, cuando se aprobó la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado. Asimismo, se perpetúa el absurdo de que las relaciones laborales de los maestros se regulen desde el artículo tercero constitucional y no del 123, y de que las características de éstas tengan rango constitucional y no el de una ley secundaria. Así, se pone un candado que imposibilita que los maestros se amparen con éxito contra ese punto de la reforma. Esto tiene una implicación adicional: aunque formalmente se reconoce que los maestros fueron estigmatizados durante el sexenio pasado, se mantienen aspectos medulares de la legislación que los discriminó. De la misma manera, el dictamen desaparece el Instituto Nacional de Evaluación de la Educación y crea el Sistema Nacional de Mejora Continua de la Educación, coordinado por un organismo público 16
descentralizado, al que se faculta para “emitir lineamientos relacionados con el desarrollo del magisterio, el desempeño escolar, los resultados de aprendizaje”. Esta facultad debiera ser responsabilidad de la Secretaría de Educación Pública. Adicionalmente, se le abren la puertas al mundo empresarial y sus organismos de cabildeo para que influyan en política educativa, a través de un Consejo Ciudadano y de “las instancias autorizadas para la certificación de los procesos de la mejora continua de la educación”. Este gatopardismo legislativo es un triunfo, nada desdeñable, de los viudos de la reforma del Pacto por México. Recuperan por vía de las negociaciones en lo oscurito, lo que perdieron en las elecciones presidenciales del año pasado. Twitter: @lhan55
¿Quién obedece a quién? Hermann Bellinghausen
Lo volvió a hacer. Al celebrar sus primeros 100 días, el Presidente omitió cualquier compromiso serio con los pueblos originarios, como no sea destacarlos dentro del casillero “primero los pobres” y en el capítulo “apoyos sociales”. Nada sobre las verdaderas demandas de autogobierno, gestión territorial y contención de megaproyectos y agroindustrias de Xochimilco a Chiapas, de Yucatán a Durango, de las montañas cafetaleras de Veracruz al Istmo de Tehuantepec. Ningún compromiso ante las conquistas y victorias de las resistencias de estos pueblos. Nada sobre la necesidad de reconocer las lenguas mexicanas como nacionales, no sólo el castellano. Reiteró además su mal uso del precepto “mandar obedeciendo”, al vincularlo en automático con sus consultas, demostradamente irregulares, con los dados cargados para “obedecer” lo que él quiere que le “manden”. Desde Ginebra, la relatora especial sobre los pueblos indígenas de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Victoria Tauli-Corpuz, cuestiona formalmente la laxitud de las consultas lopezobradoristas: Expresa “al Gobierno de su Excelencia” una “profunda preocupación” por los proyectos de inversión “anunciados por su Gobierno que podrían afectar los derechos de los pueblos indígenas y en particular, la 17
intención de realizar consultas ciudadanas para recabar la opinión de la población nacional en general sobre la ejecución o no de esos proyectos. Falta claridad sobre cómo las consultas previstas tendrán en cuenta las obligaciones del Estado mexicano de implementar procesos específicos de consulta previa con los pueblos indígenas potencialmente afectados con el fin de obtener su consentimiento libre, previo e informado”. La relatora emplaza al Presidente: “Desde el mes de diciembre de 2018, ¿se han llevado a cabo procesos de consulta previa, libre e informada con comunidades de los pueblos indígenas, en aplicación de las obligaciones internacionales de derechos humanos de México? Por favor, sírvase detallar el desarrollo de dichos procesos, si existieran”. La insistencia presidencial en que “el pueblo manda” necesita sostenes menos subjetivos y más apegados a las normas, definidas en tiempos recientes precisamente para dar contrapeso a las decisiones de Estado y las presiones corporativas sobre territorios y bienes de los pueblos originarios, estructural y legalmente más débiles que el poder. De ello no escaparon las democracias “progresistas” de los pasados lustros en América Latina, si bien recurrieron poco a las consultas para implantar el extractivismo y enajenar territorios en nombre de la nación y los paraísos de inversión. En cambio han jugado un papel, ocasional pero importante, en favor de pueblos indígenas en países autoritarios como Guatemala, Honduras y Colombia, incluso México, donde las victorias de los indígenas se dirimen en tribunales más que en consultas o comicios. El recurso mismo de la consulta es problemático, por ello en México la lucha ha sido y sigue siendo por el respeto a la asamblea, esencia de la democracia colectiva de las comunidades. Los gobiernos pasados lo supieron bien. El PRI desarrolló un método de matriz cardenista que llevó el corporativismo a extremos grotescos, pero funcionó para controlar, manipular y falsear las asambleas comunitarias. El PRD heredó el método. Y por lo visto en los pueblos originarios del sur de Ciudad de México, particularmente Xochimilco, las alcaldías de Morena también acarrean, amenazan, rasuran padrones y resucitan el voto de los difuntos para imponer coordinaciones territoriales. De seguir el desaseo (por decir lo menos) para obtener “permiso” de las comunidades originarias, una por una y regionalmente, crecerán las tensiones, la descomposición social, o habrá tragedias como la de 18
Amilcingo. El gobierno no podrá desentenderse con la machacona profesión de buenas intenciones. No sólo se necesita un mejor marco legal; la solicitud de permiso (¿no es eso una consulta?) debe plantearse a los pueblos directamente afectados. Es tramposo y cómodo consultar a toda la población presuntamente beneficiada por el tren, la termoeléctrica, el canal seco interoceánico, la reforestación masiva, la mina, el pozo, la carretera. Así se aplasta a quienes la obra de marras les trastornará el futuro.
