Recopilatorio 30 de junio

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CAMINOS DE LA AUTONOMÍA BAJO LA TORMENTA 30 de junio de 2021



Jun - 27 - 2021

La Travesía por la Vida: ¿A QUÉ VAMOS? Junio del 2021. Una aclaración: Muchas veces, cuando nosotros usamos el “los zapatistas” no nos estamos refiriendo a los varones, sino a los pueblos zapatistas. Y cuando nosotras usamos “las zapatistas”, no describimos a las mujeres, sino a las comunidades zapatistas. Así que encontrará usted ese “salto” de género en nuestra palabra. Cuando nos referimos al género, siempre agregamos “otroa” para señalar la existencia y lucha de quienes no son ni hombres ni mujeres (y que nuestra ignorancia en el tema nos impide detallar –pero ya aprenderemos a nombrar todas las diferencias-). -*Ahora bien, lo primero que tiene usted qué saber o entender es que los zapatistas, cuando vamos a hacer algo, nos preparamos primero para lo peor. Se parte de un final de fracaso, y, en sentido inverso, nos preparamos para enfrentarlo o, en el mejor de los casos, evitarlo. Por ejemplo, imaginamos que nos atacan, las masacres de rigor, el genocidio vestido de civilización moderna, el exterminio total. Y nos preparamos para esas posibilidades. Bueno, para el Primero de Enero de 1994, no imaginamos la derrota, la asumimos como una certeza. En fin, que tal vez eso le ayude a usted a entender el por qué de nuestro pasmo inicial, nuestros titubeos y una improvisación desconcertante cuando, después de mucho tiempo, trabajo y preparación para la ruina, nos encontramos con que… vivimos. A partir de ese escepticismo es que se desarrollan nuestras iniciativas. Algunas pequeñas, otras más grandes, delirantes todas, nuestras convocatorias siempre van dirigidas a “lo otro”, lo que 1


está más allá de nuestro horizonte cotidiano, pero que reconocemos como algo que es necesario en la lucha por la vida, es decir, en la lucha por la humanidad. En esta iniciativa o apuesta o delirio o sinrazón, por ejemplo, en su versión marítima nos preparamos para que el Kraken, una tormenta o una ballena blanca extraviada hicieran naufragar la embarcación, por eso fabricamos cayucos -y viajaron con el Escuadrón 421 en La Montaña hasta llegar a Vigo, Galicia, Estado Español, Europa-. También nos preparamos para no ser bienvenidos, por eso buscamos antes el consenso para la invasión, es decir, la visita… Bueno, de eso de ser “bienvenidos” no estamos muy seguros todavía. Para más de uno, una, unoa, nuestra presencia es perturbadora, por decir lo menos, cuando no francamente irruptora. Y lo entendemos, puede ser que a alguien, después de un año o más de estar en confinamiento, le resulte al menos inoportuno que un grupo de indígenas de raíz maya, tan poca cosa como productores y consumidores de mercancías (electorales y no), pretenda platicar en persona. ¡En persona! (¿recuerda usted que antes eso era parte de su cotidianeidad?). Y, además, que tenga como misión principal el escucharle a usted, llenarlo de preguntas, compartir pesadillas y, claro, sueños. Nos preparamos para que los malos gobiernos, de uno y otro lado, nos impidan u obstaculicen la salida y la llegada, por eso algún@s zapatistas ya estábamos en Europa… Ups, no debí escribir eso, bórrenlo. Ya sabemos que el gobierno mexicano no pondrá obstáculos. Falta ver qué dicen y hacen los demás gobiernos europeos –porque Portugal y el Estado Español no se opusieron-. Nos preparamos para que fracase la misión, es decir, que se convierta en un evento mediático y, por lo mismo, fugaz e intrascendente. Por eso primordialmente aceptamos las invitaciones de quienes quieren escuchar y hablar, o sea platicar. Porque nuestro objetivo principal no son los actos masivos –aunque no los excluimos-, sino el intercambio de historias, conocimientos, sentimientos, valoraciones, retos, fracasos y éxitos. 2


Nos prepararemos para que falle el avión, por eso fabricamos paracaídas con bordados de muchos colores para que, en lugar de un “Día D” en Normandía (oh, oh, ¿quiere decir eso que el desembarco aéreo sería en Francia?… ¿eh?… ¡¿en París?!), sea un “Día Z” para la Europa de abajo, y parecerá entonces que del cielo, llueven flores como si Ixchel, diosa madre, diosa arcoíris, nos acompañara y, de su mano y con su vuelo, abrir un segundo frente para la invasión. Y más seguro porque ahora, gracias a la Galicia de abajo, el escuadrón 421 ha logrado afianzar una cabeza de playa en las tierras de Breogán. En suma, siempre nos preparamos para fracasar… y para morir. Por eso la vida, para el zapatismo, es una sorpresa que hay que celebrar todos los días, a todas horas. Y qué más que mejor si es con bailes, música, artes. -*Durante todos estos años hemos aprendido muchas cosas. Acaso la más importante es darnos cuenta de lo pequeños que somos. Y no me refiero a estatura y peso, sino al tamaño de nuestro empeño. Los contactos con personas, grupos, colectivos, movimientos y organizaciones de diferentes partes del planeta, nos han mostrado un mundo diverso, múltiple y complejo. Con esto se ha reforzado nuestra convicción de que toda propuesta de hegemonía y homogeneidad no sólo es imposible, es, sobre todo, criminal. Porque los intentos -no pocas veces ocultos detrás de nacionalismos de cartón piedra en los escaparates del mall de la política electoral-, de imposición de modos y miradas, son criminales porque pretenden el exterminio de diferencias de todo tipo. Lo otro es el enemigo: la diferencia de género, racial, de identidad sexual o asexual, de lengua, de color de piel, de cultura, de credo o descredo, de concepción del mundo, de físico, de estereotipo de belleza, de historia. Contando con todos los mundos que en el mundo son, prácticamente hay tantos enemigos, actuales o potenciales, como seres humanos. 3


Y podríamos decir que casi cualquier afirmación de identidad es una declaración de guerra para lo diferente. He dicho “casi”, y a ese “casi” nos aferramos como zapatistas que somos.` -*Según nuestros modos, nuestros calendarios y en nuestra geografía, hemos llegado a la conclusión de que siempre es posible que la pesadilla empeore. La pandemia del llamado “Coronavirus” no es el apocalipsis. Es sólo su preludio. Si los medios de comunicación y las redes sociales nos querían tranquilizar, antes, “informando” sobre la extinción de un glaciar, de un terremoto, de un tsunami, de una guerra en una parte lejana del planeta, del asesinato de otro indígena por paramilitares, de una nueva agresión a Palestina o al pueblo mapuche, de la brutalidad gubernamental en Colombia y Nicaragua, de imágenes de campos de migrantes que son de otro lugar, otro continente, otro mundo, y así nos convencen de que eso “pasa en otro lado”; en tan sólo unas semanas, la pandemia demostró que el mundo puede ser apenas una pequeña parroquia egoísta, necia y vulnerable. Los distintos gobiernos nacionales son las pandillas que pretenden controlar, con violencia “legal”, una calle o un barrio, pero el “capo” que controla todo es el capital. En fin, que se vienen cosas peores. Pero eso usted ya lo sabía, ¿no? Y si no, pues ya va siendo hora de que se entere. Porque, además de tratar de convencerle de que las penas y las desgracias siempre serán ajenas (hasta que dejan de serlo y se sientan con usted a la mesa, le perturban el sueño y le dejan sin lágrimas), le dicen que la mejor forma de enfrentar esas amenazas es individualmente. Que el mal se evita alejándose de él, construyendo su mundo estanco, y haciéndolo cada vez más estrecho hasta que sólo cabe el “yo, mi, me, conmigo”. Y para eso, pues le ofrecen “enemigos” a modo, siempre con un flanco débil y al que es posible derrotar adquiriendo, oiga usted, este artículo que, mire qué casualidad, por esta única ocasión, tenemos en oferta y podrá usted adquirirlo y recibirlo en la puerta de su bunker en cuestión de horas, días… o 4