Unas de cal y otras de arena Guillermo Almeyra /II y último
Los que votaron por Morena testablecieron un pacto tácito: llevar a Andrés Manuel López Obrador (AMLO) al gobierno y darle mayoría en el Congreso para que dispute el poder, que sigue estando en manos de la derecha política y social. Para esos votantes lo prioritario es reducir drásticamente la desigualdad en los ingresos y la pobreza por medio de incrementos generales en los salarios directos y en los indirectos o diferidos (jubilaciones y pensiones, educación, sanidad, subsidios al transporte y a ciertos insumos productivos y consumos vitales, como las medicinas o algunos alimentos básicos). Para ellos la cuestión es clara: hay que trasladar a la producción y a la elevación del nivel de vida la riqueza obtenida por las empresas trasnacionales y los multimillonarios que están ganando como nunca mediante la explotación de los trabajadores y de los recursos nacionales. Ese traspaso de riqueza es prioritario, como también lo son los derechos que lo refuerzan y defienden, como el respeto a los Acuerdos de San Andrés y de los derechos de los pueblos indígenas. O acabar con los feminicidios, lo cual incluye la despenalización del aborto, ya que es enorme el número de mujeres pobres que mueren debido al oscurantismo medieval de quienes, por razones religiosas, niegan el derecho a abortar en condiciones seguras y legales a las embarazadas que se ven obligadas a recurrir a esa opción extrema. Son los indígenas quienes deben determinar libremente si sus derechos son prioritarios o no, como son las mujeres y sólo ellas las que deben decidir en una consulta libre si la despenalización del aborto es un 19
tema prioritario. El paternalismo de quienes piensan y deciden en nombre de los oprimidos, pero siempre a espaldas de ellos es una de las características más nocivas del pasado reciente y debe ser erradicado y remplazado por la democracia. Otra prioridad es la defensa de los puestos de trabajo. Los trabajadores en huelga de Tamaulipas están enfrentando la represión de los charrosunidos a la patronal y a las autoridades, de una justicia de clase que declara ilegal una huelga generalizada y de un capital ávido sólo de ganancias que, para romper la huelga, se va de la nación dejando un reguero de desocupados. La lucha en Tamaulipas es una lucha de todos y debe ser apoyada y defendida por todos. El gobierno nacional debe respaldar y satisfacer a los huelguistas, ayudarles a echar a los charrosvendidos mediante elecciones sindicales limpias y controladas, revisar los fallos de jueces indignos y hacer funcionar las empresas abandonadas por sus propietarios como forma extrema de lockout. Es evidente que el pacto entre los votantes de Morena y AMLO choca frontalmente con lo firmado por éste con las fuerzas armadas, las trasnacionales y los grandes capitalistas nacionales entrelazados con aquéllas. La prioridad, por tanto, debe concederse a los votantes que quieren decidir lo que para ellos es fundamental, no a quienes ponen en primer plano el aumento de la riqueza extraída mediante la explotación de los trabajadores y la depredación del territorio a costa de un desastre social y ambiental que hipoteca el futuro. Si los votantes de Morena no se mueven, no actúan por sí mismos, no deciden lo que debe cambiar prioritariamente y se organizan para concretar su decisión y, en cambio, se limitan a esperar lo prometido, las promesas de AMLO dependerán de las presiones de la derecha sobre un gobierno donde ésta ocupa importantes posiciones. El Presidente de México, como hizo en su momento la ex mandataria argentina Cristina Fernández de Kirchner, se opone hoy a discutir la despenalización del aborto para no chocar con el PES y con la jerarquía católica que están habituados a decidir sobre los cuerpos de los niños y de las mujeres. Las mujeres –entre éstas, las de Morena– deben recordarle 20
que no fue elegido ni por el PES ni por el Vaticano y decidir por sí mismas, movilizándose, tal como hacen los campesinos autoorganizados en policías comunitarias o los trabajadores de Tamaulipas. Actualmente las mujeres mixes y zapotecas bloquean carreteras en Oaxaca contra el Proyecto transístmico que –con el tren, las autopistas, los plantíos masivos de frutales, la extensión de los parques eólicos y, sobre todo, la especulación inmobiliaria– transformaría profundamente el territorio, con funestos resultados ecológicos y sociales. Igual resistencia ofrecen los pueblos que son víctimas designadas de obras como la del Tren Maya y que ven cómo han comenzado ya los desmontes en Campeche. Otras voces deben unirse a estos reclamos. El agua, los bosques, el territorio y la calidad de vida de los mexicanos tienen prioridad sobre las ganancias de los capitalistas. Es positivo, por último, que el gobierno, curándose en salud, se niegue a seguir a Donald Trump en su aventura contra Venezuela, pero sería hora de que él y todos los mexicanos dedicasen esfuerzos importantes a la organización de nuestros conciudadanos en Estados Unidos para poder ejercer así alguna presión defensiva contra quienes los amenazan y atacan. almeyraguillermo@gmail.com
Dos preguntas
Gloria Muñoz Ramírez - Los de abajo “¿Progreso para quién?”, se preguntaba en voz alta Samir Flores, el defensor del territorio nahua y comunicador comunitario asesinado en Amilcingo en el contexto de su oposición a la termoeléctrica de Huexca. “¿Progreso para qué?”, insistía en las asambleas. “¿Qué significa el progreso para nuestras comunidades?”, le espetó al Presidente el 10 de febrero en Cuautla, apenas diez días antes de que dos balas acabaran con su vida. La aparente sencillez de sus preguntas tienen como respuesta las razones de los megaproyectos que se imponen sobre los territorios de los pueblos indígenas, para quienes implica, literal, su desaparición, como en el caso de la comunidad de Huexca, Morelos, que se se opone al proyecto energético porque le va la vida en ello. 21
Minas, carreteras, hidroeléctricas, acueductos, trenes, gasoductos, centros turísticos, aeropuertos y un largo etcétera atropellan el tejido comunitario, la flora y fauna, cultivos, ríos, manantiales y mares, zonas arqueológicas y bosques. Se trata de la continuidad de un plan neoliberal que se instaló en México hace tres décadas, y que tiene hoy uno de sus momentos más álgidos. Mal se hará si se desprecia la voz de los pueblos que rechazan su aniquilamiento. Los herederos de Zapata anuncian movilizaciones que inician el 7 de abril en Morelos. Se prevén actos en Amilcingo y en la ex Hacienda de Chinameca, lugar en el que hace 100 años asesinaron al general revolucionario y donde se tiene prevista una conmemoración oficial que, advierten los pobladores nahuas, no permitirán. Dos días antes de la consulta para imponer la termoeléctrica asesinaron a Samir Flores. Por un momento se pensó en estas tierras que habría sensibilidad institucional para no llevar a cabo el cuestionado procedimiento. No fue así. Todo parece indicar que de nuevo se impondrá la sinrazón el 10 de abril, fecha que les pertenece a las comunidades indígenas y campesinas, a quienes se les sigue enviando mensajes adversos, Han declarado persona no grata al Presidente en comunidades en las que se votó por él. No son priístas ni panistas. Confiaron en su palabra empeñada en 2014 y hoy se dicen traicionados. Hay que escucharlos. www.desinformemonos.org - losylasdeabajo@yahoo.com.mx
AMLO, el peligro del lenguaje Javier Sicilia - Proceso
Para Samir Flores, en el dolor y la memoria del corazón. “La vida y la muerte están en poder de la lengua. Del uso que de ella hagas tal será el fruto.” La sentencia pertenece al libro de los Proverbios y resume no sólo la importancia que la palabra tiene en el Antiguo y en el Nuevo Testamento; revela también el poder que posee en el mundo humano. Una buena palabra da vida, anima, hace florecer. Una mala, disminuye, 22
fractura, destruye. Háblale amorosamente a un niño, enséñale el sentido de las cosas y tendrás un ser humano. Maldícelo, insúltalo, miéntele, y tendrás un ser derruido en su humanidad. La palabra no es sólo sentido, es, como dice el proverbio citado, la vida y la muerte mismas. Los políticos tienen, junto con los sacerdotes, una mayor responsabilidad en su uso. En sus palabras descansa la vida y la muerte de una nación. Sus traiciones, las malversaciones que han hecho de ellas, han generado una profunda anomia que se mide en homicidios, feminicidios, desapariciones, torturas, decapitaciones, impunidad y corrupción. Andrés Manuel López Obrador, quien en el imaginario de una buena parte de la nación parecía que le devolvería el peso a la palabra, no sólo ha caído en esta misma enfermedad de la política; está empujando la palabra, mediante descalificaciones y