semanas, porque la máquina ha descubierto, oh sorpresa, que la paga depende también de la circulación de las mercancías, y que, si ese proceso se detiene o aletarga, la bestia sufre… así que también es negocio su distribución y reparto. Pero, como zapatistas que somos, hemos estudiado y analizado. Y queremos confrontar las conclusiones a las que hemos llegado, con científicos, artistas, filósofos y analistas críticos de todo el mundo. Pero no sólo, también y especialmente con quienes, en la cotidianidad de sus luchas, han padecido y advertido las desgracias por venir. Porque, en lo que a lo social se refiere, tenemos en alta estima el análisis y la valoración de quien se juega el pellejo en el combate contra la máquina, y somos escépticos de la de quien, desde la óptica externa, opina, valora, aconseja, juzga y condena o absuelve. Pero, ojo, consideramos que esa mirada crítica “outsider” es necesaria y vital, porque permite ver cosas que no se miran en el fragor de la lucha y, atención, aporta conocimientos sobre la genealogía de la bestia, sus transformaciones y su funcionamiento. En fin, que queremos hablar y, sobre todo, escuchar a quien se ponga a modo. Y no nos importa su color, tamaño, raza, sexo, religión, militancia política o traspié ideológico, si es que coincide en el retrato hablado de la máquina asesina. Porque si, cuando hablamos del criminal, alguien lo identifica con el destino fatídico, la mala suerte, “el orden natural de las cosas”, el enfado divino, la desidia o el desenfado, pues ahí no tenemos ningún interés en escuchar ni en hablar. Para conocer esas explicaciones basta con ver telenovelas y acudir a las redes sociales en busca de confirmación. Es decir, creemos haber establecido quién es el criminal, su modus operandi y el crimen en sí. Estas 3 características se sintetizan en un sistema, es decir, en una forma de relacionarse con la humanidad y con la naturaleza: el capitalismo. 5


Sabemos que es un crimen en curso y que su consecución será desastrosa para el mundo entero. Pero no es ésa la conclusión que nos interesa corroborar, no. -*Porque resulta que, también estudiando y analizando, hemos descubierto algo que puede ser o no importante. Depende. Dando por sentado que este planeta será aniquilado, al menos como hasta ahora lo percibimos, hemos estado investigando sobre las posibles opciones. Es decir, el barco se hunde y allá arriba dicen que no pasa nada, que es pasajero. Sí, como cuando el buque-tanque Prestige naufragó frente a costas europeas (2002) – Galicia fue testigo y víctima primera-, y las autoridades empresariales y gubernamentales decían que apenas unos chorritos de combustible se habían derramado. El desastre no lo pagaron ni el Mandón, ni sus capataces y mayorales. Lo pagaron, y lo siguen pagando, los poblados que viven de la pesca en esas costas. Ellos y sus descendientes. Y por “Barco” nos referimos al planeta homogeneizado y hegemonizado por un sistema: el capitalismo. Claro, podrán decir que “ése no es nuestro barco”, pero el hundimiento en curso no es sólo de un sistema, sino del mundo entero, completo, total, hasta el rincón más apartado y aislado, y no sólo el de sus centros de Poder. -*Entendemos que alguien piense, y actúe en consecuencia, que es posible todavía remendar, parchar, pintar un poco aquí y allá, remozar la embarcación. Mantenerla a flote como sea, incluso vendiendo la fantasía de que son posibles megaproyectos que no sólo no aniquilen poblados enteros, también que no afecten a la naturaleza. Que existan personas que piensen que basta con estar muy decididos y echarle ganas al maquillaje (al menos hasta que pasen los 6


procesos electorales). Y que crean que la mejor respuesta a los reclamos de “Nunca mais” -que se repiten en todos los rincones del planeta-, sean promesas y dinero, programas políticos y dinero, buenas intenciones y dinero, banderas y dinero, fanatismos y dinero. Que sean fieles creyentes de que los problemas del mundo se reducen a la falta de dinero. Y el dinero necesita carreteras, grandes proyectos civilizatorios, hoteles, centros comerciales, fábricas, bancos, mano de obra, consumidores,… policías y ejércitos. Las así llamadas “comunidades rurales” son clasificadas como “carentes de desarrollo” o “atrasadas” porque la circulación de dinero, es decir de mercancías, es inexistente o muy reducida. No importa que, por ejemplo, su tasa de feminicidios y de violencia de género sea menor comparada con la de las urbes. Los logros gubernamentales se miden por la cantidad de zonas destruidas y repobladas por productores y consumidores de mercancías, gracias a la reconstrucción de ese territorio. Donde antes había una milpa, un manantial, un bosque, ahora hay hoteles, centros comerciales, fábricas, termoeléctricas,… violencia de género, persecución de la diferencia, narcotráfico, infanticidios, tráfico de personas, explotación, racismo, discriminación. En suma: c-i-v-i-l-i-z-a-c-i-ó-n. Su idea es que la población campesina se convierta en empleada de esa “urbanización”. Seguirán viviendo, trabajando y consumiendo en su localidad, pero el dueño de todo su entorno es un conglomerado industrial-comercial-financiero-militar cuya sede está en el ciberespacio y para quien ese territorio conquistado es sólo un punto en el mapa, un porcentaje de ganancias, una mercancía. Y el resultado real será que la población originaria tendrá que migrar, porque el capital llegará con sus propios empleados “calificados”. A la población originaria le tocará regar jardines y limpiar estacionamientos, locales y albercas donde antes había campos de cultivo, bosques, costas, lagunas, ríos y manantiales. Lo que se oculta es que, detrás de las expansiones (“guerras de conquista”) de los Estados -sean internas (“incorporando a más po7


blación a la modernidad”), o sean externas con distintas coartadas (como la del gobierno de Israel en su guerra contra Palestina)-, hay una lógica común: la conquista de un territorio por la mercancía, es decir por el dinero, es decir por el capital. Pero entendemos que esa gente, para poder llegar a ser el cajero que administre los pagos y cobros que le dan vida a la máquina, forme partidos políticos electorales, frentes -amplios o estrechospara disputar el acceso al gobierno, alianzas y rupturas “estratégicas”, y todos los matices en los que se empeñan esfuerzos y vidas que, detrás de pequeños éxitos, esconden grandes fracasos. Una pequeña ley por ahí, una interlocución oficial aquí, una nota periodística allá, un tuit más acá, un like acullá, y sin embargo, por poner un ejemplo de un crimen mundial en curso, los feminicidios van en aumento. En el entretanto sube la izquierda y baja, sube la derecha y baja, sube el centro y baja. Como cantaba la inolvidable malagueña Marisol, “la vida es una tómbola”: todos (arriba) ganan, todas (abajo) pierden. Pero la “civilización” es sólo una coartada endeble para una destrucción brutal. El veneno sigue brotando (ya no del Prestige –o no sólo de ese navío-), y el sistema entero parece estar dispuesto a intoxicar hasta el último rincón del planeta, porque son más rentables la destrucción y la muerte que detener la máquina. Estamos seguros que usted podrá agregar más y más ejemplos. Botones de muestra de una pesadilla irracional y, sin embargo, actuante. -*Entonces, desde hace varias décadas nos hemos concentrado en buscar alternativas. La construcción de balsas, cayucos, lanchas, y aún de embarcaciones más grandes (la 6ta como improbable arca), tienen un horizonte bien definido. En algún lugar habrá que desembarcar. Leímos y leemos. Estudiamos y lo seguimos haciendo. Analizamos antes y ahora. Abrimos el corazón y la mirada, no a ideologías 8