satanizaciones, hacia territorios más peligrosos. Son muchos los señalamientos que podría hacer al respecto. Haré sólo uno que me afecta particularmente porque vivo en Morelos, quise mucho a Samir Flores –luché a su lado y al lado de los pueblos contra el Proyecto Integral Morelos– y sé de las graves consecuencias que traerá la puesta en marcha de la termoeléctrica de Huesca. En 2014, Andrés Manuel López Obrador la cuestionó con mucha claridad. “Es –dijo– como poner un basurero tóxico en Jerusalén […] México no es territorio de conquista”. El 10 de febrero de 2019, ya como presidente de la República, no sólo tomó partido en favor de la termoeléctrica. Descalificó la protesta y los argumentos de los pueblos indígenas que cinco años atrás apoyó: “Escuchen, radicales de izquierda, que para mí no son más que conservadores. Si no se utiliza la termoeléctrica de la CFE, de una empresa de la nación, en vez de tener luz para alumbrar todo Morelos, tendríamos que seguir comprándole la luz a empresas extranjeras”. Días después, el 20 de febrero, a unos días de que se realizara la consulta –anticonstitucional, ilegal, mal planteada, como todas las que hasta ahora ha efectuado–, Samir Flores fue asesinado. Ciertamente AMLO no lo hizo ni lo mandó hacer –aún, por desgracia, no sabemos quién cometió el crimen. Pero la traición a su palabra, la 23
descalificación a los argumentos de los pueblos, el hecho de satanizarlos como retardatarios que están contra el progreso, el gobierno y la dignidad de México, creó las condiciones y el clima para ello. Hizo algo peor: En lugar de detener la consulta, la llevó a cabo sobre el cadáver de Samir, la protesta de los pueblos y el sufrimiento de su familia y de todos los que lo amábamos. Prefirió esa palabra amorfa que llama pueblo, a su expresión concreta; prefirió despreciar, en nombre de ella, el asesinato de Samir, que condenarlo perentoriamente, tensar que dialogar, imponer que consensuar. El presidente utiliza todos los días de manera irresponsable la palabra. En el caso de la termoeléctrica, no sólo la traicionó y abrió el camino a un crimen; desvirtuó también las palabras “radicalidad” –ir a las raíces, que es lo que hacen los pueblos al tratar de evitar el desastre que la termoeléctrica generará, cargándola con el contenido que se refiere a “extremismo”–, y la palabra conservador –el que preserva algo, como lo hacen los pueblos– cargándola del sentido de “retardatario” –el que se opone al progreso–, utilizado por los liberales del siglo XIX. Esta irresponsabilidad en el lenguaje lo ha llevado también, como a muchos, a confundir el neoliberalismo con las empresas privadas y no con la idea de progreso. Para AMLO, si el progreso viene del gobierno es bueno; si viene de las empresas privadas es neoliberal y malo. Olvida, en sus perversiones lingüísticas, que el progreso, llevado por el Estado o por la iniciativa privada, es la base del capitalismo y una de las peores formas del colonialismo que, en nombre del poder y el dinero –hay que recordar tanto a Estados Unidos como a la URSS–, destruye el medio ambiente y con ello grandes porciones de vidas y economías pueblerinas, en este caso de los pueblos de Morelos. Ellos no están contra el desarrollo, siempre y cuando esté en consonancia con su ser y sus economías. Están contra la irracionalidad del colonialismo, sea del Estado o de la iniciativa privada. Están contra la base del neoliberalismo que AMLO disfraza de populismo. “En nuestro tiempo –escribió Georges Steiner– el lenguaje de la política se ha contaminado de oscuridad y de locura. Ninguna mentira es tan burda que no pueda expresarse tercamente, ninguna crueldad tan abyecta que no encuentre la disculpa en la charlatanería del historicismo.” 24
A AMLO le hace falta volver a leer la Biblia. Pero esta vez atendiendo su parte medular, que es el peso concreto de la palabra que crea, que puede, si se pervierte, destruir, y que en su sentido más profundo se encarna para unir, preservar y honrar la vida. Le hace falta también aprender su reverso: el silencio, sin el cual la palabra es sólo ruido, contradicción, anomia y muerte. Además opino que hay que respetar los Acuerdos de San Andrés, detener la guerra, liberar a las autodefensas de Mireles y a todos los presos políticos, hacer justicia a las víctimas de la violencia, juzgar a gobernadores y funcionarios criminales y refundar el INE.
Cuando decir indígena puede ser más despectivo que decir ‘indio’ Cristina Salmerón - Nuestras causas
Una experta en divulgación de la diversidad lingüística nos explica cómo la discriminación hacia los pueblos de México se ha dado por medio del lenguaje Desde la época de la colonia, la palabra “indio” (o “india”) ha sido usada para llamar a los nativos americanos, y hasta la fecha, el término aún remite a discriminación. “México no es una sola nación sino un Estado en el que existen, oprimidas, muchas naciones”, escribió Yásnaya Elena A. Gil en su ensayo “Nosotros sin México: naciones indígenas y autonomía”, incluido en el libro El futuro es hoy. Ideas radicales para México (Biblioteca Nueva). México no es el único país con este problema, pero se puede palpar como un problema grave, pues 11 millones de habitantes (que representan casi el 10% de la población total del país) pertenecen a uno de los sectores más discriminados. Según la Encuesta Nacional sobre Discriminación 2017, el 40% de la población indígena declaró haberse sentido discriminada por ser, justamente, miembros de los pueblos originarios. 25
Yásnaya Elena es mixe y por años se ha dedicado a divulgación de la diversidad lingüística, histórica y cultural de su pueblo. Quien la siga en Twitter podrá darse cuenta de que es una apasionada de las culturas de México. No solo con sus tuits sino con acciones concretas e investigaciones ha dedicado parte de su vida a dignificar a los pueblos indígenas de México. Acudimos a ella para hablar de esas palabras o expresiones que —quienes no hablamos ninguna lengua originaria del país— damos como uso correcto cuando no lo es... Y pueden ser discriminatorias para quien creció en alguno de los 64 pueblos indígenas que hay en nuestro territorio. ¿Indio, indígena, aborigen, nativo? De acuerdo con el texto de Yásnaya Elena, contrario a la creencia de muchas personas, las secuencias indi- de las palabras “indio” e “indígena” no tienen una relación etimológica. Fue una confusión originada en la colonia que ha llegado hasta nuestros días. Mientras “indio” se refiere al país India, “indígena” tiene un origen latín. “¿Cómo fue que palabras tan distintas, indio e indígena, se llegaron a usar para nombrar aparentemente la misma categoría muchos siglos después? ¿Cómo fue que adquirieron su significado actual?”, se pregunta. Una de las respuestas que ella ha estudiado tiene que ver con el imperio español, para quienes los nativos del nuevo territorio fuimos indios que entraron en la parte más baja de un sistema de castas; una vez creado el Estado mexicano, los indios nos volvimos indígenas, aunque en la actualidad se usen como términos equivalentes. Lejos del acuoso origen de “indio”, la palabra “indígena” proviene del latín y se utilizaba para designar la adscripción a un lugar de nacimiento: de indi- (de allí) y gen- (nacido) su significado etimológico sería “nacido allí” u “originario”. En los usos más antiguos que podemos encontrar en castellano de la palabra “indígena”, se muestra un significado etimológicamente estricto. Indígena designaba entonces a toda persona “nacida allí”; la naturaleza deíctica del “allí” permitía que “indígena” adquiriera significado según el lugar al que se hiciera referencia. Yásnaya Elena A. Gil en “Nosotros sin México: naciones indígenas y autonomía” En Europa como en África, Asia y Oceanía también hay indígenas, solo que se les nombra de forma distinta. En Australia se les llama 26
aborígenes o nativos, y aunque su gobierno los protege de forma especial (por ser los verdaderos habitantes del territorio), también existe una historia de discriminación. Sobre el “pinche indio” “Un día en un taxi, el chofer casi choca con un auto que iba enfrente y le grita ‘pinche indio’ y una amiga y yo que viajábamos ahí le dijimos ‘pues qué cree, señor chofer, que nosotras también somos indias’, y se sacó de onda, no dijo nada más”, recuerda Yásnaya. Y sí, el decir “indio” a alguien es sinónimo de insulto. Pero aunque ese chofer hubiera dicho “pinche indígena”, la reacción de Yásnaya y su amiga habría sido la misma. “El asunto con lo peyorativo tiene mucho que ver con quién lo dice, en qué contexto lo dice y qué significa. Es difícil hablar de que haya en sí términos peyorativos”, explica la experta, añade que en