actuales o pasadas de moda, sino a las ciencias, a las artes y a nuestras historias como pueblos originarios. Y con esos conocimientos y herramientas, nos hemos encontrado con que hay, en este sistema solar, un planeta que podría ser habitable: el tercero del sistema solar y que, hasta ahora, aparece en los libros escolares y científicos con el nombre de “La Tierra”. Para más referencia, está entre Venus y Marte. Es decir, según ciertas culturas, está entre el amor y la guerra. El problema es que ese planeta es ya un montón de escombros, pesadillas reales, y horrores tangibles. Es poco lo que queda en pie. Incluso la tramoya que oculta la catástrofe se agrieta. Entonces, pues, ¿cómo les diré?, el asunto no es conquistar ese mundo y disfrutar de lo placeres de quien vence. Es más complicado y requiere, ése sí, un esfuerzo mundial: hay que hacerlo de nuevo. -*Ahora bien, según las grandes producciones fílmicas de Hollywood, la salida frente a la catástrofe mundial (siempre algo externo –alienígenas, meteoros, pandemias inexplicables, zombis parecidos a candidatos a algún puesto público-), es producto de una unión de todos los gobiernos del mundo (encabezados por los gringos)… o, peor, del gobierno estadunidense sintetizado en un individuo, o individua (porque la máquina ya aprendió que la farsa debe ser incluyente), que puede tener las características raciales y de género políticamente correctas, pero lleva en su pecho la marca de la Hidra. Pero, lejos de esas ficciones, la realidad nos muestra que todo es negocio: el sistema produce la destrucción y te vende los boletos para que huyas de ella… al espacio. Y de seguro, en las oficinas de las grandes corporaciones, hay brillantes proyectos de colonización interestelar… con la propiedad privada de los medios de producción incluida. Es decir, el sistema se traslada, íntegro, a otro planeta. El “all included” se refiere a quienes trabajan, a quienes viven sobre de quienes trabajan y a su relación de explotación. 9


-*Pero a veces no sólo miran al espacio. El capitalismo “verde” pugna por zonas “protegidas” en el planeta. Burbujas ecológicas donde pueda resguardarse la bestia mientras el planeta se cura de los mordiscos (lo cual tomaría apenas unos cuantos millones de años). Cuando la máquina habla de “un nuevo mundo” o “de humanizar el planeta”, está pensando en territorios a conquistar, despoblar y destruir, para luego repoblar y reconstruir con la misma lógica que ahora tiene al mundo entero frente al abismo, siempre dispuesto a dar el paso adelante que el progreso demanda. Usted podrá pensar que no es posible que alguien sea tan imbécil como para destruir la casa donde vive. “La rana no bebe toda el agua del charco que habita”, dicen que dice un proverbio del pueblo originario Sioux. Pero si usted pretende aplicar una lógica racional al funcionamiento de la máquina, no entenderá (bueno, tampoco la máquina). De nada sirven valoraciones morales y éticas. La lógica de la bestia es la ganancia. Claro, ahora usted podrá preguntarse cómo es posible que una máquina irracional, inmoral y estúpida rija los destinos de todo un planeta. Ah, (suspiro), eso está en su genealogía, en su esencia misma. Pero, dejando de lado el imposible ejercicio de dotar de racionalidad a lo irracional, llegará usted a la conclusión de que es preciso destruir ese engendro que no, no es diabólico. Desgraciadamente es humano. Y, claro, usted estudia, lee, confronta, analiza, y descubre que hay grandes propuestas para salir adelante. Desde las que proponen afeites y maquillajes, hasta las que recomiendan clases de moral y lógica para la bestia, pasando por nuevos o viejos sistemas. Sí, le entendemos, la vida es una mierda y siempre es posible refugiarse en ese cinismo tan sobrevalorado en las redes sociales. El finado SupMarcos decía: “lo malo no es que la vida sea una mierda, sino que te obligan a comerla y todavía esperan que lo agradezcas”. 10


Pero supongamos que no, que usted sabe que, en efecto, la vida apesta, pero su reacción no es la de replegarse en sí mismo (o en su “mundo”, eso depende del número de sus “seguidores” en las redes sociales habidas y por haber). Y entonces usted decide abrazar, con fe, esperanza y caridad, alguna de las opciones que se le presentan. Y elige la mejor, la más grande, la de más éxito, la más famosa, la que va ganando… o la que le queda cerca. Grandes proyectos de nuevos y viejos sistemas políticos. Retrasos imposibles del reloj de la historia. Nacionalismos patrioteros. Futuros compartidos a fuerza de que tal opción tome el Poder y se mantenga en él hasta que todo se solucione. ¿Su grifo gotea?, vote por tal. ¿Mucho ruido en el vecindario?, vote por cual. ¿Subió el costo de transporte, alimentos, medicinas, energía, escuelas, ropa, diversión, cultura?, ¿Le teme a la migración?, ¿Le incomodan las personas de piel oscura, las creencias distintas, las lenguas incomprensibles, las diferentes estaturas y complexiones?, vote por… Incluso los hay quienes no difieren del objetivo, sino del método. Y luego repiten arriba lo que criticaron abajo. Con malabares asquerosos y argumentando estrategias geopolíticas, se apoya a quien se reitera en el crimen y la estupidez. Se demanda que los pueblos aguanten opresiones en beneficio de la “correlación de fuerzas internacional y el ascenso de la izquierda en la zona”. Pero Nicaragua no es Ortega-Murillo y no tardará la bestia en entenderlo. En todas esas grandes ofertas de solución en el supermercado mortal del sistema, muchas veces no se dice que se tratan de la imposición brutal de una hegemonía, y un decreto de persecución y muerte a lo que no es homogéneo al ganador. Los gobiernos gobiernan para sus seguidores, nunca para quienes no lo son. Las estrellas de las redes sociales alimentan a sus huestes, aún a costa de sacrificar la inteligencia y la vergüenza. Y la “corrección política” traga sapos, que habrán luego de devorar a quien aconseja resignación “para no beneficiar al enemigo principal”. 11


-*¿Es el zapatismo una gran respuesta, una más, a los problemas del mundo? No. El zapatismo es un montón de preguntas. Y la más pequeña puede ser la más inquietante: ¿Y tú qué? Frente a la catástrofe capitalista, ¿el zapatismo propone un viejo-nuevo sistema social idílico, y con él repetir las imposiciones de hegemonías y homogeneidades ahora “buenas”? No. Nuestro pensamiento es pequeño como nosotros: son los esfuerzos de cada quien, en su geografía, según su calendario y modo, que permitirán, tal vez, liquidar al criminal, y, simultáneamente, rehacer todo. Y todo es todo. Cada quien, según su calendario, su geografía, su modo, habrá de construir su camino. Y, al igual que nosotros, los pueblos zapatistas, irá tropezando y levantándose, y lo que construya tendrá el nombre que le dé la gana tener. Y sólo será diferente y mejor que lo que hemos padecido antes, y lo que padecemos actualmente, si reconoce lo otro y lo respeta, si renuncia a imponer su pensamiento sobre lo diferente, y si al fin se da cuenta de que muchos son los mundos y que su riqueza nace y brilla en su diferencia. ¿Es posible? No lo sabemos. Pero sí sabemos que, para averiguarlo, hay que luchar por la Vida. -*Entonces, ¿a qué vamos en esta Travesía por la Vida si no aspiramos a dictar caminos, rutas, destinos? ¿A qué, si no buscamos adherentes, votos, likes? ¿A qué, si no vamos a juzgar y a condenar o absolver? ¿A qué, si no llamamos al fanatismo por un nuevo-viejo credo? ¿A qué, si no buscamos pasar a la Historia y ocupar un nicho en el panteón enmohecido del espectro político? 12


Bueno, para serles sinceros como zapatistas que somos: no sólo vamos confrontar nuestros análisis y conclusiones con lo otro que lucha y piensa críticamente. Vamos a agradecer a lo otro su existencia. A agradecer las enseñanzas que su rebeldía y su resistencia nos han regalado. A entregar la flor prometida. A abrazar lo otro y decirle al oído que no está sola, soloa, solo. A susurrarle que valen la pena la resistencia, la lucha, el dolor por quienes ya no están, la rabia de que esté impune el criminal, el sueño de un mundo no perfecto, pero sí mejor: un mundo sin miedo. Y también, y sobre todo, vamos a buscar complicidades… por la vida. SupGaleano. Junio del 2021, Planeta Tierra.