el caso de la palabra “indio”, es una realidad que por muchísimos años ha sido el insulto que la gente hace por muchas razones. “Sin embargo, hay personas que reivindican el significado de la palabra “indio”, pero hay otras que no, como el movimiento mapuche, que no usa el término “indio” ni “indígena” porque las considera peyorativas. En los últimos años, ha sido notable el cambio a decir “rarámuri” en vez de “tarahumara” (pueblo indígena asentado en Sierra Madre Occidental), esto porque el segundo es la españolización de su comunidad y el primero es su autodenominación. Sucede algo similar con los “huicholes”, que ahora ya nombramos “wixárikas” o “wixáricas”, que es el nombre en su lengua original y no en español, un idioma que remite a la conquista. De acuerdo con Yásnaya, hay términos que se han acuñado porque se cree que son más dignos, “pero si estos siguen siendo asociados a pobreza, en un sistema inferior de la sociedad, desprecio por su tono de piel, si esto no cambia, por más que se modifique de indio a indígena, originario o aborigen, no hay avance”, asegura. Otros pueblos, apunta la escritora, dicen que “si como indios nos conquistaron, como indios nos liberamos”, así fue el movimiento aymara en Sudamérica, que ha reivindicado el término para hacerlo un orgullo de pertenencia. En su caso, las palabras no importan tanto como el contexto en que se usa, quién las usa y para qué las usa. 27
En un mundo sin Estados, la categoría “indígena” deja de tener sentido. Somos indígenas en la medida en que pertenecemos a pueblos que no crearon Estados. En una conversación sobre el tema, alguien preguntaba si entonces lo que queremos es dejar de ser indígenas. Idealmente sí. Idealmente podríamos dejar de ser indígenas, no para convertirnos en mestizos sino para ser solo mixes, mapuches, samis o rarámuris. Yásnaya Elena A. Gil en “Nosotros sin México: naciones indígenas y autonomía” No son grupos, no son dialectos Hay un par de términos del español que sí han resultado ser una batalla para la población indígena y esa es la de dejar de ser llamados “grupos” que hablan “dialectos”. “Existe un debate acerca de cuando llaman ‘grupos indígenas’ a los pueblos indígenas. Esto tiene que ver con un posicionamiento de los mismos pueblos indígenas. Se puede ver al leer la definición de ‘grupo’, que se refiere a un conjunto de elementos que los une una característica y se puede pertenecer voluntariamente o no. En el caso de los indígenas no es voluntario, nadie nace queriendo pertenecer a ese conjunto. Además, se utilizó mucho ‘grupo indígena’ para negar el hecho de que eran una nación con territorio en México, fue toda una lucha que se aceptara lo que son: pueblos o naciones, no grupos que se juntaron para pertenecer”, explica la escritora, quien asegura que aunque parecen simples términos, son políticas que importan en la dignificación de los pueblos originarios de México. En el caso de dialecto y lengua, existe una postura más clara: no hay ninguna diferencia que sustente decirle dialecto a las lenguas indígenas. Hablar de dialecto se refiere a variedades de una lengua, cuando en realidad son lenguas en sí mismas y, en el caso de México, ninguna deriva del español. Y aunque parezca poca cosa empezar con el lenguaje, es una forma de abrir la reflexión, o como concluye Yásnaya: “Se valora más las discusión que la imposición o prohibición de las palabras. Tal vez se empiece por pensar el lenguaje, pero esto lleva a conversaciones más poderosas y necesarias sobre la discriminación indígena”. 28
Poder evangélico contra el feminismo Raúl Zibechi
En algún momento en los próximos años, la ola evangélica alcanzará todos los países de América Latina, porque está creciendo de forma exponencial, se está convirtiendo en un tsunami social y político capaz de modificar los escenarios a los que estamos acostumbrados. De modo que deberíamos aprender algo de lo que está sucediendo allí donde esa ola se ha impuesto. Brasil es el caso más sintomático del crecimiento evangélico y pentecostal. Los estudios que van apareciendo muestran que el triunfo de Jair Bolsonaro fue posible gracias al electorado evangélico. (goo. gl/YbPEoW ). Entre la población católica hubo un empate entre Bolsonaro y el candidato del PT, Fernando Haddad. Entre las otras