EL DESEMBARCO -*Desde la Otra Europa. Individu@s, Grupos, Colectivos, Organizaciones y movimientos Europeos –con la colaboración del Escuadrón 421. Junio del 2021.

Posdata.- Está esa canción de León Gieco que se llama “El Desembarco”. La tenía desde hace años en la carpeta de “pendientes”, dudando de cuándo y en qué video ponerla. Al final, pensé que, cuando llegara su momento, lo sabría. Mirando el momento en que Marijose pone su pie sobre el suelo gallego, pensé, no en la canción, sino en el invisible entramado que unían música y una bota bucanera, calzando un pie originario maya, posándose en suelo ibérico. 13


Investigué y resulta que la canción fue hecha pública en 2011, en un disco homónimo. Eso hace 10 años… o más. ¿Cuándo llegó el hacer esa canción en su corazón de León Gieco, ese hermano involuntario –o bajo protesta, como Juan Villoro-, que tenemos en el abrazo grande que es Latinoamérica? ¿Meses o años antes? ¿Soñó León en lo que dice la letra? ¿Es el mismo sueño que tuvo Marijose cuando, en el abrazo ardiente de abril, se le dijo que elloa sería quien primero desembarcara? ¿Es el mismo que tuvo el difunto SupMarcos cuando, años antes del alzamiento, escribió “Marinero en la montaña”? ¿El mismo que desveló a Don Durito de La Lacandona cuando imaginó (o realizó, nunca se sabrá) su periplo por suelos de Europa? ¿Lo soñó la Comandanta Ramona, la primera en salir del territorio zapatista y a cuyo paso nació el Congreso Nacional Indígena? ¿Es el mismo que soñó el entonces Teniente Coronel Insurgente Moisés cuando -en 2010 y en las afueras de una champa en las montañas del sureste mexicano-, recibió el grado de Subcomandante? ¿El que tuvieron el Señor Ik, el SubPedro y 45 zapatistas más, instantes antes de caer peleando en enero de 1994? ¿El que, en colectivo, soñó el pueblo originario Sami -en el norte más norte de Europacon la Declaración por la Vida? ¿Lo soñó hace más de 500 años Gonzalo Guerrero cuando hizo suyo el camino y el destino del pueblo maya? ¿Inquietó a Jacinto Canek? ¿Alivió en algo la partida del Comandante Ismael, la doctora Paulina Fernández C., Oscar Chávez, Jaime Montejo, Jean Robert, Paul Leduc, Vicente Rojo, Mario Molina, Ernesto Cardenal y tantos y tantos familiares –herman@s sin saberlo- que perdimos en los últimos meses? ¿El sueño que animó a la Europa de abajo que organizó ese terrible y maravilloso recibimiento en Vigo? ¿El que ahora recorre las calles, barrios, campos y costas de la Europa repitiendo “Lloverá julio en París”? 14


¿Es el sueño que anima las voces que, en los emblemáticos espejos de la playa de Vigo, atravesaron el Atlántico y anidan ahora en las comunidades zapatistas? Porque no de un navío desciende el Escuadrón 421, sino que de La Montaña desembarca “sin armas, por la vida”. ¿Es eso lo humano? ¿Lo que borda el largo y oculto hilo que une geografías distintas y distantes, que enlaza calendarios próximos y lejanos? No lo sé. Pero sí le recomendaría a quienes tienen por maldición el arte: plasmen ese su sueño. El que sea, pero que sea suyo. Porque nunca se sabe cuándo y dónde otra mirada, otro oído, otras manos, otro paso, otro corazón, en otro calendario y en otra geografía, habrá de bajarlo del extenso estante de las ilusiones, le abrirá las entrañas y lo plantará, como una semilla, en la doliente realidad. Doy fe. El SupGaleano. Junio del 2021. «El desembarco» de León Gieco interpretado por León Gieco (Voz y Armónica), Jairo (Voz y Djembe), Silvina Moreno (Voz), Sandra Corizzo (Voz), Diego Boris (Armónica), Antonio Druetta (Mandolin), Pablo Elizondo (Guitarra), Luciana Elizondo (Viola da gamba). 2021.

Fuerzas y debilidades

Gustavo Esteva - La Jornada - 28 de junio de 2021 Estamos en uno de los peores momentos de la historia humana. No podemos, no debemos, quedarnos de brazos cruzados. ¿Qué podemos hacer? ¿Tenemos suficiente poder político para hacerlo? Las cifras del desastre son pavorosas. Cada año, un millón de niños muere de diarrea en India. Padecen hambrunas decenas de 15


millones de personas y casi mil millones se van cada día a la cama con el estómago vacío. Se producen sin restricciones alimentos y medicinas que enferman y matan a mucha gente. Se condena a muchos millones a una condición miserable y hasta desesperada. Los frutos del empeño colectivo se acumulan como nunca en cada vez menos manos. Y todo esto es apenas la punta del iceberg. Pocas veces en la historia humana los grupos dominantes habían llegado a tales extremos de degradación moral y de cinismo. Apenas puede uno creer hasta dónde llegan el racismo, el sexismo y la compulsión destructiva de un régimen en que se ha exacerbado la condición patriarcal. No ha habido grupo humano con una capacidad de destrucción de su propio hábitat semejante a la de quienes hoy destruyen el planeta entero. Acaban con su propio espacio vital, que es el de todos. Los que ayer lo hicieron, a otra escala, no sabían que lo hacían. Saber bien lo que hacen no detiene hoy a quienes destruyen aceleradamente el planeta. Lo más grave es que este ejercicio de dominación se practica con violencia creciente y sin límites. Las cifras atribuidas al virus son insignificantes ante las muertes que pueden cargarse con fundamento a la cuenta criminal de los grupos dominantes. Aparentemente tienen todo el “poder”. Serían los más fuertes. Estarían usando su fuerza política para oprimir a todo mundo y llevar adelante su gesta destructiva. En la percepción común, nadie parece capaz de detenerlos. Puede ser útil, empero, explorar otra hipótesis y considerar las opciones que abre. Gandhi había sufrido un atentado. Su hijo le preguntó qué debía hacer si alguien quería agredirlo de nuevo. “Nunca debes ser cobarde”, le contestó. “Si la no violencia es la suprema virtud, la cobardía es el peor de los vicios. La violencia es el arma de los débiles. Si propongo en India la no violencia es porque 300 millones de hindúes no tienen por qué temer a 150 mil británicos. Porque son los fuertes, deben usar la no violencia. En condiciones de debilidad, debes recurrir a la violencia.” 16


Gandhi afirma que son los débiles quienes tienen que recurrir a la violencia. Que a veces no les queda otro remedio. Tiene razón. Puede ser útil aplicar este razonamiento a las condiciones actuales. ¿Dónde estarían la fuerza y la debilidad? Quienes hoy llamamos zapatistas habían recurrido a todo. Probaron la organización económica, la social, la política. Hicieron múltiples llamados, como el de aquella marcha de 2 mil kilómetros… Nadie los escuchó. Ni la sociedad ni el gobierno. Y seguían muriendo de hambre y enfermedades curables. Como eran claramente los débiles, tuvieron que recurrir a la violencia. Su insurrección, empero, convocó a la llamada “sociedad civil”. En pocos días se convirtieron en los fuertes. Una y otra vez intentaron negociar con las autoridades desde ese poder político. No lo perdieron, aunque los hayan traicionado una y otra vez y se les ataque continuamente. Siguen siendo los fuertes. En el mundo entero hay millones que no dejan de escucharles. Sus ideas y sus prácticas siguen inspirando a mucha gente, que se deja gobernar por ellas. Lo vemos ahora, cuando La Montaña cruzó el océano y Tierra Insumisa, como se llama ahora lo que antes era Europa, les abre cálidamente los brazos. Cientos de colectivos se preparan en 30 países para recibirlos. Se producen movilizaciones inesperadas. Los pasaportes zapatistas que portan los viajeros establecen con claridad que no llevan armas ni participarán en nada que las convoque. No apelan a la violencia. Muestran con claridad una forma original de ejercer el poder político. En la era neoliberal, el poder político de los gobiernos, su capacidad concreta de gobernar pensamientos y comportamientos, se redujo continuamente. En 2020, provocaron un miedo profundo y general para revertir el proceso. Lograron obediencia sin precedentes. Incluso aquellos que estaban en rebeldía se plegaron a normas y dispositivos sobre el virus que impusieron los gobiernos. Con la violencia, con la policía y el Ejército, se puede destruir a un 17


pueblo, pero no gobernarlo. Algo semejante pasa con el miedo. Se puede provocar parálisis, ansiedad, temor. Pero no gobernar. Hasta ese recurso extremo, además, se está agotando. Las estructuras ya no saben qué hacer para mantener alguna apariencia de gobierno. Abajo, mientras, se extienden las capacidades concretas de gobernarse. A menudo por estrictas razones de supervivencia, la gente se reinventa y cambia sus maneras de pensar y actuar. Se junta con otras, otros que están también en un ejercicio autónomo y poco a poco se tejen entre sí insumisos y rebeldes. Es útil explorar bien dónde están hoy las fuerzas y las debilidades políticas, la capacidad de resistencia y conducción, la posibilidad misma de detener el horror. gustavoesteva@gmail.com

Në’amuk. ¿A quién le sucedió lo que sucedió hace 500 años? Yásnaya Elena A. Gil - El Pais - 27 jun 2021

No podemos decir entonces que aquello que comenzó hace quinientos años le sucedió solo a dos países que ni existían entonces. El colonialismo europeo afectó al mundo entero Ante la recurrente frase “los españoles nos conquistaron”, he escuchado distintas reacciones. Hay personas que aluden tener sangre de conquistador y de conquistado, que se erigen como orgullosos descendientes de una mezcla que, aunque dolorosa, fue necesaria para la fundación del México de hoy, un país con un destino manifiesto tan inevitable que su surgimiento ameritó cualquier sacrificio. Por otro lado, hay quienes identifican a México con los pueblos indígenas que sufrieron los embates de las guerras de conquista y el establecimiento paulatino del orden colonial. En esa narrativa, México, el país actual, proyecta su sombra sobre la historia y resurge hace quinientos años convertido en Tenochtitlan, no en un señorío mixteco, no en un señorío mixe, no en una ciudad purépecha de la época. 18


México, con la silueta de su territorio actual, viaja al pasado y se transmuta en la ciudad capital de los mexicas y lo que sufrió esa ciudad, lo sufrió también el México de hoy. Lo mismo pasa con España, en estas narraciones, el actual Estado español (e incluso la sociedad que en la actualidad tiene ciudadanía española) es catapultada a un pasado en el que chocan mexicanos y españoles, dos Estados, dos ciudadanías que en ese entonces ni siquiera estaban configuradas. En otras opiniones negacionistas, se evita toda responsabilidad actual europea en aquello que pasó hace quinientos años aludiendo al hecho de que las personas que en la actualidad portan la ciudadanía española (con toda la diversidad interna dentro de esta categoría) son descendientes de las personas que se quedaron en la península hispánica y que nunca viajaron a este continente y, por lo tanto, no conquistaron nada. En resumen, estas lecturas simplistas determinan que, en todo caso, aquello que sucedió hace quinientos años le sucedió a dos países, fue un asunto entre México y España. En la columna anterior, propuse diferenciar, al menos para facilitar la lectura de los hechos, entre la caída de Tenochtitlan, las subsecuentes guerras de conquista y el establecimiento del orden colonial que, aunque decididamente diferentes, se hallan bastante relacionados. El establecimiento del orden colonial comenzó, aunque insospechadamente para los protagonistas de estas tierras, con el desembarco de Cristóbal Colón y, posteriormente, el de Hernán Cortés. Ambos hechos comenzaron un proceso que fue estableciendo el orden colonial que sigue vigente hasta nuestros días. Desde este punto de vista, el establecimiento del orden colonial inaugurado hace quinientos años no ha afectado solamente a dos países sino que creó el actual sistema con el que funciona el mundo de hoy, un sistema compuesto por patriarcado, capitalismo y colonialismo profundamente entremezclados. Diferentes autoras, entre ellas la escritora italiana Silvia Federici y la antropóloga kaqchikel Aura Cumes, han enfatizado que el patriarcado que llegó a estas tierras venía de haber implementado una cruenta represión en contra de las mujeres acusadas de brujería y que había ensayado en Europa formas tempranas de acumulación que, aunado después al extractivismo colonial, desarrollaron el capitalismo. 19


Si vemos lo sucedido hace quinientos años como algo que afectó solo a dos países, México y España, no podemos explicarnos el mundo en la actualidad. Para comenzar, las fronteras entre México y Guatemala no existían y los dominios de lo que actualmente conocemos como territorio del Estado español eran mucho más amplios que los actuales. Si algo le sucedió a México, le sucedió también a lo que ahora conocemos como Guatemala u Honduras, le sucedió, o le comenzó a suceder, al mundo entero. Si leemos lo sucedido hace quinientos años como el comienzo del orden colonial, podemos decir que hace cinco siglos comenzó la imposición de un sistema que no dejó impoluto a nadie, el establecimiento del orden colonial reordenó el sistema mundo y creó las jerarquías actuales y los sistemas de opresión vigente. En este continente, cierta tradición occidental comenzó procesos extractivistas y de despojo territorial que continúan hasta nuestros días, lo sucedido en 1492 y 1521 provocó la jerarquización de los cuerpos de un modo masivo y que después se cristalizó como racismo, ese sistema tan actual. Para mejor explotar estos territorios, el mismo impulso que provocó lo sucedido hace quinientos años provocó también el secuestro de millones de personas en el continente africano que fueron traídos en condiciones terribles para esclavizarlos en este continente. Lo sucedido hace quinientos años es entonces, también, profundamente significativo para la lucha y la historia de las personas afrodescendientes que en la actualidad continúan combatiendo la opresión del colonialismo traducido a la vida cotidiana como racismo institucional, lo mismo que sucede con la población indígena. Además de todo esto, autores como Eric Williams, han explicado el papel fundamental de la esclavitud en el desarrollo del capitalismo, quienes se beneficiaron de la esclavitud fundaron después bancos e instituciones financieras necesarias para el desarrollo del sistema económico actual. El colonialismo parió este mundo en el que operan el racismo y el capitalismo tan actuales. La división que han establecido entre los llamados países del primer mundo y países en vías en de desarrollo se corresponden sospechosamente con los territorios que han sido beneficiarios históricos del establecimiento del orden colonial inaugurado hace quinientos años 20


y aquellos que fueron históricamente despojados. El colonialismo implementado en este continente se llevó luego a otros territorios en otras partes del planeta y alimentó así al capitalismo que tiene hoy a la tierra al borde del colapso ecológico. No podemos decir entonces que aquello que comenzó hace quinientos años le sucedió solo a dos países que ni existían entonces, el colonialismo europeo le sucedió al mundo entero, lo reconfiguró para hacer de la acumulación de unos cuantos y el despojo de muchos la norma económica, lo reconfiguró para crear categorías como indígena, oriental o afrodescendiente, lo reconfiguró para crear racismo y para dividirse el mundo hasta querer digerirlo completo convertido en capital. Esa me parece que es la importancia de la conmemoración de los quinientos años, reconocer el inicio del establecimiento del sistema actual y de que, más que a México y a España, eso que sucedió hace cinco siglos, nos sucedió y nos sigue sucediendo, al final, a todas las personas del mundo y nos coloca en alguna de las múltiples categorías creadas a partir de entonces, explica pues nuestros privilegios y nuestras opresiones.