religiones, así como entre ateos y quienes no profesan ninguna religión, hubo una leve mayoría en favor del candidato de izquierda. Pero la diferencia fue abrumadora entre la población evangélica, entre la cual consiguió más del doble de votos y le sacó una diferencia de 11 millones, lo que rubricó su triunfo. Otros análisis estiman que la mayor diferencia la obtuvo entre las mujeres pobres y evangélicas, donde la diferencia en favor de la extrema derecha sería aún mayor. El cambio en las tendencias religiosas es muy importante en Brasil, aunque en otros países la región parece estarse dando un proceso similar aunque más atenuado. En 1950, los católicos representaban 93.5 por ciento de la población y los evangélicos 3.4 por ciento. En 2010 la población católica había caído a 64 por ciento y la evangélica trepaba a 22 por ciento. En 2017 una investigación realizada por una fundación vinculada al PT, mostraba que entre los habitantes de las periferias urbanas de las grandes ciudades estaban avanzando valores individualistas que favorecían comportamientos conservadores (goo.gl/3LtZJT). Uno de los trabajos más interesantes, por su carácter cualitativo, fue realizado en el Morro da Cruz, la mayor periferia pobre de Porto Alegre, que desde 1990 se había destacado por su creciente politización por medio del presupuesto participativo implantado por el PT en esa ciudad. El barrio votaba masivamente por Lula, pero en 2018 se volcó de forma también masiva por Bolsonaro. 29
La primera conclusión de la antropóloga Rosana Pinheiro, una de las organizadores del estudio, dice que “es imposible separar el bolsonarismo del antifeminismo” (goo.gl/HHVNuF). Observar los cambios en una misma población a lo largo de una década, les permitió comprender con mayor detalle las motivaciones profundas de quienes se volcaron por la ultraderecha. Sus conclusiones son tremendas, aunque contradicen otros estudios. La crisis económica, desde 2014, afectó de forma dramática a las periferias que se sintieron abandonadas por el sistema político. En paralelo, desde las protestas de junio de 2013 nació una nueva movilización popular de mujeres, negros y LGTB. “Para los adolescentes de la periferia el bolsonarismo era una reacción a la nueva generación de chicas feministas, que era inédita en Brasil”, concluye la investigadora. Muchos maridos apoyaron a Bolsonaro “como una forma de agredir a las mujeres, que ahora están más empoderadas”, agrega. Entre otras razones, porque es imposible separar la “crisis del macho” de la crisis económica, ya que ambas se retroalimentan. La lucha por el reconocimiento de las minorías negras, LGBT y de las mujeres se desplegó en Brasil sólo en los pasados cinco años. Según Pinheiro, gran parte de la población vive tensión e inseguridad con su identidad, “dividida entre el papel de oprimida y el deseo de estar del lado del opresor”. Concluye: “Como consecuencia de la colonización, hay también una lucha constante para ser/parecer de la élite. Eso explica porqué tantos pobres, negros, mujeres y LGBT apoyaron a Bolsonaro”. Creo que estos análisis alumbran algunos problemas que tenemos en los movimientos antisistémicos, para enfrentar a la nueva derecha. El primero es que no hay otro camino que el trabajo territorial con los sectores populares, directo, sin atajos instituciones o políticas sociales. Sólo la presencia militante en el territorio puede permitirnos revertir esta situación. No podemos atribuir nuestros fracasos ni a las redes sociales ni a los medios (que hacen lo suyo), sino a nuestro abandono de los territorios populares. El segundo es que es urgente abordar el lugar de los varones, en general, y el de los varones jóvenes pobres, en particular. En un trabajo más amplio, Pinheiro y su colega Lucia Mury Scalco, sostienen que uno de los factores decisivos para la formación de una juventud “bolsonarista”, fue “la pérdida de protagonismo social y la sensación de desestabilización de la masculinidad hegemónica”(goo.gl/ZkGhYH). 30
Nos hemos acostumbrado mal, a que políticas macro, inspiradas en el Banco Mundial, pueden resolver los problemas políticos. Las tecnologías sociales de arriba no pueden sustituir la organización y la militancia que, como la educación popular, son las únicas capaces de modificar las realidades de abajo.