Dictaduras, libertad de expresión y censura Carlos Fazio - La Jornada - 28 de junio de 2021

En los días que corren, en nuestra América −México incluido− hay muchas palabras devaluadas. Entre ellas, dictadura, militarización, libertad de expresión, censura. El uso de los conceptos no es para nada inocente. La memoria histórica sirve para desvirtuar las falsificaciones de la hora. Al triunfo de la revolución cubana en 1959, los viejos militares gorilas al servicio de las oligarquías vernáculas fueron sustituidos por los gendarmes de la Doctrina de Seguridad Nacional made in USA. La Seguridad Nacional destruyó la política y la remplazó por un estado de guerra permanente, y de la mano de la tortura científica, las ejecuciones sumarias extrajudiciales, la desaparición forzada y el accionar de los escuadrones de la muerte, el terrorismo 21


de Estado se enseñoreó en toda la región con la bendición de la Organización de Estados Americanos (OEA). Hace 48 años, un 27 de junio, Juan María Bordaberry dio un autogolpe de Estado en Uruguay. Pero el proceso de fascistización del Estado había comenzado antes. Desde 1968 y hasta el final de su mandato en 1972, su antecesor, Jorge Pacheco Areco, gobernó bajo “Medidas Prontas de Seguridad” (equivalente al estado de sitio previsto en la Constitución para situaciones extraordinarias). Con apoyo de la embajada de Estados Unidos en Montevideo, aplicó las “técnicas de persuasión colectiva” (como denunció el ex agente de la CIA Philip Agee, asignado a Uruguay en 1964, siguiendo los lineamientos de Mockingbird Operation, cada día se plantaban “dos o tres artículos de propaganda” en diarios derechistas como El País, La Mañana y El Día) para influir en las actitudes y emociones de toda la población, incluidas operaciones sicológicas diferenciadas para grupos opositores considerados “enemigos”. En diciembre de 1967, a una semana de asumir la Presidencia, Pacheco clausuró el diario Época, fundado por Eduardo Galeano, y el semanario socialista El Sol. En 1968 militarizó los entes estatales y los bancos, prohibió toda información sobre paros y huelgas, y luego extendió esa prohibición a titulares, fotografías, noticias o comentarios relativos a “desórdenes, incidentes o intervención de la fuerza pública”. Después clausuró el diario Extra y, en julio de 1969, prohibió por decreto a la prensa oral, escrita o televisada todo tipo de mención que directa o indirectamente se refiriera a los llamados “grupos delictivos” (en alusión al Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros), a lo que pronto se sumaron 12 palabras: “movimientos clandestinos”, “comandos”, “células”, “terroristas”, “delincuentes políticos”, “delincuentes ideológicos”, “extremistas”, “subversivos” y “tupamaros”. En cambio, otras pasaron a ser de uso común en los campos de concentración: capucha, plantón, picana, submarino, caballete. Como dijera Galeano, “el lenguaje que habla la máquina de exterminio”. Uruguay se convirtió en una cámara de tortura; uno de cada 50 uruguayos pasó por las prisiones del régimen. En proporción a su población, el número de presos igualó al de la A ­ lemania nazi con Hitler. 22


En octubre de 1969 estableció la censura previa: todos los diarios, emisoras radiales y canales de Tv debían someter toda información sobre la situación económica y otros temas a los censores de la policía. Durante 1970 y hasta marzo de 1972 fueron clausurados de manera intermitente los periódicos De Frente, El Popular (órgano del Partido Comunista), BP Color (del Partido Demócrata Cristiano), Ya, La Idea, el semanario Marcha y la revista Para Todos. También fue prohibida la actividad de la agencia cubana Prensa Latina. El 1º de marzo de 1972 Bordaberry asumió la Presidencia y un mes después suspendió las garantías constitucionales y declaró el “Estado de Guerra Interna”, inexistente en la Constitución, que fue seguida de la Ley de Seguridad del Estado, que estableció la detención “preventiva” y la incomunicación indefinida del detenido, sin acusación ni proceso, en violación del recurso de habeas corpus. El 27 de junio de 1973, apoyado por el alto mando militar dio un golpe de Estado, clausuró el Parlamento, ilegalizó la Central Nacional de Trabajadores (CNT) y la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU), intervino la Universidad de la República y decretó el cierre total de El Popular, Crónica, Ahora, El Oriental, Compañero, Última Hora, Respuesta y La Idea. En febrero de 1974 fueron detenidos el director de Marcha, Carlos Quijano, y el escritor Juan Carlos Onetti. En mayo se clausuró la revista Víspera, vocera de la Iglesia católica, considerada “nido de marxistas”. El sistema consideró subversiva a la realidad y a la historia, y creó una “nueva normalidad” coercitiva; militarizó el sistema educativo y suprimió en la Biblioteca Nacional las obras de Onetti, Mario Benedetti, García Lorca, Nicolás Guillén, Neruda, Antonio Machado, Miguel Hernández, Bertolt Brecht, Freud; allanó librerías y quemó o convirtió en pulpa de papel millares de obras; prohibió actuar a artistas como Alfredo Zitarrosa, Daniel Viglietti, Aníbal Sampayo, Braulio López y José Guerra (Los Olimareños), Joan Manuel Serrat, Concepción China Zorrilla, Atahualpa del Cioppo. También prohibió la adaptación de textos clásicos como Fuenteovejuna, de Lope de Vega, y Antígona, de Sófocles. Vamos, hasta prohibió grabaciones de Carlos Gardel, fallecido en 1935, porque sus letras aludían a la lucha de clases y la huelga. 23


Los que discrepaban estaban condenados a la cárcel, la fosa o el exilio. El régimen invitaba a delatar. El paisito se convirtió en una república del silencio. Finalmente, Uruguay sería pacificado y por 13 años reinaría la paz de los ­c ementerios. ¿Dictadura? ¿Militarización? ¿Libertad de expresión? ¿Censura? No hay conceptos inocentes y sí muchas falsificaciones. De allí, que, en el marco de la guerra de clase desatada por la plutocracia (Warren Buffett dixit), rescatar la memoria histórica resulte imprescindible. A Toño Helguera, in memoriam

Socavón, desastre provocado por saqueo de agua Gloria Muñoz Ramírez - La Jornada - Los de abajo 26 de junio de 2021

El socavón que se generó en la comunidad de Santa María Zacatepec, Puebla, convertido ya en una atracción turística, está vinculado con el saqueo de los mantos acuíferos que llevan a cabo las empresas en la región desde hace décadas, denuncian habitantes de la región cholulteca y de los volcanes. Roberto Formacio, uno de los afectados, advierte que el nuevo espectáculo en realidad es un desastre y acusa que este fenómeno fue provocado por las industrias que han extraído miles de millones de litros de agua de la zona con la complicidad de los gobiernos en turno. Formacio sabe de lo que habla, pues justo en esta región operaba la empresa Bonafont, la cual hace tres meses fue clausurada por los pobladores del municipio Juan C. Bonilla, quienes con esta acción han recuperado 152 millones 668 mil 800 litros de agua que ahora fluyen libres por los mantos. Pero no sólo ha sido Bonafont la saqueadora, ya que también operan las empresas Mercatus, Persforza, Ternium, Hylsa, Volkswagen y las de la ciudad textil. 24