Oaxaca de Juárez, Oaxaca, a 14 de marzo de 2019. A LAS Y LOS INTEGRANTES DE LA COMISIÓN PERMANENTE DE AGUA Y SANEAMIENTO DE LA LXIV LEGISLATURA DEL ESTADO DE OAXACA A LOS GOBIERNOS FEDERAL, ESTATAL Y MUNICIPALES A LAS COMUNIDADES, CIUDADANAS, CIUDADANOS Y ORGANIZACIONES DE OAXACA En días pasados, la Comisión de Agua y Saneamiento del Congreso del Estado anunció su intención de elaborar a la brevedad la Ley Estatal de Agua de Oaxaca y ha convocado para ello a un foro estatal de consulta el próximo 22 de marzo. Por otra parte, la Comisión Estatal del Agua ha enviado a dicha comisión un proyecto de ley sobre la materia. El asunto es de enorme relevancia y nos preocupan sobremanera los tiempos, los procedimientos y el mismo contenido del proyecto gubernamental: 1. Es muy difícil entender la urgencia legislativa cuando está aún pendiente la discusión a nivel federal de la nueva ley general de aguas nacionales. Cualquier instrumento legal que se aprobase antes, tendría que ser modificado a fondo una vez aprobada la ley marco, que es reglamentaria de la constitución. 2. Es imprescindible que haya un debate social amplio e informado sobre las políticas de agua y sus regulaciones legales. Ni un foro de consulta ni mucho menos la revisión de un proyecto que no ha sido público corresponden a esta exigencia. Más bien parecen obedecer a prácticas de autoritarismo y simulación que creíamos superadas. 3. El proyecto de ley de la Comisión Estatal del Agua es en esencia el mismo que algunos diputados intentaron promulgar a fines de 2017, con desprecio 31
por las formas legales y sin proceso alguno de consulta pública. La acción concertada de comunidades y organizaciones logró detener entonces ese albazo legislativo. Rechazamos de nuevo las consultas al vapor. 4. La iniciativa gubernamental no garantiza suficientemente el derecho humano al agua, consagrado desde hace más de seis años en la Constitución, ignora la autodeterminación de los pueblos originarios y sus derechos sobre agua y territorio, autoriza la participación privada en los servicios municipales de agua potable y saneamiento, y no asegura la participación democrática en la gestión del agua ni establece mecanismos efectivos de contraloría social, como una Defensoría Social del Agua. Por lo anterior los abajo firmantes exigimos: - QUE SE DISCUTA Y APRUEBE, EN EL AMBITO FEDERAL, LA INICIATIVA DE LEY GENERAL DE AGUAS NACIONALES CONOCIDA COMO LEY CIUDADANA QUE IMPULSA LA COALICIÓN AGUA PARA TODOS. - QUE SE RESPETE EL DERECHO AL CONSENTIMIENTO, DERECHO A LA INFORMACIÓN Y A LA PARTICIPACIÓN DE LOS PUEBLOS Y COMUNIDADES INDÍGENAS, AFRODESCENDIENTES Y CAMPESINAS, BARRIOS Y COLONIAS DEL ESTADO DE OAXACA, AL MARGEN DE TIEMPOS E INTERESES POLÍTICOS, PARA CONTAR CON UNA LEY DE AGUA DE NUEVA GENERACIÓN, INTEGRAL Y PARTICIPATIVA, QUE MANTENGA LOS SERVICIOS MUNICIPALES DE AGUA POTABLE Y SANEAMIENTO COMO EXCLUSIVAMENTE PÚBLICOS, INCLUYENDO ASPECTOS COMO LA SUSTENTABILIDAD AMBIENTAL, EL DERECHO AL AGUA Y LA PARTICIPACIÓN COMUNITARIA. Centro de Derechos Indígenas Flor y Canto, A. C. Comisión de Cuenca de los Ríos Atoyac y Salado Foro Oaxaqueño del Agua Servicios Para una Educación Alternativa, Educa A.C. Unión Estatal de Silvicultores Comunitarios de Oaxaca, UESCO A.C. Ser Com S.C. 32
Ciudadanos y Profesionistas en Pro de Oaxaca, CyPRO A.C. Centro de Encuentros y Diálogos Interculturales Universidad de la Tierra Iniciativa Huaxyacac: Grupo Mesófilo A.C. Instituto de la Naturaleza y la Sociedad de Oaxaca, INSO A.C. Coordinación Estatal de Productores de Café de Oaxaca, CEPCO Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible en Oaxaca Geoconservación A.C.
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CAMINOS DE LA AUTONOMÍA BAJO LA TORMENTA 20 de marzo de 2019