Juntas, señalan los habitantes de Zacatepec, provocaron “este desastre ambiental” al que, si nadie lo evita, se sumará otro proyecto de desarrollo urbano e industrial. El socavón no es una fractura geológica, tiene que ver con el registro, desde hace más de 60 años, de más 150 empresas que han saqueado el agua, señalan los científicos. Mientras Pueblos Unidos advierte de la peligrosidad de que, justo en esta zona, esté instalada la tubería del gasoducto del Proyecto Integral Morelos (PIM), que también contempla la termoeléctrica de Huexca y el acueducto de Cuautla. “No estamos dispuestos a esperar a que nos asesine la negligencia y la ambición de los poderosos, basta de que nos sigan engañando”, reclamaron los defensores. Así es que mientras cientos de turistas visitan el socavón cada fin de semana, y ya hasta se venden recuerditos del lugar, la población afectada insiste en el peligro intrínseco al tipo de “desarrollo” que se promueve en la región de los volcanes, en la que se ha privilegiado la expansión de las industrias textil, embotelladora y automotriz. La organización de los pueblos no es nueva. Su lucha contra el PIM y Bonafont son un ejemplo. desinformemonos.org.mx - losylasdeabajo@yahoo.com.mx

Los sueños del yaqui Tomás Rojo Valencia

Juan Carlos Ruiz Guadalajara* - La Jornada - 27 de junio de 2021 “Nuestra religión natural original se fundió con la religión católica; yo creo que esa fusión que se dio ha sido para bien, porque de una u otra manera ha llevado conceptos que han venido a reforzar nuestra originalidad, y así como todas las religiones del mundo, creemos en un Dios y buscamos la fe, también buscamos la tranquilidad y la paz, y eso es el elemento fundamental que creo debería dominar en cada uno de los seres humanos en este planeta, en estos tiempos donde hay condiciones muy difíciles, 25


donde hay gente muy pobre, muy marginada, donde la injusticia galopa...”. Estas palabras fueron pronunciadas por el hermano yaqui Tomás Rojo Valencia dos semanas antes de su desaparición forzada, cuando participó en un diálogo interreligioso como integrante de la Asamblea de Pueblos, Barrios y Comunidades de la Región Tijuana-San Diego y Calexico-Mexicali, de la cual fue cofundador. En esa ocasión Tomás dejó un testimonio profundo sobre su pensamiento religioso, además de compartir la dimensión de sus sueños pacifistas. Ante representantes de diversas religiones, Tomás se declaró católico yaqui, hombre de una enorme fe basada en el respeto por la naturaleza y por los demás. También asumió con humildad que su presencia en el diálogo interreligioso tenía el propósito de aprender, tal como lo había hecho desde 2016 cuando se integró al movimiento gandhiano internacional. En aquel año Tomás inició una estrecha relación con la Unión de Cooperativas Tosepan Titataniske y con OraWorldMandala, el programa de extensión en México de la Gujarat Vidyapith, la universidad que Gandhi fundó en 1920. En este afortunado encuentro Tomás descubrió sus afinidades con el Programa Constructivo del Mahatma como guía de acción no violenta para la liberación de los pueblos. Los paralelismos entre las intenciones libertarias de Gandhi y la lucha secular del pueblo yo’eme fueron motivo de aprendizajes mutuos entre Tomás y sus interlocutores gandhianos. Lo mismo sucedió al discutir las relaciones del pensamiento de Gandhi con el de Marx, ejercicio en el que Tomás encontró una articulación entre la espiritualidad y la lucha por la dignidad del hombre. Gracias a su fecundo activismo y diálogos con constructores de la paz en México y otros países, el hermano Tomás se ganó la admiración en diversos ámbitos internacionales y fue integrado al movimiento planetario Jai Jagat (Victoria al planeta). Con el bienestar de su pueblo como objetivo central de su existencia, Tomás hizo lo posible por encontrar la manera de detener el despojo y exterminio al que por siglos han sido sometidos 26


los yaquis. En los últimos años trabajó con sus aliados una serie de ideas dirigidas a materializar el sueño de la transformación no violenta de su tribu para dotarla de herramientas que le permitieran cubrir sus necesidades de alimentación, salud, vivienda, educación y acceso a servicios financieros. Entre sus más caros sueños se encontraba la defensa del agua, consciente de que la sobrevivencia de su cultura depende de que el río Yaqui no muera. Como ingeniero agrónomo Tomás también soñó con modernizar el uso del agua de riego y desarrollar proyectos agroindustriales con base en cooperativas yaquis que cubrieran toda la cadena productiva para lograr la unidad y autonomía de los yo’eme, quienes al estar excluidos de créditos para activar la producción agrícola se han visto obligados a rentar sus tierras por décadas. El plan de Tomás incluía su deseo de bienestar y respeto hacia los otros habitantes del sur de Sonora, en una postura de coexistencia armónica con los yoris que hiciera posible el ideal gandhiano de la unidad en la diversidad. La más reciente preocupación de Tomás estaba en las intenciones del gobierno federal por imponer el Plan de Justicia para la Tribu Yaqui a cambio de aceptar el Acueducto Independencia, maniobra encabezada por Adelfo Regino. Como defensor del río Yaqui, Tomás rechazó negociar el trasvase de sus aguas y con ello el futuro de los yo’eme. Sus sueños de autonomía, justicia y libertad para su nación le han costado la vida y el vituperio de propios y extraños. La mezquindad de personajes que, aprovechando la ausencia de la insustituible figura de Tomás declararon que éste hacía años no tenía participación política alguna, es otra manifestación de las fisuras internas de la tribu. Hay quienes pretenden pasar el homicidio de Tomás, así como el del yaqui Luis Urbano Domínguez, también defensor del agua ejecutado con tres tiros en la cabeza, como simples consecuencias de la violencia imparable que cubre el sur de Sonora, o como infortunios provocados por estar en el lugar y en el momento equivocados. Otros han querido hacer pasar a Tomás como un simple operador del PRI para frivolizar su muerte, mostrando ignorancia sobre las 27


complejidades de la relación de los yaquis con los representantes del Estado mexicano y soslayando el apoyo que en 2018 Tomás promovió entre su tribu para el presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien ahora le corresponde dar señales de justicia verdadera. Frente a toda esta inmundicia que normaliza la violencia extrema y el despojo hacia los yaquis, la única certeza se encuentra en los sueños de Tomás Rojo Valencia. * Investigador de El Colegio de San Luis

Ostula ante la Corte

Carlos González García* - La Jornada - 24 de junio de 2021 Santa María Ostula es una comunidad nahua de origen prehispánico localizada en el municipio de Aquila, Michoacán, en la región de la costa sierra colindante con el océano Pacífico. Esta comunidad resulta paradigmática por varias razones: es propietaria de algunas de las playas más hermosas del Pacífico, habiendo sobrevivido, junto con las comunidades de El Coire y Pómaro, tanto a la cruenta guerra de conquista española como a la campaña de exterminio porfiriana que llevó a la destrucción de comunidades tan importantes como Coalcomán. Ostula pudo a lo largo del siglo XIX sortear tanto la política desamortizadora de Melchor Ocampo como la Ley sobre el Reparto de Bienes Comunales, expedida en 1851 por el gobierno del estado, y la famosa Ley Lerdo (1856), que prohibió la propiedad comunal, así como la ofensiva neocolonial del porfiriato apoyada en la circular local de 1887 con el fin de remarcar la falta de personalidad jurídica de las comunidades indígenas. Es el caso que en la actualidad conserva la mayor parte de sus tierras comunales y de su organización interna vinculada a la tierra comunal y su cuidado. Aún más: el 29 de junio de 2009 recuperó una significativa franja de tierras comunales lindantes con el Pacífico que le habían sido despojadas por rancheros y narcos de La Placita; y en menos 28


de un mes levantó el nuevo poblado de Xayakalan. Lo anterior fue posible a partir de una férrea organización sustentada en sus estructuras tradicionales y en el despliegue de una disciplinada guardia comunal que, refundada en el histórico Pronunciamiento sobre la Autodefensa Indígena del Congreso Nacional Indígena, logró rechazar los violentos ataques perpetrados por sicarios del crimen organizado. El atrevimiento de la comunidad ha llevado a que desde 2009 hayan sido desaparecidos seis comuneros, incluido Francisco de Asís, presidente del comisariado de bienes comunales; y asesinados 36 más, la mayor parte por el sanguinario cártel de Los Templarios. Así, la comunidad tiene otorgadas medidas cautelares desde 2010 por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. El de Ostula es, sin duda, uno de los conflictos más agudos en el país y tiene como telón de fondo los inmensos intereses que codician sus tierras y las de las restantes comunidades de la región. Playas casi vírgenes, paisajes paradisiacos, intrincados caminos que comunican con el océano aptos para el tráfico de mercancías ilegales y una cadena montañosa pródiga en maderas preciosas, oro, hierro y otros minerales, amén de ubicarse entre los estratégicos puertos de Manzanillo, Colima, y Lázaro Cárdenas, Michoacán, hacen de la región uno de los lugares más apetecidos por los grandes capitales. De hecho, la empresa Ternium –segunda acerera a escala mundial– tiene títulos de concesión minera sobre más de 5 mil hectáreas pertenecientes a Ostula, muchas en las tierras materia de conflicto; y cárteles del narcotráfico, como Los Templarios han sentado sus reales en tiempos anteriores y actuales en toda esa región. El conflicto agrario y social narrado tiene su componente legal: un dilatado juicio, con número de expediente 78/04, ante el Tribunal Unitario Agrario 38, con sede en la ciudad de Colima, en el que los sedicentes pequeños propietarios de La Placita demandaron, desde 2004, se fije el lindero entre los terrenos comunales de Ostula y la pequeña propiedad. En este juicio y en el recurso de revisión del mismo ante el Tribunal Superior Agrario, se han 29


emitido sentencias que pasan por alto las graves irregularidades contenidas en la resolución presidencial de Ostula, que omiten el estudio correcto de las periciales desahogadas en el juicio y que, por supuesto, favorecen a los pequeños propietarios de La Placita. Resulta particularmente grotesca la resolución que a principios de enero del año pasado emitió el Tribunal Superior Agrario en el expediente 308/2019-38, pues, dicha determinación judicial es frívola y superficial. Ante la sentencia del Tribunal Superior Agrario, la comunidad interpuso, como último recurso legal, el amparo directo número 203/2020, que se radicó en el segundo tribunal colegiado en materias administrativa y de trabajo, con sede en Morelia. Pero ante la gravedad del caso y la profundidad de los agravios que giran a su alrededor, el pasado 21 de junio solicitó que la Suprema Corte de Justicia de la Nación –tribunal que para nada se ha distinguido en proteger los derechos e intereses indígenas– atraiga el asunto conforme a sus facultades y resuelva en definitiva y con justicia tan doloroso asunto. Profundizar heridas en un México de por sí destrozado por la violencia y la inequidad o generar un poco de paz y justicia será decisión de este máximo tribunal. Mientras, Ostula, sumida en el escepticismo hacia las corrompidas instituciones del Estado mexicano, refuerza su identidad territorial y su organización autónoma. * Abogado de Ostula, integrante del Congreso Nacional Indígena

La verdadera historia del Socavón Daliri Oropeza - Pie de Página - 23 junio, 2021

La historia del socavón en Juan C. Bonilla es la de la extracción masiva de agua en pueblos nahuas de la región cholulteca, Puebla. Ahí, las defensoras de la tierra impiden un desastre mayor con un plantón que cerró la empresa Bonafont 30


Una mujer nahua, de esas que hacen mole muy rico y tortillas de maíz azul, de esas que se organizaron y frenaron un drenaje industrial en el río Metlapanapa en mandil, quedó sin agua en su pozo artesanal. Es raro porque no es tiempo de sequía, es febrero del 2021. Sentir desesperación de que el agua se había agotado la hizo platicar con más mujeres, sus vecinas, parientas y amigas defensoras de la tierra. Todas coincidieron: el agua es insuficiente y ya es muy notorio que las familias ya no sacan agua de sus pozos artesanales. Encendieron las alertas. Antes sacaban hasta un tinaco de mil litros, pero a inicios de este año con trabajos sacaban de sus pozos artesanales una cubeta de 10 litros. Los ameyales donde siempre había agua se secaron, dejó de correr el río Metlapanapa y hasta los árboles comenzaron a marchitarse. Habitantes de pueblos nahuas de toda la región cholulteca comenzaron a organizarse ante la sequía: Almoloya, Tlautla, Colonia José Ángeles, Ometoxtla, Zacatepec, Cuanalá, Nextetelco, Coronango, Tepalcatepec, Cuachayotla, Cuapan, Xoxtla. El 22 de marzo, día del agua, pusieron un plantón en la entrada de la empresa hasta que sigue hasta ahora, aunque ya lograron el cierre de la empresa. Fue notorio que a tres días del cierre de la empresa, los pozos artesanales ya tenían agua de nuevo. Más mujeres y pobladores de estos pueblos nahuas, que nunca habían participado en la lucha por la tierra, se sumaron al plantón en la empresa Bonafont. Este martes cumplieron tres meses de impedir que extraigan millones de litros de agua al día. Porque las habitantes narran que la planta de agua no paraba la extracción y el relleno de miles de garrafones que salían de ahí día y noche. Algo que no es casualidad que haya sucedido después del cierre es el ya famoso “socavón” (del cual hacen chistes y cumbias). 31


Geólogos calculan que tiene el tamaño del Zócalo de Puebla junto con su catedral. Ahí solía ser un cuerpo de agua. Un jagüey o pequeños lagos entre la tierra donde las familias solían llevar a sus animales a beber agua. Este pequeño lago, que ahora es socavón, se encuentra en el acuífero de Puebla, entre tres grandes cuerpos montañosos: La Sierra del Tentzon, los volcanes Popocatepetl-Iztacíhuatl y el monte Matlalcueyetl o Malintzin. Justo enmedio está esta región Cholulteca, que por abajo forma un cajete o gran contenedor de agua. Y eso es lo que había antes de ser un socavón: agua. Pero en esta región, en menos de 60 años, se instalaron más de 150 industrias, como el Corredor industrial Quetzalcóatl, Ciudad Textil, embotelladoras Bonafont, Nestle, Big Cola, Peñafiel, Petroquímica de Pemex, Hylsa ahora en fusión con Ternium, Mercatus, Persforza, Granja Tepoyanes, la automotriz VolksWagen, entre otras. En suma, a 200 metros está el gigantesco tubo del gasoducto del Proyecto Integral Morelos. “Con el gasoducto vimos cómo enterraban ese tamaño de tubos, y las maquinas cuánto abrieron para ese diámetro. Y está cerca del socavón, no descartamos que eso también provocó grietas”, dice la mujer nahua, guardiana del río Metlapanapa. El nivel de extracción rebasó la profundidad del acuífero. Los pueblos unidos por el agua, que además se hicieron llamar “Zapatistas del agua”, aseguran que no hay modo de saber cuántos litros se extraen de agua en cada municipio involucrado. Además, que se están perdiendo las especies propias de sus pueblos, como los peces, acodilles o cangrejos, que de manera sorprendente crecían aquí, y ya no los ven. Ese día que se formó el socavón, “vecinos escucharon un trueno. Desde días antes percibían un olor como a un químico. Ese día vieron que la tierra tenía grietas, antes del socavón. Luego empezó el orificio a crecer y a crecer. Ahorita ya no s puede acercar uno. Se veía como el mar, hasta ruido se escuchaba”, asegura esta mujer nahua. 32


Hasta el momento no hay estudios oficiales de lo que sucede, solo una visita del gobernador, y después un anuncio de que lo volvería en un lugar turístico. (Sí, ahí donde dicen que están viviendo un “infierno ambiental” o un “problema ambiental innegable” ). Pero los zapatistas del agua, pobladores nahuas de la región cholulteca, han dado a conocer sus entrevistas con geólogos, biólogos e investigadores que se han acercado. Tienen la intuición y por eso en su conferencia de prensa denuncian el saqueo y despojo masivo del agua.

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Foto: Desinformémonos

RECOPILATORIO CAMINOS DE LA AUTONOMÍA BAJO LA TORMENTA 30 junio 2021


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